Tumgik
#matias recalt x reader
deepinsideyourbeing · 17 hours
Note
me metí recién al fandom y te digo que adorooo todo lo que escribes te lo jurooo todo te sale súper poético, hasta cuando das las gracias o escribes lo más random te sale como bello dkfkdkkgkdkf
AHORA soy full enzo girl pero siento que matías le encanta la saliva?? idk si suena raro pero se ve que cuando acabas de besarlo y se separan está ese hilito de saliva entre los dos, o le encanta agarrarte la cara y ya con dos palmaditas en la mejilla sabes que debes abrir la boca pq te va a escupir. O te mete los dedos en la boca y te ensucia la cara con tu propia saliva 😵‍💫😵‍💫 es como marcar territorio y me encanta
+18!
La primera vez que sucedió Matías te tenía sobre tus rodillas y manos en el colchón, tu rostro a centímetros de la almohada perfumada por su colonia y sus uñas dejando marcas en la piel de tus caderas. Recuerda que la ausencia de tus gemidos le resultó extraña y ese motivo fue el que lo llevó a chequear tu perfil.
Fue entonces que vio el hilo de saliva que conectaba tus labios con la almohada y humedecía las sábanas hasta oscurecerlas. Los músculos de su abdomen se tensaron y tuvo que parar por un breve instante para respirar profundamente, confundido. Cuando volteaste a verlo tus labios brillando y tu mentón mojado amenazaron con llevarlo al orgasmo.
Intentó ignorar lo ocurrido esa noche, también intentó olvidar lo indecente de tu mueca al mirarlo, pero luego ocurrió un segundo incidente que terminó por develar uno de sus más profundos deseos:
Tus piernas abrazaron su cintura mientras gritabas de placer bajo su cuerpo, tus pechos se movían al ritmo de sus estocadas y tu lengua batallaba con la suya de una forma casi violenta. Rompió el beso para tomar aire y observó su saliva caer desde sus labios hacia los tuyos, manchándolos.
No cree que supieras lo que hacías, pero cuando relamiste tus labios y tragaste visiblemente su cuerpo estuvo a punto de fallarle. En tus ojos vidriosos no había atisbo alguno de pensamientos racionales y hacía tiempo que habías pronunciado una palabra que no fuera su nombre. Entonces, ¿por qué le sorprendió tanto que abrieras la boca y enseñaras tu lengua, suplicando?
Escupió sobre tu boca pero algunas gotas cayeron sobre tu mejilla y, luego de tragar, limpiaste tu piel con tu pulgar y lo envolviste con tus labios... Así fue como Matías descubrió que a) tenía un spit kink y b) también lo tenía su adorable novia, que arrastraba a su vez una evidente fijación oral.
No pasó mucho tiempo antes de que se volviera habitual sentir sus dedos golpeando tu mejilla rítmicamente para dar la orden, la cual acatás siempre de inmediato en caso de que tu boca no esté ya abierta en busca de una recompensa. Tampoco es inusual que sus dedos se deslicen entre tus labios para brindarte el especial confort del peso (en un buen día, también te premiará con la posibilidad de mantener su miembro caliente) sobre tu lengua.
A veces decide torturarte y mantener sus dedos en tu boca hasta que tu saliva corre, corre y corre, mojando sus muñecas junto con tus lágrimas. También disfruta -demasiado- limpiar sus manos en tus mejillas y la forma en que la sensación hace que tus párpados se cierren con fuerza, entre avergonzada y excitada.
Tengo que admitir que la combinación Mati + Spit kink es mi nueva religión, porque no tiene sentido lo mucho que concuerda con su personalidad (déjenme soñar, por favor). Disfruten la lectura ♡
(Y mil gracias por tus palabras tan lindas, bella desconocida, voy a fingir que no estuve al borde de llorar ante semejante cumplido ❤️‍🩹)
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia @delusionalgirlplace
21 notes · View notes
americangroupie · 3 months
Note
plz plz plz!!!!! UN TRÍO (matías, reader, enzo)!!!! estoy muriendo muerta de tanto pensar en eso, sí pudieses hacerlo sería LIVE SAVING fr
✪ pyramids ✪
enzo vogrincic x reader x matias recalt
tw: +18 la fantasía sexual de todas
a/n: mi escrito mas largo, más producido y del que estoy más orgullosa ;) si veo que les gusta puedo hacer la parte dos, vivan los hombres
୨୧┈┈┈┈୨୧┈┈┈┈୨୧
"¿qué tanto mirás?" susurró matías cerca de tu oreja, tratando de seguir el camino de tu mirada al percibir que llevabas varios minutos con tus ojos estancados en algo.
bueno, en alguien.
desviaste la mirada hacia tu derecha, mirándolo a él por un par de segundos mientras apoyabas la cabeza en la palma de tu mano. "nada." matías levantó una ceja. "qué pasa, mati. ¿celoso?"
rió, negando la cabeza. "depende. ¿a quién mirás así?"
"adivina." dijiste mirándole a los ojos, devolviendo tu mirada al uruguayo. este se encontraba charlando con sus demás compañeros de reparto en el otro extremo de la mesa del restaurante del hotel, expresándose corporalmente al discutir sobre un tema inaudible gracias a la cantidad de personas que se encontraban a tu alrededor, y a los pensamientos obscenos que se encontraban invadiendo cada espacio de tu cabeza.
"no tenés nada que envidiarles a las nenas fanáticas de internet; sos igual." dijo acompañado de un suspiro, envidiando que el brillo de tus ojos sea gracias a alguien más. "es cómo diez años mayor que vos, hija de puta."
reíste, mordiéndote levemente el dedo. "yo las entiendo tanto." te respondió alzando ambas cejas. "por algo estoy acá con vos."
"estás acá conmigo y lo mirás a él. ¿cómo es la cosa, gorda?"
"no sos mi novio."
"él tampoco."
"puede llegar a serlo."
devolvió su mirada a ti. "¿eso querés?"
imitaste su acción, bajando la mirada a sus labios haciéndole sonreír pícaramente. "mmm. si te pierdo a vos, no."
matías giró su cabeza hacia enzo, analizándolo por un par de segundos mientras apoyabas tu cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro. eran altas horas de la madrugada, pero aún después de un largo día el perfume del argentino seguía siendo predominante en el aire cerca de su cuello. "no necesariamente."
"¿qué me estás queriendo decir, amor?" susurraste alzando tu mirada sin moverte, tus ojos aparentando una inocencia que matías sabía era inexistente.
"vos sabes exactamente a que me refiero."
sentiste tu corazón acelerarse levemente al sentir un poco más real una de tus fantasías más intimas y utópicas, no considerabas a matías una persona que estuviera abierta a algo así. y sincerándote contigo misma, antes de conocerlos a ambos tampoco te veías capaz de encontrarte soñando despierta con dos hombres, uno adelante y otro por detrás. pero faltaba la parte más importante, que era que enzo estuviera dispuesto.
sentiste la noche pesada y larga, los minutos parecían horas al no poder concentrarte en nada más que en tus fantasiosos pensamientos, siendo poco charlatana comparada a los días donde matías no tenía una mano sobre tu muslo, y donde enzo no tenía el pelo tan desordenado y la remera tan apretada.
al finalizar la cena, te despediste de todos con un beso en el cachete, quedándote charlando con esteban por un par de minutos mientras matías saludaba al resto.
y entre tanto que lo escuchabas contarte sobre su próximo proyecto, divisaste a matías por sobre el hombro de esteban hablando con enzo, haciendo contacto visual con el uruguayo mientras matías hablaba.
"estoy en el proceso de casting, pero pienso que ya lo tengo en el- ¿qué pasa, flaca?" esteban pregunto con un leve tono de preocupación en su voz, girando su cabeza hacia un lado para encontrar a lo que mirabas que coloreó tus mejillas de un vibrante rosado.
"nada kuku." respondiste rápidamente y con seguridad, queriendo que volviera a hablarte para no llamar la atención de nadie más. "¿que decías?"
te alzó una ceja. "nada, que pienso que ya tengo el rol en el bolsillo." le sonreíste y asentiste a ver a matías caminando hacia ustedes.
"¿vamos?" dijo matías al acercarse lo suficiente; asentiste como respuesta. "chau, kuku, nos vemos mañana."
"chau, nos vemos al desayuno." dijo dirigiéndose a ambos, pero regalándote una sonrisa picara al comenzar a alejarse.
suspiraste y apretaste los labios con vergüenza mientras caminabas al lado de matías hacia el ascensor.
"mati."
"¿hm?"
"¿qué le dijiste?”
"¿a quién?"
resoplaste. "matías."
"¿pero a quién, nena?" respondió riendo.
"no me molestes hijo de puta, ¿qué le dijiste?"
negó con la cabeza mientras se adentraba en el ascensor. "nada, no le dije nada de vos. no te comas la cabeza."
lo miraste con los ojos entrecerrados . "no te creo nada."
"no me creas." respondió, cruzándose de brazos mientras miraba hacia adelante. "pero yo no le dije nada sobre que te lo querés coger."
lo miraste con los ojos muy abiertos, pegándole un codazo. "sos una mierda."
"y bueno." dijo cuando el ascensor abrió sus puertas. "no era necesario con cómo estuviste mirándolo toda la noche.”
resoplaste. "cortála, querés. que te pones celoso, como si vos no fantasearas con otras minas."
"en realidad, no. me basta con lo que tengo en frente mía." dijo mientras cerraba la puerta de la habitación detrás suya, tomando tu mano y acercándote hacia él abruptamente para besarte con brusquedad.
llevaban varios días en el hotel de venecia, hoy siendo el ultimo antes de viajar al siguiente festival de cine. matías decidió llevarte a vos como acompañante, ayudándolo con sus tareas diarias como la buena amiga que eras; cogiéndotelo cada momento en el que estuvieran los dos solos.
la dinámica entre vos y matías llevaba un par de años funcionando a la perfección, acompañándose mutuamente en todo sin la necesidad de formalizar nada, para no sufrir gracias a la distancia y las diferencias de horario.
sonreíste en el beso al sentir la brusquedad de sus acciones- agarrando tu culo con fuerza, mordiendo tus labios con poca timidez mientras jadeaba en tu boca. empezaste a caminar hacia atrás sin abrir los ojos, chocando contra la pared y un par de muebles hasta sentir la suavidad del colchón debajo tuyo.
matías gruñó en tu boca, explorando cada esquina de esta mientras se acomodaba encima tuya y bajaba con poco cuidado los tirantes de tu vestido por tus hombros; dejando descubiertos tus senos haciéndote estremecer con rapidez por el frío aire que rápidamente se transformó en la cálida sensación de la lengua de matías.
mientras su lengua rotaba en círculos por encima de tu pezón, matías bajó su mano con lentitud hasta tu entrepierna, rozando con sus dedos por encima de la ropa interior y esbozando una risa burlesca al sentirla tan mojada tan rápido.
"cómo te vas a mojar así, mi vida. aún ni empiezo." dijo separándose de tus senos por un segundo para besarte, pasando su lengua por tus labios antes de volver a dar toda su atención a lamer, morder, pellizcar y besar tus pezones.
consumida por el placer de su boca, cerraste tus ojos mientras acariciabas y tirabas de su pelo, gimiendo su nombre de vez en cuando acompañando todos los quejidos que salían de tus labios.
pero a pesar de estar nublada por la sensación, el sonido de la puerta de la habitación abriéndose no pasó desapercibido para tus oídos, haciéndote abrir los ojos de golpe mientras te apoyabas en tus hombros, tratando de taparte lo más que pudieras al no saber a quién estabas por traumar.
pero para tu sorpresa, matías no cesó sus movimientos.
"mati-" dijiste tirando de su pelo hacia atrás para alejarlo, tratando de advertirle que había alguien más en la habitación. pero no se detuvo, mordiéndote con fuerza obligándote a ahogar un gemido.
y en cuestión de segundos, miraste la alta figura de enzo pararse frente a la escena. pudiste mirar con detalle su cara transicionar de neutro a horror.
"la puta madre-" habló fuertemente luego de voltearse con rapidez, subiendo su mano hacia su cara para taparse los ojos. "perdón, discúlpenme, no pensé que- dios, mati como me pasaste la llave pensé-"
"mirá, enzo, volteáte." miraste a matías con los ojos ultra abiertos, sintiendo cómo tus mejillas se pintaban de rojo puro. "no te tapes vos." dijo mirándote con el semblante serio, pero con la comisura de los labios torcida. sentiste tu estomago burbujear de la vergüenza, pero en el fondo sabías que era de la emoción.
"no mati disculpáme, en serio no quería interrumpir-"
"en serio enzo, volteáte. mirála." enzo giró su cabeza por encima de su hombro, mirándote por breves segundos antes de desviar la mirada hacia matías. "vení, acercáte." dijo mientras levantaba tu vestido, dejando tu ropa interior descubierta y sentiste una fría brisa de aire recorrer tus piernas; pero tu cuerpo estaba caliente. "abrí más, mi amor." te ordenó, a lo cuál obedeciste inmediatamente. sentías la mirada de enzo constantemente sobre ti, pero te sentías incapaz de mirarlo. "¿ves lo mojada que está?" dijo pasando su dedo indice por encima de tu ropa interior, haciendo presión para mojar la rosada tela aún más. "en la cena, me confesó que era por vos." matías te dedico una breve mirada, sonriendo pícaramente mientras sentías tus mejillas arder a no más poder. seguidamente miraste como los ojos del uruguayo se oscurecían frente a la vista. "y yo sé que vos también te la querés coger, por como la mirabas en la pileta ayer. ¿quién soy yo para detenerlos?"
enzo tragó saliva mientras te miraba, su respiración estaba levemente agitada y sentía la habitación tornarse caliente. "es tu novia, matias, yo-"
"amiga." interrumpiste. enzo desvió sus ojos rápidamente hacia los tuyos, compartiendo contacto visual por unos segundos.
"dale enzo, acercáte." dijo matías separando más tus piernas, mirándote con lujuria. "a este paso me la voy a terminar cogiendo yo y vos vas a tener que mirar nada más. mirá como está." enzo se inclinó con lentitud, arrodillándose al frente tuyo sin quitarte los ojos de encima ni un segundo. divisó de cerca la oscura mancha en tu clara ropa interior por pocos segundos antes de que matías hiciera a un lado esta, dejándole ver sin nada de por medio lo mojada que estabas. "mirála." dijo pasando su dedo indice por tus labios, ganándose un gemido ahogado de tu parte por el inesperado contacto, necesitando más. "¿no la querés probar?"
enzo mantenía el semblante serio, pero asintió inmediatamente. jadeaste al darte cuenta de lo que estaba pasando, alzando las caderas y ganándote una risa por parte de matías. te incorporaste, acomodándote para así sentarte en la cama. enzo te miraba constantemente, prestando atención a cada movimiento tuyo- buscando tu aprobación para actuar.
a raíz de esto inclinaste tu cuerpo hacia el, enzo imitando tu acción al levantarse y reclinarse hacia ti. te arrodillaste en el borde de la cama, al lado de matías y bajo enzo. lo mirabas con inocencia, esperando su actuar mientras él esperaba el tuyo.
"que tímida que estás, mi amor." dijo matías burlescamente, tomando la mano de enzo y acercando dos de sus dedos a tus labios. "chupá."
enzo rozó con suavidad tus labios, mirándolos mientras los entreabrías con lentitud, la inocencia en tus ojos haciéndolos brillar frente a lo oscuros que se habían tornado los suyos.
acariciaste con suavidad la yema de sus dedos con la punta de tu lengua por unos segundos para luego meterlos por completo a tu boca, gimiendo en estos por la vista que yacía ante tus ojos; vista similar a lo que verías al chuparle la pija.
los pensamientos que recorrían la cabeza de enzo eran más impuros de lo común; no se habría imaginado en mil años tenerte en la posición que te tenía ahora. el bulto en su entrepierna crecía acorde pasaban los segundos, y sentía como si fuese a explotar al sentir tu cálida lengua dar vueltas en círculos por al rededor de sus dígitos.
luego de haber recorrido cada parte de sus dedos con tu lengua, te acercaste más hacia él levantando tu cuerpo hasta quedar a una altura en la cual sus labios eran accesibles para ti. matías te miraba expectante, relamiéndose los labios al mirar la inocencia que reflejaban tus grandes ojos al mirar al uruguayo; sabiendo que estabas muy lejos de la inocencia hace años.
acercaste tu boca a la suya con lentitud, enzo imitando tu acción al inclinarse hacia ti; mirando a matías por unos segundos casi que pidiéndole permiso para actuar. el argentino le sonrió, asintiendo levemente con la cabeza creciendo impaciente al no poder hacer nada al respecto de la molestia en sus pantalones.
enzo subió su mano hasta alcanzar tu pómulo, rozando suave por unos segundos hasta deslizarla a la altura de tu mandíbula; tomando ésta para hacer coincidir su boca junto a la tuya, rozando ambos labios por un par de segundos antes de amoldarlos entre sí. el beso comenzó lento, empapándote en el hecho de estar besando a enzo vogrincic luego de estar meses fantaseando sobre algo que considerabas imposible. podías sentir su respiración agravarse a medida que el beso se agravaba con el pasar de los segundos, el uruguayo devorando tus labios mientras gruñía al saborear la dulzura de tu boca. movías tus labios al compás, dejando que tu lengua se entrelazara con la suya al ladear tu cabeza para obtener mejor acceso.
impacientemente, matías se acomodó sobre el colchón colocándose detrás tuya; acomodando tu pelo hacia un lado de tu cuello y comenzando a besar y mordisquear el otro, provocando un quejido tuyo dentro de la boca de enzo el cual fue directamente al bulto del pelinegro.
matías quitó tu vestido con agilidad, dejándote completamente desnuda a excepción de tu ropa interior con la cual jugueteaba mientras frotaba su bulto contra tu culo.
te separaste de los labios de enzo por unos segundos- un hilo de saliva los conectaba mientras ambos tomaban bocanadas de aire- para poder quitar su apretada remera negra y así poder sentir su cuerpo sin nada de por medio, y matías aprovechó de robarte un beso y mordisquear tus labios mientras enzo admiraba la escena.
"dale enzo-" rió matías al separarse de tus labios, notando como el uruguayo solo se había quedado parado mirando en vez de actuar. "tocála."
negaste con la cabeza, riéndote mientras mordías tus labios para seguidamente acercarte a él, juntando sus labios por un par de segundos para luego comenzar a dejar un camino de húmedos besos desde su mejillas hacia abajo, besando, lamiendo y mordiendo cada trocito de piel que tus labios rozaban. enzo pasó las manos por su cabello, ahogando jadeos entre suspiros gracias a la sensación de tu lengua recorriendo todo su torso hasta llegar a su cinturón. mientras, matías comenzó a desvestirse a si mismo, admirando la vista de tu cuerpo encorvándose levemente hasta posicionarte en cuatro, dejándote perfectamente como él necesitaba.
"¿me ayudas?" preguntaste con dulzura mirando hacia arriba con una de tus manos en su cinturon, hablando por primera vez desde que enzo se había adentrado en la habitación; el uruguayo comenzó a desabrocharlo como respuesta.
"así que la nena sabe hablar después de todo." habló matías en un tono burlesco mientras enzo acariciaba tu mentón con suavidad mirándote a los ojos.
bajaste sus pantalones junto con su ropa interior por completo mientras sentías a matías separar tus piernas con poca suavidad mientras acomodaba su cara en estas, tragando saliva y mirando con los ojos brillantes el miembro de enzo completamente descubierto, relamiéndote los labios para luego devolver tu mirada hacia el y divisarlo con una sonrisa pícara en sus labios.
comenzaste tomándolo por la base y depositando delicados besos por la longitud de este, para luego trazar una línea con tu lengua desde abajo hacia arriba y comenzar a chupar con poca suavidad la cabeza de este. enzo no demoró en quitar el pelo desordenado de tu cara para poder mirarte con la boquita llena sin nada de por medio; tomando todo el pelo posible en su puño mientras que con su otra mano acariciaba tus mejillas. el uruguayo no tardó en convertir sus jadeos ahogados en gemidos, apretando sus labios con fuerza al sentir que los ruidos que le provocabas se estaban haciendo demasiado notorios.
mientras tanto, matías deslizaba sus dedos con lentitud de arriba abajo por tu feminidad, frotando círculos en tu clitoris cuando se percataba de que tenías gran cantidad del miembro de enzo en tu boca para hacerte ahogar a propósito. cerrabas tus ojos con fuerza frecuentemente, gimiendo y quejándote sin vergüenza alguna provocando que las piernas de enzo se sintieran débiles, y la erección de matías dolorosa.
“así, justo así- dios.” gimió enzo entre dientes, gruñiendo al sentir las vibraciones de tu boca en su miembro y tratando de concentrarse en algo más para no acabar tan rapido en tu boca.
te sentías desesperada por más. “mati-” lloriqueaste separándote de enzo por un segundo, frotando círculos con tu pulgar en la cabeza con mucha presión provocando un jadeo de parte de enzo. “cogeme, por favor. no aguanto más.”
enzo gimió al solo escuchar tus palabras. “¿ah, sí? yo creo que podés aguantar un poquito más, hermosa.” dijo matías mientras introducía dos de sus dedos dentro tuyo. “hacélo acabar a enzo primero, ¿no era eso lo que querías? ¿que se corriera en tu boca?”
miraste hacia arriba con la respiración agitada, encontrándote con el semblante burlesco de enzo. “¿eso querés?” dijo con la voz ronca, pasando su pulgar por tus labios empapados de saliva y su líquido preseminal. “nunca te habría imaginado teniendo esos pensamientos a vos. tenés una carita de ángel.” te sonrió, notando como tus mejillas se tornaban mas y mas rojas. “y esos ojitos inocentes. quién podría pensarte así, ¿eh?” lo interrumpiste tomaste su miembro dentro de tu boca una vez más, pasándole la lengua en círculos haciéndolo quejarse. “c-con la boquita llena y rogando que se la cojan- dios seguí así, así.” enzo tiró la cabeza hacía atrás al sentir como acelerabas el movimiento de tu lengua y como tu mano se movía con más rapidez por la longitud, sintiendo a la vez como matias encorvaba sus dedos dentro tuyo.
percibiste una sensación conocida burbujear en tu estómago al sentir el pulgar de matias moverse en círculos encima de tu clitoris; a la vez sintiendo como su cálido cuerpo se pegaba al tuyo al notar que el orgasmo de enzo se acercaba.
sentiste un golpe abrupto en tu culo, provocando un lloriqueo agudo sobre el miembro de enzo el cual lo hizo tirar de tu cabello y sobrestimularte aún más, abrumada por el placer y el dolor que sentías a la vez al tener a matias por detrás y a enzo adelante.
pasaron pocos segundos hasta que enzo comenzó a mover sus caderas hacia adelante, suplicando entre gemidos hasta que sentiste el líquido caliente llenar tu boca mientras matías movía con brusquedad sus dedos dentro tuyo, haciéndote acabar en cuestión de segundos mientras enzo sostenía tu cabeza para no dejarte caer sobre la cama. apoyaste una de tus manos en su abdomen mientras recuperabas el aliento, escuchando la conocida risa de matías detrás tuya.
“¿mucho para vos?” se burló al mirarte sin aire apoyada sobre el uruguayo que se encontraba en una situación parecida. negaste con la cabeza sin mirar hacia atrás, tragando lo que tenías en la boca mientras enzo te miraba con una sonrisa.
“te toca, recalt.” habló enzo mientras soltaba el agarre de tu pelo, sonriéndole con lujuria al argentino y haciéndote dar cuenta que la noche iba a ser más larga de lo que pensabas.
834 notes · View notes
stuckwthem · 3 months
Note
hii could i req a matías recalt x virgin!reader smut ? reader is enzo’s little sister, and so she has to deal with matías and agustin hanging out at their place almost every day. but she doesn’t mind it because she’s practically best friends with agustin. and she has a crush on matías! one day, when enzo and agustin go out to buy some stuff, matías and reader are left alone and they start to keep each other company. one thing leads to another and after they’re done, matías says “who knew i would be the one taking your virginity” 😣😣
altitude | matias recalt
summary: you and matías have a thing going on, but never went cross that line...until then. matías recalt x virgin!femreader
tw: smut, fingering, cuss words, situationship, 4k words of pure profanity
this smut is named after this song. sooo, yeah.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
it all started on the last trip, when you first started to hang out with the boys. enzo was not very exactly pleased with the idea of you around all the other guys, not that he was jealous, just a little protective, but after all, they were his friends and he could trust them. agustin, one of the closest friends of your brother and also your best friend even helped you when you tried to convince enzo, so he had no option but to accept. his little sister was coming together and spending three weeks with all those boys and their girlfriends. and, inevitably developing a huge crush on one of his friends, matías.
you knew matías. you knew him very well since he started to stick around in your house, always getting second glances and sneaky smiles until you two really got closer. he would be all day on your business, using your brothers as an excuse to come to your house and talk to you. matías had a knack for finding reasons to be around. whether it was helping enzo fix something, teaching you how to skate (which was his idea), or just "passing by" to chat and drink some mate, he always found a way. and you couldn't help but notice the way he'd linger a little longer each time. your initial conversations were casual, filled with shy laughter and plots against your brother, but it didn't take long for the undertones of something more to emerge. enzo, occupied with his own life, didn't notice the subtle shift in dynamics between you and his friend.
since you two started to hook up, boundaries have been established. you were a virgin, and to the moment it all began, you weren’t willing to hand the privilege of having you on a plate to any guy. matías respected it, of course, he always had been careful to not cross lines or make you uncomfortable, always stopping when you felt it was too much or when you showed just a slightly uncertainty. but lately, ever since the last make-out session, things have been kinda different. your mind keeps going back to sex. with him. constantly.
besides, after all this time with matías, you never felt more sure, more confident, and there's no doubt he's the one you'd wanna cross that line with.
thats why it was getting hard to hide how just sitting next to him made you nervous and eager, shaking your legs nonstop, what would always catch matías attention, and discreetly he would put his knee close to yours or just get a bit closer. but this time, almost like he could read your thoughts, he was somehow bolder, putting his hand on your thigh. 
your breathing hitched when you felt his cold fingers caressing your bare skin, automatically putting you on alert. shame on you for putting your tiniest short.
you tried to ignore how much it affected you, trying not to attract the attention of your brother or agustin, who were sitting on the other sofa across the room playing some game on tv, but controlling your sighs became increasingly difficult as matías' restless hand began to explore the inner part of your thigh a little more, slowly going down and up, in total provocation. just act cool, you said to yourself, continuing to scroll on your phone, as if you didn't even care. but his plan was to make things harder for you, a perverse challenge. his fingers were dangerously close to your shorts hem, tangling in the fabric and then returning to your skin, drawing small circles.
matías was loving every second of it, you could see the mischievous smirk on his lips. son of a bitch. you couldn't deny you liked it, the cold touch of his skin against yours making you hotter, like an anticipation, making you want more. you finally mustered the courage to speak, your voice a mere whisper to avoid attracting attention.
"matías, stop this. they are right there," you warned, trying to convey a sense of urgency through your hushed words.
not that the thing between yall was forbidden, but you both understood the potential repercussions it could have on the dynamic within the group. and you didn’t know how enzo would handle this, so for the better, matías and you chose to keep it on the low. besides, the risky feeling was addicting and the situationship was not that serious. you didn’t even had sex, if you consider fingering and blowjobs apart of it.
he leaned in, his lips close to your ear, sending shivers down your spine. "why stop when it's so much fun?" he replied, his warm breath against your skin causing a flutter in your stomach.
that 's it. you would lose your mind. you took a deep sigh, giving him an annoyed side eye while crossing your legs, getting away from his hand. deep down, you loved it. he knew how this kind of thing affected you, he knew how you almost had no experience and how any slightest teasing made you feel.
matías laughed quietly, suddenly interested in the tv when agustin turned around, looking between you. agustin had an idea of what was going on, he wasn't stupid, he knew exactly how to annoy you with it, but he only squinted his eyes in your direction.
“you good there?” your best friend asked, with a smirk on his lips. you gulped, knowing exactly what he was doing. “you look kind of…red.” 
“yeah, i’m fine.” you coughed nervously, running a hand through your hair while discreetly flashing your middle finger at the older man. enzo turned to look at you, with a frown. “just hot. its very hot in here, right? you know what, i'm gonna make us a drink!”
you stood up from the sofa with a forced, cynical smile on your face and adjusted your shorts, pulling them down a little as your eyes burned into matías, who had his hand clenched into a fist over his mouth, hiding his smile. he raised his eyes to meet yours and gave you a slight wink. the devil in disguise.
you rushed your way to the kitchen, leaning on the sink and enjoying the feel of the cold marble against your abdomen, taking a deep breath and trying to go back to a time when you weren't being completely controlled by your hormones.
“actually, the boys have just texted me. esteban and fran are already around, we're going to get some beers.” you heard enzo from the living room. 
“i'm coming with you” agustin's voice echoed in response. 
great. you heard the keys jangling, and then the door closing. no sign of matías or his voice. maybe he'd given up that little game and joined the boys. you could take a cold shower until they got back and forget how much you were craving his fingers, a little further down your shorts.
you then decided to prepare your lemonade, silently picking through the things in the kitchen. as you focused on preparing the drink, the rhythmic sound of the juicer drowned out the lingering thoughts of matías's teasing. or you tried to. 
“why are you escaping from me?” caught off guard by matías's sudden presence, you turned around to find him standing there, his voice unexpectedly filling the air. “did i do something wrong?”
your heart skipped a beat. matías was standing there, a playful glint in his eyes and a mischievous smile playing on his lips again. now that you two were alone, you wanted to jump on him, but decided to go ahead with that silly little game.
you rolled your eyes, attempting to sound nonchalant, "i just wanted a lemonade. and for the record, i wasn't trying to escape from anything."
“uhum” he nodded, getting closer to you as you poured the juice on two cups. he caught a slice of lemon from the counter and sucked it, casually, watching you carefully. “so, can i kiss you now?”
you tried to maintain your composure, suppressing the urge to smile as you handed matías a cup of lemonade. his casual demeanor and teasing antics were both infuriating and exhilarating.
rolling your eyes, you replied, "smooth, matías. real smooth. you know it's not that easy."
“no?” he said, an almost innocent expression on his face. you wanted to ruin it. 
matías put one of his arms on the counter, making you lean your back against it. the boy took a sip of the juice and then left it under the counter, taking advantage of his movement to get even closer. his body pressed against yours. 
“no” you replied, hiding your smile in your cup, taking a sip while looking into his eyes. 
his hands went to your waist, holding it gently. then, his nose trailed a way into your neck, making you turn on in the very same instant. you knew you couldn’t resist it for very long. his lips quickly replaced his nose, slowly kissing the sensitive skin of your throat, causing a ragged breath to escape your mouth. when he heard the glass being placed on the counter, matías smiled against your skin, knowing that he had already won.
“you smell so good” the boy whispered, kissing his way up to your jaw. his voice reverberating through your whole body, reaching an exact point.
your arms quickly wrapped around the back of his neck and he laughed, pulling away just enough to look at your face, finding your eyes already heavy and hazy.
“you still don't want to kiss me?” matías teased, biting his lower lip, making no effort to hold back a smile.
“shut up, recalt” you exclaimed, drawing a laugh from both of you before hungrily attacked his soft lips, feeling the citric taste on his tongue. 
it wasn’t a regular kiss, you could feel it with the way things escalated very quickly. you knew what could happen. it seemed like just having his lips against yours wasn’t enough. the proximity of your bodies wasn’t enough. in a hurry, matías bent down, slipping his hands behind your thighs and pulling your body up, placing you on the counter. immediately, your hands went down to the collar of the boy's shirt and your legs encircled his waist, pulling him even closer to you. 
slowly, matías' tongue rubbed against yours, eliciting such a sweet, spontaneous sound from you that the boy felt his whole body tense up, increasing his desire even more. when you realized the effect you had on him, you wasted no time in devoting your attention to the older boy's neck. with your heavy breathing meeting his sensitive skin, you left small bites and marks to be admired later. the grip of matías' hands on your waist intensified as your bodies sought each other out, initiating a movement of disjointed friction.  
"fuck, you're going to drive me fucking insane" his husky voice sounded so weak that it was impossible not to smile against his skin, satisfied.
as if to prove his point, matías pulled you closer to the edge of the counter, pressing the inside of your thigh against his crotch. a sigh escaped your lips as you felt how hard he was, making your abdomen cool and warm at the same time. taking advantage of the cue, your hands slowly made their way down the boy's chest, scratching him over his shirt until they reached the waistband of his shorts. you felt matías' throat rise and fall heavily against your lips, and just as you were about to touch him, he pulled away, leaving you confused.
"did i do something wrong?" your voice came out breathless, in a worried tone. you stared at the boy, his lips swollen and red, his gaze fixed on you, as if determined. "mati...i..."
"shh" he whispered, drawing back, placing his index finger between your lips. matías let out a small laugh and bit your chin, moving down your neck in return for what you had done earlier. "it's my turn now, huh? i need to return some old favors."
your eyes roll with the intoxicating sensation of feeling him descend his mouth to your collarbone, licking and sliding down to your shoulders. your tank top is taken off so quickly that you have no time to process what happens when he returns his kisses to your skin, rubbing his nose down the middle of your breasts, sucking on the part just above the fabric of your bra. you gasp softly, directing one of his hands through your hair and the other to your shoulder. he licks just below your ribcage and then traces a path to the button of your shorts. you open your eyes, blinking rapidly, trying to take in what's happening as he opens the button and slips his hand inside the shorts, feeling how damp it was under the thin fabric of the panties.
"fuck," he mutters, gasping as he stares at you over his eyelashes. 
you feel your cheeks burn and matías now seems completely deluded at the feel of you, his index and ring finger slowly stroking the wet, still covered length. "all that for me?" 
your hand squeezes the boy's shoulder in reflex, and you nod, unable to formulate a sentence. your mind is too cloudy and light to think of anything else. 
he hisses a "may i?", coming face to face with you again. with your voice weak, you manage to agree with a feeble "uh huh" and then matías pulls the elastic of your panties aside, brushing your lips with his two fingers as he reaches your entrance.
a sultry moan echoes through the kitchen as he slowly moves his fingers inside you, and without daring to breathe, the two of you stare at each other. matías' mouth is slightly open, watching you intently, carefully discovering the exact points that make you shudder. he curves his fingers a little and your back arches, your breasts meeting the boy's chest, and just that small sensation of friction makes your body tremble.
"matías" you whisper softly, digging your nails into the skin of the boy's back under the t-shirt as he keeps working his fingers deeper into you, his thumb now gently circling your clit. 
you can almost see stars as the warm, liquid sensation grows in your womb. your legs start to tremble as he starts to speed up his pace and there you know it's not enough, you want more of this, of that sensation, of his closeness.
you finally feel ready and there's no one else who you would want to do that for you other than matías, who understands you and your desires so well. 
"i need you" you whisper again, your body falling back a little, weakly. matías seems too focused, his eyes fixed on your lips that pull in air with difficulty. "matías"
"i know, i know," he replies, as lost as you are. another moan, this time a little louder, escapes him as he pushes his fingers upwards. 
"inside me, mati. i need you inside me" your confession seems to be enough fuel for the sensation at the base of your stomach to explode.
matías looked at you, somehow surprised and amused, working with his fingers inside even harder. something seizes your body for a few seconds, making you dizzy and breathless, clenching against matías' hand inside you. 
the boy moaned as his body shuddered along with yours, the mark on the denim fabric of his shorts getting bigger and bigger.
"yeah? you sure, linda?" matías questioned, eager. his eyes met yours once more, and you nodded with assurance. “we don’t have to rush just because…you know, i want you to have a good time, princesa.”
“i'm having a perfect time” you laughed, softly, wicked. honestly, it was comforting to see how he much cared. the insecurities about anything related to this no longer existed in your mind. “i’m sure, amor”
your lips crashed into matías' again, now a little slower, sweeter and softer as he withdrew his fingers from you, making the empty sensation ache and tighten your muscles. matías broke the kiss only to lick his own fingers, drying all the honey from his hand with delight, making you think the most inappropriate things possible.
you kissed him again, now feeling your taste mixed with the boy's saliva, a completely depraved sensation.
"let's go upstairs," you ordered against the boy's lips, who didn't hesitate for a second to lift you off the counter and carry you up the stairs to your bedroom, a familiar spot to him.
once you have entered the room, matías gently sits you on your bed, his attitude a little calmer and more patient now. hot and sweaty, you remove your shorts and panties at once, while the boy stares at you. matías runs a hand through his hair and sighs at the sight as you slowly take off your bra, revealing your breasts to the boy, who looks at you from head to toes with devotion.
you reach into the bedside drawer, grabbing a condom from under your clean panties, prepared for a moment like this. it was almost unbelievable, but it was happening.
"sit down" you ask, patting your hand on the side of the bed.
he looks serious now, but doesn't contest it, following your request.
swallowing dryly, hoping to get it right, you stand up, unbuttoning matías' shorts and pulling them over his boxers. 
"they'll be back any minute," you warn, not wanting to waste a single minute.
even with all the little you've learned throughout your life, you nervously approach the boy once again, opening the laminated package. your hands shake a little with adrenaline, but soon matías helps you, cautiously coating his member with the condom.
carefully, you cross your legs over matías' lap, both of you gasping at the friction that your sensitive core exposed against his bare skin causes.
your hands drag the fabric of the boy's shirt upwards, pulling it over his neck. when the collar passes over his head, messing up his hair, you both giggle, the atmosphere of the intimate and intense moment hanging over you.
"hi" matías murmurs, affectionately, as he admires your face. his hand runs from your waist and reaches the back of your neck, stroking your hair.
"hi," you reply as well, still with a little breathy giggle. the two of you take a moment to appreciate each other, contemplating the sensations that come with it. "is it okay if i stay on top of you? am i not hurting you?" 
"no, not at all. don't worry," matías laughed, pressing his lips to your temple in a tender kiss.
your chest was about to explode with the force of your heart beating against your ribs, a warm, euphoric feeling coursing through your body. matías smiled, sharing the same satisfaction, unable to believe his luck. your gazes intertwined, revealing the vulnerability and anxiety that hung in the air. the atmosphere between the two of you became electric, and the tension was palpable, even though you felt pleasantly calm. 
slowly, you leaned on matías' shoulders, and with his help, positioned yourself right above his member, which was throbbing at your entrance. a long, broken sigh came from both of your lips, taking in the new sensation. this was the moment that would share a before and after, that all intimacy and vulnerability would consume you completely. 
matías lifted his hips slowly and eagerly, slowly fitting himself inside you. you could feel the intangible connection being established as he moaned your name, entering your pussy. your forehead rested on the boy's shoulder, and between gasps and moans, both of you began to move against each other. your thighs instinctively locked against matías', helping you to roll onto his cock. 
"fuck. oh fuck." you moaned, while matías' hand was still in your hair, stroking and pulling. the boy's free arm wrapped tightly around your waist, helping you to balance and move on top of him.
"is everything all right?" he asked, his husky voice sounding distant but so close. his mouth brushed against the edge of your ear, sending a shiver down the back of your spine.
"yeah. it's great." the pain at first was a little overwhelming, feeling him enter you fully as your walls squeezed him, but it soon diminished, being almost completely replaced by pleasure. it was good, delicious and calm. 
you moved your face away from his shoulder to look directly at him now, being able to carefully watch every change in matías' expression, while he did exactly the same. your faces contorted into mirror-like revelations of pleasure, the moans repeated in unison as your bodies moved in harmony. 
“like this, yeah, bebé” matías murmured, his hand palmed at the end of your back, holding as you rocked into him, whimpering. “god, you feel amazing. so fucking tight.”
he sounded absolutely wrecked, lost in the pleasure, combusting with the way your body went up and down above him, bouncing on his dick. you couldn't help it, you were moaning –  groaning, to be more truthful. asking for more, begging shamelessly. 
“that noise…keep doing it, you're being so good. such a good girl, right?” matías kept talking you through it, until he shared his attention with your boobs, sucking and licking your nipples. you buckled your hips with the feeling, so emerged on the way his tongue worked around your areola, throwing your head back. lost, just like him.
then, as the movements began to intensify, faster and faster and your hips more skillful, matías began to fuck you as he had been kissing you before. hungry, torpid and willing to satisfy you. his hands went down to the curve of your ass, pulling your body more and more impossibly onto his dick, your skin like dough in his hands, molding it the way he wanted it. the sounds of your body against his along with the breathing and cursing were totally obscene, becoming an impulse for you to seek more of it.
the stars in your eyes seemed to come close again as the sweat ran down your back, feeling complete with matías inside you. filled. it was an unforgettable and incomparable sensation. you knew you would become addicted.
“i never felt anything like this before, never” you heard matías say. your hands went up to his cheeks and hair, holding his face as you rode him nonstop. a smile stamped your face, reflecting his. “say you want me, and i’m yours” 
your stomach dropped, the feeling on your womb deepened. his tired voice saying things like this to you was so good to hear as the way he was fucking you. the cold current seized your abdomen again, as if warning you that you were close to cumming, and you could barely put the words together.
“don’t say that, matías. don’t play with me” you responded, looking into his eyes. 
matías was absorbed with pleasure but surely not saying things without meaning it. he shook his head negatively, thrusting more slowly against your hip now, making your eyes roll so hard they hurt.
“i’m being honest. say the word.” he sounded so serious, so close to your lips, so deep into you.
matías was slowly guiding your pleasure to a point where it was almost impossible to hold back an orgasm. then, you allowed yourself to let the sensation consume you once again, this time more intensely, your fingers twitched and your mind went into an almost unconscious state, eliciting a guttural moan from you. you felt the warm liquid drip from your womb and soak matías, it was almost like floating.
“i want you. god, how i want you” you exclaimed tenderly between ragged breaths, while the boy was still searching for that same sensation that you had just reached inside you.
it was enough for matías to completely collapse inside you, mumbling dumb your name. you felt his hot, sweaty body shudder beneath yours, relaxing completely little by little until he could open his eyes again. a feeling of satisfaction ran through your body, and you honestly had no idea if it was just from the dopamine of the orgasm or knowing that matías had been your first. and his arms were still there, wrapped around you while an affectionate gaze , while he admired you, all of you. the sweat going down your forehead, your smile, the weight of your body above him. everything, matías appreciated every second. you kissed him, a lazy and sloppy kiss, just enjoying that high together, and then a silly thought crossed your mind.
"i guess my brother was right to keep me away from the boys," you murmured, panting and giggling against his lips.
"who knew i would be the one," matías laughed too, biting your lip. "the lucky one for taking your virginity."
a slap on the arm caught him by surprise, and you feigned false offense, pretending to be completely innocent. but the calm didn't last long. five minutes of trying to get back to normal and you heard the keys in the door, the boys' voices, and footsteps inside. you were screwed, literally. you didn't even have time to dwell on the absence of aftercare.
"shit, shit, shit," you exclaimed in exasperation, getting up from on top of the boy, who quickly removed the condom, tossing it into the trash bin in the corner.
both of you nervously laughed, enjoying the situation as you tried to readjust. you tied your hair into a messy bun and then quickly tamed matías' strands. you were sweaty and red like two runners, anyone could tell by the little smiles on your faces.
"we'll still having talk about that," matías referred to the moment earlier, approaching and giving you a kiss, longer and deeper than it should be. but still, in a failed attempt to disguise it, you agreed, laughing, and pushed him out of the room.
and then, reality struck. your tank top. on the kitchen floor, damn.
you dressed in the first shirt you saw, probably a mistake, and went downstairs, walking as calmly and unbothered as possible. luckily, the boys were still in the living room while matías engaged in a seemingly casual conversation with them as if he didn't just came inside you. you suppressed the smile that came when you remembered the feeling of being on top of him just minutes ago, biting your lips, and entered the kitchen, finding agustin with a beer pack in one hand and your tank top in the other.
you froze right at the door, feeling the color drain from your face completely. and then, he looked in your direction, aware of your presence. he assessed your expression, your sudden change of clothes, and all the other little details. his gaze shifted over your shoulders to matías in the living room, and then, agustin laughed – no, he actually burst into laughter. laughed so hard that he had to lean against the fridge seeing your shocked state. you had been caught.
━━━━━━━ ★ ━━━━━━━
yeah. i'm shocked too.
i had so much fun - hornyness - writing this. thank you so much for the ask!! i really tried to follow your idea, just changed the phrase a litlle bit. i hope i made justice to your need ;)
again, if you have a request for the lsdln boys just please send me a ask!!
sorry for any spelling mistake :p
497 notes · View notes
imninahchan · 2 months
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
⌜ 𝑨𝑽𝑰𝑺𝑶𝑺: gangbang [declaro oficialmente aberto meu período fértil slk], fwb, diferença de idade, bebida alcoólica, cigarro [cuidado com os pulmão preto], dirty talk, degradação, elogios e dumbification, oral masculino, dacryphilia, bukkakke(?), breast/niple play, um tapinha na bochecha e um ‘papi’ [me perdoem eu não me controlo], dupla penetração, anal, sexo sem proteção [no puede no]. Termos em espanhol — guapo (bonito, etc), dímelo (me diz), díselo (‘diga a/para’), porfi (informal pra ‘por favor’) ˚ ☽ ˚.⋆ ⌝
꒰ 𝑵𝑶𝑻𝑨𝑺 𝑫𝑨 𝑨𝑼𝑻𝑶𝑹𝑨 ꒱ me perdoa se eu sou uma p****
Tumblr media
𓍢ִ໋🀦 VOCÊ DEITA A CABEÇA NO OMBRO DE FRAN, AS PERNINHAS REPOUSANDO POR CIMA DO BRAÇO DO SOFÁ ─────
— Vai me dar uma carona? — reitera, embora já tenha escutado a oferta diversas vezes antes, durante e agora, no pós do rolê. Sempre pegava carona de moto com o Recault.
Ele, sentado no outro sofá, adjacente, não desvia a atenção do maço de cigarro, capturando com os lábios uma unidade. Uhum, murmura, e quando risca o isqueiro, você estica a mão pra roubar o pito, guardar de volta na embalagem. Aqui dentro não, alega, vai lá fora com eles.
O olhar do argentino segue em direção à sacada do apartamento, onde os homens conversam enquanto fumam. Poderia, sim, de fato, se levantar e participar do assunto facilmente, afinal é a opção mais favorável pra narizinhos tão sensíveis quanto o seu e de Romero, porém um pensamento diferente do desejo de pitar toma conta da mente.
— E sobre eles... — Volta os olhos pra ti. — Já vai embora mesmo? Não ia... sabe?
Um sorrisinho ameaça crescer no seu rosto. Sabe exatamente a que ele se refere.
— Não sei... — mas prefere fazer chamar, encolhendo o corpo. A barra do vestido justo se embolando no seu quadril.
— Ah, qual foi? — o garoto devolve. Se inclina de leve, chega mais próximo pra poder ir sussurando. — Não vai me dizer que tá tímida... — E você cobre parte do rostinho com a palma da mão, respondendo perfeitamente às expectativas alheias. Matí sorri também. — Ah, vai, eu e o Fran ‘tamo aqui... Não precisa ter vergonha de nós, não é como se não tivesse dado pra gente antes. E eles... — espia os outros dois, entretidos demais na conversa que têm pra poder perceber que são assunto da discussão vizinha. — Eles são de boas. Vão te tratar feito uma piranha, que nem você gosta.
Você verga o pescoço pra trás, tenta encarar Romero, o qual bebe um gole da cerveja na garrafa.
— Fran, o Matí me chamou de piranha...
Francisco coça a nuca, cogitando as palavras pra responder, e acaba sendo o mesmo abusadinho de língua venenosa de sempre.
— E ele mentiu?
Tsc, você resmunga. Não é que queria ser defendida nem nada, não se pode esperar outra resposta senão essa mesmo. É só pela manha, pelo suspense que vem fazendo desde um certo momento, desde que vieram pro apê de Romero depois de sair. Encontraram com dois amigos dos garotos num bar e estenderam o ócio pra mais algumas horas no conforto dos sofás largos e da madrugada quente.
Tudo muito calculado, você tem certeza, assim que Matías menciona, com a cara mais lavada possível. Já é contatinho fixo dele, Fran entrou no meio mais tarde, trazendo sua personalidade atrevidinha e melosa. Agora, os outros dois...
Quer dizer, são um colírio pros olhos. Esteban, retraído, tem um olhar que beira o poético, um sorriso de lábios finos e uma fragrância tão agradável ao olfato que quando o abraçou naquele bar, cumprimentando, quis que ele não te soltasse nunca mais. E Enzo, igualmente mais contido, ostenta um charme old hollywood, com os cabelos espessos, acumulando atrás da orelha, mas casual também, de pulseirinhas no pulso.
E, sei lá, só o fato deles serem mais velhos que você, Matí e Fran ao mesmo tempo, os faz mais saborosos ainda.
Morde o lábio, discretamente, os observando. Esteban joga o pescoço pra trás, soprando uma bufada de fumaça no ar, e volta a atenção pro Vogrincic. A cabeça pendendo pro canto de leve, atencioso.
Enzo apaga a bituca no cinzeiro apoiado no parapeito. Corre os dedos pelos cabelos escuros, ajustando as mexas atrás da orelha, gesticulando com as mãos de dedos longos, que parecem mais ásperos, grossinhos. Pô, imagina só dois dentro de você, vai valer por três, nossa...
Alterna o foco entre ambos, fantasiando consigo mesma. E quanto mais alimenta seu lado carnal, mais faz a ideia de ser dividida essa noite parecer um final de festa plausível.
— Son muy guapos, ¿no? — Matías comenta, como quem não quer nada, ao flagrar seu olhar nada casto em direção aos amigos dele. — Eu só ando com gente atraente que nem eu.
— Eu admiro seu narcisismo, Matí. — Fran murmura, levando a garrafa à boca, porém para no meio do caminho quando percebe ah, então eu sou bonito também, e ri.
Mas você nem se dá conta do bom humor, nem percebe, pois a cabecinha está voando longe, com a ajuda dos olhos. Mordisca a pontinha da unha, divertindo-se com a perversidade da própria mente. Porra, o Esteban parece ser aqueles tipos que faz carinho na sua cabeça enquanto você mama ele...
— Ah, é isso que você quer? — Se assusta ao perceber que falou alto demais, e agora o Recault tem consciência dos seus desejos lascivos. Antes que possa detê-lo, no entanto, o argentino rapidamente se vira para o outro e dedura: “Kuku, a gatinha aqui quer que ‘cê faça carinho na cabeça dela enquanto ela te mama!”
Merda, você tem vontade de enfiar a cabeça numa panela quente quando a atenção da dupla recai sobre ti. Vê Esteban apagar o cigarro no cinzeiro, e fica mais inquieta conforme ambos deixam a sacada pra se aproximar de vocês três na sala de estar.
Enzo senta no mesmo sofá que o Recalt, abraçando uma almofada sobre o colo. Na face, tem um sorrisinho de lado, diferente do Kukuriczka, que vem com a expressão mais neutra na sua direção.
Esconde as mãos no bolso da bermuda de algodão, te olhando por cima. O que foi que disse?
— Diz pra ele, princesa — Matías te encoraja, sorrindo, canalha. — Diz.
Você perde a postura porque Esteban está perto. Ele tem um jeitinho tão acolhedor, tão doce, e é justamente por isso que você sente vontade de desaparecer no colo de Francisco por tão manhosa que fica. A vontade é miar feito uma gatinha no cio e se oferecer como um pedaço de carne, nunca ficou tão suscetível.
O mais alto sorri, tranquilo. Levanta as suas perninhas, pra se sentar no sofá junto contigo, e as pousa sobre as coxas dele. Acaricia a região do seu tornozelo, afetuoso.
— Sabe... — começa — ...Matí é um pirralho chato, não liga pra ele. Você não precisa fazer, ou dizer, nada que não queira, cariño. A noite já está sendo muito legal só por ter te conhecido.
Caramba, dá pra ficar mais desejável que isso? Meu Deus, o calor que você sente dominar o corpo parece querer te colocar em combustão. E quando ele te olha com a nuca deitada no encosto do estofado, aquelas íris castanhas brilhando, docinhas igual um caramelo. Quer gritar me come me come me come de tanto tesão.
Não aguenta, então. Rapidinho está no chão da sala, abandonando os braços de Fran de qualquer forma, só pra se colocar sentada sobre o piso, entre as pernas abertas do mais velho.
— Fode a minha boquinha, Kuku — apoia o queixo no joelho alheio —, porfi.
Esteban entreabre os lábios, mas sem saber bem o que dizer. A sua falta de vergonha pra ser baixa com as palavras o pega desprevenido, o que, nem de longe, é algo ruim pra quem tinha topado uma dinâmica tão plural feito a escolhida pra esta noite.
— Eu disse, viu? — Matías fala. — Não vai negar pra ela, né, cara?
O homem te olha. Deita a lateral da face no punho fechado, cotovelos no braço do sofá, feito te admirasse. Com a outra mão, toca no seu rosto, contornando o maxilar até erguê-lo e segurar no seu queixo. Pra uma menina tão lindinha, diz, é difícil falar ‘não’.
— Mas eu quero um beijo primeiro — é a única condição, e você prontamente se apoia nos joelhos para selar os lábios nos dele. Esteban sorri entre os selinhos, a boca vermelhinha com o seu batom. Te tocando na nuca, indo e vindo com os dedos na sua pele, entre os seus fios de cabelo.
Está desabotoando a camisa ao passo que as suas mãozinhas inquietas se encarregam de abrir a bermuda. Aquela maldita expressão tão calma, nem parece que vai ganhar um boquete neste instante mesmo. Te dá tanta ânsia que crava as unhas nas coxas masculinas, na espera ansiosa por recebê-lo na sua boca.
E quando o tem, porra, só de vê-lo cerrar os olhos por um segundinho ao arfar profundo, já te faz rebolar sobre as próprias panturrilhas, excitada.
Ele te ajuda com os cabelos, com tudo que pedisse na verdade. Se quisesse que o mais velho surrasse a ponta da sua língua com a cabecinha gorda, faria sem pensar duas vezes. Mas você gosta de se lambuzar nele, não? Deixa um filete de saliva vazar de entre os lábios pra escorrer pelo comprimento já molhado, duro na palma da sua mão, pra subir e descer com a punheta lenta. Caridosa, empenhada. Alheia a qualquer olhar lascivo dos demais na sala de estar, ou quaisquer comentários sarcásticos que eles possam estar murmurando entre si.
Daí, Fran tem que agir. Ardiloso, se senta no chão, pertinho de ti. Apoia o peso do corpo nas mãos espalmadas no piso, pendendo as costas pra trás ao te encarar bem bonitinha no que faz.
— Sabia que eu falei pro Matí que ‘cê ia dizer não? — comenta, sem mesmo esperar que você fosse parar de encher a boca pra focar em outro alguém. — Mas olha só pra ti... — O rapaz exibe um sorrisinho ladino. — Não posso esquecer da putinha indecente que você é. Fica fazendo dengo, mas é uma garotinha sem-vergonha, não é?
E você ronrona, de boca cheia. Francisco se inclina pra perto, aproveita que você deixa Esteban escapar pra recupar o fôlego, apenas punhetando com as mãos agora, pra sussurrar ao pé do seu ouvido. Posso te dedar enquanto você mama ele?
— Você aguenta, não aguenta? — Beija o seu ombro. — Hm?
— Aguenta, sim — é Esteban quem responde por ri. Toca no canto do seu rosto. — Olha como faz tão bem... Merece um agrado enquanto está sendo tão boa pra mim. — Com o polegar, limpa o excesso de saliva que escorre pelo seu queixo. — Vai aguentar, não vai, cariño?
Você faz que sim. Mesmo se ele propusesse a maior atrocidade, você faria que sim igualmente. Quer agradar e, agora, também não se importa em ser agradada.
Francisco impulsiona o seu corpo pra frente, precisa que seu quadril esteja mais elevado para que o ângulo permita subir a barra do seu vestido e arredar a calcinha pro lado. E você se esforça, o plano é se esforçar ao máximo, porém no primeiro toque dos dedos no seu íntimo, estremece.
— Poxa, já tão molhadinha... — Fran comenta, naquele tom de voz que faz tudo parecer zombaria. — E tudo isso só porque ele tá fodendo a sua boca?
Matías ri, soprado, o que você esperava da nossa vagabundinha preferida pra meter?, e leva um golpe na face com a almofada que Enzo segurava no colo. O Vogrincic aperta os olhos, seja mais cavalheiro com as palavras, pirralho, repreende.
Já Francisco beija o seu ombro mais uma vez. Dois dedinhos vão fundo em ti, deslizam com facilidade. Acariciam por dentro numa região propícia a te fazer ver estrelas. O polegar, por fora, pressiona outra área mais sensível ainda.
Você engole os choramingos, usa as mãos em Esteban quando necessita arfar, respirar fundo, pra controlar o desejo. Mas não aguenta, não consegue dar conta das duas tarefas. O quadril empinadinho se empurra contra os dedos, remexe lentinho, no automático. Porque foca tanto no estímulo que recebe, cega nisso, aparenta se esquecer que não pode simplesmente deixar a boca cheia pra sempre sem respirar.
Engasga, então. Umas duas vezes. Tosse, com os olhinhos vermelhos e marejando. Um fiozinho transparente te prendendo à cabecinha lambuzada, ao liberá-la da sua garganta quente.
Esteban te ajuda a se recompor, todo carinhoso.
— Calma, mi amor, respira. — Limpa a lagrimazinha que ameaça correr pela sua bochecha. E sorri, terno. Te acha mil vezes mais formosa aos olhos nessa forma vulnerável, fofa, que tem vontade de te pegar pela nuca e ele mesmo encher a sua boca de novo.
— ¿Qué te pasa? — Fran espia por cima dos seus ombros, flagra o seu olhar de coitadinha. — Awn, não aguentou... Pensei que fosse aguentar, princesa.
E essa é a deixa pra te oferecer mais ainda. Mais fundo com os dedos, mais rápido. Mais pressão por cima do seu clitóris, circulando o local. Você passa a servir somente, paradinha, aí sobra pros dois a função de tomar as rédeas. Segura nos joelhos masculinos, levando pela frente e por trás.
É preenchida em ambos os buraquinhos quase que no mesmo ritmo. O rosto vira uma bagunça molhada, uma mistura devassa de batom vermelho manchado, saliva e porra escorrendo pelo queixo, gotinhas no pescoço. E a mordida que recebe na nádega, sem pudor, te faz lamuriar, manhosa. Fran se diverte com o som dos seus gemidinhos, o barulho ensopadinho da sua garganta sendo fodida. Não controla a reação de enfiar a mão por dentro da bermuda pra tocar a si próprio.
Você goza sem refrear. Incapaz de prender o tesão que retém, a situação erótica na qual se colocou contribuindo absurdamente. Uma descarga elétrica percorre o corpo dos pés à cabeça, feito um arrepio. Os músculos dormentes, doloridos. O peito pesando e a mente tão, mas tão fora de si, doente de prazer, que deve revirar os olhinhos, tola.
Nem pensa direito, vazia de raciocínio, só houve a fala de que eles querem se derramar na sua boca e se põe sentada no chão outra vez. Separa os lábios, língua pra fora, como Fran demanda. Os jatos morninhos acertam a sua bochecha, o nariz, lambuzam a face. É uma conjuntura que envolve tamanha submissão da sua parte que os suspiros e as palavras chulas que ecoam de ambos se torna comum pros seus ouvidos.
Francisco senta de volta no sofá, recuperando o fôlego. O calor do próprio corpo o faz puxar a camisa, apoiar a nuca no encosto do estofado. Esteban, porém, permanece à sua frente mais um pouquinho. Também respira mal ainda, quando toca o seu queixo, admira o estrago que fora causado em ti.
— Muy bien, bebê. — Pousa a mão sobre a sua cabeça, acaricia. — Perdoa se eu não te fiz carinho antes, igual você queria. É que estava tão bom que eu me esqueci. — Se inclina, deixando um beijinho na sua testa.
Você tem vontade de choramingar de novo, se debater no chão enquanto lamuria e diz perversidades obscenas. Por que ele tem que ser assim?! Te faz ter vontade de oferecer comida, casa, buceta e roupa lavada. Só manha, porém, com os olhinhos caindo junto dos ombros, o observando sentar no sofá outra vez.
Enzo sorri, te olhando.
— Vem aqui, vem. — Estica o braço. — Chega de ficar nesse chão frio servindo esses dois.
Você cambaleia, engatinhando até poder ser tomada nos braços e subir pro colo do uruguaio. Olha o que eles fizeram contigo, aponta, analisando o seu rosto. Um grande ‘gentleman’, quando puxa a própria camisa para usá-la na limpeza da sua pele manchada. Matías, também no estofado, ri, balançando a cabeça negativamente, incrédulo com tamanha cortesia.
Bem melhor, Enzo escorrega o indicador na ponta do seu nariz, amoroso, ao finalizar. Não se importa com a peça agora suja, joga em qualquer cantinho mesmo. Pode arrumar outra emprestada com o Recault, mas não poderia deixar a gentileza passar — ainda mais porque percebe que você se derrete toda.
As suas bochechas queimam, retraída. E o calor da palma da mão dele soma-se à quentura do seu corpo quando toca o seu rosto. Só que desce, não esquenta só ali. Caindo pelo canto, rodeando rapidinho no seu pescoço, e desviando pra lateral. No ossinho da clavícula, até contornar a curva do ombro, levando consigo a alça do seu vestido.
A timidez some logo, porém, mesmo com os seios expostos dessa forma. Talvez seja o olhar ambicioso, banhado à cobiça, que te acende o íntimo, te manipula a ansiar por ele de volta.
Lembra do meu nome?, ele te pergunta, com a voz rouca. E você, que vinha no esquema de só sentir, e não pensar, demora a ter a iniciativa de uma resposta, apesar de saber muito bem o que dizer. O homem sorri, pousa o indicador no seu lábio como se quisesse orquestrar o movimento que deveria ser feito ao ele mesmo responder — Enzo.
Você repete, igualando o balançar dos lábios com os dele. Quase hipnotizada, boba. Ri, quando ele ri também. Se ele quisesse falar um milhão de coisas pra você ficar repetindo assim, feito um bichinho de estimação, repetiria sem pensar duas vezes. Só quer se entregar total pra ele e curtir todo o deleite que tem certeza que vai sentir nas mãos do uruguaio.
Fran e Esteban também sorriem, julgam adorável a forma com que o amigo parece te domar por completo, tão suave na dominância. Matías, por outro lado, estala a língua, de braços cruzados.
— Tá sendo muito bonzinho com ela — alega. Tomba pra perto, só pra poder te encarar. — Conta pra ele — encoraja —, conta pra ele a putinha que você é. — E você ri, virando o rosto pro outro lado. — Conta que gosta quando eu falo sujo com você, no seu ouvidinho, pego forte no seu cabelo pra te comer. — Estica o braço pra alcançar a sua bochecha e dar um tapinha, chamando a sua atenção de volta pra ele. — Hm?
— É verdade? — o tom do Vogrincic é aveludado, baixo. Pros desavisados, soa complacente, mas quanto mais você interage com o uruguaio mais percebe que ele é tão canalha quanto o Recault é, a diferença é que mascara com o charme. — Gosta quando Matí faz essas coisas contigo? — A mão grande sobe pela sua nuca, afunda os dedos na raiz do seu cabelo e retém os fios, firme. — Que te pegue assim? É? — Inclina pra frente, próximo com a boca do seu ouvido. — Que fale o quê? Que você não vale nada, que vai te comer forte? Ou pior?
Qual foi a palavra que o Matí usou mesmo? Mira na direção do amigo brevemente, mas nem precisa de uma resposta, porque volta o olhar pra ti mais uma vez, sorrindo, ah, sim, ‘putinha’...
Você o envolve, escondendo o rostinho na curva do pescoço dele. Mas o homem não te deixa recuar, as mãos escalam pelo seu torço, te empurrando de leve pra trás, pra encontrar o olhar no dele novamente. Cobrem por cima dos seus seios, só que apenas uma das mamas ganha uma carícia. Os dedos enroscam no mamilo durinho, aperta um pouquinho.
— Gosta dessas coisas, nena? — reitera. — Hm? — Do nariz erguido, pra te encarar, abaixa o olhar e roça a pontinha pela região do colo, curvando lentamente a sua coluna para que possa com a boca umedecer a pele. — Dímelo. — Beija por entre o vale dos seus seios, de estalar os lábios. Você segura nos cabelos dele, suspira, de olhinhos fechados. — Díselo a tu papi.
E você derrete só com o uso do termo. Admite que sim, gosta dessas coisas, que, às vezes, é ainda pior, por isso não abre mão do Recault, muito menos de Romero, pois pode encontrar o que procura neles. Mas, também, se defende. Matí é muito provocador, né? Curte tirar do sério, implicar. Você é baixa, danadinha sim, porém o argentino gosta de degradar mesmo.
A boca quente toma um biquinho, a pressão em volta dos lábios suga, cruel. Língua umedece, lambe. Você arqueja, permitindo que te devorem os peitos, enquanto se força pra baixo, encaixando o meio das pernas sobre a ereção.
Matías se levanta do sofá. Se posiciona atrás de ti, puxa de leve os seus cabelos pra te fazer pende a cabeça e mirá-lo.
— ‘Cê é tão cachorra... — caçoa, com um tiquinho de raiva por ter saído como o ‘vilão’, porém com mais desejo do que tudo. — Quer meter nela, não quer, Enzo?
Enzo levanta o queixo, os cabelos bagunçadinhos o deixam mais atraente, em especial quando sorri ladino, cafajeste. Vamo’ meter nela junto, a proposta do Recault faz o uruguaio morder o lábio.
Toca o seu rosto, amoroso.
— Consegue levar? — pergunta, numa falsa preocupação. — Não vai ser muito pra ti? Eu não acho que vai dar. Mal aguentou o Fran e o Esteban ao mesmo tempo, e olha que eles nem pegaram pesado...
Você une o sobrolho, quase que num desespero. Não, vai dar sim... E ele parece imitar a sua expressão, caçoando, óbvio.
— Tudo aqui? — Com os dedos, toca no seu ventre, com a sobrancelha arquiada. Alivia as linhas do rosto, abrindo um sorrisinho. — Ah, acho que não, nena...
Você até ia choramingar mais, insistir, embora tenha plena consciência de que ele só está tirando uma com a tua cara. Acontece que Matí beija a sua bochecha, aquela risadinha de moleque no pé do seu ouvido pra tranquilizar ‘relaxa, se ele meter aí, eu posso te foder aqui por trás.’
Vai deixar ele fazer isso, bebê?, Enzo continua provocando, com o mesmo sorriso na face. Deita atravessado no sofá, com a cabeça no braço do estofado, para levantar o quadril e retirar as roupas de baixo. O Recault se despe também, a pausa entre se livrar da camisa, e antes de se ocupar com a calça, sendo ocupada com as mordidinhas perto do lóbulo da sua orelha.
Você fica de pé apenas pra empurrar a calcinha pernas abaixo, logo vindo por cima do uruguaio outra vez. Verga pra frente, de joelhos no estofado. Alinha a ereção entre as pernas, desce devagarinho, toda meiguinha, com a boquinha entreaberta.
As mãos de Enzo seguram na sua bunda, apertam a carne. Quando se empina para que o outro possa te tomar junto, resvala a ponta do nariz na do Vogrincic, o qual sorri mais, acaricia a sua bochecha. Matías utiliza a própria saliva pra molhar o caminho, bem devasso, esfregando a cabecinha de cá pra lá, instigante. Ao forçar pra dentro, arranca um resmungo seu, um lamúrio doce que é facilmente calado com o selar nos lábios de Enzo.
Queria poder saber descrever a sensação. Deveria ter se acostumado, quando tem uma referência de já ter experimentado com os seus contatinhos, mas, sei lá, porque é com alguém diferente, tudo aparenta mais intenso. A completude. A fadiga. Ambos jogam o quadril até ti, ocupam tudo no seu interior quase que ao mesmo tempo. Matías torce os fios dos seus cabelos no próprio punho, a mão de Enzo envolve o seu pescoço, o geladinho do anel prateado dele contra a sua pele ardente.
Se sente não só passível, mas conquistada, deliciosamente domesticada. Leva o olhar pro sofá adjacente e flagra os outros dois capturados pela cena sórdida. Fran com a cabeça descansando no ombro do amigo, e Esteban com tamanho amor nos olhos que você não dura muito tempo.
Quando Enzo continua metendo depois do seu orgasmo, procurando pelo dele, é ainda mais gostoso. Te inunda por ali, te dá tudo de si pra te deixar pingando. E Matías faz o mesmo, claro. Enche o outro buraquinho, orgulhoso dos jatos de porra abundantes, quentes, que te faz reter.
Você desmonta sobre o uruguaio, exausta. O corpo não aguenta mover ao mínimo, pesado, espasmando. Com a lateral do rostinho no peitoral suado, até cerra os olhinhos, tentando regular a respiração junto com ele.
— ¿Estás bien, cariño? — Esteban se ajoelha pertinho do sofá, de frente pra ti. Acaricia na altura da sua têmpora.
Uhum, você responde de volta, a voz tão frágil e doce que ambos riem. Enzo beija a sua cabeça, afaga os seus cabelos.
— Te odeio, Matías — Fran resmunga, pegando uma almofada pra abraçá-la. — Olha só pra esses filhos da mãe... Já tô sentindo que vamo’ ter que dividir ela com eles de novo...
Matí sobe a calça, abotoa de volta. Com um sorrisinho de canto, oferece um olhar para os amigos mais velhos, que agora parecem fazer parte dessa dinâmica casual.
Abre os braços, e se curva, vaidoso. De nada.
424 notes · View notes
voglatte · 3 months
Note
smut con matías y que sea muy dom porfa, im begging you bestie 😢
⊹ ┊OR NAH ꒱ .゚
Tumblr media
↷ ˊ- pairing: matías recalt x f!reader.
warnings: +18, dom!matias, minors dni, choking, dirty talk?, creampie, p en v, thigh-riding, (leer bajo su responsabilidad).
summary: matías no se salva de caer bajo tus encantos aún sabiendo que eres prohibida.
• dani’s typing… ! siento que no sirvo para escribir smut pero bueno hago todo lo posible para que quede decente.
Tumblr media
las luces de colores adornaban el lugar junto con un puño de gente en la pista de baile, sintiendo la música que sonaba dentro del local donde se encontraban.
ya habías dejado de sentir tus piernas pero aún así decidida seguiste moviendo tus caderas con movimientos circulares mientras tus manos bajaban por tu figura cubierta por un fino vestido negro de cuero.
no pasó más de dos minutos cuando la respiración pesada y entrecortada de alguien chocaba contra tu cuello caliente, no le diste mucha importancia y seguiste bailando pegando tus caderas a la notable intimidad del “extraño”.
tu cuerpo se relajó al sentir el característico olor de hierba con menta, que te volvía loca.
“te quiero comer entera, nena” la voz de matías sonaba un poco más profunda de lo que era haciendo que tus muslos se apretaran para aliviar el calor que se posaba en tu vientre.
no dejó pasar el detalle subiendo su mano hasta tu cuello dándole un pequeño apretón y riendo.
“sos una atorada, muñeca. espera que por lo menos estemos en un lugar más privado” dió un último apretón en tu cuello dejando la marca de los anillos que adornaba sus dedos y de un jalón te llevó fuera del local sin decirle a nadie.
sentías tus pantys mojadas y la cara interna de tus muslos llenarse de tu excitación.
“te voy a coger tan duro que te voy a dejar hecha un desastre, hm” la pesaba mano apretó tus mejillas dejando tus labios en forma de pez, para adentrarse a su auto con tu compañía.
tu respiración se entrecortó frotando por milésima vez tus muslo, tu centro pedia a gritos atención y matías no estaba aguantando más.
llegaron en tiempo récord donde él residía y sin perder tiempo estampó tu espalda contra la puerta de la moderna casa haciéndote gruñir por la rudeza.
“ahora muñeca, te vas desquitar tu misma en mi muslo mientras veo esas tetas tuyas rebotar enfrente de mi” al tiempo de la luz te despojó de tu vestido haciéndote sentar sobre él, en su cómodo sillón. “es mejor que vayas empezando desde ya” golpeó tu glúteo.
una mancha ya se formaba en los pantalones claros de matías y podías decir que te avergonzaba lo necesitada que estabas pero es que nunca lo podías evitar, más cuando se ponía autoritario, dándote órdenes.
tus caderas empezaron a tomar vida propia moviéndose para adelante y atrás consiguiendo el ritmo perfecto, tus gemidos salieron de tu boca al sentir la áspera tela de sus jeans contra tu clítoris aún cubierto por la fina capa de la ropa interior.
su boca aprovechó de morder y chupar tus sensibles pezones mientras dos dedos de su mano llegaron a tu boca, lo entendiste completamente y empezaste a chuparlos casi atragantándote.
“soy adicto a tus tetas, amor” ronroneó sintiendo la húmeda de tu boca contra sus dedos y la viscosidad en su prenda inferior.
el único sonido que se escuchaba eran las succiones de matías junto a tus gemidos cada vez más agudos que indicaban que estabas a punto de venirte.
tus movimientos se volvieron más desordenados cosa que lo notó y te hizo parar.
negó sonriendo, disfrutaba verte así toda arruinada con tus cabellos sudados pegados a tu frente y con la máscara corrida, culpa de las pequeñas lágrimas que salían de tus ojos por placer.
“no amor, te vas a venir en mi polla” te hizo levantarte con el leve temblor en tus piernas hasta llegar a su espaciosa habitación con la cual ya estabas familiarizada.
llegó a tumbarte en las acolchadas mantas mientras se desprendía de sus prendas con extrema rapidez, sus dedos bajaron el elástico de tu ropa interior dejando ver tu intimidad brillante cosa que le hizo agua la boca.
pero ya sería para otro momento, todo lo que quería era cogerte hasta que alguno de los dos no dieran más.
su polla ahora liberada y rodillas apoyadas en el colchón hizo que se inclinara un poco, pegando toda su masculinidad a tu vientre.
la deslizó unas cuantas veces en tu centro haciéndote lloriquear como una mimada lo cual fue reprendido por dos fuertes nalgadas en tus glúteos dejándolos rojos.
“cerra la boquita” dió dos golpecitos suaves en tu mejilla mientras tus labios formaban un puchero. “¿estás lista para lo que te voy a dar o no?” y con un leve asentimiento de tu parte su miembro se hizo espacio entre tus labios inferiores, cavando profundo en una sola estocada que te hizo gritar.
sus manos se mantuvieron firme en la parte trasera de tus muslos pegándolos a tu pecho mientras veía en primera plana como tu intimidad tragaba su polla.
sus manos ya marcadas en tus muslos y glúteos por las nalgadas que te daba cuando sentía su miembro ser apretado por tu intimida.
“preciosa, me vas asfixiar con tu coño” dijo entrecortado, su respiración se iba agitando con el paso del tiempo.
tu intimidad absorbía su polla y la apretaba de una manera exquisita para él que se encontraba al borde del colapso, en esos minutos donde sus movimientos se hicieron perezosos y sus gruñidos eran más fuertes, tomó tu cuello con rudeza apretando en el punto clave.
dos, tres, cuatro estocadas más y su semilla desbordaba de tus pliegues junto a tus jugos. la habitación olía a sudor y sexo, inhalaste por la boca queriendo agarrar todo el aire que se te había escapado.
se quedó observando un momento como su semen se mezclaba con los jugos de tu intimidad y sintió otra vez el calor en su vientre.
dejó un beso algo bruto en tus labios y se acostó al lado de tu figura mientras te apretaba junto a él.
no bastaron diez minutos cuando sonó un móvil, era el de matías y el nombre que alumbró la pantalla fue “enzo”, esperó unos segundos y le respondió a su amigo.
— “hey boludo ¿de casualidad mi hermana anda con vos?” se escuchaba cierto ruido por el móvil, indicando que aún seguía en el boliche.
— “lamento informarte que no, creo que me comentó que se iba a quedar donde lena y que la iba a pasar buscando, seguro se le pasó decírtelo a vos” a veces no sabía con que cara mentirle a su amigo cuando a su lado tenía a sus mismísima hermana en brazos.
— “ya la llamaré, dale matu ¡gracias!” sonó un característico sonido indicando que había trancado.
te reíste un poco para luego negar con tu cabeza.
“no se si sabés pero lena me dijo que ya no la usáramos como cuartada” dijiste y el rodó los ojos.
“en realidad, no me importa” se lanzó contra tu boca, besándola sin ningún apuro.
así es, te estabas enredando con el amigo de tu hermano desde hace ya varios meses pero ninguno tenía la cara de decirle por lo que se mantenían en secreto y les estaba gustando a ambos, le daba un poco más de emoción a la situación.
———————————————————————————
by ﹫ VOGLATTE ╱ ando trabajando en más escritos que próximamente los voy a estar publicando, paciencia que a veces me llegan muchos pedidos (los tqm) .ᐟ
430 notes · View notes
jaquemuses · 2 months
Note
hola reina te puedo pedir uno de matias recalt en donde haya consumo de marihuana?? si no queres esta todo bien pero me haria ilusion, me encantan tus escritos
‐🪽
HOLA HERMOSA !! Perdón por haber tardado tanto pero aca esta!! Gracias por la request, me super insipiraste jajsj.
𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ slow down
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
synopsis: Matias pasa a buscarte para ir a fumar en pos de celebrar buenas noticias, sin embargo no es lo unico por lo que va a terminar celebrando.
pairings: Matias Recalt x reader
content: SMUT! car sex, uso de drogas, marihuana, alcohol,breeding, fingering, blowjob, sobre estimulacion, dirty talk
word count: 7,2k jeje
Tumblr media
i.
Esto ya se habia convertido una costumbre; donde Matías te pasaba a buscar a horas intempestivas para ir hasta la reserva natural de la costanera en su auto, siempre estacionando donde la vista es mejor para pasar un par de horas ahí y compartir un porro mientras esperan para ver el amanecer. No suena como un gran plan, pero son las noches que más esperas. Y esta es una de esas noches.
Estabas en la cama, el ventilador girando arriba tuyo intentando apaciguar las grandes oleadas de calor del mes de enero. El verano en la ciudad de buenos aires era el infierno en tierra. Te estabas revolviendo en la cama contra las sábanas delgadas que causaban mas calor del que creias posible que podia existir luchando contra el insomnio veraniego en donde los dias siempre terminaban en noches calurosas y pegajosas; las peores en tu opinion.
Podias sentir la ligera capa de sudor cubriendote, haciéndote sentir sucia, el ventilador haciendo poco para aliviar la pesadez del clima. -miraste el reloj despertador junto a tu cama por lo que se sentia como la centésima vez, y viste cómo pasaba de la 1:43 a la 1:44. Gracias a Dios es viernes; no estás de humor para levantarte en las próximas 4 horas y prepararte para ir a trabajar con una o dos horas de sueño. Tu horario de sueño ya estaba completamente desordenado y planeabas aprovechar ese fin de semana para intentar arreglarlo. Es justo ahí cuando escuchaste el "ping" de tu teléfono, iluminando el pequeño rincón de tu habitación con el mensaje de texto de Matías.
Holis consegui el papel, ¿venis a celebrar?
Te tapaste la boca con una sonrisa antes de abrir el chat.
Obviamente él sabia que estabas despierta, despues de todo era el quien se ocupo de arruinar tu horario de sueño llevándote a estas escapaditas a altas horas de la noche.
Sin embargo agradeciste internamente la invitación de Matías, hubieras estado dispuesta a inventar cualquier excusa para salir de tu calurosa casa. Tu respuesta fue rápida, y esperabas que no pareciera demasiado desesperada.
"obvio que si, ¿me pasas a buscar?"
Matias tardo un poco más en responder; probablemente estaba preparando sus cosas, llenando sus bolsillos de papelillos y de marihuana. No te sorprendería si se olvidara de traer un encendedor. Podrías contar con los dedos de las manos todas las veces que Matías te había invitado a fumar y se había olvidado de llevar uno. La última vez que se habian juntado, su encendedor se rompió y no habia traido uno de repuesto. Por lo que creiste conveniente recordárselo, porque seguramente ya habia fumado y su memoria no era la mejor cuando estaba drogado.
"Mati"
"acordate de llevar dos encendedores"
"que no nos vaya a pasar lo de la otra vez !!"
"(que no TE vaya a pasar)"
Y no pudiste evitar sentir una pequeña emoción cuando viste el texto debajo de su foto de perfil que te indicaba que estaba escribiendo.
"Jajsjsa, andate a cagar"
"te aviso cuando esté abajo."
Sonreíste ante su respuesta. Estabas segura de que se habia olvidado por completo.
Sin mas preambulos te levantaste de la cama, caminaste hacia el espejo que estaba colgado atras de tu puerta y te observaste. Las ojeras alrededor de tus ojos, y tu pelo desordenado definitivamente delataban tu lucha por conciliar el sueño. Tras ver eso corriste a darte una ducha rápida para refrescarte y al menos estar presentable antes de que él llegara. Te pusiste una musculosa blanca y un par de shorts que ni siquiera recordabas haber comprado. Todavía hacía calor afuera, así que no llevaste una campera ya que estos encuentros generalmente solian durar un par de horas y era cuando comenzaba a refrescar, pero no lo suficiente como para llevar un abrigo, ¿verdad? El auto de Matías llegó antes de que pudieras decidirte.
El claxon te hizo correr escaleras abajo, casi tropezandote al bajar. No pudiste evitar sentirte emocionada, podias sentir que había una gran y estúpida sonrisa en tu rostro. Aun así, no encontraste razones para borrarla, estaban por verse para salir a festejar que matias habia conseguido el papel, era razon suficiente para estar sonriendl. Justo antes de abrir la puerta, te revisaste una vez más: llaves, billetera, teléfono y encendedor. Por las dudas.
Con tus zapatos apenas puestos, cerraste la puerta atras tuyo y corriste por el patio delantero. El aire nocturno se sintió maravilloso y lo recibiste mientras golpeaba tu pelo todavia mojado. Lo sentiste refrescandote y de repente estuviste contenta de haber decidido no traer un abrigo, despues de tantos días de calor este aire fresco se sentia fenomenal.
Pudiste ver el perfil de Matías a través de la ventana del pasajero y casi jadeaste. Su cabello estaba tirado descuidadamente hacia atrás, algunos mechones sueltos enmarcando ligeramente su cara. La luz de los faroles hacian un buen trabajo iluminando su mandíbula, y te preguntaste si realmente era el aire frío lo que causaba los escalofríos.
Esperabas que el color rojo en tus mejillas desapareciera antes de subirte al auto, querias ahorrarte las burlas de parte de tu amigo.
"Hola" dijiste alargando la "a" al entrar al auto, tu sonrisa de oreja a oreja mientras te acomodabas en el asiento para depositar un suave beso en la mejilla del castaño.
Él se inclinó hacia adelante y agarró el abrigo que estaba sobre el asiento del pasajero, tirandolo hacia atrás antes de que subieras. "Hola nena!!" te dijo con una sonrisa ladeada "mira que día festivo te clave ehh." Su habla salió un poco arrastrada; si no te habías dado cuenta ya por el olor en el auto, te dabas cuenta por su voz que ya estaba drogado, o al menos contentito. Te preguntabas qué pensarían tus padres si te hubieran visto ahi, en el auto del porrero de la facu yendo a fumar y a beber alcohol barato. Pero si no se enteran no les va a molestar.
"No es un día festivo, Matías. Deja de buscar excusas para fumar." dijiste riendote "Quiero que me cuentes TODO, como te llamaron que te dijeron que tenes que hacer." empezaste a hablar mientras te abrochabas el cinturon.
Conocías a Matías desde hacia ya bastante tiempo. Estuvieron en la misma secundaria sin embargo sus interacciones no comenzaron hasta que empezaron la universidad. Él se te acercó cuando mientras estudiabas para un examen. No era algo tan importante, pero siempre te estresabas y te ponias frenética dos semanas antes de cualquier examen. Matías no era tonto y habia notado eso, porque te ofrecio algunos consejos para tranquilizarte, por así decirlo.
Una cosa llevó a la otra, y de repente estabas en su habitación, con un bong en una mano y un encendedor en la otra. Empezaste a visitarlo más y más, quedándote por períodos cada vez más largos, hasta el punto en que habian dias que te quedabas a dormir, no siempre consumias porque tampoco te encantaba fumar, pero si disfrutabas de su presencia.
Cabe aclarar, desaprobaste el examen.
"Bueno che pero me estoy portando bien! Ahora decidí que solo voy a fumar en días festivos". Qué mentiroso. Hubieras apostado todo tu sueldo a que esa regla no le iba a durar mucho.
"Matías, si solo fumaras en días festivos, eso significaria que todos los dias de tu vida son festivos". Se metió entre los dos y subió el volumen de la música, chase atlantic sonaba dentro del auto.
"Y bueno, hay que festejar que estamos vivos" Se rió a tu lado, quitando una mano del volante para pasarte una cajita, empujándola contra tu hombro.
"Deja de reclamarme y abrí tu regalo".
Con una mirada confundida en tu rostro, la tomaste. Era larga pero pequeña, y estaba envuelta en una cinta que él había atado en un pequeño moño en la parte superior.
"¿Qué es esto?" Él estaba sonriendo como un nene chiquito.
"Si te fuera a decir entonces no lo hubiera envuelto, tarada", te dijo con un tono burlesco, y una amplia sonrisa en su rostro, "Dale, abrilo"
Y así desataste el pequeño lazo, la cinta se deslizó fácilmente de la caja. Levantaste la tapa y adentro había un porro enrollado de manera desordenada reposando sobre un pequeño almohadoncito de terciopelo. Rodaste los ojos.
"¿Posta envolviste un porro en papel de regalo?" dijiste burlandote.
Matias te miró, los ojos alternando entre tu rostro y la caja. "Ves que sos una forra, ni un gracias me decis..." dijo fingiendo estar ofendido. "Si sos tan desagradecida me lo quedo yo." Intentó agarrar el porro de tus manos, pero fuiste más rápida.
"Menos mal que no te dedicas a robar porque te cagas de hambre, no me podes ni sacar un porro de la mano." El castaño fingió estar herido antes de volver su atención a la carretera.
"Es culpa de la marihuana, hace que mis reacciones sean mas lentas."
"No me digas eso cuando estás manejando el auto, boludo", exclamaste.
"Ay nena. Vos sabes que manejé mucho mas drogado y nunca choqué."
Eso era mentira. ¿Se olvidó que estabas en el auto con él cuando chocó contra el auto de adelante? Tu mama no habia estado muy contenta cuando se entero, pero eras grande ahora; y no podía prohibirte verlo.
"Matias yo estaba con vos esa vez que chocaste contra el auto de un tipo que después te quería cagar a trompadas ¿O te olvidaste de eso?" Le recordaste.
"Bueno pero eso no cuenta. El flaco estaba frenando de golpe, se la buscó. Tuvo suerte de que yo no estaba con ganas de pelear."
"¿No estabas con ganas de pelear? Más bien estabas cagado." Te burlabas de Matías todo el tiempo por eso, pero para ser honesta siempre te sentías segura cuando él manejaba.
Bueno, sí, manejaba cuando estaba fumado, pero había fumado tanto a lo largo de su vida que parecía 100 veces más capaz que cuando estaba sobrio. Confiabas en él con tu vida, para la desgracia de tus papás.
"Y si boluda, ¿vos te acordas del tipo ese? ¡Era alto y estaba armado como si fuera un patovica! Nunca empiezo una pelea que sé que voy a perder. Soy más inteligente, no más fuerte, así sobreviví hasta ahora." Te reías, una sonrisa se te dibujaba en los labios cada vez que lo escuchabas hablar "Bueno, segui así y mira a la ruta cuando manejas."
ii.
Medio porro, tres birras cada uno y media hora de viaje en auto después, llegaron a la costanera. Eran poco más de las 3 am y el horizonte tenía un ligero tinte azul claro, una señal de que el sol pronto traería un nuevo día.
El aire era refrescante y llenaba tus pulmones mientras comenzabas a sentir como todos tus musculos empezaban a relajarse producto de la marihuana haciendo efecto en tu sistema nervioso. El calor parecía haberse ido y ahora el frío se instalaba en tus huesos haciéndote pensar en subir la ventana y en por qué no te habias traido ese abrigo. Matías debió haber notado cómo temblabas porque subió la ventanilla desde los controles en su lado.
"Gracias. ¿Estás pendiente de mí?" dijiste mirandolo a los ojos con una suave sonrisa.
"Siempre". Era verdad, siempre lo estaba.
Debía ser tarde, porque desde la última vez que escucharon al locutor en la radio habian pasado al menos cinco canciones. Ahora los débiles sonidos de clásicos de los 90 se filtraban por los parlantes uno tras otro. Un ruido de fondo perfecto para fumar a esas horas de la noche. Apoyaste tu cabeza contra el asiento y cerraste los ojos disfrutando la sensación de tus músculos volviéndose ligeros.
"Ya son casi las 4:20, ¿cómo vamos a celebrar?"
Matías preguntó sobre el sonido de la radio.
"No sé, ¿como siempre? Fumamos, tomamos, hablamos boludeces y despues vamos a comprar una happy meal." Giraste la cabeza hacia él. "¿Qué podría ser mejor que eso?"
Cogerte en el asiento trasero de su auto mientras fumaban un porro. Eso definitivamente superaría cualquier happy meal de McDonald's. Pensó, pero no lo dijo.
"Me parece perfecto." Dijo Matías aunque preferiria tenerte a su merced en el asiento de atras.
Te pasó el porro que había fumado hasta la mitad y observó como te lamiste los labios antes de deslizarlo entre ellos y tomar una profunda bocanada.
Matías siempre pensó que lucías mejor cuando estabas drogada. La hierba parecía hacer brillar tu piel, creando un cierto aspecto rosado en tus mejillas. Tus ojos siempre lucían más brillantes también, húmedos y un poco vidriosos. Se imaginaba que así era exactamente como te veías cuando estabas caliente, y no estaba equivocado.
Desde que empezaste a fumar, te habias dado cuenta que te ponía un poco más cachonda de lo habitual. No sabías qué te pasaba; era como si encendiera un interruptor adentro tuyo y tus sentidos se agudizaban. Te volvías un poco necesitada y un poco cariñosa, y definitivamente te mojabas mas que cuando estabas sobria. Y cuando estás con Matías fumando? Dios... Apenas dos porros y todo lo que ese hombre tenía que hacer era mirarte para ponerte como una perra en celo.
Tenías la sensación de que Matías sentia lo mismo, pero en todo este tiempo que habias estado haciendo esto con él, nunca habia dado el primer paso. Empezabas a pensar que tal vez no sentia lo mismo, ¿o estaba esperando a que seas vos la que daba el primer paso?
Bueno, apenas habías fumado medio porro y tomado tres cervezas. Pero capaz que otro porro y medio y dos cervezas más te iban a dar la valentia para encararlo.
iii.
El tiempo parecía volar. Matías te estaba contando una historia sobre una chica a la que le vendía marihuana en la universidad y cómo ella se ofreció a hacerle una mamada para pagarsela. Él le dijo que no era por ser desagradecido, pero que necesitaba el dinero. Una mamada hubiera sido genial y todo, explicó el castaño, pero no era lo que estaba buscando. En algún momento entre mencionar una mamada y algo sobre ser abofeteado por la chica mencionada anteriormente, dejaste de prestar atención. La cerveza y el porro ya te habian afectado, pero se mezclaban con algo más peligroso. No podías evitar que tus ojos se desviaran hacia sus labios, viéndolos formar palabras a las que no estabas prestando atención y preguntándote qué tan suaves se sentirían entre los tuyos. Luego tu mirada comenzó a bajar y ahora recién te diste cuenta de que estaba usando pantalones de jogging grises; por lo que podias ver contorno de su pene desde tu posición en el auto, haciendo que tus pensamientos se aceleraran.
"¿Me estas escuchando?" dijo matias cuando se dio cuenta que habias dejado de prestar atención.
No sabías por qué lo decías, pero no hubo forma de evitar que la pregunta saliera de tus labios.
"¿Te puedo chupar la pija?" Solo te diste cuenta de lo que habías dicho cuando volviste a mirar a Matías. Sus ojos estaban abiertos de par en par y parecía confundido.
Mierda.
Él simplemente se quedó allí, con la boca ligeramente abierta mientras procesaba lo que acababas de decirle. ¿Te había escuchado bien? No, seguro habia sido el efecto de la hierba jugandole una mala pasada. Aun así, tenía esperanzas y continuó, "¿Qué?"
Mierda, realmente acababas de decir eso. Pensaste en formas de recuperarte de esto, pero no había forma de que tu cerebro pudiera inventar algo que tuviera sentido. No habia vuelta atras, asi que continuaste, "La oferta no va a durar mucho más." Un nudo comenzó a formarse en tu garganta y tu boca se secó.
Matías empujó su asiento hacia atrás y dejó que sus ojos ligeramente enrojecidos te miraran fijamente, pasando su lengua por su labio inferior mientras su mirada recorría tu cuerpo antes de posarse en tus ojos. Pensabas que no se habia dado cuenta de cómo tus muslos se tensaron cuando el borde de su camiseta se levanto un poco con el movimiento, pero sí lo habia notado, y estaba disfrutando de la forma en que estabas retorciéndote a su lado. Se preguntaba si ya estabas mojada y si esa humedad estaba comenzando a manchar todo el asiento abajo tuyo.
Se preguntaba cuánto tiempo habías querido hacerle esa pregunta. ¿Fue desde que estacionó en la costanera, o mientras estaban en camino? Tal vez incluso antes de eso. ¿Podría haber comenzado cuando te envió un mensaje de texto? ¿O quizás habias tenido este sentimiento durante mucho tiempo, desde cuando solían pasar tiempo juntos en su habitación compartiendo un porro y jugando juegos de mesa? Tal vez, solo tal vez...
Mientras Matías pensaba, definitivamente disfrutaba de verte entrar en pánico. Se aseguró de que estuvieras mirando cuando llevó el porro a sus labios, humedeciéndolos antes de tomar una calada. Respiró profundamente, dejando que el humo llenara sus pulmones. Pudiste ver el extremo del porro brillar, ardiendo en un ámbar profundo.
Cuando Matías exhaló, estuvo velado por el humo; parecía un poco intimidante, sus ojos nunca se apartaron de los tuyos, y podías darte cuenta que estaba pensando en decir algo.
"Dale."
¿Dale? ¿Eso era todo lo que iba a decir? ¿No iba a cuestionarlo? Bueno. Ambos podían jugar ese juego.
Sin apartar la mirada de él, tus dedos fríos se deslizaron por el borde de su pantalón, él respiro entre dientes por el contacto repentino. Fue entonces cuando te diste cuenta de que no llevaba ropa interior, obvio que no, era Matías. Sacaste su miembro de sus pantalones viendo como ya estaba erecto, retorciendose ante tu fresco contacto. Casi jadeaste al verlo y tus muslos se tensaron. Sentiste como una vena prominente a lo largo de la parte inferior se hinchaba bajo tus dedos.
Delicadamente envolviste tus dedos alrededor de su eje y lo llevaste hacia tu boca, tu lengua rozando su punta y dejando que tu cálido aliento lo acaricie. Matías sabia que lo estabas provocando e hizo todo lo posible para no levantar la pelvis y follarte la boca, manteniendo sus ojos en los tuyos. No te iba a dejar ganar.
Sentiste cómo tu compostura comenzaba a flaquear cuando viste la punta goteante de Matías, y no pudiste evitar lamerla con lentitud. Él inhaló una bocanada entre dientes cuando sintio tu lengua, y cuando levantaste la vista, te encontraste con su mirada fija, incitándote con sus ojos.
Cuando saboreaste a Matías en tu lengua, no pudiste evitar succionarlo ligeramente hacia tu boca. Tenia un sabor un poco dulce, sin duda por la hierba que corria por sus venas. Cediste ante su miembro bastante fácilmente, ansiosa por sentir su pene llenando tu garganta. Tu boca se hundio en él lentamente mientras ahuecabas tus mejillas. Pudiste sentir como la saliva se acumulaba en tu boca y cubria su pene dandole un leve brillo. Matias gimió ante la sensacion e inclinó la cabeza hacia atrás, sus manos se hicieron puños a los costados del asiento. Sus gemidos y jadeos fueron los que te incentivaron a moverte y antes de que pudieras darte cuenta estabas subiendo y bajando tu cabeza con un buen ritmo.
Su pene era fino y largo, su punta golpeaba el fondo de tu garganta, cosa que hizo que tuvieras que separarte para retomar el aliento viendo como un jilo de saliva unia tus labios con su bombeante pene. Sus dedos se entrelazaron rapidamente al rededor de tu pelo, guiando tu boca de regreso a su pene.
"Dios nena, no me dejes asi, seguí por favor."
Sentiste tus rodillas temblar ante sus palabras y sin mas dilacion lo tomaste de nuevo dentro de tu boca.
Gemidos salian de tu boca y matias no podia creer que todo esto estuviera pasando, no entraba en su cabeza como podia tenerte wntre sus piernas chupandole la pija en su auto, por un momento pensó que estaba soñando. Sus caderas comenzaron a moverse hacia arriba, penetrando tu boca y haciendote tener algunas arcadas que no detuvieron tu labor. Sus dedos apretaban cada vez mas fuerte tu cabello hasta que en un momento, decidio tirar de ellos apartandote de su pene.
"Ah, mierda- si no te sacaba me iba a correr." dijo jadeando
Tratasgw de recuperar el aliento, ya sabias que posiblemente estabas hecha un desastre, sentias tu cabello pegado en tu rostro cubierto de saliva, la piel enrojecida y las lágrimas en tus pestañas. Pero él todavía te miraba como si estuvieras hecha de polvo de hadas.
"Vení para aca." musitó
Antes de que tu cerebro tenga tiempo de enviar ordenes a tu cuerpo, Matías se inclinó hacia adelante atrayendote hacia él, sus brazos rodeando tu pequeña espalda mientras te acercaba imposiblemente mas a su cuerpo, pecho contra pecho. Su boca se poso sobre la tuya inmediatamente, su lengua pasando por tus labios y metiéndose en tu boca. Podias sentir la tensión de su mandíbula contra la tuya y sus palpitaciones apresuradas contra tus manos sobre su pecho.
El momento era embriagador; podias saborear el dulce sabor de Matías en tu boca y su miembro presionando contra tu intimidad dejandote deseando mas. Simplemente no era suficiente.
Casi como si él hubiera leido tu mente, sentiste el leve roce de los dedos de Matías mientras jugando con el borde de tu musculosa. Sus dedos siempre habian sido fríos y gemiste ante la repentina sensación, gimiendo en su boca mientras sus dedos se deslizaban debajo de la tela, recorriendo la piel cálida de tu torso. Su toque provocó un escalofrío que provoco que tu piel se erizara.
Mierda, te sentías como una colegiala a punto de tener su primera vez. Ya lo habías hecho antes, pero nunca con Matías. Las mariposas revoloteaban en tu estómago por la forma en que te tocaba, y había algo en la forma en que te hablaba que te llenaba de nervios.
Sus dedos acariciando la suave carne de tus pechos te sacaron de tus pensamientos. Sentiste que la respiración de Matías se detenía, y ahí fue cuando recordaste que no estabas usando sostén. Abajo tuyo, tu amigo se rió para sí mismo por su pequeño descubrimiento. Sus pulgares pasaron sobre tus pezones endurecidos y, mierda, ¿habías estado sin sostén todo este tiempo? ¿Sentada junto a él, con los pechos desnudos rozando la tela de tu remera? Matias no pudo evitar preguntarse si tu coño estaba igual de desnudo y su corazón se aceleró ante la idea. Su sistema lleno de sustancias simplemente no podía con ello, y empezó a moverse hacia vos para averiguarlo.
"¿Sin sostén?" Matías susurró contra tu cuello, pudiste sentir el roce de sus labios contra tu piel, una sonrisa traviesa se extendio por su rostro. "¿Lo hiciste a propósito?"
Matías se rió contra tu cuello cuando tus muslos se contrajeron alrededor de él ante sus palabras. Por supuesto que era para él. Todo lo que hacías lo era.
Observaste cómo sus ojos, enrojecidos y vidriosos, caían sobre tus manos mientras tus dedos recorrian su piel hundiéndose ligeramente en esta y definitivamente notó tus escalofríos cuando tus manos encontraron su abdomen duro y, si ya de por si su ego no era lo suficientemente grande, definitivamente lo era ahora. ¿Lo habías deseado tanto como él te había deseado?
Fue entonces cuando Matías te miró, llevando el porro a sus labios resecos y tomando una larga calada, sosteniéndo el humo en su boca mientras se expandia en su garganta y pulmones. Desearías poder ver sus pensamientos en este momento; matarías por saber qué estaba pasando en esa mente nublada suya.
Después de lo que pareció una eternidad, finalmente soltó el humo y lo sopló sobre tu figura medio desnuda, envolviéndote en un suave halo de humo, con los ojos aún clavados en los tuyos como si estuviera esperando tu próximo movimiento.
El silencio de Matías te puso ansiosa. No podías decir si estaba disfrutando de la vista o pensando en cambiar de opinión. La mezcla de la marihuana corriendo por tus venas y los nervios que creaba la mirada de Matías te hizo sentir un poco mareada y nerviosa, así que le preguntaste.
"¿Me das una pitada?" Tenías una sonrisa coqueta en el rostro, un destello travieso en tus ojos mientras tu mano se aventuraba un poco más abajo. ¿Cómo podría decir que no?
Con una sonrisa ladeada, las palabras de Matías salieron lentas y un poco arrastradas mientras raspaban al pasar por sus labios. Siempre te había encantado lo ronca y áspera que se ponía su voz cuando estaba fumado. Nunca dejaba de hacer que tu conchita se mojara.
"Obvio hermosa." Sus manos apretaron más fuerte tus muslos antes de que llevara el porro a tus labios.
Recordó la primera vez que habian fumado juntos.
Nunca esperó que dijeras que sí, pero estaba muy, muy contento de que lo hicieras.
Fue cuando eras bastante inexperta. Ambos estaban en su habitacion, tu mente nebulosa por el consumo de marihuana. Era adorable lo exaltada que te ponías, riendote por cualquier cosa que él dijera o hiciera y haciendo chistes malos que solamente vos encontrarías absolutamente hilarantes. Pero tambien empezaste a volverte audaz, tus manos agarrando su mandíbula para acercarlo para pedir otro porro. Matias recordaba muy bien como tus labios se acercaban hasta que estuvieron casi rozando los suyos, prácticamente suplicando ser besados; pero nunca lo hizo, mas que nada porque no sabia si estabas en tus cabales. Pero se lo pusiste difícil.
La marihuana te ponia mas cariñosa y necesitada a medida que pasaba la noche. Agarrabas el cuello de Matías para acercarlo y susurrarle cosas al oído. Tan cerca que podía sentir tu aliento caliente contra su piel, tus labios presionando ligeramente contra su oreja. Matías apostaba a que tus labios sabrían deliciosos con tu brillo labial de cereza mezclado con el dulce sabor de la marihuana.
Sabia que iba a ser difícil para él detenerse, así que nunca comenzó. Pero con el pasar del tiempo, ibas cada vez más a su casa, y pronto ya no eras tan inexperta.
Dejaste de estar tan exaltada y necesitada a medida que desarrollabas tu tolerancia, incluso eras capaz de manejar un porro entero vos sola. Matías casi estaba orgulloso de lo lejos que habías llegado, pero eso significaba no más mimitos y no más trenzas en el cabello. Estaría mintiendo si dijera que no lo iba a extrañar.
Así que podías imaginarte lo emocionado que estaba en ese momento mientras te restregabas contra él, tan necesitada como las primeras veces que habias fumado, tu coño cubierto frotándose contra su miembro desnudo y palpitante haciendo un desastre en tus shorts.
Los dedos de Matías rodearon tu mandíbula, el pulgar pasando por tus labios incitandolos a abrirse. Lo unico que tuvo que hacer fue meter la punta de su dedo dentro para ver cómo tu boca lo recibia, tu lengua girando alrededor de su dígito. Te acercó un poco más, lo suficiente para mantenerte queriendo más mientras exhalaba, envolviéndote en una nube de humo.
Lo inhalaste y lo sentiste ir directo a tu cabeza, mareandote y haciéndote sentir tan ligera como el aire.
Joder, lo habías extrañado. No pudiste evitar la forma en que tus caderas se movieron hacia él mientras lo hacía de nuevo con su lengua sumergiéndose en tu boca esta vez.
"Mirate. Tan desesperada por tenerme adentro, ¿eh?" Dios, Matías sabia que te morías por él, y nada podía calmar tu hambre excepto su pene llenándote por completo. Cada vez estabas mas impaciente, pero antes de que tuvieras tiempo de tonar cartas en el asunto, sentiste los dedos errantes del castaño rozando tu entrepierna cubierta. La tela de tus shorts y de tus panties formando una especie de barrera y sentiste la necesidad de sentir esos largos dedos profundamente dentro tuyo, sentias que si pasabas un minuto mas sin ser follada ibas a estallar.
Sus dedos frotaron circulos sobre la tela por encima de tu clitoris y sentiste como tu ropa interior se empapaba bajo sus dedos.
"Matías, necesito tus dedos adentro." El simplemente se burló de lo desesperada que estabas y le encantó el hecho de tenerte suplicando encima suyo.
"¿No vas a decir por favor?" Matías podía ser un tarado a veces, pero hoy no estabas en condiciones de responder con algo inteligente, tu cerebro era un lío confuso y todo en lo que podías pensar era en Matías y sus dedos y su pene y cuánto lo necesitabas. Así que simplemente te rendiste, ni siquiera intentaste ser un poco sutil al respecto.
"Ugh, por favor, por favor. Cogeme con tus dedos, por favor." gemiste retorciéndote bajo el su toque, el cual simplemente no era suficiente.
"No puedo si tenes esos shorts puestos."
Obedeciendo a sus deseos, te sacaste los shorts sin rechistar, deseando que esa fastidiosa capa de tela ya no estuviera ahí. El castaño gimio debajo tuyo al ver lo que tenía adelante.
Tenías puesta ropa interior gris, y el color hacía que tu humedad fuera visible para Matías, quien no pudo evitar pasar su dedo índice a lo largo de tu entrepierna y hasta tu clítoris. La acción te sacó un gemido delicioso, y él tuvo que apartar la mirada de tu entrepierna para mirarte.
Observabas connatencion y anhelo cada movimiento de Matías, viendo como su dedo dibujaba circulos alrededor de tu clítoris, tu ropa interior oscureciéndose a medida que la humedad crecía. Tus caderas empezaron a moverse hacia adelante, desesperada por sentir esa presión que tanto deseabas.
Si Matías hubiera tenido la mente clara y no estuviera tan drogado, te hubiera hecho rogar por ello, te habría hecho esperar hasta que estuvieras al borde de las lágrimas antes de darte lo que querías. Pero él estaba tan desesperado como vos, y su compostura estaba al límite.
Entonces, con una mano, apartó tus panties hacia un lado, y un gemido gutural se te escapó cuando sentiste las yemas de los dedos del chico deslizarse entre tus pliegues. Sus dedos esparcieron tu humedad hasta tu clítoris, y despues, tal como había prometido, metio uno dentro de tu coño. Jadeaste mientras sentias como su dedo se colaba entre tus paredes, y soltaste un gemido de alivio que no sabias que estabas conteniendo.
"Mirate bebé. ¿Estas tan mojadita por mí?" Sí. Todo era para él. Siempre lo había sido y siempre lo sería. Tus interiores succionaban su dedo profundamente, apretandose contra sus nudillos, enviando olas de excitacion directamente a su polla palpitante. No podias esperar para que reemplazara sus dedos con su pene. El simple pensamiento de matias cogiendote duro hizo que tus rodillas temblaran con anticipacion.
Su dedo medio se unió a su dedo anular dentro tuyo, y movió su muñeca para posicionarse mejor para poder mover sus dedos a un ritmo más rápido. No tardo mucho en establecer un ritmo que te huzo temblar hasta el alma, y tuviste que extender las manos contra la -ya empañada- ventana. Con cada embestida tus yemas golpeaban ese punto dentro tuyo y justo cuando creias que era demasiado subio su otra mano a tu intimidad para frotar tu clitoris.
Sentiste la conocida sensacion de placer acumulandose en tu centro y antes de que tu cerebro pudiera procesarlo, te estabas corriendo contra sus dedos, tus piernas temblando y tus labios soltando gemidos con su nombre contra su cuello.
"¡D-dios, Matías!" exclamaste, tus uñas clavandose en su antebrazo.
"Shhh. Tranquila, aca estoy." Matías sintió cómo te apretabas alrededor de sus dedos después de haberte corrido, sin embargo retiro sus dedos de tu interior y se los llevo a la boca, gimiendo al rededor de ellos. "No puedo esperar más, bebé. Necesito estar adentro tuyo."
Antes de que tuvieras tiempo de calmarte de tu clímax volviona apartar tu rompa interior hacia un lado y alineó su polla con tu entrada. Lentamente, te hundiste en él.
Gimieron juntos mientras lo tomaste lentamente en tu coño, centímetro a centímetro. Podías sentir esa vena prominente sobresaliendo contra tus paredes, y tus interiores se apretaron ante la sensación.
Una vez que Matías estuvo completamente dentro tuyo, tu cuerpo comenzó a moverse por sí solo, desesperada por sentirlo. Empezaste a moverte hacia abajo, pero él agarró tus caderas para detener tus movimientos, manteniendote quieta encima suyo. Sus ojos estaban cerrados y su ceño fruncido, por lo que te preocupaste. "Mati? Estas bien?" dijiste pasando tus manos por su rostro, quitando el cabello que cubria sus hermosas facciones.
"Si gorda... pero si te moves tan enseguida me voy a correr... Deja, deja que me concentre."
Te reiste por lo bajo y empezaste a dejar un camino de besos desde la comisura de sus labios hasta su cuello, de vez en cuando algunos gemidos ahogados salian de tu boca, necesitabas moverte pero entendias que tenias que darle su tiempo, despues de todo sabias que la marihuana agudizaba todos los sentidos y esto no era excepcion.
"Matías, por favor, no sé cuánto más puedo aguantar.". rogaste en un jadeo que hicieron tido lo ckntrario a ayudarlo a que se concentre. La marihuana tampoco ayudó; lo volvió aún más sensible a las tus cálidas y húmedas paredes apretandolo.
Estabas arriba de él, con su polla bien dentro tuyo durante lo que pareció una eternidad. Te estabas impacientando un poco y casi comenzás a moverte hasta que lo escuchaste debajo de vos.
"Dale, bebé, movete". Y eso fue todo lo que necesitaste escuchar. Comenzaste a mover tus caderas sobre las suyas, la punta de su polla tocando ese punto tan placentero dentro tuyo. Soltaste un pequeño grito cuando sentiste como sus caderas subian para embestirte un poco.
Una de sus grandes manos estaba en tu cadera, balanceándose de un lado a otro con tus movimientos, mientras la otra sostenía el porro entre sus dedos, ofreciéndotelo después de darle una pitada y soplar el humo sobre tu cuerpo, envolviéndote en una neblina de humo. Mientras tanto, la luz naranja de las farolas afuera te bañaban en un resplandor celestial, suavizando tu piel. Matías se inclino a darte un tierno beso. Carajo, te veías etérea y el sabia que iba a recordar esta imagen para siempre, deseaba poder tatuarselanoara revivirla cuando quisiera.
La forma en que tu cuerpo se movía sobre él lo tenía mirándote con asombro. Juraba que eras un puto ángel enviado a la Tierra solo para él. Parecías estar bañada en una luz que lo rodeaba a el también. Todavía no podía creer que esto estuviera pasando realmente.
Parte de Matías quería darte vuelta y tenerte abajo suyo. Quería levantarte la pierna sobre su hombro y llegar un poco más profundo, la punta rozando ese punto dulce dentro tuyo... pero ¿por qué habría de hacerlo cuando lo estabas haciendo tan bien vos misma? Y él tenía la vista más perfecta desde abajo; podía ver todo, desde tu coño hasta los hilos de tu previo orgasmo acumulandose en la base de su polla, hasta tus tetas perfectas rebotando tan perfectamente frente a él. Ni hablar de tu hermosa cara. Si pudiera personificar la euforia, estaba seguro de que eras vos, con las cejas fruncidas, los ojos cerrados y la boca abierta, todos tus sentidos concentrados en todo lo que era él.
Matías no pudo evitar hablar. Tal vez era la marihuana hablando a traves de él o tal vez eran simplemente sus pensamientos sobrios, pero carajo, no podía mantener la boca cerrada y te volvía loca.
"¿Qué diría tu vieja si te viera ahora, ¿eh? ¿Su perfecta hija fumando porro y montandome en el auto?" Los ojos de Matías estaban oscuros, y te hacían sentir como si estuvieras haciendo algo que no deberías. Te daba mariposas en el estómago y sentías una ola de deseo ir directo a tu coño.
Matías se volvía tan charlatan cuando estaba drogado, y definitivamente había fumado demasiado, así que no había forma de detener las palabras que salían de su boca. Pero Dios, sonaba tan malditamente: su voz se escuchaba ligeramente ronca y quejumbrosa mientras te elogiaba, diciéndote lo bien que lo estabas haciendo, cómo estabas tomando su polla tan bien y montandolo como una puta diosa. Mientras tanto, la punta de su pene latía y se retorcía y golpeaba tan profundo desde este ángulo. El placer era casi insoportable pero se sentia tan bien que deseabas que el momento no se acabara jamas.
El ritmo era crudo, duro y tan jodidamente bueno. Era todo lo que podrías haberte imaginado y sabias que estabas al borde de correrte encima suyo. Ningún pensamiento coherente pasaba por tu mente y sentias que no podías formar palabras, pero Matías entendió. Podía notarlo por la forma en que tus movimientos se volvieron bruscos y por la forma en la que tus caderas titubeaban con cada embestida y tu respiración se volvía rápida, casi erratica. Por lo que comenzo a mover sus caderas, parando las tuyas connun fuerte agarre, empujando adentro tuyo con tanto vigor que sentiste que podrias desmayarte en ese momento.
"Muy bien, nena. Correte para mí dale, correte encima mio." Sus palabras de elogio, cargadas de deseo y teñidas de dulzura, fueron las que te llevaron al borde. Habías tenido muchos orgasmos en tu vida, pero ninguno habia sido como este, no cuando estabas tan drogada y encima de Matías. Se sintió glorioso, sentiste que tocabas las estrellas con las yemas de tus dedos. El orgasmo comenzó desde tu centro, extendiéndose a cada centímetro de ti de adentro hacia afuera. Te sentías sin peso y era como si estuvieras flotando, lo unico que te traia a tierra eran los suaves besos que el castaño estaba presionando sobre tu hombro y el fuerte agarre en tus caderas.
Matías no estaba muy lejos; de hecho, el pulsar de tus paredes lo hizo derramar todo lo que tenía dentro tuyo sin darle tiempo de sacar su polla. Era la marihuana la que lo hacía así, adormecía sus sentidos y hacía que sus músculos se sintieran pesados. Aunque en realidad no era eso en absoluto. Simplemente estaba demasiado atrapado en el momento como para detenerse sacar y correrse en tu panza. ¿Y por qué lo haría cuando estabas tomando pastillas anticonceptivas y te sentías tan bien? Sería un loco si no se corria dentro.
Guturales gemidos lastimeros pasaron por sus labios con cada carga que salía disparada. Tuvo que agarrarse de tus caderas como si ellas fueran a salvarlo mientras su orgasmo parecía arrastrarlo hasta el cielo.
Cuando Matías regresó a la Tierra de golpe, fue como si estuviera envuelto en una manta cálida y acogedora. Sus ojos finalmente parpadearon abiertos, y juró que se encontró con un ángel.
Realmente creyó que había muerto y había ido al cielo.
iv.
Ya eran las 5:17 am y ambos estaban de nuevo vestidos, la ligera campera que matias habia tirado anteriormente al asiento trasero -en el cual se encontraban recostados ahora.- te cubria los hombros, protegiendote de la fria brisa matutina. El sol ya comenzaba a asomarse lentamente sobre el horizonte, y Matías apenas comenzaba a sentir cómo la sobriedad lo alcanzaba. Percibió el peso reconfortante de tu cabeza sobre su pecho, tus pestañas y tu respiración suave le hacian cosquillas en la piel.
No puede evitar mirar a su alrededor y recordar con cariño. Las huellas de manos adornan las ventanas, y decide dejarlas allí, como un dulce recordatorio de lo ocurrido en las primeras horas del día. Una sonrisa tierna se dibuja en sus labios al rememorar, recuerdos tenues llenando su mente. Esa noche no solo había conseguido el papel de su vida, sino que también había compartido momentos íntimos con la chica de sus sueños. La vida parecía ser hermosa.
Tus respiracion pacífica lo reconforto mentrias sentia cómo sus párpados se volvian pesados. Antes de ceder al sueño observó con ternura hacia abajo, donde te encontrabas acurrucada junto a él, un ligero rayo de sol iluminando tu piel, y no pudo evitar desear que esta no fuera la última vez.
393 notes · View notes
80s-noelle · 2 months
Text
lsdln cast x porn visuals part 1 🍒
💌: hello!! you may have already seen this post but in portuguese, so i finally translated it because google/safari translators are completely shit, so i had to make a few changes ... ENJOY!
kisses, noelle 😽🫶
༶•┈┈୨♡୧┈┈•༶
fran romero
the idea of watching a movie with your boyfriend obviously went down the drain, having you on his lap while he plays and rubs your swollen clit, your hips making involuntary movements in search of pleasure and a curious hand playing with your hard nipples. gripping fran's shoulder tightly your pussy gets wetter and wetter, you feel his heavy breathing on your neck and the hardness of his cock on your back.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1755573141139595365?s=46
agustin pardella
oh, valentine's day! what a great day to spend it with your sweetheart, doing cute things that every couple does... eating strawberries with chocolate, watching a romcom cuddled up on the sofa and all the other couple stuff. what you didn't expect was for your sweet, romantic, soft agustin to just throw you on the bed and thrust hard into your pussy. suddenly the room that was filled with laughter, was replaced by moans and the wet sound of your cunt. at the end of it all, all you could hear was the sound of skin against skin.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1757720276844855738?s=46
enzo vogrincic
how did this happen? you really don't know, maybe it was the charm that every latina has... the same charm that captured enzo in the club you were dancing. sweaty bodies, hips swaying and the horny look on your face made you end up in the situation you're in now. on the floor of a motel, spread legs, the inside of your thighs soaked while enzo's thick fingers quickly fuck your pussy, making it so wet to the point where you can hear the wetness every time the palm of his hand meets your clit.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1760187551187362144?s=46
matias recalt
you and your boyfriend have a mutual agreement, to record him fucking you so that when he's travelling around filming his movies he won't miss your warm walls squeezing around his cock so much. putting the phone on the other side of the bed, you waste no time before jumping onto his lap, bouncing on his cock while matias' hips move up to meet your movements, hands squeezing your waist, he thrusts hard while biting your lip... he knew he had to enjoy it, who knows how long he'd be away without feeling the warmth of your cunt.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1759855449950523768?s=46
esteban kukuriczka
every time the two of you had sex, esteban had the "strange" habit of gently, with his fingers, opening the swollen lips of your pussy and watching its walls contract with pleasure as his cum leaked out, every time he sees the scene his cock twitches... the image of you all silly, full of his cum makes him hard and horny.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1760179918866919468?s=46
link 2 ୨♡୧: https://x.com/iucywl/status/1723013685075935730?s=46
alfonsina carrocio
you suddenly wake up with the little wet kisses that sina gives you on your neck, you knew exactly what your beloved was doing. with a sly little voice, sina lightly squeezes one of your breasts. trailing her fingers over your sensitive nipples, she moves on to your thin underwear that you were wearing as pyjamas. with a little whisper of appreciation, she feels the dampness of your pussy through it, lightly slipping her middle finger between the seam of your lips. you, already horny and breathing heavily, arch your back and throw your ass against sina, who just takes off her clothes while sucking your lips hungrily. getting on top of you, she starts rubbing her swollen little clit against your wet pussy. holding sina's waist tightly, you moan until the orgasm comes. opening your eyes, you see her satisfied and mischievous smile...
link ୨♡୧: https://x.com/iucywl/status/1745756142406381957?s=46
༶•┈┈୨♡୧┈┈•༶
omg i hate it, my english is terrible.. my apologies!!
there’s part 2, but don't worry, i'll translate it and post it here 🤭
271 notes · View notes
xexyromero · 2 months
Note
amo seus headcons!!!! Pode fazer um do cast na cama e no aftercare porfaaaaaa
wn: me empolguei tanto com seu request que separei em dois! hehehehe posto o restante amanhã <3 
meninos do cast x aftercare
fem!reader headcanon
tw: +18 (menção sobre s3xo, uso de drogas ilícitas, etc.)
enzo:
o after é um dos momentos mais especiais do mundo na visão dele, até mais do que o sexo em si - vê como uma oportunidade de reafirmar sentimentos e seguranças.
assim que o “último” goza, seja você ou ele, te agarra em um abraço quase que de urso e fica alguns minutinhos assim, só respirando, em silêncio, acalmando o corpo e te tocando.
aproveita esse momento para relaxar e jogar conversa fora, só vocês dois, abraçadinhos e peladinhos, curtindo as últimas ondas do orgasmo.
coloca uma playlist tranquila pra tocar de fundo, mas bem baixinha. o foco é te ouvir.
só te larga se você insistir que precisa fazer xixi logo ou beber água. 
agustin:
adooooora enrolar na cama depois que vocês gozam! rola de um lado pro outro, bagunça tudo mais ainda. é uma bolinha de energia mesmo que tenha gastado todas. 
gemeu até não poder mais e agora vai rir às gargalhadas. ele fica genuinamente muito feliz e compartilha essa felicidade com você. fofo!
é um pouquinho calorento, então vai preferir segurar sua mão e entrelaçar seus dedos do que abraço ou carinhos mais sufocantes.
vai se levantar pra pegar água e acender um, sim. mas vai te perguntar se você se sente a vontade antes e te oferecer um dos dois depois. 
fica super faminto e, depois de enrolar bastante, vai oferecer pra fazer um jantar simples mas super gostoso. 
fran:
provavelmente o único momento do dia que fran fica quieto. para ele, esse é um momento de calma, cuidado e silêncio. 
e silêncio, nesse contexto, não é ruim não, viu? é só que a descarga de energia entre vocês foi tão grande que ele acha que ajuda o corpo e a mente a se acalmar. 
é muito do toque físico - vai fazer uma massagem bem levinha com um óleo cheiroso e ter uma atenção especial as partes que podem ter ficado mais doloridas, tipo suas pernas. 
quebra o silêncio só para perguntar se você está querendo alguma coisa específica - seja água, chocolate, banho, qualquer coisa. é só pedir que você sabe que ele vai levar pra você.
o sorriso não sai da boca dele por nada - e um sorriso daqueles enormes. ele se sente muito bem em saber que você está muito bem.
matías:
muito, muito, muuuuiiitoooo beijo! te beija mais na boca no pós do que no durante. adora!
e os carinhos não param! no seu corpo todo e inclusive nas suas partes íntimas (mas vai ser mega cuidadoso porque sabe que você está sensível). 
fica extremamente meloso, reforça o quanto que te ama e o quanto que te acha linda. 
e, como fica um cadinho inseguro, vai perguntar se você gostou e se foi tudo bem, mesmo. naquela do “mas vem cá, você gozou mesmo?”
você não gosta e ele sabe disso, mas vai se levantar sim pra fumar cigarro pós sexo na janela mais próxima. não se preocupe que ele vai lavar a mão e escovar o dente antes de voltar a se aninhar com você. 
kuku:
o rei do aftercare! vai cuidar de você mais do que querer ser cuidado e com todo amor do mundo. 
como gosta das coisas um pouquinho mais intensas sabe que esse momento pós é necessário para você se sentir bem e amada.
deixou uma garrafinha d’água e uma toalha no quarto para te oferecer quando terminassem.
palavras de afirmação e confirmação até não poder mais! te elogia (até porque te xingou horrores, né), te eleva e repete o quanto que você é querida, amada e adorada por ele.
sim, ele vai querer te dar banho, te vestir e oferecer um jantar muito gostoso feito por ele depois. sim, esse é o jeito dele. completamente viciado em te amar. 
pipe:
aftercare é feedback! vai querer conversar sobre o momento que tiveram e entender o que você gostou ou não. e deixar você entender da perspectiva dele também. 
e vai conversar sobre tudo isso com você deitada no peito dele enquanto ele faz carinho nas suas costas. não tem outra opção.
apesar de gostar, não é muito do enrolar na cama. 
estimula muito que você faça xixi (viva a educação sexual do pipe) e tome um banho e vai insistir mais ainda que ele tem que ir junto nos dois momentos. 
pede pra você usar o pijama que mais gosta (uma blusa dele) e vai te chamar pra fazerem alguma coisa juntinhos (ver um filme ou uma série, por exemplo). 
juani:
ele não vai pegar no celular atéeeee muito depois de vocês já terem se vestido, tá? que fique claro!
fica com um pouquinho de vergonha, meio tímido, mas se esforça porque sabe o quanto que esse momento é importante. 
vai comentar sobre todos os momentos que mais gostou e querer que você fale também. mas evitando os termos mais literais - justamente pela vergonha!
trouxe um copo d’água e um chocolatinho pra vocês dividirem. 
é outro que fica com um sorriso enorme no rosto - e solta uma risadinha toda vez que te olha. é muito apaixonado.
237 notes · View notes
karylvsjuanii · 2 months
Note
hermanda god bless u por tan tremendo smut con Pipe, ¿para cuándo otro? 😝😝
yo te espero todo lo que quieras
OSCARS | Felipe Otaño
tw: Lector Femenino x Felipe Otaño. MUCHA sobre estimulación, cría de semen, hablando con groserías y apodos “papi” “bebé”, bebiendo coño, dedos, masturbarse, oral f/m. Sexo sin protección. (por favor léelo bajo tu responsabilidad)
Quiero aclarar que los diálogos son en argentina pero mi narración es latina.
También que perdón mi inactividad, me tomó mucho el tiempo para hacerlo mejor posible, ojalá les guste, comenten. Si hay algún error por favor dímelo.
Tumblr media
Finalmente, la película está por todos lados, dándose a conocer por todos como ganadora de un oscar.
Felipe estaba celebrando con sus amigos, cuando le llega una notificación de ella.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Felipe salió de ahí en fa, necesitaba ir con su novia. Realmente su mensaje lo dejó con la pija paradisima, si de por sí ya había pensado en el buen premio que sería la boca de su princesa en su polla. La necesita y se lo merece.
Llegó a su habitación en menos de los 15 minutos y no estaba en la sala, por lo que caminó a su cuarto y ahí te encontrabas, acostada en la cama viendo la televisión, él se acercó a ti no sin antes cerrar la puerta. Tomó el control remoto de tus manos, presionó el botón rojo y aventó el control sin dejar de verte. Comenzó a besarte mientras que tú te acomodabas en la cama.
Mi amor, ya me necesitas, verdad? - Preguntas con una voz tan excitante, que solo hace que se le pare más.
Chúpamela, solo chúpamela - Felipe dice sin más.
El se aparta de ella y se sienta en la esquina de la cama, tu te paras frente a el, y lo tomas del cuello para besarlo, bajas tus manos lentamente hacia su pecho hasta llegar a su abdomen bajo para meter tus frías y delicadas manos dentro de su camisa y quitársela de una vez.
Te da su ayuda para quitársela y seguir besándote entre jadeos de su parte por lo horrible que sentía a su pija arder.
Fuiste dándole besos húmedos por todo su cuerpo, sacándole un gemido ahogado, bajaste dolorosamente hacia sus short, tomaste la tela que sujeta y la bajaste con su ayuda.
Comenzaste a dar lamidas por encima del bóxer y juras que Felipe estaba en el puto cielo gracias a sus gemidos.
Si así se sentía sobre una tela, no se podía imaginar como sería sin una de por medio.
Cuando te cansaste de dar lamidas bajaste su ropa interior, paraste un momento para verlo.
Su risa expresaba claramente lo orgulloso que se sentía al notar tu expresión sorprendida por ver lo disparada que salió su polla apuntando a él.
Te gusta? - Pregunta acariciando tu cabello largo.
Me encanta mi amor, es mejor a cómo la había imaginado - Contestaste sin vergüenza.
La idea de que esto ya lo habías imaginado antes, le hizo a Felipe más tentadora la idea de comerte entera.
Entonces también habías imaginado esto? - Preguntó mirándote a los ojos.
Muchas veces - Dices para tomar su gran polla entre tus manos y dar la primera lamida.
Felipe soltó un gemido leve sin dejar de mirarte.
Empezaste a dar círculos por el glande haciendo que su polla se enrojezca más y amenace con pre semen. Justo cuando empezó a salir, la metiste en tu boca, hiciste lo más que pudiste, y lo otro lo seguiste trabajando con las manos.
Felipe no pudo evitar soltar el gemido más grave de su vida, echó la cabeza para atrás y sintió que sus brazos y espalda se debilitaron, quería follarte la puta boca de una vez pero no quería lastimarte.
Era un regalo de Dios verte mientras lo comías y se prometió que será una imagen que nunca olvidará.
Verte de esa manera es mejor a todas las imágenes mentales que pudo haberse creado antes, lo que más deseaba era tenerte así.
Mi amor, si, si bebé, sigue así. - suelta tu novio entre gemidos graves.
Lo único que recibió de tu parte es sentirlo más rápido y gemidos que hacen a su polla vibrar.
Felipe siente que se va a correr y es lo mejor que ha sentido pero no quiere terminar en tu boca, así que te detiene.
Bebé, para, ven - Dice alejando su cuerpo de ti para levantarte y tumbarte en la cama.
Qué pasó? Hice algo mal? - Dices con una cara de tristeza.
No preciosa, todo lo contrario, me sentí muy bien pero quiero correrme junto a vos. - Felipe mima tu rostro colorado.
Pero antes, quiero hacer algo que me gustaría haber hecho desde que te vi en las gradas del estadio - Quita tu sostén con torpeza, lográndolo.
Que cosa? - Preguntas, viendo a tu sostén ser arrojado.
Mientras pipe baja a quitarte los pantalones apretados que llevabas puestos.
Lo ayudas a quitarlos, y cuando finalmente los termina de quitar, rápidamente toca tu coño sensible para sentir por fin lo mojada y caliente que estabas.
Agh, felipe, no - Dices tomando su mano haciendo que pare los movimientos.
Qué pasa, linda? - Pregunta el castaño preocupado.
Me voy a correr amor, no toques. - Continuas cerrando los ojos.
Eso es lo que quiero, hermosa. - Felipe sonríe para rápidamente bajar tu encaje y tocar con su dedo índice tu entrada.
Su novia suelta un gemido quejumbroso tomando su brazo y apretándolo.
Con su dedo índice en tu entrada comienza a dar círculos y agrega rápido su dedo anular para tocar tu clitoris con este e iniciar a masajear las dos zonas lentamente.
Escucha cuando comienzas a gemir y lo hace querer oírte más, Él necesita que gimas su nombre.
Empieza un ritmo más rápido con sus dedos, gemidos salen sin parar cuando quita su dedo anular de tu clitoris para reemplazarlo por su lengua.
Hace circulitos rápidos con su lengua y mete su dedo índice en tu entrada para sentir como lo aprietas con todas tus fuerzas.
Felipe siente cómo poco a poco como te vas relajando más e intentas succionar su dedo al ritmo de su lengua presionando tu área sensible.
Tu novio suelta un gemido por la sensación de las cobijas rozando su polla y gritas por la vibración, jalándole del cabello.
Felipe, ya, por favor es mucho - Gritas tomando entre tus dedos el cabello de Felipe, este suelta un último gemido antes de retirarse de ti y se limpia la boca con sus dedos.
Los chupa mirándote.
Su novia se veía tan atractiva, estaba toda roja y despeinada, con los ojos llorosos y los labios rojos hinchados, las ganas de follarsela crecían, así que sin más, te tomó de las piernas y se acomodó en medio de ellas.
Intentaste cerrarlas.
Abrí las piernas - Dice mirándote fijamente con esos ojos azules. Te matan.
Amor, me duele - Respondes mordiendo tu labio y acercando la mano a tu área.
No te vas a correr si no abrís las piernas, bonita. - Felipe habla con una voz más grave de lo normal.
Abrí esa’ piernotas para mi, princesa. -
Felipe sujeta tus piernas impidiendo que las vuelvas a cerrar.
Su mano derecha toma su polla y la calma, empieza a rozarla con tu coño mojado, tú empiezas a gemir quedito por la sensación y metes la punta de tu dedo índice en la boca en forma de desesperación.
Empiezas a moverte al compás de su polla en tu coño, buscando más fricción, y cuando intentas hacer otro movimiento, rápidamente Felipe mete su polla a tu coñito caliente y los dos sueltan un gemido que piensas, todos escucharon.
Gimes y respiras pesado, quieres ir rápido.
Más rápido Felipe, ya follame toda, lléname de semen el puto coño - No te la complicas.
Y con eso le bastó para empezar y no parar por el resto de la noche.
Empezó a follarte de una manera descontrolada, veía sus tetas moverse por todos lados mientras tu sigues chupándote el dedo y gimiendo sobre el.
Para él, ver tu cinturita y piernotas abiertas sobre él, lo hace querer llenarte de semen, verte pellizcarte una de tus tetas lo llevó a golpearte el coño.
Notó que entre más te golpeaba con su polla, más rojita te ponías y justo así te quería desde un inicio, toda abiertota para él, dejándolo destruirte el coño, y toda roja por él, solo por él.
-Felipe, ahí más, ahí, si -
Era lo único que podía escuchar de la boca de su hermosa novia.
Verla toda destrozada por él era un sueño de todo hombre, una mujersota con una cinturita y unas piernotas, más un culote de puta madre, era lo que todos querían y solo él lo podía tener.
Tu empezabas a retorcerte más sobre Felipe, y le empezabas a tocar los brazos, en especial los bíceps.
Este recordó como una vez habías mencionado en tu sueño que querías correrte en su bícep, esa noche descansó muy bien con una buena masturbeada viendo tu culo y bonitas piernas.
Iba acercándose a su orgasmo, viéndote.
Papi, voy a correrme ya, voy a correrme en tu polla por favor, córrete dentro, embárrame tú semen y lléname mucho. -
Fue lo que finalmente hizo que soltara todo.
Córrete chiquita, Córrete como una puta. Mi puta. - Después de soltar un gemido, Felipe cae lentamente apoyando sus brazos a un lado de tus hombros.
Y sin más, solo logra escuchar como te corres desesperadamente por toda su polla, estremeciéndote y aferrándote de los brazos de Felipe para apoyarse, sin parar de gemir y gritar su nombre.
Tiras y tiras de semen salen disparadas de su polla rojiza llenándole el coño a su bebé.
Felipe saca su polla ya cuando se recupera y puede admirar la belleza de su novia estando muy perdida, lo único que sale de su boca es “mhhm”
Lo cual le excita más y te toma de la cintura con fuerza.
Este te recarga en el respaldo de la cama, no logras procesar lo que esta pasando, poco a poco aclaras tu vista cuando Felipe abre tus piernas y las separa lo más que puede, haciéndote quejar.
Sus ojos azules escaneándote te hacen temblar, se agacha y empieza a comerte el coño de forma descontrolada, gimes sintiendo sus dedos empujando el semen que ruega por salir de tu entrada.
La muñeca de Felipe realmente duele cuando mete sus dedos y aumenta la velocidad, luego de su lengua hasta hacer, de igual forma, doler su mandíbula.
Esa noche descubrió que su nueva adicción chupar tu coñito escuchando los hermosos gemidos y súplicas de tu parte diciéndole que se detenga.
Amor, es demasiado, es mucho, ya- Empujas con tus brazos débiles a su cabeza tratando de cerrar las piernas.
Con el mismo ritmo de antes, la novia del castaño pegó un grito enorme de satisfacción, dándole la razón del por qué su boca se llenó de fluidos, lo cual le hace mover los dedos más rápido, Felipe abre la boca para tomarlo todo.
Ese si que era un premio para él.
Tu no paras de gemir por la sobre estimulación. Felipe mueve rápido tu clitoris antes de que sueltes un último grito.
Felipe da un beso en tu zona y empieza a masajearla con delicadeza. Su cuerpo sube para quedar pegado con el tuyo.
Los dos ardiendo.
Yo creo que el oscar debiste haberlo ganado vos, amor. - Felipe se acomoda en la cama con una sonrisa en el rostro.
Por que lo decís? - Preguntas entre jadeos, estabas cansada.
Por tener a un novio guapo que puede comerte como a vos te gusta. - Felipe te abraza por la cintura escondiendo su rostro en tu cuello.
246 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 1 month
Text
Movie Night - Enzo Vogrincic
Tumblr media Tumblr media
+18! Friends to lovers, un poco de Dom!Enzo, sexo oral (fem!reader recibe), fingering, sexo sin protección (don´t do that), posible alusión a size kink/size difference, breve orgasm denial, begging, creampie, dirty talk, edades no especificadas, uso de español rioplatense.
Es viernes por la noche y llueve, diluvia, pero Enzo insistió en ver una película.
Es una tradición que mantienen hace tiempo, pero la costumbre se vio interrumpida por el casi interminable rodaje de una película y un sinfín de eventos y premieres. Naturalmente estás feliz por él, por su éxito profesional y personal, pero extrañás a tu mejor amigo y tenerlo cerca.
-¿En qué pensás…?
Su voz te saca de tu ensimismamiento y cuando volteás a verlo notás el atisbo de una sonrisa en sus labios, pero te forzás a mirarlo a los ojos y negás con la cabeza, sin saber qué explicación dar. El silencio se apodera de la habitación pero lejos de ser incómodo, es reconfortante.
-¿Qué querés ver?- pregunta, luego de un rato de ojear las opciones disponibles en Netflix.
-Lo que quieras.
Ambos se acomodan en el sofá, sus cuerpos en sintonía adoptan la posición usual: cada uno en un extremo, tus piernas sobre su regazo y uno de sus brazos aprisionando tus pies cerca de su abdomen.  Por un segundo te preguntás cómo es que después de tanto tiempo todo sigue igual, pero te distraen los créditos iniciales de la película y la trama te absorbe en poco tiempo.
Enzo arroja algún que otro comentario, se ríen de escenas que conocen de memoria, y es casi suficiente para olvidar la tormenta y el sonido del viento tras las ventanas. Casi… Cuando te sobresaltás una, dos, tres veces, él decide que intentar calmarte con palabras no basta.
-¿Tomamos algo?
Se ponen de pie al mismo tiempo y se dirigen hacia la pequeña cocina de su departamento. En algún momento entre tu llegada a su hogar y el inicio de la tormenta, la temperatura bajó y Enzo te prestó un suéter, pero ahora tus pies descalzos sufren un poco el frío de la cerámica; esperás a su lado mientras él prepara todo y se distraen repitiendo los diálogos de la película, él imitando las escenas al pie de la letra y vos adorando su interpretación, las muecas que transforman su rostro y cómo se ven las líneas de su cuerpo bajo la tenue iluminación.
El destello de luz proveniente de la ventana pasa desapercibido y segundos más tarde el fuerte estruendo de un trueno provoca que te asustes e intentes cubrir tus oídos. Tu mano golpea una taza (tu taza, esa que él compró exclusivamente para vos)  y cae directo al suelo, haciéndose añicos y arrojando sus restos en todas las direcciones. Apretás las labios y comenzás a disculparte, pero Enzo te interrumpe.
-No es nada, nena. Cuidado ahí- te agarra de la muñeca para evitar que te muevas, su mano cálida te provoca escalofríos y un temblor te recorre de pies a cabeza. En un rápido movimiento te sujeta por debajo de los brazos y te sube a la encimera para evitar que te cortes.
-Perdón- susurrás, angustiada, por lo que se acerca para consolarte y te abraza.
-No pasa nada- asegura, masajeando tu espalda con delicadeza. Deshace el abrazo lentamente, acomoda un mechón de cabello tras tu oreja, pero su mano permanece sobre tu mejilla y su mirada se posa sobre tu boca. Su pulgar comienza a delinear tu labio inferior, tira de él casi sin fuerza mientras te sostiene la mirada de manera intensa. Tu respiración se entrecorta y tus pupilas se dilatan, pero aún así él necesita tu confirmación-. ¿Qué querés? Pedímelo.
-Enzo…
-Decime qué querés- repite.
-Besame.
Al principio sólo roza sus labios contra los tuyos de manera delicada y cariñosa, casi inocentemente, pero el beso comienza a tornarse más y más desesperado conforme pasan los segundos. Sujeta tu rostro mientras su lengua se abre paso entre tus labios, asaltando el interior de tu boca y transmitiendo la necesidad y urgencia que lo consumen. Rompe el beso para tomar un poco de aire, no sin antes morderte el labio y robarte un suspiro que te avergüenza un poco.
Aprisiona tus mejillas entre sus dedos para obligarte a mirarlo a los ojos mientras acaricia tu cintura, tu cadera y por último tu pierna, erizándote la piel y provocándote. Tus manos en su cintura lo atraen aún más hacia tu cuerpo y es entonces cuando lo sentís entre tus piernas, duro. Estás a punto de bajar la mirada, curiosa y excitada, pero la fuerza de sus dedos te mantiene estática, volviéndote espectadora de cómo cambia su rostro cuando comienza a rozarse contra tu centro: cierra los ojos, sus cejas se contraen y sus labios entreabiertos dejan escapar una respiración temblorosa.
Sentís el calor emanando de su cuerpo a pesar de las prendas que separan su piel de la tuya y su agarre en tu muslo tornándose cada vez más fuerte, bordando esa línea que te causa más placer que dolor. En el instante en que cerrás los ojos, presa de las sensaciones, sus movimientos se detienen y él se aclara la garganta. Lo mirás, tus ojos suplicando, pero él sólo sonríe.
-¿Qué?
-Sos hermosa- besa la comisura de tus labios-. Pedime lo que quieras.
-Ya sabés lo que quiero- contestás, casi sin aire y un poco molesta-. Por favor.
-Por favor…,  ¿qué?- sus besos comienzan a descender por tu mentón hasta llegar a tu cuello y tus clavículas, alternando entre tus puntos más sensibles-. Decilo.
-Cógeme, Enzo, por favor.
Captura la piel de tu cuello entre sus dientes haciéndote gemir con fuerza, su cadera chocando una vez más con la tuya, antes de pasar sus manos por debajo de tus muslos para levantarte y poder llevarte hacia su habitación. Te recuesta en su cama, las sábanas limpias están impregnadas con su perfume y tus sentidos repletos de él, pero nada es suficiente para opacar el rastro ardiente que dejan sus labios en cada centímetro de piel que tocan.
Te despoja de tu short y tu ropa interior en un segundo y se recuesta entre tus piernas, comienza a regar besos en el interior de tus muslos y muerde tu piel hasta dejar una que otra marca, tus gemidos y suspiros incitándolo a continuar con su tortura por un tiempo prolongado. Su rostro es de concentración absoluta o devoción, no lo sabés con exactitud, pero eso deja de importarte cuando sentís su boca cada vez más y más cerca de tu entrepierna.
Uno de sus brazos te inmoviliza al rodear tu cadera, su pulgar traza una línea desde tu entrada mojada hasta tu clítoris para así lubricar la zona antes de comenzar a dibujar círculos sobre este. Observa atentamente tu reacción, casi perdiéndose en la imagen frente a él, y sólo aumenta la velocidad de sus movimientos cuando suplicás por más. Ahogás un grito cuando por fin sentís su lengua en vos, aunque es sólo sobre tus pliegues, y tus dedos se enredan en su cabello sedoso.
-Todavía no…- susurra, cesando sus movimientos.
Estás a punto de reclamarle, pero introduce un dedo en tu entrada y en lugar de una queja, de tu boca escapa un gemido. Sus labios encuentran tu clítoris y comienza a succionar con fuerza, alternando con su lengua, mientras continúa moviendo el dígito hasta sentir la forma en que te contraés. Introduce otro dedo, extasiado por el sonido que producen en contacto con tu humedad, y continúa asaltando tu interior hasta que tus piernas comienzan a temblar.
Tu orgasmo te golpea como una avalancha: cerrás los ojos con fuerza al sentir el placer extendiéndose hasta las puntas de tus dedos, tu espalda se arquea y repetís su nombre una y otra vez. Enzo no separa sus labios de vos y continúa moviendo sus dedos, cada vez con más lentitud, hasta que tu respiración vuelve a la normalidad. Retira sus dedos y observás casi avergonzada la forma obscena en que los introduce en su boca para probar tu esencia.
Comienza a desnudarse y notás, además de su bulto, que su ropa interior está humedecida con líquido preseminal. Se deshace de sus prendas rápidamente, pero incluso así percibís una sombra de inseguridad atravesando sus facciones y tu corazón se encoge por un instante. Cuando vuelve a la cama se posiciona entre tus piernas y entrelazás tus manos en su nuca, acercándolo para poder devorar sus labios frenéticamente: sentís tu rastro en su boca, en su lengua, y la idea te fascina.
Tus dedos se deslizan por su cuerpo ardiente, delineás con lentitud su pecho y su abdomen para luego tomar su miembro caliente con un firme agarre. Su respiración se torna agitada y jadea producto del placer que tus movimientos le otorgan, muerde tu cuello y tu hombro mientras la palma de tu mano y tus dedos se humedecen con su excitación. Tu pulgar juega con su punta, de un rojo furioso y tan tentadora, hasta que echa la cabeza hacia atrás. Una de sus manos se cierra sobre tu muñeca al tiempo que descansa su frente sobre la tuya, su cabello te hace cosquillas.
-¿Qué…?
 -Necesito cogerte- deposita un beso en tu sien antes de estirarse para tomar algo de la mesita de noche-. Eso es lo que querías, ¿no?
Asentís enérgicamente y ahogás un gemido cuando ves la forma en que el lubricante cae sobre su miembro, su mano masajéandolo para distribuir el producto, antes de dirigirse hacia tus pliegues y tu entrada para darles el mismo tratamiento. Coloca una de sus manos al lado de tu cabeza y descansa todo su peso en ella, bloquea tu visión del techo con su cuerpo haciéndote sentir pequeña y completamente a su merced, una sensación que adorás.
-Por favor- suplicás-. Metémela.
Desliza la punta de arriba hacia abajo, juega con tu clítoris por unos instantes antes de centrarse en tu entrada y comenzar a introducirse. Su tamaño es mucho mayor al que alguna vez experimentaste y provoca cierto ardor, así como un par de lágrimas que mojan tus pestañas antes de sentir sus besos sobre tus párpados repetidamente.
-Sh, yo sé que vos podés- susurra para calmarte. Sus caderas se mueven casi milimétricamente para permitir que te acostumbres a la intrusión, la sensación es suficiente para hacerte perder la cabeza y hundir las uñas en su piel-. ¿Así te gusta? ¿Sí…?   
-Más, Enzo, por favor.
Se adentra por completo y gritás de placer cuando sus embestidas se tornan brutales, abusa de tu interior mientras una de sus manos se cola sutilmente por debajo de su suéter y comienza a jugar con tus pechos: sus dedos se cierran sobre tus pezones, los pellizca, tira de ellos hasta hacerte llorar y pedirle que pare, que siga, suplicando hasta que tus palabras pierden todo sentido.
Se detiene por un segundo para adoptar otra posición y toma tus caderas con fuerza, acercando tu cuerpo al suyo tanto como le es posible y moviéndote completamente a su antojo. El roce de tu centro con su pelvis causa estragos en tu ser y te sentís al borde de otro orgasmo, pero lo que finalmente te lleva al clímax es su mano presionando sobre tu abdomen bajo, justo donde su miembro provoca un bulto. Tus manos encuentran sus muñecas y el placer es tan intenso que por un segundo intentás detenerlo, incapaz de tolerarlo, pero él continúa con sus movimientos.
-Dios, cómo me encanta tu conchita apretada- dice entre dientes, capturando tus muñecas con una mano y tirando de ellas hasta que quedás sentada sobre él-. Me encantás.
Su mano acaricia tu cabello, tu rostro y se desliza fugazmente sobre uno de tus pechos cubierto por su suéter. Se recuesta y colocás tus manos sobre su pecho desnudo para ayudarte, creás un suave vaivén con tus caderas mientras sentís las yemas de sus dedos recorriendo tus muslos y cómo la fricción con su piel amenaza con llevarte al borde de la sobre estimulación. Tus piernas se fatigan rápidamente y tus músculos protestan, pero aún así continuás con tus movimientos hasta perder el equilibrio.
-No puedo…- lamentás, avergonzada, pero su sonrisa es tranquilizadora al igual que sus caricias en tu costado. Incluso en un momento así, sus pupilas dilatadas no impiden que su usual calidez siga reflejándose en sus ojos oscuros y en los gestos que te dirige.
Apoya las plantas de sus pies en el colchón para darse impulso y comienza a embestirte con tanta fuerza que caés sobre su pecho. Besás su cuello, sus clavículas y cada centímetro de piel que encontrás hasta llegar a su boca y confesar entrecortadamente cuánto te encanta, cuán profundo se siente dentro tuyo, le otorgás permiso para hacer con vos lo que él quiera.
Tira de tu cabello para obligarte a mirarlo a los ojos, su mano desciende hasta tu cuello y te besa desesperadamente. Entre besos te ordena que te toques y cuando lo hacés sabés que no vas a durar mucho más: no con la precisión de sus movimientos, dando en tu punto dulce repetidamente, o con la forma en que su mirada busca la tuya constantemente.
-Voy a…- un gemido le impide terminar la oración.
-Adentro, por favor- suplicás.
El ritmo de sus caderas se vuelve errático, ansioso,  pero cuando te escucha gemir su nombre y siente tus paredes contrayéndose no puede evitar salpicar tu interior con su semen. El calor de su orgasmo prolonga el tuyo aún más y te movés levemente sobre él, disfrutando la forma en que se queja a causa de la sensibilidad. Tu oído descansa sobre su pecho y oís sus latidos.
-Enzo…- cerrás los ojos por un momento al sentir sus dedos dibujando formas sobre tu espalda, alzás la vista para encontrar sus ojos-. Te quiero.
Una sonrisa se apodera de sus labios, su belleza te hace suspirar.
-Yo también te quiero- besa tu frente-. Muchísimo.
Sentís tus fluidos y los suyos sobre su abdomen, goteando por tus muslos, pero permanecen así durante largo rato mientras repiten te quiero un sinfín de veces.
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
399 notes · View notes
star-elysiam · 29 days
Text
ლ lsdln cast x linguagem de amor: toque físico ლ
_⁠_⁠__⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_____________________________________
◍ pairing: lsdln cast x fem!reader
◍ sum: como os meninos do cast expressam a linguagem do amor com toque físico
◍ w: provocação (nada exagerado), texto narrado
◍ a/n: a ideia é fazer um hc para cada linguagem do amor e como enxergo os meninos expressando cada uma delas, então com certeza vamos ter outros hc falando sobre palavras de afirmação, tempo de qualidade, presentes e atos de serviços 🫶
_⁠_⁠__⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_____________________________________
Matías
Mati sempre que pode vai querer entrelaçar seus dedos com os dele;
Podem estar fazendo alguma coisa simples, como uma sessão de filmes em casa ou no cinema, quando estão na piscina ou praia, quando estão no elevador, não importa o lugar e ele vai querer te tocar;
Saíram para jantar com seus país ou amigos? Vai puxar sua mão por baixo da mesa e vai ficar segurando, fazendo um carinho nas costas da sua mão, enquanto todos conversam e esperam por seus pedidos;
Ama sair de mãos dadas com você, sem se importar com o que os outros vão falar;
Dar as mãos é também uma forma silenciosa de dizer que te ama. Ele vai pegar em sua mão, enquanto te olha profundamente e trocam um pequeno sorriso. Não precisam dizer uma palavra sequer para saber o que tem na cabeça um do outro;
Sempre que te vê ansiosa ou nervosa com alguma coisa, vai puxar sua mão para te acalmar. O mesmo acontece quando é o contrário, sempre que ele está ansioso e vocês unem as mãos, toda a ansiedade evapora do corpo dele como fumaça;
Até quando estão mais íntimos, ama quando fica por cima e segura suas mãos acima da sua cabeça entrelaçando seus dedos. Desse jeito, ele consegue observar bem seu rosto e ficar mais pertinho de você.
Simón
Acariciar? É com ele mesmo!
Ele é o típico cara que depois do relacionamento é um gato preto com os outros e um verdadeiro golden retriever com a namorada;
Sempre que pode quer sentir sua pele, fazer um carinho, ficar de chamego contigo;
Gosta quando deita a cabeça no colo dele, assim ele pode acariciar seus cabelos;
Ama ver como você fica molinha com o toque dele. Isso só faz com que ele sempre te dê um carinho na primeira oportunidade;
Uma coisa que ele sempre faz é colocar seu rosto entre suas mãos, enquanto acaricia sua pele levemente e te admira, olhando no fundo dos seus olhos e em cada detalhe do seu rosto;
Se estão sentados um ao lado do outro, ele não vai perder a chance de passar o braço por trás da sua cadeira e alisar suas costas;
Vai alisar sua coxa por debaixo da mesa, subindo aos poucos enquanto vê sua respiração ficar desregulada. Pode não chegar as vias de fato mas ama te provocar assim, mesmo que estejam em um evento cheio de pessoas e correndo o risco de serem vistos;
Fica encantado com a maciez da sua pele, é como se tivesse um ímã nas mãos dele e outro em você, que sempre puxa ele para perto de ti.
Kuku
Fazer massagem com certeza é um ato de amor para o Esteban;
Até mesmo quando está distraído conversando com alguém mas com você sentada ao lado dele, vai acariciar sua perna de um jeito tão natural e automático, que nem se dá conta do que está fazendo e continua a conversar como se não fosse nada demais;
Ama deixar a mão repousando sobre sua coxa;
Ama quando conseguem um tempinho para vocês dois, aproveitando um da companhia do outro e podem relaxar em uma banheira cheia de espuma, com várias velas aromáticas espalhadas pelo banheiro enquanto são a única iluminação do ambiente, com uma música suave ao fundo em um volume baixinho e com suas costas virada para ele, enquanto te massageia;
Ama quando você faz uma massagem nele depois de um dia estressante de filmagem mas nada se compara com ele poder te massagear. Quando te faz relaxar com o toque dele, quando te vê suspirar e se arrepiar quando "apertou" um ponto certo em você;
Adora provocar você enquanto massageia. Se está massageando suas costas nuas, vai descer os dedos de propósito para as laterais do seus seios, vai passar a mão bem devagar pela região da sua costela, só para te ver suspirar;
Se massageia os seus pés, também vai dar um beijinho no final;
Isso quando a massagem não vai subindo pela sua perna, passa pela parte interna da coxa e quando acha que ele iria te tocar lá, pula para o seu abdômen. Claro que no final, nenhum dos dois resiste as provocações.
Pardella
Te abraçar é o hobbie favorito dele;
Ama ter você entre os braços dele, deixar seu corpo tão próximo e juntinho do dele;
Ama a sensação de sentir seu corpo relaxar toda vez que ele te abraça, é como vício para ele;
Dormir agarradinho? Sempre! Para ele dormir com você nos braços dele, com a cabeça apoiada no peito dele, é a melhor forma de ter um sono tranquilo;
Ama te abraçar por trás, quando está cozinhando, quando chega em casa e te encontra;
Também não tem um pingo de vergonha em fazer isso em público, sempre e em qualquer lugar vai procurar uma chance de te puxar para um abraço;
Mesmo na frente dos amigos, em algum momento ele vai te chamar para perto dele e vai te abraçar pela cintura, para ficar coladinha nele;
Até mesmo aqueles meio abraço, puxando você para junto dele enquanto passa o braço pelo seu pescoço;
Consegue fazer tudo isso sem ser grudento demais;
Ele sabe que você ama isso nele e ele ama poder fazer isso com você, te abraçar a qualquer hora.
Enzo
Com certeza um dos toques físico favoritos do Enzo é o beijo;
Ele ama te beijar, passaria o dia te tocando assim;
Ama quando dormem juntos e ele pode te acordar com vários beijinhos do seu pescoço até o seu colo, enquanto te aperta e puxa para mais perto dele;
Sempre que te vê concentrada, gosta de ficar te admirando e não resiste em roubar um beijo;
Em qualquer momento do dia, sempre que tiver oportunidade vai te dar um beijinho. Na testa, na bochecha, no pescoço, na boca, no ombro...
Seu corpo é um templo para ele e sempre que tiver oportunidade, vai beijar cada centímetro de pele sua. Ama ver como sua pele vai se arrepiando, respondendo a cada beijo deixado;
Quando está longe de você, sempre é uma das coisas que ele mais vai reclamar por estar sentindo saudades... "Dificil esa, nena. Quería que você estivesse aqui, para te beijar todinha";
Como todas sabemos que ele não é inocente e nem bobo, ama te dar aqueles beijos intensos, dramáticos, de cinema, daqueles que ele vai te pegar desprevenida, puxar pela cintura enquanto delicadamente pressiona os grandes dedos pelo seu pescoço, fazendo um carinho entre o pescoço e a bochecha;
Ele ama mostrar o quanto te ama pelos beijos, te beijar até ficarem sem ar e quando se separam para respirar, ama a cara de derretida que fica pelo beijo surpresa, deixando ele com vontade de te beijar de novo.
161 notes · View notes
stuckwthem · 3 months
Note
hihi i love your writing so muuuuch💖 i was wondering if you could do a smut work for matias recalt, imagine this:
both of you being high on weed and extremely needy, horny for each other with soda stereo blasting in the living room of the department (it could be in a party you choose), you guys have a steamy makeout session then yknow… !!
i would appreciate dom!mati, petnames, extremely sub!reader <3
you get me so high | m. recalt
summary: cada fiesta sabes exactamente cómo termina, hasta que sucede algo diferente. 3.7k
tw: smut, sexo desprotegido, dirty talking, no sé mas me sinto sucia
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
"nada personal" de soda stereo sonaba en el speaker de algún rincón del departamento de matías, mientras algunos de los chicos bailaban entre la nube de humo que se formaba alrededor del lugar, iluminado sólo por un led violeta. la mayoría de los invitados a la fiesta ya se habían marchado y eran más de las cuatro de la madrugada, pero juani, pipe y santi, totalmente borrachos, seguían bailando —tambaleándose — por el salón, condenados al mismo destino que blas, dormido sobre la alfombra. te reías viéndoles, rechazando las miles de invitaciones a unirte a ellos, ya demasiado colocada para bailar, cuando mati volvió al sofá, acomodándose a tu lado, sorbiendo algo.
"¡qué idiotas!", dijo, riendo como tú, siguiendo los saltos de los bailarines frente a él. luego te tendió el vaso. "¿quieres un poco?"
asentiste con la cabeza, cogiendo lo que fuera el brebaje rojo de su mano. la bebida sabía dulce y te entró por la garganta, pero estaba buena, calentándote rápidamente. mientras tanto, mati aprovechó para sacar algunas cosas de su bolsillo, y tú observaste atentamente cómo preparaba otro porro. probablemente el tercero de la noche.
observar el trabajo de sus manos mientras sujetaba con destreza la seda entre los dedos era casi hipnotizante y, a estas alturas, ya se había convertido en un hábito. trabajaba en silencio, sólo moviendo la cabeza al ritmo de la música, lanzando de vez en cuando miradas divertidas en dirección a tu. de hecho, esas miradas se prolongaban en la noche.
"mierda, se me ha olvidado la boquilla". mati maldijo, envolviendo cuidadosamente la hierba en el fino papel. "¿puedes cogerla de mi bolsillo, por fa?".
parpadeaste un par de veces antes de asimilar lo que te pedía, mientras él levantaba las caderas para que pudieras meter la mano en el bolsillo de su pantalón. rápidamente dejaste el vaso bajo la mesita y deslizaste la mano en su bolsillo, sintiendo el calor del cuerpo de matías. le diste la boquilla, que te agradeció con un guiño y volvió a terminarse el porro.
mientras mati encendía el porro, observaste cómo las chispas brillaban en la oscuridad, iluminando momentáneamente su rostro, resaltando el contorno de su cara. era raro, pero el mero hecho de verle encenderlo con tanta destreza te producía sensaciones cálidas. sensaciones que la hicieron morderse los labios y suspirar con más fuerza.
el característico olor a hierba invadió el aire, mezclándose con el humo del cigarrillo que ya llenaba la habitación cuando el chico a su lado dio una profunda calada antes de pasárselo. quizás era arriesgado, teniendo en cuenta que ya estabas bastante colocada, pero aun así aceptaste, sintiendo el calor entre tus dedos y apretando los labios bajo la seda que matías acababa de marcar con su saliva. 
le imitaste, aspirando todo el humo, inhalando lentamente y soltándolo poco a poco, sintiendo la mirada del actor fija en tu rostro. la música seguía sonando, ahora a un ritmo más tranquilo, y los ojos de matías te observaban atentamente mientras os pasabais el porro el uno al otro. nunca tuvisteis que intercambiar muchas palabras en esos momentos, era un "silencio" cómodo mientras os rodeaba esa sensación de relajación que, al fin y al cabo, sabíais perfectamente hacia dónde iba. no hacía falta mucha conversación ni estudiar el lenguaje corporal para predecir que al final de ese porro, estaríais uno encima del otro, enrollándoos. como todas las fiestas era igual. era casi un mutuo acuerdo silencioso, nunca realmente discutido. 
matías se acomodó en el sofá, cogiendo de nuevo el porro de tu mano y llevándoselo a la boca relajadamente. te recostaste contra el cojín, tus ojos siguieron cada uno de sus movimientos hasta que se acercó a tu cara, con el brazo apoyado detrás de tu cabeza, y soltó provocativamente el humo con la boca casi pegada a la tuya. sentiste el vapor caliente contra tus labios y aspiraste, inhalando obedientemente, sin apartar la mirada el uno del otro ni un segundo. era una tensión tan deliciosa que era imposible escapar, imposible no sentir la química que emanaba de los dos.
"me encanta cómo te miran los ojos cuando te colocas". matías dice, en voz baja, pero lo suficientemente audible para los dos.
sueltas una risa, sintiendo como tus párpados se vuelven más pesados y todo tu cuerpo ligero, siendo tomado por la ola de embriaguez. tus sentidos se aflojaban cada vez más, tu visión se nublaba y tu percepción se volvía borrosa, pero sentías cada pedacito de la cálida piel de la mano de matías en tu muslo, simplemente descansando casualmente allí.
no suficiente, su otra mano tocó suavemente tu nuca, las yemas de sus dedos en un agradable sube y baja, haciéndote dejar colgar la cabeza hacia el otro lado, disfrutando de su tacto. entre sus piernas, era difícil ignorar la sensación de humedad que le provocaba.
"tus pupilas se ponen enormes", dijo, todavía examinando sus dilatados orbes con una sonrisa.
"siempre se ven así cuando estoy contigo", su confesión no pretendía sonar tan descarada, pero era sincera, y pilló por sorpresa a matías, que reaccionó alargando la mano para tocar su muslo y apretarlo un poco.
era curioso como siempre estabais sedientos el uno del otro, nunca necesitabais mucho para llegar a esa capa más íntima, más sincera. vuestra compañía siempre estaba llena de caricias, conversaciones pretenciosas y sonrisitas tontas, envueltas en una burbuja que sólo os pertenecía a vosotros.
"¿esto es por la marihuana o por mí?", te pregunta matías, en un tono juguetonamente coqueto, y te pasa la lengua por el interior de las mejillas, esperando tu respuesta.
le das otra calada al porro y te quedas pensativa mirando al techo, como si intentaras encontrar una respuesta. riendo suavemente, volviste a él, soltando el humo.
"digamos que es una buena combinación de ambas cosas", te encogiste de hombros, recorriendo con tu mirada el delicado rostro de matías, inclinando tu cuerpo más cerca de él "ayuda a intensificar lo que quiero contigo".
la expresión de matías era impagable y completamente engañosa de ver, sus ojos en blanco de sorpresa y su sonrisa intensificándose, justo lo que necesitabas para aumentar tu deseo. se acercó un poco más, y sus labios estaban ahora a centímetros de los tuyos. la habitación estaba impregnada de una electricidad sensual, y podías sentir cómo tu corazón se aceleraba. los chicos que bailaban en medio de la sala fueron completamente ignorados, olvidados.
"supongo que podemos considerarlo un efecto secundario bastante agradable", dijo, rozando ligeramente tus labios.
sin embargo, antes de que nada más pudiera suceder, un golpe resonó en la habitación.
juani, completamente desequilibrado, tropezó con la mesita, tirándola a un lado y cayendo encima de blas en el suelo, que se despertó sobresaltado. los chicos intercambiaron miradas alarmadas, visiblemente alterados, y volvieron a estallar en carcajadas. matías negó, riendo, y dio una ligera patada a la pierna de juani a sus pies.
"¿vamos a mi pieza?", preguntó, reaccionando rápidamente susurrándole al oído. "parece más seguro allí"
asentiste, medio riéndote de la situación, y ambos os levantasteis, cogiéndole de la mano mientras os guiaba, dejando atrás el caos momentáneo del salón. el sonido de la música se hizo más lejano mientras cruzabais el pasillo hacia la habitación de mati. la puerta se cerró tras vosotros, ahogando las risas y la música, dejándoos por fin en intimidad.
"debería echarlos a patadas a estas alturas", bromeó, mientras te rodeaba la cintura con el brazo. 
"son tus mejores amigos", te reíste, y el actor pareció apreciar lo que habías dicho.
"no finjas que no son tuyos también", replicó, y os reísteis, más juntos ahora, con tus piernas entre las suyas.
mati, que seguía sujetando el porro entre los dedos, se inclinó hacia él, sus miradas se encontraron en un silencioso juego de deseo mutuo mientras las sonrisas se desvanecían. la música sonaba suavemente, más baja ahora, al ritmo de sus acelerados corazones. antes de que nadie pudiera decir nada más, matías acercó suavemente su mano a su rostro, acariciándolo con suavidad. la distancia entre sus labios disminuyó gradualmente, y se perdieron en un beso, el mundo exterior desapareciendo a medida que la intensidad del momento se apoderaba de ellos.
en cuestión de segundos, sus piernas rodeaban las caderas de él, mientras las manos de mati la sujetaban por el culo, haciéndote gemir contra el beso cada vez que la apretaba. no tardó en tumbarla en la cama, frotando contra el suyo su cuerpo caliente y empapado de porros, que se había olvidado en algún rincón. 
sus manos se apresuraron a sujetar la cara de matías mientras él se esforzaba por besarla y bajarle la falda al mismo tiempo, sin tener mucha dificultad ya que la tela se deslizaba fácilmente por sus piernas. acarició sus muslos, apretando la parte más suave de su piel y acariciándola, tragándose cada uno de sus jadeos en medio del beso repentinamente desesperado. recalt colocó su muslo entre sus piernas, haciendo que la tela de su pantalón rozara su clítoris aún cubierto, provocando que todo su cuerpo se estremeciera. parecía imposible ponerla aún más cachonda, pero le excitó por completo. 
"me encanta oírte debajo de mí así, nena", murmuró matías, jadeando contra sus labios mientras frotaba su cuerpo contra el suyo. "eres tan fácil de hacer gemir, ¿lo sabías?".
mierda, cuando matías empezaba a hablar así era suficiente para volverte loca, completamente enérgica, deseosa de tener cada centímetro de él dentro de ti. sus manos subieron hasta tu pelo, tirando con fuerza como reacción a la provocación del chico. 
sin perder tiempo en darse cuenta de su estado, matías se quitó apresuradamente el resto de la ropa, con un pequeño deja vu de todas las demás docenas rondando por su cabeza. su polla se estremeció al pensarlo, sólo de recordar lo delicioso que era sentirte dentro, apretándote contra él. estaba hambriento. quería sentir tus bolas golpeando contra su culo hasta marearse, para ser honesto. y joder, le encantaba lo adorable que parecías así, con los ojos medio perdidos y completamente en paz. 
le ayudaste a quitarse los pantalones, desabrochando el cinturón de sus jeans, lamiendo toda la longitud de su entrepierna mientras se arrodillaba frente a ti. mientras matías se quitaba la camiseta, tu mano se aventuró dentro de su bóxer, encontrando su miembro extremadamente duro y empapado de pre-cum, y sólo la sensación de abrazarlo así te hizo frotar los muslos entre sí. matías palpitó al sentir sus dedos contra su sensible piel, e incapaz de contenerse, echó la cabeza hacia atrás, murmurando su nombre entre maldiciones.
sus hábiles dedos bordearon la circunferencia de su polla, bajando y subiendo tranquilamente por su longitud, mientras sus ojos se clavaban en cada reacción del chico, que le sujetaba la cara con suavidad, acabando por pasarle los dedos por su pelo. cuando sus movimientos se intensificaron, matías bajó sus dedos a tu boca, presionando sus dedos índice y corazón contra tu lengua para que pudieras chuparlos, y naturalmente, lamiste y chupaste sus dedos, sedienta, sin romper el contacto visual con el actor, que te observaba con ojos oscuros y concentrados. las huellas de sus dedos sabían a hierba y no hacían más que aumentar la sensación de dolor entre tus piernas, suplicantes por él.
matías empujó sus caderas contra tus manos, gimiendo, y entonces sus rodillas casi cedieron, y fue cuando de repente apartó tus manos de él y presionó sus dedos con saliva contra tu mandíbula. le miraste fijamente con mirada suplicante, sintiendo la fuerza de su mano contra tu cara. 
"si sigues así me voy a correr", admitió y luego bajó sobre ti, empujando tu espalda sobre el colchón y tumbándose debajo de ti una vez más. "pero quiero correrme dentro de ti, bonita".
suspiraste, sintiendo que tus entrañas se congelaban de forma placentera, y sonreíste perversamente a matías, que ahora se concentraba en tu cuello, chupando con fiereza tu piel, mientras la cabeza de su polla se frotaba frenéticamente contra tu entrada, provocando pequeños espasmos en tu cuerpo, que instintivamente trataba de encajarlo. 
"mati" gemías su nombre, casi ardiendo por la expectación que te provocaba aquella sensación, dejándote casi frustrada. pero matías parecía decidido a torturarte, dispuesto a tomar de ti exactamente lo que quería y como lo quería. "matías, por favor"
escuchar tu nombre con su voz desesperada y necesitada le hizo desear correrse en ese mismo instante, pero matías se obligó a contenerse, gruñendo contra su garganta, saboreando tu perfume, tan familiar para él que rondaba bajo su lengua como un sabor conocido. jadeó cuando tu coño se frotó contra su dura longitud una vez más y entonces sujetó tu cintura con fuerza para que mantuvieras tus caderas quietas.
"usa tus palabras, mi amor. sé que puedes hacerlo", ordenó recalt con paciencia, bajando el cuello para mirarte a los ojos. te follaría de todos modos, pero le gustaba que se lo pidieras amablemente. le volvía loco oírte así.
"quiero que me folles", obedeciste a su petición, las palabras salían de tu boca en angustiosos susurros de deseo. "por favor, mati"
"no te estoy escuchando, nena" matías rodó un poco más sus caderas, frotando su polla contra tu clítoris y casi pierdes el control allí mismo. "no seas tímida, me encanta que me lo pidas".
"fóllame, matías", exclamaste en un tono más alto, abrazándote a su nuca, intentando moverte contra las manos del mayor en tus caderas. "es que te necesito".
satisfecho y con una soberbia sonrisa en los labios, matías se acomodó entre tus piernas y mantuvo su polla en tu entrada, rodando dentro de ti con una calma inicial. ambos cerrasteis los ojos con fuerza, y por un momento fue posible escuchar vuestras exaltadas aspiraciones por encima de la música amortiguada. matías llegó hasta el fondo dentro de ti y se detuvo, sólo sintiendo cómo tus cálidos músculos se tensaban contra él, lleno de algo casi parecido al orgullo al ver tu expresión de placer en silencio, o cómo encajaba tan perfectamente en tu coño. 
tus movimientos comenzaron lentamente y fueron acompañados por pequeños gruñidos del chico, que respiraba con fuerza en tu oído. disfrutabas de cada sensación con un gemido sensual, moviendo tu cuerpo contra el suyo, capaz de alcanzar tu punto máximo con cualquier embestida más fuerte. matías empezó entonces a moverse más rápido, susurrándote al oído lo hermosa que eras, lo bien que te sentaba estar dentro de ti, lo patéticamente que gemías, y entonces te ordenó que hicieras más.
"abre más las piernas, princesa", te ordenó, dándote ligeras palmadas en el muslo, y luego dejó escapar gemidos guturales cuando le obedeciste. empujaba cada vez más profundo, follándote hasta el punto en que podías sentir el líquido filtrándose entre tus piernas. "más"
cuando rodeaste las caderas de matías con tus piernas fue suficiente para que él comenzara a comportarse casi sin delicadeza, follándote sin sentido. dos o tres veces, su polla se deslizó fuera de tu entrada, perdiéndose en los movimientos, y la cuarta vez, cuando estiraste la mano para sujetar su miembro y ayudarle a entrar en ti una vez más, la detuvo, sacándose de ti.
"no, mati" tu cuerpo se retorció ante la inesperada ausencia, mientras gemías, deseando más. 
matías sonreía, cansado y sudoroso, observando tu cuerpo y tu ansiedad con admiración. nunca se cansaría de todas las noches que pasasteis así, siempre deseando la próxima fiesta, el próximo momento, como éste. entonces el actor acercó sus labios a tu cara, besando tu mandíbula, tu mejilla, tu nariz, tu sien, una delicadeza que contrastaba con su siguiente petición.
" gírate", su voz sonó ronca y autoritaria. matías retiró las manos de tu cintura para dejarte espacio para moverte, y oíste los latidos de tu corazón estallar en tus oídos.
mientras asimilabas lo que te decía, sentiste al instante un calor que te subía por las piernas y te llegaba a la cabeza, haciéndote hervir la sangre de deseo. era algo nuevo, completamente sucio y excitante de una forma que nunca imaginaste que pudiera ser.
y una vez más, sin concurso, le sonreíste, embargada por una versión de la lujuria y recibiste una risa perversa a cambio, matías sabía exactamente lo que estaba haciendo. moviéndote lentamente, ante el asombro del actor, te arrodillaste en la cama, de espaldas a él. oíste la bofetada antes de sentir el cosquilleo en tus nalgas, tardando unos segundos en asimilar la bofetada acompañada de perversos gruñidos. matías ya dominaba de nuevo tu cuerpo, algo ya habitual en él que tan bien conocía cada parte de ti, y astutamente dobló tu torso hacia delante, dejándote apoyada sobre los codos.
a cuatros patas, respiraste hondo cuando sentiste su mano recorriendo tu espalda hasta llegar a la base de tu nuca, y luego su otra mano se posicionó en la base de la parte baja de tu columna. 
" ¿puedes tomarlo, princesa?" murmuró, inclinándose a lo largo de tu cuerpo para preguntarte al oído.
"yo..." sentiste como pasaba su mano por tu nuca hasta tu pelo, y se balanceaba. "joder, puedo tomarlo".
dándote tiempo para acostumbrarte a la posición, matías empujó lentamente hacia tu entrada, dejando besos por tu columna mientras lo hacía, alabando lo bien que te estabas portando, lo que sirvió de estímulo para que tus caderas rodaran sobre su polla, llevando a matías a agarrarla con fuerza, gimiendo tu nombre. te sentías como si fueras a derretirte en cualquier momento mientras él empujaba contra tu cuerpo, y trataste de ahogar tus gemidos enterrando la cara en las sábanas, dejando que la tela se mojara con tus babas.
"me he pasado toda la noche pensando en este momento". enunció matías, su voz mezclándose con los sonidos de su cuerpo chocando contra su culo, las pequeñas pausas disminuyendo de repente. "y es mejor de lo que podría haber imaginado"
tus gemidos eran suaves y contenidos, reaccionando cada vez que él llegaba a un punto sensible, y cada vez que movías un poco más las caderas hacia arriba, una sensación de calor blanco se apoderaba de tu vientre, transmitiéndose al resto de tu cuerpo, que estaba a punto de derrumbarse en cualquier momento. era incluso mejor que la sensación de estar colocado, más relajante que todo el cannabis que habíais compartido aquella noche.
"me voy a correr" anunciaste, exasperada, inundada por la creciente sensación en el fondo de tu estómago, incendiando tu cuerpo. matías se lo tomó como un reto, ralentizando sus movimientos hasta follarte tortuosamente despacio, golpeando justo en el punto exacto de tu coño.
agarraste con fuerza la sábana, sintiendo como el escalofrío te invadía y provocaba poderosos espasmos en todo tu cuerpo, debilitando todo tu sistema nervioso. matías te sujeta con prontitud, deslizando sus brazos bajo tu vientre, y tira de ti hasta que quedáis tumbados torpemente juntos hasta que tu cuerpo empieza a recuperar fuerzas de nuevo. 
matías besa la curva de tu hombro y puedes sentir lo caliente y sudoroso que está, resultado de la locura que acababa de tener lugar allí. subes la mano hasta su brazo alrededor de tu cintura y entrelazas su mano con la tuya, sonriendo satisfecha contra el colchón.
"ha sido... intenso", admites con una risa casi tímida.
"maravilloso, tú has estado maravillosa", te elogia él, sonriendo tiernamente contra tu cuello. " ¿realmente tenemos que esperar hasta la próxima fiesta?"
te ríes, todavía atontada y un poco fuera de sí, y respiras hondo, recuperando el aliento. todo tu cuerpo se siente demasiado sensible, aún ardiendo, susceptible a cualquier estímulo.
"técnicamente, aún estamos en una", te encoges de hombros. no era una regla, pero el hecho de que fuera casual hacía que la tensión fuera aún más deliciosa. pero era imposible negar cuánto anhelabas más, fuera de esos momentos.
siguiendo tu ejemplo, te diste la vuelta en la cama, encontrándote cara a cara con matías. te apartó suavemente los mechones sudorosos de la frente y te encaró con una sonrisa que decía "no vales nada, y me gusta".
el silencio tras la tormenta de sensaciones os permitió a los dos recuperaros, envueltos en el calor que quedaba entre sus cuerpos. matías seguía dejando suaves besos en tu clavícula, mientras tú te deleitabas con la reconfortante sensación de estar tan cerca de él.
se quedaron un rato en ese pequeño envoltorio, disfrutando del tacto reconfortante del otro. tu respiración empezó a normalizarse y la habitación se sumió en una calma post-intimidad. los efectos del porro mezclados con la intensidad del momento crearon una atmósfera casi onírica.
"¿estás bien?" preguntó matías suavemente, dejando un suave beso en tu mejilla.
asentiste, con los ojos entrecerrados por el placentero cansancio. "más que bien".
matías rió suavemente, acariciando con dulzura la mano que seguía entrelazada con la suya. juntos disfrutaron del silencio, como si el tiempo se hubiera alargado para abrazar aquel momento.
con el paso del tiempo, la realidad comenzó a infiltrarse de nuevo. los sonidos lejanos de los chicos en la habitación, las risas apagadas y el suave murmullo de la música más baja llegaron a vuestros oídos. la luz del día empezó a filtrarse por los pequeños resquicios de las contraventanas, y ahí supiste que era hora de marcharse. tu compromiso terminaba junto con la fiesta.
"quédate", dijo matías socarronamente, apretando su brazo alrededor de tu cintura, atrayéndote de nuevo contra su cuerpo. "quédate, por favor".
dudó un momento, sorprendida por el repentino cambio. no era un pendejo, siempre te cuidaba después del sexo y atendía tus necesidades posteriores, ¿pero quedarse? eso era nuevo.
tus ojos volvieron a encontrarse con los de matías y pudiste ver el brillo de la súplica en sus ojos, del deseo y de algo más.
así que obedeciste una vez más.
━━━━━━━ ★ ━━━━━━━
tampoco se como llegué aquí pero hola ¿cómo están? 🤰
muuuchas gracias por esta ask, espero haberlo hecho bien <333
solo hice una light prof read entonces díganme si algo esta raro porfaaaa
349 notes · View notes
imninahchan · 1 month
Text
Tumblr media Tumblr media
𓏲 ๋࣭  ࣪ ˖ 𐙚 ⌜ 𝐀𝐕𝐈𝐒𝐎𝐒: matias!namoradinho, ciúmes, rivalidade masculina, leitora tem um ex dilf chamado wagner (moura), pegada no pescoço, dirty talk (degradação), manhandling, tapinhas, menção a anal, sexo sem proteção (quem fode no pelo é vacilão), spit kink, masturbação masc, menção a face fuck. ⁞ ♡ ̆̈ ꒰ 𝑵𝑶𝑻𝑨𝑺 𝑫𝑨 𝑨𝑼𝑻𝑶𝑹𝑨 ꒱ finalmente, perdão pela demora. Inclusive, @flowersephone feliz aniversário muito muito atrasado, obg por ler as minhas coisas♡ ─ Ꮺ !
Tumblr media Tumblr media
⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀───── 𓍢ִ໋🀦
Tumblr media
FINALMENTE, VOCÊ TRAZ SEU NAMORADO PARA CASA. Depois de meses só conversando por vídeo chamada, áudios de WhatsApp e fotos no Instagram, Matías está contigo no Brasil para conhecer os seus pais. Nervoso, quer transparecer que está bem a todo custo, mas as pernas tremem e a palma da mão sua frio quando aperta a do seu pai. Gagueja sempre que alguém dirige a palavra a ele, o portunhol na ponta da língua, embora tenha passado noites e mais noites vendo vídeo de professores de português no Tik Tok e no YouTube.
Mas faz amizades fácil, é carismático e cheio de bom humor. Passa o dia inteiro na rua, seja andando de skate com uns moleques aleatórios da idade dele ou bebendo umas no barzinho da esquina com os velhos cachaceiros do bairro.
Tudo sai bem — ao que parece.
“Escuta aqui”, a voz irritadinha dele ecoa pelo quarto de repente, no meio da noite. Você resmunga, afundando o rosto no travesseiro como quem não vai dar muita atenção, só que se senta sobre o colchão estirado no chão, ao lado da sua cama de solteira, para puxar o seu lençol, “por que a dondoca não me disse que o seu ex era aquilo tudo?!”
A sua reação imediata é querer repreendê-lo, reclamando da ação abrupta de te acordar na marra, mas quando ouve a pergunta o riso vem naturalmente. “Como assim, cara? Pelo amor de Deus, Matías...”
Pelo amor de Deus nada, ele retruca. Se põe de joelhos, pra alcançar o seu braço na cama e te chacoalhar, atentado, “você sabe o vexame que eu passei?! Hein? Minha cara foi no chão!”
“Do que você tá falando, cara? Vai dormir!”, se debate, tentando afastar o toque dele, enquanto falha miseravelmente porque ri mais do que tudo.
“Vai dormir o caralho! Sabe o que ficou parecendo? Hm? Que você teve um downgrade. Baixou o nível!”, os olhos até se arregalam, a voz sendo cochichada com tanta raiva faz o surtinho parecer ainda mais hilário, impossível resisitir às gargalhadas. “Tá rindo do quê?! Foi uma vergonha, um esculacho. Humilhação. Desonra pra mim! Desonra pra você!”
“Matías!”, você senta num pulo, acendendo a luminária sobre a cômoda. As mãos pairam nos ombros do rapaz, manera o riso. “Calma, hermano. Respira. A gente já conversou sobre o Wagner, cê tá assim só por causa dele?”
E daí, meu amor?, você até tenta apaziguar a situação com a voz doce, porém ele dispara de volta: “e daí que ele tem um emprego foda, uns papos cabeça, uma voz de fazer qualquer um abrir as pernas e sem falar que ele é mais velho que eu! O seu pai adora ele. Ele apareceu lá no bar, e eu virei piada!”
O argentino pende a cabeça pro canto, os olhos fulminantes te encarando sem muita paciência. Você, real, acabou de diminuir os sentimentos dele dessa forma?! “Mas você não tinha me dito que ele era... era...”, nem sabe bem quais termos usar, trava, articulando exasperado, “...aquela coisa toda que ele é. Ele é tudo que eu não sou!”
“Virou nada”, garante, “meus pais adoraram você. Minha mãe que disse!”
“O caramba!”
Você cruza os braços, mas isso é ciúmes ou só ego ferido?
Ele se cala. Os lábios crispam, o olhar foge do teu. Parece medir os termos, ler o ambiente. Baixinho, questiona, por quê?, e você estica de leve um sorrisinho de canto. “Porque se for só a sua masculinidade frágil, não tem nada que eu possa fazer. Mas, se for ciúmes...”, o seu sorriso aumenta gradativamente à medida que chega no final sugestivo da frase.
Matías mantém a marra, “primeiro que eu não sinto ciúmes”, diz, convicto. “Segundo”, ergue o indicador, “pra que eu vou te foder se você vai gozar igualzinho você fazia com ele?”
Ah, Matí, você lamuria, os braços envolvendo o rapaz e o corpo descendo da cama para se aninhar com ele no chão. Engatinha por cima dele, com o rostinho sacana, “me fode que nem você sabe que ele nunca mais vai ter a chance de fazer.”
O seu namorado não te olha, faz um pouquinho mais de charme. Ganha um beijo seu na bochecha, mas está encarando as paredes. Hm? Matí?, você murmura, alternando o beijo pra outra bochecha, me fode com força pra sarar essa pose de bravinho.
“Você não tem vergonha, não, hein?”, ele franze o cenho. A entonação de irritadinho não falha em te fazer rir mais uma vez. Por fim, te olha, de nariz em pé. Pega na sua mandíbula, “me deixa putasso e ainda tem a coragem de me pedir pau”, facilmente comsegue inverter as posições, te colocando por baixo. Da sua mandíbula, a pegada vai pra sua garganta, “cê não cansa de ser cachorra assim, não? Hm?”, a ponta do nariz resvala na sua, está com o rosto pertinho, e você ri, boba. “Era tão baixa assim com ele também, é?”
Não, você nega, quase num miado. A carinha de safada o deixa mais alucinado ainda. “É?”, ele reitera, “mentirosa.”
“Não, eu juro”, você levanta a cabeça, quer que os lábios toquem nos dele, mas o Recalt não te concede o beijo, usando a mão para tapar a sua boca de qualquer forma, os dedos se esgueirando entre os seus lábios enquanto você murmura de volta eu sou só sua.
“Só minha?”, ele ecoa de volta. Você faz que sim. “É, né?”, acompanha o sorriso tomando conta dos lábios dele, um quê de convencido, “quem vai te comer no seu quartinho de virgem na casa dos seus pais, hm? É o Matí, não é?”
Uhum, você manha, permitindo que o argentino possa te colocar de bruços sobre o colchão. Ele puxa seu short pra baixo, logo está estalando a palma quente na sua bunda, aperta a carne com firmeza suficiente pra te fazer engolir os resmungos enfiando a face no travesseiro com o cheirinho dele. “Eu devia meter no seu cuzinho e te punir”, tomba o tronco por cima das suas costas, a virilha prensadinha nas suas nádegas. “Mas do jeito que você geme igual uma puta é capaz de acordar a casa inteira.”
Eu fico quieitinha, você tenta contornar, porém o seu namorado te conhece melhor. “Até parece”, te caçoa, o nariz resvalando atrás da sua orelha, “é a minha bonequinha escandalosa, e a gente não tá em Buenos Aires mais, bebê”. Quando pega na sua mandíbula de novo, os lábios não vão de imediato pros seus. Brinca contigo, escapando do enlace pro ósculo, encarando os seus olhos fechados. Deixa um beijinho na extremidade da sua boca. Minha, ele repete o pronome possessivo, a pronúncia saindo abafada ao deslizar a boca pelo seu ombro. De entre os lábios, um filete de saliva escapa e cai na sua pele, escorregando pelas suas costas, esgueirando por baixo da blusa de alcinha do pijama. Te faz sentir tão suja que assim que ele te arruma de quatro, bem empinadinha, a posição combina perfeitamente com os seus sentimentos.
Espia sobre os ombros, o flagra alisando a cabecinha molhada com a palma. Põe em mim, pede, separando mais os joelhos sobre o colchão. “Tsc”, ele estala a língua, “além de escandalosa também é uma cadela apressadinha”, se alinha na sua entrada. Te pega pela nuca, traz o seu torso para trás, a boca encaixando ao pé do seu ouvido, “fica chorando por pica como se nunca tivesse levado uma... vou contar pro seu papai a putinha que ele criou.”
O jeito bruto com que ele te deita novamente, mergulhando seu rostinho no travesseiro, é delicioso. A indelicadeza pela qual você estava pedindo. Quer dizer, não tem uma vez sequer em que o argentino te coma com algum tipo de pudor, porém, com certeza, dar pra ele depois de instigar a rivalidade consegue superar o cotidiano. Não estava nos seus planos, sendo honesta, não tinha nem cogitado a possibilidade do seu ex aparecer pela cidade justamente quando retornou com o seu atual. Mas não poderia estar mais agradecida.
É tarde, então você morde a fronha pra controlar a vontade absurda de gemer. Matías segura bem a respiração, por mais ofegante, o foco está em meter ao máximo em ti até escutar que te deixou ardendo por dentro. O único som que reverbera, sem que muito se possa ser feito sobre, é o choque dos corpos. As carnes da sua bunda sendo maltratadinhas pela virilha dele, a cada estocada funda, forte. Você reza pra que o eco do som alto vindo do barzinho na rua esteja inundando o quarto dos seus pais e fazendo com que a indecência do que acontece aqui dentro passe despercebida.
Os seus olhinhos se enchem, uma lagrimazinha fina escorre no canto mas se esvai quando chega no nariz. Está abraçada ao travesseiro com tanta pressão que quando afrouxa o abraço até sente os músculos doloridos. Olha por cima dos ombros de novo, a sensação quentinha que te invade logo depois é um sinal de que ele finalizou direitinho na sua buceta. Quer perguntar mas e eu?, só que esquece a questão ao receber a ordem pra deitar mais pertinho dele, de barriga pra cima.
Obedece, já imaginando o que vem a seguir quando percebe que está com o rosto bem no ângulo equivalente com a virilha masculina. E Matías não te poupa a explicação, “agora você vai me mamar, princesa. Vai limpar meu pau todinho”, tomba o corpo de leve, quer ter o controle pra roçar a cabecinha na sua boca, melando o lábio inferior com a porra branquinha que se acumulou principalmente na ponta. Você segura nas coxas dele ao ter ambos os joelhos do rapaz cercando a sua cabeça de cada lado. Sabe que ele vai se inclinar mais, apoiar as palmas no colchão e jogar os quadris pra frente, metendo, igualzinho fez agora a pouco por outro buraquinho.
A ideia de ter a sua boca usada, novamente da mesma forma, traz um sorriso vadio pro seu rosto. A atenção não desgruda da ereção babadinha, nem quando ele tem que estapear de levinho as suas bochechas, um tapinha em cada uma, pra fisgar seu foco pros olhos dele. “Só não se engasga, viu?”, te diz, mas com aquele tom debochadinho. “Imagina acordar os seus pais com o som da filhinha deles se engasgando com o meu pau... Tsc, cê não passaria isso com aquele lá, né? Foi só cair nas minhas mãos que virou essa vadiazinha, nossa... Será que é um problema meu, hm?”, afunda na sua boca, até encostar o seu nariz na virilha dele, volta. “Será que fui eu que te transformei nisso, ou é você que sempre foi essa piranha que mama o meu pau sujo de porra depois d’eu meter sem dó em ti? Ahm?”. Perverso, surra a glande ensopadinha de saliva no seu rosto, babujando na boca, na bochecha, no nariz, “Acho que só tava esperando o cara certo pra mostrar a puta que cê é, não, linda?”
222 notes · View notes
italianlobster · 3 months
Text
Surprise (Matías Recalt x Female Reader)
Requested by: wallowins3lfpity
Summary: You haven't seen your boyfriend, Matías, in months because he is busy working on the set of LSDLN. He unexpectedly shows up on your doorstep one night.
Warning: Smut
-
It has been months since you have had the chance to see Matías in person. You haven't felt his warmth in so long. Yes, you facetime him and call him on your phone, but that wasn't enough. You needed him so badly. You watched the behind the scenes of LSDLN and also interviews only for him, wishing he would come back. His handsome face, which included pale skin, brown eyes, and pink lips, drove you crazy. You longed for his touch, whether that would be a hug, a kiss, or even more than just that.. You didn't want to seem clingy, so you just left him alone.
Little did you know, Matías also felt the same way. He'd look at pictures of you on his phone of you on dates or just regular selfies, you know, innocent stuff, and occasionally, in suggestive outfits and positions when he really needed you. His imagination went wild. He'd continuously excuse himself with a raging boner in his boxers and a blush painting his pale cheeks to a private space when possible. All of the other boys were suspicious whenever this happened. They weren't stupid. Of course, they knew what he was really doing in that private space. They also knew how much he really missed you and joked around with him about his long-distance relationship.
The wait was painfully long. One month.. two months.. it kept going on and on. During the nights, whenever you craved for each other's touch and it was becoming unbearable, you both would send nude pictures of yourselves along with texts and phone calls that would make the devil sweat. You slept with one hand on your breast, wishing it was his. Matías would wrap his hand around his dick, with his eyes closed, wishing that it was yours. Your dreams felt more and more realistic. A recent dream was when Matías played around in your asshole and you played around in your pussy. You woke up covered in cold sweat while breathing heavily.
It was becoming harder to focus on your daily tasks. At your job, even at your apartment. You never called your apartment "home" because the only home you knew was in Matías' arms. People noticed you daydreaming during conversations with them. Everything around you reminded you of Matías. Places like coffee shops where you both would regularly have dates. A restaurant that specifically sold Argentine dishes. The same went for Matías. He couldn't focus at all on filming. There were multiple cuts where he had stuttered or forgot his lines. This caused the filming to take much longer.
A few months into filming, you were alone at your apartment. You decided to treat yourself with a bubble bath, something to do instead of masturbating and thinking about him all day. You turned on the faucet of the bathtub and adjusted the temperature to hot. A few squirts of your favorite soap went in the hot water, and it was perfect. You put your long hair down (or you just left it alone if you have short hair). Your shirt went over your head, and your pants fell to the ground. Your panties followed after your pants, and you unhooked your bra. You removed your socks, and you put one foot into the tub when the doorbell suddenly rang. Frustrated, you put on a bathrobe and stomped to the door, opening it.
"Fuck off!" You shouted at the man standing in your doorway. It was Matías. Filming hadn't ended yet. Why was he here? You wondered. His face went from a happy to a surprised expression. His eyes also widened. "Well, hello to you too. You kiss your mother with that mouth?" He jokingly said with a giggle. You didn't respond. You were still shocked at his unexpected appearance. "Are you going to let me in or not?" He said with a smile. You moved out of his way, and he entered your apartment. He had no luggage, and it seemed like he left it at a hotel somewhere.
The both of you went into the kitchen. Matías was thirsty and helped himself to a glass of water. "Shouldn't you be filming?" You finally spoke up. "Well, yeah, but we're in the midst of a break, so I decided to visit you for a while, and then I'll go back to continue filming." He responded and took a sip of his glass. He then sat down at the nearest table. You followed, too. Matías was desperately trying to control himself. His leg was bouncing, and his hands shaking. Drops of water spilled from his mouth when he took a sip of his glass since his hands were so shaky. You tried to control yourself as well, but you decided to have some fun teasing him, too. Your legs crossed, and you opened your bathrobe just a little bit to reveal some cleavage.
You could feel Matías' eyes focus on your presence. He was staring and very distracted. There was silence until he abruptly got up from his chair and pulled you up. Your lips were dangerously close, and your heart was beating out of your chest. You didn't waste any time and immediately smashed your lips onto his. At first, you both went slow until he entered his tongue into your mouth. This was enough to destroy your patience and the pace of making out sped up. Saliva dripped from your chin. You licked his lips. He sucked on your tongue. You tasted each other's saliva. He went down to your neck and left marks on the skin. He bit and nibbled on the skin. Then he licked and sucked on the marks. He had marked his territory.
Suddenly, Matías pulled away from the kiss. He looked at you with a smirk and said, "bedroom?" You shook your head, yes. He lifted you up bridal style, and the two of you went off to the bedroom. He threw you onto the bed gently and climbed over you.
What you have been waiting for months now is finally going to happen. Matías untied your bathrobe, and your body was exposed to the cold air. Your nipples immediately hardened, and the hairs on your skin rose. Matías absolutely loved your body. He helped you love yourself. He kissed every mole, freckle, scar, and birth mark on your body. He would build a sculpture of you if he had the skill. First, he admired your body from top to bottom for a few seconds before kissing you again on your lips. He moved down to your neck with his tongue and stopped at the middle of your breasts. He sucked on your left nipple while licking it, and his right hand caressing the other breast. His eyes still focused on your face. He wanted to see your facial expressions and how you melt completely from his touch.
Matías grinned devilishly. He didn't focus too much on your breasts and went down. Giving kisses to your stomach, abdomen, and thighs. He tugged at your pubic hairs, and his nose brushed against it. He was so close, but yet still so far from where you really needed him. Finally, he gives a quick lick on your clit. You let out a small moan. He grins more against your pussy. He begans to lick and suck on your clit. He also uses two of his fingers to put inside of you. The sensation of being fingered and licked at the same time was too much to handle.
"You taste so good." Matías whispered, but it was loud enough for you to hear. During the whole session, he never looked away. His attention stayed on your face. His brown eyes were so seductive. You couldn't bear to keep eye contact with him. "Look at me with those beautiful eyes." He said, you obeyed. You kept moaning, and it was like music to his ears. His favorite song. You felt like something was coming. It felt like you and Matías were the only ones that mattered in the world right now.
Suddenly, he stopped and looked at you. Once you caught your breath, you looked back and saw that his lower face was completely covered in your juices. He still had that grin on his face. You can't help but feel embarrassed. This had never happened before. Before you could speak, Matías said, "You squirted, but I really liked it." You responded with a soft smile. He was still clothed, and you wanted to rip off everything right then and there.
Matías was kinda shy showing his body to you. He wasn't muscular but thin. You always complimented him because it made him feel better. He was like a greek god in your eyes. His self-esteem had majestically improved ever since your first time. Matías began to undo his blouse. One button, two buttons.. he teased you by taking his time, and he was painfully slow. So you decided to get up and just rip off his blouse. The buttons flying everywhere. To the ground. His eyes widened. You caressed his chest and nipples, feeling cold and soft skin. You also gave kisses everywhere on his torso, which left hickies. Hints of purple on his white skin. You pulled and twisted his pink nipples. They became sore from you playing with them. They were also hard and sharp enough to cut paper.
Your hands traveled down and stopped at his bulge, which was getting bigger every second. You unbuckled his belt and threw it to the ground. His pants dropped, and he was in his tight boxers. It was so tight. In fact, you could the outline of his dick. He was suffering through these tight boxers. You massaged his dick through the fabric while also squeezing it, and you pulled him closer. To the point where you were poking him with your nipples. He giggled at the feeling. Finally, you grabbed the waistband of his boxers and yanked them down. His hard dick sprung up, and he groaned. There were sparks of precum dripping from the tip.
You wrapped your hand around his dick and began to stroke it slowly. Matías held on to you for dear life as you gave him a hand job. It has been so long, and he could pass out at any moment from all the simulations. Your other free hand went down to massage his balls. Squeezing them and also pulling them. His eyes rolled back as he grew more and more sensitive to touch. More precum dripped down his length. Veins also pulsating on the base of his length. You could feel his breath growing heavy.
You removed your hand from his dick. He whined as he wanted more. You looked at him with a smirk while laying down on the bed behind you and then opening your legs. You both still kept eye contact. Matías didn't waste any time and got on top of you in between your legs. You could feel his dick poking your inner thigh. He was so close to being inside you. Matías gave you one last kiss on the lips before lining his length against your pussy. Rubbing the tip against your clit. "Say you want me!" He shouted. He loved to watch a woman beg before absolutely destroying her.
"Oh.. I want you so bad.." You whispered. Your hands covered your red face.
"Hm? I couldn't hear you!" He shouted yet again, the tip of his dick still rubbing against your clit.
"Oh, I want you ins-" You said more louder and were cut off when Matías rammed himself inside of you. He was an impatient man. Your walls clenched around his dick. You were very tight, and it hurt him so well. Matías laid on top of you but was careful enough not to put his entire weight on you. His hand caressed your cheek as you adjusted to his size. He never looked away from you as well. A few minutes had passed, and you signaled him to move. He got the signal, and he slowly began to move his hips. One thrust, and you're already gushing around his dick. Your juices soiling the bedsheets underneath you.
You finally got what you wanted after so many months. The wait was worth it. You wished this would last forever, though. Matías was very vocal in bed. He sounded like a pornstar and was just as loud as you. His groans and growls alone were enough to make you orgasm. You would never guess that these noises were coming out of a gorgeous man like him. His pace grew faster as he fucked the shit out of you. Your hands grabbed and squeezed his petite ass, urging him to go deeper. The room got steamy; the sounds of your pussy grew wetter with each thrust and your moans became more higher pitched. Suddenly, Matías' hand went down to rub your already swollen clit. He pinched and rubbed it as he abused your hole.
His balls slapped against your ass and he attacked your neck with kisses again. Licking all the marks he had made previously. He was proud of his creations. He wanted everyone to see those marks so they could know that you're his. He runs his tongue down your neck. He pulls away and looks at you. You couldn't help but stare at his half-lidded eyes, sweaty bangs covering his forehead, pink cheeks, and his mouth, which was still covered in your juices from before. "Oh fuck, I love you, Y/N Recalt!" His eyes rolled back and his arms felt like jelly, he was getting closer to his orgasm and his arms could give up at any second. You were shocked at him saying your name and his last name, but then your face shrieked with delight and you responded,
"I love you too, Matías Recalt!"
Matías' face lit up with glee. He was officially the happiest man on Earth. His thrust grew more sloppy and faster. You scratched his back. You could draw blood. You wanted to leave marks on him too. Your eyes still looked into his so you could see his orgasmic face. You felt the same feeling in your stomach again, like when Matías was eating you out. It felt like a flower about to bloom. You kept moaning Matías' name, and he did the same.
"Oh, God! Matías, yes!" You screamed with everything in you. You wrapped your legs around him. You exploded, and the flower had bloomed. You squirted around his cock and it also had dripped out of you. Your bedsheets were ruined even more. It's going to be one hell of a laundry day tomorrow.
"Ah shit, Y/N!" He cursed and fell on top of you. He released his load deep inside you, the white liquid dripping out of you. He pulls out his dick which is completely covered in your juices. He laid down next to you because he felt like he was too heavy on top of you.
The both of you laid there in silence. There were no worries at the moment as you both embraced each other's existence. Hands holding and hearts beating as one. Nothing could ever bring you two apart.
God, you're so lucky to love someone like him.
--
209 notes · View notes
slyscoutess · 1 month
Text
For those who live outside of Brazil and/or Latin America, I would like to let you know that I will no longer be talking about or using Juanicar and Agus Lain's face in any of my fanfics with members of the LSDLN cast, I do not agree with the comments made by both and I don't feel comfortable with the xenophobic and racist jokes against Brazil that both helped to worsen, in a more specific case of Juanicar, I am totally in favor of Palestine and I will no longer be using the name of a Zionist on my page.
for those who don't know, for years some people in Argentina have deliberately attacked Brazilians with racist and xenophobic comments and jokes, it was a more specific case of football fans, but for days it has been getting worse within the LSDLN fandom, and with such comments, Agus Lain was seen enjoying numerous jokes about and deactivated his Twitter account due to “pressure” being placed against him, according to him. Among these racists, some created a page called “Las Cachorras”, or in literal translation: the bitches, with the Brazilian flag printed on the page, one of the people behind this is followed by Juanicar and goes to Kuku's shows for free.
Not all of them, many Argentines are helping us and defending us, they are there and it is easy to make friends, but in the meantime we continue to suffer attacks, being called “Monkeys”, perjorative terms and even having to hear them saying that “racism is normal nowadays, everyone uses racism to attack”, I don't support and I won't put up with people who support, this includes Juanicar and Agus Lain.
I hope you understand the level at which this is being taken and the seriousness of the matter as a whole
143 notes · View notes
80s-noelle · 2 months
Text
lsdln cast x porn links e visuals PARTE 2 🍒
notinha: aqui está a parte dois meus amores!! peguem suas pipocas pois escrevi bastante. avisando que os que não estiverem aqui estarão na próxima parte 🫶
se vocês não lerem a parte do diego eu mato vocês, meu querido precisa de mais atenção 💔
beijinhos, noelle (qualquer erro de digitação me perdoem) 💋
༶•┈┈୨♡୧┈┈•༶
╰┈➤ ESTEBAN KUKURICZKA:
Tumblr media
esteban adorava o seu corpo, e isso já não era uma surpresa pra você. o espertinho aproveita cada oportunidade que tiver para apertar sua bunda, coxas ou segurar seus seios… quando você está fazendo algo na cozinha, fazendo comida ou apenas arrumando os pratos, esteban vem por detrás, passando os braços por sua cintura e enterrando o nariz em seu pescoço, você consegue sentir a dureza familiar em sua bunda e ao perguntar pela décima vez no dia ele apenas diz “¿qué pasa?” ao ver o seu olhar ele estala a lingua, “no me culpes nena, ellos me aman.” com as mãos indo aos seus seios, especialmente aos botões durinhos.
mas ele gosta mesmo é de ter você em seu colo, onde ele pode ver com todos os detalhes a sua boceta molhada, os pequenos lábios inchados e melados de tantos estímulos. ele ouve quando sua respiração acelera e sente quando suas paredes quentes apertam seus dedos como se não quisesse solta-los. ele vê como seu corpo responde e estuda cada movimento. com o português quebrado ele afirma:
“viu só? ela gosta de mim.”
link ୨♡୧: https://x.com/iucywl/status/1722006655431278990?s=46
╰┈➤ DIEGO VEGEZZI:
Tumblr media
sendo uma das maquiadoras do cast de “la sociedad de la nieve” era comum você criar um vínculo com os atores que maquiava, um deles sendo o diego… tão curioso sobre você e sempre querendo saber mais sobre o brasil, ele dizia com o brilho nos olhos de que um dia iria visitar, e que te levaria junto para o acompanhá-lo.
com as filmagens terminando o vínculo entre vocês dois ficou mais forte, não querendo que os momentos juntos de risadas e olhares intensos acabassem o mesmo teve a ideia de lhe chamar para um jantar. coisa de amigo, certo? na verdade você estava em dúvida se era apenas coisa da sua cabeça, ou se ele realmente te via com olhos diferentes.
boba você.
se arrumando com o melhor vestido, perfume e penteado, você ja estava pronta quando o som da buzina soou fora de sua casa, diego tinha feito questão de te levar até a casa dele em segurança. dentro do carro você o cumprimentou como de costume, um beijinho em cada bochecha. mesmo que não seja essa a forma de se cumprimentar no país de origem dele, diego já parecia acostumado e parecia confortável toda vez que você fazia isso.
ao caminho do destino você não pode deixar de notar os olhares de diego ao decote de seu vestido, ou como toda vez que ele trocasse a marcha do carro, a mão dele roçava na sua coxa exposta, suas bochechas ficavam vermelhas, e com um pequeno “desculpe” diego voltava a atenção ao volante.
a tenda nas calças dele não podia mais ser ignorada, então você decidiu acabar com isso com as próprias mãos. pedindo-o de repente para parar no beco arborizado e escuro perto de sua casa, ele achou que tinha feito algo errado, que você iria sair do carro furiosa e que o culparia de “estragar” a amizade de vocês dois. mas foi totalmente o contrário, você subiu no colo dele, começou a atacar o pescoço de diego com beijos molhados e o mesmo imediatamente respondeu aos seus atos, colocando as duas mãos grandes e calejadas em sua cintura ele guiou seus quadris, roçando sua calcinha em seu pau endurecido, lutando parar sair da calça dele.
com urgência, você parou os beijos e foi tirando a calcinha que já grudava em sua boceta molhada. você podia ouvir o barulho da fivela de diego, abaixando um pouco as calças e espalmando o pau endurecido pela sua boxer suspirando. você volta mas dessa vez beijando-o nos lábios com fome, numa bagunça de línguas e saliva diego abaixa a parte de cima de seu vestido apenas para liberar seus seios, massageando um na mão com vontade, enquanto a outra brincava com seu mamilo. ele finalmente guia seus quadris ao pau já vermelho, a ponta rosada furiosa vazando pré-gozo. sentando vocês dois suspiram de alívio, e você não perde tempo em cavalgar com vontade, gemendo alto quando o pau de diego acerta aquele ponto precioso dentro de você.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1759148238764937539?s=46
link 2: https://x.com/daddyyrough/status/1759759054262378789?s=46
╰┈➤ FELIPE OTAÑO:
Tumblr media
com o aniversário do seu namorado chegando você sabia exatamente qual surpresa fazer, e você também sabia que ele iria adorar. saindo do banho fumaçando, você se apressou ao pegar a caixa delicada que estava debaixo da cama compartilhada de vocês dois.
puxando o pequeno laço rosa de cetim que adornava a caixa, você tirou sua linda lingerie branca e rosa pastel, a coisinha além de ser pequena não deixava nada para a imaginação. tudo estava como planejado, cabelo arrumado, perfume, loção de corpo, você nem se preocupou em por maquiagem, sabia que em 5 minutos ela já está dia escorrendo pelo seu rosto por causa das lágrimas e suor… nada poderia dar de errado.
ouvindo o barulho das chaves e a voz de pipe lhe chamando você se aprontou na cama, soltando risadinhas ao ouvir seu namorado procurando por você pela casa escura. abrindo a porta do quarto com uma cara de confuso, o rosto dele rapidamente se ilumina ao seus olhos caírem em você, um sorriso manhoso como se tivesse acabado de ganhar vários doces.
você prontamente abre as pernas e como um cachorrinho ansioso ele fica entre elas, soltando um gemido ao sentir o nariz dele na sua pérola. apreciando a vista ele puxa a sua calcinha de lado, vendo a luz refletir na sua buceta molhada ele da pequenas lambidinhas em seu clítoris já rosado e inchado.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1759152832970678528?s=46
link 2: https://x.com/pusiamokra69/status/1714910150018871753?s=46
╰┈➤ AGUSTIN PARDELLA:
Tumblr media
ele é viciado na diferença de tamanho entre vocês dois, você sempre o pega comparando o tamanho da mão de vocês, sua mãozinha pequena segurando a mão áspera dele…
e agustin não esconde o tesão dele em relação a isso, sempre te dizendo que adorava ver a sua mãozinha tentando segurar o pau dele quando você ia fazer um boquete, que seus dedos nem chegavam a se encontrar.
ele se torna selvagem quando vocês dois transam e acima de seu monte, ele vê a protuberância da cabeça de seu pau toda vez que ele mete dentro de você. ele se sente o melhor homem do mundo, sentindo sua bucetinha pulsando ao redor dele… de acordo com agustin, essa é a melhor sensação do mundo.
link ୨♡୧: https://x.com/daddyyrough/status/1759839670089773337?s=46
╰┈➤ FRANCISCO ROMERO:
Tumblr media
esse homem adora quando você quica nele, vendo você cavalgar o pau dele enquanto as mãos do mesmo apertam sua cintura ao ponto de ficar marcado seus dedos.
a sua carinha manhosa mordendo os lábios rosados e inchados só faz o pau dele se contrair dentro de você, duro como pedra as veias ficam proeminentes… ele quase se perde quando olha pra sua boceta e vê um anel branco cremoso na base do pau dele toda vez que você se abaixa.
francisco não é um homem quieto, e geme como uma putinha mais do que você, olhar de cachorrinho toda vez que sua buceta aperta seu pênis.
link ୨♡୧: https://x.com/pusiamokra69/status/1725219903823560932?s=46
link 2: https://x.com/pusiamokra69/status/1730647566465880462?s=46
link3: https://x.com/daddyyrough/status/1758244858056110085?s=46
༶•┈┈୨♡୧┈┈•༶
parabéns você chegou ao final!! 🫶🤭
se acalmem, eu sei que está faltando gente e já tenho algumas cartas na manga para a terceira parte 🙏
e sobre os links bônus (o do fran, diego e pipe por exemplo) eu acabo achando mais videos que se encaixam, então eu deixo um gostinho a mais pra vocês 💋
mil perdões pelo espanhol horrível se tiver algum vídeo repetido por favor me avisem!!
299 notes · View notes