mesientotanamada - Tumblr blog

mesientotanamada · 5 days

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He puesto mis palabras en tu boca

El domingo pasado tuve la oportunidad de contar mi testimonio en una plaza del centro ciudad rodeada de desconocidos.

Solo al pensarlo, me moría de nervios.

Hablar de Dios en público es algo que da bastante miedo. Temes por tu reputación, te da vergüenza, sientes que te van a juzgar… pero ¿para qué? Me di cuenta que todas esas cosas no eran importantes. Dios me ha salvado, y es algo que no puedo callar, y si a la gente no le gusta, pues que no me escuchen.

Desde el momento que decidí contar mi historia de salvación, Dios luchó con todos esos pensamientos y me regaló una paz inmensa. Enseguida supe que era la decisión correcta. ¿Para qué tener miedo de gritar que Dios es mi padre y que me quiere y que ha hecho cosas maravillosas en mi vida? Es algo tan bueno, que no puedo callármelo. Y a pesar del miedo, sabía que no estaba sola, que Dios estaba conmigo.

Me intenté preparar el discurso una y otra vez, pero al final sabía que Dios iba a regalarme Su Espíritu Santo y que sería lo que Él quería que fuera, lo que Él quería que dijera.

”No temas delante de nadie, porque yo estoy contigo y te pondré a salvo.» —Palabra del Señor. Y el Señor extendió su mano, me tocó la boca y me dijo: «Yo, el Señor, he puesto mis palabras en tu boca.” Jeremías‬ ‭1‬:‭8‬-‭9‬

Y desde que decidí hablar, nada me quitó esa paz. Tuve una semana muy agobiante, pasé por varias situaciones que me desmotivaron mucho y que, en otros momentos, me habrían hecho dudar de Dios y me habrían quitado las ganas de hablar de Él. Pero no sé cómo, nada de lo que me pasó me hizo cambiar de idea. Sé que Dios estuvo conmigo en todo momento y que sabía que lo que yo iba a ser era algo importante para Él.

Y para mi.

Fue un regalazo la verdad. Sentir esa paz, esa calma, poder contarle al mundo lo potente y grande que es mi Dios, fue algo que no puedo describir. Esa sensación de saber que estás haciendo las cosas bien y de sentirte amada por Dios, es indescriptible. Porque soy un desastre, pero en ese momento, me sentí muy querida.

Se lo deseo a todo el mundo, experimentar algo tan especial, y saber que Dios está ahí contigo.

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mesientotanamada · 19 days

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En el silencio, estoy trabajando para algo bueno

Llevo unos meses chocando contra la pared en todo lo que hago, viendo todas mis torres caerse en mil pedazos: no hay una que aguante. Todos mis planes, no paran de romperse. Y no lo entiendo.

Más pasa el tiempo, más me va entrando la tristeza de no saber por donde moverme, se me quitan las ganas, la motivación, y me noto muy triste. Veo como no paro de pedirle a Dios que me ayude a cumplir mis sueños, mis proyectos, mis deseos, y todos no solo no se cumplen, sino que se alejan como nunca han estado tan lejos.

Le ruego a Dios todos los días que me conceda algunos de esos deseos, rezo que sea también Su voluntad, pero últimamente ninguno de mis planes se cumple, ningún sueño ve la luz. Le pido a Dios que me haga entonces ver cuál es Su voluntad, que yo pueda ver cuál es Su propósito para mi vida, pero tampoco veo nada claro. Siento que se me abre un camino y en cuanto empiezo a recorrerlo boom, se acaba todo y de las formas más duras.

Y dudo mucho de Él. No lo siento en mi vida, dentro de mí tengo la sensación como que Dios se ha olvidado de mí. No que no me quiere o que me quiere castigar sino que se ha olvidado de mí, de mi felicidad. Me siento tan decepcionada y tan perdida.

Me siento abandonada. Siento que rezo y nadie contesta, que le hablo a una pared, que Dios no me escucha. No entiendo este silencio, odio el silencio.

“A ti clamo, oh Señor, roca mía, no seas sordo para conmigo, no sea que si guardas silencio hacia mí, venga a ser semejante a los que descienden a la fosa”. Salmos 28:1

Pasan los días todos iguales y no logro ver a Dios en ningún lado, no logro escuchar Su voz y menos aún puedo ver qué es lo que quiere de mi vida. Pero concederme los deseos de mi corazón, eso no lo veo para nada en Sus planes a corto plazo.

No digo que nunca los vaya a cumplir. También me acuerdo de que los tiempos de Dios no son mis tiempos y que Él siempre me pide que sea paciente. Pero ¿por qué nunca algo puede ser ya?

Solo quiero seguir confiando en Dios. Solo Le pido que me siga dando fuerzas para seguir fiándome aunque no le vea, aunque no le escuche. Quiero de verdad creer que las temporadas de silencio son los periodos en los que Dios más trabaja y más cumple lo que es Su plan - no el mío.

Quiero fiarme ciegamente de que en este tiempo de silencio, Dios está obrando para algo mucho más grande de lo que puedo imaginar. Qué difícil es fiarse cuando no se ve nada, cuando todo alrededor está oscuro y en silencio.

“Pero yo pongo mi confianza en el Señor, espero en Dios, mi Salvador, seguro de que mi Dios me escuchará.” Miqueas 7:7

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mesientotanamada · 2 months

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La espera también es un regalo

Llevo meses pidiéndole a Dios que me regale algo para mi muy especial. Es un sueño que llevo tiempo rogando a Dios para que se cumpla, pero pasan los meses, y el sueño no se cumple nunca.

Sé que es una cosa que no va en contra de Dios, no es algo malo, y me cuesta muchísimo entender porque se lo regala a muchísimas personas de mi alrededor, pero no a mi. En las últimas semanas, he estado preguntándole a Dios si es por qué a mi me estaba castigando por algo, o si es porque yo no me lo merezco mientras que los demás sí, que ellos valen más que yo y por eso a ellos les premia y a mi no.

Ha sido un periodo de lucha continua con Dios, pidiéndole continuamente explicaciones, y hasta enfadándome con él. Hasta que me he rendido. Me he dado cuenta de que no sirve de nada luchar contra Dios, cuando Él es quien siempre tiene un plan mejor que el mío. Cuando Él es quien me conoce y sabe qué regalarme y en qué momento. Cuando Él siempre cumple Sus promesas, pero a Su tiempo.

Rezando, hace un par de mañanas, sentí como Dios me pedía que confiara en Él, y me decía que Él solo quería paz para mi. Pero que difícil es confiar cuando sientes que tus oraciones no son escuchadas. Estoy aprendiendo que lo que yo le pido a Dios es fruto de mis deseos y de lo que yo pienso que me hace bien en un determinado momento. Pero el tiempo de Dios se basa en que Él lo sabe exactamente todo, y actúa de formas que no puedo ni imaginarme.

"Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto". Deuteronomio 32:4

Siento que la espera es necesaria, así como la paciencia. Le pido a Dios que me ayude a alabarle mientras espero en el pasillo, confiando en que Su camino siempre es el mejor. Quiero confiar en que Él va a proveer y va a prepararme para bendecirme algún día. Mi mayor defecto es que lo quiero todo y ya (cuantas veces habré escrito esta frase en este blog...) y no sé esperar.

Pero Dios quiere que yo de fruto, y el fruto tarda en madurar.

"No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé". Juan 15:16

Leí hace poco que "no puedes odiar los tiempos de preparación pero amar el destino y la salvación. En la espera, Dios está preparando tu corazón para recibir la bendición. Descansa en saber que Dios no llega demasiado tarde ni demasiado temprano". Que bonito es saber que Dios no entiende de relojes, ya que el tiempo lo crea Él.

De verdad le pido que me de paz en este tiempo de espera, y que me haga confiar en Su corazón cuando no entiendo Su mano. Porque la peor respuesta a mis oraciones ahora mismo solo podía ser "aún no", pero quiero confiar en que Él tiene un plan que valdrá la espera. Quiero tener fe.

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mesientotanamada · 3 months

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Tener fe es sinónimo de tener paciencia

He empezado este nuevo año con mal pie. Últimamente me está costando mucho mantener mi relación con Dios: estaba super motivada a hacer la voluntad de Dios, quería seguirle, fiarme a ciegas de Sus planes... Pero la verdad es que una cosa es lo que pienso y otra lo que hago, y está siendo muy difícil seguirle cuando no le veo en mi vida.

Esta tarde he tenido una larga conversación con mi papá, y hablando con él me he dado cuenta de que no me fio nada de Dios. Me ha recordado que los cristianos rezamos sabiendo que Dios nos va a contestar, que nos dará lo que es bueno para nosotros, y yo me he dado cuenta de que no me fio de ello. Al escucharle decir eso, le he preguntado "¿Y si no lo hace?". ¿Y si Dios no me va a dar lo que deseo, no me va a dar lo que es bueno? ¿Qué pasa entonces?

Llevo unas semanas luchando con mis dudas y mis pensamientos, que yo a todo tengo que darle un sentido y encontrarle un por qué, cuando a Dios nadie le entiende y nadie puede explicarle. Y no logro entender porque le llevo pidiendo cosas mucho tiempo, y se las regala a otras personas y a mi no. No entiendo porque le pido y le pido y siento que hablo sola. Y al ver que no hay respuestas, he empezado a desconfiar en que algún día Dios cumplirá de verdad Su promesa.

Estoy muy escasa de fe ahora mismo. Me cuesta confiar en Dios. Mi padre dice que tener fe es sinónimo de tener paciencia. Me hace gracia porque yo soy la persona más impaciente del mundo.

"La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Hebreos 11:1

No sé por qué Dios tarda tanto en darme lo que le pido, y dudo de si algún día realmente me lo dará. No sé porque a mi quiere prepararme, y a otra gente se lo da sin más - debería sentirme honrada de que a mi quiera prepararme pero uf, no dejo de compararme -. Estoy cansada de escuchar que "aún no es el momento".

No sé por qué Dios actúa como actúa pero entiendo que si no fuese así, no sería Dios. Quiero confiar en que me ve pidiéndole en la espera, rezando cuando no veo nada.

Lo único que puedo hacer ahora mismo es pedirle a Dios que me de fuerza, fuerza para enfrentarme a esta temporada, fuerza para seguir creyendo en Él en medio de tantas dudas, en medio de la espera y del silencio. Que me ayude a alegrarme en medio de los días malos, del sufrimiento, de la espera. Que pueda verle en esos días donde me siento olvidada, donde siento que nadie me ve.

Porque la espera forma parte del proceso de Dios, en la espera es donde Dios trabaja para cumplir Su promesa. "Todo proceso divino requiere temporadas de silencio".

Y que esta espera me permita tener esa intimidad con Dios como nunca antes he tenido.

"¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío". Salmos 42:11

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mesientotanamada · 3 months

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mesientotanamada · 5 months

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mesientotanamada · 6 months

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Si uno es atacado, dos resisten mejor.

El sábado, mi marido y yo tuvimos el honor de asistir a una boda que desprendía amor y romanticismo. Todos lloraban de la emoción, hubo mucho sentimiento y mucha sensibilidad. Disfrutamos mucho, y en la fiesta lo dimos todo: bailamos, reímos, y cantamos rodeados de nuestros amigos.

Sin embargo, en medio de toda esa celebración y de las risas, me di cuenta de lo difícil que es el matrimonio si no está Dios en el primer lugar. Me di cuenta de que todo parece muy bonito cuando las luces brillan y la música suena, y de lo difícil que es realmente poner a Dios en medio de la relación cuando llega la cotidianidad y todo lo que conlleva: tentaciones, egoísmo, miedos, sufrimiento...

En este año y poco que llevo casada, he aprendido que sin Dios, mi matrimonio no tiene sentido. Que si no ponemos a Dios lo primero, todos los días, nuestra relación se va a la basura. Nos lo explicaron el día de nuestra boda: Dios tiene que ser nuestra roca.

Y así hemos intentado vivirlo hasta el día de hoy, con todas las pruebas y dificultades. Porque nos sale mirar por uno mismo, el orgullo, el devolver mal por mal en cambio que perdonar y pedir perdón. Pero la iglesia nos ha enseñado, en esos momentos de sufrimiento, a acercarnos aún más a Dios y a la otra persona, en cambio de enfadarnos con Él (y con el otro).

En la boda del otro día, vivimos unas situaciones en las que nos acordamos que nuestro matrimonio es como un hilo que o cosemos cada día, o se puede deshacer en cualquier momento, que basta muy poco para que eldeabajo se cuele entre nosotros y lo rompa todo: una palabra dicha en el momento equivocado, un gesto que no se debe hacer, una mirada equivocada, un comentario fuera de lugar... pequeños detalles que hacen que nos olvidemos de Dios y nos dejemos llevar por los pensamientos negativos que eldeabajo nos mete en la cabeza (yo soy la mejor directora de películas mentales que existe en el mundo). Porque él solo quiere destrozar nuestra unión y lo que estamos construyendo día a día.

"Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haberlo superado todo." Efesios 6:13

Nuestra iglesia, nuestra comunidad, nuestras familias, nos han enseñado que con la oración, con la Palabra de Dios, y con el perdón, podemos enfrentarnos a cualquier situación, confiados de que Dios está con nosotros y lucha por nosotros, y quiere que nuestro matrimonio funcione (probablemente mucho más que nosotros mismos).

Dios tiene que ser la roca en la que, como matrimonio, tenemos que apoyarnos todos los días, pero en especial en esos momentos donde soportamos menos al otro, y los problemas se nos caen encima. Porque tengo cada día más claro de lo fácil que sería romperlo todo. Las tentaciones van a rodearnos continuamente, pero desvanecen cuando nos refugiamos en Dios. Lo difícil es seguir luchando y apostar el uno por el otro. Solo con la ayuda de Dios podemos hacerlo.

Hicimos un pacto con Dios, y una promesa de fidelidad para toda la nuestra vida: nuestro matrimonio está creado por Dios, sostenido por Dios y para dar gloria a Dios. Pero con Él, no solo permanece, sino que florece cada día más.

"Mejor son dos que uno, pues juntos obtienen mejores resultados de sus esfuerzos. Porque si caen, el uno levanta al otro. Pero, ¡Ay si uno cae sin que nadie lo levante! (...) Si uno es atacado, dos resisten mejor, pues no se rompe fácilmente una cuerda trenzada con tres hilos." Eclesiastés 4:9-12

Ph. Iris Caparrós

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mesientotanamada · 6 months

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Solo en mi tendrás paz

Hace tiempo que no me paso por aquí. La última vez escribí que me estaba costando confiar en Dios y que me sentía un poco abandonada por Él. Tengo que decir que desde ese momento, mi relación con Dios ha empezado a mejorar.

No, no se han solucionado todos mis problemas. Sigo teniendo dudas, sigo sin entender por qué hace la cosa de una forma que no es la que yo quiero, ni entiendo Sus tiempos. No soporto la espera, soy una impaciente. Sigo teniendo sufrimientos y problemas y dificultades, pero cada día que pasa veo el amor tan grande que me tiene.

Cuando escribí el artículo la última vez, estaba en una lucha de querer tener la razón con Dios y de querer hacer las cosas como yo quiero, de querer cumplir con mi proyecto y con mis planes. Y en este mes, Dios me ha hecho ver que muchas veces mis proyectos no se cumplen porque no es el momento, o porque Él tiene pensado algo mucho mejor.

Y no, no ha cambiado nada en ese sentido: mi vida sigue igual, mismo trabajo, misma situación económica, misma familia, mismos sueños... Dios no me ha regalado de repente lo que estaba pidiendo. Pero sí me ha hecho sentir amada, y me ha regalado la paz y la tranquilidad que tanto necesitaba.

Me he dado cuenta que la única forma que tengo de estar bien conmigo misma y con mi vida actual, sabiendo que Dios siempre quiere lo mejor para mi y que cumple Sus promesas, es pedir que me regale Su paz.

Soy una persona muy ansiosa, que quiero tener siempre todo bajo control, y me he dado cuenta de que esas preocupaciones solo me generaban ansiedad. Me he dado cuenta que es inútil estar preocupándome todo el tiempo de mi situación y de mi futuro, pidiéndole a Dios un cambio rápido, cuando Él no para de decirme que tenga paciencia y que me fíe de Él.

También he entendido que Dios no va a darme paz en algo que no viene de Él. Que puedo darlo todo, puedo poner todos mis esfuerzos, mis pensamientos, mis ganas, en algo, pero si no viene de Él, esa cosa nunca va a prosperar, y nunca estaré tranquila con ella. Toda situación que Dios no quiere para mi vida, cualquier decisión que va en contra de Su voluntad, no voy a vivirla con tranquilidad.

Estoy mejor con Dios porque cada día que pasa me va enseñando que la paz no viene de mis circunstancias o de la ausencia de sufrimientos, sino de la relación que construyo con Él cada día. Rezando, leyendo Su Palabra, yendo a la iglesia... No como obligación, sino como instrumentos para acercarme más a Dios y no dejarme llevar por mis pensamientos y mis tormentas.

"Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra". Salmos 46:10

Estoy aprendiendo que fiándome de Él, voy a tener esa paz que tanto necesito en mi vida. Solo Dios puede darle calma a mis pensamientos, a mis enfados y a mi mente.

Puedo fiarme de Dios, porque como mi Papá, sabe lo que es mejor para mi y no tengo que preocuparme por si aún no tengo lo que anhelo.

"Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". Filipenses 4:6-7

Quiero aprender a confiar de verdad en Dios y para ello sé que necesito acercarme siempre más a Él y a Su amor, sobre todo en los momentos más inciertos.

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mesientotanamada · 8 months

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No me siento tan amada.

A veces.

Hay momentos en los que no me siento amada por Dios, ni por nadie.

Y me siento sola.

Me di cuenta de este pensamiento ayer al revisar el blog. Pensé: tengo que cambiarle nombre, porque estoy mintiendo.

Y luego entendí que es normal no tener siempre esa sensación de paz y amor pleno con Dios. Que es normal a veces dudar de Sus promesas, de Sus tiempos, de Su voluntad. En medio de los problemas, de las dificultades, de la incertidumbre, del sufrimiento, es normal pensar que nadie me quiere y que estoy sola ante los ataques.

Y aunque me sienta abandonada, y totalmente olvidada, Dios me sigue amando.

Cuando no veo absolutamente nada, cuando nada tiene sentido a mi alrededor, cuando todos se han ido, Dios sigue ahí amándome.

Me ama a mi, con mis defectos, con mis pecados, con mis quejas y mis dudas. Me ama a mi con mi físico, con mis pensamientos, me ama tal y como soy. También cuando yo no me quiero a mi, y no le quiero a Él.

"En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados." 1 Juan 4:10

Este último periodo estoy llena de dudas, me enfado continuamente con Dios por como hace las cosas y por Sus tiempos que son para mi siglos de espera inútil.

Me enfado con Dios porque no cumple con mi plan, con mis ideales, con mis expectativas.

Me enfado con Dios porque a lo mejor me prometió algo, y como aún no me lo ha dado, Él es malo.

Me enfado con Dios porque me siento sola y porque no me siento amada.

Pero Él está ahí amándome.

Y me enseña que no importa lo que opina la gente, cuántas amistades tengo, si mi marido es más o menos cariñoso, si en mi trabajo me valoran o no. Lo que importa es que Él está conmigo y que Él está enamorado de mi.

Me cuesta mucho verlo, dudo mucho, pero me acuerdo de esa oveja que, sola, perdida, Él fue a rescatar. A mi me rescata todos los días.

Y si eso no es amor...

"No bien decía: «Mis pies resbalan»,

cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda.

Cuando en mí la angustia iba en aumento,

tu consuelo llenaba mi alma de alegría".

Salmo 94:18-19

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mesientotanamada · 8 months

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Aunque no me veas, confía

Ha pasado tiempo desde la última vez que escribí algo por aquí, y tengo que decir que han cambiado muchas cosas. Y no ha sido como yo había planeado.

Cambié trabajo. Tres veces. Hace 6 meses pensaba que la voluntad de Dios era que yo cambiase mi trabajo por otro más cercano a mi casa, y daba por obvio que, si era Su plan, todo iba a ir bien. Pero no fue así. A los 25 días me despidieron sin motivos. Fue en ese momento de sufrimiento e incomprensión cuando recordé que Su plan era más grande de lo que yo imaginaba. Y después de estar trabajando un mes como dependienta en una tienda, puedo decir que estoy finalmente en un trabajo con el que muchas veces he soñado, un trabajo que me hace feliz, que me llena y que me hace sentir valorada. Ha costado. He dudado mucho de Dios en este área de mi vida, no entendía porque tenía que dejar un trabajo muy bueno para, fiándome de Él, quedarme sin nada. Y ahora veo como Su visión es siempre más grande, y como cada despido, cada cambio, era para llevarme en el lugar donde estoy ahora. No sé cuánto durará, pero ahora mismo estoy feliz, y veo como desde el minuto uno Dios estaba encajando todas las piezas. Soy yo la que no se fiaba de ello.

A esto, hay que añadir que llevo casi ya un año casada, y ha sido un año bastante complicado. En otro post hablaré seguramente de lo difícil que ha sido juntar dos personas completamente opuestas, pero iguales en orgullo, y lo espectacular que es ver que a pesar de todo seguimos en la misma casa. Pues, resulta que hace un año, me imaginaba ya siendo madre, pero es algo que no ha pasado todavía. Y aunque haya días donde ese tema le da mil vueltas a mi cabeza, intento ver que Dios sabe lo que es mejor para mi, y me lo regalará cuando Él querrá. Cuando será el momento correcto, no para mi, sino para Él. Veo que Dios tiene mucho trabajo que hacer conmigo todavía - y con mi esposo - y hasta que no estemos preparados, no va a regalárnoslo.

Solo son dos ejemplos de situaciones que en estos últimos meses me han revuelto y me han hecho darle mil vueltas a mi cabeza, y a mi relación con Dios. Porque admito que he llegado a dudar de Él muchas veces (de verdad, muchas). Aun me cuesta mucho confiar en Dios en la espera, en el sufrimiento, me cuesta pensar que de verdad al final todo va a ir bien. Pero lo veo en mi vida, y en la de la gente que me rodea, que fiarme de Dios es lo mejor que puedo hacer, aunque no entienda nada de lo que está pasando.

Porque yo no lo veo, pero Dios está ahí cada día trabajando conmigo.

"Y estoy convencido y seguro de esto, que aquel que comenzó la buena obra en ti, la continuará hasta el día de Jesucristo, desarrollando, perfeccionándolo y llevándolo a su finalización completa en ti". Filipenses 1:6

Porque Dios está en lo escondido haciendo malabares para que todas mis piezas encajen y para que Su plan triunfe. Y siempre va a triunfar, si Le dejo actuar en mi vida. Veo como Dios me pide que confíe en Él cuando no esté viendo resultados, aunque no esté viviendo lo que deseo o lo que Le pido, porque Él nunca deja de trabajar para cumplir Su plan conmigo, para cumplir Sus promesas.

"Y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo". Marcos 4:27

Dios no va a dejar de moverlo todo para que llegue a cumplir Su plan en mi. Le pido que me enseñe a fiarme realmente de Él, a entender que Su propósito no es el mío, sino que es aún más grande. A confiar en que mis sueños no son nada respecto a los que Él tiene pensados para mi.

Confío en que hará maravillas.

Solo tengo que ser paciente y no alejarme de Él.

"El Señor cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Dios, es para siempre; No desampares la obra de tus manos". Salmos 138:8

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mesientotanamada · 9 months

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¿Alguna vez te has detenido a pensar que muchas veces sufriste porque querías encajar en algo que Dios no quería para ti?

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mesientotanamada · 1 year

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mesientotanamada · 1 year

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¿Qué elijes?

¡Sbam!

La semana pasada estuvo llena de dudas, tentaciones, preguntas e incertidumbre. Tomé la decisión de cambiar trabajo porque sentía que era lo correcto, y porque vi que era la voluntad de Dios.

Pero me quedan unos días en mi actual trabajo, y no paro de vivir buenas sensaciones y situaciones que me hacen dudar de si he tomado o no la decisión correcta. Sabía que iba a pasar, que iba a sentirme más valorada, alagada, y que iba a buscar en el nuevo trabajo todas las cosas malas que podía haber.

Pero hay dos en concreto que estos días me ha hecho darle mil vueltas a mi cabeza: el dinero y el reconocimiento.

En mi nuevo trabajo, tendré un sueldo un poco menor que en mi puesto actual. Esto me hace querer quedarme donde estoy y buscar además más formas de llevarme más dinero a casa, como bonos o comisiones. ¿Por qué esto? Pues porque pienso que el dinero lo es todo. Que si no cobro cada vez más, no voy a poder permitirme todo lo que quiero, tendré que privarme de cosas, y eso en mi cabeza no entra.

Y en relación a mi egoísmo y mi soberbia, en mi trabajo veo como se me valora y cómo voy subiendo poco a poco, y en cambio en este nuevo trabajo que voy a empezar mi puesto va a ser - por lo que parece - más "tranquilo". Y busco reconocimiento constante, quiero que la gente me aplauda y me diga que qué bien lo hago, quiero tener un buen puesto de trabajo y que la gente a mi alrededor se fije en mi.

"Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores". 1 Timoteo 6:10

Pero, ¿eso es lo que me va a hacer feliz? Y mejor aún, ¿Eso es lo que Dios quiere para mi? El dinero, el reconocimiento, ¿Van a darme felicidad toda mi vida?

Me he dado cuenta que tengo que dejar a Dios ser Dios, fiarme de Él, y dejar de buscarme otros ídolos que no son Él. Lo quiero todo, cuando mi todo tiene que ser solo Dios. Él me basta, Su gracia me basta, su amor me basta. No necesito más dinero, no necesito ser reconocida, solo necesito sentirme querida por Él.

Dios me lo recuerda en Sus mandamientos:

"No tendrás otros Dioses delante de mi". Deuteronomio 5:7

No se refiere a otros dioses como si hablase de mitología griega, sino a idolatrar y vivir por cosas, cuando solo tengo que vivir por Dios. Cuántas veces me he alejado de Dios por querer lograr más afecto, más aprecio o incluso más dinero. Eso no me va a dar la vida.

Gracias a Dios nunca me ha faltado de nada, ¿Por qué iba a hacerlo ahora? ¿Por qué dudar ahora?

Le ruego que me ayude a empezar este nuevo camino de Su mano, descansando, sabiendo que todo va a salir bien y que pase lo que pase, si hago Su voluntad, voy a tener siempre todo (y solo) lo que realmente necesito. Le pido que me ayude a seguirle a Él y a poderle elegir siempre, pase lo que pase.

Imagen: Emilie Lefebvre

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mesientotanamada · 1 year

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¿Aún no tienes fe?

Este fin de semana, he tenido que tomar una decisión muy importante en relación a mi futuro: cambiar de trabajo o quedarme en el que estaba. La mayor duda y preocupación que tenía, era cuál de las dos opciones iba a darme más estabilidad y seguridad para el futuro.

Me daba miedo tomar la decisión equivocada por miedo no tanto a como iba a estar ahora, sino a largo plazo. Pero estuve sintiendo todo el fin de semana, que esa decisión que menos seguridad me daba, era la correcta.

Estuve rezando mucho, y pidiéndole a Dios que me hiciera ver Su voluntad. De verdad que no quería elegir un trabajo u otro por apetencia o comodidad, sino que quería que fuese acorde a Su plan para mi. Y sentí tan fuerte que, aunque me daba mucho miedo el cambio y el empezar algo nuevo, cambiar de trabajo es lo que Dios quiere para mi.

Lo tuve claro cuando, rezando, en el Evangelio del sábado Dios me dijo claro qué no tengo que preocuparme de nada, si hago Su voluntad, porque Su plan siempre va a ser bueno para mi. Aunque pierda trabajo dentro de dos meses y piense haberme equivocado, si es Su plan es porque no se ha terminado ahí, sino porque siempre, siempre, vendrá algo mejor.

"Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?" Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: "¡Cállate, enmudece!" Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: "¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?" Marcos 4:38-40

Con todo lo que Dios ha hecho en mi vida, ¿De verdad me sale siempre más fácil dudar de Él en cambio de fiarme? Nunca me ha faltado trabajo, dinero, ropa, comida, no me ha faltado nunca de nada. Siempre Ha tenido el control de todo y no me ha abandonado nunca. ¿Por qué iba a hacerlo ahora?

No sé cómo irán las cosas, pero sé que pase lo que pase, tengo a Dios conmigo, y con Él a mi lado mi barco nunca se va a hundir.

Le ruego que siga indicándome el camino y que yo pueda no apartarme nunca de Él.

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mesientotanamada · 1 year

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El corazón afianzado en hacer la voluntad del Padre jamás debe temer la derrota.

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mesientotanamada · 1 year

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La oración es el puente entre el temor y la paz.

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mesientotanamada · 1 year

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Un unico propósito para el nuevo año: cumplir Su voluntad.

Ha acabado el 2022, un año para mi extraordinario. Ha sido, sin duda, el año más feliz de mi vida. Claro que he tenido sufrimientos, y que ha habido muchos baches en el camino, pero Dios ha cumplido este año muchas de las promesas que me hizo hace tiempo: me he casado con una persona que me ama y que pone a Dios lo primero, he encontrado un buen trabajo, hemos tenido la oportunidad de comprarnos una casita y hasta un coche, ha venido toda mi familia a España a visitarme, de verdad que ¡¡¡Dios me ha bendecido muchísimo!!!

Miro hacia atrás, y veo como Dios sí cumple cada una de Sus promesas, como ha escrito mi historia de forma perfecta, como todo lo ha hecho bien (entraré en detalle otro día a lo mejor), como si hago Su voluntad, todo es bueno para mi.

Así que esto es lo que Le pido para este 2023: poder hacer Su voluntad. No voy a ponerme objetivos imposibles de lograr, o propósitos que voy a cumplir solo durante una semana. Sino que quiero, cada día, aprender a hacer Su voluntad, ser feliz sin quejarme sabiendo que lo que me pasa es por Su plan, porque Él quiere, y que eso siempre va a ser lo mejor para mi.

Llevo ya dos años con este único propósito, porque el último año que intenté lograr miles de resultados, llegó el covid y me los tiró todos abajo. Me di cuenta en 2020 que era inútil planear mis cosas, cuando Dios quería algo mucho mejor para mi, cuando Dios veía mucho más allá de mis sueños y mis deseos.

"Hacer tu voluntad, Dios mío, me agrada; tu ley la llevo dentro de mí." Salmos 40:8

Este 2022 he podido ver de verdad la gracia de Dios, el amor que Él me tiene, y no puedo pedir nada más para este nuevo año ni para mi vida en general. Si confiando en Él, he podido vivir todo lo que he vivido, y mis sueños se han hecho realidad, no puedo imaginarme qué pasará si sigo poniéndoLe lo primero en mi vida cada día que pasa, cada nuevo año.

Me siento muy bendecida y estoy muy agradecida por todo lo que me sigue regalando cada día. Dios es muy bueno conmigo.

De verdad que no quiero nada más que lo que Él quiere para mi y tiene planeado para mi. ¡Que ganas de vivir este nuevo año con Él!

Y por cierto, ¡Feliz 2023 a todos vosotros qué me leéis! Que Dios os bendiga mucho.

Ph. Santiago M. López (IG @samlo.es)

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