El lobo nunca come cadáveres *de animales, ni personas; y solo mata para comer. Pasa toda su vida con una pareja, no se aparea con su madre o hermana; Es un animal monógamo, no engaña.
Si un compañero muere, el lobo se queda solo;
Conoce bien a sus crías: es el único animal
que ayuda a sus padres después de una vejez profunda y les lleva comida. Cuando matas a un lobo, te mira a los ojos hasta que su alma se agota; Es un 25% más inteligente que el perro, y es el único animal que no obedece al entrenamiento, dicen...
*A veces lo malo de la película no es cómo lo retratan.
1731- Es algo hermoso esto de la autosatisfacción, la falta de preocupaciones, estos días llevaderos, a ras de tierra, en los que no se atreven a gritar ni el dolor ni el placer, donde todo no hace sino susurrar y andar de puntillas. Ahora bien, conmigo se da el caso, por desgracia, de que yo no soporto con facilidad precisamente esta semisatisfacción, que al poco tiempo me resulta intolerablemente odiosa y repugnante, y tengo que refugiarme desesperado en otras temperaturas, a ser posible, por la senda de los placeres y también por necesidad por el camino de los dolores. Cuando he estado una temporada sin placer y sin dolor y he respirado la tibia e insípida soportabilidad de los llamados días buenos, entonces se llena mi alma infantil de un sentimiento tan doloroso y de miseria, que al dormecino dios de la semisatisfacción le tiraría a la cara satisfecha la mohosa lira de la gratitud, y más me gusta sentir dentro de mí arder un dolor verdadero y endemoniado que esta confortable temperatura de estufa.
«La mañana significaba para él una mala parte del día, lo espantaba y jamás le trajo nada placentero. Nunca estuvo totalmente alegre en una mañana cualquiera de su vida, jamás hizo algo bueno en las horas que quedan antes del mediodía, nunca tuvo buenas ocurrencias ni pudo darse alegría en esas horas a él mismo ni a los otros. Solamente con el curso de la tarde se iba entonando y animando, y solamente casi al llegar la noche se le veía, en sus buenos días, fecundo, dinámico y en ocasiones fogoso y feliz»
De un lado para otro corrí por las calles, en miserable estado. Naturalmente, había sido necio por mi parte manchar a la buena gente el adorno de su salón, era necio y grosero, pero yo no podía y no pude hacer de ninguna manera otra cosa, ya no podía soportar esta vida dócil, de fingimiento y corrección. Y ya por lo visto tampoco podía aguantar la soledad, ya que la compañía de mi mismo se me había vuelto tan indeciblemente odiada y me producía tal asco, ya que en el vacío de mi infierno me ahogaba dando vueltas, ¿qué salida podía haber todavía? No había ninguna. ¡Oh, padre y madre míos! ¡Oh, fuego sagrado lejano de mi juventud, oh vosotros, miles de alegrías, de trabajos y afanes de mi vida! Nada de todo ello me quedaba, ni siquiera arrepentimiento, sólo asco y dolor. Nunca como en esta hora me parecía que me había hecho tanto daño el mero tener que vivir.
"Esto le sucedía de igual manera al lobo estepario. Habitualmente era muy desdichado, eso no puede negarse, y también podía hacer miserables a otros, en particular si los amaba y ellos a él. Dado que quienes le tomaban afecto, no veían nunca en él más que uno de los dos lados. Algunos lo querían como hombre distinguido, talentoso y excepcional y se quedaban decepcionados cuando de repente descubrían en él al lobo. Y esto era irremisible, pues Harry quería, como toda criatura, ser amado en su totalidad y no podía, por lo mismo, primordialmente ante ellos cuyo afecto le importaba mucho, ocultar al lobo y rechazarlo. Pero igualmente había otros que justamente amaban en él al lobo, particularmente a lo natural, bestial, ingobernable, peligroso y violento, y a éstos, a su vez, les producía una asombrosa desilusión y tristeza que espontáneamente el feroz y malvado lobo fuera también un hombre que tuviera dentro de sí afanes de generosidad y de ternura y quisiera asimismo escuchar a Mozart, leer versos y tener ideales de humanidad..."
“Porque yo soy como tú. Porque estoy precisamente tan sola como tú y como tú no puedo amar ni tomar en serio a la vida ni a las personas ni a mi misma. Siempre hay alguna de esas personas que pide a la vida lo más elevado y a quien no puede satisfacer la insulsez y rudeza del ambiente"
La soledad es independencia, algo que yo había deseado y que había conseguido al cabo de largos años. Era fría, es cierto, pero también era tranquila, maravillosamente tranquila y grande, como el tranquilo espacio frío en que se mueven las estrellas.
1730- Y cuando un hombre está muy triste, no porque tenga dolor de muelas o haya perdido dinero, sino porque alguna vez por un momento se da cuenta de cómo es todo, cómo es la vida entera y está justamente triste, entonces se parece siempre un poco a un animal; entonces tiene un aspecto de tristeza, pero es más justo y más hermoso que nunca.