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#larrystylinsonau
bl00dycham0mile · 5 months
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pardon my absence - will be back as soon as I can 🖤
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pixiemoon28 · 9 days
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Starry Starry Night (on Wattpad) https://www.wattpad.com/story/361543121-starry-starry-night?utm_source=web&utm_medium=tumblr&utm_content=share_myworks&wp_uname=PixieMoon28 
"Say something Lou... please. Say something..." "Football and Gay don't go together, Harry. Why can't you understand that I can't give you what you want from me? I... I don't even feel..." he paused. For a fleeting second, I was hopeful. I waited for him to finish the sentence. "I don't feel the same about you, Harry". Louis finally said, his tone mundane. He had his back turned to me so I couldn't read his face when he said this. I wanted to look into his blue eyes when he said this. He's lying. He had to be lying. "Lou please... Look at me, Lou...", I was practically begging him. I felt my chest constrict. I couldn't breathe again. I tried to take deep breaths in, but I couldn't feel air filling up my lungs. "Lou you promised you won't leave... You promised you would always be there for me". Tears were pouring out of my eyes uncontrollably and it blurred my vision. I tried to wipe them off with the back of my hand. I was a mess. When my vision cleared, I could see him starting to walk away. "Don't go Louis. You don't have to love me back, Lou. Just please don't leave. Let's be friends?" A weird prickling feeling was spreading through my body, flowing through my veins. It was numbing my hands, feet, my entire body. I was now on my knees. He was leaving me. My Louis was leaving me. "It hurts Lou. I would rather die than feel this way". 
 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ 
Harry Styles is spellbound by the blue-eyed football star of Crestwood Academy, Louis Tomlinson. He is happy to finally have found something more entrancing than music and art. Louis Tomlinson finds Harry, the new student, quite intriguing. He's utterly confused with feelings he is sure he has never felt before. The two boys soon become best friends but will they fall truly, madly, deeply in love?
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fluffytaegukkie · 7 years
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larry and ziam au @larryfanfiction @larryfanfictionaskblog
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Louis really didn't know if it was his fault or if it was the other person's, but he did know that he had a spilled cup of burning hot Yorkshire tea all over his favorite shirt and a beautiful boy standing in front of him helping him dry off. He decided that maybe (despite the possible 3rd degree burn that he now has forming all over his chest and stomach) this would be okay. Maybe, just maybe, he would be okay.  (Or the one where Louis loves a good cuppa and cuddling with cute boys when he's lonely and Harry just happens to be the cute boy with messy curls and loads of tattoos that he might need.)
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larryargentina · 10 years
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Capítulo 3
Las clases concluyeron y gran parte de los estudiantes iban saliendo de sus aulas. —¡Libres al fin! —exclamó Liam, haciendo ademanes dramáticos con las manos. Zayn iba caminando a su lado con la mirada baja y  mordiéndose el labio. De alguna manera su mente estaba extraviada en otra parte. —¿No te alegra eso Zayn? ¿Cuáles son los planes para hoy? —preguntó divertidamente el castaño pasando su brazo por el hombro de su amigo. Zayn reaccionó —¿Eh? ¿Qué? Oh…ah…Yo también ,Liam. Liam frunció el ceño —Zayn, desde que estamos en el aula, estas mas que perdido… ¿Qué pasa? El moreno volteó su cabeza a varios lados como si estuviera intentando ubicar algo…o mas bien a alguien. —No es nada, sólo que hoy no tengo ganas de salir. —Amm, como quieras entonces, para mi la fiesta sigue. Zayn siguió intentando ubicar esa linda cabellera rubia pero no había rastro de él, sin embargo. Liam rodó los ojos…si había algo que odiara era que lo ignoraran.  El castaño suspiró y le dio un leve golpe a Zayn cuando sus ojos dieron con alguien aproximándose a ellos y ese alguien no lucía tan feliz. Zayn volteó la cabeza y giró su cuerpo por completo. —¿Y tú dónde estabas? Creíamos que la tierra te había tragado. —Dijo Liam Harry le sonrió irónicamente. —¿Dónde esta Louis? —Preguntó. —Si tú no sabes donde esta tu novio,¿cómo esperas que nosotros si lo sepamos? —espetó Zayn y giró su cabeza de nuevo buscando aun con la mirada a Niall entre todos los alumnos que iban saliendo.  Harry rodó los ojos —Estuvo en taller, creí que habías vuelto con él. Oh y, tuvimos que volver a cubrirte con el profesor.  —¿Regresó? ¿Dónde esta entonces? Liam levantó los hombros. —No lo sé, en el ultimo lugar en el que le vi fue en mi taller, no sé cual es su  ultima clase y francamente creo que tú deberías saber donde esta ,si tú te fuiste con él… —No lo creo… estoy seguro que esta molesto conmigo. Zayn regresó la cabeza y fulminó a Harry con la mirada —¿Qué le has hecho esta vez? —¡Nada malo! O al menos no tanto…¡No me mires así! Louis es un dramático. Tal vez me pasé un poco pero…Necesito encontrarle.  —Cuando Louis se molesta contigo, francamente siempre tiene sus razones Harry y la mayoría de las veces por no decir todas…él tiene razón.  
Los ojos de el rizado dieron enseguida con su objetivo y se fue corriendo dejando a sus amigos allá.Zayn bufó —¡Nosotros igual te queremos, amigo!—Gritaron ambos muchachos con ironía.
  *** Louis tocaba indeciso las teclas de su celular, mientras caminaba. Tenía que hablar con Harry, tal vez es que se había comportado como un reverendo inmaduro, debió de quedarse y hablar con él mas tranquilo. Había actuado estúpido, pero también había sido culpa de Harry. —Vamos Tomlinson…llámalo.—Dijo para si y suspiró. Louis observó como alguien se aproximaba hacía él y entrecerró los ojos para fijarse quien era.  Harry.
Se quedó parado sin saber que hacer por un momento y repentinamente se volteó caminando hacía otro rumbo. Harry a lo lejos frunció el ceño y apresuró mas su paso. —¡Hey! ¿A dónde crees que vas? —Gritó Styles y le jaló del brazo. El ojiazul se volteó e intentó evadir la mirada de el ojiverde —No sé si quiero hablar contigo Harry. “¿Qué? Hace no mas de 5 segundos estabas apunto de llamarlo por teléfono, Louis a la mierda tu orgullo…” —De acuerdo, Louis, no seas dramático, ¿bien? No fue para tanto. Ya entendí que no querías.  —Si, porque te dije QUE NO QUERÍA desde el principio y,¿qué es lo que hiciste? Harry rodó los ojos —Esta bien, pero no había necesidad de que me empujaras y te pusieras a llorar.  —No te me quitabas de encima, Harry.  —Por dios Louis, no te pongas con estas tonterías ahora, ¿Por favor? necesitamos hablar y bien.  Louis suspiró. —Esta bien. Lo lamento, sé que me comporté como un inmaduro y que no debí dejarte así, en serio, lo lamento.  —No, yo lo lamento mas. De verdad Lou, lamento si te hice sentir presionado o me puse como un animal, no era mi intención. —No me hiciste sentir presionado, simplemente me puse en un estado critico. Nunca he estado con un hombre y creo que ya lo sabes…Creo que tal vez era normal que estuviera así. No hablamos del todo bien…eh…—bajó la mirada.
Harry se rió —Lo sé y te entiendo, es por eso que no te quiero presionar y voy a esperarte.
  Louis suspiró y levantó la mirada.
  —No tienes que esperarme, yo quiero. Quiero, sólo…me da miedo, es todo.  —Nunca voy a hacerte daño. Prefiero ver siempre por tu bien que por el mío mismo, Louis. El ojiazul se sonrojó y sonrió. —Confío en ti, Harry. Siempre te he amado y es por esto. Eres magnifico y aun no sé como es que estas en mi vida…Te amo tanto—se acercó a él y depositó un beso en sus labios. Le sonrió y mordió sus labios—.Hoy mi casa va a estar llena, pero… —La mía no—volteó para atrás, cerciorándose que no hubiera algún profesor y entonces caminó empujándole con su mano en el pecho de Tomlinson, hasta la pared, estrellándolo con delicadeza y besándolo. Louis se alejó de sus labios luego de unos segundos sólo para hablar rápido.
—Me parece bien…—Contestó y volvió a lo suyo con los labios de Harry.
  (...) Niall terminó de guardar sus cosas mientras se encaminaba por los pasillos buscando a Louis, sus ojos lo encontraron enseguida pero se percató que estaba “ocupado” con Harry así que sólo siguió su camino como si nada estuviera pasando en realidad. Llegó hasta la salida y entonces una voz le hizo detenerse.
—¡Oye, rubio!  Niall volteó para ver quien le había gritado y se giró de nuevo siguiendo su camino al haberse percatado de quien era. Zayn rodó los ojos y se fue corriendo a buscarlo. —Oye espera, ¡te estoy hablando! —Gritó el moreno poniéndose delante suyo Niall rodó los ojos y aun así siguió caminando pero nuevamente los gritos desde atrás de Malik, le molestaron y entonces se volteó a él.
  —¡¿Qué es lo que quieres?! ! ¡Déjame en paz, diablos! Zayn se rió —Sólo quería decirte que a las 7:00 paso por ti, así que estate listo, por favor.  Niall bufó y se rió con burla. —Preferiría comerme una cucaracha antes que salir con un imbécil como tú. Zayn sacó el celular de Niall y comenzó a escribir algo con él. Niall abrió los ojos como plato e intentó arrebatárselo. —¡Oye,oye! ¡¿Qué haces?! ¡Dame eso! —Te lo daré a las 7:00 —Joder, pero es que ¡Vete al diablo , estúpido! ¡No voy a salir cont…! Zayn suspiró y continuó escribiendo —¿¡Qué haces?! —Destruyendo la poca vida social que tienes. Niall se mordió los dientes con furia —¡Ya, esta bien! ¡Esta bien! te veo a las 7…—Contestó el irlandés resignado. Zayn sonrió.
—Hasta luego entonces, rubio. —Niall… me llamo NIALL. —Bueno, "Niall” —Contestó con burla y le sonrió marchándose de allá Niall se llevó las manos a la cara. Odiaba tanto a Zayn Malik.                                                        (...) —¿Quieres que te lleve a casa? —Preguntó el rizado encaminándose con Louis hasta su automóvil Louis negó.
—Ehh…No amor, no te preocupes, necesito hablar unas cosas con Niall. —Sonrió. —De acuerdo. Así que…¿Te veo hoy en mi casa?—tomó a Louis de la mejilla y le sonrió mientras le acariciaba levemente con la yema del dedo. Louis tragó saliva por inercia y luego pegó un suspiró, asintiendo con una sonrisa y dándole un beso casto. —Si, Harry. Hoy—mordió su labio inferior—.Ve con cuidado, ¿si?
—Si, cielo.—Se rió y se acercó a Louis dándole otro beso. Louis intentó despegarse luego de unos segundos pero Harry no se lo permitió, fue lo contrario, profundizo el beso y se aferró al ojiazul.Louis alejó la cara cuando pudo. —Harry…¿Estas bien? El rizado asintió y sonrió —¿Qué? Claro que si. Sólo…de repente sentí unas ganas inmensas de darte un beso, te amo.
Louis se rió. —Si, eso siento yo casi siempre… anda, no quiero que te regañen por llegar tarde de nuevo.
  —Te amo Louis…¿Entiendes? Eres el ser que mas amo en este planeta y siempre vas a serlo. Eres simplemente magnifico y sin ti mi vida no sería tan perfecta justo ahora. Louis le sonrió con ternura. —Yo también te amo, amor. Pero deja de hacer que esto suene como una despedida porque me sacas lo sentimental y nos vamos a ver en 4 horas. —Lo sé, lo siento. Ni yo sé por que estoy tan sentimental, pero quería que lo supieras. —Y lo sé…Espero que tú también sepas que te amo mas que a nada Harry. Styles le dio un ultimo beso y se subió al auto. Louis le sonrió y relamió sus labios como si el sabor de los labios de Harry se hubieran clavado tan profundo en los de él. —¡Dentro de 4! —Dijo Harry y le advirtió con el dedo
—Dentro de 4…—le despidió con la mano y le mandó un beso. Harry le dio de nuevo otra cálida sonrisa y arrancó. 
    ***   Harry encendió la radio mientras mantenía los ojos al volante. Le bajó un poco al clima ya que comenzaba a sentir frío y nuevamente presionó la mano al volante. Suspiró y desvió la mirada por unos segundos. Muchas veces era tan sorprendente el como las cosas pasaban tan rápido, tan curioso el como lo hacían y tan exasperante como nunca imaginar que pueden tocarnos tan duro, ya que en un simple momento el cuerpo de el ojiverde cobró un fuerte impacto hasta atrás, un auto en dirección contraria se había aproximado a él antes de que pudiera evadirlo, el carro se volcó y volcó tantas veces que aun en el impacto Harry había perdido la cuenta. Había perdido la cuenta porque sus emociones estaban comenzando a dispersarse por todo su cuerpo, actuando tan rápido y tan eficaz. El auto se detuvo al fin , pero el cuerpo de Harry estaba inmóvil. Podía respirar pero no sentía absolutamente nada. Abrió los ojos de a poco pero no sentía que estuviera en sus 5 sentidos, sus musculos le estaban doliendo como nunca antes, su cabeza ardía y casi podía jurar que su cuerpo se había quebrado. Su mano tembló mientras se iba hasta el cinturón de seguridad el cual consiguió sacar. Él tembló y aun con todo el dolor en su cuerpo se obligó a bajar la ventanilla. Gimió de dolor y sintió que casi podía llorar. Sacó una parte de su cuerpo pero las cosas comenzaron a hacerse mas borrosas, no sentía mas movilidad. Su cuerpo volvió a decaer y entonces cerró los ojos a causa del dolor, entonces ya no pudo abrirlos. Sentía que debía, debía abrirlos, pero sus ojos no habían acatado su orden. No estaba seguro de que si lo ultimo que había visto fue un carro venir encima de él o unas llamas comenzando a fulminar por detrás del automóvil. No estaba seguro si lo último que sintió fue un beso de Louis o un calor excesivamente cruel en el cuerpo, un dolor tan infernal y de repente nada…Nada en lo absoluto.
  Sin embargó supo que pensó. ¿Por qué ahora…? No ahora… 
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lsdynamite · 10 years
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Not cry. Not cry. Not c-.. Not.. N-.. Oh, shit.
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qualcosaognitanto · 11 years
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Bakery - Una storia semplice (Cap 1)
Louis Tomlinson imposta l’otturatore della sua macchina fotografica seduto al tavolo della piccola cucina inondata da scatoloni. Probabilmente dovrebbe passare quei pochi minuti liberi sistemando i piatti nella credenza o più probabilmente i libri e i cd che riempiono il salotto.  Come ha fatto ad accumulare, poi, tutta quella roba? Se la sera prima avesse trovato almeno la macchinetta per il caffè adesso avrebbe di che fare colazione, ma alla fine non se ne preoccupa più di tanto: dovrà anche esserci una caffetteria lì a Lassox. Finisce di sistemare la sua Canon e si alza, stiracchiandosi. Louis Tomlinson è, a ventuno anni da poco compiuti, un insegnante di lettere e culture classiche alla Queen Victoria Grammar School of Lassox, e lui non potrebbe esserne più orgoglioso. Sicuramente l’essersi dovuto trasferire così lontano da Doncaster non è stata una scelta semplice, ma ora ne è quasi contento: dopo il divorzio da sua moglie Margaret non è stato molto facile per lui, quindi cominciare tutto daccapo non dovrebbe essere una cosa del tutto negativa. Stare lontano dalla sua famiglia, magari, potrebbe essere doloroso, ma alla fine è adulto e ha il diritto e il dovere di cominciare una sua vita.
“Papà? Ho fame.”
E poi c’è lei. Ha i capelli ricci di sua madre, gli occhi azzurri curiosi mentre si fa strada nella cucina disordinata; Louis si abbassa quasi fino a poterla guardare negli occhi, sistemandole il maglioncino color carta da zucchero che indossa. Ha quasi cinque anni e non potrebbe essere più perfetta; Louis la ama e la venera come se fosse la sua personale dea. “Lo so, amore. Puoi fare colazione, se riesci a trovare i cereali in questo putiferio.”
La bambina scuote la testa, sgrana gli occhioni e raggiunge il padre, “ma io ho fame lo stesso!” si lamenta, il labbro inferiore che trema.
“Facciamo così, finisci di preparare lo zaino e ti porto a fare colazione. Ci stai?”
Lei ci pensa un po’ su e poi si decide a dare il suo consenso, “ma voglio una fetta di torta alle mele. Intera!”
Louis annuisce serio e scoppia a ridere quando la vede correre verso la sua cameretta schivando scatoloni di libri e mobili ancora senza collocazione. Louis è spaventato, per sua figlia. Eleanor Lily Tomlinson è probabilmente la bambina più intelligente che lui abbia mai conosciuto, e non lo dice perché è suo padre. Va bene, non lo dice solo perché è suo padre.
Quando le ha spiegato che lui e la mamma non andavano poi così d’accordo lei aveva annuito, seria, e gli aveva solo chiesto se la mamma avrebbe continuato a volerle bene. Quando le cose con Maggie si erano messe, poi, così male da portare la donna a trasferirsi a Manchester, Eleanor l’aveva abbracciata chiedendole di avvisare, se voleva andare a trovarli, così le avrebbero preparato i biscotti alle mandorle che le piacevano. Quando Louis le aveva detto che avrebbero lasciato Doncaster e nonna Jay, lei ci era rimasta un po’ male, perché così la sua mamma non sarebbe più potuta andare a trovarli. Solo una telefonata a Maggie e la promessa che avrebbe potuto scegliere la sua nuova cameretta l’avevano convinta, a pochi giorni dalla partenza.
Louis prende la borsa di pelle che ha preparato la sera prima, prima di andare a letto. Contiene il tablet, un paio di libri e un blocco per gli appunti, due matite e una penna blu; sistema dentro anche l’occorrente per la fotografia e indossa velocemente una giacca blu.
“Ellie! Corri, che facciamo tardi!” chiama sua figlia mentre cerca disperatamente una sciarpa che – sul serio – ha visto sul divano appena sveglio. Eleanor corre con il cappottino sbottonato e lo zainetto in una mano, così velocemente che suo padre deve quasi prenderla al volo perché lei si fermi. Ridacchia divertita mentre urla di lasciarla andare. Louis esegue, ma solo dopo averla fatta volare in aria un altro paio di volte. La bambina si sistema con le mani minuscole il cerchietto che le tiene indietro i capelli lunghi mentre Louis recupera la borsa di pelle che ha lasciato cadere e si affanna per un minuto cercando di capire come funzioni l’allarme del nuovo appartamento. Sente, intanto, sua figlia che ha già attaccato bottone con qualcuno all’ascensore. Quando finalmente riesce a chiudere e la raggiunge, nota che sta parlando con probabilmente la ragazza più bella che abbia mai visto: ha i capelli lunghi e scuri, gli occhi che sembrano fatti di miele e le gambe più belle – ne è convinto – della nazione.
“Buongiorno. Scusi mia figlia, a volte è inopportuna.” si affanna a dire mentre con uno sguardo ammonitore spinge Eleanor a nascondersi dietro le sue gambe. La ragazza, gli occhiali da sole in testa e una borsa enorme che ciondola dal braccio, ride divertita.
“Stia tranquillo, mi ha solo chiesto cose dovessi metterci in una borsa così grande. Poi mi ha chiesto se qualche volta gliela presto.” informa Louis, che tuttavia non può impedirsi di sospirare divertito.
“Comunque,” prosegue la ragazza rivolgendosi di nuovo ad Eleanor “te la posso prestare, certo, ma solo se mi dici come ti chiami.”
La bambina sorride, uscendo timidamente dal nascondiglio fornitogli dalla figura di suo padre, “Eleanor Lily Tomlinson.” Si presenta, con tanto di manina allungata e pronta per essere stretta. L’ascensore arriva e si apre con un rumore fastidioso che copre la risata della ragazza.
“Ma guarda un po’,” dice “mi chiamo Eleanor anche io. Eleanor Jane Calder.” si presenta, abbassandosi al livello della bambina e stringendole la mano. Lei sembra apprezzare.
“Ah, mi hai rubato il nome!”
Eleanor sorride, “tecnicamente. In realtà tutti mi chiamano Ella. Puoi chiamarmi anche tu in questo modo, se ti va.”
La bambina annuisce, mentre Louis si schiarisce la voce, “Io sono Louis, invece.”
“Piacere, Louis. Vi siete trasferiti qui ieri, giusto? Ho sentito il baccano che avete fatto con le valige.”
Louis avvampa, si passa una mano dietro al collo in imbarazzo, “mi dispiace.”
“Non ti preoccupare, comunque nessuno stava dormendo.” l’ascensore si ferma e tutti escono, l’uomo porge una mano alla bambina che l’afferra prontamente.
“E’ stato un piacere conoscerti, Eleanor.”
Quella sorride, apre il portoncino e si sistema gli occhiali da sole sugli occhi, “no, davvero, chiamami Ella! Ci vediamo, Louis.” poi manda un bacio volante alla bambina, che risponde con un sorrisone e un bacio, e si allontana a grandi passi – e indossa un paio di tacchi quindici? Ma come fa? – verso un fuori strada parcheggiato poco lontano.
La città non è molto grande, e comunque previdentemente Louis ha fatto in modo che casa, primary school e liceo non fossero troppo distanti: non era abituato ad andare al lavoro in auto o con i mezzi, a Doncaster, e vuole davvero mantenere questa tradizione. La scuola elementare, veramente, non dista molto dall’appartamento, e per i due non è difficile raggiungerlo. Eleanor continua a ciarlare della sua cameretta delle principesse e del nuovo piumone che le ha comprato nonna Jay, Louis la ascolta intervenendo ogni tanto, giusto il minimo perché la bambina possa continuare a chiacchierare con quella voce sottile e a tratti ancora incerta che suo padre ama.
La scuola è indicato da un cartello in finto legno, che avvisa che a cento metri c’è “L’oasi del bambino felice” – che razza di nome è? -, ma Eleanor lo strattona per una mano, indicandogli con la manina una vetrina, su cui c’è solo scritto “Bakery” in rosso.
“La torta alle mele, ricordi papà?”
Louis annuisce e si fa trascinare volentieri verso la pasticceria, da cui proviene un buon odore di caffè. E’ piccola, pulita, con tanti tavolini da quattro e un sacco di dolci di tutti i tipi. Eleanor lascia la mano di Louis e corre verso il bancone di legno, poggiando le mani contro il vetro che protegge il cibo. Una ragazza con i capelli lilla si avvicina alla bambina, Louis fa lo stesso.
“Ciao, piccola. Cosa ti do?”
Eleanor davvero non lo sa, cosa vuole, perché ci sono talmente tanti tipi di torte e muffin e ciambelle che ha l’acquolina in bocca al solo pensiero.
Così spara velocemente un “tutto!” che fa ridere i due adulti.
“Andiamo, amore, non far perdere tempo alla signorina che deve lavorare.” la ammonisce lui mentre prende la reflex e il portafogli dalla sacca.
“Facciamo così, oggi ti faccio assaggiare questo muffin al mirtillo perché Harry li ha appena sfornati e così sono ancora più buoni. Domani, se torni, ti farò assaggiare qualcos’altro. Va bene?” la ragazza prende un muffin e lo porge alla bambina, che sorride contenta mentre lo prende.
“Eleanor, come bisogna dire?”
Eleanor, che stava per dare un morso, si ferma e guarda suo padre, poi sbatte le palpebre e sorride alla ragazza dicendole “grazie, signorina.” che fa annuire orgoglioso Louis.
La pasticcera ridacchia lusingata, si poggia con i gomiti sul bancone, “chiamami Perrie, piccola. Tu come ti chiami?”
“Io mi chiamo Eleanor, mi sono trasferita qui ieri sera col mio papà.”
Perrie annuisce, sorride alla bambina che mangia estasiata il suo muffin, “benvenuti a Lassox, allora!”
“Grazie.” Louis sorride alla ragazza, poi torna a rivolgersi a sua figlia “com’è il muffin?”
“Il migliore che io abbia mai assaggiato.” afferma, serissima, Eleanor. Ha il viso sporco di zucchero a velo e le mani impiastricciate di marmellata al mirtillo; Louis pensa che sia bellissima.
“Lo dirò ad Harry, allora.” Perrie sorride, poi prende le cinque sterline che Louis le porge.
“Mi prepari anche un caffè nero doppio senza zucchero, per favore?”
“Certo. Non vuoi nient’altro?”
Louis fa segno di no, cercando con lo sguardo dei tovagliolini; “sei un disastro, amore.” Eleanor sorride e se ne sta buona mentre suo padre le pulisce il viso e le mani, poi Perrie da loro il caffè e il resto e sorride a qualcuno che è appena entrato facendo tintinnare lo scacciapensieri appeso alla porta. Louis mette a posto i soldi nella borsa notando con la coda nell’occhio un ragazzo con i capelli e la carnagione scura che si avvicina al bancone e saluta Perrie con un bacio e un mezzo sorriso. Con un cenno saluta mentre esce, prendendo la mano della bambina ancora appiccicaticcia per farle attraversare la strada. Controlla per un istante l’orologio che gli hanno regalato alla laurea e sorride rendendosi conto che è in perfetto orario. Meglio, odia essere in ritardo.
“Allora, Ellie,” si abbassa per arrivare a guardare negli occhi la bambina “so che è il primo giorno, ma tu sei una bambina bella e simpatica, sono sicuro che ti farai un sacco di amici.” Eleanor annuisce, ma non sembra poi così convinta.
“Non posso venire con te? Giuro che mi metto a disegnare e non ti do per niente fastidio!” Louis ride quando sua figlia tenta persino la tecnica del labbro tremolante e per un istante è anche tentato di accettare. Alla fine scuote la testa e le sistema il cerchietto.
“Fai la brava e non far arrabbiare le maestre, va bene? Quando vengo a prenderti voglio trovarti contenta e piena di un sacco di cose da raccontarmi.”
Eleanor  annuisce senza convinzione, gli lascia un bacio sulla guancia e corre verso l’entrata. Louis si assicura che sia dentro, poi prende il cellulare e compone un numero che sa a memoria, avviandosi verso il suo liceo.
“Dannato Louis Tomlinson! Dovevi chiamarmi ieri sera e non ti sei fatto più sentire! Ma dico, sei impazzito?” la voce squillante di Lily lo investe come un fiume in piena, al giovane viene da ridere immaginandola in pantofole nell’appartamento dei suoi a Doncaster mentre fa avanti e indietro per la stanza. Si trattiene, però, in un eccesso di amor proprio.
“Mi dispiace, Lily, davvero! Ho dovuto sistemare almeno le camere da letto e il bagno, poi sono praticamente crollato e Ellie anche.”
Lily è, probabilmente, la migliore amica che chiunque potrebbe desiderare. È simpatica, intelligente, gli può dare dell’imbecille a piacimento e non dice mai te l’avevo detto.
“Te l’avevo detto di non partire nel tardo pomeriggio, imbecille!” be’, quasi mai.
Louis scuote la testa, divertito, “mi dispiace, davvero, Lily.”
“Ovviamente, Lou. Allora, come sta la mia bambina?” cambia improvvisamente argomento. A volte Louis si chiede se la sua migliore amica voglia più bene a lui o a sua figlia, soprattutto dal momento che è la sua madrina di battesimo. Gliel’aveva anche chiesto, una volta. Non gli piace rivangare la risposta. “Sta bene, Lily, davvero.” risponde invece con un sorriso, passandosi una mano tra i capelli. Riesce a vedere, adesso, l’edificio imponente della scuola. Ci sono dei ragazzini in divisa grigia che gli passano acanto, altri che scendono da un autobus poco più avanti.
La sua migliore amica, intanto, sta sospirando, “va bene, Lou. Mi mancate già così tanto.”
“Ti ho pregato in ginocchio di venire con me fino a ieri a pranzo.” le ricorda con un mezzo sorriso, perché si conoscono da quando erano entrambi in fasce e non riesce quasi ad immaginare la sua vita senza quella specie di sorella.
Lily sbuffa, “lo sai che avrei voluto, ma tra il dottorato e tutto il resto è praticamente impossibile. Non è che si diventa biologi in un niente.”
“Lo so, lo so. Almeno vieni a trovarmi presto, va bene?”
Lily ridacchia, “scommetto che casa tua sembra una trincea.”
“Mi sa che è anche peggio.” ammette lui con una risata, entrando nel parco della scuola. Sorride istantaneamente, “io sono arrivato a scuola, stasera ti chiamo così ti faccio parlare con la bambina, va bene?”
“Va bene. Stai attento, Lou, soprattutto ad Ellie. Stalle vicino.” Lily sospira.
“Ovviamente, Lily, è mia figlia. A stasera, ti voglio bene.”
“Te ne voglio anch’io.” La conversazione si chiude, e Louis raggiunge velocemente lo studio del preside. Ci sono un sacco di presentazioni, poi, molte frasi di circostanza, un numero considerevolmente stomachevole di sorrisi. C’è il preside che spiega le politiche della scuola e che gli fa firmare una pila infinita di documenti, c’è una segretaria che entra con la mappa della scuola e il prospetto delle sue lezioni. E, d’un tratto, Louis è in classe, con un sacco di bambinetti del primo anno che lo guardano scetticamente.
“Buongiorno a tutti. Sono il nuovo professore di letteratura, mi chiamo Louis Tomlinson.”
    Le lezioni finiscono alle tre e un quarto, Louis saluta distrattamente Liam Payne, un ragazzone più o meno della sua età che allena i ragazzi della squadra di atletica leggera e che lo ha invitato a pranzo con lui e si avvia a passo svelto verso la scuola elementare; Eleanor esce alle tre e trenta, quindi non ha molto tempo. Non è poi tanto male, Lassox, se non si tengono in conto il clima tropo umido per i suoi standard e l’accento strano che hanno tutti. A Louis piace questo posto, gli altri professori non sono male e gli studenti del primo anno che deve seguire non danno troppi problemi. Ama la letteratura che dovrà insegnare in questo semestre, in fondo le opere di Wild sono state le prime anche per lui, quindi non è che un piacere tornare ad approfondirle con gli studenti. Arriva davanti alla scuola con sette minuti di anticipo, rendendosi conto di aver quasi corso pur di arrivare in orario. Si guarda un po’ intorno per la prima volta, notando la fermata degli autobus – Lassox non è abbastanza grande, a quanto pare, per avere una linea di metropolitana – e alcune panchine di legno lungo il marciapiede. E, nuovamente, la pasticceria dove era stato solo poche ore prima. È quasi deserta, adesso, ed è forse per questo che lo vede subito. Indossa una maglietta a mezze maniche bianca, i capelli ricci e scuri tenuti a freno da un berretto di lana colorato. Louis non può fare a meno di notare i mille tatuaggi che costellano le braccia muscolose, la scollatura della t-shirt mette in risalto un enorme disegno addirittura sul petto. Ha le spalle larghe e i fianchi strettissimi, su cui si poggiano un paio di skinny jeans neri che si tengono in piedi come per magia. È bellissimo, si ritrova ad ammettere, mentre una mano è già scattata alla borsa di pelle. Prende la reflex senza pensarci, la sistema con gesti che ormai potrebbe fare ad occhi chiusi e tenta di riprendere il ragazzo. Cosa lo spinga, quando si accorge di essere decisamente troppo lontano dal soggetto, ad avvicinarsi fino alla vetrina con su scritto in rosso Bakery, non se lo spiega e nemmeno se lo chiede. Sa solo che vuole immortalare quella perfezione, magari una parte di lui si aspetta che la macchinetta non lo riesca a contenere, perché quel ragazzo sembra far parte di un mondo più bello e completamente sconosciuto mentre sistema la vetrinetta sotto il bancone ormai quasi senza dolci. Louis nota le sue mani. Dio, le sue mani. Bianche, enormi, la destra si macchia di cioccolato mentre cerca di spostare su un’unica fila le fette di crostata, il giovane lo trova adorabile mentre si guarda intorno alla ricerca di un fazzoletto e poi, non trovandolo, si porta distrattamente il dito alle labbra. Louis fotografa in silenzio, ammaliato, ogni suo piccolo movimento. Sa che è ancora troppo distante perché le foto siano perfette, ma non potrebbe fare altrimenti. Il ragazzo si volta ed entra in una stanzetta che dovrebbe essere il laboratorio, per poi riuscirne qualche secondo dopo con due teglie di biscotti tra le mani. Comincia a distribuirli con gesti meccanici in piccoli piattini di porcellana, per poi mettere quelli al sicuro nella stessa vetrinetta. Quando ha finito nell’ultima teglia ne sono rimasti due, lui si stringe nelle spalle e ne morde uno, posa l’altro sul bancone e porta le teglie vuote nel laboratorio. Louis è incantato, perché ha studiato per anni poeti che cantavano di donne e uomini perfetti, di angeli, di bellezza, ma non riesce a trovare una sola dannata ballata che possa descrivere quelle labbra pienissime e rosse che masticano il biscotto, o un sonetto capace di cantare le dita lunghe che si sta succhiando per togliere il residuo di ripieno. Louis deglutisce, scatta l’ennesima fotografia e si da anche dello stalker mentre lo fa. Dio, quanto può essere inquietante fotografare ragazzi all’esterno di una pasticceria in un lunedì pomeriggio qualsiasi?
Sospira e riesce a distogliere lo sguardo dal ragazzo, concentrandosi sull’orologio. Sono le tre e mezza, adesso, e in fretta raggiunge l’uscita della scuola in attesa di Eleanor, che nota poco dopo mentre corre verso di lui. Ha, ovviamente, il cappotto sbottonato e lo zainetto in disordine, ma a nessuno dei due importa mentre la bambina lo raggiunge e gli salta praticamente addosso.
Louis la prende tra le braccia, “allora, amore? Com’è andata?”
“Benissimo, papà!” quasi urla Eleanor, un sorriso enorme sul visino rotondo “ho conosciuto Lena ed Emily e Lucy. C’era anche un bambino, Matt, che mi ha fatto un dispetto, ma io gli ho detto che se si permetteva di nuovo chiamavo papà!”
Louis scoppia a ridere, lascia andare Eleanor e le abbottona il cappotto prima di lasciarle una carezza tra i capelli, “ah, sì? Brava bambina, ti proteggo io da tutto.” e ride ancora mentre lo dice, anche se solo lui sa quanto è dannatamente vero quello che sta dicendo.
“Papà?”
Louis prende la mano della bambina, facendo mente locale per ricordare dove sia il supermercato, “cosa?”
“Voglio il succo di frutta, ce n’è a casa?”
Louis si passa una mano sul viso, “no, Ellie. Non c’è assolutamente nulla a casa.” risponde. Questo sì che è un problema.
“Stasera per cena cosa mangiamo?”
“Qualcosa ci inventiamo, tranquilla.” ma mentre lo dice non ci crede nemmeno lui. Intanto raggiungono  di  nuovo la pasticceria ed Eleanor lo strattona per un istante.
“Papà! C’è Perrie! Andiamo a salutarla?” sta già correndo dentro il negozio, però, così che Louis non possa fare altro che seguirla. Lei sta parlando nuovamente con la ragazza del banco, e il giovane può prendersi qualche secondo per fissare nuovamente l’attenzione sul ragazzo di poco prima. Sta semplicemente con i gomiti sul bancone, adesso, e sorride a sua figlia. Dio, il suo sorriso, non può fare a meno di pensare. Vorrebbe fotografare le fossette che si sono formate agli angli della bocca,immortalare i piccoli taglietti delle labbra screpolate su cui ogni tanto passa la punta della lingua. È perfetto, semplicemente.
“Quindi sei tu Harry! Ho mangiato un tuo muffin stamattina!” sta dicendo intanto Eleanor.
“Uh, davvero? E com’era?” ha la voce roca, come se avesse appena finito di urlare, il tono cadenzato e un accento che Louis non saprebbe collocare, ma che è certo non appartenga a quella zona.
Eleanor sorride, “il muffin più buono del mondo!”
E anche il ragazzo – Harry – ride, mostrando i denti bianchi.
“Vuoi assaggiare un’altra cosa che ho appena finito di preparare?”
La bambina guarda Louis, prima, e solo dopo che lui le ha dato il tacito permesso annuisce. Harry alza lo sguardo per la prima volta, da quando sono entrati, e lo guarda.
Ha gli occhi verdi, ma che potrebbero sembrare anche azzurri o magari grigi. Semplicemente, Louis non riesce a distogliere lo sguardo dal suo. E non sa cosa gli sta succedendo, perché non si è mai sentito in questo modo e un po’ è spaventato e un po’ gli fa anche piacere.
“Papà? Papà!” Eleanor lo strattona per un braccio, Louis a fatica interrompe quello sguardo. Si accorge che Harry ha atteggiato le labbra in un mezzo sorriso, e improvvisamente gli fa male lo stomaco.
“Cosa c’è, Ellie?”
“Harry ha detto che posso assaggiare una cosa che ha preparato. Posso, vero?”
Louis le sorride, sistemandole i capelli con un gesto automatico, “ti ho già detto di sì.”
Eleanor si avvicina al banco e prende uno dei biscotti che Harry aveva messo nei piattini poco prima. Perrie torna al lavoro quando entrano due clienti, Harry si pulisce la mano contro il grembiule nero che porta legato i fianchi stretti e si riappoggia al banco con i gomiti.
“Ti ho visto, prima.” è la prima cosa che dice, senza nemmeno guardarlo. Entrambi continuano a posare la loro attenzione sulla bambina che mangia il biscotto, Louis addirittura la sistema e la siede sul bancone. Avvampa.
“Posso almeno vederle? Ne erano un sacco.” il ragazzo torna a parlare, apparentemente tranquillo.
“Io… mi dispiace.”
Lui sorride soltanto, prende un tovagliolino e pulisce le mani di Eleanor, che ha finito il biscotto, “il più buono buonissimo! Papà, perché tu non li sai fare i biscotti cosi?”
Harry ridacchia, “non preoccuparti, pulce, quando vuoi un biscotto vieni qui e te lo do io.”
Louis deglutisce, sempre più a disagio, “guarda che potrebbe prenderti in parola.” prova a dire per smorzare la tensione.
“Lo spero.” è l’unica cosa che risponde Harry. Sta sorridendo di nuovo, non sembra arrabbiato. Louis scuote la testa e prende in braccio Eleanor, aiutandola a scendere dal bancone.
“Quanto ti devo?”
“Solo le fotografie.”
Louis scuote la testa, sospira, “non sono niente di speciale.”
“Sono foto mie. Voglio almeno vederle.”
“Te le farò vedere, ma non adesso. Devo andare.” prende una mano di sua figlia e la strattona delicatamente verso l’uscita, mentre lei trilla un “ciao Harry! Ciao Perrie!” abbastanza contento.
Louis è imbarazzato come poche volte è stato nella sua vita, ma ciò nonostante non riesce a togliersi dalla testa il suono della risata di Harry mentre lui usciva dal locale.
    Louis riesce a rimediare, alla fine, una cena a base di hamburger ed insalata in busta che ha comprato in un Tesco trovato miracolosamente dietro l’angolo di casa sua. Ha comprato anche il pane, dei detersivi, il latte e i cereali per la colazione e della frutta che – il commesso l’ha giurato – era ancora di giornata. Col frigo pieno ed Eleanor che si rifiuta di mangiare la carne che ha ne piatto si sente improvvisamente più tranquillo, come se fosse davvero a casa.
“Sei sicura di non aver più fame?”
Eleanor annuisce, allontanando il piatto con una smorfia. Non ricorda dove, ma una volta Louis ha letto che non bisogna forzare i bambini a mangiare, così si limita a togliere la cena intatta della bambina per mangiarla.
“Da domani niente più merenda in pasticceria, allora.” la ammonisce, però.
Eleanor sorride, mostrando delle adorabili fossette, “ma papà! Non è colpa mia se i biscotti erano buonissimissimi!”
“Ho capito, amore, ma non è colpa mia se non hai voluto cenare!”
La bambina sbuffa, poi salta giù dalla sedia invitando Louis a fare lo stesso. Lava i piatti con la televisione di sottofondo - che trasmette un DVD della Bella e la bestia - canticchia sottovoce le parole della canzone asciugando i due bicchieri e mettendoli al loro posto, poi tranquillamente comincia a mettere via gli scatolini che ingombrano la cucina. Eleanor lo raggiunge dopo qualche minuto, forse incuriosita dal fracasso.
“Papà, ma che stai facendo?”
Louis, una pila di piatti verdi dell’Ikea tra le mani in procinto di cadere, si volta a guardare sua figlia, “metto a posto le cose per la casa nuova.”
“Mh… mi piace. Posso aiutarti?”
Il giovane sorride, annuisce, “fammi mettere a posto questa roba e ti raggiungo in salotto, va bene?”
Eleanor sembra d’accordo e torna correndo nell’altra stanza, si sente chiaramente il film che viene bloccato. Louis mette a posto i piatti, i bicchieri e sistema le posate nei cassetti; una montagna di canovacci piegati finiscono ordinatamente in un altro tiretto e le pentole vengono buttate nelle mille ante della cucina, il giovane dimentica dove ha messo le varie cose nell’esatto istante in cui esce sul pianerottolo per poggiare gli scatolini finalmente vuoti ma non ci da peso: ha intenzione di rimanere lì il più a lungo possibile, avrà tutto il tempo di imparare dove ha messo i mestoli.
“Papà?” Eleanor se ne sta nel salotto, le manine che cercano di aprire un pacco con su scritto “libri 1”. Accendono la radio, allora, e si mettono al lavoro. La bambina è contenta perché suo padre le da il permesso di sistemare i cd come vuole lei sulle mensole più basse, intorno all’impianto stereo. Gli racconta, intanto, di Miss Moore che ha spiegato alla classe come si conta da dieci a venti e come è fatta una pianta. Louis sorride continuando a mettere sulle mensole libri, soprammobili e cd, contento soltanto di sentire il chiacchiericcio di sua figlia e una bella canzone in sottofondo.
"Allora, che ne dici di andare a fare il bagno? Solo le nove e un quarto, quasi.” Eleanor sbuffa, perché non ha per niente voglia di andare a letto, ma si alza perché sa che suo padre non sarebbe mai d’accordo a farla rimanere alzata oltre quell’ora.
“Emily mi ha detto che lei tutti i martedì va a danza. Posso andare a danza anche io, papà?” chiede d’un tratto, immersa completamente nell’acqua calda.
Louis ci pensa un po’, “non so nemmeno dove sia, questa scuola di danza.”
“Ma papà!” Eleanor ridacchia “Emily ha detto che posso andarci con lei e sua madre!” prova a convincerlo.
“Facciamo così,” Louis prende l’accappatoio rosa e avvolge sua figlia, abbracciandola forte per non farle sentire freddo “domani quando vengo a prenderti parlo con la mamma di Emily, e vediamo cosa si può fare.”
Eleanor, visibilmente contenta, annuisce e nasconde il nasino gelido nel collo del padre, “grazie grazie grazie! Sei il papà migliorissimo del mondo!”
Ogni sera, anche quando lui e Maggie stavano insieme, Louis aveva il compito di far addormentare Eleanor. E, nonostante a cinque anni la bambina sia più che capace di mettersi a letto da sola, dopo averle infilato il pigiamino e legato i ricci in una coda di cavallo, Louis la porta in braccio nella camera delle principesse e le rimbocca le coperte. Solitamente le legge qualcosa, ma Eleanor sta già sbadigliando sonoramente quindi a lui basta stendersi sul lettino accanto a lei e cominciare a canticchiarle nell’orecchio una canzoncina spagnola che ha imparato nemmeno lui ricorda dove, sorridendo mentre le accarezza i capelli. Sta ancora sussurrando “que ves, una cosita y que cosita es. Empieza con la i” quando si accorge che ormai sua figlia sta dormendo. Borbotta ridacchiando un improponibile “que seri que seri que seri.” mentre le posa un bacio tra i capelli e poi un altro, appena più in basso sulla fronte. Si alza cercando di non fare rumore, spegne la lucina sul comodino ed esce lentamente dalla stanza, lasciando un’ultima occhiata alla sua bambina che riposa placidamente. Il cuore gli si riempie di orgoglio e venerazione. Come ha fatto lui, ragazzino si sedici anni pieni di problemi, ad aver creato un cosa tanto perfetta? Non chiude la porta,torna in salotto e spegne la radio. Continua a mettere a posto gli effetti per un’altra ora, quando finisce va ad aggiungere scatoloni a quelli già presenti sul pianerottolo e sospira passandosi una mano sul viso. Pensa per un istante di chiamare sua madre, dal momento che Lily l’ha sentita prima di cena, ma poi controlla il suo orologio Panerai, che costerà probabilmente quanto tutti i mobili di quell’appartamento messi insieme, e sbuffa rendendosi conto che è troppo tardi. Fa una doccia velocemente e si mette a letto, accende il computer. E per la prima volta, quella sera, si permette a collegare la sua reflex per guardare le fotografie.
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bl00dycham0mile · 5 days
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hello everyone! i have been taking some time to work on a couple new fics with my favorite writer ive found within the Larry community. i am very proud of this project, and officially have four parts of it up and ready to be critiqued/enjoyed.
if you like enemies to lovers, angst, and slow-burn romance, this is the fic for you.
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bl00dycham0mile · 5 months
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the time has come. i have been a part of this fandom for 13 years. who's going to get 'oops! hi' tattooed w me??? idc if you're a random stranger. if you're a larry, and you write also, let's do it
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bl00dycham0mile · 5 months
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writer reveal, everybody point n laugh before this is deleted in two hours
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bl00dycham0mile · 5 months
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alas, my ambition has gotten in my own way and I'm finding myself exhausted when it comes to coming up with new prompts and fully conceptualizing ideas for starters. I've been working on a couple fics, while responding to roleplays at the same time. I'm going to take a small break from seeking new rp partners, but my dm's are, and are always open for requests that I will get to by tomorrow or Thursday at the latest.
I have chosen only a couple roleplays that I want to continue replying to during this brief time, and assure y'all I'm not going anywhere. thank you for the reads already on my new wip! Find me on wattpad @b_cham0mile
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bl00dycham0mile · 5 months
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anons/dms open for one shots today, for a few hours! here are some things i enjoy writing about. just shoot me ideas! i am okay with writing larry, harryxreader, steddie, mungrove, eddiexreader, gender doesn't matter, just lemme know which pronouns to use.
• vampirexhuman
• dom!harry/sub!harry
• angst
• bad boy!harryxinnocent Louis/reader
• stoner!harry/univeristy AU/college prof
etc!
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bl00dycham0mile · 4 days
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surprise, another super cool epic amazing nail biter. 🎤🎸🥁📷🎼
book worm Louis escapes manipulative boyfriend, who relentlessly continues to call and text, even though he has scampered off to tour with Harry and his band. He becomes their photographer and they slowly realize they’ve been in love all along.
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bl00dycham0mile · 8 months
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looking for new 18+ Larry RP partners! I typically play dom!Harry but don't mind playing Louis either. hmu on here or telegram!
telegram: bloodychamomile
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bl00dycham0mile · 4 months
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apologies to everyone for my absences, been delving into a co-op fic, family, holidays, blah blah blah. lov u all though
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bl00dycham0mile · 5 months
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I think you'd like this story: "• untiled vampire fic •" by b_cham0mile on Wattpad https://www.wattpad.com/story/356611895?utm_source=android&utm_medium=com.tumblr&utm_content=story_info&wp_page=story_details_button&wp_uname=b_cham0mile&wp_originator=2rE5mp8ilKzrR6nbmeHkYr4BrD9O8nC6yeZVVQojsi6%2FWUGnh%2Bh0w9FkQp0eLcc6%2BCGqZrOp03DJhDEb%2B2TU3M4%2FxzgONngcDzCJ2ZCKUQ4dVq%2BQ3%2FQoDsLN4nWyfdrt
new vampire fic/wip posted! thank you all so much for any reads/support. <3
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