Tumgik
#hibrido
gabbuloffc · 5 months
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Para a @kamui789
(CATRADORA SHEERA)
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sebas-jlf · 22 days
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THUNDER REDISIGN
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It had been a long time since I had drawn my design, I seriously hate the design they gave it in the series ☠️
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sunflowerzyk · 6 months
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Detrás del depredador - König Híbrido!Oso x lectora [Medieval AU]
Eres una plebeya de familia numerosa, tu vida es de lo más tranquila como lo puede ser para alguien de tu estatus. Hasta que una de las tantas mañanas en las que sales de tu hogar para recolectar frutos de los arbustos en lo más profundo del bosque una flecha atraviesa tu brazo. Tu no lo sabes, pero el dueño es el príncipe König , un híbrido bestia/oso, quien te tomara como su esposa, aunque no lo quieras así.
Capitulo 1!
Capitulo 2! << Siguiente aqui
Contiene: diferencia de edad, perversión, könig Yandere, konig Mayor, Diferencia de altura, obscenidad, dub-noncon, könig posesivo, daño/consuelo, violencia típica del canon, dime si me olvide de alguno.
Si este tipo de contenido no es de tu agrado ignóralo y sigue con tu camino
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König es un príncipe, dentro de lo que cabe, un candidato para  ascender al trono de su padre, es  inestable en todo sentido, fue a batallas desde muy joven,. vió morir a sus hermanos y hermanas mayores, al nunca destacar de entre todos ellos nunca fue bien recibido por su padre, incluso ahora, siendo el único vivo junto a un hermano mayor suyo, a könig nunca le interesó el trono en lo absoluto y su incompetencia para generar descendencia lo hacía un candidato inepto ante ojos de todos.
Cualquier mujer que era enviada a sus aposentos siempre era rechazada y en el mayor de los casos, ellas mismas se negaban a ir a su lado,  sin importarles ser decapitadas por rechazar a un príncipe, describen la sensación de estar a su lado como perturbadora y aterradora, un monstruo lleno de rencor y frustración.
Su padre se rindió en intentar conseguir un nieto de su parte y se limitó a suponer que su locura lo mataría.
Por su parte König se mantiene aislado en su habitación cuando está de visita en el castillo de su padre y no en su provincia, salía ocasionalmente para cabalgar por el bosque o cazar alguna pobre criatura que servirá como trofeo.  Un príncipe impredecible por naturaleza, no existía retrato alguno suyo en ninguna parte que indicara cómo lucía detrás de esa espeluznante máscara que siempre usaba fuera de su habitación y quizás también dentro de ella. Habían rumores por todo el pueblo incluso dentro de la servidumbre del mismo palacio, &lt;<'tal vez se desfiguró la cara en alguna batalla' 'él mismo intentó arrancarse su rostro en un arranque de ira' o 'es demasiado feo y vergonzoso para querer mostrarse al público'>>
Nadie preguntaba realmente, eran chismes a voces susurradas. Tampoco es que a König le importará demasiado la poca indiscreción del pueblo y los sirvientes, tarde o temprano ocurriría un terrible accidente que solo afectaría a los que tenían la lengua suelta y confiada.
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Recién amanecía en el reino, normalmente el ambiente era helado por las noches, aun recién saliendo el sol se sentía la suave brisa helada de todas las mañanas, könig disfrutaba el paisaje tranquilo cuando el sol se ocultaba, el silencio era acogedor y las luces cálidas del pueblo también lo eran.
Dió un suspiro cansado, separó su mirada de la ventana y contempló el cuerpo inerte de aquella mujer extraña para él, con marcas de asfixia alrededor de su cuello, estaba harto, no es que odiara la idea de pasar una buena noche,...solo no así, en lugar de encender sus más profundos deseos, solo se frustra más al presenciar a otra persona frente a él, ver sus inútiles intentos de cotejar y al final rendirse con nerviosismo.
La noche anterior su hermano le regaló una de sus esclavas porque en sus palabras 'Ya tengo demasiadas mujeres en mi harem, es hora de que tengas una propia' con arrogancia y un toque humorístico que claramente le ponía los nervios de punta.
Su hermano mayor sabía perfectamente que él odiaba tener contacto de cualquier tipo con la gente, tenía suficiente con tener que acudir a algunas reuniones del consejo, discutir política y estrategias de guerra. König sabía perfectamente que atrae la atención de todos, hasta cierto punto ayudaban a alimentar su ego, pero tiene totalmente metido en la cabeza que no depende de la aprobación ni la alabanza para saber lo que vale, es un hombre de casi 40 años, le gustaría decir que la edad trae madurez, pero su hermano mayor es una prueba de que no siempre es así.
A pesar de ser el hijo menor de su madre, König tiene la complexión más robusta entre todos sus hermanos, sumado a su gran tamaño era una bestia contenida en un cuerpo de hombre. literal y figurativamente. Su madre era una humana, pero tanto su padre, como sus antepasados y gran parte de sus hermanos, eran híbridos/oso. Cómo su escudo lo indicaba.
Gracias a su físico bien formado se unió a temprana edad al ejercicio, ascendiendo con esfuerzo y determinación. Antes era algo más emocionante hasta cierto punto. Ahora. Incluso su puesto como líder de la guardia real era fastidioso, batallar con los jóvenes era una astilla en la uña del dedo. Siempre quejándose, seres pequeños, débiles, queriendo demostrar ser algo que claramente no son, ya que no fueron tan inteligentes para ser maestros cultos ni tan estúpidos para ser ladrones mendigos; Esos estúpidos jóvenes no estaban hechos para la guerra, pero según las exigencias él debía cambiar eso, estaba a cargo de sus vidas y con ello la de todo el reino. Podría quebrar sus huesos cuanto quisiera para forjarlos como verdaderos hombres. La única parte medianamente reconfortante, podría dejarlos sin un brazo y costillas rotas durante los entrenamientos y nadie diría nada, ya que él es el que manda. Jefe.
König volvió en sí, identificando que había estado mirando al vacío durante algunos minutos, Una ligera sonrisa se formo en su rostro, al notar que había dos sirvientes arrastrando el cuerpo de aquella joven inconsciente fuera de su habitación con la cabeza gacha, casi arrodillados, era de esperarse, todos sab��an que quien mirara su rostro perdería los ojos y la lengua. No había una razón en particular para ocultar su rostro, le gustaba mantenerse bajo el anonimato y así causar más terror en las demás personas, eso le divertía, ver sus cuerpos temblorosos del pavor.
La puerta de su habitación se cerró con lentitud, la sonrisa de su rostro se borró cuando escuchó unos pasos aproximándose.
— Apropos Teufel.
Exhaló con irritación, tomando la máscara a su lado y colocándola en su lugar nuevamente, dejando solo a la vista sus ojos color azul rey, fríos como el hielo, casi inexpresivos. Cuando los pasos se hicieron más pesados supo que su hermano estaría furioso después de ver a aquella criada inconsciente, arrastrada por los sirvientes.
Un empujón fuerte retumbó por todo el pasillo y la habitación. Ahí estaba él, su hermano mayor, Alexander, Con su cuerpo tenso, el ceño fruncido, esa característica media sonrisa arrogante y narcisista típica suya. Se quedaron viendo unos momentos, hasta que Alexander apartó la mirada, inspeccionando la cama, estaba totalmente ordenada, su ceño se frunció aún más, no había encontrado lo que buscaba.
— Eres realmente quisquilloso König
Gruñó con diversión, claramente no le importaba una mierda aquella esclava, solo quería hacerlo pasar un mal rato.
— ¿Ni siquiera esa puta extranjera fue capaz de mover tus entrañas?. Eres fuerte, yo no la hubiera dejado de follar hasta el amanecer.
König se quedó ahí en silencio, desviando la mirada de su hermano, levantando su gran figura lejos de la ventana, dirigiéndose a la puerta.
Alexander se tensó  , flanqueando su compostura despreocupada de antes, con esa tonta sonrisa.
König se detuvo a solo unos  centímetros de distancia, mirando a Alexander desde arriba, la diferencia de tamaño era abismal entre ambos, posiblemente genética, o por la ansiedad de könig que le provocaba un hambre insaciable de pequeño, más los duros entrenamientos y castigos físicos a los que su padre lo sometia por ser un bebé llorón que no salía nunca de detrás del vestido de su madre, buscando protección y consuelo.
Inclinó su cabeza hacia abajo, tomando el hombro de Alexander con una de sus enormes manos llenas de cicatrices, estrujando la carne, músculos y huesos debajo de ella. Se acercó lo suficiente para susurrar a su oído.
— Merezco algo mejor que una esclava,  es un trofeo que no me gane por mis propios medios.
Soltó con arrogancia y severidad, disfrutando de la impotencia que su hermano mayor estaba experimentando. Era bien sabido que Alexander nunca estaba presente en las guerras, siempre dirigía desde la comodidad de su carpa, könig era quien se encargaba del trabajo sucio, comandar y pelear por sus tierras. Alexander Solamente era solapado por su padre, un poco hombre de más de 50 años que solo se encargaba de firmar uno que otro papeleo en su provincia, tenía todo asegurado en la vida. Era débil. Y König disfrutaba al recordarselo de manera indirecta, como moviendo un cuchillo en círculos sobre la misma herida, abriendo más la carne y haciéndolo sangrar sin matarlo por completo.
König dejó de hacer presión en el hombro de Alexander al escuchar algunos quejidos de dolor, y el rostro de su hermano al rojo vivo, seguramente había dejado moretones que no se quitarían hasta después de una semana. Le dio una ligera reverencia a Alexander, lo rodeó y salió de la habitación, dejándolo con un sabor agridulce en la boca. Ante todo era su próximo rey.
König caminó por los pasillos con normalidad, con orgullo, toda la semana había sido una mierda, el regreso de la guerra lo dejó con adrenalina en su sistema, deseaba sacarlo, Incluso considero aceptar a aquella esclava dentro de su cama, pero toda curiosidad por saber acerca de ello callo por los suelos, al ver a esa mujer con una sonrisa arrogante en sus labios, juzgandolo descaradamente con la mirada, sin una pizca de decencia en su ser, se acercó incómodamente a él sin preguntar, tocándolo y dejando rastros de su saliva en su clavícula. Asqueroso. A König le pareció repugnante, pero decidió hacerlo divertido, al menos para él.
Tomó a la mujer del cuello y apretó ligeramente, la mujer gimió tan fingidamente que le revolvió el estómago, incluso sintió lástima por ella.
Sonrió debajo de la máscara y apretó más fuerte. La mujer sonrió incómodamente, jadeando por el aire. Pero König no se detuvo, siguió fortaleciendo su agarre alrededor de su cuello, mirandola indiferencia; la mujer entró en pánico, dejando de sonreír, desapareciendo esa fachada de confianza que tenía hace unos segundos. Se retorció, arañó con fuerza y pateó, todo inutil, incluso comenzó a llorar mientras su rostro pasaba de un rojo a un morado por la falta de aire. Y se desmayó.
Él deseaba el toque de una mujer, realmente lo hacía, tuvo una que otra 'experiencia'  cuando era más jóven, un aventura corta con alguna plebeya de los reinos que visitaba en incluso algunas nobles, pero todo acabó más temprano que tarde, se volvió parte de la guardia real, tenía más deberes encima, no recordaba la última vez que había tocado a una mujer.
Ahora cruzaba por los mediados de sus 30, era viejo, sin hijos, comenzó a odiar el contacto con los demás después de pasar años rodeado por viseras, excremento y huesos. Cada vez que estaba cerca de alguien no paraba de recordar la piel putrefacta, roída por los gusanos ,el terrible olor que desprendían los cuerpos enemigos cuando eran quemados.
En casi el final de su largo camino hacia los establos, König escuchó pasos acercarse a él, nunca bajaba la guardia, y a veces lo odiaba, tal vez así sus oponentes serían más interesantes.
Siguió caminando, necesitaba cabalgar un poco, tal vez cazar un venado para disminuir el estrés y divertirse.
— Señor.
Espetó su compañero de armas más cercano, Krueger.
— Kruger.
Murmuró de manera formal, girándose con las riendas de su caballo ya en mano
— Nadie me informó que saldría a cabalgar, hubiera ordenado que alistaran su caballo.
— No pensaba hacerlo
— Disculpe?
— Acompáñame.
Ordenó con una leve sonrisa, caminando al lado de su corcel hacia la salida del establo.
Krueger se quedó ahí unos segundos, solo pensando, dió un suspiro pesado medio divertido y alistó su propio caballo también, no regresarian en un buen rato, no hasta que su señor descargará toda su frustración en las pobres criaturas del bosque. Y él estaría ahí para evitar que se lanzará por el acantilado más cercano. Sin él.
Las cabalgatas con el príncipe/líder könig consistían en guardar silencio, contemplar el alrededor, disfrutar el paisaje, pero no lo suficiente para bajar la guardia por completo. König disfrutaba el silencio, estar lejos de las personas, lejos de su padre moribundo y su hermano.
Pero nunca , nunca podía faltar un trofeo de esa expedición, odiaba sentir que había perdido el.tiempo, aunque así fuera. Debía regresar por lo menos con un venado, o un jabalí atravesado y desangrado gracias a sus flechas.
Esta vez no sería la excepción, su padre seguramente morirá en unos pocos días, debía llevar algo bueno para la ceremonia.
König permaneceria como líder de sus tropas,  era experimentado y fuerte. No podrían reemplazarlo de ninguna manera pero si lo llegaran a intentar, deberían estar listos para un baño de sangre.  Alexander no deseaba poner en contra de sí mismo a sus guerreros y las tropas, no quería provocarlos, al menos no era un completo idiota como para hacer una estupidez de esa magnitud, pensó könig.
Todo estaba medianamente silencioso, a excepción de los pájaros y el viento chocando contra toda superficie..... Y algo más.
Se escuchaban pisadas ligeras y movimientos sutiles entre los arbustos, un animal debía estar escondido, könig preparó su arco y sus flechas. Disparó.
Un venado salió despavorido de entre los arbustos, comenzando a correr, con una rasgada en el lomo que probablemente causó su flecha disparada a ciegas. Inmediatamente Krueger y König comenzaron a cazar a la criatura, definitivamente era una buena presa para la ocasión, y sería suya.
El venado brinca, se escabulle y esquiva las flechas, la naturaleza de esa parte del bosque era frondosa y lúgubre, hasta cierto punto inquietante, su suelo era irregular, siendo un poco complicado seguirle el paso al animal.
La persecución los llevó a un claro rocoso lleno de arbustos con frutos pequeños comestibles.
Finalmente lograron alcanzar al animal, König apuntó con su arco y flecha,  con el caballo en movimiento y disparó de nuevo. La cercanía fue tal que la flecha atravesó el cuello matando al animal y siguiendo su camino con gran velocidad.
No esperaba escuchar un chillido tan agudo después de presenciar que el ciervo caía al suelo con el cuello perforado, pero lo hizo, hubo un grito, una persona. Krueger y él se quedaron en silencio al escuchar los gemidos de dolor y angustia mezclados con pequeñas maldiciones. König se quedó ahí en su caballo, krueger por su parte desmontó y caminó hacia los arbustos sin vacilación alguna,  observo a la criatura por unos segundos, mientras sollozaba para después tomar su brazo y arrastrarla fuera de su escondite.
Konig miro la situación en cámara lenta, tu pequeña figura fue arrastrada para que él te pudiera ver mejor, no podías hacer mucho para negarte, solo te quejabas mordiendo tus labios y lengua, estabas sufriendo, eso era obvio pero eso le hizo sentirse emocionado. Excitado.
Se Quedó totalmente petrificado, mirando tu cuerpo tembloroso y llorosos, con una flecha atravesada en tu brazo izquierdo, estabas sangrando, te examinó de arriba abajo, tu cuerpo, eras demasiado pequeño en comparación suya, en realidad todos lo eran, si así eras de pequeña en comparación a su forma humana se imaginaba lo diminuta que serías con él en su forma más animal; despreciaba a los seres más débiles hasta cierto punto, pero viéndote a ti sintió que debía mantenerte y cuidarte, protegerte. Su mirada se detuvo unos instantes sobre tus senos, luego entre tus piernas y volvió a subir su mirada.
Mirabas el suelo, intentando ocultar tus lágrimas de dolor, forcejeando débilmente contra el agarre de Krueger. Solo se escuchaban pequeñas súplicas saliendo de tus labios temblorosos, buscando consuelo y ser liberada.
— ¿Qué demonios?
Se escucho entre tus tantos murmuros y maldiciones mientras levantabas la mirada para identificar a el idiota que había enterrado una jodida flecha en tu brazo.
Tan pronto como tus ojos llenos de lágrimas enfocaron la enorme figura frente a ti las palabras se quedaron atoradas en tu garganta, tus labios se secaron como si hubieras pasado sin agua varios días.
Un gigante. Montado en su caballo color negro como la noche, vestía como hombre de la alta sociedad con toques barbaros, armadura,  piel de animal sobre su espalda, postura imponente y.... Oh. Una máscara perturbadora.
— Carajo
Lograste maldecir en un murmullo.
— Cuida tu lenguaje
Exige aquel gigante con la voz severa, pero con una pizca de elegancia que, reafirmaba tu teoría, debía ser un hombre con una gran educación, a pesar de ser tan aterrador. Mandó un escalofrío por todo tu sistema, e inmediatamente cerraste la boca y desviaste la mirada hacia un lado, buscando no ser irrespetuosa, por más encabronada que estés y quién se halla equivocado fuese aquel gigante, en el fondo sabías que podrías tener consecuencias peores.
Gracias al miedo y adrenalina casi habías olvidado por completo la flecha en tu brazo, la miraste de reojo y el dolor comenzó de nuevo a invadirte, regresando las lágrimas que picaban tus ojos para salir.
könig estaba teniendo un ataque de ansiedad, una sensación que pensó que había superado, agradece llevar la máscara, o seguramente se notaría su frustración y el nerviosismo al tensar su mandíbula; apretó los estribos de su caballo, mirando tu pequeña y figura patética desviando la mirada ¿Porque lo habías hecho? ¿Era tan horrendo a tu mirada que ni siquiera podías verlo? Él podría perdonar tu falta de cuidado al hablar, pero no perdonaría que no lo mires cuando claramente está exigiendo tu atención. no lo perdonaría. Te daría un castigo. Con una buena excusa.
Bajó de su caballo en un abrir y cerrar de ojos, le bastaron tres pasos para llegar hasta donde estabas, tomar la flecha que llevabas en el brazo y quebrarla a la mitad, sin sacarla, eso te hizo abrir la boca para protestar y dar un grito desgarrador, pero antes de eso puso su mano en tu boca, para ahogar tus demandas, y te alzó en brazos.
No planeaba dejar a una criatura tan vulnerable y débil como tu en ese lugar, para empezar, ¿Porque estabas ahí? No tenías más de 24 años, tus ropas estaban desgastadas. Tan expuesta a que una bestia como él te viera y tomará como su pequeño juguetito nuevo, uno que se encargaría de usar a la perfección y con cuidado(tal vez).
Lloriqueaste contra su mano en tu boca durante unos momentos, las lágrimas caían por tus mejillas, y eso lo hacía sentir aún más extraño, un calor doloroso se formaba en su entrepierna, el deseo de tomarte ahí mismo, y provocar tus llantos aún más.
Pero no era lo suficientemente animal(aún) como para tomarte ahí inmediatamente , podría esperar; tu herida podría infectarse y estarías muerta al anochecer, no quería eso.
Regresó a su caballo y lo montó, contigo en brazos, liberando por fin tu boca, ya no llorabas ni gritabas, solo dabas pequeños suspiros temblorosos,  el dolor fue tal que te desmayaste.
El simplemente no pudo evitar sentirse aún más extraño, te veías casi adorable, tu nariz y mejillas teñidas de rosado, acompañado de tu ceño ligeramente fruncido por el dolor, quería ver que otra caras eras capaz de hacer, específicamente debajo de él.
— Señor, Tengo el ciervo...... Ya es hora de irnos.
Se escuchó a krueger hablar en algún lugar, König estaba demasiado hipnotizado memorizando tus rasgos que fue suficiente para que Krueger haya recogido el cadáver del ciervo y montarlo en el caballo.
— ja... Gut, vamonos.
Murmuró apartando finalmente la vista de tu rostro y parte de tu cuerpo, tomando las riendas y emprendiendo el regreso al castillo.
Su bestia interior estaba ansiosa por salir a la luz, quería probarte, su pequeño trofeo, el mejor de todos.
A/N: Sinceramente, siempre he querido encontrar este tipo de fanfic con König, ¡y lo he hecho! Pero no parece haber ninguno en mi lengua materna, así que aquí estamos. Los reblogs me ayudan muchísimo para que pueda crear más contenido, ¡muchas gracias por leer!
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okeutocalma · 5 months
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Hybrid Shouto Todoroki × Male Reader.
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— Shouto, o que você está fazendo?! — [Nome] perguntou quando os dedos dele subiram até sua glande.
Seu belo híbrido sempre foi curioso, ele nunca tinha visto as partes de um homem  de perto antes e queria saber como funcionavam.
Um golpe de sua garra afiada rasgou sua cueca fina e deu-lhe acesso total ao seu corpo fascinante. Uma inspiração profunda o tratou com seu doce almíscar, o cheiro fazendo com que suas pupilas se dilatassem de desejo.
Os dedos dele descansaram em sua carne, separando-os suavemente, para que ele tivesse acesso ao seu buraco brilhante lubrificado.
— Eu nunca vi nada assim antes. — Ele sussurrou calmamente, apertando ainda mais suas coxas. Uma dor surda percorreu suas pernas quando sentiu os dedos dele cravando em sua carne sensível, provocando um grito suave dos seus lábios trêmulos.
O híbrido observou enquanto seu buraco quente começou a escorrer, e seus olhos se arregalaram. O corpo de Shouto se moveu sozinho enquanto ele se inclinava para frente, com a língua estendida.
— Oh! Merda. — Você tentou se levantar, mas ficou surpreso com a dor repentina das garras dele cravando em sua bunda nua.
Ele obviamente não queria que você se mexesse, então ficou pressionada no encosto do sofá até sentir a língua molhada dele na glande. A textura áspera da língua arrastou a pele sensível, fazendo [Nome] tremer e  lágrimas gordas virem aos seus olhos.
Gemidos altos deixaram seus lábios, as mãos apertando com força o braço do sofá. Ao tentar virar a cabeça para olhar para ele, recebeu um rosnado profundo e sentiu uma dor aguda quando as garras dele o arranharam novamente.
Estava claro que ele não desejava que o outro se mexesse, então a única coisa que ele pode fazer, foi se acomodar, afinal tinha concordado em deixar o bicolor explorar.
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3lm4nz4-danzv · 12 days
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Tener plumaje es tener chichotas 🥴🥴 aprendan de Clark
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cancer13sblog · 6 months
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Uno mas de Yoshiro pero con su abuelo
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One more of Yoshiro but with his grandfather
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rose-130 · 2 years
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sr-roto · 2 months
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mayyxd777 · 9 days
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VOCÊS CONHECERAM O GRAPE, ENTÃO AGORA CONHEÇAM O ORION!!1!1!1!!!!!!
ele é um viado ele
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its-nickpache · 9 days
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NIÑITOSS QKJSKSHWKSHIW
Brayan junto a sus hermanos y los trillizos :33
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Lo admito, no es mi cámara, soy yo que no se sacar fotos
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threezzor · 3 days
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Battle Against a Dangerous Enemy
Nintenn Agges Render
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herbamihuque · 4 months
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Bocetos de mis dibujos, yo aquí feliz creando a mis personajes
Nadie...
Neta nadie...
Ni un alma...
X: ¿que haces en la madrugada?
Yo: me pongo a sacrificar mi salud y horas de sueño en dibujos :3
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sunflowerzyk · 1 month
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Detrás del depredador - König Híbrido!Oso x lectora [Medieval AU] Cap. 5
Eres una plebeya de familia numerosa, tu vida es de lo más tranquila como lo puede ser para alguien de tu estatus. Hasta que una de las tantas mañanas en las que sales de tu hogar para recolectar frutos de los arbustos en lo más profundo del bosque una flecha atraviesa tu brazo. Tu no lo sabes, pero el dueño es el príncipe König , un híbrido bestia/oso, quien te tomara como su esposa, aunque no lo quieras así.
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Contiene: diferencia de edad, perversión, könig Yandere, konig Mayor, Diferencia de tamaño, obscenidad, dub-noncon, könig posesivo, daño/consuelo, pelusa, violencia típica del canon, dime si me olvidé de alguno.
Si este contenido no es de tu agrado continúa deslizando, gracias
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Sólo había una silla.
La suerte debería estar riéndose en tu cara por ser tan ingenua, esa silla no era para ti, no necesitabas ver el rostro del príncipe para saber que tenía una enorme sonrisa en sus labios.
Tan solo la forma en que movía sus dedos sobre la tela de tu vestido en la zona de la cadera te daba un indicio de su diversión.
Sus movimientos lentos y firmes
No podías esperar un trato tan amable después de dudar de su generosidad y culparlo de poner cosas extrañas en tu comida para aprovecharse de ti.
Aunque se aprovechaba, pero ese no era el punto. Él nunca pondría nada en tu comida, no. Él no era tan cobarde para hacer algo así, si tuviera planeado hacer algo contra ti, lo haría en tu cara, de manera cínica. Y dejaría evidencia lo suficientemente obvia para que una cabecita como la tuya lo notará rápidamente. En este caso, su semilla sobre tu vientre.
Llevabas viviendo ahí (en contra de tu voluntad, un porcentaje) por al menos 3 o 4 semanas, cómoda y bien cuidada, él solo pedía como recompensa de cuidarte tan bien(mandar a una criada a hacerse cargo de ti) que solo estuvieras tranquila , dormida profundamente por tu pereza y fatiga mental, y exhibieras tu bello cuerpo para él.
Que no hubieras despertado mientras él tomaba su premio y untaba su semen sobre ti no era su problema, ya que él siempre intentaba despertarte, pero simplemente hablabas entre sueños, te movías ligeramente y seguías durmiendo poco después. Sin importar que él gruñera en tu oído y desgarrara las sábanas al lado de tu cabeza.
Él se aseguraba de entrar a tu habitación a media noche, cuando el papeleo le permitía descansar, estar limpio y enérgico de verde nuevo; Él no quería aceptarlo, pero siempre entraba a tu habitación cuando estaba cien porciento seguro de que estabas en la etapa profunda de tu sueño, toda una bestia pervertida y descarada, solo por ti.
Siempre estaba lleno de trabajo en las barracas de los guerreros, entrenamientos, adiestramiento y disciplina, gritos y golpes, sin importar cuan demandante fuera esencialmente, prefería el campo de entrenamiento a sentarse todas las noches antes de dormir a revisar los papeles que su hermano mayor. . . firmaba sin leer la letra pequeña, un incompetente de primera.
Pero el trabajo y cansancio nunca será un impedimento para könig, eso no se interpondrá nunca en sus visitas nocturnas a tu habitación para sentir tu aroma suave contra su hocico que babeaba al inhalar tu cuello.
Esos pensamientos los hicieron temblar ligeramente, reafirmando su toque en tu espalda baja.
Si, deberías saltar por la ventana de la habitación donde él te hospedó cuando tuviste la oportunidad, o comer una fruta venenosa del bosque, tal vez.
No debías ser tan inteligente para ser capaz de percibir el cambio en el ambiente y la forma en que él príncipe könig tocaba tus caderas, divertido, sin dejar de ser casi sensual.
El príncipe te guía por todo el camino hasta la silla enorme de color rojo vivo, como la sangre, la recorrió hacia atrás y tomó asiento, sin dejar de tocarte la cintura, pasando su mano enorme y enguantada de estar en tu espalda baja a tu costado, muy cerca de donde terminaba el corsé y empezaba la falda ancha. . Sin dejar de mirarte ni un segundo, se acomodó en la silla en silencio.
Un silencio incomodo
.
Humillante.
Pasaron largos minutos, solo escuchando las brasas del fuego que iluminaba la habitación, y la respiración de ambos, el sudor se estaba acumulando en una fina capa en tu frente, mientras trataba de mantener tranquila y en silencio tu respiración agitada.
— ¿No piensas sentarte?
Él preguntó con voz tranquila y profunda, buscando tu mirada con sus ojos penetrantes.
—No hay más sillas, Príncipe.
Resaltaste lo obvio, deseando que esté humillación terminará lo más pronto posible.
— ¿De verdad?
El preguntó con severidad, cambiando el tono, tratando de usar algo más sarcástico pero salió más amenazante, provocando un escalofrío por tu columna.
Aún mirabas al suelo con nerviosismo, cualquier lugar menos a él, sabías perfectamente que te estaba comiendo literalmente con la mirada, tan solo pensar directamente en ello te ponía los bellos de la nuca erizados, estrujaste la tela del vestido debajo de tus manos desnudas.
König soltó un sonido gutural, un gruñido desde lo más profundo de su garganta, un sonido de satisfacción, sin dejar de acariciar su costado con su dedo pulgar, la piel ardía debajo de él, casi quería salir corriendo de la ansiedad acumulada.
Sabías que él podía oler tu nerviosismo, el sudor y tu ansiedad, cada vez que inhalaba y exhalaba con la misma profundidad sin dejar de mirarte.
—Toma. Asiento.
Él habló de nuevo, una orden, sin petición, con un tono más severo y demandante, cerraste los ojos en respuesta, tu rostro completamente lleno de un color rosado, y la mandíbula tensa por la vergüenza. Sin miedo a reprimendas, estrujaste de nuevo el vestido, y te acercaste más.
Ya no tenías orgullo ni dignidad ahora, era eso o morir. Miraste su regazo. Gran error.
Un jadeo ahogado quedó atorado en tu garganta al notar un bulto entre sus piernas, independiente de las capas gruesas de ropa fina no se podía ocultar esa.... Cosa.
Rápidamente te quedaste quieta sin avanzar más y él gruñó en protesta, casi molesto, rodeando completamente tu cadera y arrastrándose hacia su regazo, las telas de tu vestido ayudaron a mantener una distancia considerable entre ti y su enorme.... Protuberancia.
Gemiste en voz baja, tratando de acomodarte en tu sitio, en su regazo, eso solo provocó que könig apretara mas su agarre contra tu cadera, y juntando tu cuerpo aun mas al suyo, tu costado contra su enorme pecho y abdomen, incluso en esa posición ni siquiera tu cabeza le llegaba a la clavícula, era jodidamente enorme.
König tomó con su mano libre un tenedor con elegancia, tanto como su enorme figura se lo permitió lo clavado en la carne del frente y se lo llevo debajo de la capucha, a su boca.
Inmediatamente tu barriga gruñó al oler la carne, no comer durante dos días seguidos fuer horrible, solo beber un poco de agua no era suficiente, sentís que podrías colapsar si no probabas un bocado en poco tiempo.
Pero el príncipe simplemente te ignoró, y continuó acariciando tu cadera, moviendo sutilmente su toque hacia tu estómago que rugía, presionando sus grandes dedos calientes sobre la tela. Sacando jadeos de incomodidad y nerviosismo de tus labios, lo cuál, no lo detuvo en absoluto.
Continuó atormentando tu pequeña figura en sus garras, presionando tus nervios y necesidades a tal punto que solo estabas frustrada.
—Quiero comer.
Dijiste de manera cortada, sin aliento, lamiendo tus labios por la falta de hidratación y la ansiedad.
— Príncipe-
— Puede estar envenenada, no deberías.
— Me equivoqué, por favor.
Lloriqueas, viéndolo saborear la comida sin cortar el contacto visual contigo, sus ojos ligeramente arrugados, tenia una gran sonrisa divertida detrás de su máscara, te hizo enrojecer de humillación e impotencia.
Él estaba disfrutando de su comida.
— ¿En qué te equivocas Kitz?
König deseaba verte disculparte propiamente, humillar te ante sus ojos. Pero al diablo con tu todo, realmente deseabas comer.
— En dudar de su majestad.
— ¿Sí?
El continuó comiendo y hablando después de devorar grandes bocados.
Él quería escuchar más.
Tragaste saliva, sabiendo que se refería a lo de esta mañana, cuando fue a dejarte el vestido sobre la cama, escuchó tu charla con la criada.
— Continúa Kleiner Schurke
Él ronroneó, fortaleciendo su agarre en tu cintura, pegando el costado de tu cuerpo aún más, mientras solo podías jadear, abrumada por el calor inhumano que desprendía de su enorme cuerpo.
Cortaste el contacto visual cuando se inclinó más cerca de tu rostro, la máscara tocando tu nariz, miraste hacia abajo, primero pasaste tu atención por la falda del vestido, subiendo lentamente hasta la gran mano de könig que estaba cambiando, de nuevo.
Salió un grito ahogado de tus labios, aún no te acostumbras a ver como cambiaba a una forma más animal, sus uñas se alargaban y tomaban un color marrón oscuro, y de su piel salía un pelo abundante de un color marrón más claro, como el de un oso pardo.
El cambio de forma provocó el desgarre de los guantes que cubrían la mano de könig. No sé molestó en remover los sobrantes de la tela rota
Sus dedos se ensanchan y alargan a la vez, pequeñas almohadillas del color de sus uñas saliendo en el centro de su mano. Antes cubría solo la mitad de tu vientre, ahora más de eso, y era más pesado. Las garras de su 'mano' se contraían ligeramente y salían de manera lenta, jugando con la tela de tu vestido encima del vientre.
Fácilmente podría matarte, ya lo sabías, pero ahora era más evidente, con tan solo un poco más de fuerza podría pasar la tela del vestido, tu piel y carne, una idea aterradora e incómoda, mandó escalofríos por ti columna, y te moviste de tu sitio. Mala idea.
Sus manos no fueron lo único que creció, al mover tus caderas el bulto apuñaló tu trasero, era más... Más grande. Abriste los ojos de inmediato, sin aliento, König solamente sacó una risita profunda de sus labios, disfrutando de tu sorpresa y miedo.
—dije, continúa.
El susurró, aún no levantaba la vista de su mano sobre tu vientre, cerraste los ojos, sintiendo su cálido aliento quemar tus mejillas, su tono indica diversión, pero poca paciencia al mismo tiempo, no le esperaba esperar demasiado.
— solo...., no debí suponer cosas sin sentido, acusar al príncipe de algo tan cobarde.
Murmuras entrecortadamente a todas sus demandas, mientras el te acariciaba tu vientre dolorido, gruñendo por sustento mientras él continuaba comiendo postres y deleitándose con tu figura tan avergonzada.
—Sehr klein.
Finalmente cuando se sintió satisfecho dejó de presionar tu barriga y movió una de sus enormes patas hacia un plato lleno de comida diferente, no era tan grande como el consumió, pero tampoco diminuto, suficiente para ti.
—Sehen.
Él tarareó con voz profunda, arrastrando el plato hasta enfrente de ambos, rápidamente levantaste la mirada y tú boca comienza a salivar, casi era involuntario, te moviste para tratar de alcanzar la comida pero könig no aflojó su agarre en tu cadera para que lograrás tomarlo. . tu misma.
— No, pequeña tonta, Te lo dije, ¿no?
- ¿Qué?
—Puede tener veneno, ¿recuerdas?
— Peor yo ya-
— Debo probarlo primero, antes, para que estés segura, ¿verdad?
-príncipe....
— además, tu brazo está herido, no a sanado por completo, no queremos que se habrá, y debas quedarte más tiempo.... Aunque pensándolo bien-
— ¡no!.... Por favor....
Casi querías llorar, gritarle a la cara, dos jodidos días sin comer, podrías aguantar más, eras una plebeya que se dedicaba al campo y no siempre tenían para comer, pero con tres semanas con tres comidas al día, tu estómago se había vuelto tu peor enemigo.
Igualmente la herida suponía un desgaste físico, si se volvía a abrir solo existían dos opciones, la primera, el príncipe könig se aburre de retenerte y te arroja a tu suerte en la calle de nuevo, regresas a casa, si bien te va, y vuelves al campo, con alta probabilidad de que tú mano se infecte. Y la segunda opción, permanecer aún más tiempo encerrada en el castillo con un hombre bestia completamente desquiciado y pervertido...
Un regreso que provenía del eco del príncipe te sacó de tus pensamientos, claramente estaba disfrutando atormentarte. Aunque se vislumbra una pizca de molestia..... Principalmente porque pareces horrorizada de quedarte más tiempo.
König clavó su garra en un trozo de carne asado, olía demasiado bien, moviste tus manos hacia de él que estaba en tu vientre, para alejarla, o pide misericordia, pero solo recibiste que clavara sus garras ahí, atravesando la tela del vestido y acariciando. . tu piel directamente, sacando un gemido asustado de tus labios, él solo se burló.
Observaste detenidamente como tomaba un pedazo de cada cosa y se lo metía a la boca detrás de la máscara, cuando terminó con cada cosa se acercó sus garras a tus labios.
—Sauber.
Él exigió, no debías saber su idioma para saber a qué se refería, sin importar cuan desesperada lucieras te inclinaste hacia sus enormes garras y metiste una entre tus labios, un suspiro silencioso y entrecortado te dejó, satisfacción retumbando en el pecho de könig.
Metiste más la garra, con cuidado, pasmado tu lengua por toda la longitud, absorbiendo el poco sabor que había dejado la carne y los jugos de la comida.
Eso mismo hiciste con cada uno de tus dedos, el no te permitió alejarte de cada uno de tus dedos hasta no asegurarte de que los dejaras 'limpios' lo que quería decir, llenos de tu saliva.
Al terminar el ronroneó y paso el dorso de sus dedos sobre tus labios para limpiar la saliva que había dejado pro ser tan descuidada y desesperada. por él.
En aprobación y recompensa por tu obediencia viste como movía su mano hacia la comida, y lo clavó como antes, pero ahora lo extendió a tus labios.
Él te iba a alimentar.
— Puedo comer sola.
— No, no puedes.
Gemiste contra el pedazo de carne que había extendido hacia ti, frotándolo contra tus labios para que tú le permitas alimentarte.
Abriste tus labios, y él introdujo la comida dentro, con cuidado. Deleitándose con la vista de tus labios, abriéndose para él, saboreando la carne, masticando y el sonido det u garganta al tragar.
Cada pedazo él lo llevó a tus labios con sus garras, con tanta delicadeza como un hombre bestia podría ser.
Medio plato pro terminar, y decidiste simplemente mirar hacia arriba, a sus ojos, te encontraste con una sorpresa, su máscara ahora denotaba un ligero bulto, abre los ojos con sorpresa, könig estaba aún introduciendo comida y no bajó la mirada.
Tus labios entreabiertos, pupilas contraídas por la sorpresa y la ansiedad constante, tu corazón acelerado una vez más.
Tu rostro se formó una pequeña mueca de sorpresa y temor, su rostro también había cambiado debajo de su máscara, lo sabías.
— Respektloses kleines Mädchen.
König sisea con un gruñido bajo, y profundo, sus ojos como dagas afiladas que amenazan con cortar tu garganta, rápidamente mete el pedazo a tu boca, con la sorpresa, casi te ahogas.
Él te maniobro, tu espalda chocando con su abultado pecho y tu trasero sentía aún más su masculinidad apuntando hacia ti.
Estabas por escupir el trozo de comida, pero el cubrió tu boca, solo te dejo toser contra su enorme pata, masticaste como pudiste y tragaste el pedazo, jadeando y sudando, tus ojos llorosos por el esfuerzo, y su pata y garras sobre tu rostro. , era caliente, y muy suave, su pelaje, olía a pino, y tierra húmeda, olores agradables y frescos que te hicieron sentir fresco, contrastando mucho con toda la situación.
Suspirando temblorosamente, abres tus ojos, ahora estabas completamente frente a la enorme mesa, La otra pata de könig sostenía aún mejor tu vientre debajo de la tela.
Suspiraste, indicándole que ya podía soltarte, habías pasado el pedazo, pero no parecía siquiera prestarte atención, tu mano se movió hacia la suya, pasándola por sus nudillos con suavidad, tocando su pelaje directamente.
El cuerpo del príncipe se tensó notablemente al percatarse de tus movimientos, las garras sobre tu rostro se contraían y expandían de manera ansiosa, raspando la piel debajo con mucho cuidado.
El príncipe suspiro profundamente, inclinándose se más cerca, su máscara interfiriendo con su acceso a tu piel en la zona de la nuca. Pidió a la criada Elis específicamente un peinado alto para hacer eso, saborear. Se alejó de tu nuca con un gruñido lleno de fastidio y se acercó a tu oído.
— Prohibido, darte la vuelta, ¿me entiendes? ¿kleines Rehkitz?
El gruñó, su aliento caliente y pesado quemando tu oreja sonrojada.
Afirmaste con tu cabeza rápidamente, gimiendo contra su enorme pata sobre tus labios y gran parte de la mitad baja de tu rostro, una sensación de anticipación se arremolinó en tu estómago.
— Si te pillo observando, te arrancaré tus hermosos ojos...
Él susurró, moviendo su garra para cubrir tus ojos con toda de sus dedos gordos y horribles, llenos de un pelaje suave que te dejaba sin aliento.
— Después de tu hermosa lengua rosada....
El Gimió por lo bajo, subiendo su mano que antes estaba sobre tu vientre y cintura, moviendo la hasta tus labios, separando la carne pintada de un rojo intenso, metiendo un dedo dentro.
Gemiste, experimentando arcadas por la intromisión, tus mejillas se llenaron de un color más intenso, el sudor en tu diente, cuello, y entre tus senos, lo realmente preocupante en la situación eran sus garras, el miedo de ser desgarrada por dentro era horrible , sollozaste, queriendo cerrar tu boca, cerraste lentamente tus dientes sobre el enorme dedo que könig que fácilmente eran dos dedos tuyos, la saliva cubrió su dedo, pero no pareció inmutarse.
En cambio, introdujo aún más el dedo, con su garra completamente contraída, escondida par ano lastimarte, solo quería jugar, ronroneó contra tu oreja, ahogando gemidos de placer al sentir tu lengua y dientes alrededor de su dedo peludo.
— y por último...
König sacó su dedo de tu boca, hilos de saliva los unían, el pelaje compactado por el líquido de tu boca, jadeas, alegre de tener un respiro, aún su enorme pata cubría tus ojos, pero sabías que no te iba a hacer un daño. permanente.... Aún. Ese pensamiento te dio tiempo para relajar tu cuerpo tenso, por unos segundos antes de sentir como su enorme pata caliente se odiaba sobre la falta de tu vestido.
Tocó ligeramente por encima antes de sumergir sus garras entre las capas y capas de la falda, soltaste un grito, asustada, el te hizo callar inclinado tu cabeza hacia atrás, la parte posterior de tu cabeza sobre su musculoso pecho, tu cuello, pechos y vientre a su disposición, bajo su mirada depredadora.
Desgarró la tela lo suficiente para llegar a la última capa de la falda, justo antes de llegar a tu ropa interior se detuvo y solo acunó tu pelvis y feminidad en su enorme pata. Enviando oleadas de electricidad por todo tu cuerpo, arqueado, mientras tu hiperventilabas por la confusión y el placer, algo en esas acciones movían tus entrañas, deseando ver más, sentir más.
— Te romperé las piernas para que no puedas huir nunca de aquí.
Soltó en un gruñido, apretando mas su agarre contra tu entre pierna, te quedaste entrecortadamente, el calor que te rodeaba era tanto como acogedor como amenazante.
En un intento por equilibrar tus sentidos moviste una mano para ponerla sobre la que acunaba tu coño que comenzaba a humedecerse pero la adrenalina.
— no voy a mirar... Promesa.
Susurraste, escuchando un ronroneó, dejó de acunar tu coño lentamente, subiendo por tu pelvis, vientre, pechos clavícula y alejar su toque,. Un sonido de tela desprendiéndose sino a ti lado, segundos después el príncipe liberó tus ojos.
Dejando que los abrieras, estabas mirando al frente, la pata de könig se movió al frente de la mesa, con la máscara entre sus garras, colocándola justo al lado de tu plato lleno con 1/4 de comida.
— tripa, Mein hübscher Bürger..
El príncipe se quitó la máscara, y la colocó justo frente a ti, movió su enorme pata peluda hacia la comida para atravesarla de nuevo y la llevó a tus labios.
Sin objeciones abres tus labios y te inclinas más cerca para seguir comiendo. Al hacerlo, la lengua de könig se arrastró sobre tu nuca, jadeas con el pedazo en la boca.
- Gotter....
Él Gimió en su lengua materna, acercándose poco después para restregar su.... Hocico en el costado de tu cuello, oler la piel debajo y ronronear, si así se le podría llamar. No dejó de alimentarte en ningún momento, manteniendo su agarre firme sobre tus caderas.
Miraste la comida buscando una distracción lo suficientemente entretenida para no gemir ni darle el placer de escuchar tus ruidos vergonzosos. Nada funcionó, también su protuberancia no dejaba de ser una molestia, frotándose contra tu trasero.
Te estabas volviendo loca. Él te estaba volviendo loca.
Ser un hombre bestial increíblemente testarudo y grande debería ser un pecado.
Y también gustar de eso.
— Du musst essen, deine Wunde heilen.
El príncipe deliró, contra tu nuca.
— Denn Sie werden Ihre ganze Energie brauchen, um meiner Forderung zu widerstehen.
La adrenalina te recorrió, el significado de sus palabras no podría ser bueno.
Agradezco sus likes y reblogs, para mas contenido, gracias por el apoyo <3
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carzenriq · 10 months
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Sacai // Spring 2024 Menswear #PFW - Paris Fashion Week
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3lm4nz4-danzv · 1 month
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me dió este día tan tranquilo por dibujar y les traigo a mi querido Ligth 🧡😊😊🧡😊🧡✨
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Hermosa 😊✨🧡
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cancer13sblog · 5 months
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Physical difference between Hisary and kim
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