Tumgik
#enternecida
loveordrugs · 1 month
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Me tienes enamorada. Enamorada y enternecida. Me gusta ver tu sonrisa y tu ojos que me miran con complicidad. Más allá de una locura desmedida o un incontrol mental, me gusta que me llevas de la mano a la cordura, enseñándome qué es el amor de verdad.
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maryfabresg · 4 months
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En este mundo de fantasía que me provocas .
No hay rastro de quienes somos, solo subsiste todo aquello que no se ve .
Esa sensación inevitable .
Tus manos atravesando las rutas enternecidas de mis pensamientos,estos intensos pensamientos que aún me veo contigo; una mañana sin nombre sin dueña
Observo la sombra de aquel espejo retrovisor ,lo leo ...
No toda la sangre emprende camino a colorear mis mejillas por tus besos o por cada vez q me estreches en tus brazos .
Hoy no estás, yo te espero... Como la noche espera el día y se abrazan en su tarde , cuál grito desesperado que calla en silencio .
Mírame somos niños jugando al amor, inmemorables miradas que nos desnudan .
Obstinada pasión de quererte en medió día ,soberbia pasión acabando por la noche .
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someone-named-adel · 1 year
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In this writing I had mikey and raphael in mind more than anything/ escribiendo esto, tuve en mente a mikey y a Rafael
In the living room of my house, I was talking to my brother about some issues in his notebooks.
While talking to my brother, I look out of the corner of my eye at a figure, confused, I direct my eyes to that spot, and my brother looks at me confused.
"somethin rong MC?" My brother's voice is what I hear.
Turning my head to look at him again, I tell him with a smile to lighten the mood "it's nothing, shorty" I smile a little to try to convince him of my words.
"Hey! I'm not little!" my brother refuted me, pouting.
I let out a little giggle at his attitude, touched by how cute his little face full of baby fat looked.
"Well you are a midget to me~" I said smiling as I briefly stroked his little head.
"Hmph" my little brother huffed in annoyance, crossing his arms as the pout on his face became more noticeable.
"Aww~ I love when these kinds of scenes happen with my love and their little brothers" I heard a voice speak.
Quickly my face lifted slightly and I looked around quickly, startled by that unfamiliar voice's comment.
"Did you hear that?" I asked my little brother seriously, as I looked around the room nervously.
"..." My little brother, in response lightly clung to my clothes, looking around the room fearfully as well.
Taking his hand in a gentle but firm grip, we went to the stairs leading to the second floor of the house.
"Let's go to my room, I'll get a couple of things and we'll go to the park, what do you think?" I said with a small smile to my little brother, trying to be able to calm him down and calm myself.
"Yes!" my little brother answered me, as we walked up the stairs.
We quickly went into my room, I grabbed my phone and some band aids, took my wallet as well and other small things I could put in my pockets.
After taking out what I needed, we went downstairs to the living room and I grabbed my keys that were hanging by the door, and we left the house.
Nervous, I walked quickly in the direction of the park holding hands with my little brother.
I'll have to tell my parents about this when they get back from shopping.
But for now, I'll worry about keeping my 7-year-old brother calm.
Maybe I'll tell my parents about putting security cameras around the house and inside the house.
♪•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••♪
En la sala de mi casa, estaba hablando con mi hermano sobre algunos asuntos de sus cuadernos.
Mientras hablo con mi hermano, miro por el rabillo del ojo una figura, confundido, dirijo mi vista a ese lugar, y mi hermano me ve confundido.
"Pasa ago MC?" La voz de mi hermano es lo que escucho.
Volteando mi cabeza para volver a verlo, le digo con una sonrisa para aligerar el ambiente "no es nada, enano" sonrió un poco para intentar convencerlo de mis palabras.
"Oye! No soy enano" me refutó mi hermano, haciendo puchero.
Solté una pequeña risita ante su actitud, enternecida por lo linda que se veía su carita llena de grasa de bebé.
"Pues para mí si eres un enano~" dije sonriendo mientras le acariciaba brevemente la cabecita.
"Hmph" resoplo molesto mi hermanito, cruzando los brazos mientras el puchero en su rostro se hacia más notorio.
"Aww~ adoro cuando pasan este tipo de escenas con mi amor y sus hermanitos" escuché una voz hablar.
Rápidamente mi rostro se levantó levemente y mire a todos lados con rapidez, asustada por el comentario de esa voz desconocida.
"Escucharte eso?" Le pregunté con seriedad a mi hermanito, mientras miraba alrededor de la sala con nervios.
"..." Mi hermanito, en respuesta se aferró levemente a mi ropa, mirando con miedo alrededor de la sala también.
Tomando su mano con un agarre suave pero firme, fuimos a las escaleras que conducían al segundo piso de la casa.
"Vamos a mi habitación, buscaré un par de cosas e iremos al parque, que te parece?" Le dije con una pequeña sonrisa a mi hermanito, intentando poder calmarlo y calmarme a mi misma.
"Si!" Me respondió mi hermanito, mientras subíamos las escaleras.
Rápidamente entramos a mi habitación, tome mi teléfono y unas curitas, tome mi billetera también y otras pequeñas cosas que podía meter en mis bolsillos.
Después de sacar lo que necesitaba, bajamos a la sala y tome mis llaves que estaban colgadas al lado de la puerta, y salimos de la casa.
Nervioso, camine rápido en dirección al parque agarrado de la mano con mi hermanito.
Tendre que contarle a mis padres sobre esto cuando vuelvan de comprar.
Pero por ahora, me preocuparé de mantener tranquilo a mi hermanito de 7 años.
Tal vez le diga a mis padres sobre poner cámaras de seguridad alrededor de la casa y dentro de esta.
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audreyregis · 5 days
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Ánimo
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Gritos de fanáticos resonaban por todos los rincones del gimnasio, incluso en los más recónditos. En una esquina de un cuarto, donde se guardaban los materiales de voleibol, se escuchaba unos suaves chasquido.
—Kou, creo que ya deberíamos irnos, tu calentamiento comienza 30 minutos antes del partido y ahora faltan 15—. Dijo la mujer con escaso aliento por el reciente intercambio de besos.
Kotaro solamente asintió con una enorme sonrisa seductora y apretó aún más los muslos de su esposa.
—Solo un beso más, amor. ¿Si?—. Suplicó.
—Pero, Kou. Ya casi comienza, no quiero que te lastimes por no calentar bien.
Ella lo miró suavemente mientras acariciaba las mejillas del hombre alto y musculoso. Bokuto la miró totalmente enamorado y al igual que ella, inició un recorrido de caricias por el cuerpo femenino frente a el. Ver la así, pequeña, con ojos suplicantes y chupetones por todo su cuello encendió una llama incandescente. Era tan pequeña, tan linda que no se resistió a besarle las mejillas.
—Eres tan perfecta.
—No me vas a convencer tan fácil. Atsumu a de estar buscándote como loco.
Bokuto no dijo nada; estaba perdido entre las llamas de su deseo inigualable que por algunos minutos había olvidado que era el As del equipo de MSBY. Solo verla era sinónimo de ensoñación. Nunca había conocido el amor, pero el amor sincero, o “verdadero” como solía llamarlo él, hasta que la conoció a ella, su “media naranja”, pues era un romántico empedernido sin siquiera intentarlo.
—¿Estarás donde siempre en las gradas?
Ella asintió emocionada. Su figura femenina estaba envuelta por la camisa oficial de MSBY como equipo local, y por supuesto esta prenda poseía el número 12 de su esposo y estampado el apellido: “Bokuto”.
—Traje una matraca, pompones, el cartel que hice anoche y los globos que suenan cuando los pegas entre si. Me preparé bien.
—Te ves tan bien hoy, amor.
No pudo evitar decirlo. Ver el apoyo incondicional de su esposa, la emoción de verlo jugar, lo prendió más que otra cosa. Sus grandes manos subieron más arriba de los muslos femeninos, sobre las bolsas de los shorts de mezclilla. La besó de nuevo, pero con más fiereza y necesidad. Ella, sorprendida, trató de seguirle el ritmo, a la par que acariciaba, por encima de la camisa, sus pectorales firmes y fuertes.
—Maldito búho. ¡Sal de donde estés! No es momento de ponerte cachondo, te vi irte de la mano con tu esposa antes del calentamiento. Deja que te encuentre y verás, ni un pase mío recibirás durante el partido.
Bokuto dió un pequeño salto en su lugar al escuchar los reclamos de Atsumu. No quería dejarla, quería continuar y nunca parar. Ella era un peligro para él, no importa que hiciera, la encontraba sumamente atractiva. Se calentaba al verla apoyándolo durante sus partidos. Siempre iba a verlo con las camisas oficiales de MSBY con el numero 12. Cuando anotaba puntos, saques y buenas colocaciones, volteaba a verla entre los asientos VIP, donde ella gritaba como loca, totalmente emocionada por las hazañas de su esposo, animando al unísono con la porra oficial de los Black Jackals al igual que la afición. Amaba esos momentos. Sus festejos entre punto y punto los dirigió a ella y solamente a ella, hacia poses victoriosas en su dirección a los cuales su esposa respondió con gestos dirigidos a él.
—Sal tu primero, amor. Si Atsumu me ve salir al mismo tiempo junto a ti, será un infierno—. Respondió la chica.
Una ligera mirada triste, por la momentánea separación, se colocó en el rostro de Bokuto. Ella sonrió enternecida y lo guió a la puerta no sin antes darle un ultimo beso y desearle la victoria. Sólo así, Koutaro volvió a sentirse renovado. La abrazo y le prometió llevarla a cenar a un restaurante después del partido.
Cuando Bokuto salió a hurtadillas del cuarto, que servia de almacén, fue sorprendido por Hinata que iba de camino a la cancha después de pasar al baño. Ambos se rieron de algo y de un momento a otro, Koutaro recibió un golpe en la espalda de Atsumu quien comenzó a regañarlo.
(Nombre) miró de forma curiosa a un hombre que parecía perdido, mientras ella estaba a la espera de que revisaran su boleto VIP, vió una credencial de prensa colgado en su camisa y se dió cuenta que era de la misma revista deportiva que hacía semanas habían entrevistado a Bokuto y lo llenaron de elogios por su tremendo talento. Quiso retribuirle un poco de amabilidad a la revista y se acercó a él.
—Hola, ¿estas perdido? La fila de prensa es esa de la derecha— Señaló a la fila que se encontraba justo a un costado de la zona VIP.
El hombre, de aspecto pasado de peso, con no más de 30 años asintió y le sonrió de forma algo rara.
—Gracias, es mi primera vez haciendo un reportaje deportivo. No sabía como funcionan las cosas por aquí
La chica sonrió comprensiva y asintió dándole la razón.
—Las primeras veces son difíciles, ánimo.
Ella se despidió y se dirigió a la fila VIP donde el guardia la saludó alegremente, como en cada partido lo hacía. Su hija era fanática del voleibol y a veces veía los partidos junto a (nombre) en la zona VIP mientras su padre trabajaba revisando los boletos. Ambos intercambiaron saludos y sin mucha dilación, ella se sentó en las gradas, más cercanas a la cancha, del palco.
(Nombre) comenzó a sacar un cartel escrito con letras grandes: “Te amo, Bokuto. Cásate conmigo”. Era tradición que cada partido llevara un cartel con frases distintas que sabía perfectamente cuan encantado estaba su esposo cuando volteaba a verla a ella desde la cancha y leer cada mensaje distinto.
—¿Tu jugador favorito es el número 12?
(Nombre) volteó extrañada por la pregunta y vio al hombre que había ayudado antes a encontrar su camino, pero era raro, la prensa estaba en el mismo palco, pero del lado contrario y no se les permitía rebasar la línea que separaba ambos lados.
—Sí, así es—respondió secamente, pero aún con amabilidad.
El hombre tenia una barba que acentuaba sus mejillas regordetas, era de estatura pequeña.
—Bokuto es el As del equipo.
—Sí—volvió a responder tratando de sonar seca. Tal vez, así el entendiera la seña de que ella quería disfrutar del partido sin interrupciones.
—¿Te gusta mucho el voleibol?
—Solo me gusta por Koutaro—asintió mientras recogía de su mochilas los globos de color negro que hacían un sonido hueco al chocar.
—Ya veo.
Arrepentida de haber sonado muy seca o verse descortés, suspiró.
—El deporte es muy emocionante, pero yo solo vengo a apoyar a Bokuto. Él es genial, ¿no lo crees?
El hombre la miró y asintió.
—Es un buen rematador y un confiable As, pero no me convence en lo absoluto, es muy…infantil.
—Para cada persona hay gustos y en lo personal me encanta su personalidad, es muy jovial—(nombre) asintió a sus propias palabras, dándose se la razón.
El hombre la miró de arriba a abajo escaneando su figura, cosa que ella no se dió cuenta pues estaba ocupada mirando a su esposo calentar antes de iniciar el partido.
—Tienes razón, tiene algo especial, no sé que, pero supongo que algo especial tiene para tener tantas fans corriendo a su alrededor por un simple garabato, después de todo, los idiotas siempre son populares—dijo el hombre.
(Nombre) lo escuchó y frunció el ceño ante el comentario tan despectivo hacía su esposo.
—No me refería a ti por supuesto, pero eres bonita. ¿Cual es tu nombre?
—¿Por qué quieres saber? —dijo ella aún enojada por la ofensa hacía su esposo.
—Es normal que quiera saber el nombre de alguien tan linda como tu.
El hombre hablaba con una mirada entrecerrada, un tono aparentemente confiado y un vocabulario que trataba de hacerse pasar por intelectual, detrás de una sonrisa aparentemente seductora. (Nombre) lo miró con desagrado, pero el grito de la multitud la atrajo de nuevo a la cancha al ver como Shoyo festejaba con todo el equipo un nuevo punto por su remate arrollador.
—Mira, solo vine aquí a ver el partido, agradecería si regresaras a la zona de prensa, No quiero sonar grosera, pero solo estoy aquí exclusivamente para ver, además si tu trabajo es escribir, deberías ver también el partido .
El hombre se quedó con las palabras en la boca ante la rotunda negativa de ella a su coqueteo.
—Perdona, no quise molestarte. Simplemente quería agradecerte por la ayuda.
—No hay problema— “ahora que lo pienso, mejor no te hubiese ayudado” pensó ella.
El le ofreció un chocolate a lo cual ella se negó, justo cuando toda la multitud gritó emocionada, (Nombre) volteó rápidamente a los jugadores y vió a su esposo con la cara más seria del mundo, sin festejar su punto hecho a base de pura fuerza bruta, dejando al libero del equipo contrario tirado en el suelo. Ella creyó que su esposo la voltearía a ver y comenzó a gritar con todas sus fuerzas emocionada por sus habilidades como As.
—¡Vamos, vamos, Koutaro! ¡Vamos, vamos, Koutaro! ¡Uno más!—gritó al unísono con todos los aficionados de los Black Jackals.
Bokuto volteó a verla por un momento y sonrió encantadoramente emocionado, pero sus ojos se suavizaron aún más al ver el cartel que ella sostenía sobre su cabeza con tanto ahínco mientras saltaba y gritaba.
—Parece que fueras el único jugador de la cancha, Bokuto. (Nombre) se emociona tanto cuando anotas—comentó Shoyo riendo.
Bokuto sintió una ola de calidez al ver a su esposa siendo su apoyo en todas las cosas que él hacía.
—La semana pasada le compré la nueva camiseta del equipo. Se ve hermosa, ¿no crees?
—¡Yo también le compré la nueva camiseta a mi novia! Pero no pudo venir a verme hoy, te envidio tanto, Bokuto.
Bokuto rió triunfante mientras seguía presumiendo lo hermosa que era su esposa al equipo entre el cambio de cacha después de ganar el primer set.
—Bokuto, no sabía que tenias más amigos, además de Akaashi, que te vinieran a ver hoy—dijo Shoyo mientras tomaba agua.
El chico de cabellos grises levantó su mentón, cuando terminó de amarrar sus agujetas, e inmediatamente inclinó su cabeza con curiosidad.
—Akaashi no pudo venir hoy, tiene que entregar la revisión final de un proyecto mañana. Solo vino mi esposa a verme.
—Pues al parecer tu esposa tiene compañía—Atsumu se metió en la conversación. Su complexión musculosa sudaba a mares por el ejercicio reciente y las cámaras no se perdieron ni un momento como el chico de cabello rubio secaba la humedad de su rostro.
Bokuto abrió los ojos sorprendido y volteo a ver el lugar donde su esposa se encontraba agitando con euforia un par de matracas; sonrió inconscientemente, pero su sonrisa se tornó en una mirada oscura al ver a un hombre, en el asiento contiguo al de ella, recorrer el cuerpo de su chica con los ojos. Sabía que su esposa era una diosa, no solo a sus ojos, pero no podía evitar que otros hombres la miraran de forma tan grosera; y ese hombre no solo se atrevía a verla de esa forma; Bokuto fue espectador de como ese sujeto le hablaba cómodamente, con una sonrisa desagradable. La ira recorrió cada parte de su ser, cuando (Nombre) tomó su lugar y el hombre trató de rodear con su brazo izquierdo el hombro de ella con un bostezo fingido, pero (Nombre) cuando notó que Bokuto la miraba se levantó inmediatamente de su asiento y se acercó al barandal para saludarlo y comenzar a mandar golpes al aire, incitándolo a luchar por la victoria.
—Nunca lo había visto. No sé que hace a lado de mi esposa—dijo Bokuto secamente después de sonreír y mandarle un beso a su esposa lo más vistoso posible.
—¿Celoso?—se burló Atsumu.
—Ese chico no me llega ni a los talones. Además, mi chica, me ama tanto que resulta una ofensa hacia ella pensar que me engañaría— Tomó su botella de agua y le dió un trago. Su mirada seria sorprendió al equipo.
—¡Bokuto, eso sonó genial! Le diré lo mismo a mi novia cuando llegue del trabajo—respondió Hinata asombrado por las palabras del búho.
—Me dan repugnancia sus cursilerías—Sakusa los miró a ambos con asco.
Un fuerte pitido llamó a los jugadores a sus respectivos lugares.
Después de unos minutos llegó el turno del número 12 de sacar. Bokuto respiró suavemente y volteó a ver a su esposa antes de iniciar su saque. Ella lo miró orgullosa, pero ese desconocido se paró junto a ella y comenzó a hablarle. Vio como (Nombre) frunció el ceño enojada y se alejó del hombre, no mucho después este la siguió y volvió a colocarse a su lado. Vio la cara incómoda de su esposa y la ira que se guardaba en su interior volvió a salir a la luz; el arbitro chifló indicando que iniciara su saque. Lanzó el balón al aire y con toda su ira remató el balón, el libero contrario alcanzó el balón, pero la velocidad del recorrido y la fuerza descomunal hicieron imposible levantar el balón, causando un punto definitivo. El mundo se volvió loco por el saque tan increíble del As.
Fueron cerca de 4 puntos seguidos que consiguió gracias a su saque, pero el 5 fue marcado como fuera.
No tardaron mucho los Black Jackals en ganar el set, finalizando el partido con una victoria contundente.
—¿Irás a la celebración, Koutaro?—preguntó el entrenador.
—Le prometí a mi esposa que la llevaría a cenar—respondió secamente.
La multitud comenzó a irse y los medios de comunicación comenzaron a llenar la cancha para las entrevistas. Buscó entre tantas cámaras el rostro de su esposa, pero no la encontró por ningún lado. Hasta que vio al hombre que había amargado su juego. Todo el equipo comenzó a hacer apuesta de como reaccionaria el As del equipo ante el hombre que se había atrevido a dirigirle la palabra al amor de su vida.
—Bokuto, ¿verdad?—dijo el desconocido.
—Si sabes leer, verás que eso dice mi camiseta.
Todo el equipo hizo sonidos asombrados al ver la fiereza de su respuesta. Bokuto no era un tipo conflictivo, era un sol andante, por eso ver esta nueva faceta era increíble. Un intercambio de apuestas más jugosas comenzó a surgir entre compañeros.
—Ah, si. Perdón, vengo por parte de ETV NEWS—un sonido nervioso se dejó entrever. Koutaro era un hombre de aspecto temible, de alta estatura, musculatura impresionante y unos ojos penetrantes que se mezclaron con la seriedad de su tono de voz.
—¿Y qué quieres? No tengo todo el día.
—Yo…¡quiero hacerte una entrevista!—el nerviosismo se notó en su mirada. Bokuto sonrió arrogante, ¿este hombre patético se atrevió a coquetear con su esposa? Se veía a leguas como sus piernas temblaban. Por un momento quiso decirle: “¿En dónde quedó esa sonrisa confiada con la que viste a mi esposa?”.
—¡Yo también, As!
—¡Bokuto, por aquí!
Los reporteros comenzaron a amontonarse a su lado. Bokuto respondió preguntas de todos, menos de aquel hombre desagradable. Sonrió aún más cuando todos sus compañeros se solidarizaron con él y no respondieron ninguna de las peticiones del hombre.
Bokuto, pasó a su lado y susurró suavemente cerca del oído del hombre: “patético”. Este lo volvió a ver sorprendido solo para encontrarse con la sonrisa triunfante de Bokuto, tuvo que levantar su mirada tan siquiera para poder ver el cuello del As.
El As de los Black Jackals encontró la cabecita del amor de su vida entre los camarógrafos y en cuanto tuvo la distancia adecuada la arrastró a sus brazos y besó su frente con cariño.
—¿Lista para ir a cenar, bonita?—dijo seductoramente el As.
—¡Claro! Vayamos al restaurante de comida china—respondió ella.
Ambos comenzaron a hablar con alegría y ella sin darse cuenta que el hombre, que la había estado acosando durante todo el partido, estaba escuchando todo, siguió emocionada.
—Un sujeto molesto no me dejó disfrutar de tu partido.
Bokuto quiso besar los labios de su esposa al verla insatisfecha por no poder divertirse adecuadamente.
—¿Si, mi vida? ¿Como era el? —tomó entre sus grandes manos el rostro femenino y poco después su cintura.
—Algo bajo de estatura, robusto y con una mirada de compungido.
Bokuto soltó una carcajada al ver como su esposa imitaba al hombre.
—Para la próxima me aseguraré de comprar los asientos aledaños al tuyo para evitar que te molesten, amor.
Ella lo miró suavemente y besó la mejilla de Bokuto. Él sujetó la cintura femenina y la atrajo a su lado mientras comenzaba a caminar fuera de los camarógrafos y reporteros mientras escuchaba atentamente las alabanzas de su esposa, y justo cuando pasó al lado del hombre, que se había escondido entre los camarógrafos, Bokuto le guiño el ojo victoriosamente.
Después de que la pareja se fue, todo el equipo exhaló, algunos felices y otros derrotados por el resultado de las apuestas. Atsumu se acercó al reportero, y sin ningún pudor le dijo:
—Ya no tienes mucho que hacer aquí, campeón. Ninguno de nosotros contestará tus preguntas.
—¡Vaya que tienes agallas para coquetear con la esposa de Bokuto!
Todos los miembros de los Black Jackals rieron a carcajadas. Lo único que pudo hacer el chico fue irse con la poca dignidad que le quedaba.
¡Espero y les haya gustado! Últimamente mi gusto por Bokuto ha ido en ascenso y mas por el hipe de la película.
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anna28meiosblog · 14 days
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"Sou uma caminhante na estrada do aprendizado do amor. Às vezes, exausta, eu paro um pouquinho. Cuido das dores. Retomo o fôlego. Depois, levanto e, seduzida, enternecida pelo chamado, cheia de fé, eu prossigo. Um passo e mais outro e mais outro e mais outro, incontáveis. Sei de cor que não é fácil, mas sei também que é maravilhoso olhar para o caminho percorrido e perceber o quanto a gente já avançou, no nosso ritmo, do nosso jeito, um passo de cada vez."
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hijadelviento · 1 year
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«¿Qué está en el lado contrario del perdón?, ¿el rencor, o el castigo? ¿Al perdonar renuncio al castigo del otro, o a mi deseo de su castigo? Al optar por el perdón tal vez siento que, de optar por el castigo, este sería un castigo también para mí. Al perdonar se deja en libertad. Se pone la libertad —la propia, la del otro, el bien de la libertad— por sobre los demás bienes. Se confía en la libertad. ¿Qué está en el lado opuesto de la confianza?, ¿la cólera? El personaje que causa un daño es el colérico. La cólera es la operación por medio de la cual alguien se sale de sí a través de una herida. Es la evidencia de la desintegración. De la persona sale, pues, el personaje colérico. La misma cólera que daña —esa parte inarticulada con las otras partes y con el otro— es la que impide perdonar. ¿Qué está del otro lado de la cólera? Podría pensarse que el sosiego o que la compasión, pero, también, que la consciencia enternecida y cruel de lo humorístico, del ridículo. A lo mejor la risa es la actitud propia del perdón».
Carolina Sanín, Perdón. Comisión de la verdad (2020)
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edgar-edmundo · 2 months
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Frank… soy yo…
Cuando Frank tenía nueve años, su papá lo disfrazó de Marlon Brando para Halloween. No fue muy difícil, se limitó al pequeño traje que usaba los domingos en el servicio de la iglesia y le rayó un escueto bigote. Para la quijada le compró una bolsa entera de chicles e hizo que los mascara todos juntos hasta que perdieron sabor. Una vez que esa gigantesca plasta de goma dejó de tener sabor hicieron dos ovillos con ella y los dejaron endurecer; por la noche Frank se las puso en los costados de la mandíbula.
Se dirigían al centro del pueblo para pedir dulces, cuando pasaron frente a la casa de la señora Liudmila, su papá se escabulló hacia su jardín para arrancar una rosa. La señora Liudmila salió a corretearlo
—¡Es para un disfraz! — Gritaba el papá mientras zumbaban las piedras que pasaban rozando su cabeza.
La señora Liudmila apaciguó su coraje cuando se percató del niño de traje. Caminó enternecida hacia él y le preguntó:
—¿Quién serás?
El niño, impresionado por aquella mujerona que por inercia aún sostenía una piedra por lo alto, se limitó a apenas emitir, con desconcierto, un leve
  — Yo…
  —El padrino – Se apresuró a completar su papá, avergonzado aún por el hurto cometido, mientras colocaba la rosa en la solapa del pequeño traje.
Al ver completado el outfit, Liudmila no pudo más que soltar la piedra e inclinar su torso para pellizcar suavemente la mejilla del niño…
—Se ve muy guapo, se parece más a Marlon que al padrino.
Desde entonces ella lo llama Marlon cada vez que lo ve. El día de hoy, mientras pedaleaba su bicicleta de camino a casa de Karina, escuchó ese grito amable - ¡Adiós Marlon! – Frank volteó, y ahí estaba Liudmila, tan entera y vital como hace tantos años, cuidando ese mismo jardín en el que decidió cambiar las rosas por tulipanes, claveles y un par de enredaderas que enmarcan la escena como si fuera un cuadro, al que sólo quien lo pintó sabe que le falta una rosa.  Frank le devolvió una sonrisa que, por la distancia, difícilmente percibiría ella; así que decidió despegar su mano del manubrio para agitarla por el viento en un adiós cuando súbitamente oyó el claxon de un tráiler color naranja.
Frank alcanzó a recuperar el manubrio y giró rápidamente hacia la derecha, zigzagueando unos cuantos metros, y cayendo sobre su tobillo derecho. Mientras veía al tráiler alejarse con ese claxon desvaneciéndose en la distancia, volteó, a ver si Liudmila se había percatado del ridículo percance que acababa de tener. Pero en ese momento ella estaba de perfil y en ese jardín no había más movimiento que el agua que caía de la regadera que Liudmila sostenía tranquilamente. De inmediato Frank recuperó la dirección de su viaje y siguió pedaleando.
Poco antes de llegar a casa de Karina entró a una panadería a buscar una rebanada de mil hojas, el favorito de ella. Si no la encontraba se conformaría con un par de madalenas. Cerca de los bísquets se le acercó un hombre musculoso que le dijo – Yo te conozco. – Desconcertado, pasó de largo al pasillo siguiente. Con la mirada furtiva entre las teleras notó cómo el sujeto se secreteaba con otro de mediana estatura y aspecto juvenil. Se apresuró a tomar un par de panqués y fue rápidamente a la fila de la caja. Detrás de él se formaron un par de señoras que lo veían de forma un tanto lasciva. La incomodidad llegó a tal punto que sintió la urgencia de soltar el pan en la barra y salir de ahí cojeando, pues la caída de la bicicleta ya empezaba a dolerle. Se encaminó hacia la puerta por donde en ese momento entraban un hombre y su hijo de nueve años, completamente indiferentes a la escena que ahí se desarrollaba; incluso a pesar de que, en su apresurada y descontrolada huida, Franka dio un ligero empujón el hombro al papá.  Al salir, aquél hombre musculoso le alcanzó a gritar desde la puerta de la panadería —¡Tú eres el mejor!
Al llegar a casa de Karina noté que se había cortado el cabello, se ve muy guapa así; al mirarla, por dos breves segundos, me sentí como un náufrago que no sólo toca tierra sino la superficie más hermosa nunca vista. Le pedí disculpas por no llevar pan como lo habíamos acordado. En cambio, ella sí había preparado nuestro acostumbrado café de olla. Me dijo que no me preocupara y me preguntó si había tomado “mi” pastilla para el dolor, antes de que siquiera le contara por qué llegué rengueando. Eso me gusta de ella, que es muy observadora.
Ella no dejaba de ver mi mano que temblaba mientras le conté lo sucedido: desde el tráiler hasta la panadería. Terminado el relato de mi travesía, ella dejó de ver mi mano y apuntó hacia mis ojos. Su rostro me parecía diferente, algo había o algo faltaba, pero no atinaba a saber que era. Sin embargo, su mirada me parecía conocida, eterna. Sentí vértigo porque supe que sólo eran unos instantes, esa mirada furtiva se iría como siempre, como el embrujo de algo que se aleja para ser buscado, dejando pistas en diferentes rostros para nunca dejarse atrapar.
—Ay, Frank…lo que te voy a enseñar... parece que no te ayuda mucho. Es como si reiniciáramos cada vez desde cero, en lugar de dejar correr la historia desde este punto. Se que, si no lo hago yo, fácilmente lo puede hacer cualquiera. Pero por alguna razón siempre vienes para acá.
Dejó de mirarme y prendió su celular. Escribió mi nombre en el buscador. Empezaron a salir fotografías que no recuerdo haberme tomado más joven: con esmoquin, en la playa con mejor tono muscular del que he podido tener nunca, y tantas otras como si fuera un modelo o algo así. Creí que era una broma hecha con alguna clase de aplicación. Siguió scroleando la pantalla y había fotos de un hombre tirado en el concreto a escasos dos metros de una bicicleta hecha añicos bajo las ruedas de un tráiler que se había impactado contra una barda, no lejos de ahí había grúas, luces y cámaras y hombres vestidos de negro con letras amarillas en sus camisas que decían “Los pasos de Marlon Staff”. Se supone que Los pasos de Marlon es una película en la que yo actuaba de protagonista. Y que cuando estábamos filmando una escena en la que yo llegaba en bicicleta a casa de una chica, los de Staff, que mantenían cerrada la calle, y los stunts dejaron pasar, por descuido un tráiler naranja que se tenía contemplado para otra escena. El tráiler me interceptó en la esquina de una cuadra por donde la cámara me iba a tomar desde un plano general. Aún siguen buscando al verdadero culpable. Google también daba entradas a entrevistas con la directora de la película, con el operador de cámara, con el staff, y otras personas que no conozco.
Karina me preguntó si me sentía listo para ver un extracto de la película. Nos mentí y dije que sí. Y es que seguía sin sentirme parte de esa situación que describía toda esa supuesta y aparente evidencia. Me era ajena la existencia de una película que por casualidad me ubicaba como Marlon, el mismo apodo con que me conoce la señora Liudmila. Y, sobre todo, me era ajeno el accidente. Karina abrió Youtube y me mostró una secuencia:
Un párvulo joven camina por un callejón (me niego a que sea yo, sólo es alguien más joven que se me parece). El chico llega a la esquina de una casa, saca un par de piedritas de la bolsa de su pantalón y las lanza a una ventana volada que está en un segundo piso. Por entre las cortinas se asoma la sombra de una mujer joven de cabello largo, le hace señas de que se vean en la entrada principal. Él brinca una barda y llega a la fachada de la casa. Detrás de una de las columnas que flanquean la puerta de la casa sale la joven. Ahí está esa misma mirada furtiva. Me dice que es difícil para ella decirme que ya no me quiere ver más, que su novio se puso muy violento la última vez que escuchó mi nombre, y que tiene planeado irse mañana con él a la frontera en su tráiler. Nos abrazamos y a ella se le salen un par de lágrimas; está a punto de besarme, pero nuestro abrazo se desintegra por el grito de su mamá que nos sorprende. Ella (una actriz que se parece a la señora Liudmila) cree que yo he andado “sonsacando” a su hija Kristina, yo lo niego todo y la señora empieza a tirarme manotazos, mientras me reclama haberle dado alcohol y drogas a su hija, yo me asusto porque no recuerdo cosa alguna relacionada con eso. Kristina, mientras llora bajo la luz de la puerta de su casa, le dice que no me pegue, que no soy yo. Logro escapar por la barda. Después hay una toma cenital de mi con ese rostro joven contemplando el techo. Un fundido encadenado muestra un amanecer, le quito el candado a mi bicicleta, me trepo y salgo de cuadro.
Se acaba el video y Karina apaga su celular antes de que se reproduzca ese molesto anuncio de seguros de siempre. Yo me quedo con la intriga de saber qué pasó en la película, más que saber lo que pasó después del accidente. Pero dice que quedó inconclusa, que ese y otros fragmentos se filtraron cuatro años después, y la gente los sube y los baja de la red intermitentemente.
Después me contó que “mis” pastillas para el dolor son porque a veces vuelve el dolor de las operaciones reconstructivas en gran parte del lado derecho de mi cuerpo. Llegando aquí, antes de sentarme a escribir, me desnudé y lo comprobé, no he tenido valor de ver un espejo. También me sugirió tomar el antidepresivo que guardo en el cajón de este escritorio, y me sugirió buscar en ese mismo cajón mi acta de adopción que, se supone, comprueba que no tuve familia sino hasta los diez años. Ya los tomé, pero el acta y mis otros documentos legales los revisaré más tarde.
Cuando Karina empezó a contarme cómo es que nos conocemos voltee a verla y me perdí buscando aquella mirada, pero no había nada, sólo un rostro que me hablaba como a alguien conocido. Salí del trance cuando ella dijo —He pensado que el hecho de que me sigas encontrando aquí tampoco ayuda mucho a tu memoria. Será mejor dejar este florero vacío. — Mientras señalaba un rosa.
Alguien toca a la puerta│
—Fran. Soy yo,│
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mapsofinnerspace · 5 months
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29 de Diciembre, 2023
Este sueño era la conclusión de otro en el que estaba en una gran casa iluminada solo por el leve reflejo de la luz exterior que se filtraba por las ventanas. Podría haber parecido un momento pacífico y acogedor de no ser porque debía esconderme y escapar de algún ser malintencionado que me buscaba ahí dentro.
Eventualmente logré llegar a lo que parecía ser una sala, había varios sillones cómodos y las paredes eran claras. De pronto se encendieron las luces, y la sala se convirtió en pequeños cubículos de espera sin la pared frontal. Cada uno tenía unos 5 o 6 sillones con mesitas, y frente a estos pequeños lugares se encontraba un escenario mediano al aire libre.
Volteé a mi alrededor y vi que me encontraba con mis amigas de la clase de japonés, acabábamos de terminar nuestra tarea y habíamos puesto nuestras mochilas y bolsas sobre los sillones. Ellas me hacían preguntas sobre ti y sobre lo que sucedería cuando me vieras en el lugar.. y es que se el concierto que se llevaría a cabo sería el tuyo. Yo les respondía con mucha ansiedad, aunque pretendía parecer natural y tranquila.
De pronto entraste a la pequeña sala y de inmediato te acercaste a mi. Me saludaste, y sorpresivamente me abrazaste con fuerza.. a lo que yo respondí de la misma manera. Mis amigas en silencio al rededor nuestro nos veían con ojos brillosos y sonrisas enternecidas. Nuevamente llevabas puesta esa suave camisa blanca de algodón con mangas largas negras remangadas hasta los codos, como te gusta usarla. Llevabas también tus típicos jeans obscuros y tus converse clásicos.
Te abracé muy fuerte por el torso, respiré tu aroma distintivo y disfruté la suavidad de la tela en tu pecho, como si una parte de mí supiera que probablemente ese evento no se volvería a repetir.. ni sucedería en la vida real. Un último abrazo, por lo que nunca pudo ser ni será, por un año de esperanza y desilusión.
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Abrazados el uno al otro caminamos lentamente hacia el exterior, donde ya estaba listo el escenario en el que tocarías, y ya había llegado un poco de gente. La brisa fría de la noche golpeaba nuestra piel mientras recorríamos el lugar. No decías ninguna palabra, solo avanzabas hacia el frente con una ligera sonrisa en tu rostro y con tu típica mirada perdida. Mientras me abrazabas nos tomamos de la mano por tu cintura, y en ese momento mi mente se enfocó en la suavidad de tu blanca piel y la humedad de tus dedos al estar nervioso.
Caminamos hasta llegar a los confines de la explanada, la cual terminaba en una enorme puerta blanca de metal que semejaba la de una fábrica, lo que me pareció extraño, pero no me sorprendió dado que hoy en día los conciertos suelen hacerse en lugares extraños como ese. Entonces graciosamente dimos la vuelta y caminamos hacia la dirección contraria. Para ese momento me tenías tomada por los hombros, con mi mano derecha entrelazada a la tuya, y mi brazo izquierdo rodeando tu cintura.
Recuerdo la sensación de tu calor reconfortante en esa fría noche.
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Entonces me pregunté si la gente de alrededor te notaria y se nos abalanzaría, finalmente todos estaban ahí para escucharte tocar y evidentemente eran más fans tuyos que yo. Sin embargo, para mi sorpresa, nadie se nos acercó, no sabía si era debido a la oscuridad de la noche, a que aún no había demasiada gente en el lugar, a que todos prestaban más atención al escenario vacío ansiosos por escucharte tocar, o a que mi voluntad era tan grande en ese sueño que de cierto modo podía controlar lo que sucedía en él.
Me acompañaste de regreso al cubículo con sillones donde estaban mis amigas, quienes continuaban observándonos con miradas pícaras y sonrisillas curiosas. Mientras te despedías de mí y besabas mi frente lenta y dulcemente, noté que detrás nuestro había un recién llegado grupo de chicas que estaba acomodando sus pertenencias en los sillones. Nos miraban de forma desagradable, como si reconocieran ligeramente tu figura por la espalda. Creo que sospechaban sobre tu identidad, pero al no poder ver de frente tu rostro, se notaban incrédulas y a la vez un tanto celosas de tus cálidos abrazos y besos.
En el momento en el que saliste del lugar, volteé ligeramente y pude ver sus muy desencajados rostros morenos y sus cuerpos desparramantes. Una de ellas en específico tenía una nariz horrible y la típica vestimenta barata estilo mexicano, junto con un color de labios rosa brillante y una cabellera fea y despeinada propia de las chicas emo latinas del 2007. Sentí su mirada clavada en mí, tan horrenda y pesada como la de las personas de los sueños lúcidos que se vuelven pesadillas cuando les haces alguna pregunta indiscreta que delate que no perteneces a su mundo.
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Mis amigas también miraban a esas chicas con disgusto, y me sugirieron que me apresurara al escenario para apartar un buen lugar entre la gente que ya estaba comenzándose a abarrotar en la barda de contención. Ellas dijeron que me alcanzarían pronto, y que esperaban poder estar cerca de mí. Yo no quería estar sin ellas, pero tampoco quería ver el show de lejos. Estaba segura de querer estar frente a ti y escuchar por completo tu guitarra, es decir, del lado derecho del escenario visto de frente. Sin embargo ya había un grupo de personas ocupando el mejor lugar, así que me tocaría estar ligeramente de lado.
A pesar de que esto fue un poco decepcionante, no lograba entender cómo es que para ese momento no estaba al menos la parte frontal del lugar completamente llena de gente. Supuse que tal vez era debido a que todos se encontraban comprando bebidas y comida en los alrededores, y que cuando comenzara la música rápidamente todos tomarían sus lugares. (Una parte de mí seguía sospechando que se trataba de un sueño, y que por lo tanto, algunas cosas no tenían sentido).
Me acerqué al escenario y me quedé en el mejor lugar posible, esperando la llegada de mis amigas y de tu música. Me sentía muy emocionada e impaciente por escucharte, en mi mente ya sonaba mi canción favorita de tu banda. Tenía curiosidad por escucharla en vivo (y cómo sería la experiencia dentro de un sueño), sin embargo, tú y tus amigos seguían sin aparecer. Mi impaciencia aumentaba cada vez más. Aun así, comenzaba a sospechar que eso no sucedería nunca, que tal vez no tenía la suficiente capacidad creativa de construir y mantener un show en vivo dentro de un sueño, a pesar de que la música ya resonaba con claridad en mi mente.
En ese momento desperté. Poco a poco recobré la conciencia mientras escuchaba los ruidos exteriores que me despojaron del sueño. En ese momento pensé rápidamente en volver a dormir y recuperarlo para poder verte y escucharte tocar en una realidad alternativa. Tenía demasiada curiosidad por saber lo que sucedería después del show.. si volveríamos a vernos, si tal vez iríamos a cenar juntos, si podría mezclarme con tu sudor después de una noche de música en vivo. Sin embargo nada de esto sucedió. No logré conciliar el sueño, y aquí estoy registrando lo acontecido dentro mi cerebro mientras me encontraba inconsciente, con tu melodía aun atascada en mis pensamientos.
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ocasoinefable · 1 year
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Te siento florido en mis entrañas, 
al toque de las flores carmín que besan tu letra..
baja en las mariposas de piel,
 en los surpiros de los poros y las palomas que muerdo con picos de lluvia...
 te aclamo y guardo silencio en la sonrisa enternecida-
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ghqstfqce · 2 years
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¡Hola! Espero que te encuentres bien y tengas un excelente día. Tengo un pedido, ¿Podrías hacer headcannons para Danny Johnson con un Lector que es su mejor amigo@ de la infancia, pero se tuvieron que separar porque Lector tuvo que mudarse y después se reencuentran cuando Danny ya es Ghostface? + Lector era el crush de la infancia de Danny (Algo así estaría bien, también si es posible me gustaría que no se especifique el género del lector)
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Warnings || Mención de asesinatos. Leve comportamiento obsesivo y posesivo. Acoso, es Danny. Mención de peleas. No se si algo de esta relación cuenta como suavidad, lol. Puede ser tanto platónico como romántico, tómenselo como gusten, pero Danny quiere ser más que amigos. Use el genérico masculino al hablar de Danny y Reader, pero use Ellx como pronombres.
Pairing || Danny "Jed Olsen" Johnson x GN ! Reader
WA || 1k.
Notas de Autor || Ok, solo decidí ponerme a escribir antes de tiempo solo por esta solicitud. Amo muchísimo a Danny, es uno de mis cuatro asesinos favoritos de DBD, si pudiera, me casaría con este hombre.
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¿Crees que este hombre desarrolló su insana actividad de acosar siendo ya mayor? No, siendo un niño también era algo fisgón en la vida de sus vecinos. Se aburría con rapidez, pero las miradas persistentes a las ventanas ajenas ahí estaba.
Hasta que te mudaste al vecindario y oh, sorpresa, la casa junto a la suya. Contrario a sus espionajes anteriores, el tuyo fue constante, estaba tan intrigado en ti, tu persona, tu vida y todo lo que te rodeará.
Le tomó un tiempo antes de acercarse, primero tuvo que asegurarse de espantar a los demás niños que querían ser tus amigos y no era tan difícil, Danny ya era considerado un pequeño bicho raro ante todos, que se agregarán algunas amenazas no hizo daño.
Tú yo inconsciente tomó todo lo que Danny quiso ofrecerte, nadie quería ser tu amigo más que este agradable chico de al lado, somos mejores amigos ahora.
Irían de un lado a otro siempre juntos, estaban casi pegados por la cadera y aunque tu papá se sentía preocupado, sus madres no podrían evitar estar tan felices y enternecidas por sus interacciones.
Danny siempre te defendía de los niños mayores cuando éstos querían un pequeño saco de boxeo, te ayudaba con tu tarea aunque fuera un grado más arriba y recorrían el camino de la escuela de ida y de regreso, siempre tomados de la mano.
Danny te invitaría a dormir a su casa o tú a la tuya, no importaba dónde, pero Danny no se separaba de ti, al menos que sus padres dijeran o hicieran lo contrario y aún así, Danny se enfurruñaria hasta que volvieras a su lado.
Su rutina no cambió nunca, simplemente fueron creciendo y Danny tendría pensamientos más oscuros, los cuales tú escucharías alegremente y sin querer, alentarias dichas ideas.
Al principio no lo sabría, pero conforme crecían, Danny se daba cuenta que te quería mucho más que para mantener una amistad y aunque si por él fuera estarían juntos desde los 10, sabía que debía esperar.
Solo que sus planes se vieron quemados frente a él cuando corriste llorando a decirle que te mudabas. Él no lo creía, sólo te veía y te sujetaba sin fuerza alguna. No podías irte, eras suyx para estar juntos y conservar, eso era imposible.
Hasta que a la mañana siguiente se quedó en la banqueta frente a tu casa, esperando, esperando y esperando, hasta que su mamá tuvo que llevarlo a la escuela.
Danny no aceptará nunca esto, pero tu partida agravó todos los problemas que ya tenía y aunque ha logrado disimularlos con el tiempo, aún está tan resentido con tus padres por separarte de él.
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Aquí hay dos posibilidades de reencuentro, que fueras tomadx por la Entidad o que se encontrarán en Roseville.
Si es en Roseville, podrías reconocerlo inmediatamente, estabas por atenderlo a él y sus compañeros de oficina en el restaurante para el que trabajabas, cuando reconociste ese cabello y algunos rasgos del niño que fue tu amigo de infancia.
Estabas listx para llamarlo por su nombre, hasta que escuchaste a uno de los hombres llamarlo Jed, estabas tan confundidx pero segurx de que era él, pero lo descartaste como ideas tuyas.
Él no, él vio como estabas por hablar, como esa D resbalaba de tu lengua y como tu sonrisa disminuye a algo falso, solo servicio al cliente.
Tomó todo de él para no tomarte ahí mismo y llevarte a su casa, lo quería tanto. Habías estado años lejos de él, no permitiría más tiempo separados.
Después de ese día en el restaurante, ni podías dejar de sentir que alguien te observaba y aunque muchos en tu lugar estarían asustados, tú no. Algo en tus recuerdos infantiles te decía que así te sentiste antes de conocer a Danny, así que, ¿Danny estaba cerca? Esperabas qué si.
Claro, lo último que esperabas era terminar con un asesino en serie sobre ti, presionando un cuchillo contra tu cuello, todo mientras su mano libre te acariciaba con tanta vehemencia. No podía creerlo, su (T/N) estaba aquí, habías vuelto a sus brazos.
Nuevamente, tu reacción no fue la más cuerda, pero cuando dicho asesino se quitaba su máscara para dejarte ver al hombre de otro día, no, no al hombre; al chico que dejaste atrás hace tantos años en otro pueblo en Florida, no podías evitar abalanzarte para abrazarlo.
Danny estaba confundido, tan confundido. ¿No gritos? ¿No preguntas? ¿No te defenderías?
Pero aún así, no podía evitar sentirse tan cálido por dentro, sabía que eras especial, cuando lo escuchabas hablar de sangre y cuerpos de pequeño con solo una pequeña sonrisa en tu rostro o palabras distraídas de aliento, eras para él.
¿Se reencuentran en el reino de la Entidad? Oh, chico, espero que Danny este preparado, porque no dejaras que un idiota en un traje de Halloween te atormente cuando acabas de llegar a un lugar desconocido.
Si su primer encuentro fuera en tu primer juicio, no sé arriesgara a quitar su máscara. No estará ya en el mundo real, pero ninguno de esos imbéciles, aparte de ti, merece ver su rostro.
Estará molesto porque eres muy buenx tirando de tus golpes, pero disfrutará la persecución y podrá dejarlo pasar porque aún no sabes quien está bajo la máscara, le emociona como no dudas en burlarte de él y golpearlo si es necesario.
Al principio su relación será un poco amor-odio o de amor duro. Estas tan molesto, no ves a Danny desde que tienes 11 años y la pequeña mierda cree que puede apuñalarte, estas cabreadx. Si, podrá ser obligado por dicha Entidad, pero también sabes que lo disfruta, si es que sus pensamientos no cambiaron desde que eran niños.
Él te buscaría todos los días cerca de la fogata, al inicio tratas de ignorarlo, hasta que sus lloriqueos se hacen molestos y los demás supervivientes no dudan en lanzarte miradas sucias(las cuales no pasarán desapercibidas para él, nadie mira mal a su (T/N)).
Su relación volverá a iniciar con algunas dificultades, pero no duda que caerán en las viejas costumbres, después de todo, sigue siendo el Danny que conociste hace tanto, solo ya mayor.
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diesiraev · 11 months
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☾                            Mirada fija en el muchacho, músculos faciales relajados, sin embargo una sonrisa maliciosa y enternecida por partes iguales le adornaba; acción se ve apenas interrumpida al sentir el peso de pupilas puestas sobre ella, ni siquiera debe enfocarle para saber que se trata de su hermano dedicándole la mueca de disgusto más grande que le han dedicado en su corta existencia. Le resulta gracioso que les hayan dejado solos a los tres en aquella mesa, y que el silencio con cada segundo se volvieron más denso a pesar del ruido de los invitados, la música cursi y la imagen borrosa de los novios bailando de fondo   ❝ La tensión está fuerte ¿No? ❞ exclama, tomando la copa que se encuentra frente a ella  ❝ Supongo que es mi deber romperla, y viendo que no se dignan a presentarme . . . ❞ mirada fugaz dirigida a micah  ❝ Soy Lanhua, tu nueva hermanita ❞ muestra una sonrisa cortés  ❝ Aunque algunos prefieran considerarme como la ilegitima en la familia ❞ condescendencia en su voz, y una gruñido bajo por parte de su hermano que acompaña sus movimientos al ponerse de pie y alejarse de aquella mesa. Lo sigue con la mirada hasta que lo ve perderse entre los invitado, atención vuelve al muchacho   ❝ ¿Apoco no es encantador? Su carisma lo heredó de mi papá. ❞ 
                                              ( 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐭𝐞𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐯𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚: @cinmvclub​   )         
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extraliteral · 11 months
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quando amo uma pessoa
me sinto muito enternecida com as idiossincrasias dela
os comportamentos bobos
o que há nela de levemente vergonhoso ou patético, sabe?
gosto de pensar que as pessoas que me amam também me veem assim
s.j
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sirpotys · 2 years
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Faltaba un poco de InuKik en mi vida
Después de un día de exorcizar demonios un chico comienza a coquetear con nuestra hermosa sacerdotisa por lo que nuestro hanyou favorito en un impulso la abraza sonrojándose mientras Kikyo sonríe enternecida ante la acción tímida ¿y celosa? de Inuyasha.
Algún día haré mini comics del día a día de la Otp.  Espero les guste.
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—No quise decir eso —reprochó—, es solo que suelo ser un idiota con las cosas que digo. Pero tú no entras en la frase «soy infeliz», en lo absoluto. Eres lo mejor en mi vida, eres esa razón por lo que soy, y eres el motivo de todas las cosas buenas que intento hacer —sonreí enternecida y prosiguió—. Eres como mi navidad.
Boulevard. F. M. Salvador
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xushima · 2 years
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I.  No princípio, era o Desejo; depois, a coisa desejada, ou, melhor, a sua lembrança.
II.  O futuro é o passado que amanhece.
V. Nunca ameis uma coisa ou criatura, em si própria; amai-a, na sua recordação enternecida, pois nessa recordação é que ela está presente, e viva, e digna do nosso amor.
VIII. Nunca vi, diante dos meus olhos, a mulher bem amada. Isso que me parecia ela, servia apenas para eu sentir por ela mais saudades. O murmúrio da água aumenta a sede.
– Teixeira de Pascoaes, Senhora da Noite / Verbo Escuro (fragmentos; adaptado)
Assírio & Alvim, 1999
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kuromiv · 2 years
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     starter privado ( uno de dos )   @r0cksss​    *    juguetea con una de las trenzas de su pelo, un poco nerviosa por encontrarse en esa especie de refugio. cree estar tomando la decisión correcta, pero aún se siente algo insegura ante la idea de cuidar un animalito. ¿lo haría bien? al menos, tiene a jay consigo, habiendo de apretar los dígitos que se entrelazan con foráneos. ‘ este lugar es más grande de lo que pensaba … woa … creo que aún nos da tiempo a explorar ’ adelanta, pero algo termina por llamar su atención. ‘ no … ay, no puede ser ’ completamente enternecida, ha de tirar de él para acercarse a una de las zonas en las que varios cachorros se encontraban. ‘ mira qué perritos más lindos ’ se tiene que contener para no soltar un gritito, pero la mirada brilla de ilusión al volver a dirigirse a su novio. ‘ ¿podremos jugar con ellos? ’
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