El abandono. El corazón pesado y roto a la vez por donde se fugan los sentimientos que no van a ninguna parte; y las lágrimas. El sinsabor del vacío y el llorar despacio ensimismada, temblando y con la respiración irregular dejando salir lo que lleva semanas, meses, almacenándose como átomo radioactivo. Llorar por todas aquellas veces que no fueron, por el inmenso universo sin una mano que amortigüe mis manos que ya están cansadas de tanta distancia. Que por obligación nada y que el inmenso mar de la soledad sigue mirándonos a la cara. Siento la opresión en todo éste cuerpo que no tiene más maletas que las vísceras y el piloto, en su cabina en el pecho, se está cansando de viajar a la deriva...
Clara Ajc
1715- Tómame...
Tómame en tus manos con ODIO, fóllame como un animal, como un depredador que devora a su presa después de haberla deseado tanto, tómame con la misma ansiedad que se disfruta lo prohibido, hazme conocer el placer en medio del dolor, ahí empinada frente al espejo, marca mi piel, topa mis limites, usa tus manos, tu boca, tu lengua, deja volar tu imaginación, penetra con tu serpiente cada cavidad de mi cuerpo y hazme retorcer, amarra mis manos, cubre mis ojos, átame los pies, llena de violencia mi carne, tómame sin piedad, haz mi piel estremecer...
Cógeme como si me odiaras, como si fuera tu peor enemigo entierra entre mis muslos tu daga, has que grite de placer en cada embestida, muéstrame tu furia y tu pasión, obséquieme esa muerte chiquita, mátame las veces que sean necesarias hasta saciar tu hambre de carne, llena mi vientre de ti, para después caer desfallecida en tu pecho, aun con tu daga dentro de mí...
Despues bésame despacio mientras miras a tu mujer recién cogida, resucitando de la muerte que le has dado, recobrando la respiración y ahí aun con nuestros fluidos mezclándose, abrígame en tu pecho y hazle a mi alma el AMOR...
Con la cabeza sobre tu pecho, escuchando el ritmo tranquilo de tu corazón.
Aquí no hay dolores ni tristezas, mientras tus manos se afirman a mi cintura y me traen más cerca.
Las piernas enredadas intentando estar más cerca, nunca es suficiente.
Quiero disfrutar esto lo más posible, pero la paz me inunda y me quedo dormida como nunca antes, maravillada por la sensación que recorre mi cuerpo cuando está con el tuyo.