Tumgik
#-aquel corazón demente-
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“ my love language es mostrarte mis canciones favorita y que la disfrutes conmigo”
-trash
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huellas-poeticas · 9 months
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En el cansancio de la noche,
penetrando la más oscura música,
he recobrado tras mis ojos ciegos
el frágil testimonio de una escena remota.
Olía el mar, y el alba era ladrona
de los cielos; tornaba fantasmales
las luces de la casa.
Los comensales eran jóvenes, y ahítos
y sin sed, en el naufragio del banquete,
buscaban la ebriedad
y el pintado cortejo de alegría. El vino
desbordaba las copas, sonrosaba
la acalorada piel, enrojecía el suelo.
En generoso amor sus pechos desataron
a la furiosa luz, la carne, la palabra,
y no les importaba después no recordar.
Algún puñal fallido buscaba un corazón.
Yo alcé también mi copa, la más leve,
hasta los bordes llena de cenizas:
huesos conjuntos de halcón y ballestero,
y allí bebí, sin sed, dos experiencias muertas.
Mi corazón se serenó, y un inocente niño
me cubrió la cabeza con gorro de demente.
Fijé mis ojos lúcidos
en quien supo escoger con tino más certero:
aquel que en un rincón, dando a todo la espalda,
llevó a sus frescos labios
una taza de barro con veneno.
Y brindando a la nada
se apresuró en las sombras.
Francisco Brines
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torbellino1 · 18 hours
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✵ 𝕚𝕝𝕦𝕔𝕚𝕠𝕟 ✵
Otro anochecer sin luna parece ser, en este
crudo mundo de dementes, mentiras frecuentes
seres hipócritas terrestres, diferente especies
personas fieles y otras cambiando de pieles
Las ilusiones matan aquello que el corazón siente
imposible para el humano nadar en contra corriente
pensando constantemente, el ciclo de la vida mata lentamente
frías noches de desvele pues aquel rosal ya no florece
Cortos ratos vivimos en este tiempo llamado eternidades
somos historia del planeta en guerra hundido en fatalidades
carroña en las voluntades, pocas verdades, sustancias con las que
tu mente adormeces, suicidas sociedades y sus oscuras realidades
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ocasoinefable · 2 years
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Cantaba un polluelo. Silva entre las ramas, hundía sus alas en la hoja y las batía con fuerza. Hacía calor, su piel se pegaba contra la camisa, la entrepierna sudaba llenando sus pasos de impaciencia, el respiro se arrojaba, estaba exaltado al despertar. Le podía sentir, pero... ¿A quién? Aun no lo sabe aunque lo dice, más le sentía hablando dentro de los muslos, susurrando entre la lengua con una voz que no salía más se bebía cada gemido de su vientre. Sentía que corría la sangre con violencia por su boca, aprieta los dientes, entre hilitos de aire, bajo el paladar y la garganta "quiero abrir el corazón del polluelo con mis labios en un solo sonido, en una mordedura sacar cada una de sus venas y verla en mi lengua cómo mía. Quiero el sabor de ser" >> palidece su rostro, sus labios tiemblan entre la quietud de su última palabra, el horror cruza por su ojos y vuelve a ver sus manos <<sus plumas en mi piel, mis dedos por su cuellito, las rosas saliendo entre mis huellas que se detienen antes de tocarle para morderse en sí misma. ¿Sí las palabras me alcanzaran, sí fueran suficientes para los ríos que corren entre el silencio y mi cuerpo?, ¿sí me fueran suficiente la ausencia, o La pelusas sobre el rostro?>> el espasmos aumentaba a media seguía ahondando en sus pensamientos, pero se arrojaba a ellos, mientras llevaba los dedos a su boca intentando mover las imagines fijas y escurridizas que se mantenían sobre las ramas. <<Mira, que en su lengua hay plumas>> luego se dejó caer sobre la banca, mira de soslayo sobre la ventana de nuevo. Se hunden sus pies sobre la baldosas, son las 3, 30 pm del domingo. Anduvo saltando sobre cada hora, maldiciendo y volviendo a la oración, desencajando un y otra palabra por lo poco acertadas para su ánimo. En la mañana al despertar esa sensación le invadía, quizás por su sentir liviano al abandono, o por sus vida en encierro de si mismo. Había llegado al punto, ese que nadie puede tocar sin parecer un demente, una clarividencia o una autentico delirio. Recobraba el ánimo y miraba fijo hacia algún ángulo, como sí pudiera sacar de allí la respuesta o el sueño que le seguía. Juntaba los labios, se susurraba una vez más cuando se sabía en soledad, ya que permeancia su carácter de erudito y de sensatez en casa una de sus acciones, a pesar de las veces que aumenta este hecho, porque fuera de esto era el ser más centrado y dentro de su cabal no había nadie igual, fuera de esto que no que podía manejar o de lo que no podía huir, era de la razón más clara y elevada de sí y su entorno, ¡más esto que no podía nombrar, le era imposible algún escapé!, y lo sabía; así que apresuraba el paso de cada hora, el paso del oficina a la calle principal y luego dobles, el cruce, la escalera... y volvía sobre el paso para encerrarse frente a la ventana escuchando el indicio que despertaba. está vez había Sido el canto de un polluelo quien le llevaba a sus labios, quien le dejaba en sus piernas, se hundía y se disolvía sobre los cabellos y el color de unos ojos que reían. Al oír el sonido, se detuvo, le contempló entre cada rama que parecía mecer en sus hojas, se desajusto la camisa, se percato de que sudada, del jadeo que lo interrumpía de nuevo, y se hundió sobre la banca, llevo las manos dibujando el arco de una nueva palabra, pero se volvía vacío, preso, angustiado, con la mitad de la boca dormida. Sabía que volvería así que se levantó, se apaleo cada gota de sudor, y siguió con su paso. <<¿Dónde..?¿Sigues aquí, pero aquí donde? Háblame. (Un suspiro y otra mirada) Debo archivar algunos casos de inspección, no tengo ánimos de pensar en ello, ni saber o hablar, no quiero mover mi cuerpo por ningún lugar. Saldrá bien como de costumbre, será como dar comandos a una máquina, a mí>> era amplia su despacho, y al final del mismo había un sofá cama, en dónde solía dormir cuando le invadía la intranquilidad o la alegría. uno olor a antiguo, un mezcla a velas y el colores cafés cubriendo las paredes, había adecuado aquel cuarto a uno como una de sus preocupaciones. 
Lleno los formatos, envío los correos y termino lo últimos detalles de la inspección siguiente. Maquinalmente se dirigió a la ventana, la abrió y llamo el trino, un vacío soplaba entre los árboles. -Quizás no venga, ¿venir qué? Este esperar me ha trastornado-, se burlaba, -No, me ha elevado, y está distancia es quien alega conmigo- Un desliz asomo en sus oídos. Los labios estaban en sus palmas, le rozaban y se abría un brecha, la calma le lleno los ojos, una sonrisa surgió con sus latidos, el jubiló danzaba en cada nuevo minuto. Al barranco, el pasto envolviendo sus piernas, la brisa del mar, el abrazo acogiendo su mirada, las palabras despertando por sus pestañas. Unas manos en las suyas, una boca que le decía "aquí estamos" el roce de los dedos sobre el pecho, las horas siendo una monotonía minuciosa, una beso diario, su piel desnuda frente y dentro de aquella mirada que no lograba despertar. -Cantaba un polluelo- se dijo al volver sobre el despacho y el silencio que parecía ser un mundo diferente. Alegre se dejó caer sobre el sofá y la mañana siguiente.
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doza-poetry · 2 years
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LA BESTIA
Un día normal, un trago más en el bar, nada nuevo podía esperar, que tanto si todo ya es igual, el daño está hecho, la herida cerró por completo, el tiempo ya hizo su efecto, cómo roble de antaño, ya somos viejos, experiencia de lo bueno y mal hecho, vivencias que forjan a una persona, nos olvidamos y no recordamos, lo más básico que nos han enseñado, los pilares por lo que somos humanos, los sentimientos y valores que llevamos, arrebatados, sinceramente arrancados, de una mente y un corazón calcinados, por tanta decepción del pasado, sin compasión, me convertí en lo peor, una bestia sin temor a un ser superior, inhumano, inerte, frío, demente,  sin conciencia alguna aparente, una bestia, desde lo profundo de la tierra, sin amigos ni nada que lo compadesca, no existe razón para volver a sentir amor, palabra que borré de mi corazón, pecho de plomo, acorazado, blindado, para nunca volver a sentir algo, viviendo por qué muerto estorbo hago, serio, molesto, disgustado, malhumorado, todos comentan pero ninguno piensa, palabras que suenan y suenan, pero nadie sabe el pasado que atraviesa, muy fácil señalar y criticar, detente un momento y da un paso atrás, interrogante, alguna vez preguntaste, es más fácil arremeter, contra el que débil se ve, recuerdeme por qué yo no lo voy a olvidar a usted, grabe en su pensar estos ojos de una vez, por qué va a hacer lo último en vida que vera, la misma cara del demonio que hoy se viene a burlar, cuando en tu sangre, te vengas a ahogar, todo te lo voy a relevar, advertido estás, no es una amenaza, tampoco una sentencia, pudiste ser llamado como todo un buen samaritano, ser llamado, esperar de lo más natural, ahora sufrirás, arrepentirse es tarde ya, escríbelo que no se te vaya a pasar, decidiste la fecha, hora y manera, por abrir la boca más de la cuenta, cuando estés en las llamas de la penitencia, quemandote en la eternidad entera, saludame aquel Can que cuida las puertas, dile que tarde o temprano pagaré mi condena, dile que soy yo, la bestia, aquel ser que tras un pacto y errores del pasado, sobrellevado por decepciones de buenas intenciones, perdió todo rastro de alguna vez ser humano, solo queda llevarme conmigo, a ese mundo sin olvidó, aquellos que juegan desde un principio, por lo que yo soñe y tanto añore, los sentimientos y buenos momentos con una mujer, crecer, una familia tener, pese a tanto, algún día fallecer, los dos juntos cuando baje el atardecer, ciclo de una vida cumplida, pero eso para ti no tiene valor, prefieres una noche de pasión, ni te conozco que te vaya bien, cómo si todo fuese de papel, un simple y mero juego para usted, está claro y aún mas que avisado, a la media noche en la plaza de al lado, tu cabeza degollada de una bocanada, ojos perplejos y anonadados, alumbrados por el destello del astro, sangre caliente por la cera vertiente, ningún alma que llore su pésame, todos ellos estáticos aterrorizados, te describí un futuro muy cercano, con su permiso por hoy me retiro, nos vemos en el patíbulo, sin temor, sin conciencia, mañana conocerás a la bestia.
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tomoteluegoexisto · 1 month
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No soy especial
Yo no soy especial. Me desplazo por el mundo como un reptil, y lo detesto. Agazapada en mi intransigencia, en la férrea convicción de mi insuficiencia, en el perpetuo disgusto de mis facciones austeras. Tengo tantas cosas por decir, que en la punta de la lengua se amontonan las palabras y soy incapaz de pronunciarlas. Ya no pienso, no. Yo solo siento, y lo que siento es mi alma astillada hiriéndome por dentro.
Yo no soy especial. Un poquito dramática, sí, pero solo eso. Es que hay días en los que quiero ser únicamente pedazos para que alguien venga a armarme; que en manos ajenas mi dolencia se desvanezca, que mi desdicha se evapore. Mi soledad se interpone. Por eso sufro, sí. En el fondo no soy más que una niña impresionable. Yo no sé nada, nada importante.
Yo no soy especial. No soy de magnas sapiencias ni de grandes habilidades. No soy de anécdotas increíbles ni de vivencias peculiares. No soy de apariencia sublime sino de irrisoria imagen. No soy todo lo que quiero ser y sospecho que nunca lo seré.
Yo no soy especial. Soy igual a todos los que esperan que el amor sea la cura. Psicótica, un poco loca. No tengo respuestas lógicas sino certezas inexplicables: sé lo sé porque lo siento. Lo siento en este corazón de fuego. Lo siento en estos huesos donde mi angustia descansa. Lo siento en estos ojos que podrían alimentar océanos. Lo siento en esta boca que, en lugar de buscar príncipes, recita poemas. Lo siento en estas manos ásperas que siempre están hambrientas. Lo siento en este pecho que más que pecho es una jaula sin puerta. Lo siento en este estómago que alguna vez estuvo en huelga. Lo siento en esta cabeza que alberga utopías y nombres. Lo siento en estos dedos que buscan en los versos constelaciones. 
Yo no soy especial. Camino entre jardines de alquitrán, anunciando mi mesura. Cierta reticencia me prohíbe acortar distancias. Hallo vergüenza en mis límites, y cada tanto enciendo un cigarrillo como para nunca olvidarme de mis orígenes: vengo de una tierra despiadada que solo conoce sudestadas y vendavales, que solo sabe nombrar el desprecio. De ella recuerdo el salitre y el dolor, y cómo envidiaba yo al lucero que brillaba sobre la playa: su resplandor cálido, su fulgor eterno, su belleza inalcanzable; que por las razones correctas ardiese y que nadie le reprochara nada.
Yo no soy especial. Escoce mi pasado, mi presente, mi futuro incierto. Arden todos los años que tengo. Detesto el tiempo porque no puedo controlarlo. Con debilidad, me aferro aún a la vida porque estoy demente pero no completamente ida. Desamparada, así me describiría. 
Yo no soy especial. Alguna vez arañé la superficie de la perfección, pero no me alcanzó mi voluntad escueta para hacerla mía. La extraño. Extraño esos dos dígitos, los filos, la ligereza, las rodillas, los abrigos. Aunque no siempre pienso en eso, hay noches donde los bordes de las cosas resplandecen como lo hacían en aquel septiembre y recuerdo el consuelo que alguna vez me obsequió la destrucción. Me dejo seducir por la muerte, como para sentir que algo me desea como soy. 
Yo no soy especial, pero quiero serlo. En cada estrella fugaz pido el mismo deseo.
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No sé que hice para merecerte
Y cuándo fue que el azul de mi cielo
le dio lugar a tus grises tormentas
.
Aún cuento los pasos que debí dar
hacia la puerta de aquel primer bar
donde el reloj pasadas la hora de encuentro
debió ser mi señal de alerta.
.
¿será que siempre quise darle oportunidad al amor?
Y de ser así, ¿bajo qué términos se esconde?
ya que nunca entendí la regla
de tener que reparar algo que tu rompiste.
.
Y me pregunto si para ti fue lo mismo,
O si yo te di lo mismo.
.
Tu no sangraste
cuando con palabras
clavaste cuchillos en mi pecho.
.
Tu no lloraste
cuando buscaste otra piel y otros labios.
.
Tú no temblaste,
cuando tus manos sofocaron mi cuello,
pero si me miraste,
y dime si mis ojos no delataron el miedo.
.
Nunca quise jugar el papel de víctima
y en tu juego no podía haber dos,
así que salí perdiendo
pues los dados siempre se tornaron de tu lado.
.
Y dime si no te pareció doloroso abrir mis cicatrices
solo para sembrar tus miedos,
y persinarme con vagas promesas que el viento
fácilmente pudo llevarse.
.
Amarte no fue delirio
y llamarte pecado sería condenarme
a volver a un infierno que ya viví en carne propia
.
Un infierno que tus demonios avivaron en mi mente,
mi propia mente traicionándome
mi propia mente deambulando
hacia la amargura de tus paredes rotas
y escombros regados,
como si hallarles un sitio fuera mi cruel destino.
.
No merecía amarte,
ni pensarte ni extrañarte.
.
Y quizá mi amor fue tu capricho,
y para mi el inicio de un caos
lleno de secuelas, incertidumbre y desvelos.
.
Aún soy presa de tu engaño
ya que el diablo nunca se escondió tan bien
bajo unos ojos tan caóticos como fueron los tuyos,
preguntándome cuanto tiempo tardaré en sacar
tu veneno de mis labios;
o si tu fantasma seguirá poniendo trampas
haciéndome ceder nuevamente
ante tu juego demente.
.
Agradezco que me arrebataras todo,
que te marcharás en silencio sin culpa ni remordimiento.
Y ya he limpiado con lágrimas
cada poro de mi cuerpo que de ti quedó impregnado.
.
Llenando las fisuras de mi alma con cenizas
de un pasado siniestro y efímero.
.
Aún recuerdo el instante que tu mundo
colisionó con el mío
y de haberte mirado más
posiblemente pudiera haber notado
el incierto desastre que traías contigo
.
No se que hice para merecer
Unas manos tan frías
Un corazón tan roto
Un pecho vacío
Una boca con sabor a mentira
.
Pero aún así, agradezco que vaciaras de mi pecho
todo el amor que te tuve,
que huyeras con las partes más rotas de mí,
Y que los pétalos de mi alma se marchitaran con tu indiferencia.
.
No merecía perderme en ti, y no merecía una guerra en mi mente
donde tus recuerdos se volvieron armas contra mí.
.
Ojalá no te hubiese idealizado tanto,
ojalá tres cervezas y el humo de tu cigarro
me hubieran contado más de ti,
.
Debí merecer más que un corazón en coma,
Y ojalá once girasoles en mi puerta, no hubieran bastado
para prolongar la agonía.
-nat(c)
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ruthie-jjp · 1 year
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Febrero 2021.
¿Una historia? Bien, siempre he tenido un extraño gusto y la mala fortuna de escribir mucho, es raro, porque no soy una chica lectora, lo único que sueño leer son citas y textos en Tumblr, con gran esencia, pero no con gran tamaño ¿Por qué me gustará escribir en gran manera? A veces me pregunto si quizá yo estaba destinada a una gran escritora pero lo arruiné al no desarrollar el buen hábito de la lectura desde pequeña...
Quizá, pero por el momento, me gustaría comenzar esta historia con una pregunta... ¿Alguna vez han escuchado sobre la relatividad del tiempo? El tiempo no existe, es relativo... ¿Eso es cierto? Yo creo que sí, sin embargo, también creo cuando algunos mentores me llegaron a decir que estamos atrapados en esta línea del tiempo "el presente", pero que en realidad todo esto ya pasó, es decir, ¿Hay otra Ruth de un futuro que ya atravesó por todo esto? y ¿Al mismo tiempo estoy aquí? Woah, que complicado y magnífico suena eso, yo decido creerlo, así como creo en la Trinidad aunque me cueste comprender como es que Jehová, Jesús y el Espíritu Santo son uno mismo pero al mismo tiempo son tres.
Bien, a lo que voy es... ¿Será que mi otra "yo", que al mismo tiempo es esta misma "yo", me estaba advirtiendo sobre tí? ¿O será que no había advertencia pero sí un recuerdo? ¡Jum, es bastante curioso! Un recuerdo hace referencia al pasado pero una advertencia podría venir del futuro, solo que... Mi otra "yo" no está sujeta a éstas leyes de tiempo y espacio, pero, ¿Es acaso eso? ¿Sabía, de alguna manera, que tú eras tú? ¿Era aquel chico de la foto el amor de mi vida? No lo entiendo, jamás te había visto, la imágen de tu rostro nunca había atravesado por mi retina, pero al verla, sentí que te conocía, que te conocía de algún lugar, y que te quería...
¡Vaya demente! Debo plantearme seriamente en asistir con algún especialista que revise minuciosamente este pequeño cerebro ingenuo y presuntuoso... El verdadero problema sería que yo no esté mal del cerebro, sino del corazón, ¿Ahí, quien podría examinarme? O peor aún ¿El espíritu? ¿Quien podrá decirme si este extraño sentir viene de ahí?
Aaaa, como sea, estoy aquí frente a una foto tuya del 2018, tu te encuentras parado justo frente a un vagón, tan flaquito y con una sonrisa enorme, realmente no eres la clase de chico que cualquiera consideraría atractivo, pero... ¿Por qué me atrajiste? No de manera sexual ni sentimental, claro, sino más bien... ¡Atrajiste mi atención! Bastante extraño para aquella chica extremadamente introvertida y con ansiedad social, la cual, suele ignorar a todos a su alrededor como si lo existieran.
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omm-ananta · 2 years
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Que extraña, o más bien que patética puede ser la mente y el cuerpo, que absurda e ignorante puede ser mi cuerpo; se arrastra por el deseo, se desprecia por el placer, se llena de vacío: soñé con la mujer más aparatosa, soñé de estar entre sus piernas, más precisamente entre su mierda, si entre la inmundicia cagante de su culo. Y si, culpablemente sentenciado por el deseo tóxico del "dejarse llevar" . Pero porque ella? Solo por su culo grande, solo por eso. Supongo que asi funciona la mente, esta mente loca a veces funciona más como un chango, a veces puede ser más demente y animalesca, casi un cerebro reptil, cómo solía escuchar.
Espero halla sido una despedida, espero que ese culo grande cambie, espero no ver su cara como símbolo del amor.
Por si, la vi así, porque sentía que no me merecía más. Que merecía dentro del amor aquel que no sabía amar.
Ella nunca supo recibir amor, nunca supo cuidar el amor puro y constante, siempre se fue por el amor que abandona, por el amor que te enamora pero después te rompe el corazón dejando una herida lo suficientemente grande como para esperar toda una vida a ser llenada otra vez por el mismo cuchillo con el cual fue roto.
Y ahora me veo aquí soñando como el peor, como un deseo conflictuado. Si, si merezco tener una chava buenísima, pero no debería de desearle. Más bien deseo un amor puro, noble, entregado, desinteresado. Un amor sencillo y noble.
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megalomaniac-01 · 2 years
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Entry number 17
Here we go again. Llega la noche y con ello la ira, el frio del invierno apuñala mi alma, decir que no te extraño seria mentira asi como decir que sin ti estoy en calma Yo sé que todavía me miras cada vez que te sorprende el alba, mientras mi corazón se parte en tiras y me mira coquetamente mi ... Me he vuelto coleccionista Creando mascaras paso mis noches, me comienza a fallar la vista... pero bueno, no hay quien me reproche. Jaja...no hay nadie, no hubo ni habra aquel que me saque de este frenesí en que me sumergí hace meses cuando vislumbré aquella mentira .... ..no se que escribir retumban los tambores en mi cabeza estoy perdiendo la cordura estoy muriendo con premura ya no me quedan mas cartas en la mesa Quiero descansar de una buena vez Joder, por que soy tan cobarde? Me duele la cabeza y el pecho me arde debería irme pero ya es tarde... Siguen retumbando los tambores se manifiestan en crescendo mis temores la ansiedad se presenta nuevamente carajo otra vez parezco un demente. quiero volver. quiero volver no se que hacer solo dejo que las palabras de mi mente fluyan intentando encontrar algo del subconsciente que me explique que me esta poniendo en este estado, en esta tortura que ando sufriendo el odio me esta pudriendo el corazon y con ello se me pudre la vida me sigue sangrando la herida pero que triste es cuando se va una vida querida... extraño sentirme vivo extraño soñar y despertar feliz desde hace mucho todos son pesadillas sin quererlo mi mente me humilla recordandome esas promesas que rompi recordandome las personas que he querido Se me va el aire, no puedo respirar la ansiedad vuelve a atacar quiza deba salir nuevamente al techo aunque el aire no disimule lo que he hecho no se lo que estoy esperando solo se que estoy esperando...
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- y llegue una mañana y decidí olvidar todo lo malo que había pasado en mi vida, y empecé a creer en mi y mis flores empezaron a crecer-
-badg-
FT: DAG
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mermaid-sashimi-s · 2 years
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El amor es un tema de valientes, y podría asegurar que más de temerarios. Pocos son los hombres que se atreven a amar, dado el compromiso y la tristeza que puede provocar el sentimiento.
Aquel cobarde se conformará con un pseudo amor, amar de una noche y de unos meses o días al contrario del temerario, el temerario amara con locura y sin miedos, como un loco,durante mil noches o un día pero con mucha pasión , como un infante que no reconoce el riesgo que toma al amar.
Debo decir que el amor nos convierte en valientes y cobardes según sea nuestro caso, casi siempre, hemos experimentado estar en ambos bandos. Nos volvemos cobardes con el amor equivocado, y nos volvemos temerarios con un amor correcto, lo vivimos con intensidad, se vuelve genuino el deseo de amar.
Desde mi perspectiva es bueno ser un cobarde para saber ser un valiente, es parte del proceso porque de amar nadie sabe, y todos nos equivocamos. Amar no se aprende de un amor o de cien de ellos, amar se entiende en el momento que dejas de querer y se empiezan a sacrificar el uno por el otro o solo uno por el otro, no todos compartimos la valentía en el mismo instante, dichosos quienes lo vivan.
Una madrugada desperté después de haber estado todo el día con mi pareja, desperté con nostalgia pero a la vez con calma, sentí que el espíritu de antiguas rupturas me había dejado el cuerpo y había entrado el espíritu de futuras batallas ganadas.
Empecé a amar el día que deje de temerle al daño que puede darte un corazón no sanado, el corazón lastimado es el objeto más filoso que puede existir, capas de cortar al corazón resanado pero aún así vivimos para amar algunos corazones rotos, intentado sanar como nosotros hemos sanados, es un acto de valentía.
Claro que hablo desde mi perspectiva, yo estoy amando un corazón que me corresponde, que me hace despertarme en medio de la madrugada y saber que es lo que quiero para capítulos futuros. Hace tiempo que ya dormimos juntos, hemos compartido la intimidad de poder dormir sin coger, solo dormir. Desperté en la madrugada y comencé a soñar despierto, supe que quiero esto para mi vida, y quiero que ella quiera eso para la suya, quiero encajar con ella en su vida, quiero estar con ella sin que ella moldee su figura para poder encajar conmigo y viceversa, somos perfectos como nos conocimos.
Para terminar quiero decir que te estoy amando como un temerario que para ojos de cobardes soy un demente, y que para ojos de valientes soy lo que quieren ser. Te amo sin miedos y con esperanza.
Cosas que no verás hasta que las lea.
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mxonchiild-night · 3 years
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sentimientos ;
A lo largo de mi vida he depositado mi confianza en personas con las que me sentía protegida. Y muy en el fondo, pensándolo desde aquí, creo que lo hacía por qué sentía que alguno de ellos tal vez podría salvarme.
Pero no me salvó nadie.
Ni él, ni ella, ni ellos, ni nadie.
Por qué ustedes no me tenían que salvar,
tú no me tenías que salvar, no podías.
A consecuencia, me cuesta tanto confiar
al día de hoy a sabiendas de eso.
Y ya no puedo ni confiar en los que conozco, por qué hasta yo misma me desconozco.
Sé que nadie se quedará,
nadie será para siempre pero
sólo he quedado yo, sola, conmigo.
Tal vez ese es el destino que debo
enfrentar, quedarme sola sin ningún abrigo.
Estoy rogando no sentir de nuevo.
¿Conoces ese sentimiento?
Aquel que te dice que con nadie podrás encajar, aquel que hace que cualquier lugar se sienta sombrío sin más.
Aquel que te pone a huir cuando alguien comienza a venir, aquel qué te hace maldecir las noches sin dormir por qué no te puedes derrimir.
Qué en ninguna parte estoy realmente, que me encuentro ausente en todas esas mentes y en la mía demente.
Qué ya nada se siente, qué vas perdiendo la capacidad de sentir y aunque satisfactorio es más bien aterrador de cualquier modo.
¿A dónde fue a parar mi corazón?
¿Quién, con tanto odio lo deshecho? Por qué voló, y no dijo ni adiós, cómo ellos.
"Adiós" No me gusta esa palabra, y sin embargo aunque rogué que conmigo no la usarán, la pusieron en sus bocas más de una vez y me destruí de la cabeza a los pies.
Demente me siento de repente y la tentación sobre algún puente se vuelve evidente.
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itsmevaness · 3 years
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Esto es para mí, para que más adelante veas lo fuerte que puedes llegar a ser.
Ayer comprendí que el dolor que siento en mi corazón no es algo sin sentido, no es una obsesión y simplemente no es algo de lo que tenga que avergonzarme, es quién soy; ayer comprendí que todos mis escritos tienen una finalidad y es liberar un poco el peso que tengo en el corazón; a veces siento que todo esto se me salió de control, pues dejar ir lo que siento por él me ha costado amor, me ha costado muchas lágrimas y en momentos me he sentido culpable, por ello, en ocasiones sentía que esto era un tema de control de mis sentimientos y no, ayer comprendí que más que eso es comprender en primer lugar el porqué me ha costado tanto dejarlo ir, el porqué me duele saber que no soy yo quien lo hace feliz y el porqué de todo esto, pues a veces me siento demente hablando y escribiendo de alguien, comprendiendo que no le va a llegar el mensaje, no digo de alguien a quien no le importe porque de antemano sé que durante casi 4 años estuvo muy pendiente de mí, siempre hizo lo posible para que sonriera en momentos en donde ni yo misma sabía cómo.
Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario comenzar a responderme aquellas preguntas y de esta manera comprender el amor que guardo, el amor que entregué y el amor que necesito para continuar; me ha costado dejarte ir porque en mi corazón soñé una vida juntos, soñé vivir contigo, conocer a tu hija y ser su amiga, soñé llevándote a mi lugar especial y presentándote a las personas más importantes en mi vida, me ha costado mucho dejarte ir porque me hiciste sentir lo que nadie nunca, me hiciste conocer aspectos míos y también tuyos que me enamoraron, me enamoré al conocer tu vida, lo que amas y lo que odias y es por ello que al mirarte solo veo al amor de mi vida, es por ello que mi corazón no te ha podido soltar de la manera en que deseas.
Me duele saber que no soy yo quien lo hace feliz; sí he buscado de él, que aspecto tan tóxico en verdad, pero busqué sólo para saber si estaba bien, pues me importa demasiado, busqué porque muy dentro de mí queda aquel ideal de querer cuidarlo porque, a quién engaño, lo amo mucho, sin embargo esto de buscar me ha lastimado, sí, demasiado. Con todo esto comprendo que no me necesita a mí para ser su compañera de vida, con esto entiendo que por más que intente nunca lo haré cambiar de opinión, pues él ya no siente el amor que en algún momento sintió, con esto comprendo que tengo que seguir esperando a quien me vea como yo lo veo a él, con amor infinito y que cada error lo vea como una oportunidad para crecer juntos.
Todo lo anterior y todo lo que he escrito, en mi cuaderno, en el bloc de notas y lo que he dejado en mi Tumblr sólo reflejan mi manera de llevar mi dolor, mis sentimientos y todo aquello que de alguna u otra manera me afecta, pues simplemente he escrito de las personas que más amo. A veces siento que si alguien lee de aquí para abajo va a pensar en que esta mujer se enloqueció, que no olvida o supera y que lo hace para llamar la atención; ayer decidí leerme, entenderme y comprender que sentía en aquel momento en que escribía aquello, de esto pude ver cómo escribir me ha hecho vivir, me ha hecho soltar y también mejorar en mis sentimientos y porque no, en mi redacción, escribir lo que siento no ha sido para que alguien me lea, lo hago para mostrarme quién soy y aunque muchos de los escritos aquí puestos deseo que le llegarán al corazón a él, pues son basados e inspirados en lo que veo en su corazón y en el mío, no es algo que espero que haga.
En ocasiones me siento muy inmadura, siento que el tener 22 años es muy poco para que alguien me ame, a veces siento que nadie me va a amar tan fuerte, a veces pienso que conmigo se aburren muy rápido y por ello no he podido tener una relación larga, a veces me doy muy duro y me afano en tener a alguien solo para olvidar, así no me llene el alma, grave error, lo digo porque lo intenté, decidí dejar mis creencias a un lado y "sacar un clavo con otro clavo" pero, lo terminé lastimando mucho, es decir hice lo que no quiero que me hagan, desde allí comprendí que mi corazón debe primero dejarlo ir para que de esta manera este listo para alguien más.
Aún me quedan diversas preguntas que responderme y muchas cosas que decir, lo que puedo estar segura es que haber hecho esto me liberó y si más adelante te lees, espero comprendas que nunca puedes volver a minimizar algún dolor pues es tuyo y si lo sientes es por un motivo en específico...
Julio 29, 2021. 🌼
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incorrectkarmaland · 4 years
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Heartstrings:
Adiós, papá.
El ayuntamiento había caído. Todo Karmaland gritaba y corría, buscando refugio. Los Evils comenzaron a saquear y matar a los pueblerinos.
— Papá, despierta.
La voz de Violett resonó en la cabeza de Vegetta como un pequeño rayo de luz que se colaba entre los escombros.
Vegetta y Willy se levantaron lentamente.
Juntos levantaron poco a poco las ruinas de aquel edificio, levantándose. Estaban ambos heridos, el hombro de Willy sobresalía y tenía varios rasguños en la cara. Vegetta sin embargo tenía la muñeca rota.
— Aprieta los dientes. — Le dijo Vegetta a su compañero antes de recolocarle el hombro.
Willy tensó la mandíbula, y después le dió una palmada en la espalda a Veg, en forma de gratitud.
— ¿Rubius? ¡Luca, Samu! — Gritaba Vegetta con esperanza de recibir una respuesta. Su voz comenzaba a angustia comenzaba a saturar su voz.
Pronto, una mano sobresalió de aquellos escombros, Luca. Vegetta lo levantó de golpe, escondiendolo en sus brazos.
— ¿Estas bien? ¿Te duele algo? — Dijo su padre, ansioso.
La rodilla del joven sangraba, y su ceja también.
— N-no se. — Su voz era temblorosa.
Vegetta lo sacó de allí, y lo dejó junto a Ethan, quién Willy había sacado.
Poco a poco los jóvenes y adultos heridos fueron saliendo. Rubius tenía varias brechas y Samu cojeaba un poco.
El que más malherido terminó, fue Noah. Había quedado inconsciente, y no parecía despertar. Auron apretaba y relajaba el puño constantemente, el odio acumulándose.
Eran ajenos al caos al que Karmaland estaba sometido. Fargan miró a su alrededor.
— Lo han cogido todo.
De repente vieron las figuras de Mangel y Lolito llegar allí. Mangel corrió a por Ethan y Emma, quienes estaban medianamente bien.
Sin embargo Lolito tuvo un cambio radical. La vena del cuello comenzó a notarse, sus nudillos se pusieron blancos de la fuerza y estaba hiperventilando.
Auron se acercó a él.
— Matemoslos a todos. — Le murmuró.
Luzu se levantó, lleno de ira. Agarró una espada que yacía medio rota en el suelo y miró al Karmaland ardiente.
— Seamos los monstruos en los que se convirtieron.
Todos los héroes agarraron sus armas, sus rostros tornándose oscuros. En cuestión de segundos, se dispersaron.
Su ataque fue tan brutal y despiadado, que varios Evils estuvieron al borde de morir varias veces.
Los jóvenes observaban como la oscuridad iba carcomiendo los corazones de sus padres lentamente, Adora se levantó como pudo.
— Si siguen así...
— Acabarán como ellos. — Dijo Samuel.
— Claro que lo harán. — La voz de Violett entró en la mente de todos los chicos.
— ¿Vivi? — Dijo Colette, sorprendida.
— Los Evils nunca fueron malos. Pero hicieron daño a las personas que más querían... Y la venganza es un arma de doble filo. — Con eso la voz de la joven desapareció.
— Es lo que está pasando ahora mismo. — El tono de Emma parecía alarmado.
Samuel, quién tenía la cabeza de Noah en su regazo, acariciaba su rostro.
— No, nuestros padres no son así.
Ayden señaló a E!Fargan.
— Ellos tampoco lo eran.
Vegetta estaba cara a cara con E!Vegetta. Este sonrió ante su muñeca rota.
— Ya no puedes- — Un puñetazo en la mandíbula de Veg lo cortó.
Uno tras otro, haciéndolo sangrar por la nariz y boca.
Auron peleaba espada contra espada con E!Auron, pero esta vez, Auron era mucho más superior. Lo cortaba por todos sitios, casi matándolo.
Lolito era brutal. Golpeaba a su Evil con todo lo que tenía, armas, tablas en llamas, sus puños.
Mangel usaba las armas de su Evil contra el, causándole el mayor dolor posible, mientras sonreía.
Así, poco a poco, los héroes de Karmaland iban perdiendo su humanidad, convirtiéndose en los mismos monstruos que odiaban.
En un Karmaland alternativo;
Violett iba a contrarreloj. Colocó los nueve objetos en un círculo, y ella en el medio. Sabía lo que estaba pasando en el otro Karmaland, pues se había puesto en contacto con sus amigos.
Todo lo que quería estaba en peligro, y ella era la única que podía pararlo. Aún así, no tenía ni idea. Apretó los puños y lágrimas de impotencia escaparon sus ojos.
— Lo siento. — Murmuró.
Cuanto más tiempo pasaba, sus padres eran consumidos por oscuridad absoluta.
Violett cerró los ojos con fuerza. Tras unos segundos de intentarlo y no poder hacer nada, golpeó el suelo con fuerza.
— ¡Mierda!
No podía parar de llorar, la rabia y frustración apoderándose de ella. Entonces pensó en todos los recuerdos felices con Samuel, Luca, Rubius y Vegetta.
Cerró los ojos de nuevo, está vez, segura de sí misma. La energía de sus manos se extendió a cada objeto, haciéndolos brillar. El recuerdo empezó a partirse, toda clase de desastres naturales dando comienzo.
El pelo de la pequeña comenzó a flotar, Violett dando a conocer el pico de su poder.
En el Karmaland normal, los Evils pararon de luchar, sus ojos completamente blancos. Todos ellos vieron el recuerdo relacionado a su objeto.
E!Vegetta vio aquel montículo en el jardín, pero al verla a ella, su corazón se detuvo. Akira lucía frente a él, brillante como el sol y cautivadora como la luna. E!Vegetta no pudo contener las lágrimas.
— Akira. — Dijo acercándose a ella.
Akira colocó sus manos sobre las mejillas de E!Vegetta.
— Es hora de que me dejes ir. — Dijo sonriente.
— No puedo, me duele.
Ella sonrió, y besó al chico, después juntando sus frentes por unos largos segundos.
— Claro que te duele, porque después de todo este tiempo, y por siempre, nos querremos igual.
Cuando E!Vegetta abrió los ojos, estaba llorando. Todos los Evils parecían destrozados, los normales, aún golpeando.
— ¡Parad! ¡Parecéis jodidos dementes! — Gritó Adora.
En el otro Karmaland, Violett abrió los ojos. Su cuerpo se rompió, como un cristal. Y reveló una figura de luz absoluta.
Violett apareció en la mente de Vegetta.
Vegetta se acercó lentamente a su pequeña, quien parecía un angel. Las lágrimas comenzaron a escapar sus ojos.
— Vivi... — Dijo acariciando la mejilla de la figura luminosa.
Su figura resplandecía, iluminando cada rincón de su mentes.
— Incluso estando en otra mente, tu y yo seguimos conectados. Desde que era pequeña, he sentido admiración pura por ti. Te he querido, más de lo que las estrellas quieren a la luna. Nunca dejes que lo malo te consuma, deja que tu luz brille por si sola.
El ya sabía lo que la pequeña iba a hacer.
Vegetta le suplicó y le rezó que no lo hiciese, pero Violett simplemente besó su mejilla. Después de esto volvió al Karmaland alternativo y miró como todo se tambaleaba.
Comenzó a levitar, Violett se sacrificó.
Junto todo su poder, y en una onda de energía, lo dejó salir. En el Karmaland normal, se abrió un agujero blanco proveniente de Merlon, que se tragó a los Evils en contra de su propia voluntad.
Y así, la luz consumió a la oscuridad.
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idrilseregol · 4 years
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La Bruja Seqwoya
¿No sabes quién es la bruja Seqwoya? ¿La más temida, hija de un dios maldito del abismo, aquella que no envejece, que no siente, que no muere? ¡Una monstruosa calamidad que solo existe para brindar al mundo de caos y deformidad!
Así hablaba un sucio bardo en una sucia taberna situada en una sucia ciudad remota perdida de la mano de Dios. A su alrededor se aglomeraban personajes de diversas edades y oficios, aunque todos coincidían en la suciedad que inundaba sus vidas: su pasado, presente y futuro. Todo lleno de mugre. Y él, de entre todos, era el más sucio, pues por su boca solo salían sucias mentiras cuya finalidad era poder embaucar a sucios ignorantes, que más tarde, satisfechos de cuentos necios, le pagarían con sucias monedas, seguramente robadas. 
Aquel necio miró a su público de mala muerte, todos expectantes, deseando escuchar la historia de aquella malvada bruja sin corazón a la que expulsaron de la más emblemática escuela de hechicería después de escandalosos casos de magia y experimentos prohibidos. Aquella bruja terrible que desafió a la muerte en una partida de cartas, y con sucias trampas, ganó la inmortalidad. Aquella a la que intentaron quemar en la hoguera acusada de apostasía y mediante artes oscuras, blasfemias e injurias, maldijo a toda una inocente ciudad a la más absoluta y nefasta muerte.
—La historia de la bruja comenzó un terrible día de primavera, donde el piar de los pájaros, el correr de los riachuelos y las risas de los inocentes niños nunca pudieron siquiera imaginar el terrible ultraje que estaba por cometerse en una casa de buena familia en la ladera de la montaña Pasqal, al oeste de la gran ciudad de Dinovivia. Allí residía una noble familia que no podía tener hijos. El buen marido sentíase languidecer con el paso de los días al no conseguir traer al mundo un heredero, pese a todos sus esfuerzos. Y la esposa, loca de pena, no dejaba de culparse hasta el punto en el que la desesperación le hizo recurrir a lo prohibido: ¡Las artes oscuras de la hechicería! 
El bardo hizo una pausa para aumentar la expectación de su audiencia, que ya comía de su mano, y aprovechó para tomar un sorbo del vino que amablemente el dueño le había puesto. Alargó el silencio hasta sentir las electrizantes miradas de su público clavarsele en el pecho. Con una sonrisa prosiguió.
»Caía la noche, y la esposa, con promesas y artificios de mujer, consiguió convencer al buen esposo para llevar a cabo un ritual oscuro. Quince sacrificios fueron requeridos. Y con palabras prohibidas e innombrables, comenzaron el rito. Mientras acababan con las pobres vidas de sus inocentes y leales sirvientes, el hedor de la muerte inundaba la sala. Las llamas tintineaban descontroladas y las voces de los penitenciarios inundaba con sus lamentos los oídos de todos aquellos a los que llegaban. Una gran nube oscura en forma de remolino apareció sobre la casa y las buenas gentes del pueblo sospecharon que allí cosa buena no se hacía. Así que partieron a pedir explicaciones. ¡Pobres inocentes! Rayos y truenos cayeron del cielo, besando la tierra ruidosamente, atrapando en su luz cegadora a todo aquel que no estuviera resguardado. El viento rugía con más fuerza, levantando tejados y animales, levantando terrores y plegarias. Pero lo peor no fue eso, lo peor fue el círculo de fuego que rodeó todo el pueblo, cerrándoles el paso y confinandoles a un terrible destino. Con cada sacrificio dentro de la casa, lenguas ígneas lamían con placer todo lo que había a su alrededor. Y el viento avivaba su regocijo. Entre gritos de horror, llegó el último sacrificio, y la sangre que borboteaba en su garganta, dibujaba un círculo profano que simultáneamente se dibujaba con fuego en el pueblo. 
Y allí apareció la más horrible y diabólica criatura que pueda existir, nacido de las entrañas del mismísimo abismo, renegado de la luz y exiliado del bien: un dios abisal. Ni el más horrible de los más horribles asesinos se atreve a mencionar su nombre y ni la más terrible bestia osa siquiera pensar en él, porque es la personificación de todo lo malo, horripilante y pavoroso que existe. Pero aquella esposa, con voz alta y sin amedrentarse, pronunció su repugnante nombre, y aquello respondió a su llamada. Le declaró su deseo, y aquel espeluznante ser, aunque hecho de inmundicia cósmica, se lo concedió, porque aunque exiliado, no dejaba de ser un dios. Y así, frente a su atenta mirada, el matrimonio consumó una vez más su amor, y entre los alaridos de placer y la sangre inocente, el fuego abrasador, el rugido del viento y los destellos del cielo, el dios adoptó una nefasta forma humana, y se unió a su gozo, y los tres crearon al hijo del mal, al engendro de la oscuridad.  
De aquella unión no nació un varón sino una hembra. Y a pesar de no cumplir el deseo de su padre, este no cabía en júbilo. Huyeron a otro país, tratando de olvidar la hecatombe que habían provocado, pues aquella niña había nacido del sacrificio de más de cien personas. La criaron con amor y pasión, porque era el fruto de lo más bonito que puede existir en el ser humano. Pero pronto los padres se dieron cuenta de que aquella niña no era normal. Su mirada encerraba una profunda oscuridad, así como sus gesto y sus sonrisa. Sus carcajadas de bebé, que tanta felicidad trae a quien las escucha, atemorizaban a los sirvientes, sembrando un pánico irracional en sus corazones. Poco a poco los animales salvajes desaparecieron de la propiedad, los días se volvían lúgubres, las luces amarilleaban de manera enfermiza la casa, la vajilla extrañamente se rompía sin cesar. Cuando la niña cumplió tres años, las plantas dejaron de crecer en la casa. Pero sus padres, cegados por la banal felicidad, ignoraron todos estos hecho, hasta que a los diez años, la situación se hizo insoportable. La curiosidad de la niña era desmesurada e inocentemente cruel. Descubrieron su don para la magia y aguardaban al momento correcto para inscribirla en una escuela de hechicería, pero las cosas se torcieron. Los sirvientes temían a aquella criatura, tan anormal y oscura, tan abstracta y demente. Y una noche, a causa de unos estremecedores gritos, la niña despertó. Un grupo de hombres entraron en su cuarto y la llevaron a rastras. En medio del camino se detuvieron y la tiraron cerca de un par de cuerpos. Eran los cuerpos de sus padres. Ella los miró y la gente que le rodeaba esperaba una desgarradora escena, pero ante su asombro, la niña, sin media palabra, tocó el rostro de su madre, luego el de su padre y finalmente mojó sus dedos en el charco de sangre de ambos y se lo llevó a la boca. Por primera vez en su porcelánico rostro se dibujó una sonrisa. Y así, entre consternación y pavor, se la llevaron al calabozo, pues al día siguiente la quemarían en la hoguera.
Y llegó la mañana, pero los gallos no cantaron y el sol, siempre brillante, parecía apagado, sin fuerzas para bailar por el cielo. El aire se respiraba denso y una asfixiante congoja se anudaba, con el paso de las horas, en los corazones de aquellos que estaban dispuestos a ser partícipes en la ceremonia. Sin embargo, ni todo el malestar podía quitarles de la cabeza la convicción de que aquella muchacha debía arder. La despojaron de sus ropas y la cubrieron con una sucia tela rancia, y atada de pies y manos, la arrastraron por las calles de la ciudad, bajo la atenta mirada de todo aquel que se atreviera. No profirió ningún sonido en todo el proceso. No gritó, ni se lamentó, ni suplicó ni rogó. Analizaba la situación, muy interesada en aquella nueva experiencia, sin saber exactamente qué sentir. Le ataron fuertemente al mástil de la hoguera, rompiendo un par de costillas, pero ella hizo caso omiso. El alcalde, recitó sucias palabras y acusaciones, llamándola bruja y hereje, hija del mal y la calamidad. Pero ella hizo caso omiso. Pensaba en sus padres y en el por qué de su existencia, pues no encontraba sentido a aquel remolino que vivía en su corazón desde el día en el que nació. 
Primero fue un cosquilleo, luego el humo inundó sus fosas nasales, y después el fuego acarició perezosamente sus pies. Y mientras subía lentamente por sus pantorrillas, la sensación le provocó una tremenda nostalgia. El olor, el calor, el sudor. Poco a poco comprendió quién era y porqué era odiada. Por qué sus padres la amaban tanto y al mismo tiempo guardaban una pizca de pavor absoluto en un rincón de su alma. Ladeó la cabeza, como si despertara, lentamente de un lado a otro. Sentía escalofríos en su columna, tan placenteros que le excitaban. Comprendía a la perfección y eso le generó paz. Una paz inmensa porque había descubierto quien era. Y una vez más, el nombre prohibido brotó de sus labios, y la hija llamó a su padre. Y él acudió porque deseaba conocerla. Y las llamas se apagaron para minutos después centellear con la furia de mil ejércitos y caer sobre los pueblerinos como un mar embravecido, engullendo sin perdón todo a su paso. Y los gritos de histeria, de pavor, de horror, sustituyeron a al cacareo de los gallos que no habían cantado al amanecer, y la luz del fuego sustituyó a la luz del sol, que sabio, había decidido no aparecer, pues la oscuridad que allí se arremolinaba era incluso más fuerte que su brillo. El cielo se tornó oscuro, como la más oscuras de las noches, y no había estrellas, porque no había espacio para más luz. Y el padre descendió y recogió a su hija, quién gozosa, saltó a sus brazos. Entre muerte, desesperación y caos, ella pidió que la llevase lejos de allí, caprichosa y sin remordimientos, ofreció como sacrificio todo lo que su vista alcanzaba. Él, orgulloso, aceptó«.
De nuevo una pausa. No había siquiera una mosca que se atreviera a romper el silencio magistral que se había posado sobre aquella sucia taberna. Absortos por el poder de las palabras del sucio bardo, el sucio público no notó como un hilo de sombra saltaba de bolsillo en bolsillo, arrancando monedas indiscriminadamente. Cuando hubo terminado, el bardo dibujó una sucia y desagradable sonrisa en su rostro. No sería mentira decir que a todos y cada uno de los allí presentes les recorrió un escalofrío por la espalda y, como si el embrujo se hubiera desvanecido, poco a poco la neblina de ensueño se retiró de sus mentes, y despertaron. Sonaron quejas y suspiros, querían saber más, mucho más. El ansia les corroía por dentro. ¿A dónde había ido aquella maldita bruja? ¿Cómo se había convertido en lo que era ahora? No era posible que su padre se la hubiera llevado a la oscuridad del abismo si su historia en el mundo de los mortales continuaba. Más, más. ¡Necesitaban saber más! No podía dejarles así. Pero el bardo, mientras recogía sus cachivaches, solo sonreía ante el ímpetu del público, pues su alma de artista se regocijaba ante tremenda reacción. Entre enfados y súplicas, el sucio bardo zanjó su sucia historia, y con una sucia sonrisa, salió de la taberna. 
Fuera, apoyada en un desgastado barril al lado de la ventana, le esperaba su hija, quién había escuchado la truculenta y falsa historia. El bardo sabía que odiaba aquel viejo cuento, pero no podía evitar contarlo y meter el suspense, el odio, el miedo y la curiosidad en la cabeza de todo aquel al que le llegase su voz. Porque así conseguía vivir en aquel mundo. Así, la historia se transmitía de boca en boca, de generación en generación y la curiosidad y el miedo se instalaba en el corazón de la gente y con el miedo, él, la más absoluta oscuridad.
—Lo exageras cada vez más —murmuró ella mientras se ponían en marcha. Él soltó una carcajada.
—Así son los cuentos, siempre hay una pequeña verdad dentro de la mentira. Estoy deseando contar la siguiente historia.
—Eres de lo más sucio.
Y juntos, paso con paso, prosiguieron su viaje sin rumbo, con la confianza de que su legado tardaría muchos siglos en desaparecer. 
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