Si bien el pedido es inoportuno, tomando en cuenta el supuesto compromiso hacia su región, no se puede hablar de algo ilegal, arbitrario o laboralmente cuestionable, en cuanto es completamente válido, pues el gobernador #HumbertoAcuña no está quebrantando ninguna ley al solicitar sus vacaciones – recordemos que ellas, son un derecho laboral de acuerdo al Decreto Legislativo Nº713, que establece 30 días libres anuales pagados, luego de un año de servicio continuo–. Ahora, ¿es ético preferir el mundial a dar la cara por tu departamento cuando pasa por serios conflictos? Lambayeque sufre una crisis social hace meses. Este 12 de junio, los agricultores de arroz convocaron a un paro debido a la inestabilidad de precios del producto causado por el arroz importado; los comerciantes del Mercado Modelo también marcharon en acción de protesta contra la remodelación de dicho centro de abastos, por el temor a que la obra quede inconclusa; se ha elevado a 28 los casos confirmados de gripe AH1N1, voceándose un posible estado de emergencia sanitario, entre muchos otros problemas. Sería necesario que el gobernador evalúe sus prioridades. Probablemente nadie lo hubiera cuestionado, incluso si es obvio por qué desea vacaciones en estas fechas, si su región no estuviera atravesando estos difíciles momentos. Es aquí cuando se deben evaluar los principios de nuestros servidores públicos, donde en un escenario utópico, nada debería estar por encima del bienestar público y el servicio a la Nación. En cuatro años más, habrá otro mundial – donde esperemos, Perú también tenga la oportunidad de competir – y también otros gobernadores, frente a otros departamentos que tal vez, enfrenten dificultades similares a las de Lambayeque en la actualidad ¿Afrontarán ellos también la difícil situación donde deban elegir entre ver los partidos por televisión o darle la espalda a su pueblo meses antes de una importante transición y en plena crisis, aún cuando sea legal? Esperemos que no. Roguemos que no. Oremos porque, como verdaderos hinchas bicolores, nuestras autoridades luchen con real convicción – más que gritar – por el: "Arriba Perú". #Lambayeque #Perú #RPP #GobiernoRegionaldeLambayeque (en Peru)

Si bien el pedido es inoportuno, tomando en cuenta el supuesto compromiso hacia su región, no se puede hablar de algo ilegal, arbitrario o laboralmente cuestionable, en cuanto es completamente válido, pues el gobernador #HumbertoAcuña no está quebrantando ninguna ley al solicitar sus vacaciones – recordemos que ellas, son un derecho laboral de acuerdo al Decreto Legislativo Nº713, que establece 30 días libres anuales pagados, luego de un año de servicio continuo–. Ahora, ¿es ético preferir el mundial a dar la cara por tu departamento cuando pasa por serios conflictos? Lambayeque sufre una crisis social hace meses. Este 12 de junio, los agricultores de arroz convocaron a un paro debido a la inestabilidad de precios del producto causado por el arroz importado; los comerciantes del Mercado Modelo también marcharon en acción de protesta contra la remodelación de dicho centro de abastos, por el temor a que la obra quede inconclusa; se ha elevado a 28 los casos confirmados de gripe AH1N1, voceándose un posible estado de emergencia sanitario, entre muchos otros problemas. Sería necesario que el gobernador evalúe sus prioridades. Probablemente nadie lo hubiera cuestionado, incluso si es obvio por qué desea vacaciones en estas fechas, si su región no estuviera atravesando estos difíciles momentos. Es aquí cuando se deben evaluar los principios de nuestros servidores públicos, donde en un escenario utópico, nada debería estar por encima del bienestar público y el servicio a la Nación. En cuatro años más, habrá otro mundial – donde esperemos, Perú también tenga la oportunidad de competir – y también otros gobernadores, frente a otros departamentos que tal vez, enfrenten dificultades similares a las de Lambayeque en la actualidad ¿Afrontarán ellos también la difícil situación donde deban elegir entre ver los partidos por televisión o darle la espalda a su pueblo meses antes de una importante transición y en plena crisis, aún cuando sea legal? Esperemos que no. Roguemos que no. Oremos porque, como verdaderos hinchas bicolores, nuestras autoridades luchen con real convicción – más que gritar – por el: "Arriba Perú". #Lambayeque #Perú #RPP #GobiernoRegionaldeLambayeque (en Peru)

El último guerrero de las ruinas del olvido

Cuando los antiguos moradores del valle de Chillón, que luego serían conocidos como la cultura Colli, levantaron las murallas de su fortaleza, nunca pensaron en ser olvidados. La construcción que se encuentra al lado del Hospital Sergio Bernales en la urbanización Collique,distrito de Comas,  – que en su momento fue el centro administrativo y político del señorío  –  parece haber perdido su encanto tras más de 500 años de abandono. Aunque es considerada Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura, ni esta, ni la municipalidad a la que pertenece, le otorgan los cuidados que debería merecer por aquel honorable título.

Es justamente por la lucha contra esta abandono, que Enrique Niquin ha entregado su vida. El historiador autodidacta – y cuando digo autodidacta lo digo en serio, pues no tiene ningún título ni de instituto, ni universitario, que avalen sus vastos conocimientos – es considerado el más grande defensor del patrimonio cultural en Collique. Tiene actualmente 65 años, – aunque  aparenta muchos más, tal vez por la precaria situación en la que vive  –  y desde los diez se enamoró de ese pueblo que fue capaz de resistir con dignidad la conquista Inca, y que hoy, ve desaparecer con gran tristeza por la ignorancia de un país que no cuida los regalos inmerecidos que sus antepasados les heredaron.

Cuando lo voy a visitar a su pequeño museo, ubicado en la tercera etapa de Collique, y con una ruta de llegada bastante diferente y accidentada, a comparación con los perfectos caminos que embellecen los imponentes lugares de cultura que ofrece Lima a sus importantes turistas, me recibe feliz de que una estudiante se interese por ese apartado rincón reservado para la historia. Me sorprende cuando estoy tocando la puerta de madera en la que da la bienvenida a todas sus visitas, viene de algún otro lugar y me dice que tengo suerte, pues ya pensaba salir a realizar sus diligencias. Antes de dejarme ingresar a su morada, – conocida oficialmente como el Museo de los Colli desde su fundación en el 2003 y para los googleros como “El museo más humilde del mundo” – me toma una fotografía con una pequeña cámara digital, que luego guarda en un desgastado estuche negro que sostiene entre sus manos. “Siempre fotografío a los periodistas”, me explica con una voz baja, cansada, bastante acorde con su aspecto.

Una vez dentro, observo el reducido lugar que ha convertido en el último refugio de la cultura emblemática de Lima Norte. Un piso de tierra, calaminas rotas para resistir la lluvia, paredes de ladrillo sin tarrajear, decenas de restos arqueológicos, cerámicas y tejidos Colli, que él recaudó o que algún buen vecino le donó, y  tal vez lo más interesante, murales y maquetas de una gran complejidad artística diseñadas por él mismo, que usa para retratar la forma de vida y migración de los antiguos pobladores de la fortaleza.

Después de pasar unos minutos dentro del recinto, sentada en una de las dos únicas bancas que hay, y cansada de formular incontables preguntas que el historiador ignora, noto que Niquin no escucha. Ha perdido casi por completo la audición.  Pero de todas formas, y por iniciativa propia, relata los momentos de su vida  a través de comentarios que no respetan ninguna cronología.

Me comenta que vive solo dentro del museo, que no tiene familia cerca, que de sus doce hermanos solo quedan ocho con vida, que la mujer que en algún momento fue su compañera lo abandonó por la falta de dinero que ha tenido que soportar durante años.

Nunca ha obtenido apoyo del gobierno. Las veces que ha ido a proponer iniciativas culturas y de preservación para el patrimonio, ha sido ignorado y menospreciado por ser autodidacta. Hasta que se cansó y decidió tomar el rumbo del futuro arqueológico de Comas en sus manos, y fundó su propio museo, con sus propias reglas y sin ningún límite en su mente.

“Este es el único museo que hay en el distrito de Comas, debido a que las autoridades municipales no se han preocupado por acondicionar un lugar para proteger estos restos arqueológicos, de las construcciones realizadas por empresas y el derrame de agua que malogra los mausoleos”, comenta Niquin. Efectivamente, han sido documentadas diversas denuncias que revelan la falta de cuidado alrededor de las ruinas. Una de ellas, y probablemente la más trascendental, fue el desborde del tanque de agua que abastece al hospital Sergio Bernales, ubicado al lado de la necrópolis Colli, que ocurrió en el año 2011. Varios fragmentos óseos, restos textiles y cerámicos se dañaron irremediablemente por la exposición al líquido. El hospital nunca se hizo responsable, ni por esta falla ni por otras ocurridas antes.

- ¿De dónde consiguió los fondos para fundar este lugar? – le pregunto sin muchas esperanzas de que me conteste. Pero sorpresivamente logra escucharme.

- La municipalidad dijo que los fondos debían ser otorgados por el Ministerio de Cultura, y que ellos no podían intervenir, cuando en realidad sí pueden. Los alcaldes no están preparados para esto, nunca han separado presupuesto. Hasta la fecha vengo postulando 25 proyectos culturales – me explica detalladamente con un tono de decepción mucho mayor del que ha venido utilizando hasta el momento. Infiero entonces, que no los sacó de alguna inversión o donación. Todo lo pagó él solo.

-¿Desde la fundación del museo usted ha presentado 25 proyectos que no han sido aprobados a través de la gestión de diversos alcaldes? – le vuelvo a preguntar, probablemente por mi sorpresa.

-No me quieren hacer caso. Dicen que eso le concierne al Ministerio de Cultura – explica Niquin con un poco de tristeza, mientras se pierde en sus palabras y nuevamente deja de escuchar a mis preguntas.

Mira al piso, agarrando sus extremidades, y luego regresa la mirada hacia mí. Su voz cansada y de cierto tono infantil, chillón, aunque bastante baja para ser captada correctamente por la grabadora que tengo entre mis manos, relata años de frustrante abandono, años de dedicación, y de una inimaginable decepción.

                                                        …

En mi siguiente visita al museo ya estoy mucho más familiarizada con el ambiente precario, con el intenso calor que parece desbordarse desde las paredes hasta las calaminas, con el  ambiente de soledad que rodea a la última morada donde la cultura Colli aún está viva.

Niquin está ocupado y no intenta disimular su apuro porque culmine mi visita. Hoy tiene un compromiso importante y se ha puesto las mejores ropas de su reducido armario. Trae una camisa blanca manga larga, un pantalón negro que le queda bastante ancho, y el ceño fruncido por todos los pendientes que aún no ha terminado. Bastante parecido a un escolar en su última semana antes de enfrentarse a los exámenes finales.

Me ha dejado esperando en la puerta por lo menos diez minutos. En esos momentos en lo único en que pienso es en la recomendación que el mototaxista que me ha traído hasta acá me ha hecho, probablemente como un servicio extra por los módicos dos soles que me ha cobrado por el viaje. “Ten cuidado con ese señor, me han dicho que es un poco extraño”, ha sido su consejo. Tal vez sea por su sordera o porque simplemente su pasión por la historia lo convierte en una persona incomprendida y solitaria. Niquin definitivamente es alguien excéntrico para sus vecinos, , aunque presiento que varios de ellos no lo conocen realmente.

Hoy va a ir a la marcha contra Keiko. Tiene algunos volantes preparados para promocionar el museo en medio de la protesta. No me queda demasiado claro si la razón que lo lleva a asistir al multitudinario evento es su desagrado hacia la candidata, o una estrategia para realizar publicidad en un escenario lleno de jóvenes preocupados por el país.

Cuando termina de guardar unos dibujos que él mismo ha realizado, me muestra una hoja de papel en blanco y me da un lapicero. En un principio no entiendo a qué se refiere, pero después de sus señas, capto que ha ideado una estrategia para que nos podamos comunicar sin complicaciones. Quiere que le escriba mis preguntas.

Ahora me mira a los ojos y me contesta. Aunque algunas veces voltea a observar la hoja con mis consultas, que he ubicado a un lado de la mesa que se encuentra al costado de nuestra banca.

“Mi amor por los Colli nació por los cantos orales que me contaba mi abuela. Ella era de Huamachuco y me narraba bastantes historias de gente de piel oscura, como ellos. Todo eso yo siempre lo tuve en mente, y cuando vine aquí descubrí estas ruinas. Pero no había nada sobre ellas, entonces empecé a investigar”. Gracias a este espíritu explorador, Niquin ya publicó tres libros – sin  el apoyo de ninguna editorial y corriendo con todos los gastos de impresión y elaboración –. Sus obras son consideras las más completas que existen hasta la fecha sobre la cultura de Lima Norte, e incluso ya son parte de las lecturas obligatorias de algunos colegios de la zona, como el “Perú – Holanda”, cuyos alumnos son los únicos que han visitado el museo en estos días.

Entre enero y marzo, Niquin no tiene visitas, pues las clases en los colegios aún no empiezan y su reducida publicidad no le permite extender información sobre la existencia de su museo, cuyo económico precio de entrada es de dos soles.  Durante esos meses, sobrevive por la venta de sus murales, cerámicas y maquetas.

Impresionada por estas habilidades artísticas, le pregunto si aprendió solo a realizarlas, y me cuenta uno de sus datos más curiosos. Estudió diseño gráfico, cine animado, fotografía, arte, dibujo de historietas y arquitectónico, pero nunca acudió a dar el examen final de ninguna de estas materias. “Yo decidí ser autodidacta, decidí revalorizar el trabajo autodidacta. Toda esta labor, es mía”. El historiador habla con una voz segura, sentado en su silla mientras mira con orgullo a su alrededor y señala sus diseños, sus dibujos, su propia creación, esa que no tiene nada que envidiarle a la de ningún graduado universitario.

Luego despega la vista de mí para volver a mirar la hoja, y lee una de las preguntas que más he esperado por obtener respuesta. No parece desconcertado al regresar a mirarme, y con tranquilidad procede a absolver mi duda. Me explica los problemas que le ha ocasionado su lucha por los Colli.

“Todo cuesta. Cuando recién llegué los pobladores pensaban que estaba loco, que estaba volando. Hubo un tiempo en que en verdad no venía nada de gente. En el aspecto de salud me han asaltado ocho veces, cuando he ido a estudiar las ruinas”, me dice. Le creo. La fortaleza de Collique está plagada de personas que la utilizan como refugio para sus adicciones. Drogadictos, alcohólicos, ladrones, son los principales moradores del santuario ancestral.

Aún sentado en su silla y viendo de vez en cuando la hoja de preguntas, empieza a relatarme un poco sobre sus sueños para el futuro del museo, de las ruinas, y de la cultura en Lima Norte.

Me explica que ya abandonó la esperanza de ser apoyado por la municipalidad. Prefiere sobrevivir de la colaboración de los vecinos, actividades profondos –  como polladas y frejoladas  –  y la venta de sus trabajos artísticos y libros.

Cuando le pregunto por los ingresos que obtiene de las entradas al museo, me dice que casi todo se le va en pagar arbitrios. Empieza a sacar cálculos, mucho mejor que yo,  debo aceptarlo, y la cifra resultante me deja anonadada. El año pasado solo tuvo mil 150 visitantes, lo que significa 2 mil 300 soles en doce meses, una cantidad que ganando el sueldo mínimo se puede alcanzar en tan solo la cuarta parte de ese tiempo. Y se asegura de que el número sea el correcto consultando el cuaderno amarillo en el que prácticamente exige a todo aquel que entre al recinto a que escriba su nombre, correo electrónico y comentario sobre el lugar. Incluso yo he puesto mis datos, y no he pagado entrada, por lo que sospecho que la cifra real es mucho menor.

Entonces empieza a soñar con un futuro que después de la sesión matemática me parece bastante lejano. Quiere poner piso, servicio higiénico, tanque de agua, calaminas nuevas y otras mejoras. Para esto, me explica que necesita siete bolsas de cemento de 21 soles cada una, 75 soles para comprar hormigón, contratar a cuatro personas cuyos honorarios son de 80 soles individualmente, desmonte de piso por 200 soles, un inodoro de 180 soles, un tanque de agua que cuesta 450 soles y tubos de cuatro pulgadas por 20 soles. Sin contar que debe comer, pagar impuestos, comprarse un poco de ropa para estar presentable en los recorridos y cubrir sus pasajes. Si cumple sus sueños, solo le quedarían 872 soles para sus necesidades básicas durante todo un año. Es decir, 72 soles por mes. Incluso con el mejor recorte de gastos, sobrevivir con esa cantidad, es casi imposible.

Me despido de Niquin para que continúe con sus preparativos para la marcha. Me exige anotarme por segunda vez en el cuaderno amarillo, y vuelvo a dudar sobre la exactitud de sus ingresos durante el 2015. Me ofrece cerámicas, le compro un par, y luego me entrega unos folletos de algunos candidatos al congreso, que considera harán un cambio en su distrito en cuanto a la revaloración del patrimonio. Solo por un instante me pregunto si anteriormente habrá pensado lo mismo de otros. Miro su rostro envejecido, le otorgo una sonrisa de despedida y acepto los folletos para leerlos luego con calma. En la entrada me brinda un cálido abrazo y luego, cuando empiezo a caminar para retirarme, escucho cómo cierra la puerta y se vuelve a encerrar en sus preparativos.

Desde el carro, de regreso a casa, puedo ver la zona arqueológica de Collique por unos minutos. Llego a visualizar el pequeño aviso de concreto que la reconoce como parte del patrimonio intangible nacional. Pero ese pedazo de cemento no hace la diferencia. Niquin ha luchado mucho antes de que lo colocaran, y sigue haciéndolo mucho después, y las cosas no han cambiado. Los Colli murieron dentro de esas ruinas mientras pensaban que se protegían, sitiados por los Incas y sin alimento, sucumbieron ante la superioridad del más fuerte. Niquin sigue aguantando dentro de sus propias ruinas. Tal vez para no repetir la misma cruel historia de sus antepasados de piel oscura. Para no perder algo mucho más valioso que su propia vida, su historia.

Alimentos que aportan a la inteligencia: ¿Cómo mejora lo que comemos el rendimiento académico?

Estudios recientes indican que una buena dieta resulta determinante para el rendimiento académico.

Un delicioso vaso de leche, un pan con palta bien proporcionado y un plato de pescado con ensalada de tomate, sería el plus que un niño necesitaría para rendir perfectamente bien en los exámenes finales del colegio.

Según estudios realizados durante años por investigadores europeos del proyecto “Nutrimente”, el tener correctos hábitos alimenticios podría hacer a una persona más inteligente.

Este programa se desarrolla en nueve países y supervisa el consumo de alimentos de aproximadamente 15 mil jóvenes. Por medio de una tecnología de vanguardia se investiga si determinados nutrientes son capaces de mejorar las habilidades cognitivas de las personas.

La nutricionista de la Municipalidad de Miraflores, Rosa Vásquez Hidalgo, comenta que el rendimiento académico y la inteligencia son el producto de varios factores. Uno de ellos es el biológico, el cual es influenciado por la nutrición del individuo. “Una adecuada alimentación puede ser un determinante clave para que una persona rinda en el ámbito intelectual”, afirma la especialista.

El desarrollo neuronal se da durante los primeros años de vida. Debido a esto, durante la etapa fetal es importante que las madres consuman Omega 6 y 3, vitamina que permite la correcta evolución del cerebro. Estos nutrientes se encuentran en alimentos como el pescado de carne oscura, los frutos secos y aceites de semillas.

Sin embargo, el desarrollo del cerebro, aunque en menor medida, continúa después del nacimiento. “La dieta en los primeros años tiene mucho más impacto para el desarrollo neuronal, pero también es necesario el seguimiento de esta en cada etapa de la vida, pues los requerimientos varían, y los nutrientes cobran una primordialidad en etapas específicas”, explica la nutricionista.

Alimentos como la caballa, nueces, “sacha incha”, entre otros, benefician a la memoria y el aprendizaje. Para la concentración, el hierro,  que puede ser encontrado en el hígado, es primordial. El rendimiento mental está a cargo de los cereales, menestras y tubérculos. Finalmente, enfermedades como Alzheimer y demencia senil, pueden evitarse con el consumo adecuado de frutas y verduras que contengan antioxidantes.

Una buena comida, acompañada de un ambiente grato y el apoyo familiar, lograrían que los niños resalten  en sus estudios y obtengan mejores resultados académicos.

La sonrisa de muchos pequeños debido a que sacaron un magnífico veinte, puede ser más recurrente si todos conocen las bondades y beneficios de lo que comen.

HÉCTOR SANDOVAL: UN GENIO CON BUENA DIETA

El estudiante de último ciclo de ingeniería electrónica en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Héctor Sandoval, reconoce cómo su dieta balanceada lo ha ayudado para ser un alumno destacado durante su periodo académico.

“Siempre he tenido una alimentación balanceada. Como de todo. Debes tener un buen régimen alimenticio como estudiante” afirma el joven.

Héctor es un especialista en robótica. Desde sus primeros ciclos obtuvo la atención de sus profesores por la facilidad con la que se desarrolla en este campo.

En el año 2012 representó a la UNI en el 2° Concurso Nacional de Robótica utilizando un “robot sumo”. En el 2013 repitió la hazaña en el Intercom. Y el mismo año obtuvo el 6° lugar en la competencia internacional LARC, siendo el representante peruano. Además, ha sido el organizador del Intercom 2011, el Expotic 2012 y el 1° Concurso de Robótica realizado por la Facultad de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la UNI en el año 2013. En total, ha asesorado aproximadamente diez eventos de robótica a nivel nacional. Un privilegio, con tan sólo 23 años.

El ingeniero confiesa que los alimentos que consume lo ayudan a mantenerse activo durante las largas horas que pasa desarrollando sus creaciones.

“Tomar un buen desayuno, avena o cereal acompañado de jugo o un par de frutas es esencial. En el almuerzo como una buena porción de carbohidratos y proteínas que me ayudan con las labores del día. Si al llegar la noche me siento muy cansado, un buen caldo de gallina me permite recuperarme”, relata.

En la actualidad Héctor ha iniciado el desarrollo de un nuevo producto, el “Manikí ID”, un robot interactivo cuyo objetivo es proporcionar un maniquí dinámico que interactúe con las personas. Este proyecto ya cuenta con el apoyo financiero de varias empresas. El joven universitario es un fiel creyente de que una buena dieta aporta mucho a las personas en su etapa académica.

HÁBITOS ALIMENTICIOS DE LOS PERUANOS, LO QUE NO DEBEMOS INGERIR:

En nuestro país la dieta balanceada no es una realidad. Existe un déficit en el consumo de alimentos saludables, incluyendo los que aportan al sistema cerebral.

El Perú ocupó el último lugar en el ranking del “Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes”, examen que se realiza cada tres años para medir el nivel académico de las sociedades modernas.

En base a este problema, la nutricionista Vásquez comenta que si bien el resultado es multifactorial, y entre otras cosas, se debe a las condiciones de los colegios, el nivel de los profesores y las oportunidades económicas de los alumnos, la alimentación constituye un gran aporte. “Si los niños se alimentaran bien, la situación podría mejorar”, subraya.

Un estudio realizado en el 2013 por el “Nutrimóvil de Nestlé”, con el apoyo del Colegio Nutricionista del Perú, determinó que el 63% de los peruanos sufría obesidad. Se ha aumentado el consumo de alimentos en el país, pero no de forma adecuada. Los productos adquiridos con mayor regularidad son: snacks, fast food, bebidas gasificadas, entre otros.

Por otro lado, los alimentos con mayor demanda en la nación son los considerados “al paso”. Gracias a una encuesta realizada en el 2012 por Mc CanWord, se sabe que el 39.18% de los peruanos comen varias veces a la semana en  “agachaditos”.  Los pedidos preferidos incluyen: salchipapas, pollos broaster, ceviche, anticuchos, etc.

“El contenido de grasas saturadas y condimentos en exceso pueden causar daños a nuestras arterias, corazón y  problemas gástricos”, comentó preocupada la nutricionista de la Municipalidad de Miraflores.

La publicidad que alienta el consumo de alimentos perjudiciales y el costo de los productos naturales, serían los principales causantes de las deficiencias en la alimentación.

El implementar cursos que brinden información a los ciudadanos sobre el beneficio de una dieta saludable y que el gobierno se preocupe por impulsar el consumo natural, podría ser una solución a este preocupante problema.

La alimentación para un buen rendimiento académico es la saludable y equilibrada. Es necesario cubrir la cantidad de nutrientes que requiere el cerebro humano para trabajar correctamente y dejar de lado el consumo de alimentos con grasas “trans”, tales como los embolsados y la comida chatarra. Las buenas notas son posibles con una correcta dieta.

Algo en su manera de moverse, me atrae como a ningún otro amigo. En alguna parte de su sonrisa él sabe, que no necesito a otro.

The Beatles - Something

Nunca supo en qué momento la diversión se le convirtió en ansiedad, y la sangre se le volvía espuma por la urgencia de verlo.

El amor en los tiempos del cólera.

Unos ojos que hacen que los míos se bajen, una sonrisa que se pierde en su boca, este es el retrato sin retoque del hombre al que pertenezco.

La vie en rose,

Y un día le crecieron las alas y alzó el vuelo. Y dejo atrás el dolor, las lágrimas y la soledad.

Todos los diamantes parecen grandes antes de ser tallados

A este lado del paraíso 

Creo que la idea es que cada hombre o mujer tiene que vivir su propia vida y luego decidir si la comparte con los demás.

Las ventajas de ser un marginado.

Como puedo ayudar a una persona que se quiere suicidar?

No quiero que se lo impidas. No quiero que lo animes a hacerlo. No quiero que le cuentes a su familia. No quiero que lo ayudes a saltar del puente.

Quiero que le digas, “Hey, nunca me has dicho el mejor recuerdo de cuando tenías 6 años.” Quiero que lo lleves a comer hamburguesa. Quiero que lo lleves a alguna exposición de Van Gogh o tal vez a caminar al lado del mar. Quiero que hables con él. Quiero que lo escuches sobre su versión del crimen. Quiero que sepas ¿qué pasó con esa persona que amaba vivir? ¿por qué cree que la vida ya no vale la pena?

Tampoco quiero que hables de él todo el tiempo. Sabes, si hay algo bueno para hacer con una persona que quiere morir es ayudarla a ser feliz, pero no todo el tiempo de su vida, digo, hazla reír, ¿y si nunca se ha reído tanto en su vida como hasta cuando le hablaste de tu corte a los 4 años? Bueno, tal vez no tenga muchos momentos felices pero una persona así es como tal vez una hoja en blanco en las cuales a veces no hay que escribir cosas bonitas sino pintar una obra de arte para que se sienta mejor. Y el arte no se supone que se vea bonito, se supone que debe hacerte sentir algo.

JUANA DE TAMARINDO

“Mira su pierna lisiada con nostalgia, se puede percibir la melancolía y el odio en su mirada, suspira, las líneas que se dibujan en su rostro presentes gracias al paso del tiempo la hacen casi irreconocible, irreconocible para la gente que la conoció sesenta años atrás cuando aún sonreía, cuando aún creía en la felicidad. Su vida solo ha sido una tragedia, que si bien no acabó en suicidio, continua de una forma mucho peor, una existencia vacía, un vacío que ganó debido a la única decisión que tomó en su vida, la decisión de amar a alguien.  ”

Mira su pierna lisiada con nostalgia, se puede percibir la melancolía y el odio en su mirada, suspira, las líneas que se dibujan en su rostro presentes gracias al paso del tiempo la hacen casi irreconocible, irreconocible para la gente que la conoció sesenta años atrás cuando aún sonreía, cuando aún creía en la felicidad, ahora ya queda muy poco de esa muchacha ingenua que en su juventud fue abandonada por Cupido durante su hazaña de amor y, como todos los días se dirige al mercado, donde comprará lo necesario para alimentar a su hija enferma. Todos en el pueblo la odian, es la mujer más amargada y cruel de la que murmuran. Nadie desea hablarle, pero lo siguen haciendo por conveniencia, en un pueblo todos son “amigos”.  Juana está casada con un hombre al que no ama, y que encima le es infiel, tuvo tres hijos con él, uno homosexual que murió de cáncer, otra esquizofrénica que siempre la está golpeando y una solterona mantenida.

Mientras camina se puede observar el inmenso parecido que tiene con su madre, aquella que irónicamente le arrebató todo. Dejando de lado su miembro lisiado, se podría decir que son idénticas, siempre vestida de luto, un luto eterno que nunca termina, saluda a una vendedora de papas mientras se dibuja en su rostro una sonrisa torcida y fingida, puede escuchar a lo lejos las noticias de algún conflicto más en el país, no le importa, lo ignora y sigue su camino, su alma está ennegrecida y su dolor y odio son casi palpables, como la joven Adela creada por Lorca, su vida solo ha sido una tragedia, que si bien no acabó en suicidio, continua de una forma mucho peor, una existencia vacía, un vacío que ganó debido a la única decisión que tomó en su vida, la decisión de amar a alguien. Juana está caminando de regreso a casa, con bolsas de compras en sus débiles y ancianas manos, para sumergirse una vez más, en su dolor.

                                                          …

Dicen que aquel día en el que se descubrió su escándalo, la golpeó hasta casi matarla. Los vecinos escuchaban sus súplicas para que parara, pero su madre estaba dispuesta a enderezarla, a cualquier precio.

Juana era la hija mayor de una de las familias más tradicionales y respetadas de Tamarindo, un pequeño pueblo ubicado en Piura. Durante la  época de caos social que se vivía en el Perú, cuando el presidente Odría se veía amenazado constantemente por rumores de revoluciones y levantamientos, ella sufría su propio drama, su propia represión, y su único dictador se encontraba en casa. Nunca tuvo permiso de hablar con nadie, fue criada para ser la hija perfecta, como una muñequita hermosa, bien vestida y sin decisión propia, su madre había jugado con su destino toda su vida, del colegio a la casa, de la casa al colegio, esa era la rutina. En cuanto terminó los estudios secundarios, pues a una mujer no le servía la Universidad, Juana se dedicó a brindarle ayuda a su progenitora cosiendo. Horas sentada, remallando y zurciendo, con su madre al lado y una vela que alumbrara su labor. Nunca desobedeció, nunca cuestionó, era su vida y le tocaba aceptarla, como buena católica debía “honrar” a su dueña, su querida mamá, Amalia.

Hasta que lo conoció, nadie sabe exactamente cómo, cada rumor cuenta una historia distinta, algunos dicen que en la Iglesia, otros en el mercado, pero lo que importa es que lo amó, se amaron, el único problema, y tal vez el más complejo de todos los que le pudieron tocar, era que él estaba casado y hasta tenía hijos. Esta barrera los separaba definitivamente, su familia, la gente,  nunca los aceptaría, era una adúltera, una pecadora que ardería en el Infierno.

Aun así, se encontraban a escondidas como dos amantes apasionados que ignoraban cualquier impedimento para concretar su amor, hasta que su madre se enteró, una mujer los había visto durante uno de sus encuentros fortuitos. Esta fue su perdición, después de una lluvia de golpes e insultos, la encerró en casa y le prometió que nunca más vería la luz.

Por cosas del destino esa promesa no se cumplió y Juana haciendo alarde de la astucia que ahora sabía poseía, huyó de forma silenciosa por la ventana que tenía en su cuarto, dispuesta a escaparse junto a su amado.

Al descubrir Amalia que su hija había huido, la empezó a buscar por cada rincón del pueblo, pero la chica era sigilosa y no se dejaría encontrar fácilmente. Solo una carretera la separaba del bus que tomaría hacia un pueblo vecino donde se encontraría con su amado.

Pero esa carretera fue una prueba demasiado siniestra para ella, al cruzarla y con la desesperación de no ser encontrada la atropelló un tráiler, dejándola herida en el piso y con todos los sueños escapando junto con su sangre.

                                                       …

Meses después aún podía escuchar las frías palabras de su madre. “Muérete, yo ya no tengo hija”, aquel día la abandonó, la dejó desangrándose, y con este cruel acto también la mató.

Juana perdió la movilidad de la pierna derecha debido a aquel accidente, y nunca nadie la fue a visitar en su tiempo de convalecencia, ni sus progenitores, ni sus hermanos, ni siquiera su amado. Estaba sola, y lo peor, ahora era libre, la libertad puede ser un horrible regalo para quien no sabe cómo vivirla, ni tiene con quién. Eso lo aprendió ella muy bien durante aquellos días que pasó postrada en una cama de hospital recuperándose.

Aun en su lecho de muerte, Amalia no quiso verla, se negó a dejarla entrar al lugar donde agonizaba, murió sin observar el rostro de su hija una vez más, sin volverle a hablar, sin perdonarla. Juana lloró por última vez ese fatal día, no lloró por su deceso, lloró por todo lo que esa mujer no le había permitido hacer a lo largo de su existencia, lloró porque esa mujer no podía morir sin el gusto de arrebatarle algo más, lloró porque sabía que a partir de ese día nunca más volvería a sentir.

-Solía creer en el destino, ¿sabes? Iría al sitio de las rosquillas, vería a una chica guapa en frente leyendo mi novela favorita, silbando la canción que había tenido metida en la cabeza toda la semana, y pensaría: “Quizá es la indicada”. Ahora pienso: “ Sólo sé que esa zorra va a llevarse la última rosquilla de trigo integral” -Sólo te has concentrado en el trabajo. -No. Es más que eso. He dejado de creer. Cada día pienso y… creo un poco menos, y un poco menos, y un poco menos. Y eso apesta.

How I Met Your Mother - Temporada 7, Episodio 1. (via conversacionesinterminables)

Por mucho tiempo fuiste todo lo que tuve. Hasta que me di cuenta que me tenía a mí misma.

Gracias por esos pequeños grandes trabajos que nos llenan de orgullo. @igersperu #Perú #mihermosoPerú #FelizdíaPerú #loves_peru #Chorrillos #mar #puerto #pescadores #atardecermarino #atardecer #fisher #harbour #sea #afternoon #ocean

La belleza del Perú reflejada en un atardecer en el mar.@igersperu #Perú #FelizdíaPerú #loves_peru #Chorrillos #puerto #mar #mihermosoPerú #atardecermarino #atardecer #sea #afternoon #ocean #harbour

Matar no quiere decir que tome un revólver... y haga ¡bum! No es eso. Uno lo mata en el corazón. Va dejando de querer. Y un buen día la persona muere.

Mi planta de naranja lima.