Ho già accennato a questo pensiero per cui io credo fortemente che nella società odierna ci lamentiamo troppo, di tutto, senza fine e senza soluzione.

La mia migliore amica dice che lamentarsi è un diritto e che è giusto farlo, che spesso è solo dimostrazione di un disagio interiore che si prova, per cui è giusto esternarlo.

Inutile dire che non sono d'accordo.

Pure io mi lamento, sempre e troppo e specialmente qui ho esternato un sacco di disagio sul lavoro che faccio, sulla vita che devo passare sul treno, sulle ore che non dormo ecc.

Ebbene, non so nemmeno io come sia riuscita a farlo, ma la scorsa settimana ho completamente switchato mentalità e non mi sono lamentata più nella mia testa. Ho cercato di vivere le cose come erano, non per forza saltando di gioia, ma vedendo i piccoli dettagli belli: la giornata di sole, la colazione con calma, le risate con i colleghi, l'esercizio con le lingue ecc.

È stata sicuramente una settimana pesante, però l'ho vissuta con tutt'altro spirito... e voglio che continui così.

*Sorellanza |fiori freschi|.

La Poesia

è Il Mio TUTTO!

E’ il mezzo che uso

per arrivare

ogni volta

da qualche parte,

nonostante le catene della Realtà.

@elenascrive

“Decidi oggi di essere felice. Decidi di essere prospero. Decidi di vivere con un atteggiamento di gratitudine. Fai una danza scatenata. Ridi forte. Canta la tua canzone preferita. Cammina all'aperto. Respira profondo. Dí a qualcuno che l'ami. Dí a te stesso che ti ami. E più di ogni altra cosa, tocca ogni cuore che incontri.”

— Ramdesh Kaur

sveglia alle 4 per fare sei ore di traversata in mare, ho visto un’alba incredibile e tantissimi delfini e mi sono commossa.

Grazie vita e mi mancherai tanto mare mio

Ultimo pensiero dell'anno..

Oggi pensavo a quanto tempo ci voglia per dimenticare persone con la quale si ha avuto a che fare. Persone che hanno ricevuto tanto da me e che in poco tempo si sono allontanate come se nulla fosse, persone che non hanno mai dimostrato senso di riconoscimento e gratitudine nei miei confronti. Ci sono giorni in cui riesco a lasciarmi scivolare il tutto, altri giorni invece in cui la rabbia e la delusione ritornano. Se esistesse una formula magica per passarci sopra, mi piacerebbe saperla o conoscerla.

Es tiempo de agradecimiento

No creo en las casualidades, pero esta última ya me ha dejado muy asombrada. Comienzo desde el principio: llevo unos días muy apagada, en los que, aunque veo todo lo que tengo y todo lo que Dios me ha regalado y me sigue regalando, no me siento agradecida por nada de lo que tengo y vivo. Es uno de mis mayores defectos; soy muy quejica, me molesta todo muy rápido, además de ser muy exigente. Lo soy con la gente que me rodea, pero aún más actúo así con Dios.

La verdad es que ahora mismo lo tengo prácticamente todo: me he casado con la persona que más quiero, un hombre cristiano con sus valores y con mis mismos ideales. Tengo una casa estupenda. Un buen trabajo. Estoy rodeada de amigas que me hacen sentir muy querida. Pero la verdad es que, a cada situación o momento que vivo, le veo algo que no me gusta, que querría cambiar, que, en el fondo, me pone triste.

Creo que Eldeabajo me está atacando mucho últimamente. Soy muy frágil, y me dejo llevar mucho por las emociones, soy muy manipulable. Cuando algo no me gusta, o si algo no sale como quiero, siento que entonces todo va mal. Creo que el demonio lo tiene muy fácil conmigo: Dios me lo da todo, pero en cuanto una pequeña cosa no va como yo quiero, todo lo bueno se me olvida. Me olvido muy rápido de Dios y de todo lo que hace por mi cada día. Porque vamos a ser sinceros: sin Dios, yo no estaría aquí ahora mismo escribiendo esto. Sin Dios, no me habría casado, habría entrado seguramente en algún círculo tóxico, y, siendo tan dependiente de afecto, estaría buscando el cariño en cualquier lugar. Pues, Dios me ha protegido de todo eso, y siempre me olvido. Lo quiero todo, y ahora mismo. Y si Dios no me lo da, entonces estallan el enfado y la tristeza.

Y aquí llega la “casualidad” de hoy: justo sintiéndome así y quejándome de mi malestar, en un podcast que escucho todos los días volviendo a casa del trabajo, se hablaba del agradecimiento. El título del programa es “El secreto para ser feliz: El Agradecimiento” y no creo que haya sido un caso que yo lo escuchara justo hoy. El locutor del podcast, un pastor de jóvenes de una iglesia de Milán, dice: “Para estar agradecido, lo primero que tienes que hacer es dar las gracias por tu vida”. Solo esta frase, me ha dolido mucho: con todo lo que tengo, ¡me cuesta mucho esta agradecida por mi vida! No tengo que volverme loca buscando más motivos por los cuales estar agradecida, si ya con el estar viva lo tengo todo.

“Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en todo, porque esta es Su voluntad para ustedes”. 1 Tesalonicenses 5:18

Y el podcast seguía con la frase que más me ha gustado y a la vez me ha hecho reflexionar: “Agradécele a Dios por tu pasado porque si no te ha matado, entonces tienes que usarlo”. Y preguntaba, “¿Usas tu historia para cumplir tu propósito y ser un ejemplo para los demás, o te dejas utilizar por tu historia?”. Otro golpe. ¡Que poco lo valoro todo! ¡Que poco agradecida soy! Culpo a Dios por mi historia, le culpo por mi pasado, por el de mi marido, por el de mi familia, culpo a Dios por mi presente y por lo que no tengo o por lo que no sale como yo quiero. Le culpo, y no soy capaz de ver los milagros que ha hecho en mi vida y en las de la gente que me rodea. Tengo que luchar mucho contra eso, y para hacerlo, siento que tengo que aprender a estar realmente más agradecida, aunque por mis pensamientos o por la situación que esté viviendo ahora mismo no sea capaz de ver nada que agradecerle a nadie (y menos a Dios).

Empieza el Adviento y se acerca la Navidad, y creo que no existe mejor periodo del año para aprender a estar agradecida. ¿La Navidad es eso no? Amor, felicidad y... agradecimiento.

Así que, en estos 24 días antes de Navidad, estoy intentando, como medida, escribir cada noche tres cosas por las cuales, a lo largo del día, estoy agradecida a Dios por haber vivido. Y me está costando más de lo que esperaba. Pero al final, es una lucha continua, y aunque tenga que quedarme media hora cada noche pensando en cuáles han sido las bendiciones de mi día a día, creo que me va a merecer la pena. Creo que es una buena forma de volver a acercarme a Dios y de volver a sentirme querida por Él, y de volver yo a quererle a Él.

Además, una persona me ha aconsejado que, cuando rezo, pase más tiempo agradeciéndole a Dios que pidiéndole. Para una persona de las más quejicas como yo, esto es un reto muy, pero muy difícil.

“No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Filipenses 4:6

“Dedíquense a la oración, y sean constantes en sus acciones de gracias”. Colosenses 4:2

Ahora mismo, me siento muy débil, me siento en un ataque continuo, y le pido de verdad ayuda a Dios para poder ser capaz de ver y valorar lo que tengo, más que lo que no. Él ha dado Su vida por mí, y solo por eso, debería estarle agradecida, aunque no tenga nada más. Que soberbia y egoísta soy.

Le pido de verdad que me siga enseñando y me siga cuidando, como un Padre hace con su hija, y que yo pueda aprender a ser la mujer que Él quiere que sea.

“Que en el corazón de ustedes gobierne la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos”. Colosenses 3:15

Preferisco le persone che sanno ricambiare, che fanno attenzione, che hanno il dono della gratitudine.

15/07/2023

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Oggi al lavoro ho notato che una delle mie clienti abituali sembrava pensierosa, così le ho domandato come stesse. Lei mi ha dato una risposta che non mi aspettavo e che mi ha reso felice per certi versi, dispiaciuta per altri. "Sei una delle poche persone che, quando ti chiede come stai, lo fa perché davvero gli interessa la risposta ed è una cosa rara... Sei una bella anima dentro e fuori." Lì per lì non sapevo cosa dire, ho ringraziato, un po' in imbarazzo. L'ho seguita con gli occhi mentre andava via, sempre di fretta sul suo motorino ed ho visto la sua espressione incresparsi, mentre una mano frettolosamente asciugava una lacrima. Mi ha fatto tanta tenerezza. Non so spiegarlo, ma ho continuato a pensare lei. Mi sono chiesta se avesse qualcuno ad aspettarla e a darle un abbraccio. Avrei voluto dirle tante cose, però chiaramente sarebbe stato strano e probabilmente pure inopportuno. Avrei voluto ringraziarla, per avermi vista. Per aver visto oltre le circostanze. Avrei voluto confessarle di essermi domandata spesso quale fosse la sua storia, il perché di quel fondo di tristezza negli occhi ben nascosto da quell'ironia e socievolezza maldestra. Avrei voluto dirle che ho sentito risuonare dentro di me quel senso di gratitudine, perché mi è familiare: la gratitudine di chi soffre la solitudine. Perché quando sei solo e qualcuno, anche se per un momento, ti vede davvero, puoi sentire che quella bolla opaca che ti isola dal mondo e ti imprigiona coi tuoi pensieri, per un attimo scompare e puoi tirare un sospiro di sollievo.

何年前かもう覚えないけれど、外国語アプリで日本人の婦人とチャットし始めた。

その時から、日本にもイタリアにも何回も会って、今は日本にいるから時々誘ってくれる。彼女は八王子に住んでるし千葉県から遠いけれど、毎回行ってよかった。

彼女は自分の家に泊めせて、お風呂も入らせて(考えたら、6ヶ月ぐらいお風呂入ってない)、自分の両親の家に連れて行って、日本の自家製料理まで味わわせた。

外国人として、日本人にこんなに親しくなれるのは難しくて、珍しい。みんなは優しいけれど、自分の人生に簡単に入らせてくれないから、彼女のところに行く時は心の底からめちゃくちゃありがたく思う。

Ho passato questo weekend dalla mia amica giapponese. Ogni volta che vado da lei mi sento grata per aver avuto questa opportunità di poter entrare dentro la sua vita a pieno. Non è una cosa scontata: i giapponesi raramente ti lasciano entrare nella loro intimità quotidiana, specie se sei straniero. Lei invece mi invita a casa, mi cucina cibo, mi ha fatto usare il suo ofuro (vasca da bagno) e mi porta dai suoi genitori 80enni che sono sempre felici di riempirmi la pancia di cibo fatto in casa (e io sono ancora più felice di loro).

Ogni volta non so proprio come fare per gestire tutta questa immensa gratitudine che mi scoppia da dentro.

“Sviluppare la gratitudine ci allontana dai sentimenti negativi.

È impossibile essere contemporaneamente grati e arrabbiati, infastiditi o impazienti.

Vi esorto a provarci, così vi accorgerete di quanto sia facile cambiare prospettiva e affrontare il malumore con questa semplice pratica.

La gratitudine ci fa anche sentire in contatto diretto con il resto del mondo, ci permette di avvertire il legame con gli altri esseri e ci rende soddisfatti di noi stessi.”

— Bettina Lemke

Manchi..❤️

Il dono più prezioso è essere circondati da persone autentiche.

I morti ricevono più fiori dei vivi perché i rimpianti sono più forti della gratitudine Anna Frank