¿Hacia dónde?

A mis 27 años, me encuentro directamente en la crisis existencial de no saber tomar decisiones. Hay muchas cosas que he aprendido en el camino, ya no soy una veinteañera principiante. Sin embargo, sigo teniendo dudas, inseguridades, miedos que no soy capaz de quitarme de encima. Hay días en los que parece que tengo el mundo resuelto, mi camino escrito y que sé hacia dónde me dirijo. Pero, hay días, como hoy, que no tengo ni un céntimo de seguridad sobre qué decisiones tomar. Siento como mi estómago se retuerce y la opresión en mi pecho es constante.

Estoy en la encrucijada de entender que es lo mejor para mí y que es lo que quiero para mí. No es la primera vez que me sucede, pero antes solía poner los problemas debajo de la alfombra, y esperar a que la tormenta se detuviera. En ese momento, me daba cuenta que estaba agrandando las sensaciones de peligro que me causaba no darle resolución a las cosas, pero como no había echo nada, me quedé siempre con los problemas sin resolver. Esta vez no quiero que sea así. Quiero superar la ansiedad, estar orgullosa de las decisiones que voy a tomar y aunque al final, el resultado no sea el esperado, saber que fue mi decisión.  Por ende, expongo mis dudas en este texto para poder visualizar los caminos que se presentan ante mí.

Por una parte, hay un camino que le llamaremos, el "oasis". La idea de realizarlo me hace muy feliz y me brinda paz y armonía con solo pensarlo. Este camino no es marcado por ningún tipo de expectativa hacía mí. Es un camino donde busco mis objetivos, mi pasión, mi amor por la vida. Hay personas que me imagino acompañándome, hay gente que imagino en ese camino, pero si no pueden acompañarme, estará bien y yo estaré bien. El problema del "oasis" es que no es el convencional, no es el camino que se espera de mí, el camino que se me ha impuesto. No cumple con las expectativas, ni los tiempos de otras personas que suelen tener mucho impacto en mi vida actualmente. Si yo decido seguir este camino, crearé una ruptura en la armonía de otras personas, en lo que esperan que yo haga. Y justo, el miedo de perder todo, me ha detenido. El miedo de fracasar y no ser apoyada me hace quedarme aquí.

Lo cual me hace exponer el camino que actualmente sigo, lo llamaremos el "matador". Me temo que debo admitir que me he encaminado mucho más para acá. Es el sencillo, el seguro, el que no me exige y me permite caer en caos sin consecuencias. Sin embargo, no me hace feliz, propicia mis malas costumbres, la parte de mi ser que no quiere echarle ganas, que quiere solo estar. Y eso es cómodo. Repito, solo cómodo. La parte mi ser que quiere vivir y quiere absorber todo lo que esta vida tiene que ofrecer está gritando y sufriendo por no poder ser.

Ahora que lo escribo puedo ver claramente hacía se enfoca mi corazón y alma, sin embargo, decirlo y hacerlo son dos cosas muy diferentes. Me encuentro haciendo lo que entristece a mi corazón. ¿Qué dolor, no? ¿Será posible posible cambiar este patrón y enfocarme hacía dónde me llama el alma? Muy claramente, veo que esto es un tema importante que dictará mi vida. Lo tomaré con calma, de mí para mí. De mí hacía el mundo.

  fufis

Blaze

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