En México sabemos que la vida no termina en el panteón.
Cada año, entre octubre y noviembre, México celebra el "Día de los muertos", uno de los festejos más significativos y dramáticos del país, es nuestra manera de celebrar la vida recordando a los seres queridos que ya no están. Esta es una festividad totalmente diferente a los tonos oscuros y macabros de Halloween. Por el contrario, para nosotros la banda mexicana, el Día de los muertos acoge la muerte como algo inevitable y celebra el día dedicado a los seres queridos fallecidos con animadas y coloridas conmemoraciones. Un requisito fundamental para que los muertos vuelvan a ese hogar en donde una vez caminaron y sean buenas o malas dejaron huellas con las que son recordados. Se levanta un altar con una foto de ellos cuando están vivos, de preferencia que sea la última imagen de tal cual como hemos decidido que quedarán impresos en nuestra memoria; estas son exhibidas en los coloridos altares instalados siguiendo las reglas precisas que dicta la tradición. No puede dejar de faltar una de las principales protagonistas del aniversario mexicano, es, sin duda, también la gastronomía. Entre los símbolos de la fiesta, incluso en la mesa, hay calaveras: el "Pan de muertos" es el postre típico de esta fiesta, elaborado con una base dulce, anís, y muchas botellas de agua, que sirven como ofrenda al difunto para refrescarse después del largo viaje que ha enfrentado desde el reino de los muertos al de los vivos. Pero también velas (que permanecerán encendidas durante toda la noche) y dulces típicos, además de flores y otros pequeños obsequios. La fiesta es muy sentida: nos recuerda que hay que vivir la vida al máximo, ¡y que no hay que desperdiciarla! “El Día de los Muertos forma parte de la lista del patrimonio inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, por ser una de las expresiones culturales más antiguas de un pueblo, capaz de afirmar su identidad y sus orígenes.
Today, the streets have the smell of copal and cempaxōchitl. Our homes have golden carpets made of flowers. We drink cacao to warm our souls and light candles to warm our bodies.
And I honor Mictecacihuatl and Mictlantecuhtli. She, our Dead Mother, she who guards the bones of our dead and one day will guard ours, she, goddess of mushrooms and earth, protector of graves. Him, lord of the Mictlan, he who is the end of all things, to whom we all shall go back, protector of the underworlds and the dead. And I honor Cihuācōātl, guide the souls and mother of all.
I honor my ancestors, the ones I met and the ones I didn't, the ones I know their name and those whose names were forgotten. I light candles for them all, serve water and salt. I blow the whistles and let them in.
Our dead ones are resting in peace, don't worry, the candles will take them to the underworld 🕯
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Estas son algunas de las canciones que se escucharon dentro del cementerio general de Quetzaltenango, hoy 1 de noviembre.
Como quisiera - Rocio Durcal.
Video: www.cx.edu.gt & www.casaxelaju.com
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Nunca pude decirle adiós. En ese entonces no tuve si quiera la oportunidad de regalarle una última mirada. Pensé que la vida se encargaría de volvernos a reunir. Qué gran equivocación.
Nunca pude decirle que me arrepentía de dejarle solo, no pude abrazarle una última vez, no pude decirle cuan importante fue para mí.
Por eso hoy, prendo una veladora para él, solamente para él; pongo su foto y agrego sus cosas favoritas en la ofrenda. Para que regrese y yo pueda sentir que está aquí. Para que pueda decirle lo que no pude antes, para pedirle perdón.