Entre sombras de oscuridad un pequeño halo de luz rompe la hegemonía de la obscuridad y rememora la importancia de lo simple y la vitalidad del bien. #mayv #yesmayv #sombras #obscuridad (en El Belloto) https://www.instagram.com/p/CgVmiqLDIJp/?igshid=NGJjMDIxMWI=

El esplendor de un día permanece en la significancia de un atardecer frente al mar. Estación Recreo MetroValpo. #mayv #yesmayv #EstacionRecreo #MetroValpo #atardecer #puestadeSol (en Viña del mar, Chile) https://www.instagram.com/p/CgL0zCTuJHF/?igshid=NGJjMDIxMWI=

Interior estación Viña del Mar MetroValpo, vista desde el andén para Quilpué, precioso mural que muestra con mucha técnica los detalles de un niño en plena primavera mirando la belleza de la naturaleza. Foto del viernes 3 de junio 2022, 14:45 hrs. Apoyo a muralistas urbanos y su proyección en la ciudad, cualquiera sea ella. #mayv #yesmayv #muralistas #niñezretratada (en Viña del mar, Chile) https://www.instagram.com/p/CeZSmBPLvIK/?igshid=NGJjMDIxMWI=

Un jacarandá embellece cualquier adefecio espacial, su color potencia el aburrimiento y oxigena la visión. Aquí una vista de la Calle Ecuador en Valpso hace unos años atrás, antes del estallido. #mayv #yesmayv #jacarandá #calleecuador (en Valparaíso, Chile) https://www.instagram.com/p/Cb-G69PrBfT/?utm_medium=tumblr

El mar nos entrega en pocos metros la belleza de los colores, con la anuencia del sol evidentemente. Del verdor al azul con la intensidad que solo el mar nos puede entregar y nosotros disfrutar. #mayv #nallita #yesmayv (en Castillo Wulff) https://www.instagram.com/p/CZA58-7rl9R/?utm_medium=tumblr

El resurgir es parte de natura, todo ser viviente tiene esa facultad innata en su categoría de renacer. No importa el infortunio ni carece de razón es parte de su situación. Vida tras el drama de perecer. | #mayv #yesmayv #plantas #servivo #vida (en El Belloto) https://www.instagram.com/p/CY24hZirtWA/?utm_medium=tumblr

Nada es al azar, todo causa subyace en la consecuencia de la misma.

Homenaje a natura.

NATURALEZA | Entonces te miraba y veía que me entregabas quietud después de la tormenta, suavidad entre tanta aspereza; sensación de paz es mirar(te).

GENERACIÓN ANÓMICA

Un primer acercamiento a la protesta.

Después de varios años leyendo las descripciones de los hechos que llenan el espectro de la historia y estudiando la vigencia del mundo occidental en su lucha por lograr la supremacía sobre sociedades milenarias como las orientales, puedo llegar a la conclusión tentativa que las sociedades son maquinas de producir desigualdades. La moda, el consumo, el individualismo no se podrían explicar sino por esta pulsión sin precedentes y sorprendente del ser humano por individualizarse frente a los demás. Desde esa esfera única, la desigualdad surge desde formas mudas, soterradas y con marcadores socioculturales, incluso desde el lenguaje.

Estamos frente a una generación profundamente anómica, es decir, esa que delata la ausencia de normas culturales por las cuales debería regirse, esa que tiene como única certeza la subjetividad de sus convicciones y que pretende cambiar la sociedad desde esa perspectiva. Esa anomía viene a hacerse presente debido a los profundos cambios que ha tenido el tejido social y las funciones de ordenamiento que han resultado del mismo. El tradicional orden social establecido en la sociedad tradicional dio paso -sin miramientos morales, legales y culturales- a un nuevo orden que renuncia a la objetividad de la generación anterior y asume su completa subjetividad en estas últimas generaciones.

Podemos visualizar un reclamo sostenido al leer constantes y presentes grafitis distinguiendo distintos quehaceres y temas que nos dan luz de la insatisfacción de los manifestantes. Lo que uno advierte en los textos o gráficas no son solo reivindicaciones materiales, sino también reclamos por escribir una nueva gramática de la vida; leí hace un tiempo “los árboles serán liberados”. Hay otras expresiones dando cuenta la satisfacción de una necesidad de hacer presente la idea de variables sociológicas como: mayor presencia de género, mayor tolerancia a la diferenciación sexual, mayor intolerancia a la autoridad, mayor odio a las figuras de autoridad, mayor proliferación de insultos, mayor odiosidad en contra de una figura central, la cual será calificada como ente transferencial. En Chile el ejemplo recae en la figura del presidente actual.

Todo esto configura un panorama muchísimo mas problemático que la desigualdad. Se trata de una problemática generacional, una diferenciación en la vivencia de las desigualdades, hay una pérdida de vínculos sociales, el mercado es muy eficiente en crear riqueza entre las personas, sin embargo, absolutamente ineficiente para crear los vínculos necesarios y diferenciadores entre las personas, siendo este punto la mayor necesidad de este tiempo.

Estamos viviendo así como a la intemperie, como en una “callampa” cultural que se llueve y desmorona en consumismo y soledad, sin atisbo de mejoría, sin embargo, a la vez estamos frente a las dos últimas generaciones de chilenos más educados y con un acceso a la informática imposible de replicar en las anteriores generaciones, nunca antes tuvimos tanto acceso a la educación en Chile, como ahora; sin embargo, nuestra cultura es contestataria, taimada, dispendiosa, indócil, autónoma, con un alto sentido crítico, visualizadas como generaciones individualistas y ególatras, sin embargo: anhelante de comunidad, buscando vínculos, nos hace falta reinventar el mundo que estamos viviendo.

Vivimos esta incipiente anomía que la Sociología usa para describir una sociedad que ha abandonado las normas de buena convivencia. Nuestra tarea que tenemos como adultos no es halagar a los jóvenes, pues eso es una equivocación, debemos vigilar y no caer en el despropósito de desproveerlos de responsabilidad, pues si así fuera estaríamos faltándoles el respeto. Cuando los seres humanos carecen de orientación normativa, solo puede aferrarse a la certeza de su propia subjetividad, a lo que puedan creer, a lo que alcancen a ver, o, a lo que puedan sentir, no a los argumentos que el mismo pueda esgrimir o escuchar. 

Estamos frente a lo que se conoce como el abandono de la objetividad y las generaciones actuales están dando énfasis a la subjetividad de los hechos. Aunque el sentir y la subjetividad de los mismos no son razones válidas para validar una sociedad, debemos ser cuidadosos e históricos cuando miramos el pasado, normalmente caemos en esa frecuente ilusión retrospectiva de pensar que el pasado pudo haber dependido de nuestra voluntad. Ni la vida de uno, o la vida de otro, o la vida de todos puede estar tejida u ocurrida como consecuencia de nuestra voluntad, es la consecuencia de los hechos que generaciones anteriores a nosotros vivieron merced a estar sujetos a su propia realidad, heredamos aquello y construimos sobre las realidades del presente. 

Miramos al pasado como queriendo cambiar lo que ha sucedido y eso es una ilusión burda e imposible de realizar.

Miguel Á. Yáñez V.  /   [email protected]