No fue amor, fue muchísimo mejor que el amor. Era algo muy tuyo, muy mío, una mezcla de lo mejor y lo peor de ambos. Era algo muy nuestro.

Y es que me cuesta tanto estar dentro de la mirada de alguien más, pensaba que la tuya siempre observaría, que iba ser mi refugio ante tempestades, mi cárcel en los desvelos y mi cielo en el amor.

Me hace falta todo el tiempo tu voz. A veces tengo miedo de olvidarla. Todos los días recuerdo tus frases y los ruidos extraños que hacías. Yo no puedo borrarte de aquí.

Me mostré vulnerable ante ti, en cada plan te incluí. Quise todo contigo, incluso mis tardes de domingo. Llegué a pensar que sería una historia sin fin.

El día de hoy te perdono, mañana vendrá tu arrepentimiento, debido a que fue mayor mi corazón con ganas de sentirse en paz que tus acciones para lastimarme, la tranquilidad me hará fuerte, tu inquietud te hará débil.

Quiten el sexo y se van a dar cuenta que mucha gente no tiene nada más que ofrecer, son vacías, huecas nada de valor emocional, mental o espiritual. Está sociedad está tan presionada por el placer que todos olvidan que la mentalidad y la personalidad crean vínculo y longevidad.

Te llevo en mi, porque conmigo no pude.

Ya no he escrito cartas hace 2 años, pero a veces se me salen unas cuantas líneas.