En México sabemos que la vida no termina en el panteón.
Cada año, entre octubre y noviembre, México celebra el "Día de los muertos", uno de los festejos más significativos y dramáticos del país, es nuestra manera de celebrar la vida recordando a los seres queridos que ya no están. Esta es una festividad totalmente diferente a los tonos oscuros y macabros de Halloween. Por el contrario, para nosotros la banda mexicana, el Día de los muertos acoge la muerte como algo inevitable y celebra el día dedicado a los seres queridos fallecidos con animadas y coloridas conmemoraciones. Un requisito fundamental para que los muertos vuelvan a ese hogar en donde una vez caminaron y sean buenas o malas dejaron huellas con las que son recordados. Se levanta un altar con una foto de ellos cuando están vivos, de preferencia que sea la última imagen de tal cual como hemos decidido que quedarán impresos en nuestra memoria; estas son exhibidas en los coloridos altares instalados siguiendo las reglas precisas que dicta la tradición. No puede dejar de faltar una de las principales protagonistas del aniversario mexicano, es, sin duda, también la gastronomía. Entre los símbolos de la fiesta, incluso en la mesa, hay calaveras: el "Pan de muertos" es el postre típico de esta fiesta, elaborado con una base dulce, anís, y muchas botellas de agua, que sirven como ofrenda al difunto para refrescarse después del largo viaje que ha enfrentado desde el reino de los muertos al de los vivos. Pero también velas (que permanecerán encendidas durante toda la noche) y dulces típicos, además de flores y otros pequeños obsequios. La fiesta es muy sentida: nos recuerda que hay que vivir la vida al máximo, ¡y que no hay que desperdiciarla! “El Día de los Muertos forma parte de la lista del patrimonio inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, por ser una de las expresiones culturales más antiguas de un pueblo, capaz de afirmar su identidad y sus orígenes.
Batata frita vira Patrimônio Cultural. Existe um local aqui no Rio de Janeiro que muita gente conhece. Ou porque já foi ou porque só ouviu falar. E esse lugar é Marechal Hermes. E ali, há mais de 30 anos, existe um ponto bem próximo à estação de trem: a barraquinha do Ademar. Ali vende a super conhecida “Batata Frita de Marechal”. E agora a batata frita é Patrimônio Cultural Material do Rio de Janeiro. “O segredo do sucesso é o tempo que estamos, a amizade com os clientes e a quantidade de batata que eu boto na embalagem.” Afirmou o senhor Ademar. Segundo ele, chega a vender uma tonelada por dia do petisco e que as filas são constantes no local. #turismo #turismobrasil #turismorio #instagramdeviagem #instatravel #travelblogger #travelgram #batatafrita #marechalhermes #batatafritademarechal #patrimonicultural (em Marechal Hermes, Rio De Janeiro, Brazil) https://www.instagram.com/p/Cd8qz_bubEa/?igshid=NGJjMDIxMWI=
Pau, amor i treball 2-12-1931 #castelldelareny #elberguedàésmoltmés #patrimonicultural #catalunya #memoriahistorica (at Castell De L'areny) https://www.instagram.com/p/Cdityd2oqcq/?igshid=NGJjMDIxMWI=