Tumgik
#así que contesté lo que tenían menos
izzakry · 2 months
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𝐉𝐔𝐄𝐕𝐄𝐒, 𝖼𝗎𝖺𝗍𝗋𝗈 𝖽𝖾 𝖺𝖻𝗋𝗂𝗅.
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' ¿probaste tiroler gröstl? ' después de horas en la granja, regresó a la cocina común con cesta de patatas entre manos. los señores que estuvieron supervisando su labor fueron sumamente amistosos, compartiendo recetas y anécdotas de los alrededores. ' es un plato tradicional de la región con papas, trozos de carne y especias. ¿suena delicioso, cierto? ' esboza sutil bosquejo, hablándole a la persona que comparte área hasta comprender que quizás interrumpía su momento. ' esperaré a que termines, no tengo prisa. '
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entropiasgift · 6 months
Note
Para Darío:
4, 3, 2 y 1
Para la niña molona que apuñala gente para salvarla XD 6, 14, 12 y 10!
Gracias...♡
Venga, leña!!!
DARIO:
4. How do they act around a crush?
¿Actuar? Normal. El monólogo interno es otra cosa, pero actuar podría seguir actuando con absoluta normalidad con mayor o menor esfuerzo, al menos si se lo propone. El caso es que Dario y los crushes es un tema peliagudo, porque su forma de querer a la gente y de conectar con los demás no encaja cien por cien en las categorizaciones que tienen la mayoría.
Dario no sabría qué carajo es un crush. Él sabe que a veces conecta con ciertas personas y que esas personas pueden llegar a convertirse en pilares fundamentales de su vida. Pero es raro que no meta directamente a esa gente en la carpeta de BFFs y siga con lo suyo.
3. How does their social personality differ from how they act when they’re alone?
WAAAAAHOOO!!! Esta es terrible, gracias!!!
La ansiedad, gente, la ansiedad. En público Dario es un espejo que refleja lo que los demás están esperando ver en él. Cuando está solo, es un agujero que lo pone todo en duda, y que siempre está haciendo cálculos sobre qué es lo peor que podría pasar con absolutamente todo.
2. What do strangers notice about them first?
(Esta ya la contesté, pero la pongo porque zi.)
Depende del extraño. ¿Cómo de perceptivo es? Si no es muy perceptivo al menos notará sus pestañas, que son muy largas. Si es un extraño perceptivo, puede que vea un hombre de modales agradables y muy buena disposición, y si es muy, muy perceptivo, caerá en la cuenta de que los modales son cosas que se aprenden y que se practican, y que Dario tiene talento para emplearse con ellos.
1. How does your OC feel about their full name?
Es su nombre, le parece bien, y eso que no le preguntaron al ponérselo, ni nada. Dario Arthaban le suena bien, o a lo mejor es sólo que está acostumbrado a pensar en sí mismo como Dario. No tiene quejas.
Dario significa "el que protege contra el mal" o "el que mantiene el bien" y Arthaban significa "protector de los virtuosos".
No son malos nombres, aunque se nota que sus padres ya tenían muy bien pensado el rol que le iban a asignar al nene.
TINA:
6. What do they smell like?
No usa perfume, pero ella es muy limpia. Así que a jabón... A desinfectante. A cocinas, si estaba en labores de cocina. A letrina, si acaba de salir de limpiar letrinas... O por lo menos eso era antes de escaparse del Santuario. Ahora cuando trabaja en la taberna olerá un poquito a cerveza derramada, cuando esté en el puesto de pescado del mercado, pues a pescado, cuando esté en la calle cantando... A Tina. A lo mejor a flores, si ha encontrado alguna para hacerse una guirnalda. Su trabajo preferido es en el puesto de dulces, ahí ella huele a azúcar derretido. Y un poquito a sudor, que hace calor.
14. What attributes do they have that are inherited from their parents or shared with their siblings/other relatives?
Ni idea, no lo sabe. No se acuerda mucho de su madre, porque cuando ella murió era sólo mamá, no era una persona con personalidad para ella, aún no la había conocido más allá de ser su mamá. Y de su padre, lo mismo, y que además no quiere acordarse de él porque fuck him.
Ahora, si vamos al meta: De su madre Tina ha sacado la cabezonería y lo de ser directa. Y de su padre, las ganas de salir corriendo, por mucho que le joda a ella. La vena aventurera le viene de él, y las ganas de quedarse y hacerse un hogar en algún sito es de su madre.
12. How do they show affection to someone they love?
Rezándole mucho y haciendo dibujitos suyos en su cuaderno, o escribiendo Aleria x Tina cien veces en una hoja mientras finge tomar apuntes en clase.
No, va, en serio. Tina demuestra su amor o compartiendo cosas, o esforzándose por hacer reír o reconfortar a quien quiere.
10. What is a weird quality that they have (ie their hands are always cold, they’re always hungry, they snort when they laugh, etc)?
(Esta también está respondida pero la pongo.)
¿A parte de que ella está convencida de que Aleria y ella son Endgame? ¿A parte del delulu que me lleva? Definitivamente tiene una fascinación bastante pronunciada con las imágenes de los libros de cirugía que podría ser malinterpretada, pero es solo su hiperconcentración flipándose con todo lo que le gustaría aprender de ese tema.
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anaenconstruccion · 1 year
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Crónica de un amor tormentoso
¿Cómo empezar a contar esta historia? Supongo que por el principio, el principio de mi fin. 
Agosto 31, 8:00pm Era el cumpleaños de una de mis mejores amigas, fuimos a cenar para celebrar, pero ella estaba triste ya que todas sus amigas se negaron a salir con ella. Como es costumbre, la incité a salir a un antro. 
Llegamos al antro y nos topamos a muchas personas, amigos míos. Nos cambiaron de mesa varias veces y al final ninguna nos gustó. Salvo una, caminamos hacia mis amigos y entre ellos, logré verlo a él. Un hombre que siempre me invitaba a salir y al que yo jamás le hacía caso. Pero tenía buena mesa, ¿qué podía salir mal?
Se hizo septiembre y cuando menos lo esperaba, terminé hablando con él todos los días. Sorprendentemente me cayó bien, nos llevábamos tan bien que me arrepentí por no haberle hecho caso antes. Hablábamos de todo, del clima, de viajes, de amigos, del gym, de perritos, de lugares, de fiestas, de psicología, de todo. 
Al principio no me trataba de ligar, solo éramos unos amigos conociéndonos y llevándonos bien. Pasaron aproximadamente 8 días de hablar todo el tiempo y me invitó a salir. Salimos, se llevó bien con mi mejor amiga, yo con sus amigos, todo estuvo increíble. 
Las primeras red flag que ignoré fueron cuando dijo que su ex estaba loca y que lo seguía buscando pero él no respondía, que no quería que yo por ningún motivo hablara con mi ex (así se estuviera muriendo), y que estaba harto de las mujeres que tenían ansiedad.
En este momento de mi vida, yo tenía pocas semanas de haber dejado mis medicinas (ansiolítico y antidepresivo), por lo cual estaba aún más vulnerable y de algún modo “orgullosa” por ya no estar tomándolas (aunque me las había quitado yo sola). 
 Me la estaba pasando tan bien saliendo y hablando con él que, también decidí ignorar que uno de sus mejores amigos había inventado cosas de mí. Al principio esto no era un problema porque lo hablamos y decidimos confiar en nosotros. 
Septiembre 15 Fue hasta este día que supe que no podía confiar en él. Habíamos hecho planes de pasar este día juntos, con nuestros amigos. Me puso mil excusas y al final, nos terminamos viendo a la 1:30 de la mañana. Fue nuestra primera pelea. Todo iba bien al llegar a la fiesta hasta que llegó su amigo y le ocasionó inseguridad. 
Me pidió que lo besara para que su amigo respetara nuestra “relación”, aunque claramente sólo quería marcar territorio. Me reclamó mucho por haberlo saludado, ya que “no debía ni siquiera voltear a verlo”. En ese momento no me pareció algo negativo, al contrario, pensé que me estaba cuidando de su amigo y de malentendidos. 
A partir de este día, cuando se enojaba o algo no le parecía, yo trataba de calmarlo y de explicarle las cosas, sin embargo, él solía enojarse y empujarme, a veces normal, a veces más fuerte. Al principio no me asustaba, pero conforme pasó el tiempo, me fui dando cuenta de que su enojo era verdad y empezó a darme miedo de que algún día me fuera a aventar fuerte o a golpearme.
Tomó mucho y tenía mucho sueño, decidimos irnos. En el camino me llamó muchas veces, no contesté porque iba manejando, segundo error de Ana en la noche. Le cogí la llamada y comenzó a llorar, estaba triste y decepcionado porque había dejado que manejara ebrio y con sueño y, eso no hacen las parejas. Dijo que había chocado hace meses por quedarse dormido y que parecía que a mí no me importaba. Teníamos 15 días de hablar.
En la llamada de una hora, me “abrió su corazón” diciéndome que debido a sus relaciones pasadas no podía confiar fácilmente y que temía que yo le hiciera daño. Me hizo prometer que no le iba a romper el corazón y que de ahora en adelante iba a “cuidar de él”, ya que él iba a hacer lo mismo. Spoiler alert: no lo hizo. 
Septiembre 17 Me sentí importante porque me invitó a casa de su mejor amigo (y todos decían que él no invitaba a nadie) Fuimos y nos la pasamos muy bien, hasta que, uno de sus amigos me habló y nos caímos bien. Su amigo tenía novia y estaba ahí. 
Me reclamó feo porqué había estado hablando con él. Gracioso porque, él se la pasó en la cochera hablando por teléfono riéndose. Sus amigas me lanzaban indirectas de que yo no era la única con la que él salía. Le dije y me juró que sí lo era, que sus amigas estaban celosas de lo bien que estábamos juntos.  
Recuerdo que hacía frío y yo estaba usando una chaqueta. En la casa había calentador, así que me quité la chaqueta y claramente se enojó “Te la quitas para que mi amigo te vea, enséñalas más, estabas esperando a que volteara para quitártela” dijo. 
De nuevo se puso borracho y dejó su carro ahí. En la mañana lo acompañé por él y me presentó como su novia a todos sus amigos.
Pasaron los días y se hizo viernes. Yo había quedado de salir con mi mejor amigo y mi mejor amiga, así que fui con ellos. Se la pasó mandándome mensajes como “¿con quién estás?”, “No me engañes”, “Ven” y el último fue “Si me quisieras, vendrías”. Así que fui hasta la casa de uno de sus amigos para verlo. Nos la pasamos muy bien, y, a decir verdad, me sentí querida porque fue muy insistente quería verme. 
Otra vez se alejaba y se perdía. Me reclamó porque no le preguntaba dónde había estado, y se sintió mal porque “le demostraba que no lo quería ni me importaba”. Ese día decidí actuar como él quería; Preguntarle dónde estaba todo el tiempo y con quién. Él parecía feliz.
Pasaron los días y estuvimos viendo una película en su casa. Los dos estábamos bien, todo parecía estar bien. Dos días después me invitó a su casa pero era el cumpleaños de mi mejor amiga e iba a ir con ella. Me dijo “prefieres ir de putería que comer pizza y ver una película conmigo”. 
A esta fecha, él ya me había pedido que fuera su novia aproximadamente tres veces, pero yo le decía que no. Me gustaba y lo quería, pero no sentía que fuera buena idea ser su novia, o no sé. Él se enojaba porque yo no tomaba en serio su pregunta, pero después se le pasaba si lo abrazaba o si dejaba que marcara su territorio conmigo delante de sus amigos.
Septiembre 25 Tenía todo un día desaparecido. Quedamos de vernos y le mandé muchos mensajes, le llamé pero no respondía. Me dijo que quería estar solo y que no me quería ver. Lo entendí y lo dejé “estar solo”. Vi historias de él tomando y siendo feliz con sus amigos. 
Me llamó muchas veces llorando y diciendo que se quería morir, que me necesitaba, que estaba a punto de suicidarse. No me quería decir dónde estaba, eran las dos de la mañana. Estuve hablando con él hasta las cuatro. Al final me dijo “te necesito, sólo quiero abrazarte, eres lo único que me hace querer vivir, ¿Puedes venir a mi casa? Fui inmediatamente y me encontré con un hombre destrozado, llorando mucho y lamentándose. 
Dijo que nadie había hecho eso por él, dejarlo todo para ir porque se sentía mal, que iba a estar conmigo siempre. Me sentí necesitada, querida, valorada. Como si por fin hubiera entendido que sí lo quería y sí iba a estar para él y sólo para él. 
Septiembre 27 Dos días seguidos en los que sus únicos mensajes fueron “buenos días”. Le dije que me sentía triste porque pasé toda una noche consolándolo y ahora él sólo me ignoraba. Su única respuesta fue “No seas tóxica”. 
Septiembre 28 Al fin me atreví a decirle “Ya no quiero esto”, su respuesta fue decirme que tenía problemas familiares, que ya no tenía amigos en quién confiar y que no me podía dar su atención como antes lo hacía. Me dijo que quería estar bien conmigo y que no quería que lo nuestro se acabara. Accedí a quedarme con él a pesar de eso. 
Octubre 2 Estaba enfermo y se sentía mal, le llevé de cenar y sueros. Era el festejo de una amiga así que iba a salir. En lugar de agradecerme por lo que le llevé, me dijo que era imposible que fuera a salir así a la calle, que no debía usar esos vestidos y que “entonces ya qué quería hacer saliendo de esa forma: a ligar con todos”. 
Le dije que me dijera si no quería que fuera con mi amiga y se negó, me trató mal y me dijo que me fuera. Yo, enojada, le hice caso. Me sentí la peor persona del mundo porque como él había dicho “Yo enfermo y tú saliendo como si nada”. Así que me fui temprano a mi casa, no soportaba la culpa de haber salido. 
A este punto, él tenía que revisar mis llamadas cuando alguien me marcaba porque, tenía que ver que yo dijera la verdad y que en verdad eran mis amigas o mi mamá la que me hablaba. Al final opté por contestar todas las llamadas en altavoz para no tener problemas con él, al fin y al cabo, no tenía nada qué ocultar. Él era feliz y yo ya me había acostumbrado. 
Octubre 7  De nuevo un día entero sin contestarme, cuando de repente me llega un “vamos a vernos” a las cuatro y media de la mañana. En la mañana que vi el mensaje le pregunté qué había pasado, dónde había estado. No me contestó. Sólo dijo que se sentía mal de nuevo y que quería estar solo. 
Se hace de noche y veo historias suyas cenando con alguien en su casa. Dos vasos, dos platos y una película de fondo. Sentí que se me salía el corazón. ¿Cómo podía hacerme eso después de todo? Le dije “A partir de hoy los dos estamos solteros, haz lo que quieras con quien quieras” y lo bloqueé. 
Octubre 9 Fui con mis amigos al bar de siempre, me lo topé de frente, pero lo ignoré. Después de horas el alcohol hizo efecto y le llamé. “Hola, mi amor” contestó. Me enojé porque me habló como si nada hubiera pasado. Me dijo que tenía fiesta en su casa así que fui. 
En el momento en el que llegué a su casa me empezó a explicar todo, me contó que se había peleado con alguien pero le daba vergüenza contarme así que decidió no contestarme. Los vasos y la historia fue con su mejor amiga y me juró que nada qué ver. Cuando entramos, le pidió a ella que me explicara y efectivamente “confirmó” su explicación. 
Había dos o tres mujeres que le tiraban la onda, pero él se la pasó diciendo que yo era su novia, abrazándome, besándome y siendo romántico. Me contentó. 
Le dije “Cortamos…” y respondió “No. Tú pensaste que habías terminado conmigo, pero no es cierto, tú y yo nunca vamos a terminar”. Esas palabras se sintieron bien en ese entonces, ahora sé que me tenían que dar miedo. 
A lo largo de la “relación” se la pasó haciéndome sentir mal por tener el cabello pelirrojo. Le hacía muy feliz decirme que era falsa y que todo lo “bonito” que la gente veía en mí, era una mentira. Poco a poco comencé a creérmelo y a decírmelo a mí misma. Por lo que, cada vez que veía a una mujer viéndolo o a él viendo a alguien, me sentía en desventaja ya que, ellas sí eran “reales”, su belleza sí era real. 
Octubre 13  Llevaba enfermo de gripe dos días, le llevé tacos el día anterior y quedamos de ir a comer o a cenar al día siguiente (o sea el 14). Yo no le creía que estaba enfermo porque ya me había dicho muchas mentiras. Me dijo “¿por qué hoy no cenamos?”, le contesté “porque ya había quedado desde la semana pasada de ir con mis amigas a un antro”. Se enojó y me dijo que fuera al antro, que “prefería andar en el pedo que con él”, le dije que, si quería, no iba y me quedaba con él, pero me dijo que me fuera con mis amigas.
Me empezó a contestar feo y luego me dejó de contestar. Había momentos en los que mi verdadero yo despertaba y quería tomar las riendas así que le dije “Dime ya si quieres estar conmigo o si sólo quieres sexo para yo también ligar con otras personas”, a lo que no hubo respuesta. Esto fue a las 3pm.
A las 10pm llegué al antro y me llamó. Me preguntó si podía ir conmigo, le dije “como quieras”. 
Estaba con mis amigas pidiendo bebidas cuando cruzó la puerta. Caminó directo hacia mí y me jaló del brazo diciéndome “A ver, a ver, a ver, ¿Tú qué traes? ¿Qué te pasa diciéndome esas cosas?” Le expliqué cómo me sentía, las cosas que había visto y lo que me hacía dudar de él, a lo que respondió “Contigo tengo todo, no necesito hablar con nadie más, sólo deja de decir pendejadas” y me abrazó para luego presentarse con mis amigos.
Esta fecha es importante porque también es el día en que me presentó a un amigo suyo, fuimos a su casa y se la pasó diciendo que todos mis amigos querían conmigo, que también sus amigos me tiraban la onda y que no confiaba en nadie. Presumió con su amigo y su novia que no habíamos durado más de 2 días sin hablar y que cuando pasaba eso, o él me marcaba o yo le marcaba. Lo presumía diciendo “Ni ella puede estar sin hablarme ni yo puedo estar sin hablarle a ella”. En ese momento me pareció súper romántico, ahora me parece enfermo. 
Octubre 20 Desde octubre 15 no me contestaba. Es innecesario excusarme en que yo estaba muy dañada y que quería estar con él a pesar de todo. Salí con mis amigas en la noche, el alcohol volvió a hacer de las suyas y le llamé, pero no contestó. Yo de verdad quería hablar con él, de lo que sea, pelear, hablar, lo que sea pero ya no quería que pasaran más días así. Como no me contestó y literalmente ignoró mis mensajes, exploté.
Le empecé a decir que estaba harta de estar esperando sus mensajes, sus llamadas, de que jugara conmigo. Exploté feo que hasta le dije “ni tu amigo patán haría esto”, con esa frase ardió Troya. Me acusó de haberme acostado con su amigo, de haber andado con él, de todo lo que le fue posible imaginarse. Me habló horrible, más feo de lo normal, me dijo “Pues si es tan bueno, vete a cogértelo” Y estallé y por fin le dije “Lo único que he hecho es respetar lo que tengo contigo, pero nunca es suficiente, nunca es suficiente lo que hago” A lo que él se reía y me decía “Pero estás hablando de mi amigo” y le dije “Ya me cansé de demostrarte cuánto te quiero y cuánto quiero estar contigo” A lo que jamás tuve respuesta. 
Octubre 21 El día más esperado Desde la mañana le mandé mensajes a él disculpándome por siquiera mencionar el nombre de su amigo, me sentía fatal. Sentía que le había dado en su más grande inseguridad y que yo misma había provocado todo, me arrepentía por haberle hecho pasar un mal rato y sólo quería solucionarlo. Le estuve mandando mensajes todo el día pidiéndole que me perdonara por todo, pero nunca tuve respuesta.
Era el cumpleaños de mi prima. Ella me rogó mucho para que fuera a su festejo, yo no quería ir porque no tenía ánimos de nada, pero me convenció. Cuando llegué (al bar de siempre) lo primero que vi fue que él estaba ahí, en otra mesa, pero justo en frente así que decidí irme. Mi prima no dejó que me fuera hasta que llegaran los shots de cumpleañero, entonces accedí.
Al poco tiempo, llegó un hombre a nuestra mesa, amigo de mi prima. Me cayó muy bien y hablamos mucho rato (su novia estaba ahí), no podía haber malentendidos. Pero llegó él a mi mesa y estaba muy enojado. Lo primero que hizo (obviamente) fue marcar territorio. Me abrazó (como si no hubiéramos peleado horrible la noche anterior) y los dos fingimos estar muy bien. 
Mi prima me confesó que cuando fue al baño, él había tratado de ligársela y que la había invitado a un after en casa de su amigo. Honestamente, no me sorprendió y no sé por qué pero no me enojé. Después de verme con el amigo de mi prima, se acercó otra vez y me invitó a su after. Convencí al amigo de mi prima y a ella de ir al after y fuimos. 
Cuando llegamos, el amigo de mi prima me abrió la puerta del carro y me ayudó a caminar (traía tacones). Cuando alcé la vista estaba él en medio de la calle viéndome como si me fuera a matar apenas me acercara. Sentí una gran culpa a pesar de no haber hecho nada mal. 
Nos metimos a la casa y se presentó a él mismo como “el amor de mi vida”, en ese momento me puse feliz porque pensé que lo hacía por romántico, cuando la realidad era que sólo lo hizo para marcar territorio. 
Toda la noche se la pasó lejos de mí, alejado con sus amigos, pero siempre sentí su mirada. Incomodaba tanto que mi prima y su amigo me dijeron que le daba miedo el odio con el que me veía así que decidí ya no quedarme callada y enfrentarlo de una vez por todas.
Me acerqué a él y le pedí que me acompañara a afuera. Salimos y le dije que ya quería terminar con él. Que era imposible estar juntos porque siempre estaba alejado, que no parecía mi novio y, sobre todo, que yo ya no podía ni quería más. Él se mostró sorprendido y a la vez ofendido. 
Me trató de convencer muchas veces de que estábamos bien y que me quería como a nadie más. Que quería hacer las cosas bien conmigo pero que yo ya la había cagado muchas veces y que, por eso él ya no confiaba en mí. Que siempre estaba con otros hombres y que le daba vergüenza. Después de muchos intentos, al fin aceptó que se había besado con alguien más pero, “Tú también lo has hecho, lo sé” dijo. 
Me partió el alma saber lo que él pensaba de mí. Yo no había hecho otra cosa más que quererlo a él, hablar con él y con nadie más, ¡¿Cómo podía pensar que después de todo lo que había hecho por él, me iba a fijar o iba a hacer algo con alguien más?!
Le dije que ya no lo quería ver, que no quería hablar con él, que no quería nada más. Me rogó muchas veces, con lágrimas en los ojos que me quedara, que no me fuera de su lado diciéndome “Lo vamos a arreglar, nosotros siempre lo solucionamos” mientras me abrazaba y me veía con ojos de perrito. 
Le dejé en claro que esta vez era en serio y que en verdad lo estaba terminando. Se puso muy triste y me siguió rogando hasta que al final entendió que era en serio. De pronto su tristeza se volvió enojo y me empezó a hablar feo. “¿Quieres terminar? Pues terminamos” dijo. 
Octubre 23 Después de dos días de llorar y llorar, me invitaron mis amigos al bar de siempre (quienes no tenían ni idea de lo que estaba pasando entre él y yo) y decidí ir. Para mi sorpresa (en realidad no), ahí estaba él. 
Se veía muy mal, triste, cabizbajo. Mis amigas (que tampoco sabían nada de la relación) me dijeron “Ve y dile que quieres arreglar las cosas”, así que fui. Le dije que me perdonara por haberlo terminado, que estaba dispuesta a no cometer más errores y hacer las cosas bien. 
Él rápidamente respondió que sí quería arreglar las cosas, pero que de ahora en adelante iba a ser algo casual y nada más. Sinceramente me rompió el corazón. Literalmente pude escuchar cómo se rompía dentro de mí y me fui a mi mesa. Como niña inmadura, comencé a tomar y hacer todo lo que no debía hacer: o sea, hacerle caso a los hombres que me tiraban la onda. Aunque solo bailamos y cantamos, me seguía sintiendo culpable, como si aún estuviera con él.
Al principio, cuando él vio lo que estaba haciendo, se enojó y se quedó sentado mucho tiempo, hasta que se paró y empezó a ligar con alguien. Alguien que, al final de la noche se fue en su camioneta y vi que se estaban besando. Algunas personas dicen “¿Qué necesitas para superarlo de una vez por todas, verlo con alguien más en frente de ti?” Pero no, eso no fue suficiente para mí. Seguía llorando por dentro, quería que fuera yo la persona con la que estaba, quería que me quisiera a mí, ¿De verdad yo era tan difícil de querer?
Diciembre 11 Después de ver mil historias suyas con muchas mujeres diferentes a lo largo de este tiempo separados y haciendo contacto zero, (casi todas las noches me llamaba pero yo no contestaba), este día decidí contestar. 
Me preguntó cómo estaba, qué estaba haciendo. Me dijo que quería hablar conmigo, que necesitaba verme. Y es que, yo sólo quería que las cosas salieran bien, que todo saliera bien con él. Aún tenía la esperanza y confiaba ciegamente en que podíamos ser felices juntos si poníamos de nuestra parte.
Me mandó su ubicación y sin pensarlo, fui. Me trató como nunca me había tratado, o sea me trató bien. Estuvo toda la noche al lado mío, y les dijo a todos que yo era su novia, que no había nadie como yo. 
No me enorgullece, pero volví a caer. Lo diferente de esta vez fue que me dijo muchas cosas que jamás me había dicho, habló de un futuro juntos y de cómo quería que estuviéramos juntos “ahora sí bien”. Yo me emocioné y le creí. 
Diciembre 16 Sin hacer planes juntos, nos topamos en un antro, él con sus amigos y yo con mis amigas. Me dijo que me fuera a su mesa y estuvimos ahí un rato. Después él se fue (con su amigo patán) y le reclamé. 
Pasaron unos minutos y se puso como loco porque vio que me había ido a otro lado y me gritó que “¿dónde carajos estaba?” Pero para mi vergüenza, volví a ceder y a decirle dónde y con quién estaba. Llegué a donde me mandó la ubicación y de nuevo hicimos de cuenta como si todo estuviera bien entre los dos. 
Diciembre 18  Después de “muchos” días sin pelear, se llegó la próxima pelea. Me invitó a una palapa con sus amigos, pero me dejó sola mucho tiempo, me enojé y le dije que ya me iba. Y sí me fui, pero con él. Cuando llegamos a su casa me puso muchas excusas sobre porqué no podíamos estar juntos y me volví loca. Empezamos a pelear y me dijo que yo siempre estaba con hombres (en este caso, sus amigos con los que me dejó sola por irse a hablar por teléfono).
Al día siguiente, me dijo “parecemos más novios que cuando andábamos, peleamos como novios”. Y no me enorgullece, más bien me avergüenza, pero sentí bonito. 
Diciembre 23 No nos íbamos a ver pero terminamos viéndonos. Estabamos en la casa de uno de sus amigos y yo estaba cuidando a una amiga mía porque estaba muy ebria y ella iba a manejar porque yo no me había llevado mi carro. 
Un amigo me marcó (conocido de él) y se enfureció. Me reclamó por qué tenía mi número, por qué me hablaba y como era costumbre, le tuve que mandar screenshot de la conversación donde le decía explícitamente “soy la novia de …” Pero como siempre, no fue suficiente y siguió enojado. 
Diciembre 25 Quedamos de ir juntos al bar de siempre, con sus amigos, pero me topé a muchos amigos míos así que fui a saludarlos. Él se puso como loco a seguirme por todo el lugar, como si estuviera “checándome” o “cuidando” que no hiciera nada malo. Cada vez que me movía para saludar a alguien, aparecía él atrás de mí con su mirada asesina. Absolutamente todos mis amigos (y amigas) me decían “que miedo, Ana” por la forma en la que me veía y se aparecía en donde estaba yo. 
Me enojé muchísimo porque ya había sido muy clara no solamente con palabras, sino con hechos acerca de lo mucho que quería estar con él y sólo con él, como para que sintiera que tenía que estar siguiéndome para asegurarse de que no fuera a engañarlo o algo así. 
Después de rato, me acerqué a él para hablarle y decirle que podía confiar en mí pero fue en vano, él estaba enojado como siempre con su ego súper arriba y me hablaba horrible delante de la gente, por lo que decidí alejarme.
Decidí que era suficiente cuando nos fuimos a otro lado (todos sus amigos y nosotros) y un amigo suyo me preguntó algo que me dio risa. Justo en medio de la risa, apareció él atrás y se metió entre los dos. Le empezó a decir cosas al amigo en mala onda y ya no me pareció. 
No sé por qué, pero esa fue la gota que derramó el vaso, agarré mi celular y le escribí “Ahora sí bye para siempre”, sé que no creyó porque hasta el día de hoy me sigue llamando y mandando mensajes, que claramente ya no respondo. 
Muchas veces pensé que era capaz de golpearme, por sus ataques de ira y coraje, por sus celos, etc. Me da vergüenza contar esta historia porque me desconozco, me alejé tanto de mi familia, de mis amigos, pero sobre todo de mí. 
Aun no entiendo cómo fue que permití tantas cosas, pero agradezco estar viva, estar feliz y estar en paz. 
Este texto no es sólo una entrada más en esta página, si me sigues desde hace tiempo te darás cuenta de que nunca hago posts así, sin embargo, es algo sumamente serio que debe dejar de avergonzarnos a las víctimas.
Yo no le conté lo que estaba viviendo en mi relación a NADIE, por miedo a que me juzgaran, a que me vieran como tonta, a que me quisieran sacar de ahí (porque yo quería quedarme), no lo conté porque me daba pena que alguien viera qué tan mal estaba.  Pero ahora puedo decir que cometí un error, estoy completamente segura de que si lo hubiera contado, me hubiera sentido mejor, me hubiera sentido apoyada, escuchada, que era lo único que quería. 
Llegué a pensar “bueno, la madre Teresa decía “ama hasta que te duela”, entonces lo estoy haciendo bien, no?” pero NO. El amor no duele. El amor no lastima, no humilla, no controla, no grita, no golpea. 
En el mundo hay muchas personas locas, personas narcisistas que su único alimento es la energía, el cariño y la buena fé de las personas. Que no te pase lo que a mí, vete a la primera. Gracias a Dios lo mío fue casi siempre psicológico, pero pudo haber escalado a violencia física y tal vez no podría estar contándolo. 
A partir de esta relación comencé a cuestionarme todo. Viví en un limbo, no me conocía a mí misma, era como si alguien más hubiera estado viviendo mi vida por cinco meses, como si hubiera sido una marioneta, y es que lo fui. Sigue dándome vergüenza haber esperado tanto para irme, pero a la vez me siento orgullosa por haber salido de ahí. Es un proceso y aún sigo aprendiendo, de lo único de lo que estoy segura es de JAMÁS querer volver a algo así.
Ana Gala  Marzo 15, 2:40am, 2023.
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ka1rosnan · 2 years
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꧁Lo que somos ꧂ 2 de diciembre de 2022 La Biblia en un año: Ezequiel 42–44; 1 Juan 1 … sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza (v. 12). Lee por favor: 1 Timoteo 4:12-16 En 2011, mi esposa y yo decidimos comenzar una nueva vida en otro país. Aunque era emocionante mudarnos, requirió que dejara mi carrera como locutor, lo cual eché de menos. Como me sentía perdido, pedí consejo a mi amigo Liam. «Ya no sé cuál es mi llamamiento», le dije, afligido. «¿No estás transmitiendo aquí?», preguntó. Le contesté que no. «¿Y cómo anda tu matrimonio?». Sorprendido ante el cambio de tema, le dije que Merryn y yo estábamos bien. Habíamos enfrentado juntos el desánimo y eso nos había acercado más. «La entrega es la esencia del evangelio —dijo sonriendo—. ¡Ah, cuánto necesita el mundo ver matrimonios consagrados como el de ustedes! Quizá no veas todavía el impacto que están teniendo; más allá de lo que hacen, solo siendo lo que son». Cuando una tarea difícil afligió a Timoteo, Pablo no le dio metas en su labor, sino que lo alentó a tener una vida piadosa y ser ejemplo con sus palabras, conducta, amor, fe y pureza (1 Timoteo 4:12-13, 15). Impactaría más a otros con una vida fiel. Es fácil evaluarnos según nuestro éxito profesional, cuando lo que más importa es nuestro carácter. Una palabra veraz, un acto bondadoso, incluso un matrimonio consagrado pueden producir grandes cambios porque, a través de estas cosas, la bondad de Dios alcanza al mundo. Así que sigue en pie la invitación de nuestro Señor Jesucristo, si ya eres cristiano Dios desea que te conviertas, si no eres cristiano aún Dios espera que te discipules, te arrepientas y te bautices y conviertas, no se, sólo piénsalo, que tengas tu y tu familia un de lleno de bendiciones, shalom ! -Sheridan Voysey Reflexiona y ora: ¿Quiénes impactaron tu vida y qué cualidades tenían? ¿Cómo puedes ser hoy un ejemplo de fidelidad? https://www.instagram.com/p/Clqtv06O-jN/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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tararira2020 · 8 months
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Mi colectivo
Godofredo Suárez
En el año 1993 algo había empezado a cambiar en nuestra forma de viajar. Los colectiveros con superpoderes arácnidos ya habían empezaron a decaer.
Hasta ese momento, los choferes de micro tenían que levantar gente en las esquinas esquivando el tráfico, vender los boletos cortándolos para que quede un número en cada pedazo, dar el cambio exacto a cada pasajero y seguir el recorrido en el cronograma programado. Debían escuchar el timbre, acordarse de que alguien le había pedido por favor que le avisara al llegar al Club Abástense y respondían cualquier consulta de turismo. Iban charlando con los de la primera fila y hasta fumando. Definitivamente siempre fueron superhéroes muy infravalorados.
De un día para otro algo cambió. Ahora, al subir a los micros debíamos ir al primer asiento y pedirle a un chofer oficinista nuestro boleto. Este cambio no fue el más disruptivo de esos tiempos ya que aún podíamos seguir coleccionando los famosos boletos capicúa. Simplemente había un chofer más, un lugar menos para sentarse y eso era todo. Lo raro vino después, en 1994.
Era una época en donde aun siendo muy chicos caminábamos diez cuadras solos en plena madrugada y esperábamos en una parada sin techo ni refugio a que viniera el colectivo.
En el micro en que yo viajaba había gente que no conocía, pero si reconocía. El chofer era siempre el mismo y en el fondo siempre estaban Rodrigo y Javier, mis amigos de la vida.
Siempre nos sentábamos en los mismos asientos. Los reservaba Javier, porque era el que primero subía. Unas paradas después se sumaba Rodrigo, que se sentaba al lado. Y yo, cuando llegaba, me ponía en el asiento de adelante. Solíamos mirar los números de los boletos para ver si alguno era capicúa.
Ese día en particular, el hombre que vendía los boletos en el primer asiento ya no estaba. Desconcertado, le pregunté al chofer.
—Hola, ¿Cómo hago para sacar boleto?
—¿Escolar? —me preguntó, aunque con mi guardapolvo blanco era una obviedad.
Sin esperar respuesta, tocó un botón en una consola donde antes estaban los boletos y me dijo que pusiera las monedas en la máquina.
Ahí, donde me había señalado, se encontraba ahora un calefón digital con ranuras y cositos. Me quedé mirando eso sin saber qué hacer hasta que tuve que agarrarme de un pasamanos porque el colectivo arrancaba otra vez. Atiné a mirar a mis amigos para que me dieran una mano, pero solo reían desde allá atrás disfrutando el espectáculo.
Una señora de verde, que siempre estaba en el primer asiento se apiadó y decidió ayudarme. Tomó mi moneda, la puso en una especie de embudo en la parte de arriba y se escuchó un ruido a licuadora muy raro. El armatoste ese me dio un boleto impreso en un pedacito demasiado simétrico de papel y nada más. La señora se sentó y yo me quedé esperando.
—¿Y mi vuelto? —le estiré la mano a la de verde como pidiéndoselo a ella.
—¿Te tenía que dar vuelto? —me dijo asombrada.
—Sí, era escolar.
La señora, asumiendo su nueva labor de intermediaria, le transfirió mi pregunta al chofer.
—¿Cuánto pusiste, nene? —me dijo sin dejar de mirar la calle.
—10 centavos, me tiene que devolver 5 —le contesté.
—¿Y no te dio nada?
—No.
La señora, aunque ya no tenía nada más que hacer, fiscalizaba todo. Yo, de reojo podía ver a los chicos riéndose sin disimular.
El chofer se orilló en una calle cualquiera, se levantó de su asiento, se acercó a la maquina y la empezó a golpear. Le tiro un jab de derecha, un revés, un cortito y hasta un apercaut como si fuera una mezcla bizarra de boxeador y de técnico electrónico experto, hasta que sentenció:
—Se rompió la máquina, no hacemos más paradas. Tomá, nene, andá a sentarte —.
Me dio el vuelto de su bolsillo y me fui a sentar con los chicos que empezaron a echarme la culpa de haber roto la máquina, que era yeta y cosas así.
Hasta ayer teníamos los boletos más lindos y artísticos del mundo. Eran obras de arte únicas y hoy, un pedazo de chatarra nos da un papel en blanco y negro incoleccionable. Yo atesoraba todos los boletos capicúas o con números que llamaban mi atención; como fechas especiales o progresiones.
Coleccionaba de todo, cajitas de fósforo, almanaques, marquillas de cigarrillos y cosas así, pero esa mañana estaba siendo testigo de que ya no iba a poder coleccionar más boletos.
—Che, esto no tiene número — les dije mirando el ticket nuevo.
Los tres nos pusimos a mirar nuestros boletos, el de Rodrigo ya estaba hecho un bollito y, si bien tenía cosas escritas, lo único que diferenciaba un boleto de otro era la fecha y la hora exacta. El de ellos difería en pocos minutos, pero el mío era raro; se los mostré porque no figuraba ninguna fecha en donde el de ellos la tenía.
—¿A ver? —me dijo Rodri pidiéndomelo —. Acá debería estar, pero esto no es la fecha —me dijo sintiéndose ya un experto boletólogo.
—Dejame ver —me pidió Javier —Acá esta la fecha, es esta, dice claramente 26/03/2074 23:20.
—Ahhh, sacaste un boleto del futuro, Gus —me dijo Rodri, riéndose —. Por eso se rompió la máquina.
—Noventaidós años vamos a tener —se apuró a aclarar Javier habiendo hecho un cálculo muy rápido.
Nos quedamos pensando, seguramente los tres al mismo tiempo, que aún faltaban ochenta años. Era una eternidad. En ese momento me sentí mirando a un precipicio; fue una sensación extraña, como si delante de mí tuviera un abismo infinito y si daba un paso más, caería al vacío. Una frenada brusca nos sacó de nuestra abstracción.
—Yo seguro que llego impecable a los noventa, ustedes dos van a estar hechos mierda o cultivando flores desde abajo —les dije haciéndome el gracioso, pero ellos debieron haber estado haciendo sus propias cuentas también, porque la broma no fue tan festejada.
Seguimos en el colectivo sin pararle a nadie más en el trayecto, y llegamos demasiado rápido a la escuela. Al boleto lo guardé en mi billetera.
Ese año fuimos a Córdoba de viaje de egresados. Mis mejores amigos eran Rodri y Javi, pero en general entre todos conformábamos un grupo excelente y muy unido. A ese viaje lo vivimos como si todos los del curso fuéramos una gran banda de rock en su gira de despedida. Nos prometimos juntarnos una vez al año para no perder nunca nuestra amistad. Al final de ese verano me preparaba para empezar una nueva etapa: el secundario.
****
Me puse a guardar todo lo viejo en una caja. Guardapolvos, carpetas, banderines, el trofeo de una carrera que había ganado y algunos recuerdos, entre ellos el cuadrito con la foto del viaje de egresados.
También iba a empezar esta nueva etapa con una billetera de cuero más acorde a mi edad. Dejaría atrás la que tenía, que era muy colorida e infantil. Pero decidí revisarla bien antes de archivarla y ahí estaba: el boleto, el del futuro, en su inmaculado papel blanco simétrico con letras negras. Reflexioné en que ese boleto le pertenecía a alguien del futuro. Uno tan lejano que quizás, allí en ese futuro ya no serían necesarias las carreteras.
Contemplé el papel con cierta melancolía recordando los días de los colectiveros superhéroes y mis viajes al colegio con amigos. Decidí guardar el boleto detrás del cuadrito enganchándolo en una madera, ahí se iba a quedar. No clasificaba para guardarlo entre mi colección de boletos artesanales, aunque me daba cierta pena tirarlo.
El tiempo, como es de esperar, siguió pasando inexorablemente.
Con muchos compañeros del primario seguimos juntos en el secundario.
Nos graduamos casi todos los mismos que ingresamos, pero no todos. Analía, por ejemplo, se había mudado con la familia a Mercedes lo que hizo que nos distanciáramos un poco.
Durante esos cinco hermosos años continuamos haciendo asados y juntadas anualmente. Pero no con todos nos veíamos fuera de la escuela.
***
La facultad fue una hermosa época. Ingresamos juntos con Juliana, pero la perdí de vista al poco tiempo porque ella siguió otro camino. Con Rodrigo y Javier seguimos siendo inseparables y nos juntábamos a cenar todos los viernes.
Las carreras de cada uno, las nuevas amistades, las novias, los novios, las responsabilidades hicieron que en las cenas anuales fuésemos cada vez menos. Recuerdo que a una reunión vino Gisella diciendo que estaba embarazada. En esa época fue cuando empezó la etapa de los bebés, los pañales y los divorcios para algunos. Fueron tiempos en los que trabajábamos incansablemente, perdíamos pelo, hacíamos, rehacíamos o ensamblábamos familias y, de vez en cuando, nos juntábamos todos, o los que podíamos, que éramos cada vez menos.
Yo encontré el amor mucho más tarde que el resto y mi familia empezó a crecer cuando algunos ya eran abuelos. Nos fuimos riendo de nuestras panzas, de las arrugas y de los sueños cumplidos o que aún queríamos cumplir. Parecíamos estar muy distintos a cuando éramos chicos, pero cada vez que nos reuníamos nos dábamos cuenta de que nuestra esencia era la misma.
***
Nuestros hijos empezaron a ir al secundario y la facultad. Ellos tenían novias, novios, trabajos, hijos y responsabilidades.
Nosotros ya éramos jefes en nuestros trabajos y cada vez teníamos menos tiempo libre. Pero de vez en cuando volvíamos a juntarnos para charlar y ponernos al día.
Una noche, sin ser invitado, vino el cáncer a sentarse en nuestra mesa y nunca más dejó de asistir a nuestras reuniones. Nuestras familias se fueron reduciendo, algunos ya estaban solos, otros cuidando de sus nietos y los más suertudos aún acompañados.
A mí siempre me decían que era un afortunado por haber empezado tarde una familia, que mi casa siempre estaba viva y llena de colores. Siempre tuvieron razón, he sido una persona con mucha suerte. Hoy puedo decir que tuve a mi lado a una mujer de fierro, bella en todas sus formas y que fuimos muy felices.
***
Hoy vino a verme mi hijo, el más grande, con su esposa y mis dos nietos. Me trajeron una caja que encontraron en el garaje de casa, que se está por alquilar, y pensaron que, quizás, a esos recuerdos los quería tener acá, en el hogar, conmigo.
Son las 10 y media de la noche y hace días que las pastillas no me están haciendo efecto.
Revolviendo la vieja caja de vetustos recuerdos me encontré con ese cuadrito. El del viaje de egresados, con esa foto hermosa a la que hoy encuentro tan llena de juventud ausente. Cerré los ojos y los vi a todos, llenos de luz y saludándome. Reviví tantos momentos hermosos que no pude hacer más que sonreír. Me sentí en paz.
Una lágrima cayó sobre el cuadrito que aún sostenía entre mis manos y parecía estar iluminado del lado de atrás. Al darle vuelta vi un pedazo de papel, enganchado a una maderita. Era el boleto. El que una vez fue del futuro pero que esta noche sería puntual. Recordé hasta el perfume de la señora de verde que me había ayudado a poner mi moneda en esa máquina nueva. Y entendí que ese había sido siempre mi boleto. Y faltaban quince minutos para que pasara mi colectivo.
Me puse la bata, mis pantuflas más cómodas y me escapé. Caminé hasta la parada, la misma de siempre, en la que subía y me encontraba con mis amigos, los que me acompañaron toda mi vida. Llegué a esa esquina sin saber bien lo que estaba haciendo, pero seguro de que era ahí a donde tenía que estar. No había refugio ni lugar donde sentarse. Eran las 23:19 de un 26 de marzo del 2074, hacía poco que había cumplido mis 92 años. Miré el boleto nuevamente y ya brillaba con intensidad.
Me invadió una paz tan profunda que me hizo acordar al calor maternal justo antes de nacer.
La puerta se abrió y el chofer, sonriéndome, me invitó a subir.
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nubivagante-escritora · 11 months
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Herencia, parte 1
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Fue durante la época de otoño, donde las hojas anaranjadas decoraban los suelos y el viento se llevaba lo que quedaba de verano. El olor fresco del ambiente y las nubes cada vez más espesas eran mi única compañía aquella tarde. Mi celular vibrara constantemente por un número desconocido. Odiaba contestar el celular y por lo general lo dejaba sonar si no pertenecía a alguien cercano. Pero en esa ocasión, la insistencia sacó lo peor de mí, y contesté de mala manera.
“Tu hermana murió, deberás quedarte con las niñas”, dijo la voz monótona al otro lado de la línea. A penas pude identificar que se trataba de mi cuñado, cuando el ruido de un disparo heló mi sangre. Fueron muchos estímulos en un solo momento, tanto así que mi cerebro se desconectó de la realidad. Para mi fueron minutos, pero luego de mirar el celular, donde todavía estaba activa la llamada, pude notar que habían pasado 3 horas. Sentía la responsabilidad de llamar a la policía, pero la ansiedad y el bloqueo todavía tenían control de mis acciones, simplemente era incapaz de mover un dedo. Afortunadamente, algún vecino que escuchó el disparo llamó a la policía, dado que a lo lejos se escuchaban las típicas sirenas de las patrullas.
El proceso de “muerte” fue algo muy tedioso. Conlleva muchos trámites y nuevas responsabilidades que no estaba lista para asumir. Lo peor de todo definitivamente fueron los interrogatorios.
“¿Por qué se quedó tanto tiempo en la llamada?, ¿Por qué no había conversado con su hermana por 10 años?, ¿Sabía de la condición de sus sobrinas?��, muchos por qués, mucha insistencia y miradas reprochadoras. Mucho ruido.
Para cuando todo había terminado, me encontré junto a dos minis hermana en la estancia de mi casa. Las tres nos mirábamos sin decir nada. Se suponía que yo tenía que jugar el rol de mujer adulta, consolarlas, decirles que todo iba a estar bien. Pero desgraciadamente no podía mentir, mucho menos consolar cuando sentía que la que debía ser consolada era yo.
“Su padre mató a su madre y luego se quitó la vida”, fue lo único que se me ocurrió decir, porque eso fue lo que pasó según me dijeron los policías. La hija mayor, Dana, no respondió. Parecía que su autismo era tan profundo que apenas interactuaba con la gente. La hija pequeña, Elli, se limitó a llorar y abrazar su muñeca.
Fue así como comenzó nuestra nueva vida. Las niñas parecieron adaptarse a mi rutina, y por mi parte no me sentía tan responsable de ellas. Dana no causaba problemas mientras tuviera su espacio, mientras que Elli no molestaba mientras tuviera a su alcance muñecas y golosinas. Cada quién comenzó su rutina dentro de la rutina de las otras, y poco a poco nos íbamos amalgamando en algo similar a una familia.
Parecía que la tormenta había pasado cuando comencé a notar cambios. No eran los cambios lógicos típicos de nuevos integrantes viviendo en la casa. Eran cambios sutiles, de esos que apenas eran notables. Sin embargo, yo era particularmente sensible a mi entorno, en especial si ese entorno se trataba del hogar que construí durante más de una década. Primero fue el cambio de ubicación de las decoraciones, que pasaban de las repisas a lugares demasiado estúpidos, como la lavadora. En un principio no me importó, o mejor dicho decidí no darle la importancia que quizás merecía. Sin embargo, con el pasar de los días empecé a notar otro cambio, uno más desagradable y mucho más sutil. No podía identificar lo que era y eso me estaba volviendo loca. Era un cambio que podía sentir en el ambiente, en las sábanas de mi cama, en el cepillo de dientes, en el agua que tomaba. La incomodidad era tal que había días que simplemente no quería regresar a mi casa.
Las niñas parecían indiferentes a lo que yo sentía y eso me hizo sentir traicionada de alguna manera. Comencé a asociar a las niñas con los cambios que estaba presenciando y eso creó en mi un fuerte rechazo hacia ellas. Sabía que no tenían la culpa de nada, pero algo me obligaba a hacerlas villanas de lo que me estaba pasando. La locura pasó a un estado de indiferencia, un tipo de quietud que me deprivaba de todo sentido común. No estoy tratando de justificarme, pero ese estado particular no me permitió darme cuenta de lo que las niñas estaban sufriendo dentro de mi hogar.
Desgraciadamente, tuvo que pasar algo muy peligroso para que yo pudiera reaccionar y darme cuenta de lo que estábamos viviendo. Iba de regreso a mi casa luego de un día de trabajo, cuando a lo lejos divisé patrullas de policías. Pensando lo peor, apuré el paso hasta llegar a la casa. Las niñas estaban siendo interrogadas por una mujer policía, les habían dado chocolate caliente y las tenían sentadas al borde de una de las patrullas. Varios policías rodeaban e investigaban mi casa, la cual estaba completamente destruida. Las ventanas estaban totalmente reventadas, las puertas estaban arañadas por completo, lo que hacía imposible pensar que las niñas habían sido las causantes. Hubo más interrogatorios, más por qués. Finalmente, la policía decidió cerrar el caso como “intento de robo y vandalismo” y parecía que todo volvía a su lugar, hasta que me di cuenta de un pequeño percance: no podíamos regresar a casa hasta que hubiesen arreglado todo.
Así, mis sobrinas y yo tuvimos que vivir una semana en un hostal, afuera de la ciudad. El lugar parecía sacado de una historia para niños, de aquellas con finales bonitos. El lugar era tan mágico como milagroso, dado que mis sobrinas comenzaron a abrirse a mí y yo dejé de verlas como un problema. Como toda relación humana, las niñas comenzaron lentamente a contarme cosas. En un principio eran cosas pequeñas, como que, por ejemplo, les gustaba la comida que servían en el hostal. Sin embargo, y con el pasar de los días, las niñas fueron abriéndose más. Un día decidí que era buen momento para pasar al siguiente nivel, y con mucho miedo les pregunté qué había pasado realmente con su madre y padre.
Parecían reticentes a hablar del tema, pero Elli fue la primera en comentar al respecto.
“Mami intentó hacernos auchis”, dijo mientras sostenía su muñeca con mucha fuerza. Sus ojos llenos de lágrimas. Dana se acercó por detrás y la tomó de los brazos, algo muy extraño de una autista.
“Y papá intentó protegernos de ella”, añadió mi sobrina mayor. Horrorizada, las observé un buen momento y me acerqué a ellas para abrazarlas. Dana se contrajo un poco pero no rechazó el contacto, y Elli simplemente se limitó a aceptar el cariño.
“Necesito que me expliquen un poco mejor lo que pasó”, le dije especialmente a Dana, quién ya tenía un poco más de criterio que Elli.
“Mamá estaba mal de la cabeza y nos decía que nosotras estábamos igual de mal que ella, que tenía que hacer algo al respecto porque éramos asquerosas”, la confesión de Dana hizo que un recuerdo que pensaba olvidado volviera a mi memoria como un rayo. Un recuerdo de cuando era pequeña como Elli, y mi hermana tenía aproximadamente la edad de Dana. Un recuerdo de nuestra madre rompiendo las ventanas de nuestra casa, arañando las puertas y muebles, mientras nosotras nos escondíamos aterradas en el sótano. Un recuerdo de una mujer con esquizofrenia.
“¿Fue mami quién rompió las ventanas de la casa?”, pregunté, aunque realmente no quería saber la respuesta. Elli, todavía en mis brazos, negó con su cabecita.
“Era una mujer anciana, muy enojada con nosotras”, contestó. Fue allí que sentí como las piezas tomaban lugar, y como ese sentimiento extraño que sentía hacía días empezaba a tomar forma. No era problema de nosotras y de nuestros propios trastornos psicológicos los que impedían formar una vida tranquila. Era la sombra de algo que en su momento llamé madre, y que murió asesinada por mi hermana y por mí.
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buliminalspace · 1 year
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Trauma dump 2: El día que mi amiga intentó suicidarse en su fiesta de cumpleaños
29/05/2023
A lo largo de nuestras vidas nos cruzamos con al menos una persona con riesgo de suicidio o incluso nosotros mismos hemos tenido pensamientos suicidas. Por desgracia, cada vez hay más personas que lo llevan a cabo e innumerables que se plantean la idea.
Por mi parte, podría decir que desde principios de mi adolescencia he atraído a ese perfil de persona. No sé si es por lo que dicen las personas mayores de "Dios los cría y ellos se juntan" o si es porque les inspiro cierta confianza. El caso es que en mi etapa clave de la formación de la personalidad la gran mayoría de mis amigos tenían depresión, ansiedad o algún otro trastorno o adicción. Yo no era mejor, tenía una ansiedad de caballo y estaba desarrollando las primeras etapas de un TCA, además que vivía triste y cansada (porque no comía muy bien que digamos) y estaba super rebelde. Typical, supongo. Todas las personas que me rodeaban (fuera del ámbito familiar, claro) tenían algo en común conmigo: nos queríamos morir.
Por suerte o por desgracia no pasé de las autolesiones y mis padres lo pasaron por alto porque desde luego, yo no era la cosa más importante de sus vidas. Con el paso del tiempo dejé de tener pensamientos suicidas y me enfoqué en matarme de hambre pero eso es otra historia.
Cuando empecé bachillerato, me hice amiga de una chica. La llamaremos Sonia (obvio no es su nombre real). Conocí a Sonia desde hacía unos años pero tampoco me había esforzado mucho en conocerla antes hasta ese momento que por circunstancia spersonales parecidas, nos volvimos inseparables. El caso es que Sonia vivió ciertos momentos traumáticos y surrealistas en su infancia y en su adolescencia y no estaba muy bien que digamos. Tenía depresión ansiedad y un trastorno relacionado con la personalidad (todo esto diagnosticado y en tratamiento). A mitad del primer curso de bachillerato, Sonia abandonó los estudios porque no le estaban haciendo bien a su salud mental. Eso no me impidió seguir viéndola porque quedábamos casi todos los fines de semana.
El primer intento de suicidio que tuvo desde que nos conocimos fue una tarde en la que yo estaba en la biblioteca municipal preparándome porque pronto iba a tener mi primera semana de exámenes de bachillerato. Cuando empezó a anochecer empecé a recibir mensajes de whatsapp en mi móvil, pero como yo estaba concentrada no les hice mucho caso. "Si es importante ya llamarán", pensé. Y así pasó, llamaron. Salí corriendo del pabellón de la biblioteca y contesté. Era una amiga que teníamos Sonia y yo en común que me dijo que estaba muy preocupada por un mensaje que Sonia escribió en el grupo de amigos en el que se despedía de todos nosotros. Teniendo en cuenta el estado de salud mental de mi amiga, cogí mis cosas y salí corriendo hacia su casa. Vivía como a 20 min de la biblioteca pero como fui cagando leches llegué en unos 10. Llamé a la puerta de su casa y me abrió el alcohólico de su padre diciéndome que no tenía ni idea de dónde estaba su hija. Entonces le expliqué todo lo que había pasado y entonces llamamos a emergencias y nos pusimos a buscarla por el barrio (obviamente él a su ritmo porque no le importaba una mierda). 
La encontré subida a un puente dispuesta a tirarse. Por suerte uno de los coches patrulla enviados por emergencias pasó por allí y pudieron sacarla. Al poco llegó una ambulancia con un montón de sanitarios que la sedaron y ataron para llevársela al hospital e internarla. Eso fue realmente violento y traumante.
Esto se repitió un par de veces más hasta llegar al día de su cumpleaños. Cumplía 18 años y le habíamos preparado una fiesta de cena y misterio tipo cluedo, tenía super buena pinta.
Cuando nos reunimos todos los invitados, ella no parecía muy animada pero nos siguió el rollo durante todo el juego. Cuando acabó, comimos tarta y pedimos unas pizzas. Traje un juego de mesa para jugar y pasar un buen rato pero no le hicimos mucho caso. Es entonces cuando la cosa se estanca y empezamos a aburrirnos así que empezamos a recoger. Mientras estamos recogiendo, nos damos cuenta de que mi amiga ha desaparecido. La buscamos por toda la casa y no estaba. 
Entonces caemos: se ha ido sola en mitad de la noche y seguro que vuelve a intentar tirarse por un puente. En efecto, nada más salir corremos hacia el puente más cercano y nos encontramos a mi amiga gritando y a una pareja de mediana edad sujetándola para que no se tire. Llamamos corriendo a la policía y vienen de seguida. Un coche patrulla y dos de la nacional. La tuvieron que reducir entre cuatro policías nacionales. Llamo a su madre, ya no sabía cómo decírselo pero captó la idea y vino cagando leches. Ella gritando, nosotros de los nervios, la policía intentando calmarla... Un desastre.
Entonces mi pareja del momento al verme con los nervios de punta me pide que me vaya a casa, que él se encarga de todo. Me voy. A los diez minutos llega él, me dice que se estaba calmando. Intentando convencer a la poli y a su madre de que puede volver andando a casa. Claramente, nadie se fiaba de ella y se la acabaron llevando al hospital, probablemente sedada y atada a una camilla como la última vez.
Por la mañana me despertó una llamada de teléfono. Era su madre. Me preguntaba por el cargador del móvil de Sonia, porque ya había vuelto a su casa y no puede vivir sin su estúpido teléfono. Lo encuentra y cuelga. A los minutos me llegó un mensaje de Sonia.
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janhektymanny · 1 year
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07 de marzo ✅
Super palomita verde. Me levanté algo tarde. De verdad que no paro de soñar con Alex todas las noches, es horrible. Son raros los días que no sueño con ella, pero al menos descansé bien. Además ya llevo rato sin usar su cobija, y menos ahora que ya están los calores del demonio. En chinga desayuné mientras veía video de Todo Vial, son sobre las cosas que vemos en pavimentos y terracería, además son muy informativos, dejando a un lado la parte técnica. Me bañé y me puse a hacer rápido de comer, comí y después preparé mis cosas para ir a la escuela. Llegue temprano porque hoy era mi examen de puentes y necesito un 8 para pasar. Mi plan era hablar con algunos de mis compas que toman puentes con el mismo profe pero más temprano, como es examen nos da tres horas y media para hacerlo, así que toma tiempo de la clase anterior, y en el caso de ellos los hace llegar a las dos, no sé si me haya dado a entender, pero en fin.
Llegué y aún no estaba el profe, en el salón estaban Aldo y la chica que conozco de meca de rocas. Me añadieron al grupo para que me mandaran los distintos tipos de examen y ya cualquier pedo yo solo cambiaba los valores cuando me tocara mi examen, en caso de que no fuera el mismo. Avisé en el grupo que fueran temprano para que hiciéramos ese buisness y solo uno fue temprano, se llama Rosendo, es de los que me caen chido en mi clase de puentes. Esperamos un ratote hasta que fueron saliendo varios chavos del salón donde tenían examen, entre ellos mis conocidos, Aldo y la otra chava. Me explicaron que a los que salieron bien, los promedió para que ya no hicieran examen, y se quedaron solo los que no alcanzaban a promediar. Había quedado con Colly de terminar la práctica Marshall después de que ella saliera de su examen, así que le metí velocidad porque debía tener todo el examen listo y terminar la prueba de pavimentos antes de las 5:30 porque me tocaba Alcantarillado. Fue gracioso porque se conocieron Rosendo y Aldo, y aparte después llegó Karla, así que había juntado a todos mis conocidos de los diferentes grupos. Se llevaron chido, hasta eso puedo decirlo. Omití decirlo, pero Aldo nos estuvo ayudando a Rosendo y a mí en puentes, es muy listo y estudia mucho ese muchacho, aparte es buen pedo. Cuando llegaron el profe y los chicos del salón que estábamos ocupando, nos movimos después al laboratorio para terminar la práctica y nos acompañaron y hasta nos ayudaron para terminar la prueba, todo salió super chido, eso también me gustó mucho.
En Alcantarillado me fue super bien porque entregamos todo chido, así que es de gane, aunque como dio explicaciones de la siguiente entrega sí me retrasó un poco para mi examen. Acabando fui en chinga ahora sí a puentes y pues éramos poquitos, pero afortunadamente ya había avanzado mucho, así que solo era de llegar y darle mate casi casi, pero pasó algo inesperado. Casi por obra del señor, se fue la luz en toda la escuela. Intentamos seguir haciendo el examen con el flash del celular, incluso algunos profes se aferraron a dar clase pero después de unos 20 minutos nos fueron desalojando a todos. Al final no terminé pero me faltó casi nada, así que creo que tengo esperanza de pasar con el 8 que necesito. O al menos eso espero. De todos modos le entregaré el cuaderno mañana para que amarre ahora sí con el 8.
Yessica me estuvo mandando mensaje para ver si nos veíamos porque salió temprano, le contesté pero ya hasta después, cuando estaba en su casa, así que no nos pudimos ver, pero por pura casualidad a quien me encontré fue a Alison, estaba con una amiga de su bacho que también va en la ESIA. Estaba muy feliz y eufórico porque había sido un día super bueno y verla como que me hizo alegrar aún más. Debo admitir que me sigue gustando, y aparte se veía muy bien. Nos empezaron a sacar incluso de las jardineras, así que no tuvimos más opción que salirnos y ya solo esperamos que pasara la mamá de su amiga para irnos. Una vez que se fue nos encaminamos a la parada del camión y tomamos el camión en chinga. Me contó unas cosillas sobre que se hizo unos estudios en el ginecólogo, resulta que tiene quistes, afortunadamente está a muy buen tiempo de tratarlos, así que fue un diagnóstico muy oportuno. Al final no pude evitarlo y terminé besándola en el camión. Ella me siguió el beso, y varios más. Sé que estuvo mal, pero aún así fue solo un beso, creo que no pasa nada.
Y ya, solo llegué a comer y escribir esto. Ahorita me pondré en chinga a seguir estudiando para pavimentos, es la materia que le ando echando ganas ahorita, quiero cerrar bien en esa.
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unpocodeletras1984 · 3 years
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He investigado bien todo el mecanismo. Dicen que en Marte, el tiempo corre más lento que aquí, el doble, para ser más exactos. Así que calculando que me queden 5 años de vida, en Marte se duplicarían, ¡entonces podría vivir 10 años! Sería una locura, he pensado que no debería existir el tiempo, es la cosa más estúpida y absurda que pueda existir, he visto desde que tengo memoria, a mi mamá llorar después de cada terapia, frente al médico.
Pero la verdad es que todo esto es inútil, desde que mi abuelo me regaló el primer libro, no he parado de leer, me ayuda a salir de la angustia de tener que estar encerrada en una clínica, he pasado la mitad de mi vida aquí.
El otro día, mi abuelo me trajo una biblia, es un libro muy curioso donde hablan de la vida en el cielo, supongo que debe ser algo parecido a un planeta, algo similar a Marte! Por eso me gusta leerlo, allí hay seres con alas y cuerpos livianos que viajan a través de la luz, también hay almas sin cuerpo, la idea perfecta para acabar con todas mis dolencias, es por eso que quiero viajar a Marte.
Mi papá trabaja en la NASA, le he dicho que quiero ir a ver uno de esos cohetes que hacen viajes espaciales, a pesar de que toda la vida me ha dicho lo peligroso que es.
Llevo días sintiéndome mal, las quimioterapias cada vez son más fuertes, y paso más tiempo en el hospital, he conseguido algunos amigos médicos que también leen, y me traen libros cada vez que vienen a visitarme, hay uno que me ha llamado especialmente la razón, se llama la cárcel, el escritor narra aquí, sus experiencias en cautiverio y la razón por la que estuvo preso, recuerdo especialmente un capítulo donde habla sobre una rosa de plástico que tenían en su celda y regaban todos los días, siempre que desespero y no le encuentro sentido a nada, vuelvo a esas páginas y entiendo que soy yo quien debe darle sentido a la existencia, o quizá… sólo deba esperar mi muerte.
Espero que algún día mi papá me lleve a ver esos cohetes, mi plan es poder escaparme en uno, para poder cumplir mi sueño de ir a Marte.
Creo que es el día más feliz de mi vida, mi papá ha decidido llevarme el día de mi cumpleaños. Sé que algo raro sucede, de nuevo, no he logrado salir del hospital en semanas, mi papá ha doblado turnos, y mi hermano pidió vacaciones adelantadas, ahora me han doblado la dosis de medicamentos, sé que estaré bien para mi cumpleaños, al menos, eso espero. ¿Y si quizá no? Todo es tan complejo, sólo quisiera escapar de todo esto.
Del otro lado, en el hospital mi papá habla con el doctor, parece algo enojado. Hoy he soñado con mi mamá, hace más de 10 años que no la veo, en el sueño, estábamos en un lugar que no conozco, todo era blanco, ella me llevaba caminando de la mano, hasta que en algún punto ella empezó a desvanecerse, hasta que me soltó de la mano, y yo caí hacia abajo, hasta despertarme asustada, como cayendo de un gran edificio. La extraño mucho, recuerdo que de niña solíamos ir a una cabaña lejana, me llevaba ahí cuando se sentía muy triste, recuerdo que siempre le preguntaba por una cabuya que colgaba del techo, siempre se ponía muy nerviosa y me decía que era una especie de columpio que sólo se usaba una vez en la vida, nunca la entendí, hasta el día de su muerte, cuando una mañana mi papá me despertó muy asustado preguntándome que si sabía dónde estaba mi mamá, le contesté que sólo podía estar en un lugar, y allí la encontramos, colgada de la cabeza en el columpio que sólo se usa una vez en la vida.
Ya estoy de nuevo en casa, ha pasado algún tiempo. A veces pienso en ella, era una mujer extremadamente pensativa e infeliz, siempre tenía la mirada extraviada, en uno de los libros de la biblioteca, encontré el otro día un poema con letra de mi papá, quizá para ella:
"Vivía en una mansión invisible, con una colección exquisita de recuerdos, de todas las épocas y en todos los colores, había gastado toda su fortuna en vida, tratando de recuperar su juventud, la cual se le había escapado, reía muy poco, casi siempre para que la vieran, y se ocupaba de cosas inútiles cuando nadie la veía, pero ni ella misma se dio cuenta, hasta que se le acabó la vida, del gran dolor que llevaba dentro, y que ni siquiera en sueños compartió con nadie, y era que ni toda la vida le iba a alcanzar para revivirla, entonces comprendió que nunca sería feliz, y prefirió la muerte".
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viannquechelonn · 3 years
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Como ya tiene mucho que no escribo contaré la historia de porqué dejé mi trabajo.
Ps ya tenía 3 años casi 4 en mi trabajo, recién recibí mi plaza y ya contaba con mi humilde sueldito de esos que el esposo de la fosfo menosprecia. *se pone cómoda y jala papel porque recordar es volver a vivir*
Resulta que cuando recién entré a éste lugar deseado y soñado por muchos me presentaron con el "Director" un tipo todo horrendo que desde el día que me lo presentaron me dijo -Viannquita, eres muy hermosa.
1. ME CAGA QUE ME DIGAN VIANNQUITA
2.¿Qué chingados? No puedes decirme eso.
Al terminar ese día me buscó para preguntarme cómo me había sentido y se despidió de mi con -HASTA MAÑANA *UN SUSPIRO TODO INCÓMODO* VIANNQUITA.
Y yo solo le dije -mm :) porque es lo que digo cuando no sé que decir.
Total que muchos días fueron de él yendo a mi oficina a decirme buenos días y algunos otros me llevaba café.
Algunas veces recibí flores o dulces.
Siempre fue incómodo, hasta que un día en un desayuno de directivos me preguntó si me había gustado una pulsera que me había dejado y le dije que no, que dejara de hacer eso, le agradecía pero no me gustaba recibir regalos y menos de alguien con quien trabajo, que le agradecía nuevamente pero no quería tener malos entendidos.
Porrrrrrrrque sí habían algunas que entraron por "palancas" y seguían o crecían por "palancas medias raras" y no quería tener esa fama.
No me importa lo que piensen de mi, peeeero me siento muy orgullosa de mi trabajo, mis estudios, esfuerzo y bastante dedicación con la que he hecho todo, así que bueeeeeeeeno.
Me pidió una disculpa y dijo que no quería incomodarme y sí paró de hacer eso de dejarme cosas, peeeeeeeeeero no dejó de ir a saludarme casi diario o de llamarme Viannquita entre su suspiro horrible.
Siempre aprovechó momentos que ahora pienso MALDITO INFELIZ, siempre me agarraba sola o mientras todos estaban distraídos porque parece que nadie se había dado cuenta, excepto conocidos y amigos míos con quienes había comentado esas cosas.
Y no era que yo fuera sonriente con él o algo, en realidad siempre tuve mi cara de enojada y de incómoda con él. Siempre fui muy seria y más si él estaba presente.
Total que un día todo se puso heavy cuando en una cena, una señora que dice que lee el aura y que sabe cosas o chingadera y media dijo que tenía un aura muy agresiva y lo dijo frente a él, luego me dijo que también veía que estaba nerviosa y que sentía que tenía una conexión con alguien de ese mismo lugar. Y todos decían cosas tipo "abr que vez en mi" y el wey este me dijo ¿Seré yo? Y yo por dentro sentía entre coraje y nervios, porque claro que me ponía nerviosa, pero nerviosa de incómoda, de hastepa'llá. Y yo con mi "mm:)".
Volvió a los regalos hasta que le junté 3 y se los llevé a su oficina y le dije que no me gustaban sus regalos y me estaba incomodando, que dejara de hacerlo porque yo tenía novio *cosa que siempre me ando inventando pero que sí me ha echado muchos paritos*
Y los próximos días ya no me pelaba, yo estuve feliz y contenta, qué digo feliz, YO ESTABA ORONDA.
Total que en ese momento recurrí a un amigo de ahí dentro, alguien con quien siempre estaba para todos lados. Y supuso que era él.
Él es casado (mi amigo) y total que luego de tiempo, un día yo estaba en mi cama toda dormida cuando empezó a sonar mi teléfono, era de madrugada y me estaba marcando el director este. Me dio un poco de raro, pero era viernes o sábado, uno de esos días donde no tenía que hablar y en general a esas horas. Y no contesté, puse silencio y me dormí y a los pocos minutos me andaba mandando mensajes de whasap, y mi teléfono vibre y vibre, entré a ver y me mandó audios BIEN BORRACHO diciéndome que yo le gustaba mucho, que estaba muy bonis y luegoooooo audios diciéndome que por queeeeé andaba con tal, que ya entendía que me gustaban jodidos y que él no me gustaba porque no era casado y yo KÉ. No le dije nada, solo lo blokié.
El lunes ya me fue a buscar y me pidió perdón y que blah blah. Le dije que dejara de molestarme y que no me volviera a faltar al respetoooo. Y yo por dentro CAGADA.
Total que luego de eso siempre mantuvo distancia pero no tanta, ¿topan?
Me seguía buscando pero más espaciado todo, con quién lo acusaba? ¿Con su mamá? Ese tipo es el puesto más perro alto.
Y así pasó por esos 4 años. Recuerdo que un día me dijo que él me daría todo, me ofreció una casa, mi propia agencia, carro, viajar con él y todas las rechacé porque de verdad me da asco.
Y lo peor pasó el 28 de Junio. Desde una semana antes me había invitado a desayunar o a comer, me buscaba y me decía Te invito a desayunar y le decía ¡Ay ezdeke ya desayuné! o que llevaba lonche o que estaba ocupada y a la salida me buscaba para ir a comer y le decía que no podía, que tenía planes o que me estaban esperando.
Y el lunes, ese bendito lunes 28 entró más temprano de lo que normalmente llegaba y al yo llegar me dijo NO TIENES EXCUSA VIANNQUITA HOY DESAYUNAMOS y le dije -(: esque tengo trabajo y no creo salir a desayunar y me dijo -no, ya revisé y no tienes tanto.
:( y me fui a trabajar y ahí estaba yo diciéndole a Julio que cuando llegara que porfitas se inventara trabajo, incluso a mi equipo lo puse a adelantar porque quería que me viera ocupada. Y yo de ay@Dios
Cuando llegó eran como las 9 y me dijo vámonos y yo le dije- Ay es que estoy ocupada y me dijo, deja ahí vamos y me agarró la mano.
No saben el asco con el que recuerdo todo, y vi a Jul y Jul solo hacía cara de molestia y me acerqué para encargarle mi tablet y me dijo que mejor fuera y que ya me lo quitara de encima por otro rato.
Y ya, fui a desayunar, entonces en el restaurante que estaba medio vacío pidió la terraza y ahí estábamos. En el segundo piso casi por completo solo.
Y nos llevaron la comida y todo, cuando el mesero se alejó volvió a decirme que yo sabía cuanto le gustaba, y me preguntaba ¿Por qué eres tan difícil mi Viannquita? y entre tanto que me dijo yo no supe reaccionar, solo escuchaba que me decía que yo le gustaba y le dije que iba al baño. Cuando me paré me agarró de la mano y ya me fui al baño. Luego luego le mandé mensaje a Ez. Un amigo y el señor que me metió, Ez me dijo que regresara e intentara grabar todo y yo le decía que ya no quería regresar porque me daba miedo. Y así fue, puse el teléfono en grabadora y play en mi bolsa. Regresé a la mesa y en silencio, y el siguió hablando. Volvió a ofrecerme todo lo que se le ocurría y yo le dije que no me gustaba, que no sabía cómo más decirle, y que no estaba buscando una relación. Me agarró la pierna y me dijo -Ya te ofrecí todo, qué más me falta? Si no quieres nada lo acepto, qué puedo hacer para saber cómo es mi viannca en la cama. Y yo PASMADA, no supe que hacer y el con su mano en mi pierna. Y yo solo pensaba vete Viannca pero también pensaba en su mano y no podía reaccionar, hasta que la movió un poco más arriba y fue cuando pensé O TE VAS VIANNCA O ALGO TE VA A PASAR, entonces me hice para atrás en la silla y me paré y me fui, sin decir nada, y caminé rápido para salir de ahí y al salir ya me puse a llorar, porque me quedé pensando ¡TIENE QUE PAGAR PARA PODER SALIR! Al salir luego luego me di la vuelta en la primer calle y tomé un taxi y el señor del taxi me preguntaba si estaba bien y yo ni le podía contestar, apenas si le pude decir a dónde quería ir.
Llegando al trabajo fui a buscar a Ez y me acordé de detener la grabación, y ya con Ez *yo seguía llorando* le medio dije que me había dicho y lo de que me había intentado tocar y ya Ez estaba muy en "cálmate" y fue cuando me dio un ataque de pánico y yo incontrolable. Intentó calmarme pero le terminó hablando a enfermería y ya me intentaron tranquilizar, no sé cuánto tiempo pasó, para mi fue eterno.
Cuando me pude calmar un poco le di mi teléfono con la grabación y me dijo que tenía que hablar, que entendía cuan difícil iba a ser pero que tenía que hablar. Me llevó a RR.HH. y yo intentando explicar, y Ez ahí ayudándome a dar a entender.
Les dijo que tenía pruebas y sólo se veían entre ellos. Y dijeron que tenían que hacer un careo y le hablaron y el se veía tan tranquilo.
Y al final Ez me llevó a su oficina y fue por mis cosas. Los de RR.HH le dijeron que él se quedara el teléfono para que se hiciera el proceso, me llevó a mi casa y yo me fui todo el camino dormida pero también llorando. Todavía lo tengo muy presente, y sigue dándome asco.
Solo agarré mi chip y ya.
Al otro día no fui y tempranito Ez me marcó para decirme que necesitaba ir, que no podía faltar porque podría ser algo malo, y fui, llegué tarde pero me dio igual, y me fui directo con Ez, le marque a mi amigo Anth para contarle todo, todavía se me salían mis lagrimitas y al medio día me llamaron, hicieron una "junta" donde me tenían una carta de renuncia y un cheque.
Diciendo que lamentaban la situación, que lo mejor que podría hacer era aceptar firmar mi renuncia NO DESPIDO, RENUNCIA. Y aceptar el dinero que me ofreció. Que me esperaban al otro día.
Y me salí de ahí, otra vez muy triste y luego de un rato platicando con Ez y Anth me dijeron que quizás sí era lo mejor, que no valía la pena pelear con alguien con el poder que él tipo ese tiene.
Yo me puse bien triste porque fue un "cállate y vete, toma".
Lo pensé mucho, y siempre perdía yo. Esos días lloré muchísimo, porque aparte me sentía culpable si aceptaba y me sentía culpable por haber ido a ese desayuno y culpable por tener miedo y culpable por no haber podido reaccionar rápido.
Al otro día hablaba con Ez y me acompañó, firmé mi renuncia y Ez le recibió el cheque, porque estaba ahí viéndome, con su mirada descarada.
Y me salí de ahí, Ez me trajo a mi casa. Y ya me agarré de llorar muchos días. Jajajaja, hasta que pensé en qué hacer con ese dinero.
Bueno, tengo un negocio. Que si bien me ha dado muchos momentos felices en este poquito tiempo, también hay noches como ésta donde me siento mal conmigo por haberme callado.
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thegirlssecret00 · 3 years
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Wow, me alegra que estés aquí gracias por seguirme y darle like a estos capítulos me alegra saber que te gusta leer mi contenido, como de costumbre si no has leído el capítulo anterior o eres nuevo te invito a entrar a mi perfil y leerlo, te recuerdo que únicamente cambiaré los nombres de mis amigos, familiares y conocidos (los que no cambiaré son los que me lastimaron). Antes de continuar te pido que por favor tengas la mente abierta y te pongas en mis zapatos, porque a partir de este capítulo voy a hablar sobre cosas "extranormales" o bn del plano astral como le dicen algunos y sobre el bullying que yo viví, ahora sí empecemos con esto.
Antes de que terminara el sexto año hubo alguna vez que alguien de mis compañeras dijo que si sueñas con que un diente se te caía significa que alguien va a morir, recuerdo que lo oí derrepente, pero no le tome gran importancia, entonces recuerdo que los sábados o domingos veía con mi familia un programa llamado Extranormal en ese programa hablan de los portales, espíritus de gente que no han logrado irse y de los espíritus malvados, yo no entendía eso pero por alguna razón me intrigaba.
Después recuerdo que alguna de esas veces habíamos escuchado que los niños ven esas cosas y cuando crecen ya no, aunque hay otros que lo desarrollan más y que varias veces llegan a ver fantasmas de alguien que no conocen pero sus papás si. Entonces un día entre semana después de regresar a clases le pregunté a mamá: -¿Cuando era chiquita he visto algo que tú no como los fantasmas que decían?- ella me miró algo extrañada y me dijo ?: -Si, ¿porque?- entonces la mire sorprendida y le dije: -Por nada, solo me dió curiosidad. ¿Enserio ví un fantasma?- ella me miró, me sonrió y me dijo: -Si, ¿te acuerdas cuando fuimos a enterrar a tú abuelito?- y le dije: -Si- entonces me contestó: -Pues ese día en que lo estábamos velando Livy y tú estaban jugando, entonces me acerque a ti y te pregunté ¿Con quién están jugando?, Luego me dijiste con mi abuelito-.
En ese momento me quedé sorprendida casi sin habla cuando le dije a mamá: -A ya- y yo seguí con mis cosas, el tiempo paso termine el sexto año y me fui a inscribir a una plataforma donde tú ponías las opciones de la escuela que quieras yo recuerdo que antes de irnos todos dijeron que se irían a la 43 y como los oí diciendo eso yo me dije pues me meto ahí, le dije a mamá y me ayudó a poner las escuelas en primera opción era la 43, la segunda era la 18 y no recuerdo cuántas más, pero el punto es que pusimos varias opciones. El tiempo pasó ví los resultados y eso fue porque en las noticias habían dicho que la gran mayoría de los estudiantes se habían quedado en su primera opción y si, me quedé en la primera opción yo estába feliz de que volvería a ver a mis amigos, pero días más tarde tenía que ir a la escuela para hacer la salida (nos pusieron en parejas para bailar "Total eclipse of the heart") y recoger los papeles, obviamente antes de hacer la salida nos juntamos en nuestro salón y empezamos todos a platicar entre todos en eso salió el tema de la escuela a la que nos quedamos cada uno y resultó que la mayoría escogió la 18 y yo me quedé atónita, con cara de What? Yo solo me quede pensando en mi mente: Solo yo me quedé en la 43? Y alguien le pregunto a uno de los que dijo que se quedó en la 18 diciendo: ¿No que te ibas a la 43? Y el chico dijo: Si, pero no me aceptaron. Yo la verdad si me quedé en shock, no entendía en ese entonces que las calificaciones afectaban solo creía que cualquiera puede meterse a una escuela (al fin niña) pero bueno, en eso me fui con Daiana H y Carla nos pusimos a jugar un rato pero derrepente Daiana me empezó a dar de nalgadas yo me sentía incómoda porque sentía como si mamá fuera la que lo hiciera por lo que le grite diciendo: -¡NO ME PEGUES!- ella me miró atónita y jamás me volvió a dirigir la palabra.
Entonces llego la hora de ir a hacer la salida y empezaron a llamarnos por el nombre y la calificación, yo jamás fuí de diplomas pero creo que esa vez si merecía un diploma, no es por alardear pero yo había visto a niñas de 9.8 (si, salí con ese promedio) que les daban un diploma, pero la verdad no me preocupó, al final nombraron a los de diplomas uno de ellos era de 9.9 y los otros 2 tenian 10. Entonces la ceremonia termino y me fui con mamá que estaba con la mamá de Constanza (mi primer amiga) y nos tomaron fotos juntas, después nos fuimos a casa, pues las vacaciones ya habían empezado. Aunque ese fue un día memorable y feliz nadie me dijo que esos días estaban por terminar.
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Durante las vacaciones no hubo algo nuevo que contar, solo estaba disfrutando al máximo, obviamente empecé a estudiar el primer año en mi nueva escuela, pará mamá estaba algo retirada por lo que me compraron un transporte que me llevaria de ida y vuelta de casa a la escuela y viceversa. Los primeros días fueron muy "feos" se podría decir porque me ponía muy nerviosa tanto que llegaba a vomitar en la escuela (es muy vergonzoso), ya después me calmaba y ya no pasaba de ahí, el primer día nos llamaron a hacer honores a la bandera nos acomodaron (del más bajo al más alto) dónde sería nuestro lugar de formación, entonces la directora nos dió la bienvenida a nosotros los estudiantes y a los demás por volver de vacaciones, pero más o menos a mitad de la ceremonia a mi lado había un niño que se desmayó, yo solo me voltie a verlo por lo que algunos de los profesores y secretarias ayudaron a levantarlo y se lo llevaron. Obviamente la ceremonia continúo y la directora menciono que es importante venir bien desayunados y bien dormidos porque si no uno se desmaya como el compañero, ya después nos fuimos al salón y nos ordenaron por número de lista, yo era el número 15 y atrás de mi se sentaba una chica que me caía mal de hecho (a según yo) no la soportaba, en ese entonces yo me juntaba con Morgana, Ivar, Tatiana, Sol, Coral y Monserrat en el receso, siempre hablábamos de nuestras vidas, aunque Morgana siempre se burlaba de mí porque solo llevaba yogurt (era lo único que podía llevar para comer, casi dinero no porque no alcanzaba), yo jamás le dije que me hacía sentir como si fuera pobre y me hacía sentir muy incómoda, de hecho jamás lo ví como bullying además de que no entendía eso, yo seguí juntandome con ellos hasta que un día empezaron muchos a irse del grupo, la primera fue Coral, después Tatiana y Monserrat, después yo me fuí y me junte con Coral.
Durante esos momentos que nos juntamos íbamos a caminar y a platicar de los chicos que nos gustaban a mi en ese entonces me gustaba un chico llamado Ariel y yo no sabía si el iba a esa escuela hasta que lo ví, le dije a Coral que el me gustaba y que a él lo conocí porque yo era monaguilla antes, después ella me enseñó quien le gustaba (era uno de tercero), pasamos un buen rato juntas aunque eso no duró mucho porque empecé a conocer a Sabrina la niña que se sentaba atrás de mi, en cuanto a las clases yo tuve muchas materias así como profesores, una de mis clases era geografía pero esa profesora nunca me cayó bien porque mapa que veía en el libro, era mapa que debías hacer , si le sacabas copia era como si nunca lo hubieras hecho, así que debías hacerlo a mano, por ello yo tuve problemas con ella porque le daba el mapa y me decía este no es o esto está mal, yo no entendía que tenía mal, pero bueno según ella estaban mal, nunca le pregunté pero al final me los aceptaba, además ella fue el motivo por el que odie a más no poder geografía.
Ese mismo año me mandaron a llamar de la dirección, me quedé con cara de What porque yo no había hecho nada malo, al llegar allá ví a una de mis profesoras que me daba taller de Ofimática, ella era una señora grande como de 50 y tantos años estaba sentada en una oficina con papeles en la mano, yo supuse que estaba pasando calificaciones, entonces me acerque y ella me miró y dijo: -hija ¿porque no tienes nada?- yo me quedé con cata de What porque yo siempre le entregué lo que ella pedía, entonces ella reviso su lista y al reverso me tenía igual pero con todos los trabajos entonces me miró y me dijo: -¿Porque apareces 2 veces?- y yo le dije: -No tengo idea- entonces me dejaron ir, después yo empecé a hacerme más amiga de Sabrina, pero recuerdo que habían 2 niños (Benjamín y Naím) que eran los castrosos hasta más no poder, ellos eran los q estaban en el desmadre siempre, de hecho hasta los profesores los tenían siempre en la mira y justo ellos 2 me molestaban siempre con sus ruidos que llegan a distraer a todos y según hablándoles a quien sea para molestar. Entonces un día nos llevaron a un aula a probar una especie de videojuego que es para saber que hacer si alguien te ofende o algo así, no recuerdo muy bien como era y para entrar a dichoso juego te piden un Token que te lo dan los creadores del juego y nos dijeron que no podemos compartirlo y que nadie lo viera porque es nuestro y de nadie más, después nos regresamos al salón pero la hora de esa clase había terminado por lo que guardamos lo de esa materia y sacamos lo que correspondía a tutoría, ese día el tutor nos mando a hacer algo yo estaba metida en mis cosas mientras esos 2 estaban molestando, en un momento se me cayó el token que me habían dado por lo que Benjamín me lo levantó y me lo dió, pero como ya estaba harta le agarré la mano y le enterré la pluma, no era cualquier cosa, era una pluma de punto fino y pues el fue con el tutor y me acusó, entonces me llamo y me preguntó que si lo había hecho yo le respondí que si y me mandó citatorio.
Al llegar a casa le hable a mamá (cuando entre ella había empezado a trabajar) y pues me regaño, claro que después se calmó y cuando llegó a casa me preguntó lo que había pasado, le contesté que le había enterrado la pluma porque vio el token que me dieron ya después al día siguiente (al final igual) llegó el tutor y mi mamá había llegado minutos después, entonces salí con el tutor y pues el tutor empezó a hablar, mando a llamar a Benjamín y mostró la herida que le había hecho, mamá me miró y me dijo: -y ya te disculpaste?- y lo le dije que no, entonces lo mire a los ojos y le dije: -perdón- (porque sabía que si me disculpaba antes me iba a decir el y su amiguito Naím de cosas) después el tutor lo mando a sentar y dijo que ese tipo de conducta no iba a permitir por lo que me suspendió un día, entonces ya el tutor se metió al salón y yo me despedí de mamá, me dijo que se iría a casa así que le dije nos vemos en casa, entonces la clase terminó y yo tomé mis cosas y me salí como los demás entonces le avisé a la conductora del transporte que me suspendieron para que mañana no pasará por mi, al siguiente día le pedí la tarea a Sabrina, ella no hacía nada pero aún así le pedí la tarea y los trabajos. Recuerdo que yo me había facinado por la película de Frozen por lo que mis compañeros (hombres) Dilan, Irving, Benjamín y Naím se burlaban de mí todo el tiempo, trataba de ignorarlos, así que mi "salida" fue escribir la canción de libre soy de la naturaleza, de fuego y de agua, pero nose porque se me ocurrió enseñarles una de esas, por lo que las burlas no paraban. Para ese entonces yo había tomado la decisión de que me juntaria con Sabrina en el receso siempre, después el ciclo escolar termino y hasta eso no me fue mal, solo hubo una queja con la maestra de ciencias que según yo platicaba mucho cuando yo lo único que hacía era explicarles a mis compañeros que no habían entendido las instrucciones de lo que debíamos hacer, lo tenía que hacer más de 2 veces, pero según ella platicaba mucho.
Cuando terminó ese ciclo lo único que me aliviaba era que no volvería a ver a la de geografía, creo que ese año no pasó mucho que llegara a ser impactante más que mi suspención y el error de la profesora de Ofimática. Yo esperaba que me fuera mejor el siguiente año, pero toda mi vida cambio ese año y no para bien, desde ese año ya nada fue igual, porque ese año conocí mis demonios y todo lo malo que podría pasarle a una chica en las películas...
Gracias por llegar hasta aquí, lamento no haber subido nada el lunes, nose que le pasó a la plataforma que esto ya lo tenía prácticamente terminado, pero me borró todo el borrador, solo me guardo la mitad entonces tuve que rehacer lo que me borró el martes, fue muy desgastante pero bueno, espero que mañana (bueno más al rato) les pueda subir el siguiente capítulo, Sayonara mis guarda secretos y nos vemos el próximo capítulo.
Por cierto lo que veas en negritas son los nombres y/o sucesos que deberías recordar ¿porque? Más adelante verás.
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Fui violada por tres empleados de mi esposo
Cuando vi venir a los otros dos, intenté levantarme, pero no me dejaron…., me empujaron y me volvieron a sentar…., uno de ellos se puso en la parte de atrás del sillón y me agarro de los brazos, apretándome fuertemente contra el respaldo…. No te hagas la estrecha Vicky…., sabemos lo que te gusta… y ahora lo vas a hacer con nosotros…
Aprovechando que este año no salimos de vacaciones y que hay poco trabajo en la constructora, mi marido decidió hacer algunos arreglos en la casa, sobre todo en la parte del quincho y de la galería. En el quincho, están instalando unos ventanales, para así poder usarlo en invierno y en la galería están poniendo un enrejado, por el tema de la inseguridad.
Por todo esto, desde hace una semana, tengo la casa llena de trabajadores, albañiles, pintores, herreros, etc.
Cuando comenzaron con el tema de la pintura, tuve que mandar a mis hijos a casa de mi mamá, ya que el menor es alérgico y el polvo le hace mucho daño.
Dos días a la semana, me acompaña la señora que me ayuda con la limpieza, pero el resto de la semana estoy sola.
Dentro de los trabajos que se están haciendo y por suerte, mi marido decidió cambiar el aire acondicionado del comedor, que hace más de un año que no funciona y con estos calores que están haciendo, la verdad era algo muy necesario.
El miércoles comenzó a llover desde la madrugada, así que los albañiles, herreros y pintores, no vinieron, definitivamente no podían hacer nada bajo la lluvia…
Ese día, mi marido se fue a trabajar como de costumbre a las 8 de la mañana, pero a las 10 regresó, trayendo a tres de sus empleados y un equipo de aire nuevo.
Les explicó lo que tenían que hacer y se fue…..
Nunca los había visto, eran los que se encargan de hacer las instalaciones eléctricas en las obras de la constructora.
Uno de ellos se quedó en el garaje, desarmando la parte exterior del aire y los otros dos, estaban en el comedor, sacando la parte interna…..
Como nunca habían venido a casa y en el comedor hay ciertas cosas de valor, me quedé con ellos para evitar que puedan tomar cualquier cosa….
Eran muchachos jóvenes, no más de 25 años, salvo el que los dirigía que quizás llegaba a los treinta y pico….
Se pusieron a trabajar mientras yo iba y venía permanentemente….
En una de mis pasadas, uno de ellos, me dijo….
Disculpe Señora, tendrá un poco de agua…., Si claro, ya les traigo, le contesté…
A pesar de que estaba lloviendo, el comedor es uno de los lugares más calurosos de la casa y en verdad estaba haciendo mucho calor….
Les traje una botella de agua fría y unos vasos…., gracias dijeron, mientras se sacaban las camisetas y se secaban la transpiración….
No, de nada, les contesté, mirándolos fijamente…. Sus torsos desnudos habían captado toda mi atención….
Me senté en uno de los sillones a observarlos como trabajaban….
Ellos comenzaron a sacarme conversación, nada importante al principio..., sobre la lluvia, el calor, etc.… y de vez en cuando percibía sus miradas morbosas, cosa que no me llamó la atención, estoy acostumbrada a que los hombres me miren así…. Y es algo que mas allá de molestarme, me gusta., me gusta sentirme deseada….
Cuando terminaron de desarmar y sacar aire, los dos que estaban adentro fueron para el garaje a ayudar al otro…..
Después de unos minutos, volvieron a entrar, pero los tres….
Agarraron las cajas del aire nuevo que estaban cerca de la entrada y las comenzaron a abrir…., yo seguía sentada en el sillón observándolos…
Hasta ese momento todo iba digamos que normal. De repente, el que estaba a cargo del trabajo, el mayor de los tres…., dejó de hacer lo que estaba haciendo, se acercó a mí y me hizo unas preguntas muy específicas…. Y sus hijos ¿?, …no están ¿?.... la señora de la limpieza no vino hoy ¿?...., está sola en la casa ¿?.... mientras preguntaba, miraba para todos lados….
Le respondí con la verdad….Mis hijos están en casa de mi mamá, a la Señora hoy no le toca venir…y si…, estoy sola…, bueno con ustedes…. pero…, a que viene la pregunta ¿?, como sabes tanto ¿?...., que tengo hijos…., que hay una señora que limpia…, le pregunté intrigada….
Se acercó más y se paró justo enfrente de mí…, estaba tan cerca que tenía que levantar la cabeza para mirarlo… recién ahí me contestó algo que me dejaría perpleja….
Sabemos todo de Usted “Señora” Vicky…, dijo de un modo irónico…., somos amigos del chico que le corta el pasto y nos contó lo que hace con él cada vez que viene….
Cuando me dijo eso…., me quedé muda, paralizada…., no sabía como reaccionar…
Se dio vuelta y llamo a sus compañeros….., chicos…., vengan…, les ordenó…
Cuando vi venir a los otros dos, intenté levantarme, pero no me dejaron…., me empujaron y me volvieron a sentar…., uno de ellos se puso en la parte de atrás del sillón y me agarro de los brazos, apretándome fuertemente contra el respaldo….
No te hagas la estrecha Vicky…., sabemos lo que te gusta… y ahora lo vas a hacer con nosotros….
Que les pasa ¿?....., están locos ¿?...., les contesté, mientras forcejeaba e intentaba levantarme del sillón….
Quédate quieta, me decían…., no te muevas….
Los dos que tenía enfrente, se arrodillaron en el piso a ambos lados del sillón y comenzaron a manosearme….
Dale Vicky…., sabemos que sos bien puta y que te gusta la verga…., dijo uno de ellos, mientras intentaba desabrocharme el short que traía puesto…., trató de sacármelo pero como estaba sentada y el short era muy ajustado…, no pudo…. Se volvieron a parar y entre los dos, me lo sacaron…., conjuntamente con el short me sacaron la tanga…..
Una vez que quedé desnuda de la parte de abajo, los dos que tenía enfrente, se sacaron los pantalones, quedando así totalmente desnudos, con sus miembros que parecían explotar de lo parado que estaban…..
Comenzaron a desabrocharme la camisa…, de lo bruto que lo estaban haciendo, desprendieron uno de los botones….., cuando me di cuenta de eso, le grité….. Espera boludo….., la estás rompiendo….. La respuesta fue totalmente inesperada…., me pegó una bofetada al tiempo que me decía….., cállate puta…., no grites…. Y con ambas manos me arrancó totalmente la camisa, literalmente la destrozó…..
Que haces ¿?....., volví a gritarle….., me respondió con otra bofetada….., por primera vez en la vida, un hombre me estaba pegando…., me dolió mucho… pero a la vez me excitó como nunca….
Te vas a callar o queres que te siga pegando ¿?.... me dijo….
No está bien, le contesté....., ya estaba totalmente entregada….
Mientras el que tenía atrás me seguía agarrando…., los otros dos se fueron turnando para penetrarme….., no tuvieron ningún tipo de dificultad para hacerlo ya que estaba totalmente mojada….., mientras uno me cojía, el otro me metía la pija en la boca, agarrándome la cabeza con sus manos y obligándome a hacer el movimiento para que se la chupara…
Tuve una serie de orgasmos…, mas de los acostumbrados…, realmente era algo nuevo par mi….
Cada vez que yo acababa…, me decían….., viste que te gusta…., por qué te haces la difícil….
Te gusta o no te gusta ¿?... volvió a preguntar el que me estaba cojiendo, embistiéndome cada vez mas fuerte…..
Contesta puta….., te gusta ¿? …. Y me volvió a pegar….
Siiii, le contesté, mientras tenía un orgasmo súper intenso…, comencé a temblar, sobre todo mis piernas…., no paraba de estremecerme…., inmediatamente él acabó también…..
Sin esperar a que me repusiera, me penetró el otro…., moviéndose muy fuerte y muy rápido…., después de un rato…, eyaculó también adentro mío…..
Una vez que terminó de soltar la última gota de leche dentro de mi vagina…., la sacó y le dijo al que me estaba agarrando…., ahora vos pibe…, dale…, Cojetela…..
Me soltó los brazos, se sacó los pantalones y comenzó a cojerme…, mientras los otros dos miraban y lo alentaban…. A pesar de estar ya liberada…, no opuse ningún tipo de resistencia…., por el contrario, cuando me di cuenta que estaba por acabar, lo tomé de las nalgas y lo apreté hacia mi…., acabamos al mismo tiempo….
Todo eso, habrá transcurrido en un lapso de una hora mas o menos, quizás un poco mas…., me recosté en el sillón mientras los observaba como volvían a vestirse, con una cara de satisfacción que no podían disimular, al igual que la mía….
Inmediatamente retomaron su trabajo, sin decirme absolutamente nada….., después de cojerme, me ignoraron por completo….
Me levanté…., me puse el short y las zapatillas, recogí los pedazos de mi camisa, la cual lamentablemente tuve que tirar y subí al dormitorio a ponerme otra….
Cuando bajé, ellos seguían trabajando…., ya casi terminaban…
Esta vez me quedé en la cocina…, no quise ir para el comedor….. Me senté en una silla y me puse a pensar en lo que había pasado…., definitivamente había sido violada…, era la primera vez que tenía una relación no consentida…., por lo menos al principio…
Después de comprobar que el aire acondicionado funcionaba perfectamente, fueron juntando todas sus herramientas y las llevaron para el garaje….
A pesar de pasar por enfrente mío, no me dirigían la palabra, solo me miraban y sonreían…., tampoco les dije nada…, solo los miraba….
En su última pasada…, el mayor de ellos, que fue el que me había pegado…., se acercó a mí, me puso ambas manos sobre los hombros y apretándolos fuertemente me dijo a modo intimidatorio…… Si no querés que tu marido y tu familia se enteren de todo lo que haces.., ni se te ocurra decir nada de esto… Se muchas cosas de vos…. Así que no te conviene abrir la boca….. Me entendiste ¿?...terminó preguntando, mirándome fijamente, apretando mas fuerte mis hombros y sacudiéndome por un instante….
No le contesté…., solo lo miraba a los ojos….. Me entendiste ¿?..., replicó y volvió a sacudirme……
Si, si…. Te entendí….., no voy a decir nada, no te preocupes…..y recién ahí me soltó….
Retrocedió un poco y sin dejar de mirarme me ordenó…., sácate la tanga y dámela….
Que ¿?... le contesté…..
Que me des tu ropa interior puta…., no entendés lo que digo ¿?.... volvió a acercarse para agarrarme otra vez…..
Antes de que volviera a tocarme…., me levante de la silla, me quité el short, me saqué la tanga y se la dí…… Mientras él olía mi tanga, yo volví a ponerme el short…..
Así me gusta, dijo…., que hagas caso….y se guardó la tanga en el bolsillo…
Volvió a poner sus manos en mis hombros diciendo…. Escúchame bien lo que te voy a decir….., yo agaché la cabeza…… Soltó mis hombros y poniendo sus manos en mis mejillas levantó mi cara para que lo viera a los ojos y ahí terminó diciendo…., esta fue la primera vez…, pero cuando yo tenga ganas te voy a llamar, tengo tu teléfono…. Y ni se te ocurra negarte…, está bien ¿?.
Si, si está bien…, pero….., pero que puta ¿?...., me preguntó apretándome la cara….
Es que no me podes llamar así nada mas…., si atiende mi marido o mis hijos…., se pueden dar cuenta….
Y entonces como hago para hablar con vos ¿?.... volvió a preguntar….
Envíame un mensaje que diga…., “hola soy Carolina”…. voy a saber que sos vos y yo te llamo….
La tenés muy clara eee…, me dijo….., bueno así le vamos a hacer entonces….
Todavía me tenía agarrada de las mejillas….., acercó su cara a la mía y me dijo en voz baja ….. sos muy puta sabias….., te encanta que te cojan….
No le contesté nada…..
Me apretó aún mas fuerte y me volvió a decir pero ahora a modo de pregunta….
Sos muy puta ¿?....., te gusta que te cojan ¿?.....
Si, le contesté…… Si que ¿?.... soy muy puta y me gusta que me cojan…..
No escucho…, repetilo .., me pidió…..
Soy muy puta y me gusta que me cojan……
Otra vez….., soy muy puta y me gusta que me cojan…..
Otra vez….., soy muy puta y me gusta que me cojan…..
A la quinta vez que lo repetí…., ya no aguanté mas…., lo agarré de la cabeza y comencé a besarlo…., nos estuvimos besando por un rato….., luego se fue al garaje en donde estaban los otros dos y se quedaron sentados en el piso, esperando a que llegue mi marido, para llevarlos otra vez a la constructora…..
Me preparé un café y volví a sentarme en una silla de la cocina…..
Mientras miraba la lluvia a través de la ventana, seguí reflexionando acerca de todo lo que había ocurrido……, algo nuevo, algo distinto, algo inesperado….., algo que si bien no lo busqué, me había gustado y de una u otra forma lo había disfrutado…..
A la media hora llegó mi marido…., solo entró a la cocina para decirme…., llevo a los muchachos y vuelvo para comer…..
Dale amor…, le contesté….., aquí te espero…..
A partir de ese día y cada vez que recibo un mensaje…., miro mi teléfono, esperando que aparezca la leyenda….. “hola soy Carolina”…..
Vicky
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ka1rosnan · 2 years
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꧁Lo que somos ꧂
2 de diciembre de 2022
La Biblia en un año: Ezequiel 42–44; 1 Juan 1
… sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza (v. 12).
Lee por favor: 1 Timoteo 4:12-16
En 2011, mi esposa y yo decidimos comenzar una nueva vida en otro país. Aunque era emocionante mudarnos, requirió que dejara mi carrera como locutor, lo cual eché de menos. Como me sentía perdido, pedí consejo a mi amigo Liam.
«Ya no sé cuál es mi llamamiento», le dije, afligido.
«¿No estás transmitiendo aquí?», preguntó. Le contesté que no.
«¿Y cómo anda tu matrimonio?».
Sorprendido ante el cambio de tema, le dije que Merryn y yo estábamos bien. Habíamos enfrentado juntos el desánimo y eso nos había acercado más.
«La entrega es la esencia del evangelio —dijo sonriendo—. ¡Ah, cuánto necesita el mundo ver matrimonios consagrados como el de ustedes! Quizá no veas todavía el impacto que están teniendo; más allá de lo que hacen, solo siendo lo que son».
Cuando una tarea difícil afligió a Timoteo, Pablo no le dio metas en su labor, sino que lo alentó a tener una vida piadosa y ser ejemplo con sus palabras, conducta, amor, fe y pureza (1 Timoteo 4:12-13, 15). Impactaría más a otros con una vida fiel.
Es fácil evaluarnos según nuestro éxito profesional, cuando lo que más importa es nuestro carácter. Una palabra veraz, un acto bondadoso, incluso un matrimonio consagrado pueden producir grandes cambios porque, a través de estas cosas, la bondad de Dios alcanza al mundo.
Así que sigue en pie la invitación de nuestro Señor Jesucristo, si ya eres cristiano Dios desea que te conviertas, si no eres cristiano aún Dios espera que te discipules, te arrepientas y te bautices y conviertas, no se, sólo piénsalo, que tengas tu y tu familia un de lleno de bendiciones, shalom !
-Sheridan Voysey
Reflexiona y ora:
¿Quiénes impactaron tu vida y qué cualidades tenían?
¿Cómo puedes ser hoy un ejemplo de fidelidad?
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mypatchseries · 4 years
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Hush, Hush - Capítulo 12
Al día siguiente, tampoco fui a la escuela.
 No lograba sacar a la maldita Nora de mi cabeza, así que ir a la jodida escuela no iba a ayudar en nada. En cambio, fui a jugar al paintball con Rixon y otros caídos.
 No me entretenían demasiado, pero al menos tenía que concentrar mi mente en otro objetivo. Como por ejemplo, las pelotas de mi mejor amigo que no tenían protección. No le dolía a él, pero era obvio que a su cuerpo sí, por lo tanto me partía de risa ver como su organismo se doblaba cuando lograba pegarle.
 — ¿Qué has sabido de Dabria? —le pregunté a uno de los caídos, llamado, irónicamente, Ángel.
 —Dicen que ha regresado al cielo. Me dijeron que los arcángeles estuvieron a punto de descubrir que se escapaba para venir a la tierra. No creo que quiera volver.
 Mi teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo, y tomé unos segundos antes de meter la mano y sacarlo de allí.
 —Patch—contesté.
 —Sé que es tu día libre, pero en serio necesito que cubras a mi hermano. Ha tenido un problema con su apéndice y está en el hospital; él me pidió que te llamara. —dijo la voz al otro lado de la línea.
 —Tamara. —la saludé. Me había acostado con esta chica un par de veces en el pasado, antes de obsesionarme con el cuerpo de Nora. Mierda, ¿Había dicho "Obsesionarme"? —No hay problema.
 Colgué.
 —Chicos, debo irme. Trabajo esta noche—informé, y busqué mi moto.
 Cuando llegué al Borderline, expliqué lo que había pasado con el chico que había solicitado que lo suplantara. Mierda, odiaba trabajar. ¿Qué por qué no dejaba este jodido trabajo? Fácil: Nora casi siempre venía a él. Estaba seguro de que si Rixon entrara en mis pensamientos en estos momentos, se partiría de risa y comenzaría con ese montón de basura de que ella realmente me importa y todo eso. Bah. La chica me gustaba. Punto. Hasta ahí llegaba todo. O eso creía.
 Me adentré en la cocina, buscando un par de pedidos para la mesa cuatro cuando sentí su presencia. La busqué con la mirada a través de la ventanilla del cocinero, pero no la vi. Rápidamente salí de allí con las bandejas en mano, y entregué la orden. Ahí si la vi.
 Tuve que contener una carcajada al verla sentada en la barra con uno de los chicos que, si no ponía especial cuidado en dejar de mirarle las piernas, iba a arrancarle los ojos. Tenía una película estilo chabacano que le quedaba realmente horrible, y una minifalda que me obligaba a mantener mis ojos en ella.
 Al parecer me estaba investigando, porque luego de que él le dijera que me encontraba en la cocina, se puso repentinamente nerviosa.
 —Creo que dejé el coche arrancado. ¡Pero fue genial hablar contigo! —dijo, apresurándose en tomar sus cosas y levantándose del taburete.
 Con paso rápido se encaminó al baño, y con una sonrisa maliciosa en el rostro se dirigió al baño. Lo cual era genial, porque si lograba matarla allí dentro, nadie lo notaría sino hasta dentro de un par de días, cuando tocara la limpieza. Pero… ¿Podría matarla finalmente?
 Ya dentro del baño de damas, cerré la puerta detrás de mí, poniendo especial cuidado en que nadie pudiera abrirla. Nora se encontraba frente al lavamanos, con el rostro bajo. Inhaló un par de veces y luego esparció agua fría sobre su cara. Aun no sabía cómo me sentía con el hecho de que realmente estaba indagando en mi pasado. ¿Furioso? Era claro. ¿Complacido? Tal vez un poco. Eso demostraba que claramente estaba interesada en mí.
 Cuando finalmente cerró la llave y miró hacia arriba, vio mi cara reflejada en el espejo. Gritó y me di media vuelta. No estaba sonriendo, ni tampoco parecía entretenido. Seguía sin descubrir cómo me sentía realmente. Y, seguía con mi lucha interna sobre matar o no.
 — ¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó, jadeando.
 —Trabajo aquí.
 —Me refiero a aquí. ¿Es que acaso no sabes leer? El símbolo de la puerta…
 —Estoy empezando a pensar que me estás siguiendo. —la interrumpí. —Cada vez que me doy la vuelta, tú estás ahí.
 —Quería invitar a Vee a salir. —Explicó—Estuvo en el hospital. —sonaba a la defensiva, lo cual claramente demostraba su culpa detectivesca. —Nunca pensé en toparme contigo. Supuestamente estás en tu noche libre. ¿Y de qué estás hablando? Cada vez que me doy la vuelta, tú estás ahí.
 La observé de arriba abajo, sopesando seriamente que reacción tomar. Quizás pudiera dejarlo pasar, después de todo, jamás descubriría nada. No antes que la matara. Tal vez podría contarle todo, como último deseo. Miré su cabello falso.
 — ¿Quieres explicar tu pelo chabacano? —le pregunté.
 Se arrancó la peluca con frustración, y la arrojó sobre la encimera del baño.
 — ¿Quieres explicar dónde has estado? Has faltado los últimos dos días a la escuela.
 ¿Acaso me extrañaba? Estuve tentado de preguntarle, pero en cambio dije:
 — Jugando Paintball. ¿Qué hacías en la barra?
 Provocando la muerte de uno de mis compañeros de trabajo con esa falda, lo más seguro.
 —Hablaba con el Barman. ¿Acaso es un crimen?
 Crimen si llegase a matarlo. Aún lo reconsidero.
 Equilibrando una mano contra la encimera, levantó su pie para desabrochar un tacón de cuero de tiburón. Se inclinó ligeramente y tan pronto como lo hizo, un trozo de papel cayó al suelo. Se arrodilló para tomarlo, pero fui más rápido. La sostuve sobre mi cabeza para que no pudiera alcanzarla. Infantil.
 — ¡Devuélvemela! —Me ordenó.
 — ¿Tiene Patch alguna orden de restricción? —Leí— ¿Es Patch un delincuente?
 — ¡Dá-me-lo! —Dijo entre dientes furiosamente.
 Solté una risa por lo bajo, ante el descaro de la siguiente pregunta. Definitivamente estaba interesada en mí.
 — ¿Patch tiene novia?
 Puse el papel en mi bolsillo trasero, sintiéndome repentinamente complacido. ¿El enojo de sentirme acosado? Bueno, ahora formaba parte de la historia. Vi en los ojos de Nora que estaba dispuesta a tomar el papel, a pesar del lugar donde se encontraba, así que me eché hacia atrás en la encimera, nivelando nuestros ojos.
 —Si vas a buscar información por ahí, preferiría que me preguntaras a mí. —le dije, y fue sincero. Las personas podrían darle la idea equivocada. Hablaran bien o mal de mí, nunca dirían la verdad.
 —Esas preguntas eran una broma. Vee las escribió. Es su culpa.
 —Conozco tu letra, Nora.
 —Bueno, ok, está bien. —se quedó en silencio en lo que supuse sería un intento desesperado por pensar algo que la librara del atolladero, así que, mientras perdía el tiempo, preferí responder a sus preguntas.
 —No tengo ninguna orden de restricción. —Dije—No he cometido ningún delito.
 Levantó la barbilla.
 — ¿Novia?
 Sip, definitivamente interesada.
 —Eso no es de tu incumbencia.
 —Trataste de besarme. —Me recordó— Lo convertiste en algo de mi incumbencia.
 Traté de reprimir una sonrisa mientras recordaba aquel momento. Vaya noche. Recordé cada detalle de ese casi-beso, incluyendo su gemido/suspiro.
 —Ex novia. —Dije, después de un momento. Recordé a Dabria y a su, para mi felicidad, regreso al cielo—Pero ella no anda por aquí.
 — ¿A qué te refieres con que no anda por aquí?
 —Se ha ido. Nunca volverá.
 O al menos eso esperaba.
 — ¿Te refieres a que… está muerta? —Pregunté.
 No lo negué. Ella era un ángel de la muerte, después de todo.
 La puerta del baño de damas sonó cuando alguien intentó entrar, lo cual me recordó donde estaba.
 —Necesito volver a trabajar. —Dije. Volví a escanearla completamente, y me vi atrapado de nuevo más debajo de sus caderas. —Falda mortal. Piernas de infarto.
 Y salí de allí.
 Visualicé a Nora un par de mesas más allá, lo cual me hizo preguntarme si era cierto lo que Nora decía, y realmente la culpa de todo la habría tenido Vee. Daba igual. No pude detallar muy bien al chico que la acompañaba, porque Frank me miraba desde la cocina con algo de enojo reflejado en sus ojos. Supuse que había visto a Nora entrar al baño, y a mí seguirla. Contuve el impulso de levantar mi mano y enseñarle el dedo del medio, y en cambio continué trabajando.
 Me llevó toda la noche sacar la imagen de esas piernas de mi cabeza.
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dylangarciab · 5 years
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Advertencia: Cuento subido de tono, contiene lenguaje ofensivo, sexoso; promueve los vicios y algunos actos indebidos. Favor de no leer.
Una noche tormentosa
Yo estaba enamorado de mi vecina, una mujer muy inteligente, según parecía; con un gusto exquisito en ropa, cortes de cabello extravagantes, con mejor gusto en literatura y, por si fuera poco, tenía un cocodrilo de mascota.
Me enamoré y ella se enamoró de mí. Teníamos sexo descontrolado en todos lados, en su casa y en la mía, en la cama y en la cocina, incluso un par de veces en el jardín, a un lado del cocodrilo; lo hacíamos cada noche antes de dormirnos. Eramos tan buenos en eso y en todo lo demás que se mudo a mi casa y puso en renta la suya.
Al cabo de 4 meses viviendo juntos, la rutina fatigó. —Ven a dormir amor mío… —Decía ella, —pero solo a dormir. —Repetía.
Ya no me tocaba ni yo a ella, me usaba de vez en cuando para narrarle sus poemas favoritos, me pedía opiniones y después las despreciaba. Se volvió malvada y cruel. Prefería usar un dildo que mi cuerpo, prefería dormir sola que dormir conmigo.
Todo era muy raro, pues solo me usaba cuando tenía ganas de algo mío, algo que solo yo podía darle…
No podía soportar nada eso, pero tampoco podía dejar de embriagarme a diario. —¡Deja de beber!, —Decía ella, —¡Te amo, pero no dejaré el alcohol!, —le decía yo. Tenía que aferrarme a algo y la bebida nunca me ha fallado.
Como ya dije, no podía soportar mucho tiempo así y al parecer tampoco ella, porque cuando yo llegaba de la fábrica cansado, pisoteado y menospreciado por la industria, lo único que quería era abrazar a mi mujer, besarla y algunas veces, cuando estaba caliente, tener con quien coger (eso ya no paso más), pero casi nunca sucedía lo que yo quería, en su lugar encontraba a una extraña en mi casa, con dolor de cabeza y en ocasiones, digamos una o dos por semana, encontraba ropa de hombre… ropa que no era mía.
Temí lo peor: ¡El engaño!, me asuste y pregunté a mi amigo Charlie que hacer. Charlie y yo tenemos 10 años trabajando en aquel horrible lugar, yo comencé un lunes y él entró el martes siguiente. No había mejor sujeto a quien preguntarle, pues él y Marry se conocían de la preparatoria y se volvieron a encontrar cuando lleve a Marry a la fiesta de fin de año.
—Demonios Will, jamás esperé algo de eso y menos de ella y menos que te lo hiciera a ti. No hay remedió bueno, amigo mío, me temo, que mi consejo es que la abandones en cuanto puedas.
—No puedo hacer eso Charlie. La amo sabes, es todo para mí. Es verdad que ya no es como en un principio, pero tampoco es tan malo. —Sí era muy malo, pero no me atrevía a decírselo. —Creo todo es un malentendido, iré a un bar, me embriagaré con el peor licor que tengan y tal vez me quede borracho a dormir en algún parque, —dije. —Estás invitado, —agregué.
—No te preocupes amigo, no tengas miedo, de amor no te puedes morir. De amor se cura uno. Y de tu propuesta aunque tentadora, me apena, pero tendré que rechazarla, recién me compré un par de muebles, para reemplazar los viejos y me dedicaré a organizar todo, —dijo él. —¿Seguro que no llegarás a tu casa?, tu mujer te esperará y no me gustaría saber que te arresto de nuevo la policía por dormir ebrio y desnundo fuera de la catedral. —Agregó Charlie.
—Espero termines pronto gran amigo. No te preocupes por Marry, hace meses que no me espera despierta, creo que ni siquiera me espera. Y por lo de la catedral no tengas pendiente que aquella vez estaba soltero y me acosté con una monja que después llamó a la policía diciendo que era un vagabundo y se quedó con mi ropa. En está ocasión estoy de novio, no pienso engañar a Marry.
Así quedaron las cosas. Me fui de bar en bar, de cantina en cantina… En cada lugar que visitaba, cada vez más ebrio, pedía la especialidad de la casa; cuando no tenían, pedía el licor más corriente y fuerte que tuvieran. Así fue, y no pregunten cómo ni por qué, pero terminé en una pelea, pelea que por supuesto perdí por lo borracho que estaba. Fui golpeado por varios hombres en la calle hasta que llegó una patrulla, alejó a los demás borrachos y me llevó hasta el zaguán de mi casa, (por primera y última vez, admito que los policías sirvieron de algo). Una vez ahí, en la banqueta, aturdido, tambaleante… Busque como puede las llaves dentro de mis bolsillos llenos de sangre, sangre mía y de mis contrincantes.
Entré camuflado por la noche, intenté (a pesar de mis litros de Whisky), conservar la calma y la quietud de esta. Entré con la agilidad de un felino, un felino borracho. Saludé con una caricia al cocodrilo de mi amada. Crucé la estancia para llegar a la cocina, no sin dificultad por mi estado, abrí la nevera, saqué, destapé y bebí una botella de fría y deliciosa cerveza nacional. Subí las escaleras para llegar con mi hermosa Marry, no sin antes hacer una parada en el baño, tuve que orinar en la bañera, apuntando justo en el punto silencioso de la tina. Después lavé mis manos y rostro, vi este último en el espejo, —¡qué viejo y apestoso soy!, con razón Marry no me quiere… —Hablaba para mi mismo, cuando de reojo pude ver ropa tirada en el baño, ropa de hombre… ropa que no era mía. Volteé la cabeza y observé con detenimiento aquellas prendas, no eran mías en lo absoluto, pero reconocía esa camisa, es la que usamos los empleados de la fábrica. Tenía un gran candidato a dueño de aquella apestosa camisa: Charlie.
Ahora todo tiene sentido, Charlie mi gran amigo, me aconsejó alejarme de Marry, además estaba bastante interesado en si regresaría a casa esta noche, que casualidad que no me acompañara en una aventura de borrachos. Marry, por su lado, me confesó de un amor escolar que jamás olvidó (jamás pregunté quién, y ella jamás lo mencionó). A las evidencias puedo sumar, que en la fiesta de fin de año no dejaban de hablar y reír de viejas anécdotas. Entonces no pude evitar elevar un poco la voz y dije: «¡Maldita sea, mi amada Marry y mi querido amigo Charlie me engañan!». Tampoco lo dije muy fuerte, pero creo que sí suficiente para despertar a Marry con su amante, pues escuche ruidos provenientes de la alcoba. Me llené de ira, odio, celos… oh terribles, dañinos e incontrolables celos invadían mi mente y mis actos. Yo seguía borracho y me fallaba el equilibrio, de pronto sentí ganas de orinar y lo hice, ¡vaya que lo hice!, oriné por completo aquella ropa ajena mientras reía y reía. Terminé pero mis celos no, mi ira tampoco y mucho menos mis ganas de venganza. Caminé del baño a la habitación lanzando altisonantes y demás mierda por mi boca. Llegué a la habitación y lancé al extraño de la cama directo a la ventana, el vidrio se quebró y el marco de aluminio se dobló, peleamos justo ahí, él lanzaba golpes y yo los recibía, debes en cuando yo conectaba alguno, pero estaba borracho y por ese motivo estaba perdiendo. Cuando me di cuenta de la desventaja me arrojé junto con Charlie por la ventana, caímos a un lado del cocodrilo, volteé hacia arriba y vi a Marry asomada por el bano de la ventana, fumaba y sonreía (tenía semanas sin verla tan feliz), eso me hizo sentir feliz también. Me distrajo de mis pensamientos los gritos de Charlie, se lo estaba comiendo el cocodrilo… Yo no me levanté, decidí disfrutar el show acostado, Marry tampoco se inmutó, decidió disfrutar el show desde arriba. Nuevamente me distraje, pero no por los gritos, sino por el líquido caliente que sentí entre las piernas, —me he orinado—, pensé y me levanté lentamente, con esfuerzo llegué al baño, me bajé los pantalones, y me di cuenta que no era orina lo que escurría de mi ingle, era sangre… roja roja sangre, que escurría de una herida causada por un gigantesco fragmento de ventana encajado justo en mi pene y que salía por un testículo. No me asusté y lo retiré con cuidado, después fui a dormir, fue una noche larga, cansada y tomentosa.
No pude dormir. Marry prefería ver el espectáculo que venir a dormir conmigo, al terminar el show, Marry me dijo: «Estoy tan caliente que podría joderte toda la noche maldito Will». Después se quito la ropa, comenzó a masturbarse de pie justo delante mío. Era una situación grotesca pero aún así me gustaba tanto. Con una mano se daba placer y con la otra también, con una mano fumaba y con la otra se tocaba y tocaba. Después se lanzó sobre mí, me quitó el pantalón y comenzó un acto más oral que la oratoria misma. Yo no sentía nada, estaba tan cansado, ebrio o simplemente no quería sentir nada.
—¿Qué te pasa? —Decía ella.
—No quiero hacer nada esta noche Marry, déjame dormir. —Le contesté.
—Te estás desangrando, te has cortado los cojones y media verga. —Me dijo muy sería y enfadada.
—Así es Marry, ¡Ya dejame dormir o morir desangrado! —Dije harto de no poder descansar.
Nuestra discusión fue interrumpida por los policías que golpeaban el zaguán, algún vecino los habrá llamado, Marry se levantó, molesta, desnuda y con la boca llena de sangre (por la media mamada que me había hecho) fue a abrir. Supongo que alcanzaron a ver el cuerpo tazado de Charlie y fue por eso que entraron a la fuerza sin una orden, la imagen de Marry tampoco ayudó.
Para no aburrir con detalles, fui llevado a un hospital y cuando me sentí mejor me trajeron aquí.
Y esa señor juez, es toda la verdad.
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lasnotasdesimon · 4 years
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The egg
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Comparto este cuento, si se puede llamar asi, que me pareció interesante.
By: Andy Weir
Translation: Ezequiel Aranda
“Ibas camino a tu casa cuando falleciste.
Fue un accidente de tránsito. Nada extraordinario, pero sin embargo fatal. Dejaste atrás una esposa y dos hijos. Fue una muerte indolora. Los paramédicos dieron todo de si para salvarte, pero no hubo caso. Tu cuerpo estaba tan destrozado, que hasta fue mejor así, créeme.
Y fue entonces que nos encontramos.
“¿Qué… Qué pasó?” Preguntaste. “¿Dónde estoy?”
“Moriste”, respondí con naturalidad. No tenía sentido medir mis palabras.
“Había… un camión y estaba derrapando…”
“Sip”, dije.
“Yo… ¿Morí?”.
“Sip. Pero no te sientas mal al respecto. Todos mueren”.
Miraste alrededor. No había nada. Solo tu y yo. “¿Qué es este lugar?” Preguntaste. ¿Es el más allá?
“Más o menos”.
“¿Usted es Dios?”
“Si, soy Dios”.
“Mis hijos… mi esposa”. Preguntaste.
“¿Qué hay con ellos?”
“¿Estarán bien?”
“Eso me gusta. Acabas de morir y tu principal preocupación es tu familia. Eso es muy bueno”.
Me miraste con fascinación. Para ti, no me veía como Dios. Sólo me veía como un tipo común. O posiblemente una mujer. Una vaga figura de autoridad, quizás. Más como una maestra de gramática, que como el Todopoderoso.
“No te preocupes. Ellos estarán bien. Tus hijos te recordarán como alguien perfecto en todo aspecto. No tuvieron tiempo para llegar a despreciarte por algo en particular. Tu esposa llorará por fuera, pero sentirá alivio por dentro. A decir verdad, tu matrimonio se estaba cayendo en pedazos. Si te sirve de consuelo, se sentirá culpable al sentir alivio”.
“Oh”, dijiste. “Entonces, ¿Qué pasa ahora? ¿Me voy al Cielo, o al Infierno, o algo así?
“Ninguno. Serás reencarnado”.
“Ah, entonces los hindúes tenían razón”.
“Todas las religiones están en lo cierto, a su manera”, contesté. “Camina conmigo”.
Me seguiste mientras cruzábamos el vacío. “¿Adonde vamos?”
“A ningún lugar en particular. Se siente bien caminar mientras hablamos”.
“¿Y cuál es el punto entonces? Preguntaste. “Cuando renazca, seré solamente una pizarra en blanco, ¿Verdad? Un bebé. Todas mis experiencias y todo lo que hecho en esta vida no importará”.
“No exactamente. Llevas contigo todo el conocimiento y las experiencias de todas tus vidas pasadas. Sólo que no lo recuerdas ahora mismo”.
Paré de caminar y te tomé por los hombros. “Tu alma es mucho más magnífica, bella, y gigantesca de lo que puedas imaginar. Una mente humana solo puede contener una pequeña fracción de lo que eres. Es como apoyar tu dedo en un vaso con agua para sentir su temperatura. Pones una pequeña parte de ti contra el recipiente, y para cuando la quitas, habrás obtenido el conocimiento que poseía”.
“Has estado dentro de un humano por los últimos 48 años, por lo que aún no te has extendido, para sentir tu inmensa consciencia. Si pasáramos el suficiente tiempo aquí, comenzarías a recordarlo todo. Pero no tiene sentido hacer eso entre cada vida”.
“¿Cuántas veces he reencarnado?”
“Oh, muchas. Muchísimas. Y en muchísimas vidas diferentes”. Dije. “Esta vez serás una campesina china, en el año 540 AC”.
“Espera, ¿Qué?”. Tartamudeaste. “¿Me enviarás de vuelta en el tiempo?”
“Bueno, técnicamente, sí. El tiempo como lo conoces, solo existe en tu universo. Las cosas son algo distintas de donde yo vengo”.
“¿De dónde vienes?”
“Mmm… Yo vengo de un lugar. Un lugar distinto. Y allí hay otros como yo. Se que querrías saber como es este lugar, pero honestamente, no entenderías”.
“Oh,” Dijiste algo desilusionado. “Un momento… Si soy reencarnado en distintos lugares en el tiempo, en algún punto podría haber interactuado conmigo mismo”.
“Seguro. Pasa todo el tiempo. Y con ambas vidas conscientes únicamente de sí mismas, tu nunca sabes que este encuentro está sucediendo”.
“¿Cuál es el punto de todo esto, entonces?”
“¿Enserio?” Pregunté. ¿Me estás preguntando cuál es el sentido de la vida? ¿No está un poco estereotipado?”
“Bueno, es una pregunta razonable”. Persististe.
Te miré a los ojos. “El significado de la vida, la razón por la que creé este universo, es para que madures”.
“¿Querrás decir la humanidad? ¿Quieres que maduremos?”
“No, solo tú. Creé este universo para ti. Con cada vida creces, maduras, y te vuelves un intelecto mayor”.
“¿Solo yo? ¿Qué hay de los demás?”
“No hay nadie más”. Dije. “En este universo solo estamos tú y yo”.
Me miraste fija, e inexpresivamente. “Pero toda la gente en la Tierra…”
“Todos son tú. Diferentes encarnaciones de ti mismo”.
“O sea que, ¿Yo soy todos?”
“Ahora lo estás entendiendo”, te dije palmeándote la espalda a manera de congratulación.
“¿Yo soy cada humano que ha vivido?”
“Y cada humano que vivirá. Exactamente”.
“¿Soy Abraham Lincoln?”
“Y eres John Wilkes Booth, también”. Agregué.
“¿Soy Hitler?”. Preguntaste apaleado.
“Y los millones que asesinó”.
“¿Soy Jesús?”
“Y todos sus seguidores”.
Te quedaste en silencio.
“Cada vez que trataste injustamente a alguien”, dije “te lo estabas haciendo a ti mismo. Cada acto de amabilidad que has hecho, te lo has hecho a ti mismo. Cada momento feliz y cada momento triste experimentado por un ser humano fue, o será, experimentado por ti”.
Lo pensaste por un largo tiempo.
Luego me preguntaste, “¿Por qué? ¿Por qué hacer todo esto?”
“Porque algún día, te volverás como yo. Porque eso es lo que eres. Eres uno de los míos. Eres mi hijo”.
“Whoa,” exclamaste incrédulo. “¿Dices que soy un dios?”.
“No. No todavía. Eres un feto. Aún estás creciendo. Una vez que hayas vivido cada vida humana a través de los tiempos, habrás crecido lo suficiente como para nacer”.
“Entonces, el universo entero es solo…”
“Un huevo”. Respondí. “Ahora es momento de que continúes hacía  tu próxima vida”.
Y te envié hacía ella.”
Fuente: http://www.galactanet.com/oneoff/theegg_es_mod.html
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