No nos quieren oír los ciudadanos.
Preferirían comer, beber, bailar.
Y no les interesa lo demás.
Sin embargo, dormir es importante.
¿Y por qué ese estribillo interminable?
"Ciudadanos, oídme".
Rosar el viento, tocar el alba, sentir el sol, acariciar el día, oír el nuevo amanecer entre canto de aves, ruidos y gente que empieza a despertar.
Pisar fuerte, mover el cuerpo, danzar en el suelo, liberar las manos, la mente, el espíritu... Regocijarse a la luz del sol, sonreír y pensar: si, hoy será un nuevo comienzo, una gran oportunidad para agradecer y gozar de lo que es vivir!
Y ya de noche, de nuevo dar gracias por qué estamos en casa y podemos convivir en familia.
☁️ Dios nos habla por escenarios proféticos | Jeremías 18:1-10
Dios puede prepararnos escenarios que son necesarios para luego poder hablarnos basados en esos escenarios, como en el caso de Jeremías que le dice que vaya a la casa del alfarero y que allí le hará oír sus palabras.
hobie’s generally chill when it comes to miles freaking out about gender identity to help guide and calm miles down, but trust me once miles is sure of herself, hobie will be the equivalent of a pulsar as the angel on her shoulder. unrelated kind of but i don’t think any of the others would call him a queer elder just because he’s from the 70s, bc he’s young, but it’s kind of funny to think about one of the 40 something year old adults looking at him and going “can’t believe this dude is technically older than me”
Re-existir desde la memoria De Máximo Corvalán-Pincheira
¿Escucharon? Es el sonido del río que nos susurra acerca de un (mal) orden que atenta contra la vida.
Es el sonido de un pasado que se entremete en el presente mediante una multitud de experiencias de las que hemos sido escindidos.
Re-existir desde la memoria es develar lo que ha permitido encontrar sentido al continuar existiendo, pese a la adversidad, a la negación y al olvido.
Es el sonido del agua como metáfora de vida y equilibrio de biodiversidad, que al mismo tiempo, arrastra la deshumanización de los cuerpos, su descomposición. El día que fue el día, era noche. Y noche será el día que será el día. (Marcos, 2012).
Es el sonido del "no-olvido", que está marcado por el movimiento del recuerdo. Es el sonido de una sociedad fracturada que quiere recomponerse. Verdad y justicia.
Es la potencia de la ausencia que nos devuelve algo sobre el sentido mismo de la vida.
Es el sonido de una arteria del río Mapocho y su entorno, que nos interroga y susurra las historias de las que ha sido testigo a lo largo de su historia.
Es así mismo el sonido del agotamiento físico y social de todo tipo de naturalezas, que nos advierte sobre la vida en el planeta y su crisis irreversible: energética, ambiental/climática, financiera, geopolítica y social.
Es el sonido del agua como límite, como origen de todo, como recurso sobreexplotado, contaminado y en crisis.
Es el susurro del río que nos habla de la condición rota del ser-de los seres humanos y no-humanos.
Pero es también, el sonido de la vida que se asoma tímida y frágilmente para mostrarnos la capacidad de imaginar -colectivamente resistir y re-existir. nuevas formas de