PUTREFACTION

Part 1 –> Part 2 (TBA)

Mercy you were supposed to fight the evil, not join it

The idea of Mercy betraying her own ideals came to my mind and I couldn’t resist so uuh here we go

First part of Overwatch fancomic ‘Frogship’! Incredibly inspired by @vespervescents post here. open in a new tab to read it better!

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Algo usando un meme de referencia 1313~ (Perdí la imagen original alsdjkasld)

Se trata de nuestros OC’s de Harry Potter. Mikhail (Griffindor) - Michi Phineas (Ravenclaw) - Yop

Sí, subiendo algo después de años que no(?)

No he tenido inspiración para nada, sin embargo, me sorprende que algo así lograra salir, en especial porque iba en el transporte público haciendo cada vil línea que well...  Amo a ambos personajes, tienen un carácter que me atrae de sobre manera y especialmente porque comparte seiyuu~~~ Por algo el crossover~ Pero por ahora solo será un boceto~

Me encanta subir las cosas tarde hue~ Pero ni que hacer. D.7- OTP: KuroTsukiYamaAkaa No tengo idea si eso es posible, but, mi mente trabaja a esos cuatro de una forma tan sensual que tsss~ no lo resisto~~~

Tarde para publicarlo, pero sí que lo hice para el cumpleaños de Kei~~~ Amo al desgraciado y era imposible dejarlo abajo, so~ Aquí lo tienen disfrutando del pastel de frutillas~~~

Y comenzando con las shipp raras! Algo de crossover y humanizaciones ~ Se trata de Scar del rey león y Panchito de los tres caballeros de Disney~ Todo es cosa de rol así que es complicado entenderlo~

Cosas random de la bella ship~ el Candy vive!

Participé en un concurso y este fue el dibujo que quedó en tercero~ Yay!

Just a simple doodle~

Es solo una pequeña muestra de lo que pasa por el rol. Me gustó y pronto lo trabajaré completo en digital~

» Julio 5 - 6 = Fantasía -Kuroo [Dragon] -Tsukishima [Half-Ent]

~ ° ~ ° ~

Era molesto, irritante, engreído y su palabra era leí, sino, uno debía de atenerse a las consecuencias, por eso mismo me pregunto ¿Por qué demonios sigo atendiendo su palabra? La respuesta era más que obvia, pero aun así, se me era imposible alejarme.

— Pero miren que tenemos aquí… Jamás había visto algo igual. Sí, serás parte de mi tesoro ahora.

Nosotros los Ent solemos vivir en solitario cuidando de nuestros terrenos, algunos incluso deciden quedarse con sus “familias” para no sentir tan pesados los años que solemos sobrevivir. Pero para mi caso es mucho más diferente, no tengo la necesidad de estar plantado en un mismo lugar y solo ser un observador de mi alrededor, puedo vivir como una persona, merodeando los alrededores y disfrutar del clima, eso es lo que me hace tan ‘especial’ Algo que por nada en el mundo había deseado.

Al final, los que somos diferentes solemos aguantar un rechazo de los que llamamos de nuestra misma especie, eso es lo mismo que solía sentir, al menos hasta que decidí ignorarlos. Aprendí de la vida, aproveché mi fuerza y mi tamaño, incluso la parte que podía regenerarme, con ello ofrecido a un grupo de aventureros descubrí grandes cosas, un mundo más allá de un simple bosque y seres puros que protegían la naturaleza, había mucho más ligado al peligro. Era una emoción cada día pero poco a poco los débiles fueron cayendo, dejándome completamente solo, nuevamente.

Si bien hay un límite para saber con quién te relacionas; siendo un ser que se componía de un 70% de madera y plantas siempre había decidido mantenerme a distancia de aquellos que vivían por el elemento del fuego, pero la vida misma sabe dar sus giros inesperados. Ahora, soy parte del tesoro de un estúpido dragón rojo, aquel que en un inicio me confundió con un maldito árbol una simple tarde de otoño. Fue una queja interminable porque su pesado trasero no se movía de encima, aunque para ser una criatura catalogada como peligrosa terminó siendo sumamente dócil.

Ahora que lo veo, que por sobrevivencia lo he seguido, él no solo evita que me aleje, él realmente desea que me quede a su lado y le haga compañía, es molesto pero al final solo ha logrado que acepte, al final, si planeo escaparme lo primero que hará será incinerarme, yo no espero aquello como mi futuro, mucho menos le daré el gusto a un traga fuego prepotente como este…

— Tsukki, de nuevo estás muy pensativo, solo mírate, tienes más fruncido el rostro. — Y entre sus palabras, solo sentí que apretaba una y otra vez mis mejillas. — ¿Acaso de nuevo te dio la nostalgia? ¿Quieres que volvamos a casa? ¡Ja! Pero si fue tu idea el que saliéramos de viaje. — No es eso… Solo… — ¿Puedes dejar en pensar en todo lo demás? Enfócate sólo en mí ¿Quieres?

Era imposible, aunque me quejara una y otra vez por la actitud de éste hombre, siempre tenía las mejores palabras para hacerme retractar de mis pensamientos, como si tuviera ese poder de mantenerme a su lado, de seguirlo; maldito, podría odiarlo toda mi vida pero…

— Anda ¿Qué te dije? Regresa a mí, mi más preciado tesoro.

Ese trato que me daba era especial, agitaba todas mis ramas y solo me hacía arder internamente.

— Cierra la boca ¿Quieres? Aún tenemos mucho camino que recorrer. Avanza.

Y aunque se me saliera el ser cruel con él, nunca ponía un ‘pero’ a lo que decía, por el contrario, solo sonreía y entre un “Sí, como digas, cariño” tomaba un beso de mis labios y lograba apaciguar mi malestar. ¿Qué no se supone que él es la bestia? Entonces ¿Por qué es tan bueno? Sin duda alguna, por fin encontré en donde plantarme hasta el final de mis días.

» Julio 3 - 4 = Trabajo [ Empujadores ] -Kuroo [30 años] -Tsukishima [28 años] ~ ° ~ ° ~ — Aceptaron mi solicitud de trabajo. — ¿Qué? No me digas que… ¿Estás seguro de trabajar ahí? Sabía que había sido una decisión bastante extraña viniendo de mi parte, todo mundo tenía grandes expectativas de mi persona, en especial por las notas que presentaba, y es verdad, hasta yo me sigo preguntando porque tiré todos mis estudios para llegar a esto… Para muchos saber mi historia es una completa broma, un universitario con fáciles entradas de trabajos, de pagas increíbles por un mínimo esfuerzo, todo eso desperdiciado, puesto que no se pueden imaginar lo que uno debe de vivir cada día en un mundo de tráfico. Aun así, no lo escogí por cualquier cosa, en realidad hay un ‘algo’ que me hizo tomar con claridad mi decisión. — ¡Anda, Tsukki! ¡Empuja con más fuerza! ¡Deja de holgazanear! — No me llames de esa forma… Admito que antes de tomar este empleo se me era imposible encontrar algo que llamara mi atención, los dulces de siempre eran aburridos, nada interesante que contar, ni siquiera las salidas con los amigos podían ayudar a subirme el ánimo, era como si la vida perdiera toda la chispa de golpe, eso fue hasta que la vi. Se trató de una sonrisa que reflejaba por completo el gusto, la emoción y especialmente brillaba más que cualquier cosa, yo quería eso, necesitaba disfrutar de algo que me hiciera poder sonreír de ese modo. Me había retrasado el día en que tendría que recoger mi título de la universidad, por lo cual debía sí o sí tomar el tren, el problema es que estaba tan concurrido que parecía e iba a explotar, aun así, no me apiade de nadie y solo aproveché los espacios, lo necesitaba, no podía perder la primera parada que se presentara. En cuanto llegó, todos los vagones comenzaron a llenarse y justo a poco de que las puertas cerraran me había adelantado para apropiarme del último pequeño espacio en la puerta, eso sí, era quien recibía más empujones del encargado que nadie, lo bueno es que por mi complexión delgada no fue problema instalarme, pero fue el momento justo que lo descubrí. Aquel hombre no gritaba que se movieran por enojo, al contrario, cuando levantó la mirada a mí solo pude apreciar cuan satisfactorio se sentía de que todos entráramos. Las puertas se lograron cerrar con éxito y, sin poder perder de vista al azabache sentí que eso era lo que necesitaba, estar como él, disfrutar lo que hacía y celebrar cada que lograba cumplir su propósito. Lo digo porque aun avanzando este curioso personaje se sacudió las manos y nos despidió con ellas. — ¡Que tengan buen viaje! Sí, eso es lo que repite cada que el tren se retira de la estación. — Kuroo-san… ¿Acaso no te cansas de hacer esto todo el tiempo? — Cuestioné al mayor. — ¿Ah? ¿Por qué debería? Pero si empujar gente es de las cosas más divertidas que puedes hacer, además… Ellos llegarán a sus destinos con éxito. Saber que ayudamos a esas personas me pone de muy buen humor ¿A ti no, Tsukki? — Ya te dije que no me llames así… Al final nunca he podido contestar a las palabras del mayor, siempre suena tan inspirador y animado que es imposible no darle la asertiva. Éste ridículo hombre que día con día está dispuesto a ayudar a las personas ha sido el único que, a pesar de la monotonía del trabajo, logró hacer que mis días brillaran y volviera a tener un sentido en la vida, más que ayudar a las personas a viajar, era el hecho de que estaba a su lado, aquel hombre tan interesante y ciertamente especial para mí, es como… Mi salvador. Patético.

» Julio 1 - 2 = Edad -Tsukishima [29 años] -Kuroo [13 años]

~ ° ~ ° ~

Sabía perfectamente que me estaba metiendo en un territorio prohibido, en algo que sin duda alguna en un futuro podría arrepentirme de aceptarlo, entonces… ¿Por qué se sentía tan bien aquella atención? Todo el tiempo me encontraba en un singular conflicto interno en donde debía de escoger entre la realidad y mis fantasías.

Vamos, todos sabemos que cada adulto tiene un deseo aun con la edad que se cargue, eso no me excluye, más nunca creí que lo que me gustaría pedir fuera algo de tal magnitud. Soy un adulto que está por tocar los treinta y aun me sorprendo de la facilidad que tiene ese chico para hacerme sentir… Bien.

Una vez lo intenté hablar con Yamaguchi, después de todo, él ya es un hombre casado y con una familia bien formada y establecida; quise pedir consejo con respecto a lo que le llamaban ‘amor’, después de todo, a lo largo de mi vida estuve rechazando cada declaración y una vez intenté salir con una chica, ella me botó al poco tiempo y me llamó amargado entre muchas otras cosas ¿Saben lo difícil que es para mi entender aquel estúpido sentimiento? En fin, Yams solo me aconsejó en que siguiera las aceleraciones de mi corazón y que me dejara perder entre mis revoltosos pensamientos cada que viera a 'esa’ persona.

En verdad me sentía el peor ¿Qué pensaría de mi si le dijera que todo eso lo produce un insignificante niño de trece años? Lo sé, es asqueroso, pero nunca he planeado ponerle la mano encima y eso no se verá jamás, sería un depravado, pero, sí, siempre hay un pero… Ese chico tiene la chispa que hace que mis días se iluminen.

Es molesto por lo optimista que es, siempre viendo que las cosas saldrán de lo mejor, él da lo mejor en todo, mientras tanto yo solo me quedo observando su persona. He llegado a pensar en la maravillosa persona en la que se puede convertir de adulto, que podría ser alguien grande en la vida, todo lo contrario a mi, el chico que se estancó después de salir de la universidad, aquel aburrido paleontólogo que se la vivía metido en el museo de la ciudad.

Ahora la pregunta es ¿En qué se pudo haber fijado aquel chico?

Desde el día que me pidieron cuidarlo mientras había una reunión de los altos cargos del museo, mi vida dio un giro repentino, pareciera que a la primera no se molestó por mi forma de 'rechazarlo’ pues no soy dado a los niños, por el contrario, solo fue curioso y me soltó cada pregunta que se lo ocurriera con respecto a los fósiles que tenemos en exhibición, pero aun así su interés no era ese.

— Algún día me casaré con Tsukki.

Sí, esas fueron sus palabras una tarde de verano que fue de visita al museo, para esas alturas ya me había acostumbrado de su presencia y sus altas peticiones de juego en la zona libre del lugar, incluso llegué a tomarle cariño, un cariño que dio un total vuelco tras esas palabras.

Desde entonces fue sincero, se expresaba más pegajoso a mi persona y por no herirlo era imposible rechazarlo, solo mantenía el silencio para escuchar su suave risa. Maldito mocoso, sí que era astuto. Por esas razones se me es imposible mirarlo con los mismos ojos de antes. Me avergüenzo cada que suelta un alago, cada que se aferra a mi brazo y me pide recorrer el lugar, esa brillante sonrisa… Siento que me vuelvo loco.

Al final sigo siendo un adulto con un deseo guardado, aquel que pide al cielo que los años comiencen a transcurrir con mayor velocidad para que me dejen ver el crecimiento de éste crío, que me permitan ser parte de su juventud y por el resto de su vida, aunque solo sea un receptor que observa a la distancia y que, si se llegaran a olvidar aquellas palabras, me permita poder contemplar su sonrisa muchas veces más, aun estando con éste fósil o sin él.