Ok he tenido el sueño más random hasta ahora de cómo mi abuela conocía a varias celebridades y por eso estaría en la boda de un príncipe de Inglaterra pero estaría haciendo antes una caminata de la vergüenza por haber dejado el auto sin freno demasiadas veces en el centro de la ciudad, lo que hacía que se metiera en el tráfico pues porque se iba solo en reversa PORQUE NO PUSE FRENO, y la reina Isabel seguía viva y me miraba enojada PERO POR ALGUNA RAZÓN la caminata de la vergüenza la estaba haciendo con Megan Thee Stallion pero yo le decía Nicki Minaj porque mi cerebro es imbécil Y AL FINAL estuve en una cena en casa de mi abuela con las celebridades que eran sus amigos Y LO MÁS RANDOM DE TODO si revivir a la reina Isabel no fue suficiente ES QUE ESTABA DAVID TENNANT y me abrazó y me dio su número y le dije que debería actuar de Jack Skeleton y me dijo que sería genial y ME AGARRÓ EL TRASERO y yo pensé "ay ojalá mi novio me deje salir con él porque ES DAVID TENNANT"
Físicamente en clase virtual de sujetos de la educación inicial. Mentalmente acostada en una de las torres de vigilancia de la prision, con la cara de Daryl entre mis piernas y su lengua chupando mi clitoris <3
Podía sentir tus labios cálidos y húmedos tocando los míos.
Sentí el movimiento de tu boca abriéndose, por un momento me congelé, quedé inerte, solo sintiendo el vapor caliente saliendo de tu boca al tocar la mía.
Entrelazaste tus dedos con los míos, que estaban al lado de mi cuerpo inerte, el cual permaneció por un momento sin reaccionar ante tu acción.
Tus labios tocaron los míos, tu lengua entró en contacto con la mía, y te besé, oh te besé, una ola de calor y emoción recorrió mi cuerpo, no podía creer lo que estaba pasando, y entonces, desperté.
Sí, desperté de un sueño, en el que aún podía sentir el suave contacto de tus labios sobre los míos.
warning: contenido sexual explícito, creampie, demonio x humano.
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THE DEVIL IN I.
La sensación de intranquilidad le recorría el cuerpo, el cual estaba caliente y de alguna forma le dolía, su corazón iba bombeando tan rápido y sus piernas temblaban abiertas sólo dispuesta para el mayor que estaba entre medio de ellas devorandole el coño húmedo. La muchacha deslizó su mano de sus senos hasta los cabellos del ajenos sin saber quién era, sólo suponiendo que era un hombre por los gruñidos descomunales y los jadeos roncos, le desesperaba la idea de no poder verlo, de no tener la fuerza de abrir los ojos.
Adormecida jadeó aferrándose a las sábanas mientras escuchaba como el desconocido le hablaba con un tono tan sucio que sintió que iba a correrse por completo. Se removió en la cama en busca de más, jamás en su vida se había sentido tan complacida como en ese momento, desesperada por verlo habló entre sueños.
— por el amor de dios, quiero verte.— suplicó entre un sollozo alto y por obra de algún ser más allá de lo humano despertó.
Frente suyo había un hombre desnudo, piel morena, su cuerpo era tan perfecto, hombros anchos y cintura pequeña, su abdomen marcado, los muslos gruesos la hicieron gemir y aquél miembro erecto, largo y carnoso, la dejó sin aire, sintiendo su pecho subir y bajar, alterada. Quién era ese hombre, por qué estaba en su habitación y por sobre todo por qué estaba tocándole.
— ugh, ¿era necesario mencionar a ese hombre? —su voz resonó por la habitación mientras la miraba con atención alzando una ceja y ella juró derretirse ante los ojos rojizos que el alto poseía.
— ¿quién eres tú?¿p-por qué estás en mi habitación? ¿quién demonios eres? — alzó la voz agarrando las sábanas tratando de cubrirse el cuerpo desnudo con estas, estaba desesperada, sus piernas temblaban y su vagina palpitaba buscando nuevamente un toque de ese chico, quería que le tocara, la usara a su propio beneficio, comenzando a sospechar que él no era humano.
¡era imposible!, sus ojos llamativos, la voz ronca que tenía, hacía que prácticamente quisiera colocarse de rodillas frente a él, pidiéndole disculpas sin ningún motivo aparente.
— sé lo que estás pensando, que no soy humano y estás en lo correcto. Sin embargo, para tu mala fortuna, no puedo darte mucho más detalles, incluso es mejor que no sepas mucho de mi, te traería problemas y por lo que siempre veo de ti, eres sólo una chiquilla tan buena, moría de ganas que despertaras y pudieras verme.— mencionó nuevamente acomodando encima de la cama pero la menor trató de empujarlo con fuerza, fallando en el intento, relamió sus labios riendo por lo bajo y suspiró. —¿qué por qué tan asustada?, no estabas así cuando te estaba comiendo.
—¡eres un imbécil!, no sé qué eres, tampoco quiero saberlo, vete vete. — gritó con fuerza pero el hombre le cubrió la boca con su mano, provocando que la fémina quedara rendida ante el aroma tan llamativo que poseía. —¿qué… qué eres? Dime tu nombre.
— mi nombre es san, soy un demonio.— dijo alzando su mano acariciando su mejilla con delicadeza.
— estás loco.— susurró y san asintió con la cabeza susurrando sobre sus labios un “por ti, siempre lo he estado”.
La tomó de las mejillas acercándose a besarle los labios de forma intensa y profunda, su lengua dio paso a entrar a su cavidad bucal, y la mujer colocó sus manos sobre su pecho acariciandole de forma descarada pero aquello le dio indicio a san para quitar la sábana dejándola por al lado de la cama. Se colocó entre medio de sus piernas frotando su polla contra su intimidad, suspiró con pesadez sonriendo al escucharla jadear su nombre.
— justo así quería tenerte, nenita. — sonrió pasando su mano por entremedio de sus muslos, sus falanges separaron los labios menores de la chica tocando a su antojo su clítoris sensible, jadeos moviendo su cadera frotando su polla contra el muslo ajeno y finalmente metió dos de sus dedos en su interior, penetrándola con rapidez, una y otra vez, la miró atento robandole un nuevo beso en los labios y la chica agarró su miembro para masturbarle casi al mismo ritmo.— déjame hacer todo el trabajo, no te preocupes por mi.—
Ella asintió sin siquiera resistirse en lo absoluto, san se enfocó en darle placer con sus dedos, besándole el cuello, dejando alguno que otro chupetón en aquella zona, relamió sus labios metiendo un tercer dedo llenándola con total satisfacción. Bajó aquellos besos hasta los senos de la menor, tomando uno de sus pezones con su boca, lamiendo y mordió de manera lenta, tan atenta y caliente que ella gemía cada vez más fuerte, sin importarle el resto o que alguien pudiera ser testigo de aquél suceso.
— por favor, hazlo, quiero sentirte, te necesito dentro mío, ahora, san.— dijo con tono lastimero e incluso un poco chillón.
San jadeó asintiendo con la cabeza, tomó uno de sus muslos acariciandolos con delicadeza para poder tomar su miembro alineandolo en su vagina caliente, ambos se miraron atento, el uno al otro con deseo y total excitación, el mayor entró de una sola estocada dura y firme, sin importarle que la muchacha estuviera tan estrecha tomándole su polla. Escondió su rostro en el cuello de ella comenzando con embestidas rápidas y por sobre todo con una dirección en particular, buscando su punto sensible.
Sus manos recorrían con hambre el cuerpo, su pelvis chocaba violentamente contra las piernas de ella, sonriendo subió la mano por uno de sus senos apretandolo y pellizcando sus pezones rosados, su polla estaba siendo tan bien apretada que los jadeos era involuntarios y además su respiración se mantenía agitada, se inclinó para llevarse uno de los pezones a la boca succionando y lamiendo el alrededor de la aréola.
— Mgh, justo así, muñequita, sigue apretandome la polla duro, ¿si?, si tan solo pudieras apreciar lo caliente que te ves de ésta manera abierta solo para mi.— Sonrió burlón y ella sólo pudo apretar sus piernas involuntariamente ante la sobreestimulacion que recibía, pero San las separó de inmediato tomándola de las mejillas con dureza besandole los labios de forma desastrosa y sumamente caliente, un chasquido salió de sus bocas mientras la menor deslizaba sus dedos hasta su vulva en donde presionó su clítoris en círculos para masturbarse rápidamente.
— M-más,San, maldita sea, mierda, justo así.— Alzó la voz sosteniéndose del hombro contrario aún moviendo sus dedos sobre su vulva de manera tan desesperada que a los cortos segundos llegó al orgasmo retorciéndose bajo el tacto del demonio, el cual con un par de estocadas más se corrió en su interior, jadeó mirándola y luego a su vagina.
Sacó su miembro, viendo como el semen escurría de su cavidad, con sus dedos trató de meterlo nuevamente hacía adentro dando suspirando pesado y le sonrió amplio notando como ella volvía a respirar menos agitado.
— No quiero que te vayas, quédate conmigo.— Suplicó tomándolo de las mejilllas para que éste lo mirara, San con sus ojos rojizo color fuego se enfocó en la chica.
— Llámame en tus noches, pídeme en tus sueños, mi amor, que yo siempre vendré por ti.— Sonrió robandole un último beso alejándose de ella.
Alguien me llamó infame, pecadora, amante de las malas artes y yo me pregunto qué tiene de malo disfrutar de tu propio cuerpo o gozar del cuerpo de los demás.
No solo de pan vive el hombre, al menos eso creo porque sin ir más lejos yo necesito mucho más para saciar mi hambre.
Claro que es hermoso enamorarse y vivir las relaciones gozando no solo de un cuerpo sino de un espíritu y compartir sentimientos llegando a acariciar el alma, sin embargo no todos los mortales son tocados por la flecha de cupido, ni todos tienen la fortuna de cruzarse con su alma gemela y entonces que pasa con ellos?
deberían vivir en soledad el resto de su vida? deberían renunciar al sexo y a los placeres carnales por no encontrar el amor?
Quién es más feliz, quién vive prisionero de sus prejuicios o quien deja su alma libre sin dañar a los demás?
Me temo que yo pertenezco al segundo grupo y si eso es ser pecadora, lo soy.
Me encanta seducirte con la magia de la palabra, despertar tu deseo mientras intentas desvelar el misterio que se esconde bajo mi falda.
Me encanta penetrar en tu mente y acariciar hasta el último rincón de tus obscenos pensamientos, robarte el sueño y ser la causa asfixiante de tus húmedos insomnios; ser la meta inalcanzable que despierta tus instintos y saciar tu lado perverso, ese que solo se atreve a desnudar su alma en mi presencia.
Me encanta rodear tu esencia con mis brazos y llevarte a descubrir todos los misterios que se abren ante tí entre mis piernas.
Me encanta morder tu boca y beber tus impuros pensamientos y pasar horas y horas charlando contigo mientras nuestros cuerpos empapados en sudor dejan la huella inexorable de nuestra pasión sobre las sábanas blancas.
Abrazar ese corazón tuyo que palpita con deseo mi nombre y clavar mis uñas en tu alma haciendo jirones tus más íntimos deseos.
Me encanta susurrarte al oído todo el deseo que me despierta tu cuerpo y pronunciar bajito tu nombre o gritarlo a los cuatro vientos, qué se yo, porque ese nombre ya no es tuyo sino mío y quiero saborearlo en mi boca con el mismo ímpetu con el que antes devoré tu cuerpo.
Amo el amor, me encanta seducirte, provocarte, sentirte, tenerte, gozarte y si no existieras yo te inventaría.
Soy pecadora si, que no duden ni un momento aquellos que pusieron la letra escarlata sobre mi pecho.
Soy pecadora y tú el mayor de mis pecados y si en mi cielo no te tuviera iría al infierno para estar contigo...
¿Cómo es que sigues metiéndote en mis sueños? ¿En qué momento compraste a Morfeo para que éste te deje poseer las nubes de mi mundo más secreto? Es que es increíble que sigas apareciendo en mis noches de ensueño, sobre mi almohada caliente y bajo mi húmedo cuerpo... Y no puedo quejarme por encontrarte ahí, si eres parte de lo que más quiero: de ese plano intangible en el que te tengo.
How is it that you keep sneaking into my dreams? At what point did you buy Morpheus to let you possess the clouds of my most secret world? It's just unbelievable that you keep appearing in my dreamy nights, on my warm pillow and under my wet body... And I can't complain about finding you there, if you are part of what I love the most: of that intangible plane where I hold you.
[Anhelo los mundos del silencio, la morada de tus ojos, tu boca, el alma, el fuego moldeado por los sueños. anhelo la mecha vital de tu mirada.
Anhelo los mundos del silencio; donde puedo verte, imaginarte en las puertas del tiempo, los portales del segundero ávido de tus ojos; tus ojos y tu cuerpo, tus curvas como un mar de olas que se abren y estremecen ante lo incierto de la noche, como irrumpiendo en la costa con su empuje de esperanza, con su canto negro y blanco de oleajes, húmedo como el olor de tus labios, cálido y salvaje como la noche.]
- El camino es lo bastante largo como para no encontrar el regreso. Cruzo las calles. nadie me reconoce, nadie sabe ni nombre, nadie podría darse cuenta que hago falta si algún día dejo de cruzar estás calles. Llevo toda mi vida viendo en este lugar, cruzando el mismo camino, escuchando las misma palabras. Conozco a cada casa con sus formas roídas y cada persona dentro ella. En la esquina del parque se mudo hace dos años un matrimonio de 60 años, desde entonces comencé a pasar más tiempo en aquella esquina. pido en el puesto que está a la mitad de la calle antes de doblar la esquina; el cual que pertenece a una madre viuda un taza de te claro. llegó a la esquina y les contempló por algunos minutos; a veces solo se sientan cogidos de las manos y se miran entre silencios que parecen recorrer sus bocas e hilar sus ojos, en otras ocasiones alguno de los dos susurra al oído del otro y ríen con un silencio que la voz se les derrite.. supe en una ocasión que en un secreto confesado se enamoraban cada día y que el tiempo para ellos dejo de correr en el momento que se supieron juntos. Siento una mezcla extraña que me exaspera y me ata a volver para solo suspirar, quizás al ver mis zapatos húmedos, el silencio en mi rostro y al no encontrar los rayos del sol, o quizás es el robó que le hago a la vida al pensar cosas que no me atrevo a confesar, ni escribir -
<<Aquí estoy, diciéndole todo sin hacerlo, mientras permanece tan callada como de costumbre. Vuelvo a retomar dándome coraje en cada palmada que doy a mi pierna, ¡vamos hombre, retoma que los miedos son gigantes que se esfuman ante la luz de una voz y al saberse confesados dejan de crecer!>> retomo lentamente mirando el perfil de su rostro.
-Y entre el suspirar por algo tan distante como se encuentra mi voz de mi nombre; así paso los últimos minutos antes de volver a reanudar la caminata. Y voy al único lugar en el que puedo descansar, en el que el tiempo parece detenerse, dónde nada parece caer y siempre está floreciendo cada rincón, llegué a esta banca cuando era un niño, llegué aquí al sentir un llamado y de repente me supe frente a un enorme almendro eternamente florecido. este rincón del mundo es un lugar desierto, uno de esos lugares que huelen a polvo y conserva la humedad entre las palabras de sus habitantes-
Hago una pausa, y su mirada entre largas lágrimas y una risa estridente se hunde de nuevo en mí
- Así has llegado frente almendro. Yo crecí en el otro bando. Lo primero que recuerdo es la corteza de un árbol, el olor de un sol incesante quebrando el polvo, no habían lujos ni una forma compleja de hablar. Solo teníamos nuestros brazos, el sudor de nuestros silencios al trabajar la tierra, una vela como compañía en una mesa de palo, uno que otro disgustos al ver hacia la cuidad y tener que abandonar todo lo que creíamos en ese momento felicidad. No hubieron charlas profundas de algún tema en mi familia, ni sueños que persiguieran las flores, ni supuestos, ni relatividad, se trabajaba de sol a sol con un cuarto de pan y la garganta seca, se mezclaba lo complejo en un sencillo abrazo ¡y vamos para adelante..!, La sonrisa tan escasa que a veces se miraba de un rincón a otro preguntándose existe tal cosa, al igual habían carcajadas con alguna locura que nos hacía correr, más aun entre el calor de la piel corazones profundos latiendo. Y las noches tan silenciosas me buscaban, corrí de un lugar a otro y me encontré enfrente de este camino. Llevaba una sombrilla roja en la mano por si salía el sol, pero llovía y dejé que la lluvia recorriera mi rostro .. comencé avanzar a esta banca, quería ver de cerca el almendro. Se desvaneció la lluvia de repente -
Guardamos silencio, sus ojos en los míos. comenzó la brisa a soplar de nuevo entre las ramas del árbol