Tumgik
#esteban kukuriczka x you
jaquemuses · 3 months
Note
lindaa podes hacer uno de esteban kuku smut, me dio tierno, corte primera vez o algo asi, si no haces de él no pasa nada, yo entiendo
hola reina!! OBVIO que escribo para kuku, estaba esperando que alguien pida aaa te adoro !! hice esto recien, super rapidito, espero que te guste ♡
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𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ petit-déjeuner
pairing: bf!esteban x gf!r
sinopsis: Esteban acaba de volver de su viaje a Venecia y estas dispuesta a recuperar todo el tiempo perdido.
content: age gap sin desarrollar (ambos +18), stablished relationship, smut sin plot (jiji), fingering, p en v, mentions of breeding, fluff, no se que más.
word count: 1.7k cortito y conciso.
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Hacía ya un día que Esteban había vuelto de su viaje a Venecia, donde asistió al prestigioso festival de cine. Lo habías extrañado, aunque te costara admitirlo incluso solo para vos misma. Tu cuerpo lo ansiaba.
Por eso, cuando escuchaste el familiar sonido del motor del auto apagándose en el garage, prácticamente corriste a lanzarte encima de él en cuanto entró por la puerta. Hizo a un lado su bolso para sostener tu cuerpo entre sus brazos mientras le llenabas de besos la cara.
Pasaron la noche entre copas de vino y pasta, compartiendo experiencias de Venecia, la gente que conoció, el éxito de la película y la felicidad de estar de vuelta en su queridisima Buenos Aires junto a vos. Esteban y vos llevaban once meses juntos, aunque los últimos meses habían sido caóticos debido a los rodajes, viajes y todo el trabajo de producción, dejando la vida sexual en segundo plano, sin embargo ambos tenían necesidades y estabas dispuesta a saciarlas.
Sabías que Esteban estaba cansado por el viaje, así que esperaste hasta la mañana siguiente para deslizarte desnuda en la cama que compartían. La luz matutina resaltaba los marcados rasgos de tu novio, y por un segundo pensaste, "¿Cómo puede tener una cara tan angelada?". Aunque Esteban ya estaba despierto desde que entraste a la habitación, mantuvo los ojos cerrados hasta que te subiste completamente a la cama y encima de él.
"Ah, bueno...", dijo, recorriendo con la mirada tu cuerpo y regalándote una sonrisa ladeada. Te mordiste el labio mientras comenzabas a restregarte contra él. Solo llevaba puestos unos boxers, así que frotaste tu cuerpo contra el suyo, disfrutando del calor de su piel.
"¿Estamos cariñosas hoy?", señaló con un tono burlesco pero dulce. Gemiste suavemente, besando ligeramente su muñeca cuando sentiste sus dedos entrelazándose en tu cabello.
"Estuviste lejos mucho tiempo", dijiste en un suspiro.
"Fue solo un mes, gorda."
"Mucho tiempo".
Esteban soltó una pequeña carcajada mientras te acomodabas sobre él, tus manos reposando en su pecho definido.
"Me debes algo", dijiste finalmente, mirándolo con ojos suplicantes.
Esteban arqueó sus cejas mientras sus manos se paseaban suavemente por tus muslos y costillas, a veces subiendo a tus pechos, acariciándolos con un poco de fuerza y bajando otra vez.
"¿Ah sí? ¿Y cómo puedo saldar la deuda?"
"Vos sabes perfectamente cómo, kuku."
"No, ángel, decime qué querés."
"A vos."
El mayor deslizó su pulgar por tu cadera, acariciándola con una sonrisa en su cara. "¿Sí? Pero si ya estoy acá, a mí ya me tenés hace mucho tiempo", refutó, haciéndose el desentendido.
Tu pecho estaba rojo de la vergüenza, sabías que te iba a hacer decirlo. "Quiero que me cojas", dijiste ahogando un gemido, tus caderas todavía moviéndose encima de su ya erecto bulto generando una fricción extasiante.
Esteban parpadeó ensimismado ante la vista que tenía delante suyo.
"¿Sí?"
"Sí, kuku, porfa", rogaste sobre su regazo.
"¿Cuánto?" volvió a preguntar, sus dedos estimulando tus pezones mientras se incorporaba lentamente. "Dios, te necesito adentro mío, Esteban, te necesito ya", exclamaste desesperada ante tantas preguntas.
El mayor soltó una risa, sus palmas sujetándote suavemente pero con firmeza.
"Está bien, preciosa, pero primero te quiero preparar."
"No, no, no, por favor, no hace falta."
"No es negociable, nena. Si quieres que te coja, primero te vas a tener que correr dos veces con mis dedos. Sino no hay trato", dijo, terminando de incorporarse y volteándote, quedando así en la posición en la que él estaba hace unos segundos atrás, su cuerpo por encima tuyo. Ambos sabían que tenía la fuerza suficiente para manejarte como quisiera.
Mordiste su brazo en respuesta, pero a él pareció no importarle mientras marcaba su camino hacia tus muslos con besos, así que simplemente te dejaste llevar. Después de todo, no te molestaba tener un par de orgasmos adicionales. Esteban siempre había sido hábil con sus manos y boca, pero después de tantos meses sin ningún tipo de contacto, cuando por fin sentiste sus largos dedos acariciando y estirando tus paredes empapadas, mientras su lengua jugaba con tu clítoris, llegaste a los dos orgasmos sin problema después de un par de minutos, casi rozando un tercero antes de gemir y arañarle los bíceps; tus uñas dejando marcas rojas en su piel.
"Ahora sí, tebi", dijiste sin aliento, tus piernas temblando por tus orgasmos recientes. "Por favor, no puedo más."
"Ahi va, bebé, esperaste todos estos meses ¿Qué te va a hacer unos segundos más?", murmuró coqueto, levantándose para que te sujetaras de sus hombros y te acomodaras encima suyo, tus rodillas seguían débiles, por lo que intentaste alinearte y sentarte encima de su polla con rapidez.
Sin embargo, él no te dejó apurarte y te fue ubicando lentamente encima de su duro miembro, entreteniéndote con un beso hambriento, su lengua introduciéndose en tu cavidad bucal mientras dibujaba círculos sobre tu sobreestimulado clítoris. Te estremeciste alrededor de él cuando sentiste cómo su punta se abría paso entre tu apretado interior, tan mojada que goteabas sobre su polla y sus muslos.
Cuando finalmente se hundió por completo, intentaste moverte de inmediato, deseando sentir cómo te destrozaba. Pero nuevamente te retuvo, retorciéndote y gimiendo, apretada contra él.
"Shh, disfruta un poquito", te dijo mientras presionaba besos y mordidas en tu hombro, tus uñas clavadas con fuerza en sus hombros ante la repentina intrusión y anticipación.
Cuando finalmente aflojó su agarre en tus caderas, inclinaste tu peso hacia adelante, apretándolo contra el borde de la cama, y bajaste las manos hacia su ancho pecho. Cambiaste el ángulo de manera que veías estrellas al sentir su polla tan dentro tuyo.
"Dios, kuku", dijiste en un gemido, con la voz temblando un poco mientras tus caderas empezaban a mecerse contra su pelvis. Él gimió, casi como alentándote, viendo cómo la luz del sol se filtraba por la ventana y daba contra tu cuerpo desnudo, sus palmas se encontraban ligeramente presionadas sobre tus muslos mientras su pene bombeaba en tu interior. Todo se sentía increiblemente bien.
"Dios amor, es como si hubieras sido creada solo para mí", balbuceó envuelto en el delirio del momento, y por un momento pensaste que sí;
estabas hecha solo para él.
El mayor guió tus caderas hasta encontrar un ritmo adecuado que te hacía rozar tu clítoris contra el suave vello rubio sobre su pelvis. Toda esta situación era mucho para vos, realmente mucho después de haber alcanzado el clímax dos veces, pero no paraste incluso cuando algunas lágrimas comenzaron a salir de tus ojos, escurriéndose por tus mejillas, siendo resaltadas por la suave luz del sol golpeando tu cara.
Su polla se sentía tan bien dentro tuyo, te llenaba de una manera exquisita. La punta de su miembro se curvaba contra tus paredes y rozaba perfectamente ese punto dentro tuyo. Gemiste y jadeaste ante tal estímulo mientras mordisqueabas distraídamente su cuello y clavículas y gemías su nombre en su oído.
Una de sus manos subió hasta uno de tus pechos, tomándolo en su boca, chupándolo y besándolo vorazmente mientras que la otra estimulaba tu clítoris con velocidad.
Lo montaste vigorosamente mientras sentías cómo tu tercer orgasmo amenazaba cada vez más con llegar. Tus caderas comenzaron a moverse de forma desincronizada cuando un gemido agudo se escapó de tus labios. Esteban entendió la situación al instante, por lo que tomando tus caderas, salió de tu interior y te volteó nuevamente, un quejido abandonó tus labios ante la falta de estímulo. Sin embargo, Esteban volvió a adentrarse en tu coño apenas terminaste de acomodarte en cuatro, con tus antebrazos apoyados sobre la cama y el culo alto en el aire, dándole una vista asombrosa a su parecer, lo cual lo incentivó a mover sus caderas de una forma lenta y seductora, sin embargo golpeando justo el punto adecuado.
"Amor! Por dios!", gritaste contra la almohada, saliva escapándose de tu boca hacia la sábana, tu clímax cada vez más cerca, "Por favor, que rico, seguí, seguí, justo ahí." lloriqueaste de placer, tu respiración agitada "M-mas fue-fuerte." dijiste fuera de si.
Te desmoronaste debajo suyo apenas treinta segundos después, temblando, colapsando sobre el colchón y apretando las sábanas en tus puños como buscando que eso te salve de la sensación tan abrumadoramente satisfactoria, tu espalda todavía arqueada para mantenerlo adentro tuyo. Él acarició tu espalda, suavizando sus estocadas mientras sentía cómo lo apretabas tan, tan fuerte.
"Amor", murmuraste después de un minuto, incorporándote un poco, luciendo completamente agotada.
"¿Listo?" preguntó, sacando su miembro de adentro tuyo a punto de ayudarte a levantar.
Negaste, girando tu cuerpo, quedando ahora boca arriba y volviste a abrir tus piernas, sabías que todavía faltaba él.
"Acabá", le dijiste mientras guiabas su polla hacia tu entrada una vez más, apretándote alrededor suyo y sonriendo maliciosamente cuando sus ojos se cerraron con fuerza ante la sensación. "Porfi, quiero que acabes antes de que vayamos a desayunar."
Él no esperó ni una palabra más y te sacudió fácilmente de arriba hacia abajo, penetrándote con intensidad, buscando su propia liberación y vos seguiste el ritmo felizmente, apretando tus paredes cada vez que se empujaba dentro tuyo, exprimiéndolo. Miraste ensimismada sus músculos tensándose y emitiste pequeños sonidos ante la sobreestimulación, llorando de placer y aferrándote a sus brazos, rasguñando los mismos.
Cuando él llegó al clímax, gemiste como si hubieras acabado de nuevo, inclinando la cabeza hacia atrás mientras sentías su cuerpo desplomarse encima del tuyo durante unos segundos.
"¿Eso era lo que querías?" preguntó con su respiración agitada, tus dedos acariciando sus claros cabellos mientras él presionaba suaves besos en tu mejilla.
"Mhmm."
"Dios, te extrañé tanto, preciosa", dijo incorporándose, saliendo de tu interior con delicadeza y presionando un beso en tus labios.
"Mhmm", repetiste, tus ojos estaban cerrados y tenías una sonrisa pintada en la cara. Esteban se rió por lo bajo, acomodando los cabellos que estaban en tu rostro detrás de tu oreja.
"¿Quieres ir a bañarte mientras hago el desayuno?" dijo acariciando tu mejilla con tanto amor que pensaste que podías derretirte ahí mismo. Consideraste la oferta, pero terminaste negando con la cabeza. "Bañemonos y después hacemos juntos el desayuno", dijiste mirándolo a los ojos. Esteban entendió enseguida a lo que te referías y depositó un beso en tu nariz.
"Bueno, vamos a bañarnos, el desayuno puede esperar."
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yzzart · 2 months
Text
𝐈𝐭'𝐬 𝐚𝐥𝐥 𝐭𝐡𝐞 𝐰𝐢𝐧𝐞'𝐬 𝐟𝐚𝐮𝐥𝐭.
⇢ esteban kukuriczka x f!reader.
⇢ sumário: noites de vinho sempre levam para esperados caminhos.
⇢ contagem de palavras: 1.715!
⇢ avisos: 18+!, smut, menção de álcool, fingering, dirty talk, putaria na cozinha, palavras explícita, conteúdo explícito
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"Aceita, nena?"
Se retirando dos pensamentos, que eram, devidamente, insignificantes em relação ao exato momento, você virou sua cabeça em direção ao forte e cauteloso tom de voz; se endireitando, com decência, na ilha da cozinha, na qual estava sentada.— E logo, é deparada à uma taça com uma bebida, vivamente, avermelhada em tom de roxo.
Um divino vinho. — Meu deus, era isso que você precisava e clamava.
Esteban a segurava com delicadeza e paciência, acompanhado por um sorriso convidativo e um olhar cativante misturado com uma intuito afável. — Talvez, escondendo a verdadeira intenção. — Esperando alguma resposta ou ação sua. — E, mentalmente, torcendo para que você aceitasse.
Estava tão focalizar em uma linha de assunto, agora, esquecida, que não teve a chance de perceber de onde ele havia pegado aquela bebida. — Mas, isso, realmente, importava agora?
"Obrigada, Kuku." — Respondendo ao seu questionamento mental, você aceita; ao pegar na taça, que era primorosa, seus dedos, de forma sutil, se tocaram contra os do mais velho. — O argentino piscou para você, correspondendo.
Mantendo aquele sorriso, e reconfortado pela seu contive ter sido aceito, Esteban estender sua mão para uma segunda taça, logo, adicionando a bebida. — Em toda a ação, seus olhos se atentaram em cada movimento do seu namorado, até mesmo aqueles minúsculos gestos; parecendo que algo a intrigava. — Possivelmente, a forma, com agilidade e delicadeza, como sua mão segurava a garrafa de vidro exorava sua mente; apertando ela.
E aquelas mangas de sua blusa que foram arrumadas até seus cotovelos não ajudavam nem um pouco. — Tudo isso se percorria em você sem mesmo uma gota da maldita bebida.
"Honestamente, tinha esquecido da existência dele pelo armário." — Proferiu, pouco distraído e balançando, com cuidado, a taça e a movimentando em direção a sua; um sinal para brinde que rapidamente foi consentido.
Um fino ruído de vidro se chocando se exclamou pela cozinha, não incomodando nenhum dos dois; sem delonga e preocupação, você guiou a taça até meus lábios, ao mesmo tempo, se agradando com aquele típico e tão intenso aroma. — O gosto era impecável, claro; um sabor, perfeitamente, prazeroso de se degustar e apreciar. — Em dois goles, uma fina linha roxa se formou no fundo.
Assim, como a imagem diante dos seus olhos; Esteban levando, pela segunda vez, a taça até seus lábios e os deixando em uma leva pigmentação roxa. — Provavelmente, seus lábios estão na mesma situação. — Sua postura meritória causava uma ardência lúdica em você, e sendo visível em suas avermelhadas bochechas. — E o vislumbre de uma relevância em sua garganta enquanto saboreava...
"Querida..?" — Sua voz prestativa chamou por sua atenção, novamente. — "O que está acontecendo, huh?" — Colocando a taça em uma distância razoável do seu corpo, o argentino se focalizou em você; apoiando suas grandes mãos em suas coxas.
Nada. — Era isso que você desejava responder, de fato, mesmo sendo uma peculiar mentira e o mais velho iria perceber que não era a verdade; não adiantava. — Como você poderia explicar que a razão pela sua distração era ele?
"Me dê isso aqui." — Esteban retirou a taça de sua mão, juntando ela com a dele e logo, passando, suavemente, seus dedos em sua bochecha; a agradando com uma doce carícia. — "Fala comigo, meu bem." — Pediu com ternura com aqueles olhos que demonstravam adoração e tanta dedicação em relação a você. — "Vamos." — Estalou a língua.
Era assim que Kukuriczka olhava para você. — Desde o dia que lhe conheceu.
Seu coração estava acelerado, talvez, pela influência do pouco álcool que havia digerido, ou o desejo que se almejava em seu peito pelo argentino; provavelmente, os dois. — Assim, como seus olhos estavam, levemente, pesados que se guiaram pelo rosto do mais velho, o contemplando. — E ao mesmo tempo, tentando transmitir uma mensagem, um sinal ao invés de, realmente, discutir sobre o que queria.
Uma das suas mãos se movimentaram até um dos ombros largos e vestidos de Esteban, um pequeno brilho, da iluminação do cômodo, se exclamou em sua esmaltação; você optou por depor uma pequena carícia, permitindo um ar inocente. — Como uma ação inofensiva do mesmo ao se encaixar entre suas pernas.
Kukuriczka agradeceu, mentalmente, por você ter decidido usar uma saia naquela noite.
"Me beija, Kuku..." — Um pedido, uma necessidade, cercada com seu olhar carente, pidão, se libertou de seus lábios com a voz fraca, quase desaparecendo porém chega, perfeitamente, nos ouvidos do direcionado.
Inclinando a cabeça, se reforçando em um sorriso amoriscado e segurando seu rosto, Esteban, rapidamente, atendeu seu pedido. — Seus lábios se juntam contra os dele, formando, no início, um beijo gentil, deslumbrado; passando em uma movimentação um pouco mais densas entre suas línguas, e, claro, uma pequena briga por um espaço. — Vocês estavam se saboreando, se explorando, como se fosse a primeira vez que se beijavam.
Mesmo se deleitando com os lábios de Kuku, você sentiu sua outra mão, que estava presente em sua coxa, subindo, lentamente, e passando por baixo do tecido da saia; enquanto aquela que segurava seu rosto, passou para sua nuca e robustecendo uma intensidade. — Ele lambia, chupava sua boca, sentindo, vigorosamente, o gosto dela misturada com o sabor do vinho.
Seu corpo estava fervendo, o dele também; você estava começando a ficar desesperada, e ele também. — Lentamente, com um ar de pouca felicidade, Esteban separa seus lábios dos dele, porém, fez questão em morde-lôs; permanecendo um olhar prepotente no inchaço corrente.
"Olha isso." — Sua voz demonstrava um pouco de cansado, euforia e desejo. — "Era só isso que mi princesa queria...?" — O maldito sabia muito bem da resposta.
Sem perder tempo, Esteban distribuiu pequenos e molhados beijos pela região do seu rosto, deixando uma pequena sensação de aflição pela sua barba castra, e percorrendo um caminho até seu pescoço. — Você tombou, de leve e um pouquinho, sua cabeça para trás; dando mais liberdade para ele. — Era seu ponto mais sensível, fraco e a deixava tão débil, vulnerável.
"Oh, não vai abrir essa boquinha, não?" — Sussurrou com sedução, roçando seus dentes pela sua pele e tentando, ao máximo, manter os olhos em seu rosto e captar qualquer reação.
"Kuku!" — Um choramingo saiu de seus lábios ao sentir uma força mínima em seu pescoço, e, provavelmente, uma marca de dente estará presente por ali; você sentiu os lábios de Esteban se formarem em um sorriso arrogante.
"Isso." — Falou com doçura, retirando a mão de sua nuca e se conduzindo até sua saia, e se cansando de ver aquele pedaço de roupa. — "Cuidado, amor." — O mais velho bateu, levemente, em sua perna como um aviso e levantou a peça até sua cintura.
A frieza do mármore se debateu contra sua pele, enviando um arrepio pelo seu corpo, nada que poderia incomodá-la; agora, o visual de sua peça íntima era visível para seu namorado. — Era de uma cor escura, para ser específica, rebu; então, não seria complicado admirar o quão molhada você estava. — Obviamente. — Enganchando os dedos no cós da peça e a puxa para baixo, sendo cuidadoso como antes.
Seus olhos, que transmitiam desespero pelo toque do mais velho, tiveram o privilégio de ver sua calcinha desaparecer em um dos bolsos do mesmo. — Guardando ela como um presente.
Na face de Kukuriczka, era visível uma expressão sacana, sem vergonha e libertino; em uma boa condição, você iria proferir isso de forma direta. — Chegava a ser ridículo.
Com sua boceta, embaraçosamente, molhada, pulsando e exposta, Esteban movimenta sua mão pela sua coxa, apertando, brevemente, ela; porém, com a outra mão, ele ocasiona um pequeno tapinha em sua bochecha, querendo sua completa atenção. — Indicando um contato visual.
Mantendo, prendendo seus olhos contra os dele, você sente dois longos dedos, anelar e o do médio, de Kuku passando sobre sua fenda, uma simples e torturante carícia, logo, deslizando eles para dentro. — Enviando um choque impiedoso, pouco surpreendente; assim, como suas costas se arquearam e suas unhas agarraram o ombro do argentino. — Deus, era tão bom.
A sensação de preenchimento, um prazer flamejante e deleite faz você se sentir em um verdadeiro paraíso; e no inferno ao mesmo tempo. — Choramingos, algumas palavras, completamente, sem nexo e ainda se contentar com a imensa vontade de fechar os olhos, querendo aproveitar ao máximo a sensação deliciosa que triunfava.
"Mírame, cariño." — Murmurou, querendo zombar com uma leve descrença e estímulo, fazendo movimentos de vai e vem em seu buraquinho molhado; trazendo um som obsceno acompanhando seus gemidos. — "É gostosinho pra' caralho, não?" — Estalou sua língua, inclinando um pouco sua cabeça, uma provocação.
Você balançou sua cabeça, desorientada em concordância e proferindo, mais uma vez, um lacrimoso gemido; Kuku lhe entregou com sorriso lascivo, sendo sua boceta apertando seus dedos e garantindo que você seria a morte dele.
"Kuku...!" — Você gritou. — "Kuku, Kuku..." — Balbuciando seu nome e mordendo seus lábios, quase sentido o gosto metálico, e se prolongando na velocidade dos dedos do ator; desejando liberar toda aquela tensão, pressão e excitação que estava acumulado em você. — Mais um grito foi liberto por sua boca, o polegar dele passou a estimular, rapidamente, seu clitóris.
"Venha, querida." — Sussurrou, agradando você.
Flexionando, rapidamente, seus dedos e satisfazendo seu prazer, Esteban observa alguns espasmos que seu corpo realizava e se agradando com eles; recebendo o prazer das suas paredes internas apertarem seus dedos. — Assim, você sentia seu orgasmo próximo, toda sua angustia prazerosa se encerrando no momento.
Com um voluptuoso gemido, que se formou em um suspiro de alívio, você goza; seu corpo se torna um pouco enfraquecido, suavizado e sua mente misturada entre milhares de emoções ao mesmo tempo, procurando um apoio. — Mas, satisfeita e deleitosa.
Os dedos de Kukuriczka permanecem dentro de você, se mantendo pegajosos, aquecidos e molhados; um grande prazer para ele. — Até que uma sensação de vazio surge em seu buraquinho; abaixando o olhar para avistar o que estava acontecendo, você consegue observar um imenso e encharcado brilho entre os dedos do seu namorado.
Seu gozo estava ali, exposto naqueles longos e irresistíveis dedos; levando até a boca, mantendo um contato visual, Esteban chupou, com desejo e vontade, eles. — Causando um barulho tão molhado e estalador diante de sua presença, saboreando seu gosto e quase implorando, mentalmente, por mais.
"Deliciosa." — Elogiou com muito apetite, limpando um cantinho de sua boca; mexendo e estalando a língua, aproveitando ao máximo seu gosto pregado em seu paladar. — "A garrafa ainda está cheia e temos a noite inteira, nena."
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interlagosgrl · 2 months
Note
adoraria ver um smut do kuku! um friends to lovers que acumulou tensão demais então tem mta putaria e dirty talk 🤓🤓
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— aviso: friends to lovers (request anônima), dirty talk, palavrões, fingering, penetração vaginal, oral!fem, sexo desprotegido (usem camisinha), orgasm denial, creampie, agressão, álcool.
— word count: 2,9k.
— notas: obrigada por quem pediu e me deu ideia para escrever sobre o kuku! <3 as requests estão abertas, inclusive.
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"acho que ninguém vai aparecer, guapa." Esteban concluiu ao olhar para o seu relógio digital e se dar conta de que já passavam das nove e meia.
você tinha tido a incrível (lê-se péssima) ideia de marcar um encontro às cegas para você e seu melhor amigo, Esteban. a ideia tinha sido da sua amiga de teatro que adorava se meter em enrascadas como aquela. ela prometeu que conseguiria achar um par para você e para Esteban e finalmente fazer vocês dois desencalharem, assim como ela tinha feito.
é claro que se Esteban percebesse que você tinha uma queda catastrófica por ele e ele a correspondesse, pouparia boa parte da humilhação de estar esperando por uma hora e meia dois estranhos que vocês nem mesmo conheciam.
"que humilhação." você bebeu toda a cerveja do seu copo em um gole só. "desde quando nos tornamos tão encalhados?"
Kukuriczka sabia que não tinha uma namorada só por causa de você. desde quando você entrou pelas portas do teatro e impressionou todos com sua facilidade de transparecer sentimentos grandiosos, você se tornou a atriz principal da peça da vida dele. e era patético como a tentativa de se aproximar de você tinha o jogado numa zona da amizade interminável.
"eu não faço ideia." ele deu de ombros, mimetizando o seu ato e bebendo a cerveja do seu copo de uma vez. "a gente é bonito. será que é porque somos atores?"
"provavelmente. ninguém quer namorar gente lisa." Esteban riu da sua piada e você se arrepiou de imediato. o jeito que os olhos pequenos dele fechavam quando ele sorria a fazia suspirar.
"quer beber uma dose de tequila?" Kuku sugeriu. estava fazendo aquilo para tomar um pouco de coragem e sugerir, na verdade, que você o visse mais do que como um amigo.
você deu de ombros, acenando para o barista. ao pedir as duas doses de tequila, o barista quase não tirava os olhos de você. quem poderia, afinal? seus cabelos grossos estavam presos no topo da cabeça depois de alguns copos de cerveja a deixarem com calor. os seios fartos estavam presos em um vestido florido decotado e de alcinha, fazendo jus ao calor de Buenos Aires. Esteban queria colocar a mão através da sua cintura e mostrar para aquele barista que você era dele. mas, você não era. então um olhar ameaçador foi o suficiente para que o cara desse para trás.
"vamos, chabón." você brindou seu shot ao dele e engoliu a bebida de uma vez. você sabia que seu corpo tinha resistência zero a tequila. queria que o álcool corrompesse suas veias para pedir Esteban que ele a levasse para casa e fizesse um pouco mais do que só te deixar na porta.
ele bebeu junto, rindo ao ver a sua careta. um calor insuportável correu pelo seu corpo a medida que o líquido descia a sua garganta. as bochechas de Esteban ficaram ainda mais avermelhadas do que já estavam e você sentiu aquela urgência incontrolável de beijar os lábios rosados do argentino.
"o que mais precisamos fazer para dar esse encontro como concluído?" você perguntou, torcendo para que ele falasse logo as palavras que lhe sufocavam na garganta.
"dançar?" ele sugeriu, erguendo uma das sobrancelhas. você decidiu que aquela reposta era o máximo que conseguiria arrancar de Esteban. afinal, em todos aqueles meses que você estava no teatro e havia saído com ele, jamais o viu dar em cima de nenhuma mulher. uma quantidade exacerbada de mulheres iniciava uma conversação com ele, mas ele nunca havia feito nada além de conversar como uma pessoa educada. talvez ele só não se interessasse por ninguém.
isso não a impediria de pelo menos tentar. nunca havia feito nada que demonstrasse suas verdadeiras intenções com o Kukuriczka. é claro, você já havia levado café da manhã para ele nos ensaios das peças e dado incontáveis caronas quando o carro dele quebrava, mas isso era uma coisa qualquer entre amigos. hoje, você o deixaria ciente de que queria mais. e se ele não quisesse, você já estava bem treinada em ser apenas a melhor amiga.
entrelaçando seus dedos aos de Esteban, você o puxou para o meio do bar. algumas outras pessoas dançavam entre as mesas, aproveitando o som acústico de um homem e sua banda. você gostava de dançar, era uma ótima dançarina e Esteban sabia bem. quando você colocou seus braços ao redor do pescoço dele, um pedaço dele foi à loucura.
depois de segurar a sua cintura, Esteban deixou que você fizesse todo o trabalho. dançaram, giraram, cantaram com estranhos. você mantinha sua distância até que a banda decidiu tocar algo mais lento. então, você colou o seu quadril ao dele e o olhou no fundo dos olhos escuros do mais alto. o olhar estava estreito, sério, calculando cada passo seu. e você jurou ter visto um vislumbre de desejo nos olhos de Kukuriczka.
movendo o quadril lentamente e mantendo-se focada no olhar alheio, você sentiu o calor de minutos antes subindo por todo o corpo. dessa vez, não era a tequila. era Esteban que agarrava a sua cintura com força e pressionava a coxa dele entre as suas pernas. você suspirou baixinho e fechou os olhos, apoiando sua cabeça contra o ombro dele e aproveitando aqueles segundos intermináveis antes da voz rouca chegar ao seu ouvido.
"agora só falta eu te levar para casa para darmos esse encontro como concluído." a voz grave te deixou entorpecida por um momento.
"ainda está cedo, chábon. vai dar a noite por encerrada?" você voltou a encará-lo.
o sorriso doce e gentil de Esteban adornou sua face, mas desta vez ele escondia uma malícia que você jamais tinha visto transparecer na face do argentino.
"acredite, a sua noite não vai acabar tão cedo."
aquela mera afirmação foi o suficiente para que vocês dois pagassem a conta e se enfiassem no primeiro táxi que viram. você não sabia como tinha se aguentando durante todo o percurso. enquanto Esteban conversava amenidades com o motorista, a mão dele não saiu da sua coxa. os dedos esguios e firmes seguravam sua pele com força, como se você fosse escapar. de minuto em minuto ele subia cada vez mais, se aproximando da sua calcinha que já estava arruinada de tão molhada. ele deixava alguns beijos no seu pescoço de vez em quando, sorrindo ao ver a bagunça em que você se encontrava.
o apartamento de Esteban ficava num prédio modesto no centro. você ansiava para ficar sozinha com ele para poder se livrar do vestido que, nessa altura, tinha virado uma prisão.
quando vocês dois pisaram no elevador, você já estava pronta para tocá-lo mais uma vez quando uma senhorinha simpática entrou e apertou o número cinco no painel. ela iniciou uma conversação com Esteban, perguntando como ia a vida e se você era a namorada dele. aparentemente, a mulher tentava unir a filha dela ao ator há muitos meses. "agora entendo porque você não dá bola... tem uma namorada tão bonita!"
Kukuriczka mantinha a pose de bom moço enquanto fazia conversa com a senhora. o elevador se movia lentamente e a mão de Esteban segurava a sua bunda com força, te mantendo quietinha no seu lugar. a senhora nem mesmo se dava conta da nuvem de tensão que tomava o elevador.
ao se despedir da senhora no quinto andar, Esteban a olhou de soslaio com um sorriso divertido no rosto. ele estava adorando tudo aquilo. paradoxalmente, depois de esperar por tanto tempo, era ainda mais divertido postergar o contato físico. ainda mais porque ele sabia que, de um jeito ou de outro, ele te comeria naquela noite.
o elevador chegou no sexto andar e vocês seguiram para o apartamento. você já conhecia aquele corredor e o tapete de boas-vindas na porta de Esteban. estivera lá muitas vezes como uma mera amiga, ensaiando roteiros e vendo jogos de futebol. foi por isso que foi tão fácil para você colocar a bolsa na mesinha ao lado da porta, retirando as botas curtas que a faziam suar.
"você 'tá com cara de quem quer pica a noite inteira, sabia?" ele a puxou pela cintura, colando o corpo dele ao seu. você pôde sentir a ereção alheia roçando na sua bunda de um lado para o outro, a provocando cada vez mais.
"provavelmente porque eu quero que você me foda logo." você rebateu. tinha segurado a sua língua por bastante tempo, portanto não iria medir as palavras naquela noite.
"e qual a graça nisso, mami?" as mãos de Esteban subiam pelo seu corpo, passando da cintura para os seus seios e dos seios para o pescoço. você jurou que era possível gozar só de sentir a respiração dele no seu pescoço e as mãos dele te tocando. "tenho esperado muito tempo por isso, mas te ver como uma putinha necessitada vale por toda a espera."
"você devia fazer sua putinha gozar." você sussurrou. Esteban se movia lentamente pela casa, te guiando até onde ele quisesse. naquela altura você faria tudo que ele mandasse por puro desespero. quando vocês chegaram à mesinha que ficava entre a sala e a cozinha, ele te curvou sobre a superfície, deixando a sua bunda bem empinada.
"não se preocupe." os dedos ágeis subiram o seu vestido rapidamente, entrelaçando-se na calcinha antes de descê-la pelas suas pernas. "é o que eu pretendo fazer. só vai demorar muito mais que o necessário."
as mãos grandes apertaram sua bunda com força antes te deixar um tapa em cada lado. você queria ficar calada e evitar que ele tivesse toda diversão, mas o mais pequeno dos toques arrancava os gemidos necessitados da sua boca.
Esteban levava o seu tempo para explorar seu corpo. deixou a ponta dos dedos correrem pelas suas costas, pelos seios, pelo pescoço, pelos seus braços, descer pelo meio das coxas antes de finalmente encontrarem a sua intimidade. um riso baixo escapou dos lábios do argentino ao ver o quão molhada você estava. os dedos esguios deslizavam com facilidade entre os seus lábios.
"agora, nena, seja boa pra mim e me avise quando você for gozar." ele ordenou, massageando o seu clitóris com movimentos circulares. você gemeu baixinho, o filho da puta sabia exatamente onde ficava o seu ponto sensível e como estimulá-lo corretamente, sempre de maneira lenta e constante.
"por que acha que vai me fazer gozar tão rápido?" você provocou, sentindo os dedos dele vacilarem ao ouvir aquela sentença. os dedos desceram para a sua entrada, acariciando-a levemente.
"deve ser porque você está igual uma cachorra de quatro na minha mesa." dois dedos a penetraram de uma vez, fazendo você morder o seu lábio inferior com força. você não conteve a necessidade de mover o seu quadril de um lado para o outro. "viu? igual uma cadela."
Esteban segurou o seu quadril e a pressionou na mesa, a impedindo de se mover um centímetro sequer. os dedos dele começaram a se movimentar, para frente e para trás, indo bem fundo dentro de você. você estava tão molhada que foi fácil para ele adicionar um terceiro dedo.
seus gemidos estavam cada vez mais altos, o que a fez pensar na senhorinha do andar debaixo que provavelmente iria escutar tudo. os dedos dele fizeram um movimento de gancho, atingindo o seu ponto mais sensível. você revirou os olhos, estremecendo na mesa de madeira enquanto Esteban te fodia tão rapidamente que era impossível para você formular qualquer palavra além do nome dele.
quando você estava próxima do seu orgasmo, suas mãos agarraram a beirada da mesa com força. uma série de palavras desconexas saíram da sua boca e Esteban sabia muito bem que você iria gozar. então, tão rápido como te fodia, ele tirou os dedos de dentro de você e a deixou a beira do seu ápice.
"que porra é essa, Esteban?" você ergueu o seu corpo, sentindo que poderia chutá-lo de tanta raiva que percorria o seu corpo naquele momento. ele a empurrou de volta para a mesa, dessa vez com você virada para cima.
"deita e relaxa, linda. você vai gozar." Esteban te deitou na mesa com delicadeza. você ainda estava um pouco resistente, mas deixou que ele abrisse as suas pernas e se ajoelhasse no chão. "mas só quando que eu quiser."
o ator capturou a parte interna da sua coxa com os dentes, mordendo e beijando aquela região enquanto esperava que você voltasse ao seu normal. se ele te chupasse cedo demais, você retomaria o seu orgasmo e a brincadeira acabaria muito cedo.
"eu te odeio, Esteban." você murmurou, apoiando-se nos seus cotovelos para ter uma visão privilegiada dele te chupando. o cabelo dele estava bagunçado e as bochechas estavam vermelhas. urgia a vontade de você sentar na piroca daquele homem.
"cala a boca e geme pra mim, perra." Kukuriczka murmurou, deslizando a língua por toda a sua buceta molhada. o músculo quente circulou no seu ponto sensível, sugando-o com a pressão necessária para fazer você se revirar na mesa de madeira. você apoiou um dos seus pés nos ombros largos do argentino, que te chupava com tanta vontade que lágrimas começavam a se formar nos cantos dos seus olhos.
"me deixa gozar desta vez, Kuku. por favor." você implorou com uma voz manhosa. em resposta, o argentino continuou alternando entre sugadas e movimentos circulares cada vez mais fortes. suas mãos agarraram os fios bagunçados do homem, os puxando com força para descontar o misto de prazer e ódio que ele lhe causava. dessa vez, sem o avisar, você atingiu o seu orgasmo com tanta facilidade que se sentiu tonta. um gemido arrastado saiu da sua garganta enquanto você fechava os olhos e aproveitava a sensação gostosa que vinha em ondas, te entorpecendo completamente.
o homem se levantou, orgulhoso pelo seu trabalho. um sorriso adornava os lábios rosados quando ele se aproximou do seu rosto, fazendo questão de beijá-la para que você sentisse não só o gosto de si própria mas do seu líquido. as mãos grandes voltaram a enforcá-la, a deixando ainda mais sensível do que já estava.
"agora é minha vez." ele a puxou para que ficasse de pé. suas pernas estavam bambas e a visão estava turva de tanto prazer que tinha recebido segundos atrás. Esteban retirou a camiseta que usava. te impressionava o autocontrole que ele tinha. ainda estava completamente vestido apesar de você conseguir ver nitidamente o tamanho da ereção que sobressaltava em sua calça. "vai quicar no meu pau agora como a cadela que você é."
uma vez que a camiseta atingiu o chão, a calça e a cueca de Esteban se foram e você se pegou admirando o pau rosado e cheio de veias. você se perguntou como seria sentar num pau tão grosso quanto aquele. aquele medo prévio de quando você transa com alguém pela primeira vez já tinha abandonado seus pensamentos há muito tempo. ele era muito mais do que você já tinha fantasiado.
o argentino se sentou em uma das cadeiras da mesa, te chamando com um dedo só. você se sentia mesmo como uma cachorra. completamente às ordens dele, fazendo o que ele quisesse. você traçou seu caminho até ele como uma marionete, deixando que ele firmasse o próprio pau para que você pudesse sentar.
você fechou os olhos e gemeu alto enquanto o membro alheio deslizava para dentro de você tão rapidamente. Esteban não lhe deu nem mesmo tempo para se acomodar ao tamanho, em segundos estava apertando a sua cintura e a forçando para cima e para baixo.
de frente para ele, o olhando nos olhos, o ato se tornou muito mais sujo do que já era. o tesão dele era palpável e todo aquele autocontrole se esvaía a medida que a sua buceta contraia com ele dentro, arrancando gemidos e suspiros do ator. ao mesmo tempo, você conseguia ver uma pontinha de carinho e admiração. era como se ele estivesse esperando aquilo por muito tempo. como se você fosse a mulher que ele mais admirava no mundo.
"no me mires así, linda." ele segurou suas bochechas com força, empurrando o quadril contra você. um gemido rouco escapou dos seus lábios com a profundidade que ele havia acabado de atingir. "vai me deixar apaixonado."
um arrepio correu por todo o seu corpo, te fazendo estremecer. você continuava quicando, olhando fixamente para os olhos bonitos do argentino que lhe tiravam a sanidade. ouvi-lo falar daquela maneira causava mais reações do que ouvi-lo falando bobagens.
"acredite, Kuku. você não vai ser o único." você murmurou, beijando-o necessitadamente. ele ainda segurava o seu rosto, carinhosamente. suas línguas se entrelaçaram em um ritmo constante, assim como os seus quadris que se movimentavam juntos. diferentes arrepios e sensações percorreram seu corpo enquanto você sentia o carinho com o qual Esteban te segurava.
"eu vou gozar, nena." ele anunciou. você continuou quicando, ainda mais rápido e com mais força. vê-lo revirar os olhos e gemer era uma visão paradisíaca. você sentia que iria gozar novamente. vê-lo naquela situação era excitante o suficiente para trazer o seu orgasmo por uma segunda vez. você não conseguia parar de dar cada vez mais até sentir o líquido quente escorrendo pelas suas pernas e ouvir o gemido rouco e arrastado do ator, que abraçou o seu corpo com força enquanto se forçava a continuar movimentando o quadril contra o seu.
você estremeceu quando gozou pela segunda vez, gemendo o nome de Esteban tão arrastado que você o sentiu tremer abaixo de si. seus olhos encontraram os dele novamente e você suspirou, unindo suas testas. ele segurou os seus cabelos, deixando um beijinho na ponta do seu nariz.
"ay, Kuku." você gemeu baixinho, abrindo um sorriso bobo. "estamos fodidos, não estamos?"
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mythmakinvgxz · 3 months
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stars / esteban kukuriczka
summary: esteban has been interested in you for some time, he finally finds the perfect opportunity to make the first step. tw: none, just pure fluff. words count: 2.4k
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"and, cut!" said bayona. with that, the shooting for "la sociedad de la nieve" were officially over. the movie we had been working on for the past 5 months had just come to an end, and with it all the afternoons spent with the boys rehearsing the scenes, laughing and reading the book. it was a strange feeling and as bayona said this, before cheering, everyone looked at him in silence, realizing that with that word a piece of their lives was going away. but soon after that matias, fran and agustin ran towards jota who was already laughing and took him in their arms, throwing him in the air and catching him, while all the other cast members had gathered around them, singing and laughing. i was leaning against the nearest wall, watching them smiling, when someone next to me said "that was great, huh?" i turned suddenly, surprised, and saw that at my side was esteban, the calmest of them, and perhaps the only one with whom i hadn't become so close. i looked up to meet his gaze and with a nostalgic smile i said "that was amazing" as i stroked my arm. the boys were now carrying jota on their shoulders all around the room. i looked in their direction and laughed at the sight. we stayed like that for some time, glancing awkwardly at each other every once in a while but then always looking towards the boys.
"hey" said esteban suddenly, bringing me back to reality "did agustin told you that there's a party tonight?" "uhm, no?" i turned to face him and looked at him curiously, looking for explanations. agustin was my best friend and always told me everything, we never went to a party without each other. maybe he had forgotten to tell me, because of the filming he had always had a lot to do. i waited a while before i got an aswer from esteban. "yeah, we organized something small at mine to celebrate, since the filming's over." he said while stroking the back of his neck nervously. i looked at him waiting for him to go on, and then he spoke again. "do you want to come?" a little smile formed on his lips as he said this. "yeah, sure i'll be there." i said with a big smile and his eyes began to shimmer as i spoke. "i'll see you later then" i told him smiling as i started walking towards the exit. we didn't even realize that everyone had left, leaving us alone in that big room. i waved to him one last time, just as i walked out the door, before closing it behind me. as i got out i reached agustin, who was leaning on his car chatting with matias. “you didn’t tell me there was a party tonight?” i scolded him, hitting him on his shoulder. we were inseparable since we were kids and we always told each other everything. matias started to laugh as agustin pretended to have hurt himself. “sorry, i completely forgot about it.” he said “who told you anyway?” he asked with an interrogative tone. “esteban just told me.” i answered looking at my shoes, while my cheeks got red. "uuuuh" said matias laughing with agustin. "finally." he replied, rolling his eyes. I decided to ignore what had just happened, i was tired of his childish ways. "okay, so i'll see you tonight?" i asked them both, while desperately searching for my car keys in my pockets. "see you tonight." they both responded in chorus, smiling mischievously.
i rang the bell and bit my nails while i waited. i had never been to esteban's house. we have never spoken much to each other despite having practically spent 5 months together. i've always admired him from afar and i've noticed that he doesn't talk much, he keeps to himself, but he has developed wonderful relationships with all the cast members. and, during the endless evenings in which they played their parts over and over again, i found myself unconsciously looking at him, his perfect nose, his mouth and his eyes that lit up every time he got into character.
after a while enzo opened the door "y/n! thank god you're here." i took off my jacket while getting inside "why do you say that? has agustin already started drinking?" i asked him laughing. "unfortunately yes" he replied, ironically rubbing his hand on his face, as if to say 'I can't stand being around him anymore' in fact as soon as i turned i saw agustin who was laughing with fran. seeing this, a small laugh escaped my lips.
i placed my jacket on a chair and approached them, taking a drink from the table. fran was telling agustin about some things that happened behind the scenes and he was laughing out loud. as soon as they saw me they immediately became serious, greeting me warmly. "hi y/n! how are you?" fran asked me, hugging me and smiling at me. "everything's fine. happy filming is over!" i said happily and putting my arm around agustin's shoulders in a friendly way. "have you already started drinking? it's only 10." i whispered in his ear. "oh, stop it!" he said taking my drink from my hand and drinking it. "hey!" i said trying to reach for it but agustin had already drunk it all. "i can't be around you when you act like this. you're insufferable, you know that?" i asked him angrily. he looked at me with a lost gaze and i understood he was already gone. i sighed. that was going to be a long night.
"and then he slipped on the ice and fell on his face!" matias bursted out laughing as blas spoke. they were telling me about that time they were filming on the mountains one of the most important scenes and agustin well, fell in the middle of filming. we were all laughing except for him. "do you want me to tell her about that time you forgot your line, your most important line, in the middle of the scene?" he threatened him. "hey" enzo put a hand on his chest "that happened to everybody, like that time when you-" "okay guys, that's enough" blas interjected, to separate the two of them. i was still laughing while my gaze went all around the room. i noticed that someone from our group was missing. esteban.
he was sitting on the sofa, looking at us, at me. i realized that from the moment i arrived, from the moment i entered his house, i hadn't even greeted him. silently, while the others were still arguing, i walked away to join esteban. sitting on the sofa with a glass in his hand, his eyes were fixed on mine until i sat down next to him. i smiled sweetly at him "forgive me if i didn't say hello before, but there was a little problem with agustin." my gaze went from his face to the scene that was unfolding in front of us: agustin was taking everyone's glasses to drink them. esteban laughed softly and his eyes closed in the sweetest way, his freckles shining in the darkness of the room.
"there's no problem, of course." he turned to me, smiling. we looked at each other for a few moments, without saying anything. i could no longer hear the screams and laughter of the boys, but only the beating of my heart thundering in my ears.
“y/n?” "sorry what?" i must have been dazed because i woke up hearing esteban's voice. “i just asked you if you wanted to come out on the balcony with me to smoke a cigarette” he repeated to me in the sweetest tone I had ever heard. esteban was the kindest and most helpful person i knew, he was always considerate towards everyone and it was difficult not to love him. and, oh god, he was handsome: everything about him was perfect: his face, his hands, his arms.
the balcony wasn't particularly spacious, it was just enough for two people. when he closed the glass door behind us all the noises and music coming from the room were muffled. i smiled at that thought, it was as if the whole world went silent, and we were in our little bubble. but then i realized that it was cold, very cold. my dress certainly wasn't made to keep me warm so i found myself shaking like a leaf. i leaned on the balcony railing seeking relief but instead only made the situation worse, feeling the cold iron on my exposed back. esteban had noticed me at that moment and, when he finished rolling his cigarette and put the pack of tobacco back in his pocket, he asked me "do you want to go back inside?" with a cigarette in his mouth. he was more handsome than ever, carefree hair, cheeks and nose red from the cold and bright eyes.
“no don't worry” i told him smiling “i just have to get used to it” he nodded, looking at me then at the ground. he leaned on the railing next to me, lighting his cigarette and releasing the smoke in little clouds from his mouth. i felt nervous: i didn't know what to say and i was freezing to death. “maybe you want my jacket?” he asked me suddenly, turning to look down at me. he smiled and as I nodded he gave it to me. i put it on and immediately breathed a sigh of relief. “oh my god, thank you so much.” he just gave me his jacket. that was completely normal, no need to act strange. right?
“so,” he said, leaning on the railing, taking a drag on his cigarette, “what are you going to do now that filming is over?” he released the smoke and turned to me. “i think i'll go back to studying, i have a degree to get” i laughed but immediately stopped as soon as i realized that my life from that moment on would never be the same again. i had to go back to my old boring routine. “and you?" i asked him curiously “will you continue acting?” i knew that esteban had always been an actor, and a very talented one, but maybe he had other plans for his future?
“i'll go back to acting in the theater” he replied, smiling at me “i'm very happy to have taken part in this movie, but the theater is my life” every time i heard him talk to others about the theater i saw how excited he was and how his eyes shone. it was nice to see him get excited about what he loved, he had the purest soul. “that’s nice! maybe i’ll come and see how you’re doing sometimes.” i said grinning and smiling at the same time. “i would be very happy if you did” he told me in a flirty tone, getting closer to my face. but laughed it off beacuse i was too embarrassed even just to look in his eyes.
the conversation went on without problems, we talked about this and that, laughing and joking. but after a while we realized that we had been out for almost two hours. “maybe we should go back” i told him, shrugging my shoulders and looking inside: enzo had just put “vivo” by gustavo cerati, one of my favorite songs, on the stereo, and i wanted to go inside with esteban to sing it. “yeah here, i'll finish this cigarette in a minute.” he replied, turning his back on me.
perhaps because of the alcohol or perhaps because all of a sudden i felt particularly brave, i let my body adhere perfectly to his, resting my chin on his shoulder and closing my eyes. everything was perfect: that night, the background music, the stars, him. i felt him relax at my touch and take the last drag of his cigarette before putting it out. he moved from his position and so did i from mine. we found ourselves facing each other and looking into each other's eyes for what seemed like hours, but then he put one hand on my cheek and the other on my waist. i slightly jumped at that contact, but it didn't bother me: it was what i had been waiting for since the first moment my eyes met his.
“can i tell you something?” he asked me in a whisper, his gaze not leaving mine. “yes please.” i answered immediately, eager to know what he wanted to tell me. some time passed before he spoke again, until he finally said “ "i just really enjoy spending time with you and you really have become someone very special to me and-" my eyes lit up the moment he started talking, in that very moment i was admiring him in all his beauty. “oh fuck it” he said exasperated, as he couldn't find the words to finish his speech. so the hand that was resting on my waist reached my cheek, caressing it, and his lips rested softly on mine.
it was a sweet kiss, his lips were cautious on mine, and i could feel him smiling. he broke away from the kiss and ran his thumb over my lips, smiling at me. i knew i was blushing unexpectedly but i felt reassured when i saw a bit of embarrassment on his face too. “as much as i would love to stay here with you all evening, we really have to go back now.” i told him, looking up and chuckling softly. “yes, maybe you’re right.” he replied, letting me go. when we returned, agustin approached us, more drunk than ever, who immediately hugged esteban. “kuku! where were you? we were looking for you! why are you blushing?” he asked, looking serious and inspecting his face. “i'm not blushing, it's just very hot.” esteban replied embarrassed, looking away. luckily i was behind him and agustin didn't see me laugh.
”kuku, it's literally snowing as we speak” i looked outside and yes, it was snowing. in that moment i started laughing, the situation was just too crazy, while agustin looked at me with an interrogative gaze, he wasn't understanding what was happening. as soon as i finished laughing i said “sorry, i'm going to get a glass of water.” as soon as i turned i headed towards the kitchen, winking at esteban. the last thing i could hear was agustin talking to him “you have to tell us everything, everything!”
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luvielie · 23 days
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sweet dreams, esteban kukuriczka
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pairing: esteban kukuriczka x fem!reader summary: você descobriu da maneira mais deliciosa possível que esteban era uma pessoa muito dedicada. warnings: SMUT!!, oral (f!receiving), overstimulation. note: não sei se tem alguém aí, mas se tiver: OIIII!!!!! essa é minha primeira oneshot postada nesse tumblr e faz um tempão que eu não escrevo (principalmente smut), então provavelmente tá beeeem ruinzinho. peguem leve cmg, ok?
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NÃO SABERIA EXPLICAR como chegaram àquela situação, tampouco narrar cronologicamente a sucessão de eventos que trouxeram o quieto e evasivo esteban kukuriczka para o seu quarto, para a sua cama e, principalmente, para o meio das suas pernas.
“esteban, por favor…”, você suspirou, fraca, impotente, desesperada demais para formular mais que um pensamento minimamente coerente. “eu não aguento mais”. o sentiu sorrir sobre sua pele já bastante sensibilizada, tremendo em um risinho abafado, safado. podia notar em cada nervo do seu ser o quanto ele estava amando cada segundo da lenta e interminável tortura a qual contentemente te subjugava, e, para o seu desespero, ele não parecia nem um pouco disposto a terminar tão cedo. o argentino tinha total consciência do quanto você desejou e esperou por aquilo, portanto não tinha pressa alguma, determinado a ficar ali o tempo que fosse necessário para tomar tudo que estava guardado há semanas dentro de você: cada gemido, cada sensação, cada tremor, cada gota, até que você, de fato, não aguentasse mais.
“só mais um, mi amor…”, ele sussurrou, o hálito quente se chocando contra seu pontinho sensível e dolorido, quase te fazendo gritar com a corrente elétrica que percorreu a sua coluna vertebral. “me dá mais um unzinho e eu prometo que vou te comer do jeitinho que você tanto quer”. esteban ergueu um pouco a cabeça, apenas o suficiente para te encarar com aqueles olhos amendoados, afiados e dissimulados iguais aos de um gato, parcialmente escondidos pelos cachos grossos e loiros de cabelo que caíam sobre eles. o homem te olhava como se você fosse a sobremesa mais saborosa que ele já provou na vida, ao mesmo tempo dominante e submisso, ansiando te levar ao limite e destruir o pouquinho de sanidade que ainda restava na sua mente para que não sobrasse nada de você além de uma bagunça de suor e gemidos, completamente derretida e incoerente.
esticou a mão trêmula para tocá-lo, deslizando os dedos pelos fios macios e por todo o rosto até alcançar os lábios finos, vermelhos e inchados, que brilhavam com a mistura de saliva e prazer que escorria pela barba rala, resultado do seu orgasmo anterior. a visão era insanamente indecente, e você soube de imediato que daria toda e qualquer coisa que ele pedisse sem resistência, porque tudo que tinha pertencia a ele.
e, quando esteban fez questão de manter os olhos fincados aos seus enquanto deslizava a língua por toda a extensão da carne delicada, lambendo cada dobrinha torturada e sugando cada gotinha de excitação que fluía abundantemente, você sentiu que poderia explodir com a tensão que se alastrava por baixo da sua pele aquecida, tão perto, mas ainda tão distante, do clímax que tanto precisava alcançar.
então, acordar sozinha naquela cama grande demais para uma pessoa só foi, no mínimo, frustrante. afundou o rosto molhado de suor nas mãos e quis morrer, em parte pela vergonha que pintava suas bochechas, em parte pela sensação febril que dominava seu corpo, deixando suas pernas moles e seu núcleo deploravelmente molhado. ainda que a parte racional de seu cérebro tivesse total consciência de que tudo aquilo não passara de um sonho bobo, seu corpo continuava reagindo aos estímulos calorosos da sua imaginação, como se tudo fosse real.
meu deus, pensou, assustada, ao se dar conta do que acabou de acontecer: você simplesmente teve um sonho erótico — MUITO erótico — com um colega de trabalho, alguém que via toda santo dia e que, até então, não havia nada além de uma relação mútua de respeito e, no melhor dos cenários, companheirismo. de onde aquela porra de sonho tinha saído? sabia que não existia a menor chance de esteban tomar conhecimento daquela alucinação, mas como o encararia depois daquilo?! estava muito fodida — no pior sentido da palavra. 
claro que, minutos depois de um banho bem gelado e todas as tentativas do mundo de espairecer, você não esperava que ele seria justamente a primeira pessoa que encontraria naquela manhã, sentado à mesa, tranquilo, com uma xícara de café preto pendendo em uma mão e um cigarro quase apagado na outra.
“bom dia!”, cumprimentou, em um fio de voz, buscando soar o mais natural possível, embora as imagens sórdidas que insistiam em invadir sua mente fizessem esse ato simples especialmente dificil. esteban te encarou por alguns segundos, aqueles olhos felinos e dóceis que minutos antes te devoraram com tanta luxúria, mas que, de volta à vida real, pareciam serenos e impertubáveis, como sempre. cogitou por um instante dar meia-volta e fugir, desaparecer por algumas horas, dias ou semanas — até que sua mente esquecesse completamente daquele maldito sonho —, porém, sabia que não poderia nem se quisesse muito, então apenas ficou parada, em pé, sob a mira penetrante daquelas íris castanhas que te observavam com tanto afinco, capturando até o menor dos seus movimentos, como se desvendasse todos os segredos obscuros escondidos no fundo de sua alma.
“bom dia”, ele finalmente respondeu, simples, na mesma normalidade diária, como se toda aquela tensão existisse apenas dentro da sua cabeça.
e, talvez, seja isso mesmo, pensou, enquanto atravessava a cozinha para preparar o próprio café da manhã. talvez esteja ficando oficialmente maluca, pirada, lelé da cuca, e aquele sonho tenha bagunçado permanentemente seus sentidos e sua noção de realidade. sentiu vontade de rir, mas se conteve para não chamar ainda mais atenção. esteban não era nenhum telepata para descobrir o que se passava na sua cabecinha fértil, e só de ter considerado essa possibilidade, mesmo que por um breve momento, já mostrava o quão insana era sua atual situação.
eventualmente, se esqueceria de tudo aquilo e aquele segredo morreria com você. não havia motivos para se preocupar tanto.
comeram em silêncio, igual sempre faziam quando estavam sozinhos, já que não tinham muitos assuntos em comum para compartilhar, cada um entretido com o próprio celular — você, nem tanto assim, visto que era quase impossível deixar de pensar nas visões libidinosas de outrora, principalmente com a segunda parte envolvida sentada a menos de dois metros de distância.
esteban terminou primeiro, todavia se manteve ali, sentado e praticamente imóvel, como se esperasse alguma coisa de você, algo que não saberia dizer o que, mas que jamais teria a coragem para perguntar. quando você acabou de comer, levantou-se em silêncio para organizar a própria bagunça, lavando calmamente a louça que sujou e tentando, inutilmente, pensar em qualquer outra coisa que não fosse o olhar inquisidor queimando em suas costas.
“então…”, a voz dele soou, quase num sussurro, perto demais. com as mãos cobertas de espuma, a esponja amarela imóvel sobre o prato que segundos antes esfregava, se recusou a virar para ver quão perto. “você vai me contar o sonho que teve comigo ou não?”.
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daphdidit · 18 days
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— the right person, the right thing at the right time; esteban kukuriczka
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pairing: esteban kukuriczka x fem!reader
word count: 1,5k
summary: pra você e kuku ter filhos nunca foi uma missão, mas sim um sonho que agora era uma realidade.
note: gosto muito a headcanon kuku pai de menina então resolvi me aventurar nesse mundinho. recém voltei a escrever então criei essa conta pra ir postando minhas ideias, é minha primeira oneshot então ainda estou meio insegura e espero que, se alguém ler, goste.
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Durante anos, você e o Kuku evitaram o assunto "ter filhos". Mesmo com sutis indiretas das famílias, vocês decidiram deixar a vida seguir seu rumo, sem se prender a essa ideia. Mas, de vez em quando, o assunto aparecia. No meio de toda a pressão social e principalmente das famílias, vocês dois concordaram em seguir o combinado: ter uma família não era uma obrigação, mas uma possibilidade, algo que vocês só iriam abraçar caso acontecesse. Assim, vocês só seguiram vivendo sua vida a dois, confiando que tudo ia se resolver na hora certa.
Mas era naqueles momentos de tranquilidade entre sussurros e sonhos compartilhados no escuro do quarto que vocês secretamente sonhavam sobre ter uma pequena família de vocês. Kuku compartilhava como ele imaginava a paternidade e como sonhava com uma filha com os seus olhos e com o seu gênio, falava sobre acreditar que você seria uma mãe incrível, daquelas que sempre transborda amor e carinho. Você também se deixava levar por esses pensamentos e imaginar Kuku como pai fazia o desejo de ser a mãe dos filhos dele uma ideia muito atraente. Mas eram conversas sonolentas, sem qualquer pressão, tudo no mundo das possibilidades. Não era o tipo de conversa "precisamos fazer isso", era mais como um "se rolar, rolou". Vocês já se sentiam completos um com o outro, então a ideia de ter um filho era só mais uma forma de expandir o amor que já tinham.
O tempo foi passando, os dias se misturando, e quando vocês viram, já tinham se passado uns meses desde as conversas tranquilas sobre começar uma família começaram a fazer parte dos tópicos que vocês divagavam antes de dormir. Mas, enquanto as estações iam mudando e a vida seguia, mudanças sutis começaram a acontecer com você. No começo, eram apenas uns sintomas bobos, fáceis de ignorar na rotina do dia a dia. Afinal, você nunca esteve obcecada com a ideia de ter um bebê, se acontecesse seria mais uma obra do acaso. Mas com o passar dos dias, os sintomas passaram a ficar mais insistentes, exigindo atenção, como se seu corpo estivesse tentando dizer algo. Foi só quando a tontura e a sonolência se instalaram que você começou a questionar a verdadeira natureza do desconforto e com o surgimento de enjoos o óbvio finalmente ficou claro: você estava grávida.
E quando a ficha finalmente caiu, lá estava você, tremendo ao olhar três testes positivos de gravidez sobre a pia do banheiro. Naquele momento, em meio ao tranquilo silêncio do apartamento pequeno que você e Kuku já moravam há alguns anos e que ainda estava com jeitinho de estar em obras, com cômodos ainda por terminar de mobiliar, um sonho compartilhado se tornou uma realidade tangível.
Com a confirmação ali na sua frente, a realidade de que seriam pais bateu como um tsunami. Conversavam descontraidamente sobre a possibilidade, mas agora que tudo tinha saído do mundo da teoria e se tornado a realidade, o peso de tonelada de tijolos tomou seus ombros, te dominando com uma mistura de medo e excitação. Vocês seriam pais incríveis, não haviam dúvidas quanto a isso. Kuku seria um pai extraordinário - sua bondade, paciência e amor inabalável não deixavam questionamentos, mas era uma situação nova, um território que nunca exploraram para além da imaginação, era óbvio que o desconhecido amedrontava. Com a magnitude da responsabilidade se assentando um aperto de apreensão e um amor incondicional também tomavam conta de você.
À medida que a ficha caia, você andava de um lado para o outro do apartamento, com a mente a mil, tentando desvendar o mistério de como contar isso a Kuku. Como faria isso? Ele estava lá, mergulhado nos ensaios da peça nova dele que estrearia em alguns dias, nem sonhava com o turbilhão que estava rolando nas suas vidas. Não dava pra segurar a onda e fingir que tava tudo normal; ele te conhecia como a palma da mão, então não tinha como escapar. Cada expressão sua ia entregar o jogo, era necessário encarar a situação imediatamente. Mas como é que se começa uma conversa dessas, que vai virar o mundo do avesso para alguém? As perguntas não paravam de rodar na sua cabeça, a ansiedade batendo lá no alto, enquanto esperava o momento certo para falar abertamente sobre a nova realidade com a pessoa que mais amava no mundo.
O tempo tava correndo e você sabia que tinha que tomar uma decisão logo. Não dava pra ficar inventando muito, não tinha tempo pra criar um plano grandioso e elaborado, tinha que ser na simplicidade mesmo. Foi com isso em mente que um jantar especial se tornou a melhor decisão, um momento para celebrarem juntos. Conforme a noite ia chegando e você arrumava a mesa com algumas velas, criando um clima mais íntimo e agradável na sala de jantar, você colocou os testes numa caixinha delicada junto a um cartão escrito à mão. Era um gesto simples, mas feito com todo o amor e empolgação que estava borbulhando dentro de você. E enquanto esperava ele voltar, com os nervos à flor da pele, você não podia deixar de sentir uma alegria danada só de pensar em compartilhar esse momento com o Kuku.
Chegando em casa, Kuku percebeu uma mudança sutil no clima. Mesmo que os jantares especiais organizados de última hora não fossem novidade pra vocês, tinha algo diferente naquela noite. Tinha uma tensão no ar, meio discreta, mas dava pra sentir. Porém, na hora, ele decidiu deixar essas preocupações de lado, ignorar os instintos, e aproveitar aquele momento com você. Ele não ia deixar que nada atrapalhasse esse tempo juntos. Sentados pra jantar, ele fez um pacto consigo mesmo: focar naquele momento, curtir juntos e deixar qualquer pergunta pra depois. Quando estivessem na cama, trocando ideia naquele ritual de vocês de todas as noites antes de dormir, ele tocaria no assunto. Por enquanto, ele ia só aproveitar.
Entretando, conforme a noite ia rolando, Kuku sentiu que algo entre vocês estava meio diferente. Apesar da tranquilidade de sempre, algo parecia fora do lugar, você estava meio estranha e ele não conseguia pontuar o porquê. Lá no fundo da mente dele, uma variedade de pensamentos começaram a pipocar - será que ela não está bem? Tinha alguma coisa errada no relacionamento de vocês? Ele tinha feito algo errado? Será que era um jantar de término? - Mas antes que ele pirasse de vez, decidiu encarar o que estava acontecendo. A voz dele saiu tremendo um pouquinho quando perguntou pra você o que tava acontecendo: "Nena, o que tá rolando?". E a sua resposta, com uma mão nervosa estendendo uma caixinha pra ele, dissipou todas as dúvidas e trouxe clareza pra bagunça que estava na cabeça dele. Naquela hora, tudo fez sentido, as peças do quebra-cabeça se encaixaram pra revelar a verdade que tava ali o tempo todo.
Já fazia alguns dias que Kuku tinha pensado na possibilidade e era algo que vinha martelando a cabeça dele. Você estava agindo de forma um pouco diferente ultimamente, dormindo mais do que o normal, quando não costumava ser uma pessoa que tira sonecas, além dos sintomas que despreocupadamente mencionou estar sentido algumas vezes na última semana. Além disso, ele não pôde deixar de notar que os seus seios pareciam maiores. No entanto, ele lutou para encontrar uma maneira certa de abordar o assunto, mas ali estava a resposta, embrulhada numa caixinha delicada.
Depois da revelação, a noite foi marcada por lágrimas de alegria, juras de amor e sorrisos radiantes que preenchiam o ambiente com uma felicidade contagiante. Cada abraço parecia não ter fim, como se quisessem conter ali todo amor em um único gesto, uma promessa de um futuro juntos. Mesmo compartilhando seus medos e vulnerabilidades quanto à nova realidade, encontraram força e conforto um no outro. Mas, acima de tudo, havia uma felicidade genuína, uma sensação de plenitude que transbordava de vocês e se espalhava por cada canto do apartamento.
Conforme a noite avançava, todas aquelas dúvidas e medos sumiram. Cada momento, cada olhar, cada carinho pareciam certos. Tanto Kuku quanto você sentiam em casa um no outro, tipo o encaixe de uma vida perfeita. Kuku e você dormiram como pedras e pela manhã quando o sol começou a brilhar através das cortinas, você acordou com o cheiro de café fresquinho no ar. Seguiu o aroma e o barulho até a cozinha, onde encontrou Kuku, todo concentrado preparando o café, tão focado que sequer notou sua presença. "Bom dia!", você falou sorrindo, interrompendo a concentração dele. Ele virou, surpreso com você ali.
Conforme você adrentava a cozinha, Kuku tentou esconder discretamente a bandeja que estava preparando, mas você conseguiu ter um vislumbre de flores e seus petiscos favoritos por detrás dele "Já acordou...", ele disse, com um tom leve de frustração na voz. "Eu estava planejando um café da manhã na cama", ele confessou, as bochechas corando um pouco.
Você ficou ali, sem palavras por um momento, as emoções se agitando como uma tempestade. O gesto, mesmo simples, a tocou profundamente, mexendo com algo dentro de você que não conseguia explicar direito. Quer dizer, claro que entendia, você estava grávida e seus hormônios projetavam qualquer emoção de maneira colossal, teria de se acostumar. Sem dizer uma palavra, atravessou a distância entre você e Kuku e o abraçou calorosamente, encontrando conforto em seus braços e na calma constante que parecia emanar dele. "Obrigada!", disse, mal saindo como um sussurro.
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lacharapita · 7 days
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ᴇsᴛᴇʙᴀɴ ᴋᴜᴋᴜʀɪᴄᴋᴢᴀ
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"Everbody got somebody,
You know I want somebody too
You better be careful, baby,
'Cause I've got my eyes on you."
★★★★★★★★★★★★★★★★
— Alexandra não era uma mulher que fodia ao som de The Weeknd, não não. Alexandra era uma mulher adulta que fodia com blues tocando ao fundo. Erótico, sensual, terno e profundo.
O vestido deslizava pelas pernas da chilena enquanto Esteban só podia olhar. Everbody Needs Somebody de Little Walter tocava em volume baixo, era a porra da trilha sonora dela. O volume evidente dentro da calça social cinza se contorcia com a visão que os olhos do argentino tinham.
Com os quadris levemente empinados para trás, Alexandra se concentrava em retirar as pequenas argolas douradas em suas orelhas, o colar e o conjuntos de pulseiras em seu pulso esquerdo. Sorrindo quando vê a aliança dourada em seu dedo anelar e olhando suavemente para Esteban através do espelho.
– "Tudo bem, nene?"– A chilena perguntou, se virando para poder ter uma visão completa de Esteban que ainda se mantinha sentado na beirada da cama com a gravata frouxa em seu pescoço, os dois primeiros botões da camisa abertos e uma ereção evidente entre as pernas.
O cabelo escuro caindo pelos ombros marcados dela o fizeram perder a atenção em suas palavras. O pescoço dela brilhava, as veias facilmente vistas na pele morena. Parecia tão convidativo para ele. Esteban se levanta da cama, nenhuma palavra sendo proliferada de seus lábios, caminhando até a moça que o encarava com um sorriso na boca. As mãos dele agiram antes do cérebro, seguiram logo para agarrar a cintura de Alexandra e logo aproximou seus lábios do ouvido dela.
– "Mi reina, eu quero te comer debaixo do chuveiro. Ver cada gotinha de água escorrendo do seu corpo enquanto você geme meu nome com essa sua voz gostosa."– Esteban pode ver os pelinhos finos em sua nuca se arrepiarem e deixou um riso baixo.
Nunca tirando os olhares um do outro, ele retirou a gravata, terminou de abrir os botões da camisa e logo ela estava perdida em algum canto do quarto. O barulho da fivela do cinto foi ouvido por Alexandra mas ela não se moveu, os olhos continuavam penetrantes no cabelo bagunçado, nas sardinhas por todo o rosto, na boquinha rosada e nos olhos pequenos de Esteban. Quando a calça finalmente se tornou uma poça bagunçada no chão, ele segurou a mão macia da chilena e caminhou silenciosamente com ela até o banheiro.
Alexandra sorriu enquanto as mãos de Esteban iam direto para o feixe do sutiã rendado, soltando-o sem complicações. Os próximos movimentos dele a fizeram agarrar as bordas da pia do banheiro. Ajoelhado no chão, mantendo o olhar sempre no rosto dela, o argentino segurou nas laterais da calcinha preta e a puxou pelas pernas de Alexandra, lentamente expondo todo o corpo dela.
Beijos suaves foram deixados por toda a extensão das coxas da mulher. – "Liga o chuveiro pra mim, nena."– A mente dela ainda estava lesa, totalmente sem resposta para nenhuma pergunta. – "Nena, o chuveiro, por favor."– Ela respirou fundo e caminhou, desnorteada, até o chuveiro, ligando-o em uma água morna e entrando logo em seguida, com Esteban logo atrás.
O aperto nos quadris já mostrava a ela que talvez a conta de água desse mês fosse mais alta que o comum. Ele aproximou o rosto do ouvido dela novamente, suas mãos passeando por todo o corpo dela, despretensiosamente...– "Eu quero que você encoste suas mãozinhas na parede e deixa essa bunda bem empinada pra mim, tudo bem mi amor?"– Alexandra acenou com a cabeça, não conseguindo formular uma frase conexa naquele momento.
Suas mãos encostaram na parede úmida, o corpo se arrepiando com a diferença de temperatura, e os quadris se empinaram, deixando ao argentino uma visão do que, pra ele, era conhecida como paraíso.
Ouviu Esteban deixar um suspiro quente de seus lábios, as mãos continuavam a passar pelos quadris, cintura e ocasionalmente deixar apertões nas bochechas macias de suas nádegas. Os dedos da mão esquerda passeiam até chegar ao meio das pernas dela, sentindo a área úmida e quente. – "Porra, mi amor..."–
Ele tentou. Não era a intenção dele, mas sentindo os lábios inchados, molhados e quentes da buceta dela, foi natural. As pernas pareciam ter ficado fracas, o argentino caiu de joelhos no chão molhado. – "Vira pra mim, nena."– Alexandra, com cuidado, virou seu corpo para que ficasse de frente para Esteban.
A mão direita dele subiu desde o calcanhar até a coxa molhada dela, segurando embaixo do joelho, Kuku ergueu a perna esquerda dela e a colocou sobre seu ombro. Gemeu com a visão que teve, parecia tão... talvez fosse o tesão que ele estava escondendo durante toda a noite, não sabia. Sua única certeza era de que Alexandra era a mulher de sua vida.
Beijos molhados foram deixados na parte interna das coxas dela, subindo lentamente até que chegasse onde desejava. As mãos dela seguraram os cabelos claros de Esteban, puxando suavemente toda vez que os lábios dele se enrolavam no pontinho de nervos. O nome dele saia como um canto divino dos lábios dela, deixando seu corpo tenso.
        – "Esteban, por favor..."– Ele olhou nos olhos dela, vendo como a pele dela estava mais avermelhada que o normal, os lábio entre abertos e a luta dele para se manter com os olhos abertos.
A língua quente dele, ocasionalmente, mergulhava no buraco apertado que ele se colocaria em pouco tempo, fazendo com que os gemidos dela soassem mais altos. Ele sussurrava as palavrinhas mais sujas que conseguia pensar enquanto o pé esquerdo dela tocava suas costas molhadas. – "Nene, serio... Só, por favor."– A voz dela era baixa mas ele conseguia sentir a vontade nela. Soltando a perna esquerda dela no chão ele se levantou, suas mãos buscando o pescoço dela e seus lábios se aproximavam do ouvido dela.
– " Deixe de ser una perra desesperada e me deixe ter meu tempo com você, nena."– Alexandra engoliu uma respiração profunda, sentindo as mãos dele virando o corpo dela e pressionando, suavemente, o rosto dela contra a parede molhada.
As mãos dela Esteban desceram e agarraram os quadris dela, puxando-os para si. Um gemido alto saiu de entre os lábios da chilena quando Kuku se enterrou por inteiro dentro dela. Não importa quanto tempo se passasse, ela sempre foi muito apertada pra ele.
As mãos dele seguraram os quadris de Alexandra com força, deixando marcas avermelhadas no local. A forma como o pau dele escorregava para dentro de para fora dela com dificuldade, fazendo Esteban ter um esforço maior para não gozar tão rápido. – "Nena... porra."– Ela só sabia gemer, o cérebro não processava nenhuma informação além da forma como ele a esticava tão bem. Cabeça tola que não pensava em nada da tamanha onda de prazer que recebia.
Esteban sorria com o poder que tinha sobre o corpo de Alexandra. As mãos dele foram até o pescoço dela, agarrando-o e puxando até que as costas dela estivessem encostando no peito dele. A água caindo exatamente entre os dois enquanto Esteban continuava se empurrando para dentro dela com tamanha força. – " Não consegue falar, amor?"– ele riu enquanto ela choramingava, a risada provocando um aperto firme do interior da buceta dela em seu pau. – "Ficou burrinha de tesão, nena? Eu gosto de você assim, não parece nada com a Alexandra em público."– O argentino sorria, sabendo que fora dali a situação era totalmente diferente. Mas ali, naqueles momentos, ele tinha domínio sobre ela, pelo menos na maioria das vezes.
A pontinha do pau dele encostava na parte mais funda dentro dela, tocando repetidamente aquele pontinho de prazer dentro dela que fazia com que aqueles sons bonitos saíssem da boca dela.
Segurando na garganta dela, todos os sons que Esteban fazia iam direto para o ouvido de Alexandra, cada barulhinho dele deixava ela mais molhada, ela amava ouvir ele, e apesar de Esteban não ser tão vocal durante uma foda, com ela era impossível ficar quieto.
As mãos dela seguraram o braço esquerdo dele, que se mantinha enrolado na cintura dela para manter o equilíbrio, apertaram com força como quem queria avisar algo.
         – "Esteban... eu vou..."– Ele sorriu, é claro que ele já sabia. A forma como ela se apertou em torno dele com mais firmeza e como seu ventre tremeu já mostrou a ele o que viria a seguir.
– "Diz pra mim, amor. A putinha quer gozar?"– Alexandra acenou com a cabeça, os choramingos saindo de seus lábios alguns tons mais altos. – "Palavras, mi amor... palavras."– Ela fechou os olhos com força, sabendo o quanto Esteban a provocaria até ela falar o que queria.
– "Nene, eu quero gozar... por favor."– As palavras saíram baixas e Esteban fez uma cara de desentendido, mesmo tendo ouvido cada palavrinha dela.
– "Oi? Desculpe nena, não te ouvi. Pode repetir?"– Alexandra suspirou, todo seu corpo se controlando para não ceder ao orgasmo que passaria por ela a qualquer momento.
– "Eu... eu quero gozar, mi amor."– A voz saiu mais alta e mais desesperada. Esteban agarrou a cintura dela com mais força, segurando seu rosto e deixando beijos abaixo de sua orelha.
– "Posso te encher, nena? Hm, posso encher sua buceta de porra?"– Ela choramingou, acenando positivamente com a cabeça. Esperando ansiosamente para sentir a porra quente de Esteban enchendo ela.– "Então goza comigo, nena."– Não demorou nada para que os dois estivessem mais agarrados do que antes, os gemidos altos escapando dos dois e a água gelada não sendo o suficiente para aquecer aqueles corpos. Alexandra suspirava, sentindo seu interior cheia de Esteban. E quando ele escorregou para fora dela, pode sentir escorrendo entre suas coxas.
O argentino agarrou o corpo dela e virou para que pudesse olhar nos olhos dela. Aqueles olhos castanho claro, com algumas lágrimas de prazer, as bochechas coradas, lábios rosados e cabelo molhado.
Alexandra era o começo e o fim do mundo para Esteban.
★★★★★★★★★★★★★★★★
@imninahchan @creads @geniousbh @80s-noelle @xexyromero
Oiii, desculpa marcas vocês aqui mas foi a única coisa que meu cérebro conseguiu pensar em fazer. De vez em quando eu escrevo algumas coisas e no momento tô obcecada em LSDLN kkkkk e querendo entrar aqui no fandom do Tumblr. Sou apaixonada na escrita de vocês e queria que vocês dessem uma opinião no que eu escrevo😭💋
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daisyy345 · 3 months
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remus john lupin but make it argentino
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myillicitaffair · 2 months
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You are in love | Esteban Kukuriczka.
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sumario: noches de pizza con tu amigo… claro, amigo.
advertencias: sexo explícito (+18) , penetración, sexo sin protección, consumo de alcohol.
créditos: las fotos del collage fueron extraídas de pinterest, más las edite yo. la canción cuya letra utilice es You Are In love (Taylor’s Version) de Taylor Swift.
notas: honestamente, no estoy muy contenta con el resultado final pero espero que puedan disfrutarlo de todas maneras xx.
No hay pruebas, no fue demasiado, pero yo vi suficiente.
Paciente, fuera de su recibidor, me encuentro parada, esperándolo con una botella de vino bajo la axila. Aliso los pliegues de mi falda varias veces con las manos, un hábito al que recurro para evitar sucumbir a la ansiedad que me atormenta. Con la cámara de mi celular, observo mi reflejo, comprobando que mi maquillaje permanezca en su lugar, que mi cabello siga viéndose inmaculado.
No recuerdo un tiempo en el que Kuku haya sido simplemente un amigo, siempre fue más; mi confidente, el protagonista de mis fantasías, quien roba mis suspiros y miradas, de quien terminé enamorándome.
Las pisadas sobre las baldosas delatan su presencia apropincuándose, luego el traqueteo de las llaves en la cerradura, las bisagras girando en su eje para revelarlo frente a mí.
La alegría tiñe su rostro al verme, redondeando sus angulosos pómulos y centrando mi atención en la mueca en sus labios. Condenadamente cerca de mí y a la vez tan inalcanzables.
Su voz dándome la bienvenida me sacude de mi subrepticia quimera, trayéndome de un zarpazo de vuelta a la realidad. Me estrecha contra su torso, con las muñecas serpenteándose por mi cintura para atraerme más cerca.
“Traje vino, Kuku”- pronuncio, a modo de saludo, mientras lo abrazo estrechamente.
“¡Gracias, ángel! Entrá que está por llegar la comida”- informa, de manera tan casual y ligera que siento mi corazón escurrirse hasta tocar el suelo.
“Ángel” me dijo, jodiéndome para siempre. ¿Cómo seré alguna vez capaz de recuperarme de tal agravio a mi integridad? Decido asentir y adentrarme a su hogar.
Me recibe una sala de estar cálidamente iluminada, las paredes blancas cubiertas de cuadros y fotos, un aterciopelado sofá rojo situado en medio de la habitación.
Me acerco a una repisa de madera, donde reposa un retrato recientemente seleccionado… todo el elenco de La Sociedad De La Nieve posando bajo el lente de su cámara, sonrisas reflejadas en nuestros rostros enmarcados.
“Esa la tomé el último día de rodaje”- me recuerda, apareciendo por detrás mío, con una mano en mi espalda baja.
No hay pruebas, un toque singular, pero yo sentí suficiente.
Mis vellos corporales se erizan ante el contacto, un escalofrío recorriéndome cargado de anticipación por lo que jamás sucederá. Asiento torpemente, deseosa de fundirme en el calor de su silueta.
Pienso en esos mismos dedos, acorralando mi piel a su paso, incendiando su sendero. Acariciando mis mejillas con ternura, colándose por mis labios, desvistiéndome con precisión.
El timbre retumbando en la sala me despierta, desarraigándome de mis maquinaciones pecaminosas. El hombre a mi lado da largas zancadas, con un caminar tímido y garbado, hasta alcanzar la puerta de madera y ojear la mirilla. Luego de cerciorarse de la identidad del intruso, le permite ingresar para que deposite el delivery entre sus brazos, marchándose luego de recibir su pago.
Sobre la mesa del comedor se halla mi bolso, el cual rebusco hasta toparme con la billetera y separar varios billetes para pagar una porción del importe de la cena.
“Dividamos los costos de la comida entre los dos, ¿te parece?”- debato, tendiéndole el dinero para así compensar la mitad de su perdida.
“Pero no, nena, ¡guarda eso! Te invito yo”- rechaza tajante al ignorar mi ofrenda, con juguetona indignación en sus facciones.
Más allá de mi recurrente insistencia, rechaza contundentemente todos mis intentos de devolverle la plata, escudándose en excusas absurdas. Una cálida sensación se apodera de mí ante su caballeroso gesto, traduciéndose en atontados vistazos en su dirección, mientras sigo cada uno de sus movimientos al sacar el par de copas de una alacena.
“Pedí pizza de ese bar que te gusta”- comienza a explicar, aun movilizándose para descorchar el vino- “la de pepperoni sigue siendo tu favorita, ¿verdad?”
Un solo paso, no fue demasiado, pero dijo suficiente.
Silencio. Silencio desgarrador y sepulcral a mi alrededor, petrificando el aire a su paso.
“¿Te acordaste?”- asevero con un hilo de voz, aunque suena más a una pregunta, reflejando mi propia inseguridad.
Mis extremidades tramitan un cosquilleo colectivo, despertándome de la anestesia que se había apoderado de mí.
“Si, obvio”- le resta importancia, sirviendo la bebida y entregándome mi copa.
Y yo entiendo lo tonto que debe sonar, pero, por un momento, me permito sentirme importante e incluso un tanto sustancial en su existencia. “Me escuchó” medito, atónita por la revelación, revolucionando todas mis ternuras dirigidas hacia él.
Mis ojos se obsesionan con su él, simplemente él y su aura dorada coronándolo como si de un halo se tratara. ¿Cómo logré tener tanta suerte?
“No me mires así, nena”- pide al devolver mi mirada, su entrecejo fruncido en concentración- “Vas a hacerme creer que los chicos tenían razón…”
Mi mueca se tiñe de confusión, no sabiendo con exactitud si se refiere a lo que yo supongo. Intento decodificar sus palabras, pero, tal vez por el prospecto de ver mi entusiasmo destrozado, me limito a repreguntar.
“¿De qué hablas, Kuku?”- atrapo mi labio inferior entre mis dientes para así detener los temblores que lo acosan.
“Ya sabes…”- se encoge de hombros, pero, al ver mi perplejidad se resigna a continuar- “Fran y Juani siempre nos cargaban con que… em, con que debíamos salir.”
Siento un hondazo envestirme de lleno y un deseo irremediable de que el mismo continúe hasta hacerme perder la conciencia.
“Ah, eso”- murmuro en voz baja, de repente completamente drenada de seguridad. Trato de difuminar mis conflictuadas preocupaciones con una risotada punzante, delatando la rigidez de mis hombros estáticos y la incomodidad en mi gesto.
¡Qué estúpida! ¿Cómo me permití alguna vez pensar que el podría sentir lo mismo que yo? Deseo tirarme al suelo y revolcarme en el bochorno que me arrima, lo suficiente para olvidarlo a él con sus grandes ojos fijos y perder la cordura a manos de la vergüenza.
“Era un chiste nada más, no deseaba hacerte sentir mal”- aclara cálidamente, rodeando la mesa hasta rozar nuestros hombros.
Es absurda la cantidad irremediables de terminaciones nerviosas que logra incendiar con solo oprimir su marco con el mío. ¡Debo frenar esta locura antes de que se me vaya de las manos!
“Claro…”- suspiro, forzando una sonrisa al tomar asiento en la silla que abuso bajo mis pálidos nudillos.
Tomando la copa entre mis palmas, la balanceo hasta verter el liquido más allá de mis labios, rezando para que el espirituoso proveniente de uva disipe su comentario furtivo.
El mayor, aún parado a mi lado, hinca sus rodillas para arrodillarse y así quedar a la altura de mis ojos.
“Ángel, lo siento si te ofendí. No era mi intención”- se disculpa, escurriendo sus dígitos entre mi cabello para plegarme un mechón tras mi oreja.
“Ya sé, Kuku… y lo prometo, ¡estoy bien!”- miento descaradamente en su cara, con las comisuras adheridas a mis tensas mejillas.
Por unos prolongados segundos- que se sienten como una eternidad- nos miramos firmemente, tratando de descifrar los pensamientos cabalgando en la cabeza opuesta. Con un afectado suspiro, se levanta del suelo para luego posicionarse en la silla contigua a la mía.
Una vez asentado en su sitio, levanta el rostro para enfrentarme y toma mis temblorosas manos entre las suyas. Inmediatamente noto su calor corporal, las asperezas desperdigadas por sus palmas, sus anillos colisionando con los míos.
“Ahora entiendo cómo mi comentario pudo haber sonado y te pido perdón por ello”- alega mientras me observa, pausando en cada pequeño lunar e imperfección.
Inhibida y un tanto cohibida ante su escrutinio, desvío mis ojos hacia un costado y muerdo mi labio inferior, aprisionándolo entre mis paletas.
“No quería hacerte mal…”- confiesa, con sus orbes ahora clavados en mis labios mordisqueándose- “Sos mi mejor amiga.”
una mueca extraña en su rostro. Pausa, luego dice “sos mi mejor amiga.” Y yo supe a que se refería, está enamorado.
Una fuerza gravitacional me empuja aún más cerca suyo; envalentonada gracias a su fijación por mi boca, empiezo a disparar la ajena sin dudarlo. Deslizo una mano por su cachete, acariciando la incipiente barba creciendo allí mientras le robo un breve pico.
Al separarme, escaneo al hombre que acabo de besar, desesperada por hallar una reacción. La confusión tiñe su cara, tiene la mandíbula presionada con fuerza y un furioso sonrojo trepando hasta su nariz. Sin perder un solo minuto más. Vuelve a unir nuestras figuras en un beso, uno real esta vez.
Sus labios en contacto con los míos consienten un hambre que venía cultivando hace meses, acelerando mi deseo de conseguir más. Mi corazón late con una velocidad alarmante, saltando implacablemente contra mi caja torácica, y agravando los temblores en todo mi cuerpo.
Una danza desenfrenada se desenlaza, dando rápido paso a una intrépida batalla por apropiarse de la ventaja que implica dominarnos mutuamente. Una de sus manos se enreda en mi melena, tirándola hacia atrás mientras su lengua se apresura en inmiscuirse en mi cavidad bucal, cepillando la propia y paseándose por toda su extensión.
El aire comienza a escasear y el ardor en nuestros pulmones nos fuerzan a dividirnos, aprovecho el breve impase para deslizar mis extremidades por sus piernas y así, sentarme a horcajadas sobre su regazo.
“¿Sabes hace cuánto deseo hacer esto?”- cuestiona, entrelazando sus dígitos por mis curvas y asentándome sobre la junción de su torso y piernas.
Bajo mío, noto un bulto que comienza a alzarse, punzando mi centro deliciosamente. Sin siquiera razonarlo, muelo mis caderas contra él, percibiendo un curso de placer recorrerme entera ante la fricción contra sus pantalones.
En un arrojo de valentía, me deshago de la blusa que flamea en mis costados, arrojándola lejos nuestro. Como si de un arreglo tácito se tratara, el argentino adjunta sus labios con mi pecho y comienza a succionar mi piel con fiereza, yo me limito a atraerlo contra mí mediante su cabellera.
“Tantas veces fantasee con esto…”- admito, sin poder evitarlo, mientras él libera mi busto del corpiño.
Levito hacia su remera, forcejeando con ella hasta deshacerla hacia las baldosas y revelar su tórax al descubierto. Recubierto de pecas difuminándose en su blancura, dudo alguna vez haber visto una imagen más hermosa.
Sosteniéndose de mis muslos, se irgue y tropieza hasta toparse con el sillón, descargándome sobre el terciopelo con una impredecible agilidad. Allí, acostada en medio de su sala de estar, centro mi atención a sus dedos desenlazando mi falda con ternura, para luego despojarme por completo de mis confinamientos.
Imitando sus movimientos, aviento mis brazos hacia su entrepierna para desabrocharlo y librarlo de sus prendas. Aceleradamente, lo desvisto hasta que nuestras desnudeces son lo único que prevalece.
“Sos hermosa”- me halaga, recorriendo cada centímetro de mi piel con delicadeza, intentando memorizarlo para siempre.
Respondo con mi agarre volando hasta su palpitante erección y acariciándola juguetonamente, con constancia hasta donde me lo permite.
“Necesito sentirte adentro mío, Kuku…”- pido, sin sentir un ápice de vergüenza ante mi explicitación.
Un gruñido escapa su garganta ante mi directiva, deshaciéndose de mi toque para posicionar su polla entre los pliegues de mi coño y comenzar a adentrarse. Sollozos son lanzados en su dirección, animándolo a ir más allá, a continuar.
“Dios, estás tan apretada”- pronuncia cuando la cabeza de su pene logra tocar mi fondo, disfrutando los espasmos que mi canal le proporcionan.
En un frenesí ocasionado por la sensibilidad que su miembro me genera, embisto mis caderas para acercar nuestros centros aún más y luego retirarme, provocando un extasiante vaivén. Los gemidos retumban en el silencio del salón, con la danza que nuestros sexos lideran al fusionarse.
“Estoy enamorado de vos, ángel, desde la primera vez que te vi”- dice al observarme con atención, aun penetrándome hacia la culminación.
Sorprendida por lo inaudito de la situación, una lagrima se cuela por mis ojos y rueda en su sendero por mi mejilla ante su confesión, una que aguardo hace meses.
Esteban la recoge, interrumpiendo su trayecto hacia mi cuello para besarme nuevamente, con renovada emoción.
Y ahora comprendes por qué perdieron la cabeza y pelearon sus batallas, y por qué yo he pasado toda mi vida tratando de ponerlo en palabras.
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madame-fear · 1 month
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꒰ 𝐊𝐔𝐊𝐔 𝐂𝐄𝐋𝐄𝐁𝐑𝐀𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐁𝐈𝐑𝐓𝐇𝐃𝐀𝐘 | 𝐇𝐄𝐀𝐃𝐂𝐀𝐍𝐎𝐍𝐒. ꒱
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˗ˏˋ ꒰ summary : how would Kuku celebrate your birthday with you? ♡
˗ˏˋ ꒰ genre : just fluff. ˗ˏˋ ꒰ pairing : Esteban Kukuriczka x (fem!)Reader
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𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐It’s your birthday! And your boyfriend is probably more excited than you are to celebrate it, because it’s yet another year of celebrating the fact that on a day like this, the world has been blessed with your presence.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐I have the feeling that he’s probably been organising it probably a month or two before your actual birthday. He prefers to have everything prepared beforehand, so it’s as perfect as possible.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐Expect to be woken up with breakfast on bed, and tons of kisses— and of course, a softly muttered ‘happy birthday, my love’ in between kisses. At one point, Kuku will put the breakfast aside (like on a nightstand table) just to attack you with a tight embrace and more kisses.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐Don’t be surprised if you receive warm birthday messages from his cast friends. He basically told everyone about your special day, and expects you to be as pampered and cherished as much as possible.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐 And, since we are talking about you being pampered— I can imagine you’d get showered in gifts. From roses, to plushies, books, maybe even a bracelet or necklace with both your and his initials on it; literally you would be gifted tons of things from his part.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐^ And if you receive something that you saw, liked, and wanted while being somewhere together and didn’t tell him; don’t be surprised either if he gifts that to you. I have the feeling he’s a very observant person, especially around you, his sweet love.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐He’s organised an entire day just for the two of you to do your favourite things together, or maybe just something special to celebrate your birthday.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐 You would hang out together around somewhere you like— literally wherever you wish, or whichever place you enjoy being around the most. He’s taking you to anywhere you tell him to go.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐 Or if you prefer to stay at home, that wouldn’t be a problem at all. Kuku would just organise something fun & special to do at home, filling you with all the cuddles and kisses you very well deserve. ♡
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐 Makes an Instagram story wishing you a happy birthday, telling you just how much he adores you eternally, and loves only you— nobody else, but you. Maybe, just maybe it’s a bit of very long message, but it’s an extremely endearing one.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐 He would most definitely cook your favourite food for your birthday, and would also get you your favourite treats & cake! (if you want a birthday cake, ofc)
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖🎐You would probably watch movies together and spend some good, loving quality time together. The entire day would be filled with kisses, hugs, cuddles, constant praising, him pampering you endlessly, and sweet birthday wishes. Kuku would adore to spoil you every single day, but you’d be particularly showered in affection for your special day. ♡
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◞ ꙳ ๋࣭ ⭑ ` HAPPY BIRTHDAY MY DARLING LOVE @luceracastro.ᐟ Today is the day we all cherish your lovely existence— you are filled with pure positivity, love, care, and are also one of the most understanding persons I ever had the fortune to meet. I can never stress enough how proud & grateful I am to be your mutual, thank you for sm everything you do and give !! 🥺 May all your days be filled with love, joy, and prosperity ♡ Have a marvellous day, mi amor! 🥳🥂💕
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Your honor, he IS Remus Lupin
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mythmakinvgxz · 3 months
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Oi, como vai?
I've been thinking, what do you think of an Esteban imagining? The reader is Matias' sister, so Esteban already knows her and has a crush on her. Then one day Matias calls his sister and her friends to spend a few days at the beach. There Esteban avoids the reader for days, and the reader calls him to talk (at sunset), and Esteban ends up declaring himself… Then the boys catch them kissing and make jokes.
Thanks for your attention, I hope you have a great day! <3
hi! thank you for your request, i hope its what you imagined:)
summary: after spending several days filming, the boys decide to spend a few days at the beach house of mati and her sister (reader) and after ignoring her for a while esteban decides to declare himself.
tw: none
words count: 1.5 k
author’s note: i looooved writing this one and i changed it a little bit (i hope its not a problem) so i hope you enjoy it!
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“i need to go quickly to the grocery store, do you want to come?” she took her purse and was finally ready to go out.
after the endless days of filming, which hadn't finished yet, the boys had finally gotten a few days off. since matias and her had a small house near the sea they decided to spend them there, moving away from the mountains to spend some time at the seaside.
the first few days had passed well, between swimming in the sea and playing cards on the porch of the house, which directly overlooked the ocean. they were all having fun, leaving room in their minds for more than just the movie.
only one thing was a little strange: esteban hadn't spoken to her the entire time. he answered in monosyllables and almost ignored her. the two of them had always had a good relationship, a classic friendship, made up of jokes and laughter.
but also of fleeting glances and particular touches. like that time she was a little tipsy after a night out with the rest of the cast and esteban had offered to take her home. arriving at the entrance of the building they looked at each other for a moment that seemed like an eternity, before he gave her a quick kiss on her cheek, her hand in his, wishing her a goodnight and walking away from where he had come. it was a normal friendship, right?
maybe not, since from that moment on she developed a little crush on him. nothing special, she just stayed up the night thinking over and over again about him and about that moment that left her so speechless. she constantly thought about what he might be doing at that moment, who he was with and where.
but it was just a friendship.
and after that night, he’d been ignoring her for days, she no longer recognized him. what happened to the esteban she adored?
“i can't, i have to help pipe fix up some things” he replied from the couch, without looking up from the book he was reading. it was obviously an excuse for not being with her, but why?
“okay, i’ll se you later then” she took her keys and got out. she couldn't really understand why he was behaving like this, he didn't even look at her and acted as if she didn't exist. she felt hurt. but she decided not to think about that. after all she was at her house, with her friends. she would still have fun, with or without esteban.
they decided to spend that afternoon on the beach, like the other days. after lunch they all quickly went down towards the sea. she could hear the laughter of agustin and matias behind her and when she turned she saw them pushing each other to compete to see who could get to the beach first, rushing in the sand.
suddenly matias darted past her, hitting her shoulder and making her drop her bag. “matias!” she shouted at him from behind, but he was now far away. she turned towards her sister to smile at her, as if to apologize to her. but everything that was in the bag was scattered on the sand. she huffed and decided to ignore her brother and bent down to pick up what had fallen.
she saw esteban arriving in the distance and thought about asking him for help, but then she thought about it for a moment and decided that she too would have made it without him. however, when he approached to help her, she had already finished and ran away to join the others, leaving him alone.
so they spent another afternoon at the seaside, relaxing. the boys all spent their time in the water, laughing like crazy. they were a really nice group, and they loved each other dearly and were always ready to support each other.
when the sun began to set, creating a golden mirror on the sea, matias and the others began to walk towards home, to prepare dinner for the evening. she decided to stay on the beach for a little longer, to watch the sunset and think about what she would have done to stop that awkward situation between her and esteban.
“be safe, y/n” matias said to her in a brotherly tone. she rolled her eyes in response and watched them going home, getting smaller and smaller, until she couldn’t see them at all.
now she was all alone, finally.
the were the funniest to be around but after three days living with them she couldn’t take it anymore. they were messy and loud, at every hour of the day. and she just wished she could, for once, wake up without fran blasting raggaeton in her ears. or without having to tidy all of pipe’s clothes. or without having to find matias sleeping on the couch, still drunk from the previous night.
but they were fine, they were having fun.
except for her, she just wished that esteban would talk to her, even to tell her the stupidest of things. she wanted to hear his voice, look into his eyes, watch how his mouth moved as he spoke, his freckles and his smile.
she wished they could go back to being friends again, even if it meant that there could be nothing between them.
she was so absorbed in her thoughts that when someone sat down next to her, she didn't notice at all. she was looking at the sun which was growing smaller and smaller behind the sea.
“what are you thinking about?” as soon as she heard the voice, she suddenly turned towards her interlocutor. esteban was sitting next to her, his hands hugging his knees and his head resting on them, while he looked in her direction. she could tell that he had just taken a shower, because his hair was still wet and blowing in the cool sunset wind and his freckles were shining because of the gloden light. he looked peaceful.
“oh, just…things” she answered embarrassed, she wasn’t sure what to do. she had been waiting for that moment for ages, and now she was completely speechless in front of him, even though she had a lot to say.
he nodded in response, to let her know that he understood what she meant. so she wasn't the only one to have noticed that something had changed between them. or maybe…
“look…” he began, and that word echoed in her head, like a distant voice. "i’m sorry. i'm sorry for being such an asshole, for not talking to you, for ignoring you." those words got out of his mouth like a rush. he was struggling to find the right words to make her understand how sorry he was, because he was torturing his hands, not knowing what to do with them, where to put them.
“i didn't know how to behave. with matias and the others then... well, i'm really sorry" he continued, finishing with a sigh. he turned to her, who had already been looking at him since he started speaking. their eyes met and for a moment they stood still looking at each other. how many things they would’ve liked to say...
"the truth is that..." he hesitated for a moment before continuing, narrowing his eyes thinking carefully about the words to use. she felt completely stunned by what esteban had just told her. she couldn't believe that he had come of his own free will to talk to her, and to apologize for his behavior. she no longer knew what to think. that boy was truly mysterious. she could almost see the complicated reasoning esteban was doing at that moment, struggling to find the words to use.
at that point the boy no longer knew what to say to show her that he regretted his behavior and that he wanted to make it up to her. so in the end, turning to her, taking her face in his hands, he gently placed his lips on hers. this was the last thing that she expected him to do and so at the beginning she stiffened up, not because she didn’t like what he was doing, but because it was all too immediate.
but after she lets her lips relax against his, letting their kiss become more intense. she could feel their lips moving in harmony, and when esteban put his hand behind her neck, to bring her even closer to him and his body, she couldn't do anything but let herself go to his touch.
when they broke away from the kiss, she was blushing a lot and she seemed to feel very hot. the esteban effect. but they weren't ready to break that contact, not yet. their hands met and their fingers intertwined almost immediately. she finally had that answer to that question that kept up at night. he felt the same way about her.
finally she spoke again "promise me you won't tell anyone, please, if matias finds out..." but a loud laughter interrupted her before she could finish.
they turned immediately, and behind them found the rest of the boys crouching behind a garden hedge, spying on them. agustin was screaming “cmon kuku!” and hearing him, made esteban blush even harder. he placed a hand on his face, stroking it and sighing, the other one still intertwined with hers.
but there she was, with esteban and her best friends. all she could do was laugh and let herself go and enjoy the moment.
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creads · 22 days
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essa ft me faz pensar em Kuku CEO de algm empresa e aí eu ser a secretária dele e num dia qualquer a gente se pega em cima da mesa dele😝
nossa mas essa foto me faz pensar coisas que retrocedem o feminismo por 2 séculos. obrigada argentina por esse homem
e *cantando pneus* ALEXA TOQUE TOO SWEET DO HOZIER AGORA
tenho uma coisa a dizer sobre kuku CEO 💭💭💭💭 um dia ele tá trabalhando até tarde tomando whisky e a secretária delicadinha e boazinha dele - que só vai embora depois dele - entra no escritório, fala bla bla bla trabalho trabalho trabalho. aí ele interrompe ela “você tá acelerada demais, senta aqui e toma um whisky comigo”
“não obrigada, eu não gosto de whisky”. ele bufa com a sua resposta, “óbvio que não”. e aí ela 🤨 uai o que você quer dizer com isso. e ele SIMPLESMENTE solta: “você é uma menina muito boazinha, dedicada, inteligente. é bonitinha demais… é claro que você não gosta de whisky, você não é amarga”
você, parcialmente cansada do seu chefe nariz em pé, solta sem pensar duas vezes “amarga que nem você?” e logo depois se arrepende. mas pela expressão na cara dele, ele não ficou bravo… gostou, até. “por que você continua trabalhando aqui então? hm? o salário é bom, mas com o seu currículo você consegue ganhar muito mais em outro lugar. sabe, as vezes eu te acho muito bonitinha pra trabalhar aqui, quem te olha pensa que voce é uma modelo, não uma assistente que fica até as-“ ele olha pro relógio pra conferir (isso é muito importante gente por favor pensem nele de terno olhando pro relógio… pensou? babado né…) “duas e quinze da manhã… mas no fundo, acho que você gosta de ficar por aqui sozinha com o seu chefe amargo, não é?”
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romerogirlyshhb · 2 months
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✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ intro.
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oioioi, meu nome é millz é aqui vou postar algumas coisinhas que escrevo ao longo dos dias sobre os meninos de lsdn e quem sabe outros tópicos (machos) do meu interesse. sintam-se livre para me mandarem pedidos, sugestões e asks. toda interação é bem-vinda.
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interlagosgrl · 2 months
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1, 2 ,3 - enzo vogrincic & matías recalt imagine.
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— aviso: sexo à três, sexo oral, penetração vaginal, sexo desprotegido, creampie, álcool, cigarro, linguagem inapropriada.
— word count: 3,2k
— nota: é a primeira vez que eu estou escrevendo para o tumblr então espero que seja uma leitura interessante. é impossível não se sentir inspirada para escrever sobre esses homens hehe. <3
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“nena, você já fez um ménage?” Enzo perguntou tão sério que fez você pular de susto. você tirou os olhos do livro que lia, o encarando sentado do outro lado da sala na poltrona favorita dele. os cabelos dele estavam bagunçados e ele tinha uma grande quantidade de papeis em mão.
“que pergunta é essa?” você riu baixinho, achando que era algum tipo de brincadeira.
“nesse novo roteiro o meu personagem irá estar em um ménage.” ele balançou o roteiro grosso na sua frente. você quase sentiu uma pontinha de ciúmes ao saber daquela informação. “dois homens e uma mulher. eu nunca fiz isso, preciso de instruções.”
”eu também nunca fiz, mi amor. sinto muito.” você estava um pouco chocada em saber aquilo. Enzo era um ator, um artista, e você com certeza pensava que os artistas costumavam a ser um pouco boêmios e experimentar de tudo na sua vida. você era uma estudante de jornalismo que nunca havia feito nada fora do comum além de namorar um ator que desde o seu último filme estava se tornando uma estrela global, então você definitivamente não saberia como ajudá-lo.
“temos que ajeitar isso então, não?” ele murmurou, pegando o celular no seu bolso e começando a digitar rapidamente.
“como assim?”
“eu pensei em ligar para um amigo. nós três podíamos entrar no papel e tentarmos agir como se estivéssemos... em um ménage.” ele piscou devagar ao ouvir a sua própria ideia em voz alta. apesar disso, não voltou atrás. “tudo bem por você?”
você encarou seu namorado sem qualquer reação. ele já havia pedido que você ensaiasse algumas falas com ele várias vezes, mas aquilo era diferente. aquilo envolveria outra pessoa e envolveria sexo, mesmo que não fosse consumado. e quem ele chamaria para aquilo, afinal?
“Enzo...” você ouviu sua própria voz, o corpo se arrepiando com a ideia.
“eu posso chamar o Matí, você se dá bem com ele, não?” Enzo se animava com a ideia a cada minuto.
“sim, mas isso é um pouco estranho. eu vou ter que fingir que eu, você e ele estamos transando.” ata, até parece que isso não era o sonho de qualquer latina nesse momento, você ouviu rebater sua voz em uma parte distante da sua mente.
“não se preocupe, o Matí está em uma relação aberta.” ele brincou, um sorriso bem humorado dançando nos seus lábios. “você irá me ajudar?”
você suspirou baixinho, sabendo que faria qualquer coisa que ele pedisse. você gostava de ajudá-lo e se fazer útil. e quando ele havia mencionado Matías, você não conseguiu esconder de si mesma a vontade de fazer aquilo.
Matías era muito diferente de Enzo. era mais extrovertido, falante, animado e apesar de ser menor e menos musculoso, você não podia evitar de pensar que ele era extremamente gostoso. o sorrisinho malicioso, as palavras travessas, tudo fazia você cair de tesão pelo argentino. mas você nunca admitiu. não podia, você tinha um namorado incrível que satisfazia todas as suas necessidades. mas sua mente não se proibia quando se tratava de Matí…
“acho que sim… mas depois de beber muito vinho.”
Enzo abriu um sorriso que se iluminou todo o seu rosto sério. ele não hesitou e ligou para Matías imediatamente e você ouviu enquanto eles conversavam e decidiam quando iriam se encontrar. a ligação durou por horas a fio e você só sentiu Enzo ir para cama às duas da madrugada.
no café da manhã ele anunciou que Matías viria no fim de semana e estava empolgadíssimo para ver Enzo fazendo uma cena daquelas. ele tinha topado de imediato, dizendo que ele e Male faziam aquele tipo de coisas com frequência. Enzo não podia estar mais feliz por ter encontrado um mestre que o ensinaria toda a arte do sexo à três.
durante a semana tudo o que você conseguia pensar era naquilo. e todas as pessoas ao seu redor pareciam que sabiam exatamente o que ela iria fazer no fim de semana. sua chefe tinha passado o tema da coluna semanal que ela escrevia: relações poligâmicas. sua amiga do trabalho pedia pela milésima vez que você a apresentasse para Agustin Pardella ou Esteban Kukuriczka ou como ela mesmo havia dito “me apresente para os dois, eu aguento ao mesmo tempo”. você sentia como se fosse passar mal a cada menção daquilo. você estava longe de ser uma puritana, mas aquilo era um novo território. e como tudo o que é novo, causava um misto de excitação e medo. você não conseguia pensar em estar na cama com outra pessoa além de Enzo, fosse homem ou mulher. e mesmo com a atração boba que sentia por Matí, nada a preparava para o fim de semana.
na sexta-feira, você e Enzo foram até o supermercado mais próximo de casa para comprar alguns mantimentos. quando passaram na sessão de vinhos, você escolheu duas garrafas da adega. Enzo a olhou de soslaio, a abraçando pela cintura gentilmente enquanto ria baixinho.
“nervosa, nena?” ele perguntou em um tom baixo que a fez arrepiar.
“eu sei que não é de verdade, mas eu ainda fico um pouco tímida.”
“não fique, eh? somos todos amigos.” ele beijou o seu ombro desnudo com delicadeza. “nós dois podemos começar treinando hoje.”
a brincadeira arrancou uma gargalhada sua e em poucos minutos você e Enzo tinham comprado tudo que precisavam e estavam de volta ao seu apartamento. tudo que você lembrava na manhã posterior é que vocês tinham aberto um dos vinhos e a noite tinha terminado quando Enzo a fez gozar pela terceira vez, te chupando até que você visse estrelas.
era sábado. você tinha terminado de servir a mesa do café quando o interfone do apartamento tocou. Enzo ainda estava no banho, então você atendeu sem demora.
“sim?” você disse ao atender.
“abre a porta, nena. a atração do fim de semana chegou.” Matías brincou do outro lado. ele a chamava de nena simplesmente porque Enzo a chamava, se apropriando e tornando aquele apelido carinhoso em uma coisa extremamente suja e maliciosa.
“somente com a palavra mágica.” você brincou de volta.
“não sei. ménage?”
você engasgou com a própria saliva quando ele disse aquela palavra. depois de liberar a entrada alheia, não demorou muito até que as batidas na porta viessem. você atendeu e Matías sorriu brincalhão. estava lindo como sempre, talvez até mais do que o normal porque ele detinha o conhecimento do porquê de estar ali naquele fim de semana.
“hola, guapa.” Ele te puxa para um abraço, colocando a palma da mão num ponto muito baixo das suas costas, quase tocando sua bunda. “cadê o Enzo?”
“no banho.” você o convida para a cozinha para tomar um pouquinho de café. “e então, como está a vida?”
“buenísima. apenas vivendo e ajudando os amigos.” você revirou os olhos ao ouvir o comentário alheio.
“você está amando isso, não é?”
“e você não?” Matí sorriu descaradamente. antes que você pudesse formular alguma resposta, Enzo saiu do quarto com os cabelos molhados e um sorriso muito doce nos lábios.
ele cumprimentou o amigo e em poucos minutos eles estavam falando sobre diversos assuntos. na frente de Enzo, Matías nem mesmo mencionou o motivo de estar ali, como uma criança que fazia as coisas erradas pelas costas dos seus responsáveis. parecia fazer de propósito para arrancar a sua sanidade aos poucos da sua cabeça. você se sentia uma safada ao ansiar para que a hora de ensaiar o roteiro finalmente chegasse. o desejo a comia viva sem que você mesmo se desse conta.
depois de limparem a mesa do café e ficarem longas horas no sofá falando besteiras, Matí e Enzo decidiram ir à um barzinho juntos pela tarde. você se desculpou e certificou de que não poderia ir porque tinha que transcrever uma entrevista. então Enzo deixou um beijo carinhoso nos seus lábios e prometeu que voltaria logo. Matí piscou para você antes de deixar a porta e em minutos você estava sozinha.
você decidiu fazer o trabalho logo para poder ficar livre. era a única coisa que podia tirar as obscenidades que você pensava para fora da sua cabeça. você fumou um dos cigarros de Enzo para relaxar enquanto digitava, embora você nem mesmo fumasse. estava tão ansiosa que poderia subir pelas paredes e aquele pedaço de papel com substâncias químicas e nocivas te acalmava muito bem. quando terminou de digitar e formatar tudo, enviou para os editores do jornal e foi até a cozinha abrir a garrafa de vinho que havia comprado.
Enzo e Matí provavelmente já estariam tontos àquela altura e você não ficaria para trás. serviu uma grande taça, uma segunda, uma terceira... na quarta, sua cabeça descansava no estofado do sofá e os seus olhos estavam fechados. você imaginava como seria fazer mesmo um ménage com Enzo. ele era um homem muito contido, quase como um monge. nada tirava a sua paciência. mas você pensou como ele agiria se outro homem a tocasse e fizesse o papel dele. ele seria ciumento? acharia bom? te puniria por deixar outra pessoa te tocar? quando você se deu por si, sua mão direita tinha invadido a calcinha e você estava se tocando desesperadamente.
seus dedos permaneceram ali por bons minutos, indo e vindo entre seus lábios, circulando ao chegar o clitóris, ameaçando deslizar pela sua entrada. e quando você estava perto de terminar, a porta se abriu com um estrondo e você abriu os olhos rapidamente, quase derrubando a taça de vinho no sofá.
“nena?” Enzo ergueu uma das sobrancelhas. sua mão ainda estava dentro dos seus shorts. “o que está fazendo?”
Matías estava logo atrás. ambos pareciam tontos, com os cabelos já desarrumados e as bochechas vermelhas devido ao calor causado pela bebida. ambos olhavam para você de uma maneira maliciosa. Enzo era muito discreto, mas você conseguia ver através dos olhos dele que ele havia gostado de te encontrar assim. Recalt, por outro lado, não disfarça absolutamente nada. o sorriso malicioso, os olhos que subiam e desciam por todo o seu corpo, tudo fazia a sensação de ser flagrada piorar.
“nada.” você se consertou no sofá e retirou a mão de dentro da calcinha.
“está começando sem nós, é isso que ela está fazendo.” Matías brincou, se jogando na poltrona favorita de Enzo.
“é verdade?” Vogrincic sentou ao seu lado, lhe encarando com aqueles olhos grandes, amendoados e suplicantes. você fazia qualquer coisa quando aqueles olhos te olhavam com tanta imposição. “a ideia do ménage te animou?”
você olhou para Matías sentado na poltrona com as pernas abertas e sentiu um arrepio subir sua coluna. você assentiu timidamente para o seu namorado e ele abriu um sorriso gentil. um dos braços longos passou pelo seu ombro, te puxando para perto. os dedos esguios seguraram seu rosto com carinho, acariciando sua pele quente. "bom, nena, temos que fazer algo sobre isso, então." os olhos de Enzo encontraram o de Matías, que naquele meio tempo havia acendido um cigarro. o ato de fumar se tornava o mais obsceno quando ele o fazia. "Matí?" "acho que hoje não precisaremos de roteiro algum." ele sorriu, levantando-se para que pudesse ocupar o seu outro lado. o cigarro foi roubado por Enzo e Matías a incentivou a terminar sua taça de vinho. quando você se inclinou para colocá-la na mesinha, Matías envolveu os fios de cabelo da sua nuca em um puxão firme, deixando que o seu pescoço completamente exposto. os lábios quentes do argentino tomaram aquele espaço, sugando e mordendo vorazmente sua pele bronzeada. Enzo, pelo contrário, mantinha seu próprio tempo e beijava o seu ombro, puxando a alcinha da blusa para baixo com lentidão. os beijos seguiam pelos seus braços até a sua mão, onde ele chupava e mordia todos os seus dedos. seu corpo sofria com a mistura de ondas de calor e frio, a sua calcinha, naquela altura, estava encharcada. seu ventre se contraia desesperadamente com cada toque, o tesão a deixando completamente louca. o Vogrincic levou a sua mão até o seu membro e você suspirou baixinho. já o namorava há um bom tempo, mas você sempre ficava chocada com o tamanho do pau do uruguaio. o membro se contraia ao toque, aprisionado dentro da roupa de Enzo. sua mão o agarrou com precisão, pressionado e friccionando do jeitinho que ele gostava, o que o fez gemer em seu ouvido. Matías, muito à frente do seu tempo, já descia para um dos seus seios. sua blusa já estava na metade da cintura e o vento morno daquela noite enrijecia os seus mamilos com facilidade. os lábios do Recalt capturaram um deles com maestria, sugando e mordendo aquela região sensível com a força necessária para fazê-la gemer. no mamilo livre, Matías a punia, capturando o biquinho entre os dedos e o rosqueando habilmente. "você parece uma putinha gemendo assim." Enzo segurou o seu rosto a mão livre, apertando suas bochechas com certa força. suas bochechas queimaram com o comentário. Enzo costumava a ser mais carinhoso do que agressivo, mas você entendeu de imediato que ele queria mostrar para Matías quem mandava ali. e você adorou aquilo. "eu gosto disso." o uruguaio largou a sua bochecha para que ajudasse você a desabotoar a calça dele, liberando o pau grande do aperto desconfortável da calça. as veias saltadas por toda a extensão do membro e a cabecinha molhada pelo pré-gozo do seu namorado a fez estremecer. sua mão segurou a base, deslizando por toda a extensão com calma.
"mama o seu namorado, nena." Matías sussurrou rente ao seu ouvido, assistindo como você era boa na punheta. Enzo revirava os olhos e respirava fundo, agarrando seus cabelos com força enquanto você o dava prazer. "deixa que eu cuido de você em baixo."
antes de te colocar de quatro no sofá, Matí tirou os shorts apertados que você usava e a calcinha que estava tão ensopada que fez um barulhinho molhado ao ser jogada no chão. seus olhos estavam no Vogrincic, tentando ignorar as mãos de Matías que passeavam por sua coluna, sua bunda, descendo pelo meio das suas pernas. quando os dedos gelados e hábeis chegaram na sua buceta, você ocupou a sua boca com o pau do seu namorado.
"porra... sua mulher está molhadinha, Enzo." a voz brincalhona do Recalt te fez se contorcer nos dedos dele. "aposto que ela aguenta uma pica como ninguém."
sua boca ia e vinha no pau do seu namorado. quando você se aventurava em tentar colocar tudo na boca, você sentia algumas lágrimas embaçarem sua visão e Enzo gemer com mais vontade. ele amava a sua garganta apertada e amava como você sempre dava o melhor de si no boquete. em poucos segundos ele empurrava a sua cabeça contra o seu próprio pau, ditando o ritmo de como ele queria.
"ela adora quando metem bem fundo nela. não é, mi amor?" Enzo respondeu, te olhando com aqueles olhos maravilhosos. você concordou. concordaria com tudo que ele dissesse pelo resto da noite.
"vamos ver se ela geme gostoso, então." o argentino deslizou os dedos pelos seus lábios, acariciando a sua entrada gentilmente antes de a penetrá-la com dois dedos. um gemido abafado saiu da sua boca.
"tão boa pra nós, nena." Enzo deu um tapinha no seu rosto. naquela altura, o uruguaio já movimentava o seu próprio quadril contra a sua boca, numa tentativa desesperada de buscar cada vez mais prazer. "acho que você merece ter sua bucetinha fodida também, não é?"
você concordou novamente, as lágrimas descendo por suas bochechas lentamente. Matías movimentava os dedos rapidamente, indo para dentro e para fora do seu canal apertado e se enrolando quando estava lá dentro pra atingir seu ponto sensível. suas pernas tremiam com o ato, gemidos cada vez mais altos escapando da sua garganta.
"ela com certeza merece." Recalt retirou os dedos da sua intimidade, arrancando um gemido de descontentamento seu. ele puxou o seu cabelo com força, fazendo com que o pau de Vogrincic escapasse dos seus lábios. antes que você pudesse protestar, ele enfiou os dedos melados com o seu gostinho na sua boca. os olhos de Enzo se estreitaram com aquela cena, compartilhando um sorriso sacana com Matías.
você ouviu o barulho do cinto de Matí se desafivelando e não conteve os olhares. tinha que olhar o argentino se despindo, jogando a calça em um lugar qualquer e a cueca junto. ele segurava o seu pau com um sorriso no rosto, a mão ainda segurando a sua bunda.
"trate minha mulher bem." Enzo ordenou, a voz baixa e rouca fazendo o seu corpo arrepiar.
"vou tratar a sua putinha muito bem." Matí se aproximou e você sentiu o pau do argentino pressionar a sua bunda. ele não era tão grande quanto Enzo, mas era definitivamente mais grosso. você suspirou baixinho quando ele separou sua bunda, deixando sua buceta completamente exposta. sem demora, ele se posicionou na sua entrada e empurrou tudo de uma vez, arrancando um gemido alto e sôfrego dos seus lábios.
Enzo apertou os seus pulsos como se odiasse a ideia de ver outra pessoa te fodendo. ao mesmo tempo, os olhos dele brilhavam com a excitação. talvez ele fosse um pouco sadomasoquista.
"você gosta disso, cachorra?" Matí perguntou, começando a se movimentar. ele não foi nada gentil. seus movimentos eram rápidos e fortes. seus gemidos saíam da sua boca quase incontrolavelmente. a sensação dele indo bem fundo dentro de você fazia seus olhos revirarem de prazer.
"g-gosto." você admitiu entre gemidos e suspiros. Enzo segurou o seu cabelo novamente, colocando o seu pau de volta na sua boca.
os minutos seguintes foram uma bagunça de prazer. Matías te fodia com força, gemendo alto e batendo na sua bunda repetidamente. Enzo fodia sua boca com um pouco de raiva e necessidade de se mostrar como o seu homem. todos aqueles estímulos faziam seus olhos revirarem e as pernas bambearem. seu tesão aumentava com o tempo e aquela sensação de um orgasmo chegando fazia sua buceta contrair no pau do argentino.
seu namorado era uma pilha de gemidos, suspirando fundo e alternando entre tapas e caricias na sua bochecha. você sentiu o pau dele contrair na sua boca e você sabia o que isso significava. você fechou os olhos e colocou a língua para fora, deixando que Enzo enchesse sua boca de porra. você engoliu tudo, limpando o cantinho da sua boca quando ele terminou.
"agora você, nena. geme gostoso e pede pra gozar." Vogrincic ordenou, ajeitando o seu cabelo bagunçado atrás da sua orelha para que pudesse olhar para o seu rosto avermelhado e seus olhos necessitados.
"isso mesmo, nena." Matí disse o apelido como se fosse um palavrão, segurando a sua cintura com muita força enquanto enterrava o pau dele na sua buceta apertada, que começava a se contrair pela proximidade do seu ápice. "pede pra gozar."
"posso gozar no seu pau, Matí?" o argentino deixou um gemido rouco escapar dos seus lábios como aprovação. "posso gozar, mi amor?"
"goza pra mim, nena." Enzo sussurrou, segurando seus pulsos com força enquanto ouvia seus gemidos e via você fechar os olhos quando você finalmente atingiu o seu orgasmo.
as investidas de Matías ficaram mais barulhentas depois que você gozou e não demorou muito para que você o ouvisse xingar uma série de palavrões antes dele terminar dentro de você. ele saiu de dentro de você e a sensação do leite quente escorrendo por sua perna a fez suspirar baixinho.
você despencou no peito de Enzo, sentindo as batidas do coração dele calmas e compassadas. um sorriso se abriu no rosto dele e ele acariciou sua bochecha, deixando um beijo na sua testa em seguida.
"acho que você não vai precisar mais de um roteiro, papi." Matías brincou enquanto acendia um novo cigarro.
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80s-noelle · 2 months
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lsdln cast x porn visuals part 1 🍒
💌: hello!! you may have already seen this post but in portuguese, so i finally translated it because google/safari translators are completely shit, so i had to make a few changes ... ENJOY!
kisses, noelle 😽🫶
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fran romero
the idea of watching a movie with your boyfriend obviously went down the drain, having you on his lap while he plays and rubs your swollen clit, your hips making involuntary movements in search of pleasure and a curious hand playing with your hard nipples. gripping fran's shoulder tightly your pussy gets wetter and wetter, you feel his heavy breathing on your neck and the hardness of his cock on your back.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1755573141139595365?s=46
agustin pardella
oh, valentine's day! what a great day to spend it with your sweetheart, doing cute things that every couple does... eating strawberries with chocolate, watching a romcom cuddled up on the sofa and all the other couple stuff. what you didn't expect was for your sweet, romantic, soft agustin to just throw you on the bed and thrust hard into your pussy. suddenly the room that was filled with laughter, was replaced by moans and the wet sound of your cunt. at the end of it all, all you could hear was the sound of skin against skin.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1757720276844855738?s=46
enzo vogrincic
how did this happen? you really don't know, maybe it was the charm that every latina has... the same charm that captured enzo in the club you were dancing. sweaty bodies, hips swaying and the horny look on your face made you end up in the situation you're in now. on the floor of a motel, spread legs, the inside of your thighs soaked while enzo's thick fingers quickly fuck your pussy, making it so wet to the point where you can hear the wetness every time the palm of his hand meets your clit.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1760187551187362144?s=46
matias recalt
you and your boyfriend have a mutual agreement, to record him fucking you so that when he's travelling around filming his movies he won't miss your warm walls squeezing around his cock so much. putting the phone on the other side of the bed, you waste no time before jumping onto his lap, bouncing on his cock while matias' hips move up to meet your movements, hands squeezing your waist, he thrusts hard while biting your lip... he knew he had to enjoy it, who knows how long he'd be away without feeling the warmth of your cunt.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1759855449950523768?s=46
esteban kukuriczka
every time the two of you had sex, esteban had the "strange" habit of gently, with his fingers, opening the swollen lips of your pussy and watching its walls contract with pleasure as his cum leaked out, every time he sees the scene his cock twitches... the image of you all silly, full of his cum makes him hard and horny.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1760179918866919468?s=46
link 2 ୨♡୧: https://x.com/iucywl/status/1723013685075935730?s=46
alfonsina carrocio
you suddenly wake up with the little wet kisses that sina gives you on your neck, you knew exactly what your beloved was doing. with a sly little voice, sina lightly squeezes one of your breasts. trailing her fingers over your sensitive nipples, she moves on to your thin underwear that you were wearing as pyjamas. with a little whisper of appreciation, she feels the dampness of your pussy through it, lightly slipping her middle finger between the seam of your lips. you, already horny and breathing heavily, arch your back and throw your ass against sina, who just takes off her clothes while sucking your lips hungrily. getting on top of you, she starts rubbing her swollen little clit against your wet pussy. holding sina's waist tightly, you moan until the orgasm comes. opening your eyes, you see her satisfied and mischievous smile...
link ୨♡୧: https://x.com/iucywl/status/1745756142406381957?s=46
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omg i hate it, my english is terrible.. my apologies!!
there’s part 2, but don't worry, i'll translate it and post it here 🤭
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