No todos cuentan con aquella suerte de conocer a la persona que te alegra tus días con su presencia, pero sé que encontrarán aquella personita que los haga sentir mejor.
Pasar meses en un infierno confuso fue mi realidad, pero no una permanente. He mejorado y ahora sé por qué y para quien, por más que fueron meses de puro infierno al fin puedo sentirme en paz, en compañía de alguien que siente la misma paz.
Estuve mucho tiempo en la deriva y sin darme cuenta eres aquella ayuda la cual se volvió mi nueva órbita.
Aquella emoción de verte, escucharte y sentir lo que creí extinto es un nuevo comienzo, uno del que me siento feliz por comenzar a sentir de nuevo.