Tumgik
#cuidad de la furia
peligrosapop · 3 months
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You’ll let me sleep at sunset, between your legs-Soda Stereo
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sakurangelll · 10 months
Note
Hello My name is Colleen, my pronouns are she/her. If your reading thing is still open are there any messages from my guides/universe?
Thanks so much ♥️❤️
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✫・.・ Personal reading ・.・✫
Hi dear ♡ thank you so much for sending your ask! ♡
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cards -> Four of Wands, The sun, Three of Coups, Ace of Pentacles, Ace of Wands and Page of Wands
I see your guides celebrating and dancing from the spirit world, like “Yeah, she did it!”. You may have completed something that you have been waiting for a long time or you will soon complete a cycle/lesson.
"Look for us in your favorite place" they love when you communicate with them, they like that you ask them for help and that you let yourself be guided by them. Call them, they will always be willing to help you.
They make a lot of reference to birds, one of your spirit guides may be literally a bird or it may be your spirit animal, "have the same spirit as a bird, let yourself be guided as they let themselves be guided" is what I heard.
As I said I see a lot of celebration, your guides are so so proud that you are the person they are guiding. They only want the best for you, they don't want anyone to hurt you. They really like it when you laugh. If there is a group of people you enjoy hanging out with a lot, they tell you that you should spend more time with them.
This is so random but maybe one of your guides really likes the blue-green color.
“You are going to achieve that goal that you want so much if you set your mind to it”. Your guides are very supportive of that idea, have faith that everything will turn out as you want. Follow your dreams and reach them!
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☆ Heartbeat by BTS ☆ En la cuidad de la furia by Soda Stereo ☆ It was a good day by Ice Cube ☆ Steal my girl by One Direction ☆ Up no more by Twice ☆ Mammamia by Maneskin ☆ Sucker by Jonas Brothers ☆ Budget by Megan The Stallion ☆ Energia by Ferraz ☆ Hero by Mariah Carey ☆
Important things of this reading -> a significant bracelet/necklace or amulet, color green, yellow and blue are important, gold, “smile more”, wind, a lot on emphasis on the hair, “the wind blows your hair”, amethyst
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It was a pleasure doing your reading, I hope you enjoy it!
𓏸 ~ Sakura 🧚‍♂️
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CAPITULO 09: LAS SEÑORAS BUENA ONDA, NO SON BUENA ONDA
 Si los dioses no estuvieran ocupados con la pelea que Zeus y Poseidón estaban teniendo, Lerley asegura que ya habría recibido algún rayo o castigo debido a todas las maldiciones que recitaba en griego clásico en voz baja, mientras pateaba pequeñas piedras que se cruzaban en su camino.
Charlotte no se encontraba diferente a su amigo, sentía sus ropas mojada pegarse a su cuerpo y rogaba a los dioses que su PC de Soobin no se encontrara dañada, era edición limitada del nuevo álbum de su grupo favorito. Le costó una cantidad considerable de dinero conseguirla.
Grover temblaba y balaba, con miedo en sus enormes ojos de cabra.
– Tres Benévolas – dijo con inquietud –. Y las tres de golpe.
Aunque Charlotte no estaba del tono sorprendida por el ataque, se notaba que Annabeth tampoco estaba para nada feliz por lo que paso por la manera en la apretaba su mano contra la suya en ocasiones para mantener la calma y jalaba de ella.
– ¡Vamos! Cuanto más lejos lleguemos mejor.
– Nuestro dinero estaba allí dentro – recordó Percy –, con el dinero que debe tener Charlotte no nos alcanza. La comida, la ropa. Todo.
Charlotte cerro los ojos en el momento que Annabeth solo su mano con brusquedad, por el rabadillo de su vista pudo ver la cara enojada y furiosa de la rubia.
– Bueno, a lo mejor si no hubieras decidido participar de la pelea…
– ¿Qué querías que hiciera? ¿Dejar que los mataran?
La pelinegra giro sobre sus talones, se cruzó de brazos para responder: – Nosotros podíamos solos. No necesitábamos tu ayuda.
Percy la miro incrédula, imito su pose cruzándose de brazos, Lerley que estaba al lado solo dio dos pasos hacia atrás quedando al lado de Grover.
– Se está metiendo donde no debe – le murmuro al sátiro. Grover trago saliva nervioso asintiendo.
– Oh claro, ibas a poder con las tres furias por ti sola, lo lamento hija del gran Zeus – el tono que uso Percy hizo que la chica arqueara una voz en su dirección –. Si, Charlotte lo tenías todo controlado.
Annabeth fue la primera en darse cuenta que Percy estaba tanteando su suerte en territorio peligroso, cuando noto el cuerpo de Charlotte tensarse y apretar la mandíbula además pudo notar como esos ojos azules eléctricos se cubrían de pequeñas motas grises. La rubia coloco con mucho cuidado su mano en el hombro de su amiga dándole un apretón, Charlotte relajo sus músculos soltando un fuerte respiro.
Sin darle un respuesta a Percy, se adelantó a la caminata dando largas zancadas perdiéndose entre los árboles pero aun manteniendo una distancia corta con el resto del grupo. En ese momento Percy se dio cuenta de la manera en la que actuó, se sintió mal por las palabras y estaba dispuesto a darle el alcance a Charlotte pero Annabeth bloqueo su camino.
– Deja que su enojo se le baje un poco, – dijo seria – apreciamos que nos ayudes, ¿vale?, has sido muy valiente.
– Somos un equipo, ¿no?
Annabeth se quedó en silencio por unos cuantos pasos, con los ojos grises fijos en el camino en el cual Charlotte se había movido, entre los árboles podía notar el reflejo de su anillo brillando.
– Es sólo que si tú murieras… aparte de que a ti no te gustaría nada, supondría el fin de la misión. Puede que ésta sea mi única oportunidad de ver el mundo real y ella trata de que todo salga bien. ¿Me entiendes ahora?
La tormenta había cesado por fin. El fulgor de la cuidad se desvanecía a sus espaldas y estaban sumidos en una oscuridad casi total, Lerley junto sus manos concentrándose en el calor que sus manos emanaban en pocos segundos una pequeña bola de luz broto entre sus manos, se elevó por la cabeza de los semidioses como un pequeño farol guiando su camino.
– ¿No has salido del Campamento Mestizo desde que tenías siete años? – pregunto Percy.
Lerley camino unos pasos más atrás de ellos, sintiéndose algo incomodo con la charla por lo que creo otra pequeña bola de luz que esta vez levito a su costado izquierdo.
– Esta más oscuro adelante, – dijo Lerley dando pasos más largo adelantando al trio – voy con Charlotte antes que se pierda.
El castaño dio un pequeño trote hacia adelante, metiéndose entre los árboles con la bola de luz siguiendo su paso no necesito caminar mucho cuando se topó con ese cabello pelinegro conocido que daba pasos cortos pateando algunas piedras en el camino. Lerley sonrió de costado, con mucha delicadeza se colocó al lado de su amiga.
– ¿Podemos acompañarla en su soledad, querida estrellita?
Charlotte dio una pequeña risa ante el apodo, levanto la vista para contemplar esos orbes celestes que parecían brillar más con la luz tan cerca.
– ¿Tengo otra opción?
Antes que ambos pudieran seguir hablando, una melodía parecida a alguna canción de Hillary Duff llego a sus oídos seguido de un golpe y maldiciones por la conocida voz de Percy, los dos semidioses rieron siguiendo su camino hacia adelante mientras hablaban de temas que se les ocurría como el nuevo álbum que su grupo de chicos favoritos sacaría en las próximas semanas.
– ¿Qué color crees que sea el nuevo color de cabello de Yeonjun? – pregunto Lerley.
– Bueno en el reciente en vivo que hicieron parecía ser como rubio.
Un kilómetro más adelante, un luz más grande llamo la atención de los semidioses. Eran los colores de un cartel de Neón, el olor a comida llegaba hasta donde estaban. Comida frita. A pesar de que los semidioses (excepto Percy) estaban adaptados a la sana comida que servían en el campamento, algo de comida chatarra no les vendría mal – a excepción de Charlotte –. Annabeth, Grover y Percy le dieron el alcance, con la fuerte luz del cartel era suficiente para guiar su camino por lo que Lerley chasqueo los dedos y ambas bolas de luces desaparecieron.
–Siguieron caminando hasta que visualizaron una carretera de dos carriles entre los árboles. Al otro lado se encontraba una gasolinera cerrada, una vieja valla publicitaria que anunciaba una peli de los noventa – que Charlotte pudo diferenciar como Stepmom –, y un local abierto, que era la fuente de la luz de neón y el ahora a comida.
No era de esos típicos restaurantes de comida rápida que abundaban en la cuidad, si no una de esas raras tiendas de carretera donde venden flamencos decorativos para el jardín, indios de madera, ositos de cemento y cosas por ese estilo. El edificio principal, largo y bajo, estaba rodeado de hileras e hileras de pequeñas estatuas. El letrero de neón encima de la puerta, les resulto imposible de leer para tres de los cuatro semidioses, las letras se revolvían y las cursivas no ayudaban mucho.
– ¿Qué demonios pone ahí? – pregunto Percy.
– No lo sé – contestaron Lerley y Annabeth a la misma vez.
– Emporio de gnomos de jardín de la tía Eme – respondió con simpleza Charlotte.
Percy la miro confundido, luego miro a Lerley en busca de una respuesta creyendo que Charlotte no le hablaría, al menos por el momento.
– Ella no es disléxica – aclaro Lerley –, pero su TDAH es más avanzado.
El chico asintió en compresión. Percy fue el primero en cruzar la carretera seguido por Lerley quien miraba a todos lados en busca de algo sospechoso, pero todo parecía ir con normalidad.
– Vayan con cuidado – les advirtió Grover.
– Dentro las luces están encendidas – dijo Annabeth –. A lo mejor está abierto.
– Un bar – comento Percy con nostalgia.
– Un bar muy extraño – afirmo Lerley.
– ¿Se han vuelto locos? – dijo Grover –. Este sitio es rarísimo.
Charlotte asintió en apoyo a Grover, el lugar no le brindaba una buena espina además de que sus sentidos le trataban de advertir que el peligro estaba cerca, sin embargo, sus amigos estaban casi sumidos en su necesidad de comida que ignoraron la advertencia de Grover, siguieron caminando observando al aparcamiento del lugar que era un bosque de estatuas: animales de cemento, niños de cemento, hasta un sátiro de cemento tocando la flauta.
Eso alarmo de cierta manera a Charlotte, que se quedó unos pasos más atrás de sus amigos
– ¡Beee-eee! – baló Grover –. ¡Se parece a mi tío Ferdinand!
Se detuvieron ante la puerta.
– No llamen – dijo Grover –. Huelo a mounstros.
– Puedo sentir que algo no anda bien, – apoyo Charlotte – es mejor irnos de aquí.
– Tienes la nariz entumecida por las Furias, Lottie aun te encuentras nerviosa – le dijo Annabeth –. Yo sólo huelo hamburguesas. ¿No tienen hambre?
– ¡Carne! – exclamo Grover con desdén –. ¡Yo soy vegetariano!
– Yo no como grasas – Charlotte formo una mueca con desagrado –.
– Te conseguiremos una ensalada o algo así – dijo Lerley con tranquilidad –. No pasara nada, manténganse tranquilos.
– Grover, comes enchiladas de queso y latas de aluminio – le recordó Percy.
– Eso son verduras. Venga, vámonos. Cuando Charlotte siente la presencia de algo malo, es porque algo malo va a pasar. Además estas estatuas me están mirando.
Charlotte se giró a Grover dándole una sonrisa agradecida por su apoyo, antes que cualquiera de los dos pudiera seguir insistiendo en largarse del lugar la puerta se abrió. Ante los semidioses apareció una mujer árabe; o eso supusieron, llevaba una túnica larga y negra que le tapaba todo menos las manos. Los ojos le brillaban tras un velo de gasa negra, pero eso era cuanto podía discernirse. Sus manos color café parecían ancianas, pero eran elegantes y estaban cuidadas.
Charlotte se quedó quieta por unos segundos, su vista volvía a ponerse lenta y sus sentidos se alertaron, su intensa mirada no se despegaba de la mujer que estaba delante de ellos, algo en su cabeza le decía que debía huir en ese mismo momento.
– Niños, es muy tarde para estar solos afuera – dijo la mujer con un ligero acento del medio Oriente –. ¿Dónde están sus padres?
– Están…esto…–empezó Annabeth.
– Somos huérfanos – dijo Percy.
Lerley lo miro como si se hubiera vuelto loco. ¿Huérfanos? Bueno técnicamente, Lerley si lo era pero esa historia la dejaría para otro momento.
– ¿Huérfanos? – repitió la mujer –. ¡Pero eso no puede ser!
– Nos separamos de la caravana – contesto Percy –. Nuestra caravana del circo. El director de pista nos dijo que nos encontraríamos en la gasolinera si nos perdíamos, pero puede que se haya olvidado, o a lo mejor se refería a otra gasolinera. En cualquier caso, nos hemos perdido. ¿Eso que huelo es comida?
Lerley se mostraba sorprendido ante la repentida historia que su amigo se inventó en unos segundos, quizás no era la mejor pero al parecer la mujer logro convencerla por la cara de afligida que mostraba la mujer con la trágica historia que Percy conto.
– Oh, queridos niños – respondió la mujer –. Tenéis que entrar, pobrecillos. Soy la tía Eme. Pasad directamente al fondo del almacén, por favor. Hay una zona de comida.
– Eh, – se metió Charlotte – no creo que…
Percy la interrumpió de inmediato.
– Claro, muchas gracias.
Charlotte quería protestar pero sus amigos estaban entrando al local, ella se quedó afuera por unos segundos. Claro, jamás la escuchaban, como si no fuera más fácil seguir las advertencias de la loca que podía sentir a los mounstros. Percy que ya estaba dentro, se giró a ver a sus amigos notando que Charlotte se encontraba afuera volvió sobre sus pasos, saliendo del local.
– ¿No vas a quedarte aquí sola o sí? – la cuestiono el chico.
Charlotte lo ignoro, quedándose en su lugar y volcando la mirada a otro lugar. Percy resoplo, no podía entender a la pelinegra en momentos además el hambre tenía tampoco lo ayudaban a pensar con claridad, así que no le quedo de otra que salir del lugar quedando delante de Charlotte, tomo la muñeca de la niña con su mano jalándola adentro con los demás.
– Percy, suéltame – se quejaba Charlotte. Percy la ignoro aun arrastrándola hasta el almacén en donde Annabeth, Grover y Lerley los esperaban.
– ¿La caravana del circo? – susurro Annabeth poniéndose a su lado.
– ¿No hay que tener siempre una estrategia pensada?
– Me pareció una estrategia…única – apoyo Lerley.
– En su cabeza no hay más que algas – dijo Annabeth –.
El almacén estaba lleno de más estatuas: personas en todas las posturas posibles, luciendo todo tipo de indumentaria y distintas expresiones. Lerley pensó en las personas que podrían llegar a adquirir esas estatuas deberían tener un jardín grande, pues las estatuas eran de tamaño real.
Los semidioses estaban tan sumergidos en el maravilloso olor que la comida emanaba que no se dieron cuenta de los sollozos nervioso de Grover, o en el modo que las estatuas parecían seguirlos, o en el hecho que la tía Eme hubiere cerrado la puerta con llave detrás de ellos, a excepción de Charlotte, ella noto cada detalle con mucha cautela.
– Si nos matan aquí, voy a perseguirte por el resto de tu vida, Perseus Jackson – amenazo Charlotte en un murmuro.
– Vale – dijo sin hacerle mucho caso.
Lo único que le importaba a Percy era la zona de comida. Y efectivamente, estaba al fondo del almacén, un mostrador de comida rápida con un grill, una máquina de bebidas, un horno para bollos y un dispensador de nachos con queso. Y unas cuantas mesas de picnic.
– Por favor, siéntense – dijo la tía Eme.
– Alucinante – dijo Percy.
Aun sosteniendo la muñeca de Charlotte, Percy se sentó en una de las banquetas del mostrador obligando a Charlotte a sentarse a su lado derecho, la pelinegra jalo con fuerza su brazo obligando a Percy a soltarla pero el chico pareció no inmutarse de eso, seguía metido en un tipo de trance.
¨Ayuda por favor¨, pensó Charlotte poniéndose más nerviosa.
– Hum… – musito Grover –. No tenemos mucho dinero, señora.
Lerley se preparó para darle un zape a Grover, cuando la tía Eme contesto:
– No, niños. No hace falta dinero. Es un caso especial, ¿verdad? Es mi regalo para unos huérfanos tan agradables.
– Oh, que agradable, muchas gracias señora – contestó Lerley con una de sus brillantes sonrisas, sentándose al lado libre de Charlotte.
– Gracias, señora – dijo Annabeth.
Charlotte pudo notar como la tía Eme se ponía tensa con las palabras de Annabeth, pero rápidamente se compuso al mirar a Lerley con una brillante sonrisa.
– De nada, Annabeth y Lerley – respondió –. Tienes uno preciosos ojos grises, niña.
¿Cómo es que sabe el nombre de ellos si jamás se presentaron?, se cuestionó Charlotte pero al parecer era la única que se daba cuenta de eso.
Su anfitriona se puso a cocinar detrás del mostrador. Antes que alguno pudiera darse cuenta, las bandejas de plásticos con hamburguesas, batidos de vainilla y patatas fritas estaban delante de ellos. Percy y Lerley empezaron a comer como si su vida dependiera de ellos, Annabeth sorbio su batido, Charlotte solo alejo la bandeja de ella.
A sus oídos llegaban cada pequeño sonido, empezaba a irritarla de sobremanera pero un sonido en particular llamo su atención. Era sibilante, repetido muchas veces pero en ritmos distintos sin embargo el silbido era constante, Grover también fue capaz de escucharlo a pesar de estar pellizcando sus patatas.
– ¿Qué es ese ruido silbante? – pregunto Grover.
Lerley arqueo una ceja dándole otra mordida a su hamburguesas, el no escuchaba nada, Percy ni Annabeth tampoco.
– ¿Sibilante? – repitió la tía Eme –. Puede que sea el aceite de la freidora. Tienes buen oído, Grover.
– Tomo vitaminas…para el oído.
– Eso está muy bien – respondió ella –. Pero, por favor, relájate. Charlotte, no has tocado un bocado de tu comida.
Charlotte dio un pequeño brinco en su lugar.
– Oh sí, yo solo no tengo mucha hambre.
La tía Esme no pregunto más acerca del tema, ella tampoco comió nada.  No se había descubierto la cabeza ni para cocinar, y ahora estaba sentada con los dedos entrelazados, observándolos comer. Lerley estaba tan concentrado en su comida que en cuanto termino sintió una necesidad de seguir comiendo, a su lado Charlotte empujo su bandeja quedando delante del hijo de Apolo, los ojos celeste del chico se posaron en los de su amiga.
– Tengo comida en mi mochila, – dijo la niña empujando más cerca la bandeja de el – come tranquilo.
Lerley negó, saco la malteada dejándola delante de Charlotte: – Aunque sea la malteada, Lottie.
Charlotte suspiro derrotada, tomo la malteada en completo silencio. No podía negar que estaba buena, sin darse cuenta se terminó todo el vaso de malteada mientras sus amigos terminaban con sus respectivos platos de comida, Percy que se encontraba a su otro costado noto la falta de malteada para Lottie, por lo que empujo su vaso de malteada hacia ella. Cuando el nuevo vaso entro en su campo de visión para reclamarle a Percy, pero este estaba mirando a la dirección de la Tía Eme.
– Así que vende gnomos – dijo Percy, intentando sonar interesado.
– Pues si – contesto la tía Eme –. Y animales. Y personas. Cualquier cosa para el jardín. Los hago por encargo. Las estatuas son muy populares, ya saben.
Charlotte volvió la pajilla de su nueva malteada, tomándola en silencio mientras miraba a la tía Eme. Algo en su rostro se le hacía familiar, pero no podía descubrir exactamente en qué lugar la habría visto.
– ¿Tiene mucho trabajo? – pregunto esta vez Lerley cuando termino su comida.
– No mucho, no. Desde que construyeron la autopista, casi ningún coche pasa por aquí. Valoro cada cliente que consigo.
Percy sintió una vibración en el cuello, como si alguien estuviera mirándolo. Se volvió, pero solo era la estatua de una chica con una cesta de pascua. Su detallismo era increíble, mucho más preciso que el que se ve en la mayoría de las estatuas. Pero algo raro le pasaba en la cara. Parecía sorprendida, incluso aterrorizada.
– Hermosas, sin duda – expreso con sarcasmo Charlotte. Lerley le dio un codazo en la costillas.
– Muchas gracias, querida – dijo la tía Eme ignorando el tono de sarcasmo de la chica –. Como ves, algunas de mis creaciones no salen muy bien. Están dañadas y no se venden. La cara es lo más difícil de conseguir. Siempre la cara.
– ¿Hace usted las estatuas? – pregunto Percy.
– Oh, desde luego. Antes tenía dos hermanas que me ayudaban en el negocio, pero me abandonaron, y ahora la tía Eme está sola. Sólo tengo mis estatuas. Por eso las hago. Me hacen compañía. – expreso en un tono tan triste que Lerley y Percy sintieron una gran pena.
Charlotte casi se ahoga con su comida. ¿Dos hermanas? ¿Estatuas? ¿La mención de los ojos de Annabeth? ¿La forma que miraba a Percy?, la chica estaba a punto de golpear su cabeza contra la mesa. ¿Cómo pudo ser tan estúpida y no darse cuenta?
Todos esos puntos llevaban a una sola persona o mounstros, como prefieran decirle.
Annabeth había dejado de comer. Se inclinó hacia delante e inquirió:
– ¿Dos hermanas?
– Es una historia terrible. Desde luego, no es para niños. Verás, Annabeth, hace mucho tiempo, cuando yo era joven, una mala mujer tuvo celos de mí. Yo tenía un novio, ya sabéis, y esa mala mujer estaba decidida a separarnos. Provocó un terrible accidente. Mis hermanas se quedaron conmigo. Compartieron mi mala suerte tanto tiempo como pudieron, pero al final nos dejaron. Sólo yo he sobrevivido, pero a qué precio, niños. A qué precio.
Annabeth y Charlotte compartieron miradas, la pelinegra arqueo una ceja mirándola con un expresión de ¨te lo dije¨.
– ¿Percy? – Annabeth lo estaba sacudiendo –. Tal vez deberíamos marcharnos. Ya sabes… el jefe de pista estará esperándonos.
– Lery, es momento de irnos – dijo Charlotte volteando a mirarlo –. Debemos regresar.
Pero ni Percy, ni Lerley parecían tener ganas de irse es más ambos lucían con ganas de dormir una larga siesta. En ese momento Grover se estaba comiendo el papel encerado de la bandeja de plástico, pero si a la tía Eme le pareció raro, no dijo nada.
– Que ojos más bonitos – volvió a decirle a Annabeth –. Vaya que sí, hace mucho no veo unos ojos grises como los tuyos.
Se acerco como para acariciarle la mejilla, pero Charlotte se levantó de su lugar colocándose delante de Annabeth mirando amenazantemente a la tía Eme.
– Tenemos que irnos, ahora – demando Charlotte.
– ¡Sí! – Grover se tragó el papel encerado y también se puso en pie –. ¡El jefe de pista nos espera! ¡Vamos!
Una vez más, tanto Lerley como Percy no lucían con ganas de irse es más Lerley coloco mala cara hacia sus amigos, pensando en que estaban actuando muy maleducadamente con su anfitriona. Charlotte al notar eso, jalo a Annabeth con ella sin quitar su mirada de la tía Eme, estiro su mano tocando el hombro de Lerley fue poca la fuerza que ocupo pero de sus dedos chispearon unas pequeñas descargas eléctricas.
Lerley se sacudió en su lugar sintiendo la energía eléctrica bajar por su columna vertebral, sacudió la cabeza de repente toda esa somnolencia desapareció volviendo a quedar despierto y en alerta.
– Hay que irnos, ahora – repitió Charlotte.
– Por favor, queridos niños – suplicó la tía Eme –. Tengo muy pocas ocasiones de estar en tan buena compañía. Antes de marcharos, ¿no posaríais para mí?
Charlotte paso saliva nerviosa, Lerley entiendo la situación abrió los ojos levantándose de su lugar bruscamente con toda la intención de ir por Percy y arrastrarlo afuera aunque sea de la oreja. Annabeth palideció.
– ¿Posar? – pregunto Annabeth, cautelosa.
– Para una fotografía. Después la utilizaré para un grupo escultórico. Los niños son muy populares. A todo el mundo le gustan los niños.
– Olvídelo, no tenemos tiempo – dijo con brusquedad Charlotte – además no hago fotos gratis. Vámonos, levántate Perseus de una vez.
Annabeth cambiaba el peso del cuerpo de un pie a otro.
– Ya nos debemos ir, – Lerley se acercó a Percy, jalándolo de su camiseta – rápido, Percs.
Lerley obligo a Percy a ponerse de pie, estaban preparados para salir de ese lugar cueste lo que cueste pero como siempre uno termina jodiendo el plan, Percy salto diciendo:
– ¡Claro que podemos! – sonaba irritado con sus amigos por ser tan maleducados con una anciana que acababa de alimentarlos gratis –. Es solo una foto, chicos. ¿Qué daño va a hacernos?
– Pero yo te rompo toda la cara – Charlotte estaba preparada para saltar sobre Percy, pero Annabeth jalo su mano volviéndola a su lugar –. Imbécil.
– Claro, chicos – ronroneó la mujer –, ningún daño.
A ninguno le gustaba la idea. Charlotte apretó la mano de Annabeth por puro instinto. ¿Cuáles eran sus oportunidades de sobrevivir si le tiraba un rayo y salían corriendo? Era una mala idea, pero momentos desesperados requieren medidas desesperadas. Lerley sudaba un poco de los nervios, se colocó detrás de Percy con las ganar de agarrar a su amigo del cuello y agitarlo hasta que reaccione.
¨Padre, por favor danos una ayuda¨, rogaba Lerley para sus adentros.
La tía Eme los condujo de nuevo al jardín de las estatuas, por la puerta de delante. Una vez allí, los llevo hasta un banco junto al sátiro de piedra.
– Ahora voy a colocaros correctamente – dijo –. Las dos chicas en la banca, y los caballeros en la parte de atrás.
– No hay demasiada luz para una foto – comento Percy.
– Descuida, hay de sobra – repuso la tía Eme –. De sobra para que nos veamos unos a otros, ¿verdad?
– ¿Dónde tiene la cámara? – pregunto Grover.
La mujer dio un paso atrás, como para admirar la composición.
– La cara es lo más difícil. ¿Podéis sonreír todos, por favor? ¿Una ancha sonrisa?
Grover miro al sátiro de cemento junto a él y murmuro:
– Se parece mucho al tío Ferdinand.
Charlotte miro a otro lado buscando alguna salida o algo con lo que podrían escapar, pero lo único que tenían a su alrededor eran miles de estatuas.
– Grover, Charlotte – les riño tía Eme –, miren a este lado, cariños.
Seguía sin cámara.
– Percy … – dijo Lerley –. Hermano esto no está bien, nada bien.
Percy quería prestarle más atención a Lerley, lo intentaba pero la somnolencia surgida de la comida y de la voz de la anciana no lo dejaban prestar mucha atención.
– Sólo será un momento – añadió tía Eme –. Es que no os veo muy bien con este maldito velo…
Charlotte se puso rígida, sintió el agarre de Annabeth volverse más apretado.
– No va nada bien, para nada bien – murmuro Charlotte.
– ¿Qué no va bien? – repitió la tía Eme mientras levantaba los brazos para quitarse el velo –. Te equivocas, querida. Esta noche tengo una compañía exquisita. ¿Qué podría ir mal?
– ¡Es el tío Ferdinand! – balbució Grover.
– ¡No la miren! – gritó Annabeth, y al punto se encasquetó la gorra de los Yankees y desapareció. Lerley empujo a Grover y Percy fuera del banco, Charlotte salto a un lado arrastrándose hasta quedar detrás de una estatua.
Percy estaba en el suelo, mirando las sandalias de la tía Eme. Grover se escabullo en una dirección, Annabeth en otra y Lerley se escabullo por detrás, pero el ojiverde estaba demasiado aturdido como para moverse. Charlotte transformo su espada, se movió solo un poco, uso la hoja para que le refleje un poco de la escena que pasaba detrás de la estatua.
Percy estaba alzando la mirada lentamente, llego hasta las manos de la tía Eme, que ahora eran nudosas y estaban llenas de verrugas, con afiladas garras de bronce en lugar de uñas. Percy se disponía a levanta por completo la cabeza, pero en ese momento Charlotte grito:
– ¡Percy, no, ni se te ocurra!
Lerley se escabullo hasta quedar detrás de una estatua, transformo su arco aunque no le sea de mucha ayuda puesto que necesitaba apuntar a su objetivo. Aunque…
– ¡Huye! – balo Grover, estaba corriendo por la grava, mientras gritaba ¨Maya¨, a fin de que sus zapatillas echaran a volar.
Lerley se apresuró a sacar una de sus flechas, la acomodo en el arco se acostó en el suelo girando sobre su cuerpo para quedar se barriga, el arco estaba acostado en el piso justo debajo de su cuerpo pero lo suficientemente alto para que sea cómodo tirar, solo asomo su ojo derecho por la esquina de la estatua, podía ver las pierna de la tía Eme y a Percy tirado en el suelo con la cabeza gacha.
– Que pena destrozar una cara tan atractiva y joven – susurro la tía Eme –. Quédate conmigo, Percy. Solo tienes que mirar arriba.
Percy se resistió al impulso de obedecer y miro aun lado. Entonces vio una de esas esferas de cristal que la gente pone en los jardines. Se veía el reflejo oscuro de la tía Eme en el cristal naranja; se había quitado el tocado, revelando un rostro como un círculo pálido y brillante. El pelo se le movía, retorciéndose como serpientes.
Percy cayo en cuenta. ¿Cómo pudo haber estado tan ciego?
– Percy, cuidado – la voz de Lerley resonó.
Lerley soltó tres flechas a los alrededores de los pies de la tía Eme, enseguida un humo empezó a cubrirla haciendo que Medusa de pasos atrás tratando de quitarse el humo de la mirada y las serpientes revolotearon al sentirse ahogadas. Charlotte aprovecho ese momento para levantarse, corrió detrás del humo en donde el camino era totalmente claro, jalo a Percy de la parte de atrás de su camiseta obligándolo a levantarse.
Aun aturdido, Percy se levantó dejándose arrastrar por Charlotte.
– Esto me lo hizo la de ojos grises, Percy – dijo Medusa, revoloteando sus manos por el humo que empezaba a desaparecer –. La madre de Annabeth, la maldita Atenea, transformo a una hermosa mujer en esto.
– No la escuches – dijo Charlotte jalándolo para que apresurara el paso, pero Percy no sentía que voz de esa mujer era la de un mounstro. Su voz lo invitaba a mirar atrás. – Ni se te ocurra mirar.
El humo empezaba a desaparecer, Charlotte miro a los alrededores en busca de una estatua lo suficientemente grande para que ambos pudieran esconderse pero fue demasiado tarde, el humo se dispersó completamente dejando a la vista a Medusa. Charlotte cerro los ojos de inmediato, quedándose quieta en su lugar.
– Cierra los ojos, Percy – murmuro Charlotte. Percy aun con vacilación la obedeció cerrando sus ojos –. No los vayas a abrir por nada.
Los pasos de Medusa llegaron a los oídos de Charlotte, el silbido de las serpientes se acercaba más con cada segundo que pasaba. La pelinegra bajo su mano hasta tomar la de Percy, asegurándose de que el chico se mantenga a su lado.
– Ya ves por qué tengo que destruir a la chica, Percy. Es la hija de mi enemiga. Desmenuzaré su estatua. Pero tú, querido Percy, no tienes por qué sufrir.
– No – murmuro Percy. Apretó su agarre contra la mano de Charlotte.
– ¿De verdad quieres ayudar a los dioses? – le preguntó Medusa –. ¿Entiendes qué te espera en esta búsqueda insensata, Percy? ¿Qué te sucederá si llegas al inframundo? No seas un peón de los Olímpicos, querido. Estarás mejor como estatua. Sufrirás menos daño. Mucho menos.
Charlotte gruño por lo bajo, en su mano libre estaba su espada, tenía tan cerca a Medusa que podría rebanarle el cuello de un solo movimiento pero arriesgarse a lastimar a Percy por su falta de vista no era un camino que debería tomar, solo necesitaba alejar a Percy y ella atacar.
– ¡Percy! ¡Charlotte! – delante de ellos son una especie de zumbido, como un colibrí de cien kilos lanzándose en picado. Grover grito –: ¡Agáchense!
Percy entreabrió los ojos, divido a Grover en el cielo nocturno, llegando en picado con sus zapatos alados, con una rama de árbol de tamaño de un bate de beisbol. Tenía los ojos apretados y movía la cabeza de lado a lado. Navegaba guiándose por el oído y el olfato.
– ¡Agáchense! – volvió a gritar –. ¡Voy a atizarle!
Eso puso en acción a Percy. Jalo de la mano de Charlotte para tirarla a un lado, conociendo a Grover no le daría a Medusa y terminaría impactando con alguno de los dos.
– Percy, Charlotte – la voz en un susurro de Lerley llamo su atención – por aquí, vengan.
Ambos se arrastraron siguiendo el sonido de la voz de Lerley mientras de fondo podían escuchar los rugidos de dolor de Medusa.
– ¡Sátiro miserable! – mascullo –. ¡Te añadiré a mi colección!
– ¡Ésa por el tío Ferdinand! – le respondió Grover.
Lerley ayudo a sus amigos a acomodarse detrás de la estatua, Charlotte abrió los ojos topándose con la presencia de su amigo delante de ella. A pesar de ser de noche, Lerley parecía casi resplandecer.
– ¡Aaargh! – aulló Medusa cuando Grover le dio otra pasadita, y su melena de serpientes silbaba y escupía.
– ¡Chicos! – dijo la voz de Annabeth junto a Percy.
Los tres dieron un respingo tan grande que Percy casi tira un gnomo de jardín con su pie, Charlotte se golpea la cabeza con la estatua y Lerley por poco le clava su arco contra la cabeza.
– ¡Pero avisa antes que estas aquí! – exclamo Lerley llevándose la mano al pecho.
Annabeth lo ignoro.
– ¡Por Dios! ¡No pueden fallar! – Annabeth se quitó la gorra de los Yankees y se volvió visible –. Alguno de ustedes dos debe cortarle la cabeza.
– ¿Qué? – dijeron los tres a la misma vez.
– ¿Te has vuelto loca? – pregunto Percy alarmado – Larguémonos de aquí.
– ¿Me viste con cara de la reina de corazones o qué? – dijo Charlotte arqueando una ceja.
– Medusa es una amenaza. Es mala. La mataría yo misma, pero… – tragó saliva, como si le costase admitirlo – pero ustedes van mejores armados. Además, nunca conseguiría acercarme. Me rebanaría por culpa de mi madre. Ustedes…ustedes tienen una oportunidad.
– ¿Qué? Lerley podría tirarle una flecha.
Lerley resoplo girando los ojos y dijo con sarcasmo–: Si claro, como si tengo una vista tan clara. No veo con los ojos cerrados, Percs.
– Miren, ¿quieren que siga convirtiendo más gente inocente en estatua? – señalo una pareja de amantes abrazados, convertidos en piedra por Medusa.
Annabeth agarro dos bolas verde de un pedestal cercano.
– Un escudo pulido iría mejor. – Estudió las esferas con aire crítico –. La convexidad causará cierta distorsión. El tamaño del reflejo disminuirá en una proporción…
Charlotte asintió entendiendo la idea de su mejor amiga, pero Percy solo formo una mueca.
– ¿Quieres hablar claro?
– ¡Eso hace! – gruño Charlotte, Annabeth le entrego una bola de cristal a cada uno –. Miraremos al mounstro a través del cristal, nunca directamente.
– ¡Eh! – gritó Grover desde algún lugar por encima de ellos – ¡Creo que está inconsciente!
– ¡Groaaaaaaar!
– Puede que no – se corrigió Grover. Se abalanzó para hacer otro barrido con su improvisado bate.
– Dense prisa – les dijo Lerley –. Grover tiene buen olfato, pero al final acabara cayéndose.
Percy saco su boli y lo destapo. La hoja de bronce de Anaklusmos salió disparada. Percy se volteo a ver a Charlotte, los ojos azules eléctricos se posaron en los verde mar.
– ¿Algún plan?
– Vamos juntos, distráela, yo estaré cerca de ti y atacare.
Percy asintió. Ambos se levantaron, siguieron el sonido del ruido sibilante y los escupitajos del pelo de Medusa. Mantenían su mirada fija en la bola de cristal para solo ver el relejo de Medusa. Cuando la vieron, Grover llegaba para atizarla otra vez con el bate, pero esta vez volaba demasiado bajo. Medusa agarro la rama y lo aparto de su trayectoria. Grover tropezó en el aire y se estrelló contra un osos de piedra con un doloroso quejido.
Medusa iba a abalanzarse sobre el cuándo Percy grito:
– ¡Eh! ¡Aquí!
Percy avanzo hacia ella. Cosa que no era fácil, teniendo en cuenta que sostenía una espada en una mano y una bola de cristal en la otra.
Charlotte rodeo a Percy y Medusa moviéndose sigilosamente detrás de las estaturas, tanto el mounstro como las serpientes estaban concentradas en Percy que no notaron cuando ella se colocó en una estatua justo a unos centímetros detrás de Medusa.
– No le harías daño a una viejecita, Percy – susurro –. Se que no lo harías.
Charlotte camino unos pasos más adelante, colocándose detrás de la estatura que daba justo a la espalda de Medusa vio por el reflejo de la bola de cristal como Percy empezaba a arrodillar soltando la espada en el suelo.
Desde el oso de cemento, Grover gimió:
– ¡No la escuches, Percy!
La pelinegra salió de su escondite con la espada bien posicionada en su mano, se acercó sigilosamente por la espalda a Medusa hasta quedar en su espalda. Medusa estallo en carcajadas.
– Demasiado tarde.
– No lo creo, bruja – dijo Charlotte desde atrás. Antes que Medusa se diera la vuelta, Charlotte cerro los ojos, levanto la espada con un único y limpio mandoble, le rebano el cuello. Oyeron un siseo asqueroso y un silbido como de viento en una caverna: el sonido del mounstro desintegrándose.
Charlotte sentía un líquido caer por gotas desde su espada a sus botines, Percy necesito toda su fuerza de voluntad para no abrir los ojos pero podía sentir las pequeñas cabecitas de serpientes mordisqueando los cordones de sus zapatillas.
– Puaj, qué asco —dijo Grover. Aún seguía con los ojos bien cerrados, pero podía oír al bicho borbotear y despedir vapor—. ¡Megapuaj!
Annabeth se materializo al lado de Charlotte con la mirada vuelta hacia el cielo. Sostenía el velo negro de Medusa, más atrás venia Lerley mirando a los costados.
– No se muevan – dijo.
Con mucho cuidado, sin mirar abajo ni un instante, se arrodilló, envolvió la cabeza del monstruo en el paño negro y la recogió. Aún chorreaba un líquido verdoso.
– ¿Están ambos bien? – pregunto Lerley con voz temblorosa.
– Si – respondió Percy en una mentira, se sentía apunto de vomitar. Annabeth vio a Charlotte, quien solo asintió con la cabeza –. ¿Por qué… por qué no se ha desintegrado la cabeza?
– En cuanto la cercenas se convierte en trofeo de guerra – explico Charlotte –, como tu cuerno de minotauro. Pero no la desenvuelvas. Aún puede petrificar.
Charlotte tomo una esquina del velo de medusa con mucho cuidado limpio la hoja de su espada. Grover se quejó mientras bajaba de la estatua del oso. Tenía un buen moratón en la frente. La gorra rasta verde le colgaba de uno de sus cuernecitos de cabra y los pies falsos se le habían salido de las pezuñas. Las zapatillas mágicas volaban sin rumbo alrededor de su cabeza.
– Pareces el Barón Rojo – dijo Percy –. Buen trabajo.
Grover sonrió tímidamente.  
– No me ha molado nada. Bueno, darle con la rama en la cabeza sí ha molado, pero estrellarme contra ese oso no. – Grover cazo sus zapatillas al vuelo y Percy volvió a tapar su espada.
– ¿Y ustedes dos? – dijo Lerley abrazando por los hombros a Percy sacudiéndolo un poco –. ¿Ven que pueden trabajar en equipo?
Fue el turno de Percy para sonreír tímidamente, su mirada se posó en Charlotte que volvía a convertir su espada en anillo, la niña levanto su vista cruzándola con Percy por unos segundos, pero rápidamente giro sobre sus talones para caminar de regreso al almacén, la sonrisa de Percy flaqueo.
– Bueno, – Lerley formo una mueca – ya se van a arreglar, vamos.
En el almacén encontraron unas bolsas de plástico detrás del mostrador y envolvieron varias veces la cabeza de Medusa. La colocaron encima de la mesa en la que habían cenado, mientras los demás se sentaban alrededor, Charlotte se subió a la mesa sentándose en el medio, saco su mochila de su espalda la cual no se había movido en ningún momento de toda la acción.
¨Una mochila muy efectiva¨, pensó Charlotte.
Del interior de la mochila saco una bolsita de granola, comió disfrutando del silencio hasta que Percy se atrevió a interrumpirlo diciendo:
– ¿Así que tenemos que darle las gracias a Atenea por este monstruo?
Annabeth le lanzo una mirada de irritación. Lerley escondió su cabeza entre sus brazos, Charlotte solo siguió comiendo mientras su vista se intercalaba entre la rubia y el azabache.
– A tu padre, de hecho. ¿No te acuerdas? Medusa era la novia de Poseidón. Decidieron verse en el templo de mi madre. Por eso Atenea la convirtió en monstruo. Ella y sus dos hermanas, que la habían ayudado a meterse en el templo, se convirtieron en las tres gorgonas. Por eso Medusa quería hacerme picadillo, pero también pretendía conservarte a ti como bonita estatua. Aún le gusta tu padre. Probablemente le recordabas a él.
La cara de Percy ardía. Charlotte se metió otro puñado de granola a la boca.
– Vaya, así que ha sido culpa mía que nos encontramos con Medusa.
Annabeth se irguió e imitó la voz de Percy en falsete:
– ¨Tan sólo es una foto, Chicos. ¿Qué daño puede hacernos? ¨, si tan solo le hubiera hecho caso a Charlotte.
– A mí no me metan – se defendió Charlotte, metiéndose otro puñado de granola a la boca –. Pero, se los dije.
– Vale, vale – respondió Percy –. Son imposibles.
Charlotte lo miro ofendida.
– Y tú eres insoportable.
– Y tu…
– ¡Eh! – los interrumpió Grover –. Me estáis dando migraña, y los sátiros no tienen migraña. ¿Qué vamos a hacer con la cabeza?
Lerley levanto un poco la cabeza para ver a sus amigos, estaba agotado, solo quería acostarse en algún lugar y dormir.
Percy miro el bulto. De un agujero en el plástico salía una pequeña serpiente. En la bolsa estaba escrito: ¨CUIDAMOS SU NEGOCIO¨. El chico en ese momento sintió enfado, no solo con Annabeth, con Charlotte o la madre de Annabeth, sino con todos los dioses por aquella misión absurda. Percy se puso de pie.
– Ahora vuelvo.
– Percy – lo llamo Annabeth –. ¿Qué estas…?
En el fondo del almacén encontró el despacho de Medusa. Sus libros de contabilidad mostraban sus últimos encargos, todos envíos al inframundo para decorar el jardín de Hades y Perséfone. Según una factura, la dirección del inframundo era Estudios de Grabación El Otro Barrio, West Hollywood, California. Doblo la factura y la metió en su bolsillo.
En la caja registradora encontró veinte dólares, unos dracmas de oros y unos embalajes de envió rápido del Hermes Nocturno Express. Busco por el despacho hasta encontrar una caja adecuaba. Cuando regreso a la mesa de picnic, Lerley se levantó colocándose al lado de Percy en cuanto noto a este metiendo la cabeza de Medusa en la caja y rellenar el formulario de envío.
Los Dioses
Monte Olimpo
Planta 600
Edificio Empire State
Nueva York, NY
Con mis mejores deseos, Percy Jackson
Lerley se carcajeo, le quito el bolígrafo de la mano a su amigo para añadir al formulario en la última parte:
Con nuestros mejores deseos, Percy Jackson y Lerley Basso.
Percy le sonrió en complicidad a su mejor amigo.
– Eso no va a gustarles – le avisó Grover –. Los considerarán unos impertinentes.
Percy metió unos cuantos dracmas de oro en la bolsita. En cuanto al cerro, se oyó un sonido de caja registradora. El paquete flotó por encima de la mesa y desapareció con un suave «pop».
– Es que soy un impertinente. – respondió Percy. Miro a Annabeth, quien no se atrevía a criticarlos luego miro a Charlotte, quien rodo los ojos pero tampoco dijo nada.
– Todos saben que soy un caso perdido – se defendió Lerley encogiéndose de hombros.
– De eso no tenía duda – hablo Annabeth finalmente –. Vamos, necesitamos un nuevo plan.
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I pity people who don’t listen to music in Spanish bc they’ve never listened to soda stereos MTV unplugged </3
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runawaytojapan · 5 years
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Té para tres: tú, tu gato y yo. Plan rela, mientras se habla de lo inútil que es la vida.
en la cuidad de la furia, debajo de las estrellas. realmente no había leído una propuesta mejor bro.
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lluviafinita · 6 years
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allá afuera la cuidad de la furia
acá dentro nuestro amor amarillo.
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guayilandia · 2 years
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Enjoy a bit of these wonderful buildings of this city. To walk around the city is to experience this architecture of distant times. Each one with more character, there they are always greeting you. We continue walking through La cuidad de la furia #buenosaires #bsas #igerbsas #igbsas #igargentina #igtravel #travel #traveljunkie #travelphotography #travelholic #travelling #argentina #streetphoto #streetphotographer #womanphotographer #dc_spc #womanstreetphotographer #life_is_streets #wearestreet (at Buenos Aires, Argentina) https://www.instagram.com/p/CXyTunOrSdW/?utm_medium=tumblr
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chriseph · 3 years
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Suiqüia...
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Mi humano siempre ha sido una persona feliz, con altibajos como todos, pero feliz.
Les contare el día en que conocí por primera vez a Suiqüia, la personalidad que nos hizo salir a luz a papel y tinta. Yo seguía trabajando como de costumbre a altas horas de la noche, y sin previo aviso, la alerta de seguridad empezó a sonar, me llamaron los guardias del NUCAL, habían atrapado a un intruso de In.FPTS, este había entrado a mi ciudad (Exp. VEFTAH), así que acudí de inmediato hacia aquel lugar para preservar el orden y dar paso al juicio de aquella personalidad.
Antes de si quiera llegar, el papito del corazón causo temblores y el dolor en sangre se impregno el aire, la energía y la tristeza hecha lluvia cayó sobre mi cuerpo tembloroso e inmóvil, empatice y comprendí de inmediato la labor de este sujeto gracias a sus “poderes”, pues soy sensible a este tipo de fuerza.
Con ayuda de Crín y Aleontt llegue al lugar donde mantenían cautivo a la personalidad, me vendaron los ojos pues “él o ella” había matado ya a unos cuantos por el camino con tan solo su mirada, para mi sorpresa escuchar la voz de Ériope fue una confusión enorme, los guardias comentaban que él había activado la alarma en un momento desesperado de remediar las maldiciones lanzadas hacia el vacío (no tan vacío). Es aquí, entre los brazos y sollozos de Ériope, donde escuché hablar a Suiqüia.
— ¿Eres tú?... ¿El rey y monarca de los nobles?... ¿El visionario de él que tanto hablaban mis madres? — se escucha el mover de las cadenas junto a pasos descalzos y pesados acercarse a él, a contra fuerza del peso de la ley — susurre tu nombre tantas veces en plegarias que nunca tuvieron respuesta, ¿Por qué no bajaste a ayudarme? —
Su voz pareciese de una joven bella con un tono triste y desesperanzado.
Hice que mis acompañantes Crín, Aleontt y Ériope se retiraran.
—No soy visionario, ni tampoco un monarca o mecías…— tome entre mis manos la venda que tapaba mis ojos — soy solo uno esclavo de la justicia…— un sonido extraño, como si de una esponja succionando se tratase, se escuchó antes de que pudiera verle frente a frente — un simple presidente que trata de hacer lo mejor para su pueblo. — lo delgado de su cuerpo, hacía que pensara que en cualquier momento, esas delgadas piernas podrían quebrarse — y sé que aún no hecho lo mejor para tu cuidad pero, si vienes por venganza o para cambiar algo, creo que no podrás hacerlo aquí… — seguí recorriendo su cuerpo hasta llegar hasta sus ojos —pero me gustaría ver que lo intentes, si es lo que quieres— lila… sus ojos eran lilas y melancólicos, llenos de una luz triste que me llenaba de una sensación tan extraña —Suéltenle…—
—¿Cómo señor? —
—Que lo suelte… he dicho— sentí furia en ese momento, pero, nuestro ahora invitado no podía a su anfitrión enojado.
Despojado ahora de toda cadena, se acercó a mí, merodeando a mi alrededor sin ningún malicioso interés.
—Si me permites suponer, creo que se por qué has venido. — introduje nuevas palabras en la habitación.
—Es fácil suponer, uno de tus… ¿Hijos? —
—Ciudadanos— dije con voz clara
—A… ciudadanos… necesitaba de mi como ninguna otra personalidad me había necesitado—
—¿Qué es exactamente? Claro, si se pude saber—
—Es sencillo, pero complejo… él joven quería morir—
Un trueno irrumpió entre nuestra conversación.
—¿Cómo? —
Ériope nunca había tenido ese tipo de pensamientos ¿o sí? ¿Acaso no le puse la atención necesaria? Si así se siente él, ¿Cómo se sentirá nuestro humano? ¿Acaso todo esto es por… las palabras de “ella”?
En flashback vino a mí el recuerdo de aquella profesora, las palabras hirientes de la supuesta persona que me debe educar diciendo, “¡¿CÓMO PUEDES PREGUNTARME ESTO ANTES DEL DÍA DE ENTREGA?! NOOO TE VOY A RESPONDER NI UNA SOLA PREGUNTA, A NINGUNO, ¡¿CÓMO ES POSIBLE ESTA IRRESPONSABILIDAD?! DAN PENA DE VERDAD, AHORRENCELO, ¡AHORRATELO ESTUDIANTE!” lo primero y ultimo dirigido específicamente a mí, de verdad me hizo sentir tan triste, ¡de verdad!
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¿Doy pena? ¿soy irresponsable? ¿mis preguntas no valen la pena? ¿no valgo… la pena? Tal vez creas que estoy exagerando, pero, tras guardarse tantas palabras hirientes como estas, hicieron que esta denigración publica, me quebrara a mí y a mi humano por completo.
Llegando a casa solo podíamos pensar en todas esas palabras mientras llorábamos haciendo tarea, secando y ahogando nuestras lágrimas y gritos en la almohada, solo el consuelo de un propio abrazo calmaba de repente el sollozo de mi humano para continuar haciendo nuestros deberes y ahora sumado el estrés de aquella incógnita sin contestación de la maestra, impulso a Ériope a la desesperación, sí, todo era claro ahora, es definitivo que aquello pasaba con él.
Tras todo lo pensado, un nuevo terror salía a la luz, ya ni Crín podría detener, a lo que ahora era un Ériope con influencia y control total de mi humano Inda.
Inda fuera de su mente, comenzó a golpearse contra las paredes de su habitación, el silencioso dolor se había convertido en un estruendo dentro de su hogar, alertando a su familia quien intentaba abrir la puerta asegurada.
—¡NOOOO NO VENGAN VÁYANSE! — gritaba Inda a conexión de Ériope —¡¡SOY UN FRACASO, ¡NO MERESCO ESTAR AQUÍ, SOLO SOY UN ESTORBO PARA USTEDEES! — su familia abrió la puerta tratando de así de abrazarle, se despojó de ellos a tirones y mordidas, lastimando a su madre asustada.
—¡YAA SUELTAME! —
—YA… ya—
—…suéltame…—
De manera irregular y con agitado diálogo contesto lo último entre lágrimas.
Pequeños ataques del diafragma hacia que sus jadeos fueran constantes y rápidos, sé que Inda trataba de ralentizarlos y así calmarse, pero no podía porque aún y con el poder de los demás en mantener el orden emocional de Inda, Ériope seguía teniendo un poder abundante ante todos los demás.
Contagiado por el dolor Suiqüia fue a cumplir su misión junto con Crín y Alenott, un abrazo enorme, lleno de calidez y lágrimas calmaron el jadeo y tembleque de Inda en el exterior, pidiendo soledad en su cuarto prometió no golpearse, pero necesitaba estar solo.
Así su madre le dejo atrás aun al pendiente de su joven adolecente.
Así dentro de sí, sus personalidades prometieron ayudar en aquello que la maestra no respondió utilizando la lógica para resolverlo, comenzamos a expresar su dolor de un modo sano y constructivo, convirtiendo la tarea de leyendas en una pequeña obra de arte, premiada con un 9 al siguiente día.
Todo fue gracias a Suiqüia quien entendió a la perfección el dolor y depuración de cada una de las personalidades, él o ella me hizo dar cuenta de que, aquellas palabras hirientes que la maestra y los demás han dicho son por completo falsas, que aunque ellos piensen que son verdades insólitas, la realidad fomenta otra verdad pura y real, no somos irresponsables, y por supuesto que valemos la pena, es solamente que no conoce lo asombroso que somos, el trabajo y esfuerzo que hacemos en cada una de nuestras tareas no tienen comparación con ninguna otra en aquella preparatoria, nosotros somos tan únicos que el trabajo de una semana es hecha de una manera limpia y perfecta en tan solo unas horas de esfuerzo, al final nuestro trabajo termino como dije, siendo el mejor de todos los demás.
No nos conoces, no somos tristeza, ni irresponsabilidad, brillamos cuando queremos, y de la forma en que queramos sin seguir tus reglas de lógica maestra #5&0+*!?, pero deje decirle que, si nos hubiera ayudado en esa duda, el dolor en el pecho de mi humano no hubiera sido tan horrible, per a la vez, gracia por hacernos caer bajo, ahí fue donde nos dimos cuenta de que somos capaces de todo sin importar que, somos únicos e increíblemente raros.
Nos amamos los unos a los otros un poco más al igual que somos más abiertos. Solo falta comprender el amor físico-afectivo….
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josuezonambulo · 3 years
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Repost from @tavareroy • Repost from @junkorivas Ex-intengrante del Clan de la Furia y Proyecto Uno, lanza nuevo merengue urbano. El dominicano ex-intengrante del Clan de la Furia y @proyectouno , JOSUE a.k.a Zonambulo @josuezonambulo acaba de lanzar el sencillo “ Rico Cariñito “ escrito por el productor ,compositor y cantante @tavareroy . El tema musical cuenta con innovadores sonidos basado en fusiones tropicales con ritmos tradicionales sin perder la esencia del buen merengue con arreglos de músicos del patio de la Terrena, Samana y encabezado por Pablito Music. La mezcla y masterización estuvo a cargo del maestro Denis Nieve en estudios de la cuidad del sol Miami. El contagioso merengue urbano esta disponible en todas las plataformas digitales de música para su reproducción y descargas, según fue divulgado por Frank Rivas manager de la oficina del artista. #merengue #merengueurbano #junkosocialadmin #roytavare #josuezonambulo #merengueurbano #lasterrenas #cariñito #ricocariñito https://www.instagram.com/p/CQM6VVLLqc4/?utm_medium=tumblr
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superbondgirl · 4 years
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Un día común y corriente, debajo del sol en la ciudad Partenopea. Me encanta ver el colorido de los edificios en esta calle! El contraste de las paredes amarillas con el ventanal verde es mi favorito. Cada día se puede sentir que la cuidad está regresando a vivir. Esa furía que distingue a Napoli, yá está presente! 💪🔥💙🇮🇹 #SuperBondGirl® #NancyTiscareno #Napoli #Naples #partenopei #furia #ciudad #español #recuerdos #mivida #experiencia #sol #calle #vivir #napoles #reina #pasion #marketing #branding #happiness #new #beginning #tt #tip #testimony #feelgoodtuesday #portrait #mytown #tuesday #love (at Naples, Italy) https://www.instagram.com/p/B_hgRYmAJOt/?igshid=109we5lxfh1s4
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agustinabojorquee · 7 years
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Quien no te conoce, a quien nunca calmaste con tus letras eléctricas que te traspasan el alma, jamás va a entender el dolorcito en el pecho que causa esta fecha para los que seguimos acá, acá por vos Gustavo. Como andas? Espero que muy bien. Yo? Un poquito triste, no tenerte me duele, pero reconforta que puedo revivirte en cada canción. De todos modos, sigo teniendo esa esperanza casi de niña, totalmente imposible, que solo en sueños se cumpliría, de escucharte en vivo. Los que pudieron, se ganaron un partido al minuto final con un gol al ángulo, porque te nos fuiste tan rápido que ni siquiera pensamos en una despedida. Hace 58 años nacía el rock nacional, hecho persona. Hiciste emocionar desde tus comienzos, tenes ese toque que ilumina a los años dorados, como hoy en día. Tu luz, no se apaga. Pero viejo, como te extrañamos. Imposible no acordarme de ese día, como hoy, de lluvia plena, cuando te nos fuiste. Te llore en una esquina, viendo los noticieros, observando como todos estábamos en un luto eterno, se me caían las lagrimas al escuchar a tu mamá, como si sintiera ese mismo dolor. Pero hoy es una fiesta, porque sos tan mágico, vibras tanto sin estar, que no sos de este mundo, nunca lo fuiste. Mi hombre alado, desde acá a donde sea que estés, levanto mi té y estoy segura que muchos más también, para desearte un feliz cumpleaños. Tu cuidad de la furia te llora, no te dejamos ir jamás. Te juro que nunca voy a dejar que mueras en mi corazón, sos pura emoción. Esos ojos hicieron brillar a miles. Y ahora nos brillan al recordarte. Gustavo, me duele el alma, pero se que estás. Siempre estuviste. Tenes una fuerza natural neta. Y por eso justamente, mi ángel eléctrico, siempre es hoy, siempre serás eterno en mi.
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nickoarias-blog · 4 years
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Me verás volar por la cuidad de la furia 💫😎 https://www.instagram.com/p/B5J95NVHEHC/?igshid=15ta8zcsen9y0
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andrescbr5 · 5 years
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... me verás volar por la cuidad de la furia🎶 https://www.instagram.com/p/B3zgW30DHpY/?igshid=pkr9wqp6we99
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boomboom80s · 7 years
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Music Meme
1. A song you like with a color on the title: White Wedding-Billy Idol
2. A song you like with a number on the title: Two of Hearts- Stacey Q
3. A song that reminds you of summer time: Sexyback-Justin Timberlake
4. A song that reminds you of someone you would rather forget: How You Remind Me-Nickleback
5 a song that needs to be played LOUD: Bohemian Rhapsody-Queen
6. A song that makes you want to dance: Hey Ya!- Outkast
7. A song to drive to: Cuidad de La Furia- Soda Stereo
8. A song about drugs or alcohol: Gin and Juice- Snoop Dogg
9. A song that makes you happy: Radio Ga Ga-Queen
10 a song that makes you sad: Young and Beautiful- Lana del Rey 
I tag: @underthedesertstars @lostmyselfinparadise @xoxmusicmania @ejhutch75 and others who want to do this!!!!! :)
Thanks @josh-hutch !!!!!
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lautaro-art-o3o · 7 years
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Ella comenzó a los 14 años a estudiar la magia en una academia importante donde fue admitida solo por su capacidad mágica muy alta para lo que es su especie. tenía la necesidad de explotar si habilidad para ayudar a su ciudad que era muy abusada por otras. Su especie es pequeña y débil.
Aprendió a utilizar varias armas mágicas, pero su especialidad fue el disco y el estilo de ataque. El control de magia de fuego que tenía era tal que se ganó el título de maestro nivel 1 en magia fire y con él un traje especial y unos anillos. Uno de ellos tenía un halo de protección similar a la cota mágica.
Mas adelante en expediciones que la academia realizaba se topó con unas ruinas de una antigua civilización. Allí fue testigo de una pequeña gema purpura que reposaba sobre un altar. Lo tomó antes de que alguien del grupo la vea y la llevo oculta cuando la expedición terminó.
Tiempo después de estudiar mucho esa civilización perdida. Descubrió que era y como despertar el poder de la gema. El equipo a su disco y despertó el poder de la luna. Nunca se lo contó a nadie. La academia era muy firme y buscaba toda fuente de poder para nombrarlo suyo.
La gema de la luna le daba al que la use una gran cantidad de energía mágica. También realizaba pequeños cambios en la apariencia del usuario. Su cabello cambiaba a uno más corto. Lo más notable e importante era la aparición de un traje de bruja especial. Tenía un escudo propio y absorbía energía lunar. Si gastabas mucho maná este lo recuperaba de a poco. Lo mantuvo en secreto unos años.
Su tiempo en la academia terminó al enterarse que mientras ella estaba atrapada en esa sociedad obligada por sus superiores hasta que este “lista” su cuidad había sido gravemente atacada y colonizada. Los líderes mismos de la academia decían que era un problema menor que una especie débil desaparezca. No la dejaron ni ir a ver si podía ayudar en algo. 6 años al servicio de la “magia” y aun así no harían nada por ella.
En ese momento su furia era mucha. Se metió a la fuerza al centro del salón real de magos y frente a sus ojos activo la gema lunar y su transformación de bruja. La sorpresa era tal que la mitad de los magos no se movían, la magia de equipamiento solo funcionaba a trajes de maestros. Los que si reaccionaron la intentaron atacar, pero la habilidad de Ani era mucha y su traje tenía una defensa muy eficaz.
Al final logro destruir la mitad de la academia y vencer al menos 13 de los 20 maestros antes de escapar y transformarse en una renegada buscada en todo el país. Ese día uso tanta magia de fuego que sus ojos cambiaron a rojo.
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