Triunfo contundente ante adversidad homicida, por méritos propios
Soy más sensible que muchas personas. El rechazo nos duele a todos los seres humanos, pero en mi caso el sufrimiento que ello provoca es muy intenso, provoca mucho sufrimiento, desesperanza y detona el deseo de dejar de existir, si bien, no se ha presentado una ideación suicida y mucho menos un plan, no ha habido ninguna letalidad.
Este evento doloroso debe ser una oportunidad para mí, una oportunidad para idear un mecanismo para evitar que siga sucediendo esto.
El rechazo de otras personas (que frecuentemente manifiestan como indiferencia) no debe hacerme sentir tan mal; o tal vez debería decir, no debe hacerme sentir mal en lo más absoluto.
He internalizado ideas que llevaba en mente y al releer la obra de Erich Fromm, en específico El miedo a la libertad (que originalmente se tituló Escape de la libertad) he cobrado conciencia de que soy un hombre poco común —en un sentido positivo— y eso se debe en gran medida a que nunca fui proclive a hacer lo que hacen otras personas para buscar integrarme a grupos (de diversos tamaños) de corderos y así evitar la soledad. Asumí mi individualidad y ello dio lugar a soledad y aislamiento, algo muy doloroso pero parte del precio que hay que pagar para conocerse a sí mismo y ser libre.
Nunca busqué la adaptación, término problemático porque la mayor parte del tiempo se convierte en sinónimo de autodeformación / automutilación. La persona que no asume su individualidad para integrarse a bolitas de pendejos (de ambos géneros), se provoca un daño terrible a sí misma y se coloca en una senda de autodestrucción.
También me he percatado de que soy la clase de individuo que evita asumir conductas cobardes ante la vida. Como he mencionado antes, llegué muy defectuoso al mundo; algo muy frecuente en partos múltiples, llegué acompañado por una hermana gemela que nació cinco minutos después de mí, hace casi 60 años. No veo con un ojo (el izquierdo), cuento con visión periférica de un 35 por ciento en ese ojo y no puedo enfocar, lo cual equivale (en buena medida) a vivir con un solo ojo. Ello dificulta situar objetos en tercera dimensión, más aún en movimiento.
Presenté desde la temprana infancia problemas muy severos de coordinación y motricidad que comencé a enfrentar siendo un niño de unos 10 años de edad, sometiéndome a sesiones de salto de cuerda que se hicieron más frecuentes con el paso de los años y llegaron a ser cotidianas.
A los 16 años de edad vi por televisión unos juegos olímpicos y ello me inspiró a convertirme en un deportista. Me inicié en la carrera pedestre, que practiqué durante unos 10 años y me vi obligado a abandonar por lesiones en tendones de Aquiles (por correr sobre superficies duras) y entonces se dio una transición (natural) al ciclismo de ruta.
Desde mi temprana infancia se hizo evidente un cociente intelectual alto (si bien no lo que se conoce como inteligencia superior) y un talento para todo aquello que tuviera que ver con lectura / escritura. Pero en todo lo que tenía que ver con números, mi desempeño era deplorable porque aprender parecía difícil en extremo, prácticamente imposible. Mis padres no asumieron su responsabilidad (atender el asunto, tal vez contratar un maestro particular para que me ayudara a aprender) y en lugar de ello, usaron esa deficiencia mía para elevar los niveles de violencia que perpetraban contra su único hijo varón.
En la etapa anterior a mi ingreso a la universidad, decidí que optar por una licenciatura de las que no llevan matemáticas equivaldría a mostrarme cobarde ante las dificultades que la vida me había deparado. Me matriculé en una licenciatura en ingeniería, donde mi desempeño fue al principio de deplorable a catastrófico, pero comencé a convertirme en un autodidacta para aprender matemáticas, física y materias de ingeniería, lo cual conseguí y pese a que no terminé mis estudios, el beneficio de haber realizado esos esfuerzos resultó de enorme importancia.
Lo arriba mencionado es algo que en psicología se conoce como mecanismo de defensa —que la mayor parte de las veces no son algo positivo porque involucran un tremendo gasto de energía psíquica— pero ese mecanismo de defensa del que yo hice uso (sin tener conciencia de ello) sí es positivo, se conoce como compensación. Eso es una muestra contundente e inequívoca de que no soy un cobarde, como tantísimos hombres que optan por licenciaturas sin números (Derecho, Medicina, Comunicación, Periodismo, Filosofía y letras, etc.,) y no son capaces de hacer ninguna operación aritmética —por sencilla que sea— sin el uso de una calculadora, y no podrían calcular el área o el volumen de una figura o un cuerpo regular y ello da lugar a un conflicto interior que provoca un sufrimiento que es necesario anestesiar, frecuentemente mediante el abuso de sustancias y otros comportamientos destructivos.
A 50 días de cumplir 60 años de edad, mi aspecto es el de un hombre delgado, razonablemente fuerte, físicamente apto.. La apariencia de una persona dice mucho sobre ella, y en mi caso refleja esa postura valiente que comencé a adoptar en mi infancia, intensifiqué en mi adolescencia y mantuve durante mi juventud y durante los años que siguieron, pese a la violencia perpetrada por mis padres; personas terriblemente destructivas. Mi apariencia refleja también mi amor a la vida, biofilia, algo que en mi caso no es un slogan, palabras vacías carentes de significado en una época en que predomina lo contrario, la necrofilia, amor a la muerte, destructividad ubicua.
Esa violencia que dominó mi vida (a la que muchos no habrían sobrevivido) y mi capacidad para fortalecerme, no limitarme a sobrevivir, hace de mí un hombre poco común.
Por ello, debo dejar de sufrir por la indiferencia o el desprecio de otras personas. No vivo en un concurso de popularidad, no soy tan idiota como para orientar mi vida al consumo, tan idiota como para pensar que comprar un automóvil de alta gama o una camioneta pick up que no necesito, o tantos artículos innecesarios que inundan los mercados va a resolver mis problemas, elevar mi valor como ser humano. No confundo el tener con el ser, rememorando una vez más a Erich Fromm, un hombre al que yo tengo en un pedestal.
Después de tanta violencia perpetrada en mi contra por muchas personas, en muchos entornos, he comenzado a cobrar conciencia de que la mayor parte de la población en buena parte del mundo vive a la deriva (independientemente de su situación económica, los recursos materiales con que pueda contar) y yo que he sido etiquetado y estigmatizado como enfermo mental, cuento con una calidad de vida muy superior a la de millones de pendejos que optaron por convertirse en consumidores, evitaron convertirse en ciudadanos. Viven sin conexión con otros ciudadanos (aunque convivan con ellos, frecuentemente en reuniones donde se intoxican mediante el abuso de sustancias e incurren en todo tipo de conductas destructivas), sumidos en una ansiedad, angustia y desesperación que convierte sus vidas en una pesadilla de la que no pueden despertar y se dirigen a una catástrofe sin poder detenerse.
Soy más fuerte que muchos, no merezco el desprecio de nadie y no debe afectarme más la indiferencia —violencia pasiva— de gente que sí es despreciable.
Seguiré con mi vida, habiéndose elevado la calidad de la misma. Hoy me percato de que soy un triunfador; no sé si eso es un ejemplo de epifanía, pero procuraré no olvidar ese descubrimiento, llevarlo en mi psiquis, internalizarlo.
Ha llegado el momento de sanar
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Mecanismos de defensa
Los mecanismos de defensa son un conjunto de procesos psicológicos que tienen la función de regular la forma en la que los contenidos del inconsciente se manifiestan en la consciencia de las personas y en su conducta.
Estos mecanismos son las estrategias que, el “yo” maneja para satisfacer los impulsos del “ello” basados en el principio del placer, sin ofender al “superyo”, regido por su carácter moral. De esta forma se defiende de pensamientos o emociones que podrían generarle determinados trastornos (ansiedad, depresión, etc.).
En definitiva, los mecanismos de defensa se encargan de mantener el equilibrio psicológico para hacer frente a la angustia o ansiedad que provocan determinadas situaciones. Son mecanismos para filtrar el contenido inconsciente que nos resultaría demasiado perturbador si aflorara a la consciencia.
Se consideran absolutamente normales y naturales en la actividad psíquica del ser humano, y están presentes en todas las personas, aunque pueden resultar patológicos si se produce un abuso de ellos o se manifiestan con excesiva rigidez.
ℜ𝔬𝔰𝔞 🖤
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Alguna vez te has preguntado: ¿Qué puedan ver los demás, que tu no puedas ver en ti? Oh ¿Que vi yo en ti? Si tu respuesta es no me importa. Te felicito, por que aun que tu no sepas que tan maravillosa puedes ser para los que te observamos, lo valiente y bonita que te has visto peleando tus propias batallas y que bonito se ve ese sello que le pones a la vida cuando sonríes Gina. Y aunque el mundo sea inmenso, tu estas con las personas que te aman y no tiene que ser muchas, solo tienen que ser ellos estando contigo. Me gusta tu malgenio, porque no es un berrinche es tu ser mostrándose, eres tú expresándote y sé, que en ese corazón envuelto en un mecanismo de defensa esta una persona maravillosa, la cual cumplió un año más en un mundo terrenal en el que le esperan grandes cosas. Se feliz siempre, se afortunada y ama como nunca, Las Ginas como tu son escasas y bonitas. Feliz vuelta al sol hermosa.
- Borrador Ilustrado 🌻 (Gin)
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Hace poco leí un post hablando de cómo la relación de q!roier es abusiva con Pepito y como no se debía dejar pasar como "experiencia latinoamericana" o por qué con Bobby también se trataban a putazos, y si bien estoy de acuerdo siento que es pasar muy por encima si queremos analizar el personaje.
Primero, y quiero dejar esto claro de inmediato, si este fuera un caso real créanme que sería de las personas que se unen a la caza de brujas contra un pendejo que trata a su hijo así, especialmente porque tuve mi propia probada de la "experiencia latinoamericana". Pero aquí hay algo que debo mencionar cuando se bromea y es que, al menos en mi caso, uno de mis mecanismos de defensa principales es "mis traumas mis chistes" ¿Minimizaria la experiencia de otra persona? Claro que no. Pero acá a lo que quería llegar es que son personajes ficticios. Si a alguien le llega a gatillar algo como esto está completamente bien que lo evite o algo así, cada uno lidia con estas cosas a su forma.
Ahora ya internándome a lo que que es analizar a q!roier en si es que quiero dejar algo claro. Es mi personaje favorito, mi pov principal y todo eso, pero si hay algo que nunca diré es que es un cubito inocente o que no está mentalmente jodido. Siempre me he sentido más atraída por personajes así, que son tan jodidos, con tantas capas, que sabes perfectamente que está hecho de una forma moralmente mala pero muy humana. Un personaje que es 100% bueno o 100% malo se me hace tedioso y aburrido, así como también suelo ignorar a los personajes que hacen cosas jodidas pero se hacen los santos después.
Como leí en twitter, creo, si algo hay que aplaudirle a roier es que su personaje está hecho con mucha simplicidad pero de muy buena forma, tiene muchos matices en detalles pequeños pero aún así puede llegar a ser entretenido para la gente si ignora el lore y solo se concentra en esto como otro stream más.
En cuanto a lo relacionado a pepito, si, la forma en que ha actuado está jodida, no lo voy a negar. Pero eso es por que el personaje está muy jodido.
No esperaba más huevitos la verdad, pero no puedo decir que me sorprenda el cómo actúa q!roier.
Me explico, una de las comparaciones que se hace es con cómo crío a Bobby.
Si, era similar pero en esencia también distinto. Había menos diferencia de poder ya que era más un va y viene entre ambos, el cubito perdía menos la paciencia y no se iba directamente a la "chancla" por así resumirlo.
Pero, y aquí está lo que yo considero se ignora, es que si bien en ese momento q!roier estaba en su modo emo vengador y sospechosos de la existencia del huevito estaba muchísimo menos jodido mentalmente de lo que está ahora.
¿Eso quiere decir que tenemos que verlo como un santo? Para nada, pero va de acuerdo en el momento del personaje y por las experiencias que ha tenido que pasar, en un sentido narrativo es el camino más lógico.
También él nunca ha sido de los papás sobreprotectores de la isla, cuando empezaron los ataques le inculcó bien a Bobby el "vivir con miedo no es vivir" y lo pudo aplicar de forma correcta.
Ahora (y especialmente después del purgatorio) que lo aplique de forma incorrecta y que proceda con violencia es esperable. Tuvo que luchar hasta matar contra las personas con las que tiene lazos más estrechos (q!cellbit, q!jaiden y q!foolish) y roier dejó clarísimo que eso afectó a su personaje con el cambio de skin. No sabe si alguna vez podrá compartir nuevamente con leo y richas, de hecho incluso sospecha que los que están en el egg hospital no sean lo que los demás creen, y para coronar la tormenta de mierda que fueron los últimos meses para el personaje no sabe si su esposo está muerto o no.
Y ya tuvo una mala experiencia teniendo esperanzas (con Bobby) . Así que ahora verse en una situación similar (teniendo esperanzas de que le devuelvan a esta persona importante para él) pero sin querer verse nuevamente desilusionado, y a parte tener que cuidar de un huevito frágil que depende completamente de él, hace que actúe de formas erráticas que ya se podían ver antes pero bien atenuadas por el optimismo al que se aferraba y el apoyo de sus seres queridos.
Pobre Pepito si, llegaba unos tres meses antes y su experiencia hubiese sido radicalmente diferente, con amor sano y sin los issues con los que quedará en la situación actual. Podemos teorizar por qué ahora pero en cosas concretas solo nos queda esperar a que los admins sigan cocinando lore.
En resumen q!roier no es un santo, él no se presenta como un santo, y quienes lo defendemos sabemos (al menos en mi caso) que es un personaje jodido y ahora está más hundido que nunca. Pero como dicen por ahí lo sigo en sus aciertos y errores, y de paso disfruto mucho analizarlo por qué es de mis mejores pasatiempos con estos personajes moralmente ambiguos que amo.
Podría seguir por mucho más analizando al cubito, sus relaciones y sus experiencias, pero prefiero dejarlo aquí.
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