#entre cigarros y tinta
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Me enamoré de ti
Del trato delicado que nunca había tenido
De un caballero de tatuajes y cigarros
¿Eso me hace ingenua?
Quizá algo inocente y patética
De que en un océano de gente me tope contigo
Donde aún no proceso que por un segundo fui yo
La única opción
No por un físico de Instagram
Sino por una risa escandalosa,
Un humor negro
Y un montón de datos inútiles que hacen reír,
Con pensamientos intrusivos en todos lados
Y con ganas de perderme en la tinta de tu cuerpo
Y tus lunares que forman constelaciones desconocidas para este intento de Galileo
Creo que sólo quiero decirte
Que no puedo dormir
Y me gusta pensar que no lo hago
Porque estoy muy despierta en tus pensamientos
Y que me extrañas
Cómo yo a ti
#entre cigarros y tinta#español#quedate#no te vayas#citas de amor#me enamore#memorias de un octubre otoñal#soledad
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Por algún cigarro...
Así era ella, siempre detenía sus labios por algún cigarro, esa era la manera de trabajar sus emociones, de sanar sus heridas, de enmendar sus errores. Llovía entre la oscuridad de sus ojos, pero era una lluvia escondida, casi casi como el niño que tímido, se resguarda entre las faldas de la madre. Y con esa mirada nublada, plagada de tormentas y destellos ardiendo en soledad, ponía en calma por un instante el alma; la cajetilla abría y cerrando los ojos, tomaba un cigarro al azar. Los trémulos dedos atrapaban con espectacular dulzura el objeto que abrigaba con envidiable celo a la nicotina. Ella cerraba los ojos y sus mejillas al instante se humedecían. Había tristeza, mucha tristeza en su espíritu, pero también había un antifaz, un mecanismo de defensa que detenía por segundos el curso de su espíritu de escritora invisible, sí, la escritora que era, que escribía fenomenal, creativa, sensible mas imperceptible ante el entorno. Sus únicos amigos: los imaginarios, aquellos con quienes creaba historias, charlas, reuniones, fiestas, peleas y situaciones que no podía vivir en un mundo donde nadie la volteaba a ver. Entonces metía la mano derecha al bolsillo de su pantalón de mezclilla e iba sacando despacio el negro encendedor con diseño de mariposa de metal azul —el emblema de uno de sus libros, que aún aguardaba para ser publicado, en el cajón de su escritorio. Apretaba el botón de encendido y una larga flama de color turquí hacía su aparición. La delgada llama amiga, compañera de viaje, la bailarina de fuego que de repente danzaba al unísono del viento de la noche. Aquella sonreía delante de esa aparición cuya alzaba sus manos para alcanzar la nívea columna del tabaco y así hacerlo arder. La primera bocanada abrasaba la garganta, pero en la garganta del dolor, de la melancolía oculta, de los sueños y las esperanzas que de repente parecían asfixiarse... Entonces, de pronto, todo cambiaba.
Entre cada bocanada un rayo de sol se encendía y el cielo oscuro se inundaba de artificiales fuegos de gran celebración. Las fanfarrias se hacían presentes. La soledad se llenaba de ilusión, de inspiración; la tristeza se vestía de tinta y las manos comenzaban a guiar la orquesta de letras atestadas de optimismo, de carcajadas, de sonrisas. Era increíble lo que ese cigarro hacía. "Ven a mí, miedo." Repetía una y otra vez en tanto se carcajeaba, sin embargo su mirada no dejaba de derramar lagunas de sal. Una escena absurda, contrastante, un teatro que sólo un artista podría descifrar.
"Jodida estoy, y saben qué... no me importa estarlo, porque realmente yo no soy la jodida, el jodido es este mundo que nos ha vuelto invidentes al alma y videntes de lo que pudre a nuestro espíritu... Pero bueno, quién soy yo para emitir una opinión. Nada. No soy nada, ni soy nadie. Allá afuera mi nombre no existe. Paso inadvertida entre el tumulto de zombis que llaman humanos y que por ser mis semejantes, también llaman mis hermanos. El vacío mira al vacío. Se ha olvidado el creador de aquellos que llevan el éter latiendo en el corazón."
Una bocanada larga más... y silencio. No había nada más que un ensordecedor silencio. Luego una estrella entrecana, otra estrella ámbar, por allá una pálida en tono rosa, como asustada... y otra descendiendo de algún paraíso perdido, en tono brillante cetrino.
Y ahí, en la esquina superior del escritorio viejo, una maceta con tierra seca aguardando por la raíz mágica del astro emancipado de la mano de un ángel que se olvidó de ser ángel.
Y la escritora casi por terminarse el cigarro. Y es que realmente no era cualquier sustancia química la que estaba invadiendo sus pulmones, eso nos hizo creer al iniciar la lectura de este relato. Ahí dentro, envuelto en esa hoja yacía una droga, un aletargante de la tristeza, un alentador de la alegría... El puente hacía el mundo donde todos los ojos observaban a nuestro personaje dándole el regalo de existir, donde sus letras eran leídas y donde su amigos podían tener un alma, un alma como la que ella dejaba de tener cuando ese cigarrillo volvía a apagarse.
—Leukiel.
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El viento trae un olor a nieve. Ha llegado su carta (espacio de cal y tinta). Espero la noche para cavar tu línea, para nacer con tu nombre. Los rayos del sol marcan la acera, flotan las pelusas de una esquina a otra. Comienza el conteo del girasol, sus ojos amarillos se prendan de las pestañas. Trae la media tarde, las naranjas abren su cascos y ruedan entre la hierba, el sol se descuelga como el sumo y se hunde en el pico de las ramas. Da pasos la noche, cubre el silencio. Tu letra sobre mi boca llama a mis ojos. Abro los sellos, (el viento se retira, envuelve la tela marrón de los prados que fueron carmines y ahora son bombillas mirando desde alguna esquina. Al pensar el silencio grita con cada boca que se funde al lodo, con la piel que se quema al ver arrancada las estrellas) suelto tu letra mientras susurro con mis dedos en los ojos para volver a mirar,
[sies de febrero 2021,
Prado de punta hermosa... Arrojo de barranco las alas que tiene las olas, saltan entre las rocas y vuelan olvidando al cielo. olvidan al sol y se estrellan en la orilla llamando tu nombre]
Boca que muerde entre el silencio de mis labios. Tus dedos o mis dedos recorren la humedad, tus ojos o mis ojos rodea la sal y te nombra. La noche camina por las hebras de mis piernas, tus alas asoman en mi vientre, se mueven los muslos y llega el vuelo. Recorro mis letras cómo si fueran tus manos quienes me dibujan y dejo mi sonrisa por tu piel. Silva el viento, pero es mi lengua quien te dice el clamor de estos latidos. Envidio tu risa por tocar tu boca, sueño hunde sobre tu ombligo y yo quisiera pasar con suavidad mis dedos como el algodón que estira en medio de la lluvia. Solo quisiera acurrucarme en una esquinita de tu risa y verte reír: se hace de alegría cada espacio de alma al pensarlo.
[Las aves de las olas no vuelven, llueven y florecen en medio de la fauce. Tu mirada me nombra como el vuelo que es vida y muerde a la orilla y el centro del mar; como las alas que son devoción en cada roca que es mi letra, porque soy la orilla y tú vienes de lo profundo del mar, con mis brazos, en mi cuello y voz]
El espacio y la cal se mece en mis ojos. Sueño y despierto. La nieve cubre mi nariz, duermen los dedos bajo el cigarro que se orilla y no canta, que solo toca sus patas con el pasto y se doble en su voz a viento.
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Desde la clandestinidad en Italia dos argentinos dedicaron cientos de cajetillas de cigarros y largas tardes de calor a crear historias de «perduta gente». Violencia, sexo, soledad, desesperados anhelos: panoplia existencial palpita entre las conversaciones y las tintas.
El Bar de Joe es un Integral recientemente publicado por Salamandra. Destaco quela editorial no haya vuelto al formato de mamotreto en rústica como lo hicieron en Alak Sinner, y aplaudo (de pie, y por más de dos minutos) el asombroso trabajo de maquetación de José María Díaz de Mendívil Pérez.
Libro realista desde la imaginación, fuiste mi evasión en mi vigilia matutina de sábado y perritos, y por eso te agradezco.
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la ficción de la forma (1)
a jlb
1 / la edad del bronce
los cigarros en el piso como huesos
de una muerte anticipada
pero quién muere y sus huesos huecos
quedan en el piso
en los pasos cortos después del sueño
que llevan hacia el rojo
ungüento de la sangre fina
no estaba esa mañana preparado
para tu lamento cordial
entre pájaros de papel y lámparas
que suenan como persiste
la escala lumínica en los ojos
al despertar es todo sueño, irrealidad
que dura un breve momento
en la conciencia y luego
una vida completa para olvidar
quien muere una muerte adelantada y deja
sus huesos en la calle
precipita el silencio más oscuro del viento
después estaban las partes
los caminos que se bifurcan
alterados por el truco del buró
pero no había línea en esas horas
los transportes descansaban
en la vieja terminal
el desahuciado limpia sus partes con peróxido
las señoras barren veredas
mientras miran caer un día más
entre tanto portazo
no se pudo percibir
la salida del invierno
se roban el bronce para hacerlo
pasar por el oro que perdimos
ahí donde había manijones
ahora quedaron marcas
en la madera, círculos
que taparon el maltrato del ambiente
y ahí donde robaron ahora
la tabla parece fresca, recién cortada
no supimos despedir el día
quedamos presos de un martirio
las feéricas promesas de mañana dulce
no surtieron efecto, drones
que filman la ciudad desde lo alto
la recompensa por el más buscado
el bronce del busto anónimo
quien enmascara los ángulos
para pintar conoce
el alcance de la tinta
sabe cómo opera la disolución
y cómo se esparce el pigmento
sobre una superficie, terso
con el tacto se revela el muro
y sin embargo contiene
los restos de una familia
2 / hurones
durante la dominación
romana de españa y las islas
baleares las tierras tan infestadas
estaban de conejos
que apenas brotaban las plantas
legiones de roedores se lanzaban
al saqueo y los tallos muertos cubrían
los suelos como techos
cortando la vida productiva y así
para evitar la catástrofe
agraria el emperador
augusto hizo traer a los hurones
depredador natural de las ratas
de oreja larga
tan humanos que cuando invaden
la conejera matan más ratas
de las que pueden comer
3 / el juzgado de garantías
hay un ascensor, dos ascensores
quinientos ascensores que aparcan
en los brazos marchitos del buró
en el juzgado presentan oficios y caen
minúsculas cuentas, los pasantes
más anticuados sostienen
tiras elásticas sobre cada omóplato
y resisten la creencia, los tiradores
sostienen la ropa y la ropa
sostiene la vergüenza, los símbolos agudos
y desmarcan ahora en especial
cautela propia
de guía, implantado,
en una geografía paraestatal / podrían,
desde siempre, ahora que no hay futuro
haber actuado pero no fueron
la encomienda en ese paradero / el interior
ahora obtiene un destello
con ellos, los actuantes
atractores, pigmentos, de nuevo
el barniz al agua levanta el opaco velo y otorga
un brillo inusual en la madera
la sentencia firme entonces retumba
el perro se ofusca con el gato
porque lo cree lobo, pero es perro
con otra asignatura y así, el predador
de buenos modales
saca rédito ¿de qué? un lobo
con piel de cordero ¿qué es? un deportista
de alto rendimiento, un político, un artista
de renombre / no lo sabemos
destellan, los pequeños asteroides
que dibujan y trazan el cielo
entre montículos donde pastan
corderos cuerdos y hay dogmas
que ocultan hocico entre la flor alpina
gitanilla, nomeolvides, octopetala / el mito
escrito que puede tener
sólo una forma y lo propio
del mito que son las formas, las variables
numéricas alternadas
el juzgado es una mesa de billar posmopolita
donde juez y secretario van y vienen
rebotando banda en banda. el tribuno
despliega su láser de supremas
decisiones, la suerte
es que aún estás con vida pero tu vida
ahora es la vida de otro / cómo pudo
ser tan malo aquello que cargaba
la risa, el nudo impreso a fuego
la mariposa con ochos
posada en tu pie de aldeana
ahora no lo sé
en la escritura que no tiene menos
la función intuitiva que los trazos
de aritmética todo perdió
su tono vital en otra vía
viral del presente continuo / la dramaturgia
de cohersión que constituye
lo cotidiano del discurso
y esta
pertenece a otro, esclavos
del oculto insignificante, la misa, la miseria
la misse en place / como el panóptico
tecleaba el mundo para ocultar
su mediocre advenimiento, discursivo
ahora el cemento lo marcan para negar
el mismo mundo / no hay
elevaciones ni pies
ni pieces (palabras dobladas) montañas
ni peces ni especies que alcancen
la serie aritmética, ninguna
evolución ni una sola (estructura, solo una
bajo cualquier condición) en el fantasma
del presente continuo
la imagen de un objeto, impresa
acota la imaginación que apenas
queda en la sombra del sistema
natural, ya sin ríos
desplegados en sierras que sueñen
nevadas, las piedras, preciosas todas
extraídas, el oro vuelto
en lingotes debidos. la vida paranormal
ejecuta la práctica sesión: sucesión
de ideas que no cuadran / en tanto los actos
también son hechos de discurso
no se necesita en absoluto
hablar para estar atrapados
en un discurso
en el desaguadero
norte no quedan precintos, despojado
el hombre está y la mujer de la summa
de traerte al pasado estricto
ninguna prosperidad, ningún edicto propio
en el juzgado las pilas de páginas
se apilan como cordones
de árboles compuestos en letra
que será muerta hasta que sea
palabra definitiva / y en su mientras, operan
mantienen la vida en punto
muerto y capitulan capítulos
en series de apresurados suelos
que nadie quiere caminar
como si fueran piezas pesadas
de un puzzle de plomo suben
bajan, se archivan
ahora en el juzgado expedientes
atados con cuerda de atar matambre
circulan, van y vienen las vidas
que allí redactan su experiencia / adelanta
la burocracia que no es lo mismo
que decir avanza la justicia
se mueven los papeles, digamos
como amantes que deben
guardar un secreto
pernoctan en otro lado
4 / matter
la tierra no cuadra donde bailan los despojos
y saltan sus ojos las órbitas como tostadas
la tierra en la frontera cuadra
en caminos de polvo y advertencia
con mujeres ausentes, que derivan
la mañana en bolsones de plástico, tejido
en busca de alimento para el día
tal vez días seguidos, semanas...
ahí cuando en lo lejos cae una retórica
de agua fresca volcando su
paño de seda y de muerte sobre la piedra
ahí, donde la madre
muere otra vida
cambia de rumbo y se pierde
en alguna disonancia de otoño
recta del cielo aquella tarde / las hondonadas
aún estaban frescas
todavía guardaban un poco
del agua del deshielo y frenesí
de las hormigas cuando intentan
cultivar su hongo distante
al penicilium que hace
del lácteo maravilla
en paladar y en el insecto
la locura arrebatada de la muerte
si lo propio del nombre es ser
nombre propio, incluso para
lo que ha pasado a ser
común, tal vez
la identificación del general
fue su destino antipariótico
a la hora elegir consorte. del desastre
sensorial de evita a la completa
catástrofe dialéctica de isabel, así
en el traspié de la emoción, fue que dejó
ninguna descendencia
5 / el parque, a distintas horas
y como toda designación
es metafórica y solo puede
hacerse mediante
otra cosa, cambiaron
el pan y circo por piza
y fútbol los domingos cambiaron
en el predio donde fueron
a ser fusilados después
cambiaron la tierra baldía y pusieron
la cárcel que después cambiaron
por un parque con escuelas, la iglesia
sobre avenida las heras
cuando era niño en otra ciudad
que era esta ciudad de buenos aires
donde están las canchas de marangoni
ponían la carpa del circo, las jaulas
con animales y ahí tenés una
o dos articulaciones, casos
testigo del presente continuo
6 / hércules
como hércules que a través de sus actos
ganó el derecho de hablar
y como el manto de elías
descendió sobre eliseo y la túnica
de cristo dividida fue y pelearon
por ella los soldados, en la crucifixión
así caen y cubren las palabras las cosas
a través de los actos que también
se dibujan con palabras / despojo
de la tierra es el huerto
donde crece la comida del pobre / y sus manos
la grieta de sus manos entrada
al reino del presente continuo / está escrito
que alguno de genio puede
pintar una foto y aún
así dará una obra
de genio cuando un tonto
siempre nos dará una tontería / la técnica
no alcanza para nombrar
las cosas se tocan en el espíritu
de la cosa o permanecen
intactas, anónimas
y si la túnica es el símbolo
de la vocación ahí está
don mecánico en su camisa celeste,
sobre su frente se levanta
un auto que gotea
el aceite como la sangre
y será salvado de la extinción
traído de vuelta al mundo
del movimiento. el presente
continuo nombrará
más tarde la tragedia
después vulcano le dió al coloso
como a esos que venden relojes, collares
robados en la calle libertad
a metros de tribunales
una coraza de oro, magnética y protectora
el símbolo de la energía
emanada de las altas
fuentes de poder
espiritual o bueno
las altas fuentes. y acá
el presente continuo
nombra lo siguiente: la metáfora
del oro como el espacio nominal
que divide al deseo
lo separa del acto en el orden natural
7 / the monk
thelonious suena una nota y desata
el lagrimal no se dice
el llanto sólido, la sal
de los ojos despliega
una luz de almacén colada en las estrellas
ahora que pasaron 30
y al cielo lo apagó la ciudad exótica
a los jóvenes que zumbaban
abajo también, la vida
trajo hombres, desapego
y ya no vieron sus caras dónde
estás amigo cuál
tu destino ahora
que la muerte es la moneda
en otra parte del presente continuo destellan
los pequeños asteroides que dibujan
trazan cielo ambulante y no quedan
indicios de belleza, comprensión en los ojos
la vista que ausenta / los antiguos
llamaban baño del diablo
a la melancolía. y ahora es difícil
entender el error, thelonious
no desata el lagrimal / no estaba
bien lo que desata en cambio es progresión
de semifusas que acuerdan, acompañan
la noche / después, en el espasmo
del oído (que duerme) cae sobre acordes
la nota hueca
el pasado impaciente
8 / unrealpolitik
la vida en el komitern se pliega en el absurdo
el mar encapsulado en una bola de cristal
las botellas de coca, la lámpara
de rayos que resta
el horno a baja frecuencia / luego
suposiciones, el entramado arcaico
de la cordura
en la providencia no está el ojo
sino la célula, madre
padre, hijo, hermano
del cielo desbordado
caen, trazan su línea ciega
los asteroides envuelven la noche
con haces luminosos como a un bulto
que van a despachar
la gente del bosque, los leñadores
que conocían los árboles de ochocientos
años de vida era
perfectamente capaz
de apreciar el significado del tiempo
los vecinos fueron muriendo
uno por uno y con su sangre
se alimentaba la justicia
el hombre excomulgado en la falsa costa
fue el único en sobrevivir
exemplar humanae su legado
en el suicidio¹ donde perdura el amor
y el miedo se evapora yié tov
yié tov, yié tov
¹ lo que toda palabra pretende
por un momento nombrar
no puede nunca más que remitir
a una connotación
9 / écriture
y qué dice quien dice que las alas
de la inspiración te deben
encontrar trabajando / dice pienso
eso dice y luego, escribo
dice la magia
no existe desde adentro
dice, de la caja
se puede pensar la caja
desde afuera dice se puede
pensar el universo y lo único
que vamos a decir del traductor
ignorando la palabra sintética
es que vuelva sobre sus pasos, reconsidere
todas las plantaciones
que no podemos nombrar
y la que vamos a nombrar es la esfera
donde el control de la lengua
se vuelve polar y resistente
y qué dijo lejana
cuando anunciaron la muerte
oh sí, la lejana
dijo que sí, ciertamente la muerte
ya está presupuestada
te veo en el cairo entonces, para la muerte
en catacumbas que son la morada moratoria
de viejos creyentes
huesos que no emigraron a otra
superficie mas que a su propia
muerte presupuestada, antinómica
la consistencia despunta...
...en la lista de todos los que el muerto
trató como a sus hijos
se apilan los traidores
y en los aviones que destronan
truenan cuerpos de aeroparque
flotan los fríos fantasmas / cuando se cree
de nuevo en la muerte y se piensa
la sentencia que no pudo anular
y dice fue un hombre
de paz con las cosas de la tierra
quien murió serenamente
unos instantes después y la condena
a la tierra perdida con este final
de soles comprimidos y de básculas
que pesan la decepción, el territorio, el camino
de la basura que ondula en (...) ²
y en toda su constelación de marranos
maldita para siempre
² (al otro lado del objeto
queda lo ilegible, el suicidado:
el campo inclinado de toda escritura
es un asesinato.) su anagrama:
nada es real
10 / combustión
y ahora ya me olvidé tu dicción
culpa de ser huraño y no guardar
algún contacto porque el sonar
de tu voz era el ruido blanco
en la época donde aún
había futuro y las cosas, grabadas
quedan en la memoria
sonora de la emoción
traen calma aunque no busquen
alguna comprensión, un gesto, combustión
sensorial de la locura
pero el paladio extraído en el escape
deportivo retumba
en zaguanes que no son propios
de la alta capital / subsisten
en turbias gotas de tarasca, urbanismo
que se vuelve pasado y podría
ser presente si hubieran
hecho el contrato
de entender lo próximo
la vida resumida en la tarea
de cambiar una estructura pensada
por otra en la creencia
del progreso nos dejó
sin pensamiento, aislados
de lo que fue y luego, tan solo un tiempo
después debería ser
hubiera sido evolución y no este progreso
vacuo de puerta en puerta, de todo
lo que saben pero no importa
que el tiempo destinará con la furia
a su etérea demolición
11 / la muerte al día
hasta la insospechada comunión
de lo nativo y lo abstracto parece frágil
al borde de la treta (disolvente)
como la gran piedra caliza que a golpe
de punta y martillo se parte
como un budín
y las cuadrillas que apilan y caen
moscas en la lámpara violeta
muertos por todas partes para formar
las pirámides que hasta hoy
se asientan como el más gravitante
monumento al esclavismo,
la explotación decorativa
ochenta siglos después del delirio
egipcio y ya con las primeras
tecnologías disponibles
para la construcción
cientos de miles de negros y esclavos
murieron en la hechura del canal
pero al menos sirve para algo
la mujer que, americana
alza una defensa del campo ruso
exhibe lo peor de ambos mundos
y brusca la buscona iluminada entona
el disón de los estados
asesinos fraudulentos
narcos unidos: pi pi pi somos
la lacra iluminada / ensalada enlatada
con pasaporte al servicio que todo
empareja, funerario
para abajo somos el día
de la muerte somos
la muerte al día
el disector de la secta inyecta
la sospecha experta y parapolicial
se lava el lóbulo frontal en la estigia
y la mentira repositora en la ciudad
donde cesante el arroyo circuló con la suerte
del tubo y al ancho río
más ancho se volvió la espalda
se instruyó como destino final
de la mierda que disuelve su integrado
en el cóctel arcilloso de la cuenca y la rata
sabuesa, se alzó triunfante entre los huesos
huecos huesos en el suelo subterráneo
de la ciudad a donde todo
se puede enfrentar
menos la realidad
12 / los monos
el mono trepa la cresta
del árbol frondoso y otea
lontananza, la posibilidad, decrépita
de alguna alimentación. no prescribe
en la distancia, la testa fresca, la séptima
variación, la teoría
de los juegos inclinados: artificio
cuya creencia propone
contreras encuadrados
con un reglamento incomún
y no termina
de percibir quien relata
que la brecha donde su élite hiper
hedonista con la ley del orden laxo
y las capas inferiores con el rígido
bastón constituyen
la partida que no otorga
triunfo conceptual y es más probable
que la gruesa percepción general conceda
la victoria moral al desterrado
en las capas inferiores
la desmarcación
13 / acacias
la anunciación, el estorbo de los pesos
pesados al pie / de la cama y la vieja
consigna de la caja
negra de saturno.
si en acacias perdura el demonio
rosado de la urbe en el pehuen
vive un pariente
cercano al olvido y elevan
sus palos al cielo como saurios
en la planicie pesada del sur / el demonio
en la urbe se nombra vicio
acumulación, la anormalidad superior
imbuida en las acciones, la víspera
y la conmoción / de los factos presupuestos
perdura, eso sí, la premonición
de la factura. el hilo desatado
de la simbología no tracciona
poder sino mentes con la ausencia
de recurso racional, la corpórea
majestad / la idea madre
de toda incivilización
14 / la real academia
presunto es el olvido de lo que ayer
y sin embargo / nada se olvida
tal vez, en apariencia
la vacua paciencia otorga
alguna comprensión pero solo eso
subsiste en el tártaro
reflejo de los días
alguna comprensión que no es
olvido y en cambio, en el continuo
es el caldo donde hierve la guerra
el chup chup de la muerte que flota
cocina lento
como layo, rey de tebas, y su esposa
yocasta tuvieron, al casarse
el curioso instinto de consulta
en el oráculo y la conciencia
de ultratumba les trajo
su nada existe, nada perdura
pero en cambio escucharon la voz
de la ficción
dónde, entonces, poner el acento
prosodico que atrae a todo destino
en el mar
de los presagios que impregna la ilusión
o la real academia del olvido
que tienta con su pax romana, su parodia
la carcaza del esturión flota río abajo
su espina dorsal, la mandíbula, viejos
cartílagos que exhiben, en su deriva
una vida muerta y una sobrevida
en el anca de la montaña
no hay presagios ni predestinación
no hay nada más que súper
coincidencias que no tienen correlato
más que la vida que brota y decae y brota
y decae para brotar
y volver a decaer
15 / la duda
fortuna carancha tendrían
en el casino los oráculos
si no fueran otra ficción
y al maniático del ego
señor smith, también
le vamos a dedicar una canción
de la muerte digna muerte
que nunca sucedió / en el sino
de los oráculos pervive
la derrota como la sangre
sucia del leucémico avanza
blanda por el sistema de vías
arteriales que, ante la duda
del cuerpo insano transmite lo que puede
con lo que hay
16 / gengibre
carpeta
caratulada noche candente
sobre la vuelta que dejaron cuatro
fiambres agujereados afuera
del boliche la marsopa y su tropa de atrofiados
es la que boya en el escritorio bajo restos
de piza de ayer en la estertórea secretaría
de inteligencia (por llamarla
de alguna forma) ahora que el oso polar
toma té de gengibre y agrega, presuroso
limón como si fuera un hecho saliente
en los manuales más sofisticados
de la gastronomía estatal. el oso
que ascendió disparado a fuerza
de marcar asados pantagruélicos en la quinta
del general bizcocho, donde nunca
faltaba una pezuña del becerro
recién carneado en los fondos
de una chacra arbolada con tilos
que parecía el bastidor de las brujas de salem
ahora saboriza con un poco de cítrico
recién exprimido a la infusión de raíz. nada
es real. el oso
polar comenta que a la esma la volvieron
museo de la memoria ¡de la memoria!
qué se quieren acordar
si los milicos hubieran hecho las cosas bien...
sabés la plata que se hubiera
ahorrado el estado... y en cambio
tenemos ministerios, secretarías,
hasta colegios aguantaderos
de la plaga montonera
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100 años atrasan...
si los milicos hubieran hecho las cosas bien...
tendrían que haber declarado
la guerra, el estado de sitio, ni presos
los hubieran metido
fusilados directamente como hicieron
ellos en cuba. si no quedaba
un solo montonero
ya tendríamos el desarrollo. el desarrollo...
tendrian que haber sido los milicos
los jacobinos de nuestra libertad
------------------------------------------------------------
pero hasta hegel
dijo que rechazó la revolución
cuando cayó en las manos
del terror jacobino
hegel, que tenía la cabeza
llena de si mismo y peinaba
la ideas duras, dentadas
como la frecuencia modular
------------------------------------------------------------
mirá, los alemanes son buenos
se ponen a hacer autos y te hacen un audi
un bm, un mercedes, todos fierros
fenomenales y cuando se ponen a hacer fierros
te dejan el acero y agarran los polímeros
algo impensado, y te meten una volkpistole
y ya nadie quiere otra cosa que no sea
polímeros, los tipos saben lo que hacen
pero el modernismo ... viene uno y te dice
que hay que buscar la síntesis y embocan
los buenos con los malos en el mismo licuado
así no va, eso camina en los seminarios,
la calle es otra historia
------------------------------------------------------------
y pensamos que no es poca
la tarea de que el oso ya revista
algún conocimiento teatral
de la nomenclatura modernista
------------------------------------------------------------
después
de la tarjeta en el reloj de control
llega la hora de esparcir las patas
los operarios no toman té
chupan cerveza la diosa como esponjas marinas
sentados en los cubos de cemento del parque
que nombraron en recuerdo funerario
del doctor sizaña. los parques de cemento
categoría fantástica
del espectro marcial: fácil
mantenimiento botánico, fácil limpieza
no secan, no rompen, no embarran
sólido, barato, despojado
de la motricidad fugaz
que tiene en la ciudad la vida silvestre
y si la repetición va en contra
del principio de placer
la estructura del hormigón miliciano
es el caldo de cultivo más profético
de la monotonía que siempre fue necesaria
para el orden, precursor del progreso. todo
tiene precio en la estructura social y el valor
del progreso es el orden. de los papeles
del general bizcocho | editorial mausoleo | 1960
17 / la emergencia | lo emergente
la mueca del dolor animal y la apenada
expresión de antes. el circuito
de la migración aletea, los jamelgos
cansados truncan trompa
cerca del salitre, la bobería. la desintegración:
el pez que sale del océano hasta reptar
a la montaña y lanza su vuelo desplegando
aletas repartidas en la envergadura extensa
de las alas nuevas / la migración
avanza de horizonte a horizontal y deja
atrás la evolución. cae, plena
la especie que no llegó. desarrollo
hay de la mente en las altas
esferas tecnócratas pero no
hay desarrollo puntual, expoliante del
universo moral. el discurso
del inconsciente es la emergencia
de la función significante / será
la máquina entonces la que cubra
toda la dimensión cuando llegue
el episodio final, la involución / entidades
que existen por fuera
del espectro electro-magnético
de la luz visible / el cerebro
que opera en bandas
de frecuencia, la inteligencia
activa y el subconciente
presumen lo siguiente: desproporción / aves
que mueren en masa / la mueca
de dolor y la apenada
expresión de antes / desde finales
de agosto las pequeñas reliquias caen
en los patios, en los campos, en las pistas
sangre en los intestinos, el hambre
trabaja limpiando los cielos
el caos empuja la migración equivocada / de
pósitos de música que siguen emitiendo
su pulso en el comedero inferior / depósitos
desde el vidrio se mira pasar
el tiempo que ya se acaba / y desde la barra
que aparece como una tabla de planchar
la mujer demacrada que podría
ser gitana pero en cambio
es otra vagabunda mueve
su pie sobre el círculo cromado
que rodea por el bajo al taburete
y marca, en su gesto metronómico
el único ritmo que nos queda. nada
es real / la muerte
aprisiona todo
fría la población presiente la llegada
de nuevos materiales. diurna
expectativa de suerte: espectros
de sol a sombra y deshauciados
los músculos no siguen
con el desembarco. el hambre
trabaja limpiando los cielos. donde no hay
sitio para la risa no entra
la luz sino el páramo proyecta
su puesta a punto: nada
es real. sangre en el hígado, el hambre
trabaja limpiando los cielos
18 / de la definición del sentido
y de pronto la botella sobre la mesa
que dice soy sauce
dice árbol o dice salsa
de poroto de soja. y por un instante
se detiene la comprensión, se pierde
el sentido estructural de las cosas
como la experiencia psicótica
a la que se tiene acceso
cuando al despertar no logramos
adaptarnos al espacio conceptual
y no podemos reestablecer la relación
con las coordenadas espaciales y no sabemos
ni dónde estamos, ni de qué lado
está la pared, la mesa de luz
el que piensa en un idioma impropio ya no
piensa con la misma fluidez
no se maneja el diccionario de principio a fin
ahora son 100 palabras rápidas
en el frente de la cabeza para tomar
con un solo movimiento y 100
palabras más conocidas para pensar
y darle una forma inteligible al pensamiento.
cuando empezamos a soñar
en el idioma impropio todo el proceso
de alguna forma se acelera
y los que no hablan el idioma impropio
allá lejos, ahora también empiezan
a hablar en el idioma impropio en los sueños
y se produce un alivio
que es mínimo, sistémico
pero es alivio. como si la mente
nos dijera tranquilo
la fuerza te acompaña,
pero dura poco. después la nostalgia
se devora todo y empezamos
con la mínima palabra que oímos
en el idioma propio
a extrañar hasta cómo suena
el escape del colectivo. donde los colectivos
eran eléctricos yo extrañaba hasta el ruido
que hacía la combustión. había un vacío
constante, un silencio que me hacía notar
la ausencia del idioma propio
que también es código del ruido.
estos son los gajes, digamos así
del oficio de prestar atención, escribir
19 / distancia crítica
cuando uno vive en su país
piensa en las cosas que están cerca
cuando se vive en otro lado
hay todo un país afuera, el país que es propio
para pensar. como si explorando
la idea en lo que está cerca
fuera suficiente la experiencia
de pensar en superficie y para todo
lo lejos fuera necesario
hundirse a profundidades donde al fin
del producto se termina
preso del proceso mental
desintegrado en la abstracción,
la densidad de la ausencia
20 / introducción al presente continuo
el punto de impacto entre función
social y función singular
la indivisión / la emergencia y la fijación
de la conducta / los elementos
reaccionales del individuo / el papel
que la realidad desempeña
en el destino individual / los modelos
y barreras que condicionan / la rama
culturalista / la constelación
de la familia / el problema
general de la cultura / los valores
las normas, los standars / la configuración
de los comportamientos / el reemplazo
del concepto sociedad por el más concreto
grupos sociales / los elementos definidos
del cuerpo: clases, grupos, subgrupos
la sociedad que deja de ser un organismo
de cohersión para ser un conjunto
de instituciones, con efectos
en la persona, la personalidad
que ya no son inhibitorios y resultan
positivos y creadores y ésta
es la creación más acabada
del presente continuo, que ahí está
que se mueve, que cambia
pero no se mueve. y otra vez el pez
que crece del tamaño del estanque / la tierra
gira y rota
sobre su eje
la tierra está rota y gira
sobre su eje y gira
alrededor del sol que la mantiene
rota / y gira hasta ser
la noche para volver a girar
hasta el día y después
de nuevo hasta ser la noche, etc / pero siempre
en la misma fecha contada
del presente continuo
con distinta iluminación / como la tierra
que sigue girando alrededor
del sol mientras mueren
todos en el presente continuo sigue
girando la ruleta
(sigue)
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Los últimos rayos del sol durante el atardecer se colaban perezosamente por las ventanas abiertas de la habitación, bañando las paredes blanquecinas en un suave tono anaranjado con pequeños matícese rojizos, similar a estar reflejando una fina capa dorada cual manto bordado sobre el granito. Conforme la luz se iba adentrando lentamente en la sala iluminándola vagamente, dejaba a su paso el rastro visible de la ausencia en la propia habitación.
Todo a su alrededor parecía seguir manteniendo la vida, continuándo con el movimiento del día, como si aún permaneciera entre esas cuatros paredes su joven inquilino.
La música se seguía reproduciendo en bucle canción tras canción, imitando el barullo cotidiano de la vida juvenil.
Una fina hilera de humo grisáceo se paseaba a sus anchas por las alturas de la habitación, esparciendo el aroma de la lavanda, la azucena y el romero por cada esquina. La varilla se encontraba aún encendida, consumida hasta la mitad, dejando caer tras pasar unos minutos un poco de ceniza sobre la mesita de noche. El incensario que portaba la varilla tenía aspecto de serpiente. Una artesanía de elaboración propia y pintada a mano por el muchacho que anidaba allí.
El suelo apenas se hacía visible bajo las capas de ropas, zapatillas, y sobre todo, de papeles y hojas sueltas escritas, que se encontraban por todo lado. Amontonadas una encima de otra, apelotonada por cualquier lado en que se mirase. Hojas de todos los tamaños y formas, de todos los colores tanto de papel como de tintas. Algunas se encontraban arrugadas o echas una bola, otras, se encontraban con bordes manchados de ceniza, mostrando que había sido quemada la gran parte de ellas, y otro grupo de cartas se encontraban totalmente tachadas, cada letras que las componía se encontraban opacada por un manchurrón de tinta. Rayadas a conciencia.
Supongo que así son las habitaciones de los escritores.
Sobre la cama se encontraba un libro que permanecía aún abierto, esperando que se continuase su lectura, como si sólo fuese una pausa momentánea mientras vas al baño. Pero no creo que nadie vuelva a leerlo, aunque ese libro seguirá esperando a su amante lector.
Al igual que lo harán el resto de cosas que se encuentran varadas allí, olvidadas, como el cigarro que permanece inmóvil sobre el cenicero, conservando en su punta una leve brasa que lo consume despacio mientras espera a tus labios.
El resto de libros que se encuentran agrupados en la estantería, también te esperan. Esperan a su joven muchacho noctámbulo de cabellos rubio y ojitos tristes, esperan a que lo leas y vean de nuevo la sonrisa dibujada en tu rostro al dejarte llevar por la historia que guardan sus letras. Esperando a volver ser cogidos entre tus manos, y que sean guardados en tu mochila para acompañarte a cualquier lugar.
La misma mochila que también permanece inmóvil a un costado de la cama, olvidada, como todas las demás cosas, abandonada, como el resto de la casa. Aún conserva todas las cosas que guardaste la última vez en ella, esperando a que vuelvan a serte útil en el futuro. Tu bolsa de tela con las cartas del tarot, la latilla donde llevas el tabaco, los papeles de liar, tú sudadera favorita, las piedras y los cuarzos que te gustan, los mecheros qué llevabas en el bolsillo pequeño en caso de emergencia, tú estuche con los bolígrafos de punta fina y los subrayadores de colores pasteles, la libreta en la que tanto te solía gustar escribir…
Todo sigue allí, adentro de ella. Al igual que lo hacen los últimos restos de tú presencia tambien. Invisibles en esa habitación. Como si te hubieses transformado en un fantasma pero aún siguieras viviendo allí.
Pues el reloj sigue marcando la hora, las plantas se mantienen regadas y creciendo de manera sana, las canciones siguen sondando una tras otras y los papeles del suelo siguen creciendo a base de nuevos textos que siguen llegando.
Pero hace ya demasiado tiempo que nadie vive en el número 42.
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Tal vez te quiera más fuera de estos renglones
que dentro de sus prisiones binarias o de tinta,
puede ser que tuviese que callar un poco menos
y mis silencios solo sean clavos en esta cama
que es de faquir cuando no la comparto contigo.
Algún día llegará una palabra que no sea lejana,
que no se vea diminuta tras el horizonte de estas líneas,
que amanezca una noche como tantas otras,
que se mantenga estática mientras el mundo rota
alrededor de tus anillos en mil espirales,
y sólo una sea suficiente para vengar
a todas las que se quedaron por el camino.
Que con una sola se revelen todos mis suspiros
que tanto te cuesta descifrar,
igual que todas aquellas veces que me preguntas
a qué miro con mirada triste.
Que sea el grito que se atranca en mi garganta
cuando duermes sobre mi pecho,
o los pasos que nunca aprendo de tus rutinas,
las dedicatorias en cada fruslería que te dedico,
el hielo que se derrite mientras escuchas mis anécdotas.
Algo sencillo, algo práctico,
una que sea aguda, esdrújula, un grito gutural
que sea tantas cosas que por fin explique
los fuegos artificiales que relucen en mi cráneo
cuando me despiertas con un café
y medio cigarro que abandonamos anoche.
Mientras tanto, tendré que contentarme
con hacerlo a medias tintas en este libro,
con escribirte entre paréntesis en los cuadernos
y luchar contra tu nombre en cada verso.
Ojeando el horizonte entre cada página,
con la tranquilidad de que la escucharás antes de leerla,
y cuando se repita en bucle a través de mis letras
sabrás que es la tuya
y nada más.
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Kari.
Tengo algunas cosas de Kari, incluyéndo sus agujas para tatuar. Me dejó por el momento dibujos y planes para proyectos de grafiti, performance y arte invisible, aparentemente a un futuro inmediato. También se encuentra un bosquejo de un personaje que refleja mucho poder y ansiedad. Harley Queen Playing The Jocker. As soft and gentle with her-self as with others. Maybe a three-higher-huger. Comparto aquí los mensajes y adornos de Kari en su libro. Estas pistas me dicen que Jimmy Oh Jimmy ha comenzado un buen año. Que una agente W-4, W4U, o una IW4U necesitaba la cercanía, la protección, o lo que fuera. Someone down. ¿Quizá de Quito? Un mensaje para Gaby. Activistas. Políticos. Gente pobre. Gente muy rica. Gente que asesina. Gente que se droga. Personas Sexo-Servidoras. Gente que quiere tomar sus vidas. Gente que roba. Gente que secuestra. Gente que torura. Gente a qué obligan a comer hasta engordar y explotar, para que me entiendas, personas. Gente de por ahi, Gente de arte muy avanzado con poca instrucción formal. Le dices que es un Monakerc y le abres la opción de tener uno. Me dijo que le gustaba la danza arabe y comenzó a mover sus manos como si fueran serpientes encantadas. Me dijo que también le gusta la danza Azteca. Comenté que es en realidad un danza muy nueva combinada con aerobics. ¿Qué es un hoodie, como el que traía puesto? Safety Pin. Te esperas a que te pregunte si tienes puntas para enunciar que no, que soy principiante. Le gustaron mis cuentos de voy por cigarros, me imagino, así que expandió el infinito con una variación con la intervención mostrada en este libro con recortes y tinta endeleble. Por el momento gracias, Kari. Live and prosper. (La otra opción entre miles de otras opcion es que este perdida y su brújula se haya descompuesta intermitentemente.) Está en trance. Sé que se encuentra bien.
Luis Sánchez Ramírez. 2023.
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Autumn Field : 02
Escribiendo...
Escribiendo...
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Escribiendo, ¿qué gano haciendo esto realmente? Me siento como un autor a ciegas en medio de los bosques de mi propia inconsciencia intentando llegar a un lugar que probablemente no existe; la verdad. En este mismo bosque en el cual me he perdido cientos de veces, suelo explorar la tierra mojada luego de una tormenta o el aroma de las plantas que se mecen junto al viento, ¿estoy perdiendo el sentido de la orientación? Porque ya no sé como volver a casa. Desearía que una cabaña se apareciera en mi camino, no importan las comodidades, sólo la madera y la soledad serán suficientes para llevarme a aquel lugar seguro que siempre deseé. No me siento vacío ni apenado por la falta de compañía, siempre aprecié la capacidad que tienen mis pensamientos para hacerme compañía durante las largas travesías de mi vida entre risas y llanto, ¿por qué escribo esto? Perdón, pareciera que mientras más avanzo entre los árboles menos sol ilumina mi camino, me pierdo.
Una vez, hace algunos años un viejo anciano de la cafetería 34 en el centro me dijo que le recordaba al té y al hielo. En ese momento no lo comprendí porque a penas sabía como atar mis propios cordones sin causar un alboroto, pero ahora, aquello se siente tan significativo. té y hielo, tan cálidos el uno con el otro como el invierno enamorándose de la primavera; copos de nieve ciñéndose a los tulipanes.
Desde que tengo memoria he recorrido cada centímetro de tierra que me fue ofrecido en la vegetación del sur, con una simple carpa y comida suficiente para disfrutar el silencio de la madera tallada en raíces. He corrido entre los ríos, he tenido mis cortadas debido a las rocas afiladas bajo mis pies, me he bañado en el cristalino que cae por las cascadas del norte, he vivido cada sensación a golpe. Y te puedo decir que nada de eso se asemeja a lo que siento ahora mismo, no es amor pero me siento en armonía conmigo mismo, tampoco es el paso de los años que quizás me han vuelto más reflexivo entorno a los días. Será, será. Un café en mano por cada vez que mi corazón se hizo añicos, una fogata frente al lago por cada ocasión en la que me sentí solo, mil estrellas en el cielo y contando por cada vez que tuve miedo de envejecer. Tres cajetillas de cigarro por todas las veces que he mencionado la palabra bosque entre mis escrituras.
Escribiendo...
Pausa.
¿Por qué me es tan difícil escribir un simple saludo pero tan fácil relatar mis pensamientos más profundos en un lugar tan solitario y blanquecino como este? La tinta suele recordarme a las noches de octubre en las que fumaba desde el balcón, escribiendo cartas de amor.
No lo sé, últimamente el tiempo se desvanece entre mis manos y yo le sigo el ritmo. ¿Qué pasará el día en el que ya no pueda hacerlo? El día en el que mis piernas caigan contra la tierra y el bosque me arrope entre sus secretos más profundos.
Bloquear.
Supongo que algún día lo sabré, mientras tanto, continuaré llenando una taza de café en tu nombre.
O quizás dos.
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Mi parte favorita
Mi parte favorita de un texto es el comienzo, cuando desbordan las ideas. Es cuando me propongo soltar la tinta y se hace indispensable despejar el espíritu. Me subo a la moto y los pensamientos se cruzan con las palabras. Y todo sale más fácil.
Mi parte favorita de trabajar es llegar a casa. Y no porque no me guste el laburo, cosa que es cierto, sino porque me doy cuenta de que vale la pena haber salido esa mañana. Vale la pena sentir el viento en la cara mientras me acerco a la rutina. Vale también la pena tener tiempo para que desborden las ideas y se suelte la tinta.
Mi parte favorita de salir a la noche es cuando me fumo un cigarro. Es cuando salgo afuera y el vapor de adentro se convierte en niebla. Y yo estoy en una fiesta en la montaña. Y la música tiene sentido porque se escucha de lejos pero combina con mi cuerpo. Y me prestas tu encendedor.
Mi parte favorita de una canción es cuando no entiendo la letra. Eso es la música para mí, no entender la letra. Y no creo que esta no tenga sentido, solo que a veces quiero sentir las líneas que se tatúan en mi piel y no quiero comprender por qué me tatué.
Mi parte favorita del día depende mucho de lo que siento. A veces es por la mañana, simplemente porque una persona creó el mate y las medialunas. A veces es por la tarde, porque en mi pueblo existe la hora de la siesta. A veces es cuando no se sabe si es de día o es de noche, porque las cervezas se destapan solas.
Mi parte favorita del año es un dilema. Me gusta el invierno, porque existe el fuego. Me gusta la primavera, porque existen las flores. De vez en cuando me gusta el verano, porque en este mundo hay pasto y te podés acostar en él. Y me gusta el otoño, porque adoro el color óxido y los distintos tonos de amarillo.
Mi parte favorita de dormir es cuando me despierto. Es que en ese instante siento las sábanas en la piel. Siento que fue una buena decisión haber puesto unas limpias el día anterior. Y fue una buena elección haber dormido juntos.
Mi parte favorita de tomar un café es hacerlo. Es el momento en que un sencillo acto se convierte en un ritual, que respeta cada paso, cada movimiento. Y se repite tanto cuando estoy triste como cuando entra un poco de luz por la ventana y me da solo en una parte de la cara. Y necesito que salga perfecto, no sé si hay un porqué, quizás la sonrisa que surge al tomarlo y el sentir el sol en esa fracción de la cara.
Mi parte favorita de viajar es no tener como. No tener plata y no tener donde dormir. No tener vehículo, pero sí a alguien que aparezca y te tire unos kilómetros más adelante.
Mi parte favorita de los asados es el momento donde ya nadie quiere comer más. El instante en donde uno a uno los cinturones se van desabrochando y una a una las personas se van arrepintiendo de lo mucho que han comido. Y es mi momento favorito porque sabes que queda mucho. Mucha charla, un par de trucos y un par de horas de descanso. Y mi parte favorita de los fogones es cuando se van apagando. Desaparece la llama pero queda ceniza. Ceniza roja, ardiente y ceniza blanca, muerta. Adoro esos segundos donde las parejas se tiran para atrás y se empiezan a abrazar. Ese momento donde se abre un vino más. Ese espacio donde salta algún chiste y alguna promesa.
Mi parte favorita tuya es la espalda. Me imagino un dibujo gigante ahí. Lleno de colores, hecho con unas acuarelas baratas compradas en un quiosco. Y una fila de piedras, que recorre la columna. Piedras finamente elegidas de alguna playa en el sur argentino.
¿Mi parte favorita mía? Creo que no tengo. Debe ser el único tópico donde no tengo preferidos, donde no pasó el tiempo buscando que elegir entre una cosa y la otra.
Mi parte favorita de la vida es esto, cada momento que me pongo a pensar en mi lista de cosas favoritas. Y sonrío.
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Y llega alguien que asiente, y se amontona y comparece contigo, y sus puntos de vista parecen ser los mismos que los tuyos y se ríe de tus chistes y te dice elogios y te sonríes entre lapsos de tiempo que corren en cámara lenta, es cómodo, agradable, apacible, alguien en el mundo te entiende, no estás loca, solo hablas mucho. Compartes el porro y los versos a pedazos, y acomodas los cojines para dos, recomiendas pelis y entre tantas cosas los sueños, tatúas nombres que se graban en la piel con tinta indeleble, y besas las cicatrices de guerra, apilas recuerdos, acomodas estanterías de anhelos, te sonríes acompañado, le guiñas el ojo a la vida de la mano del otro, quieres salvarlo del caos, quieres quitarle los miedos, buscas remedios para las heridas, te maquillas los demonios y le abrazas sin malicias, le cuidas de todo pero sobre todo de ti; compartes complicidad, armonía, canciones viejas, libros con dedicatorias, lecciones de vida, cariño, vulnerabilidad, soledad, apego, sinónimos, antónimos, verbos y versos. Cierras la puerta, acomodas las llaves donde siempre, abres el refri y todo como de costumbre está intacto, sencillo, completo, pero las luces de la sala de estar no encienden, las luces que se encendían a las nueve y se apagaban a las doce, ya no prenden, focos fundidos, colillas de cigarro, humo, tabaco, ron viejo, una copa, un vaso y un plato, un desorden, un recuerdo, todo pesa, no puedes mirar, tropiezos, gritos, maullidos, silencio. Giras el rostro, Dos personas sentadas en un sofá viejo pasando las horas. Les miras de reojo, lo suficiente para darle vida al cuadro, te lo abrazas al pecho, se esfuma de golpe, sale de adentro un liquido que gorgotea, espeso, y hay huesos, cabello, ojos, palideces, olor a vainilla. Se siente como si te sacaran algo del pecho a fuerza, y luchas, golpeteas, pataleas y gritas de rabia, te han quitado el único pilar al que se sostenían tus dedos. Egoísmo en el aire, soledad, despecho, ira y pena, desesperación, quien fue? Hay culpables? Quien se lo llevó tan lejos? Lo obligaron? Quieres encontrar un remedio para el dolor que sigue corriendo, quieres encontrarle explicaciones a la ausencia en la pieza. Quieres sentirte de nuevo completo, comprendido. Quieres que alguien te explique a donde van los pedazos de uno que no se quieren quedar con uno. Las personas parten por derecho ajeno. Por convicciones, por sueños, por el simple hecho de que son personas que tienen propiedad en ellos, que no son de nadie, que no son eternos, y a quienes nos quedamos, no nos queda mas que abrirle la puerta a quien ya no quiere estar, no queda nada más que desearle lo bueno, mirarle de lejos ir y cumplir sus sueños, guardar en una caja los recuerdos y tratar de volver a empezar de cero, como si ninguno tuviera nunca que haber tenido que cruzar unas cuantas palabras y casi media vida.
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EL COLEGIO
CUENTO - POEMA
título... SALON DE CLASES
MUSAS...
Mahra bint Mohammed bin Rashid Al Maktoum princesa de Dubai...
Ivanka Trump...
Arisbe Cueto...
Mochila
En la mochila de la princesa la pluma y el plumón escriben lo mismo sin saberlo el escritor y sin darse cuenta en la mochila del escritor y de romances con bailables de dubai de la pluma al manejarla el escritor.- de la pluma al plumón hay cortejos y mimos y bailables y taconazos al plumon le coquetea elegante y risueña y graciosa la pluma riega su tinta mandándole besos al manejarla el escritor
el plumón Gallardo viéndola a ella se se sonrie y el plumón gallardo serio no baila por sangrón con mucho cuidado el escritor hace llamados a el plumón para que riegue su tinta y de el toque maestro a la obra del escritor...
El plumón sale en casos muy especiales haciendo Marcos letras resaltadas en sus hojas sin manchar el trabajo de su novia dejando contento al escritor la pluma impresionada se sacude se siente bien amada.- amada y dichosa a sido en la mochila guardada esperando a su amado mucho muy cansada...
firme el el plumón Gallardo Salvador que lo esperan sigue regando su tinta despidiendo olor a bohemio a tinta.- la princesa LA PRINCESA DE DUBAI Shaikha Mahra Bint Mohammed Bin Rashid Al Maktoum M1
ha terminado en la clase una Obra maestra y la pluma y el plumón han sido puestos juntos para que hablen y hablen del amor caminando por los pasillos entre la multitud de gente y nunca se ha dado cuenta que en lo que ella camina en su mochila por bolsa dos seres insólitos hablan y hablan del amor
Autor El zorro
seudónimo Daniel García Román
Aclaraciones este poema fue pagado para su publicación en el periódico El Diario de Xalapa el sábado 17 de noviembre del año 2001 en la sección nacional en la página 8b este periódico pertenece a organización editorial mexicana
Debido a el tiempo transcurrido y por relanzar dichos escritos en toda mi plataforma de internet ahora lo ajusto a la LA PRINCESA DE DUBAI Shaikha Mahra Bint Mohammed Bin Rashid Al Maktoum M1
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SUELTATE EL PELO
POEMA
MUSAS...
Mahra bint Mohammed bin Rashid Al Maktoum princesa de Dubai...
Ivanka Trump...
Arisbe Cueto...
Por tu olor y aún si tu voz cuando caminas sin verte, sé qué vienes mujer_ te imagino atareada caminando deprisa ondeando tu vestido por un acompasado viento, tú celular suena y suena No sabes que desde aquí te miro y sin gritar yo te digo
¡suéltate el pelo!
las horas pasan tu coche las voces los chistes después del Silencio cayendo en la risa aún no sabes que desde aquí yo te miro y sin gritar yo te digo
¡suéltate el pelo!
el tráfico el viento el boceador y el periódico de la ciudad de Dubai tú y tus amigas lo leen y se hacen un tempestuoso silencio aún no sabes que desde aquí te miro y sin gritar yo te digo
¡suéltate el pelo!
corre el tiempo el aire y su bruma el vayven del tráfico te vas de compras helados y refrescos pepinillos y cacahuates vino y queso unos jóvenes un tanto arreglados murmuran y silvan Y ustedes se ríen el cigarro el helado y las miradas aún no saben que desde aquí te miro y sin gritar yo te digo
¡suéltate el pelo!
terminas de tus compras vienes hacia mí contenta nada te apuras autos moda y rock and roll Y aunque no me ves Suspiro dejo de escribir y susurro mahra cómo te quiero el Big Bang el claxon has llegado ya es de noche viene subiendo las escaleras mirando en la ventana espero ese momento de verte en la puerta al aparecerte nos decimos Hola me alejo de la ventana y me pláticas me acerco apagó la luz y te digo al oído
¡suéltate el pelo!.
Poema publicado en el periódico el dictamen en la página 8 en la sección de sociales el día 3 de diciembre del año 2000
A el tiempo ya transcurrido y por relanzar en mi plataforma dichos poemas presentó está actualización.
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MANIQUÍ
POEMA
MUSAS...
Mahra bint Mohammed bin Rashid Al Maktoum princesa de Dubai...
Ivanka Trump...
Arisbe Cueto...
Al hablarte no sé si soy ese o no soy yo me siento mudo nervioso estático y contento por ese sentimiento Ya tan mío que al mirarte adelante de mi mudo y quieto me quedo
quisiera decirte y no te digo mis palabras se fueron, sólo tu rostro y todo a ti también te observó me rozas me tocas me hablas suave muy suave al oído sin saber.- Aunque siendo un maniquí ahí muy dentro de mí, mi corazón como yo por ti va conmigo poco a poco muriendo
Este poema fue escrito por su autor en la tienda departamental conocido con el nombre de Bodega de Aurrerá de Córdoba Veracruz el día 24 de marzo del año 2001 a las 7 pm
Poema publicado en el periódico el dictamen el día 5 de abril del año 2001 en la sección de sociales en la página 4 manejado a nivel editoreal como publicidad
Al tiempo ya transcurrido presentó esta nueva actualización del cual dichos poemas son relanzados en PUBLICACIÓN en mi plataforma de internet
3 de octubre 2018
Daniel García Román
El zorro
Aclaraciones debido a la agenda literaria del año 2022 en su publicación es actualizado agregandos los nombres de las musas Ivanka Trump e Arisbe Cueto para el complemento de la agenda de tiempos de CUARESMA
Daniel García Román
7 marzo 2022
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Avenida orquidea calle durango numero 20 colonia san marcial fortin veracruz mexico código postal 94476
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EL COLEGIO
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Ivanka Trump...
Arisbe Cueto...
Mochila
En la mochila de la princesa la pluma y el plumón escriben lo mismo sin saberlo el escritor y sin darse cuenta en la mochila del escritor y de romances con bailables de dubai de la pluma al manejarla el escritor.- de la pluma al plumón hay cortejos y mimos y bailables y taconazos al plumon le coquetea elegante y risueña y graciosa la pluma riega su tinta mandándole besos al manejarla el escritor
el plumón Gallardo viéndola a ella se se sonrie y el plumón gallardo serio no baila por sangrón con mucho cuidado el escritor hace llamados a el plumón para que riegue su tinta y de el toque maestro a la obra del escritor...
El plumón sale en casos muy especiales haciendo Marcos letras resaltadas en sus hojas sin manchar el trabajo de su novia dejando contento al escritor la pluma impresionada se sacude se siente bien amada.- amada y dichosa a sido en la mochila guardada esperando a su amado mucho muy cansada...
firme el el plumón Gallardo Salvador que lo esperan sigue regando su tinta despidiendo olor a bohemio a tinta.- la princesa LA PRINCESA DE DUBAI Shaikha Mahra Bint Mohammed Bin Rashid Al Maktoum M1
ha terminado en la clase una Obra maestra y la pluma y el plumón han sido puestos juntos para que hablen y hablen del amor caminando por los pasillos entre la multitud de gente y nunca se ha dado cuenta que en lo que ella camina en su mochila por bolsa dos seres insólitos hablan y hablan del amor
Autor El zorro
seudónimo Daniel García Román
Aclaraciones este poema fue pagado para su publicación en el periódico El Diario de Xalapa el sábado 17 de noviembre del año 2001 en la sección nacional en la página 8b este periódico pertenece a organización editorial mexicana
Debido a el tiempo transcurrido y por relanzar dichos escritos en toda mi plataforma de internet ahora lo ajusto a la LA PRINCESA DE DUBAI Shaikha Mahra Bint Mohammed Bin Rashid Al Maktoum M1
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SUELTATE EL PELO
POEMA
MUSAS...
Mahra bint Mohammed bin Rashid Al Maktoum princesa de Dubai...
Ivanka Trump...
Arisbe Cueto...
Por tu olor y aún si tu voz cuando caminas sin verte, sé qué vienes mujer_ te imagino atareada caminando deprisa ondeando tu vestido por un acompasado viento, tú celular suena y suena No sabes que desde aquí te miro y sin gritar yo te digo
¡suéltate el pelo!
las horas pasan tu coche las voces los chistes después del Silencio cayendo en la risa aún no sabes que desde aquí yo te miro y sin gritar yo te digo
¡suéltate el pelo!
el tráfico el viento el boceador y el periódico de la ciudad de Dubai tú y tus amigas lo leen y se hacen un tempestuoso silencio aún no sabes que desde aquí te miro y sin gritar yo te digo
¡suéltate el pelo!
corre el tiempo el aire y su bruma el vayven del tráfico te vas de compras helados y refrescos pepinillos y cacahuates vino y queso unos jóvenes un tanto arreglados murmuran y silvan Y ustedes se ríen el cigarro el helado y las miradas aún no saben que desde aquí te miro y sin gritar yo te digo
¡suéltate el pelo!
terminas de tus compras vienes hacia mí contenta nada te apuras autos moda y rock and roll Y aunque no me ves Suspiro dejo de escribir y susurro mahra cómo te quiero el Big Bang el claxon has llegado ya es de noche viene subiendo las escaleras mirando en la ventana espero ese momento de verte en la puerta al aparecerte nos decimos Hola me alejo de la ventana y me pláticas me acerco apagó la luz y te digo al oído
¡suéltate el pelo!.
Poema publicado en el periódico el dictamen en la página 8 en la sección de sociales el día 3 de diciembre del año 2000
A el tiempo ya transcurrido y por relanzar en mi plataforma dichos poemas presentó está actualización.
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MANIQUÍ
POEMA
MUSAS...
Mahra bint Mohammed bin Rashid Al Maktoum princesa de Dubai...
Ivanka Trump...
Arisbe Cueto...
Al hablarte no sé si soy ese o no soy yo me siento mudo nervioso estático y contento por ese sentimiento Ya tan mío que al mirarte adelante de mi mudo y quieto me quedo
quisiera decirte y no te digo mis palabras se fueron, sólo tu rostro y todo a ti también te observó me rozas me tocas me hablas suave muy suave al oído sin saber.- Aunque siendo un maniquí ahí muy dentro de mí, mi corazón como yo por ti va conmigo poco a poco muriendo
Este poema fue escrito por su autor en la tienda departamental conocido con el nombre de Bodega de Aurrerá de Córdoba Veracruz el día 24 de marzo del año 2001 a las 7 pm
Poema publicado en el periódico el dictamen el día 5 de abril del año 2001 en la sección de sociales en la página 4 manejado a nivel editoreal como publicidad
Al tiempo ya transcurrido presentó esta nueva actualización del cual dichos poemas son relanzados en PUBLICACIÓN en mi plataforma de internet
3 de octubre 2018
Daniel García Román
El zorro
Aclaraciones debido a la agenda literaria del año 2022 en su publicación es actualizado agregandos los nombres de las musas Ivanka Trump e Arisbe Cueto para el complemento de la agenda de tiempos de CUARESMA
Daniel García Román
7 marzo 2022
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Avenida orquidea calle durango numero 20 colonia san marcial fortin veracruz mexico código postal 94476
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Terminamos
Nos reencontramos en el mismo lugar que nos conocimos, como si hubieran pasado años, nos vimos a los ojos desde lejos como dos extraños, nos saludamos como conocidos y caminamos juntos como amigos. Recorrimos lugares que ya habíamos marcado, lugares que frecuento sola, lugares donde no imaginé volver a pasar contigo. El día pasó sentados frente a un lago, cantando, hablando, riendo, guardando silencio para después romperlo con una sonrisa, actuando como idiotas que pueden aparentar haber olvidado todo lo que pasaron. Me desarmé… no parecía la misma que ayer juraba no volver a quererte. De repente no podía creer que a pesar de estar sentada junto a ti no podía rozar tu mano mas que para coger un cigarro. Las ganas de lanzarme a tus brazos me estaban ganando pero ambos sabíamos lo que significaría eso.
Pasamos la tarde tomando precauciones para no lastimarnos pero la lluvia parecía tener planes distintos. Mojados, con frió, por la calle.. nos abrazamos y… todo valió madres.
Llegamos a mi casa, pasaste como si nunca hubieras estado aquí, nos sentamos frente al televisor en el sillón donde estuvieron nuestros cuerpos tantas veces sin que existiera espacio alguno entre nosotros, donde lloré algunas veces por que me dejaste esperando, donde nos sentamos la primera vez que viniste.
Te dejé en la puerta, ya era hora de irte… noté que tenías las mismas ganas de besarme que tuve todo el día pero no pasó. Como de costumbre tardamos en despedirnos y quedamos de vernos algún día y te fuiste…
Apagué la luz, me recosté en la cama, me tapé hasta la cabeza con mi cobija buscando refugio, queriendo escapar de los deseos que me provocabas, de todo ese amor que me haces sentir.
Te llamé, contestaste y sonó el timbre…
Te fuiste, pero regresaste. Abrí y pasaste a mi recamara, nos encontrábamos sobre la cama tímidos, confundidos nos abrazamos y comenzamos a llorar. Llorábamos como niños, nada parecía calmarnos, no había ruido alguno, solo nuestros sollozos.
El silenció se interrumpió, nos separamos. Ya no estábamos solos. subiste a la azotea mientras abría la puerta ,no era la primera vez, ya sabías que hacer.
Subí para alcanzarte con el pretexto del cigarro, cuando llegué ya no estabas, escuche tus pasos al bajar las escaleras y desde arriba te vi salir. Caminaste con pasos cansados, como si no quisieras irte, moría de ganas de gritarte. Observé como desaparecías entre la niebla, sentí tu dolor, y cuando ya te estaba perdiendo de vista, corriste.
Pensaba: Este día viví todo lo que vivimos durante dos años, te amé lo que te amé los primeros meses, te odio lo que te odié los últimos, tuve todo eso que extrañé este tiempo … y acabó.
Lloré, grité, corrí. La desesperación en mi no cabía.
Te fuiste… y olvidé decir adiós.
Otro día
No sé porque le perdono, sé que no lo merece y también sé que no debe acercarse porque todo ese afecto ha quedado tan marchito que el hielo en mi corazón puede terminar dañándole. No se me acerque porque puedo ser un arma de doble filo en donde pueda herirle gravemente o pueda terminar yo partida en dos. Es triste. Prefiero haberme quedado pensando una cosa errónea y haber hecho oídos sordos y ojos ciegos a todo, pero no se pudo, la burbuja se debilitó y caí a la realidad… No se acerque… No sea tonto, no se arriesgue, hoy no le tengo miedo al diablo, mucho menos a usted.
Volvimos
Nos gusta hacernos daño, así es nuestro amor. Estamos jodidamente enfermos. La tragedia es que no encontramos lo que buscamos.
Deseo
Estoy deseando desvelarme sobre su cuerpo.
A medias.
El cigarro que se consume cuál felicidad pasajera, las personas pasan y pasan; todas me ven, sentada en la banqueta, como si supieran que la tristeza es lo único que me da y les calara los huesos también. Estoy convenciéndome de que todos tenemos momentos que nos rompen, tal vez alguno de ellos pueda contar mas grietas propias que las mías, tal vez no soy la única esperando el destino que nos depara a todos. Llueve, me empapa el día de soledad, melancólica yo que persiste y no se va. Solo me llenan recuerdos y aún así no puedo evitar afirmar que me siento medio hueca… medio triste, medio feliz, medio que me lleva la chingada, pero nunca logro estar completa. Algo va mal si me llena un alguien que mas que amarme me debilita.
Historias
Facetas, etapas, dramas… Nada de esto es real, puras escenas. historias: algunas mías, ajenas o inventadas. Hace tiempo ya que el sueño no me visita, desde entonces me ahogo con palabras ,ideas, memorias y sus historias , sus facetas, etapas y dramas. Me toma el cuerpo y yo Estoy harta de que el mundo sea un escenario ¡Soy jodida ciencia ficción! en el colchón de su mente de hombre feo, formal y fuerte, soy una imagen bajo su almohada y solo me recuerda cuando no puede dormir.
Tu tinta en mi alma
Todos los días extraño consumirnos. El perdernos en el amargo sabor de saliva que baja al deshacerse el ácido. Entrar de la mano de tu espíritu a ese plano tan extraño que me mostraste, a esas penumbras del lado mas oscuro de nuestra mente, a ese subconsciente mojado por la lluvia y enterrado en neblina del que viene lo que somos. Nadando entre dudas hasta inevitablemente encontrar esa luz que nos vuelve adictos. Bien colocados, bien chidos.
Las agujas siguen disparando esa tinta que te borra de mi, nuestras vidas se van dispersando.
Estoy castrada de este anexo de ti. Tus besos sabor a bachita. Bien sedientos de caricias, nublados de alquitrán.
A las 6pm acostados sobre el concreto del techo, ligeros sin nada que pese, recargada de tu hombro con vista al infinito, de espaldas al infierno.
Siempre te decía que quería ser una nube y a la mierda con la vida. Tu solo vibrabas. Me viajaban tus espejos con reflejo a los cielos, a esa escala de grises, azules y anaranjados; hasta ver explotar el día, con la luna encima de los dos. No dejaba de imaginarme cómo serían los otros mundos, cualquiera de ellos estaría bien para los dos.
Ahora a 700km de ti, tocándote solo en 4.5 pulgadas de un móvil, sigo reproduciéndote bailar borracho en la madrugada con una canción tonta, sigo escuchándote claramente decir que me necesitas, entre tantas voces; dentro de mi desorden, sigo probándote en cada lágrima lamiendo mi piel, y no puedo parar de inhalarte rompiendo mis fosas.
En las noches tristes curábamos las heridas con alcohol, a escondidas en mi habitación. Con los ojos embriagados, me evaporaba en tu interior… quemábamos las sábanas en la ventana y volvíamos a escapar.
Pesadilla
Estábamos paranoicos en una funeraria a 1700km de nuestra ciudad. Una tormenta saboteó nuestro plan de huir al bosque y nos dejó atrapados ahí, en el negocio de tu familia. Locos de ira bajo la alfombra y miradas llenas de silencios. Bajabas las escaleras y te salía sangre la nariz, me miraste con odio y te desconectaste. yo esperando... matarnos o que la neblina expulsara un ser encargado de rompernos el cuello y pulverizarnos. Confundidos al no saber si era el efecto de las drogas o la realidad de saber que fuimos infieles y nada podía evitar que doliera la verdad.
Conociendo el espacio
Necesito perderme entre densos sembradíos, ahogarme en amargos tragos, ensordecer de ondas sonoras. Que al amanecer purifique mi vida, catalizar tantos iris y despertar en tiempo mejores. Observando desde el panorámico, no es tan malo estar sola.
Desendemoniada.
Me dejé ir. Es dulce estar sola. Traigo una fiesta sonando dentro de mi. Bailando que estamos lejos por fin. Que moderna forma de dejarnos, solo desaparecer.
Una carretera de día y de noche, transcurriendo, nos separa, nos vio morir.
Estoy danzando sobria. Melodías nuevas que nada me recuerdan a distancias atrás, no saben a besos tóxicos y roces tibios que se vuelven un incendio incontrolable. Estoy brincando sobre tus celos locos rompiendo la idea de que el amor es posesión, costumbre, obligación.
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Carta abierta a mi persona favorita en el mundo (que un día decidió irse con su persona favorita en el mundo).
Muñequita, corazón, farito de mar, ya sé que te fuiste irremediablemente de mi vida y que no quieres saber más de mí. No te preocupes, esto será breve y no buscaré una sola forma de hacerte volver, solo me gustaría contarte por primera y última vez, desde que te fuiste, lo que ha pasado con la vida. Si no quieres hacerlo, este es el punto correcto para dejar de leer.
Vale. Empiezo de esta manera, porque ya has de saber que estoy rota, escribo esto porque tu ausencia no la sostienen los cigarros o las botellas de ron, esta es la única forma que tengo para liberarme de las últimas pertenencias que dejaste en el foyer de mi vida, lo juro. Me pasa que a veces te encuentro por los camiones de las doce, cuando regreso a casa, a veces en los audífonos, otras veces en la forma de tu nombre, cuando lo escribo sobre el cristal empañado por el cristal de algún suspiro que se me sale casi por error; me pasa que no estás y que pienso lo feliz que debes ser con la persona que quieres, la forma en la que le sonríes al mundo tomada de la mano de alguien con quien puedes ser toda tú. Te extraño mucho, no lo voy a negar, pero no puedo adjudicarle toda la responsabilidad a tu partida si es el mundo el que se ha hecho insoportable desde tu adiós, son todos los demás quienes se han vuelto grises, los que tienen la misma conversación, la misma forma de contar un chiste, los que caminan siempre igual, siempre a los mismos sitios. Hoy falleció güero, ya no hay nadie que se alegre por mi regreso a esta habitación en donde todo me recuerda a la mujer que lo podía todo estando junto a ti, falleció pq me lo envenenaron y eso me orilló a escribirte todo esto que lees: Güero sabía que iba a morir y no dejó de estar conmigo todo el día Supongo que todo esto ya lo sabía también pero, no lo vamos a negar a estas alturas de la vida, es tan difícil diferenciar entre la fe y la necedad, de vez en cuando. Vamos, no me gustaría que esto suene a justificación porque no lo es, ya me conoces, es la forma natural con la que, desde la mañana de hoy, voy por los pasillos de cualquier lugar meditabunda por creer que todo duraría mil años, incluso yo, incluso Güero, incluso lo nuestro.
Ya no escribo como lo hacía antes, he bajado de peso, poco a poco me estoy convirtiendo en un caso de supervivencia ante la idea de haberlo tenido todo y después ya nada. Es que eras tú, neta, eras tú, con quien fui feliz, pero la felicidad y el amor son monedas abaratadas por situaciones como esta. Incluso hoy, que no tengo más que un cigarro a la mano, me doy cuenta que a veces te escribo recaditos y los dejo pegados al refrigerador, por si un día vienes a casa y se te ocurre voltear a ver qué hay en la nevera, cuando yo no esté, y te lleves las blusas de resaque que dejaste en mi cajón o pretendieses venir a ver a Güero y no encontrar más que un espacio vacío en donde debería haber un gato o alguien que te espera. A veces tomo la libreta y escribo tonterías a modo de poemas. A veces sólo me siento ahí, debajo de la tinta. A veces me cuesta trabajo levantarme y pienso que no hay mejor esfuerzo que sonreír y cantar. Quizá porque estoy cansada y no encuentro otra manera de cerrar los ojos, que reposando mi cabeza en las piernas de alguien con quien pude ser débil y aceptar que me canso de poder, aunque no pueda más. Pero no, ya no, y ni modo.
Festejo tu vida, la festejo como la más grande de todas las fiestas, festejo tu espíritu y festejo la forma que tienes para pelear por lo que consideras correcto. Si te fuiste es porque quisiste y ahí radica otra de las virtudes que tanto amo de ti: la búsqueda de tu paz. Sé que eres feliz. Sé que te sientes plena. Sé que no quieres verme, y no sé ni porqué. Puede que sean dos o tres preguntas las que me tienen al borde de las lágrimas desde este lugar desierto y que tienen que ver con la forma en la que me decías que me amabas, con la manera en la que te fuiste sin decir nada, con la duda de cómo sortear las preguntas de quienes te conocen y preguntan por ti. Me sigues gustando mucho, me sigo poniendo nerviosa cuando recuerdo nuestra primer cita, nuestro primer beso, nuestro primer orgasmo. Me sigo peinando el fleco y me lo hago esponjoso no se me quita la pinche maña desde que me hiciste el primer cumplido. Chingada madre: qué difícil es todo esto.
Hace unos días escribí tu nombre en el muro de un edificio abandonado con el carboncillo de un compás. Escribí sobre tu sonrisa, tus ojos de muñequita , tus pechos de niña, y tus caderas marca candela. Escribí no sé con qué afán. Hice un poema que habla sobre una visita tuya a media madrugada, viniendo borracha solo para besarme y dejarme la boca en la verticalidad de quien busca un beso, acostada de lado en cualquier cama de hotel. Muñequita, después del punto final encontré una tristeza tibia que hizo contraste con la cerveza que traía en la mano. ¿Cómo chingados te explico que el mundo no cambió, ni se volvió rosa, ni hermoso, después de depositar por última vez tu nombre y el mío sobre una pared destruida?. Ahora entiendo que el amor es la forma pura y correcta de la violencia.
Anda, ve con el mundo y sé feliz. Haz todo lo que esté en tus manos para no dejar de sonreírle a quien amas, corazón, y no dejes que nadie te deje de sonreír tampoco. Mereces toda la felicidad del mundo. Que encuentres la paz que necesitas donde gustes buscar. Que todo te salga bien, mi amor. Que cada tatuaje que te hagas te quede perfecto. Que la boca que ahora besas te embone. Que la mano de quien te toma la mano luzca perfecta con tu outfit. Que todo eso que eres, farito de mar, mi farito de mar, se vuelva aún más grande. Gracias por todo lo que fuiste, por lo que eres y serás. Tengo tanto qué agradecer, tengo tanto amor endosado en tu nombre. Me propuse a finalizar esta carta una vez que las lágrimas me alcanzaran y este es el momento. Debo dormir un rato, ya no quiero estar despierto.
Eso sí, amor, una última cosa. Si un día nos encontramos por la calle y algo se remueve en ti, si un día te acuerdas de todo lo que fuimos, si un día decides pegar marcha atrás y volteas a verme, por favor, por favor, muñequita, corazón, farito de mar : hazme el favor de no volver.
Escrito un día del 8 de enero del 2020.
Dirigida a mi ex novia Zulema.
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El chico de los cristales rotos...
Él no puede dejar de llorar, y si me lo preguntan, no sé porque está llorando. Solo sé que se ve mal, sé que siente que todo está acabado y que nada tiene sentido. Por dios, le da por llorar todas las madrugadas. Sé que no duerme bien, o duerme todo el día o duerme poco. Sé que no puede con él mismo, y no puede escapar del dolor. No es un dolor físico, es un dolor sentimental que lo atormenta. Se siente diminuto, se siente vacío recordando todas las veces que fue dañado con palabras que aún duelen. Está despeinado. Está odiándose de pies a cabeza, se está desnudando frente a un espejo mientras sostiene un cigarrillo en su mano. Se observa, se toca, se analiza, se cubre con sus brazos, buscando protección y se larga a llorar. Esta vez es diferente. Esta vez llora más fuerte. El cigarrillo quedo despreciado en el suelo y lagrimas esparcidas por su rostro. Es un dolor atrapado entre la calidez de un cuerpo desnudo y del humo de cigarrillo.
Ya no aguanto ni un minuto más. Este humo negro me está calando los pulmones, exterminándome poco a poco. Mientras que tengo el cigarrillo entre mis labios, me observo. Observo la manera en que los hombros se me tensan, como la tinta de ese tatuaje negro que tengo en el hombro, y recorre mi piel. Cada día me pregunto una vez más, que sigo haciendo aquí. Y entonces te veía la cara una vez más, esa sonrisa que me enamoraba. Entonces comprendía que seguía haciendo aquí. Veía tu sonrisa en el vapor de mi espejo, veía el brillo de tus ojos y se me achicaba el corazón. Ojalá nunca te hubieras ido, ¿puedes volver por favor? Siempre serás mi recuerdo favorito, aquello que tuve un ratito de mi vida y adoré a cada minuto, aquello que me quitaba el sueño por las noches y me dejaba una sonrisa inigualable, aquello que no volveré a tener.
Siento como si mi corazón estuviera encogido; se siente como un dolor pero difícil de explicar; no es urente, púnzatil o quemante, no se irradia a ninguna otra parte, pero es fuerte, hiriente y constante, se siente como un vacío infinito imposible de llenar. Tal vez su origen sea la soledad, aunque ya debería de haberme acostumbrado, pues últimamente me acompaña la mayor parte del tiempo. La causa tal vez sea por las personas que extraño, tal vez sea por ti, pero no quiero pensarte, ya me ocasionaste bastante dolor y sufrimiento en el pasado, quizás por la monotonía, restricciones y limitaciones que tiene mi vida, cosas que quisiera hacer, decir o gritar pero no puedo o simplemente tengo miedo.
No me quejo, pues es mi vida y no tengo otra. Pero es difícil y lo es mucho más cuando no tienes el apoyo de tu familia, cuando sientes como si fueras invisible para ellos o sientes que solo le importa lo que haces para ellos o lo que puedas hacer por ellos. Al fin y al cabo es mi dolor, no lo puedo compartir. Debo soportarlo.
Y ahí fue, cuando decidió cerrar los ojos y apoyarse contra el espejo, mientras que tarareaba una canción dándole caladas a su ya tan consumido cigarrillo. El sonido de su voz, poco a poco ralentiza el tiempo, hasta en el instante en el que solo es existente por el reflejo que proyecta su espejo. No recuerda quien fue, no sabe quién es y no quiere pensar en quién dejará de ser. Busca refugio en la música, los papeles y los cigarros, porque sus alas han decidido que hasta nuevo aviso no piensan volar. Chica, el niño de los cristales rotos solo fue alguien a quien le rompieron el corazón, hasta tal punto que no desea volver a volar...
María I. [Ojitos de Cristal y tinta blanca con estrellas fugaces] & Álex Ciuperca [Sick Heart]
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