Tumgik
#presión en el pecho
a-hopelesslife · 2 years
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"No sentía ni frío ni calor, no estaba triste, mucho menos feliz, sólo sentía esa presión en el pecho. Me sentía vacía... otra vez."
- Lo leí por ahí.
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Dicen que la vida es una rueda
Dicen que la vida es una rueda, que todo puede cambiar en minuto en un abrir y cerrar de ojos, sin quererlo, sin poder detenerlo..
No sé si es capricho de la vida o porque con el paso del tiempo debes enfrentar cara a cara a quienes por un cierto motivo y en algún modo te hicieron daño.
Había imaginado tantas veces ese momento, qué haría, cómo actuaría, qué diría, planeado con detalle que decirle sin rencor, sin odio, sin reprocharle nada y es irónico, pues en ese instante me quedé quieta, callada, prácticamente congelada.
Ahí estaba él, tan brillante, sonriéndome con una sonrisa tímida, arrepentida y triste, se acercaba a mi lentamente, seguramente pensando que saldría corriendo, y a cada paso que daba, más sentía su olor, ese olor que casi ya había olvidado.
Y ahí estaba yo, muerta de miedo, con una extraña presión en el pecho y un nudo enorme en la garganta, me dijo "Hola" y reaccioné, hablamos de tonterías, ninguno quería hurgar en la herida, miré sus ojos y pensé en todas las veces que me perdía en ellos mientras que me decía que jamás habría nada comparado a nosotros juntos, y le sonreí, le sonreí como si nunca hubiera llorado por él, como si todas las noches en vela y las varias ojeras que me había tenido no hubieran existido, como si su presencia no me afectara, como si amor por él hubiera sido un amor más, un amor pasajero.
Como si el no fuese el prototipo de chico que había estado buscando durante todo este tiempo, como si no extrañase su forma de ser, su forma de tratarme.
Cuando intenté saber más de él, ahí reaccioné, ni él confiaba tanto en mí, ni yo confiaba ciegamente en él, ese fue la señal de la vida para que me diera cuenta que por más me torturase, nunca nada sería igual, fue la señal para que, de una vez por todas, siguiera tranquila sin él.
Ahora por fin entiendo que lo difícil de verdad no fue dejarte ir, sino emprender un nuevo día sin ti.
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ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
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ghosthidden · 9 months
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7/30
La presión en el pecho y los suspiros podrían ser manifestaciones de ansiedad o estrés. La ansiedad puede manifestarse físicamente en el cuerpo, y la sensación de opresión en el pecho y la respiración entrecortada (suspirar) son síntomas comunes de ansiedad.
La conexión entre la ansiedad física y que estás experimentando dolor emocional por la ruptura, podría estar relacionada con una preocupación o miedo subyacente a ser reemplazado o a no ser lo suficientemente valioso para otra persona.
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satorugojowidow · 5 months
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soy la única que está con una angustia insoportable desde el 19 de noviembre? hoy no miré nada de la asunción para no amargarme pero las cosas están tan mal y el pronóstico de que estarán peor me destruye. no sé como voy a transitar estos cuatro años
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alay-alexander · 8 months
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A veces vuelvo a sentir esa presión en el pecho que una vez me hizo alejarme de todos.
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deepinsideyourbeing · 1 month
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Standing in the light of your halo - Esteban Kukuriczka
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+18! Dom!Esteban, spanking, breve nipple play, sexo oral, alusión a bondage y/o shibari, fingering, sexo sin protección, face slapping, spitting, begging, creampie, aftercare, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
Esteban te sostiene firmemente sobre su regazo, el bulto entre sus piernas roza tus costillas y la palma de su mano impacta con fuerza sobre tu piel ardiente una y otra vez, sin darte respiro. Tu voz es apenas un murmullo al contar y agradecerle por cada nalgada.
-¿Color?- pregunta, dirigiendo sus dedos a tus pliegues mojados y moviéndolos de arriba abajo. Te resulta difícil concentrarte y la siguiente vez que habla, acentúa sus palabras tirando más fuerte de los mechones entre sus dedos-. Contestá cuando te pregunto algo.
Tomás aire.
-Verde.
Siembra un par de besos en tu espalda luego de un último roce a tu centro y masajea tu cuero cabelludo por unos instantes antes de obligarte a reincorporarte para sentarte entre sus piernas, sus manos se deslizan desde tus caderas hasta tus pechos desnudos salpicados con las marcas de sus dientes. Besa tu mejilla, tu cuello, desciende hasta tus hombros y deshace el camino que trazaron sus labios hasta llegar a tu boca, pero no te besa.
-¿Querés que te coja?- asentís-. ¿Sí…?
-Sí, por favor.
Sus dientes capturan tu labio inferior mientras una de sus manos te aprisiona contra su pecho y la otra juega con tus pezones. Sus dedos no muestran piedad alguna y emite un sonido de falsa simpatía cuando te quejás a causa del dolor, sonido que sería convincente de no ser porque sentís la forma en que su miembro caliente palpita contra tu espalda baja y humedece tu piel.
En un rápido movimiento te deja de rodillas entre sus piernas y tus manos se ubican de manera instintiva sobre tus muslos para que pueda verlas con claridad. Acaricia tu rostro con suavidad y perseguís el calor y confort de su mano mientras mantenés contacto visual con él, los destellos verdes en sus ojos fundiéndose con el color ámbar ahora que sus pupilas están dilatadas.
Te perdés contando las pecas que salpican la piel de sus mejillas y el puente de su nariz, observando cómo los mechones rubios caen sobre su frente y sus cejas, la particular forma en que sus labios se fruncen y delatan así el deseo y la necesidad que siente por vos. Recostás tu cabeza contra su pierna y la sombra de una sonrisa amenaza con romper su semblante serio.
-¿Puedo…?- tu mirada alterna entre sus ojos y su miembro, erecto y goteando.
Cuando asiente dejás escapar una respiración temblorosa, deseosa de tenerlo en tu boca, y sin perder tiempo cerrás tu mano alrededor de él. Lo masturbás con lentitud y un agarre firme, hipnotizada por la aparición de gota tras gota de líquido preseminal, por los suspiros y por sus palabras de aliento que te incitan a continuar. Tu pulgar juega con su punta brillante y roja, provocando que su excitación impregne su miembro y también tus dedos.
Comenzás besando sus muslos, dando alguna que otra mordida inofensiva para luego plantar besos sobre su miembro y delinear con tu lengua la vena que lo recorre. No pasa mucho tiempo antes de sentir su mano sobre la parte posterior de tu cabeza, una silenciosa indicación o una orden que obedecés inmediatamente: cuando tu lengua se desliza sobre su punta y su sabor invade tus sentidos tus labios se cierran sobre esta para comenzar a succionar con fuerza.
Esteban no te la hace fácil, por supuesto que no. Su mano ejerce presión para que tomes más de su miembro en tu boca y no se detiene al sentir la forma en que tu garganta se contrae –una sensación que lo vuelve loco-, sabe que de necesitar parar vas a tocar su muslo dos veces. Acaricia tu mejilla y limpia las lágrimas que desbordan tus ojos antes de liberarte, observa fascinado la forma en que su miembro y tus labios permanecen conectados por un hilo de saliva.
Toma tus manos entre las suyas y masajea tus muñecas antes de llevárselas a los labios para besar con delicadeza las marcas en ellas, el recuerdo que las cuerdas de yute dejaron en tu piel. Cubre de besos el dorso de ambas manos y las yemas de tus dedos, cerrando sus ojos y suspirando cuando su lengua prueba el rastro que dejó en vos.
Te ayuda a ponerte de pie y te recuesta en la cama deshecha, el movimiento realzando el aroma de sus respectivos perfumes en las sábanas. Sus ojos recorren tu cuerpo de manera intensa antes de recostarse a tu lado y separar tus piernas con un simple toque de su mano, sus largos dedos instalándose entre tus muslos para acariciar superficialmente la piel alrededor de tu entrada.
-Mirá cómo te mojaste- acerca su mano a tu rostro para que puedas apreciar la forma en que sus dedos brillan bajo la tenue luz de la lámpara-. Abrí.
Tus labios se separan e introduce dos dedos en tu boca, el sabor de tu esencia esparciéndose sobre tu lengua rápidamente. Esteban clava sus ojos en los tuyos y observa la forma en que batallás para sostenerle la mirada cuando comienza a golpear tu garganta con sus dígitos: una de tus manos cerrándose sobre su muñeca a modo de advertencia, o tal vez súplica, basta para que los retire. Te recompensa besando tu mejilla y presionando sus dedos contra tu entrada.
-Por favor- humedecés tus labios-. Necesito…
-¿Qué necesitás?
-A vos.
Una sonrisa de satisfacción tira de sus labios y sus dedos se hunden en la calidez de tu interior con movimientos lentos, medidos y expertos. Centra su atención en tus puntos más sensibles, una acción reflejo del conocimiento que posee sobre tu cuerpo, y minutos más tarde su pulgar masajea tu clítoris siguiendo el mismo ritmo.
Tus gemidos cada vez más altos acompañan los sonidos obscenos que reverberan en las paredes desnudas de la habitación y las muecas que atraviesan tu rostro, junto con la contracción de tus paredes alrededor de sus dedos, le permiten saber que tu orgasmo se acerca. Normalmente te haría esperar, pero decide darte el capricho sólo por esta vez y cuando intentás advertirle asiente de manera comprensiva para hacerte saber que tenés su permiso.
Silencia tus gemidos besándote en el momento justo y disfruta el hecho de que te cueste corresponder el beso, tus piernas se cierran con fuerza ante el placer abrumador y no sos consciente de que tus uñas se entierran sobre la piel sensible de uno de sus hombros… Pero no le importa, Esteban adora que todo el mundo sepa que te pertenece tanto como vos a él.
Retira sus dedos y utiliza tus fluidos para lubricar su miembro, pero se detiene al posicionarse entre tus piernas para apartar los mechones de cabello que caen sobre tu rostro y asegurarse de que te encontrás en las condiciones adecuadas para continuar. Desliza su punta entre tus pliegues y el calor de esta te roba un suspiro que se transforma en un gemido cuando por fin te penetra.
Para distraerte del ardor inicial provocado por la intrusión, Esteban acaricia tu cadera y dibuja círculos sobre tu clítoris sensible. Observa la forma en que su miembro se desliza entre tus pliegues, tu entrada apretada cediendo lo suficiente para que él logre hundirse profundamente en vos, y aparta la mirada de vez en cuando para observar en tu rostro las expresiones que ya conoce. Están grabadas a fuego en su memoria pero no puede evitarlo, adora verte.
Te perdés en el placer y la sensación de sus caricias, de tu boca sólo surgen palabras sin sentido pero Esteban comprende que es la forma en que rogás por más. Descansa su peso sobre una de sus manos y la otra toma tu mejilla antes de comenzar a mover sus caderas con fuerza, abusando de tu punto dulce como sólo él es capaz de hacerlo.
El pulgar rozando tu mejilla se desliza entre tus labios y su mirada vuelve a perderse entre tus piernas, la imagen desplegándose frente a sus ojos es casi suficiente para hipnotizarlo y tus gemidos son su melodía favorita, siempre acompañada por el ostinato que producen sus pieles en contacto.
-¿De quién es esta conchita?- remarca sus palabras con una fuerte embestida-. Decime, dale.
El dedo en tu boca te impide hablar casi tanto o más que el placer que nubla tu mente y Esteban es consciente de ambas cosas, pero no significa que deje de esperar una respuesta de tu parte. Retira el dígito de manera brusca y la palma de su mano impacta con fuerza sobre tu mejilla, el escozor devolviéndote a la realidad demasiado tarde.
En un segundo te posiciona dejándote sobre tu estómago y se sienta sobre tus muslos, desliza sus uñas sobre las aun notorias marcas que sus manos dejaron en tu piel hasta hacerte llorar y luego masajea la zona afectada. La punta de su miembro roza tu entrada por una fracción de segundo antes de que te penetre con fuerza y deje caer su pecho sobre tu espalda, su peso corporal haciéndote sentir protegida al igual que sus labios besando tu cabello.
Con las fuerzas restantes en tu cuerpo te reincorporás lo suficiente para voltear a verlo, intentás pedir que te bese pero lo único que escapa de tus labios entreabiertos son gemidos y sonidos de desesperación. Acerca su rostro al tuyo y escupe sobre tu lengua, observando con atención la forma en que las emociones tiñen levemente tus mejillas antes de tragar su saliva.
La sensación de su miembro golpeando el punto más profundo en tu interior te lleva al borde de otro orgasmo, ocultás tu rostro contra la almohada y tu mano se cierra sobre su muñeca.
-Por favor, por favor- rogás, tus palabras apenas audibles-. ¿Puedo?
-Sí, bebé- besa tu sien con delicadeza, una acción que contrasta con la agresividad de sus estocadas y los sonidos húmedos que estas provocan.
Intentás ahogar un grito mordiéndote el labio, pero es completamente inútil una vez que alcanzás el orgasmo y el placer se extiende por todo tu cuerpo. Una de tus manos se cierra con fuerza, haciendo un puño con las sábanas, mientras las uñas de la otra marcan nuevamente la piel de Esteban y aprisionás la almohada entre tus dientes.
Unos segundos más tarde, cuando la sensibilidad  post orgasmo amenaza con convertirse en tortura, sentís la forma en que Esteban llena tu interior y sus movimientos se detienen. Susurra palabras dulces en tu oído, entre ellas apodos como princesa y bebé, y riega besos en cada sitio que sus labios encuentran en su camino hasta tu boca.
-¿Estás bien?
Te aclarás la garganta.
-Perfecta- le dedicás una sonrisa.
Su miembro abandona lentamente tu interior y observa la forma en que su semen escapa de tu entrada -que se contrae ante la pérdida de él-, cayendo sobre tus pliegues y manchando las sábanas. Utiliza un dedo para recoger los restos de ambos y los empuja nuevamente hacia tu interior haciendo caso omiso de tus protestas.
-¿Qué te parece si nos damos una ducha y comemos algo?- propone mientras te ayuda a sentarte. Es una pregunta retórica, no tenés otra opción; Esteban es sumamente cuidadoso y jamás permitiría que experimentes los efectos de un descuido o la falta de atención luego de una sesión. Además, ¿por qué te negarías a ser consentida por él?
Te acompaña al baño y ambos esperan a que la temperatura del agua sea la ideal para entrar en la ducha, ignorando el vapor que empaña por completo los azulejos y el espejo. Lava tu cabello con cuidado y hacés lo mismo con el suyo, masajea gentilmente tus hombros y los músculos de tu espalda, y cuando salen observa con atención cómo realizás tu rutina de skincare.
Se acerca y rodea tu cintura con sus brazos, la punta de su nariz rozando tu cuello mientras mira tus ojos en el reflejo del espejo. Te sonríe, agotado y somnoliento, y sabés que tu lugar en el mundo siempre será entre sus brazos.
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parcecallese · 8 months
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¿Has sentido esa presión en el pecho por no soltar lo que te mata por dentro? Yo si, todos los días.
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caostalgia · 6 months
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Respiro hondo tantas veces pero la presión en el pecho permanece, cómo no puedes darte cuenta del mal que nos estamos haciendo, verdaderamente no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, tando dolor a mi corazón has causado, y aun cansado y enmendado te sigue amando.
-Tinx
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modekimasen · 7 months
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No sentía ni frío, ni calor no estaba triste, mucho menos feliz, sentía esa presión en el pecho. Me sentía vacío... otra vez.
-Mario Benedetti
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oceano-de-letras · 1 year
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A veces no puedo evitar sentir esta presión en el pecho, y no sé cómo llamarla.
Arrow.
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norxaki · 7 months
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18 de octubre de 2018
Escuché tu último respiro.
Estaba en mi límite, mi pecho dolía, mis ojos eran incapaces de dejar de llorar. Mi aliento estaba cada vez más ahogado en mi dolor.
Mi primer amor se desvanecía frente a mis ojos, debía ser un momento de apoyo, al menos eso creía.
El sonido de las agujas del reloj, el monitor esperando a que tu corazón se detenga, el contaminado aire del hospital y la horrible presión que estos emanan. Un casi inexistente silencio fue roto cuando abriste la boca solo para reprocharme, — Es lo que sentí en ese entonces. — cuestionandome por qué no puedo dejar el mundo contigo. Ambos estábamos mal, nuestra miseria compartida tomaba distintos rumbos, pero, realmente quería hacerlo, quería morir contigo.
Te amé por tanto tiempo, te sufrí por mucho más. Cada vez que mi vida parecía ir bien, siempre volvías de alguna u otra manera para romper mi corazón otra vez.
Te odié por haberme dejado de esa manera, pero fui yo quién te exigió que lo hicieras.
Volviste a la vida, volví a aquel momento dónde mi yo de 15 años estaba partiéndose a la mitad, aquel día que marcó el rumbo de mi vida.
Hoy te volví a escuchar, pude hablar contigo una vez más. Me despedí de ti y fue cuando supe que nunca te dejé de amar.
Ahora sé que nada de esto fue realmente tu culpa, mucho menos fue la mía. Te perdono por todo aquello que tuve que pasar e indirectamente arraigué a ti, te perdono por aquellas palabras que salieron de tu boca cuando tu alma se quebraba por mí.
Te perdono, por no entender tu forma de amar.
¿Puedes perdonarme a mí también?
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dudd-ie · 1 month
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Titulo:Cola👇🤨
Sinopsis: rocma pone a prueba el consejo de la cuñada de idate.
/un poco sugerente/rocma toca lascivamente a idate sin saberlo/idate esta igual de confundido/
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...Entonces idate sintio algo deslizarse desde la punta de su aleta caudal hasta rozar la base que la unía a la parte baja de su espalda.
La orca se desplomó de rodillas en el proceso,aturdido en rojo porque por alguna razón sus piernas se sintieron como gelatina cuando la almohadillas suave de los dedos de rocma rozaron un punto demasiado sensible cerca de la base de su cola.
Cuando idate trató de componerse y mirar hacia atrás para ver que demonios estaba ocurriendo, se sorprendió gratamente al ver a la depredadora ártica detrás de él cerniendose con autoridad sobre su cola de orca.
Una de sus zarpas sostenía la base superior, mientras la otra permanecía debajo tocando de manera superficial.
Ella miro la extraña respuesta fisica con interés.
Evaluando sus reacciones...
Aparentemente asimilando que acaba de hacerlo poner de rodillas solo con el roce descuidado de sus manos sobre la protuberancia alargada.
Idate trató de pronunciar su nombre o cuestionar sobre sus intenciones ,sin embargo se sorprendió al fallar en formar alguna palabra coherente.
Su garganta se sentía apretada y tensa.
Sentia la misma presión en su pantalon,pero eso ya era algo mas común cuando se trataba de la shirokuma-chan.
Lo que no fue tan normal,fue el escalofrío que lo azotó cuando los dedos de rocma se deslizaron de nuevo sobre la parte baja de su péndulo caudal.
Y ni hablar del ruido que salió de su garganta cuando sintió su toque nuevamente en el punto sensible de su piel.
Idate casi se tapó la boca por el ruido que emitio desde lo profundo de su pecho,Sorprendido al igual que escandalizado por haber gemido de esa forma.
No le extrañó sentir la mirada gélida de rocma sobre su nuca.
Acaba de estremecerse y maullar como una puta con solo el toque descuidado de sus dedos.
Idate comenzó a sentir el sudor resbalar por su cuello mientras su garganta se secaba.
No tenía idea de lo que estaba estaba sucediendo y aunque quisiera no se atrevía a moverse bruscamente entre sus manos.
Sus cola hiba a recibir heridas letales y con lo sensible que era,idate prefirio no correr el riesgo.
Otra cosa fue…Que extrañamente,no se sentía con voluntad de resistirse a su toque.
Cada pequeño roce de la almohadillas de dedos de rocma hizo temblar sus piernas y envió placentero escalofrío por su columna vertebral.
La cabeza de idate se sentía tan pesada que recostó su frente contra la fría nieve.
Los pinchazos helado se sintieron tan refrescante contra su rostro febril.
Ojalá hubiera podido sentir la misma frescura y alívio en el resto de su cuerpo que quemaba y se retorcía de frustración por tener 'algo mas.'
Rocma retrocedió en su toque y volvió a aquel punto cerca de la base de su cola.
Él volvió a gemir.
Desesperado y suplicante por algo que ni él mismo entendía.
El nudo en el estómago de idate se volvió mas tenso conforme su respiración se volvia inestable,la vista de la orca comenzo a nublarse en los bordes cuando ella volvió a raspar el punto placentero con más fuerza.
¿...Fue una tortura?
¿Humillación?
¿...Estaba él en el cielo o el infierno?
Si la cabeza de idate no estuviese tan enterrada en la nieve quizás hubiera visto la usualmente expresión fría de rocma elevar la comisura de sus labios con humor.
El hombre escucho algo parecido a un bufido de parte de ella,y en su mente delirante pensó que se estaría burlando de él.
con dificultad,idate trató de mirar hacia atrás para ver el rostro frío de su amor platónico sonreír almenos una vez en su vida,Pero apenas se incorporo sobre sus codos otra corriente de electricidad volvió a atravesarlo con una fuerza que lo hizo desplomar su cabeza contra la nieve denuevo.
Está vez no pudo contener su boca -" aaah-Ah!~ …. aaah!de-detente!!"- diferente de sus roncas suplicas, sus caderas se empujaron de forma inconciente contra la figura de rocma detrás de él,Casi buscando como por instinto más de ese toque intoxicantemente tosco sobre su piel sensible.
Rocma había comenzado una ronda rápida de caricias en esa parte en concreto,como animada por las pateticas suplicas de idate.
Ella tuvo intervalos donde raspo con más fuerzas haciendo que al hombre se le empañaran los ojos por la intensidad.
Está vez los ruidos no cesaron incluso cuando los gemidos y jadeos fueron amortiguados contra la nieve.
Idate exhalo por la nariz,sus puños estaban raspando sobre el suelo y amontonando la nieve debajo de sus dedos enguantados en un intento torpe de sujetarse de algo.
Se sentía tan antinatural ese placer.
Pero no quería que se detuviera.
Idate no supo expresar el sentimiento o porque estaba tan debilitado por el.
En el pasado había regañado a nagi por tantear en la parte inferior de su cola de esa forma descuidada,Sin embargo el toque inocente de aquella vez sólo envió un escalofrío incómodo por todo su cuerpo y simplemente decidió que era una sensación que no le gustaria repetir.
Pero por algún motivo que desconoció, el extraño y incomodo sentimiento de aquella vez parecía transformarse en algo más..Desgarradoramente Placentero y frustrante cuando fue el toque tosco pero suave de las manos de su amor platónico.
La orca movió su rostro contra la nieve,ya enloqueciendo por el roce rápido que amenazaba con romper una especie de tensión en la parte inferior de su estómago.
La cola de idate comenzó a tener pequeños espasmos involuntarios,pero rocma la mantuvo firme y erguida con su agarre.
-"..E-esper-Aah~!"- las palabras de idate fallaron y resonaron como gemido duro cuando sintió las garras de rocma rasparlo superficialmente- "..kuh… uhhh!!"-emitió la orca casi como si lloriqueara, nuevamente abrumado debajo del filo de sus mimos.
Él movió su mano sobre su espalda con dificultad,buscando desesperadamente disminuir el ritmo de los toques de rocma-"des..despacio..ah-Aah~…no..-puedo.. yo…shirokuma-chaan~….. "- suplico torpemente entre profundos jadeos mientras con su mano temblorosa sujeto la muñeca de rocma como con desesperación, ya abrumado por la sensación persistente de estimulación.
Ella pareció apiadarse de él porque su ritmo se detuvo abruptamente,idate suspiro aliviado,finalmente estabilizando su respiración errática,pero cayendo flacido en suelo.
¿Una derrota humillante?
Fue vergonzoso sin duda,pero se sentía tan estrañamente feliz y adormecido.
Finalmente se reincorporo un poco y Cuando miro hacia atras se encontró con la mirada fria de aquella mujer oso que tanto le gustaba.
Ella estaba estudiandolo otra vez.
Eso le gustó,esa mirada filosa sobre él.
"eso fue… tan…" La mente adormecida de idate trató de asimilar la experiencia lo mejor que pudo.
Rocma parecio concluir su línea de pensamiento cuando escupio un - "asqueroso…"- mientras arrugaba su nariz hacia él-" ¿algo así te llevo al límite?..ugh..¿ Eres alguna especie de degenerado?"- lo reprendió ella estrechando su mirada en él con repulsion.
Ella solto su agarre sobre su cola con asco,restregando sus manos contra la falda de su vestido como si hubiera tocado algo sucio.
Idate parpadeó confundido por el significado de sus palabras, pero tan pronto como miro entre sus propias piernas entendió a que se refirió con "ser llevado al limite".
En su defensa, no sabia que podía pasar eso.
En retrospectiva,ella acababa de descubrir un punto debil suyo espeluznante.
Pero parecía más decepcionada que otra cosa-"tch…que perdida de tiempo"- la escucho maldecir por lo bajo mientras chasqueaba la lengua.
La vio alejarse con la misma calma con la que se acercó,Él realmente quiso perseguirla para obligarla a explicar qué demonios había sido todo eso.
Pero.. al mismo tiempo se sentía tan … tan ……
¿Felizmente ultrajado?
¿Placenteramente humillado?
Y pues…. En el fondo temió que si la perseguía terminaría rogándole que lo hiciera de nuevo.
Y idate sabía que aún no estaba mentalmente listo para pasar por eso otra vez, por mucho que su cuerpo doliera con la ausencia de su toque.
él no estuvo listo....Por ahora.
.
.
.
fin 💀
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oinorinoyaiba · 7 months
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Los despertares de Miyabi suelen ser muy abruptos, como si se despertara por culpa de una pesadilla, poniéndose instantáneamente alerta nada más abrir los ojos. Lo han sido desde siempre, y el de hoy no es una excepción.
Aunque sí que es verdad... Que por algún motivo que desconoce, cuando duerme en casa de Laurita, con ella, se nota algo más relajado. Miyabi lo suele relacionar a la intensa sesión de sexo que suelen tener antes de dormir, y no le da muchas vueltas más.
Pero la verdad es que no es algo que le sucediera también con Corey, no de esa forma. Ha dormido bien, muy bien, pese a lo temprano que se despierta.
Se va dando cuenta de que sigue desnudo por lo de anoche, menos por las vendas del pecho que no se llegó a quitar y ahora hasta le escuecen de tanta presión. Pero eso no es todo, lo que más le llama la atención es que él, alguien que no suele necesitar -y a veces ni gustarle- el contacto físico y la proximidad... Tiene un brazo por encima del cuerpo de @not-sad-just-tired. ...
#rp
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dosmilunsegundos · 1 month
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Siento una presión en el pecho muy fuerte, acabo de rechazar a una chica, porque sigo sin poder superarla a ella. Sin embargo me siento mal por haberle roto el corazón... Ojalá estás cosas se pudieses evitar
🪻 Dosmilunsegundos 🪻
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Enzo cuando te viene, por favorrrrrr
+18!
Comienza con un inocente masaje sobre tu abdomen mientras estás recostada entre sus piernas, tu espalda adolorida descansando contra su pecho. La calidez de sus manos es reconfortante y no sospechás cuando sus movimientos ascienden en dirección a tus pechos hinchados y sensibles.
-¿Te molesta si hago esto...?- masajea la zona evitando tus pezones adoloridos y negás. Repite el movimiento ejerciendo presión y esta vez el roce de su palma te hace gemir.
Cuando continúa con el masaje sus dedos encuentran tus pezones accidentalmente una y otra vez hasta que la necesidad opaca el dolor producido por el contacto, y entonces te pellizca hasta ver que apretás los muslos.
Siempre priorizaría tu comodidad independientemente de sus deseos, obvio, así que una de sus soluciones (si la penetración te resultara demasiado dolorosa o no fuera posible por x producto de gestión menstrual) favoritas es sostenerte firmemente contra su pecho y deslizar su miembro entre tus piernas hasta que lo manches todo. Adora ver cuánto te desespera esa posición y siempre terminás temblando, así que...
Te recuesta contra las almohadas para comenzar a prepararte con sus dedos, depositando algún que otro beso en tus muslos a pesar de tus protestas. La sangre hace maravillas como lubricante y el movimiento de sus dígitos contra tu punto dulce es relajante porque alivia las molestias como ningún analgésico.
Cuando por fin se introduce en tu interior lo hace con movimientos muy lentos y jurás que es para torturarte más que para no provocarte molestias. Sus labios se curvan en una mueca arrogante cada vez que dirige la mirada hacia tu entrada y ve la forma en que su miembro brilla con tu sangre bajo las luces de la habitación ♡
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bloodbord · 4 months
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mientras aun existo
Mientras aun existo lo que hay en mi alama se desvanece,
mientras aun existo seguirá algo mal en mi
mientras aun existo las calles de mi corazon y alama están vacías
mientras aun exisito en mi mente divaga aquellos pensamientos autodestructivos
mientras aun existo lo malo en mi también existirá
mientras aun existo sentiré esta presión en el pecho que no me deja respirar
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