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labitacoradelhombresolitario · 3 years

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El arrastre

La tarde se arrastraba como se arrastran a veces las tardes. Los hippies tenían en inglés un término para el fenómeno: drag, que significaba precisamente arrastre. «Esto es un arrastre», decían, para las situaciones de martirio lento de la abulia y el fastidio cotidianos. Una especie de versión de andar por casa, en cierto modo, de la angustia vital de Roquentin en La Nausée. Sensación que Dalí había atrapado genialmente, fuera o no esa su intención, en el cuadro aquel de los relojes fundidos como crêpes demasiado hechas sobre un fondo de ensueño vuelto del revés y convertido en pedestre pesadilla lenta (o sea: pesadilla sorda, sin aspavientos ni alharacas).

Era la del seis de agosto. A la tarde nos estamos refiriendo. Todo en el barrio y la ciudad estaba en relativa calma. Esa mañana había habido motosierras, y escándalos varios, porque eso formaba parte de la banda sonora de Madrid; y dos o tres plantas más arriba, seguían de vez en cuando los retumbos de alguna de las perpetuas obras de rigor, marca y sello de fábrica de la psicopatología autóctona más quintaesencial y representativa (la enfermedad se denominaba, en definición de cuño propio que Hugo más de una vez había pensado que debería remitir a los responsables de la edición española del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, «síndrome de El Escorial»). En este momento, sin embargo, reinaba más o menos la paz.

Hugo estaba sentado en su estudio, leyendo a ratos a Eça de Queirós (Una campaña alegre, recopilación de artículos satíricos publicados en la revista lisboeta As farpas en la década de 1870, traducidos con jovial fruición al español por Wenceslao Fernández Flórez en los años 40 del siglo que había quedado atrás); pero la lectura, aun siendo por momentos divertida y refrescante, se le hacía un poco ardua, y entonces cerraba con cuidado el vetusto ejemplar del libro y lo dejaba encima de la mesa, entre los teléfonos, el cenicero, el reloj de bolsillo y los papeles, y se reclinaba de nuevo en su butacón italiano, estirando las largas piernas, alzando en el aire los brazos para hacer con ellos idéntica operación, y emitiendo un bostezo que al principio parecía tener aspiraciones de fisiológica relevancia, pero se quedaba luego en desangelada y mustia mueca carente de verdadera convicción.

Esa misma mañana le había entrado al poeta un texto para traducir: un espinoso galimatías farmacológico, de siete mil quinientas palabras en su versión original, con el que debería ponerse lo antes posible, porque la prisa, en el mes de agosto incluso, era la exigencia que marcaba a fuego todas las labores alimenticias del profesional autónomo de la letra impresa, y tener traducciones pendientes era como tener eternos deberes por hacer: su angustioso reclamo se instalaba cual lloro de criatura hambrienta en la conciencia, y los berridos de la faena inconclusa no cesaban un momento hasta que se les diera su ansiado biberón. Eso, como todo progenitor sabía (por seguir con el ejemplo puericultor), podía desquiciarlo a uno, y dejarlo hecho un fusible carbonizado entre las ruinas de su devastado sistema nervioso; pero Hugo tenía ya decenios de experiencia en la materia, y soportaba las tensiones del apremio interior y exterior con ánimo variablemente impasible y sereno (salvados los ocasionales estallidos de frustrada desesperación, que tras provocar inútiles tormentas en imposibles vasos de agua no tardaban demasiado en amainar ). En esta ocasión, había decidido aparcar hasta el día siguiente el texto que haciendo ya mohines y pucheros le aguardaba, y concederse asueto durante el resto de la jornada; por la mañana madrugaría, como el valiente guerrero que era, y antes de ponerse con el trabajo alimenticio sacaría también tiempo, muy de madrugada, para ponerse al día con sus autoimpuestas obligaciones creativas.

Dejando en la mesa al buen Queirós, se puso unos calcetines limpios, se calzó, tomó su ligera chaqueta de verano, su nuevo panamá —espléndido sombrero de ala ancha y distinguida toquilla marrón, regalo de su hija—, su bolsa para el hombro de elegante color verde oliva, y se echó a la calle calándose las gafas de sol, después de descender en el montacargas los seis pisos que le separaban de tierra firme y navegar, sin toparse con ser humano alguno, el espacio en calma chicha de la desierta portería del edificio.

Ya en la vía pública, Hugo cruzó la avenida de la Ilustración y se dio un pausado garbeo por los alrededores. A pesar de las fechas que corrían, había numerosos viandantes en la calle: hombres y mujeres mayores; jóvenes ataviadas con vestimenta deportiva, yendo o viniendo de sus sesiones de ejercicio adelgazante y hermoseador; parejas de edad intermedia, con y sin niños; alguna damisela no deportista, con perrito faldero acompañante; y pandillas de chavales subidos de vatios que se encaminaban con boyante y alegre paso de viernes por la tarde hacia la cercana boca del metro. El panorama podría ser mejor, pero podría ser también infinitamente peor; sentado tras su corto paseo en la terraza de la cafetería de barrio que hacía esquina en la glorieta de la Reales Academias, en cuyo centro se erguían los enormes arcos metálicos que constituían una de las señas de identidad del vecindario, Hugo pidió un café con leche y un vaso de agua —¡sin hielo, por favor!— y se dejó acariciar por las caprichosas ráfagas de aire que templaban el vespertino rigor canicular. «Cuando la vida te pese —pensó—, cuando el baudelaireano fardo del tiempo amenace con doblegarte las espaldas, y todo sea un arrastre y un drag, sal y mira, querido Wolfe. Instálate en la magia del momento y contempla. No verás nada del otro mundo, pero ahí precisamente está el quid: el aquí y el ahora son cosas de este mundo, y solo en este mundo están. Ninguno de nosotros se dirige a parte alguna. Eso es posible que los otros no lo sepan, o se empeñen tal vez en olvidarlo. ¡Pero lo sabes tú! Todo se encamina hacia su ocaso, como en ese poema titulado “Ocio” dijo Gabriel Ferrater; y no es preciso hacer nada especial para asistir en el proceso. Lo único que es preciso hacer es navegar.»

ROGER WOLFE · 7 de agosto de 2021

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Madrid, 6 de agosto de 2021

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dxffxdxl · 6 years

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Estoy harto de tanta mentira. Y de jugarme la vida por este Ministerio… ¡Me importa una mierda la tablet que pintó Dalí! Hemos salvado la vida del Empecinado cuando luego se lo iba a cargar el rey igual… Lorca es un tío de puta madre pero no puedo evitar que le asesinen… Como no puedo evitar que mi esposa muera.

Julián Martínez

La historia de este país es como un chiste malo [4/?]

#julián martínez #emdt #el ministerio del tiempo #*mine #*mb #*la historia de este pais es como un chiste malo

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versosrotosjessicagonzalez · 5 years

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Un día, te sentaste fuera, en el cordón de la vereda, bajo la luz de la luna, te llevaste mis lágrimas en un vaso de whisky con dos cubos de hielo y te pusiste a conversar con mis demonios y fantasmas, hiciste que cada uno de ellos se enamorara de ti, que no te tuvieran miedo ni desprecio, los fuiste conquistando poco a poco. Los miraste a los ojos y les dijiste cosas que necesitaban oír, les diste tu tiempo y atención, y ellos, por primera vez en mucho tiempo, dejaron de estar a la defensiva... y empezaron a hablar en otro idioma, y a decir cosas bonitas... se volvieron nobles desde el centro de su alma, hasta ti. Yo ya me había salvado muchas veces a mí misma, pero esta vez, cuando llegaste, yo estaba cansada, tenía miedo de volver a sufrir otra vez, era una ermitaña en la montaña, escapando de la gente y los dolores que estas suelen provocar cuando quieres más de la cuenta, era como esa tarde gris y triste que siempre se repite cuando tienes atragantada una pena en la garganta, yo fui el tango más triste de Gardel. Pero un día avisté el cielo, y vi el fenómeno más hermoso que hacía que las letras se ordenaran solas dentro mí, como haciendo fila para ser salvadas, era un pedido de auxilio... el cometa Halley se queda corto al lado tuyo, mi cielo. Desde ese día mi reloj se detuvo, y ya no sé en que año o día vivo, cuando pienso en ti el mundo deja de tener sentido, como si estuviera en una pintura de Dalí, todo lo que no suma se me cae de las manos y de los pensamientos y contigo me siento arte, tu sonrisa sabe curarme el alma, mi vida. . . .- Jessica Gonzalez - . . .Etiqueta si crees que alguien debería leerlo, comparte en tus hisotrias, comparte 🙌🏻✒📖 ayudas a que nuestras letras lleguen lejos 🤗😍 . . . #citasdeamor #librodereflexion #leoycomparto #poesias #micropoesia #letrasenversos #acciónpoética #escribir #amorleer #poema #nochedepoemas #accionpoeticacolombia #libros #librosrecomendados #librodepoesias #microrrelato #poetasinstagram #escritordeinstagram #poesiadelalma #uncafeparaescribir #tectospoeticos #accionpoeticafrases #poemasescritos #jessicagonzalez (en Ciudad De Minas, Lavalleja, Uruguay) https://www.instagram.com/p/BybR3Y0lPGB/?igshid=crsqgy2j40oe

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bitacoraha2 · 5 years

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Surrealismo

Son of Man (1964) - René Magritte

Es un movimiento artístico y literario que surgió en París en 1924 con la publicación del “manifiesto surrealista” de André bretón. Buscaba trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo irracional.

Los surrealistas persiguen la verdad mediante escrituras automáticas donde se omiten las correcciones racionales. Los escritos surrealistas se basan en la utilización de imágenes para la expresión de emociones. Los artistas plásticos trabajaban temas muy relacionados con los sueños o el subconsciente.

Los elefantes - Salvados Dalí

Los artistas de este movimiento utilizaban recursos para sus piezas que iban desde la animación de lo inanimados, aislamiento de fragmentos anatómicos o elementos de incongruencia.

Cuando se tomaba temáticas sexuales, se trataban de forma impúdica al igual que se evocaba a las religiones y las mezclas místicas del subconsciente. Los títulos de las piezas eran largos, equívocos y misteriosos.

Las obras nacen del automatismo puro, es decir, cualquier forma de expresión, fuera del control de la mente; plasman la realidad mas profunda del ser humano, el subconsciente y el mundo de los sueños. El pensamiento oculto y prohibido es una fuerte fuente de inspiración.4

La Reconnaissance Infinie - René Magritte

#surrealism #salvador dalí #magritte #arte

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vieirosdekakania · 7 years

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CANDO CLARENORE QUIXO VER O MUNDO

“Non deixaremos de explorar / E o final da nosa exploración / Será chegar ao sitio desde onde partimos / E coñecer o lugar por vez primeira...”

(T.S. Eliot, ‘Little Gidding’, Catro Cuartetos).

O cámara sueco Carl –Axel Söderström lembraría así no seu diario aqueles momentos drámaticos dun 13 de Agosto de 1928 nos Andes peruanos, errando entre a poeira e o abandono absoluto, sen auga nin destino, ás portas dun deserto último, o da alucinación e a morte: "Chorabamos como cativos. Os nosos zapatos estaban desfeitos polas pedras. Cada paso queimaba como lume. Por momentos, arrastrabamonos, agatuñando. A escuma saianos pola boca, crendo ver auga por todas partes – unha ilusión dos nosos ollos infectados…" Ao seu lado, termando del, cunha vontade impasíbel como un vimbio e unha ollada sen fenda algunha para o desalento, ía unha moza alemá, pequena e afoutada, incansábel… Chamábase Clärenore Stinnes e non estaba disposta a capitular: tivera un soño e estaba decidida a rematar de ver o mundo.

(Clärenore Stinnes, 1901, Mülheim an der Ruhr - 1990, Suecia)

Pasaron moitos anos xa desde aquela peregrinaxe aloucada e xenial. Os seus protagonistas sobreviviran a unha nova proba de fogo: despois de percorrer case cincuenta quilómetros a pé e de beber mesmo a auga de refrixeración do auto para non esmorecer de vez, atoparon unha “Hacienda”. Söderstrom ardía coa febre e Cläremore velou a súa doenza dándolle té feito con follas de coca para que se recuperase. Un grupo de vinte indios peruanos remolcaron o auto no que viaxaban. O corazón fora máis forte que o naufraxio e aquela odisea podía proseguir.

A ollada percorre agora os mapas, as páxinas alouradas dos cadernos de bitácora, esas fotografías de cores queimadas polo tempo onde ficaron estampados rostros exultantes, esgotados, paisaxes remotas, ceos máis alá dos mares…Apenas quedan beiras xa no mundo que o fascinio poida alcanzar, libres de pegadas repetidas; apenas hai nomes xa de bosques, lagos ou cidades que se escoiten por vez primeira como nun conxuro. Europa ardeu na súa entraña e a inocencia da vida semella que se perdeu co devalo das decepcións.

(Carl-Axel Söderström, 1893, Korsnäs - 1976, Nyköping)

Todo comezara un 27 de maio de 1927 en Frankfurt. A moza Clärenore Stinnes, filla do poderoso empresario Hugo Stinnes – o “barón do Ruhr” - non se resignaba a unha vida abastada e de fastío, decorativa, nin a un matrimonio arranxado como desexara a súa nai. As carreiras de coches e o afán da viaxe, da partida, eran a súa paixón, desde sempre. Nacera en 1901 en Mühlheim an der Ruhr e, aos trece anos, argallaba xa na mecánica dos autos e o sabía todo sobre eles.

Herr Stinnes morre de súpeto en 1924 e Clärenore, afastada de calquera decisión sobre o imperio industrial deixado polo pai (a nai deixa as empresas en mans dos fillos maiores) marcha para Berlín e, sen o apoio familiar, inicia a súa vida como corredora profesional de autos. Ese mesmo ano de 1924, co nome de “Fräulein Lehmann”, gaña o “Grande Premio de Moscova”, sendo a única muller que participaba nela. Ata o 1927, ano da grande viaxe, aquela moza bulideira (“pequeneira e riquiña”, calificáraa a prensa da época con certa displicencia…) que fumaba sen pausa, gustaba de levar gravata e de rir á vontade, gañaría ata un total de dezasete carreiras de autos.

(Foto familiar cunha Clärenore Stinnes nena - situada no medio da foto a soster nos brazos un irmanciño - , xunto aos seus pais e irmáns).

Pero as estradas e os circuitos eran pouca cousa para aquela moza e ela idea, pois, algo que antes ninguén fixera: dar a volta ao mundo en auto. Cando un reporteiro do xornal vienés “Die Stunde” lle preguntou por que quería emprender esa viaxe, ela contestou simplemente, coa sinxeleza do alento mozo e a firmeza dos que acreditan na aventura e nos soños: “Por Deus, quero coñecer o mundo por min mesma, iso é todo!”.

Nas fotos que esa ollada, agora moi cansa, contempla e naqueles vellos fragmentos das imaxes gravadas por Söderström durante aquela travesía polo mundo adiante, repousa o testemuño do que sería unha das viaxes máis incribles e arriscadas do século XX. Cruzaron o lago Baikal a case 53 graos baixo cero e coñeceron tamén a bafarada infernal de Persia a máis de 50 graos de calor devoradora. Na travesía de China a Mongolia padeceron o incesante bater das treboadas de area, tal que avispeiros enlouquecidos. No deserto do Gobi tiveron que evitar a ameaza espreitante das caravanas dos señores da guerra; e nos Andes houbo que abrirse paso botando man de cargas de dinamita…

Había en todo aquilo algo da épica das viaxes iniciáticas dos antigos, da ladaíña interior dos derviches - danzando entre o delirio e a éxtase – Era unha ollada sobre a vida e sobre o mundo como a daquelas outras que alentaran antes expedicións a tumba aberta (Marco Polo, Alexander von Humboldt, Isabella Bird, Sir Richard Burton, Amelia Earhart…). Co signo das aventuras máis heroicas.

(Clärenore refrescándose nunha pausa dun treito da viaxe a través do deserto)

E chegou esa data do 27 de maio de 1927…Clärenore Stinnes non tivera a aprobación nin o soporte económico da súa familia. Os 100.000 marcos que precisaba para a súa aventura obtívoos de varias grandes empresas: “Bosch”, “Continental” e “Aral”. A marca “Adler” fornécelle o auto, un “Standard 6” de tres marchas e 50 cabalos. Con esa viatura modesta, que apenas foi modificada no seu interior para poder durmir nela, aquela moza estaba decidida a ser a primeira persoa na historia en circundar o mundo en auto.

Escollou como único acompañante o cámara Carl-Axel Söderström quen, en propias palabras dela, lle inspiraba confianza pola súa orixe sueca - máis axeitada, segundo ela, para sobrelevar as continxencias dos diversos climas e paisaxes… – e porque era un home casado. Ían con eles dous mecánicos. Na equipaxe, 6 armas de fogo, 2800 cargas de munición e 128 ovos cocidos como reserva de víveres (e mais un par de traxes de noite para Cläremore). Máis nada.

Partiron de Frankfurt cara ao leste. No segundo día de viaxe, sofren xa o primeiro picado dunha roda; en Praga o embrague do “Adler 6” deixa de funcionar. En Belgrado anota Söderström no seu diario: „Daríao todo por estar de novo en casa…”. En Moscova, un dos mecánicos, Hans Grunow, ten que abandonar por mor dunha apendicite. No entanto, proseguen e cruzan os Balcáns coa vista posta en Siberia. Na cidade rusa de Irkurst deben agardar dúas semanas a que o lago Baikal vire xeado para que lles sirva de paso. Mentres o cruzan, senten como o xelo crepita e se quebra ao seu paso e mesmo presencian como un carro xunto co seu cabalo se afunde naquelas augas glaciares. O perigo é enorme, mais Cläremore non se arreda e acelera a fondo. Atinxiron a outra beira, están salvados e ela embebédase a conciencia con vodka e viño da Madeira…

Os viaxeiros deben encarar as estepas xélidas, os lameiros sen fin, as sombras arfantes de lobos esfameados, os ataques con coitelo de rusos bébedos e imprevisibles. Ademais, en Novosibirsk o segundo dos mecánicos, Viktor Heidtlinger, capitula... Agora soamente están eles dous. Mais a confianza entre Clärenore e Carl-Axel acrecéntase na superación destas barreiras e, con ela, vaise sementando devagar o seu amor futuro.

(Imaxe da parte posterior do "Adler 6")

(Clärenore Stinnes e Carl-Axel Söderström)

(Imaxe do auto de Clärenore - á esquerda da foto - cruzando a estepa siberiana)

O cineasta alemán Friedrich Wilhelm Murnau, que coñeceu Cläremore Sinnes, diría dela que era “a intérprete ideal de A doncela de Orleáns”, aquel drama de Schiller que honra e sublima a figura de Xoana de Arco. As palabras que se poden ler no diario de Söderström en verdade proxectan sobre a moza esa mesma aura de férrea afouteza: “A Srta. Stinnes ten que estar feita de aceiro, vendo como o soporta todo sen se queixar…”

Polo deserto do Gobi, o relato da aventura cobra unha dimensión dramática. Os “Honghuzi” - “os barba-vermella”, unha sorte de señores da guerra chineses (fatos de ladróns espallados entre o Sudeste de Siberia e o o Norte de Manchuria), están á espreita por toda parte. Os nosos viaxeiros deben loitar con desespero contras as chamas que envolven agora o auto e, logo disto, aínda deberán arranxar un dos amortecedores quebrados para poder fuxir dalí canto antes. Sobre ese episodio escribiría Cläremore: “Traballabamos de xeito enfebrecido, máis co martelo do que coa paciencia. As nosas mans estaban esfoladas polas feridas e ensanguentadas. A présa foi a nosa salvación porque das cuíñas xurdían xa os seguintes Honghuzi. Saltamos ao auto, acendimos os motores e así foi como fuximos dos nosos perseguidores...”

O 28 de abril de 1928 chegan á costa do Xapón. Levaban xa case un ano de travesía por medio mundo…Desde aí, e viaxando en barco ata Hawai e logo ata os EEUU, proseguen ata Lima. A viaxe por terra continúa ata Buenos Aires, a onde chegan un 12 de decembro dese mesmo ano. Regresan por barco aos EEUU facendo escala en Panamá a finais de febreiro de 1929 e, desde a California, aínda botarán case tres meses cruzando de costa a costa todo o país. No seu imaxinario errante, dalgún xeito, están descubrindo outravolta o continente americano, que renace ao seu paso como nunha nova fundación.

A súa viaxe épica xa non pasa desapercibida: os reporteiros e os fotógrafos non lles dan acougo, o propio presidente, John Edgard Hoover, recíbeos na Casa Branca. Henry Ford convídaos a visitar a súa fábricas en Detroit…E desde o porto de Nova Iorque regresan á vella Europa, con destino en Le Havre, un 7 de xuño de 1929. Esa travesía atlántica é a derradeira estación de paso daquela aventura única.

En Le Havre, haberá aínda un episodio decisivo e moi agridoce en todo este relato: Söderström xa non ama máis a súa muller, que esperaba por el con debezo no porto francés. A súa compañeira de fatigas e amenceres a través de 23 países é quen lle late agora e para o resto da súa vida nos pulsos e nos beizos… O soño de Clärenore remata, realizado, o 24 dese mesmo mes de xuño do 1929, ao chegaren os viaxeiros ao seu destino derradeiro, Berlín. O contador do auto marcaba a cifra de 46.758 Km, percorridos ao longo de máis de dous anos de travesía.

(Repostando en California)

(Fin da viaxe, 24.06.29, Berlin)

Fóra, cae paseniñamente a neve sobre os campos do sur da Suecia e sobre unha granxa... Clärenore viviu nesa granxa durante sesenta anos. Retirouse alí logo de Carl-Axel se divorciar da súa muller en 1930 e de casar con ela. Terían tres fillos e pasarían alí xuntos o resto da súa vida.

As mans fechan os álbumes, os cadernos, os secreteres que agochan as lembranzas, as cartas, as imaxes gastas, toda a paixón dormente daquel tempo polos vieiros do mundo por onde Clärenore e o seu cámara descubriron as outras faces da orbe e esa esteira fráxil que conduce ao amor certo. Xa nunca máis se botarán a andar polos camiños da terra. En 1976 falecería Carl-Axel; tres anos despois do seu pasamento Clärenore atopou os catro cadernos que o seu home escribira ao longo daquela viaxe. O soño de Clärenore foi cumprido e, como unha estrela fugaz, irrepetible, xa non regresaría.

....................................................

(A seguir, adxuntamos un vídeo que se corresponde cun fragmento do material fílmico da viaxe, editado en 1931 por Clärenore Stinnes e Carl-Axel Söderström baixo o título "Im Auto durch zwei Welten" - "En auto a través de dous mundos")

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#Clärenore Stinnes #Carl-Axel Söderström #Hugo Stinnes #Friedrich Wilhelm Murnau #John Edgard Hoover #Henry Ford

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charlie-sh33n · 6 years

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A história a seguir é real e vou tentar ser mais fiel o possível ao que foi dito, até porquê serviu de lição para mim

Tenho aprendido com as minhas atitudes, e com meus erros! Fazer o que eu fiz, não foi legal, se estou arrependido? Eu Não me arrependo de ter ficado com ela, pois meu ego se encheu de orgulho por ter lembrado, eu só me arrependo de ter esquecido dela, agora eu lembro, mas agora já é tarde

Acho que tudo isso aconteceu por que eu tinha acertando um belo de um soco na cara do marido dela, pois teve um dia que ela chegou com o olho roxo no serviço

Vocês não tem ideia de como ela é linda, UAL! Que morena, sem palavras, ouve alguma coisa, atração, química, seja o que for aconteceu.

Quando isso acontece é raro mas de certa forma parece que o poder da situação está nas minhas mãos! Pena que nos conhecemos numa época que não foi boa para mim, eu era dependente químico!

Eu fiquei com ela no segundo dia de trabalho! E olha que eu trabalhei pôr menos de uma semana. Mas o motivo de ter ido embora não tem nada haver com ela. Mas depois de ter ficado com ela, eu fiz a coisa mais escrota que se pode fazer, claro, depois que fomos pego em flagrante no banheiro pelo "responsável" presente. Depois que fomos pegos ela foi para a sala dela e eu fui para o meu setor, mas aí foi a minha falha, minha maneira de agir era fazer e guardar para mim, sempre foi assim, mas ouve a época que não foi (aquela frase " O sigilo garante o replay" é verídico, funciona de verdade, é sério!). Eu não deveria ter comentado nada, com ninguém, o que aconteceu naquele banheiro não deveria ter saído dalí, mas como qualquer outro muleque idiota eu comentei com um outro colega de serviço, vocês acreditam que o filho de uma mãe espalhou para empresa toda, manchando a imagem dela tudo isso por culpa minha, e ainda deixei a ela com uma imagem ruim na empresa.

Eu fui embora e ainda levando o número de telefone dela, mas por causa do meu vício, passaram - se os meses logo eu já havia me esquecido dela(porquê ela era casada), e mesmo com o número de telefone dela eu não mandei mensagem.

O contato dela continuou salvo no meu celular por meses, até que chegou o dia que mandei mensagem por "acidente", mas quando isso aconteceu eu já não me lembrava dela, muito menos de ter salvado o número dela. Ela retornou minha mensagem mas nossa conversa não foi muito agradável(para nós dois), pois eu fui um completo otário, fui arrogante eu queria culpa - lá por ter um nome familiar, alguns meses antes de mandar a mensagem para ela, eu tive um pequeno caso com uma outra pessoa e ambas tinham o mesmo nome. E por causa da outra mulher ter o mesmo nome eu fui estúpido com ela.

E agora você me pergunta, o que tem haver toda essa história? Essa história aconteceu a mais de 2 anos e a menos de 3 meses voltei a trabalhar nessa mesma empresa. Mas eu voltei sem me lembrar de nada, nem de ninguém e muito menos dela. E agora que eu lembro não consigo olhar para ela da mesma maneira, ou ela me odeia ou têm nojo de mim.

O olhar dela, ainda é de reprovação eu não a culpo, ela não é a única que me olha assim, mas tudo ao seu tempo.

Aguá mole pedra dura, tanto bate até que fura.

Dessa vez a música tem sentido com contexto

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howthehowdidigethere · 7 years

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Pierrot tocant la guitarra by Salvado Dalí

// Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, Spain // photo credit (dash) b august

#august2017

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hauntedbystorytelling · 3 years

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Willy Rizzo :: Salvador Dalí seen throught magnifiers, 1950s. | src Artcurial

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#1950s #eye #lens #magnifier #portraiture #portraying #salvadoe dalí #salvador dali #seen through #willy rizzo

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ebthblog · 7 years

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Artist Profile: Salvador Dalí

Although you might be most familiar with him as the artist behind the infamous "melting clocks" painting, Salvador Dalí's prolific work goes far beyond what you might think you know.

From his early years as the child of a lawyer in a small Spanish town to his later years spent unable to paint and confined to a wheelchair, the history of this inspiring artist offers fascinating insight into his incredible work.

The Early Years

Born in 1904 to parents Salvado Dalí y Cusi and Felipa Domenech Ferres, Salvador Felipe Jacinto Dalí y Domenech spent his early years in the small town of Figueres, Spain. His father was a lawyer and notary who took a very firm hand when it came to disciplining his children — the young artist, an older brother who died of gastroenteritis, and a younger sister, Anna Maria. Dalí's artistic talent emerged at a young age, and his parents sent him to drawing school in 1916.

By 1919, he held his first public exhibition, and he enrolled in Madrid's Academia de Bellas Artes de San Fernando in 1922. He was an eccentric student who was suspended in 1923 and later arrested and jailed for supporting the Separatist movement. Although Dalí returned to the school in 1926, he was shortly expelled for declaring that none of the faculty members were skilled or competent enough to conduct his final exams.

An Eccentric Artist Is Born

During his schooling, Dalí studied everything from classical painters like Raphael and Diego Velazquez to metaphysics and Cubism. From 1926 to 1929, he traveled back and forth to Paris, where he hobnobbed with influential artists Joan Miro, Rene Magritte, and Pablo Picasso. As he developed his own style throughout his early years — one that had most of his peers viewing him as eccentric from a young age — he combined the styles of Cubism, Impressionism, and Futurism, ultimately leading to his foray into Surrealism in 1929.

Part of what made Dalí's style so innovative was his ability to combine classical technique with the creation of unreal dream states, essentially bringing his subconscious thoughts to life on the canvas. As his notoriety grew, Dalí became a central figure of the Surrealist movement, from which he was later expelled for his refusal to stand against Spanish militant Francisco Franco.

Dalí's Final Years

Dalí continued painting until 1980, when a motor disorder left him unable to hold a paintbrush. Two years later, his wife Gala died, and Dalí fell into a depression that spurred his move to the couple's castle in Pubol, Spain. In 1984, he suffered severe burns in a fire and was ultimately confined to a wheelchair. On January 23, 1989, the famed artist died of heart failure.

Dalí's Famous Works

Throughout his years, Salvador Dalí completed many paintings, a few films, and even some poems. Five of his most famous paintings include:

The Persistence of Memory

The Accommodations of Desire

The Dream Caused by the Flight of a Bee Around a Pomegranate a Second Before Awakening

The Basket of Bread

Apparatus and Hand

Did You Know?

To say Salvador Dalí was eccentric may be putting it mildly. This intriguing artist thrived on creating controversy, making money, and garnering attention around the world. To get to know the man and the artist better, consider the following tidbits:

Some people sneeringly nicknamed him "Avida Dollars"- an anagram of his name - in reference to his love of money.

In 1955, he filled a Rolls Royce Phantom II with cauliflower before road tripping to Paris. He later explained that "everything ends up in the cauliflower."

Dalí is a published cookbook writer! He wrote "Les Diners de Gala," dubbed by many as an erotic cookbook.

Some of Dalí's famous friends included David Bowie, John Lennon, Pablo Picasso, Elvis Presley, and Sigmund Freud.

No ordinary pets for him —Dalí's chosen pet was an ocelot he named Babou.

Discover your next masterpiece at Everything But The House. Our online art auctions offer rare pieces from across history and around the globe.

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