no conozco el país de las maravillas, ni tengo la belleza de Blancanieves,
tampoco el pelo largo de Rapunzel...¡no canto como la sirenita!.
Yo vengo de otro lugar,
¡soy de otro cuento!...
Uno ¡llamado realidad!,
donde las princesas se rescatan solas y besan sapos que nunca se volverán príncipes.
¡No buscamos un príncipe!...queremos un hombre de verdad,
un ogro como Shrek,
¡que se juega la vida por su Fiona!...un loco...¡un Quijote de la Mancha!, que pelea a muerte por su amada Dulcinea.
¡No queremos siete enanos!, tampoco palacios y castillos, ¡nos basta un ser como la bestia!...que nos ame como él ama a la bella.
¡Soy de otro cuento!,
uno mucho más bello, donde no hay dragones, ni hadas madrinas, tampoco pócimas de amor, ni hechizos que te solucionen la vida.
Mi cuento no siempre termina en...¡Fueron felices para siempre!, aquí se llora, y muchas veces se sufre, pero se aprende. Lo que sí hay en mi cuento...¡Es magia!.
“Con alguien que no me comprenda y que esté viendo este video, pues le diría que soy feliz y que siendo monja y haciendo apostolado en Youtube no hago mal a nadie. O no lo pretendo.”
Sor Marta (@marta_osb) es el ejemplo de que cada persona tiene su camino y que es importante no rendirse en la búsqueda de lo que nos lleve a ser felices.
1570- Respeto es ser tan libre como toda persona, sin distinciones o discriminaciones, sin importar que tan cuerdo o loco puedas estar. Respetar es saber cuándo podemos hacer a los demás felices y, sobre todo, con el respeto, se forma una de las bases para un verdadero amor.