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#la casa antonio montero esta mejor igual
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cazawonke · 4 years
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Protagonistas en Valdelobillos, José y Jesús Torres, Gonzalo Palomo, César Dotu y Paco Largo.
CRÓNICA
‘Valdelobillos’ es de las fincas más monteras que conozco, además tiene para mí muchos vínculos personales.
La gestiona un ingeniero de montes sobresaliente, mucho más que un amigo, Paco Largo, también enfatizo años ha con la propiedad, Ismael Bahón y su yerno César Dotu, y por si faltaba algo, desde hace un tiempo he entablado amistad con el arrendatario de la caza y con su familia, Gonzalo Palomo, Gonzalo Palomo Servicios Cinegéticos.
Monte, buen monte, rañas, pedrizas, cuerdas, sopiés, arroyos –abundantes–, barrancos… y cortaderos, muchos cortaderos.
Fotografía hecha el pasado 5 de septiembre por Gonzalo Palomo en la raña de ‘Valdelobillos’.
Venados y ciervas, cochinos, corzos, y muflones de relativo nuevo cuño, alguna liebre o la brava y escasa perdiz, torcaces sí que hay.
Destacar, en cuanto a las especies protegidas, la población de buitres negros, que incluso anidan en la finca.
Aromas de montería por los cuatro costados, aromas de Historia también, el castillo de Prim está dentro de ‘Valdelobillos’.
Paco Largo señalando un puesto, es un maestro colocando las posturas.
La mancha de ‘La Hondonada’ es uno de los ojeos del coto, coto cercado perimetralmente, por lo que las estrategias del monteo son prácticamente las mismas que en abierto.
Y lo bonito de esta mancha, y de todas en ‘Valdelobillos’, es que no hay un puesto malo, todos tienen posibilidades de tirar y están muy bien colocados, con seguridad y a la distancia justa.
Todos los puestos en cortadero, excepto el ‘Barranco de la Hondonada’, con opciones de tirar de testero.
Aquí cruje el monte y la emoción es muy intensa, sobre todo si la res o el cochino viene apretado de los perros. Aunque no se crean, a mí quizá me pone aún más nervioso el que entra zorreado, barruntando… sinónimo de resabiado: click, chas, click, clack…
In memóriam Valdelobillos
Voy a ser sincero, no tenía intención de hacer crónica en esta ocasión, no por nada, ya conté el excelente funcionamiento de Gonzalo Palomo Servicios Cinegéticos en Preciosa montería en ‘Candilejo’ con la familia Palomo Aranda, y esta vez justo la mitad de los cazadores éramos de nuestra peña de siempre, Monteros del Alto Sorbe (MAS).
MAS, de esta manera, rendía homenaje a los amigos que ya no están y que tanto echamos de menos, Carlos Fernández, Julio Tiemblo y Pepe Cea.
Los tres montearon no pocas veces en ‘Valdelobillos’, y este es el pequeño homenaje que les rendimos en la temporada, echar un día o dos de montería juntos.
Pero personalmente, y creo que a nivel de grupo exactamente igual, es algo íntimo que guardo para mí.
Esta vez, además, estrenábamos chaleco naranja fosforescente de MAS y que nos había preparado precisamente Paco.
Habrá pocas cosas que varíen tanto como la moda montera, ¿se acuerdan del loden o de las ‘austríacas’?
Y dado que la mitad de la mancha la ocuparían los monteros de Gonzalo, ¿por qué no hacer crónica entonces?
Me ciño, por tanto, a lo cinegético, dejando lo emocional para el fuero interno.
Vamos pues ya a montear.
Antecedentes Valdelobillos
Como ya he contado, justo 21 monteros serían de Gonzalo y familia y los otros 21 de MAS, ya que al final se colocaron 42 posturas.
Paco y Gonzalo repartieron la mancha de la forma más equitativa posible, los de Gonzalo al oeste (‘Alcuza’ o traviesa de ‘El Alemán’) y los MAS al este (‘Cuerda de las Corzas’ o ‘Pata Negra’). Aunque por el plano pudiera parecer que los puntos cardinales están al revés.
Antonio Machuca, padre e hijo, Roberto Sistac y Juan Miguel Aparicio.
Los de Gonzalo Palomo Servicios Cinegéticos sortearon por la mañana en la casa de la finca, mientras que nuestra peña lo hizo con anterioridad para solo tener que subir a cerrar tras el desayuno y ganar así tiempo.
Desayuno –y almuerzo– excelente del catering de los Salones León de Abenójar.
Se podían tirar cochinos y muflones sin cupo, mientras quien quisiera tirar algún venado lo podía hacer a un precio módico.
José Luis Cañete el día que fuimos los postores de MAS a revisar los puestos.
Una gozada cuando cazamos entre nosotros es que los socios hacemos las veces de postores, se piden voluntarios para tal quehacer, con la suerte que esta vez fuimos los voluntarios justos para colocar las armadas de MAS.
De tal guisa que este cronista colocaría del 1 al 5 de ‘Pata Negra’ y yo me pondría en el 4 de la ‘Cuerda de las Corzas’.
Como teníamos mucho recorrido, fuimos la primera armada en salir.
¡Guirigay!
Los cierres llegamos al unísono y entonces llegó el momento de colocar las traviesas.
Tranquilidad una vez montada la mancha, el monte de ‘La Hondonada’ es fuerte lo que hace que se necesite fuerza de perros para mover a las reses y no digamos nada de los cochinos.
Aunque antes de soltar ya se escuchaban tiros sueltos…
Se soltó: ¡guirigay! Ladras, carreras, tiros… El monte se venía abajo por momentos. ¡¡Montería!!
El monteo iba un poco por arreones, según las rehalas, que trabajaron muy bien, llegaban a nuevas zonas sin montear aún.
Sin embargo, en ‘Pata Negra’ y la ‘Cuerda de las Corzas’, carreras, ladras y emoción, sí, tiros, en la primera ninguno y en la segunda alguno…
Germán Bernués y Roberto Sistac.
Antonio Machuca, postor de la ‘Cuerda de las Corzas’ hasta el 3, cedió a nuestro amigo oscense, Roberto Sistac, que tan bien nos trata en los resaques prepirenaicos de su tierra natal, la puntería del 3, este la aprovechó sin dudar…
Primero le entraron tres venados juntos, se quedó con el más grande, y luego otro suelto de buen porte, también se quedó con él.
También hizo ruido Antonio Gibaja en el 1, un tiro un zorro…
Al cronista, por ejemplo, le cumplieron cuatro ciervas y un zorro en el 4; un zorro como un león de grande –por lo exagerado, yo debería ser un gran cazador– que se escurrió sin que le alcanzara el aviso que le envié, seguramente es el que cazó Antonio Gibaja.
Aunque me quedé bolo, disfruté y eso también es caza y es montería.
Cortadero de ‘Pata Negra’.
Solo cervuno en ‘Pata Negra’
Sin embargo en ‘Pata Negra’, ni un tiro, seguramente es la primera vez que esto sucede en la historia de ‘Valdelobillos’.
Pero todo tiene su explicación, no se volcaron en esta parte de la mancha ni muflones ni cochinos, algo que puede ocurrir perfectamente. El cervuno sí se movió.
Entraron prácticamente a todos los puestos venados y/o ciervas; venados jóvenes de primera o segunda cabeza que no merecía la pena disparar y ciervas que aquí no se podían tirar.
De poderse tirar el cervuno, en ‘Pata Negra’ se habrían cobrado dos o tres venados y cuatro o cinco ciervas sin problema.
Los monteros arropando a José María Guerreo, primero por la derecha agachado, que cobró el mejor cochino.
Recuento final Valdelobillos
Toque de caracolas, rehalas a los camiones.
El recuento final nos habla de una pieza por puesto, se cobraron 11 venados, 24 cochinos, cuatro muflones y tres ciervas, 42 piezas.
Casi todos los venados estaban dentro de la categoría de ‘buenos de montería’.
De los cuatro navajeros cobrados destacó uno, con unas defensas ya para medir, lo cobró José María Guerrero, además de otro cochino y un venado en el 4 de ‘El Alemán’.
A su lado, en el 5, Alfredo Callejo y su hija Ana Gadea cobraron un venado y un cochino.
En el 1 de la misma traviesa Raúl Guzmán hijo, de casta le viene al galgo, se quedó con dos cochinos y un venado, mientras que su padre Raúl dobló dos venados en el 4 del ‘Barranco de la Hondonada’.
Alfredo Callejo fotografió en el puesto a su hija Ana Gadea con el venado que cobró.
Un puesto con ocho jabalíes tirados
El mejor puesto cochinero de la montería fue el 1 de ‘Alcuza’, donde cumplieron 11 guarros, se tiraron ocho y se cobraron cuatro.
El 1 de Alcuza está en el cortadero de en medio.
José Luis Cañete cobró dos cochinos en el 8 de la ‘Cuerda del Corcho’; Germán Bernués, otro de los amigos oscenses, a su lado, en el 7, uno de los mejores venados del día; mientras que José Ignacio Torrejón en el 5 se hizo con una buena cochina.
Lo que es la caza, el puesto 6 de la ‘Cuerda del Corcho’ es seguramente el mejor de esta mancha, pues esta vez no tiró.
Los muflones cumplieron al 2 y 3 de la armada la ‘Cuerda de la Hondonada’, cobrándose uno y un venado en el 2 y dos muflones en el 3.
Jesús y José Torres.
En el 3 de la traviesa de ‘La Hondonada’ se fallaron dos muflones y un cochino; mientras que al lado, en el 2, José Torres y su hijo Jesús cobraron dos guarros.
César Dotu, por su parte, también se quedó con dos cochinos en el 1 de ‘El Buitre’.
Gracias
Quino Romero sufrió un percance, se le estropeó el rifle, algo que pudo comprobar cuando le pasaba un buen muflón por el 1 de la traviesa de ‘El Corcho’, tampoco pudo tirar por esta circunstancia dos cochinos más.
Excelente relación resultados / precio.
Había mucho que comentar al amor del estupendo cocido.
Al salir, ya estaba la caza perfectamente expuesta en el porche habilitado para tal uso.
Tiempo para las fotografías, para la exposición respetuosa del plantel.
Tiempo para dar las gracias y felicitar a Ismael y César, a Gonzalo y familia, y a Paco por ofrecernos la posibilidad de disfrutar de un maravilloso día de caza.
Algunos MAS miraban entonces al cielo. Mirada perdida, ojos llorosos.
Valdelobillos Crónica y fotografías de Adolfo Sanz Rueda
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Gonzalo Palomo Servicios Cinegéticos
Fecha: 8 de febrero de 2020
Finca: Valdelobillos / Mancha: La Hondonada / Finca cerrada
 Término: Retuerta del Bullaque, Ciudad Real
Puestos: 42 / Rehalas: 12
Venados: 11
Jabalíes: 24 (1 posible bronce y 3 navajeros más)
Muflones: 4
Ciervas: 3
CRÓNICA FOTOGRÁFICA
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‘Valdelobillos’, estupenda montería in memóriam CRÓNICA
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cubaverdad · 7 years
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Mujeres rurales: entre el surco y las labores domésticas
Mujeres rurales: entre el surco y las labores domésticas ZUNILDA MATA, Alquízar (Artemisa) | Enero 30, 2017 En Alquízar la tierra colorada lo cubre todo con una capa rojiza. A Gladys Montero ese polvo carmesí se le mete entre las arrugas del rostro. "Vengo del campo profundo", advierte. En Cuba el 21% de las mujeres vive en áreas rurales, se despierta con el canto del gallo y hace su vida al ritmo que marcan las cosechas. Alabada antaño como una "amorosa guajira", dibujada en un entorno bucólico o fotografiada con sus hijos famélicos, la mujer campesina no se parece ya a ninguno de esos estereotipos. Sin embargo, sus peculiaridades apenas se escuchan hoy en medio del bullicio que generan los centros urbanos y los prejuicios machistas. Gladys está cerca de cumplir 70 años y los recuerdos de su infancia los lleva "frescos como una lechuga". De niña ayudó en la finca de sus padres a sembrar "maíz, frijoles y calabaza". Solo terminó octavo grado de la secundaria, aunque detecta con una mirada cuándo un surco fue plantado con dedicación o "para salir del paso". A pesar de que en 2013 más de 142.300 mujeres laboraban en los campos de la Isla, en el imaginario popular esas tareas siguen siendo "cosa de hombres". La fuerza femenina en el sector agrícola representa el 19,2% del total de sus trabajadores y solo un 17,3% de los puestos de dirección en esas áreas están ocupados por ellas. Dentro de las casas el panorama es totalmente diferente. El 56% de las mujeres rurales se dedican a los quehaceres del hogar. Estadísticas del Ministerio de la Agricultura indican que por cada 100 hombres con empleo estable en esas zona, apenas hay 30 mujeres. De joven, Gladys también cortó caña, un trabajo duro que atemoriza incluso a muchos varones. "Parí a mi primer hijo muy jovencita y poco tiempo después llegó el segundo", recuerda. Cuando los niños crecieron, su madre enfermó y la cuidó hasta el final de sus días. La mayoría de sus vecinas y allegadas han pasado por una situación similar. A cientos de kilómetros del poblado de Artemisa, donde habita Gladys, Rosa María lleva también una vida frente al fogón en Florida, Camagüey. "Hay noches que, cuando me acuesto, me duele todo y tengo los pies muy hinchados". Los principales problemas que ambas deben sortear cada día están vinculados a la fuente de energía con la que procesan los alimentos, el suministro de agua, la violencia doméstica y las dificultades económicas. Ninguna tiene un hobby, apenas participan en actividades sociales ni han ido al cine en los últimos diez años. El estudio cualitativo 50 voces y rostros de líderes campesinas cubanas, auspiciado por OXFAM-Canadá y la Junta de Andalucía, reveló que el empoderamiento de la mujer rural está frenado por la sobrecarga de responsabilidades domésticas y de atención a los hijos; la insuficiente preparación técnica y los estereotipos sexistas, entre otros factores. En todo el país, las féminas dedican el 71% de sus horas laborales al trabajo doméstico no remunerado, según una Encuesta del Uso del Tiempo realizada en 2002. Por cada 100 horas de trabajo masculino, ellas ejecutan 120, la mayor parte con actividades simultáneas. Una situación que se agrava en los pueblos y bateyes. La especialista Mavis Álvarez Licea considera que "todavía una mayoría significativa de hombres del campo se comportan con una masculinidad hegemónica bien acentuada". Mientras que las mujeres "siguen sometidas al poder masculino, quizás no en igual grado y condición que sus antecesoras pero, solapada o abiertamente, son reprimidas y discriminadas". El caso de Teresa González es diferente. Desde los 17 años empezó a llevar la contabilidad en la cooperativa de crédito y servicio José Antonio Echevarría en Artemisa. Hoy ocupa la presidencia. "Me pasaba el día sacando cuentas y al principio a los hombres que estaban en el campo les parecía que eso no era trabajo", recuerda. Con el tiempo ha conseguido que todos respeten su labor. En 2008, el Gobierno de Raúl Castro implementó una serie de medidas para reanimar la producción agrícola. Entre ellas se incluyó la entrega de tierras ociosas en usufructo por los Decretos Leyes 259 y 300, pero según cifras del Ministerio de la Agricultura, cuatro años después del inicio del proceso, de las 171.237 personas beneficiadas solo el 9,5% fueron mujeres. Los hombres siguen liderando la propiedad sobre los recursos agrícolas como tierras, agua, insumos y créditos y toman la mayor parte de las decisiones. De ellas, solo 12.102 son propietarias de terrenos, para un 11% del total de poseedores de tierra. Las autoridades cubanas privilegian las cifras que comparan la situación entre hombres y mujeres en cuanto a acceso a la salud, la educación, el empleo y los cargos administrativos. Pero poco se publica sobre las diferencias salariales entre géneros y los contrastes de oportunidades, en especial los vinculados a la ubicación regional. En medio de un surco donde recoge tomates, Marisol cuenta que siempre tiene algo que hacer. "Después de esta viene la recogida de ajo que la pagan mejor" comenta a 14ymedio. Su marido prefiere tenerla "todo el día en la casa sacándole brillo al piso", pero las estrecheces económicas lo han obligado a aceptar que trabaje en la agricultura. A su lado, bajo el inclemente sol, está Mirta, quien cada día al concluir las tareas de recogida y llegar a su modesta vivienda, acarrea el agua desde un canal de regadío cercano para bañarse, lavar la ropa y cocinar. "No tenemos televisor porque la corriente nos llega por una tendedera y el voltaje es muy bajo". No ha podido convencer a sus hijos para que se queden en aquella casa rodeada de sembrados y cochiqueras. El varón decidió seguir en el ejército cuando concluyó su servicio militar y la hija se casó con un hombre que "se la llevó para La Habana". _______ Nota de la Redacción: este reportaje fue hecho gracias al apoyo del Howard G Buffet Fund for Women Journalists de la International Women's Media Foundation . Source: Mujeres rurales: entre el surco y las labores domésticas - http://ift.tt/2jukoqN via Blogger http://ift.tt/2kMAf4Z
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cazawonke · 4 years
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‘Navalasno Viejo’, la guinda del pastel de Sierracaza.
CRÓNICA
‘Navalasno Viejo’ ha sido el punto culminante de una espectacular temporada de Sierracaza.
Pero no de una temporada cualquiera, la 2019-2020 está siendo sobresaliente para la organización iliturgitana en todos los sentidos, más que sobresaliente.
Además había ciertas ganas de revancha por el día terrible, malísimo, que hizo la pasada campaña, y que al fin y al cabo deslució una montería que aun así resultó enorme.
La climatología no iba a ser inconveniente en esta ocasión, soleado y espléndido día otoñal, con la temperatura adecuada para montear.
Referencias sobre ‘Navalasno Viejo’
Me auto cito, por lo que pido disculpas, para ponernos en antecedentes sobre la finca, ya que es repetir lo que ya escribí en la crónica de la 2018-2019:
«[…] Una propiedad que mima el medio, algo que demuestra teniendo un gestor tan competente como Jesús del Cerro.
«Una organización del recorrido, tan laureada y reconocida como los es Sierracaza, no en vano, ¡ya son 42 temporadas ininterrumpidas al pie del cañón!
«Navalasno Viejo es una especie de oasis dentro de un oasis.
«Situada en una zona natural privilegiada, no sólo para las especies cinegéticas: ciervo, jabalí, gamo, muflón, perdiz… también lo es para las especies protegidas, cuyo máximo exponente es el lince.
«Y sí de montería hablamos, sólo les digo las lindes de Navalasno Viejo: Lugar Nuevo, Montealegre-Rosalejo, Castorano, Mingorramos y La Virgen, ¡historia de nuestra montería!
«El caso es que en Navalasno Viejo se gestiona el medio con mimo, y de eso se beneficia sin duda a la caza.
«Fundamental, entre otras cosas, es un tratamiento selvícola adecuado, como se hace en esta finca, eso unido a que es un terreno afable, que diría el maestro Covarsí, ondulado con bastante zona adehesada, hacen que el campo aporte mucha comida, y eso es importantísimo, por mucho que luego se de también un aporte suplementario.
«El coto, por tanto, no puede estar mejor cuidado y gestionado, y cuenta además con una guardería muy competente.»
Sólo ha cambiado una cosa del año pasado a este: ¡que Sierracaza lleva 43 temporadas ininterrumpidas ofreciendo monterías!
Última referencia, en la campaña 2017-2018 Navalasno Viejo fue Caracola de bronce en finca cercada, la pasada estuvo nominada, pero como ya he comentado el día fue terrible…
Calentando motores
Me encuentro muy a gusto Antonio Gómez Cuenca y todo el equipo de Sierracaza, su mujer Teresa Ramírez, sus hijos Antonio y Alberto, Sebastián Heredia, Félix Cachinero, Salvador Marcos…
Además de la amistad que me une a Jesús del Cerro, me encontré con la agradable sorpresa de ver allí a José Marcos… Tertulia más que agradable.
Variado, abundante y rico el desayuno del catering de Monterías Cencerra.
Cuando me quise dar cuenta, mucha charla, dos cafés y varias rosquillas después, Gómez Cuenca estaba sorteando los 23 puestos.
Fue rápido, como rápida fue la salida de las armadas.
Esta salvedad también la hice en la crónica de la temporada pasada, por lo que me vuelvo a retrotraer a ella.
Decía entonces que, a mi entender, la calidad de los venados en de la 2018-2019 no fue mejor que la de 2017-2018 (que no fue muy allá), y añadía: «…con las carencias de no haber tenido una otoñada como sí que la ha habido en 2018, de tal manera de que como llueva en la próxima primavera, ya verán qué cuernas habrá en la 2019-2020».
Lo malo es que «la próxima primavera» –la de 2019– casi no llovió, y reses y cochinos sólo han tenido otoñada.
Resumen, a mi modo de ver, han sido en general tres temporadas seguidas arrastrando una climatología adversa para las cuernas. Y es algo que afecta especialmente a los venados.
Aunque la moderna y buena gestión –como la que se hace en Navalasno Viejo– pueda igualar o mejorar las carencias del campo, da para grandes venados pero sin ese plus que hace que el representativo pase a bronce o el oro a descomunal.
Monteando
Enseguida, nada más acabar el sorteo, Antonio, atento como es, se preocupó por mí.
Sólo con mirarme a la cara, ya sabía mis pretensiones, ir al mismo sitio de la temporada pasada, a la casa antigua de Navalasno.
Desde ese promontorio, cerca de una de las sueltas y sin molestar a ningún puesto, podría seguir a la perfección el devenir de la montería.
Se montearía Colorín y Navalasno, mancha de 900 hectáreas, la más grande de la finca.
Antonio Gómez Cuenca esta vez también hizo de guía.
Acompañé a Antonio a la suelta y este a mí a la casa vieja, desde allí haría las veces de guía de las rehalas, hombre orquesta, al igual que sus hijos o Félix.
A todo esto, ya se estaban escuchando tiros desde hacia mucho tiempo.
Carrera va, tropel viene
Se perdió Antonio camino del guirigay montero, así como las rehalas que soltaron en esta zona.
Lo primero que metieron los perros en la mancha fueron tres venados juntos, uno de los cuales era medalla y que, curiosamente, iba el primero.
Luego el trajín fue incesante, ya que en esta zona, al no haber puestos, y como las reses parece que lo saben, se reorganizan, descansando o tomándose un respiro, chorreados, en pequeños grupos o formando grandes pelotas, que de nuevo se romper al entrar en la mancha.
Incalculable las reses que pude ver, sobre todo cervuno y gamos.
  Curiosamente la pasada temporada no vi en lugar tan querencioso ni un gamo macho, sin embargo esta… pufff.
Entre tanto movimiento era gratificante mirar hacia levante y ver el imponente santuario de la Virgen de la Cabeza.
Ensaladera de tiros, que remitía a medida que se completaban los cupos.
  Destacar, como, lejísimos, a última hora, gamos de magníficas palas al trantán se volvían a meter en la mancha. Curioso, parece que sabían que esos puestos ya habían hecho el cupo. ¿Dónde se habían metido durante toda la montería?
También al final, Sebastián, que remató su quehacer en la casa antigua, me avisó: «¡Mira qué venados, Adolfo!». Creí que era una gran pelota de ciervas, gabatos y venados jóvenes que tenía localizada desde la suelta, pero… Como aparecidos de la nada, se le habían añadido unos venados tremendos, sólo pude fotografiar a uno muy largo de cuernas.
Tampoco tiraron los puestos que estaban al otro lado de la loma por donde volcaron, también debían tener el cupo ya hecho, joroba.
Un detalle que habla muy bien de cómo se cuida la finca y de su calidad: vi muchos varetos, todos muy buenos. Hay madre.
Volvió a aparecer en la lejanía la figura de Antonio Gómez Cuenca. ¿Qué traía a la espalda?
Además de hacer de guía, había aprovechado para practicar una de sus aficiones favoritas, recoger desmogues, ¡y llevaba unos cuantos kilos! ¡Es incansable!
Dos detalles antes de llegar a la junta.
Un agarre a un buen venado, al que no podía acceder, y que enseguida tras mi aviso finiquitaron con presteza los postores.
Y un venado espectacular, sobre todo por el grosor de sus cuernas, que pude fotografiar antes de llegar a la junta de carnes y que, evidentemente, no se cazó.
Magnífico trabajo de las 16 rehalas, como magnífico lo fue también el de los podenqueros, guías, postores, prácticos de sierra, cargueros… todo un equipazo.
Espléndido plantel
Apetecía la bebida fría y la rica y reconstituyente comida, pero son tan buenos y abundantes los aperitivos de Monterías Cencerra que el apetito ya está satisfecho cuando llegan los platos principales, igualmente deliciosos.
Con diligencia se presentaron en la junta de carnes las más de cien piezas cobradas.
De los 34 venados había un mínimo de 14 medallables, quizá ningún oro, quizá… pero con muchos en la raya del bronce, de esos de más de 160 puntos CIC, que, con bonanza climatológica, hubieran sido todos medalla.
Los hermanos Gómez Ramírez, Antonio y Alberto, con Félix Cachinero y algunos de los gamos cobrados. 
No es fácil valorar el trofeo del gamo y más en verde, de los 21 cobrados, las mediciones de taxidermia han dado dos oros, cinco platas y siete bronces.
Muy posiblemente los seis muflones abatidos sean medalla.
Más de 55% de trofeos medallables, que no es mala media con la que ‘no’ está cayendo.
Aún con sol, el plantel estaba expuesto y fotografiable.
Sólo queda felicitar a la propiedad de Navalasno Viejo, a los gestores, la guardería, al resto de personal de la finca… y, cómo no, a todo el equipo fijo y eventual de Sierracaza, con Antonio Gómez Cuenca al frente, por esta montería en particular y por la soberbia temporada que están firmando.
Muchas monterías como Navalasno Viejo, dónde hay que firmar.
Crónica y fotografías: Adolfo Sanz Rueda
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Sierracaza
Fecha: 30 de noviembre de 2019
Finca: Navalasno Viejo / Mancha: Colorín y Navalasno
Finca cerrada / Hectáreas monteadas: 900
Término: Andújar, Jaén
Puestos: 23 / Rehalas: 16
Cupo: 3 machos a elegir entre venado, gamo o muflón, pero como máximo 2 venados y 1 muflón. 2 hembras, ciervas o gamas. Jabalíes sin cupo
Venados: 34 (un mínimo de 14 medallables, 4 platas y 10 bronces)
Jabalíes: 11
Gamos: 21 (un mínimo de 14 medallables, 2 oros, 5 platas, 7 bronces)
Muflones: 6 (los 6 medallables)
Ciervas: 19 / Gamas: 14
GALERÍA FOTOGRÁFICA EN LA JUNTA
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GALERÍA FOTOGRÁFICA EN EL CAMPO
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‘Navalasno Viejo’, la guinda del pastel de Sierracaza CRÓNICA 'Navalasno Viejo' ha sido el punto culminante de una espectacular temporada de Sierracaza.
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cazawonke · 5 years
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«El venado bueno de la collera, seguramente el más grande que vi».
Casa Polo, alcanzó una nota alta, muy alta, pero fíjense que es sólo un ejemplo de las grandes monterías que ofrece Sierracaza.
Hasta el extremo este de Los Pedroches nos trasladamos en esta ocasión con el Volkswagen Amarok V6, para asistir de nuevo con Sierracaza a otra estupenda montería, otra más de nota alta con esta organización.
Se agradecía el receso térmico tras un inicio de campaña montera tan caluroso.
Nubes y claros. Temperatura agradable. Viento escaso sino nulo. Buen día para montear.
Precioso el cortijo de la finca, situado en un lugar estratégico, entre la parte alta del coto, dehesa y tierra afable, y la parte baja, con barrancos, más abrupta y con más monte, incluso algo de pinar.
No estábamos lejos de la localidad de Venta del Charco, pedanía de Cardeña, Córdoba.
Abajo, el río Yeguas, de aguas más bravas de lo que se pudiera pensar, aunque no quizá en esta ocasión por la maldita sequía, despedía a los últimos jirones de nubes –de niebla bajera– que no eran suficientes como para de encapotar el cielo.
Sequía. Por mucho que esta zona haya una especie de micro clima, que normalmente propicia que llueva más que en los alrededores, no ha llovido lo suficiente como para que ese plus extra natural que necesitan las cuernas, sobre todo de los venados, pasen de grado: de grandes a enormes, de plata o oro, de representativo a bronce…
En pleno Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro. Cien por cien montería.
Antonio Gómez Cuenca dando las instrucciones concretas en el sorteo.
Desayuno, sorteo, salida de las armadas y suelta. Todo muy rápido
Cuando llegué a la casa, Antonio Gómez Cuenca, máximo responsable de la organización iliturgitana, ya estaba con su equipo preparando el sorteo. Su mujer, Teresa Ramírez, sus hijos, Antonio y Alberto, Sebastián Heredia… y, cómo no, Salvador Marcos, a los mandos de la fotografía y el vídeo.
Lo primero, tras los saludos de rigor, una alegría: «Vaya montería buena ayer en Las Nieves, Adolfo, con tres grandes venados, enormes, oros muy pasados». (Oro en Las Nieves).
Como siempre, espléndido desayuno del catering de Monterías Cencerra.
Me llevé una alegría enorme al encontrarme con Juan Carranza, que me comentó que va a volver al redil de la organización de monterías en su tierra onubense esta misma temporada. Es un asiduo de esta montería vecera, me refiero a que se caza una temporada sí y otra no, cada dos desmogues. No en vano, en la temporada 2017-2018, Juan se hizo con tres gamos medalla de plata, no es extraño por lo tanto que quiera volver.
Tras las normas de seguridad, y recalcar que el cupo era de tres machos a elegir entre gamos o venados, Antonio sorteó con rapidez los 15 puestos. Cochinos sin cupo.
También fue muy rápida la salida de las armadas.
Antes de las 10 todos los puestos colocados.
Antes de las 11 ya habían soltado las siete rehalas. Rehalas escogidas.
Me fui con Antonio y el Amarok a la suelta, pero no adelantes acontecimientos, cada cosa a su tiempo.
Cadencia de gran montería
Se cazaban 700 hectáreas (ha), que para 15 puestos, salen a más de 45 ha por puesto, por lo que no faltaba el trabajo para rehaleros y perros, sobre todo en la parte más baja y dura antes nombrada.
De vuelta de la suelta, vimos como un montero ya tenía un gamo medalla alta cobrado y saludamos a Carranza y a su compañero, el joven montero Juan Carlos Marchena, tenían un puesto precioso.
Ya se tiraba a modo, rachas encadenadas, descanso, otra racha… quizá faltaba ‘la sal de la montería’, los cochinos, que no dieron la cara, ¡no se cobró ni uno!
Seguramente también influyó la cantidad de reses que había. Algunos grupos muy numerosos que demandaban mucho la atención de los perros hasta que los rompían, si es que se rompían.
Gamos y venados iban cumpliendo y los monteros, poco a poco, intentaban completar su cupo.
Antonio Gómez Cuenca con la emisora, intentaba que las rehalas apretaran donde aún no se habían completado los cupos. Sus hijos, Alberto y Antonio, guiando las manos de las rehalas…
Desde la parte alta
Situado en la parte más alta del coto, les relato, con ligereza, un resumen de lo que este cronista vio.
El más grande de ‘los cinco’.
Primero cinco venados, con uno muy bueno y otro ‘tirable’. Resabiados, se amparaban en una tira donde las encinas se apretaban y más que dehesa aquello era ya monte. Siempre que podía, el grande se situaba en medio. Curioso.
Carreras a ciervas, alguna pelota pequeña, de tres o cuatro, otras sueltas.
Una collera de venados. El escudero, joven, el ‘jefe’, muy bueno, quizás mejor que el grande de los cinco, con mucho grosor. Iban más rápidos que los primeros seguramente porque al grande ya le habían silbado las balas, aunque en la tira también se pararon a barruntar.
Una pelota enorme y heterogénea tomó muchas precauciones al otro lado de la tira de monte. Prácticamente sólo vi patas.
«Irrumpió una pelota de cervuno, con algún venado interesante».
Irrumpió una pelota de cervuno, con algún venado interesante –especialmente tres, con un 12 puntas con mucho grosor y largo– aunque menores que los dos anteriores. Muy difícil, en todo caso, para el montero, al ir siempre al trote ‘cervunero’ –qué horror de palabro me he inventado– y muy arropados entre ciervas y venados jóvenes.
Prácticamente finalizada la montería, apareció un grupo de ocho ciervas, gabatonas, un vareto prometedor y gabatos. ¡Cuántas precauciones! ¡Cómo buscaban lo más sucio para estar protegidos y tranquilos! ¡Qué bonito! Eran las 14:45.
¡Qué bonito!, cuántas precauciones tomaron.
Cuánto se aprende haciendo fotos, mirando y a veces viendo.
Es formidable esto de la caza, del campo, nunca se deja de aprender.
El plantel
Camino de la casa vi un gamo tremendo, oro sin duda, para otra montería quedará.
Como me entretuve en hacer fotos, llegué el último.
Prácticamente todos los monteros contentos, caras de satisfacción.
Comí estupendamente con Juan y Juan Carlos, el 6 de El Cotillo, su puesto, confirmó las expectativas matutinas, completaron el cupo con dos venados (un gran 16 puntas y otro de 11 –sin contraluchaderas– pero largo y grueso) y un gamo, de pala corta pero muy ancha, con muchas puntas, muy bonito y sin ningún defecto. Muy posiblemente los tres medallables.
Las reses llegaron en un pispás.
Las reses se recogieron rapidísimo, antes de las 16:00 ya estaban todas en la junta, 16 venados y 20 gamos.
Varios cupos destacables por su calidad, además del de Juan y Juan Carlos, a su lado, en el 5 de El Cotillo (dos venados y un gamo); el 1 de El Cotillo (tres gamos); el 2 de Las Minillas (dos venados y un gamo); el 2 de Pilaricos (un venado y dos gamos); el 3 de Pilaricos (dos venados y un gamo); el 4 de Pilaricos (un venado y dos gamos)…
Sólo un montero se quedó en blanco, eso sí, falló cuatro gamos.
Calidad. Uno, quizá, puede presumir de pocas cosas, pero sí lo puedo hacer de ser honesto, aunque lamentablemente es algo de lo que nunca se debería presumir. Digo esto porque, aunque soy asesor de la Comisión de Homologación de Caza Mayor de la Comunidad de Madrid y Medidor del SCI, y he medido muchos trofeos de venado y bastantes de gamo, en verde me puedo equivocar. No es fácil.
Calidad (y II). A mi entender había un mínimo de ocho venados medalla, quizá 10, con algunos plata –no creo que ninguno llegara al oro–, y 14 o 15 gamos, con al menos un par de oros.
Pongamonos en el mínimo: 8+14 = 22. Algo más del 60% de los trofeos medallables.
Resumen: nota alta para Casa Polo, para la propiedad y para la organización.
Al cierre de esta edición nos llegaron los resultados de Sardina que monteó una temporada más Sierracaza, prepárense… fue una montería enorme, formidable.
Crónica y fotografías: Adolfo Sanz Rueda
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Sierracaza
Fecha: 20 de octubre de 2019
Finca: Casa Polo  / Finca cerrada / Hectáreas monteadas: 700
Término: Cardeña, Córdoba
Puestos: 15 / Cupo: 3 machos a elegir en venados y gamos / Rehalas: 7
Venados: 16 (un mínimo de 8 medallables)
Gamos: 20 (un mínimo de 14 medallables)
GALERÍA FOTOGRÁFICA EN LA JUNTA
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GALERÍA FOTOGRÁFICA EN EL CAMPO
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MONTEANDO CON EL AMAROK V6 EN CASA POLO
El Amarok V6 como por su casa en la dehesa de Casa Polo, comarca de Los Pedroches, Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro.
La carretera A-420 desde Marmolejo, donde pernocté, a Venta del Charco, es muy virada, sobre todo después de espectacular paso por la presa del embalse del Yeguas (¡actualmente al 24% de su capacidad!).
En ese tramo se puede considerar perfectamente como una carretera de montaña.
El comportamiento del Amarok en esta carretera fue simplemente perfecto, estable, seguro y con un comportamiento en curva excelente.
Muy sencillo el camino desde Venta del Charco al cortijo de Casa Polo.
En la junta, al igual que el sábado en El Pozuelo, llamó la atención, y eso que el repertorio de vehículos de su mismo sector era muy amplio.
Fácil para el Amarok V6. Llegó hasta el último rincón de la mancha sin problema.
Cuando ya estaban todos los monteros colocados, fui con el Amarok V6 tras Antonio a una de las sueltas en la parte más baja de la finca (la más abrupta) y después me desplazaría a la parte alta (la dehesa) a realizar el reportaje.
El Amarok fue sobrado con sus 204 CV de potencia.
Además la tracción permanente 4Motion (que distribuye la fuerza entre los ejes delantero y trasero de forma variable, normalmente, el reparto es del 40/60) y el cambio automático de ocho marchas, hacen que el conductor prácticamente solo se tenga que preocupar de extremar las precauciones en los peores pasos.
No había desniveles laterales, pero sí a veces el carril tenía una pendiente considerable y algún paso estrecho o bacheado. No fueron obstáculos, me tuve que limitar a conducir con la debida prudencia.
Lo dicho, el Amarok V6 va sobrado en estos terrenos, y más tarde, en la zona adehesa, no tenía problema alguno en salir del camino y transitar por campo a través.
Nota también muy alta también para la pick-up.
No deje de probar el pick-up Amarok V6 en el concesionario
M40 CASTELLANA WAGEN
Teléfono: 91 313 64 50
Le sienta bien la dehesa al Amarok.
        ‘Casa Polo’, nota alta para Sierracaza Casa Polo, alcanzó una nota alta, muy alta, pero fíjense que es sólo un ejemplo de las grandes monterías que ofrece Sierracaza.
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cazawonke · 5 years
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CRÓNICA
La finca de La Puente, muy cercana al pantano de Aracena acogía de nuevo a Monteros del Sur, quienes habían dado cita a sus cazadores para organizar una jornada de caza mayor en la mancha de Coquino.
La mañana del primero de febrero del corriente amanecía con una estremecedora lluvia a rachas, que el ‘hombre del tiempo’ había previsto hasta más o menos las once de la mañana. También anunciaba una alerta amarilla por fuertes vientos y lluvias racheadas entre las once y las dieciséis horas, seguida esta racha de una lluvia intensa.
Este era el panorama al que se enfrentaban los cuarenta y tres cazadores que habían decidido acompañar a esta joven organización en esta jornada montera.
Desde las ocho de la mañana comenzaron a llegar los monteros al cortijo de la finca, que los acogía con una buena candela en la chimenea del salón mientras la organización sacaba unas suculentas migas con sus torreznos y huevos, haciendo un poco de tiempo para ver el cariz que tomaba el día.
Sobre las nueve y media, Fernando Dominguez, hijo, llamaba al orden a los asistentes y comentaba el estado de la mancha, las previsiones y les daba a elegir si querían cazar o no. Todos al unísono dijeron:
–¡al campo, cartuchos al cañón!
Habían venido a cazar y sin más dilaciones comenzó el sorteo. Tras tomar nota de todos y cada uno de los componentes de cada armada, y sin prisas por ver si cesaba la lluvia fue poco a poco organizando la salida de los monteros hacia los puestos, colocando a cada cazador con su postor y saliendo ordenadamente hacia el cazadero, que en esta ocasión se encontraba un poco más distante que la otra mancha.
Así, partían La Dehesa, Las Cumbres de Vallebarrero, El Romeral y por último lugar El Acero de La Puente, para quedar cerrada la zona a cazar. Con la salida de las traviesas, el sol lucía en todo lo alto, pero un ‘vientecillo’ del oeste comenzaba a tornarse molesto.
Las rehalas también acompañaban a las traviesas en su trayecto para no perder tiempo, y cuando llegaron a sus posiciones comenzaron a vestirse para cuando el último de los monteros tuviera cargada su arma, abrir portones.
Para entonces ya el viento era un auténtico vendaval, que en ocasiones venía acompañado de lluvia, pero de esa que no cae en vertical, sino que barre de lado debido al aire.
Ya se habían producido un montón de sordos lances, difíciles de escuchar en la distancia, cuando se ordenó a las rehalas soltar los perros.
Poco tardaron en dar con los primeros encames y un buen cochino era fallado en el cuatro del acero de la Puente, otro jabalí intentaba lo mismo por el tres pero fue cobrado. También un venado cobraba el tres del cierre del acero de certero disparo al poco de soltar.
Yo ocupaba el cinco del acero de La Puente, y en ocasiones el viento no permitía estar de pie, azotaba de tal manera que no permitía escuchar nada y te llevaba en volandas. Tuve que prescindir de la gorra porque fui a no corta distancia a recogerla en varias ocasiones, y de esta guisa permanecía durante el transcurso de este día infernal.
Es de elogiar el trabajo de las rehalas Alcaria, la de los Hermanos Campi, la del amigo José Maria Campi, las pirañas de Jose Venancio Pestorejo, las de Isaac Azogil, o las del amigo Isrrael Azogil, también los perros de Samaco, las rehalas Terri, las de Tomás Gómez o Manuel Angel Romero, las rehalas Caena, las de Bermejo Pérez y Javier Averio, también los perros del amigo Colón, las rehalas de Candido Alcalde, las de Felix de Inojales, las de Antonio el Monea, y las del amigo Eugenio, que se dejaron la piel en el monte, orientándose gracias a las emisoras, en un día en el que la caza, se arrutaba y no quería andar, con jabalíes que tras ser levantados volvían a su lugar de encame desorientados y perros que no sabían para donde correr, no escuchaban las ladras unos de los otros y no podían empujar con fuerza las reses.
De esta manera quedó caza, mucha caza en la finca, y la mayoría de los lances fueron a animales que transitaban solos, sin percatarse los monteros de su aproximación, por lo que se propiciaron numerosos fallos, pagándose caro, sobre todo cuando estos se producían en los cierres.
Pasadas las tres y media, se retiraba a los cazadores de sus puestos y se dirigían al cortijo para degustar una buena comida, mientras se recogían las reses.
La lluvia, no tardó en aparecer de nuevo, para perjudicar la labor de sacar los animales, y para deslucir un plantel que podría haber sido mucho mayor.
Aún así, se sacaron un total de veinte venados, con seis de ellos destacables, por encima de la media y quince jabalíes, con dos buenos navajeros entre ellos.
La suerte de esta jornada, fue que muchos de los puestos tenían buenos tiraderos, y no era complicado ver venir los venados, no siendo igual los jabalíes que eran cubiertos por las jaras, así, la inmensa mayoría de los venados se abatieron mejor que los cochinos. El amigo José Ramos conseguía hacerse con tres venados, y el mejor de los cochinos era para nuestro amigo José Antonio.
La fuerte lluvia no permitió que los monteros disfrutasen del plantel como se merece, pero sin embargo, aguantaron en la casa cortijo al amor de la lumbre hasta bien entrada la noche.
Así terminaba un día infernal de montería en una finca onubense donde de haber disfrutado de buen tiempo, el resultado podría haber sido espectacular, aunque es de elogiar la valentía de monteros y organización, por decidir cazar con estas condiciones.
Crónica e imágenes: Carlos Casilda
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Monteros del Sur
Fecha: 1 de febrero de 2019
Finca abierta: La Puente. Mancha: Coquino. Hectáreas monteadas: 1.000
Término: Aracena (Huelva)
Puestos: 43 / Cupo libre / Rehalas: 18
Jabalíes: 15 (2 con buenas defensas)
Venados: 20 (6 destacables)
GALERÍA GRÁFICA
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‘¡Al campo, cartuchos al cañón!’, dijeron los monteros en ‘La Puente’ CRÓNICA La finca de La Puente, muy cercana al pantano de Aracena acogía de nuevo a Monteros del Sur, quienes habían dado cita a sus cazadores para organizar una jornada de caza mayor en la mancha de…
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cazawonke · 6 years
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Me llevé una sorpresa cuando supe que mi amigo Eduardo Martín era el secretario de la nueva junta directiva de la Sociedad de Cazadores de Puebla de Don Rodrigo. Había que aprovechar la ocasión para grabar y hacer la correspondiente crónica de alguna montería del vasto territorio que gestionan, más de 22.000 hectáreas. Además, la temporada pasada una mancha de Puebla alcanzó la Caracola a la mejor montería de sociedades y peñas de cazadores.Curiosamente, mi contacto con Eduardo viene de hace años del mundo del safari, al ser uno de los propietarios de MIA Safaris, organización de reconocido prestigio. Nada más llegar ya nos estaba esperando Eduardo para llevarnos hasta una casa de campo donde ya se encontraban Daniel Casasola, guarda de campo del coto, y Fernando Rubio, asesor cinegético de éste. Aunque el viaje desde Jabardillo no se hizo para nada pesado –aunque tuvimos un pequeño susto, con un guarro enorme que cruzó tan tranquilo la carretera nacional–, Javier Fuentes y este cronista agradecían el crepitar de pancetas, lomos, chorizos y otros manjares en la parrilla. Lo pasamos estupendamente, mientras disfrutamos de la montería desde dentro, de cómo se prepara, en esta ocasión era la mítica Sierra de los Bueyes. Estos señores saben mucho del campo, en general, y de la montería, en particular. Además de disfrutar, aprendimos mucho, y no sólo de caza, por ejemplo, de la riqueza y variedad vegetal y micológica del término, donde sobre todo Fernando y Daniel son unos auténticos expertos. Además de Eduardo, los cargos más representativos de la junta son: Santiago Ruiz, presidente; Carlos Rincón, vicepresidente; y Segundo Martín, tesorero. Para esta temporada se han previsto 12 monterías, con un cupo corrido de 6 venados en las 12, mientras que ciervas sólo se pueden cazar en las manchas de siembra. De las 18 manchas que tiene el coto, todas las temporadas se dejan varias sin montear y un par de ellas no se cazan nunca para que hagan de madre. Antes de comenzar el sorteo saludé efusivamente a mi amigo Atilano Sánchez de Molina, gran cazador almadenense que lleva 27 años cazando en Puebla y prácticamente está afincado en allí, le dio tiempo a enseñarme su casa, con unas vistas maravillosas y donde Atilano ha volcado gran parte de su vida de cazador en forma de trofeos, muchos y buenos. En esta ocasión no vi a Ángel Ramírez Herance, poblancho –este es el gentilicio que he encontrado de Puebla de Don Rodrigo en Wikipedia– de pura cepa, otro gran amigo, buena gente y un cronista montero como pocos, no le avisé aposta, para que pudiera disfrutar del descanso con su familia, porque conociéndole como le conozco se hubiera desvivido y hubiera echado el día conmigo, seguro que se enfadará cuando lea estas líneas. Pero volvamos al monteo. Eduardo, junto a Daniel y a Fernando, hizo las veces de capitán de montería, controlando desde un punto elevado y a través de las emisoras el devenir de los acontecimientos en esta preciosa mancha de más de 800 ha. Encinas, chaparros, jaras y pinares, rastrojos y unos barrancos profundos, muy cerrados y querenciosos. Las 18 rehalas, casi todas de Puebla, bordaron el trabajo. En la localidad hay ni más ni menos que 11 propietarios de rehalas, alguno de los cuales tiene hasta 4. Desde nuestra posición privilegiada veíamos en la lejanía a Javier, que acompañaba en esta ocasión a grabar al puesto al montero José Antonio Martínez, muy majo, seguro en el tiro y dispuesto para que todo saliera bien, tanto que prefirió no tirar un guarro donde le tenía prácticamente ‘muerto’ para que Javier grabara mejor el lance, al final, claro, el cochino se marchó a criar. También les entró, al igual que pudimos ver el día anterior en Jabardillo, una piara de cochinas con rayones, lógicamente José Antonio no tiró. Las rachas de tiros cesaron poco antes del remate de los perros, para animarse de nuevo en el tramo final: “Esos son los tiros sueltos finales que completan el tapete”, comentó Eduardo, tenía razón. De todas las maneras, desde nuestra posición vimos como los monteros dejaron pasar bastantes venados pequeños –y alguno ya majete– sin tirar, lo que demuestra el acierto del cupo de 6, así es como se deja que los venados se hagan al no tirarse normalmente venados de primera e incluso de segunda cabeza. También hubo monteros que prefirieron no tirar a las ciervas. Antes de terminar la montería Eduardo se comunicó con Carnes de Caza Marce, de Guadalupe, para darles una aproximación de las reses cazadas, “cuenta con unas 30, aproximadamente”. Poco se equivocó, porque finalmente fueron 6 venados, 12 cochinos y 14 ciervas. De los 6 venados cobrados, 5 tenían 12 puntas y eran ‘majos de montería’ y más según ha venido el año, tan nefasto climatológicamente hablando. Destacar a monteros como José Luis Gallego, que cobró un navajero y un venado, y Salvador Gutiérrez con un venado muy bonito. Siempre me voy con nostalgia de Puebla, hoy no podía ser menos. Del lema ‘oficioso’ de la localidad, curiosamente lo que menos he hecho es cazar: “Puebla de Don Rodrigo, cazar, pescar y tener amigos”. Pufff, ¡qué días tan felices pescando en el Estrecho de las Hoces! Nota de despedida. El sábado siguiente, 23 de diciembre, en la mancha de La Choza, se cobraron, ni más ni menos, que 30 venados, 31 cochinos y 50 ciervas. Pero eso será historia para otra crónica.
Una crónica de Adolfo Sanz
FICHA DE LA MONTERÍA Organiza: Sociedad de Cazadores de Puebla de Don Rodrigo Fecha: 17-12-2017 Finca: Montes de Puebla de Don Rodrigo Mancha: Sierra de los Bueyes Localidad: Puebla de Don Rodrigo (Ciudad Real) Puestos: 73 Rehalas: 18 Hectáreas monteadas: más de 800 Venados: 6 Jabalíes: 12 Ciervas: 14
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Monteando en la Sierra de los Bueyes con la S. C. de Puebla de Don Rodrigo Me llevé una sorpresa cuando supe que mi amigo Eduardo Martín era el secretario de la nueva junta directiva de la Sociedad de Cazadores de Puebla de Don Rodrigo.
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