Tumgik
#y que pasa con Cindy?
cabra-con-botones · 3 months
Text
Deberían meterme a 31 Minutos como el novio oficial de Tulio tbh
10 notes · View notes
globin--goblin · 9 months
Text
Dragón Claro: Abogado de primera
Todos los personajes de Ace Attorney, con nombres adaptados al español, con explicaciones de los significados y juegos de palabras.
El primer caso
Phoenix Wright: Dragón Claro. El dragón viene de su nombre japonés, Ryūichi, donde ryū significa dragón. Su apellido tiene el mismo efecto que Wright y Naruhodō, es una palabra que se utiliza mucho para decir "ah, ya veo." Apodos para Dragón incluyen Gon, Dragoncito mío, etc.
Mia Fey: Sandra Fatum. Sandra viene del griego, y significa "protectora." "Fatum" significa hada en latín. Los nombres de pila de sus parientes empiezan con "S" en esta versión.
Larry Butz: Pere Comonó. Su apellido japonés viene a significar "ya lo sabía," y Comonó es una adaptación de eso. La gente suele llamarlo Pero, otro apodo del nombre Pedro, haciendo así un chiste con "pero cómo no." En su clase, se decía "Si algo huele mal, va a ser Pere, cómo no."
Cindy Stone: Hortensia Migón. Por el hormigón. Cindy Nero/Cinder Block pasa a ser Hortensia Hormiga.
Frank Sawhit: José Loquebí. Por "sé lo que vi," al ser un testigo.
Winston Payne: Gerardo Lorido. Por "dolorido."
El caso de las hermanas
Maya Fey: Sofía Fatum. Sofía viene del griego, igual que Sandra, y significa sabiduría.
Miles Edgeworth: Abel Sable. Abel hace referencia a que es el hijo predilecto de su mentor. Su apellido Sable, además de sonar bien junto a su nombre de pila, es una referencia tanto al "edge" de su nombre inglés como al "剣" ("ken") del japonés, ambos de los cuales referencian las espadas.
Dick Gumshoe: Hércules Ganimard. Por Hércules Poirot y el inspector Ganimard, detectives de ficción de Agatha Christie y Maurice Leblanc. Hércules por ser un tío grande.
Marvin Grossberg: Gordon de la Montaña. Está gordo, y tanto su nombre japonés como el inglés hacen referencia a las montañas.
April May: Violeta Rosas. Por los colores y las flores.
Redd White: Rogelio Blanco. Por los colores, igual que en inglés.
Gatewater Hotel: Hotel Puertagua. Directamente del Watergate, parodiándolo.
El caso del samurái
Will Powers: León Hierro. Porque parece un león, y por la expresión "voluntad de hierro," en referencia al nombre inglés.
Jack Hammer: Isaac Torcido. Era actor, se había torcido el tobillo.
Penny Nichols: Carmen Tamara. Porque colecciona cartas, CARmen TAmara.
Sal Manella: Saúl Monela. Por la salmonela.
Cody Hackins: Pedro Taku. Es otaku, y se pasea por el estudio como Pedro por su casa.
Wendy Oldbag: Guadalupe Maruja. Por ser guarda de seguridad, y por ser una maruja.
Dee Vasquez: Astrid Vázquez. Forma "diva." Más o menos.
El caso del adiós
Lotta Hart: Margarita Sanabria. Por Margareta Momma, la primera mujer reportera, y por el lago de Sanabria, donde hay temas sobrenaturales.
Misty Fey: Socorro Fatum. Empieza por S, socorre a la gente, suena a señora mayor.
Gregory Edgeworth: Víctor Sable. Porque era la víctima.
Manfred von Karma: Evaristo del Karma. Porque ha evadido su mal karma y se ha salido con la suya.
Yanni Yogi: Marco Lepso. De narcolepsia, porque se hace el dormido.
Polly Jenkins: Loretta Pinares. Loretta por el loro, Pinares porque su apellido japonés significa "debajo del pino."
Robert Hammond: Roberto Cura. Nombre normal, basado en el inglés y el japonés.
El caso del renacer
(La referencia al fénix ya no funciona, este título está basado en el japonés, "giro total del renacer")
Ema Skye: Estela Celeste. Estrella, cielo. Nombre empieza con la misma letra que en inglés.
Lana Skye: Luna Celeste. Luna, cielo. Nombre empieza con la misma letra que en inglés.
Angel Starr: Alba Lucero. Alba y lucero tienen connotaciones positivas, y encajan con el Starr del inglés. Pero también vienen de Lucifer, que significa estrella de la mañana. Lucifer era un ángel, también encaja con lo del inglés
Jake Marshall: Jacob Sherman. Por Jacobo de la Biblia, hermano mayor, mientras que este es menor. Sherman de sheriff. Nombre en inglés por el tema de los vaqueros.
Neil Marshall: Esau Sherman. Por Esaú de la Biblia, hermano de Jacobo.
Bruce Goodman: Bruno Buendía.
Damon Gant: Kaiji Gante. Por "gigante", y su nombre japonés.
Mike Meekins: Donoso Ruíz. Ruidoso.
Joe Darke: Néstor Nomen. De nomen nescio, lo que se usa cuando se habla en un juicio de alguien cuyo nombre no se conoce.
6 notes · View notes
Text
Cumpleaños 🎂
Tumblr media
Kevin Costner cumple 69 años
Kevin Costner sigue dedicándose a la interpretación a pleno rendimiento. Bien es cierto que ha dejado el cine más apartado para dedicarse en cuerpo y alma a ‘Yellowstone’, la serie que protagoniza desde 2018, un drama centrado en un rancho de lo más profundo de Estados Unidos en el que su personaje se enfrenta a algunas dificultades, como la muerte de su hijo o el diagnóstico de un cáncer de colon. El actor está feliz con su carrera y, en los últimos días todavía más, pues acaba de cumplir 69 años
Tumblr media
El actor lo ha celebrado compartiendo una foto en el porche delantero del que es su hogar en la serie, una celebración en la que ha aprovechado para hacer una corta, pero concisa, reflexión sobre el envejecimiento y lo que significa, al menos para él.
“No creas lo que dicen sobre envejecer. Cada año que pasa es un regalo que se pone mejor y mejor con el tiempo. Gracias por los deseos de cumpleaños”
Tumblr media
Seguramente en estos días Kevin Costner ha estado rodeado de su familia, tiene siete hijos de tres relaciones diferentes, dos de ellas acabaron en matrimonio y aún sigue casado con su segunda esposa. Unos hijos de los que el actor presumió sobre todo en la década de los 90, cuando, por ejemplo, se llevaba a su primogénita siendo una niña como acompañante en las alfombras rojas.
Tumblr media
Tres hijos fueron de su matrimonio con Cindy Silva, otro de una relación corta y los tres más pequeños con Christine Baumgartner, su segunda mujer, 19 años menor que él y con quién ya lleva más de dos décadas, el próximo año cumplen 20 de casados.
Tumblr media
Aunque no se esconcen y acuden juntos a galas de premios, lo cierto es que tampoco trasciende demasiado de la vida personal de la pareja, ya que ella no tiene redes sociales y Costner utiliza las suyas más bien para temas profesionales, aunque de vez en cuando da pinceladas de su lado más personal.
Tumblr media
5 notes · View notes
marivelsblog1503 · 2 months
Text
🚑 Parte I: ¿Hasta dónde hemos llegado? 🩺
Con: 557 palabras en total. Anterior: || Índice: || Siguiente: Los personajes que conoceremos en esta historia, a partir de ahora. © Todos los derechos reservados.
Tumblr media
«— La vida es muy cruel, las personas pueden cambiar, algunas permanecen igual. —»
«— El dolor y la perdida son difíciles de olvidar, por más que lo intentes, nada puede reparar la grieta de un corazón, incluyendo la mente. —»
«— Algunos dicen que las pérdidas pueden ayudarnos a superarnos, pero, ¿Qué pasa si no es cierto?, ¿Qué pasa si solo te encierras en ese dolor? —»
«— Estás sufriendo y nadie lo nota, lloras en silencio y nadie te consuela, esta bien querer ser fuerte para no preocupar a las personas que amas, pero recuerda que ellos siguen en tu vida. —»
«— No te alejes de ellos, sigue adelante. —»
«— Ponte de pie y sigue luchando. —»
Tumblr media
╔═══════ 🚑 ═══════╗
Cast:
╚═══════ 🩺 ═══════╝
|| Lilan Bowden como Dina Boden. ||
Tumblr media
«— Chicago es mi hogar y no importa lo que otros digan, yo sé que soy una buena capitana para mi equipo en la 61, pero también una doctora. —»
|| Brian Tee como Ethan Choi. ||
Tumblr media
«— Soy un veterano de la marina, seguí los mismos pasos que mi padre, sin embargo tengo recuerdos dolorosos de aquellos días y eso, las pesadillas me siguen atormentando. —»
|| Anna Kendrick como Carol Boden. ||
Tumblr media
«— Esto es muy sencillo, yo te cubro y tú a mí, me cuidas todo el tiempo y ahora es mi turno de hacerlo contigo, estoy preocupada por ti y no quiero que te pase nada, no quiero perderte. —»
|| Eamonn Walker como Wallace Boden. ||
Tumblr media
«— Aun recuerdo aquella noche como si hubiera pasado un día, y sin importar los riesgos, las volvería a salvar, me importa muy poco lo que digan, ambas son mis hijas. —»
|| Melissa Ponzio como Donna Robbins de Boden. ||
Tumblr media
«— Aunque no las sostuve entre mis brazos cuando eran unas bebes, las tendré a ambas aquí conmigo, porque ustedes también son mis hijas, nada va a cambiar eso. —»
|| Sophia Bush como Erin Lindsay. ||
Tumblr media
«— Atrapamos al maldito que provocó todo esto, sé lo que siente encerrarte en tu propio dolor y te culpas por no estar con aquella persona que tanto amaste, pero no te preocupes, ellos ya no estarán sufriendo ahora. —»
╔═════════ 🚑 ═════════╗
Cast de los demás personajes:
╚═════════ 🩺 ═════════╝
🚒 Chicago Fire. 🔥
|| David Eigen como Christopher Herman. ||
|| Robyn Coffin como Cindy Herman. ||
|| Christian Stolte como Randall “Mouch” McHolland. ||
|| Taylor Kinny como Kelly Severide. ||
|| Jesse Spencer como Matthew “Matt” Casey. ||
|| Monica Raymund como Gabriela “Gaby” Dawson. ||
|| Lauren German como Leslie Shay. ||
|| Kara Killmer como Sylvie Brett. ||
|| Joe Minoso como Joe Cruz. ||
|| Yuri Sardarov como Brian “Otis” Zvoecek. ||
|| Charlie Barnett como Peter Mills. ||
|| Randy Flager como Harold Capp. ||
|| Dushon Monique como Connie. ||
🚓 Chicago P.D. 🚔
|| Jason Beghe como Hank Voight. ||
|| Jon Seda como Antonio Dawson. ||
|| Jesse Lee Soffer como Jay Halstead. ||
|| Archie Kao como Sheldon Jin. ||
|| Elias Koteas como Alvin Olinsky. ||
|| Patrick Flueger como Adam Ruzek. ||
|| Laroyce Hawkins como Kevin Atwater. ||
|| Mariana Squerciati como Kim Burguess. ||
🚑 Chicago Med. 🩺
|| S. Epatha Merkerson como Sharon Goodwin. ||
|| Oliver Platt como Daniel Charles. ||
|| Marlyne Barrett como Maggie Lockwood. ||
|| Torrey DeVitto como Natalie Manning. ||
|| Nick Gehlfuss como Will Halstead. ||
|| Yaya DaCosta como April Sexton. ||
|| Roland Buck como Noah Sexton. ||
|| Colin Donnell como Connor Rhodes. ||
|| Rachel DiPilo como Sarah Reese. ||
╔══════════ 🚑 ══════════╗
Playlist de esta primera parte:
╚══════════ 🩺 ══════════╝
|| Arcade de Duncan Laurence. ||
|| Could Have Been Me versión Halsey. ||
|| Fight Song de Rachel Platten. ||
|| I’ts Time de Imagine Dragons. ||
Anterior: || Índice: || Siguiente:
1 note · View note
el-escritor-52 · 8 months
Text
Nightmares
Tumblr media
XVII. HALLOWEEN (PARTE I) 5/5 (FINAL)
- ¡sueltala! -grita Nick aterrado al igual que todos los presentes.
Mavis hizo caso omiso, atrayéndola hacia ella con fuerza sin importarle que ella se raspe la cara.
Sin perder el tiempo, agarrá la caja de metal e intenta quitárselo pero Jane no se lo permite, forcejeando con ella. 
La cazadora luchaba para que la vampira no obtenga el cristal, no importa cuantos golpes recibia por parte de la chica.
- ¡damelo ahora mismo! -ordena Mavis mientras la golpeaba para que lo suelte.
De manera inesperada para los demás, Katherine corre hacia la vampira para después embestirla.
- ¡debes reaccionar! -le grita la mujer, rodeando el estomago de la vampira con sus brazos para detenerla. -recuerda las respiraciones que te enseñe.
Para mala suerte, Mavis le da un fuerte cabezazo a la mujer con tal fuerza que la hizo soltarse, acto seguido la empuja para que ya no moleste mas.
Rápidamente, agarra la caja de metal con la telequinesis, atrayéndola hacia ella.
- ¡por fin! -grita victoriosa, rompiendo la caja en mil pedazos y dejando a la interperie el cristal rosado.
Su felicidad fue tanta que pudo tranquilizarse, volviendo a la normalidad y desapareciendo el aura celeste y rosada, agarrando el cristal rosa con cuidado.
- ¡te lo dije! ¡pude conseguir el cristal rosa! ¡fui de ayuda padre! -grita emocionada, enseñandoselo a Drácula. 
- ¡¿Qué mierda es lo que has hecho?! -grita Frederick enojado, apartando del camino a la chica para ayudar a su hija.
- ¿pero que les pasa? He conseguido el cristal rosa... -dice la vampira confundida.
Todo ahora estaba en silencio, formando una tensión inmensa.
- chicos.. -dice Mavis, confundida por ver a Cindy, Jonathan y a su padre asustados pero preocupados.
-velo por ti misma.. -menciona Drácula decepcionado de su hija, mirando al suelo con el pesar de su corazón.
Ella frunce el ceño anonadada por el comentario, volteando atrás y percatandose de que Katherine se encontraba en el suelo con la nariz sangrando y con su padre auxiliando.
- ¿Katherine? ...
Para la sorpresa de todos, la mujer comienza a presentar dificultades para respirar.
- ¡no, no, no! ¡hija! -grita Frederick preocupado, buscando rápidamente su inhalador.
Eso sorprende mucho a Mavis, quien se aterroriza por saber que la mujer tiene asma y que ella le provocó uno al herirla y lo peor es que su inhalador se quemo junto con la casa el dia anterior.
- p-perdoname.. y-yo no.. -intenta formular alguna palabra pero solo tartamudeaba, invadiendo la ansiedad.
-tranquila, aquí estamos. -dice Adrián, ayudando a Jane para que se levante junto con Nick, quien estaba preocupado por su esposa al ver que recibió muchos moretones y cortadas en la cara.
La chica de cabello oscuro observa tambien a los cazadores e incluso a los demas que asesino a sangre fria, dándole recuerdos de lo que provocó en el hotel días atrás.
-no, no de nuevo... p-por favor no... -susurraba para si misma, aterrorizada mientras ve sus manos cubiertos de sangre.
-mi niña, cálmate y danos el cristal ahora mismo. -dice Drácula en un tono suave, intentando acercarse a ella.
- n-no quise hacerlo... yo solo queria ... -ahí se detiene por un momento, dándose cuenta de lo que hizo.
Al mirar el cristal rosa, tal vez le daría una oportunidad para arreglarlo todo.
Eso se fortalece cuando se escucha una risa a la distancia, al ver que era se percato que era Freddy de nuevo.
-no tienes escapatoria ahora ya que toda tu historia se repite una y otra vez. -dice el demonio de los sueños fingiendo mucha pena.
Mavis lo observaba con mucho miedo, su cuerpo temblaba y no sabe que hacer ahora. 
-todo el mundo te odia y lo mejor es que me facilitaste la tarea de poseer tu cuerpo.
- ¿q-que? -pregunta asustada.
-debiste escuchar a tu padre cuando te lo advirtió, ahora no tienes nada con que salvarte. -le dice Freddy sonriendo de manera maliciosa.
Ese comentario le hizo pensar ya que al ver el cristal rosa se le ocurre la misma idea que tenia antes: emanar el aura celeste.
-no dejaré que esto termine así. -dice ella, agarrando el cristal rosa pero alarmando a Drácula y Jonathan.
- ¡espera! ¡¿que es lo que haces?! -pregunta su padre alarmado.
- ¡no, no te dejaré escapar esta vez maldita hija de puta! -grita Nick, apuntandole con el arma. - ¡entrega el cristal rosa de inmediato!
-v-voy a arreglar las cosas, juro que lo haré pero deben darme la oportunidad de acabar con esto. -ruega la vampira.
En medio de la situación, la chica se percata de que Nick tenía su celular encendido y con un texto:
"llamada terminada"
- ¿Qué hiciste Nick? -pregunta Mavis asustada.
-llame a las personas indicadas. -respondió con suma seriedad y frialdad.
De manera inesperada para ella, varias patrullas de policía llegan rodeando a la vampira.
- ¡Mavis Dracula, ponga las manos arriba y ríndase o abriremos fuego! -ordena uno de los oficiales por medio de la bocina.
- ¡¿Qué?! ¿Por qué hiciste eso? -pregunta Jonathan atemorizado.
-un hombre debe hacer lo correcto. -responde con seriedad.
Cindy aprovecha la situacion para ir con Frederick.
-oye, pude encontrar esto. -dice la mujer de anteojos para despues sacar de su bolsillo un inhalador. -tiene poco pero nos basta para darnos tiempo y llevarla al hospital.
-eso sirve. -dice el hombre mayor agradecido, agarrandolo.
- ¡¡esta es la ultima vez que nos sacas de quicio asi que mejor entregate ahora!! -grita el policia, saliendo del auto con la bocina.
Resulta que era el mismo jefe de policia, quien miraba a la vampira con odio.
- tu... -dice Mavis al reconocerlo.
- esperen.. ¡¿planean matarla?! -pregunta Dracula, percatandose de que el hombre uniformado tenía una estaca en la mano. - ¡no pueden hacer eso! -les grita, intentando detenerlos usando la telequinesis.
De manera inesperada, uno de los jefes de policía le dispara una bala con extracto de liquido rosa, haciéndolo glitchear.
- ¡Drac! -grita Jonathan preocupado, acudiendo a su ayuda.
- ¡Papá! -grita Mavis preocupada, intentando ir hacia el, sin embargo, el jefe de policia le clava la estaca en el estomago, en la misma zona donde lo hizo el adolescente.
Ella grita de dolor, cayendo al suelo con el cuerpo temblando.
- te dije que no hicieras nada tonto pero siempre cometes un error ¿lo sabes? -pregunta el hombre mayor, agachándose para verla mejor. -resulta que uno de los soldados del gobierno fue muy bondadoso al cooperar conmigo para tener en nuestras manos un extracto del líquido rosa de tu cuerpo.
La vampira intentaba moverse pero el dolor era insoportable, limitándose a verlo.
-resulta tambien que los sueños son muy poderosos, puedes controlarlos a tu manera y lo mejor es que te ayudan en las investigaciones. -revela el jefe de policía mientras se reía un poco.
Eso confunde a la vampira, quien observa de nuevo a Freddy a lado del jefe de policía.
- ¿te doy el resumen, maldita perra? -pregunta el demonio sonriendo, elevando un poco su mentón con ayuda de las cuchillas. -ese adolescente no fue lo unico facil de manipular ¿sabes? Este idiota que esta a mi lado es muy fan tuyo asi que decidi darle una mano con todo esto.
- ... h-hijo de puta.. -trata de decirle aun con el dolor de su pecho.
-te dije que ahora estas en mi pueblo y que detesto a los valiente ¿y que haces después? Intentas hacerte la valiente con tus acciones como enfrentar a tu amado padre sobre tu "pobre infancia" -explica el demonio de los sueños. - ¿o me equivoco? -agrega el, desvaneciéndose. 
Ella se alarma, volteando a su lado ya que el apareció en forma de varias versiones de Mavis, desde la pequeña, adolescente y en la actualidad.
- mi padre jamas me apoyo y no se que puedo hacer. -decía la pequeña doppelganger, sacando muchas lágrimas.
- tantas aventuras que tuve con Hank, Pedro y Wendy y aun asi mi tía Lydia me desprecia por lo que soy. -menciona una copia exacta de la vampira pero adolescente.
-aceptalo pequeña idiota, no conseguirás derrotarme. -dice la doppelganger cuando recientemente cumplio 118 años con la misma vestimenta que tenía antes de llegar a Springwood. -soy mas poderoso que tu en todos los sentidos.
Mavis observa a su copia con furia.
- ni siquiera hiciste Click con Johnny, no fuiste capaz de decirle cuanto lo amas por culpa de tu ansiedad. -revela el doppelganger, acariciando el mentón de la vampira, quien le destroza el corazón oír eso. 
- ¡llevensela muchachos! -ordena el jefe de policía, sonriendo victorioso.
Ellos hacen caso y la levantan entre los dos.
- estas lejos de casa ¿eh, vampira? -pregunta uno de los oficiales a modo de burla, por lo que el resto reaccionas con risas.
Ella parece haberse rendido al verse derrotada por el demonio de los sueños, ha perdido la credibilidad de Frederick y Cindy al cometer el estupido error de adelantarse para ir por el cristal rosa y engañar a Adrian y a Nick.
Todos tenian razon; a fin y al cabo, lo unico que puede estropiar todo es la actitud de la vampira y ella lo supo ahora.
Cindy y Frederick la llevan a Katherine al hospital para atender sus heridas y conseguir un nuevo inalador pero la ultima se esta preocupando por Mavis al ver con dificultad que los policias estan rodeandola.
La mujer sabe que ella no fue mala persona y lo unico que tiene que hacer es controlarse, seguir adelante y enfrentar los miedos.
Nick no pensara hacer nada, llevandose a Jane a un lugar seguro junto con Adrian, siendo los unicos que quedan dentro de los cazadores que ha mandado Van Helsing.
Dracula se debilito por culpa de los glitcheos y Jonathan ahora lo cuida, sin embargo, los dos al igual que Katherine saben que la vampira necesitara ayuda en seguir adelante pero tambien debe saberlo por su cuenta.
Tal ves todo estaria perdido....
O no..
Mavis observa que el cristal rosa estaba en el suelo frente al jefe de policia, esta claro que el no se dio cuenta de la existencia del mineral.
Para su buena suerte, hubo un recuerdo que le vino a la mente:
--------------------------------------------------------------------------------------------
"lo unico que te puedo aconsejar es que enfrentes tus miedos"
"no tengo idea de como lograr eso, mis miedos son muy fuertes y lo unico que logro recordar son los pesimos momentos que he tenido a lo largo de los años"
"ese es el punto; ¿y los buenos recuerdos?" "tal ves tuviste malos momentos pero les prestas mucha atencion a esos detalles cuando en realidad lo que realmente importan son los recuerdos que te mantienen vivo, los que te motivan a enfrentar todos tus problemas a pesar de lo dificil que sean."
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
Una fuerte determinacion se apodera de ella, sabiendo lo que tiene que hacer sin arruinar todo.
Solo hay una cosa que ha sido de los recuerdos mas felices y es hora de revivir esa chispa que tanto ha perdido:
- ¡muévete! -ordena el policía, intentando mover a la vampira, sin embargo, no obtuvo resultado.
- ¿ahora que ocurre? -pregunta un policía, notando que ella está mirando al suelo sin notar que se preparaba mentalmente. 
- ¡escuchame estupida! ¡te vas a mover o nosotros lo haremos por la fuerza! -amenaza el jefe de policía, quitándole a la fuerza la estaca para preparar otro ataque, llamando la atención de Jonathan.
- ¡dejenla tranquila! -grita el chico de cabello café preocupado, alarmando tambien a Dracula quien observa con dificultad.
Sin embargo, pasa algo con la que no estaban preparados:
-creí hallar amor, mas solo fue un desliz, a esta chica halle y algo mas senti. -comienza a cantar, chasqueando los dedos al ritmo.
Esto confunde mucho a los policías.
- ¿Qué diablos? -dice uno de ellos.
-fue como un frenesí y hasta el aire perdí, tal vez como mojarse con un colibrí. -sigue cantando, moviendo su cuerpo al ritmo.
- ¡callate ya vampira! -le grita un oficial de policía, intentando golpearla.
De forma sorpresiva, ella lo esquiva con facilidad para después golpearlo usando el codo.
- ¿Qué carajo? -dice el mismo hombre anonadado, tapando su cara ya que le hizo sangrar la nariz. – ¡dame eso! -agrega el, quitandole un taser de su compañero.
El la ataca de nuevo pero ella lo agarra a tiempo y lo usa contra el, electrocutandolo pero empujándolo.
- ¿te crees lista eh? -pregunta el otro oficial de manera desafiante, agarrando una macana para después golpearla.
- y en un tris hubo click, que le canto así, oyendo las baladas de mi amigo stein, yo te miro y el mundo es un jardín... -de un movimiento rápido lo detiene en segundos, abriendo un ojo para mirarlo. -con mis ojos de borrego a medio morir. -canta sonriendo. 
En ese preciso instante, ella se transforma en murcielago para liberarse de los dos oficiales que estaban reteniendola para despues golpearlos rapidamente en la cara y en el estomago.
El de la macana la intenta golpear con todas sus fuerzas pero la murciélago agarra el bate y se lo arrebata, golpeándolo en la cara con tanta fuerza que lo deja noqueado.
-click en explosión, ya no hay preocupación y vale mil el click de reunión. -canta con mucha pasión aun en su forma de murciélago, chasqueando sus dedos. 
Varios oficiales la comienzan a atacar pero ella vuelve a su apariencia normal para contraatacar, otros comienzan a disparar pero detiene las balas usando la telequinesis, dejándolas inservibles.
Jonathan y Drácula se dan cuenta que ella estaba noqueando pero no matandolos, dándoles una gran sorpresa por ese buen cambio, incluso sorprendiendose de que la música la motiva a seguir defenderse. 
- esa será mi futura esposa. -dice Johnny boquiabierto.
- ¡levántense ahora mismo! ¡no dejen que escape! -ordena el jefe de policía furioso, mirando a Mavis quien tambien lo mira con una mirada desafiante.
- a la proxima fijate en donde pisas. -dice con aires de grandeza, pateando el cristal rosa hasta su mano, apretando con fuerza.
Claro que eso fue provoca un fuerte glitcheo pero por fin volvió a tenerlo.
- ¡espera Mavis! -grita su padre, volviendo las preocupaciones e intentando ir hacia ella.
- porfavor confia en mi, te dije que arreglare esto. -le dice rapidamente, mirandolo con tristeza.
-pero es peligroso.. -le advierte preocupado.
-me han pasado cosas peores, creeme. -dice sonriendo un poco. -no cometere el mismo error de nuevo. 
Al decir eso, comienza a correr lo mas rápido que puede, llevandose el cristal rosa.
- ¡no, que no escape! ¡¡atrapenla ahora mismo!! -grita furioso, corriendo hacia ella al igual que todos los oficiales incluyendo las patrullas de policía.
- debemos ser rápidos tambien. -menciona el principe de la oscuridad.
-pero estas debilitado por culpa de los policías. -dice Jonathan preocupado por el estado en el que se encuentra el vampiro.
-no te preocupes, aun puedo volar así que tu ve por Cindy y Frederick, tengo una idea. -al decir eso, se transforma en murciélago y se va por Mavis.
Jonathan le hace caso y va rápido al hospital.
El jefe de policía no se quedó atrás y llamó por teléfono a Nick:
-te necesitamos ahora muchacho, esa chica se escapo. -le avisa atemorizado.
- voy para alla. -al decir, cuelga el teléfono para preparar sus cosas, siendo detenido por Adrian.
-espere señor, se que es algo importante pero podríamos resolver las cosas de otra manera.
-ya es tarde Adrián, no pienso perder a mi esposa por la culpa de esa vampira. -explica el cazador, negándose a escucharlo. – muerte a Mavis Dracula.
El hombre sale en busca de Mavis pero el cadete no se quedara con los brazos cruzados, decidiendo algo que podría afectar su puesto con los cazadores pero no queda opción.
-señorita, no quiero que todo termine en tragedia y creo que usted tiene razón, le pido que vaya con Drácula y Jonathan para saber información. -le pide permiso muy nervioso.
-si lo haras pero esta vez yo te acompañare. -dice Jane decidida, levantandose de la cama aun con el ardor de su cara.
-espere, ¿Qué digo? -pregunta sorprendido.
-mi esposo no quiere escucharme y lo conozco muy bien; hara lo que fuera para cumplir sus objetivos, Drácula no es mala persona y yo confío que su hija tampoco lo es. -explica la cazadora, preparándose para partir. - ¿vienes cadete?
La pregunta hace sonreir al chico, quien acepta con gusto.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Varios autos de policía estaban persiguiendo a Mavis, quien solo corría tratando de esquivar las balas al mismo tiempo que no soltaba el cristal rosa en ningún momento.
- ¡no escaparas tan facil, Mavis Dracula! -le grita el jefe de policia, observando que la vampira seguía corriendo.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
CONTINUARÁ....
1 note · View note
reporteambiental · 10 months
Text
LAS OLAS DE FRÍO, ¿SON PRODUCTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO?
Tumblr media
Mientras que en el hemisferio norte se sufren cada verano olas de calor más extremas que el año anterior, tanto en términos de intensidad como de extensión espacial y duración, en el hemisferio sur, se viven olas de frío más prolongadas y los inviernos han sido los más fríos de los últimos 62 años.
¿A qué se deben estos fenómenos extremos? ¿Son las consecuencias evidentes del cambio climático? Analizamos estos fenómenos a continuación.
Fenómenos extremos en Europa
Europa está siendo testigo de una asombrosa serie de eventos climáticos sin precedentes, caracterizados por olas de calor de una magnitud extraordinaria. Estas condiciones extremas se distinguen por su prolongada duración, temperaturas excepcionalmente elevadas y la expansión geográfica. Incluso en regiones donde este fenómeno solía ser menos extremo, como en el caso del Reino Unido, se ha registrado un cambio drástico, llegando a alcanzar una temperatura récord de 40 °C por primera vez.
Esta oleada de altas temperaturas no está confinada a Europa, sino que ha extendido su impacto hasta abarcar el norte de África, el Medio Oriente y Asia. Además de su influencia directa en incendios forestales devastadores, causados por la proliferación de material combustible en el suelo, vegetación y pastizales secos que arden con facilidad, también representa una amenaza significativa para la salud humana, particularmente para los segmentos más vulnerables de la población.
Tumblr media
¿Qué pasa en el hemisferio sur?
Mientras tanto, en el hemisferio sur, Argentina ha experimentado uno de los otoños más fríos en los últimos 62 años y el invierno viene marcado por temperaturas más bajas de lo habitual. Incluso en el sur del país, localidades como Río Gallegos, Puerto Santa Cruz o El Calafate han enfrentado intensas olas de frío durante los meses de julio, según informes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Paralelamente, Australia también está viviendo uno de los inviernos más fríos en décadas, con muchas áreas experimentando temperaturas bajo cero.
La aparente contradicción entre estas bajas temperaturas y el contexto de calentamiento global puede explicarse por lo que se conoce como variabilidad climática. Según ha explicado Leandro Díaz, investigador del Conicet en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) — que depende del Conicet y la Universidad de Buenos Aires — , si bien las tendencias a largo plazo muestran un aumento general en las temperaturas, esto no significa que cada año deba ser necesariamente más cálido que el anterior. La variabilidad climática puede generar temporadas más frías en medio de un patrón general de calentamiento.
Cuando observamos el promedio anual de temperaturas en Argentina, se evidencia una tendencia hacia el aumento en los últimos años. Los años más cálidos, como 2017, 2020, 2012, 2015, 2021, 2014 y 2013, han ocurrido en la última década. Esto subraya la dirección hacia temperaturas más altas en general, especialmente cuando se analiza todo el año en lugar de estaciones específicas.
La meteoróloga Cindy Fernández, ha explicado que los estudios sobre el impacto del cambio climático han demostrado que uno de sus efectos es el debilitamiento del jet polar en el hemisferio norte. Esta corriente de aire intensa en la atmósfera alta está asociada con movimientos de masas de aire cálido o frío. El debilitamiento del jet polar resulta en más irrupciones de aire cálido desde la región del Sahara hacia Europa, intensificando las olas de calor en esa zona. Sin embargo, también se ha demostrado que, cuando el jet polar se debilita sobre Estados Unidos y Canadá en invierno, se favorece un mayor número de olas de frío, permitiendo que el aire polar alcance latitudes más bajas.
Tumblr media
Conclusiones
El cambio climático, aunque conocido por sus efectos en las olas de calor extremas, también está vinculado a olas de frío excepcionales. Esto se debe a que altera los patrones de circulación atmosférica, lo que modifica el comportamiento de la atmósfera. Así como en muchas áreas el cambio climático puede favorecer las olas de calor, en otros lugares puede propiciar olas de frío.
Originally published at https://reporteambiental.com/ August 04, 2023
0 notes
itsmyuniverse-ok · 1 year
Text
Si el zapato te queda - Julie Murphy.
Puntaje real: 3,5 "Si el zapato te queda" un retelling, adaptación de Cenicienta. La historia empieza diciéndonos que Cindy, es una chica graduada de Parsons, enamorada de los zapatos, se nos cuenta el porque y eso es algo que al menos yo aprecio. Como en la historia original, Cindy no tiene padres, pero una de las tantas diferencias que tiene con el cuento original, acá se nos cuenta como mueren sus padres y ella queda con su madrastra, Erica Tremaine o también conocida como Lady Tremaine. Algo que me agrada es que se le agregue el nombre a Lady Tremaine ya que esto la humanizada y le saca un poco la maldad que conlleva conocerla solamente por el apellido. En esta adaptación de la cenicienta tanto la madrastra como las hermanastras no son malas con Cindy, se tienen cariño y respeto y eso es algo que me gusta bastante. Algo que también tiene de diferente con la versión original del cuento es que acá Erica Tremaine es la cabeza de un programa de tele realidad llamado "Antes de la media noche" el cual trata de un candidato que tiene que elegir entre 25 mujeres, (esto a aparte de que tiene su equivalente a la realidad me hizo acordar muchísimo a "La selección" de Kiera Cass) y este programa es lo que nos da toda la historia del libro. Cindy decide participar en este programa junto a sus hermanas (que tiene una explicación dentro del libro) y su intención es usar la fama que le pueda dar el programa para impulsar su carrera como diseñadora, pero no esperaba encontrarse a Henry, un verdadero príncipe azul. Cindy y todas las participantes van a competir para ver quien puede ganarse el corazón de Henry, delante de las cámaras y de todo aquel que vea el programa.
"Todo sucede por alguna razón. El universo es una serie de reacciones. ¿Sera usted la re o la acción?"
Algo que me molesto al principio del libro la autora menciona MUCHAS veces, muy seguido que Cindy es gorda, y no digo que este mal que lo sea o que lo mencione, pero después de haberlo leído cinco veces en las últimas tres hojas creo que me acuerdo de que la contextura física de Cindy es diferente a la de Cenicienta. Ya después para la mitad del libro deja de mencionarse tanto y solo le menciona en ciertos puntos. La realidad del romance, del amor entre los dos protagonistas es que me gusto, pero no termino de decidir si es algo que pasa muy rápido o no, esto es una de las cosas que hace que le de 3,5 estrellas y no 4. Por el lado de las decisiones de Cindy, creo que nunca estuve tan de acuerdo con lo que la protagonista de una novela de romance hace, me encantó como justifica sus decisiones a pesar de que no tiene porque hacerlo, pero quiere, como se expresa y que no gaste energía en gente que no suma nada. Me pareció una buena protagonista.
Una sola cosa que me molesto un poco al final fue no saber que pasa con el walkie talkie, una vez que se queda sin batería no se le hace más mención, ¿Lo devolvieron? ¿Se lo llevaron? ¿Nadie, relamente, nadie de la producción se dió cuenta que faltaban dos aparatos IMPORTANTISIMOS? Pequeños detalles que me van a dejar molesta cada vez que me acuerde.
"Creo que eso es el amor. El amor real. Cuando quieres a alguein en sus peores momentos. Cuando crees que podrían ser mejores."
0 notes
redfluidwithlegs · 1 year
Text
Algunos datos de mí AU de fnaf que pueden estar un poco o bastante fumados- edición Elizabeth/vanny/Vannesa+Pig Tail Girl/Cindy/roselle
Dato 1- Vanny y Elizabeth son la misma persona, lo que pasa es que Elizabeth logro poseer el cuerpo de vannesa atravez de help wanted, William utilizaría a Elizabeth para cumplir sus metas de arruinar a fazbears. William sabe muy bien que Elizabeth no desobederia ninguna de sus órdenes por lo que uso a vannesa como un recipiente para que Elizabeth cumpla las órdenes de su padre, en pocas palabras podría decirse que es una doble personalidad lo que tiene vannesa.
Vanny es vannesa y vannesa 'es' Elizabeth.
2- Elizabeth le Cindy/Rose, por lo que le pregunto a su padre como amar o como hacer para que Cindy/Rose la quiera, William le aconsejo que busque la manera de mantenerla con ella sin que se aleje, por lo que Elizabeth se encargo de tomar algo muy preciado de ella(Cindy) y hacer un trato, Cindy se quedaría con ella a cambio de esta cosa preciada(ya en un futuro diré que es). Cindy acepta de mala gana y así empieza una..."bonita" relación
3- a Elizabeth no le gusta mucho que Cindy/Rose tenga el pelo desatado por lo que le hace coletas en el pelo las cuales Cindy no de quita pues no quiere hacer enojar a Eli.
(Actualmente las edades que tendrían son de 23-25)
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
1 note · View note
nancygada73 · 1 year
Photo
Tumblr media
Estaban dos hombres hablando sobre qué es un Mujerón.… Uno de ellos comienza a describir lo que para él significa un Mujerón: Describió los pechos, la cintura, los labios, las piernas, y el color de los ojos. Decía que un mujerón tiene que ser una rubia de 1,80 mt, siliconizada y sonrisa perfecta. Mujerones, dentro de ese concepto, no existen muchas, Cindy Crawford, Claudia Schiffer, Linda Evangelista, Naomi Campbell, Laetitia Casta e Inés Sastre. Y PARA TÍ: ¿CÓMO DEBERÍA SER UN MUJER��N?, INTERROGA A SU AMIGO Y ÉSTE, MEDITANDO UN RATO, EMPIEZA A DESCRIBIRLA: Un “mujerón” es aquella que coge dos autobuses para ir a su trabajo y dos más para regresar. Que cuando llega a su casa, encuentra un cesto de ropa para lavar, los deberes de los niños para revisar y una familia hambrienta para alimentar. Un “mujerón” es aquella que va de madrugada a hacer cola para garantizar la inscripción de sus hijos en el mejor colegio y aquella jubilada que pasa horas parada haciendo cola en un banco para cobrar una pensión insultante. Un “mujerón” es la empresaria que administra decenas de funcionarios de lunes a viernes y una familia todos los días de la semana. Un “mujerón” es aquella que regresa del supermercado con varias bolsas después de haber comparado precios y hacer malabarismos con el presupuesto. Un “mujerón” es aquella que se pone cremas, se maquilla, hace dieta, ejercicio, usa tacones y lencería, se arregla el pelo y se perfuma, sin tener ninguna invitación para ser portada de revista. Un “mujerón” es aquella que lleva los hijos al colegio y los va a buscar, los lleva a las clases de natación y los va a buscar, los lleva a la cama, les cuenta historias, ora con ellos, les da un beso y apaga la luz. Un “mujerón” es aquella madre del adolescente que no duerme mientras éste no llega sano y salvo a casa y que bien temprano por la mañana ya está levantada, calentando la leche y haciendo el café. Un “mujerón” es aquella que sabe dónde está cada cosa, lo que cada hijo siente, es esa que no le importa que decaigan sus senos por amamantar a sus hijos para que crezcan sanos y fuertes. Un mujerón es aquella que piensa más en su familia, en su hogar que en sí misma. Eso es https://www.instagram.com/p/CmP9NF1uVLm/?igshid=NGJjMDIxMWI=
0 notes
immelyna-14-tb · 3 years
Note
Me pasa todos sus Ocs para ir avanzando con el concurso :3
Los que ya he mostrado son:
Cindy, Layla, Lola, Fetty (son los que me acuerdo que he mostrado, pienso mostrar a los demás)
Y los otros son los de los fandoms en donde estoy -w-
PD: respecto a la otra pregunta, mi tablet se esta cargando, así que si podre mostrarle "como se dibuja", entre comillas porque no hay una manera correcta de dibujar en general(?
10 notes · View notes
wingzemonx · 3 years
Text
Resplandor entre Tinieblas - Capítulo 91. No hay que preocuparse por nada
Tumblr media
Resplandor entre Tinieblas
Por WingzemonX 
Capítulo 91. No hay que preocuparse por nada 
Cuando Rony salió por la puerta principal de la casa, la camioneta negra con el logo de Thorn Industries se estaba ya estacionando justo delante. Para esos momentos el anfitrión de la fiesta creía ya sentirse tranquilo, pero aquello menguó un poco cuando una de las puertas de la parte trasera del vehículo se abrió, revelando del otro lado justo la presencia de quien tanto le inquietaba.
Damien bajó primero, se paró firme en la acera delante de la casa, y alzó su mirada hacia Rony de pie al final de las escaleras, sonriéndole además de una forma que al joven le resultó inusual. De nuevo no pudo evitar preguntarse a sí mismo si aquel individuo era en efecto quien se suponía que era, pese a que de forma racional no tenía motivo alguno para dudarlo.
—¿Qué tal, Rony? —Le saludó Damien, alzando una mano hacia él en señal de saludo—. Te ves bien.
—Gracias, Damien —murmuró Rony dubitativo, y bajó con cuidado los tres escalones del pórtico hasta pararse delante de su invitado (forzado)—. Qué gusto verte de nuevo.
Le extendió su mano y Damien la estrechó con firmeza, justo como lo habían hecho hace algunos días al final de su último duelo de tenis. Pero la sensación que dicho apretón le provocó distaba mucho de asemejarse a aquel momento.
—Sí, yo igual —respondió Damien, ensanchando un poco más su torcida sonrisa—. Bonita casa, por cierto —añadió, mirando por encima de Rony hacia la casa a sus espaldas.
—Gracias. Es de…
La explicación que estaba por dar, fuera la que fuese, quedó interrumpida cuando la atención de Rony se centró en las personas que habían ido bajando del vehículo detrás de Damien. Por un lado estaba una joven rubia de atuendo azul y blanco, alta y más o menos de su misma edad; no era precisamente una chica bastante llamativa, pero tampoco era de mal ver. Sin embargo, su presencia quedó prácticamente opacada cuando vio a las tres niñas que se bajaron de la parte trasera por la misma puerta por la que había bajado Damien.
Tres niñas, ninguna de más de diez u once, pensó Rony, y ello lo dejó perplejo. Su lengua se trabó en su primer intentó por preguntar al respecto, y antes de lograrlo Damien se adelantó.
—Chicas, él es el buen Rony Helmut de quien les hablé —comentó el joven Thorn—. Y ellas son Sara —indicó colocando su mano sobre el hombro de la niña de largos cabellos negros—, Lala —prosiguió haciendo lo mismo con la segunda, de cabellos castaños, aunque a ésta pareció agradarle menos su contacto y se apresuró a quitarse su mano de encima en cuanto pudo—, y…
—Jessica —se apresuró a pronunciar la tercera de ellas, de anteojos y cabello castaño oscuro, antes de que la presentaran.
—Y Jessica —repitió Damien, con un extraño tono de complicidad—. Y ella… —Se viró entonces hacia la otra chica mayor, pero se le quedó viendo un rato con una sobreactuada expresión de confusión—. Lo siento, ¿tú cómo te llamabas?
En lugar de responderle, la chica sólo respiró hondo por su nariz, dio un paso al frente y le extendió su mano directamente a Rony.
—Soy Verónica —pronunció con voz estoica, pero amable a su modo—. Encantada de conocerte, Rony. Jugaste muy bien en la final de la otra semana.
—Oh, ¿estabas ahí? —Pronunció Rony, sintiéndose algo más a gusto con ella que con los demás presentes, y el sentimiento se mantuvo cuando estrechó su mano—. Te lo agradezco. La verdad es que creo que tuve un poco de suerte; estuve a nada de perder.
—Ni te imaginas lo cierto que es eso —soltó Damien de forma mordaz, confundiendo un poco al muchacho—. Pero bueno, ¿entramos de una vez?
Antes de que Rony les diera alguna confirmación a dicha solicitud, la niña presentada como Jessica se adelantó, casi haciendo a un lado a Rony para poder pasar, y subió los escalones hacia la puerta dando pequeños saltitos en cada uno. Lala la siguió justo después, y un poco detrás iba Sara.
—Con tu permiso —pronunció ésta última, con su mirada agachada al pasar delante de Rony.
Damien se dispuso a seguirlas, pero Rony se sobrepuso lo suficiente para tomarlo del brazo y detenerlo.
—Damien, espera un poco, por favor —le indicó casi sonando como una pequeña suplica. Damien sonrió extrañamente complacido, y miró sobre su hombro a Verónica.
—Mejor adelántate —le indicó apuntando con su cabeza en dirección a la casa—. No querrás dejarlas mucho rato solas, ¿o sí?
La chica rubia lo observó con seriedad unos instantes, y luego sin decir nada se adentró hacia la casa detrás de las niñas. En cuanto se alejó lo suficiente, Rony soltó sin pudor lo que tanto quería preguntar:
—¿Qué te pasa?, ¿por qué trajiste a esas niñas contigo?
—¿Por qué? —Murmuró el chico Thorn, irónico—. ¿Hay algún problema con eso?
—Pues… sí —pronunció Rony algo más dudoso, apartando además en ese momento su mano del brazo de Damien como si éste le hubiera quemado, y de cierta forma así lo sentía—. Cuando dijiste que venías con unas chicas… yo me imaginé otra cosa. No es en lo absoluto una fiesta para niñas, si entiendes lo que digo…
Damien rio abruptamente, sonando casi como si de alguna forma aquel comentario hubiera sido una de las cosas más estúpidas que hubiera oído, y Rony no pudo evitar cohibirse por ello, más que molestarse.
—Yo que tú me preocupaba más por tus invitados que por las mías —señaló Damien justo después, rematando su comentario (¿o advertencia?) con un par de palmadas en el brazo de Rony. Éste se quedó helado, sin saber cómo reaccionar.
El chofer de la camioneta se bajó en ese momento, rodeándola por el frente para entonces pararse firme a un costado, como miembro del servicio secreto.
—Kurt, espéranos acá afuera, ¿bien? —Le indicó Damien—. Estaremos sólo un rato.
—Lo que diga, Sr. Thorn —le respondió el guardaespaldas, apenas asintiendo lo necesario.
—Anda, Rony —añadió el Thorn justo después, rodeando el cuello de su anfitrión (forzado) con un brazo para obligarlo a andar hacia adentro de la casa—. No te quedes afuera en tu propia fiesta.
Rony no respondió nada, ni tampoco se opuso demasiado a que Damien lo llevara de nuevo adentro. Su único consuelo fue haberle escuchado decir que estaría “sólo un rato.” Esperaba fuera cierto.
— — — —
Dentro de la casa, Crystal, Kelly y Cindy se habían posicionado a un costado de la sala, en apariencia platicando entre ellas al tiempo que bebían de sus vasos. Pero, en realidad, las tres tenían un ojo en la entrada para apreciar cuando el tal Damien Thorn hiciera su aparición, pero procuraban no ser demasiado obvias al respecto. Sin embargo, lo que terminaron vieron entrar por esa puerta, ellas y todos los presentes por igual, fueron a las tres jóvenes acompañantes del joven Thorn. Las niñas se pararon una a lado de la otra, contemplando a su alrededor con curiosidad, pero no más curiosidad y confusión que como todos los demás las miraban a ellas.
—¿Pero qué carajos…? —Soltó Cindy, de una forma bastante contraria a su plan original de ser discretas, pero las otras dos no la culparon por dicha reacción.
—¿Quien abrió la guardería? —Comentó Crystal con tono irónico, aunque no precisamente divertida.
Verónica entró un poco después que las niñas, parándose detrás de ellas e inclinándose un poco hacia ellas para susurrarles algo.
—¿Y esa quién es?, ¿su niñera? —cuestionó Cindy, con una sensación similar a su comentario anterior.
Mientras las tres chicas, y otros más, intentaban adivinar a qué se debían esas presencias tan extrañas, Rony entró también a la sala, acompañado de alguien más. Y ese chico, de cabellos negros, rostro delicado, intensos ojos azules y una larga gabardina negra, rápidamente llamó la atención de Kelly y sus dos acompañantes.
—¿Ese es? —Le murmuró Crystal muy despacio a su prima, y ésta asintió lentamente.
—Ese es Damien Thorn, en todo su esplendor —murmuró Kelly, siendo incapaz de ella misma ocultar su impresión. Lo reconocía fácilmente, a pesar de en realidad nunca haberlo visto de tan cerca.
—Y qué esplendor —musitó Cindy con bastante impresión reflejada en su voz y rostro; sus ojos no se apartaban ni un instante del recién llegado.
—¿Y enserio es un niño bueno de iglesia? —Cuestionó Crystal a continuación, a lo que Kelly se encogió de hombros.
—Eso dicen.
—Quizás yo pueda hacerlo pecar un poco —señaló Cindy, con un tono tan pícaro que casi sonó lascivo.
—No seas tan zorra, Cindy —le reprendió Crystal, dándole un manotazo en su bazo que al parecer resultó ser más fuerte de lo previsto, pues Cindy soltó un pequeño quejido y se sostuvo el área golpeada con su mano.
Las tres notaron entonces como el tal Damien Thorn se aproximaba a la chica rubia y a las tres niñas, comenzando a hablar de manera bastante casual con las cuatro.
—¿Acaso las niñas son esas amigas que dijo que venían con él? —Murmuró Crystal, entre sorprendida y divertida—. Vaya broma.
—Quizás son sus hermanitas —especuló Cindy, ya menos adolorida por el golpe, pero Kelly se apresuró a responderle:
—No lo creo, se supone no tiene nada de familia, menos hermanas.
—¿Y la chica será su novia? —Inquirió Crystal con genuina curiosidad.
Las tres observaron cómo el muchacho se mantenía a una distancia prudente de ella, pero igual de vez en cuando le dirigía algún comentario, aunque pareciera que no fuera directamente a ella.
—Yo no la conozco —indicó Kelly tras un rato—. Pero se ve tan santurrona como él, así que tal vez…
Pero en realidad no lo creía; su lenguaje corporal no indicaba nada parecido a ello. Además de que en su opinión, si Damien Thorn tuviera una novia, aunque fuera por una noche, sería alguien más… llamativa que esa flacucha insípida.
— — — —
—¿Y ahora qué hacemos? —cuestionó Samara con curiosidad, mientras recorría su mirada por toda la sala, inspeccionando al resto de las personas ahí presentes; todos jóvenes de la edad de Damien o mayores, y ninguno en apariencia demasiado amistoso.
—Lo que gusten, por supuesto —respondió Damien con simpleza a su pregunta, acompañado de un par de palmadas en la espalda de la pequeña—. Diviértanse; pero con moderación…
Y dada aquella instrucción, caminó entre ellas y se dirigió directo a la puerta que daba hacia la terraza.
—¿A dónde vas? —Le cuestionó Verónica efusiva, pero el chico no se viró siquiera a mirarla mientras salía.
Las cuatro lo miraron en silencio, al menos dos de ellas preguntándose si acaso debían seguirlo o no, aunque otras tenían mucho más claro lo que querían hacer.
—Si me disculpan, yo buscaré un poco de alcohol —indicó Esther sin menor miramiento, y se dirigió entonces hacia dónde parecía estar la cocina.
—¿Qué?, no puedes… —pronunció Verónica alarmada, dando unos pasos detrás de ella, pero luego deteniéndose unos instantes al dudar si acaso debía o no dejar solas a las otras dos.
Lily en esos momentos miraba fijamente a su alrededor, con su rostro alzado como si intentara percibir algún tipo de aroma o sonido. Su expresión era particularmente seria, o incluso reflexiva.
—¿Estás bien? —Le preguntó Samara, ligeramente preocupada, a lo que Lily asintió lentamente.
—Hay muchas emociones flotando en ese sitio —masculló despacio la niña de Portland, aunque no era muy evidente si aquel comentario era hacia Samara o hacia sí misma—. Discúlpenme un momento…
Y al igual como Damien y Esther lo habían hecho, comenzó a andar por su cuenta hacia un rincón del cuarto.
—Lily, no deberíamos separarnos —masculló Verónica entre dientes.
—No molestes —le respondió la jovencita de mala gana sin detenerse—. Tu jefe dijo que hiciéramos lo que quisiéramos; qué no te importe lo que yo haga.
Y tras un rato se perdió también de su vista, dejando muy claro que no le haría caso.
Verónica se encontraba en los primeros indicios de un ataque de ansiedad. ¿Cómo era posible que evitara que esas niñas, y el propio Damien, hicieran una locura si ni siquiera la escuchaban?
Sacó rápidamente su teléfono y abrió la conversación con Ann. Ésta aún no le respondía, y de hecho ni siquiera había leído aún sus mensajes, y era probable que no los leyera hasta dentro de algunas horas, si tenía suerte…
—Descuida, yo me portaré bien —escuchó la voz apagada de Samara pronunciar a su lado. La joven de Moesko la veía atentamente con sus ojos tranquilos, un poco ausentes—. No tienes que ocuparte de mí…
Verónica se preguntó si acaso había leído en su mente las preocupaciones que la saturaban en esos momentos, pero en realidad poco importaba pues éstas igual eran bastante visibles en su rostro de seguro. Y para bien o para mal, debía aceptar que en el poco tiempo que llevaba de conocerlas, Samara parecía la más tranquila y cooperativa de las tres chicas. En el fondo sentía que ella era una buena chica; demasiado buena para andar en compañía de esos otros dos pequeños monstruos.
—Está bien, gracias —asintió Verónica, sonriéndole—. Iré a vigilar a las otras entonces, ¿sí?
Samara asintió lentamente, y Verónica se apresuró en la misma dirección a la que había ido Lily. La niña sólo la observó en silencio…
En realidad no quería que se fuera; estar sola en un sitio como ese le provocaba demasiada incomodidad, especialmente al estar rodeada de tantos extraños con aires agresivos.
Giró su mirada distraída, quizás buscando un sitio en el que pudiera sentarse y no llamar la atención, o quizás ver si le era posible ver a dónde se había ido Damien. En su lugar, sin embargo, lo que captó la atención de la niña fue la enorme pantalla de la sala, con el videojuego que los chicos en el sillón jugaban. Parecía ser algún tipo de juego de disparos con estética futurista, que además de todo hacía bastante ruido. Samara no conocía mucho de eso pues sus padres no les agradaban mucho, pero ciertamente los conocía. En el Psiquiátrico de Eola la habían hecho jugar uno para algunas pruebas, pero bastante menos detallado que ese. Esas pruebas para variar no le desagradaban tanto.
Sin darse cuenta, comenzó a aproximarse hacia dicho sitio, contemplando fijamente como los personajes se movían por la pantalla dividida en cuatro, disparando a enemigos de apariencias monstruosas que saltaban delante de ellos, manchando sus cámaras de sangre. Aunque uno de los cuatro en particular hacía rato que había dejado de moverse.
— — — —
Ya fuera por la droga o no, lo cierto es que la concentración de Milton había mejorado bastante, y la partida que los chicos jugaban en esos momentos estaba saliendo bastante mejor de lo esperado. Sin embargo, esa concentración, en apariencia tan sólida, terminó por menguar bastante fácil en cuanto se enfocó enteramente en otra cosa, o más bien en otra persona.
Al dirigirse a la terraza por la puerta que había tomado Lily, Verónica pasó por un lado de los sillones, y los ojos azulados, y algo enrojecidos, del muchacho se fijaron en ella y la siguieron atentamente en su avance hasta que se perdió en el exterior. Fueron unos segundos, pero a Milton aquello le bastó para inspeccionarla de arriba abajo, y memorizar su apariencia con bastante claridad.
No tenía ni la menor idea de quién era esa chica, pero definitivamente quería saberlo…
—Ese es mi tipo de mujer —exclamó efusivamente el muchacho de sombrero, parándose abruptamente de su asiento y tirando el control contra la mesa de centro de forma poco cuidadosa—.  Ahí se ven, perdedores.
Y sin dar mayor explicación, se dirigió apresurado hacia la puerta, persiguiendo a la misteriosa chica que tanto le había cautivado.  
—¡Oye! —Exclamó claramente molesto uno de los otros chicos, contemplando cómo se alejaba de esa forma a media partida—. ¡Aún no terminamos! ¡Vuelve acá!
Pero Milton hizo caso omiso de sus quejas, e igual se fue bastante decidido, y sus compañeros de juego soltaron una maldición en su nombre.
Al virarse hacia la pantalla con la intención de decidir qué hacer a continuación, aquel que se encontraba más a la izquierda se sobresaltó asustado, al notar repentinamente a la niña de vestido amarillo y largo cabello negro de pie prácticamente a su lado, y que no había notado en lo absoluto antes.
—¿Y tú de dónde saliste? —le cuestionó entre sorprendido, y extrañamente asustado.
—Vengo con… —murmuró Samara dudosa, y se giró con la intención de señalar a alguien, pero fue consciente en ese momento de que en realidad no había nadie conocido cerca—. Sólo estaba mirando…
Los chicos la observaron un tanto extrañados. ¿Qué hacía exactamente una niña en una fiesta como esa? Pero por el motivo que fuera, a uno de ellos en particular pareció no importarle mucho, pues en ese momento estiró el brazo hacia la mesa, tomó el control que Milton había dejado, y entonces se lo extendió a la desconocida.
—¿Quieres jugar? —Le preguntó sin muchos rodeos, tomando por sorpresa a sus compañeros.
—Oye —le reprendió uno de ellos, dándole un discreto golpe en su brazo con una mano, y preguntándole con la sola mirada: “¿qué crees que haces?”
—Nos falta uno —respondió el mismo chico a la defensiva—. Sólo para terminar la partida, no sean infantiles.
Se viró entonces de regreso a Samara y añadió:
—¿Entonces? ¿Quieres o no?
Samara miró algo temerosa el control que le extendían, con bastante más botones que el que había usado en el psiquiátrico. Le provocaba demasiada ansiedad el imaginarse metiendo la pata al no saber cómo jugar, y que por ello esos chicos se enojaran con ella, le gritaran, la reprendieran, o…
Arrugó un poco el entrecejo, preguntándose repentinamente a sí misma por qué exactamente les tenía miedo a esos sujetos.
«Si alguno de ellos se enojara con Damien, Esther o Lily… ellos no permitirían que les hablaran de mala forma. Los harían respetarlos» meditó para sí misma, sintiéndose de hecho un poco sorprendida por su propio pensamiento, pero no por ello le restaba veracidad.
Al final decidió no darle tantas vueltas, y sólo aceptó el control que le ofrecían, tomándolo entre sus dedos.
—Supongo que sí —masculló despacio, tomando asiento justo después en el sillón individual que Milton había dejado desocupado. Miró entonces hacia la pantalla, intentando entender más claramente la situación—. ¿Quién soy?
—El de armadura negra, en la esquina superior izquierda —le respondió de malagana uno de los chicos, y rápidamente comenzaron de nuevo la partida, sin darle demasiado tiempo a la nueva jugadora para prepararse por completo.
Rápidamente los cuatro jugadores comenzaron a moverse por el campo repleto de monstruos. Y mientras los otros tres se movían con gran facilidad y atacaban sin dudar, Samara tenía problemas al inicio para entender qué hacía con exactitud cada uno de los botones. Escuchó incluso como uno de ellos se reía, y claramente sintió que era de ella. Aquello no la puso más nerviosa… sino más bien molesta.
Sus ojos oscuros se fijaron por completo en la pantalla; en la oscuridad, en las criaturas monstruosas, en la sangre… nada peor a lo que le habían mostrado sus pesadillas.
Poco a poco sus dedos comenzaron a reaccionar casi por sí solos, como si las claves sobre qué debía de hacer vinieran a su mente directamente sin que ella tuviera que pensarlo. Y de un momento a otro, comenzó a moverse a la par de los otros; o, incluso, un poco mejor.
—No está mal, niña —comentó uno de los chicos, sinceramente impresionado, y aquello hizo que una sonrisita se dibujara en los labios de la pequeña.
— — — —
Esther entró en la cocina, y desde la puerta contempló a un grupo de siete chicos (cinco hombres y dos mujeres) de pie alrededor de la isla del centro, platicando y riendo mientras se servían licor en sus vasos rojos. Estaban tan ensimismados en sus asuntos que no notaron a la niña de un metro treintaicinco hasta que ya estuvo lo suficientemente cerca de ellos.
—Buenas noches, chicos —saludó efusivamente, abriéndose paso entre ellos y entonces colocándose de rodillas sobre uno de los taburetes de la barra. Los siete presentes la miraron totalmente perplejos, mientras ella inspeccionaba curiosa las botellas y latas de alcohol sobre la encimera—. ¿Qué es lo más fuerte que tienen? Llevo bastante tiempo sin un buen trago.
Sin que nadie le tuviera que dar permiso, tomó una botella de lo que parecía ser tequila, y la abrió con la intención de servirse un poco en un vaso limpio.
—¡Oye! —exclamó alarmada una de las chicas presentes, apresurandose a arrebatarle la botella, y derramando un poco sobre la isla en el proceso—. Ni lo sueñes, mocosa. ¿Qué edad tienes?
—¿Qué edad tienes tú? —Le respondió Esther sagaz, recorriendo entonces su mirada lentamente por cada uno de ellos—. Creo que está de más decir que ninguno de ustedes se ve de más de veintiuno.
Su atención se centró entonces justo en un muchacho de piel oscura, de pie al otro lado de la isla, bastante alto y fornido; lo suficiente para llamar la atención de la necesitada Leena.
—Bueno, creo que excepto tú, guapo —sonrió Esther con complicidad, teniendo además en sus ojos una muy incómoda y taimada expresión—. Lindos brazos...
Los siete chicos se miraron entre ellos, ofuscados, y quizás preguntándose entre ellos si acaso aquello era algún tipo de broma.
Esther notó entonces una cajetilla de cigarrillos abierta, puesta sobre la encimera muy cerca de ella. Y luego, sin necesidad de que pidiera permiso, la tomó y sacó un cigarrillo de ésta, colocándoselo entre los labios.
—¿Alguno tiene fuego? —Les preguntó con absoluta normalidad, y aquello pareció suficiente para todos.
—Pero qué loca —señaló otro de los chicos, y uno a uno comenzaron a salir de la cocina, intentando alejarse de aquella niña tan extraña, y especialmente de la obligación de tener que buscar con quién venía o, aún peor, tener que cuidarla ellos mismos. Esther no lamentó su partida; bueno, quizás sólo la de uno de ellos.
—Oye —exclamó con fuerza hacia el mismo muchacho de color que había contemplado hace unos momentos, justo cuando éste pasaba a su lado. Por mero reflejo, y quizás cortesía, el chico se detuvo la miró, y ésta lo hizo de regreso de la misma forma que antes—. No me suelen gustar tan jóvenes, pero por ti haría una excepción. Si quieres ir a una de las habitaciones conmigo, no te arrepentirás…
La intención detrás de esa propuesta era bastante clara, y el chico se sintió profundamente asqueado por ella.
—Estas muy dañada, pequeña —le murmuró despacio con molestia, pero también con cierta compasión en su voz—. ¿Quién te lastimó tanto?
Esther bufó divertida por su pregunta tan ocurrente, mientras jugaba con el cigarrillo entre sus dedos.
—¿Tienes una hora?, porque la lista es larga…
El muchacho sólo negó con su cabeza, y se apresuró a salir de la cocina detrás de sus demás amigos.
—Aguafiestas… —murmuró Esther con marcado enojo al verlo partir.
En otro momento y lugar hubiera optado por ir detrás de ese idiota, y atravesarle el hígado con un picahielos (había uno a la vista sobre la cocina) como castigo por haberle rechazado de esa forma. Y dicha opción ciertamente seguía sobre la mesa, pero de momento tenía otro interés.
Ya que se fueron ahora sí tomó la botella de tequila y se sirvió todo lo que quedaba en el vaso, hasta casi hacerlo desbordarse. Lo tomó entonces con cuidado, y dio el que sería su primer trago de la noche, pero no el último.
— — — —
A lo largo de su productiva carrera como reportera, activista y, para algunos, terrorista, Charlie se había tenido que meter a escondidas a una gran cantidad de sitios con alta seguridad. En comparación, saltar la barda trasera de ese residencial en Malibú no representó mucho mayor problema.
Habían estacionado la camioneta unas calles más adelante, escondida entre algunos follajes para no llamar demasiado la atención, pero en un punto en donde pudieran tener una vista casi directa de la entrada y salida del residencial por los binoculares. Y mientras Kali y Abra la aguardaban ahí, ella se adentró sola, pero siempre acompañada del audífono y micrófono en su oído, y un pequeño prendedor en la solapa de su chaqueta que serviría en realidad como cámara integrada para que sus dos acompañantes pudieran ver lo que ella veía.
—Estoy dentro —les murmuró despacio mientras avanzaba con paso relajado y tranquilo, como si no fuera una completa intrusa en ese lugar—. Hay demasiadas casas, ¿cómo saber en cuál está?
—La camioneta no ha salido —le indicó la voz de Eight en su oído—. Ve si la identificas estacionada afuera de alguna.
No era mal consejo, siempre y cuando no se hubieran metido al garaje de alguna.
—Muchas de estas casas parecen vacías —señaló Charlie al darse cuenta que las luces de varias estaban apagadas, y no había vehículos visibles en ellas—. De seguro son casas de playa de ricos para el fin de semana, o quizás para rentarlas en el verano. Pero a mitad de noviembre…
Sus oídos captaron algo diferente entre la casi absoluta quietud de la calle, que la hizo ponerse en alerta.
—Oigo música —indicó con seriedad, y comenzó entonces a avanzar con más prisa en la dirección de la cual aquel sonido venía, pero no lo suficiente para verse apurada.
Al dar vuelta en una esquina, unas tres casas más adelante justo donde la calle terminaba en una amplia rotonda, divisó la camioneta negra que había estado siguiendo durante todo ese rato. Y en un vistazo más cuidadoso, observó también al hombre de traje negro de pie a un lado del vehículo, fumando un cigarrillo mientras revisaba su teléfono.
Charlie se viró hacia otro lado, se pasó discretamente a la otra acera y caminó por ella como si se dirigiera a la casa de enfrente. Miró de reojo en dirección a la camioneta, y no le pareció que el hombre del cigarrillo hubiera captado su presencia.
—Ya vi la camioneta, está frente aquella casa —indicó Charlie en voz baja mientras se adentraba en el porche de la otra casa, por suerte al parecer sola en sus momentos, ocultándose un poco entre las sombras—. Creo que sólo está el conductor.
—Thorn debe estar dentro —indicó Kali, señalando la deducción más obvia.
Oculta en las sombras, y detrás de un pilar del porche, Charlie echó un vistazo a la casa en cuestión, la cual parecía de las más grandes y lujosas del barrio, y ciertamente eso era decir mucho. Todas las luces estaban encendidas, y la música, aunque no era estridente, estaba en el volumen suficiente para que se escuchara desde ese punto.
— — — —
De hecho, incluso Kali y Abra fueron capaces de oírla a través del micrófono de Charlie. Y a la más joven del trío la canción en cuestión le pareció conocida; era una bastante popular de ese mismo año.
—¿Es una fiesta? —Murmuró confundida la joven de Anniston—. ¿Vino hasta acá sólo para asistir a una fiesta?
—Al final sigue siendo un chico de diecisiete años, al parecer —señaló Kali, encogiéndose de hombros, a lo que Abra no tuvo mucho para responder—. Te diría que entraras a ver, Roberta; pero si es una fiesta de chicos, de seguro un vejestorio como tú resaltaría rápidamente.
—Qué graciosa —murmuró Charlie secamente en su micrófono.
—Yo puedo hacerlo —propuso Abra rápidamente, a lo que Charlie no tardó mucho en responder con bastante agresividad:
—¡Claro que no! Thorn te conoce, ¿lo olvidas?
—No hablo de ir, ir —respondió Abra, defensiva—. Me refiero a proyectar mi mente hacia ahí. Lo he hecho en distancias mucho más largas; entrar en esa casa no debería ser problema.
Kali y Charlie, aunque separadas físicamente por una distancia considerable, se quedaron en silencio compartiendo el mismo sentimiento de duda sobre si aquello sería buena o mala idea.
—¿Estás segura? —Le cuestionó Kali—. ¿Thorn no podría detectarte?
Abra vaciló unos momentos al responder, pues ella misma no estaba segura. Recordaba aquella vez hace meses en el evento en Manchester, dónde él parecía haberla sentido entre la multitud. Y más recientemente en Indiana, mientras Terry y ella surcaban los rincones oscuros de la mente de la Sra. Wheeler, y él se había dado cuenta…
Pero en ambas ocasiones ella no era consciente de la presencia el chico. No había preparado su mente y, especialmente, no la había blindado cómo se debía. Desde su encuentro con Rose la Chistera cinco años atrás, su tío Dan y ella habían estado trabajando juntos en formas de blindar sus mentes para que individuos como ella no los detectaran tan fácil.
Y, adicionalmente, para bien o para mal en los dos encuentros que había tenido con Damien había podido percibir de primera mano cómo funcionaban sus poderes.
En base a todo ello, tenía la teoría de que si se concentraba lo suficiente, podría pasar desapercibida, incluso tratándose de él. Aunque claro, era sólo una teoría, pero bien valía la pena para ella el intentarlo. Aunque al transmitirle esa idea a sus dos compañeras debía procurar sonar más convencida.
—Creo que ambos sabemos muy bien como escondernos del otro —indicó tras unos segundos con voz calmada—. Creo que si blindó mi mente totalmente, pasaré sin llamar la atención. Igualmente no me quedaría mucho; sólo entraré, veré qué pasa, confirmaré si está ahí, y cuál es la situación.
Le pareció que su propuesta tenía sentido, pero no percibió la misma seguridad de las otras dos.
—Creo que es mala idea —indicó Kali, notándose que el comentario iba más hacia Charlie que hacia Abra.
—Sí… Pero es la única opción moderadamente segura que tenemos de momento —comentó Charlie de pronto, tomando por sorpresa a Kali—. Hazlo, Abra.
—Bien —asintió la joven, antes de que Kali tuviera algo más que decir—. Espérenme sólo un poco; necesito unos minutos para lograr concentrarme…
Dicho eso, Abra se fue a un extremo de la camioneta, se sentó y cerró los ojos, comenzando a respirar lentamente. Kali pensó por un momento que se pondría en posición de loto y empezaría a flotar, pero en realidad no se veía muy diferente a como si se hubiera quedado dormida sentada.
Discretamente desactivó el altavoz de la computadora, y susurró lo más despacio posible a su micrófono, esperando que la jovencita a sus espaldas estuviera tan concentrada en lo suyo para escucharla.
—¿No habíamos dicho que la mantendríamos lo más alejada posible del peligro?
—Está bastante lejos como para que ese sujeto le haga algún daño —respondió Charlie, sonando sólo en los audífonos de Kali en esa ocasión.
—Dile eso a El. El chico estaba acá a medio país de distancia, y mira cómo la dejó.
Charlie guardó silencio, quizás pensativa sobre esa última advertencia.
—Si percibes por un instante que ese sujeto le está haciendo algún daño, dímelo de inmediato y quemaré toda esa casa con él dentro.
—¿Y quién sea que esté también ahí? —Musitó Kali, inquisitiva, a lo que Charlie ya no se preocupó por responder.
— — — —
Mientras Abra se preparaba mentalmente para su expedición, su objetivo se movía sigilosamente por la terraza de la casa, contemplando pensativo a las personas ahí presentes; algunos metidos en la alberca, otros en el área de los asadores, sentados en las sillas, o de pie frente al barandal que daba al barranco a un lado de la casa.
Damien ciertamente había llamado la atención de más de uno, aunque la mayoría estaba bastante metido en lo suyo como para prestarle demasiada atención. Todos, por lo que lograba percibir, eran chicos de la misma edad de Rony, posiblemente compañeros de clase, e igual de vacíos y aburridos como él. Nadie lo bastante interesante como para merecer su atención, al parecer…
¿A qué había ido a ese sitio exactamente? ¿A arruinarle su fiesta a Rony como Verónica al parecer estaba convencida? ¿A intentar demostrar algún punto? ¿O realmente sólo quería que sus nuevas tres amigas salieran un poco de su elegante “prisión” como bien la habían llamado?
Quizás era un poco de todo.
Quizás él mismo se sentía también encerrado para esos momentos. Irónicamente, aquello era lo más libre que había estado en mucho tiempo; lejos de la Hermandad, de Ann, de Lyons, de Adrián… y aun así se sentía atado de manos… Pero, ¿por quién?, ¿por él mismo acaso…?
—Hola —escuchó una voz aguda pronunciar a su costado derecho, tomándolo un poco desprevenido, pero no lo suficiente para asustarlo.
Al virarse en dicha dirección, el joven Thorn se encontró de frente con una chica apenas unos centímetros más baja que él, de cabellos rubios en esos momentos húmedos por haber estado en la alberca, y luciendo un nada modesto bikini color celeste. Le sonreía ampliamente, mostrándole un poco de sus dientes blancos con brackets. Y en cada mano sujetaba un vaso rojo con bebida en su interior; y claramente ninguna era refresco de naranja.
—Eres Damien Thorn, ¿cierto? —preguntó la chica con marcada curiosidad.
—¿Eso dicen? —Respondió el muchacho con tono esquivo, que sólo provocó que la extraña riera un poco.
—Soy Cindy. ¿Quieres una cerveza? —Le ofreció la chica, extendiéndole uno de los vasos—. Aunque quizás no; escuché que eras un niño bueno…
—No esta noche —respondió Damien con sencillez, aceptando uno de los vasos que le ofrecía sin dudarlo demasiado.
Mientras daba un primer sorbo, fingiendo que éste le afectaba más de lo real, contempló que dos chicas más se aproximaban por detrás de la tal Cindy, ambas de piel oscura, una más alta, con un bikini rosado, y la otra con un traje de baño un poco más modesto color blanco.
Al notar su cercanía, Cindy se viró hacia ellas y se apresuró a presentarlas.
—Ellas son Crystal, la novia de Rony, y su prima Kelly.
—Encantada —se adelantó Crystal, extendiendo una mano hacia él para estrecharla—. Rony me ha contado de ti.
—Cosas buenas, espero.
Ciertamente parecía el tipo de chica que haría buena pareja con alguien como Rony. No recordaba haberla visto en alguna de las competencias de tenis en las que habían concedido (definitivamente no hubiera pasado desapercibida), así que o era una conquista reciente, o simplemente no le gustaba el tenis.
—¿Es cierto que eres asquerosamente rico? —Soltó Cindy abruptamente, tomando por sorpresa incluso al propio Damien; parecía una pregunta que había tenido demasiadas ganas de hacer, hasta que ya no pudo contenerse.
—¡Cindy! —Exclamó Crystal, alarmada por la falta de tacto de su amiga. Damien, sin embargo, se repuso bastante rápido a la impresión inicial.
—Sí, más o menos —respondió el muchacho con simpleza.
—Apuesto a que tu casa es más grande que ésta —susurró Cindy con tono provocativo, pegándose un poco a su brazo sin mucho pudor; ni en su actuar, ni en su voz, ni en su mirada.
—Discúlpala, ya está ebria —señaló Crystal, y rápidamente tomó a su amiga del brazo y la apartó—. Ven acá…
Crystal comenzó a jalarla hacia el interior de la casa. Y aunque Cindy se resistió al principio, la manera en la que se movía, hasta casi caerse un par de veces, dejó en evidencia que aquellas palabras sobre su estado, no eran sólo una excusa.
—Yo estaba hablando con él, ¿por qué te metes? —murmuró Cindy arrastrando un poco las palabras.
La tercera de ellas, la que al parecer era la prima Kelly, se dispuso a seguirlas sin más, pero se detuvo al escuchar cómo el invitado sorpresa de la fiesta le hablaba.
—¿Tú me conoces?
—¿Disculpa? —Murmuró Kelly confundida, virándose de nuevo hacia él.
—Que si me conoces —repitió el muchacho, y señaló entonces a su rostro usando su vaso rojo—. Lo digo por tu mirada.
Kelly inconscientemente llevó una mano a su rostro, como si su primer reflejo hubiera sido tocarse los ojos.
—¿Te veo como si te conociera?
—Algo así —respondió Damien con simpleza, encogiéndose de hombros—. Y creo que no te agrado.
Aquello la sorprendió un poco más, principalmente por lo acertado…
—No, no te conozco —le respondió con bastante calma, cruzándose de brazos—. Aunque he oído mucho de ti. También vivo en Chicago.
—Ah, entiendo —asintió Damien, en efecto comprendiendo todo con ese sólo pequeño pedazo de información—. ¿En dónde estudias?
—En una escuela muy por debajo de la tuya, créeme.
—De acuerdo. ¿Y qué haces por aquí?
—Vine de visita con mi prima; ¿cuál es tu excusa?
—Vine a ver universidades, luego me quedé para el torneo juvenil del Club Rotario, y ahora sólo disfruto del clima.
—¿Y has estado faltando a clases todo ese tiempo?
—¿No muy propio de un niño bueno? —musitó Damien con un tono burlón, dando un pequeño sorbo del vaso que Cindy le había dejado. Teorizó que quien les había dicho sobre eso de que era un “niño bueno” había sido precisamente Kelly, y no como un halago de seguro.
Fuera como fuera, pareció sacarle una sonrisa a la joven, quien además pareció comenzar a relajarse un poco.
—Debo admitir que no me das la vibra de lo que he escuchado de ti.
—Sí —asintió el muchacho, extendiendo su mirada un poco hacia el paisaje oscuro más allá de esa terraza—. Supongo que no me siento yo mismo estos días…
— — — —
No a todos en la fiesta les importaba tanto, o eran siquiera conscientes de la presencia de Damien Thorn y sus “amigas.” La mayoría estaba muy entretenido en otras cosas; como Charles y su novia Lidya, compañeros de escuela de Rony, que en esos momentos estaban en la alberca, pero no nadando. El muchacho fornido y con amplios tatuajes en su brazo derecho, se encontraba sentado en la parte baja de la piscina con sus brazos apoyados en la orilla, mientras ella se había sentado sobre sus piernas, y ambos se besaban con bastante entusiasmo sin importarles mucho la gente que los estuviera viendo; y realmente tampoco nadie se los impedía.
Ambos estaban muy metidos en ello. Y además del beso, Charles además se dio el permiso de introducir su mano en el agua, y recorrer el muslo entero de su novia, subiendo hacia su cadera y su glúteo, y ésta no se lo impidió. De hecho, si alguien no los detenía pronto, la escena amenazaba con ponerse bastante menos apta para menores.
Para bien o para mal, el ánimo tuvo que apagarse un poco, justo cuando entre un roce de lengua y otro, Lidya abrió un poco los ojos lo suficiente para ver la repentina figura de la niña de pantalón y suéter gris, de pie en la orilla a unos cuantos centímetros de ellos, y viendo en su dirección. Y si aquella casi aparición repentina no era suficiente para asustarla, por un instante mientras Lidya le miraba de reojo, le pareció ver en su rostro algo anormal… algo más acorde a la expresión de una bestia deforme.
—¡Dios Santo! —Exclamó espantada, apartándose de Charles, prácticamente empujando a éste con sus manos contra la orilla sin darse cuenta. Su primera impresión se esfumó casi de inmediato, y de un parpadeo a otro fue capaz de percibir el rostro frío y sereno de aquella jovencita desconocida.
¿Había sido su imaginación…?
Charles, por su lado, no entendía a qué se debía tan repentina reacción. Se viró entonces sobre su hombro, viendo también hacia la niña, aunque con más confusión y molestia que miedo.
—¿Se te ofrece algo? —Le cuestionó toscamente—. ¿Qué haces aquí?
Lily, o más bien Lala según la había presentado Damien afuera, se agachó en ese momento, poniéndose de cuclillas, y acercó su mano derecha al agua.
—Sólo quiero ver si el agua está caliente —informó de manera ausente, como si en realidad se lo estuviera diciendo a alguien más y no a ellos—. Y sí lo está; increíble. Nunca había estado en una piscina climatizada. Qué mal que no tengo mi traje de baño.
—Sí, qué mal —masculló Charles, fastidiado por cómo le habían arruinado el buen rato tan fácil—. ¿Ahora puedes dejarnos, enana?
Lily se viró lentamente hacia él, y Charles por un segundo se sintió incluso amenazado por la extraña agresividad que radiaban esos pequeños ojos claros.
—No tienes que ser tan grosero —indicó Lily con seriedad.
—Yo soy lo que me da la gana. ¿Por qué no te largas de aquí a buscar a tu mami?
La niña se le quedó viendo unos segundos en silencio, y pareció por un momento que no pensaba irse. Sin embargo, luego de un rato se puso de pie.
—Seguro —murmuró con una sonrisita inocente, que no se esforzó mucho en ocultar que era falsa—. Pero primero dime, ¿quién es Amanda?
Aquella repentina pregunta menguó notablemente la actitud beligerante de Charles, quien además no fue capaz de ocultar su asombro; tanto que incluso Lidya lo notó.
—¿Qué? —Balbuceó el chico, dubitativo.
—Amanda, ¿quién es? —repitió Lily con cierta complicidad, como si quisiera dar a entender que ella ya sabía la respuesta a dicha pregunta.
—Yo… no sé… —respondió Charles tras un rato, encogiéndose de hombros.
—¿No se llama así tu compañera de estudio? —Intervino Lidya de pronto, sonando casi como una acusación.
Los nervios de Charles se hicieron aún más palpables, pero intentó no dejarse llevar por ellos.
—Ah, sí, creo que sí —respondió procurando sonar desinteresado, y se viró inquisitivo a la jovencita—. ¿Acaso tú la conoces?
—No —respondió Lily negando lentamente con su cabeza—.  Pero tú sí; y muy bien, ¿verdad?
Y sin disponerse a dar más explicaciones, se dio la media vuelta y se alejó caminando tranquilamente paralela a la orilla de la alberca, disponiéndose a rodearla.
—¿De qué está hablando esa mocosa? —Le preguntó Lidya, visiblemente molesta, apartándose rápidamente de encima de él.
—¿Yo qué sé? —Masculló Charles, defensivo—. Ni siquiera sé quién es esa niña, enserio. Debe ser todo una broma de Rony. Iré a hablar con él y a ponerlo en su lugar.
Y antes de que Lidya pudiera hacerle algún otro cuestionamiento, Charles se salió de inmediato del agua, y así totalmente mojado se alejó por la orilla. Pero por supuesto que no iba a hablar con Rony como había dicho; su preocupación iba enfocada en otros sentidos.
—Oye —pronunció Charles con molestia, mientras se apresuraba a alcanzar a Lily, pero ésta ni siquiera lo volteó a ver—. ¡Oye tú!
Se apresuró más hasta interceptarla, y la tomó entonces violentamente de su brazo, jalándola. Esto no le agradó a la niña ni un poco.
—Suéltame si sabes lo que te conviene —le amenazó con voz severa, pero eso no intimidó a Charles; su propia ansiedad y enojo podían más.
—¿Cómo conoces a Amanda? ¿Ella te envió? ¿Qué quiere?
—Ya te lo dije, no la conozco —contestó Lily con voz estoica—. Pero quizás deba contarle a tu novia lo que hiciste con ella en el laboratorio de química la otra semana. ¿Crees que le interese?
Si Charles no se encontraba lo suficientemente alterado y molesto hasta ese momento, ciertamente aquella afirmación terminó de llevarlo hasta al punto máximo. Pues, en efecto, él sabía muy bien de qué estaba hablando esa enana.
—Oye, pequeña puta —espetó furioso, jalándola con incluso más fuerza hasta llegar a lastimar un poco—. A mí nadie me amenaza, ¡¿oíste?!
Pese a la situación y como ese sujeto la tomaba y le hablaba, Lily siguió en apariencia totalmente calmada… inhumanamente calmada.
—No te hagas el valiente conmigo —susurró la niña despacio, esbozando justo después una sonrisa torcida que hizo que todo su rostro tomara una apariencia inquietante para su opresor—. Yo sé bien que no eres más que un gusano arrastrándose de miedo. Le tienes tanto miedo a tu propia novia que vienes a amenazar en falso a una pequeña niña. Qué triste remedo de hombre eres, Charlie…
Aquellas palabras lo desconcertaron. ¿Qué niña hablaba de esa forma? No sabía si aquello era una jugarreta de Amanda, o quizás sólo una pésima broma de alguien. Pero fuera lo que fuera, él no se iba a quedar tranquilo.
—¡Te voy a demostrar quién amenaza en falso a quien! —Exclamó Charles molesto, y volvió a jalonearla, casi amenazando con aventarla a la alberca, ya fuera por accidente o apropósito.
—¡Oye!, ¡¿qué te pasa?! —Se escuchó la voz de Verónica pronunciar alarmada no muy lejos. Y cuando Charles se viró sobre su hombro, observó de inmediato a la mujer rubia aproximándose hacia ellos con paso firme—. ¡Suéltala ahora mismo, desquiciado!
—No te metas, perra.
—¿Cómo me llamaste?
Verónica lo tomó de la muñeca intentando apartarlo de Lily, pero Charles la empujó hacia atrás, casi haciéndola caer pero ella logró sostenerse. Ante tal agresión, instintivamente Verónica aproximó su mano hacia su espalda para tomar el taser que llevaba ahí oculto para cualquier emergencia. Pero antes de sacarlo, al último momento se detuvo a meditar si aquello sería un movimiento adecuado o no, considerando que ya de por sí sus gritos y empujones estaban llamando bastante al atención. Pero para su fortuna, no tuvo que elegir de momento.
—Hey, hey, Charlie —pronunció una cuarta persona, aproximándose rápidamente hacia ellos, aunque con actitud mucho más calmada—. ¿Qué crees que haces? ¿No ves que son invitadas de Rony?
Aquel muchacho rubio y de sombrero se abrió paso, colocando una mano sobre su hombro, y otra en su mano para jalarla y hacer que soltara a Lily.
—Y es sólo una niña, vamos viejo.
—Ella empezó —se defendió Charles, señalando hacia Lily.
—¿La niña empezó? —Rio divertido el extraño—. ¿Escuchas lo que dices?
—Ella… —Charles parecía querer decir algo más para escudarse, pero el sólo hecho de darle forma a las palabras en su mente ya era suficiente para que se percatara de lo absurdo de todo eso.
¿En verdad él había actuado de esa forma? Nunca había sido el chico más paciente del mundo, pero ni él atacaría a una niña. Pero las cosas que dijo… ¿en verdad las había dicho?
—Oye, cálmate —pronunció el muchacho de sombrero, y le rodeó los hombros con un brazo para apartarlo un poco de Verónica y Lily, y así poder hablar más calmadamente en voz baja—. Es evidente que estás muy estresado. Mira, traje de la que te gusta.
Extendió entonces su palma derecha justo delante de Charles, enseñándole lo que ahí sostenía: dos pequeñas bolsitas de su querido polvo blanco, que Charles reconoció muy bien; tanto que incluso sus ojos destellaron un poco al verlas.
—No traigo efectivo… —murmuró Charles despacio, pero también un poco ansioso.
—Por esta vez son cortesía de la casa, ¿sí? —Indicó el chico de sombrero, y sin mucha ceremonia colocó las bolsitas en la mano aún húmeda de Charles, e hizo que cerrara los dedos en torno a ellas—. Anda, ahora ve a seguir la fiesta por ahí, ¿quieres?
Le dio entonces un par de palmadas en la espalda, indicándole que se fuera. Y aunque aquello no era precisamente una orden, Charles así lo hizo, andando en la dirección por la que había venido sin mirar siquiera a las dos chicas agredidas. Más adelante en su retirada, Lidya ya lo esperaba, notablemente molesta pues de seguro había visto la escena, o parte de ella. Se notó que comenzó a pedirle explicaciones, pero ambos se dirigieron juntos al interior de la casa, conversando en voz baja a pesar de que aun así fue claro que estaban discutiendo.
—¿Están bien? —Preguntó el muchacho, virándose hacia Verónica y Lily con una amplia sonrisa despreocupada.
—No necesitaba ayuda —masculló Lily secamente sin mirarlo. Verónica únicamente la miró con expresión severa, y se permitió entonces rodeara con un brazo con cierto afecto… que a Lily desconcertó.
—Gracias por tu ayuda —asintió la chica mayor, y entonces comenzó a guiar a la niña para que la siguiera hacia la casa, en dónde esperaba aún encontrar a Samara.
—Fue un placer —masculló el muchacho de sombrero, y de inmediato comenzó a andar a lado de ambas—. Me llamó Milton, por cierto. ¿Y tú?
—Verónica —respondió intentando sonar lo más cordial posible.
—Qué lindo nombre. Eres de las chicas que vinieron con Damien Thorn, ¿cierto? ¿Eres su prima… o novia…?
—¿Qué? —Exclamó Verónica, casi alarmada por tal pregunta, y justo después escuchó como Lily soltaba una risa burlona que sólo hizo que el rostro de la chica de ruborizara por la pena—. No, no, yo… trabajo con su tía. Soy… algo así como su asistente.
—Eso suena fascinante —asintió Milton, permitiéndose aproximarse un poco más hacia ella.
—Este sujeto se quiere acostar contigo —soltó Lily de la nada, haciendo que tanto Verónica como Milton se sobresaltaran.
—Oye… —Masculló el chico, riendo nervioso—. Qué ocurrente es tu hermanita.
—Ella no es mi… —Intentó explicarse Verónica, pero en ese mismo momento Lily se apartó de ella y se fue en una dirección diferente—. Oye, ¿a dónde vas?
—A ver qué más hay de interesante por aquí —respondió Lily con simpleza mientras se alejaba, claramente sin la disposición de escuchar alguna sugerencia diferente a dicho plan.
Verónica soltó una pequeña maldición apenas audible. Sabía bien que intentar obligar a cualquiera de ellas a hacer algo que no quisieran era inútil, pero esperaba al menos poder apelar a su sentido común, pues suponía que ninguna de ellas quería ir a la cárcel, a algún laboratorio de experimentos humanos, o a dónde fuera que terminarían si no eran prudentes.
Dio unos pasos detrás Lily queriendo alcanzarla, pero se detuvo al escuchar no muy lejos de su posición una risa; una risa que le resultaba desconocida, pero al mismo tiempo extrañamente familiar.
Al virar su atención sólo un poco en dicha dirección, divisó rápidamente a Damien, sentado cómodamente en una de las sillas largas de alberca, con un vaso en su mano, y una chica de traje de baño blanco a su lado, con la que al parecer platicaba animadamente, e incluso ambos reían; ni siquiera sabía que Damien era capaz de reír así.
Aquella imagen provocó una molestia bastante intensa en Verónica, que casi sintió que se le atoraba en la garganta hasta sofocarla. Mientras ella estaba preocupada por mantener todo en orden, el culpable directo de todo ese desastre estaba ahí sentado, relajado y divirtiéndose. De hecho, al parecer todos se divertían ahí menos ella… algo que de hecho era bastante más común de lo que le gustaba aceptar.
—¿Saben qué? —Soltó en voz baja, como si realmente tuviera a sus cuatro dolores de cabeza justo delante, aunque sus palabras claramente eran sólo para sí misma—. Hagan los que les dé la gana, todos ustedes. Ya no me importa.
Y soltada esa declaración al aire, aunque no fuera oída por nadie, caminó de largo, pasando incluso delante de Damien y su nueva amiga, aunque ninguno de los dos reparó en ella en lo absoluto.
Aunque para su consuelo, sus palabras sí habían sido oídas por alguien más; por quien estaba más cerca de ella en ese momento.
—Esa es la actitud —escuchó a Milton pronunciar con entusiasmo a sus espaldas, aun siguiéndola unos pasos detrás—. Esta noche no hay que preocuparse por nada. ¿Quieres un trago?
Verónica se detuvo y se viró hacia el chico, quien ahora le extendía un vaso rojo a medio llenar de un líquido transparente con un fuerte olor. ¿De dónde había sacado ese vaso?, ¿ya lo traía consigo? De hecho traía dos; el adicional de seguro para sí mismo. Verónica miró el vaso con dudas. Echó un vistazo más a Damien, aún sentado con la misma chica, y ello la terminó de convencer. Pero, por si acaso, no tomó el vaso que Milton le ofrecía, sino que extendió su mano y tomó el que al parecer él reservaba para sí mismo. Milton, aunque un poco confundido, igual se lo permitió.
La realidad era que no estaba muy acostumbrad a beber. Y al empinarse aquel vaso y pasar un largo primer trago, como si fuera agua, éste le raspó la garganta provocándole un fuerte ardor. Comenzó a toser con fuerza rápidamente, doblándose un poco sobre sí misma.
—¿Qué es esto? —Exclamó con su voz enronquecida, oliendo con más detenimiento el contenido del vaso; eso definitivamente era algo más fuerte que cerveza.
—A veces es mejor no saberlo —le respondió Milton, encogiéndose de brazos—. ¿Quieres más?
—Definitivamente —Respondió Verónica de inmediato, tomando un segundo trago, el cual le afectó significativamente menos.
— — — —
Pasados casi diez minutos, Abra seguía aún sentada en el mismo lugar en la parte trasera de la camioneta, aún con sus ojos cerrados y en la misma posición. Su respiración se había relajado tanto que casi ni se percibía. Kali llegó a temer por un momento que realmente se hubiera quedado dormida, o algo peor. La experiencia que tenía con respecto a aquellos que podían “proyectarse” se limitaba más que nada a Eleven, y recordaba cómo en un inicio necesitaba aislarse de cualquier sonido o imagen para poder enfocar su mente únicamente en dicha acción.
No dudaba que esta chica fuera también capaz, pero… ¿en verdad podría hacerlo tan fácilmente como sólo sentarse ahí y cerrar los ojos? Y, más importante aún, ¿podría hacerlo sin exponerse a ningún peligro como había afirmado tan segura?
—Guarda silencio, por favor —masculló Abra en voz baja, tomando a Kali por sorpresa.
—Yo no he dicho nada —soltó Eight rápidamente, con una clara postura defensiva.
—Tus pensamientos y preocupaciones son demasiado ruidosos —añadió Abra con voz lenta y pausada, como si aún una parte de ella siguiera sumida en su meditación y no estuviera en realidad presente del todo—. Necesito asilarme de cualquier intervención externa, pero no me lo haces sencillo.
—¿Quieres que apague mis pensamientos y preocupaciones? Lamento decirte que en eso no tengo tanta gerencia como me gustaría.
Kali sonaba sarcástica y tranquila, pero en realidad dicha afirmación la puso un poco nerviosa. ¿Le había estado leyendo la mente? ¿Desde cuándo? ¿Sólo en ese mismo momento o desde hace ya tiempo atrás? Si hablaba de sus preocupaciones, ¿habrá percibido lo que Charlie y ella habían dicho hace un rato?
—Sigues haciendo mucho ruido —dijo Abra de nuevo—. Estaré bien, descuida. He hecho esto muchas veces.
—Está bien, intentaré calmarme —masculló Kali, no sonando en realidad muy convencida de su propia promesa.
Pasaron unos minutos más en los que la mujer en silla de ruedas intentó despejar su mente lo más posible en otra cosa, cualquier cosa… Y casi siempre que hacía eso terminaba de alguna forma pensando en su madre; aquella mujer sin nombre de aquella foto que tanto añoraba. Y quizás al pensar en ello en ese momento, le estaba compartiendo sin querer dicho secreto a su joven acompañante. Pero daba igual si al pensar en eso podía calmarse lo suficiente para no interferir en la delicada misión que estaba por ejecutarse.
De pronto escuchó a Abra jalar aire con fuerza por su nariz, y contenerlo dentro por varios segundos. Kali se viró a verla unos instantes, notando que se había quedado rígida como tabla, con su espalda recta y su cabeza alzada.
—¿Abra? —Susurró Kali despacio, pero no hubo respuesta; al menos no de inmediato.
Los ojos de la joven se abrieron abruptamente, y detrás de sus párpados no se asomaron más sus grandes ojos azules, sino uno ojos totalmente blancos y vacíos…
FIN DEL CAPÍTULO 91
2 notes · View notes
fxtality-archive · 4 years
Text
( @auriwrites​ )
Mientras seguía en Londres había mandado a que ordenaran aquél despacho desocupado que había en la casa, acción que había sorprendido a su padre, pero llevaba notando el cambio de actitud en la rubia desde que se marchó a Europa, la notaba más implicada en aquellos actos diplomáticos que normalmente ignoraba. La verdad era que irse y tener algún sitio donde poder lucir bien fue lo que la había mantenido a flote aquellas semanas, no quería ni recordar lo abismal que había sido el vuelo en jet privado de ida, se lo había pasado en su mayoría llorando, pero la educación británica y el trato que había recibido la había ayudado a ignorarlo todo. No hacía más de un par de horas desde que había aterrizado, pero allí estaba deslumbrante, con tacones nuevos, un corto vestido como de costumbre y una sonrisa en el rostro, lista para comerse el mundo. — Arthur, pasa. — Habló al ver al moreno en la puerta, al que había hecho llamar unos minutos atrás. Poco quedaba de la Cindy que había estado llorando en su apartamento, incluso verle por primera vez desde aquél día le afectó menos de lo que creía, aquellas semanas habían sido terapéuticas para ella. — ¿Cómo has estado? Y no te preocupes, no hay cámaras ni micrófonos aquí. — Preguntó como si nada y le aseguró, quería hablar libremente. 
Tumblr media
27 notes · View notes
nomadasdigital · 4 years
Photo
Tumblr media
Stargirl continúa demostrando que es lo mejor que está sucediendo en los shows de superhéroes en este momento, siguiendo su mejor episodio de la temporada. "Shiv Part Two" también se las arregla para evitar muchos de los tropos predecibles y trampas narrativas que con demasiada frecuencia plagan este género, abriendo un camino nuevo e intrigante para el resto de su primera temporada.
En tantos otros programas como este, el secreto de la identidad de Courtney se habría prolongado durante semanas, ya que todos nos preguntamos qué podría o no saber Cindy. O, alternativamente, se nos pedirá que suspendamos nuestra incredulidad y pretendamos que a pesar del peinado muy obvio de Courtney y el hecho de que ella luchó contra ella de cerca, Cindy de alguna manera no se dio cuenta de quién era. En cambio, Stargirl va en la dirección completamente opuesta y vuelve a enfrentar a las chicas casi de inmediato.
"Shiv Part Two" es positivamente implacable en términos de ritmo y revelaciones de la historia. ¡Cindy conoce la identidad secreta de Courtney! ¡Los poderes de Henry finalmente se manifiestan! ¡Beth es en realidad una líder de equipo capaz! ¡Henry ahora también sabe que Courtney es Stargirl! Esta es una hora en la que a casi todos los personajes se les da algo significativo que hacer, y se desarrollan múltiples momentos emocionales clave en todo momento. Es sinceramente maravilloso, y estamos emocionados por lo que todo podría significar para el resto de la temporada. (¡Y para la temporada 2, ahora que sabemos que el programa ha sido renovado!)
Tumblr media
Gracias a su enfrentamiento con Cindy la semana pasada, Courtney pasa la mayor parte del episodio en casa, un giro que envía a Pat y al resto de la JSA a su propia misión. Sin embargo, el mejor momento de la hora es, sin duda, la secuencia alimentada por la tensión en la que Cindy llega a la casa de Courtney para comer chocolates, lamentarse por su accidente automovilístico y disculparse por reaccionar exageradamente a su deseo de ve al baile con Cameron. En la mayor parte de la narración que duplica este programa, es tan genial, esta escena es a la vez aterradora y extrañamente convincente, ya que todos (incluida Courtney) esperamos a que Cindy ataque o revele lo que sabe.
Sin embargo, algunos de sus comentarios, en particular su presentación de "Realmente necesito un amigo en este momento", son casi suficientes para hacer que los espectadores tengan la esperanza de que ella no sepa la verdad y que estas dos chicas puedan convertirse en amigas de alguna manera. están ocupadas luchando entre ellos como enemigos. Por supuesto, ese sueño se ve frustrado por la salida épica de Cindy en la que no solo confirma que sabe que Courtney es Stargirl, sino que promete matar a todos sus amigos.
La actriz Meg DeLacy realmente está haciendo lo mejor con este papel, inclinándose hacia el extraño espacio dual que ocupa Cindy, como una adolescente que sabe demasiado para disfrutar del mundo en el que vive, pero que todavía es demasiado joven para que su padre la tome en serio como un villano real. Y la breve visión que tenemos en su mente gracias a los crecientes poderes de Henry nos muestra una vez más una niña que es a la vez viciosa y violenta, y una que desesperadamente quiere que alguien pelee a su lado. Incluso si es Henry, a quien ya sabemos que en realidad no le gusta mucho.
Tumblr media
Stargirl continúa insinuando que aún hay más en Cindy que aún no sabemos, mostrándonos nuevamente sus habilidades curativas aparentemente interminables y haciendo referencia a la trágica muerte de su madre. (De lo cual Cindy parece haber sido al menos algo responsable).
El descubrimiento de Henry de que, de hecho, fue señalada de vigilarlo por sus padres, probablemente nos ayudará a profundizar en su historia de fondo, y finalmente puede ayudar a que Brainwave sea un personaje interesante por derecho propio. Hasta ahora no ha tenido mucho que hacer en la serie, más allá de ser un humano generalmente repugnante que comparte los desnudos de su novia con amigos, por lo que prácticamente no tiene a dónde ir sino subir.
En otro lugar, Luke Wilson continúa demostrando que es el MVP sigiloso de este espectáculo, robando nuestros corazones con cada escena. ¿Fue su mejor momento esta semana su insistencia en que su esposa merece saber la verdad sobre su estilo de vida secreto de superhéroe y el de Courtney? ¿El momento en que destrozó a su amado Buick para darle a su hijastra una coartada por sus heridas? ¿O la escena en la que tuvo que fingir ser el padre de Beth y soportar ser acosado sexualmente por Bobbie Burman en una misión de la JSA?
Si bien esos momentos fueron geniales, por favor, Stargirl nos da más escenas de Wilson y la joven actriz Anjelika Washington juntos, son honestamente hilarantes: el verdadero ganador debe ser el corazón de Pat en solitario con el baston cósmico. Bonus señala a Wilson por actuar tan bien frente a un objeto inanimado, pero la súplica de Pat al bastón para alejar a Courtney del peligro de vez en cuando, fue sincero y conmovedor. Su relación es realmente la mejor, y esta hora realmente consolida su estatus como compañeros de equipo y familia.
Tumblr media
Afortunadamente, Pat parece haber sido aceptado como miembro de JSA por todos los demás esta semana, incluso cuando bloquea el plan de Beth de infiltrarse en la casa de Cindy. Es agradable ver al resto del equipo trabajando juntos sin la presencia de Courtney para obligarlos a hacerlo, e incluso si la ira sin sentido de Rick todavía se siente un poco demasiado para nosotros, esta hora aún le dio a Beth una oportunidad real de brillar por sí misma. 
Honestamente, la única decepción de "Shiv Part Two" es que ni Courtney ni Cindy mencionan la llegada de Justin el Conserje y su gran espada medieval en ningún momento. ¿No se acuerdan? ¿Estaban de alguna manera ambos inconscientes? Si es así, ¿quién cree Cindy que la dejó inconsciente?
1 note · View note
z-blues · 5 years
Text
Respírame.
Summary:  La cocaína le incendia por dentro y convierte cada pequeña energía a su alrededor en un éxtasis que le resulta vagamente familiar; de alguna forma, la exaltación que la droga le produce es menor a lo que sea que intenta buscar, pero es algo, y Dios sabe que Richie Tozier sólo quiere sentir algo.
Warnings: uso de drogas.
Language: spanish/español.
link ao3.
Gonna take some time to do the things we never had.
.
.
Tropieza en el primer escalón y su ahogada risa inunda el constante silencio de la enorme casa donde vive. La ha comprado hace unos meses, después del estreno de una película de comedia donde aceptó participar. Su carrera ha despegado tanto como lo hizo su mente esa noche, con la cocaína incendiándole por dentro y convirtiendo cada pequeña energía a su alrededor en un éxtasis que le resulta vagamente familiar; de alguna forma, la exaltación que la droga le produce es menor a lo que sea que intenta buscar, pero es algo, y Dios sabe que Richie Tozier sólo quiere sentir algo.
En ese momento, lo hace. Siente el dolor punzar en su frente cuando da otro intento a sus piernas en las escaleras, pero el mundo entero está moviéndose y cae de bruces sobre el siguiente escalón, sus manos resbalan y se golpea por encima del puente de la nariz; de haber tenido aquellos horribles anteojos de sus años pasados, seguramente se habrían llevado una buena rotura; la idea lo hizo reír, recordando a su madre fallecida. ¿Crees que los anteojos crecen en los árboles, Richard?
— Con mi dinero, ahora lo hacen, mama' —canturrea al llegar al último escalón. Decide gatear otro tramo antes de levantarse para evitar una fea caída. Richie Tozier, el Hombre de las Mil voces, se rompe el cuello al caer de las escaleras de su ostentosa casa por estar drogado como la mierda, definitivamente no suena al ejemplar que desea dar a los periódicos al día siguiente.
Se mofa de la capacidad que tiene para detenerse a pensar en ello aun en el estado en el que se encuentra. Tambaleándose hacia la sala de estar, murmura quejas al paranoico de Steve por mandarlo a casa en contra de su voluntad, como si no tuviera la facultad de seguir divirtiéndose.
— ¡Escúcheme bien, señor! ¡Yo soy la fiesta! ¡La real fiesta, señor! —exclama con una de sus voces más viejas, aunque no recuerda exactamente cuál es; en aquel tiempo, sus voces eran un desastre y ciertamente no buenas. Sin embargo, teniendo una carrera que está basada en la espontaneidad y alguna que otra corazonada, no se molesta en encontrarle un nombre al acento.
En cambio, da un aplauso doble en el centro de la estancia, las luces se encienden en el segundo justo y Richie agita los brazos para sacarse la chaqueta de encima. La sangre sigue hirviendo dentro de él, así que se dirige al otro extremo donde tiene un sofisticado y siempre oportuno bar personal.
— Bien, chicos, Cindy Fire a cargo, todos saben qué pasa, ¿cierto, chicos? —otra voz escapa de él por mero impulso; es Cindy, una joven treintañera que masca chicle todo el tiempo, tiene un historial de audiciones rechazadas y trabaja las noches en un bar gay, usando siempre ese timbre arrastrado y falsamente divertido cada que dice chicos. Le gustan las bebidas con fuego, pero Richie es consciente de que el talento de cocteles que posee Cindy no es algo que él pueda imitar, así que se conforma con rellenar un vaso de cristal con hielos y whisky al tope. — ¡A tu salud! —brinda a nadie y da un buen trago, que festeja golpeando la palma de su mano izquierda contra la pequeña barra del mini bar.
Pero el silencio le molesta, nunca ha sabido lidiar con los silencios, así que –a falta de un público donde luzca su habilidad dramática– enciende la música, eleva el volumen hasta el máximo y se pasea con un meneo de caderas por toda la extensión de la enorme sala, derramando whiskey en el suelo cada que intenta dar otro trago y el movimiento de sus hombros le hace imposible beber correctamente. A la mierda, piensa cuando se quita un zapato y lo lanza lejos, seguido del otro, a la mierda. Hoy me siento bien.
— ¡Yoh, yoh, yoh! ¡Me siento muy bien, amigo!
Pero no es cierto y Richie lo sabe.
Él lo sabe muy bien.
Siente las lágrimas mancharle las mejillas, mas se niega a reconocerlas como suyas. ¡Es la exaltación del momento, solamente! No conoce de nadie a quien no se le hayan escapado unas cuantas lágrimas a mitad de un viaje, en una noche de copas o mientras una vieja canción le inunda el alma de una nostalgia desesperante al no saber lo que extraña. Lo que falta.
Pero nunca logra acercarse a la respuesta, ésta se evapora mucho antes de que pueda extender la mano para alcanzarla, lo deja en el centro del caos sintiéndose más perdido de lo que usualmente se siente cada día que respira, sin más compañía que el licor, la cocaína y el coro que bendice las lluvias en África.
Richie se tambalea a su habitación, el ritmo aún guía sus pasos y las lágrimas aún le empañan la visión. Tal vez sus lentillas cayeron en algún momento, porque su vista es más borrosa de lo que era en las escaleras, pero no le importa tener tal fallo; conoce su casa demasiado bien como para saber que su dormitorio es lo mismo que cada noche: silencioso, enorme, solitario.
Algo falta. Algo falta. Algo falta.
Susurra una voz a la que no ha dado un nombre, sólo sabe que es la suya.
¡Dulce ironía! ¡El hombre de las mil voces no sabe manejar la que es real en él!
— ¿Quién querría escuchar mi voz real, ah? —reclama en alto, andando hasta la cama. — ¿Quién querría escuchar a Richie Tozier siendo sólo Richie Tozier? Nadie, ¿no lo crees, hermosa? —susurra a su cama una vez que llega hasta ella. Deja el vaso con licor sobre la mesita de noche a un lado, hundiéndose después en el centro de la grande cama con el rostro contra las almohadas de plumas. — Ni siquiera tú, preciosa, tú no puedes oír nada porque aquí sólo vengo a dormir. Lo siento. Te traigo el mismo fantasma lamentable cada noche. Debes sentir que algo falta también, ¿mh? Seguro sí...
La droga lo vuelve perceptible a un mundo que no alcanza de ninguna otra forma, un mundo que lo acerca a la respuesta que persigue en sueños y pesadillas, y que se desvanece al primer rayo de sol dejando detrás una simple capa de nostalgia, esa abrumadora mezcla de felicidad y tristeza, que le hace preguntarse qué sucedió en el pasado para haber podido sentir tanto, y de pronto, no sentir nada.
Qué es.
Su corazón duele.
Quién es.
La respiración le falla, pero su cuerpo no responde, está tendido allí boca abajo como un cadáver que respira, sensación con la que está bien familiarizado, así que no se esfuerza, deja que el aire se vaya, que sus pulmones se hagan pequeños y sus latidos cada vez más lentos, puede escuchar un débil y lejano bip-bip, es como un eco dentro de la profundidad de una cloaca hasta que se detiene y todo vuelve a ser silencio.
Richie se encuentra en medio de la absoluta oscuridad. Tiene miedo. Todo lo que puede sentir es un paralizante miedo que es inquietantemente familiar, un viejo amigo que se burla de él antes de mostrarle la peor pesadilla de su corazón y hacerla real. Hay sangre. Él no le temía a la sangre, aquella era Beverly (¿Bev? ¿Estás aquí, Bev?), pero teme saber a quién pertenece el charco escarlata bajo sus pies y que se mezcla con la suciedad de drenaje y telarañas podridas. En el centro, hay un cuerpo.
Richie jadea.
Sí, algo falta.
Algo ha faltado todo ese tiempo, sólo que simplemente lo olvidó. Y es ridículo, piensa Richie mientras se arrodilla a un costado del cuerpo inerte, es totalmente ridículo, estúpido, impensable, imposible que haya olvidado algo tan importante. Nadie puede olvidar un sentimiento así de fuerte si alguna vez lo tuvo clavado tan hondo en su interior. Nadie puede olvidar amar así. Olvidar sufrir así.
— No deberías estar aquí.
Richie reduce su vida entera a tres épocas. La primera, él tiene once años y su sitio preferido es un lugar al que han llamado los Barrens, juguetea con otros cinco niños y una niña, exploran la selva y construyen casitas secretas, ríen a carcajadas todo el tiempo y el niño que él fue en aquel tiempo no necesita dinero a cambio de esas risas, le basta con llegar a casa y hundirse en su cama con la certeza de que él existe en el corazón de seis personas más.
— No hables. Estás sangrando.
La segunda, es como despertar en el mismo sitio, veintisiete años después, pero todo sigue donde debe estar. Lo que sintió, aún lo siente; lo que le asustó, aún le asusta; lo que amó, aún lo ama. Durmió una noche a los once años y despertó a los cuarenta, con una mala broma para sus amigos en la punta de la lengua y su corazón agitándose ante el sonido de un inhalador, porque él está cerca, vive y está a su lado. Espera, entre el terror y la esperanza, que siga viviendo y siga a su lado, hasta que... no lo hace.
— No hables, Eds.
La tercera época ocurre en la noche de una sobredosis. Es esa noche. Traspasa la cortina que separa a la muerte de la vida, a la amnesia de la realidad y a su corazón del dolor más profundo en su vida.
Tiempo atrás, fue a la cama a los once años amando a un niño; a los cuarenta, cuando la memoria volvió, despertó amándolo todavía. Rozando la muerte, Richie recuerda que sigue amando a la misma persona. Un sentimiento que se olvida, pero que nunca desaparece.
Y por eso faltas tú, porque no estás, porque te perdí. Faltas tú en mí.
— Richie, está bien. —una mano roza su mejilla de la forma más gentil posible, pero él sólo sabe llorar. — Mírame bien. No estoy muriendo.
— Porque estás muerto...—replica con el poco tacto que le caracteriza, pero Eddie no parece molesto ante la respuesta. — Porque te dejamos aquí, Eds, te dejé aquí solo.
Una segunda mano cubre la otra mejilla de Richie, obligándole a mantener su vista sobre la del hombre que le sostiene el rostro. No encuentra rastro de sangre al mirarlo.
— ¿Y qué ibas a hacer, Rich? ¿Llevarme a una tumba que nadie recordaría visitar porque iban a olvidarme inevitablemente? ¿Condenarme a ese tipo de olvido? —Richie aprieta los labios, reprimiendo un sollozo. — Morir no fue malo.
— Pero está oscuro... es tan oscuro aquí...—Eddie sigue impasible, luce tan tranquilo y ligero que por un momento se pregunta si es el mismo Eddie de sus recuerdos, el chiquillo frenético que carga con medicamentos o el hombre nervioso de párpados caídos.
— No es así. No hay oscuridad en absoluto.
Tan pronto como lo dice, una brisa los envuelve y el sonido del follaje de los árboles que rodean a los Barrens se mezcla con la risa que Eddie suelta al ver su expresión. La oscuridad de las cloacas ha desaparecido. También la sangre. E incluso los centímetros extras en la altura de Eddie y la naciente barba; frente a Richie, sólo está su amigo de la infancia, con su cabello bien peinado y una cangurera atada a la cadera. Cuando se acomoda las gafas sobre el puente de la nariz, Richie nota que también se ha vuelto un niño.
— ¿Esto es el cielo?
Debe serlo. Son los Barrens, el sitio que más amaba cuando era niño. Luce tal como su memoria atrofiada logra recordar, parecen estar a mitad del verano, el aire es cálido y Eddie está frente a él, los ojos marrones que ha soñado tantas noches y ha olvidado antes de despertar, se clavan profundamente en su alma haciéndolo sentir verdaderamente un niño. Sí, se siente como el cielo, así que debe serlo.
— Aún no es tu tiempo, Richie.
— ¿De qué hablas? Estoy aquí. Quiero estar aquí.
Eddie niega con la cabeza, pero Richie ya le ha dado la espalda para evadir lo que sea que está por ser dicho.
— Deja de ser un cabeza dura, idiota. —reclama el niño, tomándole la muñeca para girarlo de vuelta.
Richie no quiere hacer caso, pero su mano se mueve por cuenta propia y atrapa la de Eddie con firmeza, necesitado de aferrarse a lo que tanta falta le ha hecho y no quiere volver a olvidar.
— Si me tengo que ir, te llevaré conmigo. —afirma. — Te tendré en mi mente. Todo lo que significaste y significas para mí, se quedará conmigo, Eds.
— Richie...—Eddie recorre el dorso de la mano ajena con su pulgar, dando una suave caricia—, no puedes hacer eso. No puedes recordarme.
— ¿Y por qué no?
Antes de que Eddie diga algo, Richie ya sabe la respuesta.
— Stan no querría que tuvieras que recurrir a lo que él hizo para huir de todas estas memorias. —Eddie levanta su mano libre, peina el alborotado cabello de Richie hacia atrás y la suave sonrisa aparece de nuevo; es tan tranquilo, tan seguro de su propio aliento que la presencia de un inhalador ahora parece sólo un mito. — Tenemos buenos recuerdos, tantos buenos recuerdos... pero también malos, muy malos. Si regresas allá, con tu memoria devuelta, no querrás vivir, y yo me sacrifiqué por lo contrario. Morí para que vivieran las vidas que debían vivir.
— ¿Y qué hay de la vida que tú debiste vivir?
Eddie sonríe. La felicidad que emana de él le llena el corazón a un nivel que la cocaína es apenas un rasguño.
— La vida que viví con ustedes, fue la única vida que valió la pena vivir.
¿Y qué hay de la vida que tú y yo debimos vivir? ¿Juntos?
Las palabras se enredan en su garganta, le crea un bloqueo que extrañamente le dificulta respirar aun si el aire no es precisamente esencial en ese sitio.
— Todo luce tan tarde, ¿no crees? —murmura, su mano juega con los delgados dedos de Eddie y continúa. — Lo recuerdo. Cuando te mudaste, fue demasiado tarde para despedirme. Demasiado tarde para mostrarte...—una corta y triste sonrisa surca sus labios, recordando el puente de los besos y preguntándose qué será de él cuando vuelva a olvidarlo—, y entonces éramos adultos y tenías ese estúpido anillo de matrimonio, pero no importaba, ¿sabes? Te iba a llevar conmigo. —las lágrimas se acumulan de nuevo en sus ojos, manchan las gafas y agradece que le impida ver con claridad la imagen de la sangre que vuelve a su mente. — Moriste y fue demasiado tarde para decirte... dios, Eds, no pude decirte que-, que yo...
— Lo supe antes de morir, simplemente lo supe. —se acercan instintivamente, los brazos de Eddie rodean el torso de Richie y lo aprieta contra sí, un abrazo firme y necesitado que ambos corresponden. Hay sentimientos más grandes que las palabras, no necesitan ningún medio para ser expresados; están allí, existen y se saben. — No fue tarde para mí, Rich. Saber que me amabas y saber que te amaba antes de morir, hizo que mi vida valiera toda la pena.
Richie cree que eso es lo que más duele. Saber lo que Eddie trataba de decir cuando murió y saber que él iba a responder sin importar lo que fuera. Te amo. No lo dijo. Derry cayó en pedazos. Eddie quedó en las profundidades del desastre, en ese lugar oscuro y frío, que nunca volvería a su memoria. Que no volvería a hacerlo.
— Te olvidaré al despertar, ¿verdad? Todo esto.
Eddie asiente, con el rostro hundido sobre el hombro de Richie.
— No sé si pueda seguir viviendo así.
Un flash de las cloacas les ilumina cuando Eddie se aparta del abrazo y mira hacia Richie; hay determinación y amabilidad en su expresión, envuelto en fe hacia él. Richie se estremece, porque recuerda un momento así, se estremece porque hay tantos recuerdos que desea mantener y que perderá de nuevo.
— Eres más fuerte de lo que crees.
Eres más valiente de lo que crees.
La falta de aire le golpea repentinamente y cae hacia atrás, resbala de los brazos de Eddie aterrizando de espalda sobre la hierba y se remueve allí. Eddie se inclina a un lado suyo, lo sostiene por los hombros y Richie sólo sabe que duele; le duele la garganta, los pulmones y el alma cuando las memorias vuelven a deslizarse entre sus dedos sin que pueda aferrarse a ninguna, salvo al suéter que Eddie lleva puesto. El hombre que vio morir está frente a él, un tétrico intercambio de papeles que, si Richie pudiera respirar, se reiría de la cruel ironía.
— Nos veremos, Richie, te prometo que todos volveremos a vernos. —Tozier levanta su mano hacia él, logra rozar apenas la mejilla de Eddie y trata de aferrarse a cada detalle; ojos oscuros, cejas gruesas, párpados caídos, arrugas en la frente y mejillas, labios delgados, cabello castaño, y mientras lo hace, comienza a olvidarlo.
— Yo-, yo...—olvida lo que quiere decir.
— Sólo respira. —el hombre le acuna el rostro entre sus manos y se inclina a él, sus bocas chocan y una ráfaga de aire fresco llena sus pulmones. — Respira, Richie, sigue respirando. —vuelve a sentir el choque de otro aliento, le sabe a agua, alcanfor y golosinas. Hay algo familiar y nuevo, pero le devuelve el aire.
Le devuelve la respiración.
Richie despierta de golpe, recibido por un grito de alivio de Steve.
— ¡Con una mierda, Tozier, creí que estabas muerto! —regaña su mánager, entre el enfado y el alivio. Estando en condición, Richie se burlaría diciendo que ese es el estado constante en el mayor, pero el pecho le sigue oprimiendo y sólo logra hacer movimientos erráticos con sus manos. — ¡No te muevas, imbécil! —Steve se aleja del teléfono de la habitación para ir hacia la cama, pero Richie vuelve a agitar las manos.
— I-Inhalador... —logra musitar con la voz ahogada. — Cajón... allí...—señala al buró, donde el mánager rápidamente busca hasta dar con el respirador. Lo deja en las manos temblorosas de Richie y éste lo coloca de inmediato contra sus labios, liberando el medicamente.
Agua. Alcanfor.
Algo más falta en esa simple mezcla, siempre esa sensación de que algo falta en cada detalle de lo que vive, pero la ausencia de ese algo ha dejado de doler.
Está respirando.
— No sabía que eras asmático. —comenta Steve una vez que Richie ha recuperado el aliento.
— No lo soy. —toma el inhalador y lo levanta un poco, para mostrárselo. — Lo compré al azar. Ni siquiera recuerdo cuándo, creo que fue una corazonada.
— Como sea, parece que hoy te salvó la vida, estúpido yonki.
Richie sonríe apenas.
— Parece que sí.
Se niega a ir al hospital, también al ofrecimiento de Steve de conseguirle alguna persona que cuide de su salud en las próximas horas. Sabe que no va a morir esa noche ni la siguiente ni la que sigue a ésa.
El inhalador se vuelve un amuleto para él en los próximos quince años que sigue con vida. Lo ayuda a respirar. Lo siente como una súper arma que podría vencer a cualquier monstruo, así que lo usa cuando el vacío es demasiado grande y lo tiene balanceándose en el balcón de su casa hasta que una voz le recuerda que debe respirar.
Respira.
El medicamento tiene sabor a alcanfor.
Vive.
A veces, es agua.
Tendremos otra oportunidad.
En las noches más difíciles, sabe a algo parecido a la esperanza.
28 notes · View notes
el-escritor-52 · 3 years
Text
The Dazzlings
Tumblr media
CAPITULO 16: PERSECUSION
El banco ha sido robado por 3 chicas misteriosas, la policía acude a la alarma del lugar, al entrar no encuentran nada más que cuerpos perforados por las balas, los oficiales están confundidos, preguntas pasaban por sus cabezas.
Uno de ellos encuentra pequeños charcos de sangre desde el mostrador hacia la entrada, formando un rastro hacia un callejón sin salida, eso les daría pistas a los especializados en este tipo de trabajos.
Un portal de color fucsia aparece en medio de un desierto desolado, las 3 chicas corren hacia el vehículo, entrando en esta y acelerando para llegar a la carretera. Cosa que las hacen sentirse aliviadas.
-ya no tendremos de que preocuparnos, con este dinero no tendremos la molestia de quedarnos en la maldita pobreza, lo hemos logrado- dice Adagio dando una gran sonrisa de satisfacción.
Aria y Sonata se quedan en silencio, no querían decir alguna palabra para no arruinar a la rubia, estaba claro que la temían de nuevo, Aunque la chica del cabello morado sentía odio por ella y la otra se sentía asustada.
Otra victoria se avecinaba a la líder de las Dazzlings al robar el banco con éxito, se sentía en la cima de nuevo y nada podría quitarle ese puesto, o eso creía ella.
Su sonrisa se le borra al notar de nuevo el líquido rosado escurriéndose en su nariz, alcanza a escuchar algo a lo lejos, Sonata también lo escucha, la chica inocente saca su cabeza por la ventana para observar lo que pasaba.
- … ¿chicas? -decía ella con un nudo en la garganta, sorprendida de lo que vio. Cosa que nota Aria.
La misma miro de igual forma, teniendo la misma reacción que su hermana, Adagio las observa confundida y observa por el espejo retrovisor, descubriendo algo a lo lejos, algo muy familiar para ella.
Decidió verlo mejor al sacar la cabeza por la ventana, ella se paralizo por completo, se sentía tan asustada como impresionada.
-no… puede… ser- dijo ella, viendo con sus brillantes pupilas rosadas a lo que se avecinaba.
Varios portales de color fucsia aparecieron por los aires y en la carretera, donde salieron varios helicópteros junto con diferentes vehículos, algunos brindados, el gobierno las había encontrado.
-Objetivo asegurado, esperando ordenes para atacar- decía un piloto, esperando la decisión de la persona al mando, quien estaba observando al vehículo de huida con unos binoculares.
- ¡procedan con el ataque ahora! -exclamo Cindy de forma determinada.
En eso los autos aceleraron, helicópteros se acercan poco a poco, disparando a mano armada al objetivo.
- ¡mierda, mierda, mierda! -gritaba Adagio de forma alarmada, pisando fuerte el acelerador, aunque iban rápido las balas atraviesan las ventanas, rompiéndolas.
Las 2 se cubrían lo más que pudieron mientras que la rubia no se daba por vencida, no aun, acelerando más.
Todo el esfuerzo era inútil, los soldados disparaban desde arriba con ayuda de torretas automáticas, cosa que dejaba a las Dazzlings sin posibilidad alguna.
-desearía que no fueran tan inútiles, si quieren luchar, lucharemos fuego con fuego- grita Adagio, mirando a Aria y a Sonata.
-deberíamos pensarlo mejor, esto ya ha llegado lejos, deberíamos detenernos- propone la chica de cabello celeste nerviosa.
- ¡no quiero excusas! -grita la rubia, dándole armas a las 2 chicas.
Ellas dudan, es arriesgado, pero no tienen elección, la chica de cabello morado procede a abrir la puerta para tener mejor puntería, logrando dispararles a algunos con ayuda de una ametralladora.
Por su parte, la rubia decide arriesgarse más, saliendo un poco por la puerta con pistola en mano, apuntando a los autos brindados.
Ya a punto de disparar, ve a lo lejos a Cindy, quien de igual forma la observa de manera seria, formando un contacto visual, Adagio sonríe un poco.
-veamos que eres capaz- susurra ella, apuntando hacia el conductor del helicóptero que ella aborda.
La mujer lo nota al instante y da la orden para los vehículos en tierra, los cuales aprovechan para dispararle con todo lo que tienen, la rubia se cubre, pero una de las balas le logra dar en el brazo, causando que esta reaccione del dolor.
- ¡maldita sea! - grita ella, cubriendo la herida de su brazo apretando, la cual estaba sangrando.
A los soldados no les importan, procediendo a seguir disparando. Adagio no tuvo otra opción que entrar de nuevo en el auto, sintiéndose furiosa como también humillada.
-Adagio, tu brazo… - dice Sonata de forma preocupada al ver la herida. -déjame ayudarte- continúa diciendo, agarrando de forma calmada su brazo, cosa que molesta a la rubia.
- ¡estoy bien! ¡¿De acuerdo?! - dice la rubia, apartando rápido su brazo de su hermana. -tu conduces ahora- al decir eso, se sale de nuevo del coche, pero esta vez apoyándose de un brazo y de su pierna, estando casi afuera por completo.
- ¡oh no! - grita Sonata, agarrando de forma apresurada el volante, empezando a conducir con todas sus fuerzas.
Ahora con una subametralladora en la mano, esta determinada en acabar con todos los presentes.
- ¡ardan en el infierno, hijos de su puta madre! -grita ella a todo pulmón, disparando sin cesar a todos los conductores de todos los vehículos.
Alguno de los vehículos se desvía debido a que logro matarlos, provocando que choquen de manera repentina con otros, dejándolos atrás.
La mujer observa alarmada todo lo que pasa, en como cada uno de sus soldados mueren, al ver como las dos chicas se defienden con todo lo que tienen le da impotencia, en como Aria logra con esfuerzo derribar el helicóptero, cayendo lentamente a un costado del largo desierto, explotando a sus ojos, en como Adagio logra asesinar a todos, viendo sus ojos rosados brillar.
¿Cómo son capaces de hacer eso? ¿acaso no se rinden? ¿Cómo lograron entrar a Estados Unidos? Preguntas pasan por su cabeza, si así son las cosas, entonces tampoco se podría rendir, abriendo paso hacia un soldado cerca de ella, quien nota su presencia.
- ¡señorita, a sus órdenes! -responde el soldado, poniéndose firme ante ella.
-necesito su arma- ordena ella de manera seria.
- ¿va a pelear contra ellas? Es peligroso señorita, podría morir - dice el soldado, sintiéndose preocupado.
-escúcheme, entiendo su preocupación, pero es hora de acabar con todo esto. -dice Cindy, poniendo su mano en su hombro. -por favor confié en mí, sodado.
-e-esta bien, la apoyare por si hay problemas, no dejare que muera- dice el, dándole una pistola.
Con el arma lista, ordena al piloto que se acerque más, accediendo a esa orden, sin perder el tiempo las observa desde arriba.
Adagio la nota, mirando hacia arriba, alarmándola un poco, sin embargo, no dejara vencerse por una simple mujer, apuntándole con el arma, estaba dispuesta a dispararle hasta que la interrumpen:
-Adagio Dazzle, líder de las Dazzlings, que curioso que después de la batalla de las bandas pases a esos límites, asesinando personas a tu gusto- grita Cindy de manera seria. -y lo peor es que involucraste a Aria Blaze y Sonata Dusk.
Eso ultimo asusta un poco a las dos chicas, Aria la observa desde abajo, con confusión. La rubia se limita a dar una pequeña risa ante esas palabras.
-veo que sabes demasiado de nosotros- dice ella, sonriendo de manera coqueta. -sin embargo, no tengo ni interés alguno en conocerte cariño, así que terminemos con esto rápido- continúa diciendo Adagio, a punto de dispararle.
-que lindo, yo estaba a punto de decirte lo mismo- dijo ella, desafiándola.
Al terminar de decir eso, un soldado tomo de sorpresa a las 3 hermanas, disparándoles a todas sin cesar. Adagio volvió a entrar al auto, tomando el volante de nuevo, pisando el acelerador para que vayan más rápido que el helicóptero, Aria imita su acción, cubriéndose con todo lo que puede de las incontables balas que atraviesan el techo del auto, Sonata se echa para atrás de igual forma intentando protegerse de las balas, las cuales ya agujerearon las bolsas de dinero, causando que la bolsa se rompa poco a poco.
Cindy aprovecha las pocas defensas de Sonata para dispararle, logrando herirla de gravedad.
La chica del cabello celeste grita del dolor, Aria intenta hacer algo para ayudarla, pero algo la detiene:
Adagio tenía el arma apuntada en la cabeza de la chica de cabello morado, dando indicios de que le podría disparar en cualquier momento, eso molesta a la chica.
- ¡¿Qué mierda haces?! ¡Está sangrando! - exclama Aria de forma preocupada, sin embargo, la rubia la interrumpe.
-hay cosas mas importantes que atender- dice la rubia, alarmada por la situación.
- ¿has perdido la cabeza? ¡Si se queda así podría morir desangrada! -explica la chica del cabello morado, intentando convencerla de que la ayuden.
-eso seria mejor, así tendremos un estorbo menos- dice Adagio fríamente.
Esas frías palabras le hirvieron la sangre a Aria, no era justo que le dijeran eso, no a Sonata, no soportaría más eso, esto se acaba aquí.
-me das asco- al decir eso, le aprieta fuerte la mano, impidiendo que ella haga algún movimiento. - ¡no volveremos a seguir tu voz de nuevo, maldita zorra!
- ¡¿Qué acabas de decir!? -la respuesta que le dio su hermana fue una fuerte patada en el rostro, haciéndola caer del auto de manera brusca.
Gracias a la alta velocidad, Adagio se raspa la piel y consigue pequeñas cortadas gracias a las varias fricciones al rodar por el suelo. Varios soldados la observan con impresión en sus rostros, la rubia choca con un auto brindado que estaba cerca, recibiendo un fuerte golpe en la espalda y cabeza, dejándola inconsciente.
Cindy al verla así se siente satisfecha, esperando el posible resultado de esa pequeña discusión que posiblemente tuvieron.
-señorita, podría hacer usted los honores- decía el soldado, mostrándole una granada.
- ¿estás seguro? Podría dejarte con las ganas soldado- decía la mujer, sonriendo un poco.
-oh no, por favor acéptelo, es para usted- decía el con nerviosismo, aunque sonría un poco.
-está bien, no tengo problema con eso- dicho eso, agarra la granada, aceptándolo con gusto.
Aria alza a Sonata para dejarla en el asiento del copiloto mientras que ella retoma el puesto de piloto, algo que anteriormente lo ocupaba Adagio.
-calma, estaremos bien, debemos irnos pronto de aquí, te voy a cuidar- dijo la chica del cabello morado, tratando de calmar a su hermana de cabello celeste, quien sufría del fuerte dolor provocado por la bala.
Dicho eso, procedió a dar la vuelta y desviarse de la carretera, yendo por un camino rocoso, había un problema con ese detalle, su gasolina se les iba a acabar y el helicóptero los perseguía sin descanso.
Todo lo que ha pasado lo observa a lo lejos Pinkie con unos binoculares dentro del camper, quienes se acercaban cada vez más hacia este dichoso campo de guerra.
-dios mío, que increíble ¡parece película! -grita la del cabello de algodón de azúcar emocionada y comiendo dulces.
-te dije que no era momento para juegos, ya nos estamos acercando más- dice Sunset, viendo todo a pesar de que no se puede mover debido a su pierna rota.
- ¡no lo duden más y pisen el acelerador! -ordena Raimbow Dash.
-no creo que eso sea... correcto- dice Fluttershy un poco nerviosa. -se nos acabaría rápido la gasolina.
-eso es verdad, además se arruinaría el bello diseño que esta tiene- agrego Rarity, preocupada más por su camper.
-calma Rarity, eso se puede arreglar después, ustedes son expertos de volverlo a hacer que quede perfecto para tu gusto- dice Applejack en un tono burlón mientras conduce.
- ¡No puedo creerlo! Lo único que hacen con esos estúpidos comentarios es hacer que perdamos el maldito tiempo- exclama Sunset, quien se levanta con esfuerzo y toma asiento de piloto, apartando de manera brusca a la chica de cabello amarillo.
-oye ¿Qué corrales te pasa? -pregunta ella, buscando una explicación a su comportamiento, claro que Twilight no deja que conteste la pregunta.
-pero Sunset, tu pierna no está en buenas condiciones para conducir, seria arriesgado, te lastimarías más la pierna- dijo ella preocupada por su amiga.
-eso jamás me detiene, no ahora- al terminar de decir eso, la pelirroja piso fuerte el acelerador con su pierna lastimada, a pesar de que le duele se mantiene determinada.
El camper va a toda velocidad hacia la zona de persecución, pero no llegarían a tiempo, ya que Aria pierde el control del volante, haciendo que se revuelque debido a las rocas.
El fuerte impacto provoca varias cortadas en la hermana de cabello morado, quien se preocupaba por Sonata, la misma no se sentía bien ya que estaba perdiendo sangre.
Ella decidió irse del auto, ayudando a la chica de cabello celeste a salir también.
-me pregunto cómo saldrán de esta … -susurra Cindy, dejando caer la granada ya activa.
Las chicas salieron del auto con esfuerzo, ya intentando escapar era demasiado tarde, la granada exploto junto con el auto, quemando todo el dinero que habían robado, lanzando lejos a Aria y Sonata, ellas cayeron al suelo, tenían heridas de gravedad y un poco de quemaduras.
-s-sonata... -decía una débil Aria, notando que ella no la escuchaba, estaba inconsciente.
La hermana intento levantarse, pero fue inútil, sus piernas ya no le respondían debido al cansancio, con su último aliento cayó al suelo, rindiéndose.
Algunos autos brindados que lograron sobrevivir llegaron a la zona, diferentes soldados salen de esta para llevarse a las 2 hermanas, con las ordenes especificas de la mujer a cargo de la misión, las metieron al auto y se fueron.
El helicóptero aterriza cerca del cuerpo de Adagio, quien seguía inconsciente, Cindy bajo del vehículo aéreo para checar por completo a la líder de las Dazzlings, al estar viendo su cuerpo se sorprendía.
-es increíble… así que era cierto… de alguna forma eres real… -ella seguía mirándola con asombro, una de las villanas de una caricatura infantil estaba frente a ella. - ¿cómo puede ser posible… tal cosa? -ahí lo ve, el cristal rosa brillaba desde el bolsillo de la rubia.
La mujer observa detenidamente el bolsillo, había algo que lo atrapaba, ese brillo que emanaba era hermoso.
-así que este es la razón de todo esto… -susurraba Cindy, intentando agarrar el cristal rosa.
Eso seria interrumpido de manera brusca por un misterioso arcoíris que pasaba rápido en frente de ella, sin duda era confuso para ella y los demás soldados presentes, mas cuando se enteraron que el cuerpo de la rubia ya no estaba.
Ellos se preocuparon mucho y la mujer solo se limitó a pensar sobre lo que paso en frente de sus narices.
- ¿señorita? -pregunto un soldado un poco nervioso. La mujer voltio a ver a todos los presentes.
-es hora de irnos...-ordena la mujer, subiendo al helicóptero, ya tenían detenidas a Aria y a Sonata, ya no importaba lo que acaba de pasar ya que para ella fue una victoria que poco a poco se hará más grande.
Los soldados aceptan la orden, dando rumbo a su país gracias a un portal color fucsia, las Dazzlings se han separado, Adagio esta aun inconsciente, ella provoco todo esto y seria hora de arreglar todo, no sin antes ser interrogada por las personas que la salvaron de esta intensa situación con el gobierno de los Estados Unidos.
3 notes · View notes
algoparahablar · 5 years
Text
Orange is the new Black! ¿Qué pasa después de la cárcel? y ICE
La primera temporada de orange siempre ha sido mi favorita, y mucha gente piensa lo mismo. Esta última temporada iguala en calidad y tono a la primera. Es disfrutable con todo y sus villanos, además que corrige rápidamente el error de la 6 de darle mucho protagonismo a nuevas reclusas, es más, en esta ocasión todas las nuevas caras si aportaron algo importante a la historia.
Tumblr media
El final trata de dos cosas: ¿Qué pasa después de salir de la cárcel? y el infierno que se vive en los centros de detención de ICE. Piper es la protagonista de la primer pregunta, ver lo difícil que es su vida al salir de la cárcel y como le cuesta aceptar que ella fue una reclusa. Ella no es de la única que podemos ver su vida, vimos a Maritza y Blanca que terminaron en el centro de ICE, a Sophia que lleva la vida que siempre deseó, a Taystee que se sintió obligada a volver al crimen, a Black Cindy que vivió en las calles pero no volvió al mal camino (logró revindicarse), y a Aleida, quien por una estupidez e hipocresía volvió a la cárcel. Todos escuchamos lo difícil que puede ser seguir con tu vida, pero verlo en personajes que amamos, incluso a Aleida, es difícil, ellas ya pagaron su deuda con la sociedad y sigue sufriendo, y batallando al convertirse en ciudadanos de 4 clase. Como dijo Taystee, es difícil reincorporarte por que no tienes apoyo al salir, por eso es que al hacer su programa tiene más impacto, por que ella es una mujer inteligente y quien recibió la peor injusticia de todas. 
Tumblr media
Y el tema de ICE es desgarrador, manejan diferentes situaciones y lo hacen en personajes que amamos, como Maritza y Blanca, y otros que crecieron en nosotros. Todas duermen, comen, llaman, estudian en un mismo cuarto. No tienen derechos, por ley deberían de tener un abogado y no es así, incluso hay un caso de una mujer violada de una comunidad indígena que quería abortar y no la dejaban por que el bebé sería estadounidense. Lo cual es una completa basura como dice Fig, que la vimos por primera vez quebrada al ver tanta falta de humanidad, incluso se pregunta ¿Cómo quiero traer a un niño a un mundo así? Al ver a niños en juicios solos, separados de sus padres y esto seguido de muchas canciones de orgullo a “America”. Por que se nos rompe el corazón ver a una mujer llamándole a sus hijos por que la llevaran de regreso a su país, a otra que sabe que al volver la mataran por ser lesbiana,y así, todos esos casos en los que no encontramos ni justicia ni humanidad. 
Tumblr media Tumblr media
¿Qué fue lo mejor?
El capítulo de “13″ fue en honor a la enmienda 13, y la analogía de crazy eyes con las gallinas fue una buena forma de ver como se lleva la cárcel y hasta poder entender que el aislamiento es una medida fácil para solucionar un problema.
La manera realista con que manejaron el tema de ICE. 
El tema de me too de Caputo. Principalmente por que vimos el proceso que él vivió de culpar a la víctima, de negación, todo hasta aceptar que, aunque no fue su intención, lo que hizo estuvo mal y para el fue difícil de entender por que en realidad si es un buen tipo.
La muerte de Pennsatucky cuando se veía que ella había llegado a la mejor versión de si misma y era un buen apoyo para Suzanne. 
Volver a ver a Poussey y Sophia.
Tumblr media
La trama de intento de suicidio te Taystee y el programa que creo en nombre de Poussey.
El protagonismo de Tamika.
El final de Daya, creo que su caso muestra perfectamente como la cárcel te cambia. Es verdad, ella era una niña dulce que decía cosas “aburridas” como dice Aleida.
Tumblr media
Piper por fin cae bien! Lo que es lógico, ella ya no es la misma princesa que llegó a la cárcel. 
Cada vez que pasan historias de Morello creo que son las mejores, es traumante ver lo que la llevo a vivir un mundo paralelo. 
Todas tienen un final realista y creíble. Incluso que el idota ese quedara a cargo de la cárcel suena muy realista. Me partió el corazón el final de Red y de Morello. 
Tumblr media
¿Qué le faltó?
Ver a las reclusas 5 años después. 
Tal vez ver que pasó con Maritza, algunos guardias, etc. 
La forma en que volvió Aleida a la cárcel podría ser la menos pensada, si comparamos a lo bien que estuvo todo lo demás. 
En general, esta temporada es de lo mejor en actuación, escritura e historia de lo que veremos del año.
9 notes · View notes