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#Vivir en telarañas
slapiz · 2 years
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"Vivir en telarañas" poemas para colorear, nuevo título de la Editorial Akeru Publicaciones
“Vivir en telarañas” poemas para colorear, nuevo título de la Editorial Akeru Publicaciones
La Autora presenta su libro en la primera calle donde vivió cuando llegó a Miami, Florida. La escritora Mei Estrada con el artista Adriano Nicot y Raquel Velasco, anfitriona. La Editorial Akeru Publicaciones acaba de sacar a la luz el libro “Vivir en telarañas”, de la escritora cubana Mei Estrada. El lanzamiento tuvo lugar el pasado 17 de julio del presente año, en los jardines de la residencia…
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La mente es un laberinto complejo, tejido con pensamientos, emociones y percepciones. A menudo, nos vemos atrapados en la telaraña de nuestras propias ideas, creyendo cada pensamiento como si fuera una verdad inmutable. Sin embargo, en el universo de la mente, la realidad puede ser maleable, y no todo lo que pensamos es necesariamente cierto.
La mente, con su capacidad para imaginar, recordar y proyectar, puede construir narrativas que no siempre reflejan la realidad objetiva. Es importante recordar que los pensamientos son como nubes pasajeras, flotando en el cielo de la conciencia. Algunos pueden ser reflexiones claras y precisas, mientras que otros son simplemente ilusiones que se disiparán con el tiempo.
No caigas prisionero de cada sombra que la mente proyecta. Cuestiona, examina y desafía tus propios pensamientos. A veces, la mente se enreda en patrones de pensamiento negativos o autocríticos, creando ilusiones que distorsionan la realidad. Desconfía de las historias que te cuentas a ti mismo, especialmente cuando están teñidas de pesimismo o autoengaño.
La práctica de la atención plena y la observación consciente puede ayudarte a distanciarte de tus pensamientos, permitiéndote verlos desde una perspectiva más objetiva. No todos los pensamientos merecen ser creídos ni alimentados. Al liberarte de la rigidez mental, descubrirás la libertad de explorar nuevas perspectivas y entender que, en ocasiones, la verdad está más allá de la narrativa que tu mente teje.
En conclusión, no todo lo que dice tu mente es una verdad inquebrantable. Cultiva la sabiduría de discernir entre pensamientos útiles y perjudiciales, entre ilusiones y realidades. Al aprender a observar tus pensamientos con distancia y claridad, podrás vivir con una mente más abierta y liberarte de las limitaciones autoimpuestas.
ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
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sinfonia-relativa · 7 months
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XXXI
En la noche de brujas, oscura y misteriosa, cuando la luna llena se torna tenebrosa, los espíritus errantes empiezan a rondar, y en cada rincón, el miedo viene a acechar.
Las calabazas brillan con su luz fantasmal, y los niños disfrazados buscan un dulce ritual, en esta noche de magia, de susto y diversión, Halloween despierta nuestra imaginación.
Las sombras se alargan, los susurros se escuchan, en el viento siniestro, las leyendas se cruzan, los monstruos cobran vida, los muertos danzan, en esta noche encantada, todo puede pasar.
Así que prepárate, porque llega la ocasión, de vivir una noche llena de emoción, en Halloween, el miedo se vuelve un juego, y la oscuridad revela su encanto y su fuego.
Las brujas al vuelo en sus escobas se alzan, los zombis despiertan y a las tumbas se abrazan, los espíritus del pasado recorren la tierra, en busca de venganza o tal vez de una guerra.
Las casas adornadas con telarañas y velas, sorprenden a todos con historias tan bellas, de fantasmas errantes y seres del más allá, en esta noche, el mundo es un mundo sin paz.
Pero no temas, amigo, disfruta con pasión, de esta noche de miedo y pura diversión, Halloween es un cuento, un sueño fugaz, que nos recuerda que el miedo puede ser capaz.
De traer risas y risas, de asombro y alegría, en esta noche oscura, el miedo es poesía, así que celebremos con risas y gritos, Halloween, la fiesta de todos los mitos.
Don Ggatto
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caostalgia · 2 years
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La chica que sueña con los ojos abiertos.
Está;
rota pero con locura,
llorando entre risas,
triste pero con sonrisas,
mal pero sin tirar la toalla.
Y sueña;
con los ojos abiertos y sin límites,
con locura y esperanza,
con ganas y de forma infinita,
con imaginación y gracia.
Sueña;
que es libre,
que es ella, sin miedos;
con él, sin conocerlo;
con sus mundos infinitos.
Es;
arte, en todos los sentidos;
suya, única y con esencia;
amarga, como los mejores placeres de la vida;
sonrisas, de esas que derriten glaciares.
Tiene;
un don para hacerte sonreír,
algo que decir siempre,
una mirada que te acaricia el alma,
algo que te atrapa.
Quiere;
comerse el mundo despacio y sin prisa,
marcar vidas con abrazos y miradas,
conocer cada rincón de sus mundos,
cumplir sus metas y reír de puro gozo.
Desea;
dibujar sonrisas eternas,
borrar lágrimas con letras,
hacer una canción de risas,
enamorarse de la vida.
Y está:
loca y viva,
feliz y orgullosa,
atrapada en su libertad,
distinta e inigualable.
Sueña;
con los ojos abiertos y una sonrisa,
con fuerza y sin parar,
con mil palabras en la punta de la lengua,
con mil historias por ocurrir.
Y sueña;
con mariposas y colores,
con olores y voces,
con él y su mirada,
con el amor.
Y es;
letras, profundas y nostálgicas;
suya, mía y tuya;
dulce y ácida, con matices;
risas, de esas que te sacan del pozo.
Y tiene,
cicatrices eternas,
lágrimas por derramar,
telarañas en el corazón,
ganas de vivir sin miedos.
Y quiere,
gritar cuando solo haya silencio,
cantar hasta quedarse sin voz,
bailar cuando nadie mire,
encontrar algo que llamar suyo.
Y desea;
escribir algo que dure una eternidad,
ver atardeceres con alguien,
aprender hasta que no pueda más,
cerrar los ojos con una sonrisa.
Sueña;
con saber que valió la pena,
que lo logró,
que pudo,
que cada lágrima lo valió.
Sueña;
que es la chica que sueña con los ojos abiertos,
que tiene un infinito que ofrecer,
que cierra etapas y cicatrices,
que pasa a la siguiente página y pone un punto final.
Katastrophal
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chubbky · 1 year
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🕷|Callum the Spider!
Tambien queria hacer mi oc de undertale desde ya 2020, pero nunca se me ocurrio una idea original ya que no queria que fuera un sans o humanx, hasta que se me ocurrio hacer un monstruo arañita!
Se llama Callum, vive en una vieja cabaña desarreglada en la oscuridad en la cual duerme en el techo. Decidio vivir en waterfall al ser un lugar tranquilo y oscuro, usualmente no habla con la gente al ser introvertido y algo tímido pero al momento de hacerlo es bastante expresivo y enérgico.
Sus pasatiempos son tejer y...y tejer ☝️ suele hacerlo con su propia telaraña o aveces lana, le gusta tejer todo tipo de cosas pero lo que mas le gusta tejer son peluches.
Callum es un ser pacífico, pero puede ser ágil al momento de luchar si es necesario. Su forma de atacar es inmovilizar a su enemigo para luego atacarle y/o envenenarle.
`` Si llegas a ser su amigo, recibiras una calida bufanda de tus colores favoritos ``
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【¡Los reblogs son apreciados!】
[🌻]
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estrelladelgada · 1 year
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estoy vacía, sentimientos vuelan como pájaros por mi cabeza pero ninguno aterriza en mi, ¿pq todos pueden tener algo que los caracteriza y yo no?, quiero también sentir que encajo en algo o ser parte de algo, dulce crema y vino del señor acompañan mi triste duelo tras tu partida, sos la única mariposa que no pude coleccionar, quiero sentir, quiero poder hablar y dejar de acumular aire sabiendo que este se va a marchar, no quiero morir pero tampoco vivir, mi memoria se acorta al igual que mis pasos y los recuerdos son solo telarañas de lo que puedo ser ahora, déjame probar un pco de tu paz para calmar mi mundo caótico, no me dejes caer en picada como dios no me deja caer en tentaciones, solo se el que me libere de todo lo que hace que mi alma llore.
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nevenkebla · 4 months
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Siempre nos tendrás a nosotros
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Spider-Man and the Fantastic Four (Vol. 1) #4
Guionista: Christos N. Gage Dibujante: Mario Alberti
— Susan Storm: Reed… deberíamos haberle buscado más, deberíamos… — Reed Richards: No sé qué más podríamos haber hecho. — Ben Grimm: Nada. A mí me parece que todo esto empezó antes de que volviéramos de aquella otra Tierra. Y si estaba jugando con magia negra… — Spider-Man: Puede que ya fuera demasiado tarde. Cuando pienso en cómo me sentí cuando murieron mis padres… y yo tenía a tía May y tío Ben. Él tenía a Doom. No estoy seguro de que nadie pueda recuperarse de eso. — Ben Grimm: Cuando me convertí en esto tampoco fue divertido. Que el estirado siempre se quejara de que era culpa suya tampoco me ayudaba. — Reed Richards: Fue culpa mía, Ben. Te convencí para que pilotases esa nave espacial… — Ben Grimm: Yo era un hombre adulto que tomaba sus propias decisiones. Y además, que dijeras eso me hacía sentir que era la única razón por la que me aguantabas. — Susan Storm: Benjamin, J. Grimm, sabes que no es verdad. — Ben Grimm: Claro. Ahora. Pero si hubiera pasado suficiente tiempo solo, no sé si entenderlo habría cambiado algo. A veces llegas demasiado lejos. — Susan Storm: Oh, Ben, cuando pienso en ti solo… y Johnny, tú y Peter no erais mucho mayores que Kristoff cuando empezasteis. Si las cosas hubieran sido distintas… — Spider-Man: Pero no lo fueron. Vosotros os teníais los unos a los otros. Y os digo que… Bueno, sé que al principio era un poco incordio, pero como chaval con poderes que no podía hablar de eso con tía May ni con nadie… veros significaba mucho para mí. O sea, aquí estabais, cuatro personas como yo, una de la misma edad… — Johnny Storm: Más joven y más guapo. — Spider-Man: (Te ignoro) Vosotros no ocultabais vuestras caras ni nombres. El mundo os respetaba. Y os queríais unos a otros. Os aceptabais unos a otros como lo que erais. Erais familia. Saber que eso era posible… que podría ser posible para mí… significaba mucho. Todavía lo significa. — Ben Grimm: Sí, bueno, tengo una noticia para ti… es más que posible, porque tú formas parte de esta familia, cabeza de red. — Johnny Storm: Sí… ¡Como la oveja negra!
— Reed Richards: Ben tiene razón, Peter. Sé que tienes a tu tía, pero, como decías, ella no conoce… este lado de tu vida. Y me gusta hablar con alguien de mis experimentos y que sus ojos no se pongan vidriosos. — Susan Storm: ¡JOHNNY! — Johnny Storm: ¿Qué? ¡Así expreso mi cariño! — Susan Storm: Además, los críos te adora. Y nosotros también te tenemos cariño. — Spider-Man: Eso significa mucho para mí, Sue. Yo… yo… creo que tengo una telaraña en el ojo. — Ben Grimm: Sé que has pasado momentos difíciles, chaval, como todos, pero no olvides nunca que… siempre tienes un sitio al que acudir, gente a la que le importa. Para tíos como nosotros, esa es la diferencia entre estar vivo… y vivir. ¿Recuerdas lo malhumorado que era cuando empezamos? — Spider-Man: ¿Qué, te refieres a las rabietas y los gritos y las cosas que rompías en un millón de pedazos? No me había fijado. — Ben Grimm: Sí, ahora podemos reírnos, pero si no fuera por estos tíos… no sé dónde estaría hoy. Sé que no sería un buen sitio, ni para mí… ni para los demás. Así que pase lo que pase, Pete… te traiga lo que te traiga la vida… recuerda una cosa: siempre nos tendrás a nosotros, y nadie podrá quitarte eso. Salvo tú mismo.
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beyourself-marvellover · 10 months
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El último adiós | Miguel O'Hara x OC (Female Reader)
Notas: +18, sexo explícito, escenas y descripciones explícitas. En español.
Resumen: Un evento canónico te aleja de la persona que más amas. Sin embargo, piensas que lo mejor es vivir junto a él sin arrepentimiento, que pase lo que tenga que pasar pero que sea junto a él.
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~ Gif: orallech
Salvar la ciudad es lo único que tengo para dispersarme un rato y dejar de pensar tanto en... En él.
Estuvimos en tantas misiones, fui su más leal y efectiva compañera en el terreno. Creí en él y aún lo sigo haciendo, pero... Decidí dejarlo todo luego de descubrir la verdad. Mi verdad.
Sé que más temprano que tarde va a suceder, pero no quiero darle más dolor a mi corazón del que ya ha tenido en los últimos años desde que me convertí en otra versión más de Spider-Man.
-Me... Me voy, Miguel. No puedo seguir con un hombre que esconde tantos secretos. ¿A costa de qué lo haces? ¿Quieres salvar tu canon o mí canon?
-Carolina, es lo que se debe hacer.
-¿Enamorarme de ti para salvar tu canon? ¿Enamorarme de ti para qué? ¿Me quieres ver morir? ¿Quién quiere eso para su ser amado?
-Intenté advertirte de esto. Intenté evitarte y no pude.
-No es de poder o no poder. Es de que me hubieras dicho.
-Daba igual si te lo decía o no. Esto es inevitable.
-¿Te enamoraste de mí?
-Sí. Mucho. ¿Ves? No importaba lo que hiciera, ambos caeríamos.
-Debiste nunca haber visitado mi dimensión y esto no hubiera pasado.
-Antes de conocerte, nunca fui capaz de ver lo que el modelo me arrojaba sobre tu historia. Solo fui a ti por ayuda, como lo he hecho con otros tantos Spiders.
-¿Y qué sigue? Me enamoro de ti, tú te enamoras de mí y para qué... ¿Para que muera en tus brazos?
-Hace parte de mi canon y del tuyo.
-¿Por qué me dices esto ahora, Miguel? ¿Por qué? - Mi rostro se llena de lágrimas ante la ira y el dolor que tengo con cada palabra que sale de la boca de él.
-Porque, aunque no quiera perderte, quiero poder tenerte aquí. Tener tu compañía.
-¿Mientras esperas que muera?
Miguel toma aire y me mira desafiante.
-Es. Lo. Que. Tiene que pasar. ¡Entiende!
-Sí, me ha quedado claro. No hay manera de revertirlo, ni manera de salvar mi universo.
-No. No hay otra forma.
Me quito mi reloj y lo dejo sobre la mesa de trabajo de Miguel.
-Renuncio. Déjame en paz y no te atrevas a buscarme.
-No lo haré. No soportaría ver tu dolor.
-Adiós.
Esa fue la última vez que hablamos, o mejor, discutimos. Mi vida de alguna manera, se conectó a la de él desde que yo nací y en algún punto de nuestra existencia íbamos a coincidir y, como es normal para casa Spidey, después de un momento de gloria y felicidad, llega el momento de dolor. De ese que te deja una marca imborrable.
Yo ya pasé por eso cuando perdí a mi prometido hace unos dos años, antes de conocer a Miguel. A día de hoy, hay noches en las que recuerdo esa tarde fatídica y el muro desplomándose sobre él.
Tiempo después, conocí a Miguel, me uní a su escuadrón de defensa del multiverso y bueno... Me enamoré de él perdidamente. Él no fue ajeno al sentimiento y también se enamoró.
Ahora solo intento prolongar un evento inevitable en el canon de ambos, tratando de disfrutar lo que me quede de vida y salvando a las personas que más pueda mientras mis pulmones puedan respirar.
Y eso hago ahora. Escucho la radio de la policía esperando por alguna señal de alerta...
Y viene el show...
Se reportan una serie de disturbios en un banco. Hay hombres usando armas e incluso, amenazan con explotar el lugar.
¡Se viene el show!
Balanceándome entre los edificios y, aprovechando que puedo producir mi telaraña de forma orgánica, llego al lugar antes que la policía. El tráfico de la ciudad apesta.
Los presuntos delicuentes tienen rehenes. Aquí no hay que dar un show, solo actuar con más prudencia para que ningún civil sufra algún daño.
Entro por la parte trasera del banco con mucho sigilo y lanzo un par de telarañas a uno de los hombres. Él cae y queda inmovilizado. Tomo su arma y retiro el cartucho con las balas.
El cómplice se da cuenta y de inmediato toma una mujer y le apunta a su cabeza.
-Ya te extrañaba, Spider-Woman.
-Qué lindo. Eso me dicen mis fieles admiradores.
-¿Admiradores? Jajajaja... No creo que tus admiradores hagan esto... - Él cambia la dirección de su arma y me apunta y dispara.
Gracias a mis reflejos, esquivo las balas.
-Qué mala jugada. Mis admiradores siempre piden mi autógrafo. No eres un fan. Buuuu...
En eso, la mujer cautiva le da un codazo al estómago del tipo y logra liberarse. Yo le arrojo unas telarañas y lo atrapo.
-Eres un tipo aburrido y que no sabe tratar a las personas. Ojalá pases una buena temporada en la cárcel.
La policía llega y logramos evacuar a los civiles.
-No cantes victoria, nena. Que si nos vamos los dos, tú también nos acompañas.
-No sabes cómo hacer acertijos. Qué pésimo sentido de la creatividad. Me duermooo...
-Dormida vas a quedar.
En ese momento siento que algo pesado me cae y solo logro ver oscuridad...
Mi sent...
...
...
...
...
Cuando despierto, la cabeza me duele mucho. Mientras me voy incorporando a mi realidad, me doy cuenta que no estoy en mi casa, ni en algún hospital.
¡Carajo! ¡Mi identidad!
En eso una luz resplandece...
-¡Caro! ¡Qué lindo verte de nuevo!
-¿Lyla?
-Dahhh, quién más crees que sería.
-¿Qué hago aquí?
- Deberías preguntárselo a él.
En ese momento entra Miguel, caminando tan imponente como siempre, seguro de sí mismo, determinado y con su semblante serio como para variar.
El corazón me empieza a palpitar. No pensé volverlo a ver.
-Carolina...
-¿Qué hago aquí?
-Yo...
-¿Tú?
-Miguel, vamos, dícelo. Recuerda lo que hablamos. - Le dice Lyla.
- Carolina... Yo me disculpo. Lamento haberte escondido algo importante.
Siento que el pecho me quiere explotar ante la confesión de Miguel.
-¿Por qué te disculpas? Si voy a morir, hazlo. Que sea sin dolor, preferiblemente.
-Yo no podría matarte.
-Pero tampoco puedes salvarme. Entonces es preferible acabar con esto de una vez. Anda, usa tus garras y despellejame, si es que no quieres darme una muerte lenta. Parálizame si deseas que no sienta dolor.
-No, el trabajo sucio lo hacen los malos.
-¿Y es que tú eres de los buenos?
-Solo hago lo que debo para proteger nuestras realidades. ¡Comprende!
-Creo que... Me voy. - Lyla desaparece en un parpadeo.
-Volvemos a la misma discusión de hace meses...
-Yo he perdido más de lo que he ganado. Así que ... ¿Qué más da?
-¿Te parece bien que muera?
-No. Para nada. Solo que... - El tono de Miguel ahora es más triste. - Cuando pierdes todo, solo queda seguir porque ya nada te podrá ser arrebatado.
-Lo entiendo. ¿Crees que no? Perdí a mi prometido. Te conocí a ti... Y ...
-Carolina... Solo quiero vivir contigo los meses que te quedan. Claro, si tú así lo deseas.
-¿Por qué hacernos daño de esta manera? No podría verte o abrazarte sabiendo que puede se la última vez que lo haga. Prefiero pensarte y atormentarme en mi soledad porque no verte duele menos.
-Te juro que intenté de todas las formas evitar esto.
-Ya es tarde, Miguel. Solo quería darme mi tiempo para vivir un poco más.
Miguel se sienta sobre la cama y me mira fijamente.
-Es mejor que te deje en tu dimensión.
-Sí, por favor. Permíteme vivir lejos de ti, porque no puedo con la carga de verte.
Miguel se acerca hacia mí y acaricia una de mis mejillas.
-No quiero dejarte ir... Esto también me duele.
-¿Te recuerda a Gabriella? ¿Verdad?
-No puedo seguir perdiendo a las personas que amo, pero tampoco evitarlo. Otras vidas se perderían en el proceso.
-Lo sé.
-Insisto... No te vayas. - La caricia de Miguel es más repetitiva. Siento que mi cuerpo empieza a reaccionar ante el contacto de mi piel y la suya.
- Hablo en serio cuando digo que puedes desgarrarme y hacer menos difícil mi agonía.
El semblante de Miguel cambia... Su mirada brilla y sus colmillos se asoman.
- Sabes que puedo hacer todo lo que me pidas. Menos eso.
En ese momento, la otra mano de Miguel se desliza de mi cuello a mi abdomen. Siento un cosquilleo en el vientre.
-Entonces... ¿Qué piensas hacer conmigo, Miguel?
Él coloca sus dos manos sobre mi cintura. Sus ojos rojos brillan más y más, mientras que su lengua empieza a relamerse los labios y a rozar con cuidado sus colmillos.
Aquello hace que empiece a perder todo el control de mí.
Pongo mis manos sobre los brazos de él y hundo mis dedos. Él sonríe.
Me acerco a su boca y lo beso. Lamo sus labios y luego sus colmillos. Él gime.
Él me besa otra vez, apretando más su agarre sobre mí, luego, con una mano me toma la espalda y me acerca más hacia su cuerpo.
-Ahhh... - Gimo. - Señor O'Hara, hoy usted está muy inquieto.
-No sabes cuánto esperé por hacerte esto. - Lentamente, va quitando mi traje...
Primero expone mi pecho.
Al ver mis senos, su mirada se oscurece, mientras que sus manos empiezan a concentrarse en mis pechos.
Cierro los ojos y me arqueo ante el placer que esto me provoca. Poco a poco, el cuerpo de Miguel me va cubriendo hasta que logro recostarme otra vez.
Sus manos masajean mis senos, los aprietan. Después su boca se enfoca en uno de ellos, sus colmillos rozan mi piel y esto me hace soltar un grito...
-AHH... ¡MIGUEL!
-Me encanta cuando gritas mi nombre. Sigue, no pares, chiquita.
Su boca lame, muerde, succiona mi pecho.
-MIGUEL.
-Buena chica.
Luego siento que sus colmillos van bajando por mi vientre hasta llegar a mi pelvis. Miguel termina de deshacerse del traje.
-Me encanta verte así, sin nada. Eres hermosa. Me prendes, mi vida.
Él se toma unos segundos para verme. Me siento aún más excitada de provocar ese deseo en él. Estiro mis piernas y luego rodeo su cintura. Su traje desaparece por completo y eso aumenta mi frenesí.
Su pecho me encanta, sus hombros, sus brazos, cada vez que él me cubre, siento que solo él mismo es mi límite, mi deseo, mi esperanza, mi vida, mi perdición.
Miguel empieza a rozar mi entrepierna con su intimidad y yo siento que me vuelvo gelatina ante esto.
-Basta de jugar... Quédate quieta. - Me ordena.
Obedezco.
Miguel se acomoda para besarme de nuevo, su lengua se enreda con la mía y jugueteamos por unos segundos. Sus manos acarician mis piernas y poco a poco siento que el calor de su cuerpo me hace poner las mejillas como tomate.
Después de ese beso, lame mi cuello, mis clavículas, y baja de nuevo a mi vientre. Se detiene y me mira... Es una mirada lasciva, de fervor total. Me desea tanto como yo lo deseo a él.
Se acomoda en medio de mis piernas y las separa un poco, logra posicionarse de tal manera que su cara ahora en frente de mi zona íntima.
La respiración se me agita y mi cuerpo se va preparando para lo que sigue.
Miguel roza su lengua sobre mi pubis, luego va entrando en mí y gime levemente.
- Hermosa... Siempre estás lista para mí. Me encanta. - Él empieza hacer varios movimientos con su lengua.
Voy respondiendo, mi cadera busca más de su boca. Mis manos se pierden entre ese cabello oscuro, doy unos pequeños masajes sobre su cuero cabelludo a lo que él reacciona con unos gemidos.
Su lengua no para de moverse, siento que las piernas me empiezan a temblar hasta que llego al clímax.
-Mi-guel... - Exploto y logro sentir que liberé toda la tensión de los últimos meses.
- Música para mis oídos.
Trato de recuperar el aliento. Eso fue muy intenso y si así es el comienzo... No imagino el final.
Miguel se levanta y se queda observándome fijamente. Siento que su mirada se clava igual o peor que sus mismos colmillos.
- Como te luce un orgasmo, preciosa. - Se acomoda a mi lado. Su pecho está delante de mis ojos. - Me encanta hacer que tus mejillas se enrojezcan. - Vuelve a acariciar mi rostro.
-¿Qué quieres de mí, Miguel? Siempre que estoy contigo me confundes.
-Solo quiero tenerte. Hacerte saber que eres mía.
- Sabes que soy tuya, así como tú eres mío. No importa lo que pase. - Empiezo a resignarme...
Es tétrica la idea de saber cómo vas a morir y aún más tétrico saber quién va a estar ahí, eso sí, sin saber cuándo suceda o dónde. Le doy un abrazo fuerte a Miguel, él también responde al contacto y me abraza fuerte, como si la vida dependiera de ello.
- No voy a dejar que mi trabajo, nuestro trabajo como equipo y que lo que tú has hecho en tu dimensión, se queden en vano. Lo juro.
- El dolor nos hace fuertes. ¿Verdad?
- Es lo único que nos queda, por eso no pienso dar un paso atrás de mi trabajo.
Me quedo en silencio... Solo escuchando el latido de su corazón. Toda la tranquilidad se interrumpe cuando sus manos empiezan a jugar con mi cabello, acariciar mi espalda. Sus labios se entiendan con los míos en un beso desesperado.
- Eres mía, Carolina. Mía. - Le da una mordida suave a mi labio inferior. - Eres mía.
En un frenesí, él me toma de la cintura y me acomoda sobre su cuerpo. La vista desde esta posición me atrae a él como imán al metal.
Mis manos se pasean por su torso marcado, su abdomen, siento que su piel se eriza ante mi contacto. Me acomodo para besar su boca, luego paso por su cuello... Me detengo unos segundos para lamer, divertirme en esa zona... Luego vuelvo a besarlo.
Él me toma del cabello y me jala...
- Vamos, déjame tocarte. - En eso me suelta y me vuelvo a sentar.
Tomo sus manos y las coloco sobre mi cintura, voy guiando su tacto: de mi cintura a mi pecho, a mi cuello...
Él se sienta...
- Qué desesperante no sentirte mejor, chiquita. - Salvajemente, me toma la cintura y me empuja hacia él, nos besamos.
Me acomodo tratando de que mi pecho quede cerca de su cara. Me apoyo en sus hombros para no perder el equilibrio.
Él esboza una sonrisa casi que diabólica. Su boca empieza a jugar con mis pechos, va de uno al otro, es casi como si quisiera comérselos.
Sus estímulos me erizan. La piel se me vuelve gallina y voy sintiendo como algo en mi intimidad me empieza a cosquillear.
Él siempre sabe cómo hacer que lo desee.
Su boca para y vuelve a mirarme.
- Sabes lo qué quieres, sé lo qué quieres. Solo pídelo, pídelo, mi amor.
- Sabes que te quiero a ti, te deseo a ti aquí y ahora. Te quiero dentro de mí. - Lo miro desafiante.
- ¿Y por qué me haces esa mirada?
- Porque me gusta retarte.
- ¿Y esta vez qué quieres?
- Nada. Solo poderte sentir.
- Bueno, acepto el reto, cariño.
Él me agarra de la cintura y me acomoda mejor para poder dejar mi cadera y mi pelvis a su entera disposición. Siento su miembro duro, lo cual hace que aumente mi cosquilleo.
Enredo mis piernas sobre su cintura. Y empezamos a movernos, en segundos, siento que mi cuerpo totalmente caliente. Mi cadera intenta embestir la suya pero claro, él es tan grande que no puedo hacer mucho y usar mi fuerza en momentos así no es mi estilo.
Una vez lo intenté y casi rompemos la mesa de su laboratorio.
Solo me dejo llevar por la sensación de placer que va creciendo. Mis sentidos ceden cada vez que él entra y sale de mí. Mis uñas se entierran sobre su piel. Es explosivo.
Ambos vamos llegando al clímax. Mi cuerpo queda echo puré sobre el suyo. Acomodo mi frente sobre la suya y me fundo entre sus brazos.
- Me encanta tenerte así... Cansada, completamente derretida ante mí.
- Miguel... - Susurro.
- Shhh shhh... - Me da un beso.
Siento que quiero dormir. Estar con él siempre resulta casi que maratónico.
Él me acomoda sobre la cama, me arropa y yo caigo rendida.
Cuando despierto, no lo veo a él. Estoy sola. Me pongo mi traje y voy camino al laboratorio.
Veo unas cuántas caras familiares. Me siento como en mi segundo hogar. Converso por un rato con algunos de los Spiders.
Luego continúo caminando hacia el laboratorio. Entro...
- ¿Miguel? ¿Estás aquí?
Generalmete, este sitio es oscuro. Bastante, salvo por las pantallas de los computadores y Lyla, a quien, curiosamente, no veo ahora.
- ¿Miguel? - Insisto.
- ¿Caro? ¿Eres tú? - Me grita desde un rincón del laboratorio.
- Sí, soy yo.
- Voy.
En unos segundos baja.
- Te escucho, cariño. - Me dice mientras corre un mechón de mi cara y lo coloca tras mi oreja.
- ¿Pasa algo si me quedo? Quiero quedarme aquí por algunos días.
- No. No va pasar nada. Me sorprende que decidieras quedarte.
- No podemos huir de nuestro destino.
- "Destino" es un término interesante, pero yo diría que no podemos huir de nuestra propia historia.
- No me dejes, por favor. Porque yo prometo no dejarte. - Lo abrazo fuerte, como si esta fuera la última vez. - Miguel, por favor, no me dejes. Tengo mucho miedo. - Siento que la voz me tiembla, siento un vacío enorme en el pecho.
La incertidumbre empieza a consumirme.
Él me sujeta fuerte.
- No. No te dejaré.
Me riego en llanto y él no me suelta nunca. Lloro sobre casi que a la altura de su abdomen.
- Tengo mucho miedo. Mucho.
- Solo déjalo salir. Llora. Sabes que estoy aquí para ti. Sabes que te amo y mucho.
Escucharlo decir " te amo" me hace desbordar más y más. Es posible que sean las últimas veces que podamos profesarnos amor.
Después de ese día, Miguel y yo empezamos nuevamente a trabajar como equipo, vigilando posibles anomalías en la línea temporal, capturando algunas amenazas al canon de los Spiders.
En fin, el equipo maravilla que alguna vez conformamos está de vuelta. Él me complementa a mí, como yo a él, así lo sentí desde el día que confesamos nuestros sentimientos el uno por el otro.
Las semanas pasaron y tal como lo prometió, él no se separó de mí. Era casi que mi sombra. Muchas cosas las empezamos hacer juntos, como la pareja que fuimos consolidando dentro y fuera del cuartel.
Algunas noches la pasábamos hablando de su pequeña Gabriella y las veces que hemos tenido que llorar por alguna pérdida. Otras noches la pasábamos dando rienda suelta a nuestros deseos y pasión.
Con él es imposible aburrirse.
...
La mañana transcurre con tranquilidad. Bueno, luego de haber pateado algunos traseros maleantes.
De pronto se alcanza a escuchar una explosión.
- Chicos, la explosión viene de un edificio cercano. - Nos indica Lyla.
- Tenemos que ir, Miguel.
- Déjame ir primero a mí, después te llamo. ¿Ok?
- Claro. Ten cuidado, por favor.
Unos minutos después recibo el llamado de Miguel.
- Hay muchas personas heridas. Necesitamos refuerzos.
- Ya vamos, ten cuidado.
Casi que en un abrir y cerrar de ojos llegamos.
Miguel nos da indicaciones sobre los puntos más frágiles del edificio, es decir, donde la estructura tiene más probabilidad de colapsar, esto para que evitemos pasar por ahí con los civiles.
Yo me dirijo hacia una zona con algunos heridos.
- Hace falta un amigable vecino por aquí... Lo siento, lo siento. Sé que están asustados, pero vine ayudar. Niños y adultos mayores primero.
Con mi telaraña construyo un cinturón para que las personas no se dispersen y no se extravíen.
- Ahora, les pido que solo pisen por donde yo voy.
Casi una hora después termino de evacuar a las personas que quedaron atrapadas en mi sector. Vuelvo a entrar al edificio, explorando para ver que no haya alguien atrapado.
- ¡Caro! ¿A dónde vas? - Grita Miguel.
- Debemos asegurarnos de que no hayan más personas aquí.
- Este edificio va a colapsar. Las llamas están derritiendo los cimientos y metales. Tenemos que salir. - Miguel toma mi mano.
Siento un cosquilleo en mi espalda... Mi sentido arácnido...
- ¡Miguel! ¡Ten cuidado!
Como reflejo, logro balancearme sobre él y lo lanzo a unos metros de donde caen los escombros.
- ¡Caro! ¡Carolina!
Siento que algo me atraviesa... Mi piel se rompe, lentamente, siento como las entrañas se me retuercen, me arde mucho por dentro.
Me desplomo.
Así que ya llegó la hora del evento canon.
Siento que mi traje se humedece por la sangre...
- ¡CAROLINA!
Miguel se levanta y corre hacia mí. Sus ojos se llenan de pánico cuando me ve.
Alcanzo a escuchar su respiración acelerada.
- Lyla... Déjame ver los signos vitales de Carolina, por favor.
- Hay daños irreparables en órganos como el hígado y un riñón. Tiene una hemorragia interna. Lo... Lo... Lo siento mucho, chicos.
- ¿No hay nada que podamos hacer?
- No. No lo hay. Lo lamento.
Miguel se acerca a mí y se agacha, sujeta mi cabeza entre sus brazos. Sus ojos se humedecen.
- Vamos a estar bien. Sabíamos que esto pasaría. ¿Verdad? - Le digo aún con la poca fuerza que me queda, casi que jadeando.
- No pensé que fuera pronto. No fui capaz de ver el modelo completo.
- Al menos estuvimos juntos y es lo que importa. Hicimos lo que mejor sabemos hacer. - Respirar y estar conciente se me empiezan hacer difíciles.
- Prometí que no iba a dejarte.
- Te amo, Miguel. No lo olvides y pase lo que siga pasando, no te detengas. Haz que tu trabajo valga la pena, por tu familia, por Gabriella... Por... Por... - Trato de cobrar un poco el aliento, pero es imposible. Estoy agotando la poca vitalidad que me queda. - Por mí.
Él me da un beso. Nuestro último beso.
🕸️🔴🔵
La beso por última vez... Su piel aún es tibia. Eso sí, de esas mejillas rosadas que se ruborizaban cuando estábamos juntos o cuando la intimidaba, ya no quedan nada. Su corazón se ha detenido. Su respiración igual.
Su cuerpo queda inmóvil ante mi mirada impotente. A pesar de saber que esto sucedería, el dolor de verla partir es abrasador, me quema por dentro.
La tomo y salgo como puedo de ese lugar.
Logro avanzar unos kilómetros y el edificio colapsa ante todos nosotros.
Todos los Spiders me rodean con el cuerpo de Carolina.
- Miguel... - Susurra Jess. - Lo siento mucho.
No soy capaz de responderle. Solo tengo ojos para Carolina. No sé si está dormida o en un trance. Por más que hayamos hablado de este evento, la realidad es que la muerte te sorprende de manera épica.
Al menos le cumplí mi promesa, nunca la dejé. Siempre estuve para ella en estos últimos días. La tuve para mí, la escuché, nos reímos, hablamos...
Tal vez se vaya a encontrar con Gabriella o tal vez no. Como sea, Caro es mi evento canon más hermoso y más doloroso.
Con mucho cuidado, llevamos a Carolina a una morgue. Por respeto a su identidad, no podemos hacerlo con cualquiera.
Al otro día me llaman para reclamar su cadáver. Ella pidió que fuera enterrada en su dimensión. Como no tiene muchos amigos o familia, solo yo, Jess y otros Spiders acudimos a su sepelio.
Jess y Lyla no me dejan solo.
- Hiciste lo que estuvo en tus manos. Los cuatro sabíamos que esto sucedería.
- Sí, Jess... Pero...
- ¿Qué? Dilo, no lo guardes, por favor.
- Duele... Duele... Duele mucho.
- Es difícil entender estas cosas, incluso cuando ya sabes qué van a suceder. Las emociones salen a flote y es mejor que salgan. Date la oportunidad, por una vez en tu vida, de llorar.
- Quiero estar solo.
- Lo entiendo. Si necesitas algo...
- Déjame, por favor.
Mis lágrimas empañan mis ojos, los recuerdos de todas las personas que he visto irse ante mí afloran... Ver la lápida de Carolina hace que llorar sea más fácil.
Y aunque todos sabemos que estas perdidas son necesarias, la parte difícil es asimilarlas. Saber que me voy a levantar y ya no la voy a ver, ni escuchar su voz o su risa...
Es por eso que no puedo acabar con mi trabajo, porque cada vez que avanzo como Spider-Man, como un superhéroe, mi vida retrocede cien pasos más y no hay nada más que pongas en riesgo, no desde tu vida como alguien "normal".
Ahora, todo lo que haga, cada misión, cada paso que de, será en honor a Gabriella y Carolina. Ahora, sé que no puedo parar. Haré lo que tenga que hacer por defender el multiverso y por honrar la memoria de ellas dos.
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m-i-s-s-t-e-e-n · 7 months
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#2 ¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿Qué mierda estoy viviendo????!!!!!!!
Manifiesto de Luz.
Vengo pensando sobre los modos de escuchar música. Registro que hay formas muy distintas para que la música llegue a mis oídos que, por lo tanto, me brindan experiencias distintas. Por ejemplo, esta canción la escuché en la radio de un taxi. Esta banda la escuché en el patio de CDG a través del vidrio de una ventana. Esta canción la puso una amiga desde el parlante de su celular viajando de Bolívar a La Plata. Este disco lo escuché con auriculares ordenando mi habitación. Este disco logró que relaje los hombros sentada en el Oeste 23. Este disco lo caminé por gran parte del casco urbano de La Plata. Me desperté de la siesta y puse esta canción en el celu. Más tarde, charlando con Fede, puse esto para escuchar de fondo en los monitores. Me parecen todas formas absolutamente válidas. No me importa si se cortan frecuencias porque uso auriculares medio pelo o si estoy escuchando un máster en algún estudio de calidad. Cualquier composición sonora que me llega la recibo y la tomo, es el radar que tengo prendido hace tiempo, la materia y el lenguaje que más me sensibiliza y conmueve. 
chica trash oculto stories camino el descampado a la noche sola hago combinaciones espontáneas encuentro el cassette de fabi cantilo lleno de telarañas detrás del ropero hablo de arte con todxs.
De todos los modos de escuchar música mi favorito es el vivo. El otro día presencié un ensayo de FraXu en la Sala Mushroom. Llegué y esperé unos minutos sentada en la vereda. Cuando Fran vio mi mensaje, salió a abrirme, me saludó y me guio por un pasillo totalmente oscuro, prendí la linterna del celu como reacción instintiva. Decidí confiar en Fran aunque recién acababa de conocerlo en persona, lo seguí hasta correr una cortina y ver unas escaleras que bajaban a un subsuelo del cual resplandecía una luz roja.
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Una botella de jugo brío Larreta ta ta ta Conversaciones del oficio Subió el tempo 2 bpm Me llevo cosas para estudiar Hay desperfectos, hay que practicar, entre risas Concentración, ojos de sacado, en la zona trabajando por toda mejora
Fran percibe que la gente dejó de creer en lo que pasa a través de los dispositivos con pantalla. Concuerdo y noto esa pérdida de fe cada vez que entreno -estar todo lo más presente que puedo- a la vez que disminuye mi interés en ver qué sucede en stories, o compartir lo que vivo en IG: es incomunicable. Quizás porque mi interés está puesto en vivir experiencias que me arrasen física y mentalmente, algo que no puede suceder en un plano virtual.
Durante un ensayo escénico de Helen y Las Gemas, en los Galpones de Tolosa, Canela y Fer nos guiaron a disponer el cuerpo presente, poroso, erótico, herido. A través de la meditación y la exploración del movimiento de mi cuerpo crucé un límite de apertura que me devolvió sensaciones físicas censuradas, liberación de energía sexual creativa a través de la expresión corporal. Desde entonces, (o desde la primera vez que vi gente bailar en un recital) esa es la investigación que indago cuando estoy presente escuchando música en vivo. Pasando por estadios de descarga y desborde, desregulación y regulación, elevación y desplome, emoción, éxtasis, atracción, conexiones múltiples.
El entrenamiento de expandir mi espectro de sensaciones en diálogo tántrico con lo que propone la música en vivo, es el camino propio que encontré para autopercibirme performer. Mi escuela de teatro musical es pararme en el público y habilitarme la danza cantada. Es el espacio soberano y seguro para mi cuerpo y mi voz, que no encontré con tal esplendor en ninguna clase particular o institución musical, y donde encuentro información que dispongo para cuando llega mi turno de subirme al escenario. Si bien es una búsqueda personal, entiendo que hay un sostén de amigxs artistas y un estilo de vida que me abraza para poder vencer las normas de lo que se estipula ser y hacer en un público. Por eso (no sé a quién le hablo), si me estás leyendo y algo de esto te convoca, invitame a un recital y bailemos juntxs, en el medio y adelante de todo, con las luces, con la gente, con los agujeros de expansión que son las bandas en vivo. 
(Foto de Arianchito)
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El pogo de Yasar es Simón dandosela contra un retorno  El equipo La bandera Los abrazos Los viajes La conexión Las miradas-portales Despegar los pies del suelo Tensionar-relajar Tonicidad Eje Sostén Raíz Pulsión Vida Hogar Saltaste?  Salté, vos?  Sí, salté Bailar en el medio de la ronda Los abrazos y los besos Los besos y los abrazos  Soy William Miller de Almost Famous Un show que te parte la cara Con ternura y rock Es la vida que elegiste Mañana nos despertamos temprano para desmontar el show Con la libido en donde tiene que estar
Cuando lxs artistas deciden terminar su show y finalmente me libero del trance, siento que no soy la misma que hace un rato y que atesoro una experiencia única que no se va a volver a repetir jamás. Me quedo necesitando tiempo para procesar lo vivido, mirando a los ojos a mis amigxs intentando ver qué sintieron ellxs, y aterrizando de vuelta a la normalidad antes de volver a entablar una conversación. 
Ese es el fin de mi búsqueda artística actual: quiero rebalsarme de mi propia conciencia individual, entretejida y conectada con lo colectivo dentro de un punto x en la historia. Sentirla tanto en el cuerpo hasta que se deforme el cotidiano. Eso que me hace sentir la música en vivo y principalmente las bandas que extralimitan sus propuestas, que tienen la sangre de un equipo de personas trabajando por amor al arte.
Próxima fecha de mi banda en vivo:
9/12/2023 PROM KENÓPSICO: El Baile de Graduación.
Si queres colaborar con dinero en mi proyecto musical, el alias para transferir es: kenopsia.es.real
Cualquier monto ayuda y se invierte de forma directa en Kenopsia 💘
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tetha1950 · 1 year
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¿Salvando o perdiendo?
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Lea: Marcos 8:34-38
Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Marcos 8:35
¿Quién no está interesado en salvar su vida, en hacer que valga la pena, en llevar una vida rica que valga la pena vivirla? En lo más profundo de nuestro ser, cada uno de nosotros tiene ansias de vivir y desea hallar la vida en toda su amplitud, tal y como fue diseñada para que la viviésemos de este modo. Es a esto a lo que se está refiriendo Jesús. “Si es esto lo que queréis”, dice, “os diré cómo lo podéis conseguir”. Hay dos actitudes hacia la vida que son posibles, y usted puede tener la una o la otra.
Una actitud es salvar la vida ahora, acumularla, aferrarse a ella, abrazarla, intentar apoderarse de ella por sí mismo, cuidarse a sí mismo, confiar en sí mismo, asegurarse de que en cada situación su principal y primera preocupación es: “¿Qué es lo que tiene que ofrecerme la vida?”. Esa es una manera de vivir, y millones de personas están viviendo de este modo hoy.
La otra actitud es perderla: desecharla, despreciar la ventaja que puede tener para usted una situación y seguir adelante dependiendo de Dios, sin preocuparse por lo que pueda sucederle a usted. Abraham obedeció a Dios; fue a una tierra que no sabía donde estaba, haciendo el viaje sin un mapa, aparentemente sin preocuparse de lo que le pudiese suceder. Sus vecinos le reprocharon y le reprendieron por no preocuparse por sí mismo. Esto ha de ser una forma de vida, dice Jesús. Confíe en Dios, obedézcale y deje usted la responsabilidad sobre lo que vaya a pasar a Dios.
Solo hay dos resultados que pueden tener lugar. Si salva usted su vida, si puede aferrarse a ella, atesórela usted; obtenga todo lo que pueda para sí mismo. Luego, Jesús dice, la perderá usted. Esta no es una mera trivialidad, porque Él está afirmando una ley fundamental de la vida. Descubrirá usted que tiene todo lo que deseaba, pero no querrá usted nada de lo que tenga. Descubrirá que toda la vida a la que usted se estaba aferrando se le ha escapado entre los dedos, al acabar usted con un puñado de telarañas y de cenizas, sintiéndose insatisfecho, vacío, sin nada, burlado por lo que tenía usted la esperanza de conseguir.
“Pero pierda usted su vida por mi causa y por el evangelio”, dice Jesús, “pierda usted su vida entregándose a la causa de Cristo, renunciando a su derecho a sí mismo, tomando su cruz y siguiéndome a mí, y la salvará usted”. No la habrá usted derrochado, la salvará usted y hallará contentamiento y satisfacción, así como la paz interior y un sentido de su valor respecto a su manera de vivir. Descubrirá usted, no sólo en el cielo algún día, sino ahora mismo, que a pesar de que es posible que no tenga usted todas las cosas que tienen otras personas, su vida será rica, provechosa y satisfactoria.
Este es el plan de Dios en la obra del discipulado. Jesús no vino a llamarnos a encontrarnos con la esterilidad, la debilidad, las tinieblas y una muerte final. Él nos ha llamado a la vida, a la riqueza, al disfrute, a la realización en la vida. Pero Él nos ha dicho que el camino para conseguirlo es la muerte. El discipulado acaba en vida, no en muerte. Acaba con la realización y la satisfacción, pero la única manera que podemos encontrarla es por medio de la cruz.
Padre, ayúdame a escoger la vida y no la muerte, para que por medio de Tu poder me ayudes a encontrar la gracia de decirte a Ti que sí, Señor Jesús, y a que entre en la vida por medio de la cruz.
Aplicación a la vida:
¿Está la relación con Jesús cambiando radicalmente nuestras actitudes hacia nosotros mismos y nuestra manera de vivir? ¿Cuál es el plan de Dios para cambiar nuestra muerte por Su vida vibrante y eterna?
(Ray Stedman).
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Mi corazón acepta una derrota:
22 04 23
Los recuerdos de lo que un día fue mi Corazón están enmarcados frente a su chimenea. Algunos viven colgados en su pared.
Algunos poemas y mensajes viven eternamente en las paredes de su cuarto y le ha dado miedo deshacerse de ellos. Las paredes de su cuarto están pintadas de un rojo quemado, piensa que si algún día decide quitar todos estos adornos, la gente podría notar las manchas de humedad que se esconden en sus paredes; las telarañas que cubren los espejos, la pintura cayéndose a pedazos. Todo lo que quizá tendría que haber reparado hace mucho tiempo sigue ahí.
Mi Mente le ha recomendado uno que otro pintor.
“Te dejaría tú cuarto como nuevo” Dice cada vez que logra ver a través de su fachada; mi Mente es muy observadora.
Pero mi Corazón solo menea su cabeza y se encoge de hombros, nunca le ha molestado la enorme mancha detrás de su cabecera, ni las arañas que ahora forman parte de su cuarto.
Han pasado tanto tiempo ahí que vivir sin ellas suena como una locura.
No hace tanto mi Corazón quizo empezar a remodelar su antigüo entorno. No lo pudo terminar.
Últimamente mi Corazón está cansado de esperar; ya no se sienta en su mecedora como antes, ni intenta acercarse a la llama de la chimenea.
Pasa sus días a una distancia bastante considerable, la chimenea de la que tanto ardía fuego poco a poco se acaba. Claro que sabemos que para mantener un fuego vivo tiene que haber algún tipo de combustible, creo que mi Alma alguna vez le llamo esperanza; o algo así.
Sin embargo su espalda le duele tanto, sus pies se sienten tan pesados, parece que trajera miles de pesas encima. Que esta vez después de tanto tiempo prefirió no hacer nada. Ya no tomo otro leño, simplemente sentía que era más cómodo ver cómo la flama se ahogaba.
Nunca les contó, pero la esperanza se consigue en la tierra del Alma, mi Alma vive en un lugar extrañísimo, es toda una travesía llegar a ella. Entre sueños e ilusiones es difícil siquiera llegar a verla si de verdad lo que deseas es hacerlo.
¿Por que se arriesgaría mi Corazón a pasar por el mar de las ilusiones y el río de los sueños si se siente tan cansado?
La realidad es que a mi Corazón le gustaba visitar la tierra de mi Alma, siempre regresaba con esta luz que lo hacía ver mucho más feliz y claro, aprovechaba para llevarse sus pedazos de esperanza de camino.
A mi corazón le encantaba ver la chimenea encendida, aún que el resto de su hábitat se desmoronaba; no importaba, porque sabía que con ese pedazo de esperanza, la chimenea seguiría encendida por unos cuantos meses.
Ahora que la chimenea se ha apagado, mi Corazón puede ver aún menos su reflejo, las manchas en la pared desaparecen bajo la luz tenue que adquirió su habitación.
Mi Corazón ya no quiere incendiarse, que era lo que más anhelaba. Ya no busca sentirse enamorado, pues ha aprendido que eso siempre se acaba y que los daños de un incendio son mucho más profundos que las fisuras de la pared.
Lo verán en la cama, descansando entre su cobija más pesada y las paredes a medio pintar, de lo que un día fue un proyecto que por desgracia, no logró terminar.
Y por única vez, mi Mente está de acuerdo, a ella nunca le gustaban esas cosas de la esperanza; pues en algunas ocasiones el humo de estas llegaba a expandirse hasta su casa.
Me gustaría acostarme con mi corazón y abrazarlo durante un momento, me gustaría decirle que se pare y que vaya a la tierra de mi Alma por un poco más leña, quizá esta vez le funcione.
Pero sé que mi Corazón está enfermo y cansado, entonces; por una vez en toda nuestra historia, mi Mente, mi Corazon y yo; estamos de acuerdo.
No hay otra manera de ver la situación más que con la verdad, es hora de darnos por vencidos.
Es hora de que renunciemos a la idea de que nos volveremos a incendiar; es hora de dejar ir y admitir que esta será nuestra vida de ahora en adelante.
Mi Alma ve todo esto a lo lejos e intenta comunicarse conmigo a través de sueños, sin embargo deje de pasarle esos mensajes a mi corazón hace ya un buen rato.
Es hora de admitir que perdimos. Pero al menos lo intentamos.
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ocasoinefable · 2 years
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Dios. no sé si mi voz ya no te alcanza. No sé si tan Siquiera dónde está mi voz. Así que escribo y leo para acallar las dudas y el miedo lleno de ser, así que lloro entre los labios de las letras para abrigar cada dolor, así que imagino entre los bordes de los dedos para sentir el aire, para mecer los ojos. Dios, yo le amo. Mis cuerdas tiemblan y se contraen en silencio, y es más que amor, es como sí hubiera estado aquí desde siempre. Le veo en el tiempo, en cada reloj que pasea sin paso, en los rumores o los vacíos que se ocupan. Hablo y hablo entre estás letras sin sostener fuera de la hoja el sobre, busco como dormir mis sueños- más sé que duermen de su boca. Dios, ¿no sé cómo decirme, mas no sé cómo no se puede decir?, Si busco no es por duda, es porque existo y está es la razón, ya que su nombre es a mi latido; tan fijo como el mismo sonido. -Te amo- le digo sin abrir la boca y me llena de vida cada muda palabra. Cada silencio que la dice bajo mi piel. <<La sonrisa que te nombra sobre mis ojos al verte en mi boca. Doy vueltas, no lo puedo detener, ocupo un espacio y los días exigen un nuevo conteo como si no se hubiera contado antes. Hago telarañas del agua que lleva el rocío de la ventana, porque soy escriba y mi peso meditabundo me susurra sombras, (porque cuando me escribo soy un sombra que lucha en busca de un cuerpo, porque no puedo escribirme aunque debería ser: vivir allí afuera, más solo tengo unos ojos y cientos de ideas gastadas sobre el viento, un nido de voces, más no puedo ir contra mi olvido. A veces me preguntó ¿Sí las personas al verme ven de mí la distancia, y que mis pies van por dentro...? No creo, soy uno más que crea hipótesis y medita a cada minuto de lo que siente correr, lo que vive interiormente y se queda allí al borde de la rama con el pájaro de su pico. El tiempo se va girando y le veo, los pasos suenan y les veo. Las risas me tocan y las manos me dicen, más les veo. Las letras nadan de sus coletas dejando sobre el filo de mi lengua su sabor a rastro. Aun así, debo decir que al cerrar los ojos, al solo sentirme sin nada más que esto, te escuchó, te siento, te toco, te hablo veo sin verte, sin mis ojos y solo alcanzó a sujetar una palabra de todo aquello. Amor. Sonrió, y digo en silencio que no termina o comienza (tu latido, mi latido) vuelvo a este vicio de agarra por una curva al tiempo, a este vicio de atar dos puntas de nada al todo cuando sé que es sencillo, que puedo alegar : me es a sangre tomar de mis dedos lo que se escapa, para sentir como llueve mis huellas entre las gritas>>] Dios, digo a ti esto; que podría decirlo a la brisa o la raíz que presiente caer de algún lugar del cielo, así que en términos: es a principio y fin a quien coloco de testigo cuando tanteo en mi pecho y te nombró (a ti a quien no cito sin metáfora, a quien no le digo más lo sabe) buscando como expresarlo, como cantarlo, como traer aquí a mis dedos y dejarte mis labios. Esbozar y decir que es tu vida quien llama a la mía. Reconocerte cómo igual y diferente, en mí y consciente de tu propia lengua que quizás se halle en desconcierto con lo que digo. Espacio y sonido a mi corazón. Saberte. Escribirte a la espuma que se hace entre la onda y el cuarto, entre silencio que empieza hablar.
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fercancholablog · 1 year
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Cuantas veces amor
voy a huir de ti, como si nunca fuera a regresar,
Pero me regresa el primer espejo en el que me reflejo, en mis ojos llevo un camino de vuelta a ti, en los labios un beso tuyo perdido en el tiempo,
he tratado de irme pero no hay salidas, solo llegadas, en el sol de la ventana, el lado derecho de la cama, un domingo en la mañana solo sabes llegar,
es ahí cuando pienso que aunque te fuiste un marzo, jamás me has alejado, no importa cuantas veces trate,
no podré llegar a ningún lado, porque no hay nuevos caminos, este sigue siento tu
l a b e r i n t o, y no he podido salir,
es entretenido buscarte, es entretenido nunca encontrarte, estoy dentro de ti.
¿Por qué somos tan diferentes?
Aún pienso en esa noche, tus pupilas reflejaban el mundo, el que tú y yo compartíamos, todo encajaba de maravilla y nuestras manos eran el primer indicio; moría de frío pero me tuve que deshacer de mi bufanda, diferente había sido conocerte, entre tanto mundo, entre tanta gente.
Hay cosas que no tengo que recordar, porque aún me siento ahí, no he podido salir.
Creo que entiendo temas más complejos, pero lo esencial, lo cotidiano, eso es lo que no entiendo,
no comprendo como un jueves ya no existes, ¿en cuál casa se derrumbo nuestro amor? lo que un día nuestro hogar, ahora queda entre cenizas; ya es polvo, soy polvo, pienso en todas las veces que me va a empujar el viento, reposaré en uno de esos estantes olvidados, esperando junto a las telarañas una nueva oportunidad para vivir,
volver a nacer, reencontrarte en otra vida caminante, verte para esta vez nunca soltarte, renunciar a los putos demonios, no darle importancia a todo el mundo porque sobra, siempre esta detrás de ti;
habrá que revivir en otro tiempo, con otro cielo, pero no te preocupes porque yo sabré que serás tú, como todas esas veces que ya estabas por llegar y salía a la puerta, te sentía cerca,
estaré de vuelta contigo, cómo la madrugada espera el amanecer, me cobijara la victoria al vencer una escenario apocalíptico, sobreviviré y tendré luz para poder tener ese nuevo camino.
tal vez un día dejaré de fingir que huyo de ti, se bien que si no es en esta vida, en la próxima vamos a coincidir.
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El viento en la ciudad A veces, me cuesta estar agradecida en el invierno. La ciudad es un tesoro de historia pero solo puedo pensar en el tesoro de mi cálida, suave cama. Muchas voces me rodean: mi profesor, mis compañeros de clase, aves cantando, turistas riéndose, una telaraña de sonido. Pero ninguna voz es tan fuerte como el viento frío que acosa mis orejas. Debo sentirme brillante y vivo. Debo sentir la calidez que proviene de emoción y la alegría de conectarse con los demás. Pero el viento invernal arrebata la calidez antes de que pueda disfrutarla. Cada invierno, soy un fantasma.  Una criatura envuelta en hielo que me separa del mundo. Pensaba que sería diferente en Barcelona. Pensaba que la aventura y la novedad podían reemplazar el consuelo de la luz del sol. Me equivoqué.  Pasaron meses antes de que yo comenzara a derretirme, y vivir.
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entrepetalos · 25 days
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Fabricante de lágrimas
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Ficha Técnica Nº de páginas: 640 Editorial: Montena Idioma: Castellano Encuadernación: Tapa blanda ISBN: 9788419241511 Año de edición: 2023 Plaza de edición: ES Traductor: Manuel Martí Viudes Fecha de lanzamiento: 26/01/2023 Alto: 21.6 cm Ancho: 14.3 cm Grueso: 3.5 cm Peso: 615 gr Colección: Montena Sinopsis En el orfanato en el que Nica creció, siempre se han contado historias y leyendas a la luz de la vela. La más famosa de todas es la del fabricante de lágrimas, un misterioso artesano culpable de haber forjado todos los miedos y las angustias que habitan en los corazones del ser humano. Para Nica ya es hora de dejar atrás los cuentos de la infancia y vivir lo que para ella es un sueño hecho realidad: ser adoptada. Pero no cumplirá su sueño sola ya que la familia adoptiva acogerá tambien a Rigel, un niño de rostro angelical pero que oculta algo oscuro en su ser. Aunque ambos compartan un pasado en común, la convivencia entre ellos parece imposible. Sobre todo, cuando la leyenda vuelve a aparecer en sus vidas y el fabricante de lágrimas se convierte en algo muy real. Fabricante de lágrimas es una dark romance trepidante y adictiva que deja huella. Fragmento El nombre de mi institución era Sunnycreek Home. Se alzaba al final de una calle en ruinas y sin salida, en la periferia olvidada de una pequeña ciudad al sur del estado. Acogía a niños desafortunados como yo, pero nunca oí a los otros chicos llamarlo por su verdadero nombre. Todos lo llamaban vulgarmente «el Grave», la tumba, y no hacía falta ser muy listo para adivinar por qué: cualquiera que acabase allí parecía condenado a convertirse en una ruina y a no hallar jamás una salida, justamente como la calle donde se encontraba. En el Grave me había sentido como entre los barrotes de una prisión. Durante los años que pasé en aquel lugar, todos los días deseé que alguien me sacara de allí. Que me mirase a los ojos y me escogiera a mí, precisamente a mí, de entre todos los niños que se encontraban en la institución. Que me quisiera tal como era, aunque no fuera gran cosa. Pero nadie me escogía nunca. Nadie me había querido o se había fijado en mí… Siempre había sido invisible. No como Rigel. Él no había perdido a sus padres, como muchos de nosotros. Ninguna desgracia se había abatido sobre su familia cuando era pequeño. Lo encontraron frente a la verja de la institución, en un cesto de mimbre, sin una nota y sin nombre, abandonado en la noche, con solo las estrellas, grandes gigantes durmientes, para velar su sueño. No tenía más que una semana de vida. Lo llamaron Rigel, como la estrella más luminosa de la constelación de Orión, que aquella noche brillaba como una telaraña de diamantes sobre un lecho de terciopelo negro. Acabaron de completar el vacío de su filiación con el apellido Wilde. Para todos nosotros había nacido allí. Incluso su aspecto lo delataba: desde aquella noche, tenía la piel pálida como la luna y los ojos sombríos, oscuros, propios de alguien que jamás ha temido a la oscuridad. Desde pequeño, Rigel había sido la joya de la corona del Grave. «Hijo de las estrellas» lo llamaba la directora que precedió a la señora Fridge; lo adoraba hasta tal punto que le enseñó a tocar el piano. Pasaba horas y horas con él, dando muestras de una paciencia que jamás tuvo con nosotros, y, nota tras nota, lo fue transformando en el impecable joven que brillaba entre las grises paredes de la institución. Rigel era bueno en todo, con sus dientes perfectos, sus notas siempre altas y los caramelos que la directora le pasaba bajo mano antes de cenar. El chico que todos hubieran deseado. Pero yo sabía que no era así. Había aprendido a ver lo que había debajo de todo, debajo de las sonrisas, de la boca inmaculada, de esa máscara de perfección que exhibía ante todo el mundo. Él, que llevaba la noche dentro, ocultaba en los pliegues de su alma la oscuridad de la que había sido arrancado. Rigel siempre se había comportado de un modo extraño conmigo. De un modo que yo nunca había sido capaz de entender. Como si hubiera hecho algo para merecerme aquel trato o aquellos silencios, cuando de niño lo sorprendía observándome a distancia. Todo empezó un día como cualquier otro, ni siquiera recuerdo el momento preciso. Pasó por mi lado, me hizo caer y me lastimé las rodillas. Me llevé las piernas al pecho y me sacudí la hierba, pero cuando alcé la vista, no vi en su rostro la menor señal de que fuera a disculparse. Se quedó allí, de pie, clavándome la mirada, a la sombra de un muro agrietado. Rigel me tironeaba de la ropa que llevaba puesta, me tiraba del pelo, me deshacía las trenzas; las cintas caían a sus pies como mariposas muertas y, a través de mis pestañas húmedas, veía su sonrisa cruel tensándole los labios antes de huir. Pero jamás me tocaba. En todos aquellos años, jamás llegó a rozarme con la mano. Los dobladillos, la tela, el pelo… Me empujaba y me daba tirones, y yo acababa con las mangas dadas de sí, pero jamás con una señal sobre mi piel, como si no quisiera dejar en mí las marcas de su culpa. O quizá eran mis pecas, que le causaban repulsión. Tal vez me despreciaba hasta el punto de no querer tocarme. Rigel pasaba mucho tiempo solo y rara vez buscaba la compañía de los otros niños. Pero recuerdo una vez, cuando tendríamos unos quince años… Había llegado un niño nuevo al Grave, un chico que sería transferido a una casa de acogida al cabo de unas semanas. Casi al momento, hizo buenas migas con Rigel; ese chico era peor que él si cabe. Estaban apoyados en uno de los deteriorados muros, Rigel tenía los brazos cruzados, los labios y los ojos centelleantes de sombría diversión. Nunca los había visto discutir por nada. Un día como cualquier otro, sin embargo, a la hora de cenar, el chico se presentó con un moretón bajo el párpado y un pómulo hinchado. La señora Fridge le lanzó una mirada hostil y le preguntó con voz atronadora qué diablos había sucedido. —Nada —respondió él, sin alzar la vista del plato—. Me he caído en la escuela. Pero no era cierto que no hubiera sido nada, yo lo presentí. Cuando alcé la mirada, vi que Rigel bajaba la suya para ocultarla a los demás. Había sonreído y aquella mueca sutil se había materializado como una grieta en su máscara perfecta.
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j-biedma-de-ubeda · 1 month
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ARISTÓTELES Y LOS INSECTOS
Hace dos mil cuatrocientos años, más o menos, en su Historia de los animales, el filósofo de Estagira y fundador del Liceo define a los insectos como animales que tienen segmentos por todo su cuerpo, bien en la barriga o bien en esta y la espalda (487a).
Afirma que todos los insectos continúan con vida cuando se los corta en dos, salvo que sean demasiado fríos. Todos poseen ojos. Los insectos tienen todos nuestros sentidos: vista, tacto, oído, gusto, olfato... Captan la totalidad de las sensaciones aunque se encuentren lejos.
Observa que los que tienen lengua no tienen dientes y que la lengua en algunos insectos tiene una fuerza enorme y hasta pueden usarla como arma ofensiva. Distingue los dípteros de dos alas, que carecen de aguijón, de los tetrápteros, de cuatro alas membranosas, como avispas y abejas.
De las cigarras dice que es el único insecto que no tiene boca, sino una especie de lengua larga conectada con el resto del cuerpo y sin fisuras. Añade que se alimenta únicamente de rocío, que no excreta y que hay mucha variedad de cigarras. Las cantoras presentan hendiduras debajo del diafragma y una membrana a la vista (532b). Nada más salir de la vaina, las cigarras van a posarse sobre olivos y cañas. Y, una vez que la vaina se ha roto toda alrededor, salen de ella, dejando tras sí una pequeña humedad, y no mucho tiempo después emprenden el vuelo y empiezan a cantar (601a).
Hay insectos con dientes que son omnívoros, pero los que tienen lengua se alimentan de líquidos, de todo tipo de jugos, como las moscas; o de sangre, como las mosquitas o los tábanos.
A las abejas les dedica mucha atención por su valor económico, y a las técnicas de los apicultores. Dice de ellas que no se posan jamás sobre cosas pútridas ni recurren a ninguna comida si no tiene sabor dulce, pero que también se proveen de agua (596b). Y que en cada salida en busca de alimento no recorren flores de especies diferentes.
Las abejas prosperan como muchos insectos si la primavera y el verano vienen húmedos y cálidos. Trata de sus enfermedades. En los panales, a las abejas les nacen bichos que los estropean, parásitos como un gusanito que teje una telaraña ('kleros', tal vez Trichodes apiarius) o como 'pyraustes' (Galleria melonella), que estropean las colmenas. También se crían en las colmenas orugas de las que las abejas no se defienden.
Otros insectos como las abejas melíferas viven mancomunadamente. Hormigas, avispas y abejas son insectos laboriosos e inteligentes. Las abejas engoman con "lágrimas de árboles" y otras sustancias resinosas sus colmentas para protegerse de los ladrones. Sólo contruyen celdillas para reinas si hay mucha descendencia, y para los zánganos, que carecen de aguijón y son perezosos, si se vislumbra abundancia.
Las abejas pronostican el mal tiempo porque no vuelan lejos de sus colmenas cuando presienten un cambio atmosférico. Si pican, mueren por no poder retirar el aguijón sin perder el instentino (626a).
Las hormigas trabajan incluso durante las noches de luna llena (622b). Las avispas son las peores enemigas de las abejas, a parte de las aves insectívoras (sobre todo golondrinas y abejarucos). Aristóteles distingue entre avispas domésticas y silvestres, estas últimas son amigas de montes y encinas, más grandes (avispones) y escasas que las primeras. Todas son carnívoras aunque también se agarran a la fruta dulce.
Unas avispas son madres y otras obreras. Las reinas o madres son más anchas, pesadas y apacibles que las obreras, las cuales no alcanzan el año de vida o mueren cuando llega el invierno, mientras que las madres sobreviven e hibernan escondidas en huecos de troncos o bajo tierra. En primavera, las reinas configuran avisperos en los que nacerán las nuevas obreras que les ayudarán a ampliar el número de celdillas. Una vez nacen las trabajadoras, las madres descansan. Al final del verano, la reina procrea madres. Aristóteles reconoce desconocer cuánto puede vivir una avispa madre.
Las avispas cazadoras (como Pelopaeus spirifex) son más pequeñas que las otras, matan tarántulas y luego las llevan a una pared o a un agujero y allí pegan su presa con barro y ponen los huevos de los que nacerán las nuevas avispas cazadoras.
Casi todos los insectos hibernan, se meten en escondrijos si no perecen con la llegada de la estación fría, a no ser, si acaso, que vivan en la casa del hombre. Permanecen escondidos, inactivos como abejas y avispas desde la desaparición de las Pléyades hasta la primavera.
Todos los insectos mueren si se los impregna con aceite, sobre todo si después de untados se los expone al sol. Las hormigas abandonan sus hormigueros si se los espolvorea con orégano y azufre. El humo del cuerno quemado de ciervo y el incienso espantan a la mayoría de los insectos.
En general, los machos son más pequeños que las hembras. Las montan poniéndose encima. La cópula dura mucho y les cuesta separarse. Las hembras suelen sacar su vagina y meter en ella el órgano masculino, y no el macho en la hembra como ocurre en los demás animales (542a). Una vez que son cubiertas, las hembras desovan enseguida.
Aristóteles tenía noticia de cómo se usaban capullos de mariposas para tejer enseres con sus hilos. Dice que la primera que hizo tal cosa fue Pánfile, hija de Plates, allá en Cos. No sabemos si dichos capullos eran los del gusano de seda (Bombix mori) que se cree que llegó a Grecia mucho más tarde, en tiempos de Justiniano, hacia el 500 d. C.
Nota He usado la edición de la Historia de los animales de Akal (1990), a cargo de José Vara Dorado.
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