Me había sentido triste, hasta deprimido, cómo muchos, pero, ¿Inútil para mí mismo?, verga, eso no se lo deseo a nadie.

Intento reparar el pasado, miro atrás buscando las huellas que dejé y me doy cuenta que todo lo que he pisado es arena, que el mundo no necesita nada más allá de una suave brisa para decirme que no existo en ningún momento más allá del paso exacto que estoy dando.

Todas las veces que me has dejado ha sido igual.

Me aterra la idea de no estar contigo, porque es la primera vez que siento que amo a una persona, porque lo que siento por tí es algo que desconocía, es algo que no sabía que podía sentir.

No es que no sepa vivir sin tí, es que no quiero, por eso me da miedo, porque si tú no quisieras estar conmigo no me moriré por tu ausencia y eso sólo significa que tendré que vivir sufriendo por tí.

Entre gritos y rasguños intentaba descifrarte, con mi boca, pero callado, sin palabras, pero con mi lengua, y estando mi cabeza entre tus piernas bebía, para saciar la sed que teníamos el uno del otro.

Con tus manos en mi espalda y las mías en tus caderas nos hicimos uno, juntamos tu humedad con la mía. Sentí como temblabas y como si de un juego se tratara tú me hiciste temblar de regreso.

Quería que fuera para siempre, pero es el único final bueno que puedo desear tener contigo.

En la distancia que he de soportar por fin entendí el significado de la palabra extrañar.

Es el proceso de volverse extraño de algo o de alguien que ya era un común en la cotidianidad. Dejar de verse; conocerse y reconocerse.

Me gusta estar en casa; en cama, acostado con mis gatas. Es ahí donde tengo un lugar en el que puedo estar tranquilo, un lugar y compañía donde guarecerme de mi propia mente, donde no siento que me odiarán.

En cama con mis mascotas tengo un lugar donde existir sin torturarme a mí mismo por el qué pensarán, por el cómo me ven, por la impresión que dejo, es a veces el único lugar donde no temo al rechazo.

Mi cama con mis gatas es mi lugar seguro cuando no quiero estar conmigo y cuando no soporto estar con nadie más.

Y si no fuera digno de verte nunca más le pediría a mi dios; al tuyo; al que sea, que te grabe en mi retina para no olvidarte.

Oye te extraño mucho:(

Hola, ¿quien eres?

“Recostado en la oscuridad de mi habitación, con el silencio de la noche murmurando por la ventana, yazgo dibujándote como te imaginaba… Y, de repente, cierro los ojos con la intención de no dejar salir de mi pensamiento ese último recuerdo de lo que me creé al amarte. Ojalá no me hubieras obligado a callarme lo que sentía, pues es ahora que no me atrevo siquiera a hablarte. Me he vuelto mudo y distante, frío e indiferente, tal cual eres tú. Quién iba a decir que íbamos a terminar siendo unos extraños que vivieron un amorío a media libertad. Me parece tan increíble que mis ganas de sentirte se hayan transformado en arena de un desierto nacido de tu ausencia; tiempo perdido… horas inciertas. Me llegan atisbos de hace un año, y no puedo evitar sonreír con nostalgia. ¡Qué bella sorpresa me entregaba el destino al tenerte conmigo en una fecha tan especial! Te acercaste, me hablaste y pasamos unos minutos de lo más fenomenal. Ingenuamente, trato de imaginar un mañana similar, pero es en vano… Te conozco… Ya no me vas a voltear a mirar. Debí haberlo sabido, me ibas a dejar.”

My 420 pipe today was Brandywine’s first after a good cleaning.

BoJack Horseman

Ojalá la gente entendiera que la baja autoestima no es solo cuestión de apariencia física... Que también es sentirse insuficiente, inútil o remplazable.