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#hay un abismo dentro de mi
spectredreamer · 2 months
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psique
mi psique está rota, cada día más entra en mi la desesperanza, y las ilusiones rotas, en mi está más fuerte la desesperación y el miedo de vivir, me siento un personaje roto y siento que estoy cayendo en un abismo de locura ya no sé que más hacer he gritado y pedido ayuda hasta el cansancio y la gente parece ajena a mi como si les fuera más conveniente tenerme encerrada a su merced que bien, estoy cayendo en un pozo sin fin de miseria, la vida me párese insulsa y los terrores del mundo me tienen agotada, soy joven pero me siento una anciana en su lecho de muerte, esperando a ser llevada porque me angustia más estar viva, no entiendo que pasa porque la vida corre y yo solo no puedo salir de este pestilente hoyo, los gusanos se vuelven a juntar dentro de mi decrépita alma, dije que ya no quería morir pero hoy eso parece una mentira, la vida me parece ridícula, hay una crisis ambiental que no deja vivir en paz, hay genocidios y guerras pasando que no dejan a mi alma estar con la mente serena, el mundo parece absurdo, la vida parece absurda, mi vida no encuentra sentido en si misma, la soledad no me molesta es el hecho del encierro, denme sueños para vivir o veneno para morir.
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coolpizzazonkplaid · 2 months
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La heredera del Infierno
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Aviso: Para las runas tuve que investigar el alfabeto nórdico y tuvo una serie de cambios con el pasar del tiempo. El alfabeto tuvo dos variantes escandinavos y uno anglosajón, voy a usar los tres a su debido tiempo. Para evitar caer en errores de la wikipedia busqué en otras tres páginas para corroborar si los símbolos y significados eran similares. Todos son así. Dejo el link de cada página de los tres alfabetos: futhark antiguo, futhark anglosajón y futhark joven.
El origen del tatuaje esquelético.
–¿Qué queres que te consiga de Japón?
–¿Tienen esas figuras de Jojo que brillan o alguna figura de Jujutsu Kaisen? –Adelina preparaba unas milanesas, mientras hablaba con su amiga, Daniela.
–Encontré un montón de figuras de anime en un local cerca del hotel en el que estoy. –Daniela comió lo que tenía en la mesa–. Aparte cerca del centro hay un negocio de las revistas de Japón.
–Uh, me gustaría si podés traer la revista que tiene Shuumatsu no Valkyrie. –Adelina siguió aplastando la carne cubierta de pan rallado–. Me encantaría estar con vos visitando Japón.
–Es muy lindo y el baño es una locura. –Daniela sonrió y tomó un tiempo para beber el sake–. No te recomendaría venir conmigo. Hoy casi me atacan porque hablé de lo que ocurría entre unos japoneses con los mares argentinos pescando ilegalmente.
–Que cagada.
–No importa huyeron como bebes después de la paliza que le di a uno. Fue divertido.
Adelina soltó una pequeña risa y siguió cocinando. Después de terminar de aplastar a la milanesa agarró otra y procedió a hacer la misma tarea. Aplastar la carne con el pan rallado, sumergirlo en huevo y volver a aplastar.
–¿Qué estas comiendo, Daniela?
–Yakiniku, es como carne a la parrilla, –mientras hablaba se llevó otro bocado a la boca–. Lo vale es delicioso.
–Pero extrañas mis milanesas.
–Dios sí, tengo ganas de eso con papas fritas o unas empanadas de carne. –La cara de Daniela se volvió soñadora y anhelante.
–¿Cuándo volves?
–Según Mariano va a venir en tres días.
–Dentro de dos días me voy de viaje, Daniela. –La mirada de su amiga se tornó curiosa–. Tengo que ir a China a buscar un monasterio en las montañas. Una persona anónima mandó a su amigo para que me diera la propuesta. Sinceramente creo que el lugar puede ser algo peligroso.
–¿Qué lugar es?
–El Abismo. Es una zona montañosa en la que han desaparecido algunos aviones y personas. –Adelina siguió aplastando la milanesa–. Ofreció una buena cantidad de dinero para hacer el trabajo.
–Parece de miedo ¿Segura que querés aceptarlo?
–Un lado de mí dice que no, pero el otro quiere ese dinero para comprar una edición limitada. –Terminó de preparar la milanesa y se sacó el pan de las manos–. ¿Podrías hacerme un favor?
–Depende de lo que me pidas.
–¿Podes buscar libros que tengan que ver con el Abismo? Me refiero desde hace cuánto tiempo se remonta que ese lugar es así de oscuro. –Agarró el plato repleto de carne y lo llevó a la cocina–. Busqué en las bibliotecas y por el Internet y no hay mucho que decir. Quizás allá haya un poco más de expansión.
–Esta bien. Voy a ver que puedo encontrar. No creo que en Japón haya algo del Abismo, pero puedo averiguar.
–Gracias Dan-Dan, sos la mejor.
–No hay de que Ade, soy tu amiga.
Se despidieron y cortaron la llamada. Mientras esperaba a que el aceite guardó las demas milanesas en el freezer. Pasaron unos minutos y el sonido del aceite burbujeante se escuchaba en el departamento, combinado con el olor a carne cocinándose.
Adelina tomó su celular y puso música. Flor de Loto de Héroes del Silencio se unió con el burbujeo del aceite. La canción iba tomando su cuerpo y bailaba a los compas de la melodía. En un momento tuvo que volver a la realidad y centrarse en la cocina para dar vueltas las milanesas. Pasó un rato hasta que pudo sacarla de la olla y terminó de preparar la cena.
Después de comer siguió su trabajo de investigación de las ruinas con las fotos que tenía a mano. Las estatuas budistas parecían tener unas letras que no se veían bien debido a lo borroso que era la imagen. El camino de madera que llevaban hacia el Abismo mostraban algunas estatuas que portaban banderas deshilachadas por el tiempo.
Grabó en su celular las impresiones que tuvo de las imágenes y anotó las posibles teorías de cómo el monasterio se pudo haber construido. Volvió a buscar en los libros y la Internet sobre el Abismo y no pudo encontrar muchas respuestas sobre ese lugar tan terrible.
En un momento, la cabeza de Adelina explotó y quiso despejar de su mente. Se dirigió a su habitación, sacó sus herramientas de dibujo y las ordenó sobre la mesa de la cocina. Había diversos bocetos de personas y poses no bien proporcionadas. Adelina tenía una que comenzó a dibujar hace tiempo y era la mujer del féretro. Igual que en los sueños de la joven, la corona de púas, el tatuaje esquelético del lado derecho, el vestido negro, todo.
El dibujo mostraba a la mujer con las manos debajo de los ojos como si los estuviera rasguñando y de ellos salían sangre. La corona de púas sobre su cabeza dejaba colgando las joyas situadas en la parte trasera de la cabeza unido a su cabello negro. Sus ojos eran del color de la noche. El vestido que la caracterizaba se veía solo una parte. De fondo había una interpretación de los árboles de hierro y con estos la silueta del palacio.
Adelina perfeccionaba constantemente el dibujo para que quede vívido, pero le era imposible reflejar algo que permanecía en sus sueños y cambiaba constantemente. A veces, se apartaba del dibujo y terminaba los que le faltaban así poder venderlos de una mejor forma. Mezclaba los colores para llegar al indicado y con el pincel pintaba el cuadro con sumo cuidado.
Llegó un momento en el que Adelina necesitaba salir y respirar aire fresco. El tiempo que le había dado a buscar respuestas a sus sueños y la investigación la estaban agobiando. Salió del edificio, con el cabello en una cola de caballo, jeans y una musculosa que exponía sus hombros con algunas pecas.
El vagabundo ciego estaba cerca de la entrada del edificio con una mirada fija en la puerta y sus ojos blancuzcos se toparon con los de ella. Adelina sintió que esos ojos no solamente analizaban su aspecto, sino también su interior.
Desvió la mirada del hombre y deambuló por el barrio de Bajo Flores. Autos llendo de un lado al otro, gente comprando comida en los supermercados o almacenes mas cercanos y otros esperando los transportes para ir a sus trabajos. Buscó la parada de un colectivo que la llevaría a la Avenida Corrientes y esperó a que llegara.
Se subió al colectivo y observó por la ventana el paisaje pasando de largo. Un viaje largo que le permitió relajarse. Pasado minutos bajó en la avenida, repleta de transeúntes y ella se mezcló. Recorrió las librerías y algunas tiendas de comics hasta pasar el Obelisco y ver los teatros. Una caminata larga que le dio paz. Una vez relajada volvió a Bajo Flores.
El vagabundo no estaba a la vista y alegró a la joven. Entró al edificio y siguió con su trabajo.
Era la noche previa al viaje hacia China y la muchacha guardó en una mochila aprueba de agua sus herramientas. Anotadores, biromes, grabadora, cámara, linternas, bengalas, primeros auxilios, cartuchos de pistolas y rifle de asalto, cuchillos y navajas. Muchas veces la chica se topó con problemas que requerían usar la violencia, al igual que Daniela, y por eso se compraban armas mutuamente para defenderse.
El celular de Adelina comenzó a vibrar, el nombre de su amiga se hizo presente en la pantalla y contestó la llamada. El rostro triangular con ojos cafés le sonrió ampliamente.
–Hola Ade, –se sacó un mechón de rulos pelirrojo de su vista–. Estuve buscando eso del Abismo que me pediste y recién ahora te puedo contactar.
–Esta bien Dani. Estaba preparando las cosas para irme temprano. Mariano me va a buscar como a las seis.
–Bueno, cuando vuelvas del viaje te esperaré con comida y algunas cosas que te conseguí en Japón.
Adelina no pudo evitar una sonrisa por lo que dijo Daniela. Pasaron muchas juntas y se cuidaron mutuamente en los peores momentos. Se cuidaban la espalda y compartían muchas de sus preocupaciones la una a la otra.
–Volviendo al tema. En algunas bibliotecas que pude recorrer por la ciudad descubrí algunas cosas sobre esa zona. –Daniela comenzó a hojear los libros que pudo llevarse y miró su cuaderno–. Habla que las desapariciones en ese lugar se remontan hace siglos. Comerciantes perdidos, soldados, campesinos, nunca más volvieron a saberse de ellos. Algunos sospechaban que era una entrada al infierno y que el frío era una parte hasta poder llegar al calor del reino.
“Cito lo que dice este libro: 'El Abismo también supuestamente en tiempos previos nombrado como Arctika fue el sitio donde muchos de los que iban no volvían jamás. Se sospecha que posiblemente hubo un pueblo o un clan y tras un derrumbe las almas de los habitantes no quieren que nadie se acerque o salga de esa zona montañosa. No se pudo encontrar demasiado de esa teórica población debido a la cantidad de desaparecidos'."
Adelina se quedó petrificada ante el nombre previo del Abismo. El mismo nombre que la mujer del féretro le dijo sobre unas respuestas.
–¿Arctika? –el tono era sumamente confuso, pero quiso mantener la compostura para evitar la preocupación de su amiga–. Ese sitio me suena conocido. Lo escuché creo que en algún momento, pero no recuerdo dónde.
–¿En los libros que estuviste hojeando?
–No. –Adelina no pudo contener mucho más–. ¿Me creerías que soñé que alguien diciéndome que el nombre antiguo del Abismo? Me dijo que ahí encontraría respuestas y también sobre un dios del fuego.
–Creí que esos sueños se habían ido, Adelina. –Daniela la miró con preocupación–. Deberías hablarlo con alguien sobre esas pesadillas. ¿Qué soñaste?
–Lo mismo de siempre. El féretro, el bosque y el dolor.
–No se si es mucha coincidencia o algo que tu cerebro rememoró y vos te olvidaste hasta ahora.
–Es lo segundo. Algo que me olvidé y mi subconsciente me lo recordó. –El tono de Adelina camuflaba su duda.
–Para mí también debe ser eso. Deberías dejar de soñar –la sonrisa contagiosa de Daniela hizo que Adelina la imitara.
–Lo sé, pero es parte de mi encanto.
–Bueno. Te voy a mandar las fotos de las hojas así miras tranquila. Tengo que prepararme para un reportaje. Suerte
–Suerte a vos también.
La llamada cortó y las fotos de las hojas llegaron inmediatamente. Adelina tomó notas sobre lo que describían de Arctika y guardó todo en su mochila.
El crepúsculo comenzó a llegar y Adelina salió de su hogar para esperar a Mariano. Despertó temprano y sin pesadillas, lo que le permitió tener un cierto optimismo sobre su día y los que venían. Pérdida en los pensamientos no se dio cuenta de que la camioneta de Mariano estaba a una cuadra de su edificio.
La camioneta roja, repleta de pegatinas de personajes de anime y caricaturas viejas se detuvo frente a la joven. El rostro cuadrado de un chico de cabello largo y rubio se puso a la vista de Adelina, sonrió al ver a su amiga con todas sus pertenencias.
–Buenos días, encantadora dama, –abrió la puerta del vehículo–. ¿Quisiera usted acompañarme en este viaje tan tacaño?
–Hola Mariano ¿Cómo andas?
–Bastante bien, dentro de poco voy a poder volver a estar en los brazos de mi encantadora novia –una mirada soñadora se adornó en su cara–. Pero antes debo ser de taxi a tu amiga.
–¿Tenes novia? –la confusión y la broma se notaba en el tono de la muchacha.
–Es como si estuviéramos conectados por nuestras pasiones –el tono romántico en la voz de Mariano se hizo presente–. Linda, aventurera, peligrosa y, y…
–¿Estás pensando y acelerando todo devuelta? ¿verdad?
–Obviamente sí –una sonrisa adornó su rostro.
Adelina tuvo que tragarse las cosas que le hubiera dicho, ya que siempre tuvo esa forma de enamorado apresurado. Nunca pudo hacerlo entrar en razón sobre eso y era algo que tenía que hacer solo. La joven contempló el paisaje que pasaba ante sus ojos. Edificios, autopistas y sin darse cuenta llegaron a un hangar repleto de aviones.
 –Si te dejo rápidamente voy a poder llegar a tiempo a buscar a Daniela. Espero que no se me duerma el trasero durante el viaje.
–Es un viaje de muchas horas, obvio que se te va a dormir el trasero.
–Cruel, pero verdadera.
Mariano salió de la camioneta y ayudó a cargar el equipo que Adelina llevaba hacia la avioneta. Ambos se pusieron el equipo para el viaje, junto con el casco de piloto y paracaídas.
Después de los preparativos, el muchacho encendió la avioneta. El estruendoso ruido del motor deshizo el silencio, mientras la joven cargaba las últimas cosas antes de emprender vuelo hacia China. Una vez ya todo equipado, Mariano condujo la avioneta fuera del hangar llevándola a la pista.
Adelina subió a la avioneta y tras haber cerrado la puerta, el transporte avanzó por la pista hasta surcar los cielos. El hangar se volvió pequeño y de a poco la ciudad iba alejándose hasta convertirse en un punto diminuto que desapareció de la vista de Adelina y Mariano.
–Dime ¿qué es lo interesante en el Abismo? –dijo el chico mientras pilotaba.
–Sacar algo productivo de un monasterio en ruinas junto con ver que hay más allá de un pasaje.
–Todos los pilotos saben que el Abismo es peligroso. –El tono de Mariano se volvió serio–. Porque soy un cagón de mierda y quiero conservar mi avioneta te voy a dejar cerca, pero vas a tener que prepararte para escalar.
–No tengo problema con eso. Lo entiendo perfectamente.
Durante las horas siguientes, el viaje continuó con charlas y a veces el silencio se hizo presente. El cansancio invadió a Adelina y sus párpados le pesaron hasta que por fin cayeron. El sueño ni siquiera duró mucho a ojos de la joven ya que Mariano comenzó a gritar:
–¡DESPIERTA BELLA DURMIENTE! Tu parada está cerca.
–¿Cuánto tiempo me dormí?
–Unas horitas. Una y media quizás. No lo sé. –Mariano comenzó a sonreír–. Te diría que te pongas el cinturón, pero no tengo porque se rompieron hace unos días.
–¿¡POR QUÉ NO AVISASTE ANTES!? –El pánico comenzó a invadir a la chica y quiso aferrarse a cualquier cosa.
La risa cínica de su colega se combinó con los gritos de su acompañante cuando la avioneta cayó en picada. El paisaje repleto de nubes desapareció hasta volverse montañoso y cubierto de nieve. Mariano buscó un sitio medianamente bueno para aterrizar y después un aterrizaje forzoso a ojos de Adelina, en el cual casi sintió que su alma se le escapaba de su cuerpo. Las risas descontroladas de Mariano fue lo único que se escuchó en el silencio de la montaña y Adelina lo miró de una forma asesina.
–Esto fue muy divertido… ¡Jajaja! –No pudo contener sus pequeñas risas y Mariano volvió a destornillarse a carcajadas.
–Morite, pajero de mierda. –El shock de la chica fue tan fuerte que le costaba hacer que su cuerpo pudiera moverse–. Inútil. Pelotudo. Aborto de la naturaleza.
–Yo también te considero buena amiga.
Adelina recobró el movimiento y rápidamente se preparó para marcharse de la estupidez de Mariano. El equipo de vuelo fue reemplazado por el de alpinismo. Campera de polar, pulóveres de lana, remeras manga larga gruesas. Junto con todo su equipo de arqueología y armas.
Se alejó de la avioneta de su amigo y este cerró las puertas del transporte. De la ventana apenas abierta de la cabina, el chico habló a los gritos:
–¡Buenas suerte, amiga! Cuando salgas viva de ahí te paso a buscar. Saliste de peores situaciones, esto va a ser re fácil para vos.
La avioneta pasó por encima de Adelina y esta extendió la mano para saludar a su amigo que se desapareció entre los cielos. La muchacha contempló con sus ojos las montañas heladas, mientras se ataba el cabello negro en una cola de caballo. Con el mapa de la zona que tuvo a mano, avanzó a trompicones sobre la nieve hasta llegar a la parte rocosa de una de las tantas montañas.
Se ajustó el equipo de alpinismo, repleto de sogas, anclajes y arneses. Comenzó a escalar por la montaña hacia el lado noroeste de donde Mariano la había dejado. Fue un trabajo arduo, ya que el frío le golpeaba las mejillas. Cualquier movimiento en falso podía hacerla caer y despedirse de esa cantidad hermosa de dinero y no había nadie a kilómetros a la redonda que la pudieran ayudar con alguna herida infectada o pasar la noche.
Adelina logró rodear la montaña hasta posicionarse en el noroeste y al ver que tuvo otra forma rocosa para seguir su camino hacia el monasterio en ruinas saltó hacia la otra montaña y continuó su avance. Poco a poco, cuando la joven daba un vistazo, las cúpulas del monasterio aparecieron en la vista de la muchacha y la intriga comenzaron a carcomerla por dentro. Las ganas de descubrir los secretos de esas ruinas comenzaron a carcomerla por dentro.
Siguió a paso lento y precavido su escalada, pero a veces se equivocada en dónde apoyaba el pie o mano ya que las piedras traicioneras hacían que se resbalara para tener una muerte segura. Gracias a las sogas y los arneses pudo mantenerse a salvo de las caídas fatales. Pasó un tiempo más hasta que estuvo a espaldas de las ruinas y Adelina bajó con sumo cuidado hasta que sus pies tocaron la nieve.
El alivio y la tranquilidad absorbieron a la joven y pudo soltar un suspiro. Una sonrisa adornó su rostro, mientras desarmaba todo su equipo de escalada y avanzaba lentamente hacia el monasterio en ruinas. Contempló con sus propios ojos el antiguo templo. Banderas deshilachadas por el tiempo, una infraestructura que se mantuvo vigente al igual que las estatuas que resistieron los cambios.
Adelina inició sus grabaciones para preservar sus impresiones.Habló hacia la grabadora sobre sus sospechas de cuándo fue construido el lugar, de las viejas inscripciones en las paredes y hace cuánto tiemmpo está deshabitado previo a la huida de los trabajadores. Sacó fotos a cada detalle que se hayan pasado por alto y lo que ella pudo considerar importante, pero algo extraño se visibilizó en una de las estatuas centrales al fondo del monasterio. Algo fuera de lugar. La muchacha se acercó para mirar la incoherencia.
Runas. Runas nórdicas en China. Adelina movió la estatua con todas sus fuerzas para poder leer mejor la inscripción de la pared. Las letras eran borrosas y al parecer habían perdido una parte del mensaje que querían descifrar. Adelina puso la grabadora cerca de sus labios y habló:
“Esto es imposible… Hay runas nórdicas en la pared detrás de una de las estatuas. Son runas futhark, el antiguo alfabeto vikingo, la primera variante de los tres. Dicen lo siguiente:
ᛟᚾ ᛏᚺᛖ ᛒᛟᚱᛞᛖᚱᛊ ᛟᚠ ᚨᚱcᛏᛁᚲᚨ ᛏᚺᛖᚱᛖ ᛁᛊ ᛏᚺᛖ ᛈᚨᛏᚺ ᚠᛟᚱ ᛏᚺᛖ... ᛚᛟᛊᛏ ᛟᚾᛖ, ᚹᚺᛟ ᛗᚢᛊᛏ ᚠᛁᚾᛞ ᚨᚾᛞ ᛈᚨᛊᛊ ᛏᚺᛖ ᛏᛖᛊᛏᛊ ᛏᛟ cᛟᚾᛏᛖᛗᛈᛚᚨᛏᛖ ᛏᚺᛖ ᛏᚺᚱᛟᚾᛖ... ᛏᚺᛖ ᚲᚾᛁᚠᛖ ᚹᛁᛚᛚ ᛊᚺᛟᚹ... ᛗᚨᚱᚲᛊ...
On the borders of Arctika there is the path for the... lost one, who must find and pass the tests to contemplate the throne... the knife will show... marks...
En las fronteras de Arctika se haya el camino para el... perdido, quien deberá encontrar y pasar las pruebas para contemplar el trono... el cuchillo mostrará... marcas...
Antiguamente según algunos libros, el Abismo, posiblemente se lo conocía como Arctika y muchas personas desaparecían por aquí. Creían que era una entrada al Infierno. Otros sospechan que hubo un pueblo y tras un derrumbe, los espíritus no quieren que alguien entre o salga.”
Después, tomó la cámara y el destello del flash apareció tan rápido como se fue. Siguió estudiando un poco más el monasterio abandonado y al ver que no hubo nada más que mirar se encaminó hacia el pasaje.
Del lado izquierdo la roca montañosa había huecos con lo que antiguamente eran faroles y restos de ofrendas. Cada pocos metros había banderas deshilachadas por el pasar del tiempo que eran sostenidas por viejas estatuas. La madera que se encontraba en el suelo rocoso era vieja y destartalada y su recorrido se perdía en lo más profundo de las montañas.
Adelina armándose de valor, caminó por el pasaje a paso lento y examinando lo que sus ojos pudieron ver. Se sumergió a paso lento por las montañas. Poco a poco las cúpulas del monasterio se desvanecieron entre el viento y la nieve, mientras el camino se volvía más difícil debido a la delicadeza de la madera vieja. Un paso en falso y podría torcerse el pie en el medio de la nada.
En un momento, Adelina llegó a un puente de madera casi destrozado y avanzó sobre él pisando con sumo cuidado la madera que crujía. Repentinamente, dio un paso en falso y su pie izquierdo rompió una de las vigas haciéndole un agujero. La muchacha intentó con suma delicadeza sacar la extremidad y seguir adelante, pero de repente escuchó algo. Un zumbido y soga rompiéndose.
En el extremo del punto por donde vino, la soga que sostenía el puente se cortó. Luego la otra cuerda del poste se partió y el puente comenzó a derrumbarse. Adelina gritó, su pie seguía atascado en la madera y si no hacía algo rápido sería una más de las víctimas de Arctika.
Con sus manos sostuvo una de las cuerdas del puente caído, mientras que con fuerza intentaba enderezarse sobre la roca de las montañas que chocó el puente. Tras lograr el cometido, empezó a forcejar con la madera hasta romperla y se perdiera en la niebla. Escaló usando la cuerda hasta llegar a la cima. Cuando llegó a la cornisa, sus manos ayudaron a que pudiera estar en el suelo de piedra y la joven se recostó mirando el cielo nublado.
Una risa se hizo presente de forma inconsciente y la muchacha se puso de pie. Vio el otro extremo por donde había llegado y le pareció ver que alguien de azul desaparecía instantáneamente. Por precaución sacó su rifle de asalto y lo cargó, al igual con sus pistolas. No sabía con qué iba a toparse más a adelante, pero era mejor estar lista para la pelea. Tras eso, contempló lo que tuvo a su vista.
Un cementerio de aviones. Partes de avionetas desperdigadas a aquí y allá. Esqueletos que antiguamente fueron personas y sucumbieron al frío de las montañas. Adelina pudo observar algunas partes de carruajes de tiempos olvidados ocultos tras las partes de aviones. Un paisaje desolador por el que la muchacha tuvo que caminar hasta que pudo ver unas antorchas encendidas.
Un pasadizo dentro de la montaña que estaba iluminado con fuego. Las paredes en vez de ser puntiagudas estaban bien arregladas. Repletas de arcos con columnas que seguían hasta perderse de la visión de la joven. En la entrada había una runa nórdica proveniente del alfabeto antiguo, la runa Isa. Adelina comenzó a hablar:
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Adelina tomó fotografías y grabaciones sobre la runa, y se adentró por la cueva. Con cada paso, la decoración meticulosa se fue desvaneciendo para tener a sus ojos las rocas puntiagudas. Las antorchas dejaron de aparecer y la muchacha sacó de la mochila una linterna y la encendió. Pasado el tiempo, la cueva se bifurcaba en dos caminos y Adelina decidió ir por el lado izquierdo. Caminó por varios minutos guiada por la luz del pequeño objeto.
Al avanzar sintió frío y comenzó a notar que la piedra del sitio estaba cubierta por nieve. Era imposible. No podía estar andando en círculos, pero tampoco estaban las antorchas y sus sofisticados arcos. Siguió caminando hasta ver la salida, todavía se encontraba en las montañas. Entonces ¿Dónde se hallaba?
Llegó al final del pasadizo y solo se encontraba el vacío. Montañas y nieve, pero a miles de kilómetros pareció que algo se sacudía. De la mochila sacó unos binoculares y los acercó a sus ojos. Un templo se alzaba en medio de las montañas. Lo que se movía eran las banderas azules alrededor de este. Por lo que los ojos de la joven analizaron, el templo parecía en buen estado. No como se teorizaba en los libros, prácticamente hecho mierda por la supuesta avalancha. Tampoco se vieron hordas de demonios que vigilaran la “entrada” al infierno.
Adelina no se percató de unos pasos detrás suyo, ya que estaba sacando fotos y cuando iba a iniciar su grabación… Un brazo se interpuso en su vista. Rápidamente, la agarró por el cuello y comenzó a asfixiarla. La muchacha intentó rasguñar el brazo de su atacante, pero estaba cubierto por guantes para resistir los golpes. El aire comenzó a faltarle y la desesperación la invadió. Sacó el cuchillo de su bolsillo y le rasguñó la pierna. Por último, con una piedra le dio una golpiza al desconocido y corrió por donde vino.
Tomó las cosas que se le habían caído y dio inicio a su carrera hasta encontrarse en las bifurcaciones. Sacó su rifle y apuntó hacia el camino izquierdo esperando a que su atacante apareciera otra vez. Se fue alejando lentamente con la respiración agitada hasta que chocó con algo o mas bien alguien contra su espalda. Un encapuchado vestido de negro y azul con una espada en la espalda. Solo sus ojos se pudieron ver, ya que tanto su cabello como el resto de su cuerpo estaba camuflado.
La chica no perdió tiempo y apretó el gatillo del arma. El ruido de los disparos se escuchó por la cueva y el ninja desapareció. Encendió la linterna del rifle y buscó desesperadamente al hombre, pero fue en vano. De repente sintió que algo invisible le jaló el rifle y la muchacha hizo fuerza ante el tirón repentino. Esa acción la hizo caerse de espaldas y vio a otro atacante diferente que se abalanzó sobre ella. Un muchacho que parecía de la edad de la joven. El cabello del color de la ceniza y una parte de su rostro cubierta por una máscara de color negro grisáceo como su vestimenta.
Comenzaron a forcejear. El chico quiso agarrar su cuello, pero antes de que tuviera la posibilidad de hacerlo, Adelina le mordió los dedos con fuerza suficiente para hacerlo sangrar y con una roca a mano volvió a pegarle. Extendió la mano hasta tocar el arma de fuego, la agarró y una vez más desapareció, pero una bomba de humo estalló haciendo que la chica tosiera.
–¡SALI HIJO DE PUTA! –La furia de Adelina se acrecentó– ¡SALI Y MOSTRA LA CARA! ¡CAGÓN DE MIERDA!
Se hizo un silencio después de los gritos de la chica. Un karambit pasó cerca de su rostro haciéndole un corte en la mejilla y disparó en la dirección en la que vino el cuchillo. Las balas se acabaron y al tener que recargar, el chico apareció devuelta y atacó otra vez. El puño casi se estrella en el rostro de Adelina, pero lo esquivó y aprovechó para darle un golpe con la culata del arma en el rostro. Eso no lo detuvo y le propinó una patada a la joven.
Volvió arremeter contra ella con el karambit en la mano y le cortó parte del abrigo y ella le dio un codazo para alejarlo. Aprovechó y sacó la pistola para disparar, pero el ninja tiró otra bomba de humo. Esta vez le agarró la cola de caballo y estampó la cabeza de Adelina contra la piedra, haciendo que la mente le diera vueltas y sintió el líquido carmesí recorriendo su rostro. Con mucho forcejeo logró tocarle la pierna herida para alejar a su contrincante. Cuando eso ocurrió, la muchacha retrocedió y el chico se perdió en el humo. Le fue imposible ver por donde caminaba y siguió retrocediendo hasta poder encontrar la pared, pero en vez de eso cayó.
La chica gritó y antes de que pudiera darse cuenta el suelo de piedra la recibió con disgusto. Se ocultó cuando escuchó pasos cerca de su posición y contuvo la respiración. La voz del chico se alzó y le habló a su subordinado:
–¿Dónde está? –Adelina escuchó a su corazón en sus oídos–. No pudo haber desaparecido.
–Seguramente debió encontrar la salida con todo el humo.
–Vamos a ir hacia la frontera de Arctika para encontrarla. No debe contar sobre la existencia del Lin Kuei.
–Sí, Smoke.
¿Lin Kuei? ¿Son terroristas o una guerrilla? Por lo poco que vio, sus vestimentas eran tradicionales e improvisadas. Sus armas no eran del todo modernas. Quizás eran el pueblo que cayó en ese supuesto derrumbe. Después la joven investigaría. Era momento de marcharse cuanto antes de ese sitio.
El lugar en el que cayó era un túnel y Adelina tuvo la esperanza de que quizás condujera a la salida de la montaña. Se sacó la campera porque comenzaba a dejar rastro de plumas y la ocultó. Tomó la mochila y revisó que todas las cosas estuvieran en su sitio, caminó hacia lo desconocido.
En la caminata extrañó la falta de su abrigo ya que tenía muchos escalofríos y lo peor fue que este sitio le resultaba confortante. En un momento encontró dos columnas con estatuas de mujeres cadavéricas. Ambas parecían tener posturas rectas, las manos juntas y sus miradas eran indescifrables. Arriba había una inscripción en runas nórdicas. Adelina empezó a tomar fotografías y grabó las inscripciones:
“Durante mi ingreso a la montaña encontré unas inscripciones en runas nórdicas sobre superar unas pruebas y poder ver un trono. Además, mencionaban algo sobre un cuchillo y creo que en estas escrituras pueden ser de ayuda, ya que están en mejor conservadas. Dicen lo siguiente:
‘ᚷᚨᚾᚷᛚᚨᛏᛖ ᚨᚾᛞ ᚷᛚᚨᚾᚷᛖᚢᚱᚨ ᛈᚱᛟᛏᛖcᛏ ᛊᚢᛚᛏᛁᚾ ᚨᚾᛞ ᚷᚢᚨᚱᛞ ᛏᚺᛖ ᛗᚨᛈ. ᛊᚢᛚᛏᛁᚾ ᛊᛖᚨᚱcᚺᛖᛊ ᚠᛟᚱ ᚺᛁᛊ ᛟᚹᚾᛖᚱ ᚨᚾᛞ ᚹᚺᛖᚾ ᚺᛖ ᚠᛁᚾᛞᛊ ᚺᛁᛗ ᚺᛖ ᚹᛁᛚᛚ ᛒᛖ ᛗᚨᚱᚲᛖᛞ. ᛁᚾᛏᚱᚢᛞᛖᚱᛊ ᚨᚾᛞ ᛖᚾᛖᛗᛁᛖᛊ ᚹᛁᛚᛚ ᛈᛖᚱᛁᛊᚺ ᛒᛖᚠᛟᚱᛖ ᚺᛖᚱ ᛒᛚᛟᛟᛞᛚᚢᛊᛏ ᚨᚾᛞ ᛊᚢᚠᚠᛖᚱ ᚢᚾᛏᛁᛚ ᛗᚨᛞᚾᛖᛊᛊ ᛁᛊ ᛏᚺᛖᛁᚱ cᛟᛗᛈᚨᚾᛁᛟᚾ ᚨᚾᛞ ᛊᚺᛖ ᛊᛖᛖᚲᛊ ᛏᚺᛖᛁᚱ ᛞᚨᛗᚾᛖᛞ ᚨᚾᛞ ᛊcᚨᚱᚱᛖᛞ ᛊᛟᚢᛚᛊ.’
‘Ganglate and Glangeura protect Sultin and guard the map. Sultin searches for his owner and when he finds him he will be marked. Intruders and enemies will perish before her bloodlust and suffer until madness is their companion and She seeks their damned and scarred souls.’
‘Ganglate y Glangeura protegen Sultin y custodian el mapa. Sultin busca a su dueño y al encontrarlo será marcado. Los intrusos y enemigos perecerán ante su sed de sangre y sufrirán hasta que la locura sea su compañera y Ella busque sus condenadas y marcadas almas’
Según algunos libros de mitología nórdica, Ganglate y Glangeura son las sirvientas de Hela, la diosa nórdica de la muerte. Era la que llevaba a los fallecidos por vejez y enfermedad, también a los que no murieron de forma digna en los combates. Sultin, en español es 'la sed' y es el cuchillo de la diosa.
En estas escrituras dicen que el cuchillo está buscando a un dueño, como si estuviera vivo. Pero, en los libros no menciona que Hela haya abandona o traicionado al cuchillo como lo hizo Frey con su espada. Cuando llegue a Buenos Aires voy a buscar devuelta.”
Después de apagar la grabadora atravesó las columnas. Contempló, esta vez, otra estatua, la diosa Hela se alzaba imparable. Frente a Hela una caja se encontraba cerrada y parecía juzgar a la joven que quería ver el contenido.
Adelina comenzó a darse cuenta que unos susurros se hicieron presentes y que la mirada de la estatua de Hela parecía juzgarla. Se acercó a la pequeña mesa de piedra donde se hallaba la caja repleta de runas y la silueta de un lobo y una serpiente. Una belleza para la arqueología y valdría una fortuna.
Abrió la caja consumo cuidado para evitar daños al artefacto, mientras los susurros se acrecentaron. Hablaban tan apresuradamente que Adelina no supo que querían decir, pero la impulsaron a continuar con sus acciones. Cuanto terminó de empujar con delicadeza la tapa vio un mapa y una daga nórdica.
El mapa tenia decoraciones de runas en los bordes y en las puntas de la hoja se hallaba el rostro de una mujer con el lado derecho del cuerpo cadavérico rodeada por un lobo y una serpiente. Mostraba el continente europeo y asiático hace tiempo atrás. En la parte oriental mostraba el lugar donde Adelina estaba ubicada, Arctika. Con dibujos de montañas y templos y aldeas dispersados. En Europa occidental estaba dibujado una bolsa diminuta. Ubicado en el mar entre lo que parecían ser los países España y Francia.
Guardó el mapa cubriéndolo con muchas bolsas y trapos para que perdurara, y prosiguió a revisar la daga. Estaba cubierta por una funda de cuero que parecía estar en buen estado, pero lo que más le cautivó a Adelina fue el mango.  Parecía que la empuñadura tenía pequeñas costillas y en la punta había un pequeño cráneo. Adelina sacó la daga de su sitio y una brisa fresca invadió la cueva haciendo que el pelo de la joven flotara. Sacó con cuidado la daga de la funda y eso fue un error.
El arma le quemó la mano derecha y ese dolor siguió por todo su brazo y abdomen. Un ardor como el de sus sueños. Intentó con todas sus fuerzas no gritar por la terrible tortura. Lo que fueron quejidos se transformaron en gritos. No le importó si el tal Smoke la escuchó junto con su subordinado. Lo único que quiso Adelina fue la agonía terminara.
Cayó al sueño y empezó a convulsionar. Le fue imposible soltar la daga de sus dedos. Arqueó la espalda por la nueva ola de dolor que la invadía y después todo se volvió negro como la noche. Los susurros se volvieron más fuertes, como si estuvieran al lado de Adelina y al fin pudo comprenderlos.
“Sultin busca la sangre de su antigua portadora. Locura y muerte serán para los intrusos y enemigos” “El dolor es necesario para que pueda mirar el pasado” “Garm y los lobos de Armenia guiarán el siguiente paso” “La prueba ha iniciado. Demuestra tu sangre hacia ella”
La negrura desapareció y fue reemplazada con visiones.
La mujer del féretro sentada en trono huesudo del palacio. Recta y pulcra. Runas que destellaron como estrellas y desaparecieron a lo más profundo de una isla en medio del mar. Escuchó lobos aullar y las estatuas de estos animales aparecieron con ojos resplandecientes. Observó unas manos jóvenes tomando un objeto desconocido y luego fabricando una maquinaria extraña.
Lo último fue a la mujer despierta, tranquila y solemne, pero su aspecto cambió drásticamente.  El lado derecho de su cuerpo se pudrió y gritó con todas sus fuerzas: “¡LADRONES!”.
El grito fue tan repentino que hizo que Adelina se despertara. Lo que parecieron horas fueron en realidad unos minutos porque vio todavía la oscuridad de la montaña y su cuerpo colgando a hombros del tal Smoke.
Todo cambió. Vio muertos, en el suelo y paredes rocosas. Aturdida, forcejeó y chilló con todas sus fuerzas. Le dio puñetazos en la espalda y patadas como pudo para zafarse. Tras la queja del chico de cabello ceniciento, Adelina se apartó de él, tropezó con las piedras y se dio la vuelta para ver a los hombres.
Eran cadáveres y a la vez humanos. Con voces horribles y espectrales. Intentó alejarse del dúo cuando el que se llamaba Smoke quiso acercarse a ella.
–¡ALEJENSE DE MI! ¡NO ME TOQUEN!
Las lágrimas se apoderaron de la chica y corrió en la dirección contraria a los extraños que iban a raptarla. Mareada por las alucinaciones continuó con su loca carrera y regresó al sitio donde halló el cuchillo. Ahora estaba camuflado entre las rocas y la oscuridad. Hipnotizada por ese artefacto maldito, sus manos reaccionaron antes que su cerebro mareado y el arma estuvo en sus manos, pero los muertos rugieron y se mostraron coléricos. Asustada, se alejó corriendo con su mochila donde guardó el objeto.
Huyó por todos los muertos que no paraban de rugir y escuchar que se aproximaban. En un momento se encontró fuera de la montaña en una cascada. Las voces de los hombres se acrecentaron a cada segundo, pero las figuras esqueléticas estaban en todas partes. De repente, la tiraron hacia atrás y vio al chico de cabello ceniciento… más bien su aspecto podrido. La sacudió para que reaccionara y la muchacha lo apartó. Desesperada sacó la pistola y disparó, pero el muchacho le apuñaló la pierna y Adelina grito de dolor. Por último, le dio una puñalada en el vientre, pero antes de profundizarla Adelina lo empujó y rasguñó la mano que sostenía el karambit.
Sintió el frío en la espalda y se mantuvo pegada al borde, pero al ver que el muchacho y su mano cadavérica, prefirió no tener que volver a verlo nunca. Con miedo a lo desconocido saltó hacia la cascada de la montaña, perdiéndose en la negrura y pidiéndole a cualquier dios sobrevivir a esta locura.
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ocasoinefable · 5 months
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He dicho en voz alta aquellas palabras que luego de haberlas soltado me contuvieron...
-¡Soy feliz!-
Sentí que a lo que las pronuncie se me escapaban como arañas en la boca, guarde un profundo silencio. Busque reformar esas palabras, pero eso era la palabra que exhalaba mi boca, que respiraba mi nariz, que sentía mis brazos, que apretaban mis labios, que se agitaba en todo mi ser, no era otra. Me miraron con indulgencia, con la misma mirada con la que yo puede haber mirado aquel farfullo que ha dicho algo arrebatado por el instante, más no desee explicar o detallar el porque de mi salía esa palabra; felicidad, si yo soy una errante, una penitente en las ascuas externas, un torbellino en las noches, un mujer que se hace abismos solo así, excusa para dolerse y reprocharse como ahora, más aun eso no me pesa; no me repele, no me disgusta un dialecto que ponga en duda la duda y luego desintegre todo lo que puede ser pilar, no me angustia el conocer el abismo, ni sentirlo, mi condena es un poco más épica y celestial; el dolor del mundo, saber que afuera hay guerras, muertes violentas y hambre, el verme reducida sabiendo que soy más una canción de tul y luciérnagas. aun con todo; soy feliz, aquí sentada a una orilla, sabiendo que respira, y quizás ríe. sabiendo que lo amo, que lo pronunció, que dentro de mí esta su mirada, es la suya, el como le sé. Y soy feliz como siempre lo he sabido, porque hay sol y lluvia, porque la vida muere y no se perpetua en una sola vida, así como ver florecer los almendros y luego dejarlos caer ...
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danaearbg · 5 months
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Dentro del abismo
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Como si estuviera suspendida en la nada, flotando en un vacío mientras por dentro experimento un todo de emociones. Experiencias pasadas son recordadas, heridas abiertas que vuelven a sangrar. El dolor que pensé se había esfumado reaparece, me hace cuestionar todo, ignorar los avances y sentir que sigo en el mismo lugar. Una sensación extraña de no saber si realmente he avanzado o simplemente lo enterré para obligarme a continuar.
Te busco en mi oscuridad, y aunque te encuentro te siento lejos. Me siento lejos, de ti, de mí. Quisiera borrar todo, o mejor aún, cambiar las cosas. Que nada de eso hubiera pasado, y así no estaría aquí intentando sanar lo que en su momento dolió. Lo que aún lastima y ya no sé cómo curar. 
Sigo pensando que tú podrías ayudarme, que eres esa medicina que tanto anhelo y necesito, pero me doy cuenta que no. Sólo yo puedo hacerlo, mas no tengo idea de cómo. Es muy fácil decirlo, y hacerlo es algo totalmente distinto, la prueba está en que han pasado años y sigue doliendo. Sigo preguntándome ¿por qué lo hiciste? Intentando descifrar lo que realmente sucedió, ¿acaso no fui suficiente para ti? Cualquiera diría (y vaya que lo han dicho) que es masoquista pensar en esto, revivir el dolor intentando dejar de sentirlo. Y estoy de acuerdo, en nada ayuda, al contrario, abre más heridas que pensé habían sanado. Es así como puedo darme cuenta de lo mucho que dolieron, de lo mucho que dejé pasar por estar bien contigo. Se ha tratado de años de hacer que las cosas funcionen, de seguir adelante mientras mejoramos la relación. Sin embargo, no por desearlo todo lo demás se borra dejando las cosas bonitas intactas. A veces siento que éstas llegan a mancharse con la sangre que se derrama de aquél dolor, volviendo más profundo todo, como si de alguna manera se enterrara en vez de salir.
¿Cómo pedir ayuda? ¿Cómo decirte todo lo que siento, mostrarte lo que duele sin sentir que también te lastimo? Realmente es muy difícil intentar olvidar cuando hay cosas que te hacen recordar; intentar salir del abismo cuando no encuentras la salida, cuando crees que la salida la conoce alguien más pues al parecer ese alguien lo logró antes que tú. No me atrevo a decírtelo, a pedir tu ayuda porque sé que también te hundiría en esto. Ya lo he hecho, ya ha pasado y es horrible. No sé cómo lidiar con lo mío, mucho menos con lo de ambos.
Ser fuerte es doloroso. Se trata de anteponerse día a día a esto, y aunque pase el tiempo y pareciera que vas ganando, hay momentos en los que todo se viene abajo, parece que nada tiene sentido y quisieras que todo fuera distinto. Todo incluso tú, incluso yo…
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ruined-0 · 2 months
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Si me dieras un minuto,si intentaras comprender
Quizá te parezca diminuto todo lo que de mi creías creer
Soy más fuerte de lo que ves,pero aun más sensible de lo que suele parecer
Tengo tanto guardado,que ya no hay lugar donde algo pueda esconder
Me enseñaron a ser valiente pero me metieron miedo
Así que vivo este declive de sobrepensar hasta de lo que creo
He temido más a la vida que a la muerte,al amor que a la soledad
Será que estos pensamientos no me dejan ver con claridad ?
Igual tengo en claro, que sale caro todo aquello que sea de calidad
Por eso será que el precio de mis penas pesan tanto,sin piedad
Lastima que eso no se aprecia a simple vista cuando comienza la subasta
A veces quisiera decir basta y comenzar a soñar,pero los sueños no bastan y lo más sano atarme a la realidad
Perdí tanto,gente que para mi eran como hermanos
A veces siento que todo es arena que se escurre entre mis manos
Así que los años me forjaron esta armadura que parece a prueba de daños
Se que crees que mi yo ya no es como antaño,que nada me importa,que lo que hagan me es en vano
Pero dentro mio vive esa niña que esperaba un abrazo,un regalo y aquel cariño que no se encuentra en cualquier lado
Pero quedo cautiva,reprimida,dentro de esta coraza,sin poder transmitir nada de lo que le pasa
Si pudieras verla un segundo llorarias,tiene marcas desde la planta de sus pies,hasta sus grandes mejillas
Pobre niña la mía,le enseñaron a ser mujer cuando solo debía correr jugando a las escondidas
Ahora ya no danza si la miran,ya no se desespera por ser querida ni cree que exista un amor para ella en esta vida
Camina por donde se siente más tranquila,ni toma decisiones basadas en lo que el corazón dicta
Se hizo adicta a todo aquello que anestesia el dolor, para no pensar,para no causar que eso le genere rencor
Si algo la inquieta desaparece sin vueltas,intenta mantener todo bajo su control
Y se culpa por cada cosa que sucede a su alrededor
Me gustaría salir de esta limbo y encontrarme con el abismo de conocerme sin preocupación
Y no quedar atrapada en lo que me impusieron y lo que en verdad soy
Esto es mucho más complejo que solo usar la razón.
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excusasbaratas · 6 months
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"Podría haber llorado un mar de lágrimas
Saladas, arrojarme a los abismos
Y partirme en dos el alma, desatar la tempestad
Y el huracán de mi garganta
Y confesar desesperado que no puedo con mi rabia
Aunque en mi actitud no soy tan evidente
No puedo sufrir más
Que el dolor cuando es por dentro es más fuerte
No se alivia con decírselo a la gente
Lloraré si sé llorar
Como el tímido rocío del clavel, en soledad
Estaré todos se irán, ya lo sé
A tu lado en cada golpe
Como lo hacen las orillas y la mar
Como lo hace el campo y el agua que lloverá
Podría ser más educado
Pero, el alma sólo entiende de emoción
Y si hay Dios, seguro entiende de emoción... "
Alejandro Sanz, "Si hay Dios". Álbum: Más(1997).
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honeysuckle-memoriess · 2 months
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Un vaivén de emociones y sentimientos que provocaste desde la primera vez que me tocaste, ese beso sin explicación y las mordidas antes de llegar a ese suceso; sentía lo podía presentir que, algo estaba por suceder sin embargo no imagine que me fuese a dar esa sacudida de la que hacía tiempo no era presa, de esa ola de emociones que te embarga y te embriaga.
Y sí, hablo solamente de ese beso lo que tus labios llegaron a provocar en mi que sé que si cierro los ojos y evoco esos recuerdos casi puedo sentirte besándome.
Pero... no fue suficiente tenias que tomar todo de mi.
Y aunque no somos nada y somos todo a la vez cuando me tomas por el cuello y acercas tu boca a la mía presa del deseo y veo en tus ojos esa coquetería y esa mirada picara, invitandome a vivir, con la que me invitas a pecar, sabiendo que los dos estamos por quemarnos no paramos y al contrario me atraes con más fuerza hacia ti.
Me encanta que tengas el control, que sepas que quieres y que quiero de ti, porque no soy tu sumisa y eso te provoca. Sentirte así como una llama que va quemando por donde tocas.
Tu boca en la mía en un frenesí vertiginoso que solo puede terminar en una sola cosa y es fundiéndose en uno solo, tus manos por mi cuerpo, despojandome de la ropa que en este momento nos hace estorbo, sintiendo cada una de tus caricias pero más que sentir con mi piel, extrañamente tus ojos me hablan y esas sensaciones las percibe mi alma, me desnudan y hacen que me vuelva loca que, mi cuerpo quede a merced de ese deseo tan intenso que me provocas y que sé que te provoco, tus manos bajando por mis caderas y rodeando mi cintura sin cansarte, ni detenerte quitas todo de mi.
Y ahí estoy lista para ti sabiendo lo que sucederá a continuación...Deseando dedesperadamenre esa agua fresca para apaciguar mi sed de ti, poseyendo tus labios como si fueras a desaparecer de mis manos, y no quiero que te alejes a penas y te doy tregua para tomar un poco de aire, sentirte parte de mi y es cuando siento como te deslizas lentamente, haciendote espacio y acomodandote a mi calor y embriagandome del más puro placer.
Y tengo que verte, verte a los ojos y sentir concientemente cada centímetro de ti dentro de mi, y el vaivén tan delciosamente mortal con el que me animas a pedirte más.
Y sobre todo las ganas de volverme loca y tomarme de una forma dura pero a la vez delicada cuidando en todo momento que yo pueda disfrutar de casa instante de este encuentro.
Detalles que hacen a una mujer derretirse y volverse loca al mismo tiempo.
La marea me embarga al sentir cada embestida con más ahínco, con más deseo, con ganas de saber que eres tu. No hay nadie más que soy tuya en ese preciso momento, que te pertenezco y vas a darme lo que mi cuerpo pide a gritos, lo que mis ojos no te niegan y mi boca calla.
Y te quiero, no quiero que te vayas y quiero hacerte sentir lo mismo que tu a mi.
Y juntos llegamos a ese clímax deliciosamente efímero.
Ha valido la pena... no era parte del plan que tu cuerpo reclamara al mío y viceversa pero, aquí estamos sin nada que decir.
Y esa mirada denota que no será la última vez porque estábamos al borde del abismo y decidimos caer.-Honeysuckle-memoriess
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yorchicreativo · 3 months
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Últimamente he estado reflexionando mucho acerca de las cosas cotidianas de la vida que a simple vista pasamos desapercibidas y no nos tomamos el tiempo de disfrutarlas.
Hace un par de ayeres recordé cosas de la niñez tanto ajenas como propias y esto fue lo que salió, espero sea de su agrado:
"LA CHANCLA ERA DE CUERO"
Todo el proceso de crecimiento de un ser humano pasa por esto: nace, crece, se reproduce y muere. Así de fácil así de sencillo; aunque algunos se quieren quedar atorados en la reproducción. Peroooooo, hay momentos cruciales en todo ese desarrollo que nos lleva a temprana edad a tener traumas psicológicos. Ejemplo de ello, la niñez. ¿Cuantos de ustedes tienen cicatrices de cuando eran niños? A todos prácticamente les pasan cosas cuando se es chamaco chamaca o chaneke. En fin todos  en algún momento pasan por ello y más aún cuando nos quedan cicatrices del alma, como cuando tú mamá te agarra a chancletazos un fin de semana por comerte los sunchos de la mesa que eran para el rezo de la tía lencha. A ver diganme quien en su sano juicio se acabaría una bolsa con 35 sunchos de fantasma con ojos azucarados un sábado a las 11 de la mañana. Al menos yo...si. Y que pasa después de haber estado en el Olimpo con tus sunchos azucarados? Caes al mismísimo abismo dónde el verdugo ajusticia tu pecado. 
-Mamá solo quise comer tantitos!!.
-Ningún tantito mendigo chamaco, ven aca!! 
Y Zaz,  que me da en las petacas mi jefesita con la punta de su chancla.
¿Saben? Siempre me he preguntado si las jefas tienen algún curso sobre como conseguir la chancla perfecta para cada uno de los miembros de su familia. Solo piensenlo, son perfectas!!. Todas son justicieras se podría decir casi divinas por qué dan siempre dónde más duele.
Hay 3 tipos de chanclas que he podido conocer a los largo de mis años, no diré cuántos por qué son pocos y luego no me creen. 
Entre los tipos más comunes son:
*Las chanclas de dedo:
Estás se caracterizan por apretar el dedo gordo de tu pie separando a los más chiquitos, peculiar mente usado por las mamás autoritarias de la familia, las hembras alfas 
*Las chanclas de pala:Estás se diferencian de las chanclas de dedo, por qué ya no separa el dedo gordo del pie de los chiquitos, al contrario une a toda la banda de dedos y los deja bien ajustados como cacahuates así nomás
*Las chanclas de montaña: son esas chanclas que cubren todo como calzon de abuelita, ajustan el pie con la suela de la chancla y hacen que no se salga ya que tienen un cierre especial. Las favoritas de muchas jefas.
Luego luego, en base a mi teoría, además de lo fashion que se ven las jefas con sus chanclas, ¿Alguien ha visto como su castigo va de acuerdo a su personalidad? No pierden su estilo cuando enjuician al culpable. El lanzamiento chancleberang , el toque de punta , el dardo de cuero... Un sin fin de movimientos que cada jefa adopta según su personalidad.
Hay un ser extraño también muy adentrado a la familia. Lo han de conocer es el famoso tío Pepe. El tío Pepe se distingue por qué jamás pierde un zapato en su vida, o se lo roban o se desgastan pero nunca nunca pierde uno y de perderlo ajusticia a quien se lo agarra. Claro que sí, todos tenemos un tío Pepe en nuestras familias a no ser que tú seas el tío Pepe de la tuya. 
Mira, se cayó tu zapato.
Particularmente mi mamá usa un modelo de chancla no muy común en nuestros días, es legendaria. Cuando me portaba mal usaba el chancleberang pero Jah! eso no es todo. Dentro de su chancla tenía preparado como cartucho de escopeta unas cuantas municiones. Sacaba las balas lanzaba la chancla y si no me daba recurría a tirar las famosas piedras del sagrado duramil. Cómo dolían, bueno eso dice mi vecino ya que por ser chaparrito mi mamá le daba al terreno de alado y pensando me daba, apedreaba al vecino.
Es normal que castiguen a quien se porte mal y lo admito soy  terco por eso mi mamá me castigaba y miren salí repotenciado.
Supe cuando crecí que la marca en mi nalga tenía un distintivo propiciado por un material algo peculiar y no es por presumir pero crecieron a base de cuero.
- Jorge Berzunza (YorchiCreativo)
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#reflexiones #reflexion #ayeres  #recuerdos #escritospropios #VerdadesConChiste
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mulherrviado · 4 months
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Hay un abismo dentro de mi
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La promesa 🤝 Namor x Fem Reader
Notas: Aquí va otro fanfic Namor x Fem reader en español... Afortunadamente, he tenido inspiración para escribirlo. Jajaja.
No tiene escenas fuertes o explícitas... Tal vez algo de masoquismo (pero no en un sentido sexual). Texto largo.
Resumen: En un momento de vida o muerte, lo que menos esperas es encontrarte con un ser desconocido, de otro mundo. ¿Cómo enfrentarás esta situación? ¿Lograrás liberarte?
Gif: wiha-jun
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El aire se va poco a poco, mis pulmones no aguantan más... Siento como mis músculos se van agotando y no tengo fuerza para seguir luchando.
Lo último que veo es el oscuro e infinito abismo del mar. La muerte viene abrazarme, lo presiento. Si así voy a marcharme de este mundo, al menos lo hice en el lugar que más me cautivó.
La ropa me pesa y lentamente voy...Voy... Cerrando los ojos. Es el beso de la muerte, lo siento.
A...
...
...
...
⭐⭐
Empiezo a toser... Tanto como si la peor de las gripas me hubiera afectado, salvo que esta vez, escupo agua... Bocanadas del agua salada.
El sabor es repugnante.
Estoy viva.
Tan pronto recupero mi respiración, me percato que estoy en un lugar totalmente desconocido.
Es una cueva.
Dudo que la corriente del mar me haya arrastrado hasta aquí.
-¿Hay alguien aquí? - Trato de gritar, pero mis esfuerzos resultan en un susurro inaudible.
Solo se escucha el sonido del agua en movimiento. El lugar es bello, tranquilo. Las estalagmitas decoran el lugar, pero no hay nadie.
Siento pánico, cansancio, el cuerpo me pesa mucho, el vestido que llevo no ayuda mucho, pues escurre mucha agua.
Quiero regresar a casa, pero no sé si lo logre, no tengo la capacidad para regresar a tierra firme.
El miedo es muy fuerte. Alguien tuvo que haberme traído hasta aquí... ¿Quién? ¿Por qué?
-¡Hola! - Sigo intentando encontrar respuestas a mis preguntas. - La voz me tiembla...
Intento levantarme, pero cada esfuerzo es nulo. Cada parte de mi cuerpo está con mucho dolor.
Siento frío... Tirito.
Con cada segundo que pasa, la incertidumbre se apodera de mí. Pero el cansancio y la debilidad impiden que logre moverme, encontrar una salida.
No sé si pueda sobrevivir.
Tirito mucho, la ropa mojada no ayuda. No tengo a dónde ir, no puedo moverme como normalmente lo haría.
La situación parece no mejorar. Entre más corren los minutos, siento que todo parece más confuso y que no encontraré la manera de salir de aquí.
Me acomodo en posición fetal, buscando calentarme. El estómago me gruñe.
Quisiera comerme un barco completo si pudiera.
Los párpados me pesan mucho. Quiero dormir.
¡No! ¡No! ¡No lo hagas! ¡Mantente despierta! - Es lo que me repito mentalmente.
Dormir no es una opción. No quiero terminar en una situación peor.
Las chances de que despierte mañana pueden ser más altas que bajas, no lo sé.
El sueño es fuerte cada vez más... Sigo batallando contra mi propio cuerpo.
¡No te duermas! ¡No te duermas!
...
...
...
Un hombre... Es lo único que logro distinguir entre dormida.
...
...
...
⭐⭐⭐
Los rayos del sol caen sobre mis ojos, mi mano se posa sobre ellos, cubriéndolos. La sensación es incómoda.
Cuando despierto, estoy en otro lugar... Estoy dentro de una hamaca...
¿Una hamaca?
¿Qué está pasando?
Cuando me levanto, no encuentro rastro de la persona que vi ayer.
Sí, estoy segura que vi una persona. Era un hombre.
¡Carajo!
Toco cada parte de mi cuerpo, en medio del dolor de los movimientos, todo parece estar intacto.
Afortunadamente, solo estoy cansada por el intento de nadar a la superficie, mientras el agua me arrastraba.
Torpemente, me pongo de pie y vuelvo a revisarme.
Nada que no hubiera querido que me pasara, sucedió. Estoy intacta, incluso con la ropa que llevaba puesta ayer.
Cuando me percato de que, en la medida de lo posible, estoy bien, observo el sitio... Tiene una arquitectura y adornos particulares.
Los he visto en documentales y libros de historia. No es un estilo "actual"... Parece algo más prehispánico.
Es como si el tiempo en esta cueva nunca hubiera pasado.
A pesar de lo fascinante que pueda ser este sitio, necesito salir de aquí. Quiero irme a casa, abrazar a mi perro, decirle a mi familia que estoy bien.
¡Mi familia!
¡Ellos deben pensar que...!!!
¡Pero no estoy muerta! ¡Estoy viva!
¡Cansada! ¡Muy cansada... Pero viva!
Siento un vacío en el pecho de solo pensar que ellos deben creer lo peor.
Con afán observo cada rincón de la cueva, intentando encontrar la salida y terminar con esto pero no encuentro nada.
Arriba, por donde llega el sol, solo hay una grieta pequeña y es bastante alto. Escalar hacia ese punto no es opción.
-¡Hola! ¡Auxilio! ¡Auxilio! - Grito con todas mis fuerzas.
No hay respuesta. Solo escucho el eco de mi fallido intento de comunicarme con alguien.
-¡Auxilio! ¡Auxilio!
Nada...
...
...
-¡Ahhh! ¡Miren quien despertó!
Mi corazón se acelera, mis piernas empiezan a flaquear... ¡Es la voz de un hombre!
Cuando me doy la vuelta para verlo...
No, no es un hombre... ¿O sí?
Sí, es un hombre... Viste con accesorios muy elaborados, usa un short...¿Tiene alas en sus pies?
- Los humanos no aprenden... A ustedes les gusta sufrir, pero no podía esperar menos. La superficie es un lugar infeliz, hostil.
Quedo impactada por su apariencia... Es un humano, pero al mismo tiempo no parece serlo.
Trato de responder...
-¿Quién eres? ¿Qué eres? - Exclamo.
- ¡Aquí quien hace las preguntas soy yo!
Siento como la sangre me baja de la cabeza a los pies. El corazón y la respiración se me aceleran y corro... No sé a dónde pero corro.
- Ahhh... No tienes lugar donde esconderte. Solo yo puedo enseñarte la salida que con tanto afán intentas buscar. - Una sonrisa cínica se dibuja en su rostro.
-¡Déjame ir! Nunca volveré. Prometo no volver. No me importa quien seas, solo quiero irme a casa.
- A pesar de tu fascinación por la muerte, debo admitir que es divertido tenerte aquí.
No es gracioso, imbécil.
-¿Qué tanto te divierte de mí? ¡Casi me muero!
-Tú misma acabas de responder tu pregunta.
-¡Imbécil!
-Te hace falta más respeto y ser agradecida con tu servidor. ¡Yo te salvé!
-No pedí ser salvada...
-La manera en que te arrastraba el agua me decía lo contrario.
-¿Qué eres? ... ¿Quién eres?
- Tengo varios nombres...- Hace una pausa. - Mi pueblo me llama K'uk'ulkan, pero mis enemigos me dicen Namor.
Ese nombre se me hace familiar... Recuerdo haber oído historias sobre K'uk'ulkan hace unos años atrás.
- Pues... Como sea que te llames... Solo pido...¡No!...¡Exijo! ¡Exijo que me dejes ir!
-Aquí tú no exijes nada. Aquí mando yo.
-¿Cuánto tiempo estaré aquí? Mi familia, probablemente, piensa que estoy muerta.
- Déjame pensarlo... Porque, enserio, nunca me había divertido tanto con un humano... Digo, humana.
-¡Por...! - Inhalo.- ¡Por favor, déjame ir! Ni siquiera sé dónde estoy... Prometo que no mencionaré esto.
- ¡Por fin! Pensaba que no tenías ni una pequeña muestra de respeto por otras personas.
-¡Basta! ¡Por favor, muéstrame cómo salir de aquí y ya!
El hombre... Namor, sí, Namor... Camina hacia mí.
Parece un tipo arrogante, camina con tanto orgullo, mostrando un poder que no sé si realmente tenga aquí.
-Siempre he tratado de ahuyentar a los humanos de mi reino, de mi pueblo...pero... ¿Qué pasa? Ellos siguen llegando, los veo con sus embarcaciones, nadando, fastidiando a los animales. Llegan con sus ruidosas fiestas, su basura... ¡Tengo que defender lo que es mío! ¿Y cómo tengo que hacerlo? Lamentablemente, muchos no sobreviven y encuentran sus cuerpos en la playa... Y a veces, aunque no quiera... Debo admitir que mi madre, de alguna manera, intercede por ustedes, y me pide que los salve...
Sus gritos resuenan en toda la cueva.
Se siente su furia, también su tristeza, su melancolía y nostalgia.
-¿Dónde estamos? ¿Qué tiene que ver tu madre con esto?
-¿Dónde estamos? Eso no importa... Y... Y mi madre... Ella es el único recuerdo bueno que tengo. Por alguna razón, ella sigue viendo bondad en ustedes.
Estoy más confundida que antes.
- Así que, por tu propio bien y el de tu especie... No vuelvas.
-¿Qué?
-¿Sigues sin entender?
-El que no entiende eres tú... Todo lo que pasó fue un accidente... Un mald*to accidente...
- Te daré la salida y podrás marcharte...Pero hasta que lo decida.
- ¿Qué?
Se marcha.
El vacío, la impotencia y la ira se apoderan de mí.
Sigo buscando la manera de largarme pero es imposible.
Unos minutos después, Namor regresa.
-Ponte esto y podrás volver a casa.
Esta vez su tono parece más conciliador.
Es un traje de ...¿Buceo? No... Es un traje para nadar bajo el agua, pero no es igual a los que se usan para bucear.
Cuando entro en el traje, nos sumergimos. Es bastante profundo.
Él es un hombre ágil bajo el agua...
La fauna marina es fascinante, nunca había estado tan cerca de los peces como lo estoy ahora.
Más tarde, nos detenemos y subimos a otra cueva.
Él me ayuda a ponerme de pie y a salir del traje.
Por más que quiera evitar el contacto físico, es imposible.
Sus manos son ásperas, su piel es morena, el agua cae de su cuerpo casi que en perfecta armonía... Todo de él sigue siendo un misterio.
-Puedes seguir nadando hasta llegar a tierra firme.
-¿Por qué me ayudaste?
-Ya te lo dije... Mi madre te ayudó, yo no hice nada.
- No creo. No te creo.
- No tengo que darte explicaciones, humana. Solo vete.
- No puedo nadar... No tengo la fuerza para hacerlo. El cuerpo me duele. Al menos, sin ese traje, no puedo nadar con facilidad.
- Ese ya es tu problema.
- Bien, entonces creo que moriré de hipotermia... O tal vez de inanición... Las fuerzas me darán para nadar un par de metros y ya.
- Pero querías irte... Quieres irte.
- Sí, pero pensé que tu ayuda iba ser mejor que esto... No podré nadar por mi cuenta.
- No puedo hacer más nada por ti... No puedo hacer que los humanos me vean.
- Faltan unas horas para que oscurezca, podrías ayudarme cuando caiga la noche, tu estarás bien y yo podré irme a descansar. Solo pido esto, por favor.
- ¿Qué tengo a cambio de esto?
- Mi silencio y mi ayuda. Ayudaré a que nadie se acerque a tu hogar. Tienes mi palabra.
- ¿Por qué confiaría en ti?
- Porque en este momento solo te tengo a ti... Ni siquiera mi cuerpo me funciona en este momento, mi mente, mis huesos y músculos están cansados.
- El cansancio físico no es razón para que confíe en ti.
- ¿No eres capaz de ver? Me tienes casi que a tu merced. Si hubieras querido que yo muriera, no estaríamos aquí, teniendo esta conversación. Solo quiero descansar y terminar con esto.
Por primera vez, él no replica. Parece que aún hay algo de sensibilidad y empatía en su acuático cerebro.
Me siento a la orilla, contemplando el paisaje. Tratando de pensar en otra cosa mientras intento despejar mi mente.
Una brisa suave y fresca empieza a correr.
Inhalo y exhalo... Inhalo y exhalo... Se siente una paz inexplicable.
Solo el agua puede hacer que me sienta así.
- Mi madre contaba historias hermosas del mundo de arriba, de la tierra. Es un lugar hermoso, con un aire pristino.
¿Me está hablando?
¿Qué se le metió en la cabeza?
No estoy segura si quiero conversar. Al principio parecía un hombre sin intenciones de ser amistoso.
...
...
¿Debería decir algo?
...
...
- Muchas veces he venido aquí, he caminado por tu mundo... Recordándola a ella... Buscando su voz y sus respuestas a mis preguntas.
...
...
...
- ¿El tiburón te comió la lengua?
- No. Solo que hace unas horas no querías dejarme libre. Y ahora, como si nada hubiera pasado, me hablas de tu mamá, dices cosas que no pensé que podrían salir de tu boca.
- Al parecer, no todos los humanos son egoístas.
- ¿Por qué lo dices?
- Por la manera que hablabas de tu familia. Ellos te importan.
- Sí... ¿Y a quién no? Ellos deben estar pensando lo más trágico, deben estar llorándome. No merecen pasar por ese dolor mientras tú y yo nos sentamos como si fuéramos los mejores amigos.
- Nadie merece llorar una pérdida... Pero eso también hace parte de la vida, de su ciclo. Incluso, de esas pérdidas se aprende algo.
- ¿Aprendiste a sentir resentimiento por los humanos?
- No es resentimiento, es la necesidad de proteger lo que quiero de la avaricia y la perdición de los humanos. Es preservar lo que mis antepasados hicieron.
- No todos los humanos somos avaros o malos. Tu cultura, tu mundo, sé que vienes de un linaie de muchos siglos atrás... Es interesante. Es como si la historia recobrara vida.
- Para mí es más que historia, es lo que soy.
- Lo comprendo... Lo que soy está aquí... Bueno, no aquí, aquí... Sino allá, en la ciudad.
- Y para mí está en estas aguas.
- Creo que tenemos una que otra en común... - Sonrío.
- No pensé que lo diría, pero... Sí.
¡Se está abriendo! Veo un lado sensible en él... Sensible y dulce.
Es un gobernante con principios tan rígidos cómo su postura, pero también tiene una delicadeza por lo que le importa... Ya no sé qué pensar.
Después de horas, esperando que llegue la noche, por fin avanzamos.
La luna está a brillando, el cielo está despejado.
Siento alegría y tranquilidad al volver a tierra firme.
Por fortuna, la playa está sola. Así que él está seguro.
- Bien... Aquí me quedo yo. - Susurro.
- Ve y abraza a tus seres queridos. Ya estás en casa.
- Gracias.
Los rayos de la luna caen sobre su piel mojada. Es atractivo. Sus ojos son oscuros, transmiten misterio, furia pero también ternura.
Sí, él es un misterio.
Sin decir más, ambos nos separamos, siguiendo nuestros propios caminos hacia nuestros hogares.
⭐⭐⭐⭐
Unos meses han pasado desde aquel extraño encuentro y, por más que intente sacar a Namor de mi cabeza, hay algo que me impide hacerlo.
Siento como el mar me llama y aunque he evitado regresar, esta vez no puedo contenerme.
Quiero verlo.
Trato de irme más preparada, con un equipo de buceo... Es una tarde soleada, perfecta para nadar.
Aunque mi familia se opuso, sé qué quiero regresar.
Preparo una embarcación con mi equipaje y tomo rumbo hacia el mismo punto donde caí aquella vez.
Me sumerjo...
Nado unos metros...
Solo veo peces, sigue siendo igual de hermoso como hace varios meses.
No hay nadie.
Cuando el oxígeno de mi tanque empieza a bajar, nado hacia la superficie.
La frustración es innegable.
Subo a mi embarcación con el corazón arrugado.
Sí... El corazón...
¿Podrá ser qué?
...
¡Oh no! Lo que menos deseo es estar enamorada de un sujeto que la mayor parte del tiempo solo muestra su odio por mi especie.
Me devuelvo al muelle pensando en lo que acabo de darme cuenta.
Tratando de seguir buscando alguna explicación para esto, me quedo toda la tarde, ilusionándome con poderlo ver.
Pero no, no aparece. No hay señales de nada ni de nadie. Solo las olas siguiendo su curso.
Paso por la playa donde nos vimos por última vez...
...
...
Una figura emerge de las aguas... Su cuerpo luce en perfecta armonía mientras las gotas caen con ritmo.
No puedo evitar sonreír... Es él...
- ¡Rompiste tu promesa! - Exclama.
- Lo sé y lo siento.
- ¿Cómo hago que entiendas que no debes volver?
- No lo sé. Creo que tú sabes que llevaba mucho tiempo sin bucear, sin estar bajo el mar.
- Pero eso no justifica que hayas roto tu promesa.
- Ya dije que lo sentía.
- Los humanos son muy obstinados...
- No lo voy a discutir.
- ¿Por qué regresaste?
- También te lo dije... Llevaba mucho tiempo sin tocar el agua.
...
...
Hay un silencio incómodo entre los dos.
- Eh... Creo que nunca te dije mi nombre... ¿Verdad? - Es lo único que se me ocurre.
- No, nunca.
Le digo mi nombre, mientras estrechamos nuestras manos. Siento como una oleada de calor se sube a mi cabeza, si pudiera ver mi reflejo, no dudaría que mis mejillas se enrojecieron.
- Bien, pues es un placer poder conocer tu nombre. - Y lo repite tantas veces que parece un CD rayado.
Al escucharlo, siento que el corazón se me acelera... Pero esta vez es por la atracción que siento hacia él.
¿Seré una masoquista?
Después de caminar como por una hora, nos despedimos.
- ¿Volveremos a vernos? - Pregunto.
- Es una promesa. Y yo sí cumplo lo que prometo. - Dice él mientras sonríe.
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twstdwndrlndamateurs · 5 months
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Libro 7. Diasomnia
Cap. 7.75
———
Castillo de la Rosa Salvaje
Cámara de su Alteza Real
Gobernanta del Abismo
“Canción de cuna pacífica”
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-Arrrg, duele…-gruñe Lilia- la magia de teletransporte aún no es buena para mis heridas.
Yuu: estáis bien?/los ojos me dan vueltas.
-¡Yuu!-grita Sebek- ¿estás mareado?¡Pronto estaremos frente al Señor Huevo!- Sebek se pone a lloriquear en cuanto se acuerda- aahh… Señor Huevo…¿dónde estará?…
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Una canción de cuna se escucha por los pasillos del castillo.
“Una cuna cálida, que regocija,
A la luz de las estrellas…”
-¿mmh?-Sebek levanta la cabeza-…¿una canción?
“…incluso ahora, que te miro a los ojos, estaremos juntos, no tengas miedo, incluso si despiertas de tu sueño.”
-…¡esta canción de cuna es…!-dice Silver.
“…duerme, duerme, mi amor,
duerme, duerme, mi amor.
Que camines hacia la luz,
que te guía en tus sueños.”
Yuu: es una hermosa voz para cantar/es una voz suave que canta.
-…aah, si quieres cantar, canta.-dice Lilia- Pero este no es el momento de hacerlo. Venga, ¡vamos todos!- Entran en una habitación grande, probablemente la dala del trono.- ¡Alteza Malenoa!¿Está bien?
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Un hada que se parece a Malleus aparece en escena y enseguida se cabrea con Lilia.
-¡Llegad tarde, Lilia!-grita.
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Rayo
-¡Uaa!-grita Lilia-¡Eso es peligroso!
Rayo
-¡Uaaa!-grita Grim-¡¿Qué…?!
-¡¿Dónde estabas cuando mi huevo y yo estábamos en peligro?!-chilla Malenoa.-¡Estúpido!- rayo- ¡Idiota!-rayo- ¡Pedazo de inútil!- rayo.
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Empieza a tirarles rayos a todos, incluidos los guardias, que enseguida se escapan. Lilia y los demás los esquivan como pueden.
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-¡Lo siento, su Alteza Malenoa!-grita Lilia-¡Llegué tarde porque el enemigo me tomó por sorpresa!
-¡No quiero escuchar ninguna excusa!-replica la Princesa-¡Eres una verguenza para la Guardia Imperia!
-¡Por favor, perdónenos,-grita Baul- Alteza Malenoa!¡Uaaah!-chilla cuando le cae un rayo encima.
-¡Aaaaah!-chilla Grim- ¡Es totalmente diferente de la voz que escuchamos antes!¿Seguro que eso es una princesa…?
-¡Ya te lo dije!-replica Lilia-¡Lo que de verdad me preocupa es mi vida y el castillo!
Parece que el Señor Huevo ha hecho algún ruido, porque Malenoa para y se vuelve dulce de nuevo.
-Oooh… ¿hice demasiado ruido? Ea, ea, buen chico.
-Ah…-Sebek y Silver se dan cuenta de lo que hay enfrente de ellos.
Yuu: ¿ese huevo será…?/¿es ese Tsunotaro antes de nacer?
-Estos inútiles -gime Malenoa- nos han arruinado nuestra siesta juntos.¿Verdad, Malleus?
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-¿Malleus?-pregunta Lilia.
-Es el nombre de mi Principito.- replica Malenoa- Suena bien para el que será el Señor del Valle de las Espinas, ¿verdad?
-Suena muy bonito ciertamente. -asiente Lilia- Pero, ¿príncipe?¿cómo sabe ya si va a ser heredero o heredera?
-El hada que crece dentro de este huevo es un Príncipe. -asevera Malenoa-Puedo sentirlo como madre. Estoy segura de que nacerá un hermoso macho que se parecerá mucho a Revaan.
-No puedo creerlo…-dice Sebek- ¿estoy presenciando el nombramiento del Joven Amo.?
Y ahí es cuando Malenoa por fin los mira.
-¿Eh?-dice-¿Quiénes son estos niños?¿Orejas redondas?¡¿Son humanos?!
-¡Aaaah!…-Grim grita de miedo-¡solo con que me mire se me pone la cola azul!
-Aunque sean humanos,-dice Lilia poniendose delante- no son enemigos. Los conocimos en la expedición y fueron de mucha ayuda.
-¡Mucho gusto en conocerla!¡Doy Sebek Zigbolt!- se presenta Sebek.
-Mi nombre es Silver, su Alteza.-se presenta Silver.
Yuu: Yuu y Grim/Grim es el jefe, Yuu el secuaz
-No abráis la boca sin permiso, humanos.-amenaza Malenoa. Es el colmo que me miréis a los ojos, deberíais arrodillaros.
Todos gritan sorprendidos cuando el hechizo de Malenoa los obliga a arrodillarse ante ella.
-¡Ah!-grita Silver-¡Mis rodillas tocaron el suelo sin darme cuenta!
-¡Aarg!-grita Sebek-¡…no puedo!¡no puedo respirar!
-¡Alteza Malenoa!-interviene Lilia, poniendo fin al hechizo-¡Basta de diversión!
Todos respiran asustados. Baul se les acerca.
-El odio de la Princesa hacia los humanos es considerable. Deberíais esperar fuera.
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virgendemercurio · 1 year
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Hola amor mío... El motivo de esta carta es meramente laboral, con una escencia de romanticismo.
Sabes, simplemente no logro procesar todas las emociones que éste cambio está causando en mí sin embargo hay un par de cosas que me gustaría decirte.
Estoy muy agradecida contigo, porque haz sido una parte fundamental en mi desarrollo dentro de frutos, de verdad no puedo contar las veces en que mentalmente y físicamente estaba al borde del abismo y tú estuviste ahí para apoyarme y regresarme a mi centro... Por creer en mi, porque aún que no fui la mejor colaboradora yo trataba de cumplir con mi deber.
Más allá de ser tu pareja y decirte palabras alentadoras... Hay que reconocer que eres un hombre muy trabajador, de verdad admiro todos los sacrificios que has tenido que dar para estar donde el día de hoy éstas.
Las cosas han cambiado DE MA SI A DO, sobre todo por el tema de rotación de personal, no ha Sido facil ver a gente que apreciamos partir y ver cómo poco a poco la vieja plantilla ya no queda más. Pero quiero decirte que no por eso te desanimes, recuerda que de los cambios siempre hay que aprender a tomar lo mejor y sé que tú podrás con ésto y mucho más.
Eres un gran elemento, un buen jefe de cocina, un buen compañero, y se nota porque te necesitamos, porque la cocina toma otro color cuando estás tú y el equipo fluye con tu ritmo... No te niego ha habido días difíciles, pero es como todo.
No me queda más que decir que te admiro muchísimo, que estoy muy ORGULLOSA de ti porque te amo y sé de lo que eres capaz de dar.
Sigue como hasta el día de hoy lo haz echo y sigue creciendo, sigue aprendiendo y disfruta de lo que haces.
Sé que también te saque de tus casillas y me disculpo por eso.
Sabes que siempre voy a estar apoyándote, en éste o en cualquier otro lugar o trabajo en el que tú estés...
Y gracias también por apoyarme y mantenerme fuerte, por creer en mi y por estar a mi lado con cada una de mis decisiones.
Te amo mi amor, mi jefe de cocina.
Atte: Liz (Tu pecadera del turno de la tarde)
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confusedpozole · 1 year
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Veamos las Estrellas
—¡Siempre estropeas todo! —Hago una mueca cuando el portazo provocado por mi hermana al salir del cuarto penetra en mis oídos. Me quedo observando la puerta. Pienso en lo fácil que sería lastimarla, tomarla del cuello y…la vergüenza y el miedo me invaden «¿De dónde salió eso? ¿Cómo puedo siquiera pensarlo? ¡Es mi hermana! Yo nunca le haría daño…¿O si? ¿Qué pasa si uno de estos días no puedes controlarte?»
Tal pregunta desencadena algo dentro de mí y de repente se me dificulta respirar, sintiéndome como una presa que se desborda poco a poco, perdiendo el control. Salgo por la ventana de la habitación, la brisa de la noche enfriando mi rostro. Aterrizo en una de las ramas del encino que yace a unos metros de la casa. 
Mis piernas cuelgan libremente de la rama mientras estoy sentada, mirando la Luna que se asoma entre el foliaje del árbol. Aunque logro asentar mi respiración, por mi mente pasan mil pensamientos, cada uno arrasando con el anterior y no soy capaz de detenerlos por más que lo intente.
Pero luego un crujido de hojas me hace bajar la mirada hacia la tierra debajo de mí. Algo pequeño se mueve por el pasto. Me incorporo, asegurándome de no espantar a la criatura. Enfoco mi atención en el pasto verdoso y veo a un ratoncito de campo moviéndose frenéticamente con sus pequeñas patitas. 
No puedo evitar recordar otros tiempos, cuando Lorena y yo solíamos salir de la casa mientras mamá y papá dormían y esperábamos sentadas en el pasto a que yo captara el sonido de movimiento entre el pasto. Luego mi hermana tomaba la pose de un gato a punto de cazar a su presa, y atacaba. Esas noches siempre estaban llenas de risas ahogadas y susurros, y aunque Lorena nunca atrapaba nada, siempre insistía en intentarlo de nuevo la noche siguiente. 
Ahora estoy parada sobre el pasto con el ratón en mis manos. Ya no es algo que me divierta. Me hinco y dejo a la temerosa criatura volver a ocultarse entre la hierba. 
Me incorporo y alzo la mirada al cielo. Luego volteo hacia la ventana de nuestro cuarto, el único lugar de la casa con la luz prendida y desde donde me está viendo Lorena. Desvía la mirada y se enfoca en un perrito de barro sobre la mesa de madera, figura a la cual le está dando sus últimos detalles. Alrededor de ella hay varias figuras de diferentes tamaños y formas encima del pupitre, apenas dejando espacio para que Lorena trabaje en su siguiente proyecto. Mis padres querían que mi cama estuviera junto a la ventana del cuarto, a pesar de las protestas de Lorena. Pero yo insistí en que no la necesitaba y entonces le cedieron ese espacio a ella, lugar donde puso su mesa de trabajo.
Eventualmente vuelve a alzar la mirada. La tensión es palpable entre ambas, pero ninguna cede. Entonces, sin dejar de verla, doy unos pasos hacia atrás «Si tanto quiere verme, entonces le voy a dar ese gusto». Saco las manos de mis bolsillos y comienzo a levitar. Sus ojos se llenan de desprecio, pues recibió el mensaje fuerte y claro: Tu nunca tendrás ésto. Redirige su atención al perrito de barro frente a ella sin dejar de fruncir el seño.
Satisfecha con el desenlace de nuestra riña, dirijo la mirada al firmamento y me comienzo a elevar, alejándome de la tierra firme cada vez más. Mi nariz y mejillas se entumecen por el frío del viento que silba a mi alrededor. La casa ahora está a kilómetros de distancia y pronto se transforma en una figura amorfa dejada atrás.
Me topo con una neblina que me engulle en cuanto redirijo mi atención al cielo. No me detengo y sigo mirando adelante, pero la neblina sigue ahí, engullendo todo lo que cae dentro de ella, incluyéndome. El latir de mi corazón retumba en mis oídos y siento como si me ahogara. El pánico me invade «¡Ya no puedes detenerte porque no sabes como volver!» me dice mi mente a gritos, «¿Y si nunca logro salir?».
Pero si salgo del otro lado de la niebla, e inmediatamente llevo las manos a mis oídos. Me encuentro con un abismo negro, las fauces de algo mas grande que cualquier galaxia, cuyo rugido atraviesa mi cuerpo y amenaza con paralizarme por dentro «No debo estar aquí». Estoy a nada de ahogarme en el miedo; canalizo toda mi energía en darme la vuelta y huir hacia el mar de nubes que ahora me parece reconfortante. 
Cierro los ojos con fuerza antes de volver a sumergirme en la niebla. Solo debo seguir bajando y esta pesadilla terminará.
El verde del pasto es todo lo que veo cuando finalmente entreabro mis ojos. Dolor recorre mi cuerpo mientras choco y ruedo contra el suelo, dejando tierra expuesta en el camino. Cuando al fin me detiene la inercia alzo la cabeza, jadeante. Mi ropa y cara están cubiertas de tierra, y el olor a tierra húmeda impregna el aire; hoy llovió unas horas antes de que se ocultara el sol tras los cerros. A pesar de ese aterrizaje, me siento aliviada por haber vuelto, y por primera vez desearía tener los pies pegados a la tierra, lo que sea para no volver a ver ese vacío tras las nubes. 
Me incorporo, ignorando el ardor de los raspones bajo mi ropa. —¿Gaia? —Lorena está trotando hacia mí, claramente preocupada «¡No me digan que acaba de ver como me estampo contra el suelo como idiota!». Oculto mi rostro sonrojado mientras pretendo sacudir mi sudadera. —¿Qué pasó? —pregunta mientras me examina de pies a cabeza. —¿Estás bien?
—Si, si. De poca madre. —Alejo su mano de mis jeans mugrientos, el color celeste ahora manchado por la tierra. Evito mirarla a los ojos, prefiriendo observar un bichito que camina por el pasto. Ninguna de las dos dice una sola palabra más, y quedamos en un silencio acompañado solo por el canto de los grillos.
Por un momento, el bochorno que siento es reemplazado por molestia cuando pasa por mi mente lo que ocurrió entre nosotras «Si quiere actuar como si nada hubiera pasado, entonces tendrá que hablar primero».
Lorena camina hacia la tierra que quedó levantada, sin importarle que el bordado de su falda magenta se llenara de lodo. —¿Hasta dónde fuiste? —No puedo evitar soltar una risita entre dientes cuando pienso en el ingenio de mi hermana. Sabe que no hubiera levantado tanta tierra si no me hubiera ido tan lejos.
—’Pus, tú sabes. —Quiero apartar la mirada del cielo, pero aquel recuerdo me tiene atrapada. El pavor invadía cada rincón de mí, me paralice…
—Oye. —La voz de Lorena me saca del trance— ¿Quieres ir al fuerte? —pregunta con una modesta sonrisa.
Aunque una parte de mí sigue molesta, estoy agradecida por la compañía de mi hermana y su empeño por hacerme sentir mejor.
Acepto su oferta y extiendo mi mano hacia ella para que la tome, pero por alguna razón insiste en ir caminando. Ante mis protestas, ella dice que tendré piernas de gallina si me la paso volando a todas partes. Señalo que nunca vuelo cuando estoy en el pueblo, pero no me escucha y decido no seguir discutiendo porque sé que no cambiará de parecer.
Sobre el cerro que estamos escalando se asoma lo que iba a ser una casa, pero en lugar de eso terminó como un bloque de concreto con huecos rectangulares en algunas partes de sus paredes. Le vuelvo a ofrecer mi mano y ella la toma, mientras que su otra mano termina en mi brazo. Una vez que siento que tiene buen agarre, me elevo por los aires, llevando a Lorena conmigo cuidadosamente, y aterrizamos en el techo como lo hemos hecho mil veces antes. 
Veníamos aquí de vez en cuando sin que mamá y papá se dieran cuenta; sabíamos que una vez que tocaran ese colchón no se volverían a levantar en toda la noche. Lorena solía llamarlo nuestro fuerte. Mientras disfrutábamos de las botanas que comprábamos en el mercado, ella me hacía preguntas sobre las estrellas que admirábamos con asombro. «¿Has tocado alguna?» preguntó una noche con un brillo en sus ojos «No, pero pronto lo haré ¡Ya verás!», y realmente lo creía. «Pero cómo han cambiado las cosas…» pienso con melancolía.
Ahora yacemos acostadas en el tejado, hablando de todo menos de lo que importa. Así, palabra a palabra, el rencor que se ha formado entre nosotras con los años se apacigua, aunque jamás cede por completo.
______________________________________________________________
Espero hayan disfrutado la historia :3
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mind-of-letters · 1 year
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Solo dos palabras
Hoy me toca verte, luces tan radiante, una sonrisa de oreja a oreja se vislumbra en tu hermoso rostro. Te ves tan primevaral, tan llena de colores. Me da pena, realmente te aprecio y odiaría ver ese cuerpo lleno de vigor desvanerse con un simple error.
Tus ojos se apagarían si lo supieran y unas lágrimas resbaladizas caerían sobre tus mejillas. Quisiera quedarme en esta imagen, en esta figura tuya saltando tan alegremente con la vida, contemplando la naturaleza mórbida que el humano a recreado en su intento de ser Dios.
Nuestra santísima Trinidad, "vos, yo y toda la vida". La promesa que juramos ilusionados cómo dos niños pequeños en un parque lleno de personas distintas, se esfumarian. Tantos recuerdos, sé que querrás borrarlos de tu vida, de tu mente y de tu corazón. Me odiaras tanto por lo que te diré, solo dos palabras y nuestra vida cambiará para siempre.
Me encantaría permanecer callado, pero hay un fuego por dentro que me quema, arde tan fuerte y me carcome, cuánta culpa. Quisiera volver el tiempo atrás, pero ahora mismo ya es tarde. Y si lo pensará otra vez, seguro no me detendría, porque sentí a mí corazón danzar. Estaba en la cuerda floja, sabía habría consecuencias, sabría que dolería. Salté al abismo y me consumió, di el primer paso a la ruina de mí vida como la conocería ahora.
Verte me hace mal, porque sé que trangredi las normas, nuestro tácito acuerdo quedó quebrantado, por un sucio alcohólico que no pensó en nadie más que en sí mismo y en su puro egoísmo.
Solo dos palabras "la cagué". Solo bastan dos palabras para romper tu corazón, para que pierdas tu alegría y tu brillo radiante.
"No puedo hacerlo" es la única palabra que redunda en mí mente, cuando me besas tiernamente. La espera me desespera, y cada vez que te acercas más pienso... qué será de mí. Te odio y te amo tanto, odio que me hagas sentir así, odio que hayas aparecido en mí vida y la llenaras de color. Pero a quien quiero engañar, me odio a mí mismo, por haberte pasado por encima, por faltarte el respeto -"Me acosté con alguien más..."- Ahora sí que me odiaras.
Tu inocencia me conmueve, eres incrédula te cuesta creerme, ojalá fuera una tierna broma para que te pongas celosa y se te arrugue la nariz, pareces tan tierna así....
Arruine el momento, cagué tu felicidad, me cagué en lo nuestro, me cagué en mí y en las promesas que juré por mí vida que cumpliría o en las que no haría jamás. Te fallé, me fallé, nos fallé mi amor....
No pretendo que puedas perdonarme, Adelante! Ódiame! Por favor odiame! Lo merezco, merezco el castigo de tu indiferencia, merezco sentirme mal por la porquería que soy, solamente no te quedes callada... Gritame! Dime algo... No te calles, no te vayas...
Sales por la puerta y los recuerdos pasan tan rápidamente, "tonto, tonto, tonto ..." Mí corazón acelerado a mil, pero aún muriendo, el dolor no dejaría de cesar... Te amo, te amé y siempre te amaré, no negaré mí decisión, no negaré tu dolor, odiaría dejarte sola en un momento así, cuando prometí que solo te protegería, cuando dije que sería tu confidente y no permitiría que derrames lágrimas en vano... Soy un perdedor, ahora las palabras se las lleva el viento, mientras yo me quedo sin aliento, ni mil botellas de ron podrán curar este corazón, pues seguro que sufres y sufrirás, pero el remordimiento se encargará de matarme cada vez un poco más.
"Perdón mí amor"
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nolmuqta · 2 years
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interiorizo la tristeza porque me da miedo lastimar a los demás, por ahí sea la razón de que mi madre siempre diga que tengo la recámara desordenada y que mi cabello nunca luce cepillado. me gusta el silencio externo porque no puedo percibirlo aquí adentro, la música siempre suena más ruidosa de lo normal, cómo estar en un concierto de una banda que no me gusta para nada y no poder disfrutar las melodías. a veces pienso que si me lanzo al mar no podré hundirme porque por dentro estoy totalmente hueca, otras tantas me hago a la idea de que voy a hundirme en las profundidades del abismo porque en realidad estoy sumamente repleta de melancolía y aspereza. me gustan las sopas de letras porque hay palabras con descripciones muy curiosas, me consuelo pensando que por ahí estoy buscando la palabra a la sopa de letras que soy y por eso me siento inacabada. la realidad se acrecienta, debe ser ya de mañana
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