No podía volver a amar. Arrancar de mi el sentimiento latente. Pero sí podía ser el arquitecto de mi destino. Danzar a cada pulso en cada instante presente se fueron marchando todas las sombras. Habitando mis nochespor los recuerdos. Seguían. Aprendí a consolar al niño que llora. Hice de mi cuerpo una escultura labrada. Como un ave que aprende a volar. Luchaba por vivir, encontrar la felicidad en la libertad, la autonomia sin que nadie interumpiera mis pasos. El corazón dejaba de sangrar. Durante el camino me acompañaban almas vitamina, faros, guerreros de luz. Perfeccionando cada paso, como un cisne blanco regresaron mis ganas de vivir.

Vén conmigo, vámonos juntos con esa dicha de felicidad, yo te quise y te quiero para que seas mi mujer. No puedo volver amar, perdóname en mi interior aún tengo el veneno del rencor, no quiero hacerte daño no lo mereces, prefiero la soledad. Olvida el pasado, apoya todo ese dolor en mi hombro. Las noches oscuras quedarán en el olvido. Solamente cuando se haya ido lo que siento, volveré a estar lista para el amor. Aún lo quiero, no quiero hacerte daño. Toma tu camino, encuentra una buena mujer para ti. Te quiero feliz. Entiendo todo lo que sientes, pero si lo necesitas estaré para tí.

Estaba en la orilla del abandono de una espera que no llegaba. Y en medio de ese dolor me abracé con todas mis fuerzas. Y me hice la promesa de que nadie nunca más me obligaría a morir. Repitiendo dentro de mi las razones por las que debía cerrar esa puerta para siempre. Huí de aquel lugar.

Indefensión aprendida  Volverás tarde, sin permiso invadirás todo mi cuerpo de sombras oscuras. Y yo amaré toda tu alma con cada latido del corazón que de mi emanana borrando el sabor de otras bocas mientras la flor se marchita dentro de mi. Bajando la mirada del silencio pidiendo auxilio. Te esperaba cada noche pero tu mirada no me acompañaba, te siento tan lejos de mi,prometiste que no volvería a pasar. No quiero estar triste.Te quedas pero te vas, sigo atrapada entre rejas invisibles, llena de preguntas inconclusas afincadas a un duelo eterno del que huye a otro país. Quiero moverme pero mis piernas no responden, encontrar la puerta de salida al laberinto. Pero sigues pidiendo que te ame con pasión, me dejé el alma por llegar a la cima de los sueños para abrigarte, con con todo no fue ( no fui ) suficiente.