Leer es resistir / Mario Mendoza

"El que lee tiene una fuerza especial, un tono, una manera de ver, de sentir el mundo".

Mario Mendoza

-Mario Mendoza

-Mario Mendoza, una escalera al cielo, cuento: la revolución.

"Hay momentos de la vida en los que uno tiene la impresión de estar perdiendo el poco tiempo que le queda, de estar echándolo a la basura, pero, curiosamente, no se le ocurre nada mejor, no desea cambiar de vida, no quiere hacer grandes planes de recuperación, no tiene ningún interés en convertirse en una versión mejorada de sí mismo. Sencillamente acepta su inferioridad y se queda quieto, aguantando."

Lady Masacre ~ Mario Mendoza

Gracias a un libro, se inició un gran hábito 😁☺️

Leer es resistir.

- Mario Mendoza

La voz de Gaby continuaba martillándome la memoria de un modo persistente: le pedí que cerrara los ojos, me trepé sobre él, le rogué que nos viniéramos al tiempo, y cuando sentí que estaba eyaculando, cuando los chorros de su semen me inundaban por dentro, levanté la navaja y la dejé caer una y otra vez sobre ese cuerpo tan amado, tan querido, tan mío.... Fue entonces que entendí por fin lo que este crimen me había producido. Envidia. Envidia pura y dura. Yo me moriría como un perro en una clínica psiquiátrica, babeando, sujetado con correas, solo, aullando de tristeza y de dolor. No tendría el privilegio de morir abrazado a la mujer que amaba, asesinado por ella, atravesado a navajazos entre gemidos y estertores de placer, entre perfumes baratos y cabello sintético. No, mi destino carecía de belleza. A mí me estaba esperando la locura y el horror. Pero no podía hacer nada. La Dama de la Noche jamás llegaría a ayudarme. Tenía que seguir dirigiendo me hacia allá, hacia esa muerte indeseable y grotesca. A mí nadie me mataría por amor. A mí me había tocado la frustración la demencia, los pabellones de cuidados intensivos, los compañeros esquizofrénicos, los adictos con los ojos inyectados en sangre, la depresión,el litio. A mí me había tocado el infierno.

Mario Mendoza

—La melancolía de los feos

-La importancia de morir a tiempo.

Las personas son volubles y están atravesadas por sentimientos malsanos que no son de fiar.

Lady Masacre / Mario Mendoza

Este pobre corazón mío, ¿cómo pudo haberse sobrepuesto a tanta amargura, a tanto espanto, si es de la misma constitución que el de esa gente tranquila, normal y común que ahora me rodea?

- La melancolía de los feos (Mario Mendoza)

Deja atrás todo, no te aferres, libérate de la peor carga de todas: tú mismo.

Mario Mendoza, Akelarre

Re-existir

“La lectura nos modifica, nos transforma, nos otorga un poder incalculable”, así lo menciona en sus páginas del libro “Leer es resistir” Mario Mendoza, y es que no volvemos a ser los mismos después de leer un libro, de conocer una historia, de ver una película, de sentir lo que el arte nos transmuta.

Somos esas esponjitas de las que hablan las mamás cuando se refieren a lo que se dice y se hace delante de los niños. Somos lectores, creadores, artistas.

Construimos nuestra historia a partir de nuestras deconstrucciones, significados y lecturas y no precisamente de libros, de las lecturas que habitamos todos los días.

Entre estas páginas Mario Mendoza nos muestra cómo los libros fueron su liberación, desde la descripción de sus autores, sus vidas y motivaciones, hasta el poder de las historias que nos llevan en esa búsqueda del sentido de la existencia y que lo hicieron a él un autor, un escritor, un contador de historias.

Resistir también es Re-existir, buscar otras formas de ser, de imaginar, de mutar, de hacerle frente a la realidad.

Re-existir para poder ser las veces que queramos y como queramos, para liberarnos… y cierro con una de las frases que más me gustaron del libro: “Es posible liberar un pueblo solo a punta de hojas de papel”, pueden estar en blanco o llenas de letras, pero de cualquier manera siempre ha de pasar algo, siempre podemos Re-existir.

La Melancolía de los Feos

Es un libro que te genera un nudo en la garganta que no te puedes quitar fácilmente, llega a tocar cualquier aspecto de tu vida y volverlo añicos convirtiendo tu existencia algo tan insignificante y mediocre.

La melancolía de los feos es un libro que te obliga propiamente a evaluarte como individuo, como ser en este basto mundo. Tanto como Alfonso como León pueden ser los espejos de tu vida. León siendo un psiquiatra entregado a su profesión, olvida los demás aspectos de su vida, cayendo en un hoyo del cual no sabe cómo salir, y por el otro lado tenemos a Alfonso, una persona contrahecha y joroba que desde el inicio de su existencia esta sentenciado a las miradas curiosas, a la discriminación desalmada y a la incomprensión de la sociedad en la que lo obligan a vivir

Alfonso que persona tan inverosímil, te puede hacer sentir una porquería, pero luego te muestra el camino para salir de esa oscuridad que poco a poco la misma vida te fue llevando. Él no se conformó con esta sociedad tan simple y bochornosa, salió al mar, sin ataduras, con unas agallas que pocos seres podemos gozar para seguir sus propios sueños que fue anhelando a partir de los relatos de los marinos de los libros que no se cansaba de leer y de las tiras cómicas de las cuales quería pertenecer. La zona de confort no es una opción de vida para él.

Pero antes de que llegará esa iluminación de ese camino para recorrer, tuvo que bajar al mismo infierno sufrirlo, odiarlo y perderse en él ¿Será que para salir de nuestra zona de confort y encontrar el verdadero sentido de la vida, debemos bajar al infierno y no desfallecer en el calvario?

Una parte de nosotros quisiera tener las agallas que tuvo Alfonso, dejar las ataduras, nuestra comodidad y vivir de la aventura, de hacer cosas que otros se mueren de miedo por hacer.

De pronto es necesario destruirte para volver a nacer, tenemos la estúpida idea en la cabeza que estamos ligamos y marcados como teneros de las personas que nos dieron la vida de manera física y que de alguna manera debemos cargar con el peso de todas las generaciones de atrás, tendemos a limitarnos y resignarnos con frases como "Es que yo nací así", "Eso lo heredé de mi papá", "No puedo cambiar" convirtiendo esas excusas en nuestra ley que nos gobierna y nos oprime. Siendo Alfonso un jorobado condenado a la discriminación, a la falta de afecto y de ser aceptado; dejo todo eso de lado y emprendió su camino a alta mar, dejando esas ataduras tan banales y siguiendo lo que para el él era su camino, el sentido de su vida, que satisfactorio es tener la voluntad, la gallardía y desprendimiento que tuvo Alfonso, dejando una vida que, de alguna forma pudo ser tranquila y feliz, rodeado de hijos y una esposa, una vida simple.

Y luego tenemos a León, un hombre preparado, con un gran futuro por delante que sin embargo está cayendo en un agujero de cual no sabe cómo salir. León fue el espectador de la vida de ese amigo de infancia que tenía deformaciones físicas y que ahora es un marinero persiguiendo sus sueños en la enormidad de los océanos, que el teniendo todas sus facultades se quedó, de cierta forma en su zona de confort, estancado, teniendo una vida repetitiva y sin sentido, y que de alguna forma su amigo de la infancia tomo su mano y le mostro esa luz que estaba necesitando. Pero León no necesitaba una aventura de ultramar, o escalar los riscos más altos del planeta, el sencillamente tenía que levantar la cabeza, abrir los ojos y ver el mundo maravilloso que tenía a su alrededor, sentir el viento, contemplar la blancura de las nubes, sentir la felicidad a través de la sonrisa de un niño y ver el amor en los ojos de la mujer que estaba frente al él.

"Elegimos, modificamos la conducta, inventamos y reinventamos la vida cada paso. Somos hijos de nuestras ideas, de nuestra voluntad, de los afectos que seleccionamos entre miles de posibilidades que la inmediatez nos brinda. No somos hijos solamente de la materia, si no de la conciencia" - Mario Mendoza