10.11.2022 ☁️

Didn’t find Rory Gilmore at Yale today, but now I know where the good coffee is.

📍New Haven, Connecticut

meet me at midnight

Voy a hablar de todo un poco pero tuve un fin de semana particular, digno de recordar.

Viernes: me desperté con unos mensajes de Patricia que me enfurecieron, yo le dije que estaba haciendo un esfuerzo para poder salir con Gwenc y me dijo que no quería que se lo estuviera echando en cara cuando lo único que yo estaba tratando de hacer era ayudarla. A pesar de la pelea decidí acompañar a Papi y a Gwenc a pasear (por insistencia de Papi porque yo ya estaba lista para dejar que mi lado dramático acabara con el día que apenas estaba empezando). Empezamos con una caminata a Plaza del Sol porque queríamos comprar premios y bolsitas para Rasta, quien está de visita unos días y es razón de ilusión para Papi. Después, salimos a San José centro donde dimos un tour a pie, Papi dejó el carro en el Club Unión y de ahí nos fuimos en busca de unas cartas postales que Gwenc quería de recuerdo. Pasamos a la Universal y a la librería internacional pero no tuvimos suerte, sin embargo las calles estaban muy animadas y encontré la ciudad muy linda en general. Luego fuimos a tomarnos un café al Teatro Nacional donde me pedí un capuchino y una empanada de espinaca deliciosa, además de robarle un poco de queque de higos Papi. Para el almuerzo fuimos donde Mehmet porque eso nunca puede faltar y me tocó hacer otra matrícula atropellada al llegar. Así es, como era de esperarse yo no estaba al tanto de que ese día era la matrícula y casi casi no logro meter el curso de seminario ambiental con Lucy y Abi, de hecho fui el último cupo! Yo estaba casi que con un paro cardíaco mientras Papi me insistía que probara las albóndigas de cordero. Después ya fuimos a la casa porque Papi quería ir a ver a Tita y yo aproveché para salir a correr un rato porque tenía mucha energía acumulada, ese despertar un poco atropellado y mis frecuentes peleas con Mami me han tenido bastante ansiosa. Ha sido una semana pesada, apenas estoy empezando a trabajar y muchas veces me cuestiono si estoy tomando la decisión correcta, no es un trabajo que disfrute mucho y no sé si tendré tiempo de sacar la tesis pero si estoy aprendiendo y creo que eso es lo más importante. La salida a correr me ayudó bastante con esa tormenta interna que llevaba dentro, regresé a la casa, me bañé y ya estaba lista para volver a salir. Fabi había quedado en recogernos a mí y a Gwenc para llevarnos al mercado central a pasear y la verdad creo que Fabi y yo fuimos quienes disfrutaron más esa salida porque hasta nos comimos el helado de sorbetera que Gwenc se compró pero no le gustó. Tratamos de regresar a la casa temprano porque todos salían a la playa ese mismo día (menos yo), pero aprovechamos la ocasión para pasar al Starbucks de los Yoses por un café para llevar. Al llegar todos alistaron sus cosas y salieron rumbo a Santa Cruz mientras que Fabi y yo nos quedamos en la casa, ella me hizo compañía mientras llegaba Antonio. Vimos una película y los tres comimos unos tacos ticos que nos hizo Kenya (la verdad tuve un día muy folclórico ahora que lo pienso). Fabi se fue antes de la restricción y Antonio se quedó a dormir conmigo.

Sábado: aún no puedo dormir cuando me toca compartir la cama, debo hablarlo con Salomé pero no he tenido tiempo ni siquiera de sacar la cita, además estoy tratando de no usar la plata que me pasó Papi porque la quiero ahorrar, entonces literalmente estos subsistiendo con lo que me encuentre. Yo sé que es importante sacar la cita y si está en mis planes pero aún no lo he podido hacer, por lo qué me desperté la mañana del sábado muy cansada, después de haber dormido muy pocas horas. Eso no me impidió hacer cositas con Anton, más porque ahora tenemos que aprovechar cada oportunidad que se nos presenta porque Papi es mucho más estricto. Bajamos a desayunar, Kenya nos hizo de todo: pinto, huevo, tostadas, aguacate, café, fruta, de todo. Nos fuimos a alistar porque queríamos ir a Destinos la Lucha, sin embargo cuando nos estábamos duchando Antonio se emocionó y terminamos haciendo cositas de nuevo (a pesar de que él era quien insistía en no salir tarde). Finalmente salimos y fuimos a Cartago a dejarle el regalo que compraron entre todos en el trabajo de Anton a un compañero que acaba de tener un hijo. Si cada quedaba bastante lejos, de hecho quedaba Justo a la par de Jardines Lankaster, así que de camino pasamos comprando unos sanguches en el Mosaico porque yo había escuchado que ahí se come rico y pude tomarle esa foto a las flores que tenían por ahí mientras esperábamos la comida. Seguimos hasta llegar a la casa del compañero de Anton quien resultó ser muy amable, también estaba su esposa, quien era súper simpática y estaba muy feliz de recibirnos. Éramos las primeras visitas desde el nacimiento de su hijo, quien llevaba no más de una semana de haber nacido, así que estaban súper emocionados de recibir visitas, tan es así que nos contaron hasta el último detalle del parto y nos ofrecieron pejiballes. De ahí nos fuimos al parque, era un camino bastante largo, nos quedaban como 1:40h de viaje, hicimos una parada técnica al AMPM que queda por la casa de Fernando y seguimos con la ruta. De camino nos agarró la lluvia pero decidimos seguir con la esperanza de que dejara de llover en algún momento, lo qué pasa es que no fue así y no solo estaba lloviendo torrencialmente cuando llegamos sino que el guarda de la entrada nos dijo que teníamos que dar una vuelta que nos tomaría una hora adicional. Frente a esas noticias yo vi la crisis de Anton, más porque lo conozco así que me puse a pensar en alguna alternativa. Se me ocurrió simplemente meternos por alguna callecita a comernos lo que habíamos comprado y ojalá bajarnos a conocer un poquito y así lo hicimos. La verdad yo estaba muy orgullosa de haber salvado el día, sentía que había logrado encontrar una alternativa igual de bonita. Llegamos a la casa y nos pusimos a ver una película, de hecho vimos 7 años en el Tíbet a petición de Antonio. Como yo estaba bajo las cobijas, con un tecito, afuera seguía lloviendo y yo había pasado una mala noche pues obviamente me quedé dormida, cumplía todos los factores para hacerlo. Para la cena calentamos los sobros del almuerzo y probamos una galette que trajo Gwenc de mantequilla, simplemente deliciosa. Anton se fue antes de la restricción y yo me quedé viendo la serie que empezamos a ver porque soy experta en Binge Watching, además de que era una serie de solo 6 episodios y ya habíamos visto 2 antes de que se fuera.

Mira estuve pensando bastante y la verdad si estoy en desacuerdo con lo que dijiste ayer. Yo podría cambiar los mensajes que te mando pero eso no cambiaría el problema de fondo. Si te soy sincera creo que el problema de fondo es que tú esperas que yo te esté mandando mensajes mientras tú estás ocupado, yo ya te lo he dicho varias veces, cuál es el punto de hablarte si estás ocupado y no me puedes responder? No me parece justo que yo tenga que estar todo el día mandándote mensajes y atenta si tú estás ocupado y me parece completamente normal que yo me ocupe con otras cosas. Eso no significa que te ame menos ni nada así, yo también tengo que encontrar cosas que hacer y no solo depender de ti si queremos que esta sea una relación sana.

Anton tiene covid.

Me asusta un poco, no voy a mentir, no quiero haber contagiado a los demás. Me esperan días sin poder salir del cuarto aunque de momento me siento normal, hoy me hubiera gustado salir a correr.

Siento que Anton está triste, no solo se siente culpable de [posiblemente] haberme contagiado sino también se siente un poco inseguro. Cree que no la pasé bien con el y mis amigos en Don Camilo, siente que yo quiero que sea diferente. Yo lo entiendo, yo también me he sentido así, cuántas veces me he comparado a alguna modelo que veo en Instagram y siento que debería verme como ella para que me ame? Cuántas veces me he equivocado y me he sentido tonta y me muero de la pena? Muchas veces yo siento que debería ser perfecta para que Antonio me quiera pero yo sé que no es así.

No quiero que se sienta mal por no darme el “regalo perfecto” si la verdad el regalo ni me importa, lo único importante es el gesto, la intención, el que haya hecho el esfuerzo de verme aunque estuviera exhausto. Tampoco quiero que se sienta culpable por tener covid porque literalmente no hay manera de saber eso, es inevitable que al inicio a uno le cueste asimilar la noticia, cuando él me dijo que su examen llegó positivo tuve que avisar y uno si entra un poco en pánico. A ver no quiero mentir, yo no me hubiera comprado esos zapatos si los veo, no porque no me gusten pero porque me suelo comprar de un estilo diferente, sin embargo, me parece que son útiles y bonitos y voy a tratar de sacarles provecho. Y también es cierto que apenas el me dijo que sí tenía covid yo no supe muy bien como reaccionar y uno se enoja con la situación en general pero nada de esto es “culpa” de Anton. No hay nada por lo qué el se debería sentir culpable.

En fin, veremos qué pasa, tendré tiempo para reflexionar y estar sola. Ojalá Anton se sienta más tranquilo, de verdad lo amo.

@ilka.w

nulablog

How’s one to know?

I’d meet you where the spirit meets the bones

Hoy fui a la casa de Anton, papi me fue a dejar y pasé el día con el. Fuimos a almorzar a Gallo Rojo, su restaurante favorito, donde me pedí un Pad Thai y una sangría. De postre pasamos a Sencha para pedirnos un bubble tea (el sabe que me gusta entonces me chinea y me lleva) y luego fuimos a la eólicas. Como nos habíamos tomado un té ambos nos hacíamos pipí entonces tuvimos que escabullirnos entre unos árboles para poder orinar sin que nadie nos viera. Ahí nos sentamos un ratito a ver el atardecer y luego fuimos a su casa a estar un rato con su familia. Al terminar el día yo me iba a pedir un uber pero él insistió en venir a dejarme.

Primera de muchas.

Anton vino a almorzar con mis hermanas y papi y luego fuimos a ver a mami y a la abuela. Abrimos regalos y comimos bastante, me dio una máquina para hacer café y yo le di unos shorts para que ande en bici, todos los regalos estaban muy bonitos (hasta Rasta salió con regalos, doña Norma le mandó un abriguito).

Lila

evermore | Taylor Swift