Tumgik
#dolor!panchito
ch3shire-rabbit · 1 year
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*cuphead announcer voice* a brawl is surely brewing
—————
Do NOT repost, edit, trace, or use my art in any way. Thanks. 
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polina-me · 1 year
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Okey, guys
I have question:
Who is Dolor?? lol, like, I tried to find out (i'm reading Paperinik's comics now) but I still didn't understand who he was?
can you answer, please? :_)
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polisena-art · 1 year
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Superhero aliases for Zé and Panchito, á la Paperinik?
Girl, I'm sorry, these might be villains-
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I came this close to giving up on José and just drawing his Green Bat persona. In the end I gave him a flute because I thought it would be cool if he had a super ability involving music.
Panchito is slightly Zorro inspired and I totally stole his neck thingie/cloth from @ch3shire-rabbit's Dolor! AU
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unniekiwi · 1 year
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❥ 𝒟ℐ𝒮𝒩ℰ𝒴
-ˋˏ ༻✿༺ ˎˊ-
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☆彡 Español.𓀤
☆彡 English. 𓆦
𝗝𝗶𝗺 𝗛𝗮𝘄𝗸𝗶𝗻𝘀 𝘅 𝗚𝗡! 𝗥𝗲𝗮𝗱𝗲𝗿. 𝗖𝗢𝗠𝗙𝗢𝗥𝗧𝗜𝗡𝗚 𝗘𝗔𝗖𝗛 𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥.
☆ ⌒ ★ ⌒ ☆ ⌒ ★ ⌒ ☆ ⌒ ★ ⌒ ☆
Available characters for one-shots and headcanons. ❀
In this case they are animals. THEY'LL BE HUMANS.
(Female characters can be genderbended.)
♒︎ I won't write smut or NSFW. ♒︎
☆ ⌒ ★ ⌒ ☆ ⌒ ★ ⌒ ☆ ⌒ ★ ⌒ ☆
꒰ ͜͡➸ ENCANTO.
♒︎ Mirabel.
♒︎ Isabela.
♒︎ Camilo.
♒︎ Dolores.
꒰ ͜͡➸ ATLANTIS.
♒︎ Kida.
♒︎ Milo.
꒰ ͜͡➸ TREASURE PLANET.
♒︎ Jim Hawkins.
𝗝𝗶𝗺 𝗛𝗮𝘄𝗸𝗶𝗻𝘀 𝘅 𝗚𝗡! 𝗥𝗲𝗮𝗱𝗲𝗿. 𝗖𝗢𝗠𝗙𝗢𝗥𝗧𝗜𝗡𝗚 𝗘𝗔𝗖𝗛 𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥.
꒰ ͜͡➸ THE HUNCHBACK OF NOTRE DAME.
♒︎ Esmeralda.
♒︎ Quasimodo.
꒰ ͜͡➸ THE THREE CABALLEROS.
♒︎ Donald Duck.
♒︎ Panchito Pistoles.
♒︎ José Carioca.
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meeel1603 · 1 year
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El año pasado en la primera semana de enero renuncié a mi trabajo y papá me invitó a tomar una coca cola con papitas para celebrar, me sentía muy agotada, pero sentarme frente a la playa con él hizo que ese día tan cansado termine como un día bastante tranquilo, ahora ese es casi el último recuerdo que tengo de él. Decidí grabar e inmortalizar ese momentito compartido con don papá, pues jamás pensé que sería el último. Actualmente papá tiene casi un año de haberse ido a uno de sus viajes más largos, se fue dejando muchos recuerdos, muchas risas y mucho orgullo dentro de los corazones de mi pequeña familia. Cuando hablaba de mi padre siempre me sentía orgullosa de él, creo que todas las personas que lo conocieron realmente sintieron eso alguna vez, papá era realmente una persona única y extraordinaria, con él aprendí que realmente no existe imposible, porque lograba todo lo que quería, pero hasta ahora no puedo creer que él haya hecho posible que ya no me de un abrazo nunca más. Hoy a mi casa le falta una risa con carcajadas que terminaba con lágrimas y dolor de estómago, hoy me faltó un "Buenos días, amor, te invito un café", hoy me faltó un "Tú puedes, eres hija de Francisco Penadillo", hoy me faltó un "Te amo, flaquita linda" y hoy me faltaste tú, Panchito. https://www.instagram.com/p/CnGUDYSOEVs/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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elbanquillodealvi · 2 years
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PANADERÍA-PASTELERÍA PULIDO, HOY COMO AYER DESDE 1923
Originada en la Vega de San Mateo de Gran Canaria y fundada en 1923 por Francisco Pulido (“Panchito”) y Dolores Domínguez (“Lolita”), esta empresa familiar sigue rodando y haciendo pan de la mano de los Hermanos Rodríguez Pulido, la cuarta generación de la familia. ¿Cuál es su estructura y el gobierno?
05-10-2022. Á.M. Todo empezó fruto de la solidaridad de la época en la que se fundó, donde todos se ayudaban entre sí y el intercambio de comida era la mejor forma de hacerlo. “Panchito” y “Lolita” empezaron a hacer pan para sus vecinos con el pequeño horno de piedra que tenían en casa. A partir de ahí, sus panes cogieron fama por todo el vecindario y echó a rodar el negocio del pan de la Familia Pulido.
Más allá de todo el activo logístico en cuestión de maquinarias e infraestructuras que posee, cuenta con un rango de entre 20 y 100 trabajadores, un número bastante reducido pese a su gran actividad. Esto es debido a la filosofía familiar que mantiene la empresa.
En cuanto al gobierno de la sociedad, se trata de una iniciativa promovida de generación en generación desde aquella pareja de “Panchito” y “Lolita”. Actualmente, es la cuarta generación la que lleva el negocio, los Hermanos Rodríguez Pulido. Cuenta con un total de tres accionistas: Francisco Rodríguez Pulido, Yaiza Rodríguez González y Cristo Rodríguez González; siendo el primero el administrador único y el accionista mayoritario y apoderados los otros dos. El reparto de las acciones es de 66 '96%, 16' 52% y 16 '52%, respectivamente. El capital social que posee asciende a 302.904 €. El otro cargo vigente que hay en la empresa es el de auditor, que reside en AUDICONSULT SLP.
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agusargsblog · 3 years
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Meno si quieren comprenme panchitos💣
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posmoarrabal · 3 years
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PANCHO Y ADRIÁN
Vamos a ver qué sale a esta hora de la madrugada. A ver qué sale de toda la impotencia que siento al escribir. Al mismo tiempo es satisfacción. Siempre pongo un pero en el primer párrafo. Hoy puse un pero, pero solo como referencia. Lo otro es contradictorio: Impotencia y satisfacción. Siento que en mí cabeza lo que escribo lo hago con tonada madrileña no sé porqué. Cualquiera, es el insomnio nomás.
Ayer perdimos, los hinchas de Talleres, a un gran razonador. Pancho Gelonch. Que increíble uso de la inteligencia y con cuánta humildad. Llevaba la bondad, en la transmisión de su basto conocimiento de un legítimo profesor de vocación. Pancho no subía el tono casi nunca tenías que prestarle atención. Escribía en su Facebook columnas de opinión imperdibles sobre los partidos, sobre Talleres en general. Sobre su Monse. Cuánta pasión y que lindo que las redes nos hayan dejado ese testimonio. Lo voy a compartir. Cada vez que pueda lo voy a citar ¡Si era un grande!
Impotencia me surge por no haberle dado la trasendecia en su momento. Pero a la vez también la satisfacción de no haberle dado jamás la espalda a una charla profunda. De haberlo leído y escucharlo siempre con los sentidos dispuestos a absorber su enseñanza. Que pudo ser discutible o no, aunque al fin y al cabo siempre fue provechosa.
Su partida me rememora a la de Adrián. Otro gran hincha de Talleres pero no eran parecidos en nada más que todo lo que le dieron desde su lugar a Talleres. El Adrián un hombre más de acción. Le gustaba estar en todas y con el se compartía un buen momento. También en las que tenías que embarrar las patas hasta casi arriba de la rodilla. Sabía escuchar, y ponerle atención a la palabra del otro para aprender. Él, que no le faltaba nada le gustaba estar con los humildes, con los de la popular. Lo que más me impresionó es que sabía reconocer cuando alguien tenía algo decente para decir, algo lúcido, entonces lo subrayaba, le subía el valor. Era buenazo. Los dos eran buenazos.
Que lindo haber conocido esos personajes. Y eso que simplemente los conocí. No tenía un vínculo cercano real con ellos. Al Pancho entre tantas, una vez lo traje de una asamblea del Club en la que nos había ido mal. Cuando volvíamos sus palabras eran la cura para el dolor de haber perdido. Fueron RCP para la desgracia a la cual fuimos sometidos en esa reunión donde nos cagaron de principio a fin. Su visión de las cosas. Yo que soy un pesimista y negativo, me dejó tranquilo hasta el día de hoy por su poder para quitarle lo tremendo a las situaciones. Todavía no me olvido de él parado en un pasillo del Orfeo pidiendo una moción de órden ante un tipo que amenazaba con pudrirla toda. Uno de los pocos que se levantó de la butaca para tratar de llevar mesura.
Adrian tenía su carácter. Pero dejaba todo por el Club. No sé cuántas toneladas de pastas dió de su fábrica a los pibes de la pensión. El además se juntaba con todos. Con los oficialistas, con la oposición, con la barra nueva y la vieja. Todos los querían y si era algo de Talleres el quería estar. La última vez que lo vi fue en un asado que compartimos entre otros con la Rana Valencia al que Adrián amaba y por esa alegría se quedó festejando con nosotros hasta tarde, no daba más de felicidad por vivir esa situación. La charla fue espectacular porque viéndonos pibes nos tiró flores a lo loco así como nos contó su experiencia en el mundo del fútbol y los problemas que eso le trajo en su negocio.
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Pienso que la impotencia que tengo en este momento ante la pérdida de Panchito se debe justamente a qué uno quiere siempre un poco más del otro, la pérdida es irremediable, piensa en la familia en la que quedará un vacío y lo que representaba esa persona.
Pero la satisfacción es mucho más fuerte aunque sea aún más egoísta. Guarda y atesora momentos que no puede compartir totalmente, que generan solamente emociones fuertes para si mismo. Son esos esbozos de sonrisas al recordar a alguien bien, un instante en el que el mundo sé detiene y se vuelve eterna la presencia del otro. De esos recuerdos vuelvo a construir a Pancho y Adrián.
Pasaran los años, los jugadores, los dirigentes, los empleados, etc. Quedaron, quedamos y quedarán los que compartimos esto para siempre ¿Qué es "esto"? La vida, Talleres... Aunque para algunos es prácticamente lo mismo.
Doble V
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Crear, crecer, escribir…
Sobre la escritura en tiempos de crisis.
Por Carlos Sánchez Torrealba.
    El otro día, una joven psicóloga venezolana en el exilio me invitó a una conversación con las y los seguidores de su grupo. Psiquear se llama ese grupo. Psiquear es hacer alma. Me gustó su invitación. Más me gustó lo que hacen y ese nombre de asunto serio en medio de tanta barbarie, tanta banalidad y tanto dolor que llevamos. Entonces, ¡armamos la conversa!          Aquel encuentro fue delicioso desde la primera pregunta: ¿Cuál es el papel de la escritura en tiempos de crisis?
   Pareciera que las crisis forman parte de nuestras vidas. Uno escucha: Que esa niña es así ¡Esa es la crisis de la infancia! Que ese muchacho es asao ¡Esa es la crisis de la adolescencia! Que esa señorita es sancochao ¡Esa es la crisis de la juventud! Que ese maestro es así ¡Esa es la crisis de la senilidad! Es decir que, por un lado, la criticadera y, por el otro, unas vidas etiquetadas como críticas en cada una de sus etapas ¡Chico, pero nadie se esperaba esta crisis exógena, ni que se iba a prolongar como hasta la fecha! ¡Pero pasa, todo pasa, pasa todo como la ciruela pasa!, según decía Don José Ignacio Cabrujas, uno de mis Maestros más queridos.
   Ahora, si es cierto ese diagnóstico reiterado de las crisis como acompañantes de la vida, entonces la cosa no es nueva. Conocemos de crisis. Si es así, entonces vamos a mirarla como quien ve, no sé, a un animal que vive ahí en el bosque, entre el follaje o en los contornos. Un animal a quien se le respeta, se le atiende y hasta llega uno a querer (como la gata que era novia del mono Panchito)… Ese es un recuerdo de mi infancia que lo tengo bastante querido y hasta lo escribí hace mucho tiempo (¡en la crisis de la adolescencia!) y se ha quedado allí, y me sigue diciendo cosas…  Es decir, que el papel de la escritura en tiempos de crisis es que me resulta un umbral, una puerta o una ventana, como cada quien lo vea, para acceder a uno, al sí mismo y a reconocerse como persona capaz de estremecerse, sensible de vibrar con las crisis, así como con unas imágenes o con una música y estar apto para enfocar entonces en los sentires, en los recuerdos y emocionarte con aquello y sentirte y reírte hasta con el fallecido Tío Luis que sigue vivo en uno y que tenía esas mascotas en su casa y que esa casa que visitaste alguna vez también existe todavía en el corazón… Esos recuerdos te reafirman en lo que eres, te hacen ver-te, re-ligarte. Así como las fantasías y los sueños de futuro te pueden reforzar el presente y el porvenir…  Todas las vivencias, puestas en la escritura, es un asunto tan sabroso como leer libros…  y en la medida en que más escribes y más hablas, lo quieres hacer mejor, más frecuentemente y eso te lleva al deseo de saber más palabras para expresarte con más tino… Es decir, que la escritura, como el juego, como los libros, como el teatro y las demás artes te salvan de que te arrastren las corrientes y te lleve el maremágnum. Ya lo decía el poeta francés André Maurois: Sólo el arte nos salvará….  Y cuando uno mira el panorama actual y pasado, con todos esos libros que ha escrito la humanidad uno se admira y agradece que esos poetas hayan escrito y nos hayan dejado esos regalos para afinarnos el alma y seguir bregando duro en las gestas cotidianas, como las llamaba Don Ernesto Sábato…
   Escribir además, es obra de Dios por los hombres ¡y, por supuesto, por las mujeres! Escribir es extensión posible de lo natural, de la naturaleza humana... Escribir es también una manera de agradecer a las divinidades ¡Cristo, Buda, Alá, las diosas y los dioses del Olimpo, las divinidades Waraos o Baré o Mapuche! Agradecer y tratar de retribuir toda la maravilla de la naturaleza, incluyendo a los seres humanos, aunque mal paguemos con ideologías y dogmas, con caprichos, rigideces y otras imposiciones que lo que hacen es perturbar el libre flujo del sentipensamiento, como dicen en Bolivia.
   Es tiempo de Pascua, de nacimientos y renacimientos, de posibilidad de recontactar con nuestro lado humanista ¡a tiempo completo! Es tiempo de sacudirse de esa condición de receptor, de copiar y pegar solamente, de ser repetidores, de ser apáticos y dejarse llevar por la inercia, de ser pasivos hasta con uno mismo y convertirse en autor, apelar al ingenio con otras combinaciones de los elementos, asumirse como creadores que todas y todos somos, desde que uno se levanta a ordeñar el coco y hasta que anochezca…  Ahora, más que siempre, es propicio vincularse a las artes y a la poesía como vías hacia el disfrute de la vida perdurable, es tiempo de creer en la amistad como el invento más bello del ser humano, tal como nos enseñó el amado poeta venezolano Aquiles Nazoa y acceder gustosos al acto cotidiano de compartir el pan del conocimiento y el vino de las palabras más bellas del idioma en constantes ejercicios de amor y de entrega, de servicio, de artesanía emocional, intelectual y física para, a partir de allí, seguir construyendo entre todas y todos el futuro digno que merecemos los seres humanos en relaciones cada vez más armoniosas con el entorno, con la naturaleza. Abrirse como las flores y esparcir polen como las abejas…. Vida colmenera e ingenio para escribir, crear, persistir y seguir siendo, para resistir y continuar valorando el frágil milagro de estar vivos ¿Verdad, Don Eugenio?
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Anécdota de sobremesa - fragmento de “ Donde habitan los ángeles”- claudia celis
Pa las vacaciones de Semana Santa, todos mis primos vinieron a
San Miguel. Ayudé a mi tía a preparar recámaras y la acompañé al
mercado a comprar los ingredientes para las comidas favoritas de
cada uno.
La hora de la comida era toda una ceremonia. Debíamos estar
puntuales, limpios, peinados, con las uñas impecables, para pasar la
aduana, decía mi tío.
Nos sentábamos en el lugar que él nos indicaba. Sólo podíamos
hacer comentarios sobre temas agradables, hablando de uno por
uno, sin arrebatamos la palabra. Mi tío era buen dibujante. Cada día
escogía a uno de nosotros como modelo. 
El elegido tenía que permanecer prácticamente inmóvil hasta que mi tío hubiera terminado de estampar su imagen en el mantel. Todos los días mi tía
le decía que no lo hiciera ahí y le acercaba una hoja de papel; él le
daba las gracias, la hacía a un lado y seguía dibujando en la tela.
Si algún platillo no nos gustaba, no nos obligaba a terminarlo,
aunque sí a probarlo, y si él no quería comer algo, mi tía le decía que
se lo habían mandado de la hacienda del Blanquillo, donde él había
nacido, entonces, se lo comía con gusto y lo elogiaba con
exageración.
Siempre hacíamos sobremesa.
A veces, mi tío nos platicaba emocionantes anécdotas de la Médico
Militar, donde él había estudiado la carrera. Lo que ese día nos
contó, me dejó impresionado:
-Me habían arrestado por llegar tarde a clases. Un arresto era cosa
seria. Todo un fin de semana sin salir de la habitación. A puro
estudiar. Yo necesitaba asistir a una importante cita, y no era de
amor -agregó rápidamente mirando a mi tía-, era de negocios. No iba
a ser fácil salir, ya que la puerta del edificio donde estaban losdormitorios se encontraba rigurosamente vigilada; el único recurso
que quedaba era la ventana, pero mi habitación estaba en el tercer
piso. ¿Cómo poder salir? Caminaba de un lado a otro del cuarto como
león enjaulado. En esas estaba, cuando recordé mis clases de yoga.
¡Claro! ¡Concentración y fuerza de voluntad es todo lo que
necesitaba! Decidí lanzarme. Abrimos mucho los ojos. Satisfecho, continuó:
-Me puse mi uniforme recién planchado, me rasuré
meticulosamente, perfumé mi pañuelo y me coloqué el kepí. Era sólo
una cita de negocios -volvió a mirar a mi tía-, pero ya ven que en el
mundo de las finanzas como te ven te tratan. Conforme con mi
apariencia, me subí a la ventana, y salté.
Abrimos la boca y su satisfacción pareció aumentar.
-En el trayecto, me concentré en que mi peso era mínimo
-continuó-, me imaginé a mí mismo como una ligerita pompa de
jabón, como un papelito al aire, y, ¿qué creen?, la velocidad de la
caída disminuyó... me sentí flotar como si fuera una pluma y caí al
suelo con increíble suavidad. El kepí ni siquiera se movió de su lugar.
Atravesé el patio con elegante paso marcial, agradeciendo las
ventajas de la concentración.
Abrimos más la boca; bueno, los chicos, porque la Nena, Lola, y la
Peque, desde antes de que terminara el relato, se habían levantando
a ayudar a mi tía.
Toda la tarde, y parte de la noche, me quedé pensando en' lo que
nos había platicado. Me imaginé a mí mismo flotando como una
ligerita pompa de jabón, como un papelito al aire, y pensé que al fin
podría realizar el sueño de toda mi vida: ¡volar!
Apenas amaneció, me subí a la azotea. Después de haberme
concentrado en que era una pluma, salté. Caí ruidosamente sobre
una maceta. Me golpeé tan fuerte que creí haberme roto todos los
huesos. Mi tía salió al escuchar el ruido. Me miró con angustia y
corrió hacia mí.
-¡Mi niño! ¿Qué te pasó, mi amor?
Estaba verdaderamente asustada. Haciendo un esfuerzo, me cargó.
-No pude convertirme en pluma, tía -le dije pujando de dolor.
-¡Anastasio, ven en seguida! ¡Corre! -gritó con todas sus ganas.
Llegó mi tío diciéndole que bajara la voz, que iba a despertar a los
niños, y ella me depositó en sus brazos. Haciendo caso omiso a la
recomendación de no gritar, le dijo:
-¿Ya ves, Anastasio, lo que provocan tus aventuras inventadas?
-¿Mis aventuras? -se hizo el sorprendido.
-¡Este niño se aventó de la azotea!
Alcancé a notar la cara de preocupación de mi tío. En el consultorio
me revisó meticulosamente.
-No tiene nada, Chabelita -le dijo tranquilamente-. Los niños están
hechos para rebotar y para que su cabeza suene como calabaza
cuando se estrella en el piso.
-¡Ay, Anastasio! ¡Cómo te gusta decir impertinencias! Mi pobre niño
casi se mata por haber creído tus historias, y tú todavía...
Mi tío la interrumpió:
-Mira, Chabelita, aunque parezca cruel, este niño acaba de recibir una
importante lección. Ya no será tan crédulo. Te aseguro que de aquí
en adelante, analizará las cosas con mayor detenimiento antes de
actuar. No te preocupes, preciosa, no le pasó nada. Lo voy a llevar a
su recámara.
Me tomó en brazos y en el camino me dijo:
-¿Sabe qué, Panchito? Yo creo que no se concentró bien.
Me quedé con la duda, pero, afortunadamente, las veces que intenté
salir de ella, mi tía Chabela me lo impidió.
J
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yobajealinfierno · 4 years
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III - Bolsas
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                                                       🔥
Aquí están condenadas las personas que pecan de gula. Se arrastran por un fango provocado por lluvias, el granizo y la nieve.No pueden salir de ahí.
                                                        🔥
III CÍRCULO DEL IFIERNO
Algunas almas que aquí moran: Ronald McDonald, Gustavo Fring, Lawrence "Chunk" y Goliat.
                                                       🔥
LOREM IPSUM DOLOR SIT AMET Hubo una época que desayunaba todos los días en un bar de Vallecas. Trabajaba en la zona y me gustaba dejarme caer por las mañanas, antes de someterme a ocho tediosas horas laborales, para tomarme un Cola-Cao acompañado de dos tostadas con jamón, aceite y tomate. Allí conocí a Rosendo. Era un tipo de unos cincuenta años con melena canosa de estilo rockero. Su cara magullada delataba que le estuvo dando al alcohol y a las drogas durante mucho tiempo. Quizá más tiempo de lo que él creía. Eso suele pasar con las cosas malas. Pensamos que en realidad no estuvimos tanto en la mierda cuando en realidad estábamos tan hundidos en ella que perdimos la noción del tiempo. Le veía cada mañana cuando entraba al bar, a eso de las 8:30, con el ancla ya echada desde el taburete de la barra donde siempre se recostaba. Era de esa gente que cuando se sienta en una barra no apoya los dos pies en el saliente metálico, sino que uno lo posa en el suelo, como si fuera la única manera de mantener una parte de ti en el mundo real mientras el resto del cuerpo y alma se está emborrachando en un bar mugriento. Sólo bebía cerveza. En el tiempo que yo desayunaba, él se pimplaba tres birras. Estuve observándolo durante meses antes de hablar con él. Lo que me llamó la atención, desde el principio, fue uno de los tatuajes que llevaba en su brazo derecho con el que levantaba la cerveza para beber. Con un trazado irregular se podía leer claramente esto: Lorem ipsum dolor sit amet. Me hizo bastante gracia teniendo en cuenta que, como todos sabéis, es el inicio del texto que se utiliza en diseño gráfico para mostrar una tipografía o el espacio que ocupan las palabras en una página web. No tiene ningún significado y no se puede traducir. Está robado, mezclado y modificado de un texto clásico de Cicerón. Era un tatuaje inquietante. Todos los días me sentaba a su lado. Él solía estar leyendo los periódicos que había en la barra que curiosamente eran siempre los mismos. Tenían El País, El Mundo y el ABC del día después del incendio del Windsor. En los tres periódicos, en sus portadas, ardía el mítico edificio de Madrid y Rosendo se pasaba el día buceando en los artículos y acercando la mirada a las fotos del desastre. Blasfemaba en bajito mientras los leía y se dedicaba a comentarlos con Ernesto, el camarero. “¿Ves esta foto? Se ve claramente que hay un tío en esa ventana. Tuvo que quemarlo todo para hacer desaparecer los documentos que había ahí dentro”. No sé por qué sólo tenían esos periódicos y por qué nunca los renovaban. Siempre hablaban de lo mismo. No sé qué hacía aquel hombre, cada mañana, a esas horas, bebiendo tanta cerveza y obsesionado por ese tema. No sé si se pasaba la mañana en el bar o si sólo “desayunaba” y luego se piraba a trabajar. Por todo esto me vi en la obligación de pedirme un viernes en el curro para intentar conocer a Rosendo en profundidad. Me inquietaba. No sabía qué iba a pasar pero ese día iba decidido a hablar por fin con él después de tanto tiempo estudiándolo. Entré y allí estaba leyendo uno de los periódicos junto a una cerveza y un pequeño cuenco de panchitos que cogía con los dedos y se llevaba a la boca con el resultado de que la mitad de los panchitos se le caían al suelo y cuando eso pasaba se enfada consigo mismo y se echaba la bronca: “Rosendo, pareces tonto del culo. Aprende a comer, anda, majo”. Y después volvía a tirarse todo encima. Me senté en mi sitio. Ernesto me saludó gentilmente mientras colocaba una taza con un sobre de Cola-Cao en mi sitio y dejaba caer la leche de la jarra metálica. Ya sabía lo que desayunaba y llevaba mucho tiempo sin preguntarme qué quería para empezar el día con cierta ilusión en mi tripa. Cuando terminé de comerme las tostadas y decidido fui a hablar a Rosendo, resultó que fue él quién se me adelantó y me hizo una pregunta: -¿A ti qué te duele? -¿Perdón? -Se nota que algo te atormenta. Llevo tiempo observando lo que haces en esta barra. -¿A mí? -Claro, joder. Estoy hablando contigo. -Ah, pues yo qué sé. Supongo que todos tenemos nuestras tormentas. -Tú directamente estás atormentado, macho. Se te ve en los ojos. -¿Y tú? -No quieras saberlo. -Pues la verdad que me gustaría. -No te gustaría. Además he preguntado yo primero. -Vale. Hagamos una cosa, si tú me cuentas tu movida, yo te cuento la mía ¿Trato hecho? -Me parece un trato justo ¿Quieres una cerveza? Ante su ofrecimiento miré la hora del roñoso reloj de aguja del bar que marcaba las nueve y media de la mañana. Aunque no me apetecía nada, acepté la cerveza. Me contó todo sobre él. Llevaba en paro muchos años y aunque las drogas más duras ya no las probaba, se pasaba el día bebiendo. Dejó el trabajo el día que llegó a su casa y el piso estaba vacío. Su pareja se había marchado, había vaciado los armarios y se llevó todo lo que era suyo. Sólo encontró en la nevera una hoja arrancada de un cuaderno con su letra a modo de nota de despedida o algo parecido. Con los ojos repletos de lágrimas leyó un enigmático mensaje: Lorem ipsum dolor sit amet. Le pregunté sobre el significado. -No sé qué quiso decirme. Nunca lo he sabido y nunca me ha dado la oportunidad de saberlo. Desapareció para siempre. Jamás contestó a mis llamadas. Me quedé derrotado en el salón. Encendí la televisión y estaba ardiendo el Windsor. Me pasé la noche viendo en las noticias cómo ardía. A la mañana siguiente dejé el trabajo (estaba hasta los huevos), compré todos los periódicos del día y vine a este bar a leerlos con la esperanza de encontrar una noticia sobre ella en alguna de las páginas. -¿Y hubo suerte? -De momento no la he encontrado. Busco la noticia todos los días. -¿Y por qué te lo tatuaste? -Porque aunque no sepa qué quiso decirme, para mí tiene un significado. -¿Cuál? -Vivo abrazado al dolor de no poder amarte. No le pedí más explicaciones. Entendí su vida en lo que nos tomamos cinco cervezas y le empecé a contar mi historia, el infierno en el que llevaba un tiempo hundido y en el que se iba a ver reflejado. Después de contarle todo, mis nueve círculos, mi divina tragedia, llegué a casa y me fundí en esta canción.                                                        🔥
Para abrir el tercer círculo del infierno es necesario que primero escuches y te fundas, como yo hice entonces, en la canción. Después podrás seguir leyendo y dejarte caer por la espiral cilíndrica de formar parte del recuerdo ya olvidado de una persona. BOLSAS La felicidad para mí ya es un recuerdo lejano. Al menos es un buen recuerdo. Creo que sólo somos felices de verdad cuando somos niños y no nos duelen las cosas. En el momento que empezamos a crecer, todo se jode. Nos volvemos idiotas y nos enfocamos en ser unos capullos infelices porque todo, y cuando digo todo, es todo, nos afecta. Pero claro, ¿cómo no me va a afectar que de un día para otro se olviden de mí? ¿Cómo no me va a doler ser un hueco vacío en la memoria de alguien? Recuerdo la última vez que nos vimos. Fue en mi piso. Íbamos a pasar allí todo el fin de semana. Por la tarde habíamos ido a hacer la compra al supermercado de al lado de casa para aprovisionarnos. La idea era no salir de allí. Por lo visto iba a estar lloviendo los tres días sin parar y lo mejor en estos casos es encerrarse, en buena compañía, en un lugar con cuatro paredes y un techo. Con eso para mí es suficiente. Esa chorrada de “mantita y peli” al final es verdad y con ella era mucho más, sobre todo si hablamos de series. Le flipaban a un nivel obsesivo. Si se enganchaba a una era capaz de empezar a la hora de comer y no parar de ver capítulos, uno detrás de otro, hasta bien entrada la madrugada. Era un auténtico canteo. Nunca he conocido a nadie disfrutar tanto de las series. En un mes nos vimos las siete temporadas de las Chicas Gilmore y ese fin de semana en concreto teníamos pensado hacer un maratón de Breaking Bad. Ella no la había visto y yo le insistí hasta convencerle de que no podía vivir con ese vacío. Habitualmente se descojonaba de mí porque soy la típica persona que viendo una película/serie lloro como un condenado todo el rato. Me emociono muy fácilmente. Me meto tanto en la trama que sufro a un nivel brutal. Sólo me calma hacer el ejercicio de pensar que lo que estoy viendo es una ficción y que los personajes en realidad no han tenido que pasar por esos dramas y que ahora están muy felices tomando el sol en las piscinas de sus mansiones de Los Ángeles. O no. Ser feliz es algo complejo. Lo entendí cuando de adolescente leí (y me marcó) este poema de Miguel d´Ors: Contraste Ellos que viven bajo los focos clamorosos / del éxito y poseen /suaves descapotables y piscinas / de plácido turquesa con rosales / y perros importantes / y ríen entre rubias satinadas / bellas como el champán, /pero no son felices, / y yo que no teniendo nada más que estas calles / gregarias y un horario / oscuro y mis domingos baratos junto al río / con una esposa y niños que me quieren / tampoco soy feliz.
Mi idea de la felicidad, en mi juventud, posiblemente era justamente la que describe en esos últimos versos, pero el poeta desvela que ni con esas uno puede ser feliz. A ver ¿cómo no puedes ser feliz teniendo una familia que te quiere? ¡Dime cómo! Descubrir tan pronto en ese poema que puedes ser infeliz a pesar de tener toda la felicidad del mundo, me trastornó la cabeza, más aún cuando nos conocimos. Parecía que todo iba a salir perfecto. Ella, con mucha frecuencia, me preguntaba “¿Eres feliz?”. Creo que era capaz de sentir mi continúo e inexplicable estado de pena. Mira que me considero un tipo alegre y divertido pero a veces voy arrastrándome por las esquinas sin ningún motivo concreto. Ni los putos mensajes positivos de Mr. Wonderful me alegran el día. Pero eso no me hace ser una persona infeliz, simplemente me tomo la felicidad con calma. Me tomo en serio lo de quien ríe el último, ríe mejor, no vaya a ser que un día me vaya descojonando por la calle, me caiga un piano encima y muera. Me jodería mucho palmarla así, la verdad. Así que intento no ir de listo y reírme lo justo. Ese viernes empezó a llover desde que amaneció y así estuvo todo el día. Me gusta cuando llueve sin piedad en Madrid. Las calles se limpian de mierda de perro y el aire contaminado nos da una pequeña tregua mientras los rayos, relámpagos y truenos nos hacen sentir muy pequeños. Era uno de esos días. Sobre las siete de la tarde quedamos e hicimos la compra. Cargando con una bolsa cada uno nos empapamos de camino a casa y en cuanto abrimos la puerta de mi piso, las soltamos ahí mismo en la entrada y nos fuimos a secar y poner el pijama. Nunca empezamos el maratón de Breaking Bad. Ni siquiera cenamos. Nos encerramos en mi cama. Después de un rato me miró fijamente y me preguntó aquella misteriosa pregunta que tantas veces me hacía: -¿Eres feliz? -Pues claro, idiot. Mira que eres pesada preguntándome siempre lo mismo... -No me llames pesada que te reviento. Me encantaba cuando se ponía así de violenta en plan de broma y a la vez tan en serio. Me entraban ganas de darle muchos besos y cuando lo intentaba, ella insistía en su rechazo y apartándome con la mano me decía: “Que no, que no, que ya no soy tu amiga. Ahora no vengas de majo cuando la has cagado”. Ante esa frase se ponía aún más adorable y me obligaba a abrazarla con todas mis fuerzas mientras ella seguía fingiendo que estaba MUY enfadada conmigo, hasta que no podía más, se empezaba a partir de risa y se enroscaba en mi cuerpo con la misma habilidad y fuerza que la de una serpiente peligrosa. -¿No me ves? ¿Cómo no voy ser feliz? -Yo qué sé. A veces te quedas atrapado en tus pensamientos. -De verdad que soy muy feliz, otra cosa es que no sea una feria de pueblo ambulante, pero me haces feliz como nunca lo he sido antes. Me sonreía mientras me escuchaba y me apretaba entre sus brazos y piernas. Nos quedamos dormidos escuchando la lluvia golpear contra la ventana. A la mañana siguiente, cuando me desperté, su hueco de la cama estaba vacío. Al principio me extrañó porque normalmente era yo el que se despertaba primero. Estaba tan acostumbrado al ritmo de la semana que, incluso los sábados y domingos, a las ocho de la mañana ya no podía dormir más y me levantaba. En cambio a ella le gustaba despertarse y remolonear en mi lado de la cama para desperezarse mientras yo preparaba el desayuno. Desde la cama intenté intuir algún sonido, algo que me indicara que allí estaba: el sonido de la cafetera, la tostadora escupiendo las tostadas, una cuchara golpeando una taza al remover el café, la tele encendida, el sonido de la ducha… Algo. El silencio era tan basto que se podía escuchar. Decidí levantarme, abrí la puerta y llegué al salón. Y allí estaba ella. Sentada en el sofá con los codos apoyados en las piernas y las palmas de las manos en la cara. Su gesto era muy serio. Me asusté al instante. -¿Qué te pasa? -Nada. -Algo te pasará. -Sí, pero no sé cómo decírtelo. Sólo con escuchar eso sentí una acuchillada dentro de mí. Sabía que lo que iba a decir iba a ser muy malo. -Dímelo sin rodeos, tal y como lo tienes en la cabeza. -Eso es imposible. Mi cabeza está hecha un lío ahora mismo. -Pues vamos a intentar desenredar el lío juntos. Fui a darle un abrazo pero se puso en pie para impedirlo. -Creo que no quiero estar contigo. Bueno, en realidad no es que no quiera, es que no puedo ahora mismo. No quiero estar con nadie. Necesito estar sola. Lo siento. -Pero a ver ¿qué ha pasado? No tiene sentido. Ayer estábamos de maravilla. -Llevo toda la noche en vela pensando en ello. Tú nunca lo comprenderías. Lo siento. Recogió su mochila y salió de casa sin mirar atrás. Creo que estaba llorando pero no sé si tanto como yo.                                                        🔥
Me quedé un rato plantado en el salón. De pie. Tal y como me había dejado, incapaz de reaccionar. Cuando se me pasaron las ganas de llorar, me volví a la cama y me pesaban tanto los párpados que me dormí de nuevo. Al despertarme ya eran las cuatro de la tarde y en la calle seguía lloviendo. Tenía hambre. Fui a hacerme algo de comer y de pronto me acordé de que habíamos dejado las bolsas, con toda la comida dentro, tiradas en la entrada de casa. Vi las bolsas tendidas en el suelo, apoyadas en la puerta, y de pronto fue como si cobraran vida. En mi cabeza sólo podía ver el momento en el que metimos la comida en las bolsas, en la caja del supermercado, y cómo ella iba cargando con una de ellas mientras se dejaba calar por la lluvia hasta que llegamos a casa. Era tranquilizador acunarme en esa estampa en la que ella estaba ahí, a mi lado, feliz. Pero en realidad esas bolsas me devolvían a la realidad. Me había olvidado por completo de que las habíamos dejado ahí tiradas y de alguna forma me sentí así, como una de esas bolsas de plástico. A veces hago fotos a cosas absurdas. Intento inmortalizar pequeños detalles que me hagan recordar después algunos momentos. Siempre son momentos buenos, claro. Pero esta vez no sé por qué decidí sacar el móvil y fotografiar las bolsas. A pesar de los años, aún conservo la imagen. Ha sido la única que cuando me he cambiado de móvil (tres veces desde entonces) la he conservado y cada vez que pasa de un dispositivo a otro, pierde calidad, se pierde su nitidez, su resolución, y eso de alguna manera la hace más auténtica, como si fuera una foto de las de toda la vida, que con el tiempo se desgasta:
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Las bolsas allí se quedaron durante un mes. Dejé que la comida se pudriera. Me daba entre dolor y pereza sacar todo de allí y ordenarlo. Cada vez que salía de casa me chocaba con ellas en la puerta y eran un auténtico incordio. Además que me hacían pensar todo el rato en ella, en cómo cargaba con la bolsa bajo la lluvia como si no le importase que lloviera con tal de llegar a casa y estar los dos juntos. Quizá yo era masoca. Quizá quería intentar mantener vivo un recuerdo que literalmente se estaba pudriendo. Decidí tirar las bolsas a la calle el día que pasé cerca de su casa y en la Calle San Andrés, a la altura del Madklyn, un garito donde ponen música indie y ochentera, instintivamente miré a través del cristal del local que da a la calle. Miré como esas veces que miras algo porque tienes la sensación de que hay algo que está sucediendo y te implica de alguna forma y tienes que mirarlo. Pues allí estaba ella dentro del garito, bailando con un chico y riéndose como cuando se reía conmigo. Aparté rápido la vista y seguí a lo mío, intentando evitar que se cruzaran nuestras miradas. Me pasé mucho tiempo dándole vueltas a aquello ¿Quién sería aquel pibe? Seguro que un subnormal. O más bien me convencí en creer eso para sentirme mejor. Me jodía ver que estaba siendo feliz con alguien mientras yo llevaba un tiempo bien jodido ¿Ya estaba con ese chico cuando me dejó ahí en mi piso? Tenía demasiadas preguntas y no me atrevía a responder ninguna. No estoy orgulloso de lo que hice, pero unos días después, poseído por la rabia y la tristeza, me cogí el pedo de mi vida. Mis colegas habían quedado con las amigas de la novia de uno de ellos. Me convencieron para que me uniera. Al principio me negué por completo pero cuando uno de ellos dijo que llevaba un tiempo pareciendo un ermitaño, me uní al plan. Temí convertirme en una de esas personas que su único interés es estar sola y al final se queda sola, sin nadie. Bebimos en los bajos de Moncloa: cervezas, copas, chupitos, leche de pantera, su puta madre, etc. Resultó que le había gustado a una de las amigas y aunque ella era guapa y simpática, a mí no me gustaba mucho. Me podía hacer cierta gracia y físicamente me atraía, pero rápidamente me di cuenta que no conectaba con ella y que no teníamos nada que ver. Bailamos, reímos, bebimos y fumamos. Me engañé a mí mismo cojonudamente para acabar en su casa donde seguimos bailando, riendo, bebiendo, fumando y todo lo que os podáis imaginar. De alguna manera pasé toda la noche jodido pensando en por qué tenía que estar ahí con esa desconocida poniéndonos hasta el culo, siendo feliz aunque fuera un poco, pero que esa felicidad no fuera causada realmente por la chica de la que estaba enamorado, y que aquella historia en realidad era un intento para olvidarme de ella de una forma triste y asquerosa, mientras trataba de convencerme de que se estaba engañando con aquel chico con el que bailaba en el Madklyn, intentando sustituirme por él aún sabiendo que nunca viviría algo parecido a lo que podría vivir conmigo. O quizá era al revés y era yo el que estaba intentando encontrar un sucedáneo de ella en otra persona. No lo sé. Desde esa noche, hasta ahora, han sucedido dos cosas: 1) Esta canción, llamada Bolsas, me martillea el alma. Y 2) quiero que en mi cabeza deje de sonar esta pregunta: “¿Quién habrá ido a sacarte a bailar?”, porque es algo que desde que la vi allí, no he parado de preguntarme nunca. Y honestamente, hubiera querido que fuera mi culpa. Pero no.
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ch3shire-rabbit · 1 year
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first art post of 2023 👍👍
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Do NOT repost, edit, trace, or use my art in any way. Thanks.
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polina-me · 1 year
Note
I have a question for you. I was reading a comic of Papernik Donald Duck aka Duck Avenger, and thought to myself, what if there was a Superhero Au. What do you think?
Okay, sorry I didn't answer for so long, but I hope the result was worth your patience
Let's start with Jose and Panchito:
Panchito:
I like Dolor!AU from @ch3shire-rabbit , buuuuuuuuuuuut...
I added a little to this image and slightly adjusted it my AU
There won't be many changes, I'll just add:
The colors will become natural black, even the sombrero will be black
A bright red scarf will be tightened around as neck, as well as white patterns on clothes and sombrero
Our favorite black mask will be on the face, because of which Panchito's eyes will be white
And the shirt will be buttoned with white buttons
And the white gloves, maybe black idk
Of the weapons will be two of his faithful revolvers and lasso on his belt
Pistoles — is his superhero name
Jose:
I noticed that when it comes to Jose, he always look like Batman
But in my worldview and AU, Jose is a sorcerer
Black jacket, white shirt, purple stone sewn on the place where the tie should be
Dark blue trousers, strict dark gray shoes
And finally, so that no one would recognize him —
A black hood covering the entire face, expect for the beak and two white eyes
The usual umbrella was replaced with a black cane, with gold patterns and a tip, and a purple round stone on the handle
From a weapon... Magic, is it logical?
Now about the AU itself:
Let's start with the fact that the tower with Uno will not be among Duckburg, but somewhere on the edge of America, so that the heros are closer in the middle of the world, so to speak
Gyro will work there, because, lol, this is so high-tech tower, one Donald will be enough for that, right?
Gizmoduck and Darkwing with a Launchpad will also hang out in the tower, like, ther a heroes, heroes are needed everywhere
Why is Launchpad also in tower? Well, what kind of Darkwing without its Launchpad?
And yet, someone must know the identities of all heroes
In addition Donald, he has a strict taboo about his personality, for which Fenton respects him
Now about hitting the tower:
As for Gizmoduck and Darkwing, Uno will just hack their devices and they will head to the tower
And The Three Caballeros? The same thing, only they will ALREADY be in the tower
What the fuck are they doing there? I'll tell you now
Ludwig told Scrooge that his friend had decided to retire from the scientist to the temple. And that's why he sells all his inventions
Scrooge is interested and decided to buy something too
What was his surprise when he found out that the Duckler Tower costs only 25 bucks?
And he buy it! There's no good to be lost, right?
I mean, who wants a super smart tower to go to Flint or Rockerduck?
Well, there is a tower, but where are the staff?
This is where our sweet boys meets)
Scrooge hired Donald mainly because he felt sorry for him (and also because he always wanted to know where his beloved nephew was) and he's like:
"Donald, you don't have a job all the time and you don't have a money for your life, so I got you a job and you will work for me"
Donald: Uncle Scrooge, what the-
Panchito and Jose were accepted because they were able to make a good impression on Scrooge
Jose works as a greeter, manager, and also spends a lot of time in the hall and a little as an elevator operator
Panchito sings in the lobby, chats with visitors, but unlike Jose, he does not indicate the direction where anyone needs, so he either sends them while to Jose right away, or entertains them while they waiting for Jose
And Donald? Donald is just doing all "dirty" work
(Didn't I tell you that the tower looks like a hotel + canon version?)
Fan-fact!:
Donald has to live in same house with Jose and Panchito so he is not late (+he is far from his children)
So he is a harsh and evil hero with experience)
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thesuckerpunched · 5 years
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“Soy yerbatero Vengo a curar su mal de amores Soy yo que quita los dolores Y habla con los animales Digame de que sufre usted Que yo la tengo un brebaje Que le devuelve el tono y lo pone bien--♫”
*whew* it only took---what? Nine years to draw this out into something that I like finally? I had this idea in mind for ages of Panchito singing Juanes songs, especially after I heard ‘Yerbatero’ and it stayed with me all these years. 
Him talkin’ to the snake goes credited to my sister, who drew something similar back in 2011 for our spanish teacher. 
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hwayeh · 5 years
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The Three Caballeros ❤️💙💚
Donald Duck / 米酥Misu
Panchito / Hwayeh
Joe Carioca / Dolores
Photo / Li-Yan Luo
《See all photos 》
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santiagobazan · 2 years
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Era el cumpleaños de mi hermano que vive en Campana, el que era anarquista pero ahora dice que “es gente como nosotros la que tiene ocupar las posiciones” y entró a Procter & Gamble.
Protect the gambling. El nuevo amigo de mi hermano que me iba a llevar vive a 2 horas pero cuando estaba a 1 me tiró un “en 20 salgo, estas?” le dije que vaya tranqui y a modo de venganza me vine a la terminal de once, a tomarme un tren a Moreno.
No puedo no imaginarme como sería que un tren no frenase. Entiendo la magnitud del desastre. Fumo um en la punta del anden y me cuelgo visualizando un vagón descarrilado que va barriendo los puestos de panchos de coté.
Entro al tren a ultimo momento y localizo un par de asientos vacios, uno es al lado de un pinta y elijo ese para que no le toque a una piba.
El del asiento de adelante se da vuelta sin sacarle los ojos al samsung perla que tiene en la mano y le dice que ya lo reinicio que està bueno.
Mi compi le dice que si está bueno que se lo quede, que él se arrepiente de haber vendido uno piola que tenía.
Se acerca un iphone 6 a la oreja y escuchá un audio:
- Que hacés Miguel? Se me complicó lo de hoy, anoche me reventó la poli en la calle y me sacaron todo, ni la mochila me devolvieron los hijos de puta. Pero quedate tranqui, que tu plata la voy a conseguir. Voy a conseguir alguien que me preste y te la devuelvo-
Miguel agarra la manija del respaldo de adelante y aprieta fuerte. Le manda un audio a “amor” contandole la secuen. La piba le responde que ese gordo es un gil, que ni le devuelva la plata, que le pida que compre las 2 bolsas, que mirá si le va a patear el problema a él.
El de adelante ta con el celu y ni se inmuta. Miguel lo interrumpe para contarle que al gordo puto ese lo partió la poli. El otro dice que le suena a chamuyo. Miguel ahora golpea la manija del respaldo en movimientos cortos pero fuertes.
- Pancho, panchito, panchooote. Calentiiiitoo los panchox-
Miguel le manda audio al gordo pidiendole que con la plata haga la movida y ya, que si se ven a las 8.
Despuea Le dice a su compi que para él es todo chamuyo, golpea la manija.
Una nena asoma se asoma sonriente al lado nuestro como si fuese un hadita que brota de la tierra. Tiene 4 gomitas verde fluo en cada colita e irradia luz. Va desapareciendo de a poco de arriba para abajo y cuando desaparece del campo visual standard sale corriendo agachada y sorprende a otros pasajeros. La mama pasa pidiendo plata atras.
Miguel recibe un mensaje. Ahora dice “a mi no me vas a cagar gordo hijo de puta” y arranca una llamada.
- Ke onda gordo, que pasó?… Noo, pero cuanto tenias encima? 3 bolsas? … Y la plata te la devolvieron? … QUE HIJOS DE PUTA, TODO SE LLEVARON… CUCHAME, LA NECESITO PARA LAS 8 PORQUE TENGO EL CUMPLEAÑOS DE 15… NONO YO NO TENGO HIJA, ES MI SOBRINA…
- DISCUUUUULLLPPPPPEEEEENME, DIIIISCUUUULPENMEEE SEÑOOOREEES PASAJEROS Y PASAJERAS POR MOLESTARLOS. NO MEEE QUEDA OPCION, CREAANME QUE SI MEJOR OPCION TUVIERA NO ESTARIA HOY ACA MOLESTANDOLOS. PERDON POR MI VOZ, SUFRO DE REUMA, SOY UNA MADRE SIN TRABAJO, TENGO 4 HIJAS MUJERES, LA MAS GRANDE TIENE UN RETRASO, AL ENTERARSE SU PADRE NOS DEJÓ EN LA CALLE, VENDIO LA CASA Y SE FUE. AHORA GRACIAS A DIOS ESTAMOS VIVIENDO DE UN TIO MIO, PERO LE AGARRO CANCER DE PROSTATA Y EL ESTADO NO LE CUBRE LA MEDICACION. CREANME SEÑORES PASAJEROS Y PASAJERAS QUE SI YO TUVIESE OTRA OPCION QUE NO SEA ESTAR ACA CAMINANDO TRENES LA TOMARIA. UNA PEQUEÑA COLABORACION LES PIDO, LOS QUE PUEDAN…
Un vendedor de mini-bolas de boliche llega al vagón y al ver a la señora, espera. La señora sigue gritando penosamente desde la punta del vagón mientras las luces de boliche van cruzando el techo. Pienso en ponerme una base en los auriculares pero me parece que, aun en la intimidad, sería como una falta de respeto.
El vendedor se decide a pasar a la señora, la señora atravieza el vagón predicando como una pastora del dolor. La estacion se llama “Paso del Rey”. El Vagon queda en silencio. Miguel tiene la frente apoyada en la ventana, acaricia la manija del asiento.
- Y capaz que es verdad wacho… tzch…pobre gordo, lo reventó la poli.
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