Tumgik
#Cuando fuimos brujas
whileiamdying · 2 years
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Review: Björk stars in Nietzchka Keene’s rarely seen film ‘The Juniper Tree’
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Björk in the 1989 film “The Juniper Tree.” (Arbelos Films)
BY ROBERT ABELE
APRIL 16, 2019 12:27 PM PT
At the very least, watching Nietzchka Keene’s haunting Icelandic fairy tale “The Juniper Tree” can cause your sense of time to fall away. A black-and-white movie filmed in 1986, it recalls both the indie wilderness vibe of its time, yet also the monochromatic severity of early Bergman and Tarkovsky.
Heading the cast is an instantly recognizable Björk, prior to her becoming a global music phenomenon, which creates its own recontextualized aura around her. It’s also adapted from a Grimm fairy tale, yet infused with a modern feminist sensibility, and while it’s a ghostly affair with magical touches, it’s shot through with a hard-bitten realism about medieval life.
Keene didn’t complete her micro-budgeted debut feature, which she wrote, directed and edited, until 1989, after which it made the festival circuit — including the Sundance Film Festival in 1991 — but only received one Los Angeles showing, in 1990 at UCLA, Keene’s MFA alma mater. Now, 15 years after her death, in her starkly enchanting film has been given a 4K restoration, and another single-viewing chance, this time at the American Cinematheque. The opportunity is a welcome one, because Keene’s atmospheric gem deserves renewed appreciation and fresh discovery.
After finding a dead woman floating in a creek, stoned and drowned as a witch, waif-like Margit (Björk) and her pragmatic older sister Katla (Bryndis Petra Bragadóttir) must flee to avoid the same fate, which also claimed their mother. Stern widowed farmer Johan (Valdimar Örn Flygenring) takes them in, but his suspicious son Jonas (Geirlaug Sunna Þormar) — who visits his mother’s grave every day, like a dutiful son trying not to be forgotten — sees in Katla a family interloper practicing the dark arts.
He’s not entirely wrong, in that Katla believes in sorcery, but she’s also a persecuted woman in a harsh time trying to secure protection for herself and Margit — her seduction spells are born out of a desire to bind Johan to her, which she comes to realize would best be achieved with a pregnancy.
Jonas tries to turn his father against Katla, even though he isn’t so fearful of kindly, concerned Margit, and the young pair bond over their respective grief. But when Margit begins seeing visions of her dead mother — a silent, beckoning figure with a black hole in her chest — Jonas’ dislocation intensifies, until he feels the need to confront his stepmother at the most unwise of moments.
Those familiar with the original fairy tale will know where this is headed. Keene’s retelling preserves certain morbid details but alters others, so that a story steeped in misogyny and the supernatural can still resonate as a warning of the damaging ripple effects when desperation, displacement and mourning collide.
Stylistically, the movie is a stroll of otherworldly delirium, like a hybrid of Dreyer’s asceticism and the the chillier reveries in “The Night of the Hunter.” There’s austere beauty in cinematographer Randy Sellars’ rendering of the craggy, unforgiving Icelandic landscape, and for the memorable hypnagogic passages that occasionally fold over Margit’s reality, Keene enlisted acclaimed avant-garde director and optical effects guru Pat O’Neill.
Folk tales are how cultures make sense of the world, of how people changed and fates were secured. Keene fully grasps this, which is why she often has Björk’s Margit turning the details of the story she’s observing around her — hovering birds, a tended grave, her own loss, a boy’s worry, a woman’s desire — into a fanciful yarn she’s constantly spinning and revising. And Björk’s turn is a delicate, inviting thing, that innocent croak of a voice like some bridge between the mystical appeal of fairy tales and the cold truth about what human beings do when reason leaves them.
Keene made only a couple of films in her abbreviated life, but “The Juniper Tree” is absorbing enough to make one rue there weren’t more. But we can at least note for the history books that for all the hype Lars von Trier received for casting Björk in 2000’s “Dancer in the Dark,” a female filmmaker recognized her eccentric on-screen blend of mystery, humanity and guilelessness first.
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lyon-amore · 10 months
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Contigo hasta el fin del mundo Capítulo 8
Capítulo 7
*Angel POV*
Fuimos al centro de la ciudad para comer. Jack me agarra con fuerza, mirando a todas partes asustado. Suspiro y le cojo en brazos, evitando así que puedan empujarlo.
  —Veamos, ¿Dónde te llevo a comer? —me pregunto más a mí misma, mirando a los diferentes lugares para comer.    Jack tira de mí y señala al McDonald’s.   —Eso no es bueno para un niño —le contesto, aunque soy la que menos debería hablar si soy capaz de comerme dos hamburguesas del McDonald’s, patatas fritas y un helado. Lo que no quiero es que se piense que voy a caer en su encanto de niño bueno. No estará con nosotros mucho tiempo. Además, quiero estar a solas con Jake—, tiene mucha grasa y, ¿Quién sabe qué otras cosas le meten a esa comida? ¡Puaj!    Comienza a mirarme con unos ojos de pena. Aparto la mirada, mordiéndome el interior de la mejilla. No. No caeré.
No caeré.
No lo haré.
Maldición.
Entramos en el McDonald’s y nos ponemos a la cola. Un menú infantil y listo, no necesita nada más. Nos sentamos alejados de todos y le observo comer. Quizás debería preguntarle si está bien, después de todo, puede hablar y quizás podamos crear su testimonio.   —Dime Jack ¿Recuerdas todo lo que ha sucedido cuando estabas con Jake y tu hermano?    Asiente mientras juega con el juguete del menú.   —¿Y Jake hizo algo? ¿Cogió algo importante de la casa? —no le pregunto porque no me fío de Jake, sino para que tenga en cuenta lo que vio. Confío en Jake, lo que no sé si confiar en un niño. Sí, los niños son sinceros, pero ¿Y si miente por proteger su hermano?    Niega con la cabeza y coge una patata. Suspiro intentando calmarme. No habla ahora. Apoyo en la mesa la cabeza. No sé cómo hacer para que me hable.   —No llores —escucho y levanto un poco la vista, notando una mano en mi cabeza. Jack intenta animarme—. No llores mami.   —No estoy llorando —me incorporo arreglándome el cabello, incómoda de que me llame de esa forma. Por mucho que vaya a servir para fingir, no me gusta que me llame así—, y te lo dije, no me llames mamá, no soy tu madre.   —Pe-pero me has comprado ropa y me has dado de comer —es la frase más larga que ha dicho hoy— ¿No es lo que hace una mamá?    ¿Puede terminar ya de comer y largarnos? No soy su madre, solo lo he hecho por pena.   —No es- —me muerdo la lengua, evitando decir algo que pueda herirle. Si mi madre, que ella es profesora de niños de primaria me viera ahora mismo, se sentiría orgullosa de mí seguro—. No puedes decidir que soy tu madre solo porque así lo has decidido, tan solo tenemos que parecerlo a los ojos de la gente, no tienes que… llamarme de ese modo.    Ladea la cabeza, mirándome confuso. Quizás debo de encontrar una manera de que lo entienda mejor.   —Vale, en realidad somos espías —me inclino un poco hacia delante, susurrando. Jack también se aproxima, con una sonrisa inocente— y como espías que somos, tenemos que aparentan ser una familia ¡Pero! Sin necesidad de llamarme ‘mamá’ ¿Lo entiendes?   — ¿Sois espías? —me pregunta emocionado.    Me quedo mirándolo, sintiéndome mal, pero no tengo otra opción.   —Exacto, pero —hago la señal del silencio— no puedes contárselo a nadie.   —No diré nada —hace una señal también del silencio, con una risa cómplice.    Vale, tengo al menos al niño controlado de que no nos delate. Es más fácil de lo que parece manejar a este niño.   —Oh, qué hijo más adorable tiene —nos dice una anciana con su nieta, sonriéndonos.   —Gra-   —En realidad no es mi mamá —dice Jack y me pongo nerviosa.   — ¿Cómo? —la señora me mira mal.   — ¡Estamos jugando! —exclamo intentando que el niño no siga hablando— Él es un príncipe salvador y yo una malvada bruja que quiere derrotarlo.   — ¡Ah! ¡Entiendo! —se aleja mientras se ríe.    Miro a Jack con el ceño fruncido, enfadada. Él se encoge en la silla con timidez. Tengo que arreglar esto.   —Jack, no puedes decirle a la gente que no soy tu madre.   —Pero tú has dicho-   —Sé lo que he dicho —inspiro profundamente. Tengo que calmarme para no matarlo—. Pero cuando la gente nos pregunte, debemos decir que lo somos.   —Es muy confuso —se echa hacia atrás en la silla, cruzándose de brazos.    Le miro detenidamente, no parece un niño que haya sufrido un evento traumático.   —Jack —me mira directamente a los ojos y le miro preocupada— ¿Estás bien después de lo ocurrido con tu hermano?    Veo cómo empieza a temblar. Quizás no debería haberlo preguntado.   —No… No debería llorar —dice en una vocecita fina—, Jonas me decía que si lloraba molestaba… Llorar es malo.    Inspiro profundamente, apretando con fuerza los puños. Tampoco a mí me gusta oír a llorar a los niños, pero esto es diferente, es obligar a un pequeño a cerrarse. Extiendo la mano para poder consolarle, pero me detengo. No quiero ser cercana a él. Y tampoco quiero encariñarme. Solo quiero ayudarle, buscarle un nuevo hogar y estar otra vez Jake y yo solos. Suspiro intentando relajarme, sonriendo un poco.   —¿Ya has terminado? —Pregunto viendo que no queda ningún resto de comida.   —Sí —responde cogiendo el juguete de nuevo.   —Pues nos vamos.    Cojo la bandeja y llevo el contenido a la basura. Noto a Jack que tira de mí sudadera y le miro.   —¿Ahora qué? —pregunto, soltando aire cargado.   —Quiero un helado.    Pongo los ojos en blanco. Estupendo, ahora le tengo que comprar el postre al niño.
Quizás me aproveché un poco de que el niño quería un helado para comprarme yo otro, creo que tengo el derecho de darme una recompensa por estar cuidando de él ¿No? Miro a Jack mientras regresamos a casa. Está feliz con el juguete. Me fijo que no podemos entrar por la puerta principal, hay demasiada gente por la calle. Damos un rodeo y le ayudo a sentarse en el contenedor y me impulso para subir corriendo. Jake me enseñó algunos trucos para subir más rápido. Cuando me coloco de pie encima del contenedor, Jack me mira sorprendido.   —Ha sido genial ¿Puedo hacerlo yo?   —Mmm… Quizás cuando seas un poco más alto —le respondo mientras me coloco en posición para subirlo—, vamos, te ayudaré a subir.   — ¿Quieres que lo haga yo? —giro la cabeza al escuchar la voz de Jake y sonrío al verle.   —¡Jake! —Jack se emociona al verle, como si estuviera viendo a su héroe.    Jake le hace una señal para que no grite su nombre y se tapa la boca rápidamente.   —Perdón —se disculpa el pequeño, apenado.   —Tranquilo, solo… Ten cuidado la próxima vez ¿De acuerdo? —le contesta un poco incómodo, subiendo con más facilidad que yo. Ni siquiera ha movido el contenedor un centímetro.    Me incorporo y no aparto la mirada de él, es más, mis pies se mueven solos para acercarse, bajándole la mascarilla un poco para besarlo. Me responde el beso con unos cuantos más pequeños.   — ¿Todo bien? —pregunto preocupada.   —Sí, no te preocupes —me acaricia la mejilla y me inclino hacia el lado de su mano, sin borrar la sonrisa.    Después se aleja y se acerca al niño, cogiéndolo en brazos hasta aproximarse a la ventana.   —Vale pequeño —le sube a sus hombros, colocándolo de pie—, adelante, entra por la ventana.   —Vale —Jack se agarra a la ventana y Jake le impulsa.   —Quédate ahí, ahora entramos.   —He estado hablando con Jack sobre lo ocurrido —le susurro para que no nos oiga— ¿Sabes lo que me ha contado? Que su hermano le prohibía llorar, porque eso es malo.    Jake suspira, puedo notar lo molesto que está. Comparto su enfado, Jack es un niño que está creciendo y desarrollándose, este aprendizaje no es bueno para él.   —Creo que deberías hablar con él —le aconsejo—, estuviste ahí con él, puede que contigo hablé.   —Le vi escondiéndose detrás del camello de su hermano —le miro sorprendida tras escuchar esas palabras—. Prefería un hombre que vende droga a su hermano y eso que antes le había gritado.   —Pobre niño —miro hacia arriba, sabiendo que está esperando—. Cuando te ha visto, se le ha iluminado la cara.   —Sí, lo he visto.   —Quizás necesite hablar con su héroe.    Asiente y doy un salto agarrándome a la ventana. Jake después entra y mira a Jack, que nos estaba esperando apoyado en la pared.   —Estaré en el cuarto escuchando música, si necesitáis algo —les sonrío a los dos, marchándome.    Quiero poder escribir también un poco una carta para mis padres, contándoles lo que ha sucedido y aunque no vaya a recibir respuesta, quiero imaginarme mientras escribo qué es lo que me dirían mis padres. Qué consejo me darían sobre cuidar a un niño pequeño.
Aun no entiendo qué es lo que de verdad tiene Jake en la cabeza para llevárnoslo.
*Jake POV*
Angel se marcha y yo me quedo a solas con Jack. Me pongo a su altura, observando el juguete en sus manos. Era un muñeco de un personaje de Sonic. Tails. Aunque está algo diferente, con unas colas metálicas.   — ¿Y eso? —pregunto mostrando curiosidad— ¿Te lo ha comprado Angel?    Asiente con una sonrisa.   —Sí, del Madonal —Intenta pronunciar McDonald’s, abrazando el muñeco—, venía con la hamburguesa.   —Vaya, pues te ha tocado el más listo —le revuelvo el pelo y se ríe.    Debería poder entablar la conversación sobre cómo se siente por la muerte de su hermano, intentar que pueda dar una pizca de emoción. Decido entonces hacer lo mismo que cuando entablé la relación hermano mayor-hermano menor con Henry. Como esa persona importante para mi madre me enseñó a mí.   —Ven, te voy a enseñar una cosa chulísima —me incorporo ofreciendo mi mano, que la coge enseguida— ¿Se sigue diciendo es palabra?   —No lo sé —niega con la cabeza.
   Entramos en el cuarto donde tengo el ordenador. Me siento en la silla y le cojo en brazos, sentándole en mi regazo.   — ¿Sabes manejar un ordenador? —niega con la cabeza y asiento— Mejor, aún eres demasiado pequeño para navegar por páginas web.   — ¿Qué son páginas web? —pregunta y le miro sorprendido. O quizás es alivio.   —Son lugares digitales donde mirar cualquier cosa que desees buscar —intento explicárselo de la mejor manera que pueda entenderlo— ¿Pero sabes que puedo hacer? Entrar en los móviles de otros desde aquí.    Abre sus ojos, sorprendido, mirando después la pantalla.    —¿En serio?   —Por supuesto, mira —preparo el programa y busco el móvil de Macie, viendo en su pantalla que está el programa de Spotify—. Mira, esto ahora mismo es el móvil de Angel.   —Hala…   — ¿Hacemos algo divertido? —asiente deprisa y me río— Muy bien, hacemos esto para controlar su móvil —uso uno de mis programas y busco en YouTube la canción infantil que más le molesta a Angel y lo adelanto hasta el estribillo—. Ahora, quitamos Spotify y… —le doy a reproducir al vídeo y hago una señal para que espere.   — ¡Quítame está canción ahora mismo! —la escuchamos gritar desde el cuarto.    Nos reímos y finalmente quito el vídeo, dejando de controlar su móvil. Jack señala la pantalla con una gran sonrisa.   — ¿Me enseñas a hacer eso? —pregunta con ilusión. Me veo reflejado en él, solo que yo tenía unos catorce años cuando empecé.   —Creo que de momento no es buena idea —contesto, aunque no pienso enseñarle. Sé a lo que llevaría eso y no es lo que quiero—. Angel me ha contado lo que tu hermano te dijo que no debías llorar.    Agacha la cabeza, sintiéndose culpable.   —Llorar es malo —me responde con un hilo de voz—, si lloro, molesto. Llorar no está bien.    Le observo con lástima. Tener que escuchar eso de un niño tan pequeño… No puedo imaginarme cómo debió vivir con él.   — ¿Sabes? Estuve muchos años apartando todo lo relacionado con sentir emociones —comienzo a explicarle mi historia, pero no entraré a detalles—. No me importaba si alguien era atacado, si le amenazaban, si… le mataban —recuerdo entonces esos momentos con los amigos de Macie, esos momentos que sé que fui frío, sin importarme nadie más que Hannah—. En muchos años, me volví un hombre muy frío, no quería tener nadie a mi lado.   —¿Tampoco llorabas? —pregunta curioso.   —No, porque por aquel entonces pensé que eso sería ser débil —le cuento no muy orgulloso. Pero entonces sonrío—. Pero todo cambió al conocer a Angel —le miro recordando el primer mensaje que la envié, el primer contacto después de mucho tiempo—, me enseñó que no era malo volver a sentir emociones. Y aunque todavía por aquél entonces me costaba mostrarlas, fue gracias a su ayuda que volví a ser el que era —se queda mirándome con esos ojos grandes y azules que penetraba mi alma. Recuerdo entonces cuando mi madre hablaba conmigo de esta forma—. No es malo llorar cuando lo necesitas, Jack, es mucho mejor que guardártelo todo dentro, tienes que expresarte. Puede que tengas que aprenderlo como yo tuve que hacerlo, pero te ayudaremos.    Se queda pensando unos instantes, para por fin hablar.   —Lloré mucho cuando mami murió —noto tristeza en su voz, incluso sus ojos brillan, como si ahora quisiera llorar—. Jason me dijo que me callara porque molestaba y me decía que murió porque yo era molesto y que si no lloraba, nadie más iba morir —me quedo mirándole sorprendido por sus palabras. Creo que nunca había oído algo tan cruel—. Así que para no molestar y que nadie muriera, hice caso y dejé de llorar —empieza a temblar y veo cómo comienza a llorar—. Echo de menos a mami, no quería que muriera por mi culpa.   —No fue tu culpa, Jack —le hablo de la manera más clara y suave posible, para que entienda mis palabras—, tu madre no murió porque le molestaba, de eso puedo estar seguro —le doy un pequeño apretón en el hombro sin hacerle daño, cariñoso— y estoy seguro de que ella te quería. Puedes llorar todo lo que necesites, no te lo guardes con nosotros ¿De acuerdo?    Asiente y me abraza. Suelto una pequeña risa, devolviéndole el abrazo. Veo a Angel apoyada en el marco de la puerta, cruzada de brazos. Puedo ver que tiene una pequeña sonrisa en su cara. Le respondo también con una sonrisa.
Se queda dormido tras llorar y lo metemos en el saco de dormir para que descanse. Nos quedamos en silencio mirándole.   —¿Y ahora qué? —me pregunta, suspirando— ¿Has cambiado de idea? ¿Lo dejamos a cargo de Leonardo? Ya ha conseguido llorar, no nos necesita más, lo hemos solucionado.    Me froto las manos nervioso. Parte de mí quiere dejarle aquí porque sabe que es peligroso. La otra parte, es como aquella sensación que tuve con Macie, el querer protegerla porque se veía indefensa. Ahora lo siento con Jack. El instinto de protección es claramente es diferente.   —Yo… —me mantengo mirando a Jack. Está solo en este mundo, no tiene a nadie. Nadie salvo nosotros—. Como te dije, solo confía en nosotros.   —Jake, entiendo que es fácil haberse encariñado con él —se aproxima a mí, cogiéndome la mano—, pero la diferencia entre unos adultos huyendo a un niño, es que necesitan más cuidados —aparta su mano y la veo abrazarse a sí misma, incómoda— y es complicado para mí, pierdo los nervios y por poco hoy no le grito por meter la pata. A mí esto no se me da igual de bien que tú.    La observo detenidamente, viendo cómo observa a Jack. Acaricio su mejilla con cuidado, subiendo despacio hasta colocar su cabello detrás de su oreja. Me acaba mirando, dolida.   —Yo creo que lo has hecho bien —contesto con una sonrisa—, no hay nadie mejor que tú para cuidarle.    Suspira aproximándose a mi cara. Comienza a besarme despacio y yo la correspondo. Nos acabamos levantando, saliendo del cuarto, para irnos al cuarto del ordenador y la siento en mi regazo, continuando con los besos.
Acaricio su cabello mientras que ella está acostada en mi pecho, respirando con tranquilidad. Me abraza con fuerza y alza la vista.   —¿Cuál es el plan? —me pregunta, con la voz casi sin aire.   —Cuando tengamos el carné de identidad y el pasaporte, necesito que compres dos billetes para Italia.   — ¿Por qué dos? —se incorpora mirándome con el ceño fruncido— Jake…   —Yo iré también, pero lo haré en autobús.   —O sea, que eso de que nuestro viaje será difícil no se aplica cuando hay un niño de por medio —va diciendo mientras se levanta y coge su ropa del suelo.   —Y porque tenemos dinero todavía para él —cojo también mi ropa y me visto, para después colocar mis manos en sus mejillas—. Ángel, no te enfades.    Le doy un pequeño beso, pero eso no hace que cambie la expresión.   —Es que… —inspira profundamente— Pensé que seríamos solo nosotros dos.   —Tú me has hecho volver a ser el hombre que una vez fui, alguien que ayudaba a quien más lo necesita —aparta la mirada, pero coloco mi mano en su mejilla, haciéndola mirarme— y no puedo dejarle solo, no sería correcto.    Asiente despacio, colocando ella ahora sus manos en mis mejillas para besarme.   —Pero nada de llamarnos ‘papá’ y ‘mamá’ en privado —dice finalmente.   —No sé, creo que te queda muy bien ese apodo —bromeo, cogiéndola de la cintura.   —Ni en sueños.    Me río y vuelvo a besarla. Es una manera diferente de huir que nunca había pensado. Sé que es peligroso, pero los tendré a ambos a salvo.
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Capítulo 9 pronto
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citasdejulz · 1 year
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Traer un post its en un café y escribimos cumplidos personalizados. cuando la gente vaya al baño o se distraiga aprovechamos a pegarselo en su lugar y nunca se pueden enterar que fuimos nosotrxs. 
Ir a Parque Masayoshi Ohira, traernos un canvas que se pinte con tipo acuarela de Miniso ($258, o algo así, seria para ambxs).. y pintarlo. Podríamos comprar snacks de antemano y hacer un dia de picnic.
EXPERIENCIAS INMERSIVAS
Dream. Fantasy Lab. $340
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Sensea immersive. Inside Banksy $220-250 
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Wintern Lantern. Forum buenavista (eje 1 norte  259, buenavista, alcaldía cuahutemoc)  11-20:00. $120-$150 
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Kidzania para adultos igual le llaman "Noche de amigos". No se por qué los costos varían tanto. $250- $350
1000 videojuegos. "Arena". Centro Comercial Santa Fe.
Secret Donut Society. Dinámica distinta. 
Video en YouTube 
Tienes que buscar tu dona tú sólito porque la esconden o algo así entendí. Lugar aesthetic e instagrammeable.
Lun-dom 10am-9pm. $100 
Escape Rooms de Coyo y Bosques 
$350 x2 personas de Lunes a miércoles
Te encierran en un cuarto y tienes que resolver todos los acertijos para poder salir. Trabajo en equipo. Tenemos 1 hora para salir.
Se tiene que pedir con anticipación por medio de de sitio web. Tiene muchas temáticas. 
MÚSICA
Concierto Breakbot
Bar Oriente, Roma
Mayo 14, 10:00pm-4:00 am
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$500 boleto
Concierto Snarky Puppy (jazz experimental con toques medio trashy. No hay nada igual)
https://youtu.be/SiLSeVPQ0k0
Auditorio Blackberry
Junio 1
$1,100 vista general
Concierto Siddharta
Foro Sol, viaducto
Diciembre 9
$600 boleto normal
Tokyo Music Bar ($340). Tiene bossanova
Es un speakeasy 
Río Pánuco 132, Cuauhtémoc, 06500 Ciudad de México, CDMX
Parker & Lenox
Col. Juarez. Jazz
Pizza Jazz Café
Portales Oriente, Benito Juarez. Jazz y pizza de horno.
Cocoliche
C. Versalles, Juarez, cuahutemoc. Jazz.
Zinco Jazz Club

Calle de Motolinia 20, Centro Histórico de la Cdad. de México, Centro, Cuauhtémoc, 06050 Ciudad de México, CDMX
PARQUES
Parque nacional fuentes brotantes 
Alcaldía Tlalpan 
Pabellón Nacional de la Biodiversidad
Gratis, pero tienes que registrarte en una página primero 
Coyoacan 

CAFES Y RESTAURANTES INTERESANTES 
El Ocho 
Tiene juegos de mesa- Condesa 
Café C
Del Valle, Metrobús Nápoles. Arte en latte 3D con michis y axolotes.

Petite Gateau Café
Postres super aesthetic y a precio MUY accesible para lo que es

Estación Cereal
Venden 150 cereales con leches de colores y toppings; waffles. 
Hay cafés con temáticas de Alicia en el País de las Maravillas, Lovecraft, Harry Potter, brujas… ya los visite pero no me molestaría ir de nuevo, aunque preferiría nuevo.
TEMÁTICA ASIÁTICA 
Parque Masayoshi Ohira. Aspecto y lago japonés estilo.
Asociación México Japonesa,
Calle Fujiyama 144, col. Las Águilas, alvaro obregon.


Habrá cover de animes con la banda BAKEMONO, $50 el 13 y 14 mayo, 14hrs
Río Kan hotel con tatami 
Río Pánuco #166, cuauhtémoc 
Little Tokyo, barrio japonés 
río panuco, río lerma, río ebro, col. cuauhtemoc 
El Barrio Chino de Viaducto
Entre La coruña y calzada santa anita, viaducto piedad, iztacalco 
Xinkuan shi
Club donde los jóvenes pueden aprender y desarrollar danza de león China 
Monte Elbruz- piso 6, lomas de chapultepec
ACTIVIDADES
Café de filósofos. Imparten un tema para cada miércoles los de la facultad de filosofía los de la UNAM para DEBATIIIIRRR wowow
7-8pm. 
$100 incluye café
Zunzun, Jungla Insular 
ig: @zunzuninsular
Córdoba 14, Roma Norte
Esgrima
Sala de Armas UNAM
Terraza cerámica
4 clases de cerámica
$1800 clases de adultos
Martes o jueves 6-9pm
Brunch+ Café/vino/clericot+waffles+ Pintar en lienzo (3-4hrs)
Vainila Bar, Insurgentes Sur 615, Napoles 
$680 por persona
CreARTE
Pintar con lienzo + una copa de vino con otras personas
$499
Cada jueves (aparentemente)
Tienen temáticas para pintar
A veces pintan en tote bags
Es en Farina, Polanco (no sé si siempre).
Video:
https://www.instagram.com/reel/Cr03HSZASdM/?igshid=NTc4MTIwNjQ2YQ==

Tiro con arco. $168 x mes.
Injuve- calzada México Tacuba 235, alcaldía Miguel Hidalgo. Clases baile de k pop. Gratis.
No es que sea fan de kpop realmente, pero me encanta bailar todo excepto ritmos latinos (solo no se me da jajajajasj).
Granja Interactiva Azur
$100 por niño 
(Puedo fingir ser menos de edad y quizá me lo crean)
Desde el 7 y hasta el 30 de abril
Inspark, primer Parque de realidad virtual.
$275. 
C. Lago Zurich 119, Granada, Miguel Hidalgo, 11529 Ciudad de México, CDMX

Festival Farolito Splash. Actividades familiares y divertidas en agua. Cuentacuentos. Gratis. Faro Aragón.
https://www.timeoutmexico.mx/ciudad-de-mexico/ninyos/farolito-splash-festival-pa-la-chaviza-gratis-en-faro-aragon
Festival Splash tendrá actividades con agua el 30 de abril, a partir de las 2 de la tarde.
Si llegan puntuales, podrán ser los primeros en moverse al ritmo de la música rodeados por completo de espuma. También habrá retos y, en caso de que no sean tan buenos en el baile, habrá coreografías a seguir. A las 2:30pm comienzan los juegos con agua para toda la familia. A las 3pm será la hora de jugar en grande, con tableros a gran escala.
Para finalizar el día, habrá cuentacuentos con un performance visual que incluye videomapping. Y, como si estuvieran en el bosque, tendrán casas de campaña y sleepings mientras se proyecta El gato con botas.
NO CONVENCIONAL
Break Out Narvarte, romper cosas y relajación con sonidos binaurales y 5 canciones previamente elegidas por ti

Nicolás San Juan 454, Narvarte Poniente, Benito Juárez, 03020 Ciudad de México, CDMX Entre Romero de Terreros y Xola, 03020
Cabarets: 
Barba Azul, en Coyoacán

Esta mucho más completa en Google docs lol
https://docs.google.com/document/d/1GpURUYXU0Y0DwzQ0dstrfzu9ueISvNiQTDvnLqyHT1s/edit?usp=drivesdk
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Qué autores PAGARIA por ver…
Si uds saben de eventos con ellos, me avisan lol
Magdalena Bay.
Stromae.
OVERWERK.
Tessa Violet.
HAYLEY WILLIAMS!!
Luna Shadows.
Glass Animals!!!!
GRIMES.
Halsey.
Anima!
Laura Murcia.
Half alive.
Innerpartysystem.
Yeule.
The Comet Is Coming.
The National.
Justice.
Bbno$
Bandalos Chinos.
Clairo.
Unknown Mortal Orchestra.
Monarchy (Monarchysounds).
XYLØ.
TENDER.
The Marías.
Billie Eilish!!!!
Breakbot.
HUNNY.
Molchat Doma.
Vulfpeck.
James Supercave.
Miel de Montagne.
Owen Pallet.
Kero kero Bonito.
Clarence Clarity.
Sam Hulick.
Jack Wall.
Venus VNR.
Kid Francescoli.
Coldplay.
Empire of the Sun.
Puto Chino Maricón.
One True God
Abuela Malinalli (lol)
Snarky Puppy
Muse.
KUNZITE
Grandson
AViVA
Of Verona
Su Lee
Kiltro
Jamiroquai
Sisyphus
Imogen Heap.
Orla Gartland
Ky Vöss
The Neighbourhood
The Horrors
Sampha.
Dua Saleh!!!!!
RHYE!!!!!!
TV ON THE RADIO!!!!!
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tastaturean · 1 year
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Reto 17 (Reto Quincenal): Con un mínimo de cuatro personajes. Uno en  primera persona y escondiendo un secreto a los demás. Mínimo 1000  palabras, máximo 1500 (1278) Rating: Tan “maduro” como inocente Reviente: …secretos de juventud
La fiesta de pijamas del personal de Hogwarts
Sólo  a Albus Dumbledore podría ocurrírsele celebrar Halloween con una fiesta  de pijamas de profesores en su despacho. No me importa soportar los  ronquidos de Hagrid en su saco de elefante a altas horas de la   madrugada, pero tener a Sybill al lado soñando predicciones en alto no   es una perspectiva muy alentadora.
De momento estamos todos sentados en  confortables sofás alrededor de una cómoda mesita de té llena de pastas y  bollos, como si la opípara cena de hace escasa horas no hubiese sido  suficiente. A este paso, no va a haber faja mágica que me contenga. Pero  una más…una más no me hará daño, ¿verdad? Albus sabe cómo y dónde  acariciar el punto débil de las personas. Oh, una sola más.
Cuando por  fin nos cansamos de debatir los expedientes escolares más notorios y  notables, Flitwick propone un juego que se supone nos amenizará la  velada hasta la hora de dormir.
- Cada uno contará la  experiencia más loca de su juventud, la que con más nostalgia recuerde,  la que sin duda volvería a repetir -explica, y sonríe de soslayo a  Severus, para que relaje el semblante tenso que se le ha quedado.
-  ¿Demasiado vino en la comida, profesor? -es la respuesta del maestro de  pociones.
Y aunque ahogo una risita, como los demás, debo reconocer que  se me ha puesto hasta el último pelo del moño de punta. ¿Experiencias  alocadas? ¡Minerva McGonagall nunca ha protagonizado ninguna anécdota  alocada! Ni siquiera en sus tiempos de quidditch. O al menos, esa es la  cara que ofrezco a la galería de profesores en un estado ebrio-festivo  moderado pero latente.
- ¡Empezaré yo, entonces! -anuncia  Flitwick- Cuando era estudiante, una vez me reuní con mis mejores amigos  y nos disfrazamos de enanitos según un libro muggle para niños que  consiguió uno, no sé cómo. Logramos convencer a una bruja muy simpática  para que hiciera de Blancanieves y nos fuimos de paseo por Londres en  carnavales fingiendo que teníamos efectos especiales muy sofisticados  para la época. Tuvimos tanto éxito que un tal Spiul…Spiel…bueno, un  señor que decía ser director de eso que los muggles llaman cine, nos  quiso contratar para una de sus películas. Si no hubiésemos tenido medio   curso por delante...
Albus ríe de buena gana; Severus arquea   media ceja y sorbe su té; Sybill examina con el ceño fruncido los posos de su taza y luego vaticina un futuro alternativo prometedor para   nuestro profesor de encantamientos, de haber elegido la otra carrera.
-  Pero lo hecho, hecho está. El pasado es el pasado y no se puede   cambiar. – suspira Sybill- Ahora yo, con tu venia, Dumbledore   –carraspea- Bueno, lo que yo os voy a contar tuvo lugar hace unos años, porque claro, la juventud es algo muy relativo que nunca te abandona a menos que la eches – sonríe, ajustándose sus enormes gafas- El caso es que fue mucho antes de que Dumbledore me llamara para cubrir la vacante  en Hogwarts. Digamos que andaba sondeando los rumbos posibles que me   deparaba el destino, y barajando las mejores opciones –buscando trabajo como cualquiera, a ver quién pagaba más y quién quería a un pequeño gran  fraude, pero mejor me callo y sorbo mi té para que no se me note la  guasa- y me surgió un pequeño trabajo para una emisora mágica local, que  buscaba una radioadivina para las gentes supersticiosas del lugar. Al  principio me iba a negar, claro, porque unas artes tan depuradas como  las mías no se pueden someter a un estricto horario radiofónico; pero  decidí intentarlo durante un día y...oh, ¡fue maravilloso! Conseguí  predecir 5 muertes, 3 engaños, 2 enfermedades incurables y hasta 8  grims, ¡y acerté uno de cada 10! Aún recuerdo las lechuzas de   agradecimiento que estuve recibiendo durante semanas…- comenta, y se   rasca una verruga diminuta junto al ojo izquierdo, fruto seguro de una   maldición agradecida.
Hagrid se carcajea ruidosamente y agita la mesa; Severus se atraganta con una pasta y Flitwick le da unas   palmaditas en la espalda. Sólo Dumbledore sonríe cortésmente. Yo doy   otro sorbito a mi té y dejo que otro tome el relevo. Hagrid carraspea   dos y hasta tres veces antes de empezar a hablar.
- Pues   yo…err…recuerdo aquella vez que me guardé a escondidas una cría de…un   bichito muy simpático que, de verdad, no mordía ni era peligroso, ni   venenoso, a menos que se le pisase por error la cola; y claro, era   difícil no hacerlo porque tenía la manía de deslizarse por entre los   pies de la gente para mordisquearles la ropa, hasta que hubo cierto   accidente que…ah, y también aquella vez que solté a aquella cría de yeti  de aquel circo ambulante de invierno y la traje a mi cabaña. Pero se   escapó y no he vuelto a saber de ella. Claro que poco después fui a   visitar a Aragog y había unos restos de esqueleto que no parecía humanos  en su nido, pero imagino que sería un centauro mutilado o alguna otra criatura de paso. Y también aquella vez, con la cría de…
- Creo que ya es suficiente, Hagrid, muchas gracias. Imagino que tus colegas profesores ya se han hecho una idea.
Los  profesores Vector, Sinistra, Sprout, Trelawney y Flitwick miran cada   uno en una dirección o buscan manchas en su túnica. Severus no oculta su  gesto de repugnancia y yo sigo sorbiendo la tercera taza de té y dejo que hablen, ¡que hablen ellos!, porque  Minerva McGonagall no tiene nada  interesante que contar. No señor.
Cuando Sprout termina confesando sus  “experimentos” con las hierbas medicinales en pipa y sus efectos en  buena compañía a la luz de la luna en un invernadero solitario,  decidimos irnos todos a dormir.
Por suerte, Albus ha sido precavido y  hechizó la puerta una vez entramos todos, de modo que Severus, como era  de esperar, no trate de escaparse a sus mazmorras después de confesar  que en cierta bacanal Slytherin de fin de curso, lograron vestirle con  la túnica de gala de Narcissa Malfoy y untarle de maquillaje hasta las  cejas. Sí, recuerdo que luego Lucius no dejaba de hacerle gestos  lascivos burlones a la hora de las comidas.
- Severus, ¿a dónde  vas? Tu saco está ahí, junto al mío –señala Albus amable pero  firmemente. Y estamos todos metiéndonos en nuestros improvisados catres  con cierto bochorno y sensación de “dónde me he metido, por Merlín y mis  ancestros”, cuando nuestro director remata- Ah, Minerva, y espero que  no te hayas hecho la falsa ilusión de escapar de tu turno de narración.  Mañana durante el desayuno nos contarás alguna historia divertida, de  esas que crees que no te extraerían ni con veritaserum. Ahora, ¡buenas  noches a todos!
Las luces de las lámparas se apagan y de  inmediato me pongo a pensar en una historia plausible y lo  suficientemente decente como para compartirla con los demás profesores.  ¡Ni hablar de contarles la que lleva rondando mi cabeza durante toda la  sesión! La que Albus, tan agudo él, parece haber adivinado en el brillo  de mis ojos mientras me evadía del monótono relato semi anecdótico de  Vector: el año en el que el equipo ganó la copa de Quidditch y todas mis  amigas y yo nos fuimos a celebrarlo a un santuario secreto de brujas,  un día de luna llena, bañándonos desnudas en la fuente bajo las  estrellas, cantando himnos prohibidos y construyendo hermandades  perecederas pero ¡oh! tan bonitas entonces.
Y, soñando con aquella  noche memorable, no escucho ni los ronquidos atronadores de Hagrid, ni  los augurios somnolientos de Sybill, ni el rechinar de dientes de  Severus, ni la risita pícara de Albus, que sé, oh sí, sé de buena tinta,  que nos está examinando en sueños a todos.  
En la fiesta de Albus, en la fiesta de Albus, todo el mundo salía con algún secreto de minus
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Publicado originalmente en el Gremio HP de Livejournal en septiembre de 2004 aquí.
Nota: Los versos finales hay que cantarlos con la melodía de "En la fiesta de Blas". Es muy malo, pero tenía que hacerlo : X
Los retos del Gremio HP los voy recopilando en Wattpad aquí.
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drzito · 2 years
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Esta semana, diez películas de los 90. 
Cuando fuimos brujas (Nietzchka Keene, 1990)
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diario-vespertino · 2 months
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Quién fue María Felicitas Jaime, autora de la gran novela lésbica argentina del siglo XX
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María Felicitas Jaime (1950-2017) fue periodista, escritora y militante feminista. Integrante pionera de la CHA, escribió la gran novela lésbica del siglo pasado. Es 1985. Hace apenas 3 años que Argentina recuperó la democracia. María Felicitas Jaime, escritora, periodista, lesbiana, se sienta y escribe.  “No es fácil ser homosexual en una ciudad como Buenos Aires que pese a su cosmopolitismo, aún conserva resabios de gran aldea y aún tiene demasiado frescos los recuerdos de la última dictadura, durante la cual fuimos perseguidos como en cualquier caza de brujas que se precie”.  Escribe, pero no con su nombre. Firma con el seudónimo María No. El texto es para la revista Diferentes, dirigida, sobre todo, a varones gays. Y les dice que si ser homosexual fue difícil para los varones, “mucho más duro fue para nosotras, no porque seamos más perseguidas: una estadística de entre casa demostraría que por una chica detenida hay o hubo 10 chicos. La persecusión con nosotras trabaja de manera diferente, a la mujer en general se le niega el derecho a su sexualidad, existimos en tanto objeto para el goce del hombre”. 
Una pionera 
María Felicitas Jaime (1950-2017) fue periodista, escritora y militante feminista. Trabajó como redactora de Radio Nacional, escribió para las revistas SuperHumor y Diferentes, también para el diario Los Andes de Mendoza. También fue guionista de televisión y secretaria de redacción del Semanario Diálogo. Escribió una colección en fascículos sobre educación sexual y cuentos en libros de bolsillo sobre temática erótica. Según una entrevista inédita de Juan Queiroz a Marta Paz, Felicitas integró el primer grupo de «Mujeres de la CHA».  Teresa De Rito, la primera vicepresidenta de la CHA, la recuerda: “Fui la primera mujer y sindicalista en dar la cara, la segunda Celeste Carballo, Felicitas en una revista aportó lo suyo, luego Ilse Fuskova”. Dentro de la redacción de Diferentes impulsaba la edición de ‘Diferentes Mujer’. Pero, aunque salió publicitada en la misma revista, el proyecto nunca se concretó. Como cuenta el archivo de Potencia Tortillera, en los últimos 10 números de Diferentes, María No fue la encargada de firmar las editoriales publicadas en la primera página. 
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Presentación de Diferentes Mujer, una edición que nunca salió. Archivo: Moléculas Malucas
Una novela lésbica en los 90
Felicitas migró con Bea Albertini, su pareja, a Madrid en los ‘90. Allá publicó Cris & Cris, en 1992. La novela cuenta la historia de Mariana, una periodista lesbiana que vive en Buenos Aires y un día conoce a otra Cris, una abogada casada con un hombre. “Cuando apareció la novela en España fue un boom, pues aunque ya estábamos en los noventa, casi no se hablaba de lesbianismo; apenas de gays. Se vendió muy bien. Gracias al éxito de la novela, intervino en varios grupos de lesbianas que la invitaban y caían rendidas a sus pies ya que llegaron a amar Cris & Cris”, cuenta Bea. 
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Edición española de Cris & Cris Dictaba talleres de lectura y escritura, algunos en las bibliotecas de la Comunidad de Madrid. El curso que dictó en la Universidad de Verano Maspalomas, Gran Canaria, tuvo récord de asistentes: hablaron del libro, de lesbianismo, de feminismo.  “Emigramos a España en parte por aventura, y en parte por la situación política y social. En lo social, parecía no haber sitio para nosotras, fue una sensación bastante fea que sientes en tu propio país”, dice Bea. Para Bea, Felicitas no fue sólo su pareja, sino también una gran luchadora por los derechos de la gente oprimida, una persona a la que “le importaban todas las minorías silenciadas”. Cuenta que en notas periodísticas y en radio denunció el trabajo infantil, que hablaba de lesbianismo y de la opresión de la mujer, y que lo hacía con ironía y figuras retóricas para evitar la censura reinante durante el gobierno militar. Aunque, igualmente, la censura llegó en forma de amenazas y despidos.  “Felicitas fue una mujer estupenda, generosa, abierta. Estuvimos juntas treinta y pico de años, y desde el día que nos conocimos. Para mí fue toda una aventura”, dice Bea. Felicitas recibió cientos de cartas en España tras la publicación de Cris & Cris. Lesbianas y madres de lesbianas le agradecían: el libro les había hecho comprender mejor a sus hijas. A Cris & Cris le siguió Pasiones (Horas y Horas, 1994) y Cenicienta en Chueca (Edisco Editorial, 2003). También publicó cuentos, libros colectivos, y novelas eróticas de bolsillo bajo seudónimo. 
La militancia antes del exilio
En 1985 escribió en la revista Diferentes una nota titulada “Para un gay nada mejor que otro gay”, donde entrevista a cuatro lesbianas. Firma bajo el seudónimo María No. Era la única columna dedicada a lesbianas. La audiencia y el contenido de la revista era para y de varones gays.  María No cuenta ahí que, después de una intensa búsqueda, logró reunir «a cuatro chicas homosexuales para charlar sobre sus cuestiones específicas dentro de una organización mixta como la CHA, pero básicamente protagonizada por varones. Bien podrían esta entrevista y este testimonio representar un llamado a sus pares a organizarse para debatir acerca de la autoexclusión que les pesaba y sobre el silencio del feminismo heterosexual”, explica Moléculas Malucas, donde aparece este archivo.  En el texto, Felicitas escribe: “A nadie le preocupa que un hombre pasados los treinta no se haya casado, una está harta de las indirectas de tías que en cada fiesta o velatorio familiar le pregunta: “¿Y vos, para cuándo?”, y ya se sabe que tiene colgado el cartel de solterona, lo cual resulta un estigma así una logre el Nobel de algo”.  Y sigue: “Estas sutiles formas de la represión paradójicamente, en vez de otorgarle más libertad, la sume en estado paranoicos. Cuando vive en pareja se siente señalada, en su laburo se relaciona lo menos posible con mujeres, se hace llamar veinte veces por algún amigo (…). Por esto llega un momento en que la conclusión parece obvia: Para un homosexual no hay nada mejor que otro homosexual. Aunque esto, hasta que las cosas cambien, signifique encerrarse en un ghetto y desde allí pelear por nuestros derechos y lograr la integración gradual y sana con el resto de la sociedad”.  En el año que Felicitas escribía ese texto, la CHA funcionaba a través de distintos grupos, que se reunían cada uno en casa de un miembro, en general una vez por semana. Ella integraba el grupo Oscar Wilde, que nació en 1983. “Era un grupo chiquito que funcionaba también como espacio de contención, para compartir historias comunes. María Felicitas Jaime se sumó un poco después que yo. Hablábamos de todo un poco. Con el grupo hicimos algunos textos sobre la derogación de los edictos policiales”, cuenta Marta Paz en Nosotras, las homosexuales, del archivo Moléculas Malucas.  Se sentía muy bien en ese grupo que formaban unas 8 personas “todos bastante cultos y dedicados a la lucha a favor nuestro”, dice Bea. En ese espacio pudo militar con su nombre y apellido. Durante el festejo en Plaza de Mayo por los 100 días de democracia, Felicitas desfiló con su pareja bajo la pancarta de la CHA. 
El rescate
En 2023 se publicó por primera vez en Argentina en la Editorial De Parado, que dirigen Mariano Blatt y Fram Visconti.  Mariano y Fram consideran que es “la gran novela lésbica del siglo XX”. ¿Por qué? “Porque no existen novelas lésbicas argentinas en el SXX que traten el tema de la sexualidad tan libremente, no como un problema ni como una carga. Para Mariana la protagonista ser lesbiana es parte de su vida, lo toma naturalmente. La mayoría de las novelas gays del siglo pasado son crueles con los personajes queer y con finales atroces para aquellos que se atreven a cruzar los límites de la heterosexualidad”. Llegaron a ella por Juan Queiroz, un investigador y coleccionista que está a cargo, junto a Mabel Bellucci, de Moléculas Malucas, una revista digital y proyecto crítico cultural que recupera archivos queer. “Dos novelas (incluyendo Cris & Cris) y un libro de cuentos fueron publicados en España en editoriales especializadas en literatura queer y nunca llegaron a nuestro país. Eso nos pareció rarísimo. Igual nos contó la viuda que el libro tenía una pequeña circulación en Argentina entre sus amigas y conocidas que la convirtió en novela de culto. Solo era cuestión de publicarla y acercarla a nuevas generaciones”, explicó Fram a Agencia Presentes.  Felicitas murió a los 66 años en Mendoza. “Nos dejó en 2017; y también nos dejó una novela inédita y un libro de poemas inconcluso”, cuenta Bea. El segundo libro, Pasiones, saldrá en abril, el mes que viene, en Argentina, publicado por la Editorial De Parado.  :::Rosario Marina para Agencia Presentes::: Read the full article
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gatagris · 6 months
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Alaya
Era la primera vez que visitaba Tongoy desde el tsunami. De eso, casi diez años, pero mis padres querían volver a ver la tierra y el mar que acompañaron nuestra infancia de antaño. Había un encanto en ese lugar que siempre te hacía volver: era el verano mismo. La playa llena de niños corriendo y nadando, los surfistas batiéndose a guerra con las olas, los helados, los vendedores ambulantes, los jugos en piñas cortadas por la mitad, las quemaduras del sol inclemente. Todo, absolutamente todo, era el verano.
Pero un día de septiembre el tsunami azotó la zona de la cuarta región con epicentro precisamente en Tongoy y las cosas cambiaron. Nunca más volvimos; el verano había acabado. Para los habitantes del balneario y para nosotros los fieles turistas.
Por eso cuando fuimos ese día de octubre a Tongoy realmente no esperábamos nada. No sabíamos mucho sobre su reconstrucción, apenas teníamos noticias sobre esta, pero habíamos escuchado que estaba bonita, que las obras habían quedado pintorescas.
Íbamos con ánimos de encontrar un pueblo hermoso, pero por la época hallamos un pueblo fantasma. No sabíamos cómo era en época estival, pero por octubre estaba vacío de casi toda alma. Los puestos de las ferias artesanales no tenían dueño que quisiera vender a un precio exagerado sus creaciones y los restaurantes se peleaban con palabras afiladas a los pocos comensales que pasaban por la caleta mirando las renovaciones después del tsunami.
Todo estaba cambiado y era un tanto deprimente, como me sentía yo en ese momento, pero mi familia quería alojarse en el pueblo para unas pequeñas vacaciones frente al mar.
Partimos almorzando en un local extraño o como sacado del campo y puesto a la fuerza en la playa, y todo porque el dueño era ex alumno de mis padres. Aún así, la comida no era mala y la atención era mucho más que excelente. Lo pasamos bien a pesar del frío y las nubes que amenazaban nuestra ida a la orilla de la playa más tarde.
Ya satisfechos con la comida nos pusimos a ver los pocos puestos de la feria artesanal o de lo que intentaba serlo los puestos dispersos por el camino a la caleta. Ahí, en una mesita con figuras hechas de porcelana y arcilla encontré hadas y brujas. Me compré una bruja de tamaño pequeño para protección y un hada para ponerlo en el auto y defenderme de los malos espíritus.
Algo había mal en mi. Todos lo sabíamos, pero no entendíamos qué demonios era. Una depresión profunda que azotaba mi alma como lava erosionando la tierra y sin ninguna razón aparente aparte del trastorno bipolar. Y uno podría decir que esa es razón suficiente, pero había algo oscuro, algo penetrante y profundo que involucraba espíritus, el diablo y entes malignos según varias brujas y videntes.
Cuando ya llegamos al final de la línea de pequeños puestos, encontramos a una mujer sentada con varias piedras e inciensos colocados sobre una mesa. En un cartel se leía que hacía lecturas del tarot. Eso llamó mi atención rápidamente. No sabía si la mujer era de confianza o no, pero en la desesperación de estar perdida, cualquier guía puede servir.
Le comenté a mis padres la intención de leerme las cartas y estos asintieron dejándome sola con la mujer. No recuerdo su nombre, pero sí su sonrisa confiada y amable. Me preguntó cómo estaba y cuando respondí que más o menos, frunció el ceño. Me indicó el precio del servicio y que serían tres preguntas, yo acepté contenta con la idea.
Me pasó las cartas para que las llenara con mi energía, luego me pidió que pensara en una pregunta y que sacara tres cartas. Yo hice como me dijo y le comenté que quería saber sobre la vida. Ella rió y me dijo que era un tema muy amplio, que fuera más específica. Yo temblé, tenía miedo de pronunciar mis próximas palabras:
-¿Hasta cuándo viviré?- Y no era que yo quisiera vivir mucho, pero precisamente por eso quería saber.
Tenía una cuota suicida en mi ser que me llevaba a cometer actos en contra de mi misma constantemente. Mis padres no me dejaban sola ni a sol ni sombra.
La tarotista fue dando vuelta las cartas y cada vez que salía un mono nuevo, sus ojos se abrían más.
-Vivirás mucho- me dijo, pero se mordió el labio nerviosa.
-¿Pero viviré feliz?- pregunté, temerosa de la respuesta.
No dijo nada, de hecho creo que evadió mi pregunta y se concentró en los monos del tarot, pero yo no los retuve. Sí entendí que mi vida sería difícil, pero que yo tenía el poder de hacerme fuerte ante las dificultades. Me pareció que eso fue inventado, pero no mencioné nada y recibí de nuevo las cartas para la segunda pregunta.
Esta vez pensé sobre la segunda cosa que más me preocupaba: el amor. Le pregunté sobre esto de la misma forma desesperada que no podía evitar sentir.
-¿Moriré sola?- pregunté con una sonrisa ansiosa y con un deje de vergüenza, pero la tarotista no se rió.
En cambio al ver las cartas tuvo la misma expresión de antes y me dijo: -Morirás de amor-.
Me miró detenidamente, pero no hizo comentario. Yo esperaba que hablara de los monos de nuevo o que me pasara las cartas para la tercera pregunta, que sería de trabajo, pero esto nunca pasó. La mujer tomó las cartas, las agrupó, se santiguó y se paró a buscar algo entre sus ramilletes de hojas, piedras y velas.
En la manta negra donde había puesto las cartas, puso la figura de San Benito. Prendió velas blancas, quemó Palo Santo, encendió lavanda y creó un círculo de amatistas, cuarzo blanco y citrino. Yo no entendía qué hacía y tampoco le pregunté mientras la veía rezar a los cielos y Los Ángeles con pasión.
Se hincó a rezar y cuando eso pareció no bastarle, sacó de su mochila ajo y agua en una botella. Abrió la botella y ahí comprendí que era agua bendita con la que embebió el collar de ajos y se acercó a mi. Yo me horroricé al verla porque pensaba que me lo pondría de corona, pero ella solo me pidió, casi como un ruego que lo llevara a todas partes conmigo.
Lo acepté porque su desesperación me recordó a la mía y mientras lo guardaba en mi bolso ella pasó Palo Santo por sobre mi pelo y mi cuello. Luego, me hizo la señal de la Cruz en la frente y me besó la mejilla. Podía ver sus ojos llorosos y quería preguntarle mil cosas, pero algo me detenía. Solo me quede con dos certezas: viviría largo tiempo, pero moriría de amor. Era paradójico por decir lo menos y me asustaba más no poder.
El ajo en mi mochila se sentía pesado y su olor traspasaba la tela, pero no me importaba. Yo no era tonta. Algo me iba a pasar aquí en la playa.
….
Cuando me junté con mis padres, me preguntaron inmediatamente porqué apestaba a ajo, pero no revelé el secreto dentro de mi bolso y me quedé callada. No preguntaron más sobre el asunto al ver mi indiferencia y prefirieron ir al hotel en el que pasaríamos las tres noches del fin de semana.
Nos acercamos al lado opuesto de la caleta, a la Playa Socos que no veíamos desde el tsunami como había dicho. Iba con el pecho tan apretado que ni la vista Del Mar por sobre el borde costero reconstruido y el puente nuevo me tranquilizaron.
El hotel era antiguo. Mi mamá se había equivocado en las reservas pensando que estaba pidiendo pieza en la Hostería, el refinado lugar para pernoctar de Tongoy, pero en cambio nosotros estábamos en un hotel grande que, sin embargo, los años ya habían pasado por él. Lo único realmente bueno que tenía era la vista al mar, directa e ininterrumpida, y la ubicación que era cercana al centro del balneario.
La recepcionista nos recibió con hospitalidad y nos entregó toallas y las llaves para la habitación. Nos dio las indicaciones de cómo llegar a la pieza y el piso donde nos quedaríamos con una sonrisa, que se desdibujó cuando pasé yo por el lado con mi hedor a ajo. Se llevó las manos a la nariz con asco, pero no dijo nada y no la vimos por el resto del día.
Subimos a la pieza que quedaba en el cuarto piso y entramos a la habitación, observando los murales y las descoloridas paredes y las desvencijadas puertas. No era muy hermoso el lugar, pero era privado y tal como lo imaginamos, la vista sí era preciosa. Elegimos las camas y mientras arreglábamos nuestras ropas y otras pertenencias, mi madre abrió la ventana como si le faltara el aire. No quiso preguntar de nuevo de dónde venía el olor a ajo, pero su rictus demostraba que claramente estaba molesta.
Aún así no se discutió la situación y mis padres confiaron en que mi ánimo estaba lo suficientemente bien como para dejarme sola. Querían escapar de ese olor tan potente y yo no los culpaba. De hecho cada vez que veía a mi papá pasearse con cara de asco, más pensaba que tenía que tirar por el water el collar de ajos. Pero había también algo que me decía que debía mantener el artilugio cerca mío, que era de vital importancia. Incluso cuando lo asimilaba sentía la cruz marcada en la frente como hecha con fuego.
Cuando mis padres se fueron yo me asomé a la ventana, tratando de olvidar las palabras ominosas de la tarotista y poder sentir el olor a sal de mar. Vi unos cabros chicos por ahí correteando bajo la ventana y a otros en el estero bajo el puente jugando a pillar piriguines. No había mucha gente y menos bañándose: había bandera roja, pero el mar estaba calmo. Me extrañó.
No quise moverme de mi lugar porque me sentía muy confundida y de arriba se veía mejor las cosas: los departamentos cuicos de Puerto Velero y las nuevas casas en las Tacas, blancas como el nácar. El nuevo mirador que daba a la roca donde se tiraban los jóvenes estúpidos y temerarios antes que la gran ola moviera todo a su paso, también se podía ver desde ahí junto con la amplitud del océano y la inmensidad de la amarillenta arena que daba la vuelta y cubría partes del estero.
Me fijaba en todas las personas que pasaban y cada una parecía tener una historia interesante. Estaban los niños con sus helados derretidos y pelotas a medio inflar, las abuelas soleras que se devolvían rojas como jaibas desde la playa, las parejas medias calentonas que se notaba se habían corrido mano detrás de esa edificación a medio destruir que quedaba como a un kilómetro, y las familias que no tenían donde poner peces chicos por mucho que hubiesen baldes.
Me relajé un rato mientras el sol iba bajando y ni me preocupé por el paradero de mis padres. Mientras veía entretenida la pelea de dos perros guachos me di cuenta que alguien me miraba. Fue esa sensación de tener ojos puestos sobre el cuerpo y reconocerlo. Fijé la vista en esta persona y ahí la vi: una mujer de más o menos mi edad, joven, alta, delgada, con el pelo más largo que jamás haya presenciado. Era negro y ondulado y parecía confundirse con sus ropas, que por extrañas razones estaban mojadas como si acabara de salir recién del agua. Vestía un vestido color blanco y estaba descalza. Más detalles no lograba ver.
Notó que también la estaba mirando e hizo una seña con su mano derecha de saludo. Luego habló algo, pero fue como si no emitiera sonido. Estaba muy lejos para escucharla, pero de todas formas alcancé a entender que preguntaba mi nombre. Fue extraño y no me gustó la sensación, así que no respondí. Además no me escucharía desde tan lejos.
Giré la cabeza hacia el oeste, pero esta vez escuché claramente una voz diciendo:
-Baja, quiero saber tu nombre-.
Me di vuelta asombrada y abrí mis ojos en par. No quería bajar en absoluto, pero la voz era amistosa y dulce. Me llamó una segunda vez, una tercera y luego una cuarta vez. Yo la seguí mirando hasta que pude notar una sonrisa perlada guiada en mi dirección. Me sorprendió aún más. Me tentó la idea de conocer una mujer en la playa, una aventura veraniega en pleno octubre, así que me levanté rauda y esperé que la chica no fuera parte de mi imaginación.
Por alguna razón cuando salía del cuarto me acordé de los ajos y mis manos temblaron de miedo, pero no iría al encuentro de una mujer bonita con esas cosas apestosas.
Casi corrí por las escaleras y abrí las puertas buscando a la misteriosa mujer. No tuve que caminar mucho porque ahí la encontré: sonriente y bella como ella sola, aunque mojada y destilando agua por doquier. Pero eso no me importó, solo sé que cuando la vi perdí la razón porque sus palabras no salían de su boca. No, ella movía la boca, pero el significado de sus palabras resonaban directo en mi cerebro; se saltaban una parte del camino. Y era confuso, pero delicioso a la vez, una sensación exquisita, como si me rascaran la cabeza.
Me dijo su nombre: Alaya y otras cosas más que no tenían ningún sentido y yo lo sabía, pero no había razón en ese momento para que me importara. Me guió por el puente nuevo hasta la playa mientras me contaba que le gustaba nadar mucho, que a eso se dedicaba y que amaba a aquellos que también se sumergían en las aguas con ella, que era el sueño de todos los pescadores y la pesadilla de las viudas, y que yo era un misterio porque era mujer pero tenía esencia de hombre también en mi aura y que por eso mismo me quería a mi por sobre todos.
Yo movía mi cabeza riéndome de sus sandeces y ella no se molestaba de mi comportamiento, solo llegado un punto tomó mi mano y caminamos más rápido bajo el crepúsculo. Íbamos llegando a la edificación a medio destruir cuando cambió la trayectoria de sus pasos y se dirigió hacia la orilla del mar, donde rompía la espuma. Me sonrió más amplio y me dijo:
-Ya hemos llegado, aquí podrás vivir feliz- me tomó ambas manos y me arrastró hacia el mar con ella.
Yo iba como embobada porque la seguí como loca hasta que el agua me llegaba al pecho. Las olas casi nos daban vuelta, pero a mi no me importaba; yo iría donde fuera Alaya.
Y era mi intención, en serio, si no fuera porque una ola me cubrió y sentí el ardor más fuerte que jamás haya tenido en la vida. En la frente se prendió fuego sobre mi piel y luché por salir del agua y aire. Solté las manos heladas de Alaya y corrí, nadé, salté hacia la orilla para poder apagar o apaciguar el dolor. Me sequé con las mangas de mi chaqueta, pero estas estaban mojadas. Al final el dolor era tan grande que me eché arena sobre la herida que posiblemente tenía en la frente y con eso alivió un poco. Pero esto duró poco tiempo, pues el fuego se avivó cuando Alaya se acercó y puso sus manos sobre mi rostro.
-¿Por qué tienes eso?- preguntó y sus ojos estaban negros enteros, claro reflejo de la furia.
-¿Qué cosa?- apenas pude decir.
-Esa marca horrible. ¡Quítatela!- dijo con furia nuevamente, pero yo seguía sin entender.
Alaya notó que no entendía y, en un acto de odio puro, puso su dedo sobre mi frente que ardió como nunca antes, como si hubieran puesto hierro fundido. Ahí entendí todo, absolutamente todo.
No quería pensarlo, pero tenía sentido. Alaya era el amor que comprendía mi naturaleza, pero era un ser del mal. Por eso tenía que andar con el ajo por todas partes, por eso Alaya quería que bajara de mi pieza donde el artilugio no estaba. Esta era la respuesta a mi pregunta de porqué la tarotista había incurrido en tantos ritos protectores sobre mí, porque se veía tan temerosa cuando leía mi mano y porqué me dijo que moriría de amor. ¿Era este el fin? ¿Caería finalmente ante una criatura del demonio?
Pero luego recordé que dijo que viviría una larga vida. Quizás si sabía salir de la situación podía vivir todo ese tiempo…
Me paré y recé lo primero que recordé. El ángel de la guarda era fácil y esto pareció molestar mucho a Alaya. Con todo el dolor no lo había notado, pero una cola de pez asomaba por debajo de su vestido blanco. Contuve el aliento, ya sabía qué era lo que me perseguía, ¡qué obtusa había sido!
Aproveché su condición y falta de piernas y comencé a correr de vuelta al hotel. Corrí y corrí hasta que mis piernas no dieron más y la criatura ahí me seguía, pero despacio. Subí hacia el puente nuevo y llegué botando agua por todas partes. La recepcionista de antes no estaba y solo estaba un caballero que al verme me retó, pero a mi no me interesaba y subí corriendo las escaleras hasta el cuarto piso.
Ahí vi a mis padres que se sorprendieron de verme toda mojada. Me preguntaron y se preocuparon, pero yo solo abrí mi bolso y saqué el collar de ajos. De lo poco que conocía a Alaya sabía una cosa: nunca me dejaría tranquila si la dejaba viva. Yo era lo que ella más quería. Salí casi volando por las escaleras con el ajo en las manos mientras mis padres trataban de entablar conversación conmigo. Hacerme entrar en razón, pero no pudieron.
Yo busqué por el puente del estero a Alaya pero ella no apareció. No estaba en la calle y no se veía nadando en el mar. Yo lancé dos ajos al mar mientras rezaba y le pedía a Dios que alejara a esa cosa de mi ser y mi alma, aunque nos amáramos, porque yo sabía que la muerte llevaba su nombre. Nunca supe que la vida se sentía tan vibrante como ese día.
Mientras estaba en mis ritos, mis padres llegaron con una ambulancia y dos paramédicos detrás de ellos. Les expliqué todo lo ocurrido, pero nunca entendieron, solo quedé de loca. Traté de forcejear con el hecho de irme a un hospital o a un loquero, pero me sedaron con la ayuda de todos.
Mientras iba haciendo efecto el clonazepam intramuscular y me ponían en la ambulancia, ahí la vi. Alaya con su sonrisa, su vestido blanco y su pelo eterno. Me decía cosas terribles y maravillosas o pudo haber sido el medicamento lo que me hacía pensar así. No lo sabré.
Ahora paso mis días tratando de olvidar lo qué pasó, pero todavía me tienen en el hospital. Ningún doctor logra entender mi historia ni mi fobia por el agua y, por sobre todo, el mar, o porqué rezo tanto.
En mis pesadillas Alaya todavía aparece mientras trato de pensar que tendré una larga vida y que no moriré de amor. No pienso en volver a Tongoy a agradecerle a la tarotista, pero en mis pensamientos siempre está. ¿Ella sabía lo que iba a pasar? Si es así ¿Por qué no me dijo nada? Pero al final sí me protegió.
Alaya está viva, pero yo también. Nuestro amor no nos matará, cruel criatura del demonio vestida de ángel.
Me pregunto cuándo me sacarán del hospital, porque créanme, esta historia es verídica y Alaya existe. Quizás si vas a Tongoy te la encuentras cuando mires por la ventana y te arrastra al mar, aunque a quien quiere es a mí…
FIN
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Lulú
Buscarla fue una experiencia propia, tuvimos que ir en Transmilenio del portal norte hasta el sur. Atravesar la ciudad en pleno sábado, no lo recomiendo porque después de unos minutos las estaciones se vuelven iguales, distintas personas saliendo y entrando, conversaciones en voz alta, llanto de niños, vendedores y colados que parecen actores, siempre el mismo trágico dialogo.
Después coger un taxi hasta el barrio ciudad roma, caminar unas cuadras, porque el taxista se negó a ir más lejos y luego esperar hasta que la amiga de mamá nos recogiera para llevarnos al lugar donde Lulú vivía.
La tía de la amiga de mi mamá fue la dueña original de Lulú, una persona que igual que muchas otras, recibió una cachorrita por navidad y la conservo para que fuera el juguete de sus nietos, pero la novedad paso y la pobre perrita fue dejada en un patio bajo el inclemente y extraño cielo bogotano, días de lluvia y sol.
Cuando vi a Lulú por primera vez fue impactante, parecía recién salida del monte y no de una casa familiar, tenia el pelo lleno de nudos y una enorme necesidad de amor. De esa casa Lulú solo se llevó su pelota amarilla, único gesto de amabilidad de esas personas a mi adorable cachorrita.
Luego fuimos a la casa de la amiga de mi mamá para escuchar sus falsas palabras acerca de lo mucho que le preocupaba el animalito que dormía en mis brazos. Bruja hipócrita pensé al ver al primo de Lulú, el sí parecía un perrito casero y no uno salvaje. Cuando esa señora dijo que esa misma semana pensaba buscar a Lulú, pensé no vale la pena perder palabras en personas así.
Afortunadamente, mi mamá concluyó la visita. Encontramos un taxi que nos llevó hasta el portal sur y luego otras dos horas de viaje con Lulú en el Transmilenio. A las seis llegamos a casa.
Creo que fue la primera vez en mucho tiempo que Lulú estaba bajo techo, observaba todo con extrañeza y esa noche cuando se subió a mi cama, lo hizo como esperando que le gritara para que bajara. A la mañana siguiente la llevamos al veterinario. Después de sus vacunas, un baño y de un necesario corte de pelo, se reveló su adorable ser.
En el presente la única vez que Lulú ha sido tocada por los elementos fue unas semanas atrás, cuando en pleno paseo nos sorprendió la lluvia.
Esta es la historia de ella, pero también la mía, porque aprendí que el amor no solo se trata de relaciones de pareja, como mis padres sino del amor que sentimos por los seres que son parte de nuestra cotidianidad.
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kirliansjrnl · 4 years
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Nueva Granada Parece Mentira
regresar a mi cuarto después de todo lo que he vivido.
ya ni siquiera recuerdo cuántos personajes he creído
(o me han creído) ser y con qué propósito
(si es que ha habido alguno).
Todo se enmarañó después del fénix de Harry Potter qué es Mirtle la Llorona (Shayla Cruz).
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El negro pero cariñoso.
Interpreté el machismo y todo como pruebas cuando lo único era una iniciación en Rosacruz o simplemente en la hermandad del Cristianismo.
El Teatro se fue de las manos y la excursión a Hollywood que tenía algo que ver con Katniss y Bagdad de Rosalía nos trastornó.
Y Zeus y Snape (Dark Lord) con el machismo.
El ajedrez y las damas.
La violencia de género.
Fui a la policía y no quiero volver.
Un asco tremendo.
Estuve luego en el coche Picasso y con Timón y Pumba,
¿o eso fue cuando el robo?
Y Neo era Sirius Black.
Y no debo decir mentiras de la 5ta película de Harry Potter.
Los horrocruxes son los pecados del hombre.
Y la liberación de la Cámara de los Secretos.
Me he identificado con Harry Potter.
Dumbledore era el viejo del viejo y el mar de Cruz Roja o era el de la Axarquía.
El horror que supuso la clínica del mediterráneo.
Todo por creer en medicina no convencional.
Y que la serpiente era agüita de la fuente.
El gitano y los dos payos. Trá-trá.
Y la violencia intrafamiliar como expresión magnificada del amor. Es todo confuso y políticamente incorrecto.
El Código Da Vinci y el gnosticismo lo empezó todo. Desde aquel momento que le dije a mi madre eso (y sentí que Alice y su madre me hablaban en la cabeza y reprimían por aquello).
O cuando me sentí en peligro y escuché a PBH decir que cerrara el instagram.
El sol no se ponía en nuestro imperio.
¿Era todo una identificación con Ra?
¿Igual que pasó en la caravana?
Alí-Babá y los cuarenta ladrones.
Ánfora, príncipe de Persia.
Y el dinero y la sonrisa de la Gioconda, la antisonrisa de Draco y la megasonrisa de Leonardo da Vinci.
El pájaro loco. Y la conversación con Ñu en la que vimos su aura como a un Toro.
Y la carne. REAL de Ernesto Castro. Y el Mito de la soberanía.
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Adolf Hitler y Mozart. Jaime Altozano y el Sib.
Y Ter y la CIA. Y los virus de la Tele.
Y Dios como la Tele.
Y el apagón de mi móvil. Insane parents.
Y Draco como Puigdemon y Doraemon.
Gran Hermano, 1984. Y Ravenclaw - Hawkers.
Y todas las despedidas.
El consejo de sabios. Y Saber y Ganar.
El Priorato de Sion y el machismo.
El brujo, the Witcher. LukeEarGoggle y Netflix.
Las canciones y el año nuevo. -> Chaplin
Y salir de fiesta siguiendo recomendaciones.
Seguir recomendaciones todo el rato. (Dejarse llevar por los demás - Falta de identidad y criterio propio).
El Rey. Y los niños. Cuidar a los niños (espirituales).
Klaus y la cartas. Correos. Las brujas desde el 45.
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La imaginación y los servicios de inteligencia.
La serie sobre el yo y los clones -- better self.
Cuando salí en Granada con el grupo de Canoa y Miércoles le dije que conocía Antigua pero Moderna de su instagram.
Fuimos a misa y me fui. Y luego me preguntó Erika. Y mientras yo subiendo stories raros que describían lo que yo sentía por Alice.
Porque intenté desprenderme de ello pero se volvió contra mí.
Y luego estuve estudiando que era querer a alguien, descubriendo que amor incluye incertidumbre y vaivenes
¿Te quiero es No sé si te quiero?
¿Por qué estaba tan seguro?
¿Era ético hacer eso? Gorillaz y Spinoza.
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El Materialismo filosófico lo empezó todo. M1, M2, M3. Repartiendo arte. Maldita canción. La importancia de M1 por nuestra tendencia a olvidarlo.
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Y la pertenencia de Dios al terreno de lo ideal en M3, y no por ello ser menos real.
Graves problemas con la envidia sexual y la falta de sexo.
Intelectualización en su mayoría. Xorthx, Lea gente del 5to Centenario.
Destitución del absurdo por el materialismo filosófico.
El resumen del Diario durante la inestabilidad profunda es falta de sexo, celos/envidia derivadas de fuertísima dependencia emocional.
Parece mentira que yo haya escrito esto.
Es una persona que le da muchas vueltas a las cosas. Y lo de lo sexual es recurrente.
Ya tuvimos una experiencia sexual con la hija de Seth y fue : interesante pero no lo más de lo más
(hay que tener en cuenta las pastillas del momento).
El caso es que no tiene que ser tan difícil encontrar a una chica. A
En febrero de 2020 tenemos 25 matches en Tinder y creo que a
A miércoles le gustamos. Solo tenemos que ser más valientes y ya.
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entrehojas2023 · 9 months
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La marca de los malditos
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Danielle ha abandonado Ravenswood con una oscura profecía planeando sobre su cabeza y el deseo de venganza instalado en su corazón. Su pasado y su futuro nunca han sido tan inciertos como ahora, y lo único que parece seguro es la rabia que no deja de crecer en su interior. Pero cuando nuevos y dolorosos secretos salgan a la luz y su poder se convierta en algo que jamás imaginó, tendrá que decidir en qué creer, quiénes son sus verdaderos aliados y cuánto está dispuesta a perder para que el mundo entero no termine sumido en las sombras. "La muerte no solía avisar de su llegada y, aunque a veces podía brindarnos una cara más amable y pacífica, en otras se mostraba tan horrenda, cruel y dolorosa que se llevaba consigo algo más que la vida que había acudido a reclamar. Aquella noche, en el límite de los terrenos de Ravenswood, mi cordura parecía haber sido ese algo. En cuanto comprendí de quién era el cuerpo que Wood acunaba contra su pecho y por qué lloraba el lobo blanco, ya no hubo luz ni oscuridad. Mal ni bien. Principio ni fin. Todo lo que quedó fue dolor. El sabor de la sangre y la venganza me cubrió la lengua, y su aroma envolvió mi cuerpo, caló hasta llegarme a los huesos y me apuñaló el corazón de una forma tan certera que supe que nada volvería a ser lo mismo. Yo nunca volvería a ser la misma; no después de que me arrebataran a Dith. Quizás mi visita a Ravenswood sí que me había hecho despertar, aunque puede que no fuera de la manera en la que había creído. Más allá de elevar mi poder por encima de cualquier límite que lo hubiera contenido hasta entonces, me había abierto los ojos a una realidad que no se parecía en nada a la que yo creía conocer. Mi ingenuidad había ido siendo socavada día tras día en aquel lugar, para luego morir también con Dith en el arcén de una carretera cualquiera. La comunidad blanca, al parecer, no era como yo había pensado; la comunidad oscura, a pesar de sus sombras y de lo que le habían hecho a mi familiar, tampoco era del todo como había creído. Mi padre había estado espiando a mi madre y a saber qué había hecho con la información que había reunido sobre ella. Alexander y yo formábamos parte de una retorcida —y también indescifrable— profecía que auguraba el fin del mundo y de la que no sabíamos si podríamos escapar. Y yo había huido de todo eso en un coche con el hijo del asesino de Dith acunándome entre sus brazos. El mundo se había vuelto del revés. Ya no sabía quién era, ni quién se suponía que tenía que ser. Y ya no contaba con Meredith para guiarme y ayudarme a comprenderlo. Supongo que tanto esa incertidumbre como la ira amarga que sentía, y el hecho de que no supiera cómo enfrentarme a una nueva pérdida, fue lo que me mantuvo en alguna clase de estado aturdido del que no conseguiría salir hasta dos días más tarde. No recuerdo casi nada de nuestra huida de Ravenswood, salvo el sonido de los gritos, un motor revolucionándose y la sensación de unos brazos que me rodeaban en todo momento. Tampoco sé cuánto tiempo estuvimos viajando o a dónde fuimos. No sé quién tomó las decisiones o cuál era el plan, más allá de la orden que Mary Wardwell, la directora de la academia oscura, nos había dado de encontrar a Loretta Hubbard, la bruja blanca que había vaticinado la profecía: un oráculo. Pero, por el momento, nada de eso importaba para mí. Mientras dejábamos atrás Ravenswood y, al mismo tiempo, también la academia Abbot; mientras casi todo cuanto yo había conocido y cuanto había conocido Alexander se alejaba con cada kilómetro que recorríamos, lo único que pude hacer fue luchar contra el dolor e intentar evitar que me rompiera, incluso cuando resultaba evidente que ya era demasiado tarde para eso." Read the full article
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ravencherval · 10 months
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Esta herida que sientes con todo tu ser,
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es la herida de todas las mujeres:
cuando no fuimos miradas,
cuando fuimos acalladas,
cuando no se nos celebró nuestra la luna,
cuando fuimos sometidas,
cuando nadie nos animó a ser auténticas,
cuando nos sentimos muy solas,
cuando nos señalaron.
Pero aquí y ahora es DISTINTO.
Lo femenino está DESPIERTO.
Y amorosamente, mirando y abrazando a otras mujeres, juntas, ofrendamos esta herida para que se eclipse, y renazca un nuevo momento y una nueva realidad:
Mujeres dichosas,
andamos con seguridad el mundo,
somos honradas por lo masculino,
somos salvajes, sabias, brujas, doncellas,
somos auténticas y libres,
celebradas y celebramos,
nos miramos, nos sanamos,
y tomamos el derecho divino de ser y estar.
Así sea,
hecho está.
-La Mujer Lunar
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ifwewere-stories · 1 year
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Wrap up abril 2023
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April showers and shit.
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Comencé leyendo Do you know me?, la secuela deTally, la niña tigre, que continúa relatando las vivencias de una niña autista de once/doce años. El primero lo disfruté mucho, así que no dudé en leer este también, y ahora quiero leer la precuela y todos los que haya porque creo que existen dos más.
Belle Of The Ball fue una novela gráfica sáfica cute y entretenida, y Sensación térmica una novela interesante sobre la permanencia de las violencias que se continúan arrastrando.
Como una chispa fue una lectura middle grade bonita y alentadora sobre una niña autista que busca que se erija un monumento a las mujeres que fueron ejecutadas en la antigüedad como parte de la cacería de brujas llevada a cabo en su pueblo escocés.
Y Grass es una novela/biografía gráfica que cuenta la durísima historia de una de las comfort women sobrevivientes coreanas. Me gustó mucho el dibujo y la compasión con la que la autora aborda y relata el tema.
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Terminando con mi ciclo personal de cine sáfico vi Fire y Water lilies, mi favorita de esas dos siendo Fire. (Y en el blog rankeé todas las películas que vi como parte de dicho ciclo).
También vi el documental de Lewis Capaldi, How I'm Feeling Now, sobre lo que vino después del éxito que fue su primer album y las repercusiones que trajo en su salud mental (y también cómo lo condujo a su diagnóstico de Tourette). Suelo disfrutar del lado payaso de Lewis, pero verlo compartir un lado más vulnerable hizo que le quisiese más. Y pues necesito el nuevo album ya, todos los singles me han encantado y no puedo esperar para obsesionarme con el album completo.
Y por último vi Prom Pact porque la vi recomendada en un blog y porque en esta casa fuimos muy fans de Andi Mack (y aquí protagoniza la actríz que fue Andi jeje). La encontré encantadora y entretenida, me recordó al comfort que daban las películas originales de disney channel dosmileras, y sus referencias modernas señaladas casi que como retro me hicieron sentir vieja (sí, hablo de las que se hacen a One Direction e Imagine Dragons jajaja).
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En cuanto a series, vi la comedia australiana Class of 07 y me volví a enamorar de Caitlin Stasey (siendo fan desde el club del dormitorio lolz), la cual es muy loca y grotesca y divertida en su situación apocalíptica, pero también llega a tocar uno que otro tema serio y triggereante.
Después vi This Is Going To Hurt, seriezasa 100% recomendada (en el blog les comento más).
Y luego tuve que hacer maroma y media para ver la adaptación de CBBC de Como una chispa, pero valió la pena. Es muy bonita y excelente en su representación al frente y detrás de cámaras.
Y aprovechando también vi Phoenix Rise, esta de BBC Three, sobre un grupo de adolescentes que se reintegran al sistema de educación regular luego de venir de una pupil referral unit (que según entendí es una dependencia en la que estudian ciertos alumnos cuando los mismos no pueden asistir a una escuela normal por diversos motivos).
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Y ahora no hay albumes porque no escuché ninguno, pero ahí les dejo la playlist.
Bye!
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lordcmaya · 1 year
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Al final de mis dias, al final de la esperanza
Y ahi estaba yo, solo otra vez, ahora mas que nunca por que esta vez ya no estaba con familiares, mis roomates eran apenas conocidos lejanos que poco a poco me iban conociendo, y ahi me hundi en lo profundo de mi ser para descubrir que aquel que yo crei ser, era en realidad un extraño.
Las noches pasaban y yo me refugiaba en lo que podia encontrar, tomar, comer, fumar todo lo que me habian dicho los adultos que los extraños te ofrecen para llevarte cuando eres niño y despues venderte por partes a los hospitales, estuve cerca de la muerte un par de veces, estoy muy seguro de que sufri una sobredosis, primero estaba acostado en el sillon y luego abri los ojos y me estaba arrastrando justo al lado de la puerta de mi cuarto y uno de mis roomates me hablaba por mi nombre y me decia que debia de ir la hospital, volvi en mi y me fui a dormir, y segui vivo al dia siguiente, ahi me decidi a limitar mi variedad.
El tiempo se movia lentamente, y por mi voluntad o suerte se me acerco un alma tormentada que fue encerrada en su cabeza por un pobre diablo, ambos nos permitimos descubrirnos a nosotros mismos aun mas, asi aquel que yo aspiraba ser ahora sin un plano ya podia florecer y crecer indefinidamente.
Y todo estaba bien, no tenia necesidades que no fuesen cubiertas, hacia ejercicio y bebia moderadamente y entonces la vi, aquella bruja a lo lejos con su pose de femme fatale con el cigarro en la mano mientras saca el humo haciendo una pequeña mueca al soplar, sus ojos que atraviesan piedras, su cabello largo y semi ondulado, sus botas industriales, jeans azules de trabajo y chamarra de cuero, un sueño hecho realidad, no podia creer lo que estaba viendo, y sabia que jamas podria alcanzarlo, asi que simplemente voltee a otro lado. El capitan sin embargo decidio jugar al cupido, pero no logro nada.
Otra vez sin un plano y dejando que todo sea real, por que esta vez seria bueno, esta vez no interferiria en nada y si algo nacia seria natural, y asi fue tan natural que no podia creerlo, era demasiado bueno para ser verdad, asi que de alguna forma me convenci de que autosabotearme seria una buena idea. De alguna forma volvimos con vida de eso, solo duramos 1 mes en ayuna, el tiempo paso tan rapido que ahora solo era cuestion de ir a nuestro castillo, y eventualmente asi fue, sali de aquel chiquero que me atrevi a llamar hogar para llegar a un sitio minimamente acogedor, al poco tiempo ella me siguio.
Y cuando llegamos todo fue horror y caos, nuestros pequeños demonios no podian acomodarse tan rapido como nosotros y eso nos causo problemas, despues otras cosas aparecieron y a la larga decidi solo oir y acentir por que ella me dijo que eso era lo que tenia que hacer, o al menos eso entendi.
Desde ahi las cosas estuvieron bien por un tiempo, tuvimos que irnos de nuestro castillo a una mazmorra donde tratamos de arreglar para volverlo un hogar, sin embargo no soporto y nos fuimos ahora a otro castillo, este de madera con largos pasillos y muchas escaleras, ahi estuvimos felices mientras pudimos, al final este castillo fue robado de nuestras manos y nos tuvimos que conformar con irnos a una cueva donde alguna vez un salvaje vivio, yo mismo me encargue de moldear las paredes para que pudiesemos estar felices otra vez, pero esta vez habia algo diferente, mi reina no era feliz y yo lo veia pero sabia que no podia hacer nada por que me dijeron que debia oir y asentir y ahi comenzo el final.
Los jinetes del apocalypsis se hicieron presentes, la indiferencia se asomaba de vez en cuando, el silencio incomodo nos miraba mientras estabamos en cama, la distraccion nos puso a lados opuestos de nuestra habitacion y la decepcion nos volvio extraños que se veian a diario. Yo creia que conocia a esa extraña que dormia a mi lado, que sus ojos, su cabello, su boca, sus manos con uñas largas, sus dedos suaves y secos a la vez, su aroma a mi vida eran los mismos de mi reina pero no era ella, la que alguna vez fue esa bruja que vi a lo lejos y que robo mi mente desde entonces me desconocio y salto lo mas lejos que pudo para alejarse de mi no sin antes mostrarme que ella seguia ahi dentro pero a la vez mostrando una nueva cara que jamas habia visto mientras la voz de mi reina sonaba diciendo que nos volveriamos a ver al menos una vez, dejandome solo en nuestra cueva con nuestras sabanas en nuestro colchon y la mitad de mi reino ahora lejos de mi, y entonces comenzo... Aquel vacio volvio, pero esta vez era diferente por que ahora ese vacio estaba dentro de mi, ya no me sumergi en el, ya no fue tan largo, esta vez comenze a salir yo solo.
Esta vez me conozco.
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hala2021 · 1 year
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Las mentiras paganas
Las religiones son un mundo aparte. En dos religiones aprendí qué es la «taquía». Esto trata de disimular una conducta pagana, cuando se corre peligro de muerte por profesar una religión. Y aquello me hizo pensar en la posibilidad de que en el mundo también haya personas que también practiquen una «taquía» de normalidad, cuando en realidad buscan las peores conductas macabras. Esto me hizo pensar en lo que sucedió por las fiestas de Halloween, que cualquiera sabe que es una fiesta de brujas. ¡Hasta el más idiota lo sabe! No obstante, esa fiesta, nacida en Estados Unidos, ya tomó varias regiones en el mundo. Por ejemplo, en mi país, Argentina, hay Institutos que decoran con monstruos y calaveras, como un culto a la muerte. Incluso hasta en los colegios se disfrazan de muertos y de demonios. ¿Y toda esa gente salió de repente o estuvo varios años oculta practicando su «taquía»?
Y lo mismo pasa en las religiones. Muchas veces algunas musulmanas fuimos testigos de peleas ridículas en Ramadán. Hasta testigos de un musulmán que abandonó a su esposa con un niño pequeño. Entonces, todo me hace pensar que existe una simulación o «taquía» del mundo liberal que se camufla de normal y hasta de religioso. Lo cierto es que no podemos ser tan ingenuos como para no darnos cuenta de que los actos siniestros van en aumento. Todavía recuerdo el caso espeluznante de aquella beba en manos de sus padres, tan crueles, que dejaban que la muerda su hermano —por supuesto entrenado por ellos mismos—, y que incluso el padre la tiraba hacia arriba y le había dicho a la policía que habían «jugado» fuerte con la infante. Los forenses se sorprendieron de aquel caso, en donde descubrieron múltiples mordidas de sus propios padres. Bueno, ese es solo un caso entre miles. Y no creo que eso sea solo por azar.
No me parece casualidad que la mejor gente esté sola o que se perjudique a las mejores personas. Tampoco que la justicia se ponga de parte de los que ocupan de forma ilegal terrenos o que debas pasar años para cobrar una causa por Daños y Perjuicios.
La verdad que dan asco las películas en los cines, en donde muestran las peores conductas de animales, pero realizadas por humanos. Incluso, hasta una diputada en España se atrevió a defender la pedofilia, para que sea ley y que se permita la relación sexual entre un adulto y un niño. Y tampoco me parece casualidad que en Estados Unidos sea legal un templo de adoración a Satanás.
Por todo lo dicho anteriormente, pienso que esa famosa «taquía» no es otra cosa que camuflarse de santo o de ingenuo, para embaucar a todo desprevenido. Hoy, por ejemplo, cuando venía de mis clases de canto, la calle estaba invadida por una marcha a favor del feminismo y del orgullo gay. ¡Tanta gente que cortaba la avenida! ¿Desde cuándo salieron tantos homosexuales declarados en la sociedad? ¿Es moda o dejaron de practicar la «taquía»?
Pero esa conducta de no mostrar la religión no la vi solo en el Islam, sino también en el judaísmo, con la diferencia de que ahí le ponían otro nombre.
Me parece que algo no está funcionando y el peor riesgo lo llevan los niños. Los más indefensos están en manos de la peor gente.
Mañana voy a ayunar. Estoy terriblemente gorda. Y bueno... Por hoy escribí bastante.
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hellocallmeness · 2 years
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"Ese día, Rapunzel se cortó el pelo cortito, y abandonó la torre para siempre... Blancanieves y la Reina Malvada se abrazaron y decidieron co gobernar el reino, Cenicienta dejó plantado al príncipe, y salió de fiesta con las hermanastras y la Bella Durmiente bailó del brazo de Maléfica. Fuimos cientos de princesas, brujas y reinas salvándonos a nosotras y a las otras, tan fuertes en nuestra hermandad, que los príncipes que asistieron sin haber sido invitados, tuvieron que callarse la boca y mirarnos volar.
Cada vez que podemos mirarnos a los ojos, se cae un dragón. Cada vez que nos tendemos las manos, se tejen redes indestructibles a lo largo y a lo ancho del mundo, cada vez que elegimos el abrazo, en vez del juicio, nos volvemos más fuertes.
Cuando lo entendamos, cuando cada una de nosotras lo sepa, seremos realmente felices.
- Cecilia Solá-💕
Cartas para la Manada
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holasoybelu · 2 years
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MARTES 3E
Marzo, Martes 3E
Hoy mí papá me despertó diciéndome que no me podía llevar a la escuela, que la nave estaba en el taller y como ya sabemos tardan entre 2 y 20 años luz en repararla. Muy mala noticia para un Martes.  
Desayuné 2 nubes  de manteca que sobraron de ayer con un tazón de lava que estaba algo tibia, pero me la tomé igual. Guardé mis hololibros y mis lápices láser en la mochila y me decidí a emprender la caminata lunar.
Todo sucedió muy Martes 3E, me demoré porque me quedé buscando mí casco, ya que el pronóstico anunciaba lluvia de meteoritos. No es un tema menor… La última vez casi se me parte la cabeza. Estaba llegando tarde…Odio llegar tarde porque la maestra me hace estar todo el día caminando con las manos y termino agotado. 
Entonces tuve una fantástica idea… recordé que mí vecino siempre deja  desbloqueada su nave y la estaciona en la puerta de mí casa. Dudé unos nanosegundos, y rápidamente recordé que él estaba hace días sin salir, porque se había indigestado comiendo chupetines antigravedad. Así que decidí tomarla prestada, de esa forma llegaría a tiempo a la escuela. Estacioné así nomás y entré, igualmente llegué tarde y pensé que el día ya había iniciado mal e iba a continuar aún peor.  
Me escabullí para que la maestra no me retara. Fracasé y recibí el peor castigo. Esta vez tuve que actuar todo el día como un humano y ya sabemos lo atrasados que están. El día empeoró cuando salí de la escuela y ví que no estaba la nave. Un maldito holograma anunciaba que hoy no era el día para que las naves terminadas en 8 salieran a navegar.
Me pellizqué varias veces para asegurarme que no estaba teniendo una pesadilla, hace años que trato de no ser supersticioso pero cada vez que llega un Martes 3E, el caos interestelar aumenta, ¡y TODO sale mal! Me hubiera tomado un Astrotren, pero recordé que me había gastado la plata  que tenía en un alfajor Capitan del espacio. 
No tenía otra opción, tuve que llamar a mamá que últimamente está un poquito lunática y obviamente se enojó. Fuimos a buscar la nave, y luego de un largo sermón, me puso como castigo no ir al Ovni Park con mis amigos.
Volvimos a casa y mientras la ayudaba con la cena, escuchamos en las noticias que se iniciaba una pandemia a causa de que un marchino se había comido una paloma terrestre y se había infectado. Una noticia que parecía sacada de una película de terror.
Mamá se sintió culpable,como si su penitencia hubiera desencadenado la pandemia, ya que debíamos aislarnos hasta que encuentren una solución, así que de todos modos me quedaría sin ir al parque, me compró mí licuado cósmico favorito y me dejó ver Starflix todo el fin de semana. Yo le dije que se quede tranquila, que sus poderes de bruja no eran tan fuertes! 
Para mí, todo esto fue culpa de la Tierra retrógrada… o del Martes 3E. Eso hubiese pasado si fuese un Marciano, pero como no lo soy, mejor me voy a entregar este delirio a la maestra antes de que suene el timbre.
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