¡Buenos días! 😊 Este año nos ha desafiado a todos, ¿verdad? Queríamos compartir una noticia emocionante: junto a una amiga de la universidad, estamos embarcándonos en un proyecto llamado Sinfonía de Sabores, donde fusionamos nuestra pasión por la cocina, la experimentación y, claro, el azúcar. 🥮🍬
Estamos emocionadas de ofrecer una rifa que jugará el 20 de Enero. Sabemos que es un mes complicado económicamente, ¡así que decidimos hacerlo aún más emocionante! Puedes ganar 1'000.000 de pesos para aliviar esos gastos post-diciembre. El sorteo es el 20 de enero, y anunciaremos al afortunado en un evento en vivo. Agradecemos mucho tu apoyo al emprendimiento nacional. 🍨
Si te animas a participar, ¡genial! Puedes comunicarte con nosotras a través de los números en la descripción. Solo déjanos tus datos y elige los números con los que deseas jugar. ¡Buena suerte! 🍯🍰
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Aquí Eu, proyectora emocional 6/2, pensando cómo comenzar a escribir un texto sobre mi persona. Actualmente tengo 30 años, no hubiese habido otra forma o momento de comenzar este proyecto que haciéndolo ahora. Diseño humano me regaló validación y confirmación en absolutamente todos los aspectos de mi vida. Comenzando los 30 años, aquellos perfiles con línea 6, empezamos una etapa de retirada, una retirada de lo anterior, un caminar más firme, una integración profunda y un sentido de paz y objetividad que se va asomando. El retorno de Saturno dio fin a mi primera fase de vida, aquella que presentía desde niña; era la gran fase maestra de prueba y error. Ahora puedo pasar a la siguiente etapa, "subir al techo de la casa" y mirar con perspectiva, habiendo probado lo suficiente.
Desde niña, tengo una inmensa curiosidad por el mundo espiritual, y aunque siendo pequeña lo enmarcaba en "espíritus y fantasmas", hoy mi cosmovisión tiene más que ver con la de una persona que abraza la vida sabiendo que hay un todo, una fuente, un Dios, una ingeniería inteligente que trasciende lo terrenal, acá también, diseño humano vino a sumar a esto. Siendo niña, esta temática espiritual me fascinaba y lo más cercano que tenía para acceder a ella, era el catolicismo de mi madre, que luego al crecer, comprendí que se quedaba corto a mi búsqueda.
Mi infancia y adolescencia fueron particularmente difíciles, con itinerancia de momentos cálidos, ambas etapas inmersas en la impronta de la línea 2, de arquetipo ermitaña. Siempre tendré mucho de ermitaña, el tema clave es, si la misma es llevada con amor fértil por esos momentos de soledad, o un estéril aislamiento.
Los conflictos familiares, el miedo y el desamor que crecía en mi, fueron moldeándome unos tiempos bastante complicados, de mucho sufrimiento, en familia durante mis primeros años y en silencio durante mi secundaria, con la única compañía de ataques de pánico casi constantes. Todo esto precedió a mi gran liberación al cumplir 18 años, terminar la secundaria, cambiar rotundamente mis vínculos, modificar mis hábitos alimenticios de un día para otro y dedicar mi tiempo a temáticas nuevas. En ese momento tenía un buen trabajo en una empresa, que me permitía empezar a probar el gusto de la independencia, que tal como había sembrado en mi adolescencia, era una liberación para mi. Trabajaba part time y tenía tiempo para ir a eventos de alimentación, espitualidad, ambiente, temáticas alternativas de todo tipo y explorar, explorar, explorar. Todo era nuevo, y se sentía un éxtasis y un despertar a algo desconocido, en mi vida. A esta etapa la defino hoy de otra forma, quizá juzgandola como cargada de ingenuidad, pero aprendí a abrazarla y agradecerle por haberme armado una cuna para todo lo que logré constuir y aprender después. Esta etapa tajante de mi vida, sobre todo, me mostró una fuerza en mi que no conocía.
Mi exploración desde los 20 a los 30 años continuó, más cauta, con más discernimiento e integración de lo aprendido. Estudié antropología, intentando negociar de alguna forma con el mandato de mi padre que exigía una carrera universitaria de importancia, probablemente "mayor" a las ciencias antropológicas, pero eso fue lo que pude, en el intento de no tirar del todo por la borda el mandato y seguir en búsqueda silenciosa de la aprobación de mi padre. Aledaño a eso, la búsqueda de lo alternativo comandada 100% por mi, continuaba firme y más apasionada: astrología, espitualidad, tzolkin maya, y en ese momento diseño humano hizo su primera aparición, estudiado por arriba y un poco desapercibido, recuerdo haber sentido que su lenguaje era muy random y complicado. Alimentación, ayunos, limpiezas hepáticas, charlas, eventos, viajes, viajes, viajes, hacia dentro y hacia lugares. Descubrí mi amor por el sur y las montañas y mi gran sensación de querer vivir ahí. Nuevamente, algo que el diseño luego me contó que era parte de mi energética pues mi entorno es montañas.
Construcción de vínculos de amistad con prueba y error, dos compañeros de oro que me enseñaron lecciones inmensas y regalaron compartires bellísimos.
Recorrí todo este camino siempre con la pregunta por mi propósito, aún sin respuesta, con un reloj en la almohada y el sentir de ese vacío de propósito. ¿Les pasa?. En muchas ocasiones, intenté llenar ese vacío, y otros, con comida. La crisis del qué hacer en mi vida, de los 25 en adelante, comenzó a sonar con alarmas más fuertes.
Llegando a mi retorno de Saturno comencé a experimentar con plantas sagradas, lenta y respetuosamente, con calma, con llamado, con sentido, con amor y no lo voy a negar; en principio con miedo. El miedo pasó, las plantas me dejaron siempre solo amor y grandeza. Algunos de los momentos más trascendentales de mi vida, momentos de recordarlo absolutamente todo, de "volver a casa", "volver al todo" de la mano de alguna planta sagrada. Una confirmación más de que nada de esto es un delirio, y de que somos seres espitituales viviendo una experiencia humana, y no al revés.
Pre cuarentena: diseño humano hizo su segunda aparición, y esta vez con estudio profundo y en principio autodidacta, me cambió poderosamente la vida. Me habló de dones, desafíos, estrategia de invitación y reconocimiento, autoridad emocional para tomar decisiones, autenticidad y propósito, todo desde una perspectiva energética y mecanizada en un diseño particular, mi carta. Todo me hizo tremendo sentido. El emoticon de ese momento es este: 🤯. Lo estudíe a lo largo y a lo ancho durante la cuarentena y aún sigo haciéndolo. Diseño humano es demasiado vasto y desconozco si algún día podré decir que finalicé su estudio, en realidad, lo dudo, ya que el mismo está en expansión y mutación constante, así como la vida.
La cuarentena me regaló estudio, propósito, encuentro, pero también un fuerte cierre de ciclo con uno de los duelos más duros y dolorosos de mi vida, uno que miré de frente y sin distraerme.
2022 me encontró vacía en muchos sentidos, desarmada post retorno de Saturno, y sin motivación, pero con la certeza de que el diseño había sido sembrado de una forma completamente distinta a todo el turismo alternativo anterior, esta vez, el diseño había llegado para quedarse, o yo había llegado a él y ahí me quedaría, al menos por un tiempo.
Es por todo esto que comparto las magias del diseño, para que aporten valor a todas aquellas personas que quieren ser parte.
Con amor,
Eu 💙
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