Tumgik
#trizas
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"El abrazo debería de ser recetado por los médicos pues, hay un poder curativo en el abrazo que aún desconocemos.
El abrazo cura el odio
El abrazo cura los resentimientos
El abrazo cura el coraje y los malos entendidos.
El abrazo cura el cansancio y cura la tristeza.
Cuando abrazamos soltamos amarras, perdemos en instantes las cosas que nos han hecho perder la calma.
El abrazo nos da la paz en el alma.
Cuando abrazamos dejamos de estar a la defensiva y permitimos que el otro se aproxime a nuestro corazón. ¡Los brazos se abren y los corazones se acurrucan de una forma única...!
Pura maldad ❄️
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tinta-y-cometas · 1 year
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Solo espero y el día en que nos veamos de nuevo, no me trates como un extraño.
Porque ahí me quedó, tirada;
hecha trizas.
-Panquecito.
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chica-cristiana-mmm · 1 month
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Cambiaste un mundo lleno de tristezas y le diste forma a un corazón que estaba hecho trizas, no sé cuánto dolor me costó para darme cuenta que a tu amor era lo único que necesitaba para vivir esta vida, después de esta será aún mucho mejor, pero contigo.
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chemane · 2 years
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Me adentre a una guerra que desde el primer día que inició yo la llevaba de perder, su manera de atacar era tan sensual que en ocasiones me hacía perder la cordura, le pude ganar muchos ataques, ella me ganó muchos más, ella ya tiene un ejercicio hecho, dijo tener miedo de cómo acabaría todo esto, que el arte de la guerra que teníamos era lo que la había cautivado.
-Días en guerra 50.
🍃
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3amdistress · 2 months
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me querias para ti sola, y ahora q conseguiste mi corazon y ya no tengo nada para nadie mas, me dejas. eres la peor persona q he conocido en mi vida… y lo peor de todo? aun asi t amo… no me dejas estar contigo, pero en cuando me recuerdes y vuelvas, me vas a encontrar aqui, esperandote. pq ya no puedo lastimarte mas… aunq me sigas rompiendo, yo ya no quiero q dudes de mi amor mas, q t enojes conmigo por celos ni por decepciones… solo t quiero a ti.
no puedo llorar joder. este vacio en el pecho me esta matando… se me corta el aire y me cuesta respirar. el nueo en mi garganta y la bola esta q siento en el estomago son asfixiantes… lo daria todo por poder hablarte aunq sea un rato, aunq fueras el unico q dijera cosas. tengo q escuchar tu voz, pero nunca vas a entender lo q se siente extrañar tanto a alguien al punto q prefieres ser una desalmada y dejarte llenar con los restos de amor de otros a seguir dejandote ahogar por las lagrimas estas q no pueden salir…
dios mio… pero aqui me quedo. sola en el frio invierno. las flores de primavera florecieron muy temprano y ya se están marchitando, mientras q mi corazon sigue congelando entre tus finas manos. cuantas veces mas lo dejaras caer? pq lo tratas como jugete? no lo es. ya tiene muchas grietas, es q no t doy pena? creo q ahora hasta me contentaria de tu lastima por mi. asi de tan patetica me he vuelto. q puto asco me doy. y si tan solo me rompieras de una vez por todas?
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Realmente me duele amarte,
Así que decidí dejarte ir
Pero...
Aun te busco en cada lugar que estoy.
-by karime arellano-
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olee · 3 months
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La Familia De | Enzo Vogrincic
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Cuando descubres la infidelidad de tu novio, aceptas la invitación de tu amiga para pasar unas semanas en su país con su familia. Allí conoces al atractivo hermano de tu amiga, desencadenando una serie de emociones inesperadas.
Desde hace un año, la cafetería que posees en Ciudad de México ha sido tu refugio, un santuario de aromas de café y conversaciones animadas. Tu vida ha tomado un giro maravilloso desde que abriste las puertas de este lugar acogedor. No solo tienes un negocio próspero, sino que también tienes a tu lado a un novio increíble, cuyos talentos como tatuador le dan un toque de arte y rebeldía a tu vida cotidiana.
Entre el vapor de los expressos y los murmullos de los clientes habituales, siempre hay un momento especial cuando tu amiga uruguaya aparece por la puerta. Ella, con su encanto sudamericano y su energía contagiosa, es como un rayo de sol que ilumina tu día cada vez que la ves. Aunque vive en CDMX por trabajo, nunca pierde la oportunidad de visitarte en la cafetería, trayendo consigo los últimos chismes y anécdotas que hacen que la vida en la ciudad parezca aún más vibrante.
En medio de este bullicio reconfortante, te das cuenta de que no estás sola. Tu negocio florece, tu relación amorosa está en su mejor momento y tus amistades te brindan compañía y alegría. La paz y la belleza se entrelazan en tu día a día, recordándote que la vida puede ser realmente hermosa cuando tienes a las personas adecuadas a tu lado.
Sin embargo, un día decides cerrar temprano la cafetería porque no te sientes bien y tienes un fuerte dolor de cabeza. De camino a tu departamento, te sientes aún peor, como si algo estuviera terriblemente fuera de lugar. Al llegar a casa y subir las escaleras, el sonido de ruidos extraños te hace detener en seco. Escuchas un respiro profundo, quizás gemidos. Sin entender completamente lo que está sucediendo, decides apresurarte hacia tu habitación.
Al abrir la puerta, te encuentras con algo que nunca podrás borrar de tu mente: tu novio, en medio de un encuentro íntimo con otro hombre. Es una escena que nunca esperaste presenciar, y sin poder soportarlo, das media vuelta y sales corriendo, sintiendo cómo tu mundo se desmorona a tu alrededor.
Con lágrimas nublando tu vista y el corazón hecho pedazos, marcas frenéticamente el número de tu amiga en tu teléfono. "¿Dónde estás? ¡Necesito verte! Me siento horrible, mi novio… mi nov–", apenas logras articular entre sollozos.
La voz tranquila de tu amiga al otro lado de la línea te ofrece un atisbo de consuelo en medio de la devastación que te embarga. "Estoy en casa. Vení y me contás tranquila", te dice, y sus palabras se convierten en un faro de esperanza en medio de la oscuridad que te rodea. Con el corazón roto y el alma hecha trizas, te diriges hacia la casa de tu amiga, en busca de consuelo y apoyo en medio de la tormenta emocional que te consume.
Le cuentas a tu amiga todo lo que había sucedido y no puedes evitar llorar. Estás en el sofá junto a tu amiga, y te dice mientras te peina el cabello: "(Y/N), tenés que ser fuerte, yo sé que no es fácil. ¿Te acordás de Mateo? Que se fue con otra mina, pues te entiendo completamente".
Pero entre sollozos, respondes: "¡Pero en mi caso es distinto!", y lloras más fuerte, como un bebé. "Y... ahora... tú te vas para Montevideo, y... ¡yo voy a estar SOLA!", sigues elevando el tono de tu llanto. "Y no quiero verloooo, nooo, no sé cómo enfrentarloooo".
Tu amiga intenta calmar tus nervios: "Pero yo me voy solamente por tres semanas, si querés, venite conmigo, yo te pago los pasajes".
"No quiero ser un peso más", respondes entre lágrimas.
"¡Boluda! ¡Te vienes conmigo, que se joda!", te dice ella, tratando de sacarte de ese estado emocional.
"Okkkkaaaayyyy", aceptás entre sollozos, llorando como un bebé.
Llevas ya tres días encerrada en la habitación de tu mejor amiga en Montevideo, con un gatito real al que tratas como un peluche. La familia Vogrincic te han adoptado como una hija más, y su madre se ha convertido en tu proveedora oficial de café y consejos sobre el amor, lo cual agradece tu corazón roto.
En una tarde soleada, tu amiga irrumpe en la habitación como un torbellino, encontrándote en la cama con tu celular, absorta en las fotos de tu ahora ex. "¡Che, bo! Dame ese celular. No quiero verte así", ordena con un tono melodramático. "Tienes que salir de esta cueva. Mami me ha dicho que solo sales para tomar café y luego regresas aquí. ¡Ya basta! Esta noche viene mi hermano desde Nueva York, y vamos a recogerlo al aeropuerto. Tienes que venir conmigo, punto final", declara con autoridad.
Tú respondes: "Ay, déjame aquí con la gatita", y ella te corrige: "¡Esa gatita tiene nombre y es Uma!". Insistes: "Pues déjame con Uma, no quiero ir para allá".
Con un suspiro exasperado, tu amiga agarra tu brazo con determinación. "¡Sos una pelotuda! ¡Vas a venir ahora!", exclama, decidida a sacarte de tu caparazón de autocompasión y llevarte a vivir un poco la vida real, aunque sea a la fuerza.
En el auto, el padre de tu amiga está al volante, con la madre como copiloto, mientras tú y tu amiga ocupan los asientos traseros. La atmósfera está cargada de emoción, ya que toda la familia está ansiosa por recoger al tal Enzo. Por lo que has escuchado, es un actor sumamente famoso. Aunque no estás muy familiarizada con su trabajo, tu amiga siempre ha hablado con orgullo sobre él, y su entusiasmo es contagioso.
Antes de dirigirse al aeropuerto, hacen una parada en un mercado para comprar globos, flores y un cartel que dice "¡Llegó el actor de la casa!". A ti no te hacen mucha gracia las flores ni los globos, ya que te recuerdan a tu exnovio.
Al llegar al aeropuerto, tu amiga asigna tareas: "Bo, aguanta los globos; yo llevaré el cartel y mami, tú llevas las flores", dice con entusiasmo. La madre asiente y el padre, con su típico sentido del humor, pregunta: "Y yo, ¿qué llevo?". La madre, con una sonrisa, responde: "La presencia". Todos ríen un poco, preparándose para la llegada del famoso Enzo.
Justo cuando estás a punto de bostezar por el cansancio acumulado, de repente tu amiga y toda su familia irrumpen en gritos de emoción, corriendo hacia un hombre sorprendentemente guapo. Su piel canela y su cabello medio largo y desordenado lo hacen destacar en la multitud. Él también parece adormilado, llevando una maleta, hasta que se percata de su familia y se apresura hacia ellos.
La escena es conmovedora mientras se abraza profundamente con tu amiga, luego se dirige hacia su madre y ambos comienzan a llorar juntos. Por lo que tu amiga te había contado, no se habían visto durante años debido a la ocupada agenda del hermano.
Mientras esta emotiva reunión tiene lugar en el aeropuerto, tú te encuentras parada como un pingüino, sosteniendo los globos en tus manos, sin saber muy bien qué hacer en medio de tanta emoción familiar.
Ya cuendo van para el auto, tu amiga te introduce al hermano diciendo, “Enzo, esta es (Y/N) mi mejor amiga del alma, y va estar con nosotros por estas semanas” dice mientras ya se van sentando al auto, y Enzo, que al parecer se va a sentar al lado tuyo te dice, “Un placer (Y/N)”
Y así van todos contentos para la casa, para cenar, ya que la madre iba a prepara una pasta.
Al llegar a la casa, estás a punto de dirigirte directamente a la habitación para descansar un poco del viaje agotador, pero tu amiga te agarra del brazo con determinación y te dice: "¡Uh uh no! Te quedas con nosotros en la sala. Nada de cueva". Tú asientes, aceptando su decisión, y decides seguir su sugerencia.
Cuando te dispones a sentarte en el sofá de la sala, observas con curiosidad cómo las gatitas, Uma y Ada, salen de una habitación cercana. Enzo, al verlas, no puede contener su emoción y se tira al piso, hablándoles con ternura como si fueran bebés. La verdad es que Enzo se veía increíblemente adorable en ese momento, y no puedes evitar sonreír ante la escena.
Tu amiga te hace una mueca cómica, como si estuviera acostumbrada a este comportamiento de su hermano, y te dice en voz baja: "Es amante de los gatos, así que no te asustes si actúa así". Tú te ríes suavemente, encontrando la situación bastante divertida y encantadora.
Observas cómo Enzo interactúa con las gatitas, y te das cuenta de que tiene un lado dulce y tierno que no esperabas.
Después de un rato, Enzo se levanta del suelo con una sonrisa, dirigiéndose especialmente a su madre: "Ma, me voy a dar una ducha. Avísame cuando esté la cena", dice con tono amable. La madre asiente con un simple "ok", ocupada con los preparativos en la cocina.
Una vez que Enzo se retira para darse una ducha, te inclinas hacia tu amiga y le susurras en voz baja para que no te escuchen: "Oye, no me habías dicho lo guapo que es tu hermano". Ella te responde con una mueca divertida y te dice: "Te lo regalo si quieres". En un gesto juguetón, la empujas suavemente y respondes con un "ajá", aceptando el comentario con humor.
Ambas se miran y se ríen, compartiendo un momento cómplice antes de que Enzo regrese de su ducha y continúe con la cena en familia.
Después de un rato, mientras estás disfrutando de un vino con tu amiga y ayudando a preparar la mesa, Enzo hace su entrada. Viene con una cámara vintage en la mano, su cabello aún húmedo y desordenado, vistiendo una sudadera cómoda y descalzo. En general, se veía muy relajado y como en su casa; no parecía en absoluto un actor de Hollywood.
Mientras tú te sientas con tu vino en la mesa, Enzo comienza a moverse alrededor de la cocina, capturando momentos con su cámara: la madre preparando la comida, el padre cortando la carne asada, y la hermana charlando contigo. Luego, se dirige hacia las gatitas y llama a tu amiga, "Loca, ven acá, tírame una foto con Uma y Ada". Pero antes de que pueda tomar la foto, la madre interviene: "Enzo, después. Ya vamos a comer". Él asiente en respuesta.
Tú observas todo con asombro, pero al mismo tiempo, te sientes como si estuvieras presenciando algo muy familiar. Enzo se sienta nuevamente junto a ti, y de repente te toma una foto inesperadamente. Tu amiga lo regaña de inmediato, diciendo: "¡Enzo! A (Y/N) no le gusta que le tomen fotos". Con un tono suave, Enzo se disculpa: "Disculpa". Y tú respondes con amabilidad: "No te preocupes".
La atmósfera en la casa es cálida y acogedora, y te sientes cada vez más integrada en esta familia tan especial.
Después de unos 45 minutos en la mesa, todos parecían estar inmersos en sus propias conversaciones, dejándote a ti en un silencio momentáneo. Mientras tomas sorbos de tu vino, escuchas atentamente pero te sorprendes al darte cuenta de que nadie te ha dirigido la palabra en todo ese tiempo. Una sensación de soledad momentánea te envuelve, hasta que de repente, es Enzo quien rompe el silencio.
"Y tú, ¿qué haces?", pregunta Enzo, volviendo su atención hacia ti. Levantas la mirada, encontrando sus ojos, y respondes con sinceridad: "Soy dueña de una cafetería en Ciudad de México". Su expresión se ilumina con genuina admiración: "¡Guau, eso es impresionante!", responde con entusiasmo.
En ese momento, sientes una conexión especial con Enzo, como si sus palabras hubieran creado un puente entre ustedes. A pesar del bullicio de la mesa, te encuentras atrapada en su mirada, sintiendo una chispa de complicidad entre ustedes.
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las-frases-de-etoile · 2 months
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Después de tu partida fugaz mi corazón se ha vuelto trizas.
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caostalgia · 4 months
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Mis traumas vuelven, me hacen trizas el alma.
BlueGirl
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No entiendo cómo las personas que más tienen que cuidarte terminan siendo las que más trizas te hacen.
Han pasado ya 5 años, pero me sigues haciendo daño papá.
Katastrophal
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jorgema · 1 year
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Ecos de tu ausencia: sin tanto verso y poesía
Te extraño. Sí, sin tanto verso y poesía, sin tanta excusa o protocolo; así de simple y doloroso, así de verdadero y sin miedos. Sin agregar ni quitar nada, sin culpas ni rencores, con el alma hecha trizas y el corazón en las manos. Sí, así te extraño, y así mismo te estoy amando.
— Confesión Poética 38 || @jorgema
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fisurarte · 10 months
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Viste cuándo volvés de la fiesta con la cabeza hecha trizas del alcohol que bebiste
Viste cuándo tenes el corazón vacío de tanto llenarlo de vicios insulsos
Viste así, que me dicen hermosa o no sé cuánta cantidad de halagos innecesarios, pero yo me detesto en la misma proporción
Esto soy, no una idealización patética
Soy la misma loca que se desenfrena y al otro día se acogota de tristeza 🥀
Me vas a ver bailando, saltando, cantando y en milésima de segundos yéndome corriendo porque ya no soporto esa realidad careta
Porque me siento ajena al entorno, apática del momento presente y completamente diferente a los grises sociales que me compenetran
La joda se terminó, el maquillaje se borró
Sólo queda mi rostro en su naturaleza, ojeroso y rosado
A dormirse mi cuerpo abrazado a la almohada, entre sueños y pesadillas de cosas pasadas
Abrazar la soledad de una noche más en inercia
Es morir despierta
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tinta-y-cometas · 11 months
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Me dejaste el corazón hecho trizas, y así, casi sin funcionar, todavía te ama.
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moongirl-26 · 5 months
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La necesidad de llorar me golpeó , como un rayo. Simplemente no pude seguir reprimiendo en mi corazón aquellas penas guardadas en mi pecho por querer ser fuerte todo el tiempo. La necesidad de llorar me hizo querer sacar lo que por tanto tiempo tenía escondido en los rincones más profundos y oscuros de mi corazón. Aquellos a los que cada día aparto la mirada para poder tener la sonrisa que tanto me caracteriza. La necesidad de llorar me quebró , como hace tanto tiempo no me hacía trizas el dolor que muy en mis adentros llevo clavados como vidrios en mi alma, que aunque sangran a diario yo logro ignorarlos. La necesidad de llorar fue tanta que me venció y cedí a sentarme a dejar que el llanto corriera por mis mejillas y por mi sistema.
La necesidad de llorar era tan necesaria, incluso aún más que la de comer o dormir , que me di permiso de sentir el dolor que cada día reprimo e ignoro para sobrevivir.
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cervezafria · 1 month
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-Si seguimos viviendo "por la anécdota" acabaremos hechos trizas.
-Pero felices, ¿de que te sirve estar entero si eres infeliz con esa única pieza? Romperse es transformarse. Odiaría permanecer igual toda mi vida.
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palabrasconcafe · 7 months
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No te preocupes por las rupturas, compadre; a mí me han hecho trizas muchas veces y aún tengo la intención de volver a enamorarme.
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