Aprender a amar como quien aprende a usar la bicicleta; como un niño al decir su primer palabra o iniciarse en un idioma nuevo. Como hacer una receta de cocina de memoria. Sabrás que una vez empezado, ya no se olvida, y tu corteza frontal y el mesencéfalo mantiene almacenado el mecanismo como la vez primera que lo intentaste. No se olvida y se perfecciona, y con cada vez siguiente, el viaje se hace más llevadero y aunque haya miedo de la última caída, una vez impulsado no te detienes. Intentar amar como quien resuelve una integral de inicio y a la primera, y despeja x y resuelve el acertijo. La magia de las primeras veces sólo mantiene en claro que las siguientes, paso a paso, serán el camino para perfeccionar a base de error, y la última canción que aprendas, no notarás que es la última, pero será esa melodía que no te cansarás de bailar, y que venías esperando desde mucho tiempo atrás.
Amor mío, quiero que sepas que si llegara el día en que nuestros caminos se separen, te prometo que no temere, porque me curaste y me enseñaste a volar sola.
Esta es la primera fotografía de la historia que se le toma a un tiburón blanco recién nacido en estado salvaje. Los expertos nunca habían avistado a uno y ahora puedes verlo en video.
Crédito 📷 Carlos Gauna.
Mira el video aquí ⬇
Hice a Tick de Brawl Stars en 3D, me encanta este juego y decidí hacer todos los personajes, o la mayoría al menos; ¿Cuál personaje te gustaría ver en otro post?
Siempre me pareció humillante arrastrarse por alguien que ya no quiere nada contigo y, aún así me tire en esta cama doliéndote, gritando, más que mi amor, mi arrepentimiento.
Acaba de llegar mí nueva historia protagonizada por un reflejó que poseyó al chico que está del otro lado, que por el momento, le diremos sin nombre definido a nuestro prota ;)
(También disponible en Archive of Our Own)
Aquí la descripción por si les llama la atención:
De tanto tocar, lo has roto.
Tú no tienes un nombre, después de todo sólo eres un reflejo maldito que cobró vida.
Mal tuyo que empezaste a razonarlo, a enamorarte de tú creador y aún peor.