"Insisto en pensar qué no necesitó a nadie y me estreso aún más por haber permitido tenerte tanto cariño... Ahora no sé como colocarle fin para escapar del dolor de tú ausencia."
La noche entra rasgando las sábanas más tristes, los sueños más desolados, las ausencias más deseadas, los recuerdos del día feliz entre el fragor de las palabras.
A veces la noche también entra por entre cuerpos que se aman…y no están.
"A partir de hoy voy a amarte con silencios, provocando ausencias e inventando distancias; desde hoy voy a amarte sin poemas, con muy pocas acciones y escasas palabras... a partir de hoy voy a amarte así, como tú me amas."
¿En dónde hallar una presencia humana que me calme? Nunca nadie lo pudo; ni amigos, ni amantes. Sólo fantasmas que he amado hasta pulverizar mi conciencia y mi memoria.
Y me dije…no es una historia real, no puede serlo, pero lo fue.
Ahora intentamos seguir soñando, intercambiando alegrías con tristezas, soledades con compañías, ausencias con deseos y esos estados de ánimo que generan inquietud y placer en el alma. ¿Hay algo que no fracase y que nos valga a los dos?
Compartimos tantas cosas que cuando se fue me preparé para la tortura que sigue al protocolo de la soledad: ver su espejismo en todas partes, a cada segundo, en cada lugar y en cada cosa que hacíamos juntos y ya no, que era casi todo. Mil veces tropezando con esta piedra, resignado, respiro profundo y entro al infierno, hasta que se termina luego de uno o dos paraísos nuevos que fumigan todo mi lloriqueo (usualmente mi duelo dura entre 2 semanas a 3 meses según las secuelas).
Por eso me sorprendió este nuevo descubrimiento: ella no estaba en todas partes como estuvieron las otras ellas hasta que dejaron de doler, ahora ella no estaba en ninguna parte. No era su fantasma lo que me pinchaba por debajo de las uñas mientras me aferraba para no caer, no era su eco que me cortaba con navajas la córnea allí a donde mirara. Era el silencio. Su ausencia estaba en todas partes. Un vacío absoluto que ni mi recuerdo podía llenar. No se trataba de ese nuevo nivel de soledad que había desbloqueado la primera noche solo, el de tener una pesadilla (nunca tengo pesadillas y ahora tenía), despertar gritando y no tener a quién contarle. No era el hábito lo que dolía, era como si la lógica del universo de repente cambiaba y yo llegaba tarde para enterarme. Era buscar apoyo al subir una escalera y no encontrar nada, pero sin caer.
Esa fue otra sensación que no estaba: caer. Cuando sufro una ruptura lo que siento es un vértigo de descenso infinito a velocidad absurda que me brinda la absoluta certeza de lo mierda que me voy a hacer cuando toque fondo. Esto era al revés. Era un lento subir a ninguna parte, como nadando fuerte con la intención de llegar a la superficie, respirar de una vez, y no llegar nunca. Aguantar la respiración y la desesperación y la ansiedad.
Cuando junté fuerzas para pelear contra mis espectros, se modificaron las normas de tortura, ahora a juntar fuerzas para sobrevivir en el vacío, sin presencias sobrenaturales.
Enhoramala: Un paraíso menos, un infierno nuevo. Muero por saber como salgo de esta.
Estoy aquí respirando soledad, exhalando silencios, acumulando tu ausencia, creando un nuca más, surcida a tu cuerpo y al amor que por ti siento.
Callada, transpiro tu desamor, tu falta de interés, las lágrimas por ti vertidas.
Exiliada de tu vida busco en los rincones más insospechados algunos vestigios de aquella ternura que un día me brindaste, de aquel te amo que ya no escucharé. 🥺
*Lloradería: lugar donde una se hace llanto.
Adultar es gestionar un montón de emociones, que a veces llegan de golpe y me confunden.
Estoy así, confundida, triste, soy lágrimas por dentro porque físicamente ya me deshidrate.
Las últimas semanas han sido capítulos libres de La Rosa de Guadalupe, no recuerdo haber sido guionista estos días, sólo me tocó representar.
Entre haber encontrado el…
Fueron un par de días demasiado confusos. En instantes el dolor y parte del suceso se ocultaba, pero pasaba el tiempo y sabíamos que llegaría este momento: donde tu ausencia se iba a sentir enormemente, donde mi mente iba a estar constante trayendo a la cabeza los hechos y sobreanalizandolos.
Tengo incrustado un manojo de sensaciones en el pecho y tambien en parte del estomago. Me ahoga la idea de imaginar que tú ya no estas y que estoy extrañando millones verte rondar la casa.
Papito te amo mucho! No sé como de ahora en adelante voy a vivir sin ti.