Feliz día de los abogados!

[ID: un dibujo chibi, medium shot de Matt Murdock sonriendo.

lleva un traje negro y una corbata roja.

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"El árbol"

Dia 1 Acostada…viéndolo, hasta que ya no aguanto más, es insoportable mirarlo, es como ver un espejo, lo odio, me odio, solo quiero que cambie, quiero cambiar, quiero que deje de ser quien es en este momento, quiero dejar de ser quien soy, ya no soporto un minuto más siendo yo, ya no soporto un minuto más mirando ese feo árbol pintado en mi pared, definiéndome, describiéndome con tanta exactitud, no puedo dejar de encontrar semejanzas entre nosotros, no me di cuenta que al pintarlo estaba dejando lo que soy en él, todo este tiempo ha estado expuesto, es enorme, y vistoso, parece estar hecho de buena madera, fuerte, nadie creiria que se caería en alguna tormenta, se sorprenderían si se percatara de lo que significa, todos ven un “árbol”, pero nadie observa al árbol, irónico, supongo. Me paro, agarro el bote de pintura y empiezo, pienso en que sería genial poder hacer lo mismo conmigo, solo necesitar una capa de pintura más para borrar lo que soy, para desaparecer, lamentablemente conmigo no bastaría una capa de pintura, tengo que quitar la pintura vieja, ya que se está cayendo a pedazos, tapar lo agujeros que han dejado los clavos de esos cuadros y pinturas que pensé me gustarían para siempre, que podría verlas todos los días y no me hartaría de ellas, merecían un lugar en mi pared, no pensé en moverlos…hasta que lo hice; resanar la pared, y luego pintar de nuevo, para repetir este proceso después de algunos años. Sigo con mis ojos cada línea que lo conforma, pienso en porque lo pinte en primer lugar, claro, no lo sé, no sabía nada en esa época, tan desesperada por ser diferente pero sin saber que quería ser, solo agarre cosas a la azar para tratar de definirme, lamentablemente solo logro confundirme más, lo sabía, sabía que esa no era yo, pero remodelarlo todo me había dejado tan cansada, que como siempre me conforme con algo que no quería pero ya tenía, eso representaba ese árbol mi conformidad con la cosas, lo fracasada que era para ir por lo que realmente quería, lo cerca que estuve pero que no conseguí. Pensando en esto pinto con más rapidez y fervor, por mi cabeza pasan un montón de cosas y no puedo no reparar en una palabra “heridas”, todo este tiempo abiertas y expuestas…pero por fin estoy curándolas, por fin soy capaz de cerrarlas, ha llegado el momento de que se vuelvan cicatrices, de que dejen de doler como lo hacen, me canso, es cansado ¿no?, no puedes cerrar todas en un día, suficiente por hoy , me prometo terminarlo pronto y voy a la cama. Día 10 “es hora de cerrar ciclos”,” tienes que empezar a terminar las cosa”, ¿cerrar ciclos? ¿Acaso no lo he hecho ya? Hablan sin fundamentos, no tengo nada que cerrar, ¿o sí? No, no lo creo, bueno, tal vez aquel dibujo, y si pensamos en aquella conversación, no, no es cierto, son solo patrañas, las personas a mi alrededor me lo han repetido muchas veces, pero yo no lo creo, hasta que…si, llego a mi casa, entro a mi cuarto y encuentro a ese asqueroso árbol mirándome, incompleto, de repente la verdad me golpea como solo ella puede, me derrumbo, lloro, todo este tiempo sintiéndome así, incompleta, mis trabajos a medio concluir me lo han estado gritando, pero yo no quería escuchar, yo no quería ver, lo he estado gritando sin percatarme de ello, basta. No puedo seguir viéndolo, no puedo estar en esta habitación, está ahí, burlándose, reafirmando lo que no quería creer, impulsada por el coraje, vuelvo a tomar la pintura, me propongo no descansar hasta cerrar cada herida, no dormiré hasta dentro de un tiempo… Día 15 ¡Listo!, no se ha borrado del todo, se puede diferenciar los tonos de pintura, aun se notan las ramas, pero ya no está expuesto, solo quedan rastros de lo que era y ya no es, creo haber cerrado todas las heridas, ya no sangraran más, la pared esta lista para poder pintarla. Día 17 Mi madre entra a mi cuarto, se percata de que ya no está, pero se sigue viendo, y me dice suavemente –Me gusta como se ve, se aferra a quedarse, sigue ahí de una u otra forma, ¿con que lo taparas ahora?- Me da mucho en que pensar, no puedo borrar quien soy, tal vez deba aprender a apreciarlo, siempre quedan cicatrices… Dia 20 ¡Carajo! Aún queda algo de ramas detrás de televisor, no se han ido, algunas heridas cuesta más verlas y sanarlas ¿no? Dia 25 Creo haber tapado cada una, ahora me gusta mirarlas, me recuerdan que ya no soy quien era, ya no provocan la desesperación y desagrado que antes causaban, ya no duelen. Dia 26 Mi madre tenía razón, ese árbol no se quiere ir, hoy encontré una parte del tronco que me falta borrar, pero creo lo dejare así, se necesita una herida abierta de vez en cuando. Día 27 Creo que al fin puedo ser la artista de mi mejor obra de arte.