Tumgik
#todo bonito mi jimin
aricastmblr · 4 months
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[리무진 서비스 클립] BTS 지민 | BTS Jimin | Like Crazy
29 dic 2023
지민#Jimin#BTS#지민#Jimin#BTS#이무진#LEEMUJIN#리무진서비스
Jimin yo recordando Abril 2023 Jimin en LEEMUJINSERVICE
bts_bighit·twt 20230401
KBS Kpop en twt y youtube cambio su portada y foto de perfil por una de Jimin
KBS Kpop  @StudioK_twt cuenta de twitter
KBS Kpop   @KBSKpop canal de youtube
mujin_plz·twt - jimin
jk viendo a jimin cantando like crazy versión ingles en el programa de LEEMUJINSERVICE
Jungkook Weverse Live
ㅎ...
heh...
“jimin hyung’s copycat”
jungkook sonrisa por jiminie 
jk- jimin y yo nos abrazamos
jk “nos abrazamos felices y luego entramos” jm “lo abracé fuerte como en un slam dunk”
Jimin yo recordando Abril 2023 Jimin en LEEMUJINSERVICE y a jungkook en weverse live reaccionando al programa-entrevista de jimin
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btsasmr · 2 years
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Love motel (Jimin)
Advertencias: Ninguna, solo pelusa
N/A: Este es el primer fic que escribo por lo tanto pido perdón por los posibles errores ortográficos y/o gramaticales. Por favor no dudes en comentar tu opinión me ayuda mucho :). Que lo disfrutes! <3.
Era una agradable tarde en la ciudad de Seul. El sol estaba por ponerse y en el cielo se distinguían numerosos tonos anaranjados que pintaban el firmamento.
La ciudad estaba muy transitada ya que muchas personas regresaban a sus hogares después de un agotador día de trabajo o simplemente disfrutaban de dar un paseo observando el hermoso atardecer.
Tu te encontrabas caminando con tu novio Jimin. Ambos cogidos de la mano os dirigiais a pasar una noche en un Love Motel. Habías oído hablar de aquellos sitios muchas veces y sentías curiosidad por ir, además, te parecía una forma muy romántica de tener intimidad para los dos.
Cuando por fin llegasteis Jimin alquilo una habitación y enseguida os dirigisteis a vuestra planta. Al llegar a la habitación te maravillaste ante lo que viste: la habitacion estaba decorada con un gran corazón que desprendía luz detrás de la cama en tonos morados que llenaban la instancia y hacían este momento más íntimo y cálido. Además, en las mesitas se encontraban pequeñas lámparas en forma de corazón al igual que los sillones.
"¿Te gusta?" - Jimin pregunto detrás de ti.
"Me encanta amor" - te volteaste hacia el y le diste un tierno beso en los labios. - "Aún es temprano, apenas se ha puesto el sol. ¿Que crees que podriamos hacer ahora?
"Podemos darnos mucho, mucho amor" - sus manos se posaron en tus mejillas y comenzo a dejar suaves besos en tu boca mientras te iba guiando hacia la cama. Cuando caíste sobre esta, él se colocó encima tuyo y os cubrió a ambos con la sábana. Sus labios nunca dejaron los tuyos. -"¿Que te parece? ¿Te gusta la idea?"
"No podría tener un plan mejor"
En ese momento unas cuantas lágrimas comenzaron a caer de tus ojos mientras admirabas al hombre que estaba contigo ahora. Tu vida nunca había sido fácil, pasaste por varias situaciones dolorosas que creíste que nunca podrías superar e incluso después de conocer a Jimin aún quedaban temores en tu interior por las experiencias vividas. Sin embargo, ahora que estabas con el sentías que todos tus miedos se desvanecían y tu corazón comenzaba a latir de nuevo.
Para el no había una persona tan hermosa como tú y se aseguraba de demostrartelo a cada momento. Te ayudo a superar todas tus inseguridades y las secuelas de tus pasados enfrentamientos con la vida.
Por primera vez te sentías amada. Por primera vez sentías que volvías a ser feliz de nuevo.
"Cariño"- susurró y comenzó a limpiar las lágrimas que resbalaban por tus mejillas.
" Y-yo, lo siento Jimin" - lo miraste a los ojos y sonreíste débilmente - "esque cuando pienso en qué estás aquí, conmigo, y cuando pienso que esto no es un sueño si no que es real y hay alguien que me ama yo simplemente... no puedo evitarlo"- te limpiaste las lágrimas con tu mano.
"Amor, no tienes nada de lo que preocuparte. Siempre estaré contigo si? Eres lo más bonito que me puede haber pasado en la vida. ¿Como no podría amarte? Eres la persona más hermosa y dulce que he conocido"
"T-te amo"- dijiste todavía entre sollozos y te abrazaste a su cuello.
" Yo también te amo mi vida"
El resto de la noche la pasasteis abrazados el uno al otro. Tú con tu cabeza en su pecho y él abrazándote por la espalda. Ninguno de los dos quería separarse.
Jimin sonrió cuando te quedaste dormida en sus brazos y observo tu rostro mientras frotaba círculos relajantes en tu espalda.
"Te prometo que nunca te dejare" - susurro para después depositar un suave beso en tu cabeza y quedarse dormido a tu lado.
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Imagen retórica
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©️ de la imagen a quien corresponda.
Constelaciones bonitas, sin razón particular, fascinación con algún origen difuso. Una tradición que se transforma al dejar de recordar que las estrellas son brillantes y que los ojos de una persona pueden ser igual de resplandecientes que estas. Metáforas reutilizadas que he estado tratando de evitar hasta descubrir el verdadero significado de ellas. El mito debería contener el extracto de realidad y la hipnosis sedienta con la que se leen los poemas del Romanticismo. Nunca las he visto totalmente, esta ciudad sofocante las roba. Viví en esta casa de aceptación confundiéndome sobre maravillarse con elementos naturales con placer verídico. El único contacto últimamente me sabe a apariencia. Quisiera adentrarme al recóndito lugar donde entienda a quienes me han antecedido y haber descubierto desde mi primer suspiro que la belleza va más allá de la colectividad y el poco brillo que he podido distinguir de las estrellas en algunos viajes por carretera; detrás del lente opaco.
Me pregunto si es ambicioso soñar con descubrir a qué se refieren las personas cuando utilizan el símil de algún elemento tradicionalmente utilizado. Porque no sé qué se supone qué debería sentir. ¿Por qué las estrellas son bonitas? ¿Por qué el amanecer es fascinante? ¿Por qué debería ser alguien tan hermoso como esas cosas? ¿Es cuestión de estilismo? ¿Amar es un acto de belleza?  ¿Y admirar? No lo entiendo completamente porque no me he servido de aquel aperitivo que se llama “experimentar”. Pero me hice una idea cuando en lugar de pensar en lo bonito que está el cielo cuando atardece y  quejarme cuando mamá me detenía en nuestro trayecto a casa para tomarle foto a las nubes aborregadas, comencé a sonreír pensando en lo maravilloso que es Jimin.
Tuve pensamientos como estos hace casi una semana cuando actualizó en Weverse con una canción: 92914-Okinawa. Al escucharla me percaté que era tan acertado para él; la definición de lo que le gusta, lo que transmite. Seguramente le gusta porque puede dar ejemplos sobre esas sensaciones.  Tuve esa inconsciente necesidad de hablar sobre Jimin como cualquiera de los elementos de los que habla la canción. Su hermosura, su firmeza, su tranquilidad e inteligencia. En el mismo espacio de tiempo, me contuve recordando mi promesa de no revelar al mundo algo de lo que todos hablamos, sin sentir que podía decir algo diferente o real. Sin embargo, lo merece. He sentido gracias a que él existe. Repasé mi trayecto de sentimientos encontrados sobre Jimin y la naturaleza de la que yo mismo puedo dar testimonio.
Haciendo memoria, no pude recordar alguna vez en la que me sentí extasiado al ver la naturaleza. Me emocionaba y repetía “qué lindo”, “qué tranquilo”, “ qué inspirador”. Pensar que entendía (entiendo) no se acerca ni toca cauteloso al entendimiento. Cotidianas realizaciones sobre supuestos. Hace años, cuando su nombre iba hilándose, y viajé fuera de casa, no recuerdo haber pensado en él cuando alcé la cabeza sintiendo decepción al no poder ver las estrellas tan bien como pensaba que se verían a las afueras de la ciudad. Contrasto esta experiencia con una aventura que tuve iniciando el año. Ese día tampoco pude empaparme totalmente del resplandor, sólo las vi nítidamente, apareciendo una a una, en compañía de la preciosa luna. Quería correr a escribir la visión en una carta para él. Si alguna vez pudiera leer todas las noches que me la pasé escribiéndole, habría decenas de panoramas como regalo. 
En lo personal, el paisaje que pienso cuando escucho su nombre es una playa al anochecer, con el cielo lo suficientemente despejado para observar la luna y algunas estrellas. Me gusta. Es una visión cálida aunque el mar sea refrescante, complementando al viento nocturno. Encontraba aterrador el mar. Aún no me siento cómodo al imaginarme su magnitud y he pensado más de una vez sobre las olas tragándose las orillas arenosas; la oscuridad más negra que la propia oscuridad a la que estoy acostumbrado. Cuando lo visité por primera vez, sí que fue emocionante, divertido, pero también me generó inquietud la neblina y la incertidumbre del océano. Mientras más oscuro se ponía, más miedo daba, porque las olas empezaban a subir y la marea estaba desencadenada. Ahora que conozco a Jimin, me causa fascinación cómo encuentra esa incertidumbre de la grandeza y lo más cercano a la soledad oscura, lo más relajante y entrañable. Cualquier cosa debe lucir superable y hermosa si él está ahí (tanto en corazón como en mente). Estoy ansioso por regresar a la playa y dejar una huella suya en la arena. Por pararme más allá del suelo seco sin importarme los pensamientos colaterales. Disfrutar, experimentar, luego describir un regalo. Una postal de agradecimiento con la leyenda detrás:
“Tú barnizaste mi vista sobre aquel gigante aterrador, y yo a cambio te devuelvo un fragmento de tiempo, de mi vida.”
Tanto por aprender que me reconforta haberle dado una probada superficial a este mundo e inmediatamente haber pensado en Jimin. Con escapadas a laberintos mágicos y sus portales floreados. Detrás de la celda, mirando ese atardecer azul que también fue amanecer. En la noche torrencial, las estrellas que danzaron para mí y la luna cubriendo con sus manto. Comencé a sentir y no pretender.
En este punto de mi vida, aún no encuentro correcto afirmar que Jimin es tan hermoso como algún paisaje verde o una estrella fugaz. Sin embargo, los lugares que quiero recordar para siempre son bonitos como él. Jimin es el sentimiento de apreciación y admiración que he llegado a sentir. Antes de ponerme a ver la luna con ojos anhelantes y querer atrapar eclipses, quise capturar su figura. Luego lo cotidiano me hacía sentir algo cercano a la impresión. Tengo la sospecha de que en realidad, me gustaría que viera todas esas maravillas detrás de mis ojos y se diera cuenta que los veo así porque me recuerdan a él. Como si él hiciera lo que todo el mundo sabe y puede percibir, más extraordinario.
—Parsimonia
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lileuph-milkybanana · 17 days
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Segundo año / Cuarto año
Resulta que todos vivían en el continente británico excepto por Hoseok, quien era de Belfast. La primera semana de vacaciones, Yoongi usó los polvos Flu para ir donde Seokjin, quien vivía en un elegante departamento de clase alta en Londres, y resultó ser que Jin había invitados a los tres más jóvenes, también, y Yoongi terminó haciendo un tour en el Museo Nacional de Historia con Jungkook y Namjoon mientras los otros cuatros bebían café, escuchándolos emocionarse sobre dinosaurios.
Era divertido.
Yoongi vivía en Devon, la cual era una tierra tan lejana que no se sentía mal por pasar todo el verano usando los polvos Flu para ir a otras partes de Gran Bretaña. Pasaba tiempo con su mamá, su papá y su hermano, obviamente, pero las visitas a Jin, a Namjoon en Aberysthyth e incluso a Hoseok en Irlanda, sucedían al menos una vez a la semana.
—¿Cómo estuvo la ciudad elegante? —preguntó Nathan un día, un amigo de la escuela primaria de Yoongi que nunca pudo perder. Muggle. Estaban pateando un balón de fútbol en el parque, con sus patinetas abandonadas bajo el aro de basquetbol.
Yoongi se alzó de hombros. —Estuvo bien. Lleno de imbéciles. Uno rompió mi nariz.
—¿Estás bromeando?
—Nah.
Nathan sonrió. —Vamos a destruirlo.
—Dudo que puedas, amigo. Yorkshire.
Nathan simuló vomitar en un arbusto, y patearon la pelota hasta que el sol se fue y ya no podían ver la pelota.
Y estaba la tarea de vacaciones de verano, ahora que el tercer año había terminado y se debían preparar para los T.I.M.O.S. Jungkook tomó el bus hasta la casa de Yoongi un día, y ambos se sentaron afuera con helados e hicieron su tarea de Historia de la Magia; el cabello de Jungkook estaba creciendo y su cara estaba comenzando a rellenarse y sus orejas comenzaban a ajustarse a su cara. Hablaba mucho sobre la guerra de los Goblin, y sobre Crowley, y Quidditch y Yoongi le hablaba de vuelta mientras se comían sus helados.
Ven a mi casa. O eres un cuadrado. El próximo año ganaras.
-Gerry Thompson, Capitán del equipo de Quidditch de Slytherin.
La cual era una rara nota para recibir.
—Deberías ir —dijo su mamá—, me agrada Gerry.
Así que Yoongi cruzó el mar irlandés en su escoba, porque los polvos Flu no eran muy confiables con largas distancias, y se enteró de que Gerry en realidad vivía en una granja que procesaba carne a unos kilómetros de Armagh, y que el papá de Gerry era igual de amistoso que él, y que Gerry pasó sus T.I.M.O.S con sobresaliente y que iba a ser un aprendiz de Encantamientos Teóricos en algún lugar del Ministerio de Magia de Dublín.
—¡Yoongi!
—¡Jimin!
Un día caluroso de julio, e incluso Inglaterra tenía sol algunas veces. Edie-Maude Black, con su cabello corto cerca de su barbilla y sus mejillas pecosas rojas con un toque de quemadura de sol, estaba sentada en el techo de uno de los cobertizos, con su escoba a su lado. Jimin estaba jugando con un gato doméstico, moviendo una cuerdita alrededor. Gerry estaba de pie con unos jeans y una camisa sin mangas y unas botas de agua pesadas, resplandeciendo, dirigiendo a Yoongi para que aterrizara en algún lugar medio limpio, con la mitad de la casa de Slytherin corriendo alrededor de su patio en vestidos de verano, pantalones cortos, túnicas en uno o dos casos.
—Qué pasa, cabrón.
Damien Roadfell saludó a Yoongi con una palmada en su hombro y una sonrisa, vistiendo una extraña mezcla de una túnica de mago sobre su hombro y una camisa que decía blur, las letras despegándose a medias. —¿Buen verano?
—Supongo—Yoongi se deslizó fuera de la escoba, inclinándose en el abrazo—. He estado pasando el rato con los demás, en su mayoría.
—Genial—Damien hizo lo contrario a Edie-Maude; donde ella se había cortado el cabello, más corto y bonito, él lo dejó crecer, desaliñado, de color pajizo rizado en la nuca. Había crecido como quince centímetros en un mes.
—¿Hiciste lo de encantamientos?
—Nah.
Entraron en la casa de Gerry uno al lado del otro, Yoongi usando la sudadera de Jungkook, todavía sin devolver. Y los dos nuevos de primer año estaban ahí, también...o de segundo año, ahora, Isobel Way y Alwyn Brydon, sentados mientras comían pan de jengibre en la mesa de la cocina.
—Adivina qué gilipollas apareció—anunció Damien—. Espera- mierda, Ger, ¿está tu mamá?
—Nah—dijo Gerry—, si estuviera, te jodería. Va a misa dos veces por semana.
Damien lanzó su brazo alrededor de la cintura de Yoongi y Edie-Maude tropezó en la cocina para comenzar a cantar una canción sobre los malditos sacerdotes dos veces a la semana, o algo como eso. Una canción para beber. Alwyn e Isobel se veían levemente asustados.
—Los llamé a todos por una razón especifica- Sam, entra—Dijo Gerry, mientras Samantha Woods se tropezaba por la puerta de la cocina, gritando un saludo—. Los llamé aquí por una razón específica- Jimin, te juro por-
—Vas a comenzar un culto—sugirió Damien.
—Una comunidad—dijo Yoongi.
—Un culto que vive en una comunidad.
—Nudistas—dijo Jimin, todavía con el gato acurrucado sobre sus hombros— Un culto que vive en una comunidad con nudistas.
—Hay niños presentes—dijo Edie-Maude—, solo pensamientos puros aquí.
—Una comunidad nudista suena genial—ofreció Alwyn, y se agachó para evitar la bofetada que Isobel le dio en la nuca—¡Oye!
—Soy su entrenador oficial, así que cállense la maldita boca sobre comunidades—Gerry juntó sus manos—. Si yo y Derek dejamos el equipo, voy a meter a los niños como cazadores, cierto, así que no comunidades o cultos o Jimin caminando con su pene afuera o los mataré a todos.
Isobel rompió el pan de jengibre en dos—Ya he escuchado demasiado sobre el pene de Jimin en mi vida.
—Espera a que tengas mi edad—le dijo Yoongi, con la mayor solemnidad que pudo juntar.
Era divertido, sin embargo. Damien era divertido para hacer tonterías, y estaban lo suficientemente lejos del pueblo para poder jugar un partido de Quidditch apropiadamente. Isobel y Alwyn jugaban bien como cazadores, dirigidos por Edie-Maude, y Damien logró mantener la mayoría de los lanzamientos cuando se alinearon para hacer penales. Gerry estaba en su elemento dirigiéndolos a todos con alegre y frenética energía, y Jimin y Samantha mostraron orgullosamente sus golpes sincronizados.
(Entre tiempos, Yoongi estuvo bastante seguro de que Jimin estuvo grabando todo para sus historias de Snapchat, lo que era...bueno. Estaba bien.)
(Esto se probó cuando Yoongi miró su celular y recibió una foto de Jungkook sonriendo, con la frase "¿divirtiéndote?" escrito en texto rosado brillante.)
Era un buen verano. Uno de los mejores. Yoongi se divirtió, comió un montón, y se mensajeó con Jungkook sobre lo mucho que odiaba los dramas de BBC estos días, y habló con Damien acerca de sus tareas de verano, y el equipo de Quidditch se consiguió una lechuza en beneficio a aquellas personas que no tenían celulares, y Gerry le contó cómo iba su pasantía.
Y volver a Hogwarts fue lo que siempre era.
Catártico.
*
*
*
Tres días antes de que comenzara el semestre, Yoongi se encontró con Jungkook, Taehyung y Namjoon en una pequeña tienda de discos tres callas lejos del Caldero Chorreante.
—Esto es de último minuto—dijo Namjoon, su mano bailando incómodamente en la lista que tenía. Él y Yoongi estaban tomando casi las mismas clases en cuarto año (las básicas, además de Runas Antiguas y Adivinación. Namjoon escogió Estudios Muggles y Yoongi Aritmancia.)
Jungkook estaba sonriendo: había crecido también, rápidamente, como un brote de frijol, y la sudadera que estaba usando se subía por sus antebrazos donde antes quedaba suelta. —¡Compras! Vamos, vamos, vamos...
—Pero viniste aquí en tu primer año—dijo Yoongi, mientras pasaban por el Caldero Chorreante—¿no es así?
Jungkook se encogió de hombros, un poco avergonzado mientras Namjoon sacaba su varita de su manga para tocar la pared. —Padres muggles, ¿no? Mamá no pudo tomarse el día libre del trabajo para venir, así que los ordené por lechuza y simplemente tuve que aparecer en la estación ese día.
—Oh, wow—dijo Yoongi, y retrocedió para mirar la cara de Jungkook mientras los ladrillos se salían de la pared.
—¿Qué son esos?
—Ojos de sapo-
—¿Qué es eso?
—Habla más bajo, eso es un-
—¿Quiénes son ellos?
—Aurores, creo, mira sus túnicas-
—Qué- oh por dios, una tienda de Quidditch-
Yoongi estaba bastante seguro que su manga ya se había estirado más allá de su muñeca con la fuerza de la emoción de Jungkook al arrastrarlo a lugares— Sí- Gguk, espera a Namjoon-
—Oh, no—dijo Namjoon, siguiéndolos—. Oh, no, ¿por qué deberían esperarme? Nah, simplemente me quedaré aquí. Un cero a la izquierda. Ese soy yo.
—Cállate—dijo Yoongi, pero tomó el codo de Namjoon para llevarlo hacia donde Jungkook se dirigía—. Es una locura aquí. Vamos a perder al niño.
—No vas a perder al niño—respondió de vuelta Jungkook. Luego gritó. —¡Algo mordió mi pie!
—Una rana goblin de tierra—dijo Namjoon, sabiamente, asintiendo—Una mordida de ellos...bueno, probablemente no mueras...
Yoongi arruinó la broma al soltar una risa, y Jungkook les disparó a los dos una mirada antes de entrar a la tienda, todavía sosteniendo a Yoongi por su manga, con su mano alrededor de la muñeca de Yoongi. Suministros de Quidditch de cualidad, con la última saeta de fuego en la ventana, y con todas las pelotas de Quidditch en un círculo en el techo como un sistema solar, con la snitch en el centro.
—Hola—saludó el mago detrás del mostrador—¿Nuevo semestre, chico?
—Ah, uh...sí, pero...simplemente miraremos por ahora—dijo Yoongi, frotando la parte trasera de su cuello. Tenía un Galleon en su bolsillo, Namjoon siempre estaba sin dinero y Jungkook tenía dinero muggle que dijo que necesitaba para volver a casa.
—Ah, bien, bien.
—Eso es tan genial—dijo Jungkook en voz baja, señalando una brillante Snitch de plata.
—Ah, eso—dijo el hombre detrás del mostrador— Me temo que eso es de adorno. Aun así, una pieza bonita.
—Huh.
Miraron la tienda de Quidditch por un rato, y luego fueron a la tienda Weasley, donde Jungkook admiró una caja de Gobstones.
—Flourish & Blotts—dijo severamente Namjoon—Necesitamos libros, mis pequeños patitos, no un maldito ahorcado que de verdad se ahorca cada vez que te equivocas, ¿está bien?
Yoongi tocó su costado con su dedo— Ustedes vayan—murmuró—. Voy a comprar algo, ¿está bien?
Los encontró de nuevo diez minutos después en Flourish & Blotts, escondiendo el pequeño paquete envuelto en antiguo papel de diario dentro del bolsillo de su abrigo. Namjoon llevaba a Jungkook de sección en sección, desde historia al plan de estudios de Hogwarts a la pequeña colección de libros de ficción Muggles. Narnia, en su mayoría.
—¿Por qué no tienen nada de, no sé, ficción mágica? —Jungkook deslizó su mano por el lomo desgastado de El señor de los anillos. Namjoon, detrás de él, llevaba los brazos llenos de libros de Runas Antiguas y se veía disgustado.
—A los magos no les gusta mucho la ficción—dijo Yoongi. Sí, había unos cuantos libros de Lizza White, aquella serie donde la chica se enamoraba de un centauro y todos hacían orgias en el bosque, pero en general...la gran tradición literaria de casi todas las sociedades pasó de largo para ellos.
—Solía amar leer estos—murmuró Jungkook, de canclillas en el estante de abajo—Quería ser un hobbit. Quería hacer magia y ese tipo de cosas.
—Yo quiero ser capaz de usar mis brazos en el futuro—interrumpió Namjoon—Vamos y paguemos, dios.
Mientras se iban, Yoongi deslizó los Gobstones en la mochila de Jungkook y pasó todo el camino en el Autobús Noctámbulo de vuelta a Devon sintiéndose feliz y cálido y listo para volver a la escuela. Gerry tenía a su equipo entrenado, iba a tener casi todas sus clases con Namjoon, Damien seguía enviándole cartas sobre cómo iban a decorar su dormitorio este año y Jungkook iba a estar ahí, feliz y brillante y sonriendo de oreja a oreja. Chester Whitehall y la humillación de final del tercer año era un recuerdo distante, mientras Yoongi se arreglaba su corbata plateada y verde en su cuello, mientras atravesaba la barrera el primero de septiembre, con su baúl y su varita guardada en la manga de su suéter.
*
*
*
En el expreso de Hogwarts, Yoongi vio a Jungkook en un compartimiento con un montón de otros Ravenclaw e intentó no sentirse extraño sobre eso. No era como si fuese dueño de Jungkook, y no era como si no tuviese otros amigos, Damien y Edie-Maude tenían un compartimiento justo ahí para él, pero era raro.
—Te ves de la mierda—dijo Damien, mientras Yoongi forcejeaba para entrar al compartimiento por la puerta pegajosa.
—Gracias, Damien. Muy amoroso.
—Te ves bien—dijo Isobel para ayudar. Ella estaba, pero Alywn no, todavía. Y su corbata estaba atada y su túnica estaba puesta y tenía lazos plateados y verdes al final de sus dos trenzas. —¿Quién es el capitán de Quidditch este año?
—¿Quién es el mayor? —dijo Edie-Maude, con la boca llena de sándwich de tomate y queso—¿Roadfell? ¿Min? ¿Woods?
—Sam podría hacerlo—Damien se encogió de hombros— Podemos hablarlo en la sala común.
Alwyn llegó y se apretujó junto a Isobel; se había cortado el cabello, así que sus rizos pelirrojos eran más como una nube de hongos, y sus gafas eran un poco más fuertes. Parecía un insecto palo y su apariencia en general no mejoraba con el sapo gordo que estaba agarrando en su mano. Aun así, hubo saludos e insultos intercambiados y todos se acomodaron de nuevo.
—Jimin se va a ir con Taehyung—reportó Edie-Maude—Recibí la lechuza ayer. "No me guarden un puesto". Imbécil.
Muchos asentimientos de cabeza y murmullos confirmando que, de hecho, Jimin era un imbécil. El tren comenzó a moverse de la estación; Isobel se despedía felizmente por la ventana y una pequeña mujer similar se despidió de vuelta, viéndose un poco llorosa. El resto de ellos simplemente se sentaron, incluso Alwyn, hasta donde Yoongi sabía, llegaron solos a la estación.
—Más importante—dijo Yoongi, cuando parecía que Alwyn estaba a punto de burlarse de Isobel, o algo igualmente insensible—¿Cuántos niños creen que tendremos este año?
Edie-Maude sacó un galeón de su bolsillo—Tres.
Damien dejó su propia moneda en la mesa de centro—Dos.
Yoongi añadió la suya. —Está bien, voy a decir cuatro. Jódanse. —Y luego, a Isobel y Alwyn—¿Van a jugar? Quien sea que gane se lleva todo el dinero.
Isobel se encogió de hombros y añadió un galeón. —Uno, supongo—porque era básicamente imposible que Slytherin tuviera más de cuatro en un año—¿Alwyn?
—No me cuenten—dijo—No hay manera de que gane con cinco.
—Ah, vamos.
—Nah.
—¡Gallina!
—Eres una idiota, Izzy.
—¡Gallina!
Por la ventana, el Londres urbano se estaba volviendo el campo del sur, mientras el expreso realizaba el largo viaje al norte. Hogwarts, brillando en el límite de las tierras altas de Escocia y Hogwarts era catarsis, no importaba cuan grande y fuerte Chester era, no importaba cuan pequeño y triste Slytherin era, no importaba qué pasara, no importaba quién se quedara.
Yoongi se arregló su corbata de nuevo una hora antes de llegar y pretendió no ver cómo Isobel se quitaba los lazos de su cabello, guardándolos cuidadosamente antes de desarmar sus trenzas y dejar su cabello suelto.
Y sin Gerry este año, eran una casa de veintitrés.
*
*
*
La selección de este año fue sombría. Ninguno de ellos se alegró al dejarle su dinero a Isobel, e Isobel no se veía mucho más feliz de recibirlo. El único Slytherin que recibieron ese año era un silencioso norteño llamado Max Hastings, quien intentó no llorar en su flan. Yoongi hizo contacto visual con Namjoon sobre la cabeza del chico y sacudió la suya sombríamente.
Fue una noche tranquila. Yoongi se fue a la cama temprano, el cuarto año seguía siendo el cuarto año, los T.I.M.O y cosas así, y escuchó a Isobel diciéndole al niño nuevo, con voz seria y pesada, qué gente evitar.
Tristeza.
*
*
*
—¿Adivinación de los últimos en la tarde del viernes? —Hoseok le entregó su horario a Yoongi, con un bollo de mantequilla a medio comer en su mano—Debes estar loco, amigo. Eso es asqueroso.
—Será relajante—dijo Namjoon, pero se veía dudoso—. Aún podrías cambiarte a Estudios Muggles si de verdad quisieras.
—Quiero tomar Adivinación—Yoongi los golpeó a ambos bajo la mesa del desayuno, uno por uno. Técnicamente, mezclarse entre las casas no estaba permitido en el Gran Comedor, pero era un sábado en la mañana y a nadie le importaba. (Yoongi no había visto a Chester en todo el día desde que volvieron, y no quería romper su suerte, no ahora.)
—Creo que estás loco—anunció Jungkook felizmente, sentado a su lado con una tostada y un tazón de miel con gachas de avena—. Yo quiero tomar Estudios Muggles.
—Eres hijo de muggles.
—Sí—Jungkook apuntó su cuchara a Yoongi, sonriendo—. De esa forma puedo pasar fácilmente. No pensaste en eso, ¿cierto?
Seokjin se les unió, viéndose exhausto. —Me hicieron prefecto de Gryffindor—dijo, con su voz sonando como campanas de funeral—Odio a los niños. Los odios. ¿Has intentado darles un tour a treinta niños con un gran nivel de azúcar? Nunca más. Nunca.
Yoongi pensó sobre Max Hastings llorando en su manga, y acerca del pequeño tour solemne, andando alrededor de la Sala Común de Slytherin, mostrándole los dormitorios y la ventana que daba al lago y la chimenea y las sillas cómodas para leer. —Sí, debe ser difícil—dijo, e intentó no hacerlo sonar sarcástico.
Creyó lograrlo.
Jungkook se estiró por otra tostada durante su conversación. —¿Juega Gobstones conmigo mañana? —le pidió, pateando a Yoongi bajo la mesa—Un alma cualquiera muy bondadosa a la cual no conozco dejó una caja muy buena en mi mochila y quiero estrenarlo.
—Eso fue agradable de su parte.
Jungkook empujó un cromo de las Ranas de Chocolate sobre la mesa. —Gracias—dijo, un poco más bajo. —Y. ¿um? Espero...si alguna vez necesitas ayuda con el chico nuevo de primer año...
Yoongi giró el cromo y vio a Aleister Crowley guiñando un ojo, con una pequeña nota rosada en la parte trasera. Hola, de nuevo, le decía con la boca el cromo. —El de primer año—repitió, un poco confundido, metiendo la carta en su bolsillo—Sí, si alguna...si alguna vez necesito ayuda, te la pediré.
La sonrisa de Jungkook era gigante y brillante e intensa. —Gracias, Yoongi.
—Cuando quieras.
*
*
*
Fueron unos primeros días muy productivos, en el sentido de que la casa de Slytherin se asentó rápidamente a su antigua rutina de horas muy tarde jugando póker frente a la chimenea y abundante whiskey consumida a una velocidad aterradora. Max Hastings cayó en el ritmo de Isobel y Alwyn, y los tres conformaron un pequeño trío acurrucado frente a la chimenea; Max tenía una gata llamada Molly, la cual parecía llevar a todos lados. Era ridículamente mimada por Izzy y Alwyn y Sam y Edie-Maude.
—¿Has visto a Chester? —le preguntó Damien el primer lunes en la mañana de vuelta a clases. Estaba amarrando su corbata, aquella en la que Yoongi sangró en su primer año.
—Lo he evitado. ¿Orgulloso de mi?
—Tan orgulloso de ti—Damien alisó su camisa y luego comenzó a quitarle el polvo de los hombros a Yoongi. —¿Cuál es tu primera clase?
Yoongi le entregó su horario sobre su hombro; estaba ocupado abotonando su camisa, justo hasta sus clavículas. —Pociones, ¿cierto? Malfoy. Namjoon está ahí, así que puedes sentarte con Sam. Estaré bien.
—Genial—Damien le entregó su horario, doblado en la forma que estaba antes.
Pociones. Una clase central. Yoongi ya sabía que la dejaría para la evaluación ÉXTASIS. El profesor Malfoy era un imbécil, pero era admirable de cierta forma y Yoongi lo admiraba, lo distante que se hacía ver, la forma en la que hacía impensable que alguna vez fuese insultado. O golpeado. O, gritado, o maldecido con hechizos vergonzosos.
—No tengo hambre—dijo Yoongi, cuando Damien señaló hacia la puerta—Oye, si vez a Namjoon, dile que me guarde un asiento.
—Claro.
Damien se fue, dejando a Yoongi solo; se tiró en su cama sin hacer, mirando apáticamente el techo. No quería volver a clases. Había tenido el mejor verano de su vida y no quería volver a evitar a Chester y Sadie y ser maldecido con hechizos de clima y practicar Quidditch solo para perder.
—Deprimirte no se ve bien en ti—dijo una voz familiarmente irritante. Yoongi giró su cabeza hacía un cuadro impresionista bastante bonito que colgaba entre su cama y la de Damien, y se encontró con el antiguo profesor del año pasado viéndolo de manera lúgubre con pinceladas manchadas por el sol.
—Vete—dijo terminantemente Yoongi. Se sentó, rozando sus rodillas. —. No estaba deprimiéndome.
—Santo dios, chico, al menos cuando estaba vivo Slytherin se tenía respeto.
—Respeto-
—Nada de estar en la cama sintiendo pena por uno mismo.
—Perdón, quién-
—Aunque sí había un poco de eso—dijo el profesor, su tono ligero se tornó oscuro y áspero—. Según recuerdo. Siento lástima que crezcas en esta época.
—Lástima es igual de malo—murmuró Yoongi mientras amarraba sus cordones en un lazo limpio—. ¿Por qué no puedes simplemente decir, sí, cuatro casas, este montón, este montón, este montón, este montón en vez de ir todo- Slytherin, como si fuéramos una especie de maldita enfermedad rara? Sin ofender, señor.
—No lo haces—dijo secamente la pintura—. No eres el estudiante más grosero que he conocido. Ni tampoco eres el más elocuente. Pero mi punto sigue siendo el mismo, no deberías pasar todo este tiempo deprimiéndote. Especialmente sobre algo que sientes que no puedes cambiar.
—No puedo cambiarlo—dijo Yoongi, poniendo su mochila en su hombro, esperando cerca de la puerta mientras la pintura saltaba a un cuadro más pequeño cerca del espejo- un antiguo profesor oscuro. Tiziano, quizás.
—¿No puedes?
—Si pudiera, ¿no lo habría hecho ya?
La pintura se encogió de hombros; un gesto moderno que se veía horriblemente fuera de lugar en su cuerpo pintado de forma clásica. —Eso depende de la clase de persona que eres. Ve a clase, o llegarás tarde. Pociones es un arte fino, de hecho, y sería una lástima perdértela. Malfoy especialmente ha estado a la altura de las expectativas.
Yoongi no se molestó en preguntarle a qué se refería; simplemente asintió y se despidió con la mano y se fue. Y se encondió detrás de una pared o dos cuando vio a personas que probablemente reaccionarían mal al verlo.
*
*
*
Jungkook sacó el set de Gobstones de su mochila con una especie de reverencia aterradora, dejándolo sobre la mesa entre ellos en la biblioteca. El sol de septiembre brillaba felizmente a través de las ventanas y la bibliotecaria estaba al otro lado de la habitación y el lugar estaba lleno del suave murmurar de los estudiantes que volvían al ritmo de Hogwarts.
—Es bonito—dijo Jungkook, con sus dedos bailando sobre el broche de plata—. No debiste comprármelo.
—Puedo comprarles cosas a mis amigos—dijo Yoongi. Murmuró. —. No fue nada.
—Lo fue.
—No.
Jungkook lo golpeó bajo la mesa. —Gracias, de todas formas—dijo suavemente. Cuando abrió el estuche, la caja de madera hexagonal se abrió, revelando un tablero de Gobstones tallado en madera, con pequeñas lunas y soles estilizados que detallaban las metas de los puntos. Doce Gobstones por lado, verdes y azules, se agitaban en sus pequeñas plumas.
—¿Sabes cómo jugar? —preguntó Yoongi, tomando los seis gobstones azules. Jungkook se quedó con los verdes.
Jungkook se encogió de hombros. —Jugué a las canicas en la escuela, si eso cuenta.
—¿Un poco? Piensa en las canicas con un fondo y pequeñas pelotitas que escupen acido. Algo así.
—Suena...raro—dijo Jungkook y sonrió. —. Jugaré con las verdes.
Las seis piedras se sentían pesadas en la mano de Yoongi y las sacudió de un lado a otro antes de dejarlas en su lado del tablero. —ordénalas así, ¿está bien? Seis, una en cada esquina del hexágono—Jungkook copió sus movimientos. Las piedras brillaban en el sol; Jungkook parecía brillar, también, un gran destello en su rostro mientras las ponía de manera torpe en su lugar.
—Las lanzas, así—Yoongi se lo demostró, haciendo su primer movimiento—¿Ves los círculos en cada parte de nuestro hexágono? El objetivo es poner tus seis piedras en mi circulo, y las mías en el tuyo, y el ganador es quien lo haga primero.
—Está bien—dijo Jungkook, con el ceño fruncido. Su lengua estaba atrapada entre sus dientes en concentración.
Gobstones era esa clase de juego que era fácil de aprender cuando conoces las reglas básicas y Jungkook aprendía rápido. Hablaban mientras jugaban, sobre Gerry, quien enviaba lechuzas divertidas a la Sala Común, y sobre Namjoon, quien estaba intentando reunir coraje para invitar a salir a Seojkin y sobre Jimin, quien simplemente existía, siendo Jimin.
—Quizás intente entrar al equipo de Ravenclaw este año—dijo Jungkook. Escogió su objetivo y disparó, pero rebotó en el interior de su propio hexágono y terminó sacando de lugar unas piedras cuidadosamente colocadas; todas le dispararon rápidamente ácido verde, el cual evitó por poco.
—Deberías—dijo Yoongi—. Si quieres.
—Todavía tienes un equipo, ¿no?
—¿No lo sé? Gerry era como la vida y el alma—Yoongi disparó su tercera piedra en el objetivo—Creo que no tiene mucho sentido, con Izzy y Alwyn tan pequeños. Chester solamente los molestaría.
—Ya te molesta a ti.
—Es diferente.
—Mm—Jungkook disparó y sacó una de las piedras de Yoongi de su posición—. Serías el capitán, ¿no es así?
—No necesariamente—Yoongi se encogió de hombros. —. Podría ser Damien o Samantha. Incluso podría ser Jimin o Edi-Maude. Ser el mayor no significa ser capitán, ya no.
Jungkook no habló más acerca de Quidditch y Yoongi se sintió agradecido; la conversación se terminó, como lo hacen todas las conversaciones, y el tiempo pasó lentamente en la biblioteca, en el sol.
—Me acuesto con Samantha, mato a Jimin y me caso con Diamen—dijo Yoongi, en respuesta a la pregunta de Jungkook—Listo, es tú turno.
—¿Por qué te casarías con Damien? —interrumpió Jungkook. Yoongi ganó el primer juego y estaban jugando el segundo, pero sus movimientos eran lentos y lejanos, ahora que habían encontrado un juego de palabras para jugar—¿Por qué no Sam?
—Sam está bien, pero me volvería loca con el tiempo—Yoongi le siguió la corriente al tono serio de Jungkook, aunque no sabía por qué—Yo y Damien hemos vivido juntos por cuatro años. Es genial.
Jungkook se encogió de hombros. Disparó su piedra con un poco más de fuerza y rebotó por todo el tablero antes de golpear sus propias piedras. —Mierda. Uh...¿cuál era la pregunta?
—Ravenclaw. Acostarse, casarse y matar.
—Me acuesto con...Sadie, me caso con Fred y mato a Sophie.
—¿Sadie?
Jungkook sonrió—Puede que sea un pedazo de mierda, pero sigue siendo parte Veela.
—Es un pedazo de mierda—dijo Yoongi—. Y tiene un puño malditamente fuerte, también.
Yoongi disparó su piedra a una dirección aleatoria. —Uh, oye, ¿alguna vez te conté sobre aquella vez que Jin se emborrachó tanto que comenzó a pensar sobre cogerse al sauce boxeador?
—No—Jungkook sonaba encantado—¿En serio?
—Sí, fue genial. Y Namjoon comenzó a hablar sobre casarse el concepto abstracto de...algo.
—Cuando los Ravenclaws se emborrachan, solo hablan de estupideces—dijo lamentándose Jungkook—. Una vez me desperté para ir a clase y Sadie y sus amigas estabas hablando sobre qué Gryffindor se cogerían. ¿Qué tan asqueroso es eso?
—Muy—dijo Yoongi. De la nada, se imaginó a Sadie y Seokjin y fingió vomitar sobre el tablero—Eso es asqueroso.
—Muy cierto que es asqueroso—dijo una voz cerca de los estantes y apareció Sadie, con su cabello arreglado perfectamente sobre sus hombros, sus pestañas largas y encantadoras, con su corbata de bronce y azul fresca y prístina al igual que su nueva insignia roja de prefecta. Dos chicas la acompañaban, cada una en cada hombro, las dos Ravenclaw. —Jungkook, si estás siendo molestado, no debería darte miedo decirle a un adulto.
Jungkook tiró sus hombros hacia atrás—No me está-
Sadie golpeó la mesa con sus nudillos y las piedras rodaron por todos lados. —Está bien—dijo—. Yoongi es un estúpido.
—Déjalo solo, Sadie—dijo Yoongi.
—Tú déjalo—dijo Sadie, con algo brillante y malvado en sus ojos—. Eres un asqueroso, Yoongi. Siempre lo fuiste.
Jungkook no dijo nada. Sus ojos estabas bien abiertos y su pie golpeó el talón de Yoongi bajo de la mesa, al ritmo de una disculpa.
Yoongi asintió, tomó su mochila y se fue.
*
*
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Lo siento mucho pero sadie me da mucho miedo le dije que no debió hacer eso después de que te fuiste créeme xfavor
Yoongi dobló la nota. —Gracias, Friedrich—dijo, y vio como la lechuza salía por la ventana. Damien estaba sentado en la cama, haciendo planes para Quidditch y apenas lo miro mientras Yoongi leía la nota de nuevo.
—Práctica el sábado. Cinco de la madrugada—dijo Damien. —. Te despertaré.
—Maldito—dijo sin un tono en particular Yoongi, y sacó sus piernas de la cama. —. Voy a caminar. Retrasa la práctica hasta las seis si quieres durar algo.
—Tengo que hacer cosas más tarde también—Damien rozó sus nudillos contra su maleta—¿Sabías que hacen vodka de frambuesa? Sabe a trasero de perro.
—Probablemente lo sacaron del trasero de un perro—dijo Yoongi, poniéndose sus pantuflas esponjosas—. No esperes despierto.
En la Sala Común, nadie estaba despierto. Isobel, Alwyn y Max, los de segundo año y el pequeño de primer año que adoptaron estaban dormidos en el sillón, con un juego muggle abandonado en la alfombra con una botella de tinta y una página donde Max había estado escribiendo los puntajes.
—¿A dónde vas, tan tarde en la noche? —le preguntó la pintura-profesor, saltando a la pintura cerca de la puerta, aquella con un recipiente con frutas junto a un jarrón de agua—Estudiantes fuera de la cama, cincuenta puntos menos.
—Sin ofender, pero no tenemos cincuenta puntos para perder—señaló Yoongi—. Y quería encontrarte, de hecho. Uh, ¿recuerdas el chico de Ravenclaw que fuiste a buscar el año pasado?
—Mensajes. No es como si tuviera algo mejor que hacer—dijo la pintura sarcásticamente.
—No tienes. Estás muerto.
La pintura hizo una mueca; sus labios se curvaron. —Iré a buscarlo por esta vez, pero solo porque las pinturas de la biblioteca me contaron lo que pasó. ¿Dónde debería ir? No te confíes con esto, Yoongi. No soy un mensajero.
—Séptimo piso...donde está esa pintura de Barnabas-
—¿Barmy enseñándoles a los trolls a bailar balé? —la pintura pareció pensativa—¿Alguna razón...en particular?
—Usualmente está vacía—dijo Yoongi. ¿Qué otra razón podría haber?
Los pasillos de Hogwarts estaban abandonados y Yoongi era muy bueno escondiéndose para ir a los lugares que quería, incluso si sospechaba que Jungkook no era bueno. Y a pesar de la melancolía que lo atacaba este año, todavía había algo de esperanza para tener normalidad. Damien y la promesa de emborracharse el sábado por la noche, Seokjin, Namjoon y Hoseok pasando el rato juntos, Quidditch el fin de semana, los viajes a Hogsmeade, las cartas que Gerry prometió llegarían a fines de mes.
Simplemente deseaba-
—Desearía que hubiera un lugar donde ser normal—dijo, con su voz rompiéndose cuando susurró. Estaba yendo de un lado a otro en el pasillo del séptimo piso. Barnabas y los trolls bailarines estaban mirándolo mientras señalaban y se reían.
—Solo un lugar para ser normal—dijo. Como si eso justificara algo.
Algo pareció retumbar dentro de la muralla.
—Normal—dijo y Jungkook llegó haciendo ruido mientras subía las escaleras con un pijama azul adornado con Peter Rabbits, con sus ojos grandes y somnolientos y el profesor de la pintura llegó tambaleándose dentro de Barnabas, justo cuando una puerta aparecía en la pared detrás de él.
—Qué mierda, Yoongi—dijo Jungkook.
—¿Qué mierda yo? Qué mierda la muralla, creo que quisiste decir.
Jungkook se dio un golpecito en la mejilla. —Perdón por lo de antes—dijo, acercándose a la puerta; su pijama le quedaba un poco grande, a pesar de que sus mangas se estaban deshilachando y Yoongi podía ver los elásticos y pequeños Peter Rabbits impresos por toda la parte frontal. —Yo solo- Yoongi, qué mierda.
—No sabía que esto estaba aquí—Yoongi de pronto estuvo consciente de sus pantuflas esponjosas con pompones rosados y se avergonzó. —Yo solo- yo solo...
—Entren a la habitación—interrumpió la pintura—. Eso es lo que hace uno, generalmente, entrar a las habitaciones.
—Jódete—dijo Yoongi.
Jungkook mordió su pulgar y giró el pomo de la puerta.
*
*
*
—¿Qué esseso?
—Ess—Yoongi giró el chocolate—Aw, mierda, fruta y nuez. Odio la fruta y nuez.
—Nuez—dijo Namjoon, y se rio—. Oye, nuez. ¿Entiendes?
Hoseok metió su mano dentro de la caja de dulces que le envió su hermano; estaban sentados en el lago, pasándose un cigarrillo entre los cuatro, mientras que las cervezas se desvanecían y sus latas vacías eran apiladas en una pequeña pirámide en el césped húmedo. —Déjame encontrar el dulce que me gusta—dijo Hoseok—. Y Joon, cállate.
—Come pene—dijo amigablemente Namjoon—. O nueces. Come nueces. Frutas y nueces.
—Me gusta cremoso—dijo Seokjin, y miró a Namjoon y Namjoon comenzó a toser en su sidra.
Yoongi se acostó en el césped con sus manos detrás de su cabeza, mirando el cielo nublado. Bebió lo suficiente como para sentirse mareado y un poco aturdido y solo quería acurrucarse y dormir en algún lugar cálido y calmado.
Una barra de dulce lo golpeó en el pecho y Hoseok dio golpecitos en su frente en una forma torpe de darle consuelo—¿Alguna vez te han dicho que eres como un gato? —dijo, y tiró su cabeza hacía atrás, gotas caían de la lata que estaba bebiendo—Como un gato grande y triste lleno de miedos adolescentes y chocolate. Ese eres tú. Ese es quién eres.
—Meow meow, hijo de puta—dijo Yoongi—. Jódete.
Namjoon abrió la barra de chocolate para él y le sacó un pedazo—Aquí viene el avioncito, zoom zoom...
Seokjin era quien estaba fumando el cigarro cuando se volvió una colilla; lo puso en el césped y luego lo disparó con sus dedos hacía el lago para que se uniera a sus camaradas caídos. —¿Tienes más?
Hoseok sacudió su cabeza. Era él quien tenía una provisión interminable de alcohol y cigarros, porque su hermana siempre le enviaba paquetes por correo, los restos de la tienda de sus padres. —Ese era el último. Dijo que enviaría más la semana que viene, bastardo impaciente.
Yoongi cerró sus ojos, y se encontró kilómetros y un día lejos.
—Se llama Sala de los Menesteres—dijo la pintura, con sus brazos cruzados y su larga cara con un deje melancólico. —Te da lo que más necesitas, santuario, un lugar para entrenar, un...un lugar para esconder un libro. Pensé que se había quemado hace mucho tiempo.
—Obviamente no—espetó Yoongi, la sorpresa lo irritó—. Kook, no entres, en caso de que sea peligroso.
La mano de Jungkook todavía descansaba sobre el pómulo de la puerta. —. Vi unos pufs y una TV—dijo suavemente—. No creo que sea peligroso a menos que abras los pufs y te comas las pelotas pequeñas —y luego bufó—. Ahogarse con pelotas pequeñas. Heh.
La pintura resopló. —Entren, entonces. ¿Qué pediste?
—Nada—dijo Yoongi. Ser normal parecía ser demasiado triste para admitirlo. —Solo un lugar para...relajarme. Jungkook, ¿quieres-?
—Tengamos una revancha de Gobstones—dijo Jungkook y atravesó la puerta, manteniéndola abierta para Yoongi. —¿Vas a venir o qué?
Y hace mucho tiempo no había dormido tan bien como esa noche, acurrucado en un puf suave, con el tablero de Gobstones entre ellos y una manta suave sobre sus hombros, junto con un aroma rico y limpio en el aire. Jungkook había estado jugando con la configuración de la TV cuando Yoongi se fue a dormir, pero cuando Yoongi despertó el chico estaba roncando también y la habitación estaba más oscura, como si se sincronizara con la noche.
—Alguien está silencioso—Hoseok golpeó su rodilla—. ¿Alguien ha estado molestándote o simplemente estás siendo un imbécil?
—¿Huh? Oh, no. —Yoongi tomó el chocolate de las manos de Namjoon—. Simplemente pensaba.
La sala de menesteres (aparentemente) no era nada especial. Una habitación un tanto pequeña, con un techo bajo y una bombilla en la sombra, tan refrescantemente realista en el gran desorden medieval de Hogwarts. Las paredes eran de paneles de madera, tal y como lo recordaba Yoongi, con esos aquellos tres patos tontos voladores colgados en el borde del papel pintado, igual que en su casa. Había pufs esparcidos por todas partes, desordenados en un rincón, una chimenea, paneles de ladrillos y cerámica gris. Un montón de libros, libros viejos, libros muy queridos, libros que Yoongi recordaba haber leído y disfrutado se encontraban apilados en estanterías. Había una mesa de cocina, y unos cuantos armarios y estanterías, y una jarra de agua que no se vaciaba por mucho que se sirvieran.
Yoongi se encontró a sí mismo queriendo volver. No hicieron mucho, solo jugaron y después durmieron, pero fue agradable ser normal, sin pensar en Chester o Sadie o alguien que interrumpiera.
—Escuché que Sadie estuvo en la biblioteca ayer—dijo Namjoon.
—Yoongi.
—No hizo una mierda—dijo Yoongi, rodando para quedar acostado sobre su estómago—. Hoseok, dame más chocolate y Joon, cállate.
—Según Maisie Phair, molestó a Jungkook toda la tarde en la Sala Común de Ravenclaw.
—Bueno, sí, podría haberte dicho que ser mi amigo no iba a terminar bien para el chico—dijo Yoongi e intentó comerse una barra entera de caramelo en una sola mordida.
*
*
*
Queridas serpientes bastardas (y también Izzi y Alwyn y El Chico Nuevo Max)
Su más magnifico, querido y verdadero capitán ha adjuntado su insignia a continuación y por la presenta declara a Damien Roadfell como capitán porque es el más grande y también el que menos posibilidades tiene de sufrir un ataque de nervios antes del partido. Practiquen duro, cabrones, que los estoy vigilando. Y los que vayan a Hogsmeade el próximo fin de semana, vayan al Cabeza de Puerco y den la contraseña "Gerry es genial" y serán conducidos a un misterioso caballero que los espera.
Mucho amor, besos y todas esas mierdas,
Gerry Thompson, el Único y Verdadero Capitán.
Yoongi permitió que una sonrisa gigante se apoderara de su cara mientras leía la carta. Dirigida a Los bastardos de Slytherin, había sido depositada en su mesa en el desayuno por la pequeña lechuza enojona de Gerry (Micky) y los veinte Slytherin se reunieron a su alrededor mientras Yoongi la leí en voz alta.
—¡Va a volver! —Samantha se inclinó sobre la mesa para chocar las cinco con Edie-Maude—. ¡Excelente!
Izzy y Alwyn inmediatamente comenzaron a explicarle a un confundido Max Hasting quien era exactamente Gerry y por qué toda la casa de Slytherin de pronto estaba planeando ir a Hogsmeade la próxima semana y por qué el ambiente en la mesa se elevó masivamente.
(Demonios, incluso había una conversación audible. Yoongi sabía que estaban recibiendo mirandas burlescas, pero no le importaba.)
—Maldito imbécil, enviando su insignia en la carta—dijo Damien, sonriendo mientras la ponía en su pecho—Mierda, de verdad tenemos que ganar el primer partido ahora.
—¿Contra quién?
—¡Gerry está de vuelta!
—¿Con quién jugaremos?
—Sí, pero Gerry-
—Jugamos contra Ravenclaw—interrumpió Yoongi, dejando la carta en la mesa, cauteloso con las manchas de mermelada y mantequilla. —Sadie es buscadora. Así que ninguno puede tontear porque queremos que Gerry crea que somos geniales.
(Sadie, Ravenclaw, lo que significaba que Jungkook no lo animaría a él. A ellos. Ellos.)
(Pero al menos Chester no rompería su maldita nariz-)
—Eso es fácil—dijo Damien. La insignia de capitán parecía hacerlo más grande, fuerte, mucho más feliz, aunque su voz era baja para que no pudieran escucharlos los de Hufflepuff que estaban a su lado—Yoongi, tú eres quien debe encargarse de Sadie, así que ese es el trabajo más difícil ahora. Izzy, Alwyn, Edie-Maude-
—Sus cazadores son buenos, pero nosotros somos mejores—dijo Alwyn, inclinándose hacia adelante en sus codos y ensuciando su túnica con mantequilla—. Mierda.
—Hay que meter goles—señaló Samantha.
Damien asintió. —Pero su estrategia es apoyarse en Sadie. Es una buscadora llamativa, mientras que Yoongi es-
—Aburrido—lo ayudó Yoongi—. Soy realmente aburrido. Así que el equipo de Ravenclaw simplemente distrae a los jugadores principales mientras que Sadie busca, pero ustedes, malditos, deben tener un impacto real y forzar a los Ravenclaw principales a dejar de ayudar a Sadie o a defenderse a ellos mismos.
En el cabeza de puerco, cuando están con Gerry, escucharon su plan.
—Y, por lo tanto, solo hay una forma en que puede terminar el juego—dijo Gerry. Era sábado, estaban en Hogsmeade con al menos quince Slytherin a su alrededor mientras Gerry repetía lo mismo que Damien, Yoongi y Samantha habían estado teorizando en el desayuno el otro día.
Yoongi asintió—Ganamos, pero Sadie consigue la Snitch, o-
—O ganamos con la Snitch y humillamos a Sadie—terminó Damien y se inclinó en la mesa para chocar las cinco con Yoongi.
Gerry se veía bien, al menos. Ya llevaba un mes en su programa de investigación de magia de Irlanda, y su acento era mucho más fuerte y se había comenzado a dejar crecer un poco de barba. Seguía viéndose como Gerry, sin embargo, y seguía pagando sus tragos incluso cuando era obvio que había vaciado su billetera.
—Veré el partido, por supuesto—dijo—. Así que más les vale hacerme sentir orgulloso. ¿Cómo está el chico nuevo?
—Max es genial—dijo de forma entusiasta Alwyn y se lanzó en una larga perorata sobre qué era exactamente lo que hacía tan genial a Max, ayudado por las frecuentes interrupciones y elogios de Isobel. Solo había otra persona en el pub, un hombre encapuchado y embozado, y Yoongi se preguntó si lo estaban molestando, pero no le importó mucho. Gerry había vuelto.
—¿Cómo está tu nariz?
—¿Huh? —Yoongi alejó su vista del hombre y miró a Gerry—. Oh, oh. Sí, está bien.
—¿Algo nuevo?
—Sadie está molestando a mi-, ah, ¿mi amigo? ¿el chico de Ravenclaw?
—Jungkook, sí, lo conozco—Gerry intentó verse astuto—¿Tú lo conoces?
—Cállate, Gerry—dijo Yoongi, y lo pateó por debajo de la mesa.
Y Samantha levantó su puño en el aire. —¡Más tragos!
*
*
*
El partido contra Ravenclaw apareció con una especie de brusquedad surrealista, de pronto era sábado y Yoongi estaba poniéndose su túnica y luchando con sus botas y apretando su varita entre los dientes para poder anudarse la capucha.
Gerry estaba en algún lugar entre la multitud; y lo que era más importante, también lo estaba Jungkook, moviendo una pequeña banderita de Ravenclaw porque, aunque quizás le agradaba Yoongi, Ravenclaw seguía siendo su casa, y Yoongi no envidiaba el apoyo, simplemente sentía la falta de él.
Damien se abrochó el casco de Guardián bajo la barbilla con la determinación de alguien que va a la guerra. —Muy bien, cabrones. Vamos a ganar o a morir. Yo compro los tragos si ganamos.
—¡Sí!
Izzy y Alwyn, animando, moviendo sus escobas en el aire, las únicas adiciones nuevas después de que Derek Molesey se fue para concentrarse en los E.X.T.A.S.I.S. El equipo de Quidditch de Slytherin, desaliñado, pero todavía juntos a pesar de todo.
—¡Y aquí están, caminando hasta la cancha, el equipo de quidditch de slytherin!
Aquellos nerds, también. Namjoon y Seokjin sentados mientras discutían en la cabina de comentaristas, con el profesor Malfoy entre ellos con un aspecto tan estresado que parecía que había pasado por algún lado de zona crepuscular de zen mientras sus estudiantes se asesinaban luchando por el control del megáfono.
—¡Y desde el otro lado, los Ravenclaw!
Un mar de gritos y alientos. Cuando Yoongi forzó su mirada en la tribuna de Ravenclaw, imaginó que veía a Jungkook, aunque no podía, no en aquel mar de azul y bronce. Miró la tribuna de Slytherin y vio al pequeño Max Hastings gritando, moviendo su bandera, adornado en verde y plateado, con su cara completamente escondida en su bufanda.
—Buena suerte—dijo Damien, dando palmaditas en el hombro de Yoongi.
—Buena suerte.
Cuando el silbato para iniciar el partido sonó, Yoongi voló inmediatamente hasta el circulo de la arena, justo como en el primer partido en el que jugó. No podía ver a Sadie. Se dio cuenta de que no le importaba; que hiciera lo que quisiera. Podía atrapar la Snitch. Tenía que atrapar la Snitch.
La táctica de Sadie siempre fue involucrarse en la acción, distraer a la audiencia ellos mismos de la meta principal. Yoongi se forzó a sí mismo a quitarle la mirada a ella y enfocarla en el cielo. Seguían estando en desventaja, los Slytherin, y anoche Damien admitió que su mejor opción para ganar sería atrapar la Snitch lo más pronto posible, antes de que los cazadores de Ravenclaw tuvieran tiempo de anotar goles.
—¡Y de buenas a primeras es Isobel Way de Slytherin en posesión, una nueva adición al equipo! —dijo Namjoon—¡Y mírenla!
Yoongi observó a Izzy volar, deslizándose a través del estadio, Alwyn flanqueándola de cerca y por debajo. Un Ravenclaw se movió para bloquear y una bludger voló sobre su camino; pasó a Alwyn y esquivó la bludger, y Alwyn lanzó limpiamente el balón por el aro central.
—¡Slytherin anota! ¡Santa mierda!
El lamento del profesor Malfoy se escuchó en todo el estadio.
Yoongi alentó para sí mismo, demasiado alto como para que alguien lo escuchara. Abajo, Izzy y Alwyn chocaron las cinco; en la tribuna el pequeño Max Hastings estaba gritando hasta quedarse afónico, a un lado de Gerry, quien estaba disfrazado de mala forma con una túnica antigua de Damien mientras movía un peluche de serpiente en el aire.
Resultó ser exactamente la motivación que necesitaban. Reacios a ser superados por los más jóvenes, Edie-Maude anotó dos veces seguidas y Samantha y Jimin eran una fuerza imparable, bloqueando a los Ravenclaw al menos tres veces cuando parecía que los cazadores iban a anotar. Después de media hora, el puntaje era de 50-20 en favor de los Slytherin, pero Yoongi todavía no podía ver rastro alguno de la snitch.
—Debo decir, los Slytherin nos están ganando pro completo aquí-
—Seokjin Kim-
—Señor, ese no fue una declaración imparcial, puedo ver desde aquí como celebra-
Yoongi vio a Sadie abajo, volando entre los jugadores como una especie de elegante libélula azul, con sus dos trenzas rubias sobre sus hombros. Tenía lazos azules y bronces amarrándolas, y brillaban en la luz de sol. Quizás sintió su mirada sobre ella, porque miró hacia arriba y le sonrió de medio lado y Yoongi miró hacia otro lado, inquieto.
Tenía que ayudarlos a ganar. Nunca descansaría de las burlas de Sadie o Chester o cualquiera de ellos si perdían por culpa de Yoongi.
—¡Slytherin anota de nuevo! ¡Joder, estos chicos cazadores lo están haciendo de maravilla!
Abajo en la cancha, Damien dio vueltas alrededor de los aros para celebrar, una mancha de verde y plateado en su escoba.
Pero Yoongi no podía ver ningún rastro de aquella pelotita dorada, en ningún lado.
Y
Entonces
La
Vio
Un destello de dorado que se cernía cerca de la tribuna de Hufflepuff, y su cuerpo reaccionó incluso antes que su mente lo hiciera, llevando el mango de su escoba hacia abajo en una zambullida tan elegante y rápida como si fuera una golondrina de esmeralda dirigiéndose en picado hacia la tierra. Seokjin gritó algo a través del megáfono, pero Yoongi no tenía la energía para escucharlo. La snitch estaba ahí, de verdad lo estaba.
Sadie voló para encontrarlo, y la snitch cambió de dirección.
—Los buscadores están a la par-
Yoongi enterró sus dientes en su labio inferior-
Sadie se deslizó hacia arriba de él y fue como el año pasado de nuevo, Chester y el partido contra Gryffindor, y la snitch estaba frente a una fila de Ravenclaws impactados y silenciosos, sus banderas colgando sin fuerza de sus puños.
El mundo se detuvo.
Yoongi estiró su mano para alcanzar la snitch, la cual bailaba justo frente la cara asombrada de Jungkook Jeon, apenas visible bajo su bufanda azul que envolvió en su cuello.
—Es mejor que vengas a la fiesta más tarde—logró decir, antes de envolver sus dedos fuertemente alrededor de la pequeña cosa dorada y gritó cuando Sadie chocó con él.
—¡Y en un final impresionante, la buscadora Sadie McDemot envió al buscador Yoongi Min a la enfermería!
Con la mano que podía sentir, Yoongi apoyó su cabeza en el césped y levantó dos dedos en saludo en vaga dirección hacia la cabina y Namjoon comenzó a reírse.
Al final, O'Shannon lo diagnosticó con un par de dedos rotos, lo cual no era lo suficientemente severo como para arreglarlos con magia, así que los entablillaron y luego lo mandaron fuera de la enfermería. Gerry estaba esperando en la Sala Común, con Namjoon, Jin y Hoseok, pero sin Jungkook.
—¿Puedo firmar tu yeso?
—Es una maldita venda, idiota.
Namjoon suspiró.
Tuvieron una fiesta y Yoongi bebió hasta sentirse enfermo. Cuando miró los retratos en las paredes vio al antiguo profesor en su túnica con su cabello negro y largo mirándolo. —No soy un mensajero—dijo el cuadro.
Le tomó un momento para procesar las palabras a través del mareo en la cabeza de Yoongi. —Sí sé eso—dijo, parpadeando—. Oye, ¿no sabes que ganamos? ¡Vencí a Sadie!
—Muy bien hecho—dijo secamente la pintura—. En mis tiempos incluso para el profesor Malfoy era difícil vencer a ese equipo. Pero recibí un mensaje, aunque le dije que no estoy aquí para eso. Tu amigo quiero verte en el séptimo piso, a un lado de esa horrible pintura del troll bailando balé.
—¿La sala de menesteres?
—Asumo que sí.
Yoongi se dio la vuelta para excusarse y se encontró con que casi toda la casa de Slytherin -y algunos visitantes- estaban desmayados en diversos estados. Alwyn e Izzy estaban durmiendo junto a la chimenea y Damien estaba tirado en su pijama con los labios entreabiertos. Incluso Gerry estaba dormido, entre botellas vacías del mejor whisky irlandés que se puede comprar con un sueldo de aprendiz; y Edie-Maude y Samantha estaban bebiendo vodka en copas de vino y animándose cada vez que tenían que parar para toser.
Así que nadie lo extrañaría.
Yoongi le agradeció entre dientes al cuadro y salió a trompicones de la Sala Común, lanzándose a sí mismo un rápido conjuro de sobriedad que funcionó casi todo el camino. Subió las escaleras, demasiado tarde para que los estudiantes respetuosos de la ley estuvieran fuera de sus camas.
Y de un lado a otro contra la pared, tres veces.
—Quiero estar donde está Jungkook, quiero estar donde está Jungkook, quiero estar donde está Jungkook—repitió, y atravesó la puerta tan pronto como apareció, de vuelta en aquella habitación hogareña que encontraron la última vez.
Y vio a Jungkook, estirado boca abajo en medio de la carpeta.
Yoongi, curioso, lo empujó con su pie. —No viniste a nuestra fiesta. Incluso vino Gerry. Y, además, había trago gratis.
—Soy demasiado joven para beber—dijo Jungkook, amortiguado por tener su cara contra la alfombra.
—Nunca detuvo a nadie antes. ¿Qué pasa? —la poca cantidad de alcohol que quedaba en el sistema de Yoongi se fue un poco y no se sintió raro acostarse a un lado de Jungkook y pasar un brazo alrededor de sus hombros—Lo de antes no fue raro, ¿cierto?
Jungkook no dijo nada.
—¿No yo?
Jungkook no dijo nada.
—Uh...aw, mierda—dijo Yoongi. —¿Te atrapó Sadie?
Jungkook dijo algo en la alfombra que bien podía ser la odio por qué tiene que ser tan mala o la odio porque tiene una hamaca. Yoongi ponía su dinero en la primera opción, especialmente cuando vio la cara de Jungkook cuando se dio vuela; sus mejillas estaban manchadas y sus ojos estaban tristes, como un cachorro desolado. —Me dijo que solamente eras mi amigo para molestarla.
Yoongi sintió como algo se apretó dentro de él, de forma horrible e incómoda—. No es verdad.
—Lo sé. ¿Pero por qué los demás no?
—Porque soy una serpiente bastarda malvada—dijo fríamente Yoongi, llevando sus rodillas hasta su pecho y poniendo sus dedos rotos entre ellas—. Simplemente...dile que se vaya a la mierda, supongo. O dime a mi que me vaya a la mierda. La ves más a ella, de todas formas, es la prefecta.
Jungkook no dijo nada en respuesta. Los dos se sentaron en los puf y Jungkook sacó un libro de la estantería. El caballo y el muchacho. Yoongi se encontró a sí mismo durmiéndose gracias a la voz de Jungkook mientras leía sobre Shasta, quien, maltratado y abusado, encontró a Aravis y viajó a una nueva tierra donde a nadie le importaba de donde venía y nadie le hacia daño y nadie pensaba que no era bueno.
(Yoongi pensó que había una mano en su cabello. No lo sabía. Estaba cálido y cómodo, y su mano no dolía y le ganaron a Ravenclaw y Jungkook estaba aquí, y no con Sadie, y eso era mucho más de lo que Yoongi tenía derecho de pedir.)
*
*
*
Adivinación era, como Hoseok lo mencionó a comienzo del año, la última cosa el viernes por la tarde. En invierno había sido frío, en primavera sofocante, pero ahora estaba más cerca a la pascua y la profesora Bloom los dejaba abrir las ventanas.
Estaba resultando ser, hasta el momento, una clase muy fácil de tener éxito. Yoongi y Namjoon se sentaban al final, bebían té y dibujaban profecías con los restos que veían en las hojas de té, como darles forma a las nubes, pero con una recompensa al final. Bloom era una profesora decente, aparentemente mucho mejor que la última profesora de adivinación. Era escocesa y tenía cabello negro largo y pequeñas gafas que se balanceaban en su nariz, y un gato que Yoongi pensó era una bufanda hasta febrero.
—Hoy nos moveremos a algo más, —dijo—más, más. ¿Quién me puede decir el propósito de las hojas de té?
—Para hacer una taza de té—le susurró Yoongi a Namjoon.
—Eso es correcto—dijo Bloom, apuntándolo y guiñando bajo un flequillo de pelo negro. —Sin embargo, hay otro propósito. ¿Alguien con un poco más de espíritu educativo que Min podría decirme?
—Para predicciones—dijo confiadamente Amanda Reily. Era vegana y tenía una insignia de P.E.D.D.O en su túnica y prácticamente adoraba el piso en que Bloom caminaba.
Bloom sonrió e incluso aunque el día era uno caluroso y no había nada ni remotamente misteriosos acerca de ello, por un segundo Yoongi sintió un escalofrío en su espalda. —Por supuesto que no. Las hojas de té son un placebo. Fácilmente podría mirar los restos de tu cena y predecirlos como con tus hojas de té. Son una forma de ver quiénes confían en las imágenes que ven en el libro de texto y quiénes pueden ver la verdad para la que las hojas son una muleta.
Lo que sonaba tonto. Yoongi simplemente había estado escribiendo estupideces todo el año. A veces, él y Namjoon usaban el libro, pero la mayormente del tiempo no. Tenían competencias para ver quién podía decir la cosa más estúpida.
—Todos ustedes, ahora—dijo Bloom—. Háganse una taza de té, pero por favor no usen el libro.
Con vacilación, Amanda levantó su mano. —¿Profesora? ¿Es una prueba?
Bloom le sonrió y luego sus ojos se desviaron a Yoongi. —La mayoría de las cosas lo son.
*
*
*
La primavera se transformó en verano casi de la misma forma. Yoongi iba a las prácticas de Quidditch y cuando tenía tiempo libre se encontraba yendo siete pisos arriba, levantando el dedo de en medio a Barnabas y sus troles bailarines y caminando de un lado a otro tres veces para luego entrar a la sala de menesteres.
La mayoría de las veces, Jungkook estaba ahí, y si no lo estaba, usualmente aparecía. Jugaban Gobstones y Jungkook le enseñó a jugar a Yoongi algunos juegos muggles y leían libros.
(Leían libros: si era tarde en la noche, Jungkook tomaba el libro de Narnia en el que estaban del estante y lo leía en voz alta hasta que Yoongi se dormía. Había descansado mucho mejor estos días, incluso si pasaba solo la mitad en su propia cama.)
(Ahora mismo, habían comenzado El príncipe Caspian. Hasta el momento, El león, la bruja y el ropero era su favorito, pero Yoongi pensaba que siempre tendría espacio para El caballo y el muchacho.)
—¿Qué es Monopoly?
La boca de Jungkook se abrió y agua escapó de su boca. —De ninguna manera. ¿Hablas en serio? ¿De verdad?
Yoongi empujó la caja con su pie. —¿Qué parte de "fui criado por magos y solamente me permitían jugar con mis amigos muggles a veces" no entendiste? Por supuesto que hablo en serio. ¿Qué es Monopoly?
—Compras cosas y termina matrimonios—dijo seriamente Jungkook, abriendo el juego y sacando las partes del juego para ponerlas a un lado de los pufs y la comida sana que la habitación seguía dándoles de la nada. —¿Ves esto?
—Es Londres—dijo Yoongi—. Con...una plancha y... ¿es eso una bota?
—Siempre soy la bota. Puedes ser la plancha.
—Oh, sí, genial. Gracias.
Jungkook le dedicó una sonrisa descarada y le entregó la pequeña plancha metálica. —¿No te sientes uno con la plancha, huh? ¿No es genial? Así eres tú como persona, así que cállate y escucha cómo te digo cómo jugar.
—Sí señor—dijo Yoongi, y chocó su planchita con la bota de Jungkook.
—...y luego doscientas libras cada vez que pasas, bien, y si consigues suficiente dinero consigues poner una casita verde, y si consigues cuatro casas verdes consigues un hotel rojo-
—Esto es una inmobiliaria—dijo Yoongi, parpadeando, recostándose en uno de los pufs más blandos. La habitación se encogía cuando jugaban; era pequeña y acogedora, y siempre se sentía como si estuviesen en su propio mundo cuando estaba aquí; el y Jungkook, sentados, jugando como si no tuvieran nada mejor que hacer. Quizás no lo tenían.
—Seré el banquero.
—¿Ves? ¡Es una inmobiliaria!
Jungkook obtuvo once al tirar los dados y el juego comenzó.
—¿Por qué quieres tanto Mayfair? ¿No es ahí donde se reúnen los banqueros de Londres? —Yoongi jadeó dramáticamente. —Te estás transformando. Oh, dios, ya no te puedo salvar.
—No seas un idiota—Jungkook lo golpeó con uno de los hoteles de plástico pequeños—. Quieres los morados porque son más caros, así que si aterrizas en ellos tienes que darme cincuenta libras, y si hay hoteles ahí estás jodido.
—Quiero estas pequeñas cositas cafés—Yoongi tocó las propiedades a un lado del cuadrado de COMENZAR—. ¿Cuánto cuestan?
—No tanto como los azules.
—Lo pensé.
Jungkook lo miró con recelo, sosteniendo una carta de suerte. —¿Qué se supone que significa eso?
—Nada.
—Está bien. Gané un concurso de belleza, así que dame diez libras.
El Monopoly los entretuvo dos horas y media, casi la una de la madrugada, y para entonces Yoongi ya estaba acurrucado alrededor de uno de los pufs con su cabeza en el muslo de Jungkook, contando sus centavos y diciendo "oye, tengo que comenzar a contar de nuevo", en una voz somnolienta llena de cansancio. Jungkook comenzó a acariciar su cabello de vez en cuando y se sentía bien.
—Recibes doscientas libras.
—Genial.
Las cosas electrónicas todavía no estaban permitidas en Hogwarts, así que no podían reproducir CDs o algo por el estilo, pero de vez en cuando un gramófono aparecía en antigua mesa y una pila de discos en fundas de papel descoloridas. A la mitad de su juego de Monopoly, Jungkook tomó un disco de Les Miserables, por alguna maldita razón, y ahora Yoongi estaba tan cansado que todo se estaba mezclando. Cada vez que Jungkook abría su boca parecía que estuviera cantando alguna canción fúnebre acerca de una prostituta Parisina, y el surrealismo se arremolinó en un charco de sonidos y papelitos que cambiaban de mano en un ciclo interminable.
—Estás cansado—dijo Jungkook—. Acabo de dejarte en banca rota.
—Llama a los malditos agentes judiciales—dijo somnoliento Yoongi en la pierna de Jungkoook—. Por supuesto que estoy cansado. Siempre estoy cansado. Soy como el maldito Hulk, pero en vez de golpear desgraciados me desmayo en el supermercado Tesco.
—¿Vas a Tesco?
—Todos van a Tesco.
—Mmm—Jungkook tiró el cabello de Yoongi—. ¿La reina?
—Va a Tesco.
—¿David Beckham?
—Él va a Sainsburys.
Jungkook se rio suavemente. —Deberíamos ir a dormir.
—Cambia el disco—Yoongi se estiró y sintió sus rodillas y tobillos sonar con la presión. —. Mierda, ¿qué hora es? Estoy triste.
—Una de la madrugada. Vamos.
—Mmh. Está bien.
El tablero de Monopoly fue tirado cuando Yoongi se levantó, balanceándose hacia atrás y adelante al ritmo de la música suave, con las manos de Jungkook en su codo. La sala de menesteres obligatoriamente les reveló la puerta, a un lado de los estantes, y el gramófono giraba casi silenciosamente. Nunca tenían que ordenar nada aquí, aunque la mayoría de las veces lo hacían. Yoongi sentía que, si eran amables con la sala, la sala sería más amables con ellos.
Estaba cansado, sin embargo. El Monopoly seguramente podía esperar a que volvieran.
—¿Jungkook?
—Mm—dijo Jungkook, más silencioso ahora que estaban fuera de la sala y en el pasillo. Desde el cuadro de los trolls bailarines, el antiguo profesor los miraba. —Sí, ¿qué pasa?
Yoongi suspiró. —¿Sadie te molesta mucho?
—Me importa una mierda Sadie.
—No me interesa si te importa una mierda—dijo Yoongi, agachándose en el pequeño arco donde Jungkook había sanado su nariz rota el año pasado—. Me interesa si Sadie te molesta,
Jungkook se encogió de hombros. —Molesta a todos.
—Me molesta a mí, a Jimin y a Edie-Maude y a personas. Y podemos sobrellevarlo porque tenemos nuestra casa—Yoongi rozó sus nudillos en el hombro de Jungkook—. Si te molesta por mi culpa-
—La vida no es color de rosa—dijo secamente Jungkook—. Déjame lidiar con ello si tengo que hacerlo. No es tu culpa que Sadie sea una perra.
—Es mi culpa si te molesta porque eres mi amigo.
Por alguna razón, fue un error decir eso. El rostro de Jungkook se cerró y oscureció y soltó el codo de Yoongi. —Me voy a la cama—dijo—. Tú también deberías. Te veo mañana.
—Está bien—dijo suavemente Yoongi.
(Y luego, al cuadro: —¿Qué hice?)
*
*
*
Justo antes de las vacaciones de Pascua, en la última tarde de un viernes del semestre, la profesora Bloom se paró frente a la clase con sus manos tomadas frente a ella. —Hoy haremos algo un poquito diferente—dijo—. Van a hacer una taza de té-
Quejidos generales. Namjoon golpeó su cabeza teatralmente contra su libro.
—...y voy a tomar todas las tazas y les daré una al azar. Irán hacia esa persona y les dirán su futuro.
—¿Así que nos dará su taza y su nombre? —preguntó Amanda Reilly.
Bloom sonrió angelicalmente. —¿Por qué haría eso? Hay tanto por leer en el aire como lo hay en las hojas de té.
Yoongi caminó hasta la tetera con el resto de la clase, murmurando junto a los demás lo injusto que era introducir un nuevo tema el último día del semestre. Diablos, antes de que Bloom entrara a la clase todos habían estado hablando de lo mucho que dormirían en el descanso, y Sara Jennings iba a ir a un crucero en malta, a lo que todos habían reaccionado de forma alegre. Yoongi no tenía la energía para esforzarse, especialmente en una materia tan estúpida como esta.
—La taza, Min—Bloom estiró su mano—. Vamos, apresúrate.
—Todavía está hirviendo—gruñó, pero se la pasó tan rápido como pudo y le entregó la taza con el mango por delante. —Hey, Joon, dame la tuya también.
Les tomó casi toda la clase beberse el té, pero a Bloom no pareció importarle. Conversó serenamente con los de cuarto año, aunque su vista se posó en Yoongi más de una vez. Le habló a Amanda por casi diez minutos antes de seguir y Amanda se veía un poco engreída, como si hubiera sido ascendida. Una futura profesora de adivinación en proceso adivinó Yoongi.
—Gracias—dijo Bloom mientras recibía la última taza—. Sé que todos están ansiosos por tomar el tren lo más temprano posible, así que haré esta parte rápida.
Todas las tazas de té en su infierno de colores pasteles se veían iguales. Y si era sincero, Yoongi no le estaba prestando mucha atención a la taza que le entregaron finalmente. Era la misma que todas las tazas de té que tomó en esta clase, una vez a la semana, los viernes por la tarde, durante dos horas de incienso y tratando de no reírse a carcajadas por los dibujos humorísticos de Namjoon. Siempre lo mismo, hojas de té en una forma vagamente legible con el borde de la taza un poco astillado. Hojas de té que quedan para ser derramadas.
Namjoon sacudió la suya, perplejo. —Me siento tonto—susurró.
Yoongi asintió.
(También se sentía...raro. Estuvo despierto hasta tarde, anoche, y Jungkook no fue a hablar con el a la hora del desayuno aquella mañana; si lo saludó desde su mana, sin embargo, lo que era algo.)
—Encuentren a la persona con su futuro en la t—leazas dijo Bloom.
Yoongi miró las hojas con desesperación. Vamos, dame algo. Vamos. Cualquier cosa.
Tocó un hombro al azar entre la multitud y Amanda Reilly se dio la vuelta, sorprendida. —¿Yoongi? ¿Ya lo descubriste?
—Tienes un hermano—dijo tan seguro como pudo.
—Yo- sí—dijo, con la voz llena de sospecha, con su taza colgando en su mano. —¿De verdad es mi taza? Tienes que intentarlo, Yoongi-
—Tú hermano tiene qué, ¿siete años?
Amanda suspiró. —Le preguntaste a Namjoon, ¿no es así?
—Por supuesto que no. Escucha, no sé si esto está bien, pero tú hermano- deberías decirle que vaya a un hospital muggle para que le revisen su pierna, ¿está bien? —y Yoongi no sabía de dónde salió eso. Parecía demasiado directo como para que lo imaginara en ese mismo momento, y muy ofensivo si consideraba que simplemente estaba improvisando, pero-
—No sabes nada—dijo Amanda. —. Dios, ¿qué estás haciendo en esta clase?
—Su nombre es Peter—dijo Yoongi, de pronto y de manera inexplicable tuvo la urgencia de ser tomado en serio por Amanda. —Y deberías, no sé, al menos sugerírselo.
Ella levantó una ceja. —Lo haré. Solo para mostrarle lo mierda que eres en Adivinación.
—¿Qué mierda fue eso? —le preguntó Namjoon a su lado, cuando Amanda se fue. —Usualmente no te comportan como un imbécil, amigo.
—No lo sé—dijo Yoongi—. Solo algo, supongo. Me deshice de mi taza, al menos; me voy a sentar.
—Está bien.
Yoongi se sentó en la silla más cercana para poder considerar apropiadamente como arreglarse con Jungkook. Estaba pensando en darle pastel y otra partida de Gobstones donde Jungkook lo venza al menos dos veces. O un abrazo. Quizás un abrazo fuera mejor. O ambas. En realidad, no podía recordar qué dijo ayer, pero estaba casi seguro en un cien porciento que fue algo malo, ya que Jungkook era la persona más agradable que pudiera existir en la tierra.
O algo así.
O algo así.
—Min.
Yoongi miró hacia los ojos de la profesora Bloom. —Ya entregué mi taza, profesora. —dijo.
—Te vi—Bloom se sentó suavemente en la silla opuesta a la de él. —. El hermano de Amanda, ¿cierto?
Un sofocón se arrastró por el cuello de Yoongi, porque no había forma de que alguien como Bloom no supiera que estaba diciendo estupideces. —Uh, ¿sí?
—Tengo tú taza.
—Oh. Genial.
Bloom se la mostró y luego la dejó en la mesa y llevó su mirada hacia arriba, hasta el techo de piedra con telarañas. Era plomo, en comparación con la explosión de rosado en la habitación; un recordatorio de no importaba lo mucho que se pareciera a un calabozo de una abuela, seguía siendo parte de Hogwarts. —Tú taza es muy interesante.
Yoongi intentó mantener una expresión que indicara que le importaba el tema en su cara.
—¿Estás interesado en los riesgos, Min?
Cierto. Genial. Más adivinación. —Me temo que no, profesora—dijo, e intentó no sonar muy sarcástico.
—Eres el buscador de Slytherin.
—Solo porque nadie más quería hacerlo.
—Por supuesto—Bloom dio golpecitos a la mesa con su dedo—. Bueno, la adivinación siempre es una materia muy quisquillosa y difícil de ser precioso en ella. No me andaré con rodeos, tu futuro dice que el gran riesgo que tomes valdrá la pena, y que el hombre mirándote a ti no es el mismo que miras tú, aunque seré sincera y diré que no miré mucho más acerca de eso. El romance estudiantil no es mi taza de té.
Yoongi se rio por deber.
—Riesgos, hombres...—Bloom se alzó de hombros—. Y un recordatorio, aunque fue difícil de ver. Me gustaría decir que te estaba diciendo que mantengas tu cabeza en alto, considerando tú...casa, pero también podría ser perseverar. Al final, lo entenderás.
—Gracias—dijo Yoongi de la manera más sincera que pudo lograr.
Bloom le dio palmaditas en el hombro. —Puede que no creas en ti mismo, pero tienes un talento real para la adivinación—dijo—. Sería una pena verlo desperdiciado. ¿Te veré el próximo año o no te has decidido?
—Probablemente me vea—dijo—. Yo- sí. Lo disfruto.
—Bien. No muchas personas lo hacen.
Mientras la clase se retiraba, Bloom lo llamó hasta su escritorio. Yoongi se despidió de Namjoon, porque Namjoon quería tener buenos asientos en el tren al igual que todos los demás. Al igual que Yoongi. (Maldita Bloom, en serio.)
—Te daré esto—le dijo—. En preparación para el nuevo semestre.
Un paquete de papel. —Gracias—dijo, y luego se movió, incómodo. —Uh, ¿qué es esto?
—Una ayuda, eso es todo. Todo en la adivinación es una ayuda—su collar de plástico sonaba al chocar y se veía muy pequeña en su silla—Ve. Si corres, todavía puedes encontrar un asiento al lado del chico de Ravenclaw. Te está guardando uno.
Y cuando Yoongi bajó las escaleras hasta el expreso de Hogwarts, se dio cuenta de que Jungkook lo hizo.
*
*
*
Querido Yoongi,
Namjoon me dio tu dirección, espero que no te importe. Le dije a mi hermano sobre lo que dijiste en clase y fuimos a San Mungo. Verás, Peter tiene una cojera desde que era pequeño y acaban de darle un bastón mejor.
Ya le compramos uno por si acaso
Y hay un hospital muggle cerca de San Mungo así que fuimos allí y recibió una hora para tener terapia física lo que suena a mierda de muggles pero realmente funciona y Peter dijo que su pierna ya no duele tanto
Así que gracias, supongo?
Gracias por parte de Peter, también
Amanda Reilly
Lo cual fue raro. E inesperado.
Querido Yoongi,
Buen trabajo buscando
T veo en mi casa este verano
Por siempre tuyo, Gerry, el único y verdadero capitán
Lo que no fue raro y muy esperado y se fue hacía la página del álbum que Yoongi llamó momentos estúpidos de Gerry. (Esto estaba a un lado de momentos estúpidos de hoseok, otra página que se estaba llenando.)
Yoongi,
Mi mamá dice que hará pudin si vienes a mi casa la próxima semana. Ah, y creo que Namjoon intentó mandarme una carta pq encontré a Friedrich afuera de mi ventana pero se desmayó de nuevo
Firmada por el Mejor Chico del Monopoly, Jungkook
A lo cual Yoongi sonrió y guardó en una página al final del álbum que tenía como título simplemente Jungkook.
*
*
*
El paquete de Bloom resultaron ser cartas de tarot y Yoongi pasó casi todo el descanso intentando aprender cómo se llamaban. Las cartas estaban un poco usadas y dobladas, y demasiado pegadas y reparadas y olían a librería.
Yoongi simplemente usó su descanso para hacer eso, con un breve viaje a Irlanda para pasar el rato en la casa de Gerry y un paseo en Londres para visitar a Jungkook.
Un buen descanso, en general.
*
* *
—¿A dónde vas?
Damien estaba sentado en la cama, con el cuello de su camisa caída hacia un lado así que estaba apretada alrededor de su garganta y se caía por su hombro. No había cortado su cabello este año. Ahora, entrando en mayo, había comenzado a crecer y a rizarse dramáticamente, lo que lo hacía ver más misterioso. (Pero Yoongi sabía que roncaba, así que, ningún misterio.)
—A ningún lado—dijo Yoongi, con la mano en la puerta, listo para ir a la sala de menesteres. —¿Por qué?
—Estoy comenzando a pensar que mi capitanía de Quidditch te está inquietando. Ya casi no duermes aquí—la voz de Damien sonaba ligera, pero había una corriente de verdadera preocupación allí.
—Simplemente...—Yoongi se alzó de hombros. La sala de menesteres era suya, suya y de Jungkook. —. Simplemente iré a hablar con Jungkook.
Damien lo vio irse.
Y la siguiente práctica de Quidditch fue el domingo en la mañana, a las cinco, cuando el amanecer apenas comenzaba a aparecer en el cielo. —Los Gryffindor tendrán la cancha a las ocho—gritó Damien en los vestuarios—¡Así que a trabajar! El último partido del año es contra los Hufflepuff, recuerden. Edie-Maude, llévate a Izzy y a Alwyn un rato, yo quiero intentar cosas con Sam y Jimin...
Yoongi apretó sus cordones y se ató la túnica de Quidditch más firmemente alrededor de su cuello y jugó Quidditch del bueno por dos horas y media, animado por Max Hastings, todavía en pijama y con la capa de Alwyn alrededor de sus hombros para calentarse en el aire húmedo.
—Oye—dijo Damien, deslizándose a su lado cuando se detuvieron por un momento—Yo... ¿puedes quedarte en los vestuarios?
—Sí, claro.
Se estaban volviendo muy, muy buenos. Yoongi sabía que Damien recibía cartas especiales de Quidditch de Gerry, además de las que envía a toda la casa, y Slytherin había estado entrenando más duro este año que el anterior. Yoongi no es de los que se hacían ilusiones, pero creía, realmente creía, que podrían hacerlo.
Tal vez.
Todo lo que tenían que hacer era jugar contra Hufflepuff y esperar que Gryffindor perdiera el último partido de la temporada y tendrían una oportunidad.
Tal vez.
(Por favor.)
Izzy, Alwyn y Jimin jugaban al pilla-pilla por el estadio, gritando cada vez que uno de ellos agarraba al otro y Samantha intentaba hacer malabares, procurando que ninguna quaffle le entrara a su ojo. Max bajó corriendo de las gradas para unirse a ellos y no había nada mejor que la diversión pura y dura que consiguen con sus juegos, aunque fuera al amanecer, cuando estaban casi demasiado cansados para ducharse.
Cuando Yoongi salió de la ducha secándose el pelo con los pantalones del colegio puestos y la camisa desabrochada, Damien estaba esperando en el vestuario principal, con la corbata colgando del cuello y se arreglaba el cinturón. —Hola.
—Hola. ¿qué pasa?
—¿Por qué te juntas con ese chico de Ravenclaw a las tres de la madrugada?
Yoongi se alzó de hombros, un poco irritado, si era honesto. Esto era como la pascua del año pasado, con Namjoon y Seokjin. —¿Por qué no? Sadie lo molesta, así que nos juntamos cuando ella no nos puede molestar.
—Es lo que Sadie y Chester y los de su clase hacen—dijo Damien, sus dedos largos amarraban su corbata de forma desordenada—. Qué, ¿está avergonzado de ti?
—Fue mi idea, de hecho—Yoongi dijo más brusco de lo que pretendía. A veces Chester levantaba su mano en los pasillos y Yoongi se estremecía, y entonces Chester chocaba los cinco con sus amigos y todo su grupo estallaba en carcajadas y Yoongi se escabullía con lagrimas en sus ojos y no quería eso para Jungkook. Chester, Sadie...eran malas noticias.
—Tú idea.
—Sí—Yoongi comenzó a abotonarse su camisa y Damien se puso de pie, unos centímetros más altos que Yoongi, incluso más pronunciado ahora que estaba tan cerca—. Damien, es un niño. No quiero joder con eso.
—Sí, pero- podrías volver a la habitación, es todo lo que digo—Damien tiró de la camisa de Yoongi, enroscando sus dedos en la tela—. La abotonaste mal, estúpido.
—Jódete.
Damien tocó el botón mal abotonado, viendo como Yoongi lo desabotonaba y lo ponía en el lugar correcto. —¿Te irás esta noche?
Y algo en su cara hizo que Yoongi dijera que no.
(Él y Jungkook se encontraban en la biblioteca para hacer tareas juntos -debían estudiar para fin de año- y Chester les lanzó escupitajos y Jungkook simplemente sonrió y Yoongi sabía que solo estaba poniendo una cara valiente y eso dolía.)
Damien seguía mirándolo. Estaban estudiando en la biblioteca, Yoongi, Damien, Samantha y Jimin, y Damien seguía mirando la muñeca de Yoongi y Yoongi se sentía quisquilloso con su mirada. Los exámenes eran la próxima semana y estaba preparado para todos ellos, incluso adivinación, y tenía el presentimiento de que Bloom lo haría pasar de todas formas por su intuición o lo que sea, así que estaba escribiéndole una carta a Gerry.
Y Damien lo estaba mirando.
Gerry
El equipo lo está haciendo bien. Damien disfruta mucho ser el capitán
—Puede leer desde aquí—dijo Damien—. Jódete.
—Damien disfruta ser capitán demasiado—Yoongi amenazó con incluir la palabra, la punta de su pluma contra el pergamino—¿Qué se supone que debo decir?
—Dile que Izzy está dejando que su cabello crezca—dijo Samantha.
Jimin lo pateó por debajo de la mesa. —Dile que lo extrañamos.
Yoongi escribió diligentemente ambas cosas, aunque subrayó el te extrañamos y añadió una carita triste en vez de un punto. Gerry seguía enviándoles sobre lo injusto que era el chantaje emocional, así que Yoongi y el resto de la casa doblaron sus esfuerzos para hacer que Gerry llorara en el trabajo.
Y Damien lo estaba mirando.
Una bola de papel aterrizó en su mesa; Jimin la abrió, mientras Yoongi miraba sobre su hombro de donde provenía.
Maricones. Y un dibujo de alguien con un pene al lado de su cara, y la palabra Min con una flecha apuntando dicha cara.
—Gracias, Chester—Yoongi gritó sobre su hombro y luego se metió debajo de la mesa antes de que la bibliotecaria pudiera encontrarlo y decirle que se callara.
—Lo odio—susurró Damien.
—Sí, eso es genial y todo, pero él podría arruinarte—siseó Yoongi, pellizcando su pierna—. Cállate. Quizás piense que me fui.
Podía ver las piernas de Chester, sus zapatos moviéndose hacia la mesa y deteniéndose. —¿Roadfell? ¿Min se fue?
—¿Y qué si lo hizo? —dijo fríamente Damien, y bajo la mesa Yoongi agarró la fabrica de sus pantalones. —¿Cuál es tu maldito problema?
—¿Cuál es el tuyo?
Yoongi pellizcó a Damien lo más fuerte que pudo.
—Simplemente aléjate de Yoongi—interrumpió Jimin—. Nunca te hizo nada.
Yoongi no podía ver a Chester, pero podía imaginar su cara arrugándose de forma maliciosa. —Son unas malditas serpientes de todas formas. Es cosa de tiempo.
—Maldito imbécil—murmuró Samantha, pero Yoongi se mantuvo debajo de la mesa, sosteniendo la mano que Damien le tendió y deseó estar en la sala de menesteres con Jungkook.
*
*
*
Y ahí es donde estaba, cuando le llegó la noticia.
Jungkook terminó sus exámenes dos días después que Yoongi y ambos celebraron con una botella de whisky de fuego en la sala, sentados en un sofá grande y suave mientras escuchaban discos antiguos de La divina comedia y cantaban lo más fuerte posible. Yoongi estaba feliz y Jungkook estaba feliz y había un partido de Quidditch el sábado y Slytherin iba a ganar y todo era simplemente -malditamente- asombroso.
Y entonces el retrato del antiguo profesor de pociones corrió hacia La sala, dentro de la pintura que colgaba cerca de la mesa -Lucien Freud, o la reproducción de uno, con verdes y negros crudos que se encontraban con un desnudo espigado. El profesor se veía graciosísimamente fuera de lugar junto a los colchones, pero no parecía importarle. —¡Min! ¡Sal de aquí, ahora!
Jungkook soltó la mano de Yoongi. —Qué mier-
—Es- la chica Way—dijo la pintura, dándose cuenta solo ahora de la pintura a la que entró y envolvió su túnica a su alrededor. —Rápido, debes ir.
—¿Por qué? ¿Qué pasó?
—Sígueme—dijo sombríamente la pintura. Yoongi no necesitó un hechizo para estar sobrio para ponerse de pie, y Jungkook tampoco; salieron de la sala y bajaron las escaleras, y aunque eran las tres de la madrugada y Jungkook debía estar destrozado, nunca mencionó volver a la cama.
Y abajo en las mazmorras, en el pasillo, la pequeña Isobel Way estaba sosteniendo su muñeca y lloraba.
—¡Mierda!
El antiguo profesor se metió en otra pintura y Yoongi fue hasta la chica, con Jungkook a su lado. —Mierda, Izzy, Izzy, mierda, ¿qué pasó?
Los ojos de Jungkook estaban abiertos como plato, mirando la muñeca luego a Yoongi y luego a Izzy y de vuelta a su mano—C-conozco episkey-
Izzy se acurruco alrededor de la mano y simplemente lloró más fuerte y Yoongi terminó levantando su cuerpo y le dijo a Jungkook la contraseña entre dientes para poder entrar a la sala común. Eran las tres de la madrugada, así que nadie estaba despierto, pero Jungkook tocó cada puerta que pudo ver mientras Yoongi acostaba a Isobel en el sillón más largo. Samantha llegó corriendo en su bata, Damien en una camisa suelta y Max con su pijama de ositos, Edie-Maude todavía en su uniforme y Alwyn en su camisón.
—Alwyn-
—Izzy-
Yoongi atrapó al chico por su cintura antes de que pudiera abalanzarse sobre Izzy y causar más daño—. No sé qué está herido-
—Izzy, qué mier-
En ese momento, Jimin cayó, más que caminó, a través de la puerta de la Sala Común. Su pómulo estaba morado y sus ojos llenos de furia. —El maldito Chester Whitehall estuvo aquí—dijo, y estaba tan enojado que su voz eran lágrimas burbujeantes—Maldito, maldito Chester, intenté perseguirlo y dijo que me acusaría por estar fuera de la cama y entonces Sadie la maldita perra me dio una cachetada y- ¿está bien Izzy, lo está? ¿Está bien?
—Ve por tú mismo—dijo sombríamente Damien.
—¿Qué mierda pasó? —Yoongi todavía sostenía a Alwyn, aunque ahora ya no estaba peleando por moverse, sino que estaba quieto, viendo como Izzy lloraba como si nunca hubiese visto algo como eso. —Jimin, ¿tú lo viste?
—Whitehall tiró una especie de maldición—dijo Jimin, arrodillándose al lado de Izzy, desabotonando su túnica para dejarla sobre sus hombros—. Levantó su mano y la golpeó en la mucha, y me enfurecí y lo perseguí y Sadie se interpuso en mi camino y volví a mis malditos sentidos y una pintura dijo que la encontraste. Mierda. Mierdamierdamierda.
Yoongi puso su mano en el hombro de Jungkook. —Oye-
—Izzy-
Al otro lado de la chimenea, el retrato del antiguo profesor los estaba mirando desde el gran Carvaggio colgado ahí. Yoongi caminó hacia el lo más silencioso que pudo, detrás de Edie-Maude maldiciendo el cielo y Alwyn amenazando con matar a todos los que pueda pensar; Jungkook, mientras tanto, estaba arrodillado a un lado de Izzy con su varita sostenida por su mano temblorosa.
—¿Puedes ir por el profesor Malfoy? —dijo silenciosamente Yoongi. Dickens era el jefe de la casa, pero Malfoy sabría qué hacer. —¿Por favor?
Por una vez, el retrato no hizo un escándalo sobre no ser un mensajero. Asintió, mirando la escena en la Sala Común y envolvió su túnica sobre su cuerpo antes de desaparecer, dejando a Yoongi abandonado.
Cuando el profesor Malfoy entró, estaba con su ropa de dormir y pantuflas, sus pómulos brillosos y rojos y sus ojos salvajes. —¿Qué pasó? Way, ¿Way? ¿Está-? Roadfell, Min, díganme qué sucedió.
Le dijeron de la mejor forma que lograron.
—Whitehall—repitió Malfoy. —. Whitehall y...¿McDermot? ¿Sadie? ¿La Ravenclaw?
Ante el sonido del nombre de su casa, Jungkook se escondió detrás del hombro de Yoongi. Max Hastings se unió a Alwyn y se acomodó junto a Izzy en el sillón, e Izzy había dejado de llorar tan fuerte, aunque seguía apretando su muñeca, con lágrimas cayendo por sus mejillas. —Todos ellos—dijo fríamente Jimin. Todos los Slytherin, además del profesor y un Ravenclaw, estaban en la Sala Común. Todavía se sentía vacía.
—Serán castigados—dijo Malfoy—. Way – Isobel, ¿puedes pararte? Podemos ir hasta donde O'Shannon.
Con la cara blanca, Izzy sacudió su cabeza.
—O-O'Shannon no podrá hacer nada—dijo Jungkook, con la voz débil.
—¿Qué diablos estás haciendo tú aquí, Jeon?
—Perdón, señor—Jungkook le envió una mirada de disculpa a Yoongi mientras sostenía su codo—. Yo- yo y Yoongi estábamos pasando el rato, y escuchamos- y bajamos, así que pensé que podría hacer algo-
—Arregló mi nariz el año pasado cuando Chester la rompió—dijo Yoongi.
Malfoy le dio una mirada. —No sabía que Whitehall rompió tú nariz.
—Se arregló, así que no me molesté en mencionarlo.
El profesor suspiró, sus hombros se hundieron y se veía muy muy joven y al mismo tiempo muy muy viejo. —Bueno. Jeon, ¿por qué O'Shannon no podrá hacer nada?
—Es una maldición—Jungkook sostuvo su propia mano, dejándola caer hacía adelante—¿En realidad no le hace nada a la mano? Simplemente duele mucho, es como una cosa que duele demasiado y tu mano se siente adormecida.
Malfoy frunció el ceño, pero no dudó de las palabras de Jungkook. —Aún así quiero que O 'Shannon sepa. Isobel, ven conmigo-
—Iré también—dijeron Alwyn y Max al mismo tiempo.
—No soñaría con algo diferente—les aseguró Malfoy y levantó a Izzy con alguna especie de hechizo—Vamos. Profesor, ¿puedes despertar a O'Shannon? —eso fue dirigido hasta la pintura, la que siempre estaba ayudando a Yoongi, quien asintió obedientemente y desapareció por segunda vez esa noche.
—Maldita sea—dijo Jimin cuando todos se fueron—. Dios.
Damien, con su cara pálida, se derrumbó en una silla. Nadie le sugirió a Jungkook que se moviera. Nadie sugirió ir a la cama.
*
*
*
—¿Detención? ¿Por una semana? ¡Le hizo mucho daño a Izzy!
—Lo sé—dijo tranquilamente el profesor Malfoy. Damien, Yoongi y Samantha estaban de pie en su escritorio, Damien casi vibraba por la furia. —Sugerí detención y suspensión el próximo año, pero nadie estuvo de acuerdo.
—No es justo, señor—dijo Damien.
—No, no lo es—por primera vez, Malfoy se veía enojado, realmente enojado y no por culpa de ellos. ¿En lugar de ellos, quizás? —. No es justo, pero no puedo hacer nada. O'Shannon dijo que Isobel no fue herida-
—Estaba llorando, señor-
—Lo sé—Malfoy cerró sus ojos y frotó su cien—. Lo que está hecho, está hecho. Withehall no se ganó ningún favor con sus profesores, sin embargo.
Yoongi no dijo nada. Toda la escuela parecía saber acerca de Izzy. Habían recibido muchas miradas compasivas estos días, pero nadie hizo nada realmente. Slytherin tendría que retirarse de la copa de Quidditch, porque sin Izzy tenían un cazador menos y no importaba cuánto rogaran, nadie rompería la regla de primer año para que Max jugara.
(—Harry Potter lo hizo-
—Pero tú no eres Harry Potter, Hastings.
Max entró furioso a la sala común, pateó un cojín y gritó ¡chupa un pene! Hasta que se sintió mejor.)
Fue una forma abrupta y dolorosa de terminar el año.
*
*
*
—Te veré en el verano—dijo Jungkook, abrazando a Yoongi en el abrazo más grande y cálido que había tenido en mucho tiempo—. ¿Cierto? ¿Te veré, cierto?
—Por supuesto que sí, bobo—Yoongi lo abrazó de vuelta—. Eres mi mejor amigo. ¿A quién más vería?
Estaba un poco satisfecho con el sonrojo en las mejillas de Jungkook, incluso cuando tuvieron que separarse, viendo como el tren paraba en la estación. —Eso es tonto. Eres tonto.
—Tú eres tonto.
Jungkook lo empujó. —¿Escribe?
—Escribiré tanto que tendrán que comprarme mi propia lechuza—dijo Yoongi, apretando su corazón de forma melodramática. Jungkook tuvo tiempo de reírse antes de que sus amigos de Ravenclaw se lo llevaran lejos y Yoongi fue dejado de pie con su maleta y el pecho lleno de calidez.
—¿Yoongi?
—Hey—Yoongi levantó una mano hacia Damien, subiendo al carruaje al cual Damien apuntaba. —¿Estás bien?
—Gerry me envió una carta—Damien le entregó una hoja de papel que simplemente decía QUE SE JODA CHESTER con letras gigantes escritas con un sharpie rojo.
—Bien por Gerry.
—Le envió una a Izzy, también, pero creo que sí se esforzó en escribir esa.
—Bien por Gerry—Yoongi miró por la ventana y pudo ver a Namjoon, Seokjin y Hoseok escogiendo un compartimiento para ellos. Tendría que ir hasta allí en algún momento durante el viaje.
Media hora después, Damien envolvió su dedo meñique en el pulgar de Yoongi.
Y Yoongi estaba cansado, así que lo dejó. Se sentía bien. 
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condenadoshqs · 1 year
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* ST. MARY MAGDALENE HA ABIERTO UN NUEVO EXPEDIENTE.
los directivos analizan datos de lucienne 'luci' soomin park para recibirle en su primer año de curso. se encuentra estudiando medicina y psicología en st. wolfeius y ha sido asignade a la mansión diez. todos los datos parecen ser correctos en lo que estampan sello para declararlo como procesado. sin embargo, días después expediente desaparece y en su lugar dentro del archivo, una hoja con la firma de una sociedad secreta queda como demostración de lo que fue robado. ¿ganar o perder? todavía nadie lo sabe.
EFFY, bienvenide al universo de condenados. ¡nos encanta tenerte entre nosotres! esperamos que tu estadía en el grupal sea larga y que disfrutes de cada cosa que esta maravillosa historia tiene para ofrecer. esperamos la cuenta de tu personaje en las próximas 24 horas.
FUERA DE PERSONAJE.
nombre: effy
pronombres: ella/suya
edad: 28
país / zona horaria: chile
triggers:
¿aceptas que tu personaje reciba cualquier tipo de intervenciones? sí.
¿algo que agregar? holi, es mi primera vez aquí y qué bonito está todo, gracias por la invitación.
DENTRO DEL PERSONAJE.
nombre completo: lucienne 'luci' soomin park
faceclaim: yoo jimin (karina)
pronombres: ella/suya
edad: 22 años.
fecha de cumpleaños: 11 de abril.
lugar de proveniencia: nueva york, estados unidos.
descripción psicológica: 
lila es como un gato, curiosa, distante y retraída con los extraños y las personas que no le agradan. inteligente, solitaria, terca y dificil de persuadir. se siente incómoda en situaciones sociales. más interesada en actividades intelectuales que en poner algún esfuerzo en una relación amorosa o la familia. siempre en la búsqueda interminable de encontrarle sentido a la existencia y obtener más conocimiento. es curiosa e imaginativa, y siempre está creando o aprendiendo sobre algo que le interese. atraída por las cosas esotéricas y el lado oscuro. observadora, perspicaz y callada. desorganizada, su habitación suele ser un desastre, y puede que llegue tarde a sus primeras clases de la mañana. le gusta la ciencia ficción, la fantasía, también el terror y el romance oscuro. prefiere la soledad y rara vez demuestra sus emociones o revela lo que siente, ignora sus sentimientos y usualmente los tacha de irrelevantes. tiene una mente abierta, y no se lleva bien con las reglas estrictas, ni la autoridad, tiene una tendencia a cuestionar a sus superiores que le hace meterse en problemas.
independiente, indecisa, torpe, probablemente la verán buscando algo que perdió muy a menudo. es escéptica, cautelosa, y nada propensa a los compromisos. le encanta fantasear y crear escenarios falsos en su cabeza. aprecia la extrañeza. es fácil de llevar y gentil, cuando se le acercan y logra sentirse en confianza, pero evitará a toda costa dar el primer paso.
descripción física: 
le gusta cambiar de tintes de cabello, lo tenía morado antes de entrar a la universidad, y se decidió por teñirlo de su COLOR NATURAL para que fuese más fácil mantenerlo. tiene un tatuaje en el ANTEBRAZO que ocultan sus cicatrices y uno pequeño en la costilla DERECHA.
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historia:
tw: muerte, mención de suicidio.
I.  desde el momento en que nació, las tragedias perseguían a la pequeña park soomin. su madre, reconocida directora de una casa de modas, falleció cuando ella ni siquiera tenía la capacidad para comprender lo que sucedía. lucienne apenas tenía un año de edad. al crecer lo único que escuchó fueron rumores sobre ella y las causas de su muerte, nadie hablaba de ello y preferían evitarlo como la plaga. por lo que, se quedó con lo que dijo la prensa. jang sara, era una mujer inestable, depresiva y adicta al alcohol, además de una madre negligente con su hijo menor y su hija recién nacida, y el alcohol la condujo a su propia muerte. su padre se enfurecía si preguntaba.
II. se mudó con su padre a nueva york a los 7 años por su trabajo. jamás fue un padre presente, sus cuidadores le habían enseñado más valores y cosas sobre la vida que su progenitor que vivía encerrado en su oficina o de viajes por trabajo. era mejor así, lila no soportaba pasar tiempo con él. no conectaban, no sabían de qué hablar, y él era un hombre de mecha corta, con costumbres militares aún arraigadas en su carácter duro y seco. la muchacha vagamente recibió algo del apoyo emocional que necesitaba al crecer, su único vínculo afectivo era con su hermano mayor y su niñera. lucienne, vivía en su propio mundo, cuestionándose todos los aspectos alrededor de ella sin nadie que diera respuestas.
II. fue una adolescente tranquila y a pesar de su carácter huraño con los extraños, la gente se acercaba a ella. recibía atención tanto positiva como negativa. habían quienes la molestaban por ser rara y callada. y los chicos populares intentaban conquistarlas con sus mejores trucos, pero nunca consiguieron ni un beso, más que uno robado. se corría el rumor de que le gustaban las chicas. sólo ella sabía que sí le atraían los chicos también, sólo que no estaba interesada en una relación. su mayor miedo es la intimidad y la vulnerabilidad que viene al confesar y someterte a tus sentimientos, prefería suprimirlos hasta que desaparezcan, como el resto de los problemas en su vida.  tw: mentall illness III.  sufrió peligrosos episodios de depresión severa, en dónde se hizo daño a sí misma y quiso atentar con su vida. no veía futuro para sí misma, ni se veía estudiando absolutamente nada, ni dedicándose a nada. perdió cualquier esperanza. estuvo en un punto tan grave de la enfermedad que sufrió alucinaciones y paranoia extrema. la hospitalizaron por unos meses tras decidir que era un peligro para sí misma. estuvo en recuperación hasta los veinte, en casa sin hacer nada más que dejar volar su imaginación. escribir le salvó la vida, esa fue la forma en que tenía para sacar todo lo que guardaba y no podía verbalizar. era lo único que despertaba una chispa de pasión en ella, eso y otras formas de creación, como la música, el arte y la danza. en sus años en soledad (en vigilia de su nana a todas horas) le gustaba escribir sobre su propio mundo distópico y futurista, como aquellos libros que leía en su tiempo encerrada en el sanatorio con otros pacientes de su edad, con otro tipo de enfermedades, mucho más locos que ella. estar allí le hacía cuestionarse si realmente estaba lo suficiente loca para tomar un lugar ahí, pero fuera en el mundo real, tampoco lograba encajar con la gente normal.
IV. espera poder finalizar un libro algún día. no puede dormirse sin crear un escenario falso en su cabeza, y religiosamente dedica todos los días unas horas a la escritura. tiene diarios sobre sus pensamientos e historias que no se ha atrevido a publicar, ni menos a terminar, por lo tanto, pocas tienen un final. tiene diarios sobre sus pensamientos e historias diversas producto de su vivida imaginación. que no se ha atrevido a publicar, ni a terminar, pero es uno de sus sueños.
V. decidió entrar a st. mary magdalene por sus padres, sus abuelos y su hermano, que estudiaron allí. a pesar de no ser creyente. su familia la crío con sus costumbres religiosas. sabe bien que debe esconder sus verdaderas opiniones sobre la iglesia y todas las religiones. tuvo que experimentar una especie de exorcismo, para “curar” su enfermedad que para algunos seguidores de la religión católica y su padre un devoto creyente, era el demonio intentando corromper a su hija y no una enfermedad. hasta el día de hoy no recuerda mucho más que momentos y nunca preguntó, pero se negó a volver a la iglesia. enterró ese pasado y nunca habla de ello. con los años ha logrado recuperarse, sanar. vale decir que no gracias a las oraciones biblicas del padres de una iglesia, sino que por su propio esfuerzo por salir y seguir adelante.
VII. la psicología fue una rama que le atrajo desde que ella misma tuvo que batallar con su propio diagnóstico, y quiso entender más del infierno que vivió en su cabeza y cómo terminó así. de cómo funciona la mente humana, su propia mente, aunque no lo diría en voz alta, le parece sin dudas fascinante. es un interés natural, que se tomaba el tiempo para aprender por diversión. puesto que nunca entendió a las personas, las emociones en otros y las suyas propias, le confundían. no podía sentir como el resto, reconocía que le falta empatía, por los humanos, ya que, por los animales le sobra. si aprendía a cómo tratar con la gente, podía compensar sus nulas habilidades sociales, y así es como aprendió sobre lenguaje corporal y la manipulación a través de trucos psicológicos.
dato adicional opcional: ELIMINADO POR LA ADMINISTRACIÓN.  
¿estudiante matriculado o becado?: matriculada.
facultad: st. wolfeius.
carrera: medicina y psicología.
año de curso: primero.
extracurriculares: club de japones, club de danza contemporanea, club de actrices en el teatro musical, club de escritura. 
¿cuál es la sociedad secreta de su interés? ELIMINADO POR LA ADMINISTRACIÓN.
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zohars-world-blog · 2 years
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No es la primera vez que sueño con kpop idols, I mean, no lo hago todo el tiempo solo solo ocasiones no se raras¿? Jajajja anyways
Estaba en un... teatro? Auditorio? Hermoso, pero era más que gigante, era inmenso, precioso, el escenario, las sillas, un color rojo y dorado deslumbraban el lugar. Era un tipo de fanmeeting¿? Concierto¿? No se pero opto por la primera ya que como los sueños son cosas randoms por lo menos para mi hahahha pasan cosas al instante so hahaha yo le pedí una foto grupal a Rm ya que creo que estaba cerca del escenario, era más que amable ya que me dijo: claro que si! Pero luego del evento y yo tipo si claro hihi.
Entonces luego del evento los chicos como que estaban en las sillas con otras fans y Suga tipo:
- Nos sacamos la foto ya?
Lo dijo tan pero tan bonito osea tierno y normal al mismo tiempo algo que para mi me pareció super lindo, y como yo soy la señorita: Si claro! Accedí, entonces nos acomodamos con unas personas más, no eramos muchos, pero eso sí Jimin y Tae no estaban en la foto, ni idea por que eso va luego hihi. Sigamos.
Pt2
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saranghacs · 2 years
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Esta bien bomnito T-T pero que dices si tu eres agradable y bonito aunque retorcido pero ññññññ cosas de la vida. Jimin te ama con todo su corazón
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—Eso en realidad suena cómo una descripción aceptable.—se rio.—También amo a mi hermanita con todo mi corazón.
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ikoocaina · 3 years
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La pregunta
JIMIN x LECTOR
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  Trataba de mantener la calma para no decir nada irónico y mostrar la mejor sonrisa que tenía.
— Amor, voy a salir con los chico, no me esperes despierta, te amo.
  Yo solo respondí con un asentimiento y acto seguido escuché la puerta principal abrir y cerrarse... ¿Me amaba? ¿Acaso se estaba burlando de mí? Si me amara tanto como dice no me hubiese engañado ¿Cómo es que podía ser tan cínico?
  Dolía, pero al mismo tiempo sentía enojo e impotente ¿Cuánto tiempo más esperaba mi novio verme la cara de boluda?
  Cuando me di cuenta tenía las mejillas empapadas por mis lágrimas, él no lo valía, no merece que esté llorando por él, que esté llorando por algo que ni siquiera fue mi culpa.
  Me levante y fui directo al baño. Me bañe, al salir me peine, me maquille, me puse un vestido al cuerpo, unas plataformas y perfume. Definitivamente no me iba a quedar en ese lugar.
  Agarre mi billetera, mi celular y salí de casa. Iba a terminar mi relación con Hernán, pero no esta noche, ahora solo quiero despejarme de todo estrés que había acumulado.
  La música retumbaba dentro de las paredes del boliche.
  Mire alrededor del lugar, desde la barra, mientras pensaba que tomar. Había un grupo de 9 chicas a su izquierda que solo estaban tomando, un grupo de 3 chicos que estaban bailando, dos chicas que bailaban mientras tomaban, en el centro un grupito alentando a otros para que se den un beso de 3, y podría haber seguido analizando a cada persona si no fuese por:
— ¿Sola?
  Me giré entonces al escuchar una voz conocida en mi oído.
— Hola Jimin —le sonreí al amigo de mi novio.
  Él se quedó mirándome, sin decir nada. Quise que Jimin me sonriera como lo hacía siempre que me saludaba cuando salíamos con mi novio y sus amigos. Sin embargo, lo único que hizo fue deslizar sus ojos por todo mi cuerpo y después, sin mediar palabra, acercarse un poco más a la barra y hablar con el barman, sacar su tarjeta y decir: — Un fernet —para luego mirarme y preguntarme: — ¿Vos queres un trago?
— Lo mismo —respondí—. ¿Y eso? —apunte a sus labios.
— Me lo hice hace una semana, ¿te gusta? —respondió estirando un poco su labio inferior para hacer ver el piercing que estaba puesto en el labio inferior. Asentí. La verdad es que le quedaba muy bien agregando que siempre me parecieron atractivos los hombres con piercings.
— No me respondiste —yo fruncí las cejas sin entender a qué se refería a lo que él se acercó a mi oído y siguió—. Si viniste sola, que yo recuerde tu novio no te deja. ¿O será que ya estás soltera?
— Tranqui —respondí alejándome un poco de él.
— ¿Y que sería "tranqui”?
— Vos estás solo o... —intenté cambiar de tema.
— No, estoy esperando a los chicos —respondió acomodándose la camisa que llevaba—. Entonces, ¿te hago compañía hasta que ellos lleguen?
  Le miré con una sonrisa, apoyándome en la barra.
— ¿Me darás conversación? Pero conversación de verdad...
— ¿Sabías que la los pingüinos también se prostituyen? Las hembras intercambian sexo por piedras.
— ¿Qué dices? —le miré supe sorprendida.
— Lo que oyes. Y las mujeres tienen las encías del mismo color que el clítoris.
  Abrí la boca para contestarle, pero no se me ocurrió nada, a lo que Jimin aprovechó para levantarme el labio superior con uno de sus dedos. Le atiné un manotazo y él empezó a reír.
— Pues los hombres tienen la pija justo tres veces más grande que su dedo pulgar.
  Jimin dejó sus manos encima de la barra, delante de mí, y yo las miré con una mueca de diversión.
— A ver...
  Jugamos como dos niños con nuestras manos, haciendo cálculos. El resultado era... No sabía si lo que había dicho era científicamente comprobable, ya que fue lo primero que se me cruzó por la cabeza.
— Bueno~ —dije con un suspiro. ¿Acaso nos estábamos tirando onda?
  Jimin volvió a reír a carcajadas. Ahora que lo pienso nunca tuve una conversación así con él ya que siempre que salíamos era junto a mi novio y sus otros amigos. Me encontraba en uno de esos momentos donde veías que tan lindo eran los amigos de tu novio. No, ¿quién hacía eso? Qué pensamientos me cruzaban por la mente en aquel momento... El pensamiento de hacerle el oral de su vida hasta el final y dejarle con los ojos en blanco.
— ¿Fue una táctica para ver si la tengo más grande que tu novio, o cómo?
— ¡Qué decís! No seas grosero. No pienso hablar de este tema contigo.
— Vos empezaste, pero de todas formas no pensaba hablarlo.
— ¿Entonces? —pregunté. Si, definitivamente nos estábamos tirando onda.
  Chasqueó los dedos y se acercó a mí, dejándome parcialmente atrapada entre su cuerpo y la barra.
— Relax, que lo único que quiero es hablar, conóceme primero que no te arrepentirás —canto en mi oído mientras me apartaba el cabello del cuello y susurró: — ¿Sabes algo de francés? —yo solo atiné a negar con la cabeza y el siguió: — Des actions, pas des mots.
— Podría jurar que eso fue un chamuyo. —dije con las cejas levantadas a lo que Jimin empezó a reír.
  Desde detrás, la gente solo vería a dos personas apoyadas en la barra, él rodeándome los hombros con su brazo izquierdo. Pero de lo que nadie se percataría sería de la mano derecha de Jimin deslizándose por debajo de mi vestido mientras cantaba la canción que estaba sonando.
— Deja que la maldad nos domine y que el deseo haga que conmigo termines.
  Noté el tacto y el calor de su palma suave subiendo por mis muslos, que se contrajeron instintivamente. Rodeó mi cadera y subió hasta mi vientre para después precipitarse hacia abajo, por dentro de la ropa interior.
— Si tú te sientes sola, él ya no te valora, escápate conmigo y olvídate de las horas...
  Sus dedos bajaron un poco más, introduciéndose a lo que yo no pude ni moverme.
  Le agarré el brazo con la mano derecha pero, lejos de sacarlo de mí, que habría sido lo lógico, le clavé mis dedos, conteniendo un gemido.
— ¿El amigo de mi novio? —dije en un suspiro cerca de su oído.
— Que graciosa —respondió.
— Para... —supliqué cuando las piernas empezaron a temblarme. Metió otro dedo y aceleró el ritmo.
— ¿Serías capaz de correrte aquí?
  ¿Si sería capaz? Si, definitivamente.
  Hubo un lapso de tiempo sin conversación; sus dedos seguían penetrándome y su pulgar presionaba mi clítoris. Me agarré a la barra y cerré los ojos.
— ¿Sabes? Tienes razón. Creo que va a ser más divertido dejarlo aquí. Los chicos ya deben estar por llegar.
  Jimin sacó la mano como si nada de dentro de mi agarro su vaso, brindó con el mía y terminó su fernet de un trago.
— Voy con los chicos, pásatelo bien y, si quieres, me mandas un mensaje...
  Me guiñó un ojo y se fue. Y yo, paralizada...
  Me bebí el fernet en dos tragos, y le pedí al barman otra, no sé ni de qué. Al darle un trago me di cuenta de que era vino. Y no hay nada que se me suba más a la cabeza que el vino, pero qué más daba. Me había dejado casi masturbar por el amigo de mi novio que me engañó.
  Fui al centro de la pista, con mi vaso por la mitad y las piernas temblorosas. Estaba intentando bailar con un grupo, pero no podía dejar de pensar en Jimin y en su mano metiéndose dentro de mi ropa interior. Había algo dentro que me empujaba a sacar el celular y mandarle un whatsapp pidiéndole que se viniera a mi casa. Pero luego me decía a mí misma que eso estaba mal... ¿Estaba mal?
  No se cómo, pero termine en una rondas seguidas de tequila, luego alguien me pasó un gin-tonic. Poco a poco mi vista perimetral fue nublándose y mi sonrisa ensanchándose.
  Una de las chicas empezó a contar como de término metiendo con el amigo del que era su novio en aquel entonces.
— Consejo: nada de meterse con los amigos de su pareja.
  Todas las personas en esa mesa estallaron en carcajadas, pero mi mente borró el consejo. Yo quería meterme con cierto amigo.
  Sonaba Sin Contrato de Maluma y yo buscaba a Jimin desesperadamente con la mirada. Entre todas las caras desconocidas de pronto me choqué con los ojos fríos de Taehyung, otro amigo de mi novio. Le saludé con un movimiento de cejas, y contestó con una sonrisa de medio lado que ubicaría entre el desprecio y la satisfacción.
  Estaba debatiendo entre acercarme y posiblemente encontrarme a mi novio pero también a Jimin, cuando el celular me vibró en la mano. Aparecía una notificación de whatsapp: "Tomaste de más, será que bailas un poquito para mí?"
  Cerré los ojos y me dejé llevar, moviendo las caderas de un lado a otro. La canción cambió a La pregunta Jalvarez y yo sonreí.
  Mi celular vibró dentro del bolso, pero lo ignoré y seguí bailando, cerrando los ojos, dejándome llevar por el ritmo calentito de la canción. Sentí a alguien acercarse por mi espalda y una mano se apoyó en mi estómago echándome hacia atrás, hasta pegarme contra un cuerpo duro. El mensaje que había vibrado en mi celular... ¿sería de Jimin que, ante la no respuesta, se había acercado a tomar la iniciativa? Tenía toda la pinta. Me llegaba el olor de su perfume..., ¿verdad?
  Me contoneé contra su cuerpo y sus manos me arrimaron un poco más a él. Bajé un poco para subir después con el trasero pegado a su entrepierna, su nariz acarició mi cuello y sus labios atraparon el lóbulo de mi oreja. Esa noche cojia, estaba claro.
  Levanté la mirada, recuperando un poco de cordura, para vigilar que nadie estuviera viéndonos y... cuál fue mi sorpresa al chocarme de frente con la mirada de Jimin y su sonrisa burlona. Entonces, ¿con quién estaba bailando yo? Me separé de golpe y me giré para descubrir a Taehyung mordiéndose el labio inferior.
— Tae... —logré decir.
— Bailas muy bonito —contestó con sorna.
  Trate de tomar aire y di un par de pasos hacia atrás. Me giré, me estampé contra una pareja que estaban chapando, me disculpé y fui hacia la salida intentando evitar a la gente que había alrededor.
— ¿Ya te vas?
  Casi grité del susto.
— Mierda, qué susto...
  Jimin me miró frunciendo el ceño.
— ¿Todo bien?
— Eh, yo, sí. Estoy un poco mareada. El tequila...
— Ay, pobrecita... —se rio.
— Ya, ya. —le hice un gesto despectivo con la mano—. Ahórrate el castigo, papi.
  Cuando logramos salir y me apoye en la pared del boliche mientras Jimin me miraba con las cejas levantadas, sonriendo sin mostrar los dientes. ¿Tan bien le iba a quedar ese piercing?
— ¿Así te vas a ir?
— Así ¿cómo?
  Jimin se acercó un poco más a mí y siguió: — Así. —me señaló—. En pedo, sola y sin despedirte.
— Me estoy despidiendo. Chau, nos vemos después.
— No me estás entendiendo... —se rio.
— Ahora solo quiero irme a casa.
— Te acompaño.
— No gracias.
— Soy el amigo que cuida a las novias de sus amigos. 
  Di una mirada de reojo y vi que sonreía. Me molestaba que hubiera metido la mano dentro de mí al principio de la noche y luego sonriera viendo cómo me restregaba por equivocación con otro.
  Saqué el celular y me dispuse a ignorarlo. Tenía una notificación de whatsapp de él: "Estoy duro pensando en vos y en como bailas".
  Levanté la mirada y Jimin tenía los ojos puestos en mí.
— ¿También sos el que le manda mensajitos subiditos de tono a las novias de tus amigos? —le dije.
— ¿Por qué? ¿Celosa? Sos a la única novia de mi amigo que le mando mensajitos subiditos de tono.
— Tarado —y aunque no quería, sonreí un poco.
— En eso tienes razón, pero soy buena onda.
  ¿Un chico buena onda? No lo definiría así, la verdad. Buena onda es el chico con el que ni siquiera se te ocurriría acostarte en pleno apocalipsis. Y Jimin estaba tan lindo frente a mí que... me dio la risa. 
  Me tapé los ojos y me descojoné. Lo miré de nuevo y tenía una pequeña sonrisa.
— Estas en un pedo que ni te cuento. —rio—. Vamos. —hizo el gesto con la cabeza y me dio lugar para pasar junto a él.
  Cuando lo hice apoyó su mano en mi culo. Le miré de reojo.
— ¿Quién te ha dado permiso para hacer eso?
— Me tomé la libertad.
— No lo hagas.
— Grrrr. —fingió que gruñía.
  Caminábamos hacia no sé dónde, yo iba apoyándome en él ya que de lo contrario me iba a terminar besando el piso. Nos metimos en una calle oscura y él sacó de su bolsillo las llaves de su auto y lo abrió en un destello de luces. Vino hacia el lado del copiloto y me abrió la puerta. Estaba por entrar pero se acercó a mí con una sonrisa sugerente.
— Tienes olor a licorería.
— Pero soy más divertida que de costumbre.
— Sí, sí, ya te he visto ahí dentro. Muy extrovertida —contestó con aire grave.
— ¿Te has dado cuenta de que yo creí que estaba bailando con vos?
— Me di cuenta de que estabas un poco desorientada.
Apoyé mi pie en el auto, de manera que ahora mi pierna doblada quedaba al lado de su muslo, haciendo que el vestido se suba un poco. Me miró y se acercó más.
— Tenes que comer algo para que se te pase el pedo. ¿Queres venir a mi casa?
— ¿Me estás invitando a tu casa?
— Sí —asintió, e inclinándose besó húmedamente mi cuello.
— ¿Para hacerme la cena? —le pregunté para ganar tiempo y poder pensar un poco en lo que estaba haciendo.
  Se incorporó y, sonriendo, se quedó a escasos milímetros de mi boca: —  Después, sí.
— ¿Después de qué? —pregunté sin poder quitar la mirada del piercing de su labio.
— ¿Sos de la que ven películas antes de que te den contra algún mueble?
  Así era imposible pensar. Alcohol + hormonas...
— ¿Y vos? —contesté con otra pregunta.
— Si venís te lo enseño.
  Cerré los ojos. Ahí venía. Jimin me sujetó la cara con las manos y... me besó. Tenía los labios suaves y calientes. Sentir el contraste de los labios calientes y el piercing frio.
  Se apartó un segundo: — ¿Vamos?
  Giré la cabeza, lo atraje hacia mí y nos besamos aún más profundamente con mis dedos enterrados entre los mechones de su cabello. Nunca me habían besado así. Nunca había sido consciente de todo mi cuerpo con el solo acto de besar.
  Cuando se separó de mi boca gemí de frustración.
— En mi casa. —dije y me metí en el auto. Sin pensar.
  Cuando llegamos Jimin dejó su auto estacionado fuera de casa. Baje con su ayuda y en la entrada le di la llave para que él abra la puerta.
  Sentí como cerró la puerta de un golpe y acto seguido gemí cuando me aprisionó contra la pared y me apretó los pechos entre sus dedos.
— Dios, tienes unas tetas...
  Directo. Sin anestesia. Sin poesía. Sin cuentos. Cerré los ojos cuando me apartó el cabello y se dedicó a besar y morderme el cuello. Eché la mano hacia atrás y le toqué por encima del pantalón una erección que se marcaba perfectamente.
— Estoy loca... —gemí.
— ¿Por qué?
— Porque sos el amigo de mi novio, y probablemente voy a tener que verte el lunes y...
— Y por la mañana porque te voy a cojer hasta que salga el sol.
  Nos besamos como animales, con las lenguas descontroladas y hambrientas. El sabor metálico. Sus manos desabrocharon el botón del cuello de mi vestido
— Llevo toda la noche comiéndote con los ojos —jadeó.
— ¿Incluso cuando me viste bailar con Taehyung?
— Sobre todo cuando te vi bailar con Tae.
— ¿Es alguna clase de fetiche?
— No sé si se podría llamar así.
  Asentí mientras le desabrochaba la camisa. Tiré de su mano hasta una de las puertas que había en un pasillo contiguo. Al abrirla, si, era mi habitación. La cremallera del vestido descendió y se cayó al suelo. 
  Casi vomité de los nervios. Tuve que procurarme una charla interna, convenciéndome de que acostarse con el amigo de mi novio una noche no tenía nada de malo. Sí, me engaño pero seguía siendo mi novio y el amigo de mi novio.
  Me giré hacia él, que se estaba quitando la camisa. Dios, pasé las manos sobre sus pectorales terminando en el tatuaje que tenía en uno de sus costado. Él me desabrochó el corpiño con un solo ademán.
— Él me puso los cuernos, pero me imagino que ya lo sabías.
  Le desabroché el pantalón y metí la mano dentro sin apartar los ojos de su cara. Una sonrisa de lado apareció en sus labios.
— ¿Eso significa que soy el miembro de desquite y despecho? —susurró.
— Para nada —me burlé.
  Sacó mi mano de dentro de su paquete y se quitó los zapatos de una patada, se agachó para desembarazarse de las medias, que también dejó tirados, y después se desprendió del pantalón y la ropa interior.
— ¿Con cuantas? —le pregunté.
  Allí, en mitad de mi habitación estaba Jimin completamente desnudo. Y no tenía desperdicio. Era tan hombre que juro que por un momento quise correr en dirección a la puerta.
— ¿Tres? Sinceramente no lo sé. Como te dije, tan amigos no somos... —fingió un suspiro y después me señaló—. Te sobra ropa.
Tragué saliva. Tenía ganas de pedirle que apagara la luz y cerrara la puerta. Necesitaba algo que convirtiera la atmósfera en algo más íntimo.
— ¿No deberías quitármela vos?
— No, quiero quedarme con el recuerdo de cómo lo haces tú. Una fotografía mental para cuando esté solo.
  Sonrió burlón y se sentó al borde de la cama animándome a que me desnudara con un ademán. Deslicé mi tanga por mis piernas y después las alejé de una patada. Desnuda delante de él. Jimin se mordió el labio con deseo quedando parte de su piercing escondido, y se acercó, estampando su boca contra la mía con brutalidad. Su mano derecha se metió entre mis piernas de inmediato y siguió con lo que había empezado en la barra.
  Agarre su erección con mi mano derecha y la toqué, sacudiéndola con suavidad. Palpitó en mi mano, haciéndose más grande. Separamos los labios totalmente empapados y los dejamos muy cerca.
— ¿Te gusta?—me preguntó.
— Sí. —tragué
— Déjate llevar... —pidió a media voz.
  Cerré los ojos y dejé escapar un suspiro, mientras sus dedos me acariciaban con pericia.
— Decime si te gusta, si quieres más. Quiero que te corras conmigo.
  Abrí los ojos y él sonrió. Se inclinó hacia mi boca y nos besamos. Su lengua demandaba atención y pasión. El sabor metálico de su piercing cada vez yo que lamia su labio inferior. El tono de las caricias fue subiendo, como la temperatura de la habitación.
— Desde que te vi llevo pensando en esto —confesó.
— La primera vez que nos vimos fue antes de que sea novia de Hernán —eché la cabeza hacia atrás. 
— Exacto.
  Dimos unos pasos hacia la cama y nos dejamos caer. Me colocó a horcajadas sobre él y me movió las caderas de arriba abajo, frotándose con mi sexo. Me senté un poco más abajo, sobre sus muslos, y seguí masturbándole despacio.
— No quiero correrme en tu mano —gruñó.
  Me eché a reír y él tiró de mí para besarme. Aquel beso se convirtió en algo desesperado cuando volvimos a frotarnos.
— Cojeme —le pedí.
— ¿Dónde hay forro? —pregunto a lo que con la cabeza apunte a la mesita de noche a un lado.
  Jimin alargó la mano hasta la mesita de noche y se irguió, colocándose de rodillas entre mis piernas. Agarro el condón y se lo puso tan rápido que me acobarde. Después se tumbó encima de mí y empujó hasta penetrarme con fuerza.
— Mierda, se siente tan bien —y lo dijo con una voz que era viagra pura.
  Levantó un poco mis caderas, arqueándome debajo de él, y empujó con fuerza hasta colarse en mi interior más hondo. La sacó y volvió a entrar haciéndome consciente de cada centímetro de piel y terminación nerviosa. Había sido la mejor penetración de mi vida.
— Sigue, sigue —gemí.
  Me agarré a su espalda y le clavé las uñas. Jimin salió de mí y volvió a entrar fuertemente.
— ¿Duro? ¿Así te gusta?
— Sí. Duro..., fuerte... —gimoteé.
  Jimin se agarró a la almohada y empezó a penetrarme con rabia. Jamás había sentido aquello. Era placer y descontrol; era alcohol en la sangre y sexo en el aire. La fricción que se producía en esa postura convertía el sexo que yo conocía en nada. Ahora entendía que jamás había cojido como es debido.
  Nunca, en toda mi vida, había fantaseado con que un tío me tratara mal en la cama. Nunca me había excitado el sexo violento ni la rudeza, pero ahora moría porque Jimin me agarrara fuerte y me zarandeara. 
  Tiró de mí con violencia y me levantó hasta colocarme a horcajadas sobre él y yo solo eché la cabeza hacia atrás. Jimin me agarro entonces del cuello sin presionar pero con firmeza, rematándome.
—Me voy a correr... —le dije con la poca voz que me quedaba.
  Su boca se acercó a mi oído y mientras empujaba hacia mi interior empezó a susurrar: — Quiero correrme en tu preciosa boca. Quiero que me lamas, que deslices tu lengua por encima. Que disfrutes sintiendo cómo me voy...
  Eso me pudo. Su voz, derritiéndose en mi oído, diciendo aquellas cosas... Creo que hasta puse los ojos en blanco cuando estallé.
— Bueno... —gimoteé.
  Jimin me agarro la cara con una mano otra vez y me acercó a su boca. Nos besamos como dos animales y aspiró mis gemidos finales, deslizando su lengua por todos mis rincones. Él empezó a gemir con fuerza entre jadeos roncos y adiviné que estaba a punto de correrse también. Así que me encaramé a él y acercando mi boca a su oído susurré: — Quiero que te corras en mi boca. Quiero lamer hasta la última gota y disfrutar con el sabor.
  Jimin salió de mí de golpe y tiró del condón hasta quitárselo. Me arrodillé delante de él, de pie junto a la cama. Cuando me la metí en la boca sabía a látex y ya se intuía el sabor dulzón del sexo. Succioné con fuerza, le miré a través de mis pestañas y le insté a agarrarme del pelo, llevando su mano hasta mi cabeza.
  Cerró los ojos durante unos segundos, en los que empujó, cojiendome la boca. 
  Noté el disparo cálido llegar hasta mi garganta y tragué. Le siguieron más y más y más y yo tragué y le miré gemir. Cuando su mano ya no ejercía fuerza en mi cabeza la saqué de mi boca y apoyé la frente en su cadera, jadeando.
  Me levanté y pasé un dedo por la comisura húmeda de mi boca. Los ojos de Jimin me recorrieron la cara al completo. Después me acercó a él y me besó.
— Lo que acabas de hacer... —dijo jadeante— no se me va a olvidar en años.—me reí a carcajadas y él sonrió—. Ahora no quiero parar.
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yoonsaiblog · 3 years
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Fanfic
- mandarinas - yoontae.
Taehyung golpeo la puerta del estudio de Min a la espera de que le sea permitida la entrada, más que ansioso estaba nervioso, muerto de nervios.
Y como no, si el dia anterior se había confesado casi accidentalmente gracias a Jimin y el Maknae del grupo, más desgracias que gracias por supuesto.
En una rápida decisión por ayudar con el amorío de su amigo -que aseguraban no era unilateral- hizo un plan con Jeon, mientras el hacia a Tae hablarle de sus sentimientos por el pálido, Jungkook se encargaría de que su Hyung escuchará absolutamente todo lo que el castaño dijera.
Y lo lograron, solo que no contaron con que los nervios del castaño estallaran al ver a Yoongi y terminara tirándole lo que restaba de su vasito de helado encima para después salir corriendo como alma que lleva el viento. No volvió hasta por la noche, siendo recibido por Seokjin y Namjoon, un par de regaños por haberse ido sin que supieran a donde y muchos mimos al ver sus ojos y nariz rojitos por haber llorado.
Por eso se encontraba frente al estudio del mayor, quería pedirle disculpas, y que mejor manera de llevarle mandarinas en son de paz, sabía que le encantaban. Pediría perdón por tirarle helado encima, pero no hablaría de lo que escucho, sabía que Yoongi lo había oído todo.
Y tal vez, prefería la indiferencia al rechazo.
Golpeo por tercera vez en el tiempo que llevaba parado ahí.
— Hyung, soy Taehyung, vine a disculparme — murmuro frente a la puerta.
Iba a volver a golpear pero la voz grave del mayor lo interrumpió por el citofono.
— Te escuche las veces anteriores que golpeaste, estoy ocupado Taehyung, no tengo tiempo para hablar ahora.
— Lo siento — habló bajito.
Pero no se fue, se dejó caer contra la puerta del estudio y recogió sus piernas pegandolas a su pecho y envolviendolas en sus brazos, dejó la canastica de mandarinas a un costado suyo y escondió su cabeza entre sus brazos y piernas.
Era un hecho que estaba triste, las lágrimas se lo hicieron saber de nuevo. Se sentía frustrado por tener sentimientos hacia el mayor y no hacer nada porque fueran correspondidos, solo había logrado que el palido se enojada con el. Bueno, y tal vez estaba un poquito, pero solo un poquito enojado con Jimin y Jungkook, solo un poquito.
Seokjin lo observo con tristeza, pasaba al estudio para preguntarle a Min si iba a meriendar con ellos, pero se encontró a un castañito encogido en su lugar y con una canasta de mandarinas a su lado, se dio cuenta de que estaba dormido y no muy comodo.
Bufo con molestia sacando el teléfono y marcando el número de Min Yoongi.
— Seokjin Hyung, estoy ocupado — contestó al tercer tono.
— Y no me importa en lo absoluto, vas a salir y hablar con Taehyung, o te juro por Bangtan que tirare a patadas la puerta de tu estudio y te sacaré a rastras — amenazó sin levantar mucho la voz para no despertar al menor.
— Taehyung vino, pero estoy ocupado, realmente lo estoy — excusó.
— Y te dije que no me importa, Tae esta durmiendo contra tu puerta, no se cuanto tiempo lleva así, lo vuelves a hacer llorar y me encargaré de tu cadáver Min.
Colgó sin esperar respuesta, no escucho movimiento dentro del estudio, dudo entre esperar o levantar al castaño y llevarlo a su habitación para regalarle un par de mimos y golosinas.
Se iba a dar vuelta y llamar a Namjoon para que lo ayudará cuando escucho el seguro de la puerta ser desactivado, observo con cuidado como Yoongi abría la puerta y casi de inmediato se ponía tras el menor para evitar que cayera hacia atrás. Sonrio un poco pero en cuanto su mirada cruzó con la del pálido fruncio el ceño y apretó los labios en signo de molestia, volvió a dar la vuelta volviendo por donde llegó.
Por su lado, Min Yoongi tomó como le fue posible al menor entre sus brazos con cuidado de no lastimarlo. Lo llevó a su habitación y cubrió con sus cobijas dando un suspiro. Volvió por la canastica de mandarinas y cerro su estudio dirigiéndose de nuevo a su habitación.
Se sentó junto al menor observando con detalle su rostro, la culpa invadiendolo por ver sus mejillas rojas y rastros de lágrimas secas en ellas, no se necesitaba ser un genio para saber que había llorado, ni tener una maestría para saber que fue por su culpa.
Agarro una mandarina y la comió con lentitud, disfrutandola con una pequeña sonrisa. Minutos después sintió al menor removerse en la cama sabiendo que despertaría pronto al no tener algo que abrazar.
Tal como supuso, el menor abrió sus ojos, se quedó observando con una sonrisa divertida como trataba de acostumbrarse a la luz y se sentaba despistado observando como estaba en una habitación que no era la suya.
— ¿Umm? — murmuro observando lo que podía mientras su mano restregaba con suavidad uno de sus ojos. Yoongi sonrio aún más debido al rostro del otro.
— Taehyung, ¿Que hacias durmiendo en el suelo? — enarco una ceja conteniendo su sonrisa y manteniéndose serio.
Taehyung soltó un chillido a reconocer la voz, casi con temor se giro hacia un lado encontrandoce con el mayor. Solo hasta ese momento se dio cuenta de que habitación estaba ocupando.
— Estaba esperando a que saliera Hyung, lo siento, no quize incomodarlo — susurro en voz baja mientras quitaba las cobijas y se levantaba del todo.
— Siéntate de nuevo, hablemos — Taehyung asintio e hizo lo pedido con timidez.
— Solo quería pedirle perdón por haber tirado helado encima de usted y después salir corriendo
— ¿Por que la formalidad de repente?— cuestiono.
— Estoy nervioso
Yoongi asintio queriendo decir algo pero sin saber cómo formularlo.
—¿Esta enojado? — Yoongi lo miro negando— ayer, mmm, ayer usted... ¿Escucho mi conversación con Jiminie Hyung? — pregunto y el mayor asintio — oh.
Taehyung suspiro con pesadez y se levantó casi corriendo de la cama, tenía inmensas ganar de llorar nuevamente pero fue detenido justo en la entrada.
Se giro mirando con sorpresa como la mano de su Hyung lo sostenía de la muñeca, levantó su mirada.
— ¿Por que te vas?
— Evitó un rechazo directo, no lo molestare más Hyung, puede ignorar todo lo que escucho ¿por favor? — hizo una pequeña reverencia sintiendo un nudo en su garganta.
Soltó un jadeo cuando su pecho chocó contra el del mayor y este lo envolvió en un fuerte y cálido abrazo.
— ¿Hyung? — pregunto sin saber que hacer.
— No vuelvas a llorar, Tae, no debes llorar, menos por mi culpa, perdoname, por favor — murmuro contra su oído.
Taehyung rodeó la cintura del mayor en sus brazos y escondió su cabeza en el cuello contrario.
— No es tu culpa — murmuro en voz baja.
— Escucha, Tae, saliste ayer y me asuste, no me dejaste hablarte, quería decirte muchas cosas, pero te fuiste, me quedé despierto hasta asegurarme de que hubieras vuelto — lo apreto más contra si — Tae, es mutuo, todo es mutuo, lo que sientes, tu afecto, es mutuo.
Taehyung logró separarse unos centímetros quedando muy cerca del rostro del mayor. Yoongi sonrio sonrojado al ver una pequeña "o" En los labios del castaño y sus mejillas entintadas de rosita.
— ¿Mutuo?
Yoongi asintio sin soltarlo.
— Mutuo, te aprecio demasiado como amigo, pero te quiero como más que eso, me gustas ¿esta bien? Tarde mucho en decirtelo por que no crei que sintieras lo mismo.
Taehyung pataleo en su lugar repetidas veces, escindió de nuevo su rostro en el cuello del mayor ahogando un gritito de frustración.
Yoongi por su lado reía entendiendolo casi a la perfección, no se sentía de manera diferente.
— Hyung, no te lo dije por lo mismo, que idiota — chillo.
— Ambos somos idiotas entonces, tal para cual ¿no te parece? — murmuro divertido acariciando los cabellos castaños.
Ambos rieron.
— ¿Entonces?... — susurro el menor.
—¿Quieres salir conmigo? Hagamos las cosas bien — lo alejo un poco ahora ubicando sus manos en la cintura contraria, Taehyung las subió a su pecho.
Asintio con emoción y con una enorme sonrisa cuadrada que endulzo al mayor.
— Si quiero Hyung, si a todo si me lo dices tú — solto una risita.
Yoongi le sonrio mostrando sus rosadas encías. Le dio un beso en la nariz y cada una de sus mejillas sacándole bonitos sonrojos y dulces carcajadas, finalizó con uno en sus labios.
— ¿Comes mandarinas? — pregunto el mayor con una sonrisa señalando la canasta.
— Es lo más romantico que me has dicho Min — asintio divertido haciendo reír al mayor.
— Primera cita y mandarinas ¿mm? — ambos sonrieron.
— Primera cita y mandarinas.
Yoon Sai
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reaccionkpop · 3 years
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Holiiii! Amo mucho lo que haces! te quería pedir una reacción de Bts cuando es el cumpleaños de otro miembro, y la chica que les gusta le regala un cuadro hiperrealista de él por su cumpleaños. (Ya que ella tiene de hobbit pintar) Y que atrás del cuadro diga un mensaje como..."Para el mejor" O algo como eso ahora no se me ocurre nada Lol. 😂
En fin! ¿Como se lo tomarían?
Te quiero! Un beso y un abrazo. ❤
Aquí va!
MASTERLIST BTS
RM: Entraría en un conflicto interno ya que estaría muy orgulloso de ti y de tu talento, pero al mismo tiempo sentía celos porque pensaba que era sólo para él.
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SeokJin: Frente a su integrante, dirá que el dibujo está bonito. Pero luego a solas te pedirá una explicación de por qué le escribiste eso y por qué no lo habías dibujado a él en su momento.
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YoonGi: “Acabamos de volver a confirmar lo genial que es” Suga estaría muy orgulloso de ti y quería decirle a todos que estaba enamorado de ti, estaría muy confiado de el amor que comparteni.
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HoSeok: “Felicitaciones.” Será todo lo que dirá luego de leer el mensaje que estaba detrás del cuadro, esas palabras darán vuelta en su cabeza y probablemente tampoco podrá dormir. Tendrás que encararlo para preguntarle qué le sucede.
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JiMin: Su inseguridad lo sobrepasará como el océano a un pequeño vasito, leerá la frase mil veces intentando no sobrepensarlo, pero poco a poco sentirá como tu estómago se contrae... ¿no era él el mejor?
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TaeHyung: “Sí... que lindo” Se irritará un poco, ya no quería saber nada más sobre el regalo luego de saber que era para “el mejor”.
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JungKook: “¿Por qué no me dibujas a mi mejor?” Estaba celoso, pero no quería que lo supieras.
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aricastmblr · 11 days
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El detrás de escena de la sesión fotográfica de portada de AERA de Jimin se mostrará durante la exposición de la revista Japanese Weekly que se llevará a cabo del 17 al 23 de abril de 2024 en Tokyu Plaza Harajuku (Harakado) en Japón.
El evento mostrará el proceso de producción de revistas y la historia de AERA.
✍表紙撮影メイキング BTSのJIMINさん、羽生結弦さん、北山宏光さん、INIさん、BE:FIRSTさん
✍ Realización de la sesión de portada de JIMIN de BTS, Yuzuru Hanyu, Hiromitsu Kitayama, INI, BE:FIRST
22-24 marzo 2023 AERAnetjp
(https://www.tumblr.com/aricastmblr/711671268304371712/aeranetjp-twt-600-p-m-11-mar-2023-aera?source=share)
(https://www.tumblr.com/aricastmblr/711920950141124608/aeranetjptwt-20230315-327%E7%99%BA%E5%A3%B2-aera-%E8%A1%A8%E7%B4%99%E3%82%92%E9%A3%BE%E3%82%8B?source=share)
(https://www.tumblr.com/aricastmblr/712295117761937408/aeranetjptwt-327%E7%99%BA%E5%A3%B2-aera-%E8%A1%A8%E7%B4%99%E3%82%92%E9%A3%BE%E3%82%8B-jimin?source=share)
(https://www.tumblr.com/aricastmblr/712555888260579329/eranetjptwt-20230322-327%E7%99%BA%E5%A3%B2-aera-bts-jimin?source=share)
(https://www.tumblr.com/aricastmblr/712824292263477248/btsjpofficial24-mar-jimin?source=share)
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vcnuz · 4 years
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                      phoenix’s 3rd anniversary     ╱     15.03.20   (  @stardustact​  )   insp.
fancafe: venus. 20.03.15 ; 03:25 a.m. kst. title: bibbidi bobbidi boo! ( 03 wishes 🔮 )
[ trans ]
¡hola! esta es sarang, mejor conocida como venus. aigoo ~ tengo alrededor de treinta minutos intentando escribir esta carta pero por más que lo intente no logro plasmar mis ideas. ¿alguna vez les ha pasado? querer decir tantas cosas pero sentir que nada logrará explicarlas al cien por ciento y que ni un millón de palabras abarcarán todo lo que guardan dentro. ya comencé a divagar, ¿cierto? aish. me esforzaré por hacer un texto bonito para ustedes. sarangie, hwaiting!
¿pueden creer que ya han pasado tres años desde nuestro debut? ¡tres! eso básicamente es la mitad de una persona renovada, porque suelen decir que el cuerpo se regenera cada siete años... creo. yo misma me siento como una nueva persona, o al menos me esfuerzo por ser mejor cada día. aunque si les soy sincera nada de esto sería posible sin ustedes. ¡sí, ustedes! ashes es lo mejor que ha pasado en mi vida y no existe minuto en mis días que no piense en ustedes 😭💖 sonará repetitivo pero fuimos bendecidas por el universo, la galaxia y las estrellas con los mejores fans del mundo... y quien diga lo contrario está e-qui-vo-ca-do. ashes son la órbita de nuestros planetas y nos mantienen a todas unidas. somos polvito de la misma estrella, o posiblemente lazos unidos desde hace cientos de generaciones. ¿qué son ashes para mí? absolutamente todo.
hace tres años comenzó un sueño que no sería nada sin la compañía de mis preciosas chicas a las que adoro con todo mi corazón. ¿saben de quiénes estoy hablando? ¡de red velvet! broma, broma. aún recuerdo nuestra época de trainees y el survival show, cómo jungwoo-nim logró unir a nueve prácticamente desconocidas para crear un grupo que terminaría convirtiéndose en mi familia. porque ellas son las hermanas que no tuve la fortuna de tener, pero a las que encontré para permanecer por siempre a su lado.
quiero agradecer por cherry, nuestra mayor del grupo. sin ella las cosas en casa se saldrían de control y posiblemente hubiésemos terminado iniciando una guerra de no ser por ella. a la rosa más bonita jangminie, por ser el mejor ejemplo de fortaleza, esfuerzo y cariño; ella es la unnie que todos desearían tener pero que no todos merecen. a nuestra princesa jimin por enseñarme que la vulnerabilidad es buena y que siempre se puede aprender algo nuevo cuando menos lo esperas. a inna, mi eterna roomie, por ser esa pieza constante que te llena de valentía con su simple presencia. a la diosa mortal miumiu, porque la ambición no siempre significa algo malo y tenerla a ella cerca asegura éxito. a saebomie, un angelito en la tierra que cayó del cielo para llenar nuestros días de luz y tranquilidad. a seoyinie y sus travesuras, porque me recuerda todos los días lo que significa ser un espíritu joven que aún mantiene chispitas de estrellas atrapadas en la mirada. y por último, pero no menos importante, a bebé soso; porque se encargó de convertir nuestro dormitorio en una burbuja de colores que te hace olvidar de todo día gris con una sola sonrisa. 
por último dejo mis tres deseos por estos tres años, porque deseo que sigan acumulándose y pasemos al menos treinta años más juntos.
1. un tour mundial para poder conocer a todos los ashes alrededor del mundo y tener nuevas memorias en diferentes continentes.  2. bienestar físico y mental para todas mis phoenix y ashes. espero que este año podamos dejar atrás todos los errores y malos momentos, e iniciemos de nuevo con nuevas experiencias que llenen nuestro futuro de buenas energías y felicidad. el 2020 es un año para crecer como personas.  3. seguir junto a ustedes y phoenix por los próximos treinta, cuarenta, cincuenta años. aunque a veces venus sea una parte de mí que se apodera por completo de mi vida, no la cambiaría por nada del mundo.
                                                                                con amor,                                                                song sarang.
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horosebi · 5 years
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⊰ As I do ⊱
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❥ hay que juntarse con esa gente que te hace sentir que la belleza no tiene nada que ver con el aspecto físico.
「pareja」 ⇢ namjoon ⇿ lectora
「género」 ⇢ friends to lovers | smut, fluff, angst
「words」 ⇢ 1,8k
「warnings」 ⇢ ass kink xd, inseguridades y mención de alcohol.
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Suspiraste por enésima vez viendo tu reflejo en el espejo, la imagen se te hacía borrosa por las lágrimas que tratabas, tontamente, de retener. Tu cuerpo, para ti, no tenía ni una pizca de bonito.
Sí, tenías trasero grande, pero estaba lleno de estrías; sí, también tenías senos grandes, pero también tenías una que otra estría. Y eso era disgustante, y tu ex novio se había encargado de dejártelo demasiado claro.
¿Podrías, algún día, encontrar a un hombre que te amara con todas tus imperfecciones y se excitara con tu cuerpo?, lo dudabas demasiado.
Avergonzada de ti misma, buscaste rápidamente una toalla y te envolviste en ella, odiando al espejo, a ti y a la vida misma por no haberte dado el cuerpo perfecto.
Pero el cuerpo perfecto no existía, y la persona que te observaba desde la puerta lo sabía.
Por más que quisieras quedarte hecha bolita y esconderte de la sociedad, no podías. Lamentablemente no podías cancelar la salida con tus amigos porque además de insistir querrían saber la razón, la cual no estabas lista para sacar a la luz.
Por suerte no era una salida tan especial y esa noche hacía frío, la excusa perfecta para vestir el suéter más holgado de tu armario y un abrigo encima. Soltaste tu cabello y decidiste no peinarlo, uno, porque no se te daba la gana y dos, porque tu cansancio emocional no te dejaba, buenas excusas.
Solo pusiste en tus labios un poco de brillo y arreglaste tus cejas, omitiste observarte una vez más en el espejo por el asco que te causaba, porque te recordaba que sin importar cuanto te arreglaras tus imperfecciones iban a estar hasta que murieras.
Namjoon te esperaba fingiendo concentración en su teléfono, tratando de parecer que no había corrido para que no lo atraparas espiándote.
Le sonreíste y ambos salieron de tu hogar, quedaron de que él pasaría por ti, a ellos no les gustaba que anduvieras por ahí tan tarde, te cuidaban demasiado.
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Hobi te recibió con los brazos abiertos al igual que todos menos Yoongi, quien te saludo con un movimiento de cabeza pero tú corriste a abrazarlo, por más que tratara de ocultarlo él de verdad era un debilucho sentimental contigo.
Hizo que te sentaras entre él y Jimin, la mesa estaba llena de comida y el soju comenzaba a llegar por pedido de los chicos, comiste un poco antes de comenzar con el alcohol, solía darte náuseas si comías mientras tomabas.
“Yoongi hyung se estaba impacientando porque no llegaban,” comentó Jungkook molestando al mayor y observaste como Namjoon se removía incómodo.
“Yo sé que me amas, Yoonie, no hay porqué ocultarlo,” el susodicho rodó los ojos y metió pan en tu boca mientras hablabas, provocando que casi mueras y escupas un pulmón.
Por supuesto que todos se rieron en lugar de ayudarte.
“Podría morir aquí mismo, ahogada, y ustedes no me ayudan, ingratos,” te quejaste.
La noche siguió su curso y con ello la borrachera de todos, tú estabas lo suficientemente tomada como para que tu desconformidad con tu cuerpo saliera a flote, silenciosamente, pero saliendo a fin de cuentas.
Mirabas atentamente como la maknae line se comía con la mirada a una muchacha de lindo cuerpo, y te preguntaste entonces, ¿habrá alguna persona que te mire así sin sentir vergüenza ajena?
Namjoon te observaba por lo bajo, su corazón se estrujó cuando un puchero se formó en tus labios y tus ojos se volvieron acuosos. Supo que esa era su señal para llevarte a casa, por lo que se puso de pie y tomo tus cosas, te ayudó a levantarte y que recargaras tu peso en él.
“Tengo que llevarla a casa, me dijo que mañana tiene que ir a trabajar temprano,” mintió.
Cuando llegaron y todo estuvo en orden, te cargó como princesa hasta tu habitación, te quejaste porque eras muy pesada para él y solo lograste que te ignorara y afianzara su agarre.
Quitó tu calzado y lo dejo a un lado de la cama, tu abrigo fue a parar al pequeño sofá que tenías ahí, donde minutos después él se sentó, cerrando sus ojos buscando descansar.
“¿Por qué estás aquí en lugar de divertirte con una de esas lindas chicas,” preguntaste, observando lo lindo que se veía ahí, haciendo nada.
“Porque sí,” respondió simple.
“Namjoon, ¿te parezco atractiva?,” volviste a preguntar nerviosa pero a la vez curiosa, “es decir, ¿te gusto físicamente?”
“¿Por qué no?,” preguntó ahora él, levemente desconcertado.
No sabías exactamente qué fue lo que hizo que te pusieras en pie y te desvistieras ahí mismo, con Namjoon viéndote embobado y sorprendido a la vez. Cerraste tus ojos para no ver su cara de desilusión cuando descubriera todo lo que tu ropa ocultaba, todo lo que odiabas y lo que seguramente te haría alejarte de él y de los chicos por la vergüenza.
Lo único que cubría tu cuerpo era tu braga, y el pobre chico sentía que su erección comenzaba a crecer mientras más observaba tu cuerpo, aparte de tener buenas proporciones de todo, era TÚ cuerpo.
Se acercó un poco más, con ganas de besar cada lunar, cada maldito lugar de ese magnífico y hermoso cuerpo.
“¿No te da asco?,” murmuraste sin poder enfrentarlo, “¿no te da asco ver este cuerpo lleno de imperfecciones y defectos?”
Entonces observaste cómo su camiseta caía en frente tuyo, y así pasó con todas sus prendas, sí, incluyendo su bóxer.
“¿Te doy asco yo?,” te dijo con reproche, fue cuando lo observaste detenidamente, pero que maldito descarado era ese hombre. ¿Cómo se atrevía a comparar su cuerpo de Dios con el tuyo? ¡Él era ilegal!
“Me parece que te estás burlando de mí,” te quejaste como una niña de seis años lo haría, y él solo te mostró sus hermosos hoyuelos.
¡Oh, que alguien llamara a los bomberos!, porque con cada mirada que le dabas a su cuerpo más caliente te sentías.
Olvidaste por completo el fin de todo ese acto cuando tomó tus caderas y te pegó a él, logrando que tus senos golpetearan su fornido pecho y te sonrió coquetamente.
“A mí me parece que tú estás jugando mal aquí, yo estoy completamente desnudo, y tú en bragas,” bajó sus manos hasta tu trasero, masajeándolo con una fascinación impresionante, “¿me dejas buscar entre tus piernas alguna imperfección?, porque hasta ahora no logro encontrar una.”
Sin esperar una respuesta de tu parte, hizo que te sentaras en la cama, con delicadeza, como temiendo que lo apartaras, bajó tu ropa interior arrodillándose y lanzándola por la habitación. Apoyó tus piernas en sus hombros y atrajo tu feminidad a su cara, lamió sus labios hambrientos porque solo él sabía cuántas veces había soñado tenerte de esa manera.
Se hundió sin pausar, contrajiste tu estómago gimiendo sofocada apretando las sábanas, él de verdad estaba disfrutando tenerte a su merced y rogando por más.
Desde la primera probada se encontró a él mismo desesperado por más, sentía como su paladar aceptaba gustoso tu líquido y aunque su lengua se comenzaba a cansar no podía detenerse, esa necesidad nunca la había sentido porque nunca había deseado a una mujer tan carnalmente.
Tú cuerpo comenzó a temblar por el fuerte y glorioso orgasmo que estabas alcanzando, pero él se detuvo ignorando las protestas de su subconsciente y también las tuyas.
Ibas a seguir, pero al ver su entrepierna recordaste que él necesitaba de tu atención, te acercaste a él y frotaste su miembro lista para llevarlo a tu boca, antes de que esto pasara ya te tenía volteada obligándote a ponerte en cuatro.
“No sabes lo tentador que se me hace pensar en lo delicioso que sería verte atragantarte con mi polla pero,” pausó y con sus dedos acarició tu clítoris llenando su mano de tus fluidos y así lubricar su hinchado miembro, “esta noche quiero que te corras con mi polla hasta el fondo, princesa.”
Casi desgarras las sabanas cuando se hundió en ti, era grande y tocaba exquisitamente tu punto, si seguía así dudabas que durarías hasta que él llegara, pero él, a pesar de que no había sido estimulado, estaba tan hinchado que con solo verte tendida podría correrse a chorros.
Sus penetraciones eran firmes y duras, sentía que no tenía control sobre él, por más que quisiera aminorar su fuerza resultaba imposible con tus paredes recibiéndolo de esa manera. Te sostenía de las caderas, y recordó cómo mirabas tu reflejo con asco por tus estrías, algo se encendía en él que lo hizo abofetear tus nalgas fuertemente y aquello lejos de doler hizo que gimieras por las cosquillas que comenzaban a crecer en tu vientre.
“¿Por esto es que te menosprecias tanto?,” a este punto, Namjoon parecía una bestia, “voy a follarte tan duro que hasta donde estamos vas a olvidar.”
Y no bromeaba, jamás en tu vida sexual te habías sentido tan agobiada, tus piernas comenzaban a fallar pero aun así te apoyaste en una mano y con la otra te encargaste de acariciar desesperadamente tu clítoris. Sentías que te ibas a desmayar ahí mismo, era demasiado para ti.
“Namjoon...” sollozaste cuando no pudiste sostenerte de por tu cuenta.
Él sintió cómo un líquido tibio salió a chorros de ti con cada embestida empapando las sábanas y lejos de parar, enredó sus dos brazos en tu cintura alzándote un poco aumentando la velocidad logrando que más saliera de ti y que él perdiera la poca cordura que le quedaba.
Habías tenido el primer y más intenso squirt en tu vida.
Gruñó dejándote tranquila cuando su semen se mezcló con tus fluidos, sonrió desganado observándote intentando regular tu respiración y que el temblor de tu cuerpo parara. Se recostó a tu lado atrayéndote a su pecho agitado, y ahí estaba la respuesta a tus dos preguntas.
Sonrojada lo miraste, te regreso la mirada acercando tu rostro al suyo compartiendo el primero beso de muchos, y así dio inicio a una tierna sesión de besos.
“¿Crees que si tenemos una segunda ronda vuelvas a tener ese orgasmo intenso?,” te preguntó emocionado y energético, ese hombre no se cansaba de ti al parecer.
“Seguro que sí, cariño,” sonreíste.
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sky-22s-blog · 5 years
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《Cap. 01》
La triste historia de mi amor unilateral comenzó un día de verano, cuando se corrió la noticia de que habían llegado nuevos vecinos. Y como siempre, mi familia tuvo la "brillante" idea de darles la bienvenida, enviándole algunos bocadillos.Bien, yo fui quien los llevó.
Nunca olvidaré esos brillantes y hermosos ojos de color negro, aquellos que me recibieron minutos después de llamar a la puerta. Tampoco olvidaré la dulce sonrisa que se dibujó en su rostro a causa de mi torpeza, cuando olvidé por completo lo que iba a decir. En ese entonces él se mostró muy amable y se portó muy lindo conmigo.
Era la primera vez que alguien hacía latir mi corazón de manera desenfrenada y me fue imposible no crear miles de historias en mi cabeza, imaginando cosas que podían llegar a suceder, pero que sin embargo nunca sucedieron y solo dieron cabida a la tristeza que se instaló en mi pecho semanas después, cuando la realidad se hizo presente.
Tenía la intensión de ser su amigo, en serio quería ser su amigo, salir a jugar al parque, ir al cine o ver películas en alguna de nuestras casas, que me contaras sus sueños y sus más profundos miedos, quería ser importante y especial para él, así como lo es él para mi; ahora todo eso, no es más que sueño inalcanzable, un sueño que no se realizará.
Después de darle la dichosa bienvenida, me crucé con el muchas ocasiones, y jamás me dedicó aunque sea una mirada. Era invisible para él y lo sigo siendo hasta ahora.
Me di cuenta de que estaba perdido, cuando el inicio de clases llegó y lo vi entrar por la puerta al salón, se detuvo justo al frente de mi para tomar asiento a mi costado. Sentí que iba a morir de la emoción, minutos después moría de tristeza cuando le hablé y me ignoró totalmente. Su dichoso "Piérdete" lastimó mi corazón.
Han pasado dos años desde entonces, mis sentimientos siguen intactos, así como su indiferencia hacia mi.
Dentro de unos minutos tendré que verlo, no es como si tuviera una cita con él, solo tomamos las mismas clases eso no ha cambiado excepto el lugar donde me sentaba, decidí cambiarme de sitio y sentarme con un niño al que nadie le hablaba y del cual solo sabían su nombre. Ese niño es ahora mi mejor amigo, la persona más dulce y tierna del universo.
—Tae... Tae...— Susurró Jimin en mi oído.
—¿Qué sucede Park, tienes hambre?— siempre que Jimin susurra, es porque tiene hambre.
—Si...
—¿Acaso no haz desayunado en casa?
—No pude hacerlo... se me hizo tarde y no me dio tiempo.
—Ni se te ocurra hacer pucheros, pequeño manipulador— Jimin es muy lindo y cuando hace pucheros mi ritmo cardíaco se paraliza, simplemente no puedo resistirme ante su encanto.
—Vamos a la cafetería, ¿sí?— Se acercó demasiado a mi rostro y con sus deditos comenzó a picar mis mejillas.
— Ha,ha,ha... ¡Ya Minie deja de hacer eso! No es bonito...
—Anda di que sí, ¿Sí?
—¡Tonto!— Lo tomé por los hombros y lo conduje a la salida. Justo antes de cruzar la puerta una voz nos detuvo.
—¿Park, puedo hablar contigo?—Espera, ¿qué?...
Jungkook está... está sonriendo joder, estoy apreciando su maldita sonrisa justo ahora y siento que voy a desmayarme en cualquier momento...
¡Espera Taehyung¡... él no te está sonriendo a ti... esa fue mi más grande desilusión, saber que aparte de hablarle, le estaba dedicando su bonita sonrisa a mi mejor amigo.
—Oh... este... ¿tiene que ser justo ahora?— Jimin está nervioso y yo... yo no sé cómo sentirme al respecto.
Siento que estoy sobrando y comienzo a considerar la idea de salir de aquí cuanto antes.
—Minie, y-yo... m-mejor... voy por algo a la cafetería.— Jimin, no dijo nada, así que no tenía razones para quedarme.
Si joder, iré por un helado gigante, el helado más grande que pueda existir.
Para cuando regresé, el aula aún estaba casi vacía, busqué con la mirada a mi mejor amigo pero no lo encontré. Decidí esperarlo, de alguna manera tenía la esperanza de que me contara sobre lo que sucedió.
Mi espera fue vana, Jimin no apareció en todo el día, y yo regresé a casa con lágrimas en los ojos y con el corazón roto.
***
—¿Alo? ¿Tae? ¿estás en casa?
—Oh, Jiminie, ¿ocurrió algo? No sueles llamar muy tarde.
—No... verás, te hablaba para disculparme... hoy me fui sin despedirme y seguro esperaste por mi.
—Oh, eso... no te preocupes Minie, no pasa nada, descuida.
—En serio Tae, lo siento... No volverá a pasar lo prometo... mmm... respecto a lo que pasó hoy en la mañana... hay algo que quiero contarte...
— ¿Te parece, si lo hablamos mañana? Ahora estoy un poco cansado, saqué a Tanie al parque y se puso a correr como un loco.
—Me imagino, Tanie es todo un loquillo... Buenas noches, Tae Tae, sueña bonito.
—Buenas noches Minie.
Lo primero que hice cuando llegué a casa, fue ir a mi habitación y llorar todo lo que pude, sé que quizá esté mal interpretando las cosas, pero no puedo evitar sentirme así.
Cuando Jimin dijo que tenía algo que contarme, sentí miedo, miedo a que se cumpla aquello que estuvo rondando en mi cabeza todo el día.
—Ahhh... estúpido Jeon Jungkook porque no te vas a la mismísima mierda y dejas de joderme la existencia...
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vantewhyz · 5 years
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ㅤㅤㅤ╭┈───────────────── ೄྀ࿐ ˊˎ-
ㅤㅤㅤ╰┈─➤ ❝ 𝐟𝐨𝐫 𝐦𝐲 𝐬𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞𝐬❞
básicamente, es el primer escrito que hago, en el que yo presencio un aniversario, y, sinceramente no sé que decir, llevo, cerca de tres, cuatro años conociéndolos, staneandolos dos, y, dios, no sé, no pensaba que pudiese amar otra banda aparte de one direction, es irónico porque les juraba amor eterno, etcétera.
pero hey, ahora me encuentro amando a siete pendejos que me han hecho feliz, desde la primer canción que escuché, ya me había enamorado, nunca pensé que tanto, y, no sé, me siento completamente feliz de estar apoyando a siete hombres que promueven vibras buenas, lpm, me enamoré de cada uno de ustedes, cada uno tiene ese noseque que me enamoró.
ahora es cuando voy a escribirles a cada uno algo que me enamoró.
empecemos por, 𝚔𝚒𝚖 𝚗𝚊𝚖𝚓𝚘𝚘𝚗.
namjoonie, amo tu forma de pensar, la forma en la que tus hoyuelos se forman en el momento en el que sonríes, lo que me cautivó de ti, fue la forma en la que te expresas, la forma en la que emites un bonito mensaje en trivia : love, todo aquello que piensas, tu cerebro, lo amo tanto.
𝚔𝚒𝚖 𝚜𝚎𝚘𝚔𝚓𝚒𝚗.
¿qué puedo decir? fuiste mi primer bias, fuiste el primero de los siete quién adoraba, aún lo hago. bastante, lo que amo de ti, es la forma en la que cuidas a los chicos, tu risa es tan contagiosa y la amo como no tienes idea, me hace feliz verte sonreír, verte hacer estupideces con tal de hacer felices a los demás.
𝚖𝚒𝚗 𝚢𝚘𝚘𝚗𝚐𝚒.
con sólo verte, pensé que eras el bebé del grupo, luces como un gatito, y, eres tan tierno, ayuda, amo tu voz, amo tus raps, amo el que compongas tu música y disfrutes eso, tu sonrisa, aunque casi no la muestras, pero cuando lo haces, muero de la ternura, maldito yoongi, por ti amo a los gatos.
𝚓𝚞𝚗𝚐 𝚑𝚘𝚜𝚎𝚘𝚔.
mi solecito hermoso, ¿qué mierda me hiciste para que me enamorase de ti? de tu forma de bailar, tu risa, es tan contagiosa y la adoro tanto, yo, no sabía que pensabas irte, y, cuando me enteré, no sé, me puse a llorar porque BTS no sería lo mismo si no son los 7, o son los 7 o no son todos, te amo mi sol.
𝚙𝚊𝚛𝚔 𝚓𝚒𝚖𝚒𝚗.
jimin, jimin, jimin, el amor de mi vida, mi bias, creo que el momento en el que dije, bueno, ya, eres mi bias fue con IDOL, tipo, te conocía y adoraba al igual que todos, pero en IDOL me di cuenta de que tú eras mi bias, eras aquel que atrapó mi corazón, yo amo tu sonrisa, la forma en la que tus ojos se cerraban cuando reías, diablos, hay tantas cosas que amo de ti, que hasta haría un thread para eso.
𝚔𝚒𝚖 𝚝𝚊𝚎𝚑𝚢𝚞𝚗𝚐.
aquel con la sonrisa más linda que haya visto en la vida, la inocencia que tenías o más bien, lucías hace tiempo, y ahora, eres todo un hombre, y estoy orgullosa de presenciar en el maravilloso y gran hombre que te has convertido, el amor por el arte me lo contagiaste, no sé, eres tan lindo y me dan ganas de llorar cada vez que sonríes, nunca dejes de hacerlo.
𝚓𝚎𝚘𝚗 𝚓𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔.
mi conejito, el bebé de army, no sé, tu risita es tan adorable, y cuando vi el vídeo de euphoria ver. piano me di cuenta, que sigues siendo el bebé de bangtan, sigues siendo el maknae de oro, aquel que siempre da lo mejor de si mismo, estoy orgullosa, creciste con 6 chicos que te criaron como un hermano e hijo, te amo mi conejito, te amo tanto.
espero poder disfrutar más aniversarios con ustedes, no tienen idea de lo agradecida que estoy, y el inmenso amor que les tengo, gracias. ❤️
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bulletproofsupport · 5 years
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[ARTÍCULO] 28.03.2019| Los mejores artistas: Una mirada exclusiva dentro del mundo de BTS.
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Tal vez los viste sentados en los sofás iluminados de Ellen DeGeneres y Jimmy Fallon, intercambiando ligeras bromas bilingües con sus deslumbrantes anfitriones. Tal vez cuando hablaron solemnemente sobre la salud mental y el amor propio en la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado septiembre, o cuando una muralla de gritos como de delfín los saludaban a medida que avanzaban en los Premios Grammy en febrero, en elegantes esmóquines a juego, su cabello teñidos en varios tonos de macarrón pastel.
O tal vez la portada de esta revista es la primera vez que has notado realmente a BTS. (Han pasado cosas más extrañas en 2019.) Pero parece indiscutible decir que alguna vez en los últimos dos años, el septeto se ha apoderado del mundo: dos álbumes número 1 en las listas de Billboard en el lapso de tres meses; más de 5 mil millones de reproducciones en Apple Music y Spotify combinados; una serie de fechas de conciertos agotados desde el Staples Center en Los Ángeles hasta el famoso Wembley Stadium en Londres.
Esto difícilmente los hace la primera banda de chicos en dominar un momento cultural, pero el hecho de que todos son nacidos y criados en Corea, cantando canciones en coreano y solo ocasionalmente con un poco de inglés, se siente como algo nuevo. Y muestra un tipo de aceptación global sin precedentes — una donde la música pop se mueve sin barreras o fronteras aun cuando la geopolítica parece retroceder más detrás de duras líneas y altos muros.
 En un día de marzo cegadoramente brillante en Seúl, cinco semanas antes del lanzamiento de su próximo sexto EP, Map of the Soul: Persona, la banda se mantiene en su casa discográfica Big Hit Entertainment, preparándose. En edificios como estos es donde sucede gran parte de la magia del fenómeno conocido como K-pop, aunque la sede de Big Hit en una tranquila calle lateral en el distrito de Gangnam de la ciudad (sí, la misma de la cual cantó Psy en su éxito del 2012 “Gangnam Style”) se parece mucho a cualquier otra oficina de tecnología: pasillos elegantes y salas de conferencia de cristal dispersas con mini neveras bien abastecidas, juguetes de peluche y los ocasionales puffs. Solo una vitrina apilada con un asombroso número de placas de ventas y estatuillas, y una brillante foto impresa a gran escala de BTS en su concierto totalmente agotado en Citi Field de Nueva York el pasado octubre, revelan el negocio que hacen aquí.
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 Por un largo pasillo, los 7 miembros descansan en varios estados de preparación mientras se reúnen para pregrabar un video de agradecimiento para un premio de iHeartRadio que no podrán recibir en persona. Jimin, rubio decolorado y de labios gruesos, está teniendo su cabello cuidadosamente planchado en un cuarto de vestuario lleno con estantes de mezclilla coordinada y ropa callejera neón. Docenas de pares de Nike y Converse impecables están apilados en una esquina, una sola chaqueta de piel artificial de color helado de fresa colgada en una percha detrás de él, como un descuidado Fraggle.
 Jungkook, el bebé de la banda de 21 años, se sienta obedientemente en la silla plegable en el estudio de baile, también teniendo su cabello atendido; J-Hope pasa con una camisa de vestir blanca estampada con una gran serigrafía de Bart Simpson, después sonríe y desaparece. Suga, V y Jin están acurrucados en sofás bajos al lado, revisando sus teléfonos y ocasionalmente cantando fragmentos de "My Bad" de la estrella americana de R&B, Khalid.
RM, de 24 años, el líder de facto del grupo y el único hablante de inglés fluido es el último en llegar.
 Practican su discurso para el equipo de cámaras y hacen tal vez cuatro o cinco tomas hasta que el director está satisfecho. Después se acomodan para una conversación en una sala de descanso aireada arriba, acompañados de su traductor de mucho tiempo, un gran, amigable y calvo hombre en un traje de negocios llamado John. (A menos que se indique lo contrario, las respuestas de todos los miembros, aparte de RM, pasan por él). Varias semanas después de regresar de sus primeros Grammys, ellos están en lo más alto de la experiencia: presentar el premio a H.E.R. por mejor álbum R&B; hablar con Shawn Mendes en el baño de hombres —"Estaba como, '¿tengo que decirle quién soy?'" recuerda Jimin, "pero él dijo hola primero, lo cual fue muy agradable" — y estar sentados a un solo 'tiro de lentejuela' de Dolly Parton. ("¡Ella estaba justo ahí enfrente de nosotros!" se asombra Jungkook. "Increíble")
 Tan felizmente deslumbrados como parecen estar por otras celebridades, ver a BTS en carne propia dispara la misma desorientadora, pero no desagradable sensación de la irrealidad. En pantalla, la banda puede lucir desconcertadamente bonitos, avatares de una especie de belleza postgénero sin poros, quienes parecen existir dentro de sus propios filtros de Snapchat de la vida real. En persona ellos siguen luciendo ridículamente bien, pero de una manera más juvenil y cercana: flequillo desordenado, incluso el ocasional labio agrietado o las pequeñas (bueno, minúsculas) imperfecciones. Quítales sus tenis altos Balenciaga y el discreto doble Cs de joyería Chanel, y ellos casi podrían ser el lindo chico de universidad a tu lado en la cafetería o en el tren.
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 A diferencia de que viajar en el transporte público o entrar casualmente a un Starbucks dejó de ser una opción para BTS hace mucho tiempo. En Seúl, sus rostros están plasmadas en los quioscos, en los carteles de las calles y en los costados de los autobuses – incluso en espectaculares digitales enormes que los ciudadanos comunes compran y pagan para reconocer el cumpleaños de un miembro querido, o simplemente porque sí. En ciudades como São Paulo, Tokio y París, los fanáticos acampan días antes para conciertos y apariciones públicas, intercambiando obsesivamente trivias y rumores de avistamientos. Cuando la banda publicó su versión del #InMyFeelingsChallenge de Drake, se convirtió en el tweet con la mayor cantidad de ‘me gustas’ del 2018; este verano, Mattel lanzará la línea oficial de muñecos de BTS.
En el centro inmóvil de este huracán raro de la fama, los chicos se las han arreglado para encontrar unos cuantos núcleos de normalidad. Jimin recuerda con nostalgia una vez en Chicago cuando pudieron salir discretamente de sus habitaciones de hotel sin ser detectados “tarde en la noche, solo para tomar un poco de aire fresco.” Pero la mayoría de los lugares, él admite, “eso está realmente fuera de discusión” al menos de que se dividan en grupos más pequeños. “Quiero decir, míranos,” RM añade con una risa, pasando una mano por su flequillo plata-níquel. “¡Siete chicos con el cabello teñido! Es realmente demasiado.”
En su lugar, ellos se enfocan en las cosas que pueden hacer, como escabullirse para ir al cine (“Siempre en la última o en la primera función,” dice RM, si ellos quieren pasar desapercibidos), comprar en línea (V ama eBay, especialmente por la ropa), ir a pescar, jugar StarCraft en casa. El alojamiento grupal en realidad es común para las estrellas K-pop, y BTS parece apreciar la estabilidad compartida: “Hemos estado viviendo juntos hace un tiempo ya, casi ocho, nueve años,” dice Jimin. “Por lo que en el principio tuvimos muchas discusiones y conflictos. Pero hemos llegado a un punto donde podemos comunicarnos sin palabras, básicamente solo viéndonos unos a otros y leyendo las expresiones.”
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 Aunque ellos son infaliblemente educados y atentos en las entrevistas, hay una cierta cantidad de caos contenido cuando todos están juntos – una especie de ciclón de cachorros agitados con empujones juguetones, palmadas en la espalda, y complicados apretones de mano – pero también una dulzura sorprendente y enternecedora en la forma en que se tratan en los momentos más tranquilos. Cuando se plantea una pregunta al grupo, ellos se esfuerzan para asegurarse de que se escuche a cada uno de ellos, y si alguien está batallando para encontrar una palabra, rápidamente se acercan para darle una palmadita en la rodilla o un abrazo de costado tranquilizador.
Sin embargo, incluso con la barrera del idioma al hablar con un periodista estadounidense, sus personalidades individuales rápidamente empiezan a emerger: se les pidió nombrar sus primeros recuerdos pop, las respuestas llegaron por todos lados. “Amaba ‘Stickwitu’ de Pussycat Dolls,” dice J-Hope, el bailarín más destacado del grupo, chasqueando sus dedos y murmurando el coro. Para RM, quien comenzó en la escena underground del rap en Seúl, es “Lose Yourself” de Eminem. (“Pienso que eso es, como, una elección de vida para tantas personas en todo el mundo,” admite, “pero no puedo olvidar cuando vi por primera vez 8 Mile y escuché las guitarras. Ese fue mi momento decisivo.”) Para Jungkook, quien ha publicado covers de las canciones de Justin Bieber y Troye Sivan, fue la inmortal balada lite-FM “Now and Forever” de Richard Marx.
Suga, de voz suave, cita a “Imagine” de John Lennon como “la primera canción de la que me enamoré,” que se siente como una entrada adecuada para preguntar dónde se ve BTS así mismos en el panteón de los ídolos musicales que los Fab Four esencialmente inventaron. “A veces se siente realmente vergonzoso cuando alguien nos llama los Beatles del siglo XXI o algo así,” reconoce RM. “Pero si quieren llamarnos una banda de chicos, entonces somos una banda de chicos. Si quieren llamarnos un grupo de chicos, entonces somos un grupo de chicos. Si quieren llamarnos K-pop, entonces estamos bien con K-pop.”
Ah, K-pop. En Corea del Sur, donde el género se ha convertido no solo en un producto cultural principal, sino en una exportación multimillonaria, los jugadores, conocidos como “ídolos,” pasan por una rigurosa educación al estilo de la Fama en canto, baile y entrenamiento para los medios de comunicación que a menudo continúa por años antes de que se les considere listos para ser el centro de atención. Y ha dado frutos: El negocio ha estado en auge desde principios de los 90s, con estrellas como Girls’ Generation hasta G-Dragon atravesando varios mercados en Asia, Europa y América. Pero mientras que el sonido se ha mantenido bastante consistente – una mezcla inteligente de ritmos listos para el club, coros híper endulzados, y las inflexiones más urbanas del Hip Hop y R&B occidentales – nunca había aterrizado con el impacto relámpago de BTS.
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Bang Si-Hyuk, el CEO y fundador de Big Hit, empezó a conformar la banda en 2010, cuando todos los miembros estaban en su pre-adolescencia o adolescencia. RM y Suga venían de la escena local del rap; Jimin y J-Hope estudiaban danza en escuelas de artes escénicas; V, quien se enfocó en el canto desde el principio, se unió oficialmente en 2013. Jin era un aspirante a actor fue reclutado en la calle por su apariencia llamativa; Jungkook, ahora el vocalista principal del grupo se unió mientras aún estaba en la escuela secundaria.
Aunque las páginas de fans tienden a apoyarse en sus diferencias extracurriculares (¡Jungkook es un Virgo que ama la pizza! ¡V colecciona corbatas y aprieta sus dientes mientras duerme!), cada miembro realmente tiene un espacio único en el proceso del grupo, ya sea inclinándose más hacia la producción, letras, o los ganchos de gran tamaño de los que dependen sus canciones. “Con siete miembros tenemos siete gustos diferentes, evidentemente,” dice RM. “Así que cuando se trata de composición, es como una gran competencia.” Ocasionalmente, añade J-Hope, “escribiremos una letra y decidiremos, ‘Esto me refleja [más], quien soy y mi propio color,” entonces querremos guardar eso para una canción en solitario.”
Ya que Big Hit no restringe sus derechos para canalizar algunas ideas en proyectos paralelos – y porque el apetito por más material en línea de BTS es aparentemente insaciable – los miembros regularmente lazan trabajos en solitario mediante EPs, SoundCloud y mixtapes. Pero el impacto principal aún viene de los lanzamientos oficiales de álbumes, y los temas particularmente importantes que toman esas canciones – una notable desviación de los temas restrictivos, a menudo temas enérgicamente optimistas que otros artistas K-pop suelen cubrir.
“Le prometí a los miembros desde el principio que la música de BTS debe venir de sus propias historias,” dice Bang; su sinceridad subsecuente acerca de sus propias luchas contra la depresión, la baja autoestima y la presión para conformarse los llevó hasta las Naciones Unidas el otoño pasado, donde RM abordó la campaña Love Myself de la banda y la colaboración juvenil #ENDviolence con UNICEF.
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 “Ellos sobresalen,” dice el DJ y productor japonés-americano Steve Aoki, un artista mundial del género dance con grandes ventas que también ha colaborado con la banda en varias canciones. “Y no solo estoy hablando sobre K-pop. Ellos agregan gran parte de su personalidad a la música y en sus historias y la forma en que se presentan a sí mismos. Y el mundo se ha enamorado de ellos porque están mostrando ese lado vulnerable que todos quieren ver.”
También ayuda que el grupo tiene mensajes más acentuados que a menudo se incluyen en la auditiva mantequilla de maní pegajosa de himnos como “No More Dream,” “Dope,” y “Am I Wrong.” Pero ellos siempre aprecian la oportunidad, dice Suga, de ser “un poco más francos, un poco más abiertos.” RM profundiza: “Creo que es un dilema interminable para cada artista, qué tanto deberíamos ser francos y honestos. Pero intentamos revelarnos tanto como podamos.”
La honestidad tiene sus límites, sin duda, cuando eres la banda más grande del mundo. Cuando se les pidió que describieran el nuevo álbum, previsto para el 12 de abril (en el momento de la publicación, ya había alcanzado más de 2.5 millones de preordenes), los miembros ofrecieron kōanes crípticos pero entusiastas como “terapéutico” y “frescura reconfortante.” Para ser justos, no pueden decir mucho en parte porque la lista de canciones del nuevo álbum no está finalizada todavía – las decisiones tardías siendo un lujo en la producción interna – sin embargo, sí aceptan reproducir una canción, un increíble propulsor con intenso rap llamado “Intro; Persona.” (Fue publicado como un avance el 27 de marzo; puedes ver el vídeo aquí.)
Cuando se trata de preguntas más personales sobre los desafíos de tener citas o las metas que podrían querer perseguir después de BTS, giran con tanta gracia hacia respuestas evasivas o inespecíficas, que no puedes evitar estar impresionado; es como ver a un diplomático bailar sobre hielo. Ellos quieren que sepas que están increíblemente agradecidos por la devoción de sus fans, y tan bendecidos de estar exactamente donde están; que ellos realmente no piensan en los planes en términos de cinco o diez años. Pero se vuelven reflexivos cuando el tema de santo grial del pop estadounidense, la lista de sencillos Hot 100, se plantea. Ellos lograron entrar al top 10 el año pasado con “Fake Love” pero aún tienen que alcanzar una posición más alta, en gran parte debido a que la cobertura radiofónica principal— un gran componente de la dominación del Hot 100— todavía los elude en los Estados Unidos.
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 “Tendrá que ser una gran canción,” reconoce Suga, “pero también hay toda una estrategia que está asociada con el ascenso. Y luego tiene que haber una cantidad de suerte, obviamente. Así que lo que es importante para nosotros es solo hacer buena música y buenas presentaciones y que todos esos elementos se junten.” ¿Un exitazo en español como “Despacito” del 2017 – que pasó un récord de 16 semanas en el número 1 – los hace más optimistas sobre sus propias posibilidades? “Sabes, el pop latino tiene sus propios Grammys en Estados Unidos, es algo diferente,” dice RM pensativamente. “No quiero comparar, pero creo que es aún más difícil como un grupo asiático. Un número uno en el Hot 100 y una nominación al Grammy, estas son nuestros objetivos. Pero solo son metas – no queremos cambiar nuestra identidad o nuestra autenticidad para obtener el número uno. Es como si de repente cantáramos completamente en inglés, y cambiáramos todas estas otras cosas, entonces ese no es BTS. Haremos todo, lo intentaremos. Pero si no pudiéramos obtener un número uno o número cinco, está bien.”
Aoki, por su parte, tiene fe en que llegarán ahí. “Creo que es 100 por ciento posible que una canción cantada completamente en coreano pueda llegar a la cima del Hot 100. Creo firmemente que, y realmente creo firmemente que BTS puede ser el grupo que pueda hacer eso. Va a sentar las bases para muchos otros grupos, que ya lo han estado haciendo— y cuando eso pase, todos vamos a celebrar.”
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Sin embargo, de vuelta en Big Hit, la banda tiene más trabajo inmediato que hacer. RM ofrece un recorrido rápido por su sala de producción (cada miembro tiene su propio espacio dedicado en el sitio). La puerta exterior está protegida por una extravagante colección de figurillas del reconocido artista callejero Kaws, pero en el interior se siente, incongruentemente, como entrar en una pequeña y lujosa cabaña de Sundance que también tiene una caja de resonancia: Hay una hermosa mesa de centro hecha de una pieza única de nogal negro; tapetes de estilo navajo; arte sofisticado en las paredes. RM habla con facilidad sobre su admiración por productores como Zedd y Neptunes (“Pharrell Williams y Chad Hugo fueron mis verdaderos ídolos en 2006, 2007. ¡La voz de Pharrell! Es tan sexy, cómo canta”), y le resta importancia a sus propias habilidades (“Como creador de pistas, Suga es mucho mejor que yo. Ni siquiera sé tocar el piano – solo hago los acordes de esta manera”, insiste, imitando las manos de los Muppet del teclado.
 Luego regresa al estudio de baile, donde se han cambiado a pantalones deportivos y camisetas para repasar nuevos pasos con un coreógrafo. Comienza con una difícil formación de triángulo, y un combo elaborado de giros de cadera en movimientos pélvicos/agarres de entrepierna que en realidad ejecutan mucho más inocentemente de lo que parece, principalmente porque se detienen para reírse de sí mismos. Sin embargo, pronto se concentran, repitiendo los movimientos hasta que parecen concisos pero fáciles, casi como una idea de último momento. Parece que es tiempo de dejarlos; los chicos dicen adiós con la mano alegremente, gritando un ruidoso coro de despedidas. Luego dan la vuelta hacia el espejo y siguen bailando.
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 Fuente: Entertainment Weekly.
Trad ESP. Bulletproof Support. 
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