Tumgik
crisrosales · 4 years
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Me levanté con dolor de cabeza, pero no dormí mal.
Sigue nublado, llovió un poco, pero ya no llueve más. Me había olvidado de los días nublados, pero me acostumbre rápido. 
Los nenes de los vecinos salieron a jugar un rato. 
Los gatos también salieron y volvieron con las patitas embarradas. 
Barrí la casa, por vez numero mil. Pensé en empezar a contar las veces que barro y lavo los platos, solo para tener algo más que contar que los días de encierro. 
6. Tomé mates, medio lavados. Esto también lo podría contar. ¿Cuántos termos de mates voy tomando en cuarentena? Llegó 53 días tarde a esta tarea de contar cosas. 
7. Una chica en Twitter escribe sobre cómo hay gente haciendo fila bajo la lluvia para entrar a IKEA. No hay nada de “necesidad básica” dentro de IKEA, además lo que necesites de ahí lo podés comprar por Internet. Que desconsiderado abrir IKEA y los shoppings. Desconsiderado e innecesario. 
8. Estoy fascinada con esta cuenta de Instagram. Me gustaría algún día poder llenar un cuaderno de esa forma.
9. Vi un video de un drone entregando una pizza de Dominos en un 5to piso. Por momentos me parece un fake de Black Mirror, pero con la realidad con la que convivimos, ya todo puede ser. 
10. Hoy me bañé, me peiné y me puse zapatillas. Siento que no estoy en piyamas, aunque la ropa sea la de entre-casa de siempre. 
11. Una mujer en Twitter pidió el libro de Amanda Palmer, The Art of asking. No lo pude descargar desde mi Kindle, pero lo busqué, lo descargué en PDF y se lo envié. Espero que lo pueda leer y disfrutar sin problemas. 
12. Esta lista fue disparada desde este post en el Blog de Aniko. 
13. Si la comida que se produce en el mundo, fuera directo a los humanos y no a las empresas que producen animales para consumo, ¿alcanzaría la comida para todos?
14. Una mujer que no conozco, pero con quién compartimos un grupo de Facebook, me pasó una receta de masa para hacer empanaditas. Espero que me salgan tan lindas como le salieron a ella. 
Durante el almuerzo charlamos, con Ale, sobre qué libros le habían dado para leer en Lengua y Literatura. La conversación nació porque estoy leyendo por primera vez Animal Farm. ¿Vos leíste algún libro copado en el secundario?
Los rollos de papel higiénico estaban agarrando humedad en el compartimiento de abajo de la escalera. Los tuve que reacomodar. 
Hoy es 29 de ñoquis. Ya hice la masa y la dejé en la heladera para la noche. (No fue una muy buena idea.)
Mucha gente que conozco -digitalmente- está jugando a Animal Crossing. Me da curiosidad saber de qué va el juego, pero no voy a pagar 40 pounds para descubrirlo. 
No importa cuantas veces escuche Womanarchist de las Bad Cop/Badcop, siempre me emociona hasta las lágrimas de la bronca que me genera que las cosas sigan siendo tan injustas para las mujeres en todo el mundo.
Los gatos se levantaron de la siesta muy temprano, eso quiere decir que van a romper las bolas para cenar temprano. (Dicho y hecho)
Tengo ganas de cortarme el flequillo pero sé que es un error porque me va a dar fiaca mantenerlo.
No entiendo por qué la masa de los ñoquis lleva huevo. No es necesario. 
Le tuve que abrir a los michis para que se vayan al patio porque querían cenar a las 5 de la tarde. Están locos. Después a la 1.30am están rompiendo las bolas para volver a comer. (Rompieron las bolas igual)
Batman hace patita (rasca) desde el otro lado de la ventana. Tiene los ojos redondos, observando cualquier movimiento que denote que hay alguien. Me hace reír fuerte.
A Pauli le llegó el acolchado para pasar el invierno. Es gris, amarillo y blanco y me encanta. 
Me acordé de que no tengo vino para acompañar los ñoquis hoy. Que mal. Pero tengo quesito. ¡Que bien! 
17.31hs. Sucumbimos a los maullidos de los gatos y les dimos una pelotita de alimento para que se entretengan. Van a romper las bolas en 1 hora. (Sí, era obvio)
Estoy leyendo un texto sobre como Disney está preparado para que los padres la pasen para el orto y me acordé de que, aunque nunca fui fan de nada que haya hecho Disney, fui una estúpida al haber cambiado el viaje por una fiesta a la que invité a personas que hoy, en un 90%, ni están en mi vida. Que ritual arcaico las fiestas de 15. 
Ale está haciendo equilibrio con la compu en el aire para no molestar a la gata que duerme tranquila en sus piernas hecha un bollito. Batman duerme conmigo. 
Me puse a ver cuánto sale el litro de pintura gris para pintar la pared de la habitación de Pauli. En Bs.As. Si, cualquiera, pero tal vez el verano que viene la podamos pintar juntas. 
En el chat de Telegram charlan sobre la diferencia entre el prensado y las flores, en precio y calidad, según el país. 
Me estoy haciendo pis hace media hora, pero quiero terminar de leer algunos textos. 
Creo que estamos escuchando la misma banda desde las 11 de la mañana. Son las 18.11hs. (No era la misma banda).
En Twitter se pusieron a hacer “mundiales” en los que las personas tienen que ir votando entre varias opciones, tipo fixture. Ya me están hinchando las bolas porque están haciendo mundiales de cualquier verdura.
Netflix empezó a hablar en gallego. Que martirio. 
No sé que tienen de “Digestive” estas las galletitas llenas de chocolate negro. Supongo que el marketing nada más.  
No pude leer antes de irme a dormir.
La salsa me salió espectacular. El apio y las recetas de Bosh. son un viaje de ida. 
Cada vez que levanto la mirada, veo la foto de Greg Graffin, cantante y compositor de Bad Religion. La foto la sacó la genia de Fuckin’ Clair Photos, una fotografa irlandesa, fan de la banda, del punk y los recitales. Le compré una foto, pero la plata se la dimos a la NHS. Apoyar y difundir artistas independientes (escritores, fotógrafos, músicos) es una forma de ayudarlos a que sigan creando y en tiempos en los que ellos no pueden trabajar, puedan seguir pagando las cuentas y la comida diaria. 
Me suscribí a “Books that Matter”, una caja que contiene libros escritos por mujeres y arte independiente. Mandan las cajas a todo el mundo. Qué mejor manera de leer nuevos libros y seguir apoyando el arte. 
No importa cuando escuche Bad Religion, todas sus letras se adaptan a la realidad. Este año no vamos a poder verlos, pues el mundo está en pausa, al menos hasta el año que viene. Teníamos entrada para verlos el 7 de Junio. 
Salta un tema de Social Distortion en Spotify y recuerdo que también iba a volver a verlos, después de casi 10 años y se suspendió hasta el 2021. Esta pandemia me canceló una de las cosas que más disfruto y me apasionan en la vida: La música en vivo. 
Siento la necesidad de tatuarme de nuevo. Quiero más canciones, quiero un bosque, una galaxia y a mi gatita tuerta. 
¿Cómo hacen los escritores para no distraerse cuando tienen que escribir? Quiero tener una habitación, o mejor una cabaña en el medio de la montaña, sólo para escribir. Tener mi máquina de escribir y hacer ruido cuando tenga ganas. Que tenga una chimenea, porque amo las chimeneas y prender fuego. Con vista a un bosque verde, porque los bosques y las montañas son lo más hermoso que tiene este planeta después de todos sus animales. Si hay un río cerca, es un plus inmenso que amaría tener. No tomo café, pero con una pava para el mate que pueda poner sobre el fueguito, estoy lista. Es mucho pedir todo esto, ¿verdad? Bueno, es mi objetivo de vida. 
Mi mejor amiga está por parir a su hijo en medio de este encierro obligatorio global. Me dijo que va a pesar alrededor de 4 kilos. Quisiera poder estar con ella, ayudarla a limpiar su casa, hacerle de comer y comprarle sanguchitos de miga, así ella puede pasar tiempo con su bebé sin tener que preocuparse por otras cosas. 
El Director de la Organización Mundial de la Salud agradeció al Ministro de Salud argentino por su esfuerzo colectivo, su solidaridad y su gestión en tiempos de pandemia, por haber seguido los pasos correctos para cuidar a la población de nuestro país. 
Esta lista la empecé ayer y para que coincida la cantidad de días con la cantidad de cosas en la lista, le tuve que sumar un ítem más. Por eso también se mezclan eventos de días distintos. Igual ¿qué importan los días, si solo existe Ayer, Hoy y Mañana?
Hace tiempo dejamos colgadas la serie The Handmaid’s Tale -El cuento de la criada-. La retomamos esta semana y algunos episodios me están resultando bastante densos y de relleno. La primera temporada es cruda. La segunda es sanguinaria. La tercera me hace enojar. 
Cada vez que escucho un avión me gustaría estar en un aeropuerto vacío. Uno de los espacios que siempre corre a mil por hora, en donde el tránsito de personas con valijas es imparable, ahora está desolado. Los aeropuertos hoy se deben ver como estacionamientos gigantes. ¿Podríamos convertir los hoteles y aeropuertos en espacios sanitarios para albergar a las personas que están enfermas y a quienes los hospitales no pueden atender porque no hay espacios? ¿Y los clubes multimillonarios? 
Leí este texto de Julieta sobre cosas que se acordaba de su mamá. Me hizo reír y pensar. Como todos sus textos. Si no la conocen, aquí la leen. 
Ya que estoy recomendando gente que escribe, ella es Rocío, Rococó para quienes la seguimos desde hace tiempo. Escribe así de hermoso. 
La lista que está escuchando Ale me hace acordar a New York. Linda ciudad, un poco sobrevalorada para mi gusto. Pero no me den bola a mi, las ciudades con mucho cemento, edificios grandísimos y espejados, y tiendas por todos lados no me llaman mucho la atención. 
Google photos me recuerda que, hace tres años, fui a visitar a mis sobrinas y conocer su departamento universitario. Habían encontrado un perrito re lindo y estaban buscando a sus dueños. Me tomé un té en una taza que tenía un elefante. Salimos a caminar, tomamos unas cervezas y me quedé a dormir en su casa. Al otro día volver a Neuquén fue una odisea porque el sistema de transporte no está unificado y las frecuencias siguen siendo un asco.
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crisrosales · 4 years
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Harta de mí.
Yo también estoy harta de estar conmigo todo el tiempo. Creo que nunca nos habíamos dado cuenta de lo difícil que es llevarse bien con nuestras ideas y con lo que sentimos-o tal vez, simplemente nos estábamos haciendo los boludos-. Y ahora, que el mundo entero está frenado, no nos queda otra que arremangarnos y lidiar con nosotros. 
Pensar en el futuro siento que es al pedo. Los días ya no importan, sólo existe un Ayer, un Hoy y un Mañana. Planificar es en vano, no sabemos qué va a pasar y todo es incierto. La única certeza que tenemos es que estamos todos frenados, no porque queramos, sino porque es necesario para sobrevivir. Que loco que lo único que tengamos que hacer para sobrevivir sea quedarnos en nuestros sillones. Uno pensaría que el apocalipsis nos iba a encontrar batallando contra los zombies o monstruos de 6 cabezas, pero no. Nuestro enemigo es invisible y no podemos hacer otra cosa que esperar a que la ciencia encuentre una cura. 
La cagada es que estamos solos. Bah, cada uno con quién le haya tocado pasarlo. Algunos en familia, otros en pareja o con amigos y otros sí, solos. Con sus plantas, sus cafeteras, sus mates, sus celulares, sus computadoras, los afortunados alguna mascota y ellos mismos. Solos. 
La realidad es desoladora. “La normalidad” como la conocíamos ya no va más y el mundo ya no es el mismo, ni volverá a serlo. Siento que mientras más rápido nos amiguemos con esa idea, más simples se nos van a hacer los días. 
Y aceptar la nueva vida como lo que es, no es rendirse, es adaptarse. Porque seamos sinceros, el mundo es bastante horrible y al mismo tiempo super hermoso, y sin embargo, siempre elegimos ver esta última parte para poder vivir medianamente bien, sin culpas, ni remordimientos. Elegimos no ver la guerra, no ver el hambre, no ver la injusticia, no ver la deforestación y miles de cosas espantosas que suceden a diario, pero las que no podemos hacer nada más que aceptarlas. ¿Podemos parar la guerra? Directamente, no. Indirectamente, es difícil. ¿Podemos terminar con la pobreza en el mundo? No lo creo, pero seguro podemos sumarnos a dar una mano, porque todos necesitan una. Con la realidad de esta pandemia pasa lo mismo. ¿Tenemos la posibilidad de encontrar una vacuna? Ehhm, no creo, a no ser que trabajes en eso. Pero podemos hacer algo muy simple: Quedarnos en casa, amigarnos con la idea de que el mundo hoy es otro y hacer nuestra parte sin demasiado esfuerzo; mientras los esenciales (médicos, enfermeros, científicos, etc) hacen su trabajo de la mejor manera que pueden.
Entonces volviendo a nuestra parte de quedarnos en el sillón: Yo también estoy harta de estar conmigo, pero no me queda otra. Hace casi dos meses que no puedo trabajar, y no generar un mínimo ingreso para comer, me incomoda, me angustia y me carcome la cabeza. Tengo la suerte (¿privilegio, tal vez?) de saber que no me voy a quedar sin comida, ni sin casa, pero soy consciente de que mi realidad no es la realidad de todos y eso también me angustia. 
Aún así, tanto en mi realidad, como en la tuya, no me puedo aislar de mi misma. Mi cabeza da vueltas más que nunca en la cantidad de cosas que puedo hacer y no quiero, o tengo que hacer y no puedo; y también en las que no puedo hacer y quiero. 
Pensar y aceptar lo que nuestras ideas nos hacen sentir, es enfrentarnos a eso que, por mucho tiempo, barrimos abajo de la alfombra. Vamos a tener que intentar entender de dónde nacen nuestros enojos, frustraciones, nuestro hartazgos y nuestras lágrimas. Y es difícil, porque nadie disfruta de sentirse mal, pero es necesario. Doloroso, seguro, pero necesario. Y nos vamos a encontrar con todos los monstruos que encerramos en el placard, dentro de una caja y dejamos bien al fondo, haciendo como si no existieran. ¡Sorpresa, siguen ahí! Y te están cagando a patadas la caja para que la abras de una vez y charles con ellos sobre todo eso que dejaron flotando en la nada. 
Porque ese es el problema principal de estar con uno mismo, que no nos podemos escapar, que nuestros monstruos van con nosotros a todos lados, hasta que estemos listos para preparar unos mates y ponernos a charlar de una vez. Y de nuevo, es doloroso, pero necesario. 
Entonces medio que no queda otra, si te sentís mal, sentite para el orto, pero sentilo. Permitite usar el corazón, permitite llorar y frustrarte, es necesario. Es necesario y estamos todos en la misma. No yo y vos, todos, todo el mundo. Es una de las primeras veces en la historia de la humanidad que está todo el planeta con el culo en la mano sin saber para donde correr, intentando hacer lo que puede con lo que tiene, porque es lo único que podemos hacer. 
No hay nada escrito sobre cómo pasar una pandemia, no importa la cantidad de tutoriales de “cosas para hacer en cuarentena” que hayas leído, o “desafíos virales” de personas bailando o haciendo la vertical que te hayas cruzado en Internet. Estamos todos en el mismo baile y no nos queda otra que bailar de la manera que no salga, o quedarnos en una silla mirando como el resto baila, o charla. Yo me quedo acá, llorando porque estoy a 12 mil kilómetros de mi familia sin tener ni puta idea cuando los voy a volver a abrazar, o si algunas personas van a estar en pie cuando tenga la posibilidad de volver a abrazarlos y eso me aterra. No tengo idea si voy a conseguir un trabajo nuevo o si voy a poder volver al trabajo que tenía. No sé cuándo van a revivir los recitales, los bares o sí en esta “nueva realidad” van a ser reemplazados por videos largos de Youtube. La nueva realidad es hoy y el mundo tal cual como lo conocíamos ya no existe y no va a volver “cuando todo esto termine”, porque no existe tal cosa. El día del “final del pandemia” va a llegar, pero todo va a ser distinto. 
Procesar y aceptar la pérdida de nuestra vida como la conocíamos es lo más difícil, porque sabemos que todos queremos cambiar y ser mejores, pero el proceso de cambiar es engorroso, está lleno de errores, frustraciones, de tirar todo a la mierda, de querer que termine de una puta vez, porque a nadie le gusta el cambio. No, los que te dicen que les gustan los cambios, te mienten. A todos nos gusta lo que resulta del cambio, pero el cambio en sí mismo es una mierda. Mierda que nos llega hasta las rodillas, o hasta la cintura, pero de la no nos queda otra que seguir caminando y salir, porque sabemos que no existe tal cosa como vivir cómodamente en la caca. Y hoy, la caca -al menos la mía-, es estar conmigo, todo el tiempo, sin escapatorias, sin otra cosa que hacer más que preparar unos mates y sentarme a charlar con mis ideas, mis miedos y frustraciones, con mi caca interna. Porque la única forma de dejar todo limpio, es metiendo las manos en donde no quiero y limpiar. 
Y, te soy sincera, estoy bastante acostumbrada a lidiar conmigo, una de las formas que tengo es ésta, vomitar las palabras y darle vueltas, muchas vueltas. Muchas quedan asentadas en papeles a modo de recordatorio, otras terminan en charlas con amigas en las que lloro, me angustio, me grito mientras me ahogo y me quedo sin aire. Y ahí están mis amigas para alcanzarme un trapo limpio y seguir limpiando. Y a veces hago esto, de compartir mis miserias en público, para saber quienes están hartos de estar con ellos mismos y si tienen ganas de ser miserables juntos. Porque al fin de cuentas, yo estoy harta de estar conmigo todo el tiempo y capaz vos tengas ganas de que estemos hartos juntos, a la distancia, pasando lo mismo, vos en tu casa y yo en la mía, pero juntos. ¿Tenés ganas de compartir tu caca conmigo?
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crisrosales · 5 years
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No me acuerdo de mi última torta de cumpleaños
De la torta de cumpleaños que si me acuerdo es una que tenía muchas gomitas y chupetines. Cumplía 6 años y use mi camisa favorita, la de jean clarito con cuello blanco y un elefante pintado a mano en un costado. Mi hermano Diego decidió que iba a estar de bermuda y remera blanca, sin peinarse, porque el nunca se peinaba. Mi hermano Martin más o menos igual, pero peinado y seguro que bañado y perfumado. 
Me encantaba festejar mi cumpleaños. Todavía me gusta, pero fueron desapareciendo las ideas, y por momento las ganas, en el camino. Lo que más me gustaba de los cumples era que iba a comer chatarra y tomar gaseosa, que en mi casa jamás se compraba. Mi menú favorito era hacer panchos. Debía ser que me encantaba porque en mi casa mi vieja no compraba un paquete de salchichas ni en pedo. “Eso no es carne, es basura procesada” y puede que tenga razón, pero eran tan ricos los panchos. Tenían sabor a cumpleaños. Cumpleaños feliz. 
La tortas eran otro cantar. No soy muy fan de las cosas dulces y una torta siempre duraba una eternidad en la heladera. Tal vez mi mamá en un momento se cansó de hacer tortas y que nadie las coma, por eso dejo de hacerlas para mi cumpleaños. O se lo habré pedido yo. Cualquier haya sido la historia de las tortas de cumpleaños, no me acuerdo cual fue la última. 
De la última década me acuerdo que Pauli un cumpleaños, uno difícil, me hizo cupcackes. Tenemos fotos poniendo cara de bobas posando con ellos. Estaban buenísimos. Ceci, en uno de los últimos cumples, hizo una torta de zanahoria, para festejar junto con Angie que cumplimos el mismo día. Le puso una bocha de helado de vainilla encima y se conviertió automaticamente en el Top 3 de postres favoritos. Puede que alguna vez me hayan llevado una torta a un bar o pidieron una porción de algo y soplé un encendedor. 
También fue que por falta de espacio físico, distancia o logística, siempre terminaba dividiendo el festejo en varias partes, horas, días o lugares. Festejaba con mi familia cuando iba a Neuquén, con algunos amigos en un bar, otro tal vez algunos íban a mi casa o salíamos a tomar un café después del trabajo, u otro día que nada que ver. 
Un poco extraño esos festejos en donde juntaba un montón de gente de diferentes lugares, había torta, música y cosas ricas para comer. Debe ser que lo que extraño es a la gente que quiero, compartir momentos con ellos, sin importar el contexto. También extraño sentir la felicidad de jugar al juego de la escoba en el patio de mi casa, sacar caramelos con la boca de un bowl lleno de harina, sin usar las manos. ¿Quién inventó ese juego del horror? Esperar el “momento de la torta” que siempre terminaba destruida porque alguno gritaba mordiscón queme dejaba la cara lastimada y cubierta con chocolate, crema con duraznos y dulce de leche. Costumbre espantosa... Junto con el momento incómodo en el que te cantan el feliz cumpleaños pero nadie se puso de acuerdo en cómo llamarte, si Cristina, Cristi, Kitty, China, morocha... Y terminaban cantando cualquier verdura mientras me quedaba con cara de poker, sin saber si cantar o no, aplaudir o no. Pedir tres deseos que jamás se cumplían o sí, pero ni me acuerdo qué pedía, entonces nunca sabes. ¿Los regalos? Nunca me interesaron. Prefería, aún lo prefiero, estar todo el día tomando mates y charlando. Prefiero el tiempo. Extraño el tiempo. La torta y el tiempo.
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crisrosales · 5 years
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Where have you been?
Debe ser la cuarta vez me envias un mail preguntandome dónde estoy, Tumblr. Estoy en Londres y hace más de seis meses que no puede definir qué hacer de y con mi vida. Me tiene angustiada, ansiosa y al mismo tiempo disfruto de la incertidumbre, haciendo cosas nuevas que creí que jamás me iba a animar a hacer. 
Cuando tome la decisión de mudarme de Neuquén a Buenos Aires (¿por qué me fui tan atrás en mi propia historia?) pensé en las miles de cosas que iba a hacer, cómo las iba a lograr y en el camino la vida sucedió y me cagué a golpes. Me mudé estando de novia y con un trabajo que conseguí gracias a contactos (Pauli, no me voy a olvidar nunca de esto. ¡Gracias!). Viví de prestado -como le decimos algunes a cuando nos mudamos a una casa ajena por un tiempo- hasta que me pude mudar a un departamento propio. Adopté un gato, aprendí a hacer malabares con poca plata, extrañé y viajé mucho a ver a mi familia, me peleaba mucho con mi entonces novio y después nos terminamos mudamos juntes por unos años. 
Hice amigues nuevos, reforcé lazos que creía se iban a perder en el tiempo, descubrí que la distancia física entre personas no borra nada de lo que sentimos. Me dejé de hablar con mucha gente por diferentes razones, me volví a hablar con personas que no veía hacía casi una década. Salí de un circulo vicioso y nocivo del que no me di ni cuenta como había llegado. Volví a reforzar relaciones y rompí con todos los vinculos que me tiraban para abajo y me chuparon toda la energía que tenía. Agarré mis cinco boludeces, mi gato y me mudé otra vez. Las mujeres de mi vida me sostuvieron en cada paso, en cada mudanza, no me dejaron sola ni un segundo que lo necesité y eso reforzó aun mas nuestro amor. 
Armé y desarmé un millón de veces lo que sentía hasta que le encontré la vuelta. Saqué un pasaporte por primera vez en mi vida, crucé el océano y me la jugué por construir una nueva vida, una nueva felicidad, con quien había estado siempre conmigo, en cada momento desde que había decidido irme a vivir a Bs.As. Viajé, viajamos, en poco tiempo todo lo que durante casi 5 años me habían hecho creer que “era mucha plata, un quilombo. Eso es para otro tipo de gente. Viajar no te deja nada, prefiero quedarme en la ciudad”. Ahora lo pienso y no puedo creer todo lo que aguanté. Al pedo encima. En fin. Viajé, viajamos, descubrí que me podía relacionar de otra forma. Volvía a ser feliz de una forma completamente diferente y compartiendo los momentos con alguien que me entendía a la perfeccion aun mirandome de espaldas. 
Entonces, ¿en dónde estube, Tumblr? Estuve en muchos lados, en muchos estados, estuve (estoy) intentando descifrar qué hacer con mi vida y no lo termino de descubrir. Después de casi una década de trabajar en la misma empresa, renunciar y mudarme a un país nuevo, para hacer cosas que nunca antes había hecho, es difícil volver a empezar, requiere mucho esfuerzo. Tuve que aprender a convivir en una sociedad muy distinta a la que estaba acostumbrada, a hacerme rutinas nuevas, a generar un trabajo desde cero, con un desconocimiento abismal. 
Tuve que aprender a extrañar de otra forma y hacerme amiga de la realidad en la que no puedo tomarme un bondi para ir un domingo a ver a las personas que amo, que no puedo tomarme un avión y en dos horas etsar tomando mates con mis viejos. Todavía me falta aprender un montón de cosas, un montón. Estoy intentando hacer lo mejor que puedo con lo que tengo, mentenerme ocupada para no sobre pensar todo tanto, aunque no me sale, mira todo lo que te escribí y vos sólo me preguntaste dónde estaba... ¿Para qué preguntas si sabes cómo me pongo? 
Tengo la suerte de compartir mis días con un hombre que me hace el aguante, ¿te dije que me termine casando con mi mejor amigo? No me acuerdo, pero seguro en algún momento te lo comenté. Otro día, si querés, te cuento más en detalle. Pero sí, estoy en muchas cosas al mismo tiempo y aprendiendo cada día de mis errores y mis no-acciones. Así que en eso estuve, Tumblr, bah... estoy. Seguro vuelva mas seguido por acá, extrañaba escribir y me había olvidado que vos a veces con eso sos bastante útil. Nos vemos en la próxima. 
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crisrosales · 9 years
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Discos del día #2
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London Calling, The Clash (1979)
The Gift, The Jam (1982)
The Undertones, The Undertones (1979)
The Turtles Present the Battle of the Bands, The Turtles (1968)
Odessey and Oracle, The Zombies (1968)
Arthur (Or the Decline and Fall of the British Empire), The Kinks (1969)
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crisrosales · 9 years
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Recordatorio 1
A veces, por no decir todas las veces, tengo ganas de volver a escribir. Luego recuerdo de que la gente no lee nada, ocupa su tiempo en otras cosas, sobre todo cuando se trata de estar sentado frente a un monitor o con un teléfono en la mano. Quiere lo simple: Ver y dar “likes” en sus múltiples formas.
No se toma el tiempo de leer. Menos el tiempo para analizar. Menos el tiempo para leer otras opiniones sobre el mismo tema y comparar. Es demasiado complejo, les toma demasiado tiempo, no les interesa, no les interesa interesarse.
Por eso vuelvo acá y sobre todo a mis cuadernos, en papel y lapicera, escritos a mano. Vuelvo simplemente a recordarme cosas. Me dejo mensajes a futuro. Me recuerdo cosas para luego no confundirme entre la realidad y lo que se inventa. 
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crisrosales · 9 years
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Discos del día
Amapola del 66, Divididos (2010)
Pet Sounds, The Beach Boys (1966)
Absolutely, Madness (1980) 
Bloodsports, Suede (2013)
Make Believe, Weezer (2005)
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crisrosales · 9 years
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Thasos, Greece (by Ev Ge)
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crisrosales · 9 years
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“When a man is tired of London, he is tired of life; for there is in London all that life can afford”
London, England.
Matheus Carvalho
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crisrosales · 9 years
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Awesome drawing pictures by Lucky978
Please don’t delete the link to the photographers/artists, thanks!
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crisrosales · 9 years
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Nepal, Everest region from Tengboche (3,860 m) to Ama Dablam (6,856 m)
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crisrosales · 9 years
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The human bodily systems as a transit map
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crisrosales · 9 years
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ULTRADISTACIA (by Carlos Winer)
Hovering high above the earth’s surface and presenting a serenely distant view of the terrain we inhabit, ULTRADISTANCIA is the latest photographic project from Argentinian artist, academic, and veteran traveller Federico Winer. The experimental series uses “the marvelous screens of Google Earth” to present stunning images of environments both built and natural.
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crisrosales · 9 years
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© 2015 Margen
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crisrosales · 9 years
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crisrosales · 9 years
Audio
Un audio viaja miles de kilómetros en unos pocos segundos y te queda grabado en una parte de la mente. Cuando volves a escucharlo, te acordas, sonreís y se te eriza la piel.
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crisrosales · 9 years
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Imaginate esto
Mientras uno duerme, el otro está despierto. A veces es coincidencia estar despiertos a la vez, aunque la mayoría de las veces es un acuerdo, no así el estar dormidos. Mientras uno cada vez tiene más frío y busca la campera, el otro va sacando las frazadas de la cama y se pone ojotas porque ya no tolera el calor.  Uno camina todo el día, mientras el otro está sentado frente a un monitor.
Mientras uno llega, el otro se va. 
Mientras uno está cenando pizza, el otro se despierta añorando lo del plato ajeno, pensando que, primero no se puede despertar; segundo va a desayunar en un rato; tercero y más importante que nada, no va a encontrar una pizza con mucho queso por ningún lado y va a terminar comiendo lo que le parezca más apetitoso, esperando que lo de su plato se convierta en otra cosa. 
¿Te vas imaginando un poco como es la situación? 
Uno va cruzando fronteras, mientras el otro cruza constantemente los umbrales de las mismas puertas, todos los días. Uno usa reloj pulsera, el otro no usa nada. Las alarmas están seteadas de manera dispareja. Los relojes dictan diferentes horas. 
A primera vista ves un abismo, una incompatibilidad completa, una asincronía incesante, de tiempo, de hemisferios, de latitudes. Te parece un desencuentro constante que no se entiende. 
Te lo imaginaste y no te gusta. No importa, te prometo, que dentro de todo eso que a vos te resulta absurdo, existe una constante inquebrantable que lo acomoda todo.
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