O vento é um cavalo
Ouça como ele corre
Pelo mar, pelo céu.
Quer me levar: escuta
como recorre ao mundo
para me levar para longe.
Me esconde em teus braços
por somente esta noite,
enquanto a chuva rompe
contra o mar e a terra
sua boca inumerável.
Escuta como o vento
me chama calopando
para me levar para longe.
Com tua frente a minha frente,
com tua boca em minha boca,
atados nossos corpos
ao amor que nos queima,
deixa que o vento passe
sem que possa me levar.
Deixa que o vento corra
coroado de espuma,
que me chame e me busque
galopando na sombra,
entretanto eu, emergido
debaixo teus grandes olhos,
por somente esta noite
descansarei, amor meu.
Pablo Neruda – O Vento na Ilha
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Rechazos de Anagrama, Grijalbo, Planeta, con toda seguridad
también de Alfaguara, Mondadori.
Un no de Muchnik,
Seix Barral, Destino…
Todas las editoriales… Todos los lectores…
Todos los gerentes de ventas…
Bajo el puente, mientras llueve, una oportunidad de oro
para verme a mí mismo:
como una culebra en el Polo Norte, pero escribiendo.
Escribiendo poesía en el país de los imbéciles.
Escribiendo con mi hijo en las rodillas.
Escribiendo hasta que cae la noche
con un estruendo de los mil demonios.
Los demonios que han de llevarme al infierno,
pero escribiendo.
—Roberto Bolaño, Mi carrera literaria.
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Literatura infantil, de Alejandro Zambra
Literatura infantil (Anagrama, 2023) es sin duda la mejor novela del escritor chileno hasta la fecha.
Ha dejado atrás experimentos narrativos, la metaliteratura, la tan mentada memoria latinoamericana, para presentarnos una obra de lo más personal sobre la paternidad.
Literatura infantil no es una revisión de la relación con su progenitor, aunque es imposible por varios momentos dejar de lado dicho vínculo, sino una revisión de él mismo como progenitor.
Un tema que está siendo o ha sido explotado por escritores de su generación: la versión de ser padre, no la versión de ser hijo. La ficción puede tomarse un millón de licencias para escribir sobre determinados temas (ya lo decía Flaubert que podía escribir sobre el alcoholismo sin ser un alcohólico, etc.) la paternidad y el cuidado del recién nacido y del niño es una experiencia tan entrañable como frustrante, y exclusiva. Sobre todo exclusiva.
Puedo imaginarme el desastre que habría sido para mí tener un hijo a los veinte años. Pertenezco a una generación que postergó la paternidad, o que la descartó de plano.
¿Podemos catalogarlo dentro del mundo de la autoficción? Dejemos esos términos de lado por ahora.
Hay un Alejandro Zambra (Santiago de Chile, 1975), escritor, narrador, poeta, que ha sido papá a los cuarenta y dos años. Lo considera tardío o no pero el proceso ha abierto una esclusa maravillosa de situaciones jamás esperadas, más bien, jamás vividas.
La paternidad vuelve a legitimar juegos que abandonamos cuando el sentido del ridículo consiguió gobernarnos.
***
La pandemia, el crecimiento del niño, los dos países como herencia cultural, Chile y México, país este último donde nació su hijo y vive con la madre (su esposa), las reminiscencias y anécdotas familiares y de la propia niñez del escritor condimentan esta historia. Sin embargo, vuelve de rato en rato a la literatura de la mano de Nabokov, Canetti, Huidobro, Woolf y Lawrence Sterne, Vallejo, Perec…, entre otros que a modo de epígrafes grafican el contexto buscando valimiento, respuestas.
Lo de Zambra es una especie de dietario, un álbum fotográfico con miles de fotos desde el nacimiento del niño hasta el tiempo real del relato. No oculta nada, cualquier temor, cualquier sensación la libera.
En materia de crianza, en cualquier caso, el pánico de hacerlo mal es muchísimo más gravitante que el deseo de hacerlo bien… lo que realmente quiero no es vivir mejor sino vivir más. No morir tan pronto, pues.
Una historia de amor, el fútbol, las preocupaciones de los padres, de los abuelos del niño, ese interés constante, de por vida, por las etapas que ha pasado y pasará el niño marcan asimismo el tiempo del relato. Todo dista mucho del modelo patriarcal de las generaciones anteriores, porque hay una lectura no crítica, sino ilustrativa de nuestros propios padres hacia nosotros mismos.
Yo pertenezco a la categoría de los padres que todos los días quisieran dormir una horita más. Mi padre pertenece y siempre perteneció a la categoría de los padres madrugadores.
Vaya que esta novela también pudo titularse “Los problemas de Alejandro”, un libro en el imaginario del niño sobre su padre.
Existe un dicho: los hijos terminarán con los años pareciéndose a los padres. Real o no, bastante o poco, Zambra es consciente que Silvestre ha transformado su vida, y en el momento que llegue a leer este libro Silvestre le dará un abrazo como cada día cuando iba a recogerlo del colegio.
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"Se podría decir que conversaron largo y tendido, aunque tal vez no; sería impropio decir que conversaron como antes, porque antes había confianza y ahora lo que los unía era más bien un sentimiento de incomodidad, de familiaridad culpable, de vergüenza, de vacío."
- Alejandro Zambra: Bonsái
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III
Me diga, a rosa está nua
ou tem apenas esse vestido?
Por que as árvores escondem
o explendor de suas raízes?
Quem escuta os remorsos
do automóvel criminoso?
Há alguma coisa mais triste no mundo
que um trem imóvel na chuva?
Pablo Neruda – Livro das Perguntas
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