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#desolación/esperanza
i-cant-be-perfect · 1 year
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Y si no puedo ganar esta contienda... te prometo que no lloraré ni tendré miedo... ya no
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1702- Voy a seguir creyendo, aun cuando la gente pierda la esperanza. Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio. Voy a seguir construyendo, aun cuando otros destruyan. Voy a seguir hablando de paz, aún en medio de la guerra. Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad. Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha. Y seguiré gritando, aun cuando otros callen. Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas. Y transmitiré alivio, cuando vea dolor. Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas. Invitaré a caminar al que decidió quedarse y levantaré los brazos, a los que se han rendido. Porque en medio de la desolación, siempre habrá un niño que nos mirará esperanzado, esperando algo de nosotros, y aún en medio de una tormenta, por algún lado saldrá el sol y en medio del desierto crecerá una planta. Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y una mariposa que nos brinde su belleza. Pero, si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, solo acércate y dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa, con eso será suficiente, seguramente me habrá pasado que la vida me abofeteó y me sorprendió por un segundo. Solo un gesto tuyo hará que vuelva a mi camino. Nunca lo olvides.
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rinconliterario · 2 months
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Mátame, espléndido y sombrío amor, si ves perderse en mi alma la esperanza; si el grito de dolor en mí se cansa como muere en mis manos esta flor. En el abismo de mi corazón hallaste espacio digno de tu anhelo, en vano me alejaste de tu cielo dejando en llamas mi desolación. Contempla la miseria, la riqueza de quien conoce toda tu alegría. Contempla mi narcótica tristeza. ¡Oh tú, que me entregaste la armonía! Desesperando creo en tu promesa. Amor, contémplame, en tus brazos, presa. Silvina Ocampo.
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sinfonia-relativa · 2 months
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Cuando ya no me quieras
Cuando ya no me quieras
Cuando ya no me quieras, no pronuncies nada.
Deja que el silencio hable por ti,
un silencio elocuente que grite a los cielos
la verdad de un amor que se ha ido.
No mires a mis ojos, porque en ellos encontrarás la desolación,
el reflejo de un amor marchitado,
un espejo que devuelve la sombra del vacío.
No me toques, porque tu piel ya no sentirá el calor de mi alma.
Serán tus manos dos extraños sobre mí,
un frío contacto que hiela la piel.
No me pidas que me quede,
porque mis alas ya no me pertenecen.
Se han quebrado con la pena del adiós, y
solo me queda un cuerpo sin vuelo.
Seré el eco en el silencio,
la sombra que se funde en el oscuro sendero.
Entre los pliegues del tiempo,
perdido en el recuerdo,
hallarás mi presencia, como un susurro quedo.
Las estrellas testigos de nuestro amor yacen,
en el firmamento guardan la historia que nace.
Pero en el jardín marchito de los sueños,
se desvanece el aroma,
los besos son dueños.
Las flores en el lecho del olvido se marchitan,
entre pétalos caídos,
nuestros amores gritan.
Las páginas del tiempo escriben con crueldad,
el fin de nuestra historia,
la triste realidad.
Cuando ya no me quieras, déjame ir.
Suelta las amarras que me atan a tu puerto,
y deja que navegue hacia otros sueños,
en busca de un nuevo sol que ilumine mi camino.
No me retengas, porque soy un ser libre,
un ave que necesita volar para encontrar su cielo.
No me llores,
porque las lágrimas no traen de vuelta lo que se ha ido para siempre.
Recuerda los momentos felices,
las flores que brotaron en la primavera de nuestro amor,
y guarda en tu corazón la mejor parte de mí,
un pedacito de la alegría que compartimos.
Aun así, en la penumbra de la noche sin aurora,
mis versos clamarán tu nombre, sin temor a la hora.
Pues aunque ya no me quieras, en cada verso mío,
hallarás el eco eterno de un amorío.
En el rincón del alma, donde el amor persiste,
seré la luz que guía, aunque el destino insista.
Porque aunque ya no me quieras, en el fondo de mi ser,
tú serás el susurro que me haga renacer.
Adiós, mi amor. Que seas feliz.
Y que en tu horizonte se dibujen nuevos amaneceres,
llenos de luz y de esperanza,
porque la vida continúa,
y el amor siempre encuentra su camino.
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esuemmanuel · 5 months
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Tristeza por lo que se imaginó tener y no se pudo concretar.
Tú, melancolía… Yo, cerrazón. Tú, esperanza… Yo, desolación.
Algo muere en los lagrimales cuando se deja de llorar.
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Sadness for what was imagined to be had and could not materialize.
You, melancholy… Me, closed-mindedness. You, hope… Me, desolation.
Something dies in the tears when you stop crying.
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estefanyailen · 7 months
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En la penumbra etérea de esta noche sombría,
donde el alma languidece en melancolía sometida,
se arrastra la sombra de un amor extinguido,
como hojas mustias en otoño, su destino ya perdido.
El eco persistente de un corazón que desangra,
se enreda en recuerdos, sin hallar calma, sin tregua,
y el susurro del silencio, en su despiadado sigilo,
encadena secretos de mi tormento sutil y conciso.
Oh, desolación profunda, en este abismo reposaré,
mi ser se desgarra, razón en penumbras, yaceré,
en el laberinto de la melancolía infinita,
donde el dolor tiñe de luto mi vida finita.
En la tumba del olvido, mi alma yace quebrantada,
las palabras resquebrajadas fluyen como lágrimas derramadas,
y en esta noche sin fin, sin esperanza ni alborada,
encuentro en el abismo la morada de mi historia consternada.
En el laberinto insondable de la melancolía perpetua,
donde mi ser se encuentra en eterno conflicto,
el dolor impregna mi existencia con el luto
de una profundidad que trasciende lo común.
En el sepulcro del olvido, mi alma decae fracturada,
mientras el discurso elaborado se vierte y discurre por la vertiente como lágrimas derramadas,
sumergiéndome en una noche interminable,
sin vislumbre de esperanza,
donde halla morada mi historia, angustiada y sometida
al implacable escrutinio de lo inconsciente.
- Urdimbre Lacerante.
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redcomunitaria · 6 months
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"Hurakán también era conocido como el dios cojo para los hablantes de la lengua quiché. Pese a esto, no era un dios ridículo ni menor, sino todo lo contrario: era una poderosa deidad que le gustaba traer destrucción al mundo por medio de tormentas. Cuando enfurece nadie puede controlar su ira." 
Leyenda Maya
"Los restos del naufragio quedaron esparcidos o desaparecidos o rotos" reza la canción de Bunbury
El 25 de octubre de 2023, el huracán categoría 5, bautizado como Otis, desató una furia despiadada sobre el idílico puerto de Acapulco. Sus vientos aullaban con una ferocidad ensordecedora, arrancando techos y arrojando escombros como si fueran hojas secas. En medio del caos, el pánico se apoderó de los residentes, cuyos rostros reflejaban la desesperación mientras luchaban por salvar lo poco que quedaba de sus hogares. La rapiña se convirtió en una consecuencia inevitable, con almas desamparadas buscando desesperadamente cualquier rastro de sustento o seguridad.
Las calles se convirtieron en un campo de batalla contra la furia de Otis, con olas monstruosas devorando edificios y embarcaciones, vientos terriblemente fuertes y lluvia como nunca antes se había visto,  dejando a su paso un paisaje desalentador de escombros y desolación. El grito de los afectados resonaba en medio del tumulto, mezclado con el lamento de aquellos que habían perdido todo lo que conocían. El rugido del viento se entrelazaba con el llanto de los sobrevivientes, tejiendo un cuadro de desesperanza y desolación.
A medida que la furia de Otis se desvanecía, dejaba a su paso una cicatriz indeleble en los corazones y el paisaje de Acapulco y de los acapulqurños. La tarea de reconstruir se alzaba como un desafío monumental, mientras la comunidad se aferraba a la esperanza de un resurgimiento, un renacimiento que mitigara el trauma y la devastación dejados por la implacable fuerza de la naturaleza.
Los restos del naufragio quedaron esparcidos, desaparecidos o rotos, y se convirtieron en un recordatorio desgarrador de la devastación que Otis había desencadenado. Las viviendas destrozadas y los negocios arrasados se sumergieron en un mar de escombros, testigos mudos de la voracidad del Ciclón. Las embarcaciones destrozadas yacen varadas en tierra firme, sus cascos despedazados y sus velas hechas jirones, una triste metáfora de la lucha humana contra las fuerzas indomables de la naturaleza.
En medio del caos y la destrucción, los informes de pérdidas humanas se esparcían como una sombra lúgubre sobre Acapulco. Los cuerpos sin vida emergían entre los escombros, mientras los seres queridos buscaban frenéticamente a sus familiares y amigos desaparecidos. El lamento desgarrador de quienes perdieron a sus seres amados se entremezclaba con el estruendo de las olas y el aullido de los vientos que aún se resistían a ceder.
Las pérdidas materiales eran incontables, con infraestructuras colapsadas y recursos básicos escasos. La desesperación se filtraba a través de las grietas de la comunidad, mientras los sobrevivientes luchaban por encontrar refugio y provisiones en un entorno desolado. Las lágrimas y el temor se fundían en un torrente de incertidumbre, mientras la realidad implacable se hundía en la conciencia colectiva, dejando una herida abierta que solo el tiempo y la solidaridad podrían comenzar a sanar.
Don Ggatto | Superviviente de la furia del Huracán Otis
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UN ÁNGEL CAE DEL CIELO
Un angel cae, así como se cae de 10 metros de altura sin haber muerto, solo queda el sufrimiento, la desolación, la tristeza, el dolor....
Está roto, dolido, sin poder volar más, sin retorno y con un
Y ahora que?, 
La gravedad lo consumió y ya no hay más divinidad que lo salve, ahora puede ver la realidad, dejó de estar ciego, ya no lo reciben más, ya no pudo ver el cielo, ahora solo tiene a la humanidad,  tan simple y cruda como es, ya no puede posarse sobre el cielo y ampararse en su padre para sentir que tiene un plan divino para él, que al final todo va a ser perfecto y va a estar bien. Él, ahora, dolido, roto, caido y sin fuerzas, vió que todo lo que haga es su responsabilidad, al caer en su realidad, lo único que vió es que en verdad todo depende de él, y lo que haga lo puede llevar a un lugar incierto, no hay más un plan perfecto.... tal vez solo vaya vagando, o tal vez se proponga algo y lo logre, o tal vez... no lo logre, y solo le quede sobrevivir con la idea de que si no pasó lo que quería, simple y sencillamente se debe a un cumulo de cosas sucedidas de una manera tal, que su objetivo no se cumplió, pero que no es por alguna razón en especial, ni por algo divino, que lo unico que le queda es decidir si quiere seguir así, esperanzado en que un día algo de lo que haga salga bien, por el hecho de estar haciendolo una y otra vez, o si quiere dejarlo todo y no seguir aquí, él, así, con sus alas arrebatadas y con solo una sombra de esperanza, decidirá si quiere intentarlo de nuevo o rendirse ante su desilusión.
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Te amo, te amo con la distancia que el destino estableció entre ambos, te amo como si olvidara las direcciones opuestas en las que se encuentran nuestros derroteros, te amo con las grietas que dejaste y que florecen con briznas de esperanza, te amo con el miedo de encontrar tu rostro y una fuerza mayor me obligue a colapsar, te amo porque entre las personas que llegué a conocer pudiste comprender mis diversos pensamientos, te amo porque deseaste mis sueños como si fueran concebidos por ti; y porque siempre supiste que dentro ellos estabas tú. Te amo en la oscuridad cuando agonizo y un sublime recuerdo tuyo transita parsimonioso entre los estruendos de nuestra ruptura, te amo cuando tu voz se percibe en la desolación dominical y susurras versos que invalidan el hastío de esta rutina, te amo en el silencio mientras mi abstracción me apresa y en una retahíla de enigmas emerge tu imagen contra mi voluntad, te amo, te amo desde esta habitación sombría y desolada en donde se esparce la añoranza que va royendo los recuerdos que imperiosamente incorporo a mi consciencia. Te amo y te amaré también muerto, porque habrán palabras escritas que hablarán de ti, de este amor y, si mi cuerpo desvanece, mi alma permanecerá en alguna dimensión dispuesta a seguirte adorando…
—Adrihán Cárdenas (Cartas para Shey)
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Sakura, una leyenda japonesa sobre el amor
Sakura es una leyenda japonesa muy antigua que ha persistido en la cultura japonesa desde hace cientos de años y que todos deberíamos conocer para entender mejor cómo vivir y cómo cultivar el amor.
En la época de nuestra historia, los señores de los feudos libraban guerras entre ellos para obtener riqueza y poder, pero sembraban la tristeza y la desolación en todo el país.
A pesar de ello, había un bosque exuberante que ni siquiera la guerra había conseguido estropear, en él había árboles verdes y olores agradables. Ningún ejército se atrevió a estropear la belleza del lugar, por lo que nunca se libraron batallas en este bosque. Sin embargo, había un árbol en el interior que nunca floreció a pesar de su evidente salud.
A pesar de no tener ningún problema, el árbol parecía muerto y sin flores. Incluso los animales no se acercaban a esta planta porque temían que ellos a su vez fueran maldecidos. La hierba no crecía alrededor del árbol, como si nada vivo pudiera estar junto a él. El árbol parecía tan viejo a pesar de su corta edad que, según la leyenda, un hada del bosque se emocionó al verlo.
Una noche, el hada le susurró al árbol que quería ayudarlo a volverse exuberante y verde. Así que decidió lanzar un hechizo, durante veinte años, el árbol experimentaría lo que el corazón humano puede experimentar, de modo que sentiría emociones y quizás podría finalmente florecer.
Junto con sus emociones, el árbol podía convertirse en un ser humano en cualquier momento y luego volver a ser una planta, pero si no florecía al cabo de veinte años, moría inmediatamente.
Para prosperar, el árbol decidió vivir durante largos periodos entre los humanos, pero sus primeras experiencias solo le mostraron los horrores de la guerra.  Con el paso del tiempo, el árbol había perdido toda esperanza de liberarse de su condición, pero un día, transformándose en humano, caminó hasta un claro arroyo de agua donde vio a una hermosa joven llamada Sakura.
El árbol de aspecto humano se acercó a ella y la ayudó a llevar el agua a casa, charlando por el camino. A pesar de la guerra, ellos hablaban de las esperanzas y sueños que tenían para su país. Cuando la muchacha le preguntó cuál era su nombre, al árbol solo se le ocurrió decirle “Yohiro”, que significa “esperanza”.
Todos los días se reunían para charlar hasta que surgió entre ellos una profunda amistad. Con el paso del tiempo, el árbol decidió que no podía contenerse más, así que le dijo a la chica que la amaba y también le confesó su verdadera naturaleza de árbol que no podía florecer.
La joven permaneció en silencio y al acercarse el plazo, el árbol lo lamentó, sus veinte años llegaban a su fin. Así que decidió volver a la apariencia de un árbol con tristeza. Una tarde, cuando había perdido toda esperanza, el árbol vio a la joven acercarse y descansar a su lado. Le dijo que lo quería y lo abrazó intensamente. Le dijo que no quería verlo morir y que quería quedarse a su lado.
En ese momento, el hada volvió a aparecer y esta vez le pidió a Sakura que eligiera entre seguir siendo humana o fusionarse con su amado en forma de árbol. No dudó, su mirada vagó en el recuerdo de los campos desolados y destruidos por la guerra, inmediatamente decidió fundirse con su amado árbol que de repente, como por milagro, floreció.
La palabra Sakura significa flor de cerezo en japonés. Pasaron los años, pero desde entonces la fiesta de la flor se celebra en todo el país para conmemorar ese amor intenso y hechizante.
Sakura y el árbol vivieron juntos, fundidos en un solo ser que cada año regala inmensas emociones a toda la población japonesa, atrayendo a miles de turistas de todo el mundo.
Simbolismos Sobre La Flor De Cerezo
La flor del cerezo es delicada y con el viento enseguida se cae. Así, se puede disfrutar de su belleza y al caer en su plenitud, no da tiempo a verla marchitar. Esto guarda relación con los samurai en Japón. Es más, el emblema de los guerreros samurai era la flor del cerezo. La aspiración de un samurai era morir en su momento de máximo esplendor, en la batalla, y no envejecer y “marchitarse”, como tampoco se marchita la flor del cerezo en el árbol.
También a la flor de cerezo está dedicado el hanami (una celebración que se celebra a finales de marzo o principios de abril). En esa fecha se realizan excursiones a lugares donde florecen los cerezos a modo de reunión con la familia o los amigos pero también como una forma de admirar la naturaleza e incluso para reflexionar sobre el carácter efímero de la vida.
En Japón, la flor de cerezo también puede simbolizar la inocencia, la sencillez, la belleza de la naturaleza y el renacimiento que trae la primavera.
Finalmente la flor de cerezo y su breve florecimiento tiene un significado simbólico para los budistas. Se asocia con la temporalidad y el carácter pasajero de la belleza y la vida, pero también con el ciclo de trasformación de la vida, por lo que también se asocia al renacer.
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ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
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1618- SEGUIR CREYENDO... "Voy a seguir creyendo, aun cuando la gente lamentablemente pierda la esperanza. Voy a seguir dando mucho amor, aunque otras personas siembren odio. Voy a seguir construyendo alrededor mío, aun cuando otros destruyan. Voy a seguir hablando de paz, aún en medio de una terrible guerra. Voy a seguir iluminando el camino, aún en medio de la oscuridad total. Y seguiré sembrando, aunque otras personas pisen la cosecha. Y seguiré gritando al viento y al mundo, aun cuando otros callen. Y dibujaré muchas sonrisas, en algunos rostros con lágrimas. Y transmitiré alivio, cuando vea que las personas tienen dolor. Y regalaré motivos de alegría, donde vea y haya tristezas. Invitaré a caminar a cualquiera que decidió por su cuenta quedarse en un sitio. Y levantaré los brazos a los que se han rendido, y no tienen ninguna esperanza. Porque en medio de la desolación y la amargura, siempre habrá un niño vigilante...que nos mirará esperanzado, tratando de esperar algo de nosotros. Y aún en medio de una gran tormenta, por algún lado saldrá brillante el sol matutino. Y en medio del desierto árido crecerá una planta, llena de flores y de frutos. Siempre habrá un pájaro cantando alegremente alrededor nuestro, habrá también un niño que nos sonreirá alegremente y una mariposa que nos brinda su belleza silvestre. Pero...si algún día ves que no sigo al lado tuyo, ya no sonrío o callo, sólo acércate, abrázame y dame un beso, un abrazo o simplemente regálame una sonrisa. Son esas cosas simples las que nunca se olvidan. Con eso será suficiente por ahora, seguramente ya habrá pasado la tormenta que la vida me abofeteó horriblemente, y me sorprendió infraganti por un segundo
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danielac1world · 1 year
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No recaer,
no volver a caer,
¿y si lloro lo necesario? Quizás…
si pido un abrazo a tiempo, tal vez…
no importa el nada cuando el alma llora,
dentro de mi dolor la esperanza tiene alas,
y mamá sonríe,
juro solo por eso que en un segundo mi alma ríe,
y los besos son dulces,
y el mundo necesita su espacio,
yo ya no puedo respirar sola,
tan sola como cerrar los ojos esta noche.
Necesito,
¿qué necesito?,
agua salada por todos lados,
silencio y compasión,
falso sol para las heridas abiertas,
te entrego mi nombre si puedes mirarme a los ojos,
y dejarme morir en ti,
una espalda de tristeza,
dejame dormir,
dejame morir en ti,
como la amistad al alzarse la voz,
o la necesidad al amor,
soledad conjugada,
desolación,
mi niña quiere jugar con mis lágrimas,
en mis profundos sueños,
ella sabe también,
lo que es abrazar el dolor en soledad.
-danielac1world ~Dolor recuerdo~
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lena17galopinette · 4 months
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Tuve un sueño, que no era del todo un sueño.
El brillante sol se apagaba, y los astros
vagaban diluyéndose en el espacio eterno,
sin rayos, sin senderos, y la helada tierra
oscilaba ciega y oscureciéndose en el aire sin luna;
la mañana llegó, y se fue, y llegó, y no trajo
consigo el día,
Y los hombres olvidaron sus pasiones ante el terror
de esta desolación; y todos los corazones
se helaron en una plegaria egoísta por luz;
y vivieron junto a hogueras —y los tronos,
los palacios de los reyes coronados— las chozas,
los hogares de todas las cosas que habitaban,
fueron quemadas en las fogatas; las ciudades se consumieron,
Y los hombres se reunieron en torno
a sus ardientes refugios
para verse nuevamente las caras unos a otros;
Felices eran aquellos que vivían dentro del ojo
de los volcanes, y su antorcha montañosa:
Una temerosa esperanza era todo lo que el mundo contenía;
Se encendió fuego a los bosques – pero hora tras hora
Fueron cayendo y apagándose —y los crujientes troncos
se extinguieron con un estrépito—
y todo fue negro.
Las frentes de los hombres, a la luz sin esperanza,
tenían un aspecto no terreno, cuando de pronto
los haces caían sobre ellos; algunos se tendían
y escondían sus ojos y lloraban; otros descansaban
sus barbillas en sus manos apretadas, y sonreían;
y otros iban rápido de aquí para allá, y alimentaban
sus pilas funerarias con combustible,
y miraban hacia arriba
con loca inquietud al sordo cielo,
El sudario de un mundo pasado; y entonces otra vez
con maldiciones se arrojaban sobre el polvo,
y rechinaban sus dientes y aullaban; las aves silvestres chillaban,
y, aterrorizadas, revoloteaban sobre el suelo,
y agitaban sus inútiles alas; los brutos más salvajes
venían dóciles y trémulos; y las víboras se arrastraron
y se enroscaron entre la multitud,
siseando, pero sin picar —y fueron muertas para ser alimento:
y la Guerra, que por un momento se había ido,
se sació otra vez—; una comida se compraba
con sangre, y cada uno se hartó, resentido y solo
atiborrándose en la penumbra: no quedaba amor;
toda la tierra era un solo pensamiento
y ese era la muerte,
Inmediata y sin gloria; y el dolor agudo
del hambre se instaló en todas las entrañas —hombres
morían—, y sus huesos no tenían tumba,
y tampoco su carne;
el magro por el magro fue devorado,
y aún los perros asaltaron a sus amos,
todos salvo uno,
Y aquel fue fiel a un cadáver, y mantuvo
a raya a las aves y las bestias y los débiles hombres,
hasta que el hambre se apoderó de ellos, o los muertos que caían
tentaron sus delgadas quijadas; él no se
buscó comida,
Sino que con un gemido piadoso y perpetuo
y un corto grito desolado, lamiendo la mano
que no respondió con una caricia —murió.
De a poco la multitud fue muriendo de hambre;
pero dos
de una ciudad enorme sobrevivieron,
y eran enemigos; se encontraron junto
a las agonizantes brasas de un altar
donde se había apilado una masa de cosas santas
para un fin impío; hurgaron,
y temblando revolvieron con sus manos delgadas y esqueléticas
en las débiles cenizas, y sus débiles alientos
soplaron por un poco de vida, e hicieron una llama
que era una burla; entonces levantaron
sus ojos al verla palidecer, y observaron
el aspecto del otro —miraron, y gritaron, y murieron—
De su propio espanto mutuo murieron,
sin saber quién era aquel sobre cuya frente
la hambruna había escrito Enemigo.
El mundo estaba vacío,
lo populoso y lo poderoso —era una masa,
sin estaciones, sin hierba, sin árboles, sin hombres, sin vida –
una masa de muerte— un caos de dura arcilla.
Los ríos, lagos, y océanos estaban quietos,
y nada se movía en sus silenciosos abismos;
las naves sin marinos yacían pudriéndose en el mar,
y sus mástiles bajaban poco a poco; cuando caían
dormían en el abismo sin un vaivén –
Las olas estaban muertas; las mareas estaban en sus tumbas,
Antes ya había expirado su señora la luna;
Los vientos se marchitaron en el aire estancado,
Y las nubes perecieron; la Oscuridad no necesitaba De su ayuda. Ella era el universo.
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sinfonia-relativa · 5 months
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Bajo la luz de aquellos faros que me vieron caminar en las oscuras noches en las que la soledad y la desolación me acompañaron como mis únicas amigas , aquellos faros de luz que sobre mi alumbraban me vieron llorar y desesperada tratando de encontrar mi camino a casa. Aquellos faros de luz que me observaron sentarme en aquella acera como quien no tiene una casa , como quien no posee un hogar al cual regresar . Bajo aquellos faros de luz camine tantas noches , tantas veces llorando a soledades , sintiendo tanto miedo y tanto abandono. Bajo aquellas luces que me vieron crecer de alguna extraña manera siempre encontré una compañía a través del camino , en aquellas frías y tenebrosas madrugadas que me hacían sentír tan vulnerable , tan frágil , tan sola en este mundo tan cruel que se alimenta de corazones como el mío. Aquellas luces iluminan caminos pero también acompañan caminantes que como yo han perdido el rumbo. Donde quiera que voy siempre tengo que darme un momento para observar los faros junto a las carreteras , quizá aquello me haga rara, sé que lo soy de todos modos. Pero debo verlos , por que consigo traen una nostalgia de mis momentos más solos , más dolorosos, por que esas luce en los caminos oscuros que he recorrido me transmiten cierta esperanza, cierta compañía...
Moongirl
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daianaguidone · 9 months
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Hace mucho tiempo amé a alguien que jamás supo la verdad. Lo amé con todo mi fervor que lo esperé durante años porque tenía la pequeña esperanza de que algún día recordaría el porqué lo abandoné. Pero un día las señales de la naturaleza causaron tanta desolación en mí... Porque supe que ahora ama a alguien y yo no podré hacer absolutamente nada para impedir eso. Me di cuenta de que ya no tiene sentido recordarlo, de que debo continuar con mi vida sin él. Sin el único a quién yo podría haber cedido mi corazón entero. Ahora sólo sé que tengo mi compañía y la soledad que somete la dureza de mi alma. Ya no tengo valor para formar parte de la vida de alguien más. No, no lo tendré jamás.
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lunita-aa · 3 months
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En la oscuridad de la noche profunda,
la depresión acecha como sombra muda,
un peso en el alma, un susurro helado,
que envuelve mi ser en un mar agitado.
Sus garras frías se aferran a mi pecho,
ahogando mis sueños en un eterno despecho,
la tristeza se cuela en cada rincón,
tejiendo un manto de desolación.
La sonrisa se desvanece en el viento,
y el corazón se sumerge en su lamento,
cada día es una batalla sin fin,
entre la luz y la sombra, entre el ser y el no ser.
Pero en la penumbra aún brilla una luz,
la esperanza que alumbra el sendero de cruz,
con valentía enfrento la tormenta interna,
sabiendo que en el amor y el apoyo se encierra.
Aunque la depresión sea una sombra pesada,
sé que con amor y ayuda será despejada,
en la lucha diaria por encontrar la calma,
persisto con fuerza, en busca de mi alma.
Poema depreviso
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