Sí

No te saco de mi corazón ni razón, y duele porque no mereces tener un lugar en mí. Quiero ser egoísta, decirte adiós sin tener que mentirme, sin sufrir por tu desamor, pero el órgano más terco e irracional que conozco es ese pequeño trozo de músculo que mantiene vivo a mi cuerpo y que le da alas a mi mente. No, no te deja ir porque es un insensato, vive de esperanzas y se aferra al anhelo de tenerte de frente y expresarte lo que siente. Mi razón no se esfuerza, escasamente le manifiesta al corazón que sufre, pero su fuerza le anula cada lucha por dejarte atrás. Qué testarudo, cruel y embustero, las últimas tres palabras son para ti, porque mi corazón lleno de esperanza algún día entenderá y te soltará, pero el tuyo no sabe lo que es amar. Está muerto en medio de cada latido.

Adriana Vidal

Con vos aprendí que amar genera la más grande alegría y la peor de las agonías.

Adriana Vidal

Hace un tiempo dejé de ser la misma, intento ser comprensiva, cuidar cada acción para no destrozar a un corazón, hablar con prudencia, gritar fuerte cuando hay algo que no me gusta porque sé que está mal, cantar a todo pulmón porque así lo quiero, soñar, viajar, escribir.

Adriana Vidal

Yo te escribí la canción más bonita del mundo pero no te importó.

Adriana Vidal

Pedirle a alguien que amas que se vaya de tu vida porque te está haciendo daño, es muy de valientes.

Adriana Vidal

Muchas veces te abrazaba el alma mientras mi corazón se rompía poco a poco porque no era recíproco. Sé que te fallé una y muchas más veces, y supongo que por eso he soportado cada rastro del poco amor que hacia mí demuestras. Lo siento, quería limpiar mis lágrimas pidiéndote perdón cuando la causa de ellas eras tú. No es justo con ninguno, no sé qué pretendías teniéndome a tu lado sin poderme amar, sin intentar por lo menos hacerme sonreír y sin lograr hacerme sentir tranquila con tu compañía. No sé qué pretendí al esperar de ti algo que hace mucho tiempo dejó de existir. Con esto he aprendido que lo más imposible de revivir es el amor, tal vez tu amor por mí no murió, pero agoniza y eso es peor. Te pido que me perdones una vez más y es que mi amor por ti hoy dejó de latir; intentó salvarse pero tú fuiste aquel empujón que lo echó a lo profundo del mar cuando te pedía piedad porque nunca aprendió a nadar.

Adriana Vidal

Sabes que estás demasiado mal cuando ya no puedes forzar una sonrisa.

Ojalá pudiera comprender cada parte de ti y de ese modo nunca romperte. He intentado darte lo mejor de mí, aunque no sea lo mejor, ya que en el amor lo bueno es tan relativo; yo quisiera rosas, viajes, besos y salidas en las noches juntos, mientras tú quieres otras cosas, ir por ahí sin mí, amarme pero estar sin mí, hablarme pero no extrañarme, quererme pero sin que duela, sé que no te duele y me alegra, pero a mí sí, me duelen y mucho. Me siento egoísta al pedirte cosas que no se deben pedir, pero me siento aún más egoísta conmigo por no permitirme ser feliz sin ti.

¿Cómo es que puedes estar feliz sin mí? Mira cómo me has dejado el corazón, ojalá tuviera la misma valentía que tú cuando me dejaste sin siquiera decir adiós. No dejo de llorar, me tomo del cabello como si fuera mi culpa. Ahora creo que duele más cuando uno es quien hizo todo por amor y aún así lo dejaron. Eres un cobarde, te di mi corazón, mi cuerpo, mi tiempo. Te enseñé mi alma, mis gustos y tormentos.  ¿Cómo te puedo botar de mi vida si ya estás lejos? No te olvido, y me duele el extrañarte y recordar todas las cosas bonitas que hiciste por mí cuando debería odiarte e intentar continuar con mi vida. Ojalá te arrepientas un día y decidas volver. Ojalá yo te olvide pronto para poder decirte que no te quiero más. 

Adriana Vidal

Eso de escribir con el corazón roto no cura la herida, la abre más, deja que salga todo y quedes sin nada.

Adriana Vidal

¿En qué momento dejaste de soñar conmigo? Joder, te amaba, te amaba como un niño ama a su papá. Te deseaba como un hambriento al anhelo de comer algo y prontamente. Fuiste un egoísta, te fuiste en el momento en que te dije cuánto quería tenerte y por tanto tiempo. Lloré como nunca, pensé que me ahogaría en mis lágrimas, pensé que mis noches serían mil veces la misma; llorando, recordando y lamentando tu partida. ¿A dónde te fuiste?, ¿sos feliz?, ¿pensás en mí? No tuviste que decirme que me amabas si cuando llegaste no abriste y desempacaste tu maleta al anunciar tu llegada. Ahora, tengo claro que solo querías observar el panorama y continuar. Solo fui una parada. Espero que no seas como aquel viajero que recuerda que en aquella estación olvidó el mapa del camino al lado de una vela encendida, y que al regresar, se encuentra con la estación en llamas.

Adriana Vidal

Mis dedos, al igual que mis ojos, son la muestra de todo mi sufrimiento. Mis ojos, por las lágrimas, y mis dedos por estas ganas de escribir lo mucho que me duele que no estés. No es que me faltes, es que aún te siento.

Supongo que esto debía pasar. La vida a veces nos muestra tantas veces el camino que debemos seguir, pero fui tan terca al creer que ese camino eras tú.