Tumgik
#eso al menos no me hace sentir tan mal
sherlatson · 3 months
Text
No sé muy bien ni qué escribir o cómo expresar lo que siento respecto al tema de A. No sé muy bien ni como obtener mi propia paz. Entiendo que de tener unos objetivos mayores este tema no me sacaría tanto tiempo de rumiaciones y malestar. Pero el sentir que tampoco tengo ilusión por nada me ha dolido bastante y no sé muy bien cómo gestionar esto. Entiendo que he pasado mucho tiempo no solo convenciéndome sino también aceptando que el hacer unas oposiciones es la única manera que tengo de poder independizarme y vivir una buena vida teniendo en cuenta la situación inmobiliaria, social y relacional en la que nos encontramos ahora mismo como sociedad. Ojalá no tener que ser así, ojalá poder tener sueños y objetivos mágicos y que el dinero fuese secundario. Pero no lo es. Lamentablemente no lo es y jamás podré ser escritora mientras siga así, jamás podré dedicarme a la lectura como me gustaría ni a decorar una casa bonita ni a adoptar gatitos ni a sentirme feliz sin un sueldo que me permita vivir, y vivir de verdad, no solamente subsistir. También siento que el esforzarme por esto requiere mucho de mí y siento que emocionalmente he estado muy tocada como para ponerme a ello y simplemente me faltan energías y motivación. Y realmente solo quería tener una red de apoyo agradable y se ha visto TAN desestabilizada porque me he sentido abandonada y he sentido, sigo sintiendo, que me han roto el corazón y me han hecho muchísimo daño, que aun ni siquiera sé cómo recomponerme. Siento una gran rabia dentro y a veces también siento una gran pena que me hace tender a la comprensión y al intentar entender que no fue todo tan malo y que en parte fue culpa mía y en qué hubiese pasado si. Pero no siento que ninguno de estos pensamientos ahora mismo me puedan llevar a ningún lado. Siento que me cuesta mucho encontrar la paz y el aceptar que la relación se ha acabado y que ahora mismo por mucho que piense y repiense el tema nada va a suceder antes o después. Ojalá, supongo, ojalá volver a tener una conversación. Porque señor, siento que me debe una conversación y una disculpa. Pero es que tal vez no la tenga jamás en la vida y tengo que aceptar que la situación ahora es la que es y no puedo vivir estancada en ello por muchísima rabia que me de y por muchísimo que desee que sufra tanto como yo estoy sufriendo porque me parece injusto ser la persona abandona y que me haya tratado así. Siento tan fuerte que ha sido una hipócrita y yo no me merezco ser tratada así. Y si tan mal me ha tratado y tanta rabia siento, ¿por qué sigo queriendo que volvamos a ser amigas y las cosas se solucionen? Entiendo que soy humana y que esas contradicciones existen y son normales, pero supongo que también me dan rabia y me da rabia no entender. Aunque sí que lo entiendo, en verdad no ha sido para tanto. Echo de menos a mi amiga y perdonaría cualquier cosa con una conversación y un par de palabras, porque soy así. Pero ahora lo que me duele es que no esté dispuesta a hacer ese esfuerzo, a intentar recuperar mi amistad. Sé que tengo que seguir adelante, encontrar paz y aceptar esta situación. Lo sé, lo sé. Lo sé. Me cuesta. Y una parte de mí siente que si seguimos aquí aun podemos seguir en una especie de puente entre lo que una vez fue una amistad y ya no es. Y yo sé que objetivamente puedo estar mejor y aceptar la situación y que si se da que quiera volver a recuperar la amistad que pueda darse. Objetivamente lo sé, pero me cuesta tanto. No sé muy bien qué hacer para lidiar con esto. No sé si volver a hacer las cartas. No sé si hacer un poco de reestructuración de todo lo que ha pasado. Siento que ya he quemado a mis amistades y que cuando ha pasado tanto tiempo la gente deja de entenderlo y simplemente espera que estés bien. Claro que no estoy tan mal como hace un año y pico, ni como hace unos meses, pero me sigo sintiendo tan mal. Entiendo que realmente no ha sido un proceso linear, sino que han sido muchos trompicones y falsas ilusiones. Y que apenas en Octubre, o realmente en Diciembre empecé a caer en la cuenta que esto estaba perdido y ya no había nada que
4 notes · View notes
sweetillnessofm · 3 months
Note
¡hola! antes que nada escribes muy bien, y fui fan de tu trabajo pasado, sigue así🫶
queria pedir algo de rough angry sex con enzo🫣después de una discusión!!
holii, aparezco gente, gracias por tus comentarios bonitos anon🫶 espero esto les guste 😪
kiss and make up☆
(one shot)
ADVERTENCIAS/TAGS🗯: enzo vogrincic x reader, smut, rough sex, fingering, kinda mean enzo(?), hair pulling, cum swallowing
Tumblr media
todo empezó por una mandarina.
o bueno, eso creyó enzo al principio.
desde que despertaron ambos en la mañana, el mayor pudo notar que tus ánimos no eran los mejores. apenas dándole los buenos días te dirigiste a la cocina para hacer el desayuno; sin ni siquiera un beso, o un abrazo, ni el típico rato que pasaban enrollados uno con el otro entre las sábanas disfrutando del calor corporal... pasaste de él.
trató de no hacerse mucha mente y unos minutos después bajó a la cocina donde te encontró de espaldas, frente a un sartén del cual se desprendía el olor de unos panqueques. se acercó hacia ti con pasos un tanto ruidosos para que no te asustaras cuando sintieras sus brazos rodear tu cuerpo, y apoyó su mentón en tu hombro cariñosamente, observando desde arriba los alimentos que preparabas.
"te comiste mi mandarina, enzo" espetaste con fastidio, saliendo de su abrazo y moviéndote hacia el tacho de basura para desechar unas cáscaras.
"¿cómo?" respondió con el ceño ligeramente fruncido, sintiendo genuina confusión.
"anoche, anoche cuando llegaste te comiste la mandarina que dejé en la heladera" te giraste hacia él enfrentándolo. "ya yo estaba dormida" murmuraste y devolviste tu atención al sartén caliente.
el castaño pareció recordar su travesura. "aah, sí, sí. sí me la comí, pero no creí que te molestaría, chiquita" dijo con un tono suave y se volvió a acercar a tu cuerpo "perdoname, no es tan grave, sabés que puedo salir a comprar más-".
giraste los ojos, más enfadada que antes. "déjalo, ya, no hace falta" serviste en los platos de cada uno los panqueques y le tendiste el suyo a enzo "toma, provecho".
consumieron sus desayunos en silencio, evitabas la mirada del castaño a toda costa con tus ojos fijos en el plato. confundido y pensativo, enzo quiso preguntarte si realmente era una simple mandarina lo que había causado tanta molestia en ti, cuando fue interrumpido por el sonido de una de sus alarmas recordándole que se le estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, que era una nueva película en la que llevaba dos meses participando.
se disculpó contigo y te dio un beso en la frente antes de lavar su plato y subir a la habitación a prepararse, dejándote con la mirada perdida en la mesa y terminando tu desayuno sola.
en algún tiempo libre del día te llamaría y trataría de arreglar las cosas, pensó, no podían quedar mal por un pequeño error de él y una simple fruta. sí, definitivamente eso haría.
si tan solo hubieras contestado sus llamadas.
llegó el mediodía cuando sentiste la primera vibración de tu celular, y en vez sentir felicidad al ver el nombre de "mi vida ♡" en la pantalla, solo sentiste tu pecho llenarse con un incómodo sentimiento de enojo. lo mismo fue con la segunda, con la cuarta, y la séptima llamada, tanto así que llegó a un punto donde tuviste que silenciar por completo el aparato.
no estabas segura de por qué actuabas así, te sentías como una nena malcriada hasta cierto punto, pero supusiste que era por los días que llevabas acumulando tus sentimientos reales.
obviamente tu malestar no era por una mandarina, eso solo fue un gatillo para que se disparara tu estado de ánimo reprimido. la realidad era que te sentías descuidada por enzo.
desde que empezó con su nuevo papel pudiste notar como cada vez pasaban menos tiempo juntos; habían menos oportunidades para salir, para las actividades que solían hacer antes, para tener sexo. apenas teniendo un corto momento en las mañanas para poder sentir el calor y el cuerpo del otro antes de que el mayor se despidiera, no era suficiente. te hacía mucha falta y sentías también que no tenías siquiera el tiempo para poder expresarle cómo te sentías.
al principio era tristeza pura lo que te llenaba pero con los días se transformó en rabia. porque enzo parecía no darse cuenta y parecía que no se sentía afectado.
cayó la noche y estabas saliendo de la ducha cuando escuchaste la puerta de la habitación abrirse.
"¿amor?" escuchaste la voz preocupada del castaño "nena, qué pasó? te llamé mil veces y no me contestaste ninguna, me tenías mal" se acercó rapidamente a ti cuando te vio salir del baño envuelta en una toalla. "de verdad necesitaba hablar con vos, pero sabés como es todo, no podía regresarme a la casa" tomó tus manos entre las suyas, mirándote preocupado.
"disculpame, me quedé dormida" respondiste tosca. te soltaste de su agarre y fuiste al ropero a buscar tu pijama.
"pero por qué no me devolviste las llamadas?" siguió tu andar con su mirada y chasqueó la lengua. "mirá, no sé si realmente estés así por la estupidez de la mandarina, te dije que podía comprarte más, pero si no es eso necesito que me digas ya qué carajos tenés".
notaste como progresivamente su tono de voz dejaba de ser suave y comprensivo para volverse más alto. "desde que despertaste me tratas diferente, ni siquiera un beso nos dimos. todavía en la cocina me girás los ojos y me sacás de encima así sin más, y en todo el desayuno me ignoraste, te buscaba la mirada y nada" negó con la cabeza.
"entonces aparte de eso te llamo porque realmente me preocupa estar bien con vos, porque sos mi mujer y te amo, y qué recibo? el jodido buzón" se pasó una mano por el cabello, con estrés. "no soy adivino, necesitamos comunicarnos, entendelo".
"te preocupa estar bien conmigo?" esta vez fue tu turno de responder, alterada. "te preocupa tantísimo que en estos dos meses te has distanciado un montón y hasta ahora sigues sin darte cuenta?" estabas casi gritando, finalmente le estabas contando la verdad, aunque en una circunstancia que se pudo haber evitado. "andate al carajo" te giraste hacia el ropero de nuevo buscando la ropa, esperando de espaldas a él con la piel erizada una respuesta filosa de su parte.
"entonces era eso," rió con amargura "te costaba demasiado decirlo desde antes? sabés lo importante que es decirnos este tipo de mierdas, dios" con cada oración se iba acercando más a ti. ajena a ello seguiste buscando entre las gavetas.
continuó "parece que sí, porque tuviste que esperar y llegar a este punto, para que yo llegara cansado del rodaje y en vez de ser recibido con un abrazo al menos, soy recibido con este berriche". te diste la vuelta rápidamente hacia él para protestar cuando lo encontraste muy cerca de tu cuerpo, con sus ojos clavados en ti.
teniéndolo tan cerca pudiste observar con detalle su expresión. iracundo, con el cabello desordenado, el ceño fruncido, los ojos llenos de agotamiento y una mandíbula apretada, tensa.
realmente esta era una parte de enzo que no conocías, porque sus discusiones solían ser tan tontas y reducidas que ninguno de los dos acababa enojado propiamente. claro, hasta ahora.
algo que no esperabas en lo absoluto era que tal cosa empezara a causar una humedad entre tus piernas...
tal vez ya te estabas volviendo loca por la falta de sexo.
negaste con la cabeza tratando de deshacer tus pensamientos. "es esto solo un berrinche para ti, enzo?" soltaste con rabia. "dime, crees que no me afecta estar jodidamente sola acá en la casa? nada más que esperando como imbécil a que llegues tarde por la noche y ni siquiera podamos hablar un rato, porque llegas durmiendo. y ni hablar de los días libres donde nada más lees y lees guiones".
caminaste pasando de él y dijiste a lo ultimo "hace cuánto tiempo que no cogemos?" el tono de tu voz ya había bajado, casi en derrota.
al ver que enzo se quedó de espaldas a ti sin responder, suspiraste y te quitaste la toalla que envolvía tu figura, para empezar a vestirte.
con la mirada fija en el suelo, a punto de deslizar por tus piernas las bragas que escogiste, sentiste como enzo se abalanzó sobre ti haciendo chocar tu espalda contra la pared que había detrás de ambos, con su boca empezando un camino de mordidas y chupetones nada suaves en tu cuello, hacia tus hombros y clavículas.
gemiste agarrando sus brazos, sintiendo sus manos recorrer desesperadamente tu desnudo cuerpo y bajar hacia tu culo, el cual amasó con fuerza acercándote lo más posible hacia él. en un movimiento involuntario abriste las piernas, lo cual aprovechó el mayor para introducir una suya en el espacio entre ellas y poder rozar su muslo contra tu coño.
jadeaste al sentir la fricción de la tela contra tu clítoris y empezaste a mover tus caderas con la intención de estimularte más, cosa que no lograste por el fuerte agarre que tenía enzo en estas. en cambio, sentiste como este empujó su pierna ásperamente contra ti, restregándola de atrás hacia delante y mojando la tela con tus jugos en el proceso.
"entonces lo que querés es que te coja, no?" musitó contra tu oreja, soltando una pequeña risa sin gracia al escuchar tus agudos gemidos.
desviaste tus ojos hacia algún punto de la habitacion, evitando su pregunta.
detuvo los movimientos de su pierna mirando con sorpresa el desastre que estabas haciendo en su pantalón "mirá como estás de mojadita... acaso te calienta que discutamos? mhm? decime".
tomó con fuerza tu mandíbula obligándote a mirarlo. "te calienta que me enoje con vos".
no querías admitirlo aunque en el fondo sabías que era cierto. era algo que nunca habías sentido hasta ahora. "puede ser" dijiste sin aliento "igual, n-no puedes culparme, si estoy así es porque me has descuidado".
"ah, en serio?" dijo bajando su mano hasta tu coño e introduciendo dos dedos de golpe, haciéndote soltar un grito ahogado. "no sabía que por unos cuantos días sin sexo te volverías tan sucia, sos terrible".
esto no era nada parecido a las otras veces que tenían relaciones. esta vez eran acciones bruscas y descuidadas, movimientos en los que podías sentir el enojo de enzo y tal vez la misma desesperación que tu llevabas sintiendo hace semanas. todo muy distinto a las caricias delicadas y palabras de amor a las que estabas acostumbrada
y te estaba encantando.
enzo comenzó a mover sus dedos rápidamente dentro de ti, abriéndolos y cerrándolos en forma de tijeras ocasionalmente para poder estirarte, con su otra mano todavía sosteniendo tu cara con firmeza. sus bocas se rozaban sin llegar a besarse como tanto anhelabas, cada vez que intentabas acercarte al mayor este se separaba burlándose de ti y causando que formaras un puchero.
"aw, qué pasa amor, ahora querés que te bese?" dijo el contrario con falsa inocencia. "no fuiste vos la que me estuvo rechazando toda la mañana?"
sintió como te apretabas alrededor de sus dedos, intentando callar tus gemidos, y empezó a dar movimientos circulares en tu clítoris con su pulgar sabiendo que así no podrías contenerte. "estás cerca chiquita?"
"s-sí en, no pares, por favor-" los jadeos y gemidos comenzaban a salir de tu boca cada vez más fuertes.
curvó sus dedos golpeando con fuerza tu punto más dulce, y cuándo sintió tu cuerpo entero tensándose a punto de derrumbarse ante el orgasmo, los sacó por completo dejándote vacía, lloriqueando con tu coño pulsando alrededor de la nada.
"no, no, enzo, p-por qué?" tus piernas flaquearon por el orgasmo perdido pero el fuerte agarre del castaño en tu cuerpo te mantuvo firme.
"perdoname chiquita, pero quiero que nada más te corras conmigo adentro". llevó sus dígitos mojados de ti hacia tus labios y sentiste tus propios fluidos en ellos. "si tanto querías que te cogiera..."
"chupalos" dijo en referencia a sus dedos y abriste tu boca obedientemente succionandolos con vigor, saboreándote a ti misma, hasta que los dejaste limpios.
enzo te encaminó hacia el tocador que estaba al otro lado de la habitación, tus caderas chocando con la madera de este al llegar. te giró bruscamente dejándote ver en el gran espejo el reflejo de la imagen tan caliente de ese momento.
un enzo totalmente vestido, ocupado desabrochándose el cinturón, detrás de tu figura desnuda y llena de las marcas que dejó previamente en ella con su boca y sus manos. tus mejillas rojas al igual que tu boca de tanto morderla.
sentiste como enzo separaba tus piernas con su pie desde atrás y finalmente deslizaba su miembro entre tus labios, esparciendo tu humedad en él.
"metemela ya, en" arqueaste tu espalda alzando tu culo hacia él, persiguiendo su polla "te lo ruego-"
"que impaciente saliste," susurró en tu oreja, y sin más demora metió de una estocada su miembro en tu agujero arrancándote un gemido lastimero. "tan desesperada por tener una pija dentro".
al instante comenzó sus embestidas duras y rápidas, jalando con su mano un puñado de tu cabello y con la otra agarrando fuertemente tu cadera, tan fuerte que estabas segura de que aparecerían marcas.
solo te quedaba gemir y lloriquear al sentir como golpeaba fuertemente tu punto dulce con la punta de su miembro. en parte sentías alivio de por fin tener su polla dentro de ti, y por otra parte un hormigueo nuevo de excitación te crecía en todo el cuerpo por la manera ruda en la que te cogía. apoyaste tus manos en la mesa del tocador como soporte y observaste en el espejo la escena que ambos hacían.
enzo se deleitaba mirando como su miembro desaparecía en tu coño con cada estocada, sus ojos fijos en la forma en la que rebotaba tu culo. jaló con más fuerza tu cabello haciendo que echaras tu cabeza hacia atrás y tu cuello quedase expuesto a su boca, con la cual empezó a succionar y moder tu piel nuevamente causando que tus ojos se pusieran en blanco.
"e-enzo, besame" drogada de placer suplicaste al mayor quien, sin reducir la rudeza de sus embestidas, soltó tu cabello y envolvió sus brazos en tu torso, pegando tu espalda a su pecho.
recostaste tu cabeza en su hombro cuando sentiste su mano tomar tu mentón y girar tu cara hacia la suya, juntando al fin sus bocas en un hambriento y desordenado beso donde sus lenguas se enredaban.
gemiste en la boca de enzo quien gruñía con desespero al sentirte apretar su miembro, por lo que rompió el beso y habló "ya te vas a venir, chiquita? sí?" sus caderas no dejaban de chocar contra las tuyas, lo miraste con lágrimas de placer formándose en tus ojos y asentiste. "venite, preciosa, venite sobre mí".
a pesar de tus intentos de mantener contacto visual, inevitablemente tus ojos se cerraron al sentir un orgasmo azotarte con fuerza. te estabas viniendo sin siquiera haberte tocado a ti misma. espasmos recorrían tu cuerpo y tus piernas se volvían débiles con temblores, mientras que tus paredes se contraían una y otra vez en la polla del mayor haciéndolo gemir por lo bajo.
la velocidad de sus movimientos se redujo, pero no la profundidad, penetrándote así a través de tu clímax y sintiendo el suyo cerca.
cuando el conocido hormigueo se hizo presente en su vientre, salió del calor de tu coño y te giró dejándote frente a él. te arrodillaste aún temblorosa entendiendo el mensaje.
"abrí la boquita, amor" jadeaba mientras masturbaba su miembro frente a ti, moviendo su mano con rapidez.
obedeciste y abriste la boca, acercándola a la punta donde con tu lengua trazaste pequeños círculos llevando al castaño al límite. sentiste las calientes tiras de semen caer en tu boca, la cual cerraste tragando entero ante la mirada oscurecida de enzo.
la abriste de nuevo y sacaste tu lengua ante él, mostrándole que no dejaste nada. te ayudó a levantarte del suelo y empezó a besarte con desespero envolviendo tu cintura con sus fuertes brazos.
"perdoname por descuidarte, mi vida" rompió aquel beso juntando sus frentes, y habló con el tono de voz calmado que usaba siempre, ya relajado. "tenías razón, no me estaba dando cuenta de lo mucho que me hacías falta".
"no, perdoname tu a mí. sí debí decírtelo antes" susurraste acariciando su mejilla suavemente con tu mano.
"crees que me pasé?" el castaño recordó de repente la rudeza de su actuar hace unos momentos, escaneando tu cuerpo y observando todas las marcas que dejó en él.
"definitivamente no," no pudiste evitar soltar una pequeña risa ante su preocupación. "de hecho, creo que deberíamos discutir más seguido, no lo sé" bromeaste y reíste más al verlo lanzarte una mirada reprochadora.
"definitivamente, te volviste una sucia" dijo enzo sin poder ocultar la sonrisa divertida que se formó en su rostro.
832 notes · View notes
junmsli · 2 months
Text
heated
pairing. felipe otaño x reader
cw/tw. smut, oral sex (pipe recibe), unprotected sex, pipe!celoso, relación establecida, afab!reader/pronombres femeninos, otra vez siento que me olvido de algo
word count. 1.8k+
rating. +18
Tumblr media
"¡no podes estar tan cerca de fran y pretender que no me joda!" pipe suelta con furia, ambos de pie en la sala de su apartamento frente a los muebles, tú con un semblante exasperado y él manteniendo un rostro enojado, sus rasgos están tensos y su mirada es fulminante.
“fran es solo un amigo cercano, feli, ¿no es eso obvio?” tratas de razonar pero pipe no busca entender la situación, quiere dejarte en claro que la sola idea de verte cerca de otro hombre le causa repulsión.
“me importa una mierda si es amigo nuestro o no, no puede ser tan pegajoso y cariñoso con mi mujer.”
"feli, entiende que esa es su manera de expresar cariño. por favor, bájale dos líneas a tus celos", exclamas con un suspiro, exhausta de la situación. felipe simplemente rueda los ojos, incapaz de comprender.
no puedes negar que fran ha permanecido cerca de ti durante gran parte de la noche, pero comprendes que sus intenciones no son coquetear contigo ni interferir en la relación con felipe. para él, el contacto físico es su forma natural de mostrar afecto, pero eso no lo convierte en alguien que busca seducir o romper relaciones, eso lo sabes con certeza.
aún así, pipe está furioso, cegado por los celos al imaginar que estás con alguien que no es él. “seré tan celoso como quiera si se trata de vos” te mantienes en silencio por unos segundos, evaluando la situación.
“feli, soy tuya, ¿entiendes?” dices mientras rodeas su cuello con tus manos. él baja la mirada hacia tus brazos que lo envuelven, incapaz de resistir el contacto, coloca sus manos en tu cintura y la acaricia lentamente. su expresión enfadada titubea por un momento, exhala un suspiro y asiente.
“lo sé, bebé, pero me pone mal verte con cualquiera.”
suspiras suavemente y ríes, encontrando cierta diversión en su actitud, que a su vez te excita un poco. “fran no es cualquiera,” afirmas, notando cómo felipe aprieta la mandíbula una vez más, cansado de tus intentos por defenderlo. “sabes a lo que me refiero. es tu amigo, mi amigo, y nunca intentaría nada.”
él niega con la cabeza y retira sus manos de tu cuerpo. “¿podes dejar de mencionarlo, por favor?”
“¿tanto te molesta?” comienzas a molestarlo, retirando tus manos de su cuello y colocando las suyas de nuevo en tu cintura, para luego volver a posarlas en su cuello. llevas tus labios a su mejilla izquierda, la que lames por un par de segundos y depositas un dulce besito, jugando a la inocente.”dale, qué tal si se te pasa tu mal humor y vamos a la cama.”
la furia en su rostro titubea una vez más “¿te calenta verme todo celoso, no?”
“feli…” dices y acercas tus labios a los de él. “dale, vamos a la cama.” felipe toma tu mentón y aprieta ligeramente, sin lastimarte. 
“no respondiste mi pregunta.” dice tu nombre y te mira fijamente en espera de tu respuesta.
“sí amor, me gusta cuando estás todo celoso conmigo, me gusta mucho.” dices, sus ojos conectados a los tuyos, saben lo que está por venir, este juego del gato y el ratón que les encanta es solo parte de su juego previo.
“¿te gusta o te calienta?” felipe cuestiona.
“¿no es lo mismo?” dices y acercas finalmente tus labios a los suyos, el mero pensamiento de sentir su boca contra la tuya te enloquece, pero pipe tiene otros planes y voltea su cara evitando lo que tanto esperabas. “¿feli?”
“seguís sin contestarme, no le doy besos a atrevidas.” pipe suelta y tú cara se transforma en una de sorpresa por unos segundos.
“te odio.” musitas y pipe alza una ceja.
“¿ah sí? ¿posta vos no sos la misma que me rogaba que me la garche hace menos de un minuto?”  ahora es su turno para que sus manos vayan a parar a tus mejillas.
“feli… me calienta tanto cuando te pones celoso conmigo, solo puedo imaginarte así de enojado mientras me coges duro” sueltas finalmente. pipe une sus labios en un acalorado y totalmente sucio beso, su lengua se convierte en una intrusa dentro de tu boca, ambas sucumbiendose ante el deseo de sentirse.
sin separarse, empiezan el recorrido hacia su habitación, pipe mantiene una de sus manos en tu cintura, usa la otra para mover la manilla y abrirles paso en su cuarto, aún con la pasión del momento, te sienta en la cama mientras se mantiene de pie. comienza la labor de quitarse su ropa y tú lo sigues quitando la blusa de tu cuerpo, dejándote en brasier, las bragas y tu falda. pues antes de poder continuar, un pipe desnudo niega con la cabeza y suelta en voz alta; “primero me tendrás en esa dulce boca tuya.” 
asientes y salivas ante el pensamiento de tenerlo dentro de tu cavidad bucal, el deseo por sentirlo y poder saborear su sabor salado humedece tu centro. “bien, follame la boca, por favor.”
“ya que me lo pedís tan dulcemente, te haré mierda.” felipe expresa sin vergüenza, te bajas de la cama y te arrodillas lo más rápido posible, abres la boca, en posición y lista para recibirlo. pipe lucha para no soltar un gemido ante la vista tan obscena. no extiende tu espera por él por más tiempo y tomando su pene en una de sus manos, lo lleva a tu cavidad bucal, tu lengua pasea de arriba hacia abajo por aquella vena marcada en su miembro, sientes tu vagina mojarse aún más ante la sola idea de tu accionar en el momento acalorado.
 “sí, chupame la pija como solo vos sabes.” no lo decepcionas, lo llevas en tu boca como una campeona, pipe toma tu cabello en un moño mal hecho y apresurado, lo jala y empuja su longitud en tu garganta. “la única pija que vas a tener.”
nunca has sido la mejor cuando se trata de los reflejos nauseosos, así que aunque son pocos los segundos que pipe tiene en tu boca, empiezas a lagrimear. 
felipe lo sabe y sonríe con malicia ante tu imagen algo destruida a causa de únicamente él, en caso no quieras seguir siempre puedes decir la palabra segura y no dudaría en detenerse y verificar tu bienestar, pero acostumbrado a tu imagen desecha al llevarlo en tu boca, solo se divierte con ella. “¿te gusta chupármela, no mi amor?”
entra y sale de tu cavidad bucal, hace y deshace. “¿te pensás que podes estar con otro toda la noche y que no me va a joder? ¿tengo que recordarte que el único que te puede tener así soy yo?”
no puedes soltar palabra con él follándote así la garganta, “pues sí tengo que hacerlo, lo haré, pendeja malcriada.” de insultarte a decirte sus apodos cursis designados solo para ti, este momento lo tiene de acá para allá. “esta boquita es solo mía.” dice y tú sólo asientes torpemente, te mueves queriendo perseguir el ritmo que pipe mantiene dentro de tu boca.
hasta que el oji celeste se aleja con lentitud, consiguiendo una mirada un poco desconcertada de tu parte. señala con su cabeza la cama. “dale, en cuatro.” sin querer darle la contra, le haces caso y te acomodas quedando según su orden. procede a ponerse de rodillas en la cama y su miembro queda a la altura de tu mojada entrada. su cuerpo está encima del tuyo, tu rostro y el suyo a la misma altura, pero sin permitirte que lo veas. se presiona contra ti y antes de introducirse en tu intimidad, lleva un dedo a tu clítoris, haciendo movimientos circulares, formando dulces ochos que hacen que la atmósfera se vuelva el doble de pesada para ti y empieces a soltar grandes gemidos. 
“feli… sí sí.” palabras sucias abandonan tu boca. “estoy lista feli, por fa.” le ruegas ganando una sonrisa maliciosa del castaño. 
“¿sí?” dice y acelera los movimientos en tu clítoris, inserta un dedo en tu coño empapado sin detener los dulces toques en tu clítoris. “¿de quién sos?” ruedas los ojos en medio de tu fascinación por la estimulación de parte de pipe, pero decides darle lo que quiere si es lo que necesita para penetrarte.
“tuya feli, toda tuya.” gemidos no dejan de salir de tu boca, felipe lleva su pene hacia tu entrada con el apoyo de una de sus manos, en menos de un par de segundos se introduce en ti sin mucha delicadeza dejando salir un gran jadeo de alivio al sentir tu interior de una vez por todas. “sí sí sí feli, m-más más.” dejas salir, los que para felipe, son los gimoteos más dulces que ha escuchado en toda su vida. 
“sos mía, cada centímetro.” continúa con un delicioso ritmo dentro de ti, saliendo y entrando, lleva ambas manos hacia tus caderas para arremeter con más rapidez y fuerza. su pene felipe cierra los ojos en contra de sus deseos de ver tu figura desmoronándose, toca ese dulce punto en tu interior dónde se mueve con destreza. la habitación se llena del sonido obsceno que causa el choque de ambos cuerpos, embiste tu interior con determinación. “mía, sos solo mía.”
“si feli, por favor, por favor.” tus gemidos no se detienen mientras apoyas tu cabeza contra la sábana, el placer nubla tu mente haciéndote pronunciar las palabras más sucias para incentivar a pipe a seguir con su continuo vaivén en lo profundo de tu coño. “soy tuya.” 
felipe sostiene un rostro sumido en la satisfacción, su mirada fija en tu cabeza inclinada contra el colchón “feli, más.” ruegas sin un atisbo de vergüenza, tus manos se convierten en puños, tu boca abierta soltando todo tipo de incoherencias.
“nadie más te hará sentir así, solo yo ¿entendés?” asientes con dificultad, logrando que pipe niegue,  “respondé usando esa boquita” sus manos se deslizan lentamente a tu cintura donde deja suaves caricias, en contradicción a sus duros y rápidos bombeos en tu interior. 
“s-sí feli, solo tú, te lo juro.” el castaño toma tu palabra, la manera en la que te lleva no es como ninguna otra anterior, te folla como si su vida dependiera de ello y no hace falta más para que sientas tu orgasmo llegar a cada parte de tu ser. felipe no tarda en notarlo, gracias a tu característico aspecto consumido por el reciente orgasmo, que por cierto, siempre disfruta registrar en su memoria. 
disminuye la rapidez de sus movimientos penetrándote de forma pausada en búsqueda de su propio clímax. “correte en mí, por fa.” suplicas, jadeos de cansancio y satisfacción acompañan tu pedido. 
“te dejaré toda llena, ¿querés?” accedes de manera casi automática y después de sólo unos pocos segundos derrama toda su carga en tu interior. permanece dentro de ti unos minutos más, permitiendo que ambos se recompongan.
“¿ya no estás enojado?” rompes el silencio que lejos de ser incómodo, les trae calma a ambos, volteas para afrontar la deliciosa vista de un felipe recién follado.
quien solo rueda los ojos y con una sonrisa juguetona replica “sos una conchuda.”
-
wn: llevo bastante sin subir un os pero les juro que no tenía nd de inspiración. espero les haya gustado <3 tengo algunas requests que seguro tomen tiempo pero espero darles T - T 
298 notes · View notes
neuroconflictos · 8 months
Text
Para vos, que estás intentando sentirte bien
En algún lugar del mundo, en este preciso instante, alguien está pensando que se quiere suicidar. No lo sé, pero tampoco lo estoy suponiendo. Es así. Aunque no pueda verificarlo. Incluso si no sé su nombre. Estoy segurísima de que esta noche me duele un poco, porque alguien está pensando que se va a suicidar. Tal vez son muchos, en realidad. Quizás son decenas, centenas de personas, que piensan que esa es la escapatoria. ¿Escapar de qué? Del sufrimiento. De la vida. De intentar. De los amaneceres. De los días de soledad. De la gente cruel. De los prejuicios.
En algún lugar del mundo, en este preciso instante, alguien está llorando. No se le caen un par de lágrimas, aunque sea igual de importante. Se está desangrando por los ojos. Está cansado. El desamor. El bullying. La humillación. Un mal presente. Depresión. Ansiedad. Una familia que no escucha, o que no está. Amigos que no consigue. Pensamientos que le inundan la paz, y sólo puede desahogar por los ojos. No lo sé, pero estoy segura. Sé que alguien en este momento se siente triste aunque no lo demuestre con lágrimas, y lo comprendo. Me gustaría abrazarlo, aunque no lo pueda hacer. Me gustaría decirle a la persona, o a las decenas, centenas, millones de personas que sufren, que va a pasar. No sólo decírselos. Asegurárselos. Repetirlo hasta que tengan un mínimo de esperanza. Porque de ese mínimo de esperanza me sostengo cuando me siento así de triste.
En algún lugar del mundo, en este preciso instante, alguien necesita un gesto de bondad. Aunque sea uno chiquito. Una caricia, un golpecito en el hombro a modo de ''Dale ché, nada duele para siempre'', una mirada que denote humanidad, una sonrisa, una palabra, o un buen trato. A veces todo lo que sostenés a tus espaldas no logra derribarte gracias a un simple buen trato.
Yo sé que este planeta es grande, y que no puedo alcanzar todos esos dolores. Sí los puedo sentir. Más cuando los comprendo, como ahora. Y me gustaría que este escrito se traduzca en todos los idiomas y llegue a todos los corazones, pero hago lo que puedo, y va a llegar a algunos. Y eso me alcanza, al menos por ahora.
En algún lugar del mundo, en este preciso instante, estoy escribiendo este texto. No sé bien por qué. Quizás porque estoy triste. Y porque cuando estás triste no querés que nadie se sienta como vos. Me gustaría hacer más por todo el resto. Pero hago lo que está a mi alcance. Y las palabras siempre estuvieron a mi alcance.
Si vos sos alguna de esas personas, no te conozco. Probablemente nunca lo haga. Puede que te haya visto en la parada del colectivo, o saludado en un bar, o puede que te siga, o te likeé comentarios, pero no conozco tu dolor. No puedo siquiera imaginarme su tamaño. No sé cuál es su raíz. No sé hace cuánto lo cargás con vos encima. Y no puedo, aunque muera de ganas, convencerte de nada. Sólo quiero decirte, tomándome el atrevimiento de hablarte de algo tan personal sabiendo poco y nada, que vas a estar bien. No lo sé. Pero tampoco lo estoy suponiendo. Es así. Aunque no pueda verificarlo. Incluso si no sé tu nombre. Estoy segurísima de que esta noche vas a irte a dormir con una sonrisa, porque aunque no me creas ahora, te lo prometo una y mil veces, las que necesite hacerlo para que se te grabe en el corazón: Algún día me vas a creer.
Cherryofsaturn
82 notes · View notes
flan-tasma · 2 months
Text
Chongyun x Reader who is not affectionate out of fear
💖~ I'm so regretful to say this and I'm embarrassed, but someone had made a request about this and it looks like I deleted it by an accident.
Warning: angst, Fem!Reader | English is not my native language, so if I have made any mistakes in the translation, I am open to corrections | Content in spanish and english!
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Spanish:
Los abrazos que no dejaban respirar a Xingqiu fueron una parte esencial en su relación. Siempre estabas ahí para llenar de afecto al muchacho, sosteniendo su brazo y siempre estando pegada a su costado con pegamento y sonriendo. Chongyun mentiría si dijera que no sentía celos. Pero era un problema al inicio de su amistad cuando expresadas todo ese amor con él, el amor en forma de abrazos que lo harían derretir en su lugar y casi salir corriendo de tu lado, el amor que habías aprendido que él no quería recibir.
Xingqiu te explicó la situación de su amigo, no estaba acostumbrado a la cercanía de ese tipo, junto con su condición de nacimiento, el hecho de tenerte a su lado sosteniéndole del brazo (y sus sentimientos) no lo deja estar bien. Te lastimó un poco, pero supiste entender que tampoco era su culpa, no era porque a Chongyun no le caías bien, sino porque eras demasiado pegajosa y eso era un problema que él no merecía tener.
Cuando ustedes dos empezaron a salir, él esperaba que hicieras lo mismo. Casi podía soñar despierto con caminar tomando tu mano o sentirte abrazándolo con fuerza mientras soltaba una risa que demostrara que estabas feliz con él. Pero nunca te acercaste lo suficiente. Si tocaba tu mano, era por algún roce equivocado. Su camiseta podía llegar a rozar tu blusa y la primera vez que lo besaste, te alejaste tan rápido que temió haberte quemado con sus labios fríos. A pesar de eso, tú misma parecías feliz al estar con él. Le recordabas tu amor de otras formas que no eran la cercanía ni el contacto, pero aun así le costaron algunas noches sin dormir en las que pensaba si era realmente capaz de hacerte sentir segura de esa manera. Preguntarte sería más fácil que comerse la cabeza pensando si en algún momento hizo algo mal, pero realmente no había una forma sencilla de tomar el valor de hacerlo.
Entonces se le ocurrió la idea de tomar la iniciativa. Durante esa tarde quiso tomar tu mano y entrelazar tus dedos con los suyos, caminar tranquilamente hasta el restaurante Wanmin y así abrirse paso a un terreno más cariñoso en su relación. Pero todo se cayó al mar cuando alejaste tu mano y diste un paso para poner distancia, casi tan lejos como uno de tus brazos. El rostro desconcertado de Chongyun casi te hizo estremecer, pues lucía más como un gatito que habías abandonado en una noche lluviosa en vez de tu novio tranquilo. Chongyun no volvió a tomar tu mano, apretó su puño contra su costado y se disculpó.
"No digas eso, no eres molesto." Trataste de arreglar su rostro dolido, casi querías abrazarlo contra tu pecho y asegurarle que no era más que una maravilla para ti. "Solo no creo que sea seguro si hacemos esto."
"Está bien si no quieres, pero..." El hámster que corría en su cabeza estaba trabajando al cien para intentar comunicar la situación mientras inconscientemente seguía mordiendo su lengua para callarse. "¿No quieres tomar mi mano?... ¿Aunque sea un minuto?"
"¿Eso no te molestaría?" Tu pregunta, tan precavida e ingenua, casi lo hace saltar y gruñir con negación. Nunca deseó parecer alguien que no quisiera afecto, mucho menos el tuyo, ni alguien a quien debías tratar de lejos. El exorcista solo quería amor, tu amor para ser específicos.
"No eres molesta." Repitió tus palabras mientras rozaba tus dedos una vez más, sin querer que te sintieras obligada a algo. En su mente rezó mil veces por segundo para no ser rechazado. "En realidad me gustaría hacer esto más seguido."
Sentiste que tu corazón corrió directamente contra la mano de Chongyun, dejándose sostener con tanta gentileza entre sus dedos, palpitando contra el chico que amabas. Sentías que los muros de hielo que se habían creado, que tú habías formado para cuidar de alguna manera a Chongyun, no hacían más que mantenerlo congelado en un páramo en el que ambos seguían buscando el calor ajeno. El rostro avergonzado suyo, cuando por fin apretaste su mano, como acariciaste sus nudillos con las yemas de tus dedos, logró sacarle un suspiro de alivio al ver que no era apartado.
Por fin podía sostenerte a su lado, tomando su codo y entrelazando sus manos mientras volvía a sonreír y te preguntaba qué querías comer cuando llegasen al restaurante Wanmin.
Tumblr media
English:
The hugs that didn't let Xingqiu breathe were an essential part of the relationship of Xingqiu and you. You were always there to shower the boy with affection, holding his arm and always sticking to his side with glue and smiling. Chongyun would be lying if he said he didn't feel jealous. But it was a problem at the beginning of your friendship when you expressed all that love with him, the love in the form of hugs that would make him melt in place and almost run away from you, the love that you had learned he didn't want to receive.
Xingqiu explained to you the situation of his friend, he was not used to the closeness, along with his birth condition, the fact of having you by his side holding his arm (and his feelings) does not let him be well. It hurt you a little, but you were able to understand that it wasn't his fault either, it wasn't because Chongyun didn't like you, but because you were too clingy and that was a problem he didn't deserve to have.
When you two first started dating, he expected you to do the same. He could almost daydream about walking holding your hand or feeling you holding him tightly while letting out a laugh that showed you were happy with him. But you never got close enough. If he touched your hand, it was because of some wrong touch. His shirt could rub against your blouse and the first time you kissed him, you pulled away so quickly that he feared he had burned you with his cold lips. Despite that, you seemed happy being with him. You reminded him of your love in ways other than closeness or touch, but it still cost him some sleepless nights when he thought about whether he was really capable of making you feel safe like that. Asking you would be easier than racking his brain wondering if he ever did something wrong, but there really wasn't an easy way to get the courage to do it.
Then he came up with the idea of taking the initiative. During that afternoon he wanted to take your hand and intertwine your fingers with his, walk calmly to the Wanmin restaurant and thus make his way to a more affectionate terrain in your relationship. But everything fell into the sea when you moved your hand away and took a step to put distance, almost as far as one of your arms. Chongyun's bewildered face almost made you shudder, as he looked more like a kitten you had abandoned on a rainy night rather than your calm boyfriend. Chongyun didn't take your hand again, he pressed his fist against his side and apologized.
"Don't say that, you're not annoying." You tried to fix his pained face, you almost wanted to hug him to your chest and assure him that he was nothing but a wonder to him. "I just don't think it's safe if we do this."
"It's okay if you don't want to, but..." The running hamster in his head was working overtime to try and communicate the situation, while he unconsciously kept biting his tongue to shut himself up. "Don't you want to hold my hand?... Even if it's just for a minute?"
"Wouldn't that bother you?" Your question, so cautious and naive, almost made him jump and growl in denial. He never wanted to seem like someone who didn't want affection, much less yours, nor someone you should treat from afar. The exorcist only wanted love, your love to be specific.
"You're not annoying." He repeated your words as he brushed your fingers once more, not wanting you to feel obligated to anything. In his mind, he prayed a thousand times a second not to be rejected. "Actually, I'd like to do this more often."
You felt your heart race directly against Chongyun's hand, letting yourself be held so gently between his fingers, throbbing against the boy you loved. You felt that the ice walls that had been created, that you had formed to somehow protect Chongyun, did nothing more than keep him frozen in a wasteland in which both of you continued to seek the warmth of others. The embarrassed face of his, when you finally squeezed his hand, as you caressed his knuckles with the tips of your fingers, managed to make him breathe a sigh of relief when he saw that he was not separated from him.
He was finally able to hold you next to him, taking his elbow and clasping his hands as he smiled again and asked you what you wanted to eat when you got to the Wanmin restaurant.
39 notes · View notes
elbiotipo · 7 months
Note
Biotipo siento que soy una de esas personas pro-israel o por lo menos ambos lados son malos. Pero lo cierto es que no se cómo pararme ante la situación y dar un definición, por un lado Palestina tiene el derecho como cualquier país a defenderse de las agresiones por parte de otro Estado, Israel lleva hace años prácticas que llevan al genocidio de cientos de palestinos, el apoyo de EE.UU no es casual y sus manos siempre están manchadas de sangre. Pero por otro lado pienso en los israelíes civiles, aquellos que quizás no tienen la responsabilidad de las acciones de su Estado y que también la están pasando mal y no se de qué lado pararme y me hace sentir todavía peor.
Entiendo perfectamente tu punto de vista. Es imposible no indignarse ante los ataques de Hamas. Sé que hay mucha gente en Israel, inocentes, que están sufriendo también. Pero hay que ver por que suceden las guerras y la violencia en contexto. La violencia de Hamas, que es absolutamente condenable, y no la celebro, viene tras décadas de opresión y sufrimiento.
Ahí hay una parte interesante en la que quisiera hacer hincapié; Palestina no es un estado en guerra con otro estado, porque Israel ha hecho todo lo posible para que Palestina NO sea un estado. Los acuerdos de Oslo en los 90, que son reconocidos por la gran mayoría del mundo, establecen dos estados legítimos, Israel y Palestina (esta es también la postura argentina y de prácticamente todo el mundo). Israel nunca cumplió con esos acuerdos, continuando anexando tierra asignada a Palestina (que de por sí había concedido muchísima), continuando un régimen de apartheid, e incluso financiando movimientos extremistas como la misma Hamas para impedir el establecimiento de un estado palestino (esto no es conspiración, son declaraciones de políticos israelíes) La solución de dos estados NO es para nada perfecta, sigue siendo una concesión extraordinaria de Palestina para Israel, pero garantizaba la paz hasta que quizás ambos pueblos podrían vivir en coexistencia. Israel fue incapaz de cumplir eso. Negó a toda costa las demandas de un estado palestino. Ahora es incapaz de cumplir corredores humanitarios, lo más mínimo e indispensable. Que otra cosa queda, si no hay paz ni la dignidad de vivir humanamente? Como la historia nos enseña, lo único que queda es la lucha armada. Y así estamos.
Perdón, me fui por las ramas. Pero si uno estudia con cabeza el conflicto en Palestina, uno no puede sino indignarse ante la injusticia, la opresión de un proyecto colonial manifestándose tan impunemente. No soy pro-Hamas, para nada, no me vas a escuchar diciendo nada de eso nunca. Pero cuando algo como esto pasa, y ha pasado muchas veces recuerdo todo lo que leí, todas las veces que los palestinos fueron escupidos en la cara por no decir bombardeados, tiroteados y atropellados, y duele también, porque ves que la violencia se multiplica una y otra vez por culpa de eso.
Si no te sentís cómodo tomando postura, está muy bien, creo yo, que tomes la postura de la paz. Es la postura más humana que podemos tomar, y lamentablemente, una postura en la que muchos líderes nunca estuvieron interesados.
39 notes · View notes
jejeandreina · 8 months
Text
Me sentí en modo avión.
De un momento a otro decidí desaparecerme.
Habían cosas que necesitaba de vuelta, o por lo menos volver a traer a mí.
Quise ocultarme en cuatro paredes e intentar de alguna manera estar a salvo.
Me negué a la posibilidad de crear vínculos, porque no quería pretender olvidar mi última relación con otra. Lo que más estaba necesitando era un silencio brusco, una vía de escape para (des) conectar.
Muchas veces puse en segundo plano lo que tanto he amado hacer, entonces me propuse volver a priorizarlo y no permitir nunca más negociar lo que me hace sentir completa.
Y fue así como empecé a silenciar absolutamente todo, hasta poder escuchar las melodías que hace rato no salían de mi. Estaba esperanzada, pero al mismo tiempo con incertidumbre de no saber si volvería a conectar conmigo misma.
Me propuse tener en mis adentros como esa especie de carpeta oculta que tenemos en el teléfono, sólo para reprimirme sentir o expresar los "te quiero" que en algún momento me salían tan espontáneos.
Había mucho por hacer y yo sólo me sentía aturdida, con muy poca energía así que por eso decidí estar en modo avión.
De alguna u otra forma, lo que sentí perdido fue tomando su rumbo en el momento menos pensado. Lo que creí que estaba mal en mí, lo empecé a ver de forma más aceptable. Y fue así como me perdoné por tantos golpes innecesarios que yo misma me di.
Tomé la decisión de eliminar contactos, porque se supone que quería un descanso no seguir sobrecargada. Sin duda, fue la puerta para empezar a poner todo en su lugar.
Comencé a aceptar salidas un sábado, a entender que ya habían sido muchos días de descanso, -que aunque fueron necesarios- ya era momento de salir de ese modo y activar los datos, para que comenzaran a llegar mensajes que antes no quería ni abrir.
Y fue justo así como entendí que si o si me debía ese descanso...
Fuente: @jejeandreina
40 notes · View notes
Text
Una cita junto al mar.
Me preguntaba si iba a venir. ¡Qué ilusa era! De seguro ni se acuerda de mí y mucho menos de esta cita en el mar que habíamos concertado hacía ya cinco años. Y, sin embargo, había una parte de mí que quería creer que todavía me recordaba, que no había olvidado todo lo que habíamos vivido y sido el uno para el otro.
Era aquí, precisamente, donde nos habíamos conocido hace siete años. Yo era una arquitecta recién divorciada, después de un largo pero muy infeliz matrimonio, y él era un joven estudiante de pos-grado. Ambos fuimos llevados al mar por diferentes cuestiones. Yo al buscar paz y consuelo, y el que sólo encontraba al mirar las olas mientras sentía la brisa acariciarme el rostro y peinar mis cabellos, y él al encontrar un espacio para reflexionar y pensar sobre su futuro. Recuerdo la primera vez que lo vi. Estaba descalzo sobre la arena, las olas llenando sus pies de espuma para luego retroceder y dejar un espacio entre la arena mojada y ellos. Yo miraba hacia el horizonte, a ese ocaso precioso que se dibujaba. Los ocasos en el mar me eran de un sabor diferente, le daban a mi alma un sentido más precioso por ser tan apacible y maravillosos a la mirada. Llevaba puesto un vestido amarillo de algodón con tirantes que dejaban al descubierto a mis brazos, un sombrero de playa ancho y blanco. Tenía los brazos cruzados y me abrazaba a mí misma, mientras lloraba en cuclillas viendo el horizonte. Hoy se había finalizado mi divorcio después de dos años de litigio arreglando la división de bienes y la custodia de nuestras hijas. Había luchado tanto por ese matrimonio que se había despedazado. A los treinta y cinco años me sentía hueca, como si hubieran arrancado de tajo todas mis ilusiones. Cinco años es todo lo que había tomado, sólo eso. Los últimos tres ya habían sido necedad de mi parte por tratar de salvar lo insalvable. Luis ya no disimulaba su flagrante infidelidad y su excesivo derroche de dinero que yo misma ganaba. No sabía cómo había podido escoger tan mal, sólo podía achacarlo a la locura del primer amor y a todas esas fantasías románticas que, leer tantos libros de romance, me habían metido en la cabeza. Diez años después yo era una mujer cambiada, más realista y menos idealista, con heridas en el alma que todavía sangraban. Me sentía aliviada, pero a la vez destrozada. Había venido aquí porque no quería llorar frente a mis hijas, pero necesitaba desahogarme. El mar siempre me traía consuelo y sosiego. Podía pasarme horas perdida, contemplándolo, aunque sólo alcanzaba a verlo borroso, siendo difuminado por mis lágrimas. La brisa soplaba fuerte. No podía evitar pensar que, ojalá así como se llevaba mis lágrimas, se llevará también todo lo que guardaba en el corazón: mis sueños hechos pedazos, el dolor del desamor de Luis y la desilusión por mi hogar roto.
En una ráfaga de viento, mi sombrero de paja salió volando. No me moví, no me importaba en lo más mínimo. Seguí sollozando cuando, de repente, sentí que una sombra me tapaba el sol. Volteé y lo primero que divisé fueron unos pies descalzos. Eran pies delgados, largos, algo huesudos, unos pies masculinos, pero bien cuidados, los cuales yacían parcialmente enterrados en la arena. Entonces, una profunda e igualmente masculina voz, llena de una gentileza inconfundible, me preguntó...
“Disculpe, ¿esto es suyo?”
Fue entonces que mis ojos recorrieron el camino desde los pies hasta la fuente de esa voz tan llena de ternura que había penetrado mi desdicha. Tenía los ojos más azules que jamás había visto. Eso fue lo primero que pensé. Era un hombre joven, bronceado, de cabello castaño y ondulado que no podría tener más de veinticinco años. Me despejé la garganta y, apresuradamente, me limpié las lágrimas del rostro para incorporarme. Era un hombre muy alto, yo no le llegaba ni al hombro.
“Si, es mío. Gracias”.
Acepté el sombrero de la mano del hombre y agaché el rostro. Había algo en este hombre me hacía sentir vulnerable.
“Disculpe mi atrevimiento, pero la he observado desde hace rato, mas no quise inmiscuirme. Creo que su sombrero fue la señal que necesitaba para acercarme. No la conozco ni sé por qué llora tan desconsoladamente, pero si algo he aprendido en esta vida es que, a veces, tener con quien hablar, hace un poco más llevaderas las penas. Quiero ofrecerle eso. Un par de oídos que la escuchen atentamente y que no la juzgarán. Permítame invitarle un café. Me llamó Rodrigo”.
Había algo en su semblante, una gran gentileza, una suavidad en su mirada, un sincero deseo de ayudar que terminó por convencerme. Esa tarde me llevó a un café a la orilla de la playa. Allí conversamos por horas. Yo le conté mi historia. De cómo había conocido a Luis mientras estudiaba en la universidad y todo lo que había sucedido desde entonces. Él me escuchó con cuidado sin interrumpir. Cuando ya había purgado todo lo que me volvía pesado el corazón, él empezó a contarme de su vida.
Creo que quería tranquilizarme y ponerme más cómoda al ponernos en igual condición de vulnerabilidad. Me contó que él recién había llegado a la ciudad a estudiar una maestría en Finanzas, también que extrañaba a su madre y a su hermana, pero que, por el deseo de superarse para poder sacarlas adelante, había decidido seguir con su educación, aunque lejos de casa. Me confesó que por eso había venido al mar. Estaba reconsiderando su decisión de seguir estudiando tan lejos de casa. Su madre era viuda y él, su único hijo varón, se sentía sumamente responsable por ella y por su hermana menor, pero entendía también que el programa de maestría le abriría puertas y podría proveer para ellas un mejor futuro. Había trabajado mucho para ganarse la beca que le permitiría seguir con sus estudios, pero a veces desfallecía en su determinación. Estaba solo y no tenía amigos, además de extrañar mucho su hogar. Así pasamos toda esa tarde, la cual se volvió noche, platicando. Ambos nos sentíamos muy bien. Al despedirnos, intercambiamos números de teléfono y prometimos seguir en contacto.
Tumblr media
Al día siguiente recibí un mensaje de texto de Rodrigo.
"¿Cómo sigues? ¿Te sientes mejor?"
Así empezamos a platicar, regularmente, vía texto. Nos fuimos conociendo cada día más. A veces hablábamos por teléfono, cuando necesitábamos escuchar una voz amiga. Pasaron varias semanas así, hasta que Rodrigo me invitó a tomarme un café. Ese día caminamos por la playa, platicamos y nos tomamos un café en la cafetería a la orilla de la playa, aquella en donde nos habíamos conocido. Había pasado por Rodrigo a su universidad y, ya entrada la noche, lo fui a dejar a su modesto apartamento cerca del campus. Al estacionarme enfrente de su edificio, procedí a despedirme de él con un beso en la mejilla, así como se despiden los buenos amigos; lo consideraba precisamente eso. Pero, al momento de acercarme a su mejilla, él volteó su rostro y capturó mis labios con los suyos. La sorpresa me hizo abrir la boca, a lo cual aprovechó para poner su mano sobre mi cuello y profundizar el beso. Dios, había pasado tanto tiempo desde que un hombre me había besado así. El deseo floreció en mi vientre, recordándome que, a pesar de todo lo que me decía, constantemente, era una mujer de carne y hueso. Me besaba con un hambre que me hizo gemir en su boca. Me hacía sentirme deseada, sexy y tan mujer. Sí, no la madre ni la galardonada profesional, sino simplemente mujer, tan mujer. Me bebió el aliento e hizo de mi boca una extensión de la suya. Cuando tuvimos que respirar, soltó mis labios y, sosteniéndome el rostro con ambas manos, me miró directamente a los ojos.
“Laura, quédate, por favor”.
Ese fin de semana, mis hijas estaban en la casa de su padre, así que nadie me esperaba en casa y Rodrigo lo sabía. Lo vi a los ojos. Podía ver la sinceridad en ellos, la misma que relucía en los míos. Esa noche me dejé llevar y la pasamos juntos. Por un instante se nos olvidó todo: el mundo, nuestras familias, nuestras responsabilidades y planes, las diferencias de edad y posición. Éramos sólo Rodrigo y Laura, un hombre y una mujer.
Así comenzó nuestro idilio. Aún ahora, después de tantos años, me hacía suspirar. Fueron tantas memorias y vivencias las que pasamos juntos. Él me devolvió la fe, el gozo de vivir, la confianza en mí misma y la seguridad de que aún había hombres buenos. Nos ayudábamos mutuamente, nos escuchábamos y ofrecíamos apoyo en lo que podíamos. Éramos amigos, confidentes y amantes. Yo me volví su hogar lejos de casa y él mi refugio anhelado. Nos amábamos mucho y a pesar de todo. Aunque Rodrigo era menor que yo, él era muy maduro y respetuoso, además de ser el más apasionado de los amantes, también era el más tierno y cariñoso de los hombres. Vivimos dos años maravillosos, llenos de felicidad, pero llegó el día que habíamos previsto desde el comienzo de nuestra relación. Rodrigo terminó su maestría y era hora de regresar a casa. Quizás por eso nunca quisimos hacernos promesas. Vivíamos día a día. Ese último día lo pasamos juntos y amanecimos en la playa, viendo el amanecer y prometimos volvernos a encontrar, pasara lo que pasara.
Era así que aquí estaba, parada en esa playa, esperando por él, cumpliendo mi promesa, aunque ya había esperado más de una hora. Seguramente, Rodrigo ya me había olvidado; eso pensaba. Miré el mar, una última vez, y me presté a regresar a mi auto. Fue entonces que lo vi. No había cambiado nada y, al mismo tiempo, había cambiado mucho. Mi corazón se volvió loco en mi pecho. Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, pero no podía despegarle la vista. Se aproximó hasta estar frente a mí. Veía las lágrimas también en sus ojos. Tomó mis manos en las suyas y, por un momento, fuimos otra vez sólo Laura y Rodrigo, nada más. Me abrazó y estuvimos así por largos minutos, después me llevó a ese café en la playa que era tan nuestro.
Me contó que había regresado a su ciudad y que su hermana y madre habían estado tan contentas de volverlo a ver. Había conseguido un buen trabajo en una compañía transnacional, lo cual le permitió comprarse una casa. Su madre vivía con él, aunque su hermana no, ya que se había casado con un muy buen hombre que la hacía feliz. El también se había casado con una compañera del trabajo y estaban esperando su primer hijo en unos meses. Lo oí platicar sobre su vida. Se le notaba la felicidad y eso me llenó de alegría. Yo le conté de cómo mis hijas habían crecido y estaban en la secundaria ya. Le conté de mi éxito en el trabajo y del proyecto que actualmente ocupaba mi tiempo. Le conté de Armando, un doctor divorciado con quien estaba saliendo desde hace un tiempo, cómo era tan especial conmigo al cuidarme y al hacerme reír. Le conté, también, cómo Armando me había propuesto matrimonio, pero yo insistía en esperar hasta que mis hijas se graduaran de la secundaria. Así estuvimos varias horas platicando. Alegrándonos de las alegrías y simpatizando con las penas y dificultades que el otro había experimentado durante estos cinco años.
Llegó la noche y la hora de despedirnos.
“Te ves más hermosa que nunca. Cuídate mucho, Laura. Recuerda tu valor y sigue persiguiendo tus sueños. Eres una mujer asombrosa. Siempre daré gracias por el tiempo que te tuve en mi vida. Fuiste la forma que el Universo utilizó para hacerme crecer, para cobrar aliento. Aprendí tantas cosas valiosas a tu lado, todo ese amor que me brindaste, tan desinteresadamente, me dio la fuerza que necesitaba para seguir y el valor para afrontar lo que vendría después. Te llevo siempre en el corazón con gratitud y mucho cariño. Te deseo lo mejor”.
“ Yo también te agradezco, Rodrigo, por todo lo que me brindaste; un hombro donde llorar, unos brazos siempre listos para abrazarme, un compañero y un amigo que me dio su compañía y escucha en el que fue el tramo más difícil de mi vida. Me alegra sobremanera que hayas logrado lo que te propusiste y que, tú y tu familia, sean tan felices. Siempre te recuerdo, doy gracias por ti y pido por tu bienestar. Mi cariño y respeto los tienes siempre. Yo también te deseo lo mejor”.
Así nos despedimos y volvimos a renovar nuestra cita en el mar. Nos volveríamos a encontrar, después de cinco años más, y veríamos dónde la vida nos tendría, pero mi corazón agradecía que, lo que ya habíamos vivido, nada ni nadie podría arrancárnoslo del alma.
E.V.E
19 notes · View notes
gyummigon · 3 months
Text
miedos nocturnos | beomgyu
beomgyu x lector
୨୧ palabras: 984 ୨୧ género: romance, un poco de angustia ୨୧ resumen: prácticamente una conversación con beomgyu sentados en columpios a las dos de la mañana. ajá, no sé cómo resumir esto.
english ver
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
—¿Cuál es el punto de esto?
El escenario nocturno que los rodeaba no era tan romántico como hubieras esperado de una salida insensata a las dos de la mañana, la coherencia de tus pensamientos era cada vez más consumida por tu necesidad de dormir, te sentías mareada tras balancearte en el columpio por quién sabe cuánto tiempo y, para bien o para mal, Beomgyu estaba en una de esas facetas taciturnas en la que te trasmitía la serenidad y seguridad de poder cerrar los ojos y no desear abrirlos.
Tu voz soñolienta interrumpió los suaves tarareos provenientes de la garganta de Beomgyu. El chico inclinó la cabeza para mirarte y estiró las comisuras de su labios en una sonrisa.
—Dijiste que me necesitabas —explicó con voz apaciguada, como si fuera el razonamiento más lógico y resolviera hasta el ultimo espacio en blanco de tu pregunta. Dejaste escapar un suspiro que terminó convirtiéndose en una risa. En el fondo tampoco era una sorpresa, este era Beomgyu, con su comportamiento espontáneo y generalmente inexplicable.
—Beomgyu, sí, digo cosas así todo el tiempo, lo sabes. ¿Era tan necesario encontrarnos a esta hora de la noche? Tienes que levantarte temprano mañana.
Beomgyu hizo un mohín con sus labios y se encogió de hombros. Su cuerpo era ridículamente grande a comparación del columpio, por lo que solo tuvo que inclinarse un poco para abrazar su piernas.
—Buscar tiempo para dormir no es complicado —susurró.
—¿Y qué sí lo es? ¿Permitirme dormir temprano?”
No se molestó en responder a eso. En cambio, él suspiro con cariño y, tras otro largo silencio, dijo:
—Solo me faltabas tú esta noche.
Mordiste el interior de tu boca al escucharlo, pero no pudiste reprimir la risa nerviosa que escapó de tu boca.
—Beomgyu, eres un tonto —dijiste y golpeaste sin mucha fuerza su hombro. La sonrisa de Beomgyu se agrandó al escucharte y, antes de que alejaras tu mano, la tomó tu mano entre sus dedos y deslizó la calidez de las yemas de sus dedos por tu piel.
—Ya lo sé. —Estiró su mano y tomó la soga de tu columpio para jalara hacia él, por un momento pensaste que te besaría, pero se limitó a contemplar tus ojos de cerca—. Sé que en ningún momento quisiste estar en el columpio a estas horas —dijo, y su voz no podía sonar más sincera—, sólo… estaba un poco asustado y quería un poco de tu protección.
Inclinaste la cabeza hacia la suya y cerraste los ojos cuando el soplo de su aliento golpeó tus labios. En ese momento no quisiste nada más, solo tenerlo cerca.
—¿Asustado de qué?
—Asustado de mí, de ti, de ser tuyo, de no serlo —confesó en un pequeño susurro—. Es demasiado para procesar, todos estos cambios… Estamos creciendo y eso me aterra. Tú, los chicos, incluso mis padres, todos a mi alrededor parecen adaptarse; fácil o no, pero lo logran. Siento que yo sigo en el mismo lugar, a la deriva, nada me complace, nada me hace sentir completo. Me aterra que llegue el momento en el que mi insatisfacción nos separe, que yo me quede atrás mientras tú avanzas e inevitablemente tengamos que decir adiós.
Te tomaste unos segundos para digerir sus palabras, sin evitar sentirte conmovida ante su sinceridad y la ternura de su voz. Nunca consideraste que aquellos sentimientos fueran albergados por Beomgyu, a pesar de ser consiente de su sensibilidad y su apego por las pequeñas cosas, hasta entonces fuiste ignorante de aquellas inquietudes.
—Beomgyu... —fue lo único que pudiste decir, no estabas preparado para esa conversación, mucho menos a esas horas de la noche y en las circunstancias en la que se encontraban: estúpidamente sentados sobre dos columpios que apenas sostenía el peso de sus cuerpos—. Estoy aquí, no me iré a ningún lado sin ti.
Levantando un brazo y rodeando su cuello con él, lo atrajiste a ti y dejaste que su cabeza descansara sobre su hombro.
—Así que vine a ti esta noche. —Sus manos viajaron a tu espalda para abrazarte, tan suave como sus palabras—, porque puedo aguantar todo el día sin dormir, pero no puedo soportar la idea de estar lejos de ti.
—Cariño…
—Estoy hablando demasiado, lo sé —rió torpemente—. Pero eres tan perfecta y yo tan desordenado. Quiero ser bueno para ti, quiero verte caminar con orgullo a mi lado. No quiero decepcionarte.
Suspiraste y tomaste su mentón para hacer que sus ojos te miraran. Ante la cercanía de su rostro y el tuyo, de sus labios y tus labios, no quisiste hacer nada mas que besarlo. Él pareció pensar lo mismo.
—¿Podrías escúchame un segundo?
—¿Podrías besarme?
Reíste y sacudiste la cabeza.
—Escúchame antes.
Beomgyu, sin soltar la soga del columpio, presionó un poco su cabeza contra tu hombro y se estiró para poder besarte en el cuello.
—Te escucho —murmuró y acomodó un poco más contra ti, su mano se posó en tu abdomen, justo en el borde de tu sudadera.
—Deja de distraerme, intento decir algo inteligente, ¿bien? —te quejaste, aunque no pudiste sonar lo suficientemente seria—. Quiero… quisiera hallar la forma más útil para convencerte de que estoy contigo, cada paso que tú das es un paso que yo doy, y si tú retrocedes, yo lo hago contigo. No hay manera de que crecer nos separe porque, si te soy sincera, el paso del tiempo solo me hace estar más segura de que eres el hombre del cual yo quiero caminar a su lado.
Un silencio se extendió entre los dos por unos segundos, hasta que Beomgyu lo interrumpió con un beso, el contacto de sus labios contra los suyos fue breve y te soltó casi al instante, vacilante, como si dudara en hablar o seguirte besando. Su cara se puso seria, pero en el fondo de sus ojos se percibía una sonrisa.
—Joder, cállate o terminaré proponiéndote matrimonio aquí mismo.
Tumblr media
© gyummigon | todos los derechos reservados. prohibida copia o adaptación
14 notes · View notes
dont-cryy · 1 year
Text
te extraño, a veces, por ratos, pero sinceramente siempre
cuando estás y cuando no
antes de que te vayas o cuando estás pero te sientes ausente
te extraño porque sí, porque incluso la idea de perderte me aterra, pero qué hiciste para que yo tuviera siempre ese temor
no me siento tranquila ni feliz, pero tampoco me siento tan mal, realmente vale la pena?
creí estar bien pero no era cierto, si al final del día la mínima cosa era la excusa perfecta para llorar por todo y culparlo
creí encontrar la felicidad, eso que tanto había estado esperando, pero por qué me has hecho llorar
fue tu culpa por lo que hiciste o fui yo la culpable por llorar por algo tan insignificante?
insignificante, así se sentía todo, incluso llorar era razón para enojarte, y si realmente era yo siempre la causa del problema? nunca lo sabré, porque ni una conversación se podía tener
fuiste tú? fui yo? no sé, pero pudimos ser nosotros y ahora no estaría llorando
el amor no debería de doler, entonces por qué estoy llorando? si se supone que todo es por amor
te extraño, pero realmente te extraño o solo echo de menos el viejo tú? el que decía bajito los “te amo” y era suficiente para hacerme sentir escalofríos por todo el cuerpo, o extraño al tú que me hizo sentir un nudo en la garganta al decirme “no somos nada”
¿cuándo pasé de desvelarme contigo a desvelarme por ti? duermo pero no descanso
¿realmente quiero volver a eso? no sé
¿vale la pena seguirte llorando? si antes me hacías feliz, ¿por qué no sigues haciéndolo?
¿te busco? o ya mejor acepto que siempre se repetirá el mismo ciclo y empiezo a soltarte desde ahora
no puedo recordar lo bueno porque me hace seguir amándote y me ciega de la razón del porqué todo, pero recordar todo lo malo me hará odiarte y tampoco quiero eso, quisiera poder olvidarme de tu existencia por un tiempo y luego solo decir “que lindo fue todo con él pero que lástima que no funcionó”
y siempre está en mi cabeza el “¿y si lo intentamos de nuevo?” te extraño
he imaginado tanto mi vida contigo que siento que la vida se me acaba al imaginar que no estarás
quiero seguir y lo intento, estoy bien, siempre lo estoy, pero cuando caigo quien estaba siempre eras tú, y ahora ¿a quién le hablo de ti? sólo puedo hablar conmigo misma y mientras una parte dice que lo dejemos la otra pide a gritos volverlo a intentar
¿y si lo hacemos? otra oportunidad, será que esta vez sí o nuevamente lo mismo? lo mismo, nunca pasamos de eso
quisiera poder hablar contigo sin que sientas que te ataco, si te digo que algo me duele es porque quiero que tú hagas que deje de doler
quisiera poder escuchar una vez en la vida lo que sientes, que me digas qué hago mal, qué te hago sentir o qué quieres que mejore
te echo tanto de menos que duermo todo el tiempo, deseando que pasen las horas y que al despertar me hayas buscado o yo dejara de quererte siquiera un poco (nunca pasa)
te extraño, te extraño, te extraño
32 notes · View notes
im-the-black-star · 6 months
Text
Querido padre,
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que pasamos un día juntos como padre e hija, creo que ya olvidé como se siente. Todos los días suelo recordarte y trato de comprender por qué fuiste como fuiste con nosotros, en especial conmigo. He tratado de eliminar cualquier rastro de ti, pero es imposible, siempre estás presente en mi mente y corazón. Quizás deseando con muchas fuerzas que la vida no hubiera sido como fue, pero los hubiera no existen y el tiempo avanza muy rápido.
Pensé mucho en escribir esto, al parecer años, pero es que ni siquiera sabía cómo empezar. Pues siempre has sido frío y parece que nada en el mundo te importa más que tú mismo. Sin embargo, te echo tanto de menos que es muy insoportable para mí y terminé escribiéndote. Hace unos días me puse ver pensar y siento celos de las chicas y personas que conozco, ellos tienen un papá que se preocupa, todos los días les hablan para preguntarles cómo están y les dicen lo mucho que les aman. Quizás estoy hablando desde mis necesidades de niña y adolescente, pero la vida ha sido muy dura para mí y no tengo un apoyo emocional por ninguna parte y yo te necesito a ti. No tengo el apoyo de mi madre, pues ya sabes cómo es, así como ella sabe quién eres tú.
En mis ratos de soledad recuerdo nuestro tiempo juntos, hasta que decidiste marcharte y no te juzgo, ahora puedo entenderte un poco más, pero lo que no entiendo es que te olvidaras de mí. Que me abandonaras a la deriva esperando no sé qué, y quizás eso también me ha hecho sentirme insuficiente ante todo y para todo. Porque tal vez no fui suficiente para que te quedaras conmigo y lucharas por quedarte al menos en mi vida. Pa, te extraño y no sabes lo mucho que te admiro y te amo. Me he tomado años para entender el por qué de muchas cosas, entender a ti, a mi madre y el por qué fueron tan duros conmigo y poco amorosos.
Siempre quise hacerte sentir orgulloso, ser la mejor en todo tal como me lo exigíste y mira que lo soy, pero mi alma está vacía y me siento sola y desprotegida en un mundo horrible y despiadado. Nunca pude hablar de parejas contigo, pero me ha ido mal, ahora estoy con alguien y es un buen chico, sin embargo, nada es perfecto y siempre hay problemas por una u otras razones y es donde quizás yo te he necesitado. La vida no ha sido dulce contigo tampoco, sé que no puedo decir que no me diste amor, me lo diste a tu manera y por eso siempre recuerdo las cosas buenas que pasamos juntos. Solo que cuando te marchaste quedé sola a la deriva y las peleas con mi madre iban en aumento. Aprendí con el tiempo que no siempre es ser rectos, sino aprender a reconocernos y validarnos unos a otros. No he soltado el arte de dibujar, es lo único que me queda de ti y con lo que puedo sentir que sigues junto a mí. Siento que ahora te necesito más que nunca, pero quizás ya sea tarde. No puedo pedirte perdón, ni pedirte que me pidas perdón a mí, pues, quizás ahora sea fuera de lugar. Gracias por el tiempo que pasamos juntos, aunque siempre estabas enojado, cuando querías que yo fuera feliz lo hiciste bien y me pusiste en primer lugar siempre cuando alguien fue injusto conmigo. Desearía muchísimo tenerte conmigo y que me escucharas cada cosa que tengo ahora por preguntar y contarte de mi carrera, de mi vida y de mis sueños.
En lo profundo de mí hay una niña en un rincón de aquella casa blanca con verde, aquel hogar que nos vio crecer como familia y conoce nuestras almas y ella llora con desconsuelo preguntándose cómo todo empezó a desvanecerse y nos fuimos yendo uno a uno de aquel lugar al que quisiste volver con otra familia, no te juzgo yo también he querido hacer eso muchas veces, sin embargo, es imposible edificar una nueva vida cuando no puedes olvidar la anterior.
Con amor,
Black Star.
13 notes · View notes
lobato-estepario · 10 days
Text
Día 9 (martes, una continuación): Demasiado peso para una humanidad tan frágil
Pasó la semana y no pude concluir esta entrada, se me presentaron varias trabas, aunque en el fondo pienso que una suerte de agotamiento moral influyó negativamente en mí, me impedía tomar el móvil y dejar fluir mis pensamientos. Mas aquí estoy, tratando de poner un punto final y retomando este particular ejercicio.
Casi culmina el día, y siento un agotamiento indecible, no sé que pesa más si el cansancio corporal, el mental o el moral. La ciudad lleva en su aire una niebla espesa que se impregna en la ropa, la piel, el pelo y hasta en las consciencias. Uno simplemente no puede pisar su suelo sin sentir como si cada paso te fueras hundiendo, eso sí, con los días te acostumbras y se te olvida.
Hoy (aunque ya es ayer) visité el centro, llegué lo bastante temprano como para ver los negocios despegando los ojos, dando el bostezo estridente de sus persianas. No tardé mucho en darme cuenta de cuán agotador iba a ser mi día.
Quería iniciar cobrando la mesada que manda mi hermana para pagar su deuda, pero el almacén aún no lo abrían (debía esperar una hora). Bajé a la agencia de empleo con la esperanza de encontrar el edificio en funcionamiento, y nada, la vigilante me despachó informándome de una reunión que se llevaba a cabo entre los funcionarios. Ni modo, tuve que esperar en el centro comercial de al frente.
Escribí un poco aquí, un poco allá, escuché algo de música para quemar tiempo, y cuando al fin fue la hora me dirigí con paso seguro a las instalaciones de la agencia. Amablemente la misma vigilante me hizo seguir, luego de unas palabras con aquel grupo, me pidió que esperara. A los pocos minutos pasé con la primera funcionaria, una señora súper amable y conversadora que me hizo algunas preguntas. Luego de terminar de llenar mi hoja de vida, pasé donde otra señora, donde esperé un poco más para después continuar con la psicóloga.
Y así estuve toda la mañana sintiéndome como una termita kafkiana, paseando en el interior de esos nidos burocráticos sin saber en qué va a terminar todo. He de decir que al menos todos fueron muy amables, incluso la primera señora me propuso revisar su PC porque no andaba muy bien. De pronto y me gano unos pesitos.
Salí de allí con hambre y sin dinero para almorzar. Ya era medio día y no había reclamado lo de la mesada. Efectivamente, tuve que esperar de nuevo en otro centro comercial.
Pasadas las dos fuí a reclamar el dinero, pero el hambre me hizo buscar donde calmar el Kraken que rugía en mis entrañas. Fuera de una panadería (busqué una que me permitiera sentarme a comer), me topé con una imagen que, aunada al cansancio físico, me golpeó moralmente: una mujer indígena (quizás adolescente) pedía dinero afuera del lugar. Tres niños, uno de ellos jugaba con una bolsa plástica. Me revolvió el alma por entero, pensé en el hambre que cargaba yo, mi agobio por estar fuera de mi tierra, la zozobra del desempleo... Nada de eso se podía comparar con lo que estaba viviendo aquella muchacha. Su existencia era exponencialmente más pesada que la mía, se podía percibir en sus ojos.
Recordé en esa breve reflexión sobre la justicia que hace unos días sostuve con una agradable compañera de letras, con la que intercambiamos ideas por esta red. ¿Dónde estaba la justicia? ¿Qué carajos era si permite que ellos que han cuidado de la tierra tengan que mendigar migajas? Es muy probable que se viera obligada a ello por la violencia que azota nuestros campos, que le arrebata su tierra.
Yo había elegido venir a esta ciudad eligiendo mi destino, pensando que era lo mejor. Ella quizás no tuvo otra alternativa, ahora los tentáculos de la miseria la envuelven amenazantes, la arrastran hacia sus fauces. Me pone mal pensar en las penurias que pasan unos mientras otros derrochan y se pavonean de algo que seguramente se consiguió a costa de sangre ajena.
A veces, me levanto con la idea de querer cambiar el orden de todo lo que mueve el mundo, hasta que llego a una calle y veo la miseria asfixiando a un niño, una niña, un anciano, gentes que no saben cómo escapar de ello. Somos demasiado frágiles para mover algo tan pesado, no podemos solos.
5 notes · View notes
mesientotanamada · 1 year
Text
Es tiempo de agradecimiento
No creo en las casualidades, pero esta última ya me ha dejado muy asombrada. Comienzo desde el principio: llevo unos días muy apagada, en los que, aunque veo todo lo que tengo y todo lo que Dios me ha regalado y me sigue regalando, no me siento agradecida por nada de lo que tengo y vivo. Es uno de mis mayores defectos; soy muy quejica, me molesta todo muy rápido, además de ser muy exigente. Lo soy con la gente que me rodea, pero aún más actúo así con Dios.
La verdad es que ahora mismo lo tengo prácticamente todo: me he casado con la persona que más quiero, un hombre cristiano con sus valores y con mis mismos ideales. Tengo una casa estupenda. Un buen trabajo. Estoy rodeada de amigas que me hacen sentir muy querida. Pero la verdad es que, a cada situación o momento que vivo, le veo algo que no me gusta, que querría cambiar, que, en el fondo, me pone triste.
Creo que Eldeabajo me está atacando mucho últimamente. Soy muy frágil, y me dejo llevar mucho por las emociones, soy muy manipulable. Cuando algo no me gusta, o si algo no sale como quiero, siento que entonces todo va mal. Creo que el demonio lo tiene muy fácil conmigo: Dios me lo da todo, pero en cuanto una pequeña cosa no va como yo quiero, todo lo bueno se me olvida. Me olvido muy rápido de Dios y de todo lo que hace por mi cada día. Porque vamos a ser sinceros: sin Dios, yo no estaría aquí ahora mismo escribiendo esto. Sin Dios, no me habría casado, habría entrado seguramente en algún círculo tóxico, y, siendo tan dependiente de afecto, estaría buscando el cariño en cualquier lugar. Pues, Dios me ha protegido de todo eso, y siempre me olvido. Lo quiero todo, y ahora mismo. Y si Dios no me lo da, entonces estallan el enfado y la tristeza.
Y aquí llega la “casualidad” de hoy: justo sintiéndome así y quejándome de mi malestar, en un podcast que escucho todos los días volviendo a casa del trabajo, se hablaba del agradecimiento. El título del programa es “El secreto para ser feliz: El Agradecimiento” y no creo que haya sido un caso que yo lo escuchara justo hoy. El locutor del podcast, un pastor de jóvenes de una iglesia de Milán, dice: “Para estar agradecido, lo primero que tienes que hacer es dar las gracias por tu vida”. Solo esta frase, me ha dolido mucho: con todo lo que tengo, ¡me cuesta mucho esta agradecida por mi vida! No tengo que volverme loca buscando más motivos por los cuales estar agradecida, si ya con el estar viva lo tengo todo.
“Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en todo, porque esta es Su voluntad para ustedes”. 1 Tesalonicenses 5:18
Y el podcast seguía con la frase que más me ha gustado y a la vez me ha hecho reflexionar: “Agradécele a Dios por tu pasado porque si no te ha matado, entonces tienes que usarlo”. Y preguntaba, “¿Usas tu historia para cumplir tu propósito y ser un ejemplo para los demás, o te dejas utilizar por tu historia?”. Otro golpe. ¡Que poco lo valoro todo! ¡Que poco agradecida soy! Culpo a Dios por mi historia, le culpo por mi pasado, por el de mi marido, por el de mi familia, culpo a Dios por mi presente y por lo que no tengo o por lo que no sale como yo quiero. Le culpo, y no soy capaz de ver los milagros que ha hecho en mi vida y en las de la gente que me rodea. Tengo que luchar mucho contra eso, y para hacerlo, siento que tengo que aprender a estar realmente más agradecida, aunque por mis pensamientos o por la situación que esté viviendo ahora mismo no sea capaz de ver nada que agradecerle a nadie (y menos a Dios).
Empieza el Adviento y se acerca la Navidad, y creo que no existe mejor periodo del año para aprender a estar agradecida. ¿La Navidad es eso no? Amor, felicidad y... agradecimiento.
Así que, en estos 24 días antes de Navidad, estoy intentando, como medida, escribir cada noche tres cosas por las cuales, a lo largo del día, estoy agradecida a Dios por haber vivido. Y me está costando más de lo que esperaba. Pero al final, es una lucha continua, y aunque tenga que quedarme media hora cada noche pensando en cuáles han sido las bendiciones de mi día a día, creo que me va a merecer la pena. Creo que es una buena forma de volver a acercarme a Dios y de volver a sentirme querida por Él, y de volver yo a quererle a Él.
Además, una persona me ha aconsejado que, cuando rezo, pase más tiempo agradeciéndole a Dios que pidiéndole. Para una persona de las más quejicas como yo, esto es un reto muy, pero muy difícil.
“No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Filipenses 4:6
“Dedíquense a la oración, y sean constantes en sus acciones de gracias”. Colosenses 4:2
Ahora mismo, me siento muy débil, me siento en un ataque continuo, y le pido de verdad ayuda a Dios para poder ser capaz de ver y valorar lo que tengo, más que lo que no. Él ha dado Su vida por mí, y solo por eso, debería estarle agradecida, aunque no tenga nada más. Que soberbia y egoísta soy.
Le pido de verdad que me siga enseñando y me siga cuidando, como un Padre hace con su hija, y que yo pueda aprender a ser la mujer que Él quiere que sea.
“Que en el corazón de ustedes gobierne la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos”. Colosenses 3:15
Tumblr media
52 notes · View notes
gyusimp · 10 days
Note
Quería comentar esto en tu última publicación, pero "demasiadas palabras para un comentario" (No seas ridículo, Tumblr 🙄 )
Lamento tanto que las cosas no estén yendo bien ahora contigo, espero que puedan mejorar pronto y logres encontrar algún trabajo donde te sientas mucho más cómoda y en paz. Puedes estar segura que nadie se enojará si te tomas un tiempo para ti o no haces unas cuantas solicitudes, creo que todos podemos entender que tienes una vida y/o compromisos fuera de Tumblr. Todos tienen diferentes tipos de problemas y no por eso significa que unos sean menos importantes que otros, no te sientas mal si necesitas desahogarte un poco de vez en cuando. Espero que este año pueda mejorar para ti. 💖
Me acabo de dar cuenta que tenía algunos mensajes y Tumblr no me notificó 😑
Muchas gracias por tus palabras siempre es lindo ver que hay gente apoyandome a pesar de no conocernos en persona pero me hace sentir bien que por medio de mis escritos pedorros se logran hacer amistades bonitas 🤧💖 de hecho ya me siento mejor desde que renuncié con otros 3 amigos a ese trabajo de mierda jaja, mis ahorros me ayudan por ahora a sobrevivir y a seguir con mis estudios mientras consigo un nuevo trabajo.
Por ahora, me he estado centrando en alimentar más que Tumblr mi cuenta de arte en IG ya que es algo que me tiene más entretenida y disfruto más que escribir (amo escribir, pero amo más dibujar) pero, igual tengo un par de ideas de escritura tanto con Gyutaro como con otros personajes y tal vez me gustaría abrir comisiones de dibujo pero no se que tan solicitada sea ya que aun no soy muy conocida por mi arte jaja.
Lamentablemente, la vida no es rosa y si bien ya no me afecta ningún trabajo tóxico si lo está haciendo una persona en la universidad. No me quiero creer la importante ni superior pero siento que la chica esta obsesionada con tener 1 millon de amigos y por eso no acepta el hecho de que yo no quiero ser su amiga a pesar de que yo ya se lo haya dicho (indirectamente). No me gusta estar con ella porque es egoísta, hipocrita y hasta un poco narcisista, le encanta llamar la atención de manera exagerada y no me siento nada cómoda con ella pero ella aun me ruega que al menos la deje sentarse al lado mío en clases 🙃
Esto paró siendo un resumen de los últimos 6 meses jaja pero muchas gracias por tu mensaje y tus palabras de ánimo, espero que todo esté yendo bien para tí también ❤✨
Tumblr media
@blaubeeren 's message:
"Wanted to comment on your last post, but "too many words for a comment" (Don't be ridiculous, Tumblr 🙄) I'm so sorry that things aren't going well with you right now, I hope they can improve soon and you can find a job where you feel much more comfortable and at peace. You can be sure that no one will be upset if you take some time for yourself or don't make a few requests, I think we can all understand that you have a life and/or commitments outside of Tumblr. Everyone has different types of problems and that doesn't mean that some are less important than others, don't feel bad if you need to let off some steam from time to time. I hope this year can get better for you. 💖"
Thank you very much for your words, it is always nice to see that there are people supporting me despite not knowing each other in person, but it makes me feel good that through my silly writings I can make beautiful friends 🤧💖 in fact I already feel better since I quit with others 3 friends to that shitty job haha, my savings help me survive for now and continue with my studies while I get a new job.
For now, I have been focusing on feeding my art account on IG more than Tumblr since it is something that I am more entertained and enjoy more than writing (I love writing, but I love drawing more) but, I still have a couple of ideas for I write both with Gyutaro and with other characters and maybe I would like to open drawing commissions but I don't know how requested i can be since I'm not well known for my art yet haha.
Unfortunately, life is not rosy and while I am no longer affected by any toxic job, a person at university is doing it. I don't want to believe I'm important or superior, but I feel like the girl is obsessed with having 1 million friends and that's why she doesn't accept the fact that I don't want to be her friend even though I've already told her (indirectly). I don't like being with her because she is selfish, hypocritical and even a little narcissistic, she loves to attract excessive attention and I don't feel comfortable with her at all but she still begs me to at least let her sit next to me in class 🙃
This ended up being a summary of the last 6 months haha ​​but thank you very much for your message and your words of encouragement, I hope everything is going well for you too ❤✨
3 notes · View notes
estefanyailen · 28 days
Text
Oficialmente han pasado dos semanas.
Dos semanas y un día.
Desde aquel día y aquella interacción cotidiana. (supongo).
Era temprano, muy, muy temprano y como mi hno estaba algo mal (bajoneado). Decidí acompañarlo durante su jornada laboral. Pensé, que si le hacía compañía e íbamos tomando mates (cosa que nunca hace aunque le guste, se le complica manejar y cebarse los mates). Entonces, podía charlar con él y lograr que me contara algo referente a su preocupación, o al menos, distraerlo un poco y alivianar su día. ✨️💛✨️.
El día siguió su curso. Charlamos. Lo empece a notar más animado y sí, al final me terminó contando sus preocupaciones. Con la frase que siempre me dice (y apreció tanto): "Sos la única persona en quién confío tanto y con quién puedo hablar sobre estos temas porque me entendes muy bien y sé que no me vas a hacer sentir mal ni a juzgar". (En realidad. La oración es más larga, mucho más larga, pero la parte que siempre es esa).
Eran las 18pm. Estábamos recién por la mitad del trabajo que tenía asignado para ese día. La jornada laboral terminó ese día a las 23:15.
A las 18pm teníamos que ir a concretar una venta en un taller mecánico en provincia. Más precisamente en el partido de La Matanza. Llegamos un poquito tarde, pero estaba dentro del margen. (De 18 a 20) antes del cierre.
Llegamos mi hno metió el camión en su totalidad dentro del taller (el cual era sumamente pequeño y estrecho). El taller lo atendían dos hermanos, ellos llevaban adelante todo el trabajo. Me pareció muy linda la dinámica que manejaban y como entre los dos se acoplaban para completar las tareas.
Luego de un rato de chachara (admiro entre los hombres, como en tan poco tiempo congenian tan bien con un extraño y el extraño, pasa a ser ya un "pana" un "cuate" un "compa" un "colega" un "amigo").
Pasaron los 3 a una oficinita. Todo esto yo lo veía desde arriba del camión, nunca me bajé. Nunca lo hago en realidad (incluso en las partes en que debería porque esta prohibido pasar con un acompañante, dada la peligrosidad del ambiente. Yo debería esperarlo fuera de la planta, como muchos otros. Pero odio bajarme. En su lugar, me hago un bollito entre los huequitos y mi hno me tapa con una pila de camperas. Revisan el camión, no ven a nadie, mi hno pasa, cumple su función, vuelve a salir y al llegar a la esquina... ya me puedo levantar nuevamente. Ya nadie nos ve, no hay riesgo de una sanción, suspensión o multa). Desvarié.
De repente mi hno sale de dicha habitación pero no se dirige al lado del conductor, sino, que viene derecho al lado del acompañante. Abre la puerta, sube los escalones y me da una taza llena de Coca-Cola... (Supuse rápidamente, que se la habían dado a él y él vino a compartir la taza conmigo). Pero, fue más rápido que mi mente, no me dejó terminar la suposición, ni bien abrió la puerta y me dió la taza me dijo: "Te la dieron los 'chicos' (somos 4 adultos, fue un modismo). Me preguntaron si quería traerle un poco a mi... e hicieron pausas... novia?... amiga?... el más jóven se río y me dijo: no sé, no quiero ponerle yo etiquetas... y le dije: Mi hna!" (Sí me acuerdo muy bien el dialogo ese de mi hno, de su parte le pareció gracioso y repitió el dialogo al menos 3 veces hasta que llegamos a casa).
Tomé la gaseosa, MUY agradecida. Levanté la vista y ambos hnos estaban en frente mirándonos. Asintieron cuando les agradecí. Tomé poquito y me sacié, le terminé dejando el resto de la taza a mi hno. Lo tomó todo en un sorbo. Toda esta interacción habrá tomado un minuto y medio, no más. Fue todo muy rápido. Se bajó y cuando lo hizo se me cayó una 'croc' (un 'gomón' como le dicen en algunas partes de provincia). Desde dentro del camión hacía el suelo del taller. 🫣 Que vergüenza sentí! No quería que la vieran, estaban sucias con grasa, por estar metida entre las herramientas del camión y más allá de eso, están viejitas, decoloradas por el sol, raspadas y rayadas de rozar vaya a saber contra cuántas superficies. Las uso para limpiar, para bañamarme, para hacerlo los mandados, para sacar al perro, para viajar en colectivo, para ayudar a mi hno con la mecánica, para acompañarlo al trabajo, para cocinar, para ir al campo... básicamente para casi todo, todas las actividades que requieren comodidad, y un calzado noble que pueda ensuciarse, rasparse, marcharse de barro, grasa, aceite, tuco, entre otras cosas y que no importe, porque se puede lavar fácilmente.
Me estaba por bajar, y justo salió el mayor de los hnos tendría unos cuarenta y tantos, se lo notaba más envejecido, con sus canas y porte un tanto más serio. Y enseguida pasó el otro, un poco más joven de unos treinta y tantos... pasó justo por el costado que me iba a bajar, pasó justo por al lado y me dijo riéndose: "se te cayó la 'hojota' ". Justo detrás pasaba mi hno, quién la levantó y me la alcanzó.
Ya nos estábamos por ir. El más joven le ofreció soldarle lo que mi hno quisiera o necesitara, gratis y en el momento. Pero, como a él no le hacía falta, agradeció y nos fuimos.
Terminamos los recorridos restantes hasta finalizar el trabajo y volver a casa.
---------------------------------------------------------
Hasta ahí, tal vez, no parezca tener nada especial ese día, ni las interacciones. Pero, para mí, sí. No dejo de recordar ese día una y otra, y otra, y otra vez. Parece una película corta, que pasa por mi cabeza mil veces.
La recuerdo mientras cocino, la recuerdo mientras me baño, la recuerdo mientras leo, mientras trabajo, mientras hablo de otras cosas, mientras veo una serie o película. No sale de mi mente y cada vez que la repito, me vuelvo a sentir muy mal y vuelvo a sentir vergüenza. Me siento mal y bien al mismo tiempo. Es una mezcolanza.
Más que repetir y reiterar el día, lo que repito es lo que pensé y lo que sentí. Ni bien mi hno me dijo que nacía de ellos el acto de compartirme un poco de gaseosa me puse MUY contenta, me pareció un gesto muy lindo y tierno de su parte. Pero...
No salía del asombro, y casi hasta lloro, sentí muchas ganas de llorar, porque mientras tomaba gaseosa pensaba: "Me comparten una taza, comparten conmigo una taza, que va a tocar mi boca. No sienten asco de prestarme una taza, taza que igual luego tienen que lavar (o tal vez es la única), no lo sé. No es que quede la taza impregnada de saliva, pero al apoyar los labios, por seco que parezca, algo queda... y no sienten asco. Me compartieron algo incluso viéndome.
(Cuando acompaño a mi hno, sé que me voy a manchar o a ensuciar con tierra y barro aunque no llueva y grasa, muchísima grasa del camión o aceite de motor, gasoil o hidráulico).
Entonces me pongo la ropa que tengo para ensuciar. Ropa que no me importa que se manche, o rompa. Precisamente por eso está enganchada por todos lados, tiene muchísimos agujeros. (pero como no me bajo en ninguna parte... no me importa). La ropa tiene muchísimos agujeros, y estaba manchada con grasa de ese día (además de las manchas previas que por más que las lave... no salen, para eso esta esa ropa después de todo). Estaba despeinadisima. Tenía el pelo recogido, pero muchos pelitos estaban sueltos y desordenados, además de que parecía chihuahua electrocutado. Muchos pelitos cortitos estaban parados hacía arriba; como si hubiera frotado por mi pelo un globo o algo con estática.
Tenía los lentes manchados (con grasa, para variar). De tanto pasarle los pernos a mi hno. En algun momento se ve que me toqué la cara y bueno... también tenía grasa en la cara.
Estaba HORRIBLE (más que de costumbre). A cara lavada, obviamente.
Y aún viendome en esas fachas, se atrevieron a convidarme algo.
Hasta el día de hoy, me sigo repitiendo la escena y me sigue asombrando el no haberles dado asco. Incluso fueron gentiles y amables en el trato.
Ojalá escribiéndolo pueda descansar un poco de la repetición. Ya no quiero recordar el no haberle dado asco a alguien... porque arranco por ahí y termino pensando: "Yo me doy asco, no hubiera compartido algo conmigo". entre otras cosas peores.
Este pensamiento lo compartí con mi hno y mi pareja. Pero, no entienden (según ellos) por qué pienso así. (Y me dicen cositas lindas... pero claro, supongo lo hacen para verme bien, después de todo son mi hno y mi pareja, claramente me van a decir esas cosas xq me aprecian).
3 notes · View notes
cherryofsaturn · 1 year
Text
Para vos, que estás intentando sentirte bien
En algún lugar del mundo, en este preciso instante, alguien está pensando que se quiere suicidar. No lo sé, pero tampoco lo estoy suponiendo. Es así. Aunque no pueda verificarlo. Incluso si no sé su nombre. Estoy segurísima de que esta noche me duele un poco, porque alguien está pensando que se va a suicidar. Tal vez son muchos, en realidad. Quizás son decenas, centenas de personas, que piensan que esa es la escapatoria. ¿Escapar de qué? Del sufrimiento. De la vida. De intentar. De los amaneceres. De los días de soledad. De la gente cruel. De los prejuicios.
En algún lugar del mundo, en este preciso instante, alguien está llorando. No se le caen un par de lágrimas, aunque sea igual de importante. Se está desangrando por los ojos. Está cansado. El desamor. El bullying. La humillación. Un mal presente. Depresión. Ansiedad. Una familia que no escucha, o que no está. Amigos que no consigue. Pensamientos que le inundan la paz, y sólo puede desahogar por los ojos. No lo sé, pero estoy segura. Sé que alguien en este momento se siente triste aunque no lo demuestre con lágrimas, y lo comprendo. Me gustaría abrazarlo, aunque no lo pueda hacer. Me gustaría decirle a la persona, o a las decenas, centenas, millones de personas que sufren, que va a pasar. No sólo decírselos. Asegurárselos. Repetirlo hasta que tengan un mínimo de esperanza. Porque de ese mínimo de esperanza me sostengo cuando me siento así de triste.
En algún lugar del mundo, en este preciso instante, alguien necesita un gesto de bondad. Aunque sea uno chiquito. Una caricia, un golpecito en el hombro a modo de ''Dale ché, nada duele para siempre'', una mirada que denote humanidad, una sonrisa, una palabra, o un buen trato. A veces todo lo que sostenés a tus espaldas no logra derribarte gracias a un simple buen trato.
Yo sé que este planeta es grande, y que no puedo alcanzar todos esos dolores. Sí los puedo sentir. Más cuando los comprendo, como ahora. Y me gustaría que este escrito se traduzca en todos los idiomas y llegue a todos los corazones, pero hago lo que puedo, y va a llegar a algunos. Y eso me alcanza, al menos por ahora.
En algún lugar del mundo, en este preciso instante, estoy escribiendo este texto. No sé bien por qué. Quizás porque estoy triste. Y porque cuando estás triste no querés que nadie se sienta como vos. Me gustaría hacer más por todo el resto. Pero hago lo que está a mi alcance. Y las palabras siempre estuvieron a mi alcance.
Si vos sos alguna de esas personas, no te conozco. Probablemente nunca lo haga. Puede que te haya visto en la parada del colectivo, o saludado en un bar, o puede que te siga, o te likeé comentarios, pero no conozco tu dolor. No puedo siquiera imaginarme su tamaño. No sé cuál es su raíz. No sé hace cuánto lo cargás con vos encima. Y no puedo, aunque muera de ganas, convencerte de nada. Sólo quiero decirte, tomándome el atrevimiento de hablarte de algo tan personal sabiendo poco y nada, que vas a estar bien. No lo sé. Pero tampoco lo estoy suponiendo. Es así. Aunque no pueda verificarlo. Incluso si no sé tu nombre. Estoy segurísima de que esta noche vas a irte a dormir con una sonrisa, porque aunque no me creas ahora, te lo prometo una y mil veces, las que necesite hacerlo para que se te grabe en el corazón: Algún día me vas a creer.
Cherryofsaturn
27 notes · View notes