Let me make you a cup of Tea
Enid Sinclair estaba en la biblioteca de su universidad para estudiar, tenía un examen en dos días y aún le costaba aprender una parte del contenido de la asignatura. Estaba sola, su amiga y compañera Yoko Tanka la había dejado plantada para tener una cita con su novia Divina. Así que intento estudiar durante dos horas, las cuales solo en la primera hora, hizo un esfuerzo para entender lo que estaba leyendo.
—Me rindo— Dijo con exasperación, cerró el libro, guardó sus lápices y hojas donde había tomado algunos apuntes.
Salió de la biblioteca y vio que era tarde, se dio prisa para llegar a su departamento, el que estaba cerca de donde estudiaba, así que el camino lo hace caminando. Cuando salió del edificio, vio que llovía.
—Suerte la mía, no ando vestida para un día así— Dijo con frustración. Sus pantalones, tenis y suéter multicolor no son los más adecuadas para este aguacero.
Enid hizo su camino sin prisa, ni siquiera utilizó su mochila como un paraguas. La gente que pasaba por su lado iba casi corriendo, ella no quería tomar ese riesgo, una vez se cayó, así que no quería volver a repetir una escena tan vergonzosa.
Iba girando hacia su derecha en una esquina, una cuadra antes de llegar a su edificio, cuando alguien chocó con ella.
—¡Fíjate por donde…! — No terminó su enunciado cuando descubrió la identidad de la persona con la que había chocado. — ¿Wednesday?
— ¿Enid? — Respondió asombrada.
— Sí, ¿qué haces por aquí? — Se acercaron hasta la pared del edificio para protegerse de la lluvia.
—Salí de mi última clase y recordé que debía pedir un libro, así que iba hacia esa dirección— Wednesday no le incomodaba la lluvia, al contario, es su día perfecto.
—Creo que ya la cerraron… bueno asumiendo que vamos a la misma universidad—Enid nunca la había visto en su campus. Wednesday le dio el nombre de su universidad y Enid afirmó que iban en la misma institución de enseñanza superior.
— Es extraño que nunca nos hayamos encontrado — Enid sabía que su universidad era grande, pero ya llevaba dos años estudiando allí.
—Debe ser por mis horarios, son muy tempranos en la mañana o muy tardes — Wednesday se arregló su flequillo hacia el lado derecho.
— ¿Por tu trabajo? — Enid preguntó suponiendo la respuesta.
— Exacto — Wednesday vio que la lluvia no amainaba, así que tendría que irse rápidamente. — Bueno Enid, supongo que te veré en la universidad o en la cafetería.
—Hay más oportunidades de vernos en la cafetería, amé tu mochaccino — Dijo sinceramente Enid, estaba segura que se había hecho adicta al sabor.
—Es cierto — Hizo una pausa— Nos vemos Enid — Wednesday estaba por ir en dirección hacia su departamento cuando Enid le tocó su hombro derecho.
—¿Te gustaría ir a mi departamento? — Enid le preguntó a la casi perfecta desconocida.
— ¿Estás segura? — La miró confundida.
— Sí, no tienes ninguna vibra de asesina, no cuando haces un mochaccino tan dulce — Enid estaba siendo muy audaz.
— Quizás te equivoques.
—Me arriesgaré, si me encuentran muerta, al menos mi amiga se encargará de decir solo cosas buenas acerca de mí— Enid desvió su mirada hacia adelante, observando la lluvia.
—Enid, todas las personas hablan bien de los muertos, lo extraño sería reconocer sus defectos.
— Tienes razón y…. ¿qué me dices? — Enid la miró expectante para saber su respuesta.
— Está bien— Respondió simple y rápidamente.
— Queda cerca, estaremos en menos de 10 minutos — Enid dio un paso adelante y después hacia su derecha, Wednesday la siguió de cerca y después estaba caminando a su lado, respetando cierta distancia entre ellas.
Subieron rápidamente los tres pisos y Enid invitó a Wednesday a ingresar primero a su departamento.
—Espérame aquí, te traeré algunas toallas. — Enid fue rápidamente a su habitación.
Wednesday permaneció en ese lugar, vio que el departamento tenía algunos muebles y que estaba ordenado.
—Ten— Le pasó dos toallas.
— Gracias — Dejó su mochila en el suelo y se secó su cabello, deshaciendo las trenzas. Enid se quedó por unos instantes mirando, hasta que recordó algo y volvió a su habitación.
—También te traje estas pantuflas — Eran de color azul oscuro — supongo que tienes los pies mojados.
—Sí— Se sacó sus tenis y se los colocó, eran un par de números más grandes
— Acompáñame al baño para que te cambies.
—No, estoy bien así— Wednesday prefería estar con la ropa mojada que vestirse tan colorida como Enid.
— No te preocupes, tengo ropa adecuada para ti.
— Si me mientes, ya lo sabes, estarás en las noticias de mañana — Enid se río fuertemente.
Enid le indicó cual era el baño y antes de entrar le pasó un suéter negro y unos pantalones azules. — Estaré en mi cuarto, cambiándome.
Enid se cambió sus ropas lo más rápido que pudo, sin secarse debidamente, quería esperar a Wednesday en la sala de estar. Ella apareció un par de minutos después.
—Te ves bien — Wednesday llevaba su pelo suelto y rizado.
—No seas mentirosa, tus ropas son una o dos tallas más que las mías.
— Me ofendes, no sabes que no debes criticar el cuerpo de la otra persona — Enid se hizo la ofendida.
— Enid yo…
— Lo sé, es porque soy más alta que tú — Enid se sentía tan cómoda conversando con ella que se atrevió a decirle esa pequeña broma.
—Ahora ¿quién critica? —Wednesday se fue a sentar en el sofá donde estaba Enid.
—Bueno, dejando ese tema, supongo que seguirá lloviendo por un par de horas, así que…
— No Enid, no me alojaré esta noche contigo, puedo irme vestida así y me prestarás un paraguas.
—Wednesday, ¿crees que dejaría que un extraño quedarse conmigo?
—Sí me has traído aquí, te creo capaz de todo.
—Buen punto. No, te iba a ofrecer algo para tomar, debes tener frío.
—Siempre tengo frío, eso es independiente de la estación del año, pero sí, me gustaría un expreso.
— Pues verás que esto no es una cafetería, así que déjame prepararte una taza de té.
— Si no tengo otra opción…
—¡Hey! — Enid quería acompañar esa exclamación con un ligero golpe en el brazo, pero eso sería sobrepasarse. Enid se levantó del sofá rumbo a la cocina — Espérame, ya regreso.
Wednesday durante esos momentos fue a buscar su bolso para buscar su celular y sus auriculares, escucharía un podcast de misterio, el programa ya iba en su tercera temporada.
—Listo— Enid le dijo mientras traía dos tazas humeantes —Este es para ti— Le dio una taza con un diseño de flores.
— Gracias— La agarró con sus dos manos. Antes de dar el primer sorbo, inhaló su aroma y sopló.
Enid se sentó sin probar su té, esperando la reacción de Wednesday.
— ¿Te gustó? �� Enid también agarró su taza con las dos manos para darles calor.
—Sí y mucho— Wednesday volvió a beber el té.
— Me alegro — Ahora Enid bebía el contenido de su taza. Después del quinto sorbo, Wednesday le preguntó.
— ¿Cuál es el secreto? — Wednesday pudo distinguir dos ingredientes, estaba segura que había un tercero.
—Té negro, canela, jengibre y el otro es secreto de la familia, no puedo revelarlo— Enid le guiñó el ojo derecho.
—Te dije los ingredientes del mochaccino, sería justo que me dijeras todos los ingredientes del té.
— Estabas en tu trabajo, esto es cortesía — Enid le dio un sorbo — Quizás una próxima vez te lo diga.
Wednesday nunca se imaginó que la chica alegre que vio entrar por primera vez en la cafetería hace casi un mes, le daría una taza de té en su departamento, ni siquiera en sus mejores sueños, esta escena había ocurrido.
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