Tumgik
bocadosdefilosofia · 18 hours
Text
Tumblr media
«El hombre tiene momentos de flaqueza y extenuación, en los que este desacuerdo con la naturaleza lo desola y lo espanta; la fatiga le hace detenerse entonces a mitad del camino y, en vez de seguir la ruta que le señala el dedo sagrado de la verdad, se enjuga la frente cubierta de un sudor sangriento y erige un becerro de oro, meta cercana, pero falsa. El hombre se engaña, y un vago sentimiento se lo apunta; mas, como un Otelo cegado por la ira, ruega que le mientan, aunque ansía ardientemente la verdad. Para escapar a la inquietud y la angustia que le produce su desacuerdo con el mundo físico, el hombre está dispuesto a sumirse en el más burdo de los fetichismos, con tal de hallar una esfera universal a la que pueda unir su vida individual, con el solo fin de no sentirse extraño en el mundo y no quedar abandonado a sí mismo, tan contrarios al orden universal son todo aislamiento y egoísmo.»
Alejandro Herzen: Cartas sobre el estudio de la naturaleza. Editorial Ciencia Nueva, S. L., pág. 76. Madrid, 1968.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
3 notes · View notes
bocadosdefilosofia · 2 days
Text
Tumblr media
«Al revés que la ideología política de clase, una ideología científica no es una falsa conciencia. Tampoco es una falsa ciencia. Lo característico de una falsa ciencia es no encontrarse jamás con lo falso, no tener que renunciar a nada, no tener que cambiar nunca de lenguaje. Para una falsa ciencia, no hay estado precientífico. El discurso de la falsa ciencia no puede recibir desmentidas. En síntesis, la falsa ciencia no tiene historia. Cada ideología científica tiene una historia, por ejemplo el atomismo, caso que volveremos a tratar. Cada ideología científica encuentra un fin cuando el lugar que ocupaba en la enciclopedia del saber se ve investido por una disciplina que da pruebas, operativamente, de la validez de sus normas de cientificidad. En este momento queda determinado por exclusión cierto ámbito de no-ciencia.»
Georges Canguilhem: Ideología y racionalidad en la historia de las ciencias de la vida. Amorrortu, pág. 50. Buenos Aires, 2005.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
1 note · View note
bocadosdefilosofia · 3 days
Text
Tumblr media
«Nuestros cartesianos aquí simulan aun confundir inoportunamente las cosas; es lo que ya hacían con motivo de la pretendida existencia de su Dios. Pues para demostrar, como pretenden, que existe, fingen confundir un infinito en extensión, en número y en duración, que existe verdaderamente, con un pretendido Ser infinitamente perfecto que no existe. Y de la existencia evidente de lo uno, imaginan concluir invenciblemente la existencia de lo otro; por lo cual he dicho que incurren manifiestamente en el error y en la ilusión.»
Jean Meslier: Crítica de la religión y del Estado. Ediciones Península, pág. 193. Barcelona, 1978
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
1 note · View note
bocadosdefilosofia · 4 days
Text
Tumblr media
«Entre tanto, he aquí el primer progreso que el espíritu de rebelión hace realizar a una reflexión anteriormente imbuida de la absurdidad y de la aparente esterilidad del mundo. En la experiencia absurda el sufrimiento es individual. A partir del movimiento de rebelión, tiene conciencia de ser colectivo, es la aventura de todos. El primer progreso de un espíritu extraño consiste, por lo tanto, en reconocer que comparte esa extrañeza con todos los hombres y que la realidad humana, en su totalidad, sufre a causa de esa distancia en relación con ella y con el mundo. El mal que experimentaba un solo hombre se convierte en una peste colectiva. En nuestra prueba cotidiana de rebelión desempeña el mismo papel que el “cogito” en el orden del pensamiento: es la primera evidencia. Es un lazo común que funda en todos los hombres el primer valor. Yo me rebelo, luego nosotros somos.»
Albert Camus: El hombre rebelde. Editorial Losada, S. A., págs. 25-26. Buenos Aires, 1978.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
5 notes · View notes
bocadosdefilosofia · 5 days
Text
Tumblr media
«En su conjunto, pues, el mito platónico es de los que aluden al paso de la unidad a la dualidad, del ser a la privación de ser y de vida absoluta. No obstante, su carácter distintivo y su importancia residen en el hecho de que se aplica precisamente a la dualidad de los sexos para indicar el sentido oculto y el objeto supremo del eros. Como conclusión particular de una conocida secuencia que se refiere a lo que se busca realmente a través de tal o cual fin aparente e ilusorio de la vida corriente, se lee en una Upanishad: “No es por la mujer [en sí] por lo que es deseada la mujer por el hombre, sino precisamente por el âtmâ [por el Principio “todo luz, todo inmortalidad]”. El marco aquí es el mismo. En su aspecto más profundo, el eros implica una tentativa de superación de las consecuencias de la caída para salir del mundo de la finitud y de la dualidad, para recobrar el estado primordial, para superar la condición de una existencia dual, partida y condicionada por el “otro”.»
Julius Evola: Metafísica del sexo. José J. Olañeta Editor, págs. 61-62. Palma de Mallorca, 1997.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
4 notes · View notes
bocadosdefilosofia · 6 days
Text
Tumblr media
«La elevación de la moral a un peldaño superior requiere tanto la superación del colectivismo primitivo, en el marco del cual no podía desarrollarse libremente la personalidad, como del individualismo egoísta, en el que el individuo sólo se afirma a expensas del desenvolvimiento de los demás. Esta moral superior ha de conjugar los intereses de cada uno con los de la comunidad, y esta conjugación ha de tener por base un tipo de organización social en el que el libre desenvolvimiento de cada individuo suponga necesariamente el libre desenvolvimiento de la comunidad. El progreso moral se nos presenta, una vez más, en estrecha relación con el progreso histórico-social.»
Adolfo Sánchez Vázquez: Ética. Editorial Crítica, pág. 59. Barcelona, 1984.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
1 note · View note
bocadosdefilosofia · 7 days
Text
Tumblr media
«Subjetivismo, por una parte, quiere decir elección del sujeto individual por sí mismo, y por otra, imposibilidad del hombre de sobrepasar la subjetividad humana. El segundo sentido es el sentido profundo del existencialismo. Cuando decimos que el hombre se elige, entendemos que cada uno de nosotros se elige, pero también queremos decir con esto que al elegirse elige a todos los hombres. En efecto, no hay ninguno de nuestros actos que, al crear al hombre que queremos ser, no cree al mismo tiempo una imagen del hombre tal como consideramos que debe ser. Elegir ser esto o aquello, es afirmar al mismo tiempo el valor de lo que elegimos, porque nunca podemos elegir el mal; lo que elegimos es siempre el bien, y nada pude ser bueno para nosotros sin serlo para todos.»
Jean-Paul Sartre: El existencialismo es un humanismo. Editorial Edhasa, pags. 33-34. Barcelona, 2000.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
2 notes · View notes
bocadosdefilosofia · 8 days
Text
Tumblr media
«La libertad de exención nos hace libres de. La libertad de opción nos hace libres para. La libertad de determinación nos hace libres por. El hecho de que el hombre pueda elegir entre mociones e instancias diferentes, se funda sobre la libertad de opción, como hemos visto, pero el hecho, mucho más importante y decisivo, de que el hombre se pueda proponer a sí mismo un determinado proyecto vital, una cierta figura o manera de ser, se funda sobre la libertad de determinación. El descubrimiento de sí mismo y la creación del proyecto vital son las características inherentes a este nuevo estadio del proceso de apropiación de la libertad.»
Luis Rosales: Teoría de la libertad. Seminarios y Ediciones, S. A., pág. 99. Madrid, 1972
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
1 note · View note
bocadosdefilosofia · 9 days
Text
Tumblr media
«En el más amplio sentido del término, máscara es —recuérdese— cualquier objeto no humano que manifieste una voluntad de expresión o de ocultación. Son máscaras el antifaz carnavalesco, la carátula ritual del salvaje, el prósopon del actor griego y la persona del romano, el matorral tras cual se “enmascara” el soldado o con cuya fronda hace señales, y tantas cosas más. Basta, sin embargo, un instante de reflexión para advertir que la o disyuntiva de la definición precedente debe ser sustituida por una y copulativa. En rigor, la máscara lo es en cuanto simultáneamente expresa y oculta: oculta la individual personalidad del enmascarado y expresa la voluntad de este de “parecer” a los demás  —en ocasiones, también a sí mismo— lo que la máscara representa. Habrá sin duda casos en que predomine el momento ocultativo sobre el momento expresivo: tal es, por ejemplo, el del soldado que se “enmascara” con el fin de parecer un vegetal silvestre. Hay otros en que predomina la voluntad de expresión sobre la de ocultación, y este fue el caso del actor antiguo. Pero lo cierto es que, diversamente combinadas entre sí, siempre coinciden una y otra.»
Pedro Laín Entralgo: Teoría y realidad del otro, II: Otredad y projimidad. Revista de Occidente, pág. 160. Madrid, 1968.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
1 note · View note
bocadosdefilosofia · 10 days
Text
Tumblr media
«Así, como consecuencia de la misma lucha por la vida, sostenida contra la naturaleza circundante y contra los individuos de la misma especie, se ha desarrollado en el hombre el instinto social, el cual ha transformado completamente las condiciones de su existencia. Gracias a esto mismo ha podido el hombre salir de la animalidad, adquirir gran potencia y elevarse por encima de los otros animales, tanto, que los filósofos espiritualistas han considerado necesario inventar para él un alma inmaterial e inmortal.»
Erico Malatesta: La anarquía y el método del anarquismo. Premià Editora, pág. 32. Puebla, 1982.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
2 notes · View notes
bocadosdefilosofia · 11 days
Text
Tumblr media
«Porque se avecinan tiempos duros, y los hombres se aperciben a luchar —pueblos contra pueblos, clases contra clases, razas contra razas—, mal año para los sofistas, los escépticos, los desocupados y los charlatanes. Se recrudecerá el pensar pragmatista, quiero decir el pensar consagrado a reforzar los resortes de la acción. ¡Hay que vivir! Es el grito de bandera, siempre que los hombres se deciden a matarse. Y la chufla de Voltaire: Je n’en vois pas la nécessité no hará reír, ni mucho menos, convencerá a nadie. Y esta cátedra mía  —la de Retórica, no la de Gimnasia— será suprimida de real orden, si es que no se me persigue y condena por corruptor de la juventud.»
Antonio Machado: Juan de Mairena. Espasa-Calpe, pág. 107. Madrid, 1976.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
2 notes · View notes
bocadosdefilosofia · 12 days
Text
Tumblr media
«Decimos, en consecuencia, que la guerra no pertenece al campo de las artes o de las ciencias, sino al de la existencia social. Es un conflicto de grandes intereses, resuelto mediante derramamientos de sangre, y solamente en esto se diferencia de otros conflictos. Sería mejor, si en vez de compararlo con cualquier otro arte lo comparáramos al comercio, que es también un conflicto de intereses y actividades humanas; y se parece mucho más a la política, la que, a su vez, puede ser considerada como una especie de comercio en gran escala. Más aún, la política es el seno en que se desarrolla la guerra, dentro de la cual yacen escondidas sus formas generales en un estado rudimentario, al igual que las cualidades de las criaturas vivientes en sus embriones.»
Karl von Clausewitz: De la guerra, tomo I. Editorial Hormiguero UMBV, pág. 176. Caracas, s.f.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
1 note · View note
bocadosdefilosofia · 13 days
Text
Tumblr media
«Sean cualesquiera las tierras de donde regresa un ejército disuelto, trae consigo a su patria toda cuanta morbosidad y vicio tenía aquella nación que fue teatro de sus campañas; los achaques todos, así físicos como morales, de que adolecía. Del mismo modo que la cebolla cortada atrae a sí todo cuanto tuvo en su cercanía de malo y viciosos de la humedad del aire, y nada saludable y bueno, así también los soldados, cualquiera sea el país donde pusieron el pie, nunca sacan de allá las buenas y sanas costumbres, si las había, sino lo morboso, lo pestilencial, la criminalidad, los vicios que luego al punto confluyen a los campamentos, como a una cloaca inmensa por un desagüe pronunciado.»
Juan Luis Vives: «Tratado de la concordia y de la discordia», Obras completas, tomo II. Editorial Aguilar, pág. 188. Madrid, 1948.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
1 note · View note
bocadosdefilosofia · 14 days
Text
Tumblr media
«La guerra nunca se ha de apetecer por sí misma, como no se apetece el hambre, la pobreza, el dolor, ni otro ningún género de males, por más que estas calamidades y molestias que nada tienen de deshonroso, hayan de ser toleradas muchas veces con ánimo recto y pío por los hombres más excelentes y religiosos, con la esperanza de algún bien muy grande. Por tal esperanza, y en algunos casos por necesidad, se ven obligados los mejores príncipes a hacer la guerra, de la cual dicen los sabios que ha de hacerse de tal suerte que no parezca sino un medio para buscar la paz. En suma, la guerra nunca debe emprenderse, sino después de madura deliberación, y por causas justísimas. La guerra, dice San Agustín, debe ser de necesidad, para que de tal necesidad nos libre Dios y nos conserve la paz, porque no se busca la paz para ejercitar la guerra, sino que se hace la guerra por adquirir la paz.»
Juan Ginés de Sepúlveda: Tratado sobre las justas causas de la guerra contra los indios. Fondo de Cultura Económica, pág. 53-55. México, 1941.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
1 note · View note
bocadosdefilosofia · 15 days
Text
Tumblr media
«Si he cometido injusticia que clama al cielo, arrastrándola a esa relación conmigo, provocando escenas terribles como hechas a propósito para destruir por completo la impresión que de ella tenía, ¡qué Dios me perdone! Debía ofenderla y abandonarla; debía durante los últimos meses mostrarme cruel, para tratar en lo posible de ayudarla a romper el compromiso. Para mí esto fue lo más duro. He debido proseguir con esa crueldad con la intención más honesta y sincera. Ella ha de haber sufrido entonces penas indescriptibles. ¡Ojalá me perdone!
La he amado. Mi existencia exaltará su vida de una manera absoluta. Mi carrera de escritor podría también ser considerada como un monumento en su honor y gloria. La arrastro conmigo a la historia. Y a mí, que melancólicamente sólo tenía un deseo, el de hacerla dichosa, no me será negado esto en la historia, caminaré a su lado. Como un maestresala la conduzco al triunfo, diciendo: — ¡Por favor! ¡Paso para ella, para nuestra querida, nuestra amable y pequeña Regina!»
Sören Kierkegaard: Diario íntimo. Santiago Rueda Editor, pág. 393. Buenos Aires, 1955.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
3 notes · View notes
bocadosdefilosofia · 16 days
Text
Tumblr media
«Que yo quiera ser libre, a la manera expuesta, significa que yo mismo quiero convertirme en aquello que seré. Para ello —y esto es lo más insólito, y a primera vista completamente absurdo, que hay en esta idea— yo debería en cierto sentido ser eso que voy a ser antes de serlo, para así poder convertirme en ello, es decir, debería tener un modo doble de ser, donde el primero contendría la razón de la determinación del segundo. Si observo ahora mi autoconciencia inmediata en la volición, hallo lo siguiente. Yo tengo conocimiento de múltiples posibilidades de acción, entre las cuales, según me parece, puedo elegir la que quiera. Recorro el dominio de tales posibilidades, lo amplío, dilucido sus particularidades, comparo unas con otras y pondero. Finalmente elijo una entre todas, conforme a ella determino mi voluntad, y de esa resolución de la voluntad se sigue la acción correspondiente. Resulta, pues, que yo soy antes, en el puro pensamiento de mi fin, aquello que después, y conforme a ese pensamiento, soy realmente mediante la voluntad y la acción. Yo soy antes como pensante eso que, en virtud del pensamiento, soy más tarde como actuante. Yo me hago a mí mismo: mi ser, mediante mi pensar; mi pensar, mediante el pensar mismo.»
Johann Gottlieb Fichte: El destino del hombre. Ediciones Sígueme, pág. 47. Salamanca, 2011.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
3 notes · View notes
bocadosdefilosofia · 17 days
Text
Tumblr media
«¡Cómo, señores cartesianos, porque los animales no podrían hablar en latín o en francés como vosotros, y porque no podrían expresarse en vuestro lenguaje para deciros sus pensamientos y para explicaros sus deseos, sus dolores y sus males al igual que sus placeres y sus alegrías, los miráis como puras máquinas privadas de conocimiento y de sentimientos! ¡Con esta condición, también os haríais creer fácilmente que unos iraquíes y unos japoneses, e incluso que unos españoles y unos alemanes, sólo serían puras máquinas inanimadas, privadas de conocimiento y sentimiento, en la medida que no entendiéramos nada de sus lenguajes y hablaran como nosotros! ¿En qué pensáis, señores cartesianos? ¿No veis bastante claramente que los animales de una misma especie se entienden unos con otros, unos a otros? ¿No veis bastante manifiestamente que se asocian entre ellos, que se conocen y se hablan unos con otros, que se aman, que se acarician unos a otros, que juegan y se divierten bastante a menudo juntos, y que algunas veces se odian, se pelean y no se soportarían unos a otros al igual que unos hombres que se odian y no se soportarían unos a otros?»
Jean Meslier: Crítica de la religión y del Estado. Ediciones Península, pág. 201. Barcelona, 1978
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
5 notes · View notes